¿Fantasías o verdaderas señales divinas?
Desde la vinculación de la elección de Jorge Mario Bergoglio como Papa Francisco con las profecías de Malaquías y otras especulaciones sobre su simbología, hasta hechos naturales que sucedieron en los tiempos de su elección.
Para comentar, discernir y esperar muchas otras interpretaciones que se harán sobre el nuevo Papa
Parte del contenido de este artículo se ha subsumido en este otro artículo.
OTROS SIMBOLISMOS
Ken Jamieson, escribiendo para Spirit Daily dice lo que sigue.
Bergoglio es un hijo de inmigrantes italianos que habla perfectamente italiano, y ha elegido el nombre del santo más famoso de Italia. A pesar de que es argentino, tiene profundas raíces italianas.
Es increíblemente humilde, y sus primeras acciones lo muestran, como cuando se inclinó y pidió las oraciones de todo el mundo, así como rezar el Padre Nuestro, Ave María y Gloria por Benedicto XVI.
Entonces, ¿qué e que tienen que ver con Petrus Romanus? Petrus Romanus significa literalmente la roca de Roma, o la Iglesia de Roma. Sobre esta Roca edificaré mi Iglesia. El papado se conoce como el ministerio petrino (Ministerio de Pedro), que construyó la primera iglesia en Roma y fue el primer obispo.
El Papa Francisco está reconstruyendo la iglesia de Roma, la primera casa de la iglesia, como Pedro la construyó por primera vez. Y recuerda la visión de San Francisco, donde Jesús le dijo que reparara su casa.
Su conexión inmediata con Roma que me hace pensar que Malaquías está en lo correcto.
Y al mirar la descripción de Malaquías, que «va a pastar a sus ovejas en medio de muchas tribulaciones», se pueden ver todos los signos recientemente de que estamos sin duda entrando en un período de tribulaciones cada vez mayores.
POR EL LADO DE FÁTIMA Y LA VISITA RECIENTE DEL VIDENTE IVÁN A BUENOS AIRES
Agustín Linares Delgado, escribió en el facebook de Foros de la Virgen María lo que sigue.
Estoy asombrado y perplejo.
Medjugorje, donde supuestamente se aparece la Virgen Maria desde 1981 es regenteada por franciscanos (hijos de san Francisco de Asís).
Podríamos establecer un paralelismo entre dicha aparición, sus mensajes y los supuestos 10 secretos, y la visita reciente de uno de los videntes de Medjugorje a Buenos Aires (de donde es oriundo Bergoglio) con el nuevo papa, franciscano-jesuita y sobre todo amante de la pobreza.
Por otro lado, a estas apariciones se les designan como la prolongación de las de Fátima de Portugal de 1917.
La Virgen se apareció allí los días 13 de cada mes de mayo a octubre. Y la elección del Papa Francisco fue el día 13.
ÁNGEL EN EL CIELO LUEGO DE LA ELECCIÓN DE FRANCISCO
Varios residentes del sur de Florida, después de mirar hacia el cielo en el día en que el nuevo papa fue elegido, vieron lo que muchos denominaron un ángel.
La mayoría vio a un ángel en las nubes y tomaron sus cámaras para documentar la visión.
Para algunos, fue una clara señal del cielo, tal vez un mensaje de Dios mismo, mostrando su satisfacción por la elección del primer Papa de América como el sucesor de San Pedro.
Aunque la mayoría sentía que la nube se parecía a un ángel, y era un hermoso signo de lo alto, otros vieron en la nube algo menos angelical.
EL HOMBRE QUE LLEGÓ DE ASÍS PARA LA ELECCIÓN DEL PAPA FRANCISCO
Dentro de unos años desdeñarán el rumor de que el poverello de Asís se había hecho presente en el Cónclave de 2013. Y se equivocarán.
Quizá en el futuro se cuente la historia de cómo el mismísimo San Francisco de Asís, el poverello, estuvo rezando, descalzo, bastón, de rodillas, varios días bajo la lluvia, milagrosamente visible el 12 y 13 de marzo de 2013 en la Plaza de San Pedro, y cómo después un Papa hispanoamericano salió al balcón con el nombre, insólito, de Francisco.
Cuando se cuente esto, muchos historiadores lo desdeñarán como leyendas piadosas, «típicas de inicios del siglo XXI». Es evidente que los santos medievales no se aparecen en los Cónclaves. Y si alguien muestra fotos, quizá se desechen con «montajes».
Pero la realidad es que sí había un hombre vestido como Francisco, descalzo como Francisco, humilde y paciente bajo la lluvia como Francisco, estos días en la Plaza de san Pedro.
Y muchos periodistas le fotografiaron: las fotos que le sacó France Press llegaron a las redacciones de los periódicos. Y algunos periodistas hablaron con él.
Se llama Massimo Coppo, es italiano, tiene 64 años. Vestía un hábito franciscano de yute, llevaba bastón, un bolso al hombro, y en la Plaza de San Pedro rezaba descalzo y de rodillas bajo la lluvia y el frío.
Vino caminando desde Asís, a 180 kilómetros, y aunque no parece que caminara descalzo toda esa ruta, sí tenía los pies hinchados. Rezó y rezó.
Explicó a los periodistas que quería «un nuevo pontífice para los pobres y que se acerque a ellos, que hable de la eternidad, del infierno y del retorno de Cristo«.
Massimo no es San Francisco, pero sin duda San Francisco puede estar satisfecho de haber sido bien representado.
La Iglesia tiene miles de santos. Y en San Pedro rezaban miles de personas, religiosas de cientos de carismas distintos, devotos de innumerables fundadores y órdenes.
Pero Massimo hacía que Francisco fuera el más visible. Y el nuevo Papa no se llama Domingo, ni Agustín ni Vicente ni Camilo. Y sin duda los dominicos, agustinos, vicencianos y camilos rezaron por el Papa estos días. Pero a quien se vio en la Plaza con una imagen profética fue a Francisco.
Y Francisco fue Papa. Y el Papa es Francisco, un hombre humilde.
¿LA GAVIOTA LARUS ARGENTATUS ANTICIPÓ EL FIN DEL CÓNCLAVE?
Los más variados y a veces descabellados comentarios suscitó la presencia de un ave posada en la chimenea por la que saldría el humo, blanco o negro, que indicaría el resultado de la votación del Colegio Cardenalicio.
Quienes no saben distinguir las distintas especies de aves, suponían que era una paloma y hacían alusión al Espíritu Santo que en esos momentos estaría inspirando la elección papal.
Otros comentarios se referían a que un día lluvioso y frío como en esos momentos se vivía en la Ciudad Eterna, invitaba a un ave a buscar la tibieza que emanaba de una chimenea.
En realidad el ave aposentada en la chimenea de la fumata era una gaviota de la especie Larus argentatus. Larus es el nombre genérico de las gaviotas, y argentatus hace referencia a su color blanco, color que en heráldica se llama plata (argentum), lo mismo que el nombre del país de donde proviene el nuevo papa: Argentina, cuyo nombre se deriva del Río de la Plata, el río más ancho del mundo, sobre el que se recuesta la ciudad de Buenos Aires, llamada por ello «La Reina del Plata», que hasta este momento era gobernada eclesiásticamente por el nuevo pontífice.
¿Casualidad? ¿Coincidencia?, sin duda un detalle muy particular.
Fuentes: Religión en Libertad, Valores Religiosos, WND, WPTV, Spirit Daily, Signos de estos Tiempos