La Virgen explica cómo el ataque del maligno a los sacerdotes repercute en el mundo.

Las mediaciones sacerdotales que permite Dios están en un grave peligro, porque el demonio ha centrado su ataque en los sacerdotes, advirtiendo que por cada sacerdote que caiga moralmente, pierda la fe o comience a enseñar herejías, muchas más almas caerán.

Estamos ante un problema de difícil solución.

Buena parte de los sacerdotes no cree que puede ser posible que los sacerdotes caigan.

Y los que caen no se dan cuenta que han caído, sino que piensan que están interpretando la fe de una manera más adecuada a nuestros tiempos y llevando una vida más acorde con el siglo XXI.

Mientras que para la mayoría de los fieles el problema no existe, porque marchan al compás de lo que le transmite su párroco de turno, depositando toda la confianza en Él para que lo guíe en la fe, sin cuestionarse nada.

Aquí hablaremos sobre los mensajes que el cielo viene dando desde hace siglos sobre este ataque concentrado del demonio y sus consecuencias, y sobre la necesidad de orar por los buenos sacerdotes para que se mantengan fieles a la fe transmitida desde los apóstoles. 

Dios se comunica con nosotros a través de mediaciones y una de las principales mediaciones es la de los sacerdotes.

Los sacerdotes dirigen la parte institucional de la Iglesia, llevan adelante las celebraciones, actúan en las misas como alter christus consagrando las especies de pan y vino, distribuyen los sacramentos, guían a los fieles, etc.

Su actividad también es central para transmitir la fe, porque son los que catequizan en fe y en la doctrina a la enorme masa de fieles. 

Y por eso son el centro de los ataques del maligno, que trata de corromperlos, para que dejen de cumplir su función adecuadamente.

Y se sabe que lo hace de dos formas. Una es infiltrando sus candidatos al sacerdocio en los seminarios de formación sacerdotal, para cambiar la doctrina de la Iglesia.

Hay documentos y testimonios que muestran que la masonería y la Unión Soviética han realizado esto.

Y la segunda forma es tentar a los sacerdotes que entraron a los seminarios con vocación auténtica.

Lo hace tentándolos para llevarlos al pecado, quizás el ejemplo más claro de nuestra época sea la crisis de los abusos.

Y también llevándolos a herejías para hacer más laxa doctrina y que empiecen a reflejar la moral del mundo; quizás lo más claro en nuestra época sea el modernismo, que San Pío X catalogó como la síntesis de todas las herejías.

La mayoría de los fieles no saben que existe este ataque, creen que todos los sacerdotes actúan adecuadamente y por lo tanto son incapaces de proteger a los buenos sacerdotes, de buen comportamiento y de buena doctrina.

Pero desde hace siglos hay mensajes del cielo advirtiendo de que hay buenos y malos sacerdotes y que los fieles deben diferenciarlos, proteger a los buenos y desestimar a los malos.

Y en el último siglo los mensajes se han multiplicado.

Ya en el siglo XVII Nuestro Señor le dijo a la conocida mística francesa Marie des Vallées, a quien le dedicamos un video, que los sacerdotes «serán juzgados con mayor severidad que los demás. Los que caigan en su misión serán castigados por las faltas de todos».

Y que «los obispos tendrán que responder por todas sus ovejas».

De modo que los considera responsables de la degradación de la fe y la moral del pueblo, y que deberá responder por ella.

Pero además dijo que las desgracias están a punto de caer sobre la Iglesia porque hay más justicia entre los soldados que entre los sacerdotes, y que de todos los estados de vida en el mundo, los sacerdotes son los que más pueblan el Infierno.

Y Nuestra Señora del Buen Suceso explicó más claramente el ataque diciendo a María de Jesús Torres, sobre siglo XX,       

«El diablo va a intentar perseguir a los Ministros del Señor de todas las formas posibles, trabajará con perspicacia cruel y sutil a fin de desviarlos del espíritu de su vocación y corromperá a muchos de ellos» 

Y dijo cuál sería el efecto de la corrupción provocada por el maligno, 

«Estos sacerdotes depravados, que escandalizarán al pueblo cristiano, suscitarán el odio contra la Iglesia Católica y todo el clero»

O sea que los malos sacerdotes generarán que su mala conducta sea percibida como que es de toda la Iglesia y de todos los sacerdotes.

Y esto lo vemos claramente con el efecto de la crisis de los abusos, que fue consecuencia de los pecados de un pequeño número de sacerdotes, pero que sin embargo lleva a muchos a generalizar a todo el clero y la Iglesia.

Es el buque insignia de los que quieren atacar a la Iglesia. 

Un año antes de su muerte Nuestra Señora le dijo a Sor Mariana que, la decadencia moral que introducirá la masonería en la sociedad producirá también que los sacerdotes se vuelvan negligentes en sus deberes sagrados y estarán atados a los bienes, a la riqueza y a las herejías.

Dijo también que muchos sacerdotes perderán el espíritu y pondrán sus almas y la de los fieles en grandes peligros.

Y especialmente se refirió a la tibieza de los sacerdotes.

Y ya desde el siglo XVII llamó a rezar con insistencia y sin cansancio implorando a Nuestro Padre Celestial para que envíe a la Iglesia un Obispo que restaure el espíritu de los sacerdotes, refiriéndose a Ecuador, pero lo podemos interpretar con alcance mundial. 

Más adelante, en el siglo XIX, San Antonio María Claret diría algo impresionante que apunta a la la sociedad toda, dice que 

«Si ves a un mal sacerdote al frente de una parroquia, deberías estar afligido y temer que tal vez nuestros pecados merecieran un castigo tan horrible, pues la Sagrada Escritura nos enseña que el mayor y más terrible flagelo que Dios envía a un pueblo es el de dar malos sacerdotes».

Y dice algo más fuerte, que cuando la justa indignación de Dios alcanza su punto culminante contra una sociedad, envía el último y más atroz de sus castigos al permitir ministros infieles, sacerdotes manchados, pastores escandalosos, de modo que los malos sacerdotes son el mayor castigo con el que Dios castiga al pueblo.

También es ese siglo XIX apareció la Virgen de La Salette, aparición aprobada por la Iglesia, que dijo a la vidente Melanie,    

«Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, por su mala vida, por sus irreverencias y su impiedad en celebrar los santos misterios, por amor al dinero, amor al honor y a los placeres, se han convertido en pozos negros de impureza».

Y agregó,

«¡Ay de los sacerdotes y de las personas consagradas a Dios, que con sus infidelidades y su mala vida están crucificando de nuevo a mi Hijo!»

Manifestaciones como estas produjeron que los mensajes de Nuestra Señora fueran invisibilizados por las jerarquías eclesiásticas debido al clericalismo.

Y fue lo que estuvo en la base de la resistencia de los sacerdotes a las apariciones de Garabandal.

El 18 de octubre de 1961 Nuestra Señora le dijo a las niñas que había que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Santísimo con frecuencia, ser muy buenos, porque si no vendría un castigo, la copa ya se está llenando.

Y en 1965 el mensaje que enojó a buena parte de los sacerdotes fue que la copa ahora está rebosando y que «los Sacerdotes, Obispos y Cardenales van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas más almas».

Y 8 años después, en Akita, Japón, en pleno auge revolucionario producido por el Concilio Vaticano II, Nuestra Señora dijo el 13 de octubre de 1973,

«La obra del demonio se infiltrará dentro de la Iglesia de tal manera que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. 

Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros.

La Iglesia estará llena de aquellos que aceptan componendas y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor.

El demonio será especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios».

Esta aparición fue aprobada por el obispo contemporáneo, pero el que vino detrás no sólo le quitó la aprobación, sino que desterró a la vidente y a su confesor a un lugar lejano de Japón y tuvieron que subsistir con la caridad de los fieles.

Y hoy la situación de esa aparición está en un limbo, porque la aprobación definitiva había llegado del Vaticano directamente y difícilmente pueda volver atrás. 

Y 12 años después, el 13 de abril de 1996, la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús de Salta, Argentina, alertó que si no volvemos los ojos hacia Dios vendrán terribles castigos.

Y dijo concretamente,

«Muchas almas religiosas caerán y se apartarán del camino del Señor para vivir en la tibieza del mundo. 

Los sacerdotes que queden no se diferenciarán en nada de los seglares, seguirán el camino del mundo que los llevará a la apostasía, las religiosas seguirán este mismo camino y muchas almas buenas se perderán por su causa».

Pero agregó que Su Inmaculado Corazón estará trabajando para apartar las tinieblas en el alma de los consagrados y el Señor esperará hasta último momento la conversión de ellos al Inmaculado Corazón de María.

Así todos tendrán oportunidad de salvarse. 

Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre cómo el ataque del demonio contra los sacerdotes es responsable de la apostasía de buena parte del clero y que a partir de ahí se traslada a los fieles amplificando la tibieza, la pérdida de fe y las herejías.

Y que debemos tomar conciencia de este proceso y orar por los sacerdotes.  

Y me gustaría preguntarte si tienes la costumbre de orar para que los buenos sacerdotes se mantengan fieles, o tienes resistencias a hacerlo o no se te había ocurrido.

MIRA ESTOS VIDEOS

LEE ESTOS ARTÍCULOS

En las Apariciones de La Salette está la Clave de la Crisis Actual en la Iglesia https://forosdelavirgen.org/crisis-la-salette/

Hay Buenos y Malos Sacerdotes [¿cómo actuar con los malos sacerdotes?] https://forosdelavirgen.org/hay-buenos-malos-sacerdotes/

Cómo Jesucristo Renovará la Iglesia eliminando las Herejías en los Sacerdotes https://forosdelavirgen.org/jesucristo-renovara-sacerdotes/

La Verdad de por qué la Iglesia Católica No Ordena Sacerdotes Mujeres https://forosdelavirgen.org/ordenacion-sacerdotal/