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Cómo vendrá la gran purificación del mundo que hará Dios según se le reveló al Venerable Padre Clausi.

Es realmente asombroso como viendo la situación del mundo y la Iglesia, y teniendo tantas profecías convergentes de santos y místicos, que dicen que Dios enviará una purificación, la mayoría de los sacerdotes miren para otro lado.

E ignoren, desestimen y contraindiquen tomarlas en cuenta.

No son todos los sacerdotes, por cierto.

Y nos referimos a los sacerdotes, porque son el referente por excelencia de los laicos.

Lo que están diciendo los videntes actuales no es nuevo, se repite a través de los últimos 2 siglos.

Y no se desestima si se acusa a un vidente como falso, es sólo una distracción.

Por cierto que hay videntes falsos, pero lo importante de este aluvión de profecías y visiones es ver el bosque y no el árbol; conservar el mensaje central.

Y hoy queremos hablar de uno de los místicos que han tenido revelaciones sobre el final de los tiempos, el venerable padre Clausi, de principios del siglo XIX.

Le fue dada una visión del proceso de purificación del mundo y la Iglesia, en el que habría una gran plaga que atacaría a los impíos.

Y luego de esa purificación, vendría una Era de Paz como nunca se vivió en la Tierra.

El Venerable Bernardo Maria Clausi nació en 1787 en San Sisto, Calabria, en el seno de una de las primeras familias del país y murió en 1849.

Fue declarado Venerable en 1987.

Ingresó en la Orden de los Mínimos de San Francisco de Paula a los quince años, pero antes de finalizar su noviciado el monasterio fue cerrado debido a la Revolución.

Se convirtió en sacerdote secular, y cuando las condiciones mejoraron, ingresó nuevamente en la Orden de los Mínimos.

En 1830 fue enviado a Roma donde ocupó varios cargos durante quince años. 

Tenía el don de levitar, la gente lo veía levantarse del suelo mientras rezaba. 

Tenía también el don de la bilocación, el don del discernimiento de las almas y estaba dotado de conocimiento profético.

Los príncipes y los grandes de este mundo buscaban codearse con él.

Personas de todos los ámbitos acudían a confesarse con él, a pedirle consejos, oraciones, a pedirle ayuda o a besar su pequeña imagen de la Santísima Virgen.

Todos lo consideraban un santo viviente.

Anna Maria Taïgi lo estimaba mucho, lo mismo que Gregorio XVI y Pío IX, quien hablaba con él durante horas e incluso le confesó. 

Y era muy amigo de San Vicente Pallotti, de quien profetizó su muerte unas semanas después de la de él, que también profetizó. 

Hay relatos de sucesos milagrosos que le ocurrieron en el orfanato de Chieri en el Piamonte. 

Los testigos vieron una estatua de la Virgen María ante la que Clausi estaba orando, que cobró vida y extendió su brazo, ofreciéndole a Clausi un ramo de flores.

Clausi bendijo allí el pozo y dijo que cualquiera que estuviera enfermo sería curado por su agua y que el agua debería ser dada a todos los que la pidieran.

Las curas continúan ocurriendo hasta el día de hoy.

Pero el Venerable Clausi ha sido famoso por su profecía sobre el final de los tiempos, que le fue dada entre 1836 y 1843.

Le fue dicho que los problemas en el Mundo y en la Iglesia aumentarían en lugar de disminuir, hasta que al final no quedaría solución humana en ninguna parte.

Y cuando las cosas llegaran a lo peor, Dios mismo tomaría el asunto en sus manos, y por medio de una catástrofe obligaría a todo el mundo a reconocerlo. 

Multitudes de impíos perecerían en esta catástrofe, pero muchos otros se convertirían, mientras los fieles siervos de Dios permanecerían ilesos. 

Este juicio sería seguido por una era de paz y caridad como nunca ha habido desde el comienzo del cristianismo. 

Dijo que esto se le había hecho saber una y otra vez, tantas veces como cabellos tenía en la cabeza.

Y desconfiando de la fuente de estas revelaciones, se convenció que venían del Cielo, porque había tenido estas revelaciones incluso durante el sacrificio de la Misa.

Y preguntado cuándo sucedería dijo esto: “no les diré que todo esto pasará dentro de poco tiempo, no les diré que estamos en vísperas de la liberación y del triunfo, pero sí les diré que Dios ciertamente lo hará”.

El Padre Clausi dice que llegaría un tiempo en que todo se volvería patas arriba, y que la mano del hombre sería impotente, un momento en que todo pareciera estar perdido.

Y entonces el Señor pondría sus Santísimas manos en ello, y como un relámpago, en un abrir y cerrar de ojos, como de la mañana a la noche, todo se arreglaría.

Al punto que incluso los malvados se verían obligados a reconocer la mano de Dios.

O sea que vendría un tiempo en que Dios ya agotó todos los medios convencionales para convertir a los hombres.

Después de haber invitado a los hombres a acercarse a la palabra de la Iglesia, y envió inundaciones, terremotos, plagas epidémicas.

Pero todo sería en vano. Y sólo quedaría esperar el gran flagelo que le fue dicho.

La señal es que antes de que llegue este flagelo, los males del mundo crecerán de tal manera que parecerá que los demonios han salido del infierno y los buenos vivirán en un verdadero martirio debido a las persecuciones de los malos. 

O sea que las cosas deben llegar a su punto máximo de deterioro.

Y entonces vendrá una plaga aterradora que golpeará al mundo entero, pero que caerá sólo sobre los impíos. 

Y durará sólo un momento. 

Añadió que este flagelo sería completamente nuevo, que nunca se habría visto en el mundo.

Que sería terrible, que el cielo y la tierra se unirían, que sucedería instantáneamente y pasaría en un momento.

Y que los grandes pecadores se convertirían, porque entonces conocerían a Dios

Este flagelo sería universal y experimentado en todas partes.

Los que queden luego, dice que serán pocos, y todos serán buenos y verdaderamente convertidos. 

Y les parecerá que serán los únicos en el mundo, por la terrible magnitud de la plaga. 

Entonces vendría el gran triunfo de la Iglesia.

Clausi indicó no prestar atención a cualquiera que afirme tener detalles sobre esta “plaga” instantánea, rápida, prácticamente milagrosa, que durará un momento y nunca antes fue vista ni revelada por Dios. 

Dice que a los que intentan dar detalles exactos sobre lo que es o podría ser, hay que ignorarlos, no pueden ser verdaderos místicos, ya que Dios está reservando esta información sólo para Él mismo.

Ahora, en términos generales, ¿La revelación dada a Clausi se refiere a una plaga física, por ejemplo, una enfermedad, una epidemia?

¿O se refiere a un proceso, primero el aviso o iluminación de conciencia, luego la gran tribulación donde habrá epidemias y desastres naturales, y al final los 3 días de oscuridad?

Quienes han estudiado sus profecías no lo saben concretamente.  

Pero sabemos que cuando todo esto sucediera el P. Clausi dijo que ya no estaría presente.

Y después del caos espantoso y lo que podemos llamar purificación por la plaga, renacerá el orden, se hará justicia a todos y el triunfo de la Iglesia será tal que nunca habrá habido otro igual.

El Señor le mostró más de cien veces que estaba preparando grandes cosas para toda la Iglesia y para todo el mundo.

Le mostró que primero todos los demonios saldrían del infierno, pero que después serían relegados allí y que en adelante todo su poder sería limitado. 

Bienaventurados los que vivirán estos tiempos de felicidad, donde viviremos en la verdadera caridad fraterna dijo Clausi.

Quienes vean esto, tendrán una alegría tan grande, que olvidarán todos los dolores del pasado.

Bueeeno hasta aquí aportamos la revelación dada al Venerable Clausi para que podamos ver el bosque y no nos quedemos viendo el árbol.  

Me gustaría preguntarte si crees que lo dicho al padre Clausi vino del Cielo o tienes dudas.

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