Gasto de millones en el campeonato sin mejorar las condiciones de vida del pueblo.
La Copa Mundial de Fútbol de Brasil comenzará el 12 de junio, pero en medio de una serie de resistencias que incluyen escándalos y la severa crítica de la Iglesia Católica, que les sacó “tarjeta roja” a los organizadores del mundial.
En las redes están circulando campañas para el boicot del mundial, matizado con el escándalo de la relación del costo de los balones para jugar el mundial, en relación a los salarios pagados para su fabricación.
LA TARJETA ROJA DE LOS OBISPOS CATÓLICOS
La Iglesia católica brasileña sacó «tarjeta roja» a los organizadores del Mundial de Brasil por gastar miles de millones de dólares en estadios en vez de mejorar los pésimos servicios públicos del país.
En un folleto con forma de tarjeta roja distribuido esta semana en las iglesias y parroquias del país con más católicos del mundo, la Conferencia de Obispos de Brasil instó al Gobierno a respetar el derecho de la gente a manifestar contra el torneo que arranca el 12 de junio. Ver aquí el folleto.
Este folleto tiene ocho puntos, está en idiomas portugués, español e inglés y se repartirá en las 12 ciudades sedes del Mundial
«La Iglesia quiere contribuir al debate público y expresar su preocupación con (…) la inversión de prioridades para el dinero público, que debería servir prioritariamente para la salud, la educación, el saneamiento básico, el transporte y la seguridad», dijo.
Con ese mensaje, la Iglesia se suma a los brasileños que durante el último año han salido a la calle a protestar por el gasto en los estadios, considerados símbolos de derroche y corrupción.
Se espera que se produzcan más protestas durante el mes de celebración de la Copa, y los obispos piden
«que los movimientos sociales no sean tipificados como delito y sea respetado el derecho a manifestaciones en las calles».
En el folleto, la Iglesia critica a los organizadores del Mundial por desalojar a personas pobres de las cercanías de los estadios, ignorar las leyes ambientales y entregar el deporte a «las grandes corporaciones».
Pide también a las autoridades brasileñas que combatan la explotación sexual durante el evento, que atraería a unos 800.000 hinchas extranjeros a Brasil.
El éxito del Mundial, dijeron los obispos brasileños, no será medido en la cantidad de dinero que inyecte en la economía local o los beneficios que reporte a los patrocinadores.
«Una victoria de todos sólo ocurrirá si algunas exigencias fundamentales son cumplidas», dijo la Iglesia.
INICIATIVA “STEILPASS” PARA LA COPA DEL MUNDO DE 2014
Complementando esto, informa Fides, la Iglesia alemana junto a los obispos y religiosos brasileños, han lanzado la campaña «Steilpass» para la Copa del Mundo de 2014, en la que piden un juego limpio para una sociedad más justa y equitativa.
La iniciativa se presentará los días 10 y 11 de junio en Río de Janeiro y Brasilia. El día 12, coincidiendo con el inicio del Campeonato del Mundo, los organizadores de la campaña pretendan entregar al gobierno brasileño diez peticiones que caracterizan la propuesta: «Diez reglas para un juego limpio y justicia para todos».
La nota enviada a la Agencia Fides informa de las 10 peticiones:
la necesidad de crear trabajo decente para todos;
acceso a la educación pública;
asegurar el control democrático de la justicia;
reformas agrarias y rurales de manera equitativa;
control democrático de los medios de comunicación;
promover y proteger a los jóvenes contra la violencia;
preservar la diversidad cultural de los pueblos;
combatir la corrupción y garantizar la transparencia;
adoptar iniciativas para promover la participación social de los ciudadanos;
atención de la salud para todos.
A través de «Steilpass» se quiere responder a los problemas sociales expresados en varias manifestaciones en los últimos meses, que han visto involucrados a un buen número de brasileños.
EL ESCÁNDALO DE PAKISTÁN
Mientras tanto, hay una llamada al boicot “I will not be watching the 2014 world cup” en las redes sociales que moviliza a miles de internautas, y el hashtag #BoycottWorldCup2014 lidera las listas de tendencias en Twitter.
Pero el último escándalo no se sitúa en Brasil, sino en Pakistán. El equipo de fútbol pakistaní está en el puesto 159º del mundo y no se ha clasificado para el Mundial de fútbol.
Sin embargo, los obreros de la subcontratista Forward Sports esperan casi con impaciencia que llegue el 12 de junio, en su pequeña localidad al este de Pakistán. Su atención no se centrará en Messi ni en Ribéry, sino en Brazuca, ese balón blanco salpicado de curvas negras y multicolores del gigante Adidas.
La empresa pakistaní que ha conseguido el contrato para fabricar la pelota “Brazuca” lo ha hecho por los bajísimos costes de fabricación.
El precio de cada pelota es dos veces mayor que el sueldo de las jóvenes pakistaníes que la confeccionan. Mientras este balón se vende a 130 euros cada uno en las tiendas, los trabajadores no alcanzan a los 74 euros mensuales por su confección.
Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos