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Arremete contra los políticos y la globalización.

 

La política en Latinoamérica se ha convertido en una «industria» donde lo principal es el lucro personal de la clase dirigente y no la búsqueda del bien común, dijo el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Madariaga, que es el elegido por el Papa Francisco para presidir el Consejo de Cardenales que busca ayudarle en el gobierno de la Iglesia y reformar la Curia Romana, el C8.

 

Rodriguez-Madariaga

 

Denunció la «fatiga democrática» que padece América Latina, donde la ciudadanía está «cansada» de ir a votar para «luego no conseguir resultados». Y que la globalización es una máscara para un monopolio escondido.

En un encuentro con periodistas en Berlín, Rodríguez Madariaga, salesiano y presidente de Cáritas Internacional, consideró que la política en Latinoamérica se ha convertido en una «industria» donde lo principal es el lucro personal de la clase dirigente y no la búsqueda del bien común.

Esta situación ha generado «una corrupción que es increíble», acompañada de una gran «impunidad» y ha ahondado la «desigualdad» que fractura al subcontinente, «uno de los mayores problemas» de Latinoamérica.

«Esto lleva a la tentación de otro tipo de liderazgo», argumentó Rodríguez Madariaga y puso como ejemplo a Venezuela, un sistema que también «es un gran fracaso» ya que, a su juicio, es tan sólo «la misma corrupción con otra cara».

«¿Cuándo vendrá la Primavera Latinoamericana?», se preguntó el cardenal hondureño haciendo un paralelismo con lo sucedido en las revoluciones que arrancaron en 2011 en el mundo árabe.

En su opinión, las protestas masivas del año pasado en Brasil no suponen el arranque de esa «Primavera Latinoamericana», ya que «tras la violencia» no ha surgido nada.

Rodríguez Madariaga señaló asimismo que los Objetivos de Desarrollo del Milenio, las ocho áreas -pobreza, salud, educación y género, entre ellas- con las que la comunidad internacional se comprometió a introducir mejoras sustanciales entre 2000 y 2015 «no se han conseguido».

«No se ha logrado reducir la pobreza a la mitad ni que la educación llegue a todo el mundo», zanjó el salesiano.

El cardenal apuntó a este respecto que «es bonito fijar objetivos», pero después los gobiernos no se han implicado.

«Se habla muy poco en América Latina de los objetivos del milenio. Los gobiernos no lo hacen porque sería una fuente de frustración», añadió.

A su juicio, la solución pasa por un «cambio del modelo de desarrollo», ya que la «globalización ha sido un fracaso», no ha servido para mejorar la vida de los millones de personas que viven en la pobreza.

«La globalización ha sido un fracaso. Lo único que se ha globalizado es el mercado. La globalización es una máscara para un monopolio escondido», indicó Rodríguez Madariaga, que considera que el sector bancario global y los medios de comunicación están «en muy pocas manos».

Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos

 

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