Las claves para la supervivencia y la preparación.
Las profecías nos han estado alertando de que en este tiempo vendría una tribulación, y realmente es un necio el que no se da cuenta que ya tenemos las primeras manifestaciones de ella.
Y es muy humano el miedo, y tratar de rodearse de elementos materiales para sobrevivir.
Pero esta tribulación no es algo natural, sino lo que técnicamente llamamos la manifestación de la santa ira de Dios, y una forma para que la humanidad vuelva a Él.
Aquí hablaremos sobre cómo Dios nos ha estado indicando, a través de las escrituras y de los mensajes de Nuestra Señora, de cómo debemos prepararnos para sobrevivir a esta tribulación que está viniendo, y qué cosas no nos deben faltar en este período.
En Quito, en 1563, Nuestra Señora le reveló a Sor Mariana de Jesús Torres que desde mediados del siglo XX estallarían las pasiones, y habría una corrupción total de las costumbres, porque satanás reinaría casi por completo por medio de las sectas masónicas.
Y la gente se separaría de Dios.
Luego León XIII tuvo una visión en 1884, en la que satanás desafió a Jesucristo de que podía destruir Su Iglesia, y pidió de 80 a 100 años de más poder para hacerlo, y Jesús aceptó el desafío.
Y Ana Catalina Emmerick vio que satanás sería liberado en 1940 o 1950, pero antes serían liberados demonios menores para preparar el camino.
En 1917 en Portugal la Virgen de Fátima bajó para alertar sobre la gran estrategia que tenía preparada el maligno, el comunismo, y le dijo a la Iglesia cómo combatirlo.
La Iglesia no lo cumplió, aunque hizo algunos méritos, que trajeron la apariencia de desaparición del comunismo en el mundo.
Pero el pecado siguió creciendo.
El comunismo mutó a través del marxismo cultural, que trasladó la lucha de clases típica marxista, a todas las relaciones: familia, sexo, raza, y eso hoy está instalado en casi todo el mundo.
El pecado había crecido también de forma importante dentro de la Iglesia, como lo informó Nuestra Señora en Garabandal.
Y luego salió a la luz pública a través de la crisis de los abusos, que destrozó la imagen del clero y los obispos.
Nuestra Señora mostró a las videntes de Garabandal una tribulación sobre la humanidad, y cuando las niñas le preguntaron de que se trababa, Ella les respondió que era el comunismo.
O sea que el comunismo volvería a la vista de todos, y sólo con anteojeras ideológicas, hoy se puede pensar que no está sucediendo.
Y prometió que Dios intervendría mediante un aviso o iluminación de conciencia, más un gran milagro, para que la humanidad volviera a Dios.
Pero si no lo hace vendría un castigo, cuya letalidad dependería del grado de conversión de la humanidad.
Y en Akita dijo cómo sería el castigo, “si los hombres no se arrepienten y no mejoran, el Padre infligirá un castigo terrible a toda la humanidad.
Será un castigo mayor que el diluvio, como nunca antes se había visto. Caerá fuego del cielo y aniquilará una gran parte de la humanidad, etc., etc.”.
No sabemos si el castigo implicará necesariamente fuego cayendo del cielo, porque de hecho ya estamos observando la aniquilación.
Numerosas guerras en el último siglo y una tremenda disminución de los nacimientos por elección, están cumpliendo esta predicción de aniquilación.
Y los trastornos de salud y psicológicos, que dejan fuera de servicio a una buena parte de la humanidad, son cada vez mayores.
En realidad no se necesita nada espectacular para cumplir la advertencia.
El castigo está siendo provocado por nuestras acciones y por el alejamiento de Dios.
Y es lo suficientemente lento, como para que gran cantidad de personas no se den cuenta de que ya está comenzando a producirse.
El castigo es en realidad la santa ira de Dios, porque la humanidad lo ha abandonado y está destruyendo la creación.
Pero Nuestra Santa Madre nos dice que la oración, la penitencia y los sacrificios pueden suavizar la ira del Padre.
Y en este contexto de tribulación con las primeras manifestaciones ya visibles, hasta para los más escépticos, hay una tendencia entre los cristianos de prepararse materialmente para que el castigo no los toque.
Se preparan para la supervivencia almacenando comida y agua, suministros médicos y productos básicos, como papel higiénico por ejemplo.
También generadores de energía.
Pero esta no es la enseñanza de Jesús, Él enseñó a sus discípulos acerca de la dependencia de Dios.
Señaló a las aves y las flores, que no siembran, ni cosechan, ni tienen graneros, pero Dios las provee, “¡Cuánto más importantes sois vosotros que los pájaros!” dijo, Lucas 12.
Y San Pablo nos asegura, “Dios suplirá plenamente todo lo que necesitéis”, Filipenses 4.
La acumulación de alimentos, agua, etc., es decirle a Dios “no confío en ti, por lo tanto, tomaré el asunto en mis propias manos”.
Y en el Éxodo capítulo 16, tenemos un gran ejemplo de fe en Dios y de lo que sucede cuando no confiamos en Dios.
Dios le dijo a Moisés que iba a hacer llover pan del cielo, “cada día el pueblo saldrá y recogerá su ración diaria, así los probaré para ver si siguen mis instrucciones o no», y así cayó el maná.
Pero aquellos que carecieron de fe y recolectaron más que su pan diario, al día siguiente encontraron que todo el exceso estaba lleno de gusanos y no era comestible.
Además Jesús dice, “Yo soy el pan de vida, el que viene a Mí no tendrá hambre”, Juan 6.
Y nos lo muestra dramáticamente a través de personas que han vivido únicamente de la eucaristía por años, como por ejemplo la sierva de Dios Lola Floripes de Jesús, que vivió sólo tomando la hostia consagrada durante 60 años.
No hay evidencia en las Escrituras que apoyen el almacenamiento de alimentos y suministros.
Y además Dios se disgusta cuando la gente no tiene fe en Él y toma el asunto en sus propias manos.
De lo contrario ¿cómo alguien puede rezar “danos hoy nuestro pan de cada día” y luego tener un gran depósito de alimentos, agua y provisiones?
Algunos también piensan que su supervivencia depende de escapar de las ciudades y dirigirse a las montañas, porque las montañas pueden proporcionar agua potable, alimentos, refugio y seguridad.
Pero Jesús ordena a sus seguidores a ir por todo el mundo y predicar el evangelio, Marcos 16.
El plan de salvación de Dios no se puede lograr si todos los cristianos se van a las montañas y se recluyen.
La tribulación y los días de oscuridad tienen como objetivo llevar al mundo al arrepentimiento.
Por lo tanto, es incorrecto que los cristianos piensen que, si se sientan en una cueva y se centran en su propia salvación física, eso les sucederá.
Porque nadie sabe cómo Dios elegirá a las personas que escapen físicamente del castigo.
Y en todo caso no es lo importante, porque esta vida es de paso, lo importante es la vida eterna luego de la muerte.
Según la Santísima Virgen sólo necesitamos preparar nuestra alma para encontrarnos con Su Santo Hijo.
Y nos preparamos orando y ayunando, arrepintiéndonos del pecado y haciendo penitencia, dejando de hacer cosas que ofenden al Padre y viviendo una vida santa, con la esperanza de apaciguar la ira del Padre y salvar muchas almas en el mundo.
Deberíamos buscar primero el Reino de los Cielos, en lugar de buscar sobrevivir físicamente.
Porque como dice Romanos 14, “el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”.
Bueno hasta aquí, lo que queríamos hablar sobre la tribulación que ya se manifiesta y cómo dependemos más de Dios en este escenario, que en ningún otro de la historia.
Y me gustaría preguntarte cómo estás tomando esta tribulación que ya se está manifestando y cómo te preparas.
Exorcista cuenta cómo armar una defensa consistente y sólida contra los ataques del maligno para protegerte en la tribulación.
A medida que nos acercamos a la gran tribulación, que culminará con la derrota del maligno y la inauguración de una era de paz, veremos que la actividad del demonio y sus secuaces se incrementa, al igual que su poder.
Hoy lo vemos más activo y con más influencia.
¿Y cómo protegernos de sus ataques?
El exorcista padre Chad Ripperger dice que nuestro escudo está en formar una rutina de vida con hábitos piadosos, hilvanados diariamente por una oración simple, que le damos poca importancia últimamente, el ángelus.
Aquí hablaremos sobre cuáles son los hábitos que dice el padre Ripperger que debemos formar, y cómo rezar el ángelus diariamente, para consolidar este escudo de protección contra el demonio.
Según Aristóteles el carácter es producido por el hábito.
Y tener buen carácter, como resultado de los hábitos que fomentas, da “equilibrio moral” al alma.
Por eso el exorcista Padre Chad Ripperger señala que cuando formamos buenos hábitos de oración, meditación, disciplina y cumplimiento de nuestros deberes en la vida diaria, la vida moral es mucho más fácil.
Y se traduce en una vida de virtud, vivida con alegría.
Y cuando nuestras almas se reconcilian con Nuestro Señor a través de la confesión y se conectan con el Cuerpo de Cristo a través de la Eucaristía, se nos da una paz que sobrepasa todo entendimiento.
Un escudo que dificulta que los demonios ataquen.
Porque cuando nuestros primeros padres Adán y Eva, comieron del fruto prohibido, quedaron sujetos a las pasiones de la carne y a la voluntad propia.
Fueron los primeros humanos en ceder a la indisciplina.
Y así nos convertimos en esclavos de nuestro propio anhelo de libertad financiera, comercial, relacional.
Y nuestras vidas quedaron engullidas por la tentación de hacer lo que quiero cuando quiero hacerlo.
Por eso el padre Ripperger recomienda desarrollar una serie regular de actividades todos los días de la misma manera.
Y menciona un camino simple hacia esa perfección, al igual que San John Henry Newman.
Comenzar tu día dedicándolo a Dios, con Ofrenda de la mañana.
Cumplir los deberes de tu posición en la vida, las obligaciones diarias.
Asistir al Santo Sacrificio de la Misa, si es posible diariamente y, recibir los sacramentos de la Eucaristía y la Confesión, etc.
Rezar el Rosario diario.
Tener 15 minutos mínimo de meditación con Dios y 5 minutos mínimo de lectura espiritual.
Hacer un examen de conciencia antes de dormir.
Y rezar el Ángelus, que veremos que es el hilo conductor de este proceso.
Sin seguir un régimen de rutina es muy fácil olvidar a Cristo.
Porque es bueno recitar oraciones devocionales cortas como “Jesús, en ti confío» o decir un Ave María rápido.
Pero a veces parece que estamos viviendo la vida como ateos funcionales, pasando el día sin recordar a Nuestro Señor y los planes que tiene para nosotros.
Centrándonos en nuestra propia voluntad en lugar de la suya.
El padre Ripperger dice que el primer ejercicio espiritual que le dan a cualquier persona que sufre de aflicción espiritual y busca su ayuda, es la disciplina de rezar el Ángelus en los tres momentos del día.
Él explica que satanás es mucho menos capaz de influir en un alma que es disciplinada en la oración, y se somete voluntariamente a la mortificación de la oración regular.
Por lo que la combinación de una confesión completa y esta práctica resuelve la mayoría de los casos de quienes se quejan de ataques diabólicos.
El Ángelus es la oración ideal que hilvana este proceso.
Toma solo unos minutos rezarla, consta de tres citas bíblicas que destacan la Anunciación y la Encarnación de Jesús, se recita un Avemaría luego de cada una, y una oración final, que pide la gracia que merece la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Es un eco del Rosario en forma comprimida.
Y se reza a las 6 de la mañana, a las 12 del mediodía y a las 6 de la tarde, todos los días.
Papas y santos lo promovieron, y hasta hace poco, las familias cristianas, pueblos e incluso países enteros, lo recitaban juntos públicamente, al son de las campanas, especialmente el del mediodía.
Esta simple oración contiene la totalidad de la salvación.
Primera parte dice: El ángel del Señor anunció a María. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Lo que nos recuerda al ángel Gabriel visitando a María y anunciando al Mesías, Jesús.
Y luego el Nuevo Adán entró en la Nueva Eva.
Segunda parte: He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra.
Esta segunda invocación recuerda el sí de María, completo y total a Dios sin pensar en sí misma.
Ella estuvo abierta a todo lo que Él pudiera pedirle, nada era demasiado.
Pero la mayoría de nosotros luchamos con ese desprendimiento.
Y nos recuerda que nuestra confianza en la Misericordia de Dios necesita profundizarse, que nuestro abandono total a la Divina Providencia necesita expandirse.
Sin el sí de María, no podría haber nacido Jesús, y por eso no es de extrañar que satanás odie tanto al Ángelus, porque le recuerda su derrota.
Tercera parte: Y el Verbo se hizo Carne. Y habitó entre nosotros.
La Segunda Persona de la Santísima Trinidad tomó una segunda naturaleza, la humana, en la encarnación.
Y está en absoluta oposición al mentiroso y acusador demonio.
Este Verbo hecho Carne es el remedio contra el que viene a robar, matar y destruir.
Porque la verdad triunfa sobre las mentiras, y la gracia y la misericordia triunfan sobre el Acusador.
Cuarta parte: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo, Amén.
Aquí le pedimos a nuestra Santísima Madre que ore por nosotros por lo que necesitamos.
Recordamos que tenemos una madre perfecta que constantemente nos contempla y que siempre intercederá por nosotros.
Y que tomará nuestros intentos de complacer a Nuestro Señor, agregando Sus méritos perfectos, para asistirnos en nuestras pruebas.
Finalmente, la quinta parte: Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que, los que hemos conocido, por el anuncio del Ángel, la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, lleguemos por su Pasión y su Cruz, a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En la oración final, se nos recuerda que el mensaje de la encarnación nos lo trajo un ángel.
Y que cuando somos sellados a través del bautismo y somos adoptados en la familia de Dios, nos convertimos en almas gemelas de los ángeles fieles.
Pero que por la infinita Gracia de Dios, nos parecemos a Dios aún más que los ángeles, que son espíritus puros.
Si rezas el Ángelus sistemáticamente, dice el padre Ripperger, ves disminuido el impulso de cometer ciertos pecados mortales y veniales, contra los que has luchado durante años o décadas.
Simultáneamente disminuyen o desaparecen por completo las circunstancias que fomentan la tentación.
Tienes más gracia para resistir la tentación durante ocasiones cercanas de pecado.
Disfrutas de una mayor conciencia de estas situaciones antes de que se desarrollen, o te volverás más consciente de ellas a medida que ocurren, y así podrás evitar o cambiar las circunstancias.
También te resulta más fácil formar hábitos sociales virtuosos en la vida cotidiana.
Y este exorcista también señala que incluso las enfermedades misteriosas o los problemas financieros, que pueden afectar a los católicos sinceros durante años o décadas, pueden aliviarse por semanas o meses de práctica, especialmente, cuando se combinan con oraciones diarias de exorcismo.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar, sobre la importancia de formar hábitos sanos para desarrollar la vida de fe, hilvanados por el Ángelus diario, lo que forma un fuerte escudo contra los ataques demoníacos.
Y me gustaría preguntarte si rezas el ángelus diariamente y a qué horas lo rezas.
Nada te preservará más en los tiempos finales que el ayuno.
Hemos entrado en el período de purificación de la humanidad que nos conducirá a una era de paz.
Y debemos purificarnos a nosotros para poder entrar a ese nuevo período histórico.
Pero además colaborar con el plan de Dios haciendo sacrificios por la conversión de los pecadores, para lograr que este período sea lo más pacífico posible.
Y el sacrificio por excelencia es el ayuno.
Aquí hablaremos sobre dónde reside el poder sobrenatural del ayuno, que es lo que se puede lograr con él y cómo se puede realizar.
Difícilmente nos encontremos con un católico despierto que no esté convencido que hemos entrado en la tribulación del fin de los tiempos.
Un tiempo de batalla decisiva contra el maligno, en que Dios le está quitando el poder que tuvo por siglos, sobre la tierra y sus habitantes.
Y en el que él se está resistiendo llevando al mundo al caos, a la destrucción y a la guerra.
Un tiempo que nos plantea de qué lado vamos a estar realmente, no en las palabras sino en los hechos.
Cómo vamos a tener la entereza para resistir las tensiones que se generarán y que vamos a hacer para colaborar con el plan de Dios.
Y para eso debemos comenzar haciendo una mea culpa por haber aguado nuestra religión, haber tolerado la apostasía y no habernos sacrificado realmente por la conversión de los pecadores.
Porque el mundo ha llegado a la situación calamitosa actual porque los buenos no se han sacrificado por la conversión de los pecadores.
Nos hemos debilitado para luchar contra el pecado por atarnos a nuestras auto indulgencias.
Es lo que Santo Tomás de Aquino llama el vicio de afeminamiento, que es la falta de voluntad para dejar de lado el placer para perseguir lo difícil y necesario.
En el pasado, los hombres estaban acostumbrados a una vida más dura. Todo era más difícil.
Simplemente considera que había que ir a un pozo para sacar toda el agua que se necesitaba y llevarla de vuelta a casa en lugar de abrir un grifo.
O lavar la ropa a mano en lugar de pulsar un botón o recolectar leña para calentarse y cocinar.
Hoy en día estamos demasiado ocupados tratando de entretenernos con música, películas, videojuegos, redes sociales, Internet.
No estamos abogando por volver a esa vida, sino señalando que la comodidad nos ha debilitado para luchar contra los avances del pecado.
Y hemos perdido un arma que fue fundamental en toda la historia, el ayuno.
Que tiene efectos naturales y sobrenaturales.
Y tiene consecuencias tanto para el que lo practica como para el mundo.
Hoy necesitamos las dos cosas, por un lado disciplinarnos en la templanza personal, que va a ser fundamental en los tiempos que se aproximan y están corriendo con mucha velocidad.
Y por otro lado, que nuestro ayuno colabore con Dios en esta lucha de purificar el mundo.
Nuestra Señora de la Paz de Medjugorje ha hablado mucho sobre el ayuno.
Ha dicho que el ayuno puede suspender las leyes de la naturaleza.
Que mediante el ayuno se realizará todo el plan que Dios mismo trazó para la salvación del mundo en este tiempo especial.
Y que traerá el Reino de Dios entre nosotros.
Que es un arma de tal poder que no se compara con la energía atómica, porque el poder atómico no tiene fuerza para vencer a satanás.
En cambio el ayunar obliga a satanás a no poder seducirnos al mal y lo ahuyenta.
Evita que satanás nos venza, porque debe hacerse junto con la fe y la oración.
El ayuno quizás sea una de las armas más bíblicas que tenemos para combatir el mal.
Primero, recuerda que fue cuando Adán y Eva comieron del fruto prohibido, o sea que no ayunaron, que el pecado original y la concupiscencia entraron en nuestra naturaleza humana, Génesis 3:6
Segundo, cuando Moisés recibió las tablas de la ley, que eran las reglas de la alianza de Dios con el pueblo judío, se quedó con Yahveh durante 40 días y 40 noches sin comer ni beber nada, Éxodo 34.
Este fue el momento crucial para el pueblo de Israel que deambulaba por el desierto y el Señor le propone salir de esto con los 10 Mandamientos.
Tercero, vemos algo similar con Jesús.
Nuestro señor fue llevado al desierto donde ayunó por 40 días y 40 noches previo al comienzo de su ministerio público y el ayuno lo preparó para ello, Mateo 4:1.
Y ahí se materializó el nuevo pacto que Dios selló con la humanidad a través de Su Hijo.
De modo que las dos alianzas de Dios con los seres humanos comenzaron con un ayuno.
Cuarto, cuando la maldad de la ciudad de Nínive había llegado a un punto crucial, Dios envió al profeta Jonás para advertirle que en «cuarenta días Nínive será destruida», Jonás 3:4.
Los hombres de Nínive creyeron en Jonás y en la palabra de Dios, por lo que «se proclamó un ayuno y todos ellos, grandes y pequeños, se vistieron de cilicio», Jonás 4:2.
Y Dios reaccionó al no llevar a cabo su amenaza contra ellos.
Y es el mismo caso de la Reina Ester, que pidió a los judíos que ayunaran y el Señor la escuchó y salvó al pueblo judío, Ester 4:16.
Al ayunar, podemos demostrar nuestra humildad ante Dios mediante el arrepentimiento de nuestros pecados, pidiendo perdón.
Y como muestra la historia de Nínive y de Ester, Dios acepta fácilmente este acto de contrición.
Pero además, María reveló que nuestras oraciones y sacrificios son realmente eficaces reparaciones, en la que podemos afectar positivamente incluso el destino eterno de una persona.
La oración de intercesión y el ayuno es exactamente el mensaje de Fátima, ella dijo:
«Oren, oren mucho, y hagan sacrificios por los pecadores; muchas almas van al infierno, porque no hay ninguno que se sacrifique y ore por ellos».
El sacrificio cristiano por excelencia es el ayuno.
Nada es imposible para Dios, Él puede cambiar la historia de los seres humanos en un momento.
Jesús lo expresa claro en Mateo 17 cuando les explica a sus apóstoles por qué no pudieron expulsar a un demonio.
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron en privado:
«¿Por qué nosotros no pudimos echar a ese demonio?
Jesús les dijo: ‘Porque ustedes tienen poca fe.
En verdad les digo, si tuvieran fe, del tamaño de un granito de mostaza, le dirían a este cerro quítate de ahí y ponte más allá, y el cerro obedecería.
Nada sería imposible para ustedes.
Esta clase de demonios sólo se puede expulsar con la oración y el ayuno’».
De modo que el ayuno promete cantidad de gracias tanto para las naciones como para las personas en particular.
A tal punto que la Biblia muestra cómo el ayuno estuvo presente en la modificación del destino de la humanidad.
Y según esta promesa, si ayunáramos más veríamos más respuestas a nuestras oraciones.
El ayuno es como levantar nuestros ojos al cielo y clamar diciendo, no puedo con esto y necesito que tu gloria se manifieste para cambiar mi situación, o si se quiere la situación del mundo.
Y volviendo a las revelaciones sobre el ayuno de la Reina de la Paz de Medjugorje, Ella ha dicho que el ayuno te santifica para recibir el Espíritu Santo.
Y que purifica nuestro corazón de los pecados de nuestro pasado.
Que sumado a la oración obtendrá todo lo que pidas, salvo que sea algo ilícito.
Pero que hará más vigorosa la oración y te dará más humildad.
¿Y cómo debe hacerse el ayuno?
Nuestra Señora ha dicho que el mejor ayuno es a pan y agua, y recomienda hacerlo todos los miércoles y viernes.
Y hacerlo con el corazón y con fe en el poder sobrenatural de Dios para hacer nuevas todas las cosas.
Pero también ha dicho que el ayuno que actualmente propone la Iglesia no es adecuado para explotar su potencial, porque no es exigente.
La Iglesia ha flexibilizado sus normas a lo largo de los siglos, especialmente en occidente.
Hoy permite una laxitud mucho mayor, hasta el punto de que el ayuno es esencialmente inexistente.
Y lamentablemente, es común que los católicos sucumban a ser minimalistas, porque su objetivo es hacer solo lo que exige la letra de la ley y no hacer un sacrificio mayor.
Por ejemplo, les basta con ayunar los dos días al año que pide la Iglesia -miércoles de ceniza y viernes santo-, y abstenerse de carne los viernes de cuaresma, para sentirse que han cumplido.
Pero este minimalismo se convierte al final en una falta de amor real, de caridad sobrenatural por Dios y las cosas de Dios.
El verdadero amor es la mayor fuerza que puede inducir al hombre al sacrificio.
No debemos tomar el ayuno como una exigencia de la Iglesia, sino como una forma de usar el poder del ayuno para mejorarnos nosotros, e interceder por nuestros familiares y amigos, y el mundo.
Por otro lado, hay gente que siente temor de comenzar a ayunar, piensa que puede debilitarse.
Pero la experiencia es que se trata más de un apego psicológico a la gratificación de la comida, que una realidad física.
Puede comprobarlo animándose a comenzar con pocas horas al día.
Por ejemplo saltearse el desayuno o el almuerzo.
Y luego ir agregando horas hasta hacerlo las 24 horas, o no comer nada desde la cena anterior y romper el ayuno a la cena del día del ayuno.
Bueno, hasta aquí la importancia del ayuno para enfrentar los sucesos del fin de los tiempos que se nos vienen encima con gran velocidad.
Y me gustaría preguntarte si haces ayuno y cómo lo haces.
Cuenta el contenido de lo que vendrá sobre el mundo.
Quienes leyeron el tercer secreto de Fátima, salvo la jerarquía vaticana, dicen que lo que contenía es mucho más que lo que reveló el Vaticano en el año 2000.
Incluso quienes se han dedicado a estudiarlo a fondo, han concluido que hay una hoja que no se dio a conocer.
Además, investigadores como Antonio Socci, comenzaron a estudiar el tema para desacreditar los rumores de que el texto del 2000 estaba incompleto y terminaron creyendo firmemente que hay algo más que no se publicó.
Aquí hablaremos de lo que reveló el sacerdote Malachi Martin sobre el contenido del Tercer Secreto de Fátima, que leyó en 1960, proporcionado por el propio Juan XXIII.
El Padre Malachi Martín fue un jesuita irlandés que había nacido en 1920 y falleció en 1999.
Era paleógrafo que se dedicaba a estudiar documentos antiguos de tiempos bíblicos.
Un erudito de primer nivel, que obtuvo tres doctorados, desarrolló fluidez en ocho idiomas y fue un experto en escritura semítica desde la época de Abraham.
A los 30 años ya se había convertido en profesor en el Pontificio Instituto Bíblico.
También fue un exorcista muy respetado.
Y Juan XXIII lo llevó a Roma porque quería una persona con amplios contactos de musulmanes y judíos.
Y se hizo asistente del Cardenal Bea y un participante activo del Concilio Vaticano II.
Se dice que estaba siendo preparado para ingresar a la élite dirigente de la Iglesia por su reconocida brillantez.
Pero en algún momento, el Padre Martín pareció haberse desilusionado de la dirección de la Iglesia y en particular de la orden jesuita.
Y en 1964, casi al finalizar el Concilio, solicitó ser liberado de los votos y vivir independientemente.
Fue impulsado, según sus palabras, por su conclusión de que muchos en la Iglesia, y particularmente en su propia orden, estaban más interesados en el poder que en salvar almas.
Y más tarde denunciaría a los jesuitas por aliarse con los marxistas, especialmente en América Central y del Sur; se refería a la Teología de la Liberación.
En 1965, se mudó a Nueva York, donde trabajó lavando platos y conduciendo un taxi, pero pronto se estableció como escritor, escribiendo 17 libros exitosos, sobre historias ficticias, pero que él luego diría que el 90% habían sucedido, aunque las había disfrazado.
Sus novelas son proféticas, especialmente la «Casa azotada por el viento» de 1998, con una trama que se centra en la presión ejercida sobre un Papa para que renuncie, a fin de que pueda ser elegido un Papa que hará cambios liberales.
Murió de una hemorragia intracerebral debido a una caída, y en un documental se dijo que cuando ingresó en el hospital informó que fue empujado por una fuerza demoníaca, del taburete en el que estaba parado.
El padre Martin actuó como secretario privado del cardenal Augustin Bea durante seis años, de 1958 a 1964, en la época del Concilio Vaticano II.
Durante esta época dijo que leyó el Tercer Secreto de Fátima y llegó a conocer a los principales actores que orquestaron los cambios que se produjeron en la Iglesia.
Él contó por ejemplo, que durante el Concilio Vaticano II, el cardenal Bea llegó a la habitación de Martin con angustia y sudaba ansiosamente.
Y le comentó que acababa de escuchar al teólogo Hans Küng, en ese momento sacerdote, decir que a diferencia de los rebeldes protestantes de antaño, él y su grupo, se quedarían dentro de la Iglesia y la cambiarían desde adentro.
Un día de 1960, Martin se encontró viajando en un automóvil con el cardenal Bea y con Juan XXIII.
Había cuatro personas presentes en el vehículo: el conductor, el Papa Juan, el Cardenal Bea y Malachi Martin.
Y durante ese viaje el mismo Papa Juan le dio a leer el Secreto a Malachi, porque hablaba fluidamente portugués.
Estaba escrito en una hoja de papel, no en las cuatro hojas de papel presentadas por el Vaticano en el 2000.
Y en muchas ocasiones posteriores Martin habló del Tercer Secreto, aun cuando estaba bajo juramento de no divulgar explícitamente su contenido, pero lo eludió de manera ingeniosa.
Cuando otra persona tocaba cuestiones del Secreto, él diría sí o no, si estaba en el secreto o no, para cumplir con no divulgarlo.
Por ejemplo, en su última entrevista en vivo en los pasados años 90 en el show de Art Bell, ante millones de oyentes, Malachi dijo que hay algo terriblemente horroroso en el Tercer Secreto.
Admitió que habrá una guerra mundial y un gran desastre en el cual morirán muchas personas.
E hizo luego ver que Dios finalmente tendría que intervenir con los tres días de oscuridad.
Y que esto iba más allá de todo lo imaginable.
Lo más impactante fue que un oyente le dijo a Martin, que había escuchado de un sacerdote, que había afirmado haber leído el Tercer Secreto, que el último Papa estaría bajo el control de satanás, y que cuando el Papa Juan XXIII leyó esto, se desmayó, pensando podría ser él.
A lo que Martín respondió, sí, eso suena como si hubiera leído el texto del Tercer Secreto.
En 1997 el padre Martín se refirió más en detalle a esa posibilidad, diciendo que sí podríamos tener un Papa apóstata, y que en ese caso estaríamos metidos en algo terrible.
Estaríamos en algo como una pesadilla que sería poner a prueba la fe del pueblo y que la fe de la mayoría quedaría destrozada en añicos.
Si esto sucede, dijo, el reino de las tinieblas tendría el premio y todo tendría que pasar a la clandestinidad.
Recordemos que ya en la aparición de Nuestra Señora de La Salette, en 1846, Nuestra Señora habló de que Roma perdería la fe.
Y el abate Combe, editor del Secreto de La Salette, dijo que la vidente Melanie explicó que la Iglesia se eclipsará y que por un tiempo el santo sacrificio dejará de ofrecerse en las iglesias, no habrá más culto público.
Pero sin embargo no cesaría, se ofrecería en cuevas, en túneles, en graneros y en casas.
Según lo que divulgó Malachi Martin el Tercer Secreto cubre tres temas principales.
Un castigo físico a las naciones, que involucra catástrofes, provocadas por el hombre o naturales, en la tierra, en el agua y en la atmósfera.
Un castigo espiritual, mucho más aterrador y angustioso, especialmente para los católicos romanos que las dificultades físicas, que consistiría en la desaparición de la fe, un período de infidelidad generalizada en muchos países.
Y tercero, que Rusia era el regulador del calendario de Fátima.
El papel de Rusia es muy importante, porque la cura para los males del mundo, comenzará en Rusia.
Y por eso la Virgen María ha hablado activamente sobre Rusia en Fátima.
La salvación vendrá de esa zona, sobre todo de Ucrania y de la propia Rusia, lo que es extraordinario.
Martin dijo en 1990 que lo dicho en el Tercer Secreto de Fátima ya se estaba cumpliendo, la Iglesia estaba en medio de una apostasía que se iba generalizando.
Y declaró en 1997 que una gran mayoría de los católicos estaban en apostasía, llevados a la pérdida de fe por hombres de la Iglesia en apostasía.
Dijo hace más de 20 años, que una minoría considerable de Cardenales, Obispos, Sacerdotes y Religiosos estaban en apostasía.
Que ya no profesaban las verdades básicas del catolicismo y sin embargo estaban a cargo de la iglesia.
Estamos ante una auto demolición dijo.
Y dijo más, en Roma hay una fuerza inamovible, que no puede ser desalojada por medios humanos ordinarios.
Por eso Cristo escogió a Su madre que debería ser la que vendría y finalmente salvaría a la Iglesia.
Finalmente dijo que este terrible proceso podría evitarse, no es necesario que suceda, si se concedieran dos peticiones que hizo la Virgen María.
Una, que quien quiera sea el Papa, publique el texto del Tercer Secreto íntegro para que todo el mundo lo lea y lo conozca.
Dos, que entonces el Papa, con todos sus obispos actuando colegialmente, consagren Rusia explícitamente al Inmaculado Corazón de María.
También Malachi Martin dijo que un grupo poderoso había realizado dentro del Vaticano una consagración al demonio.
Y luego, preguntado sobre esto, el exorcista Gabriele Amorth contestó que es perfectamente creíble, que probablemente se haya realizado.
Pero este es un tema para otra ocasión.
Bueno, hasta aquí lo que queríamos contar sobre lo que ha dicho del contenido del Tercer Secreto de Fátima una de las personas que lo leyó.
Esto lo contó el padre Malachi Martin hace más de 20 años y las cosas que contó que contendría parece que ya están comenzando a suceder cada vez más nítidamente.
Tal vez deberíamos orar por lo que sugirió Malachi Martin, que la Iglesia publique íntegro el tercer secreto de Fátima y que el Papa consagre Rusia al Corazón Inmaculado de María, en unión con todos los obispos del mundo y nombrando específicamente a Rusia.
Y me gustaría preguntarte si consideras que ya hay signos nítidos de que están comenzando a darse los hechos que contendría el tercer secreto de Fátima, o todavía no.
La secuencia de acontecimientos que está por suceder.
A medida que suceden los hechos históricos vamos comprendiendo mejor las cosas que muestra la Biblia.
En especial el Libro del Apocalipsis, que muestra el final de los tiempos y el final de la historia con imágenes tremendas.
Pero que hace que muchos, especialmente los modernistas, lo ignoren o digan directamente que eso ya sucedió.
Pero el Libro del Apocalipsis habla de nuestra época, del final de los tiempos, y también del final de la historia, cuando Jesucristo regresará glorioso a la tierra por segunda vez.
Aquí hablaremos sobre la clave oculta, que contiene el apocalipsis, para interpretar lo que está sucediendo ahora y sucederá en los próximos años de nuestra época.
A partir de la apostasía que se está generalizando y los desastres naturales que vivimos, por ejemplo la pandemia, el libro del apocalipsis de la Biblia cobra vida ante nuestros ojos.
Comprendemos mejor sus profecías porque están comenzando a pasarnos.
El libro del Apocalipsis aparece como un resumen de la lucha por la instauración del reino de Dios en la Tierra y las batallas que se sucederán contra el maligno y sus secuaces, en la purificación de la humanidad y la Tierra.
Es un drama que comenzó a ser contado por Dios en el primer libro de la Biblia, donde relata la creación, la rebelión de los ángeles, la desobediencia de los primeros padres, Adán y Eva, que signó toda nuestra historia y la profecía de una mujer que daría a luz a un hijo, y cuya estirpe aplastaría la cabeza del ángel rebelde que llevó a la apostasía a los seres humanos.
Por lo tanto la clave de lo que sucede y sucederá en nuestro tiempo histórico está en el libro del Apocalipsis.
Pero hay que considerar que el libro del Apocalipsis no es secuencial o cronológico, no se puede leer como si fuera una historia hilvanada donde un suceso viene detrás de otro capítulo a capítulo.
Sino más bien son como flashes que indican sucesos que se pueden ubicar en uno o más momentos históricos, algunos en el reino espiritual y otros en el reino material.
Por un lado tenemos las cartas a 7 Iglesias, que representan los juicios de Nuestro Señor a diversos períodos históricos, y la revelación de lo que pasó y pasará en cada uno.
Las cartas a las 7 Iglesias que se pueden leer en los capítulos 2 y 3 del Apocalipsis.
Para el cardenal Louis Billot esas siete cartas quieren representar las siete épocas de la historia de la Iglesia hasta la venida física de Cristo nuevamente a la Tierra al final de la historia.
La carta dirigida a la Iglesia de Éfeso trataría sobre el inicio y la época de los apóstoles.
La carta que se dirige a la Iglesia de Esmirna, cuyo contenido es amargo, significaría la persecución de los primeros cristianos.
La carta a la iglesia de Pérgamo haría alusión a la paz después de Constantino y a los doctores de la Iglesia.
Luego vendría la carta para la Iglesia de Tiatira, que recordaría el triunfo de Carlomagno hasta la revolución francesa.
Y la carta a la Iglesia de Sardes evocaría desde la hegemonía del materialismo hasta la actualidad.
Es nuestra época. Se puede encontrar en el capítulo 2 del Apocalipsis.
Allí el juicio que emite el Señor es que esta Iglesia se encuentra muerta a la fe, o sea que revela la apostasía de esta época.
Le pide que reanime lo que no está muerto todavía, o sea que hace un llamado a la conversión, lo que está siendo realizado por los incesantes mensajes de Nuestra Señora visitando la Tierra.
Y recuerda que hay un remanente fiel y que ese remanente es el que lo acompañará a la vida eterna.
Nuestra propia época sería entonces la época de la deserción de la fe, de la apostasía.
Lo que coincide con lo que manifiestan los que leyeron la parte del tercer secreto de Fátima, que no fue revelado aún, que habla de apostasía y desastres en la naturaleza.
Luego vendría la etapa de la Iglesia de Filadelfia, que sería la conversión del mundo.
Que vendría en el final de los tiempos, luego de una tribulación que culminaría en el triunfo del Inmaculado Corazón de María, un nuevo Pentecostés y una época de paz.
Y por último vendría la etapa de la Iglesia de Laodicea, que tendría que ver con el juicio final, la segunda venida y el fin de la historia.
Y en medio de todo esto, como fondo, el Apocalipsis nos presenta la profecía de la mujer vestida de sol, o sea con el poder de Dios, que lucha contra el dragón.
Está en el capítulo 12 del apocalipsis.
La mujer representa a la Virgen María y el dragón al demonio.
Se muestra como la mujer que apareció en el Génesis, pero ahora vestida de sol, porque va a dar a luz a Su hijo Dios, pero el dragón quiere matarlo.
Por eso se dice que esta visión está relacionada a la liquidación de los niños no nacidos aún, como un signo del fin de los tiempos.
Es decir que el demonio en el tiempo final provoca que se promueva la liquidación de niños aún en el vientre materno.
El niño fue salvado y la mujer huye al desierto.
El desierto representa la conversión, el ayuno, la penitencia que son los continuos llamados de la Virgen en Lourdes, Fátima, Medjugorje en nuestra época.
Y esos 1260 días que pasa en el desierto es una referencia a los tres años y medio de tribulación, cuando debemos confiar en Dios y en su protección.
La tribulación del final de los tiempos, o sea de nuestra época, aparece con la apertura de los 7 sellos, que se pueden leer en los capítulos 4 a 8 del apocalipsis.
Estas son las tribulaciones que vendrán a la Tierra si el hombre sigue desobediente a Dios, son las retribuciones por la apostasía, que podrían ser atemporales, pero que específicamente se refieren a nuestra época, a la Iglesia de Sardes.
Nos avisan de que debemos convertirnos, de lo contrario las tribulaciones crecerán.
El primer sello que se abre es un jinete montado en un caballo blanco recorriendo la Tierra, que hace referencia a los falsos profetas.
El jinete es mentiroso y engañador, tal y como dice Jesucristo, cuando venga el tiempo aparecerán muchos usurpando el título de mesías.
El segundo caballo que es el rojo, hace referencia a las guerras.
Luego aparece el caballo negro que es el hambre. Y después el amarillo que es la muerte.
Y luego, los siguientes sellos que se abren en esta retribución por el pecado hacen referencia a desastres naturales, con un eclipse donde desaparece el sol.
A los mártires que habrá en esta época y a los que se mantendrán fieles, se les simboliza con el número 144 mil.
Después de esto viene un gran silencio en el cielo, de expectativa.
Y muestra a los santos en el cielo haciendo ofrendas para la conversión del mundo.
Y se le entregan 7 trompetas a 7 ángeles para hacer anuncios.
La oración del cielo y la orden no inmediata del toque de las trompetas, demuestra que los sucesos que vendrán con el toque de cada trompeta es condicional.
Si el mundo no sale de la apostasía vendrán más castigos.
Esto puede leerse en los capítulos 8 a 11 del libro del Apocalipsis.
Al toque de cada trompeta se suceden desastres en la tierra, en el agua y en el cielo, que como vimos está reflejados en el tercer secreto de Fátima.
También se suceden plagas.
La orden es que los ángeles protejan a aquellos que sean los elegidos.
Pero a pesar de todas estas tribulaciones gran parte de la humanidad no se convierte.
Y así viene la ira de Dios, lo que en los mensajes de Garabandal se llama el castigo, que incluye los tres días de oscuridad.
Que se ve reflejado en las siete copas que los ángeles derraman luego sobre la Tierra.
Nuevamente los ángeles tienen la orden de no dañar las plantas, árboles ni nada de lo que esté marcado por Dios, el Señor protege a los suyos.
Allí aparecerá algún asteroide o algo en ese estilo hará que se oscurezca la tierra, provocando la salida de langostas y otras tribulaciones.
Y para finalizar habrá una gran batalla que se llama de Armagedón.
Y al final, el libro del Apocalipsis muestra la derrota de la bestia y el restablecimiento de toda la creación.
Y el resto hasta la finalización, se refiere a los que sucederá siglos más tarde al final de la historia.
Bueno, hasta aquí lo que queríamos contar sobre el apocalipsis, que muestra la lucha del cielo contra nuestra pérdida de fe, los avisos que nos está dando y las muestras de las retribuciones al pecado, culminando en la purificación del mundo.
Y a lo largo del texto Dios nos indica que estas retribuciones son condicionales a la respuesta de la humanidad en cada período.
Y me gustaría preguntarte si tú crees que leído así el apocalipsis es una buena explicación de lo que nos pasa y nos pasará o no.
Mensaje del Arcángel Gabriel sobre qué pasará cuando termine el año josefino.
Nada de lo que sucede en la tierra es por casualidad, porque Dios lo tiene que permitir, y por lo tanto el permiso obedece a un plan divino.
Visto así, el patógeno que nos afectó a partir del año 2020, no fue una casualidad, ni el pase sanitario, ni los confinamientos, ni la propuesta de un gran reinicio del mundo postulado por las élites financieras y políticas del mundo.
¿Y a dónde nos conduce esto?
A finales de septiembre de 2021 el padre Michel Rodrigué publicó un mensaje que recibió del Arcángel Gabriel en marzo, sobre lo que sucederá a partir del 8 de diciembre del 2021.
Lo estuvo discerniendo durante meses antes de liberarlo.
Aquí hablaremos sobre lo que dice este sorpresivo mensaje y las consecuencias que tiene.
En la noche del 17 al 18 de marzo de 2021 el Padre Michel Rodrigué recibió la visita del Arcángel Gabriel, a eso de las 2:30 de la madrugada.
Y le dio un mensaje largo donde se refiere a la discreción de San José, a la protección que le dio a la Sagrada Familia y a la Iglesia, al papel que juega en los últimos tiempos.
Y especialmente sobre el último esfuerzo que ha hecho la Iglesia para poner visible al santo a los ojos de los fieles y dilatar el comienzo de la tribulación.
El padre Michel retuvo el mensaje discerniéndolo por meses, pero lo liberó a la luz pública a finales de septiembre de 2021.
Recordemos que el Padre Michel dio una serie de mensajes explosivos en el 2018 y 2019 sobre el final de los tiempos.
Hablaba de la llegada en el 2020 de grandes eventos de tribulación sobre la humanidad, la persecución a los cristianos, los refugios que Dios tiene preparados, la llegada del anticristo, la marca que Dios hará a los fieles, el aviso, la re evangelización del mundo, etc.
Hicimos varios videos sobre sus profecías, que puedes encontrar en la lista de reproducción: Michel Rodrigué, que no tienen desperdicio.
Luego vino la crisis de salud, la inoculación y a raíz de eso los pases sanitarios, sobre los cuales hemos hecho un video respondiendo la pregunta si son la marca de la bestia.
Esta actividad profética pública le valió al Padre Michel la reprimenda de su obispo, que le pidió que no publicara lo que recibe.
El último mensaje que había publicado el Padre Michel fue el 31 de diciembre del 2020, sobre el que hicimos un video que luego fue quitado y no se puede ver.
En él hablaba de que una gran oscuridad envolvía al mundo, y el Padre Eterno le informaba sobre el ataque de satanás al cuerpo físico de Sus hijos, le dijo que sus títeres quieren contaminarlos, que habrá imposiciones obligatorias y que el 1 de enero de 2021 comenzaría el tiempo de hostilidad entre los hijos de la Santísima Virgen y los de satanás.
Y que luego de esto, a su debido tiempo, vendría el Triunfo del Inmaculado Corazón de María.
Ahora dice el padre Michel que Gabriel se le presentó en la madrugada en medio de una luz radiante, y poco a poco distinguió a un ser con lo que parecían alas de luz, y esa luminosidad le daba una profunda paz.
Y entonces le reveló aspectos de la discreción de San José durante su vida, su papel como protector de la Sagrada Familia, especialmente su bajo perfil para evitar que el maligno reconociera al Hijo de Dios, su amor a Jesús y María, su obediencia a la voluntad del Padre, su masculinidad.
Y dijo que así como protegió a su familia protegió a la Iglesia.
Entonces le reveló que los tiempos actuales exigen que se levante el velo de la discreción de San José en su papel para la Iglesia de Cristo.
Le dijo que es el momento de revelar las palabras de la segunda carta a los tesalonicenses escondidas desde el comienzo de la Iglesia.
Acá se está refiriendo a la segunda carta de San Pablo a los Tesalonicenses capítulo 2.
El texto íntegro de este mensaje lo puedes leer por un link que te dejo en la descripción de este video.
Gabriel le dijo que ahora debe ser develada la figura misteriosa, que frena o impide la manifestación del anticristo, para permitir que todos los justos comprendan los eventos que están teniendo lugar.
Está hablando del Katejon.
El versículo 7 dice ya está en acción el misterio de la iniquidad, pero que hay quien lo detiene, y que en algún momento será quitado de en medio.
Y entonces Gabriel le revela que el Katejon que retiene la manifestación del anticristo es San José.
San José es la ayuda a los creyentes en la batalla espiritual.
Y junto con las oraciones de los santos, las almas del purgatorio y la Virgen María es el escudo que ha frenado al anticristo hasta ahora.
Pero la copa de la iniquidad está rebosando y pronto llegará un tiempo de la persecución de los justos.
Fue voluntad de Dios que el año 2021 fuera proclamado año de San José por la Iglesia, ofreciendo un derramamiento de bendición y de protección, tan poderoso, que no permitió manifestarse al anticristo con su fuerza avasallante.
Pero debe retirarse discretamente el 8 de diciembre, cuando finalice el año josefino.
Y pronto se impondrá la marca de la bestia para comprar, comer o viajar, por parte de los acólitos del anticristo, que han organizado una mentira social y planetaria con el auxilio de los medios de comunicación, gobernada por el miedo, la dominación, y la ideología comunista.
Además se han infiltrado en la Iglesia de Cristo con el fin de desfigurarla, manipulándola con una falsa hermandad universal.
Se desplegará entonces un orden mundial donde reinarán la división y la confusión.
Y los escándalos y las acusaciones golpearán a la Iglesia.
Los movimientos que niegan a hombres y mujeres se convertirán en los nuevos jueces de esta mentira social.
Surgirán conflictos en las familias a raíz de la marca de la bestia y sus predecesores.
Y dará la impresión de la muerte de Dios y el fin de la Iglesia Católica, pero será solo una apariencia.
Pero cuando la protección especial de San José se retire, comenzará a tejerse firmemente el triunfo del Inmaculado Corazón de María.
El momento en que aparezca el anticristo, será el tiempo de los refugios preparados por Jesús, María y José.
Los refugios serán para los tres años y medio de la tribulación y están bajo la protección especial de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
Y el mensaje finaliza diciendo que no hay que tener miedo y mirar los acontecimientos con los ojos de la fe, la esperanza y el amor.
Vivir con la intención de cumplir la Divina Voluntad y repetir a menudo ¡Jesús, en ti confío!.
El texto completo de este mensaje lo podrás leer en un artículo en nuestro sitio web, cuyo link está en la descripción de este video.
¿Y qué deja claro este mensaje que recibió el padre Michel?
Que el año de San José supuso un derramamiento especial de su protección sobre la Iglesia, tan poderoso, que impidió que el anticristo entrara en escena, aunque había llegado el momento de su llegada.
Pero cuando comience el último mes del año 2021 ya no se impedirá que surja el anticristo.
Esto no implica que San José no esté más con nosotros, él ha sido y siempre será el Patrón de la Iglesia Universal, el Terror de los Demonios, y estará siempre para nosotros.
Sólo se quita la protección especial.
Deja también en claro que ni la inoculación ni el pase sanitario son la marca de la bestia, sino sus predecesores.
Y que los que rechacen a Cristo se encontrarán a merced de la mentira planetaria organizada por los acólitos del anticristo, tomando como base los medios de comunicación y el miedo.
Pero todo el poder de este caos y maldad solo será una apariencia, aunque implicará 3 años y medio de tribulaciones después del Aviso, que según las profecías incluyen desastres, guerras, persecución y finalmente los 3 días de oscuridad.
Deja claro también que el remanente fiel será protegido, y menciona los refugios, aunque habrá mártires.
Y es significativo que a partir del día en que se levante el katejon comenzará el proceso firme del Triunfo del Inmaculado Corazón de María.
Y este Triunfo culminará en un Nuevo Pentecostés, la Era de la Paz y el Reino de la Divina Voluntad en la tierra, a través del Reinado Eucarístico de Jesús, con la renovación de la Iglesia que fue purificada.
Esta es nuestra esperanza. Por eso hay que confiar y repetir constantemente ¡Jesús, en ti confío!, ante las cosas que vemos y no entendemos.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre el mensaje que recibió el místico Padre Michel Rodrigué de San Gabriel Arcángel, sobre que el 8 de diciembre de 2021 el cielo quitará el freno que impide la manifestación del anticristo, el Katejon, y lo que supone esto.
Obviamente esto es una noticia para nuestro discernimiento.
Y me gustaría preguntarte si ya ves signos de que los católicos que conoces empiezan a pensar que pronto llegará un anticristo o no.
MIRA ESTOS VIDEOS
MARZO, 2021. MENSAJE DE SAN GABRIEL ARCÁNGEL AL PADRE MICHEL RODRIGUÉ COMPLETO, EN RELACIÓN A DICIEMBRE 2021. TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL
La noche del 17 al 18, 2021, un Ángel del Señor (más tarde comprendí que se trataba de San Gabriel Arcángel) se presentó alrededor de las 2:30 de la mañana para hablarme de la Santa y Gran discreción de San José con la Sagrada Familia y su papel al final de los tiempos malos. Yo digo “al final de los tiempos malos” para expresar un periodo diferente al del Retorno Glorioso de Cristo al final del tiempo.
Esta experiencia que estoy a punto de relatarles, la llamo un sueño. Gabriel primero se presentó como una luz radiante, esplendorosa. Gradualmente, pude notar la forma de un ser de luz, con lo que parecían alas de luz. De su ser emanaba una luminosidad tal que impartía tanto alegría como una profundísima paz en Dios. Era como si hubiera ascendido a una parte del cielo con solo mirarla. Entonces se escuchó su voz:
“Vengo a revelar la discreción de San José, desde el primer momento en que le hable hasta el día en que abandono la tierra. Desempeño su papel como protector y guardián de la Sagrada Familia con gran serenidad y gran confianza en Dios, el Padre Eterno”.
“A él, como a la Santísima Virgen María, se le concedió ser el primero en el santísimo conocimiento del Misterio de la Trinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
“La libre aceptación de tomar a la Virgen María como su esposa, le dio la alegría de un conocimiento infundido, impregnado, de una relación viva, paternal, con Jesús, su Creador, su Rey y su Amor”.
“Ese conocimiento lo recibió José del amor que tenia por María, su esposa y de la Voluntad del Padre Todopoderoso. Desde ese momento, José llevo a María, su esposa, a su hogar y actualizo el Ministerio de su amor por María y por el Niño”.
“El drama que ocurrió en el momento del nacimiento del Salvador resalta la consideración de su gran autoridad, que hizo posible preservar al Niño-Dios y a su Madre de cualquier presagio que hubiera podido poner en riesgo la identidad del Niño. El diablo y sus secuaces podrían haber hecho daño a Jesús y a su Madre. Su fortaleza y su amor mantuvieron al diablo y a sus acólitos a distancia”.
“Hasta el mismo día del nacimiento del Niño Rey, ni Herodes ni su sequito sabían nada del hecho. Sin embargo, la Señal estaba en el cielo. Los Magos ya estaban en camino para encontrar al Niño-Dios y los pastores, los más pequeños (humildes) del pueblo, ya habían sido instruidos por las voces de los ángeles”.
“En el momento en que Herodes quiso matar al Niño-Dios, yo le avise a José en un sueño, por Voluntad del Padre Eterno, que tomara al Nino y a su Madre y huyeran a Egipto. El permaneció allí hasta la muerte del tirano. De regreso en Nazaret, la Sagrada Familia se quedó allí durante todos los años del crecimiento de Jesús. Nadie sospechó quienes eran el Niño y su Madre. La discreción de José fue perfecta para no atraer los ojos del Maligno y, por ende, malograr el plan de Dios, nuestro Padre”.
“La paternidad putativa de José cubrió al Niño y a su Madre de una manera tan grande que nadie puede expresar ni imitar. La ternura paternal de José fue como la cueva de la Roca, para proteger al Niño y a su Madre de los inoportunos estados anímicos de este mundo. Esa discreción continúo en silencio y oración, en el trabajo diario, y hasta en los descansos, para no levantar sospechas de la existencia del Mesías de Dios. La obediencia de José en hacer la Voluntad del Padre Eterno con un corazón humilde y puro lo hizo el varón más representativo sobre la tierra, en el centro de la Sagrada Familia. Su Paternidad y su Masculinidad eran similares a las deseadas por Dios desde el comienzo de todo. Por lo tanto, tal como San José protegió al Niño y a su Madre, así también protege a la Iglesia en su crecimiento histórico. Aun, de una manera más solemne en estos tiempos vuestros”.
“Los tiempos presentes requieren el levantamiento del velo de la discreción de Dios por San José, en su papel para la Iglesia de Cristo. Ahora es el momento de revelar las palabras de la segunda carta a los Tesalonicenses, ocultas desde el comienzo de la Iglesia. De hecho, la figura misteriosa que contiene o previene la manifestación del anticristo y su presente dominación, debe ser revelada ahora para permitir a los justos comprender los eventos que están ocurriendo. Deben estar listos y tener sus lámparas encendidas para la manifestación del Hijo de Dios”.
He aquí el texto Sagrado de la segunda carta de San Pablo a los tesalonicenses, capitulo 2:
1 Pero hablemos, hermanos, de esa venida de Cristo Jesús, nuestro Señor, y de nuestra reunión con él. Les rogamos que no se dejen perturbar tan fácilmente. No se asusten por manifestaciones del Espíritu, o por rumores, o por alguna carta que pasa por nuestra, que dicen que el día del Señor es inminente.
3 No se dejen engañar de ninguna manera. Primero tiene que producirse la apostasía y aparecer el adversario de la religión, el instrumento de la perdición, 4 el rebelde que se pone por encima de todo lo que es considerado divino y sagrado, que incluso pondrá su trono en el templo de Dios para mostrar que él es Dios.
5 ¿No recuerdan que se lo decía cuando estaba con ustedes? 6 Ustedes saben qué es lo que ahora lo detiene, para que sólo se manifieste a su debido tiempo. 7 La fuerza antirreligiosa ya está obrando secretamente, pero falta que desaparezca el que la retiene. 8 Entonces se manifestará el adversario, a quien el Señor ha de barrer con el soplo de su boca y al que derribará cuando venga en su gloria.
9 Al presentarse este sin-ley con el poder de Satanás hará milagros, señales y prodigios al servicio de la mentira 10 para engañar y pervertir a todos los que han de perderse, a los que no aceptaron el amor de la verdad que los habría salvado. 11 Por eso Dios les está enviando las fuerzas del engaño dejando que crean en la mentira. 12 Así serán condenados al fin todos los que no quisieron creer en la verdad porque les gustaba más el mal.
13 Pero nosotros tenemos que dar gracias en todo momento por ustedes, hermanos amados por el Señor, pues ustedes son la parte de Dios y fueron elegidos para que se salvaran mediante la fe verdadera y fueran santificados por el Espíritu. 14 Con este fin los llamó mediante el Evangelio que predicamos, y los destinó a compartir la gloria de Cristo Jesús, nuestro Señor.
“En verdad, el “misterio de la iniquidad ya está trabajando; solo hace falta que el que lo retiene sea descartado. Hoy les digo: Aquel que lo contiene es San José. A través de su oración y su intercesión, San José asiste a los creyentes en la batalla espiritual por la defensa de la fe de la Iglesia militante. Con las oraciones de los santos y de las almas del purgatorio, o sea de la Iglesia Triunfante y de la Iglesia Purgante, la asistencia de San José y de la Virgen María constituyen un escudo de fe que ha contenido al anticristo, hasta ahora”.
“Escuchen bien mis palabras. La copa de la iniquidad se está desbordando y pronto llegara un tiempo para la Iglesia en que la persecución de los justos tomara lugar. Es por la Voluntad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que este año 2021 ha sido proclamado por el Papa Francisco, el año de San José. Se les ha ofrecido una gran bendición. Durante este año serán forzados a hacer una elección. (Nota: el mensaje fue dado el 17 de Marzo) Lo que se presenta como una vacuna salvadora es una ilusión. Pronto les será impuesta la marca de la Bestia para comprar, comer o viajar. El año 2021 es un año de discernimiento para aquellos que desean ser fieles a Cristo. San José asistirá a todos los que deseen ser fieles a Cristo. Pero él se debe retirar discretamente el 8 de Diciembre”.
“Para ese entonces, y ya ha comenzado, todos los que rechazan a Cristo se encontraran entrando en una fuerza de engaño que los hará creer en una mentira. Una mentira social y planetaria organizada y preparada por los acólitos del anticristo. Estos forman una falsa Iglesia que, de hecho, es el cuerpo social del anticristo. Ellos son quienes gobiernan por el miedo, la dominación, y por las ideologías comunista y socialista. Los están manipulando hacia una falsa hermandad universal. Han infiltrado la Iglesia de Cristo con el propósito de desfigurar y desacralizar sus sacramentos. Todo cae en su lugar. Hasta el 8 de Diciembre, estos acólitos malvados se organizan a través de los medios de comunicación y crean un clima de sospechas, miedo y denuncias”.
“Ellos se deben preparar para la venida del impío, (N. del T.: también se puede traducir como el profano) organizando un orden mundial donde la división y la confusión reinen en perjuicio de la Verdad, de la enseñanza de la Iglesia. Escándalos y acusaciones golpearan a la Iglesia por doquier. Movimientos que niegan a los hombres y a las mujeres se convertirán en los nuevos jueces de esta mentira social. Surgirán conflictos en las familias y discutirán por el uso de las vacunas y por la Marca de la Bestia. Aparecerán conflictos entre naciones hasta el punto que todo parecerá sin esperanzas. Los corazones se enfriarán, las consciencias serán atadas y oscurecidas por el pecado que lo habrá invadido todo”.
“Aunque la cizaña del anticristo parezca sofocar a los justos y a los santos, dando la impresión de la muerte de Dios y del fin de la Iglesia Católica, todo eso será solo en apariencia. Cuando San José se retire, el Inmaculado Corazón de María iniciara el comienzo de su triunfo, por sus hijos y para la Iglesia. La Iglesia atravesara los dolores de una purificación en la que la Virgen María la acompañara como Madre de los dolores. Algunos de sus hijos serán martirizados y se vestirán con las palmas de la Victoria de Cristo, el día del triunfo del Corazón inmaculado de María. En el momento en que aparezca el anticristo, el tiempo de los refugios preparados por los Sagrados Corazones de Jesús y de María, y el purísimo corazón de San José sonaran (probablemente el original haya dicho comenzaran). Los refugios son el trabajo de los tres años y medio anunciados en el Libro del Apocalipsis. Son el trabajo de Dios”.
“Pequeño rebaño, no tengan miedo. Miren con los ojos de la fe, de la esperanza y del amor. Los refugios están bajo la protección especial de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Así es como su Corazón inmaculado lo ha querido. ¿Acaso no ven el trabajo de la Sagrada Familia de Jesús, María y José? Todo cuanto necesitan saber, ha sido dicho. Viven en confianza para cumplir su Divina Voluntad y repitan frecuentemente esta oración: ¡Jesús, en ti confió!”
En el siglo XII, o quizá antes, en tiempos de grandes calamidades, comienzan a practicarse en algunos lugares ciertas oraciones públicas con ritos especiales, como es el clamor in tribulatione. Según la gravedad del mal público, menor o mayor, la Iglesia local organizaba un clamor parvus o bien, en las calamidades peores, un clamor magnus. El padre Angelo de Santi explica el sentido del término:
«La palabra clamor en la Edad Media es un término jurídico que significa pública acusación, querella o reclamación ante el tribunal y los jueces competentes. En las celebraciones litúrgicas significaba, pues, una llamada pública y solemne hecha a Dios contra los enemigos y más en particular contra los invasores y destructores de los bienes de la Iglesia» (AdS 1917,2: 51). En inglés, el término judicial claim guarda este sentido de reclamación.
«El término clamor, como palabra litúrgica, parece usarse por primera vez en la liturgia visigótica [hispana] de los siglos VI y VII, con ese sentido particular de oración que el pueblo grita. En el Liber Ordinum se describe un rito fúnebre en el que todos unánimes claman una y otra vez pidiendo salvación para el difunto: “omnes una voce simul conclamant Deo clamorem ita: Kyrie eleison prolixe”» (ib. 56).
En un antiguo ritual, por ejemplo, de la iglesia de San Martín de Tours, escrito en el siglo XIII, se describen dos modos de clamores, el parvus y el magnus. Nos fijaremos aquí en el primero.
El clamor parvus está prescrito, por supuesto, en aquellas situaciones en las que la Iglesia no halla medio humano para superar una adversidad o, por ejemplo, para conseguir la enmienda de un malhechor. El rito consiste en que, después del Pater noster y antes del Pax Domini, el clero todo desciende de sus escaños en el coro y se postra con el rostro en el suelo. Y así también se postra ante el altar el sacerdote celebrante, teniendo en la mano la Hostia consagrada.
«El diácono entonces pronuncia el clamor parvus, la oración especial Omnipotens sempiterne Deus qui solus respicis afflictiones hominum, después de la cual todos cantaban el salmo Ad te levavi [24], que como salmo para tiempo de guerra es elegido frecuentemente por la liturgia en las públicas calamidades. Durante su canto, los monaguillos hacen sonar las campanas del coro. Seguían algunas preces y la oración colecta: Hostium nostrum Domine, elide superbiam, a la que todos respondían en voz alta Amen. Y continuaba la misa» (AdS ib. 51-52).
El clamor magnus, para situaciones extremadamente graves, es un rito aún más impresionante. Podemos ver un ejemplo de él, tal como se realizaba en el monasterio benedictino de Farfa, dedicado a la Virgen. Después del Pater noster de la misa solemne, los ministros cubren el suelo ante el altar con un amplio cilicio –tejido hirsuto de pelos, oscuro, que se usaba en los funerales–, y sobre él se coloca el crucifijo, el evangeliario y las reliquias de los santos. Todo el clero se postra en tierra, y el celebrante, ante las especies eucarísticas consagradas y las reliquias de los santos, recita en alta voz el In spiritu humilitatis:
En espíritu de humildad y con el ánimo contrito [Sal 50,19], Señor Jesús, Redentor del mundo, nos acercamos a tu santo altar, a tu sacratísimo Cuerpo y Sangre, y en tu presencia nos confesamos culpables de nuestros pecados, por los cuales somos justamente oprimidos.
A ti, Señor, acudimos. Señor Jesús, postrados ante ti clamamos, pues hombres malos y soberbios, confiando en su fuerza, nos atacan por todas partes, invaden el lugar de este santuario y de otras iglesias a ti consagradas, obligan a vivir en el dolor, en el hambre, en la desnudez a tus pobres fieles; los matan con tormentos y espadas; nos roban, destrozan con violencia nuestros bienes, con los que hemos de vivir para tu servicio, y profanan cuanto las personas piadosas han dejado para su salvación en este lugar.
Esta iglesia tuya, Señor, que en los tiempos pasados fundaste y ensalzaste para honor de la bienaventurada siempre Virgen María, decae en la tristeza. Y no hay quien la consuele y la libere si no eres tú, oh Dios nuestro. Levántate, pues, en nuestra ayuda, Señor Jesús; confórtanos y ven en nuestro auxilio; vence a los que nos combaten, humilla la soberbia de quienes persiguen a este lugar y a nosotros mismos.
Tú sabes, Señor, quiénes son ellos. Sus nombres, cuerpos y corazones son conocidos por ti antes de que nacieran. Por eso, oh Dios, aplícales tu justicia con tu fuerza poderosa, haz que reconozcan la maldad de sus obras y líbranos por tu misericordia.
No nos desprecies, Señor, cuando a ti clamamos en la aflicción, sino más bien, por la gloria de tu Nombre y por la misericordia con que fundaste y sublimaste este lugar en honor de tu Madre, ven a visitarnos en la paz, sacándonos de la angustia presente. Amén (AdS ib. 54-55).
Fuente: Oraciones de la Iglesia en tiempos de aflicción por P. José María Iraburu
PRECES EN POSTRACIÓN
Recordaré, por último, un rito semejante, que en los siglos XIII-XVI se usa, por ejemplo, ante el peligro de los turcos y para impulsar la reconquista de Jerusalén. En el misal de Salisbury se le da el bello nombre de preces in postratione.
Veamos de éstas un ejemplo concreto. A pesar de las enérgicas decisiones del II concilio ecuménico de Lión (1274), los príncipes cristianos, enfrentados por discordias, no acaban nunca de ponerse de acuerdo y de unirse para defender la Cristiandad del peligro turco. El Papa Nicolás III (+1280), entonces, perdida toda esperanza terrenal, manda que la Iglesia ponga por la oración toda su esperanza en su único Salvador, Jesucristo.
Así pues, para acrecentar en todos esta actitud de ánimo humillado y suplicante, el Papa, en la bula Salutaria (1280), ordena que en todas las misas, después del Pax Domini y antes del Agnus Dei, postrados tanto el celebrante como los fieles, se recite el salmo 122, Vamos a la Casa del Señor, y después del triple Kyrie eleison y el Pater noster, se recen a coro estos versículos:
–Salva, Señor, al rey. –Y escúchanos en el día en que te invocamos. –Salva a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad. –Gobiérnalo y exáltalo para siempre. –Hágase la paz por tu poder. –Y haya abundancia en tu ciudad. –Señor, escucha mi oración. –Y mi clamor llegue hasta ti. –El Señor esté con vosotros. –Y con tu espíritu.
Oremos. Oh Señor, concede, aplacado, a tus fieles la indulgencia y la paz, para que sean purificados de sus culpas y puedan servirte con la mente limpia. Amén.
El Papa concedía diez días de indulgencia a cuantos fieles participaran en este santo rito.
Fuente: Oraciones de la Iglesia en tiempos de aflicción por P. José María Iraburu