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El Beneficio Sobrenatural de Bendecir la Comida y la forma de hacerlo.

Es tradicional en los católicos hacer bendiciones en el momento de la comida, que pueden tomar diversas formas. 

Pueden hacerse antes de comer y también pueden realizarse después. 

¿Pero para qué deberíamos bendecir la comida?

¿Qué efectos queremos lograr con esa bendición?

¿Y debemos bendecir la comida o al proveedor de la comida o a su protección?

Y hay un sinfín de opciones de oración, que puedes encontrar en un artículo de los Foros de la virgen María, cuyo link te dejo en la descripción de este video en YouTube.

Son fórmulas tradicionales ya establecidas.

Pero lo importante es que comprendamos por qué y para que hacemos la bendición.

Qué ventajas nos reporta, cómo colaboramos con la instalación del Reino de Dios en la Tierra con ello. 

Lo que nos va a permitir valorar más este procedimiento e incorporarlo a nuestra rutina diaria sin pasarlo por alto.

¿Y cuáles son las cosas que realmente se pueden bendecir con las oraciones? 

¿Cuáles son los distintos tipos de costumbres? 

Una posibilidad es bendecir la comida en sí misma para que tenga buen sabor y te alimente, se fortalezca, te caiga bien. 

Otra opción es bendecir al que preparó la comida, agradeciéndole por su trabajo y por su vida.

Y también hay que agradecer a quien plantó los alimentos. 

Otra opción es dar gracias a Dios porque permitió que esa comida llegara a tu mesa. 

Y en esta bendición también se puede pedir que Dios bendiga a quien preparó la comida y que haga llegar esta comida a quienes no tienen posibilidad de comerla.

Además, obviamente, para que tampoco nos falte a nosotros en el futuro.

Pero, ¿qué hizo Jesús? Porque lo tenemos que mirar a Él. 

Según la tradición judía, antes de cada comida el observante ofrecía una bendición a la comida diciendo: “Bendito seas, Señor Dios Nuestro, Rey del mundo, que has creado el pan que sale de la tierra”. 

Y una bendición similar se hacía antes de consumir el vino. 

Y todos sabemos que Jesús era un judío observante.

Entonces cuando repartió los cinco panes y los dos peces entre la multitud, en Marcos 6:41, se registra que Jesús dijo, “entonces Él tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición”.

Levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, ¿qué bendición? 

Y Mateo 26:26, registrando las palabras de Jesús en la última cena, dice: “Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: ‘Tomen y coman, esto es mi cuerpo’”. 

Pronunció la bendición dice.

Esto significa que Jesús hizo una bendición antes de comer mirando al cielo. 

Y entonces podemos creer que Jesús estaba bendiciendo o alabándole o dándole gracias al Padre por la comida. 

Por lo tanto, el espíritu principal de los cristianos cuando bendicen en el momento de comer, es bendecir a Dios por su generosidad al darnos la comida. 

Pero además, la comida es un signo divino para Jesús, porque Jesús unió el sacramento de la Eucaristía al rito de un banquete en la última cena. 

Y a su vez, los discípulos lo reconocieron después de su resurrección cuando partió el pan.

Por lo tanto, cuando el cristiano se sienta a la mesa debe reconocer los manjares que tiene a su disposición como una señal de bendición de Dios. 

Debe reconocer la providencia de Dios y además debería pedir por los prójimos, por la generosidad de quien cultivó los elementos de la comida, quien fabricó los ingredientes, quien la preparó, quien la sirvió.

Y por los pobres que posiblemente carecen de este sustento. 

De modo que la principal bendición que debemos dar nosotros es a Dios y no a los alimentos, como hay una tradición que viene de los protestantes por una mala traducción de la Biblia protestante «King James». 

En la versión King James sobre la bendición de la última cena, dice Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, o sea que tomó el pan y bendijo el pan. 

Este error luego pasó a otras traducciones de la Biblia, incluso católicas.

Pero hay otro elemento que se ha olvidado con el paso del tiempo, que es el valor exorcista de la bendición de la comida. 

Los padres de la iglesia sostenían que el mundo entero estaba en poder del maligno, a menos que fuera llevado al reino de Cristo mediante el triunfo del evangelio y la destrucción de los ídolos paganos. 

Hay numerosas menciones en la Biblia de satanás como el príncipe de este mundo, el dios de este mundo, en fin.

Y este poder se produjo porque cuando cayó la humanidad también cayó la creación, y ahí el gobierno del mundo le perteneció al maligno.

De modo que toda la creación debe ser rediseñada y en eso está Dios y en eso estamos colaborando nosotros. 

Y esa es la razón por la que la sal y el agua se exorcizan antes de bendecirlas en el rito tradicional de bautismo. 

Lo que implica que esos elementos estaban bajo el dominio del maligno y se le quitan con el exorcismo. 

Y hay una historia interesante sobre esto.

San Gregorio Magno, el Papa, cuenta la historia de un santo abad llamado Iquitius que intervino, cuando entró un demonio en una monja que había comido una lechuga en el que estaba un demonio.

Cuando estaba haciendo el exorcismo a la monja, el demonio empezó a gritar: “¡Estaba la lechuga, ella no me expulsó de ahí y comió la lechuga!”. 

O sea, diciendo que ella se expuso al demonio a sabiendas. 

Esto suponía que antes de comer cualquier alimento era necesario hacerle la señal de la cruz para exorcizarlo y expulsar el mal. 

Porque, repetimos, toda la creación está bajo el poder del demonio.

Por lo tanto, cuando oramos por la comida, damos gracias a Dios por los alimentos que nos da.

Pero también podemos invocar su nombre a fin de que los demonios huyan, para que la comida de este mundo sea purificada por Dios. 

Esta última es la razón por la que se puede bendecir la comida en sí misma, haciéndole la señal de Jesucristo sobre ella, que es una apelación exorcista a Dios.

De modo que podemos resumir lo dicho hasta ahora de esta forma: 

La primera bendición debe ser de agradecimiento a Dios por la comida que nos da.

Y pedirle también la bendición para aquel que la cultivó, preparó y sirvió la comida, etcétera.

Y para que Dios sea providente con los que no tienen acceso a la comida.

Y luego, debemos bendecir la comida en términos exorcistas, y para que nos caiga bien, nos fortalezca, etcétera.

En Foros de la Virgen María hemos publicado un artículo donde presentamos una serie de oraciones tradicionales para la ocasión de la comida. 

Te recomiendo leerlo porque ya tiene las fórmulas establecidas para la bendición de diversas formas. 

El link para acceder al artículo está en la descripción de este vídeo YouTube.

Bueeeno, hasta aquí la presentación de qué significa bendecir la comida y qué nos reporta este procedimiento, mientras en el artículo que te sugerimos leer, están las fórmulas más tradicionales para hacerlo 

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Y ahora me gustaría saber si realizas algunas de estas bendiciones y que dificultades tienes para hacerlo más frecuentemente. 

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