La única solución es bajar las armas y dialogar.
Siria fue un país pacífico, donde los cristianos, que llegaron 600 años antes, vivieron por siglos tranquilamente con los musulmanes, hasta que llegó la ‘locura’ de la supremacía islamista internacional. Incluso extrañamente apoyada por occidente. Ahora es un campo de batalla donde los ultrajes están santificados por los líderes religiosos radicales.
Un ejemplo se la actitud de los religiosos radicales es una reciente fatwa (decreto islámico) de religiosos de un barrio de Damasco donde llaman al saqueo de cristianos. Pero el padre greco católico Mtanios Haddad explica que estas situaciones se dan porque islamistas de todo el mundo están tratando de radicalizar la situación y lo único que les sirve es la guerra.
LA FATWA DEL SAQUEO
Según la información recabada por la Agencia Fides, 36 ulemas (líder religiosos islámicos) de Douma, uno de los barrios más grandes de Damasco, han emitido una “fatwa” (un decreto jurídico) que legitima el derecho de los fieles musulmanes sunitas a requisar y apropiarse de los bienes, casas, propriedades pertenecientes a los cristianos, drusos y alawitas y miembros de las minorías religiosas “que no profesan la religión sunita del Profeta”.
La fatwa invita abiertamente a
“boicotear y romper cualquier relación con los habitantes de Damasco que han traicionado a los revolucionarios o los han abandonado”.
Las propiedades confiscadas, subraya la fatwa – de la que la Agencia Fides ha recibido copia – precisa que las propriedades confiscadas serán utilizadas en parte “para comprar armas”, en parte para ayudar a los huérfanos, pobres, a las familias de los mártires y a las viudas.
“Pedimos a nuestro pueblo que se agarre a nuestras tradiciones islámicas y que frecuente regularmente la casa de Dios (mezquitas) con el fin de salvaguardar nuestra alma y la de la sociedad”, concluye el texto de los ulema.
Según lo referido a Fides, los exponentes de las diversas iglesias cristianas han recibido el contenido de la fatwa con gran preocupación, notando que medidas de este tipo solo consiguen
“acuciar la violencia confesional, que es el resquebrajamiento de la sociedad siria”.
¿CUÁL ES LA INTERPRETACIÓN DE UN SACERDOTE CATÓLICO SIRIO DE LO QUE ESTA SUCEDIENDO?
Esta entrevista es con el padre Mtanios Haddad, procurador greco-católico en el Vaticano.
El padre Mtanios Haddad conoce el cristianismo desde su infancia, proviene de una zona en la que todavía se habla el arameo, la lengua de Jesús. Maalula en estos días ha aparecido en los periódicos debido a los enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes. En medio, en el fuego cruzado, hay un convento en el que viven las monjas y en el que hay un orfanato. Archimandrita sirio de la Iglesia greco-melequita, el padre Mtanios Haddad actualmente vive en Roma, es el procurador del Patriarca greco-católico Gregorio III Laham ante la Santa Sede.
¿Cómo se puede salir de la crisis siria?
Hay que abrir la negociación, una mesa de paz que reúna al gobierno y a la oposición. Pero cuidado, entre los opositores hay algunos que no ven otro camino que el de las armas, y tienen que irse. Como los que no hablan árabe, es decir que no tiene origen sirio.
Entonces, ¿es cierto que entre los opositores hay infiltrados de los grupos fundamentalistas islámicos?
¡Claro! Hay guerrilleros que llegan de Paquistán, de Afganistán, de Irán, de Irak, de Libia y de otros países. Algunos incluso vinieron a Siria para liberar Jerusalén y ni siquiera saben en dónde se encuentran. Aquí no se está combatiendo una guerra entre cristianos y musulmanes; se trata de un conflicto en contra de la violencia del fanatismo musulmán.
¿Han empeorado las relaciones entre cristianos y musulmanes debido al conflicto?
No, los sirios no han perdido la confianza ni la voluntad de dialogar entre las diferentes religiones. Desde hace 1300 años vivimos juntos y dos años de guerra no lograrán dividirnos. Cuando el Beato Juan Pablo II visitó Siria en 2001, el presidente Assad recordó que nuestra tierra es la cuna del cristianismo. Nosotros los cristianos llegamos aquí 600 años antes de que llegaran los musulmanes y, a pesar de habernos convertido en una minoría, no hemos tenido dificultades en la convivencia con los musulmanes. Iglesias y mezquitas tenían el mismo trato, teníamos agua y corriente eléctrica gratis. En los documentos de los sirios desde hace más de diez años ya no se indica la pertenecia religiosa. Si desaparecieran las armas y las injerencias exteriores, volveríamos a la paz que reina desde hace siglos en dos o tres meses.
Entonces, ¿cuáles son los orígenes del conflicto?
La oposición siria quería modificar el artículo ocho de la Constitución, que impone un partido único. Pero las manifestaciones han sido instrumentalizadas hasta llegar a la situación en la que nos encontramos, en la que tenemos grupos exteriores, vinculados con Al-Qaeda, que combaten en el país en contra del gobierno.
Y la comunidad internacional, ¿qué podría hacer para favorecer la paz?
Dejar de garantizar armas a estos grupos. Los franceses, que combatieron contra Al-Qaeda en Malí, la están apoyando en Siria. También los Estados Unidos están ayudando a los mismos fundamentalistas a los que combaten en otros sitios. Obama, premio Nobel de la Paz, cuenta con una oportunidad histórica para sumarse al llamado del Papa y promover la paz. También Benedicto XVI, cuando visitó el Líbano hace un año, dirigió un llamado a Siria, en el que pidió que cesara el flujo de armas hacia nuestro país. El llamado de Papa Francisco por la paz en Siria está en absoluta sintonía con los llamados de sus predecesores. Hoy, un futuro de paz para Siria, se relaciona con estos mensajes, los únicos que pueden dar una esperanza a nuestro pueblo.
Fuentes: Fides, Vatican Insider, Signos de estos Tiempos