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Se destapa la Caja de Pandora de los abortorios en EE.UU.
Que hacen con los niños de abortos fallidos y nacidos, porque 1 de cada 30 abortos falla. Las condiciones insalubres de las clínicas. La nueva táctica de la franqueza de los abortistas sobre que se está matando un niño. Estos horrores no son solo de la la clínica de Gosnell sino que se extienden a Planned Parenthood también.

 

aborto mata

 

Como era previsible, las revelaciones sobre la industria del aborto están saliendo a luz a un nuevo ritmo y con mayor detalle que nunca a partir del juicio que se le sigue al abortista Kermit Gosnell en su clínica de Filadelfia (Estados Unidos). Es por esta razón que los grandes medios de comunicación no han informado sobre el juicio, ni el presidente Obama ha dicho una sóla palabra, y por el contrario, en medio del juicio se presentó en una gala de Planned Parenthood para darle su respaldo incondicional.

LA NUEVA TÁCTICA DE LA FRANQUEZA

Ante la imposibilidad de negar la evidencia, médicos y enfermeras y no ocultan la realidad y más bien enseñan a convivir con ella.

Antes se trataba de engañar a las mujeres a quienes remordía la conciencia por lo que iban a hacer. 

Si preguntaban «¿Abortar es matar a mi hijo?» la respuesta debía ser «No».

Carol Everett, antigua propietaria de dos abortorios y administradora de otros cuatro, lo explica así:

«Respondíamos que es un producto de la concepción, o un coágulo de sangre, o un trozo de tejido. Aunque viésemos todos los días bebés de seis semanas con las piernas, los brazos o los ojos enteros. ¿Cuántas mujeres abortarían si supiesen la verdad?».

Linda Couri,  antigua trabajadora en un abortorio de Planned Parenthood, confirma esto:

«Matar a un niño son palabras muy fuertes. Estás terminando con el producto de la concepción», decía a sus clientas.

Cuando tuvo dudas sobre si su respuesta había sido correcta y le preguntó a su supervisora, ésta no le negó que se tratase de un «niño», pero en el caso de la adolescente de quien se trataba, el aborto era un «mal necesario». Linda no pudo aguantar mucho mintiendo, dejó la clínica y es hoy militante provida.

LA BATALLA DEL ENGAÑO SIEMPRE SE PIERDE

Pero los aborteros saben que la batalla del engaño la tienen perdida, y están cambiando de táctica.

Peg Johnston, trabajadora en un abortorio de Nueva York, explicó en un artículo cómo comprendió que, entrando en esa discusión, se estaba dejando llevar al terreno de los provida.

«Durante un tiempo corregía a mis clientas cuando usaban palabras como ´matar a mi hijo´ o ´asesinar a mi hijo´. Pero ahora nuestra reacción es más del tipo: si te parece que es como matar a tu hijo, ¿cómo vas a afrontarlo?«.

Ya no se trata pues de negar la evidencia, sino de instruir a las madres en cómo convivir con la certeza de lo que han hecho.

EL ENGAÑO NO ES TAN FÁCIL

«Todos sabemos que en cada aborto muere un niño no nacido.La mayoría de los trabajadores del aborto aceptamos nuestra responsabilidad por nuestro papel en esas muertes. Por diversas razones, hemos decidido que participar en esas muertes es algo importante y ético«.

Y recuerda el caso de una compañera suya que, embarazada de 18 meses, estaba practicando un aborto a una mujer también embarazada de 18 meses, y extrayendo de ella la pierna de su hijo al tiempo que sentía en la barriga una patada del suyo. ¿Cómo decirle que no estaban hablando de niños?

«La respuesta corta – increíblemente simple y a la vez muy complicada – es que el niño no nacido que se mueve en el seno de la madre lo lleva alguien que ha decidido completar su embarazo y dar a luz un niño vivo, mientras que el otro niño no nacido lo lleva alguien que, por razones que pueden comprenderse o no, ha decidido que no puede completar su embarazo. En otras palabras, la vida o la muerte del niño no nacido está determinada por la decision de la madre de compartir o no compartir su cuerpo con otro ser», explica.

NO OCULTAR LA REALIDAD SINO AFRONTARLA

«Por tanto», concluye, «no debemos negar que el aborto mata a un niño no nacido. Cuando surja el tema, hay que decir como la directora de la clínica donde yo trabajo explicó una vez en la radio y decir: sí, es un niño, y sí, vamos a matarlo. Las mujeres lo saben, y sin embargo abortan. Justo por eso el aborto es algo complicado, como muchos de los desafíos de la vida. Pero debemos recordar que complicado no siempre significa equivocado».

Se trata, pues, de llevar la conversación a otro plano y decirle a la madre:

«Hablemos de cómo vas a lidiar con saber que has matado a tu hijo. ¿Qué crees que nos pasa cuando morimos?», les dice. «A partir de ese momento, podíamos mantener una conversación honesta sobre cómo entendía ella la decisión de abortar en el contexto de sus circunstancias vitales, de sus creeencias, de su ética».

LOS VIDEOS DE LIVE ACTION

En medio de este “destape’, el grupo provida Live Action ha producido una serie de videos, que como declara su preisenta, Lila Rose:

“Con nuestra investigación se puede ver que los horrores revelados durante el juicio Gosnell no son exclusivos de esa clínica (…). Nuestros vídeos muestran prácticas verdaderamente horribles, ilegales e inhumanas que suceden en muchas instalaciones de abortos en Estados Unidos». 

Las prácticas del Dr. Kermit Gosnell, conocido por asesinar a bebés sobrevivientes a abortos, y acusado del asesinato de una madre y sus cuatro hijos que nacieron vivos en un procedimiento de aborto fallido:

son prácticas que forman “parte del día a día en las oficinas de los abortistas y de su personal», detalló Rose.

CONDICIONES INSALUBRES

En un informe emitido el 9 de abril en  WPVI, un canal afiliado a la cadena ABC en Filadelfia, se reveló que varias enfermeras de la multinacional abortista Planned Parenthood de la ciudad de Delaware, habían dejado su trabajo en el abortorio por la inseguridad laboral que estaban expuestas por las condiciones insalubres del lugar y «para proteger sus propias licencias médicas”

Una de las trabajadoras Jayne Mitchell-Werbrich, declaró a WPVI que

«no podría decir cómo era de ridículamente peligroso”, mientras que Joyce Vasikonis agregaba que «estaban utilizando instrumentos que no eran estériles en los pacientes«.

LOS ABORTOS FALLIDOS Y BEBES NACIDOS VIVOS

Impactante Audiencia en Florida:

«Es realmente difícil para mí preguntárselo, porque no me lo puedo creer» – le dijo el Rep. Jim Boyd a Alisa Laport Snow, representante de los afiliados en Florida a Planned Parenthood , cuando le preguntó –

«¿Qué creen que tiene que pasar con el bebé que está sobre una mesa, nacido tras un aborto fallido, que lucha por su vida?»

«Creemos que cualquier decisión debería estar en manos de la mujer, su familia, y del médico», respondió con total frialdad Laport en nombre de su organización.

Un exempleado de Gosnell, Stephen Massof, encarcelado tras declarársele culpable de asesinato en tercer grado de dos recién nacidos, declaró cuando prestó testimonio ante la Corte a principios de abril, que vio alrededor de 100 bebés nacidos vivos y que luego comprobó que les habían cortado en la nuca con tijeras para asegurar su muerte.

EL PLAN B SI EL ABORTO SALE MAL

Un vídeo realizado por Live Action con cámara oculta el pasado 28 de abril muestra a una mujer con 23 semanas de embarazo preguntándole a un consejero del Centro de Salud de la Dra. Emily qué harían con el niño después del aborto, a lo que el consejero respondió que al bebé vivo lo pondrían en un frasco lleno de una solución que garantizara su muerte y enviado luego a un laboratorio para su análisis. La mujer embarazada preguntó qué pasaba si el bebe con los espasmos infantiles mostraba señales de vida, a lo que el consejero respondió

“la solución hará que se detenga. Ese es el propósito de la solución (…), se detendrá automáticamente. No va a ser capaz de respirar más».

Life Action llevó a cabo esta investigación sobre abortos tardíos a sabiendas de que un estudio de 2007 del British Journal of Obstetrics and Gynecology señalaba que 1 de cada 30 niños sobreviven a los intentos de aborto, y que hasta 1 de cada 10 niños sobreviven los intentos de aborto realizados después de las 23 semanas de gestación.

«Nuestros niños que son más débiles sobreviven a estos brutales abortos tardíos porque es un procedimiento que por su estado avanzado implica la inducción al parto. En el aborto, el abortista tiene que matar, ya sea en el proceso o en el útero, pero a veces el bebé sale con vida», expresó Rose.

Fuentes: Info Católica, Religión en Libertad, Mercatornet, Signos de estos Tiempos

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