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La historia y la doctrina marchan hacia adelante.
Seguramente no pasa desapercibido a los católicos observadores que se han formado como dos clases de fieles en la Iglesia, aquellos que son sumamente ortodoxos con la doctrina, que les llamaremos fundamentalistas, y los que se atreven a pensar de forma novedosa, que los llamaremos modernizantes.

 

manos orando

 

Pero mientras a los modernistas se les puede criticar por una lectura de los evangelios que exceden las interpretaciones tradicionales de las escrituras y apelan a que la doctrina cambie, a los fundamentalistas se les puede achacar su rigidez, incluso de actitud.

La mayoría de nosotros, aunque estemos claramente alineados en uno u otro lado, siempre vamos a considerar que estamos balanceados, por aquello del justo medio.

Es bueno repasar algunas cosas que ambas mentalidades, modernistas y fundamentalistas, se están perdiendo en la actualidad.

DIOS ES MISERICORDIOSO 

Los católicos fundamentalistas son buenos en recordar a todos la realidad y la gravedad del pecado, y por supuesto no debemos pasar por alto el pecado o ser indiferentes al respecto.

Pero a veces comenzamos la pintura a Dios como un dictador iracundo, riéndose mientras electrocuta almas al infierno. Ese no es el Dios de los cristianos.

Dios es amor y él no quiere que nadie vaya al infierno. El pecado es real, y debemos evitarlo. Pero la misericordia es real, también, y no debemos evitar de enfatizarlo. Dios está metafóricamente sentado en el borde de su asiento esperando a que nos arrepintamos porque él quiere  perdonarnos, tan pronto como se lo permitamos.

LA MORAL CATÓLICA NO ES REALMENTE TAN RÍGIDA

Hay un montón de espacio para la prudencia y el juicio personal. Los católicos fundamentalistas con frecuencia hablan de corregir la cultura que quiere poner realmente malas acciones bajo el ámbito del juicio prudencial de cada uno. Y esto es bueno, porque hay una razón para que esas acciones sean incorrectas. Pero hay cosas que realmente se dejan a juicio prudencial, no todo debe estar tabulado como bueno o malo (que no es  lo mismo que la moral libre para todos).

Las personas casadas siempre deben amar a sus esposas, por ejemplo, pero lo que se ve requiere exactamente prudencia (y otras virtudes). Podría significar cocinar porque su esposa está demasiado ocupada en la tarde, o el aplazamiento de las responsabilidades de la cocina porque a su cónyuge le gusta cocinar o cocinar juntos. ¡Tantas posibilidades! La Iglesia no está en el negocio de la micro gestión de nuestras vidas, incluso en las zonas candentes como la modestia y la planificación familiar.

JESÚS QUIERE SER TU AMIGO

Antes de echar una carcajada por lo cursi que suena eso, déjeme decirle donde lo escuché: de Jesús. (Eche un vistazo a Juan 15:15). Los católicos fundamentalistas son grandes poniendo los ojos en blanco con «devociones emocionales» y, creencias vagas que en realidad no significan nada, porque es verdad que nuestra fe es más sustancial que dichos o refranes inspirados.

Tenemos una impresionante historia intelectual y artística que a menudo es ignorada, y tenemos buenas razones de por qué creemos lo que hacemos. No es todo bueno lo que es emocional. Pero el propósito de la filosofía es para nosotros apuntar hacia Dios, no reemplazar a Dios. Dios no es un concepto filosófico, sino tres personas que te aman y quieren estar cerca de ti en la forma en que un amante esposo quiere estar cerca de su esposa o una madre amorosa quiere estar cerca de su hijo.

MAS VIEJO NO SIEMPRE ES MEJOR 

Es una pena que a muchos católicos modernizantes nunca se les ha enseñado acerca de nuestro patrimonio, porque hay tanta belleza y la profundidad de las cosas viejas, como la polifonía y el canto, la misa tridentina, y las homilías de los primeros Padres de la Iglesia. Pero el siglo XXI es una parte legítima de la historia de la Iglesia y los católicos fundamentalistas suelen perder las grandes cosas que están sucediendo en la actualidad.

Algunos católicos del siglo XXI están componiendo bellos himnos y dando fantásticas homilías. Las liturgias vernáculas, fáciles de seguir, tienen ventajas evangélicas que las liturgias más antiguas no las tenían. Los pensadores de hoy están haciendo un trabajo impresionante lidiando con asuntos que la Iglesia no necesitaba tener en cuenta hasta ahora, y estamos aplicando verdades eternas a nuestra situación del siglo XXI, en formas que no se había hecho antes y de lo que probablemente se beneficiarán las generaciones futuras – al igual que San Francisco de Sales y San Ireneo hicieron en sus tiempos.

En el año 1200, los eruditos musulmanes tomaron la filosofía griega – escrita 300 años antes de la Encarnación – y la llevaron a Europa. El cristianismo, evidentemente tiene algunos desacuerdos fundamentales con las antiguas perspectivas griegas del mundo, pero eso no impidió que Santo Tomás de Aquino navegara en ellas en busca de gemas, mientras que mantenía la ortodoxia católica. Él salió con la Summa Theologica.

En cambio vemos que los musulmanes viraron hacia el fundamentalismo y se quedaron congelados en esos siglos, que fue la época de oro para ellos, eso en parte explica el “revival” de su actitud supremacista en la actualidad.

Fuentes: Ignitium Today, Signos de estos Tiempos

 

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