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Queremos poner en sus manos esta oración para ser rezada en familia, en la Nochebuena o el día de Navidad.

Jesús nació en la humildad de un establo, de una familia pobre (ver Lc 2, 6-7); unos sencillos pastores son los primeros testigos del acontecimiento. En esta pobreza se manifiesta la gloria del cielo (ver Lc 2, 8-20).
La Iglesia no se cansa de cantar la gloria de esta noche:

La Virgen da hoy a luz al Eterno.
Y la tierra ofrece una gruta al Inaccesible.
Los ángeles y los pastores le alaban,
y los magos avanzan con la estrella.
Porque Tú has nacido para nosotros,
Niño pequeño, ¡Dios eterno!
Sólo hoy será Navidad si en ti y en tu familia nace de maría el
Señor Jesús.

INICIO DE LA ORACIÓN

Todos santiguándose dicen:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El padre de familia, al comenzar la celebración, dice:
Alabemos y demos gracias al Señor,
que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo.

Todos responden:
Bendito seas por siempre, Señor.

Luego el padre de familia dispone a los presentes para la bendición, con las siguientes palabras:
El Señor Jesús ha nacido de Santa María. El pesebre que adorna nuestro hogar nos recuerda el gran amor del Hijo de Dios, que ha querido habitar entre nosotros. Aquello que ocurrió hace dos mil un años, lo revivimos esta noche santa (día santo) en el misterio. El Señor Jesús es el mismo, ayer, hoy y siempre. Que esta Navidad fortalezca nuestros pasos en el tercer milenio cristiano.

Uno de los miembros de la familia lee el siguiente texto de la Sagrada Escritura:
Lc. 2, 4-7a: María dio a luz a su hijo primogénito.
Escuchemos, ahora, hermanos, la palabra del Santo Evangelio según San Lucas:
En aquellos días, José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
Palabra del Señor

Todos responden:
Gloria a Ti, Señor Jesús.

Después de la lectura se canta «NOCHE DE PAZ», mientras el menor de la familia coloca al Niño en el Pesebre.

Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor.
Entre los astros que esparcen su luz
Bella anunciando al niño Jesús
Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de paz.

Noche de paz, noche de amor
Todo duerme en derredor
Sólo velan en la oscuridad
Los pastores que en el campo están;
Y la estrella de Belén
Y la estrella de Belén

Noche de paz, noche de amor;
Todo duerme en derredor;
sobre el Santo Niño Jesús
Una estrella esparce su luz,
Brilla sobre el Rey,
Brilla sobre el Rey.

Noche de paz, noche de amor
Todo duerme en derredor
Fieles velando allí en Belén
Los pastores, la Madre también
Y la estrella de paz,
Y la estrella de paz.

PETICIONES

Otros dos miembros de la familia dirigen las peticiones:

En este momento en que nos hemos reunido toda la familia para iniciar las fiestas de Navidad, dirijamos nuestra oración al Señor Jesús, Hijo de Dios vivo y de Santa María, que quiso ser también hijo de una familia humana; digámosle:
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.

Señor Jesús, Palabra Eterna, que al venir al mundo, anunciaste la alegría a la tierra, alegra nuestros corazones con la alegría de tu visita.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.

Reconciliador del mundo, que con tu nacimiento nos has revelado la fidelidad de Dios-Padre a sus promesas, haz que nosotros seamos también fieles a las promesas de nuestro bautismo.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.

Rey del cielo y de la tierra, que por tus ángeles anunciaste la paz a los hombres, conserva en tus paz nuestras vidas y que haya paz en nuestro país y en todo el mundo.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.

Hijo de Santa María, que quisiste serte Hijo de Mujer, concédenos descubrir que María es también nuestra Madre y ayúdanos a amarla con la ternura filial de tu corazón.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.

Dios-con-nosotros, que quisiste nacer en el seno de una familia, bendice nuestro hogar para que en el siempre reine el amor de manera especial acuérdate de las familias que en estas fiestas de navidad viven en soledad y dolor y haz que sientan el consuelo de saberse hijos de la gran familia de Dios.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.

Se pueden añadir otras peticiones libres

Terminemos nuestras peticiones rezando la oración de los hijos de Dios: Padre Nuestro…

ORACIÓN DE BENDICIÓN

Luego el padre de familia dice:
Señor Dios, Padre nuestro,
que tanto amaste al mundo
que nos entregaste a tu Hijo único
nacido de María la Virgen,
dígnate bendecir este nacimiento
y a la familia cristiana
que está aquí presente,
para que las imágenes de este Belén
nos ayuden a profundizar en la fe.
Te lo pedimos por Jesús, tu Hijo amado,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

Concluida la bendición del pesebre toda la familia reza junta la siguiente oración:
Salve, Reina de los Cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio pasó a nuestra luz.
Alégrate, Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.

El padre de familia dice:
Que con el auxilio de tan dulce intercesora.

Todos responden:
Seamos siempre fieles en el terreno caminar.

Todos santiguándose dicen:
En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Podemos ofrecerle al Señor Jesús una respuesta de fe concreta, en esta navidad y Nuevo Año.
Especialmente podemos proponernos expresarle nuestro amor en algo práctico y efectivo, en relación as nuestros hermanos más pobres, a través de alguna obra de caridad.

BENDICIÓN DE LA CENA DE NOCHEBUENA

En el centro de la mesa se colocará una vela apagada.
Toda la familia, de pie, se reúne alrededor de la mesa. Santiguándose dicen:
El Padre, el hijo y el Espíritu Santo, sean glorificados en todo tiempo y lugar por al Inmaculada Virgen maría. Que Así sea. Amén

La madre de familia dice:
Hoy nos encontramos reunidos celebrando el nacimiento del Señor Jesús de la Virgen María. Dios, en muestra de su inmenso amor, envió a su hijo para que la comunión perdida por el pecado fuera restablecida. Él nos reúne esta noche y, unidos de la misma forma que la familia de Nazaret, nos muestra que nuestra espera no ha sido en vano.

Uno de los hijos lee:
«Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El ?
?ngel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo y Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace».» (Lc. 2, 8-14)

Y todos responden:
Gloria a Ti, Señor Jesús, que hoy has nacido de la Virgen María.

Mientras uno de los hijos enciende el cirio colocado en medio de la mesa, todos entonan el siguiente canto:

CAMPANAS
Campana sobre campana,
y sobre campana una,
asómate a la ventana,
verás al Niño en la cuna.

Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

Recogido tu rebaño
¿a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.

Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

Campana sobre campana,
y sobre campana dos,
asómate a esa ventana,
porque está naciendo Dios.

Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

Campana sobre campana,
y sobre campana tres,
en una Cruz a esta hora,
el Niño va a padecer.

Belén, campanas de Belén,
que los ángeles tocan
¿qué nueva me traéis?

PARA FINALIZAR

Para finalizar; el padre de familia reza la siguiente oración de bendición:

Oremos.
Dios Padre,
que nos enviaste a tu Hijo muy amado,
derrama tu bendición sobre estos alimentos
y también sobre los miembros de este hogar,
para que así, como ahora acogemos,
gozosos, a tu Hijo Reconciliador,
lo recibamos también confiados
cuando vengas al fin de los
tiempos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Todos responden:
Amén.

En el nombre del Padre, del hijo y del espíritu Santo. Amén.

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