Los exorcismos están de moda para la cultura secular.

Las películas y series de TV están hablando de exorcismos.

Y también de estados alterados de conciencia para comunicarse con poderes sobrenaturales.

Pero lamentablemente no unen ambas cosas y por eso la infestación se expande.

Por eso es necesario que los laicos sepan cada vez más de estos fenómenos para prevenirse y ayudar a otros.

El camino ordinario del maligno es la tentación y la incitación al pecado.
.
Y si el cristiano no toma medidas, abre la puerta a muchas otras acciones del diablo como las obsesiones y las infestaciones diabólicas
, llegando a la opresión y a la posesión.

   

QUE ESTÁ SUCEDIENDO?

Todas las religiones tienen procedimientos para tratar las posesiones provocadas por el demonio.

Pero el catolicismo tiene un ritual aprobado, testeado e impreso con oraciones específicas y demás procedimientos para actuar en caso de posesión.

En otras religiones puede haber líneas generales, pero se depende mucho más de la improvisación que haga en el momento el sacerdote y de su experiencia.

Mientras que la tradición de los evangélicos es lo que los católicos llaman grupos de oración de liberación.

Que son grupos que invocan la gracia de Dios para solucionar un evento específico en la guerra espiritual.

Desde quienes usan los procedimientos más sofisticados como los católicos, hasta los que utilizan los procedimientos menos sofisticados como los evangélicos, existe la comprobación de que las actividades del maligno son cada vez más potentes.

Por ejemplo el exorcista padre Chad Ripperger ha dicho que hace unos años el 99% de las posesiones se solucionaban con una o dos sesiones de exorcismo, hasta podría llevar una semana.

Pero ahora estamos frente a un poder más fuerte, porque la mayoría de los exorcismos requieren varios meses y hasta años para desalojar a los demonios.

Y dice en el mismo sentido el padre Enrich Junger, de la Iglesia Anglicana de América del Norte, que ahora se ven más posesiones voluntarias.

O sea gente que a través de los tableros de la ouija o el chamanismo buscan alcanzar estado de conciencia alterados para interactuar con el mundo espiritual y canalizar las energías trascendentes.

Eso es invitar al poder maligno a que entre en la persona y le provea de habilidades especiales que no obtendrían si no es bajo posesión.

Esto se ha popularizado a través de la televisión y las películas.

Y está institucionalizado por ejemplo a través del culto a la Santa Muerte, que es una espiritualidad satánica que adora la muerte y el infierno.

Otra cosa que se ha popularizado es la venta de hostias consagradas.

El exorcista padre Chad ripperger dice que esto sucede porque hay sacerdotes que están vinculados con ritos satánicos.

Pero aunque es doloroso que se utilicen hostias consagradas para ritos satánicos y se ofenda a Dios de esa forma, de cualquier manera las insidias no llegan hasta el cuerpo y la sangre de Cristo, porque los humanos sólo podemos actuar sobre los accidentes del pan y del vino, según los teólogos.

Sin embargo los exorcistas siguen sosteniendo que el fenómeno de posesion es la actividad menos común del demonio.

Y que es más común la opresión y especialmente la tentación.

Mientras la opresión y la posesión se consideran formas extraordinarias de actuación del maligno, la tentación se considera una acción ordinaria del demonio.

La tentación además tiene el inconveniente que puede llevar a que la víctima sea moralmente culpable de pecado mortal, si cede a la tentación.

En cambio en la posesión no sucede esto, porque el demonio entra en el cuerpo de la persona sin el consentimiento de ella, y esto hace que la víctima no sea moralmente culpable de lo que hace el demonio.

Otra forma común de actuación del demonio es la opresión, que provoca problemas de salud, negocios o trabajo, de relación con los demás y en la familia, etc.

También se ha hablado últimamente sobre posesiones lights o intermitentes.

Pero los exorcistas no están de acuerdo entre ellos si puedes llamar se posesión a estas manifestaciones intermitentes; es un tema que se está discutiendo.

Mientras tanto, ya sabemos el problema que existe para diagnosticar estas acciones extraordinarias del demonio, porque muchas veces se confunden con problemas psiquiátricos o psicológicos.

Por eso lo primero que preguntan los exorcistas a alguien que lo va a consultar por un supuesto ataque del maligno es si consultó con el médico previamente.

   

EL PADRE FORTEA SE ENFOCA EN LA PREVENCIÓN 

El padre José Antonio ha dicho:

“En la Iglesia Católica defendemos que algunos casos tienen que ver con demonios y que se solucionan a través del exorcismo.

Nos tomamos muy en serio la existencia de ese mundo espiritual”.

“Eso no significa que estemos en desacuerdo con la psiquiatría ni la ciencia en general.

 Lo que sí enfatizamos es que la gente no debe recurrir a métodos oscuros como la brujería, la santería o cosas parecidas”.

De acuerdo con Fortea, las personas que creen en Jesucristo deben buscar respuestas dentro del catolicismo y no en prácticas como la brujería, el vudú, la macumba o la santería.

Todas estas son variantes de prácticas religiosas que arribaron a América con los esclavos africanos y son aún practicadas en países como Cuba, Haití, República Dominicana, Brasil, Uruguay, Argentina.

Fortea recalcó la importancia de diseminar su mensaje, ya que, según contó, las prácticas de brujería han tomado más auge en los últimos 30 años.

“Los brujos lucran con estos trabajos engañosos y se dan a conocer más mediante anuncios comerciales”, dijo Fortea.

“Esto atrae a más personas a sus trabajos”.

“De hecho, estas son prácticas que la Iglesia ha tratado de erradicar desde su llegada al nuevo mundo, desde los indígenas.

Fortea agregó que existen muy pocos sacerdotes exorcistas en la Iglesia Católica.

Para ser exorcista se necesita un entrenamiento o estudios específicos.

Cada sacerdote que pertenece al ministerio ha sido designado por un arzobispo y luego recibe entrenamientos en las oraciones que ayudan a liberar a las personas de los espíritus.

Fue un ministerio que la Iglesia tuvo que crear en el Siglo XX porque surgieron problemas en el mundo a mayor escala que en siglos anteriores, como la avaricia y la adoración al dinero”, dijo Fortea.

“En una sociedad donde la gente acuda a la Iglesia, recurra a la oración, y le dé más importancia a las cosas espirituales que a las materiales, no serían necesarios los exorcistas”.

Hay diversos otras herramientas exorcísticas para liberar de obsesiones y otros tipos de posesiones lights, como se pueden definir de alguna forma.

En 1999 la iglesia católica editó su nuevo Ritual de Exorcismos, pero al principio se especificó, que con permiso de la Congregación, se puede seguir utilizando el ritual anterior.

Pero después, con el Motu PropioSummorum Pontificum esta decisión quedó en manos del exorcista.

Se puede bajar el Ritual de 1999 en .pdf aquí.

Antes de todo ello hay una etapa de diagnóstico del supuesto poseído.

   

LA ETAPA DE DIAGNÓSTICO: PRUDENCIA

Hay que proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia.

El exorcismo pretende expulsar los demonios o liberar de la influencia demoníaca, y eso por la autoridad espiritual que Jesús ha confiado en su Iglesia.

El ritual de 1999 da los elementos básicos de discernimiento y las normas fundamentales a observar para proceder al exorcismo.

El ritual especifica que el ministro ordinario es el obispo, el cual puede delegar a un presbítero idóneo y con la debida preparación por este ministerio (atque ad hoc munus specifice praeparato).

Hay que ser prudente y no creer con demasiada facilidad que se trata de una presencia diabólica.

También hay que evitar descartar por principio una posible acción del Maligno.

Hay que acudir a médicos con sentido de las cosas espirituales y evitar todo aquello que pueda favorecer la superstición.

Conviene proceder cuando se tiene certeza moral de la acción diabólica.

El ritual indica algunos indicios: hablar o entender lenguas desconocidas, poseer fuerza extraordinaria, conocer y ver cosas ocultas y distantes, aversión a Dios y a las realidades sagradas…

Hay que evitar el espectáculo y no aceptar en el exorcismo presencia alguna de los mass media.

   

ELEMENTOS BÁSICOS DE UN EXORCISMO

Los varios momentos del ritual de exorcismo son los siguientes:

El rito comienza con la aspersión del agua bendecida según la fórmula que propone el ritual.

Sigue la rogativa letánica de liberación.

Después se pueden recitar algunos salmos y rogativas.

Se proclama el Evangelio, signo de la presencia de Jesucristo.

Posteriormente se imponen las manos sobre la persona a liberar y también se puede realizar la “exsufflatio” (soplar en la cara).

Seguidamente se recita el Símbolo de la fe o se renuevan las promesas bautismales.

Sigue la oración del Padre Nuestro.

Se procede entonces a la ostensión de la Santa Cruz.

Se recitan las fórmulas del exorcismo:

-primero la deprecatoria en qué se ruega a Dios por la liberación de la persona y

-seguidamente la fórmula imperativa en la que se manda al demonio que salga.

Todo este ritual se va repitiendo (en una o diversas celebraciones) hasta que se logra la liberación definitiva.

Se cierra el ritual con un cántico de acción de gracias, una oración y una bendición.

El nuevo ritual pide dar mucha importancia a los signos y gestos que provienen de los exorcismos del catecumenado: el signo de la cruz, las imposiciones de manos, la “exsufflatio” y la aspersión con agua bendita.

   

COMO HACER LA PREVENCIÓN

El exorcismo mayor es una celebración poco frecuente.

Con todo, conviene que en cada diócesis haya un sacerdote preparado para atender a los fieles y ayudarlos a discernir.

Los exorcistas experimentados dicen que los casos de posesión son rarísimos pero que abundan las obsesiones e infestaciones diabólicas.

Una buena manera de contribuir en la pastoral ordinaria es revalorizar signos y rogativas que ya existen pero que a veces no se utilizan debidamente:

los exorcismos bautismales con la unción del aceite de los catecúmenos,

-el signo sacramental del agua bendecida en la Iglesia,

las bendiciones (de casas, animales, alimentos y otros objetos)…

-y una cosa mucho más importante aún es la praxis habitual del sacramento de la penitencia.

Como muy bien indica el nuevo ritual, el cristiano consagrado en el bautismo para la lucha contra el Maligno, prosigue con éxito esta lucha por la “reiterada recepción del sacramento de la penitencia”.

   

EL NUEVO RITUAL ROMANO DE EXORCISMOS DE LA IGLESIA CATÓLICA

Se puede bajar en .pdf aquí

El nuevo ritual contiene dos apéndices interesantes.

En el primero recoge un exorcismo especial que puede ser empleado en circunstancias especiales cuando lo considere el obispo diocesano.

Se trata de una lucha contra otras presencias y ataques del Maligno diferentes de la posesión propiamente dicha de las personas.

Puede referirse a casos de infestación (sobre objetos, casas, animales…) o circunstancias particularmente difíciles de la vida de la Iglesia.

El segundo apéndice contiene una colección de súplicas y oraciones que los fieles, libre y privadamente, pueden utilizar en la lucha que sostienen contra los poderes de las tinieblas.

Pero lo más importante para su aplicación es la práctica y experiencia de los exorcistas.

   

ALGUNAS CITAS DE EXORCISTAS PUEDEN ILUSTRAR BIEN ESTOS TEMAS

Aquí reseñamos una serie de frases que han surgido de la experiencia de los exorcistas.

Cuando entro en una habitación para hacer un exorcismo, el diablo no me vea, él ve a Jesucristo.

No soy un exorcista; soy un sacerdote que hace exorcismos. Mi gran potencia está en mi sacerdocio.

La confesión es más poderosa que un exorcismo. Uno es un sacramento y la otra es una bendición. Una confesión vale 100 exorcismos.

El diablo quiere destruir el alma, y ??el alma es curada por la confesión. Si la gente quiere disminuir la obra de satanás, debería aumentar el uso de la confesión.

Una vez que la cola en el confesionario es chica, la actividad de satanás aumenta. Para disminuir la obra de satanás, aumentar el uso de la confesión.

El poder de satanás aumenta cuando las personas no creen que sea real. Dios es “yo soy, el que soy”, pero el diablo quiere ser “yo soy, el que no soy”.

Lo mejor para protegerse del mal es tratar de librarse de él. Mantente alejado del ocultismo, ora, y frecuenta los sacramentos.

Es realmente la lucha del Señor. Yo iba en contra de un abuso ritual satánico y un mentor me dijo que sólo mirara al Padre. ‘Confía en el Padre y no tienes que hacer nada’, dijo.

A veces la liberación [del mal] puede ocurrir instantáneamente o puede tomar un tiempo. Es una decisión deliberada desarrollar relaciones saludables, llegar a la reconciliación y crecer en el Señor.

Estamos llamados a ayudar a la gente a ayudarse a sí misma. Voy a orar por la gente y decirles: ahora tienen que decir y hacer las cosas de manera diferente de lo que su naturaleza les dice. Es la naturaleza humana caída la que vuelve a viejos hábitos. La gente tiene que volverse a Dios y orar por la gracia. Entonces tienen que estar dispuestos a aceptar esas gracias y tratar de hacer buenas elecciones.

Renunciar a lo oculto o al mal. Puedo orar por alguien, pero si aún está en sintonía con lo oculto, todavía va a influir en él. La persona tiene que romper esa relación por su propia elección.

La ausencia de miedo es una gracia. Si dejo que el miedo me moleste, no puedo hacer esto.

Una mujer vino a mí preocupada por su hijo y la influencia del mal en su casa. Le dije que ella y su marido podían tomar autoridad sobre su casa. En situaciones como ésta hay que declarar su autoridad, en la oración, de que está a cargo de su casa. Ella hizo eso y los problemas se fueron.

Había un espíritu que visitaba al hijo de alguien. Los niños ven estos como los ángeles o almas perdidas. A menudo se puede meter en problemas si exploran esto. No se ofrezcan para ayudar o preguntar que son. Deja que el Señor se encargue de ello y simplemente oren por ellos.

Manténgase alejados del mundo psíquico. No traten de comunicarse con fantasmas o tratar de ayudarlos.

La represalia es buena porque significa que está haciendo lo correcto. Expulsa el drama. No es la peor cosa en tu vida. A los malos espíritus no les gusta ser expulsados, pero el Señor tiene algo que decir al respecto. No es drama, sino una respuesta al amor de Dios.

No es nuestra batalla; es la batalla del Señor.

 

Jesucristo es en última instancia el que va a dar libertad a las personas.

Voy a ayudar a las personas de otras religiones, pero si alguien no tiene conexión con la religión, no voy a ayudarlo. No habría propósito de hacer un exorcismo si la gente no acepta crecer en la fe. Su situación podría ser aún peor. Se dice en Mateo 12:45, “Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entran a vivir allí. Y el estado final de aquel hombre resulta peor que al principio”.

Las posesiones son raras. Sólo he visto dos en más de cuarenta años, pero entre la posesión y la tentación, el diablo también puede oprimir y obsesionar. Estas son situaciones en las que el diablo es capaz de acosar a la gente.

Un tablero de Ouija se asocia con actividades ocultas, y esto puede ser una forma en que la gente abre una puerta al mal. Las personas deben mantenerse lejos de cualquier cosa oculta. Puede ser que piensen que pueden controlarlo, pero no pueden. No hay que temer, pero hay que mantenerse alejado de ella.

Si alguien no tiene una vida de oración y una relación con Dios, entonces exorcizarlo podría ser como una puerta giratoria. El comportamiento de una persona es lo que permite a un demonio entrar. Es fácil que los demonios entren en personas que se abren a lo oculto.

Estamos viviendo en un mundo muy oscuro, pero no hay que temer porque la oración expulsa al mal y nos protege. La oración y una relación con Dios nos protegen del mal.

La gente se olvida que no es una lucha entre dos potencias iguales. Dios es el creador y creó el diablo. Dios será el vencedor. Jesús es Dios, y por el poder de Jesús es vencido el diablo.

Un día, durante un exorcismo el padre Candido Amantini – un sacerdote pasionista – preguntó un demonio: “¿Cuántos son ustedes?” El demonio respondió: “Somos tantos que si fuéramos visibles ocultaríamos el sol”. El demonio en esa ocasión dio información que no tenemos ninguna razón para no creer, ya que se confirma en la Biblia.

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