Cuando venga el Aviso que iluminará la conciencia de la humanidad la Iglesia estará en un gran Sínodo.
Nuestra Señora dijo en Garabandal, que antes de que Dios despliegue los eventos para purificar la humanidad y la Iglesia, y envíe el Aviso a la humanidad, o sea la iluminación de conciencia de cada ser humano, habrá un Sínodo muy importante en la Iglesia Católica.
Y el Sínodo de la Sinodalidad es el Sínodo más importante que haya realizado la Iglesia en el último siglo, porque es mundial y tiene una duración de varios años.
¿Pero será el Sínodo al que se refiere la Virgen, luego del cual vendrá el Aviso?
Aquí hablaremos sobre cuáles son los signos precursores de la purificación del mundo y del Aviso que se han profetizado, y cuáles son las características del Sínodo de la Sinodalidad, que lo podrían señalar como el Sínodo al que se refiere la Virgen.
En un discurso de diciembre de 1983 Juan Pablo II dijo, «al final del segundo milenio inmensas nubes amenazadoras convergen en el horizonte de toda la humanidad y las tinieblas descienden sobre las almas humanas».
Y en marzo de 2009 Benedicto XVI dijo que «el verdadero problema en este momento de nuestra historia es que Dios está desapareciendo del horizonte humano».
«Y con el oscurecimiento de la luz que viene de Dios, la humanidad se está desorientando, con efectos destructivos cada vez más evidentes».
Y esto es posible en esta magnitud, porque la luz que viene de la Iglesia se ha tornado cada vez más débil y difusa.
No es necesario argumentar aquí sobre la confusión doctrinal que hay en la Iglesia.
Y sobre los llamados de encumbrados jerarcas, a que la Iglesia cambie aspectos centrales de la concepción del ser humano que nos comunicó Jesucristo y están en la Biblia.
Sabemos que Dios no va a dejar que se destruya Su creación.
Y que por lo tanto vendrá una corrección divina de la conciencia de los seres humanos, como nunca antes se había visto en la historia.
Y como Dios hace las cosas en el momento justo, tendría sentido que llegara precisamente cuando más se necesita.
O sea precisamente cuando el pecado, el error, la herejía, la blasfemia, la idolatría y la apostasía hayan alcanzado tal altura dentro de la Iglesia, que corra riesgo su continuidad.
Y precisamente puede estar ocurriendo eso en el Sínodo sobre la Sinodalidad, que es el hermano mayor del Camino Sinodal Alemán.
No conocemos el resultado final formal de Sínodo si es que llega a tener uno, pero las propuestas heréticas de varios personajes importantes de la Iglesia, y de algunas Conferencias Episcopales, que se están ventilando a la luz pública, están desestabilizando la unidad y coherencia de la Iglesia fundada por Jesucristo y generando opinión.
La corrección divina de la que hablamos como posible antídoto es el Aviso, o sea la intervención directa de Dios iluminando la conciencia de cada persona de la Tierra, haciéndole ver que Él existe y los pecados de su vida, y llamándole al arrepentimiento y a la conversión.
Viene profetizado desde hace siglos por diversos santos y místicos, y su fórmula más actual la encontramos en las apariciones de Garabandal en la década de 1960.
Una aparición no aprobada por la Iglesia pero tampoco desaprobada, en la que han sucedido cantidad de hechos milagrosos y profecías que se cumplieron.
Por ejemplo la Virgen dijo que vendría un Papa que duraría muy poco dentro de los próximos cuatro pontificados, y se confirmó más de una década después con el pontificado de Juan Pablo I, que duró 33 días.
Además, fue probado por la Tesis Doctoral del Padre José Luis Saavedra, de que la investigación de las apariciones, llevada a cabo por la diócesis local, no siguió las normas estándar de imparcialidad.
Y que contó además con la retractación pública del Dr. Luis Morales Noriega, el perito médico de la investigación diocesana, quien fue uno de los opositores más acérrimos de las apariciones, y confirmó en mayo de 1983 la autenticidad de las apariciones.
¿Y cuándo sucederá ese Aviso para corregir la conciencia del mundo?
En 1971 Conchita, la vidente principal de Garabandal, dio información reveladora, dijo que el Aviso sucederá entre el ocho y el dieciséis de marzo, abril o mayo de un año no especificado, un jueves a las 20.30 horas, coincidirá con un evento significativo en la Iglesia y con la fiesta de un santo mártir de la Eucaristía.
Pero no dijo el año, aunque tenemos indicios de lo que estará pasando antes del Aviso: estaremos en medio de una tribulación.
Otra vidente, Mari-Loli, dijo que Nuestra Señora había revelado que el Aviso ocurrirá en un momento en que «Rusia invada repentina e inesperadamente una gran parte del mundo libre».
En ese momento Rusia era sinónimo de comunismo, y el resto de las videntes dijeron que el Aviso sucederá cuando el comunismo parece que invade todo el mundo.
Hoy ya Rusia invadió Ucrania y es apoyada por China, la gran potencia comunista.
Pero por otro lado, occidente está mostrando otra cara del comunismo, porque el marxismo cultural se ha adueñado de occidente a través de la teoría crítica de la raza, la ideología de género y el feminismo radical.
Y el padre Fortea sostiene que la guerra que vendrá será entre dos potencias del mal.
Hay otros indicios precursores del Aviso.
Las videntes afirmaron que ocurriría cuando se cierren las iglesias y se impida a los fieles recibir los sacramentos, algo que ocurrió por primera vez en la historia a nivel mundial a causa de la pandemia y que puede volver a ocurrir.
Otro signo será el colapso económico mundial, que la mayoría de los principales economistas admiten que está cerca o a punto de comenzar.
Y advierten de otro signo que ya se está desarrollando, una hambruna mundial.
Y hay signos de sucesos precursores dentro de la Iglesia.
La madre Nieves García sostiene que Conchita le informó que la Virgen le dijo que antes de que ocurra el Aviso, se va a hacer un Sínodo, y un Sínodo importante.
Conchita le reveló que se lo contó a su tía. Y la tía le preguntó: «¿Te refieres al Concilio?», porque esa fue la época del Concilio Vaticano II.
Y Conchita le contestó a su tía: «No, la virgen no dijo Concilio, dijo Sínodo, y yo creo que Sínodo es un concilio pequeño».
Es imposible que una niña de 12 años sin ningún conocimiento y cultura hable de Sínodo, porque recién en 1965 el Papa Pablo VI instituyó el Sínodo de los Obispos, apenas dos meses antes de la última aparición en Garabandal.
A Conchita se le dijo que el Sínodo en cuestión sería importante, y el Sínodo sobre la Sinodalidad es ciertamente eso, porque es un Sínodo de dimensión mundial, por primera vez.
Estaba previsto que funcionara del 2021 al 2023, pero Francisco lo extendió también al 2024.
Y las cosas que están sucediendo ya dentro del Sínodo son desestabilizadores de la doctrina católica de 2000 años, en consonancia con hechos que muestran que la fidelidad a la enseñanza católica está siendo silenciada
Quienes la proclaman están siendo perseguidos, no sólo por el mundo secular, sino también dentro de la Iglesia.
Cada vez son más las informaciones sobre sacerdotes que son penalizados por sus obispos porque predican la fidelidad a la doctrina tradicional católica.
Además, el signo más importante es que quien fue nombrado como Relator General del Sínodo sobre la Sinodalidad, el cardenal luxemburgués Hollerich, ha afirmado que la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad humana es falsa y hay que cambiarla.
Y el Cardenal Hollerich es una figura de mucho poder dentro de la Iglesia, porque además es el presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea.
Lo mismo fue dicho Monseñor Georg Bätzing, quien tiene a cargo el Camino Sinodal de Alemania, que declaró recientemente que la enseñanza de la Iglesia estaba equivocada en cuanto a la inadmisibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Estos son ejemplos impactantes de figuras importantes de la Iglesia que han abandonado la antropología bíblica y la han reemplazado con puntos de vista que se basan puramente en las costumbres ateas de la cultura contemporánea.
Y en razón de ello, el prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Gerhard Müller, ha dado la advertencia más doctrinalmente apocalíptica que uno pueda imaginar, dijo
«ellos piensan que la doctrina es solo como un programa de un partido político que puede cambiarlo de acuerdo a sus votantes».
Y tildó al proceso sinodal como «la toma hostil de la Iglesia de Jesucristo».
Agregando que si lo logran ese sería el fin de la Iglesia Católica.
De modo que podría suceder que el Sínodo sobre la Sinodalidad se puede convertir en la caja de resonancia, que permita que la Gran Apostasía alcance su clímax dentro de la Iglesia.
El Cardenal Müller sabe que la Iglesia Católica no será destruida.
Pero no hay indicios de que alguien que dirija el Sínodo pueda detener la apostasía, por el contrario, la animan.
Y si nadie que tenga poder está dispuesto a detener la apostasía, entonces Dios la detendrá y quizás lo haga a través del Aviso.
Por esta razón es posible que este Sínodo de la Sinodalidad tal vez sea el signo precursor del Aviso al que se refirió la Virgen en Garabandal.
Y haríamos bien en rezar para que el Sínodo de la Sinodalidad no se pervierta.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre la posibilidad de que el Sínodo sobre la Sinodalidad sea el precursor del Aviso.
Y me gustaría preguntarte si crees que el Sínodo de la Sinodalidad va a extender la apostasía dentro de la Iglesia, la va a hacer retroceder o no va a tener ningún efecto.
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