Los frutos que trajo el protestantismo no han sido buenos.

Y no me refiero al cisma que produjo en la Iglesia católica.

Ni a los ataques que recibimos permanentemente de protestantes que dice que somos idólatras por venerar especialmente a la Santísima Virgen.

Sino a cómo la prédica protestante ha vaciado el cristianismo y conducido al ateísmo.

No hay ningún preconcepto en esto sino simplemente la lectura de las estadísticas.

Los datos estadísticos que presentamos en este artículo son más que elocuentes; irrefutables.

Los países en que el protestantismo ha sido religión de estado, exhiben hoy mucho mayor nivel de ateísmo, que los países en que el catolicismo fue religión de estado.

Por eso llama la atención el reconocimiento que figuras importantes del Vaticano hacen del padre de estos frutos (Martín Lutero) y cómo celebran la Reforma Protestante.

¿Discurso políticamente correcto o un paso más en la protestantización del catolicismo? Tal vez un poco de cada cosa.

En este artículo hemos puesto en foco en el protestantismo en Suecia, porque fue de los últimos países en separar la religión del Estado, recién en el año 2000.

Esto le convierte en una especie de “laboratorio” para observar los frutos del luteranismo.

 

SUECIA ES UN LABORATORIO PRIVILEGIADO PARA OBSERVAR LOS FRUTOS DEL PROTESTANTISMO

La mayoría de las personas sabe del papel que jugó el rey Enrique VIII al alejar a Inglaterra de la Iglesia Católica en la década de 1530.

Pero pocos saben que prácticamente lo mismo ocurrió en Suecia.

El rey Gustavo I de Suecia (1496-1560), que quería más control sobre la religión y también la riqueza de la Iglesia, comenzó un proceso que resultó en un país que ha sido luterano por 500 años.

La Iglesia Luterana que él fundó permaneció como la Iglesia estatal de Suecia hasta el año 2000 y fue la única iglesia permitida en el país hasta mediados del siglo XIX.

Incluso hoy, es financiada por él y considerada un «departamento» del gobierno secular sueco.

De hecho, el catolicismo fue ilegal en Suecia durante más de un cuarto de siglo.

En ocasiones, se condenaba a la pena de muerte por el «delito» de ser católico. Solo se abolió en 1873.

Las estadísticas sobre el estado de la iglesia cristiana en Suecia son, por decir menos, impactantes.

Dos de cada tres suecos pertenecen formalmente a la Iglesia Luterana.

Mientras que aproximadamente el 2 a 3 por ciento de la población de Suecia son católicos y ortodoxos, y son casi en su totalidad inmigrantes.

Dado que Suecia ha sido influenciada solo por la fe luterana durante casi 500 años, el estado del cristianismo en Suecia es una indicación del impacto del protestantismo.

Es un verdadero laboratorio social de a donde conduce el protestantismo.

Gustavo I de Suecia

 

CÓMO LLEGÓ EL CISMA PROTESTANTE A SUECIA

El Rey Gustavo I, de la casa de los Vasa, tras varios años de lucha contra Dinamarca, en 1523 obtuvo la independencia de Suecia.

Y como dijimos, su personalidad tuvo muchas similitudes con Enrique VIII de Inglaterra, su contemporáneo.

A causa de un malentendido con el Papa Clemente VII por la designación de un Arzobispo, el Rey Gustavo I decidió nombrar por su cuenta a otro candidato, el cual era de tendencias luteranas.

A partir de ese momento, el Papa fue perdiendo su influencia sobre la Iglesia en Suecia.

En 1527, con apoyo del poder real, se separan de la Iglesia.

Y con ese cisma surge la “Svenska Kyrkan” (Iglesia Luterana Sueca), declarándose el rey Gustavo I como su cabeza suprema.

El Rey Gustavo I apoyó a los predicadores luteranos y la instalación de una nueva iglesia, totalmente independiente de Roma.

Y utilizó la máxima violencia contra los intentos de quienes pretendían mantener el catolicismo, la religión tradicional en Suecia.

Por ejemplo, por orden del rey fueron ejecutados dos Obispos.

Y en la toma del monasterio de Ystad, tres frailes franciscanos fueron martirizados.

El pueblo sueco ofreció dura resistencia.

Y a lo largo de los años hubo 5 fuertes rebeliones armadas en defensa de la Fe católica.

Pero todas ellas fueron sofocadas despiadadamente.

Como sucedió en casos similares en otros países donde se propagó la herejía luterana, Gustavo I tomó la decisión de retener para la Corona y el Estado una buena parte de los ingresos monetarios eclesiásticos.

Lo que más tarde se extendió hacia todos los bienes de la Iglesia.

Con el paso de los años, hacia el siglo XVII, toda manifestación de vida católica fue prohibida, pese a algunos intentos de sus sucesores de reintroducir la tolerancia.

Sólo se toleraban actos de culto católico en las capillas de las embajadas de las potencias católicas.

Y eso a condición de que ningún súbdito sueco asistiese.

Si algún súbdito sueco quería retornar al catolicismo, era desheredado y desterrado.

Dar refugio a un sacerdote católico se penaba con la muerte.

Recientemente un grupo de investigadores suecos, especializados en esa época tremenda para la Fe católica, ha lanzado un libro con un título muy sugestivo y que se titula «El olor de las velas apagadas».

Sus autores principales son el sacerdote jesuita Heiding Fredrik y Magnus Nyman, historiador y sacerdote y fueron entrevistados por Aci Stampa.

El libro busca recoger

“Estudios y conocimientos sobre la historia de la Reforma luterana en Suecia, desde una perspectiva del pueblo: ¿Cómo habían vivido los simples fieles este torbellino?

Magnus Nyman explica que

“Antes, los historiadores de la Iglesia y muchos historiadores describían generalmente la Reforma como una victoria de la razón, la idea subyacente era la de una transición de la oscuridad a la luz.

Ya no se lo ve más así.

Ahora casi todo el mundo está de acuerdo en que la Reforma en Suecia se impuso desde arriba y que en un principio había muy poco apoyo popular…

Los diferentes capítulos de nuestro libro, en general muestran una visión bastante sombría de lo que la Reforma dio a Suecia en términos culturales”.

Ellos mencionan muchos indicadores, entre ellos:

“El cierre de monasterios, de hospitales, de las escuelas, de las catedrales, de la Universidad de Uppsala, menos contacto internacional, etc.

E incluso una liturgia dominada por la palabra, la escucha y la homilía.

Las cinco revueltas durante el siglo XVI, todas en contra de la nueva doctrina, confirman la imagen de la resistencia popular”.

El libro también se ocupa de la violencia y arbitrariedad desplegada por el establishment luterano sueco contra las expresiones del tradicional catolicismo sueco:

“Tratamos los levantamientos populares contra el Luteranismo.

La disolución de las asociaciones religiosas y el cierre de todos los doscientos monasterios y conventos en los países nórdicos.”

Las órdenes católicas fueron combatidas con furor:

“Las órdenes tuvieron una importancia muy grande.

Por encima de todo, al Rey y a los luteranos les era importante denigrar y expulsar a las órdenes mendicantes.

Ellos estaban en la ciudad, y hubieran podido contrarrestar la propaganda luterana temprana, que apareció en las ciudades.

En muchos lugares de Suecia se ejerció mucha violencia durante el cierre de los conventos.

Leyendo las descripciones que tenemos, nos da la impresión de que fueron matones en lugar de reformadores, los que penetraron en los conventos.

Tres de los franciscanos en Ystad, mueren mientras son expulsados.

Al parecer, los frailes eran vistos como una amenaza a las nuevas ideas.

El último monasterio que fue cerrado en Suecia fue el de Vadstena en 1595, fundado por Santa Brígida de Suecia en el Siglo XIV).

Con su cierre, la Iglesia Católica perdió su última base en Suecia

El libro afirma no obstante, que la tradición católica y la literatura y la teología católicas, están de nuevo en el centro de la vida de muchos cristianos.

Tal vez esto también es un poco una provocación al “establishment” luterano.

Después de esta breve reseña histórica vayamos a las estadísticas.

 

ESTADÍSTICAS SOBRE EL ESTADO DE LA FE EN SUECIA

Las estadísticas religiosas de Suecia son, por decir lo menos, impactantes.

Hoy en día, el 67 por ciento de los suecos pertenece oficialmente a la Iglesia Luterana; en 1972 era el 95 por ciento.

Pero estas estadísticas son engañosamente porque cualquier persona nacida antes del año 2000 era inscripta automáticamente en la iglesia estatal sin importar su creencia o práctica religiosa.

Para la gran mayoría, la membresía era simplemente una formalidad y no significaba mucho en sus vidas.

En Suecia, el 73% de los niños son bautizados por la Iglesia Luterana, el 63% de los adultos están casados en la iglesia con el rito religioso y el 90% de los funerales es religioso.

Sin embargo, sólo entre el 2% y el y 6% de las personas van regularmente al culto religioso del domingo, uno de los porcentajes más bajos del mundo.

Por el contrario, la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa (que son entre el 2% al 3 % de la población sueca) van aumentando año tras año las filas de sus fieles, los cuales asisten a Misa en su gran mayoría.

Hay muchas conversiones del Luteranismo al Catolicismo, principalmente.

En la década de 1990, sólo el 15 por ciento de los suecos afirmaban la creencia en un Dios persona y solo el 19 por ciento creían en una vida después de la muerte.

Según diversos estudios, 3 de cada 4 suecos (pongamos una media de 75%) ahora se consideran «irreligiosos», lo que significa que en sus vidas hay, ausencia de religión, o indiferencia a la religión u hostilidad a la religión».

Según una encuesta de Zuckerman, las mismas cifras para algunos países católicos son las siguientes:

Portugal: 4-9%, Grecia (ortodoxa oriental): 16 %, Italia: 6-15 %, Estados Unidos 3-9%.

Estas estadísticas son del estilo de las de Alemania, el hogar de la Reforma de Lutero, que registra 41-49 %de irreligiosos.

La Iglesia Viviente, una organización anglicana independiente, informa que solo unos 400,000 de los 6,6 millones de suecos asisten a la iglesia mensualmente (6 por ciento).

Y lo que es espeluznante, solo el 15% de los miembros de la iglesia dicen que creen en Jesucristo.

Además, de las más de 3 mil iglesias en Suecia, solo 500 son usadas, como máximo, una vez al mes.

55% de los niños nacidos en Suecia nacen fuera del matrimonio en comparación con el 9 por ciento en Grecia, un país ortodoxo oriental, que nunca estuvo realmente infectado con el protestantismo.

Por supuesto, esto tiene un tremendo impacto en el porcentaje de niños criados en familias monoparentales.

El 22% de los niños en Suecia están en situaciones monoparentales, mientras que en Italia, solo es del 10%.

Según un artículo publicado en el Standard Weekly,

«La mayoría de los niños en Suecia y Noruega nacen fuera del matrimonio…

No es coincidencia que estos países hayan tenido una relación cercana al matrimonio gay por una década o más.

El matrimonio entre personas del mismo sexo ha reforzado una tendencia escandinava hacia la separación del matrimonio y la paternidad«.

Por supuesto, Suecia no es el único país que ha sido influenciado por el protestantismo o más específicamente, el protestantismo original: el luteranismo.

Estas cifras muestran lo que le ha hecho el protestantismo a la fe cristiana y cómo ha sido la semilla del ateísmo.

Veamos el porcentaje en cada país europeo que dicen que hay un Dios:

  • Grecia 79%
  • Italia 74%
  • Irlanda 70%
  • Portugal 70%
  • Eslovaquia 63%
  • España 59%
  • Alemania 44%
  • Reino Unido 37%
  • Dinamarca 28%
  • Holanda 28%
  • Noruega 22%
  • Suecia 18%

Estas cifras nos indican que solamente el 18% cree en Dios en Suecia, uno de los más bajos del mundo.

Pero además, estas estadísticas muestran que cuanto mayor es la influencia del protestantismo, más débil es la creencia en Dios.

Otras estadísticas de país por país sobre temas como las tasas de aborto, las tasas de matrimonio, las tasas de cohabitación y las tasas de divorcio son impactantes en los países que son fuertemente protestantes, pero no son parte de este artículo.

Antje Jackelen de Suecia

 

¿CUÁLES SON LAS ENSEÑANZAS DE LOS LÍDERES LUTERANOS SOBRE AL CRISTIANISMO?

Ante las cifras que presentamos anteriormente el lector podría decir que podría estar actuando un virus del ateísmo que es ajeno a la Iglesia Luterana Sueca.

Pero las declaraciones de la líder suprema de esa Iglesia no dejan lugar a dudas que la raíz del ateísmo proviene de la cúpula.

La líder de la Iglesia sueca se llama Antje Jackelen y es de origen alemán.

Su progresismo le hace interpretar todas las enseñanzas de la Biblia como una metáfora.

Para ella, nada de la Biblia es real.

No hay infierno (y por lo tanto, también probablemente ni siquiera existe el Paraíso).

Y claro, también afirma que María no era virgen cuando concibió a Jesús.

Pero una vez eliminado gran parte del credo del cristianismo, ¿qué queda?

¿Al menos hay un Dios?

¿Se puede llamar a esa ideología “cristiana”, es decir, fiel seguidora de Cristo?

En una audiencia pública, antes de su elección, ante la pregunta de si Jesús o Mahoma dan la visión más veraz de Dios, Antje Jackelen no respondió.

Tanto ella como otros dos candidatos (cuatro en total) han dado explicaciones evasivas.

El cristiano se distingue de un musulmán, porque no considera que Jesucristo sea un “profeta”, sino el Hijo de Dios.

Así que, cada uno de estos competidores por el liderazgo luterano sueco podría haber contestado esto, pero ninguno lo dijo.

Son los amargos frutos del progresismo luterano.

La descristianización (apostasía) de Suecia es una de las mayores de Occidente.

Antje Jackelen, adicionalmente, fue ordenada sacerdotisa en 1980 por Lars Carlzon, que era entonces jefe de la Asociación de Amistad entre Suecia y la República Democrática Alemana.

Es decir, del régimen comunista de Alemania Oriental, que practicaba el ateísmo de Estado y perseguía a los cristianos.

Ex Pastor evangélico Ulf Ekman, su esposa y papa Francisco

 

LOS LÍDERES EVANGÉLICOS SABEN EL ERROR Y ALGUNOS CAMBIAN

El ex pastor evangélico Don Johnson, ahora convertido por gracia de Dios al catolicismo, cuenta que mientras intentaba “evangelizar” a distintas personas, le sucedieron cosas que no esperaba.

Una de ellas fue la respuesta de un ateo, quien, escuchando lo que él le proponía, le respondió, muy inteligentemente,

¿Por qué debo seguir el camino que tú me indicas?

El de la vereda de enfrente (un sacerdote católico), enseña cosas muy diferentes a las tuyas, basándose en el mismo libro que tú.

Además, tu versión de la vida me parece estática.  ¿Tú quieres decirme que una vez salvo, siempre seré salvo, haga lo que haga?

Entonces, ¿a tu Dios no le importa que la gente vaya mejorando, vaya alcanzando diferentes estados de perfección?

El cura de la Parroquia dice todo lo contrario que tú.  Él dice que debemos proponernos ser mejores cada día, para tratar de alcanzar la perfección que su Dios desea para cada uno de nosotros.

Entonces, suponiendo que yo reconociera la existencia de un Dios, ¿por qué tendría yo que encerrarme en una pasividad como la que tú pareces querer enseñarme?”

Esta respuesta y sus interrogantes, dejaron pensando mucho al pastor, que comenzó una búsqueda de fe que, pasando por los Padres de la Iglesia, lo haría  desembocar en la Iglesia Católica.

Esto nos tendría que hacer pensar también a nosotros.

El quietismo, la conformidad, van haciéndonos retroceder.  No nos ayudan a crecer.

Estar seguros de ir al Cielo sin que nosotros debamos mover un dedo, en vez de acercarnos, nos irá alejando de él.

Y otro caso aún más significativo para este artículo es el de fundador de la Iglesia pentecostal más influyente de Suecia, Ulf Ekman, que luego de 30 años de servir a la congregación se pasó a la Iglesia Católica.

Puedes ver su testimonio en este video.

Fuentes:



María de los Ángeles Pizzorno de Uruguay, Escritora, Catequista, Ex Secretaria retirada

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