La historia de la beata María Bolognesi parece confirmar que Dios usó al maligno para el bien de ella.

Ella no sólo fue poseída demoniacamente por 2 años, sino que fue tentada durante una década.

Y eso transcurrió con el aviso de Jesús que eso sucedería.

De modo que las posesiones y las tentaciones demoníacas tienen una función más profunda en el plan de Dios.

No son meros ataques unilaterales del maligno.

Si Dios está en control de todo entonces las tentaciones y las posesiones demoníacas requieren su permiso.

¿Y porque Dios iba a permitir que el maligno nos ataque?

Veamos lo que dice la Biblia.

El primer ataque registrado en la Biblia contra un ser humano es el de la serpiente que seduce a Eva en el Jardín del Edén, para que coma del fruto prohibido.

A partir de ahí entró el pecado en la raza humana y es lo que se llama el pecado original.

Es un misterio por qué Dios probó al ser humano aún sabiendo que iba a pecar.

En el Antiguo Testamento leemos que Dios permite que satanás ataque a Job (Libro de Job).

Job no no llega a entender claramente por qué el maligno tuvo el permiso de generar tanta destrucción en su vida.

Pero el mensaje es que Dios usó la situación para el ser humano siga glorificando a Dios a pesar de todo, porque al final Job fue resarcido por todo lo que sufrió.

Jesús también fue tentado al inicio de su vida pública durante 40 días en el desierto.

Y la Biblia cuenta como resistió a cada una de las tentaciones (Mateo 4), constituyéndose en un modelo para nosotros.

En Efesios 6, San Pablo sugiere que el ataque del demonio es para que nos pongamos la armadura de Dios y maduremos.

A veces también Dios permite las pruebas de tentaciones para que comprendamos cómo Él consuela y luego nosotros seamos un consuelo para las otras personas, esto se puede ver en 2 Corintios 1.

En definitiva el mensaje que trae la Biblia es que no importa qué tan duro es el ataque del maligno, porque Dios no te dejará tentar más allá de tu capacidad.

Lo que significa que te capacitará para que lo puedas soportar (1 Corintios 10).

Y la idea general es que las tentaciones son para nuestro bien, para fortalecer nuestra fe y purificarnos, y para ayudar a los demás, tomando conciencia que Dios está siempre al lado nuestro, aún en esos momentos.

Ahora veamos el extraño caso de la beata María Bolognesi que no sólo fue tentada sino también poseída por el demonio.

Tumba de María Bolognesi en Rovigo

   

LOS DONES DE MARÍA BOLOGNESI

María Bolognesi nació en Rovigo, Verona, Italia en 1924 y murió el 30 de enero de 1980.

Fue beatificada por el Papa Francisco en el año 2013 y su fiesta es el 30 de enero.

Su familia era extremadamente pobre y desde muy temprana edad tuvo una relación mística con Jesús, lo que la llevó a tener un desposorio místico con Él.

Recibió también los estigmas de la pasión del Señor.

Y le fueron dados una serie de dones que relatamos en este artículo.

Tuvo una posesión demoniaca de 1940 a 1942. Y luego pasó por periodo de 10 años de tentaciones.

Tuvo una serie de enfermedades físicas durante su vida.

Y largos períodos de incredulidad de parte de sacerdotes y obispos sobre sus dones y visiones.

Entre sus obras se destacan el servicio a los pobres.

María recibió los estigmas de Nuestro Señor, comenzando con la herida en el costado en 1944.

En 1951 sintió los dolores de la flagelación.

Y en 1954 comenzó progresivamente desarrollar los estigmas en las manos y luego en sus pies.

En su primera visión de Jesús, que sucedió en 1942, éste le regaló un anillo de compromiso que le dijo que sería suplantado por un anillo definitivo de bodas.

Este anillo definitivo está relatado en este diálogo que tuvo con Jesús, y que como veremos, relaciona el matrimonio espiritual con los estigmas.

«María, te dije que el pequeño anillo estaba hecho de cinco joyas, cinco son Mis heridas, y que algún día sería mío otra vez. Ahora mis cinco heridas han sido talladas en tu cuerpo. Este es el anillo de Ecce Homo».

«Gracias, Jesús. El pequeño anillo que me diste en 1942 durante la Semana Santa, ¿no me lo darás de nuevo? ¿Vas a dejar este siempre conmigo?».

«Sí, María. Tendrás siempre este. Siempre necesitaré tus sacrificios. Tus sufrimientos serán muchos«.

Sin embargo María se echó a llorar porque extrañaba su pequeño anillo anterior, y Jesús apareció nuevamente y le entregó un anillo de bodas, más importante y de oro.

María también fue llevada varias veces a visitar el cielo y el purgatorio.

Ella consigna este diálogo cuando fue llevada por primera vez al cielo,

«Jesús, Jesús, ¡cuánta luz!, el cielo es un jardín de almas brillantes y perfumadas. Ningún pintor podría acercarse a representar esto. ¡O cuanta luz, una multitud de ángeles! ¡Cómo me gustaría estar aquí!».

Luego de eso Jesús la llevó al purgatorio, diciéndole que sufriría los mismos dolores que sienten las almas allí.

Y María escribe en su diario lo que le dijo a Jesús,

«¡Dios mío, Dios mío! Solo con tu gracia y tu fuerza uno puede vencer ciertos dolores y sufrimientos. Jesús, a través de Tu compasión y misericordia, lleva todas estas almas contigo al Paraíso pronto«.

Un par de años después Jesús se le apareció y le dijo,

«Por todos los sufrimientos que has soportado durante este tiempo y por los muchos rosarios que has orado, te dejaré ver las almas que has liberado del purgatorio«.

Entonces fue llevada al cielo vestida de blanco y vio una multitud de almas en presencia de Jesús, sin embargo ella le replicó a Jesús,

«Jesús,  me gustaría ser un angelito, pero preferiría quedarme en el purgatorio incluso si no lo merezco, para salvar a los que sufren tanto«.

Entonces Jesús le preguntó,

«María, si te pidiera mucho tiempo en el Purgatorio para la salvación de las almas, ¿lo harías?».

Y ella le contestó,

«No dudaría, lo aceptaría de inmediato. Cuando pienso que un sufrimiento o un gran dolor aquí en la Tierra no se puede comparar con los más pequeños sufrimientos de las almas en el Purgatorio, ¿cómo podría negarme?».

También María tuvo el don de relacionarse con el bebé Jesús, que se corporizaba en sus pesebres.

Su amiga Zoe Mantovani también cuenta que en los últimos 25 años de su vida tuvo una relación mística con el padre Pío, que se le aparecía en bilocaciones, incluso luego de su muerte.

Pesebre de 1945 de María Bolognesi

   

LAS VISIONES DE JESÚS

María tuvo sucesivas visiones de Jesús, que sobre el final de su vida fueron todos los viernes.

La primera visión de Jesús fue el Jueves Santo de 1942.

Jesús le dijo que necesitaba su ayuda, le pidió amor, oraciones y penitencias, y le vaticinó que le esperaban grandes sufrimientos.

Pero dijo que se comprometía con ella y le dio un anillo de compromiso con cinco rubíes que simbolizaban las heridas de su pasión.

Y dijo que este anillo luego sería suplantado por un anillo de bodas.

Ella tenía 18 años y le dijo que no sabía orar y no era nada porque no sabía leer ni escribir, y además su madre era una blasfema.

Y Jesús le respondió que esa era precisamente la razón porque Él la había elegido, porque era pequeña.

Entonces Jesús le dijo que le enseñaría a leer y escribir, y que su madre un día sería buena; la conversión de su madre fue en 1947.

Ella tuvo dudas de su visión, entonces le pidió pruebas y le sugirió que sanara a una persona enferma, a lo que Jesús le respondió que efectivamente podía sanarla, pero que ella debía orar mucho.

Sus dudas fueron amainando porque tenía efectivamente el anillo en el dedo y la persona por la que había pedido sanación efectivamente se curó.

Con su amiga Angelina, fue a contarle lo sucedido a su párroco, mostrándole el anillo y hablándole de la curación de la persona por la que había intercedido.

El anciano sacerdote le creyó y le pidió que comenzara a escribir lo que le iba sucediendo, lo que logró hacer con mucho esfuerzo, porque recién estaba aprendiendo a escribir.

Ella escribió su diario desde 1942 hasta 1967, en que fue liberada de hacerlo por su director espiritual.

La segunda visión fue el día de la fiesta de Nuestra Señora de Pompeya, y al igual que en la primera, Jesús le hizo una serie de vaticinios que luego se cumplieron.

Le dijo que iba a haber una gran guerra en la región, que se abriría una escuela privada, que ella comenzaría utilizar un hábito negro como signo de su consagración y que imitaría la vida de una santa que ella no conocía.

Sucedieron unos meses después la guerra y la apertura de la escuela profetizada.

Y el día de la fiesta de Santa Gemma Galgani, María comenzó a utilizar un hábito negro como usaba Santa Gema, la santa a la que aludió el Señor.

Su director espiritual del momento pensaba que lo que estaba sucediendo era obra del diablo y quiso una prueba adicional.

Entonces María le pidió que curara a otra persona que tenía una pierna paralizada, lo que sucedió efectivamente.

Y ahí ella decidió que no le pediría más cosas a Jesús y que las dudas que tuvieran los sacerdotes respecto a sus visiones recayeran en ella como una cruz.

A principios de 1944 Jesús se apareció sudando sangre y en sufrimiento.

Y ella consigna en su diario las siguientes palabras de Jesús,

«María, es para la conversión de las almas. Ahora mi flagelo también será tuyo. Tu cuerpo también sudará sangre. Mi sudor es tuyo».

Y sudó sangre durante cinco minutos, que empapó su sábana.

Estas sudoraciones de sangre se sucedieron varias veces y María terminaba fría y la habitación llena de perfume.

El director espiritual pidió que se guardaran los paños con sangre y que la amiga Angelina también llevara un diario con los eventos que presenciaba.

   

PREDICCIONES Y PROFECÍAS

Luego de esa primera sudoración de sangre María le preguntó a Jesús cuando terminaría la Segunda Guerra Mundial.

40 días después Jesús se le apareció para informarle el fin de la guerra pero de una manera muy inusual.

Le pidió que escribiera en un papel lo que él le dictaría, que doblara el papel en cuatro y que cuando llegara la paz lo abriera su director espiritual.

Y Jesús le dijo que ese papel se iba a manchar de sangre y que entonces su director espiritual no podría dudar de cuando se escribió la predicción.

Entonces Jesús le dijo que la guerra iba a finalizar en 1945.

Y le vaticinó una serie de batallas y como sucederían los eventos de finalización de la guerra, los cuales fueron escritos por María y coincidían varios de ellos con fiestas de advocaciones marianas.

Cuando terminó de escribir dobló el papel, lo puso en una bolsa de tela y se lo entregó a su director espiritual y a su amiga Angelina y su esposo, que estaban presentes, en medio del asombro de ellos.

Esta fue una de varias profecías que le realizó Jesús a María.

Hoja de predicción del fin de la Segunda Guerra Mundial de Maria Bolognesi, dictada por Jesús

   

LA POSESIÓN DEL DEMONIO Y LAS TENTACIONES

Entre los años 1940 y 1950 sufrió una serie de ataques del demonio.

Comenzó con una posesión y luego que ésta fue cediendo, comenzaron un total de nueve tentaciones demoníacas.

Cuando nació su hermano menor, empezó a experimentar una extraña fuerza que le impedía ingresar a cualquier iglesia.

Incluso causaba terror a sus amigos porque su ropa era tirada y levantada por fuerzas invisibles.

Huía aterrorizada ante la cercanía del agua bendita o de un sacerdote.

E incluso blasfemaba y escupía imágenes sagradas.

Alternaba momentos de normalidad con otros en que parecía dominada por una fuerza extraña.

Por más que intentaba, había en ella una incapacidad física para ingresar en una iglesia.

Aun así sus padres trataron de que los sacerdotes la bendijeran; incluso un sacerdote la ató a una silla para bendecirla y rociarla con agua bendita, pero no obtuvo buenos frutos.

Finalmente fue llevada a un hospital psiquiátrico, pero de camino al hospital el obispo la bendijo desde la ventana de su residencia y esto dio buenos frutos.

Ya la posesión diabólica no era total y María entonces pudo rezar e ir a la iglesia, incluso a misa en los meses siguientes.

Sin embargo su cuerpo comenzó a devorarse a sí mismo, a consumirse, con una pérdida de peso que asustaba a los que la veían.

A principios de 1942 creyó que le quedaban sólo tres días de vida, y logró confesarse y recibir la comunión.

En esos tres días estuvo desesperada, e invocó al Señor y a los santos para que vinieran en su ayuda, y finalmente obtuvo su curación al cuarto día.

A partir de esta ayuda inició el compromiso espiritual con Jesús que mencionamos antes, pero éste permitió que fuera tentada en varias oportunidades por el demonio, como vimos.

Incluso en su diario relata este diálogo con Jesús, que se produjo el 24 de julio de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial.

María le dijo a Jesús que sufriría por el bienestar de todos, refiriéndose a la guerra mundial.

Y Jesús le dijo,

«María, ¿alguna vez has visto al diablo?»

Ella respondió que no.

Entonces Jesús dijo:

«María, no temas. ¿Ves al diablo?»

«¡Dios mío! Qué feo es el diablo. Si no estuviera contigo, Jesús, qué miedo habría tenido».

Al inicio de 1994, pocos días después de haber sudado sangre por primera vez, mientras estaba rezando el rosario, María escuchó fugazmente que Jesús le decía que estuviera alerta y no tuviera miedo.

Dibujo hecho por María Bolognesi

Entonces se le apareció un caballero vestido lujosamente y relata que se sucedió este diálogo entre ambos,

«Señora, ¿cómo es que estás perdiendo el tiempo rezando con lo que tienes en tus manos?

¡Qué bonita eres! Si me amas, te convertirás en la más rica del mundo. Soy rico y tú eres pobre.

Me gustaría darte tanta felicidad en esta vida que nadie ha podido darte. Dejarás de sufrir Me casaré contigo pronto«.

Ella le contestó que estaba casada desde hace tiempo.

Y el caballero le respondió,

«No estás casada. Es solo una idea que tienes«.

Y ella le contestó,

«Este es el Crucifijo de mi dulce esposo, Jesús. Lo amaré hasta que descansaré con Él para siempre en el Paraíso».

El caballero le sonrió y le dijo que eran meras palabras y que él podía darle la mayor riqueza del mundo si guardaba ese crucifijo.

Entonces ella le dijo,

«Eres el demonio. Vete. Creo en un Dios todopoderoso, creador del Cielo y la Tierra».

«En el nombre de Dios, aléjate por mí, Satanás. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, vete. No dejaré a Jesús».

Esta fue la primera tentación de 8 tentaciones. Las que le siguieron fueron parecidas.

A mediados de ese mismo año Jesús le había advertido que el diablo se le aparecería en medio de una luz brillante.

Y efectivamente sucedió así.

Ella estaba trabajando en el campo y se le apareció una señora diciendo que fuera a su casa porque su madre había sufrido un accidente.

Ella sospechó que era el demonio vestido de mujer y le dijo que el alma no muere con el cuerpo.

Entonces la mujer le tiró un fósforo encendido que incendió su vestido y le quemó parte de su pie.

Entonces María le dijo,

«En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, aléjate, Satanás».

Y la mujer desapareció.

La última tentación fue a mediados de 1949 y ella relata en su diario estas palabras del diablo,

«Veo que no hay nada más que pueda hacer. Tengo que dejarte para siempre. No podría conquistarte. Tú amas al que me hace temblar. Todo fue inútil. Me quemo por no poder tocarte.

Pero todo fue en vano, Aquel a quien amas no me permite tentarme más. Déjate consumir por Aquel que te ha prometido la felicidad eterna».

Y luego de esto que ella relata que Jesús le dijo,

«Satanás, esta es tu última tentación. No volverás más».

Y entonces el demonio desapareció en una nube de humo.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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