Más de 26.000 mexicanos desaparecido desde 2006.
Hay una fuerte corriente que cree que estos desaparecidos están en manos de grupos criminales trabajando como esclavos, incluso se mencionan casos de liberación de esclavos por los agentes de seguridad y las experiencias del Obispo de Saltillo. Pero hay otros que consideran que el nivel de ganancia del narcotráfico haría innecesario tener esclavos porque puede pagar buenos salarios.
La diferencia entre las dos corrientes de opinión es que quienes opinan que existen los campos de trabajo esclavo han llegado a esa conclusión a través de datos de la realidad, mientras que los otros hacen un análisis meramente económico y teórico.
Lo ciertos es que pareciera que hay muchos desaparecidos en manos de grupos de delincuentes, quizás no todos.
DESAPARICIONES ¿FORZADAS?
Presuntamente, los desaparecidos en México están siendo esclavizados en campos de trabajo forzado a cargo de grupos criminales; un escenario que podría ayudar a explicar la situación de decenas de miles de personas reportadas como desaparecidas desde 2006.
En entrevistas con Proceso, familiares de las víctimas, defensores de Derechos Humanos, líderes religiosos y organizaciones no gubernamentales describen cómo estas personas prisioneras son obligadas a trabajar en México en una gran variedad de formas, bajo horrendas condiciones y amenazas de muerte.
Según organizaciones de la sociedad civil, los «trabajos» incluyen asesinatos, la preparación de marihuana, construcción de túneles, limpiar las guaridas (casas de seguridad), preparar alimentos, la instalación de equipos de comunicaciones y actuar como vigilantes o esclavos sexuales.
Una de las víctimas dijo a su hermana que mientras se encontraba en cautiverio, vio cómo violaban a otras rehenes y fue obligada a llevar a cabo robos a mano armada, mientras eran alimentados únicamente con fideos instantáneos. Se escapó una noche, cuando los guardias se drogaron demasiado, pero se rindió luego de que el grupo criminal amenazara con matar a su familia, le dijo su hermana a Proceso.
Animal Político ha denunciado que no solo son los migrantes indocumentados que son obligados a punta de amenazas de muerte a trabajar forzosamente para las mafias, sino que los carteles parecen estar secuestrando a profesionales y técnicos para obligarlos a trabajar estableciendo redes de comunicación. El crimen organizado mexicano también se aprovecha de los estimados 25,000 niños, niñas y adolecentes que han sido enrolados en sus filas en los últimos seis años.
Un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, obtenido a través de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública de México, reveló que entre 2009 y 2013, los funcionarios del gobierno liberaron a 2.352 esclavos, de los cuales 855 eran inmigrantes.
Juan López, abogado de la ONG Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México (Fundem), dice que de las más de 26.000 personas que han desaparecido en México en los últimos seis años, hasta una tercera parte podría estar esclavizada.
CAMPOS DE CONCENTRACIÓN SEGÚN OBISPO
El Obispo Raúl Vera López de Saltillo, describe los lugares de trabajo forzoso como «campos de concentración».
El Obispo Raúl Vera López, pidió se agilice la investigación para localizar a los desaparecidos en Coahuila en virtud de que se puede dar el caso que muchos de ellos estén vivos y los tengan los delincuentes del crimen organizado trabajando en campos de concentración.
Indicó que
es una exigencia lógica, logiquísima, y más cuando nos damos cuenta que hay gente que se está escapando de campos de concentración, de que muchos de esos desaparecidos pueden estar vivos haciendo trabajos forzados en esos campos, presionados por la delincuencia, manifestó.
Y además haciendo incluso por obligación y bajo amenaza acciones de muerte.
Esta es una razón de más para que ahonden en la investigación y se busquen a estas desapariciones forzadas, dijo el obispo.
Indicó que los elementos para pensar que muchos desaparecidos están en esos campos de concentración es porque hay gente que se escapa y que anda buscando ayuda.
Manifestó que él ha tenido de varios casos de migrantes que piden ayuda,
ya que algunos han llegado a mi casa.
LOS ANÁLISIS DE INTELIGENCIA
Ha habido informes previos de grupos criminales mexicanos, que reclutan y esclavizan forzosamente a las personas, para realizar tareas especializadas, incluyendo ingenieros.
También es sabido que las pandillas secuestran personas – los inmigrantes se encuentran entre las poblaciones más vulnerables – y los retienen en casas de seguridad al tiempo que exigen grandes pagos de rescate para su liberación.
La idea de que hasta un tercio de las víctimas desaparecidas en México, de hecho, pueda estar trabajando en condiciones de esclavitud es una propuesta espeluznante, aunque no es del todo plausible dado los enormes márgenes de ganancia disponibles para las organizaciones criminales
¿Por qué, entonces, se verían obligadas a recurrir a operaciones de esclavitud a gran escala si tienen la capacidad de pagar a los reclutas voluntarios? No obstante, es posible que sí se den casos aislados.
El abogado de Fundem, Juan López, dijo a Proceso que los desaparecidos aparecen a veces, pero rara vez se puede entrevistarlos, lo que explica por qué hay poco registro público sobre este tema.
«La gente que escapa queda descompuesta, psicológicamente rota. (…) alcanzan a llegar a sus casas, toman sus cosas y huyen», dijo.
En última instancia, la idea de que podrían existir estos campos de trabajo forzado añade más peso a la exigencia de que el gobierno mexicano debe investigar a fondo qué ha sucedido con las víctimas de su “crisis” de desapariciones forzadas.
NO SUCEDERÍA SOLO EN MÉXICO
En Colombia, también el reclutamiento forzoso por parte de guerrillas y organizaciones de crimen organizados es un fenómeno que toca a los niños y adolescentes. Algunas estimaciones dicen que habría unos 18.000 niños en sus filas. VerdadAbierta.com exploró este fenómeno en el municipio de Tumaco sobre el Pacífico colombiano, uno de los mayores productores de coca del país y un importante punto de salida para los cargamentos de drogas ilegales.
En Centroamérica redes grandes y pequeñas se dedican a la compra-venta de mujeres engañadas con promesas de glamurosos trabajos como modelos o de simples empleadas solo para terminar en prostíbulos de mala muerte. Eric Olson, experto en temas de seguridad del centro de pensamiento Woodrow Wilson Center for International Scholars, testificó en el congreso estadounidense que la trata es la segunda amenaza más grande del crimen organizado en Centroamérica, después del narcotráfico. El Faro de El Salvador descubrió historias terroríficas que muestran cómo funcionan las redes de trata en la región y los frustrados esfuerzos de hacer justicia. Plaza Pública en Guatemala detalla las diferentes formas en que las mujeres terminan siendo mercancía.
Fuentes: Insight Crime, Vanguardia, Signos de estos Tiempos