Cómo distinguir objetos que te acercan al demonio de los que te protegen.
En el mundo se libra una batalla permanente entre el bien y el mal, aunque no sea enteramente visible para la mayoría de las personas
¿Sabes que hay armas que pueden usarse en tu contra, incluso sin que lo sepas?
Objetos, por ejemplo adornos, que parecen inofensivos, pero que pueden abrirte a la influencia del maligno.
Cada elección que haces, incluso la más insignificante en apariencia, puede tener un impacto en tu protección espiritual.
Aquí te revelaremos los peligros ocultos que se esconden detrás de ciertos objetos que usas.
Descubrirás cómo estos objetos pueden dar una señal a las fuerzas del mal para que te ataquen y cómo otros dan la señal contraria.
Y aprenderás a discernir qué objetos son seguros para tu alma y cuáles debes evitar a toda costa.
Un día, llega una familia con una joven embarazada visiblemente perturbada, al Padre Miguel Pedroso, un sacerdote exorcista muy conocido en la Arquidiócesis de San Pablo, Brasil.
Y le explican que la mujer tenía un comportamiento extremadamente extraño.
A veces era sorprendida en los rincones de la casa hablando en lenguas extrañas que no conocía.
Otras veces tenía ataques de furia que cinco o seis hombres no eran suficientes para contenerla.
Revelaba hechos de la vida privada de personas de la familia que nadie más sabía y tenía una aversión por objetos bendecidos, imágenes, rosarios.
Entonces, el Padre Miguel comenzó a rezar por ella.
Y tan pronto como comenzó el exorcismo, hubo una manifestación muy clara de posesión.
El Padre Miguel, exigió al demonio decir quién era y qué quería allí, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
Y la respuesta que recibió fue “nosotros hemos venido a tomar posesión de lo que es nuestro. Ella es nuestra y no nos vamos a ir”.
Y a medida que realizaba el rito, se dio cuenta de que los demonios realmente no le obedecían.
Entonces pidió que trajeran una imagen de Nuestra Señora.
Y los demonios manifestaron un furor terrible, diciendo “la mujer no, la mujer no”, debido a que le temen porque Ella es la reina del Cielo y de la Tierra, la Reina de los Ángeles, buenos y malos.
Y además para los demonios es humillante que una criatura humana, una mujer, no haya sido tocada por el pecado.
Entonces, invocando la intercesión de Nuestra Señora, el Padre Miguel forzó a los demonios a decir por qué no se iban.
Y finalmente los demonios le dijeron, “porque nuestra mano está sobre ella y no vamos a salir”.
Cuando los demonios dijeron “nuestra mano está sobre ella”, el Padre Miguel Pedroso, que era un exorcista experimentado, preguntó al esposo y al padre de la joven: “¿Ella usa algún colgante, cadena o algo así?”.
El esposo dijo que sí, que usaba un cordón.
Entonces el padre dijo, “por favor, ábrele la blusa y déjame ver el cordón”.
Cuando el esposo abrió la blusa, los demonios, enfurecidos, se resistían a que tomara la cadena.
Lo que tenía en el cuello era una figura extraña y los demonios repitieron, “nuestra mano está sobre ella”.
Entonces el Padre Miguel le dijo al esposo, “rompe ese cordón ahora y tíralo al suelo”.
La esposa se retorcía mientras el esposo rompió y arrojó el cordón al suelo.
E inmediatamente, el padre Miguel rezó el rito de exorcismo, y esta mujer quedó completamente liberada.
Y al final le dijo a la mujer, “tira eso lejos y nunca más uses ese tipo de objeto que es ajeno a nuestra fe.
Si vas a usar un colgante, usa un crucifijo, una medalla milagrosa, una medalla de Nuestra Señora de las Gracias, una medalla de Nuestra Señora de las Lágrimas, usa un sacramental bendecido en el cuello, no uses objetos ajenos a nuestra fe”.
¿Es esto sectarismo? Veamos este otro caso para comprender que no. ?
Hay una historia contada por el dominico beato Alano de la Roche, que fue visitado por la Santísima Virgen en el siglo XV para reavivar el rezo del Rosario.
En cierta ocasión, dos sacerdotes dominicos fueron llamados para realizar un exorcismo sin éxito.
Esta joven tenía una fuerza inusitada y conocimiento de cosas ocultas, demostraba una fuerza física que es propia del demonio, y revelaba los pecados de las personas presentes.
Entonces, recurrieron al propio Beato de La Roche y éste trabajó sin mayor éxito, hasta que tuvo la idea de una estrategia diferente.
Tomó su Rosario y lo colocó sobre el cuello de la joven, y comenzó el rito de exorcismo.
El demonio comenzó a suplicarle que lo librara de él, utilizando una expresión interesante al referirse al Rosario como un «cabestro», comparándolo con lo que se usa para controlar y dirigir a un caballo.
De modo que a partir del Rosario la joven tuvo la autoridad sobre los demonios, porque la Virgen María es la Reina de los Ángeles.
Entonces ¿qué nos permiten concluir estos dos casos?
Que el uso de un objeto es una señal para el mundo invisible de a quién perteneces.
Si usas un Rosario estás manifestando que perteneces a Dios.
Pero si usas objetos que no se relacionan con Dios, entonces es como si le dijeras a los demonios que no estás con Dios, y como si le dieras un permiso para actuar en ti.
Por eso ellos le dijeron al Padre Miguel, “nuestra mano está sobre ella”.
El punto es que en realidad hay solo dos campos, el dominado por Dios y el dominado por el maligno, y no hay campo neutro; estas con uno o con otro.
Entonces, el uso de un objeto ajeno al campo de Dios es una señal a los demonios de que estás abierto a ellos, por más que lo hagas inconscientemente.
Y no es necesario que los objetos tengan maldiciones o estén infestados para otorgar el permiso, solo su presencia es un permiso en sí mismo.
Y tampoco es necesario que el objeto tenga una connotación evidente con el mal para dar ese permiso.
Aunque el permiso se convierte en un llamado cuando usas un objeto como un cráneo o un pentagrama, por más que no estén malditos o infestados.
Pero sin duda es peor cuando el objeto está infestado o tiene una maldición.
Los objetos pueden estar infestados por demonios.
¿Y cómo se infestan? Por rituales demoníacos que se hacen sobre ellos, por ejemplo tenemos el caso de los muñecos vudú.
Cualquier sacerdote puede exorcizar lugares y objetos, mientras que sólo los exorcistas autorizados por su obispo, pueden exorcizar personas.
Pero también hay oraciones de liberación para laicos y se recomienda asperger agua bendita exorcizada sobre objetos dudosos mientras se reza la oración al Arcángel Miguel.
Nunca podemos estar seguros que no esté infestado un objeto que no sea un sacramental cristiano.
Los exorcistas han encontrado muchos objetos, por ejemplo de civilizaciones ancestrales, que están infestados, y que infestan las casas y pueden ser vehículos de posesión luego.
Debemos recordar que la presencia del príncipe de este mundo en esas civilizaciones era muy fuerte.
Pero además los objetos que no son sacramentales católicos se exponen en estanterías con otros objetos por el estilo, que bien podrían estar infestados, y allí se contagian.
Entonces, la recomendación es no llevar consigo ningún objeto que sea extraño a nuestra fe católica.
¿Y qué hacer con ellos cuando se descubren?
Destruirlos o quemarlos para que sean indistinguibles y enterrarlos.
O llevarlos a una iglesia para que un sacerdote se haga cargo de ellos.
Bueeeno, hasta aquí lo que queríamos exponer, sobre cómo el uso de adornos no sacramentales son una señal para que te ataque el maligno, por más que no sea tu intención y no estén infestados, por eso debes deshacerte de ellos ya.
Y quisiera preguntarte si ya eras consciente del peligro de usar objetos no cristianos y de la necesidad de usar sacramentales cristianos para protección o no.
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