Categories
Beatificación Canonización Catolicismo Movil NOTICIAS Noticias 2018 - julio - diciembre Religion e ideologías Reliquias Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos extraordinarios de la Iglesia

El Milagroso Descubrimiento de la Tumba de Santa Ana [la abuela de Jesús]

De acuerdo con una tradición antigua el cuerpo de Santa Ana fue llevado a la Galia.

Por la misma barca que llevó a María Magdalena, Lázaro y sus hermanas. 

En ese momento la Galia era una provincia del imperio romano.

E incluía lo que ahora son los países de Francia y norte de Italia.

Estamos hablando de Ana, la madre de la Virgen María.

santa ana apt

Durante el primer siglo de la era cristiana, estos amigos de nuestro Señor fueron expulsados de Palestina a causa de su fe.
.
Tomaron los restos preciosos de Santa Ana para su custodia llevándolos a la ciudad de Apta Julia.
.
Que en nuestros días es la ciudad de Apt, Francia.
.
En aquellos días de persecución, fue necesario ocultar las reliquias de los mártires y santos. 

En consecuencia, el cuerpo de Santa Ana fue enterrado en una iglesia clandestina o cripta. 

El martirologio de Apt, uno de las más antiguos, menciona este hecho.

En la Pascua el año 792, Carlomagno descubrió las reliquias de Santa Ana con la ayuda de un niño discapacitado sordo, mudo y ciego. 

Es una historia maravillosa.

A continuación se cuenta la historia, conservada en la correspondencia del Papa San León III, en relación con el descubrimiento de las reliquias de Santa Ana, en presencia del emperador Carlomagno.

 

HUYEN A FRANCIA CON EL CUERPO DE SANTA ANA Y ENTRAN EN EL OLVIDO

Fue catorce años después de la muerte de Nuestro Señor.
.
Santa María Magdalena, Santa Marta, San Lázaro, estaban con el resto de un pequeño grupo de cristianos.
.
Iban apilados en una barca sin velas ni remos, empujada hacia el mar para morir.
.
Estaban huyendo de la persecución de los cristianos por los Judíos de Jerusalén.
.
Pero se cuidaron de llevar con ellos el cuerpo de la madre de Nuestra Señora. 

Ellos temían que fuera profanado en la destrucción, la que Jesús les había dicho que iba a venir sobre Jerusalén.

busto de santa ana en catedral de apt

Por el poder de Dios, su barco sobrevivió y, finalmente, derivó hacia las costas de Francia.

Allí la pequeña compañía de  santos enterró el cuerpo de Santa Ana en una cueva, en un lugar llamado Apt, en el sur de Francia.

La iglesia, que fue construida posteriormente sobre el terreno, cayó en decadencia a causa de guerras y persecuciones religiosas.
.
Y con el paso de los siglos, el lugar de la tumba de Santa Ana quedó en el olvido.

El primer obispo de Apta Julia, San Auspicius, que murió antes de 118, había tomado fuertes precauciones para proteger este tesoro sagrado de la profanación y tenía el cuerpo enterrado aún más profundo en la capilla subterránea.

Todo acercamiento a él fue cuidadosamente ocultado hasta que las persecuciones y las invasiones cesaran.

Durante siglos, el país fue invadido varias veces por hordas de bárbaros.

Y era natural que durante estos años agitados el lugar preciso donde San Auspicius había ocultado cuidadosamente su tesoro se perdiera en la oscuridad.

Después de la victoria decisiva de Carlomagno sobre los sarracenos (musulmanes) en el final del siglo octavo, la paz y la seguridad regresaron a la Galia.

Los largos años de paz, que la sabia regla de Carlomagno dio al sur de Francia, permitió a la gente construir una iglesia nueva y magnífica en el sitio de la antigua capilla en Apt.

El trabajo extraordinario y laborioso había logrado un edificio de gran estructura.

Fue entonces que los sacerdotes y obispos de Apta Julia comenzaron a buscar el punto exacto de la cripta donde San Auspicius había escondido el sarcófago de Santa Ana, pero infructuosamente.

santa ana y maria

Cuando el día de la consagración de la Catedral llegó [el domingo de Pascua, 792 dC], la amada de Carlomagno, sin sospechar lo que había para ella, se declaró feliz de verdad de haber viajado muchos kilómetros para estar presente para la ocasión santa.

Durante las solemnidades de Semana Santa, había la presencia de una enorme multitud de nobles, clero y el pueblo.

Sin embargo, había una causa de tristeza en medio de la alegría, a saber, que todos los esfuerzos posibles para encontrar los restos de Santa Ana habían resultado infructuosos.

Un milagro, sin embargo, iba a conducir al descubrimiento de su lugar de descanso.

 

APARECE UN NIÑO CIEGO, SORDO Y MUDO

Entre los jóvenes nobles que acompañaron a sus padres en esta ocasión estaba Juan, un muchacho de catorce años, el hijo del barón de Casanova, sordo, mudo y ciego de nacimiento.

estatua de santa ana

En la parte más solemne de la ceremonia, el niño – por lo general tranquilo e impasible – sorprendió a aquellos que lo conocían.

Porque estaba completamente distraído en su atención acto y quedó de repente tremendamente emocionado. 

Con la cara absorta y vuelta hacia arriba parecía estar escuchando voces desde arriba.

Se levantó de su asiento, caminó por el pasillo de las gradas del altar, y para consternación de toda la iglesia, golpeó con su palo una u otra vez en un escalón del altar mayor.

Su familia avergonzada trató de llevarlo, pero él no se movía.

Él continuó golpeando frenéticamente el escalón, en un esfuerzo con sus pobres sentidos tratando de impartir un conocimiento irremediablemente sellado dentro de él.

Su persistencia causó considerables perturbaciones en medio de los ritos solemnes, pero ni el clero ni los guardias reales podían calmar o frenar al joven.

Los ojos de la gente se volvieron hacia el Emperador, y él, al parecer inspirado por Dios, tomó el asunto en sus propias manos.

Llamó a los obreros para eliminar los escalones.

cripta donde estaban los restos de santa ana en apt

 

REAPARECE LA TUMBA

Después de la misa, él ordenó que se hiciera la excavación deseada por el niño.

Se eliminaron los escalones del altar y apareció una puerta cerrada con enormes piedras.

Un pasaje subterráneo fue revelado directamente por debajo del lugar en que el niño había indicado.

El muchacho ciego saltó al pasaje como si sus ojos se hubieran abierto de repente, seguido por el emperador, los sacerdotes y los obreros.

Se abrieron paso con la tenue luz de las velas, y cuando avanzaron se encontraron con un muro que bloqueaba el avance.

El muchacho afirmó que este también debía ser eliminado.

Cuando cayó el muro, quedó a la vista todavía otro pasillo largo y oscuro.

Al final de este, los buscadores encontraron una cripta.
.
En la que, para su profunda admiración, había una lámpara de vigilia, encendida en un hueco de las paredes, que emitía un resplandor celestial.

Cuando Carlomagno, su afligido pequeño guía y sus compañeros, estuvieron ante la lámpara, su luz se apagó.
.
Y en el mismo momento, el niño, ciego, sordo y mudo de nacimiento, sintió que la vista, el oído y el habla inundaba sus jóvenes ojos, sus oídos, y su lengua.

Esta era la antigua cripta en la que San Auspicius había acostumbrado  celebrar los santos misterios y alimentar a su rebaño con el Pan de la Vida.

Su tamaño y adornos recuerdan a las catacumbas romanas.

Interior de la catedral de santa ana en apt

 

LA RECONOCEN COMO LA TUMBA DE SANTA ANA

“El cuerpo de Santa Ana, la madre de la Virgen María, Madre de Dios, está descansando allá”, fueron las primeras palabras del niño. “¡Es ella! ¡Es ella!”, exclamó.

El emperador, sin saber a qué se refería, sin embargo, repitió las palabras de él.

La llamada fue escuchada por la multitud en la iglesia de arriba, y las personas cayeron de rodillas, ante la presencia de algo celestial y santo.

La cripta, por fin se abrió y una fragancia dulce como la de bálsamo oriental llenó el aire.
.
Un ataúd de madera de ciprés fue descubierto conteniendo el cuerpo de Santa Ana envuelto con pliegues de tela preciosa. 

En el ataúd estaba la inscripción:
.
“Aquí yace el cuerpo de la Santísima Ana, la madre de la Virgen María”.
.
Y se encontró un cuerpo dentro de él. 

Catedral de apt fondo

Carlomagno, muy abrumado, veneró con profunda gratitud las reliquias de la madre de la Reina del Cielo.

Permaneció mucho tiempo en oración.

Los sacerdotes y el pueblo, impresionados por las gracias recibidas en tal abundancia, y por la elección de su territorio para tal manifestación celestial, hablaron durante tres días y luego en voz baja.

El emperador pidió un informe exacto y detallado de la búsqueda milagrosa elaborado por un notario y se envió al Papa San León III, con una carta propia.

Estos documentos y la respuesta del Papa se conservan hasta nuestros días.
.
Muchas bulas papales han dado testimonio, una y otra vez, de la autenticidad de las reliquias de Santa Ana en Apt.

 

LUEGO DEL DESCUBRIMIENTO

El descubrimiento milagroso de inmediato hizo a la Catedral de Apt el centro de atracción para los peregrinos cristianos de todas partes de la Galia.

En las guerras que siguieron al reinado de Carlomagno hasta nuestros tiempos, el clero y el pueblo de Apt han mirado con amor el tesoro sagrado que es la gloria de su ciudad.

santa ana y la niña maria

Grandes personajes, sacerdotes y reyes, religiosos y laicos oraron en la cripta.

El papa Urbano II predicó allí sobre la Primera Cruzada, y el Papa Urbano V fue a rezar ante la tumba; el Cardenal Pedro de Luxemburgo, después beatificado; soberanos de Nápoles, el rey de Chipre, Guy de Lusignan…

Pero la más famosa peregrinación fue hecha por la Reina Ana de Austria, en reconocimiento a su santa patrona, después del nacimiento del futuro Luis XIV.

Estéril, la reina de Francia previamente había enviado una delegación solemne al santuario de Apt con la esperanza de conseguir un hijo.

Su voto fue escuchado, y fue en peregrinación, acompañada de una gran comitiva. Llegó a la ciudad en 17 de marzo 1660.

La reina Ana venera las reliquias sagradas, establece una base anual de seis misas y concedió una suma de 8.000 libras para construir una capilla para recibir las reliquias.

También regaló a la iglesia una estatua de la santa, de oro macizo, un águila de metal adornada con piedras preciosas y una corona adornada con rubíes y perlas.

santa ana con maria

Las principales ciudades de la Galia se apresuraron a solicitar a la iglesia partes del cuerpo santificado y tan milagrosamente descubierto.

Fragmentos fueron a varios lugares a través del favor de los soberanos o grandes prelados, pero la mayor parte del cuerpo sagrado de Santa Ana aún reposa en Apt.

Un breve del Papa Clemente VII, de 30 de octubre de 1533 concede indulgencias a los peregrinos.

Y recomienda a los fieles  reparar la iglesia “donde descansan los cuerpos de varios santos, y en especial el de Santa Ana, la madre de la gloriosa Virgen María”.

El cuerpo se mantuvo durante cinco siglos después de su descubrimiento en la cripta inferior de la iglesia.

Las reliquias se llevaron a 21 de abril de 1392 a una capilla construida en el coro.

Permanecieron allí hasta 28 de julio 1664, cuando el cuerpo de Santa Ana fue trasladado con gran pompa a la capilla real construida por Ana de Austria.

Curas maravillosas obtenidas por la intercesión Santa Ana se registran en varios actos pontificios.

Los cronistas, entre ellos el historiador Legrand, citan milagros realizados a diario.

Gracias especiales obtenidas por una madre a su hijo enfermo, por un trabajador en un accidente, favores otorgados a una familia, a la tripulación de un nave o incluso a una ciudad entera.

Santa Ana es la patrona de los navegadores provenzales con Nuestra Señora de la Guardia.

Los viajeros que visitan la venerable catedral de San Auspicius encontrarán montones de ex votos.

Testimonios indiscutibles de once siglos de prodigios por la intercesión de la abuela de Jesucristo.

Estos exvotos siguen aumentando en número porque la devoción a Santa Ana es muy grande.

No sólo viajeros van a visitar el humilde santuario, sino gran cantidad de peregrinos acuden confiados en su poder cada 26 de julio para implorar la madre de la Virgen María.

Fuentes:

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
07 Julio ADVOCACIONES Y APARICIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Movil

Fiesta de Joaquín y Ana, los Prodigios de los Abuelos de Jesús (26 jul)

La tradición considera que Joaquín y Ana son los nombres de los padres de María, la Madre de Dios.

Sin embargo no tenemos evidencias históricas precisas de cualquier elemento de su vida, incluyendo sus nombres.

Alguna historia sobre el padre y la madre de María nos llegan a nosotros a través de la leyenda y de evangelios apócrifos.

maria con san joaquin y santa ana

Según la tradición, Santa Ana nació en Belén, y se casó con Joaquín de Nazaret, ambos descendientes de David.
.
Junto con su marido, Ana crió a María para ser un dechado de virtudes y la confió al templo cuando niña.
.
Parece que Ana murió a una edad avanzada.

Leer también la Genealogía de San Joaquín aquí

 

EL NACIMIENTO DE MARÍA

La misma tradición nos habla de Joaquín, ganadero rico cuyo matrimonio con Ana no produjo descendencia hasta tarde.

Esto era considerado como una falta de bendición celestial.

Cuando en una fiesta Joaquín se presentó para ofrecer sacrificio en el Templo, fue rechazado por un tal Ruben, bajo el pretexto de que hombres sin descendencia no eran dignos de ser admitidos.

maria santa ana san joaquin

Recordando al hijo concedida a Abraham tarde en la vida, Joaquín resolvió ir al desierto y ayunó durante cuarenta días.
.
Un ángel se le apareció y le dijo del nacimiento de su hija, y que fuera a reunirse con su esposa en Jerusalén.

También las oraciones de Ana fueron escuchadas; un ángel visitó a Ana:
.
“Ana, el Señor ha mirado tus lágrimas; concebirás y darás a luz y el fruto de tu vientre será bendecido por todo el mundo”
.

Según una tradición antigua, los padres de la Santísima Virgen, siendo Galileos, se mudaron a Jerusalén.

Allí, según la misma tradición, nació y se crió la Virgen Santísima.

Allí también murieron estos venerables santos.

Una iglesia, conocida en diferentes épocas como Santa María, Santa María ubi nata est, Santa María en Probatica, Santa Probatica y Santa Ana, fue construida en el siglo IV, posiblemente por Santa Elena (madre del emperador Constantino), sobre el lugar de la casa de San Joaquín y Ana.

Sus tumbas fueron honradas hasta el final del siglo IX, cuando los invasores musulmanes la convirtieron en una escuela.

La cripta, que originalmente contenía las santas tumbas, fue descubierta el 18 de marzo de 1889.

Santa Ana y María

 

EL CULTO A SANTA ANA Y SAN JOAQUÍN

El culto a Santa Ana se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente.

Se dice que las reliquias atribuidas a Santa Ana fueron traídas de la Tierra Santa a Constantinopla en el 710.

Allí estaban en la iglesia de Santa Sofía en 1333.

La tradición de la Iglesia de Apt, en el sur de Francia dice que el cuerpo de Santa Ana fue llevado a Apt por San Lázaro, el amigo de Jesucristo.

Fue escondido por San Auspicio (+398) y vuelto a encontrar durante el reino de Carlomagno.

La cabeza de Santa Ana se mantuvo en Mainz hasta el 1510, cuando fue robada y llevada a Düren, Alemania.

Lamentablemente, no hay sólidos fundamentos para asegurar la autenticidad de estas reliquias.

Su imagen milagrosa es venerada en Notre Dame D’Auray, en la diócesis de Vannes.

También en Canadá, donde es la principal patrona de la provincia de Quebec, el santuario de Santa Ana de Beaupré es bien conocido.

Santa Ana es patrona de las mujeres en parto.
.
También es patrona de los mineros, Cristo siendo el oro y María la plata.

San Joaquín era venerado por los griegos desde muy temprano.

En el Occidente su fiesta fue admitida al calendario mas tarde, algunas veces el 16 de septiembre, otras el 9 de diciembre.

Julius II la puso en el 20 de marzo; mas tarde suprimida fue restaurada por Gregorio XV (1622).

Clemente XII (1738) la fijó en el Domingo después de la Asunción.

Con la reforma del calendario después del Concilio Vaticano II, San Joaquín se celebra junto con su esposa, Santa Ana, el 26 de Julio.
.
Ellos son los patrones de los abuelos.

san joaquin y maria fondo

 

VISIONES DE ANA CATALINA EMMERICH Y MARÍA DE JESÚS DE AGREDA SOBRE JOAQUÍN Y ANA

Joaquín y Ana vivían junto a Eliud, el padre de Ana.
.
Reinaba en su casa la estricta vida y costumbres de los Esenios.
.
Eran muy piadosos, reservados, caritativos, sencillos y rectos.

Cuando se encontraban juntos se sentaban en el suelo sobre tapetes, en rueda, y hablaban mucho de Dios con grandes esperanzas.

La casa estaba situada en una colina entre el valle de Nazareth y el de Zabulón.

Como la casa era amplia, vivían y dormían en pequeñas habitaciones separadas, donde era posible verlos a menudo en oración, cada uno por su lado, con gran devoción y fervor.

Ana, tenía la firme convicción interior que ella pertenecía a la familia dentro de la cual debía encarnarse el Redentor.

Joaquín, a pesar de ser pequeño y delgado, era de constitución robusta. Ana tampoco era grande y su complexión, delicada”.

Joaquín (ó Helí) y Ana eran los señores padres de la Virgen María, Abuelos de Jesús Nazaret y suegros de José de Nazaret, cuyo padre se llamaba Jacob y era el tercero entre seis hermanos.

Matat, fue el padre de Joaquín, abuelo de María y bisabuelo de Jesús de Nazareth.

El Abuelo de Ana se llamaba Estolano (Garesha o Sarziri).

Fue el Bisabuelo de María de Nazareth y el Tatarabuelo de Jesús de Nazareth.

La Abuela de Ana era de Mara, y se llamaba Emorún (La Esposa Excelsa de Estolano).

Fue la bisabuela de María de Nazareth y Tatarabuela de Jesús de Nazareth.

Ismeria fué la segunda hija de Estolano y Emorún.

Ismeria se casó con Eliud, de la tribu de Leví, de condición noble y vivían en Séforis.

Ismeria e Eliud vieron a un ángel que escribía en la pared la letra “M” (¿María?).
.
Por espacio de dieciocho años después de que nació su hija Sobe no pudieron tener más hijos, hasta que tuvieron a Ana.

Osea, los padres de Ana se llamaban: Ismeria e Eliud.

Abuelos de María Santísima y Bisabuelos de Jesús. Sobe era la hermana mayor de Ana y Tía de la Virgen María.

San Joaquín fue siempre varón justo y santo, ilustrado con especial gracia y luz de lo alto.

Tenía inteligencia de muchos misterios de las Escrituras y profetas antiguos y con oración continua y fervorosa pedía a Dios el cumplimiento de sus promesas, y su fe y caridad penetraban los cielos.

Era varón humildísimo y puro, de costumbres santas y suma sinceridad, pero de gran peso y severidad y de incomparable compostura y honestidad.

La felicísima Ana tenía casa en Belén, y era doncella castísima, humilde y hermosa y, desde su niñez, santa, compuesta y llena de virtudes.

Tuvo también grandes y continuas ilustraciones del Altísimo y siempre ocupaba su interior con altísima contemplación, siendo juntamente muy oficiosa y trabajadora, con que llegó a la plenitud de la perfección de las vidas activa y contemplativa.

Tenía noticia infusa de las Escrituras divinas.

vitral maria san joaquin santa ana

La aparición del ángel a Joaquín le mandó llevar las ofrendas al templo y le prometió que sería escuchada su oración.

A pesar de que le dijo que fuera después a la puerta dorada en el templo. Joaquín sentíase temeroso de ir.

Pero el ángel le dijo que los sacerdotes ya tenían aviso de su visita.

Esto sucedía en tiempo de la fiesta de los tabernáculos.

Al cuarto día de fiesta dirigióse a Jerusalén.

Luego vi que dos sacerdotes llevaron a Joaquín a través de las cámaras laterales, hasta el Sancta Sanctorum, ante el altar del incienso.

Joaquín quedó solo delante del altar del incienso, porque los sacerdotes se alejaron.

Ví a Joaquín hincado de rodillas, con los brazos levantados, mientras se consumía el incienso.

Permaneció encerrado en el templo toda la noche, rezando con gran devoción.

El ángel habló entonces:

“Ana tendrá una Niña Inmaculada y de ella saldrá la salud del mundo.
.
Lo que tendrá Ana no será de Joaquín sino que por medio de él, será un fruto de Dios y la culminación de la bendición dada a Abrahán”.

He visto que cuando se abrazaban Joaquín y Ana (en el Templo de Jerusalén), estaban en éxtasis.

Estaban rodeados de numerosos ángeles, que flotaban sobre ellos, sosteniendo una torre luminosa y recordando la torre de marfil, la torre de David y otros títulos de las letanías lauretanas (Espejo de Justicia, Trono de Sabiduría, Vaso Espiritual, Vaso de Honor, Vaso insigne de devoción, Rosa Mística, Casa de Oro, Arca de la Alianza, Puerta del Cielo, Estrella de la Mañana, etc.).

Desapareció la Torre entre Joaquín y Ana: ambos estaban llenos de gloria y resplandor.

Al mismo tiempo, el cielo se abrió sobre ellos y vi la alegría de los ángeles y de la Santísima Trinidad y la relación de todo esto con la concepción de María Santísima.

Cuando se abrazaron, rodeados por el resplandor, entendí que era la ‘concepción de María’ en ese instante.
.
Y que María fué concebida como hubiera sido la concepción de todos sin el pecado original.

Comprendí, al mismo tiempo, cómo la pureza, la castidad, la reserva de los padres y su lucha contra el vicio impuro tiene incalculable influencia sobre la santidad de los hijos engendrados.

En general, siempre vi en la incontinencia y en el exceso, la raíz del desorden y del pecado.

Vi también que mucha gente se congratulaba con Joaquín por haber sido recibida su ofrenda en el Templo.

Después de cuatro meses y medio, menos tres días, de haber concebido Ana bajo la puerta dorada, he visto formarse el alma de María por la Santísima Trinidad.

Vi cómo Dios mostraba a los ángeles la belleza de esa alma y como ellos sintieron por ello inexplicable alegría.
.
Después vi reunirse esta alma con el cuerpo de María en el seno de Ana.
.
Ana estaba tendida en su lecho.
.
Vi un resplandor sobre ella y un rayo de luz descender hacia la parte media de su costado.

Ana, rodeada de luz, transfigurada, como si estuviera fuera de sí; vió en el resplandor una luminosa Virgen, como en un tabernáculo, de donde salía toda la salud para la humanidad.

He visto también, en ese momento, como María se movió por primera vez dentro del seno materno.

Ana se levantó al punto y le comunicó todo a Joaquín.

Fuentes:

 

Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA REFLEXIONES Y DOCTRINA Usos, Costumbres, Historia

Genealogía de San Joaquín padre de María

Su patria, Templo que se conserva sobre la casa del santo patriarca. -Su vida, Su casamiento con Ana. -Ana, sus padres, su patria. -Penas y dolor del santo por su esterilidad.- Anuncia el ángel a los esposos el nacimiento de una hija.

Aún cuando San Joaquín, el dichoso padre de María, fue un noble varón, santísimo y de una muy esclarecida estirpe, aun cuando pertenezca a los padres la gloria adquirida por los hijos bajo cualesquier concepto, puesto que en ellos se refleja la educación y nobles sentimientos comunicados por aquéllos, con todas estas condiciones y cualidades, son muy pocas las noticias y antecedentes que bajo el punto de vista de la autenticidad se conservan. De sus virtudes y de su clarísima vida en medio de su relativa oscuridad por vivir en esa feliz medianía de que tanto nos habla y ensalza Fray Luis de León, son escasas las referencias que de aquélla se conservan.

En las Santas Escrituras no se hace mención de él ni se le nombra, silencio que si fuéramos a examinar a la luz de la ciencia teológica, no dejaríamos de hallar grandes misterios y de una muy convincente razón, y esta es como dice Catesino en sus escritos, porque habiéndose celebrado en la Santísima Virgen el sagrado misterio de Madre de Dios, el nombre de sus padres no fue necesario consignarlo para que de esta suerte se entendiese, que la excelsitud y grandeza de María era por su Hijo, y no por la obra de los hombres, sino que lo fue por su concepción sin pecado original; pues aun cuando los padres de María fueron nobilísimos de estirpe y muy santos de condición, no por ello estuvieron exentos del pecado original como humanos, y aun cuando brillaron por sus condiciones de religiosidad y virtudes, quedaban incursos en la ley general del linaje humano; condición que no comunicaron a su purísima hija, nacida y concebida sin mancha como Madre que había de ser del Hijo de Dios.

Mas a pesar de este silencio, son muchos los autores y especialmente antiguos, los que se han ocupado de San Joaquín, y nos expresan, aun cuando muy lacónicamente y gran sobriedad en estilo y detalles, las grandes virtudes y méritos relevantes que tuvo este gran Patriarca y Santo dichoso como padre de la Inmaculada, y acerca de lo que aquéllos dicen escogeremos las más interesantes noticias referentes a la vida del Patriarca esposo de Santa Ana.

Así es que, aun cuando poco podamos extendernos en las vidas del padre y de la madre de María Santísima, todavía reduciremos estos apuntes a lo necesario para dar a conocer la familia de ambos esposos; costumbres y vida de aquel matrimonio de tan refulgente nombre y cuya memoria se había de perpetuar por la inefable dicha de ser los elegidos por el Señor para dar la humana existencia a la pura doncella que había de ser Madre de Jesús, y de la de ser visitados por la voluntad del Señor que escuchó sus oraciones, como escucha siempre al que con fe y esperanza pide su amparo y protección.

Joaquín era natural de Sephoris, hoy Seffurich, antigua ciudad situada a seis kilómetros de Nazareth, y en la cual tenía propiedades. Todavía hoy los pocos peregrinos en quienes no falta el valor para atreverse a llegar a esta miserable aldea, de la que nunca salen los viajeros sin ser insultados por los fanáticos musulmanes, visitan las ruinas de la iglesia que se levantó sobre la casa en que nació San Joaquín y vivió luego el matrimonio durante algunos años.

Este antiguo templo estaba orientado de Oeste a Este, constando de tres naves y cerrado por otros tantos ábsides, de los que permanecen dos todavía en pie. Por su construcción puede formarse idea de lo que fue el templo en grandiosidad y belleza. Las columnas que separaban las naves son monolíticas, de granito ceniciento, con capiteles corintios, estas columnas debieron pertenecer a la primitiva basílica, que fue reconstruida en la época latina.

El terreno es hoy propiedad de los padres de Tierra Santa y una vez al año celebran en él, el Santo Sacrificio. Del coro, del que aún hoy se conserva parte, hay necesidad para llegar a él de atravesar las ruinas y tabucos de paredones, de casucas árabes que han construido apoyadas entre columnas, convirtiendo en aduar inmundo el santo templo; éste es el único recuerdo que se conserva de la casa de los padres de María Santísima, del templo de Joaquín.

Fue de linaje real y el más ilustre de toda Judea, porque era de la tribu de Judá y descendía por línea recta del rey David. Su padre se llamó Mathat y su madre llevaba el de Esthat, la cual descendía igualmente de la sangre real del ya dicho monarca, de suerte que por línea paterna y materna era nobilísimo y descendiente por tanto de los dos hijos del rey David, Natham y Salomón, y de gran número de reyes e ilustres capitanes.

Dícese que desde niño se hizo notar por sus castísimas y santas costumbres, tanto que mucho antes de que naciese reveló Dios su nombre y nacimiento a los sabios de la ley, diciéndoles cómo se llamaría y cuándo nacería, y cuál sería el nombre de Joaquín padre de la que había de ser Madre del Mesías; así lo refiere el P. Canisio, de los antiguos rabinos.

El nombre de Joaquín encierra en sí un muy grande significado, para el que había de ser padre de María, que había de concebir y parir al Redentor del mundo; significa tanto como «Preparación del Señor»; y como expresa San Epifanio, por él se preparó el templo al Señor del mundo, que fue la Santísima Virgen María su hija.

Gozaba de una mediana posición, herencia de sus padres: ya hombre contrajo matrimonio con una doncella tan honesta como virtuosa joven, natural de Belén, de cuya noble ascendencia luego hablaremos. Sus caracteres eran muy bondadosos y semejantes en virtud y santidad, de suerte que esta igualdad de genio hacía de su vida tranquila y sosegada una verdadera morada de paz y bienandanza, en que sólo amargaba su existencia la falta de hijos, causa que era muy mal mirada entre los hebreos, que consideraban la esterilidad como un castigo o maldición del cielo. Esta carencia de hijos, era lo único que amargaba aquella existencia tranquila y sosegada, viviendo Joaquín entregado a las labores de sus heredades y cuidado de su hacienda, y Ana a los de la casa.

De las rentas y productos de aquéllas, dicen los historiadores que hacía tres partes, destinando una al culto del Templo, otra para limosnas y la tercera para el mantenimiento de su casa, cuyas necesidades en medio de su vida modesta y sin alardes, bastaba para cubrir cuanto pudiera necesitar tan corta y sobria familia.

Entregábase mucho a la oración el santo matrimonio y acompañábanse en las oraciones con ayunos, y actos de caridad que constituían las ocupaciones de la familia modelo de matrimonios santos y virtuosos.

De esta suerte vivieron muchos años llegando a la vejez sin haber tenido hijos, por más que Ana implorase esa gracia del Señor para librarse del oprobio e insultos de las demás mujeres que la denostaban por estéril. Esto constituía para la pobre Ana una grande humillación y a pecados de los padres el no tener descendencia y de aquí el que considerábase como maldito al que no dejaba descendencia, como hemos dicho.

Aquel santo matrimonio hizo muchas promesas y ofrecimientos al Señor a fin de que les concediera Dios fruto de bendición que les libertara de aquel oprobio. Entregáronse a actos de devoción y oraban derramando muchas lágrimas para que el Señor escuchase sus plegarias; aún más, ofrecieron al Señor en voto dedicar al Templo el fruto que les concediese si escuchaba y atendía sus plegarias y las recibía como justas en la demanda.

Acerca de la esterilidad de Ana dice San Juan Damasceno, que convenía aquélla, pues que lo que había de ser nuevo bajo el sol y el principal de todos los milagros, se dispusiese así el camino por lo milagroso del nacimiento. Sucedió que una de las veces en las festividades del Templo fue más notada la presencia del estéril matrimonio en la solemnidad de las Encenias a la que concurría mayor número del pueblo israelita, los insultos fueron mayores que otras veces, sufriéndolos con santa resignación Ana y el prudente marido.

Doloridos tornaron a suplicar al Señor con mayor fervor e instancia, y para conseguirlo, se separaron momentáneamente los esposos, retirándose. Joaquín a una montaña en que tenía su majada y Ana a un huerto de su propiedad.

No pidieron en vano al Señor, como escucha siempre a todo aquel que con fe y arrepentimiento de sus culpas le invoca, y oyendo la súplica y plegarias de Joaquín y de Ana y después de cuarenta días de preparación del espíritu, recibieron el consuelo del Señor por medio de un ángel que les profetizó que Ana concebiría una doncella santísima que escogida por el Señor, había de ser Madre suya y parir al Mesías, tan deseado y esperado por el pueblo. Al mismo tiempo que Joaquín, tuvo la santa esposa, la bienaventurada Ana, igual revelación.

Tornó Joaquín a su casa y confió a Ana su revelación, que confirmó aquélla por haber tenido por otro ángel igual promesa hecha por el Señor. Agradecidos ambos santos esposos, dieron gracias a Dios por la merced que les había prometido, lleno su ánimo de gozo y llenos de agradecimiento y consolados en su aflicción por las promesas del Señor que había escuchado sus ruegos, quedaron tranquilos y confiados.

No es fácil ni posible explicar lo que pasarla en el corazón de Joaquín y Ana con la promesa de ser padres de la que había de dar el ser al Mesías prometido.

Esto es cuanto a la vida del Santo Patriarca padre de María, sabemos; respecto de los demás actos de la vida del venerable Joaquín los iremos relatando juntamente con la vida de María por la unión íntima en que siguen los hechos de la vida de padres e hija.

San Juan Damasceno dice hablando de los que habían de ser los padres de María: «¡Oh, bienaventurada junta, Joaquín y Ana, a los cuales está obligada toda criatura, porque por vosotros ofreció el Criador aquel don que se aventaja a todos los demás del mundo, esto es, a su castísima Madre, la cual sólo fue digna de su Criador!», y añade más adelante: «¡Oh, bienaventurado par, Joaquín y Ana! Bien os dais a conocer que sois inmaculados por el fruto de vuestro vientre, porque como dijo una vez el Señor: De sus frutos los conoceréis: hicisteis una vida agradable a Dios, y como era digno hiciesen los padres de tal hija, como nació de vosotros. Cumplisteis vuestro oficio casta y santamente y produjisteis el tesoro de la virginidad».

Así el ilustre escritor expresa su sentir respecto de los padres de María Santísima y concluye más adelante con estas hermosas palabras:
«Aquel varón divino, Joaquín, y su mujer Ana, alcanzaron el fruto de la oración, porque por oraciones alcanzaron tener por hija a la Madre de Dios».

Nos hemos ocupado de la vida del Santo Patriarca, de su nacimiento, padres y de sus hechos hasta su matrimonio con Ana y de los sufrimientos de estos ejemplares esposos por la carencia de familia que perpetuara su nombre, causa de los ultrajes que recibían por aquella infecundidad tan mal mirada entre los judíos, y réstanos decir algunas palabras acerca de Ana, su esposa, que tuvo la dicha de ser madre de la más pura de las mujeres.

Belén fue la patria de Santa Ana, y tuvo por padres a Estolano y por otro nombre Gaziro, y su madre llamóse Emerencia. Descendía también de la casa real de David, contrajo matrimonio con Joaquín y la vida de esta santa señora corre unida con la de su esposo. De los hechos de su vida poco podríamos decir fuera de su gran virtud, de sus castísimas costumbres y espíritu de caridad que la animaba y cuyo deseo de bien y bondad para con los pobres tanto la secundaba su virtuoso esposo.

De las aflicciones e insultos que sufría el matrimonio por causa de su infecundidad no hemos de repetir lo dicho al hablar de su santo esposo, y no repetiremos lo consignado respecto de sus oraciones, plegarias y súplicas al Señor para que les concediese un hijo, si así era su voluntad, y que el Señor colmó a manos llenas sus virtudes, oraciones y confianza en la voluntad de Dios dándoles la dicha inefable, la gran recompensa de ser padres de la que había de ser Madre de Dios, pura y sin mancilla, Reina de los Ángeles y Madre y amparo de los afligidos.

Acerca de la santa abuela de Jesucristo, según la carne, escribieron San Epifanio, San Juan Damasceno y también había de ella San Jerónimo en su epístola 101, de la cual tomamos las notas del nacimiento de Nuestra Señora: también el Martirologio Romano hace mención de Santa Ana, y Gregorio XIII en 1584, doce de su pontificado, en 1.º de mayo dispuso que la Iglesia Católica celebrase la festividad de Santa Ana a los 26 de julio.

Por la oración constante, por su devoción de espíritu y confianza en las bondades y justicia de Dios, consiguieron la inapreciable dicha a que como fruto de su fe y oraciones los hizo acreedores ante la bondad de Dios, de la gran merced de ser padres de la que había de quebrantar la cabeza de la serpiente y ser la corredentora del mundo. Hízoles Dios la mayor y más grande de las mercedes, y la fe y constancia en aquel santo matrimonio removió los montes, como dice el Evangelio, concediéndoles el premio de sus virtudes, llenándoles de gracia, con la gracia de ser los padres de la que había de ser Madre de todas las gracias y perfecciones.

San Juan Damasceno, San Epifanio y San Gregorio Niseno, atribuyen y con razón, como fruto de las oraciones de Joaquín y Ana, el inapreciable tesoro con que Dios les colmó de dicha por el nacimiento de la pura e inmaculada María, libre del pecado original, perfección de todas las perfecciones y espejo de justicia.

Fueron Joaquín y Ana los casados más santos, dice el Padre Ribadeneyra, que hasta allí hubo en el mundo, y su matrimonio fue en el que más se había agradado a Dios, y así dijo un ángel a Santa Brígida: «Como Dios hubiese visto todos cuantos matrimonios consumados, santos y honestos ha habido desde la creación del mundo hasta el último que se hiciere al fin de él: ninguno vio semejante al de San Joaquín y Santa Ana, en tanta caridad divina y honestidad; y así plugo que se engendrase el cuerpo de su castísima Madre de este santo matrimonio». Concedióles el Señor por sus virtudes esta inapreciable dicha y por ellas vemos a cuánto alcanza el poder de la oración y honestas costumbres ante la mirada de Dios, y cómo recompensa a quienes con la fe y el ejemplo proclaman su grandeza y consiguen de Él cuanto nuestros deseos apoyados en la fe desean su apoyo y protección en nuestros dolores y quebrantos terrenales con los que se purifica nuestra alma para hacernos dignos de su grande misericordia. Consoladoras palabras con las que el P. Ribadeneyra estimula y fomenta la fe y la confianza en la oración para conseguir nuestros deseos, cuando con el sufrimiento y la purificación se aquilatan nuestros ruegos y se eleva nuestro espíritu.

Fuente: Vida de la Virgen María – Joaquin Casañ – Capítulo II


Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: