Categories
00 Todas las Advocaciones 11 Noviembre ADVOCACIONES Y APARICIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Movil Noticias 2018 - julio - diciembre

Nuestra Señora de la Paz, la Patrona de El Salvador (21 nov)

En el año 1682 unos mercaderes vieron una caja de madera flotando en el mar.

Y decidieron trasladarla a la ciudad de San Miguel.

virgen de la paz de el salvador

Cuando la burra llegó frente a la Catedral, se negó a seguir.
.
Abrieron la caja y apareció una bella Imagen de la Virgen María con el Niño Jesús en sus brazos.

El efecto inmediato fue que cesaron las hostilidades entre grupos de la región y por eso se le puso el nombre Nuestra Señora de la Paz…

Las actuales tierras del Golfo de Fonseca y lo que hoy es de la República de El Salvador fueron descubiertas en el tercer viaje de Cristóbal Colón, por Andrés Niño, piloto mayor de la expedición del Capitán Gil González de Ávila, en el año de 1522.

Y conquistadas por Pedro de Alvarado, el año de 1524.

La ciudad de San Miguel, que los poetas califican como la Perla Oriental, fue fundada en 1530 por el capitán Luis Moscoso.

Y tiene el privilegio de venerar en su catedral a la Virgen de la Paz, que los salvadoreños miran con amor y veneración, y constituye el tesoro más preciado de su tradición cristiana.

 

HISTORIA DEL HALLAZGO

Corría el año 1682, y unos mercaderes en las riberas del Mar del Sur (Océano Pacifico), vieron en la playa una caja de madera que había sido posiblemente arrojada por la fuerza de las aguas.

Los mercaderes trataron de abrirla para ver su contenido pero no pudieron.

Solicitaron de un vecino inmediato que les prestase una burrita que estaba asida a un árbol para conducir la caja a la Ciudad de San Miguel.

El 21 de Noviembre del citado año llegaron a San Miguel.

Los conductores de la pesada carga habían dispuesto dar cuenta a las autoridades.
.
Pero se dio el caso de que la burrita, con la “preciosa carga”, se echó en tierra en plena plaza pública frente a la antigua Iglesia parroquial, donde hoy se levanta la Catedral Migueleña.

Se procedió a abrir la caja.

Después de retirar algunas envolturas, con gran sorpresa se dejo ver el rostro resplandeciente de una bella Imagen de la Virgen María con el Niño Jesús en sus brazos.

Se cuenta que al arribar la imagen había una cruenta lucha entre los habitantes de la región y al correr la voz del maravilloso hallazgo, todos depusieron las armas e inmediatamente cesaron las hostilidades.
.
Y para perpetuar aquel acontecimiento de gran trascendencia, se dio a la Imagen la advocación de “VIRGEN DE LA PAZ”.

También se refiere que la intercesión de la Virgen fue determinante para la pacificación del país, agitado por las luchas entre nonualcos y migueleños en enero de 1833.

Estos últimos fueron derrotados por el coronel Benítez, quien junto a sus tropas entró en la ciudad San Miguel.

Queriendo dar testimonio de su benevolencia hacia los migueleños y sustentar la paz sobre una base sólida, mandó sacar del atrio de la iglesia parroquial la venerada imagen de Nuestra Señora de la Paz.

Luego de alinear sus tropas en torno a la imagen, se postró ante ésta y colocó su espada a los pies de la Virgen, tomándola por testigo.

El coronel Benítez volvió a tomar su espada y después de haberle rendido homenaje a la Virgen la regresó a su Santuario.

Con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional en 1942, SS Pío XII dirigiéndose al pueblo salvadoreño, exclamó

“que Nuestra Señora de la Paz os coloque a todos bajo el amparo del simbólico ramo en su Iglesia de San Miguel alza en su mano derecha y cuyo nombre amaríamos ver proyectado sobre el mundo entero”.

 

EN QUE LUGAR EXACTO ENCONTRARON LA CAJA

Existe polémica respecto del lugar en que se encontró la caja conteniendo la imagen.

El único historiador que define un lugar específico es Jorge Lardé y Larín, quien al narrar las luchas entre los milicianos de San Miguel apoyados por los pueblos insulares, contra los Piratas ingleses que se habían instalado en el Golfo de Fonseca en el año de 1682, nos dice:

los piratas «en su retirada dejaron abandonada en el extinguido pueblo y puerto de Amapala, cerca de punta Chiquirín y frente a la isla de Zacatillo o Punta Zacate, la imagen de una Virgen, la de Nuestra Señora de la Paz, que en solemne procesión fue trasladada a la ciudad de San Miguel y jurada como milagrosa patrona por su fanático vecindario».

Existe también una teoría, según algunos testimonios, defendida por el Pbro. Baltasar Garay e insinuada por algunos historiadores.

Tal teoría afirma que la caja donde estaba la imagen era conducida desde el Golfo de Fonseca por los antiguos habitantes de la Isla de Meanguera, quienes venían huyendo de los piratas y deseaban instalarse en un lugar seguro de las tierras del norte, donde posteriormente se ubicaron.

Estos son los que dieron origen al pueblo de Meanguera, Morazán, quienes en su peregrinación hacia el norte, al pasar por San Miguel no pudieron sacar un paso más a la burrita, obligándose a bajarle la misteriosa y pesada caja en la plaza central.

En este caso los que trajeron la Virgen no serían ni siquiera mercaderes, sino indígenas que llevaban aquella caja como botín de guerra rescatado del barco pirata o como propiedad de su comunidad, después de haberla encontrado en la playa.

En cualquiera de los casos anteriores es razonable pensar que la famosa caja sellada conducida a lomo del burro, se llevara para entregar a las autoridades locales, concretamente a la alcaldía, curato o convento de la pequeña ciudad de San Miguel de la Frontera.

Y que el hecho de que la burrita se negó a seguir caminando cuando llegó frente a la catedral, es común a todos los relatos y significativo desde el punto de vista religioso.

 

LA IMAGEN

Sin mayores dudas podemos afirmar que su origen es europeo. Posiblemente se haya traído de España, como la mayoría de las imágenes de ese tiempo.

De hecho los rasgos de su escultura coinciden mucho con los de las demás imágenes españolas.

Fuera de lo anterior no podemos confirmar nada.

ns de la paz de el salvador

La imagen de Nuestra Señora de la Paz es de regular tamaño.
.
Tallada en madera y vestida con ropajes, lleva bordado al frente de la falda de su blanco traje el escudo nacional de la República del Salvador.
.
La imagen lleva en su mano derecha una palma de oro en recuerdo de la erupción del volcán Chaparrastique, que amenazó con hundir a la ciudad en un mar de lava ardiente.

En la parte central, al pie de uno de los cuatro Escudos que la circundan, se destaca rodeada de brillantes, una esmeralda.

En el artístico conjunto figuran cuatro Escudos con esmaltes a colores: el Papal, el de El Salvador, el del Obispado de Mons. Dueñas y el de la ciudad de San Miguel.

La imagen tuvo que restaurarse luego del rayo que cayó sobre su camarín en 1903.

El jueves 25 de junio de 1903, entre cinco y seis de la tarde, un estruendo conmovió a la ciudad de San Miguel.

Un rayo fulminó sobre la cúpula de la Iglesia de San Francisco, templo santuario de nuestra Patrona e iglesia parroquial.

La chispa sólo produjo incendio que comenzó en el camarín de la Virgen, quemando las vestiduras de la Imagen, ennegreciendo y ampollando el retoque, sin dañar las perfecciones escultóricas.

Con el fin de la restauración, se la llevó en procesión de desagravio de la Iglesia parroquial a la de Santo Domingo, llevando la Imagen y el Niño cubiertos el rostro, en medio de una manifestación impresionante.

El trabajo lo hizo el escultor en la sacristía de este último templo.

Después de casi tres meses, fueron entregadas las imágenes, siendo conducidas en solemne procesión a la Iglesia parroquial, en recorrido por céntricas calles, entre delirante entusiasmo, estallido de petardos y músicas marciales.

La Corona de la Virgen es obra de arte de orfebrería llevada a cabo por los migueleños D. Leonidas Vargas, padre, y su hijo Leopoldo. Solo luce la Corona Real el 21 de noviembre en la Catedral y en la concurridísima Procesión de ese día.

Tanto la corona de la Virgen como la palma y corona del Niño, fueron hechas en oro puro de 28 quilates.

La corona que la Imagen tiene en tiempo normal fue hecha en México y constituye un obsequio en reconocimiento por gracias recibidas.

 

PROTECCIÓN MILAGROSA

El 21 de septiembre de 1787, -105 años después del hallazgo- el volcán Chaparrastique entre grandes y espantosos temblores de tierra y tempestuosas tormentas, hizo una de sus más formidables erupciones.

La lava ardiente casi llegaba a la Ciudad, amenazando su inminente destrucción. Angustiados los vecinos, se congregaron en la plaza principal, junto a las autoridades locales, sacerdotes y religiosos franciscanos y mercedarios, quienes infundían confianza al afligido pueblo, exhortándolo a pedir a Dios misericordia con arrepentimiento de los pecados y a invocar la protección maternal de la Virgen de la Paz.

Decidieron en clamor unánime sacar la imagen de Nuestra Señora de la Paz a la puerta principal de la antigua Iglesia parroquial.
.
Y colocada que fue frente a las fuerzas volcánicas, al aparecer la sagrada Imagen, al grito de “Sálvanos Reina de la Paz”, la lava inmediatamente tomó otro rumbo buscando al sur de la Ciudad.

Refiérese históricamente que después de efectuarse el portentoso milagro que se acaba de relatar, en el límpido cielo se dejó ver con toda la claridad una bellísima palma formada por blancas nubes, cuyo pie fue a posarse en el inmenso cráter del turbulento volcán.

Tan admirados quedaron quienes vieron aquella magnífica señal, que el pueblo optó por colocar en la diestra de la Sagrada Imagen, una palma de oro en conmemoración de aquel acontecimiento que la tradición se ha encargado de hacer prevalecer como algo notable, asombroso y único en estas latitudes.

La Corporación Municipal, con distinguidos vecinos de la Ciudad, religiosos franciscanos y mercedarios, en nombre del pueblo agradecido formularon y juraron estos votos a su Patrona:

1º. Celebrar a perpetuidad, todos los años, la conmemoración del portentoso milagro;

La víspera del 21 de septiembre ayuno de todo el pueblo, rigurosos, hasta los niños de pecho, en señal de penitencia y mortificación voluntarias.

 

EL TEMPLO

El 21 de noviembre de 1862 el Capitán General Gerardo Barrios, natural del departamento de San Miguel, colocó la primera piedra de la actual Catedral, santuario que guarda a la Patrona de la Nación.

catedrla de san miguerl de el salvador

Por fin el 21 de noviembre de 1962, justamente cien años después, se abrió el templo, orgullo de los migueleños, siendo Obispo de la Ciudad Mons. Miguel Ángel Machado.

La imagen se trasladó desde su primer templo –la Iglesia de San Francisco- y se colocó en un altar de mármol de Carrara, luciendo la Virgen de la Paz toda su belleza escultórica y toda su Realeza de Madre de Cristo.
.
Numerosos vitrales con bellos paisajes bíblicos realzan su belleza.

En la parte exterior lucen en mármol las estatuas del Capitán D. Luis Moscoso, fundador de la ciudad y la del Capitán General Gerardo Barrios, iniciador de los trabajos de la Catedral.

 

CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LA PAZ

Por privilegio del Papa Benedicto XV, la sagrada imagen de Nuestra Señora de la Paz fue coronada el 21 de noviembre de 1921.
.
Una fecha histórica, que llenó de entusiasmo y de fervor mariano a todos los salvadoreños.

El primer Obispo de San Miguel, Mons. Dueñas y Argumedo –yacente en la cripta del Santuario- obtuvo de S.S. Benedicto XV la Coronación Canónica de la Virgen de la Paz.

La ceremonia tuvo lugar en el parque frente a la Catedral. Se efectuó después de la Misa Pontifical oficiada por Mons. Dueñas.

En memoria de este acontecimiento se celebra cada aniversario con solemnes festejos eucarísticos y grandiosa Procesión, llevando en oración triunfal la Santa Imagen con gran devoción y entusiasmo.

También desde entonces quedo establecida la “Romería de Peregrinos” en honor a la Reina de la Paz.

El 25 de abril de 1953, el Papa Pío XII proclamó a Nuestra Señora de la Paz Patrona de El Salvador.

 

ORACIÓN DE INTERCESIÓN A LA VIRGEN DE LA PAZ

Señor Jesucristo que dijiste a tus Apóstoles mi paz os dejo, mi paz os doy, no atiendas a nuestros pecados, sino a la fe de tu Iglesia y a la poderosa intercesión de nuestra Madre la Santísima Virgen de la Paz.

Por ella te pedimos, Señor, la paz de nuestras almas perdonando nuestras culpas y dándonos la gracia de no volver a cometerlas.

Para que, puestas en paz con Dios nuestras conciencias merezcamos obtener los favores que pedimos en este triduo por la valiosa intercesión de tu Santísima Madre de la Paz.
Amén.

 

EL ORIGEN DE ESTA DEVOCIÓN SE REMONTA AL SIGLO VII

virgen de la paz de el salvador (2)

El 18 de diciembre del año 645, pasada la medianoche, terminado el IX Concilio de Toledo, su arzobispo Ildefonso (luego declarado santo), ferviente devoto de la Virgen María, en compañía de algunos colaboradores, se dirigió a la Catedral para cantar los maitines (oraciones que se realizaban hacia las 3 de la noche).

Al entrar, se produjo en el altar un resplandor fuerte e irresistible a los ojos corporales.

Los acompañantes del arzobispo huyeron asustados, pero él avanzó resueltamente y vio a la Santísima Virgen, que había descendido del cielo y estaba sentada en su cátedra episcopal.

La Madre de Dios habló con dulces palabras a su fiel servidor y promotor de la fe en su inmaculada concepción, le entregó una casulla, que se conserva allí, y después desapareció.
.
Por este particular beneficio, a su muerte ocurrida el 23 de enero de 667, la Iglesia de Toledo decretó que el 24 de enero se celebrase solemnemente en todo el arzobispado, el memorable descenso de la Virgen María a la Iglesia Catedral.

Sin embargo, el nombre y la advocación de Nuestra Señora de la Paz le es dado a fines del siglo XI, a raíz de un singular acontecimiento histórico.

En efecto, en el año 1085, Alfonso VI, llamado el Bravo, rey de Asturias y León (España), reconquistó la ciudad de Toledo tomada por los moros (musulmanes).

Una de las condiciones estipuladas en el Tratado de Paz, fue que el Templo principal de la ciudad quedase para los moriscos (moros que permanecieron en España después de la Reconquista) como mezquita (lugar de culto y oración de los moros).

El rey Alfonso firmó el Tratado y enseguida se ausentó de Toledo, dejando a su esposa, la reina Constanza, como gobernadora de la plaza.

Pero los cristianos consideraron cosa indigna que, si nuevamente eran dueños de la ciudad, no lo fuesen de la Iglesia Metropolitana consagrada a la Santísima Virgen.

En consecuencia, fueron a presentar sus quejas ante el arzobispo Rodrigo y ante la reina Constanza, quienes compartieron su horror de que la Catedral sirviese para los cultos a Mahoma (máximo profeta de los musulmanes) y apoyaron sus peticiones.

Alentados por aquella tácita autorización, los cristianos trataron de apoderarse de la Catedral con gente armada, sin tener en cuenta el compromiso del rey ni el peligro a que se exponían en aquella ciudad donde era mayor el número de infieles.

Los moros, ante el ataque, tomaron las armas y, juzgando que el rey quebrantaba el Tratado, se lanzaron contra los cristianos para vengar la injuria.

El combate se entabló frente a la Catedral y no cesó hasta que la reina y el arzobispo se presentaron en el campo de batalla para aclarar que el ataque se había lanzado sin saberlo el rey.

Enseguida, los moros enviaron embajadores al rey para denunciar el atentado, y Alfonso volvió rápidamente a Toledo, con el firme propósito de hacer un escarmiento a la reina, el arzobispo y los cristianos por haber quebrantado su real palabra.

Cuando los cristianos de la ciudad tuvieron noticia del enojo del rey, salieron a su encuentro en procesión, encabezada por el arzobispo, la reina y su hija única.

Pero ni las súplicas de aquellos personajes, ni los ruegos del pueblo para que los perdonase, atento al motivo que los animó al ataque y que no era otro que el de tributar culto al verdadero Dios en la gran iglesia de Toledo, consiguieron que el monarca accediese a faltar a su honor y a la palabra que había empeñado.

Don Alfonso anunció a los solicitantes que la Catedral quedaría en poder de los infieles, como lo había prometido.

Pero en ese momento se produjo un acontecimiento extraordinario, que todos tomaron como una señal de que Dios había escuchado sus plegarias.

Los moros consideraron el peligro a que se exponían si mantenían el culto a Mahoma en la Iglesia principal de aquella ciudad cristiana y enviaron al encuentro del rey una comitiva de sus jefes.

Los embajadores salieron de Toledo y, postrados ante Don Alfonso, le suplicaron que perdonase a los cristianos y prometieron devolverle la Catedral.

Grande fue el regocijo del rey y el de su pueblo, que vieron en aquella solución inesperada una obra de la Divina Providencia.

El monarca ordenó, con el beneplácito del arzobispo y de todos los fieles que, al día siguiente, justo un 24 de enero, se tomase posesión de la Catedral y se hiciesen festividades especiales en honor de la Virgen María de la Iglesia Metropolitana, a la que, por haber restablecido la paz en la fecha de su fiesta, se la veneraría en adelante con el nombre de Nuestra Señora de la Paz.

Y desde aquel 24 de enero de 1085 hasta hoy, se realizan en Toledo magníficas celebraciones y espléndidas procesiones en su honor.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
A Nuestra Señora de la Paz del El Salvador DEVOCIONES Y ORACIONES

Oraciones a Nuestra Señora de la Paz del El Salvador

ORACION I

Oh María, puerta del cielo y señora de nuestras almas,
no permitas que nos apartemos del camino
que nos lleva hacia Dios; acompáñanos en el día
de nuestra muerte para que podamos contemplar
belleza y contigo gozar en el cielo de la posesión eterna
de tu Hijo, en compañía de todos los santos.

V. Virgen Santa y Señora de la Paz,
R. ruega por nosotros.

V. María, camino de salvación,
R, ruega por nosotros.

V. María, Madre de los que sufren,
R. Ruega por nosotros.

V. Te consagramos, Madre, a los hombres,
R. haz que sobre ellos no prevalezcan las tinieblas, sino la luz.

V. Te consagramos, madre, a la Iglesia,
R. hazla en el mundo sacramento eficaz de redención.

V. Te consagramos, Madre, nuestras vidas,
R. llénalas de Cristo, luz del mundo y Salvador.

V. Que vivirá con el Padre y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos,
R. Amén.

 

ORACION DE INTERCESIÓN A LA VIRGEN DE LA PAZ

Señor Jesucristo que dijiste a tus Apóstoles mi paz os dejo,
mi paz os doy, no atiendas a nuestros pecados,
sino a la fe de tu Iglesia y a la poderosa intercesión
de nuestra Madre la Santísima Virgen de la Paz.

Por ella te pedimos, Señor, la paz de nuestras almas
perdonando nuestras culpas y dándonos la gracia
de no volver a cometerlas. Para que, puestas en paz con Dios
nuestras conciencias merezcamos obtener los favores que pedimos
en este triduo por la valiosa intercesión de tu Santísima Madre de la Paz.
Amén.

 

ORACIÓN POR LA PAZ EN EL SALVADOR I

María, Reina y Señora de la Paz , que al cumplirse los tiempos,
nos diste a Cristo, nuestra Paz,
ayúdanos a realizar la urgente tarea de la reconciliación,
para construir cada día una comunidad más justa y fraterna,
que la podamos extender más allá de nuestras fronteras.
sí sea.

 

ORACIÓN POR LA PAZ EN EL SALVADOR II

Divino Salvador del Mundo, tú que guías sabiamente
la historia de todas las naciones y la de nuestro país, escucha ahora
nuestra súplica: Somos hijos de un mismo Padre que tú nos revelaste
y no sabemos ser hermanos y el odio siembra más miedo
y más muerte en nuestra, tan sufrida sociedad salvadoreña.

Danos la paz que promete tu Evangelio, aquella que el mundo
no puede dar. Enséñanos a construirla como fruto de la Verdad
y de la Justicia. Escucha la imploración de nuestra Madre,
María Reina de la Paz y envíanos tu Espíritu Santo,
para reconciliar en una gran familia a toda nuestra nación.

Venga a nosotros el Reino del Amor, y confírmanos en la certeza
de que tú estás con nosotros y la paz que nos has dejado,
nos acompañe hasta el fin de los tiempos.

Padre Ignacio Larrañaga, adaptada.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
A Nuestra Señora de la Paz del El Salvador DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena por la Paz en El Salvador

PRIMER DÍA

¡ Oh , Dios! que con amor paternal
gobiernas el mundo, te rogamos que todos los hombres,
a quienes diste un idéntico origen, constituyan una sola familia
en la paz y vivan siempre unidos por el amor fraterno.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

 

ORACIÓN POR LA PAZ DE NUESTRO PAÍS

Divino Salvador del Mundo, tú que guías sabiamente
la historia de todas las naciones y la de nuestro país, escucha ahora
nuestra súplica: Somos hijos de un mismo Padre que tú nos revelaste
y no sabemos ser hermanos y el odio siembra más miedo
y más muerte en nuestra, tan sufrida sociedad salvadoreña.
Danos la paz que promete tu Evangelio, aquella que el mundo
no puede dar. Enséñanos a construirla como fruto de la Verdad
y de la Justicia. Escucha la imploración de nuestra Madre,
María Reina de la Paz y envíanos tu Espíritu Santo,
para reconciliar en una gran familia a toda nuestra nación.
Venga a nosotros el Reino del Amor, y confírmanos en la certeza
de que tú estás con nosotros y la paz que nos has dejado,
nos acompañe hasta el fin de los tiempos.

 

SEGUNDO DÍA

Oh, Dios, Creador del universo, que extiendes tu preocupación
paternal sobre cada criatura y que guías los eventos de la historia
a la meta de la salvación; reconocemos tu amor paternal
que a pesar de la resistencia de la humanidad y, en un mundo
dividido por la disputa y la discordia, tú nos haces preparar para
la reconciliación. Renueva en nosotros las maravillas
de tu misericordia; envía tu Espíritu sobre nosotros, para que él
pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones; para que los
enemigos puedan empezar a dialogar; para que los adversarios
puedan estrecharse las manos; y para que las personas puedan
encontrar entre sí la armonía. Para que todos puedan comprometerse
en la búsqueda sincera por la verdadera paz; para que se eliminen
todas las disputas, para que la caridad supere el odio, para que
el perdón venza el deseo de venganza.
Juan Pablo II.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria y
Oración por la paz de nuestro país, como el primer día.

 

TERCER DÍA

Señor, Dios de la paz, Tú que creaste a los hombres para ser
herederos de tu gloria, te bendecimos y agradecemos porque
nos enviaste a Jesús, tu hijo muy amado. Tú hiciste de Él,
en el misterio de su Pascua, el realizador de nuestra salvación,
la fuente de toda paz, el lazo de toda fraternidad. Te agradecemos
por los deseos, esfuerzos y realizaciones que tu Espíritu de paz
suscitó en nuestros días, para sustituir el odio por el amor,
la desconfianza por la comprensión, la indiferencia por la solidaridad.
Abre todavía más nuestro espíritu y nuestro corazón para
las exigencias concretas del amor a todos nuestros hermanos, para
que seamos, cada vez mas, artífices de la PAZ.
Acuérdate, oh Padre, de todos los que luchan, sufren y mueren
para el nacimiento de un mundo mas fraterno. Que para los hombres
de todas las razas y lenguas venga tu Reino de justicia, paz y amor.
Amen.
Papa Pablo VI.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria y
Oración por la paz de nuestro país, como el primer día.

 

CUARTO DÍA

Señor Jesucristo, que eres llamado Príncipe de la Paz,
que eres tú mismo nuestra paz y reconciliación, que tan a menudo
dijiste: «La Paz contigo, la paz les doy.» Haz que todos hombres
y mujeres den testimonio de la verdad, de la justicia y del amor
fraternal. Destierra de nuestros corazones cualquier cosa
que podría poner en peligro la paz. Ilumina a nuestros gobernantes
para que ellos pueden garantizar y puedan defender el gran regalo
de la paz. Que todas las personas de la tierra se sientan hermanos
y hermanas. Que el anhelo por la paz se haga presente y perdure
por encima de cualquier situación.
Beato Juan XXIII.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria y
Oración por la paz de nuestro país como el primer día.

 

QUINTO DÍA

Oh, Señor, Tú ves como por todas partes los vientos han estallado
y el mar se convulsiona con la gran violencia de las olas crecientes.
Ordena, te lo pedimos, que calmes los vientos y los mares.
Restaura la paz entre nosotros, esa paz que sólo tú nos puedes ofrecer
y restaura la armonía social.
Bajo tu mirada protectora y tu inspiración puedan los hombres
y mujeres volver al orden, venciendo la codicia, convirtiéndonos
en lo que debemos ser, reflejo del amor de Dios, de la justicia,
de la caridad con el prójimo, haciendo uso ordenado de todas las cosas.
Haz que tu reino llegue. Que todos puedan reconocer
que están sujetos a ti, y que deben servirte, porque eres la verdad
y la salvación; que sin ti, todo lo que se hace es en vano.
Tu ley, Señor, es justa y paternalmente bondadosa. Tú estás siempre
a nuestro lado con tu fuerza y tu poder abundante para ayudarnos.
La vida en la tierra es una guerra, pero tú ayudas al ser humano
a conquistar lo que necesita. Tú sostienes al débil y lo coronas
con la victoria.
Papa León XIII.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria y
Oración por la paz de nuestro país, como el primer día.

 

SEXTO DÍA

Señor,
hazme un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo armonía,
donde hay error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo la luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oh, Señor, que no me empeñe tanto
en ser consolado como en consolar,
en ser comprendido, como en comprender,
en ser amado, como en amar;
porque dando se recibe, olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
muriendo se resucita a la vida .
Amén.
San Francisco de Asís.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria y
Oración por la paz de nuestro país, como el primer día.

 

SÉPTIMO DÍA

Te suplicamos Oh Señor, Dios Nuestro; que pongas la Paz
del Cielo en los corazones de los hombres, para que puedas unir
a las naciones en una alianza inquebrantable, en el honor
de tu Santo Nombre. Purifícanos con la limpieza de tu Verdad
y guía nuestros pasos en santidad interior. Danos concordia y paz
a nosotros y a todos los seres vivos de la tierra,
como la distes a nuestros padres cuando te suplicaron,
con fe verdadera, dispuestos a obedecer al Santísimo
y Todopoderoso. Concede a los que nos gobiernan y nos conducen
en la tierra, un recto uso de la soberanía que les has otorgado.
Señor, haz sus criterios conformes a lo que es bueno
y agradable a ti, para que, utilizando con reverencia, paz y bondad
el poder que les has concedido, puedan encontrar favor
ante tus ojos. Sólo tú puedes hacerlo, esto y mucho más que esto.
Gloria a ti! Ahora y Siempre.
San Clemente de Roma.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria y
Oración por la paz de nuestro país, como el primer día.

 

OCTAVO DÍA

Señor, Dios nuestro, tú nos has elegido paras ser tus santos
y tus predilectos. Revístenos de sentimientos de misericordia
de bondad, de humildad, de dulzura, de paciencia. Ayúdanos
a comprendernos mutuamente cuando tenemos algún motivo
de queja. lo mismo que tú Señor, nos has perdonado.
Sobre todo, danos esa caridad, que es vínculo de perfección.
Que la paz de Cristo brille en nuestros corazones. Esa paz
que debe reinar en la unidad de tu cuerpo místico. Que todo
cuando hagamos en palabras o en obras sea en nombre
del Señor Jesús por quien sean dadas las gracias a ti Dios Padre
y Señor Nuestro Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria y
Oración por la paz de nuestro país, como el primer día.

 

NOVENO DÍA

Señor Jesús, ten piedad de nosotros y concédenos la paz
y la unidad, no permitas que nos soltemos de tus manos y danos
un corazón capaz de amar como tú nos amas. María Madre
auxílianos en estas difíciles horas de la tribulación, sé nuestra fuerza
y consuelo. Cúbrenos con tu manto y que la sangre
de tu bendito Hijo nos proteja de todo mal, Ten piedad, Señor,
de nosotros, los que a ti nos encomendamos, te lo rogamos
por tus méritos y los de tu amorosa Madre. Ten piedad y sé nuestra
roca y baluarte. Señor, no mires nuestras miserias y pecados,
sino la fe de tu Iglesia que clama tu socorro. Madre Santa tú eres
nuestro comandante dirígenos por el camino que al Señor le agrada,
danos, Señora, las armas necesarias para hacer de este mundo
un espacio de amor misericordioso, donde ningún hermano sufra.
Te lo rogamos Señor por la intercesión de María Santísima,
por sus méritos te lo pedimos, a ti que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén
Padre Nuestro, Ave María y Gloria y
Oración por la paz de nuestro país, como el primer día.

Fuente: www.diocesisdesanmiguel.org

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: