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Todos los años van miles de peregrinos a la localidad valenciana de Llíria

Para participar de la festividad de San Vicente Ferrer.

En la romería a la Font de San Vicent.

Fuente de san vicente

Fuente de san Vicente Ferrer

Allí el co patrón valenciano hizo brotar un manantial en 1410 “con agua que nunca faltará”, palabras que la tradición atribuye al propio santo…

Pero no es este el único milagro de San Vicente. Él tenía el don de profecía y era un impresionante predicador.

   

INCREÍBLE PREDICADOR

San Vicente Ferrer fue un valenciano que nació en 1350 y murió en 1419, siendo el 5 de abril la celebración de su fiesta.

Fue canonizado en 1455 por el Papa Calixto III.

Su familia era muy católica y el pequeño Vicente desarrolló una gran devoción hacia Nuestro Señor, a la Santísima Virgen y por los pobres, a quienes daba suculentas limosnas.

Desde pequeño realizaba mortificaciones los viernes por la pasión de Nuestro Señor y los sábados en recuerdo de la Virgen María.

Se ordenó como domínico y a los 21 años ya era profesor de filosofía en la universidad.

Otra característica era ser extremadamente buen mozo por lo que las mujeres se enamoraban de él.

Y como todos los santos importantes además tuvo frecuentes combates con el maligno.

En una de sus primeras prédicas ya mostró su condición de profecía.

En Barcelona anunció que esa noche llegarían barcos con alimentos que necesitaba la ciudad.

Efectivamente sucedió eso y la gente hizo una procesión para aclamarlo.

A partir de ahí recorrería España, Francia, Italia…, convirtiendo especialmente a los judíos y a los musulmanes.

La gran característica popular de este Santo fueron sus prédicas.

No se podían hacer en templos porque era demasiada la gente y se hacían al aire libre

Pero aun así su voz poderosa llegaba a todos los presentes.

Vicente programaba cuidadosamente sus prédicas y oraba 5 horas para pedir iluminación a Dios.

Sus prédicas duraban más de 2 horas e incluso el sermón de Las 7 Palabras duraba 6 horas.

Durante este tiempo la gente quedaba embelesada, al punto que se hacían procesiones para acompañar al santo de una ciudad a otra.

En las cuales había un gran número de sacerdotes que eran llevados para la confesión.

Uno de los temas de predica que lo distinguían era la predicación del juicio final, por lo cual se ganó el mote de “Ángel del Apocalipsis”.

Además de su fama de predicador San Vicente fue famoso por sus milagros, del que relataremos algunos.

Y a pesar de su fama y poderes conservó la humildad, durmiendo por ejemplo siempre en el suelo.

También tenía mucho sentido común porque le recomendaba a las esposas llevar un frasquito de agua bendita para evitar las peleas con el esposo.

Cuándo comenzaran a peleas les recomendaba ponerse en la boca el agua y no tragarla hasta que el esposo se callara; obviamente con esto se evitaba la pelea

A eso se le llamó el “agua de Fray Vicente”.

imagen de san vicente ferrer

  

“MILAGRERO” Y CON EL “DON DE LENGUAS”

La devoción a San Vicente Ferrer también salta las fronteras.
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Más de 300.000 peregrinos, procedente de todo el mundo, visitan la tumba del santo que se encuentra en la capital francesa de Vannes, donde falleció en 1419.

En el Proceso de su Canonización se recogen 860 prodigios o milagros, obrados por el Predicador Dominico en vida y después de morir, que escrupulosamente comprobaron los Jueces del Proceso.

San Vicente Ferrer, predicando siempre en lengua Valenciana, le entendían los castellanos, los del norte de Francia, los vascos, los italianos del Piamonte y Lombardía. 

Muchos testigos declararon en el Proceso que, hablando Vicente Ferrer en Valenciano, ellos le entendían perfectamente en su lengua nativa.
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Por lo mismo, hay que admitir que, a San Vicente Ferrer, se le concedió el “don de lenguas”.

El mismo tipo de Don de Lenguas que recibieron los Apóstoles el día de Pentecostés.

Veamos ahora algunos milagros de San Vicente.

placa de la predicacion frente a un olivo de san vicente ferrer

  

EL MILAGRO DE LA FUENTE

El día 26 de Agosto de 1410 el santo se dirigió a Llíria, ya que sus vecinos estaban sumamente afligidos por se les había secado su caudalosa fuente, que era toda su fuente de riqueza.

Compadecido el Santo, celebró misa en el lugar donde solía manar el agua.
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Y bendiciéndolo, volvió a salir agua en abundancia, prometiendo el santo que jamás faltaría allí el agua, como así sigue siendo en la actualidad.

En dicho lugar, conocido como San Vicente de Líria, se levantó una ermita en honor al Santo y se habilitó posteriormente como zona de recreo.

En Villar del Arzobispo, vemos un milagro similar, pues estaba pasando una sequía y el pueblo le pidió al Santo, que estuviera predicando allí, que les llevara agua.

San Vicente preguntó si querían rio o fuente, a lo cual contestaron fuente y entonces, manó una fuente.

Cerca de ésta se construyó una ermita en su honor durante los siglos XV al XVII, de estilo gótico tardío con posteriores añadidos.

Pero además de milagros con fuentes, San Vicente hizo muchos milagros.

miracle del mocadoret

  

MILAGRO DEL PAÑUELO (MILACRE DEL MOCADORET) 

En 1385 predicando el santo en Valencia, en la Plaza del Mercado, se detuvo y muy conmovido dijo a los oyentes:

“Hermanos, ahora mismo estoy viendo que unos hermanos nuestros piden un socorro inmediato, que si no se les da morirán”. 

Le preguntaron dónde estaban esas personas. El santo contestó:

“Seguid a mi pañuelo, y donde él entre, entrad.”

Y lanzó al aire su pañuelo, el cual entró por la ventana de una buhardilla.
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En ella se estaba muriendo de hambre una familia, que fue socorrida. 

Según la tradición la casa estaba ubicada en la actual plaza del “Milacre del Mocadoret Nº 5 (junto a la plaza de la Reina), donde hay una placa que lo recuerda.

Placa sobre la Resurrección de un niño

  

MILAGRO DEL TENDERO (MILACRE DEL SALSER)

En 1359, el comerciante en especies Miguel Garrigues, que vivía en la misma calle que los Ferrer, tenía un hijo que sufría unas úlceras malignas en el cuello y de las que le curó el también niño Vicente. 

En la fachada del Nº 37 de la actual calle del Mar, muy cerca del lugar en el que según la tradición ocurrió este hecho, hay un retablo en cerámica valenciana que lo recuerda.

Este hecho es uno de los orígenes de la devoción popular valenciana de las representaciones de diversos milagros (milacres) suyos en los Altares de las calles el día de su fiesta.

Romeria de San Vicente Ferrer

  

LA FIESTAS

El recorrido, de más de tres kilómetros, parte habitualmente a las 9:00 horas desde la iglesia de la Asunción de Llíria, hasta llegar a la ermita de San Vicente Ferrer, situada junto a la Font de Sant Vicent, en el término municipal de la localidad.

A continuación, los peregrinos introducen la imagen del santo, co patrón de la localidad de Llíria, en el interior de la ermita, para la celebración de una solemne misa.

Tras la eucaristía, oficiada en lengua valenciana, el sacerdote bendice las aguas del manantial.

Para recordar la antigua tradición y la bendición del olivo que el mismo padre Vicente Ferrer hizo y que aún hoy se conserva en el lado de las fuentes del manantial.

Tal y como dijo el Santo, no ha faltado nunca el agua en el manantial.

De regreso de nuevo a la localidad, la imagen del santo se cruza con la del patrono de Llíria, San Miguel.

Con las dos imágenes a cuestas, entre tracas y música, los feligreses devolverán a la parroquia de la Asunción la imagen de San Vicente Ferrer.

Permanece en la ermita una pequeña imagen de San Vicente.

La imagen que va en romería se encuentra todo el año en la Iglesia de La Asunción, y sólo el domingo siguiente al lunes de Pascua pasa el día en su ermita.

Virgen y San Vicente Ferrer

  

ORACIONES A SAN VICENTE FERRER

   

ORACIÓN PARA SUPLICAR LA INTERCESIÓN DE SAN VICENTE FERRER

Gloriosísimo padre mío San Vicente, bienhechor mío amabilísimo, convencido de la gloria y poderío de que gozas ante Dios, y que ejerces en favor de todos los verdaderos devotos tuyos, y animado también de grandísima confianza en tu poderoso patrocinio, vengo a ti en visita humilde.

Me postro delante de tu santa imagen, como un hijo ante su amoroso padre, como un pobre vasallo ante su generoso rey, como un afligido enfermo ante su compasivo médico.

Veme aquí arrodillado a tus benditos pies, lleno de pesares y tristezas, de enfermedades y miserias, lleno, en fin, de toda clase de necesidades en el alma y en el cuerpo.

A ti he acudido con toda mi fe y toda mi confianza para que te dignes remediarme, sacándome de angustias y concediéndome los favores que te pido.

Ayúdame, pues, Santo mío, poderosísimo y clemente; sáname de las dolencias que me afligen; alcánzame de Dios la gracia de convertirme de todo corazón a El y de servirle hasta la muerte.

Consuélame y aliéntame en todos mis trabajos con tu asistencia santa; líbrame de todos los peligros que por todas partes me rodean y consérvame siempre la salud que necesito en alma y cuerpo para que de esta manera pueda cumplir los divinos mandamientos y las obligaciones de mi propio estado, y pueda también seguir honrándote a ti mismo con devoción ferviente y con toda mi tierna gratitud por tus bondades de verdadero padre para conmigo.

Escúchame, Santo mío, acogiendo benignamente mis clamores; y al concederme los favores que a ti pido y espero, concédeme también la gran dicha de imitarte en tus preciosas virtudes, especialmente en el amor a Jesucristo, Redentor Divino nuestro, en la caridad para con mis prójimos, en la mortificación de mis sentidos, en la devoción tierna y constante a nuestra amantísima Madre, la Santísima Virgen del Rosario, y, en fin, en la meditación continua de mi muerte y del tremendo día del juicio. Así sea.

(Tres padrenuestros, avemarías y gloria).

  

ORACIÓN PARA PEDIR LA SALUD DEL ALMA Y DEL CUERPO

¡Amantísimo Padre y Protector mío, San Vicente Ferrer! Alcánzame una fe viva y sincera para valorar debidamente las cosas divinas, rectitud y pureza de costumbres como la que tú predicabas, y caridad ardiente para amar a Dios y al prójimo.

Tú, que nunca dejaste sin consuelo a los que confían en ti, no me olvides en mis tribulaciones. Dame la salud del alma y la salud del cuerpo.

Remedia todos mis males. Y dame la perseverancia en el bien para que pueda acompañarte en la gloria por toda la eternidad. Amén.

(Tres Padrenuestros)

Fuentes:

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