Llamado de Francisco a no ser ingenuos menospreciando al maligno.
La semana pasada el Papa Francisco volvió a hablar sobre el demonio, de sus estrategias y de la forma de combatirlas, pero esta vez agregó dos elementos que no había estado presentes antes. Uno es la crítica a los sacerdotes que no creen que Jesús haya hecho curaciones, que en general vemos que se inscribe dentro de la tendencia modernista de pensar que Jesús no hizo milagros, y que en definitiva lo importante de él ha sido la doctrina moral que dejó durante su vida.
Y el segundo punto novedoso es que Francisco esgrimió una defensa que legitima predicar sobre el demonio. Contestando a la crítica de que pudiera ser anticuado o dar miedo, él dice claramente que esto está en la primera página de la biblia y la recorre hasta la última; un invento sería no mencionarlo y obviarlo.
LA TENTACIÓN DE ALGUNOS SACERDOTES
Al comentar el pasaje del Evangelio de Lucas en donde se lee que Jesús aleja al demonio ante la incomprensión de sus seguidores dijo,
“Hay algunos sacerdotes que cuando leen este pasaje del Evangelio, este y otros, dicen: ‘Pero, Jesús curó a una persona de una enfermedad mental’. No leen esto aquí, ¿no? Es cierto que en aquella época se podía confundir una epilepsia con la posesión del demonio, pero también es cierto que existía el demonio. Y nosotros no tenemos derecho de hacer tan sencilla la cosa, como para decir: ‘Todos estos no eran endemoniados, eran enfermos psíquicos’. ¡No! La presencia del demonio está en la primera página de la Biblia y la Biblia termina también con la presencia del demonio, con la victoria de Dios sobre el demonio”.
Por lo tanto Bergoglio llama a no menospreciar ni confundir la acción del diablo con las enfermedades mentales y pide a los cristianos que no sean ‘ingenuos’ ante los intentos para encontrar explicaciones que disminuyan ‘la fuerza del Señor’.
Una tentación bastante común que lleva a menospreciar la figura de Jesús como si fuera un ‘curador’ al que no hay que tomar tan seriamente. Una conducta, denunció el Papa, que ha ‘llegado a nuestros días’.
TRES VÍAS PARA RESISTIR AL MALIGNO
Cuando el espíritu impuro sale del hombre, recordó el Papa,
“vaga por lugares desiertos, buscando alivio, y al no encontrarlo, dice: ‘Volveré a mi casa, de donde he salido’. Y cuando la encuentra «barrida y en orden». Entonces va, toma a otros siete espíritus peores que él, vienen y moran en ella. Y así, la última situación de ese hombre se vuele peor que la primera”.
El Papa observa que el Señor nos da algunos criterios para “discernir” la presencia del mal y para ir por el “camino cristiano cuando hay tentaciones”.
Primer criterio: No confundir la verdad. Jesús lucha en contra del diablo.
Segundo criterio: quien no está con Jesús está en contra de Jesús. No hay actitudes a medias.
Tercer criterio: la vigilancia sobre nuestro corazón, porque el demonio es astuto, aunque cuando llegue el último día será derrotado para siempre.
Sobre este último criterio, Francisco dice que
“Debemos ser vigilantes siempre vigilar contra el engaño, contra la seducción del maligno”.
“Y podemos preguntarnos: ‘¿Yo me vigilo a mí, mi corazón, mis sentimientos, mis pensamientos? ¿Guardo el tesoro de la gracia? ¿Guardo la presencia del Espíritu Santo en mí? ¿O lo dejo estar, seguro, creo que voy bien?’ Si tu no guardas, viene el que es más fuerte que tu. Pero si llega uno más fuerte que él y le gana, le quita las armas en las que confiaba y se reparte el botín. ¡La vigilancia!”.
HABLAR DE LA ESTRATEGIA DEL MALIGNO NO ES ANTICUADO
Francisco llama a la vigilancia porque la estrategia del maligno es esta:
“‘Tú te hiciste cristiano, sigues en tu fe, yo te dejo, te dejo tranquilo. Pero luego, cuando te has acostumbrado y no estás tan atento y te sientes seguro, yo vuelo’. ¡El Evangelio de hoy comienza con el demonio derrotado y acaba con el demonio que vuelve! San Pedro lo decía: ‘Es como un león feroz, que da vueltas alrededor de nosotros’. Es así”.
“’¡Pero, Padre, usted es un poco anticuado! Nos espanta con estas cosas’ – añadió Bergoglio, refiriéndose a las posibles objeciones – ¡No, yo no! ¡Es el Evangelio! Estas no son mentiras: ¡es la Palabra del Señor!”
“Pidamos al Señor la gracia para tomar en serio estas cosas. Él vino para luchar por nuestra salvación. ¡Él derrotó al demonio! Por favor, no hagamos negocios con el demonio. Él trata de volver a casa, de poseernos… No hay que relativizar, hay que vigilar. Y siempre con Jesús”.
Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos
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