El Presidente Correa amenazó renunciar.
En estos meses se ha visto en Ecuador una presión masiva de las Naciones Unidas y grupos internacionales de «derechos humanos», bien financiados, para liberalizar las leyes del aborto, pero presidente de Ecuador “abortó” su esfuerzo.
Rafael Correa amenazó con renunciar a su cargo si la Asamblea Nacional aprobaba un proyecto de ley que busca modificar el Código Penal del Ecuador. La ley podría permitir el aborto para todas las mujeres que afirman haber sido violadas. La legislación ecuatoriana permite el aborto hasta el nacimiento cuando la vida o la salud de la madre están en riesgo, o en casos de violación para las mujeres con discapacidad mental.
El presidente dijo: «Voy a presentar mi renuncia» si los miembros de su propio partido persistían en tales «deslealtades».
LA MOLESTIA DE CORREA
«Estoy cansado de esto», dijo Correa. «Ellos hablan de democracia y luego hacen lo contrario y tratan de aprovechar cualquier oportunidad.»
«Personalmente, estoy en contra del aborto», continuó. «Siempre que hemos consultado a los ciudadanos sobre el aborto, la inmensa mayoría rechaza la eutanasia prenatal.»
El presidente también señaló que la Constitución de Ecuador defiende la vida desde la concepción.
«Ellos pueden hacer lo que quieran. Yo nunca aprobaré la despenalización del aborto», concluyó.
SUS ALIADOS RETIRAN LA MOCIÓN
La diputada Paola Pabón, quien había propuesto inicialmente la medida para permitir el aborto en caso de violación, retiró la moción al día siguiente.
«Con el gran afecto que tenemos hacia usted, le decimos que esta vez usted está cometiendo un error», le dijo al presidente. «Pero en nombre de la unidad de mis 100 colegas congresistas, retiro mi moción para que este bloque no presente ninguna ruptura», concluyó.
ECUADOR ESTÁ SIENDO FUERTEMENTE PRESIONADO A LEGALIZAR EL ABORTO
Después que el presidente Correa había hecho clara su posición, la división de América de Human Rights Watch envió una carta a la Asamblea Nacional instándoles a modificar actual Código Penal de Ecuador. HRW afirmó que penalizar los «delitos de aborto» fue minando «los derechos básicos de la población de Ecuador.»
HRW también publicó un despacho en su página web unos días antes de que el debate sobre el aborto se llevara a cabo titulado, «¿Por qué Ecuador trata a las víctimas de violación como criminales?»
El mes pasado, Heather Sayette, director regional de la oficina de América Latina de Planned Parenthood Global, publicó un artículo afirmando que
«ahora y siempre, las víctimas de violación y todas las mujeres en Ecuador y en todo el mundo merecen tener acceso a servicios integrales de salud, incluyendo el aborto a petición».
El año pasado, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC) de las Naciones Unidas, recomendó que el gobierno de Ecuador
«modifique su Código Penal a fin de establecer que el aborto no es un delito si el embarazo es resultado de violación, independientemente de si o no, la mujer en cuestión tiene una discapacidad, o si se ha establecido la existencia de anomalías congénitas».
María Augusta Teale de Mision Provida, explicó cómo se asombró con
«la intervención abusiva de Planned Parenthood» en «la promoción de una campaña en Internet llamada el Código Penal ecuatoriano arcaico y fuera de la moda».
«Yo me pregunto, si no es realmente arcaico promover la muerte de inocentes y llamarlo ‘derechos de la mujer'», preguntó.
YA SE VIO EN URUGUAY
Sin embargo, el presidente Correa resistió enérgicamente esa presión. Uno de sus lemas del gobierno es «Ecuador, ama la vida».
Pero no sucedió lo mismo en Uruguay. El presidente anterior, el Dr. Tabaré Vázquez, un oncólogo y hombre socialista como Correa, vetó una ley que había presentado su propio partido, el Frente Amplio, en las cámaras y había sido aprobada.
Pero una vez que terminó al mandato constitucional de Vazquez la cosa cambió. Ganó las elecciones otra figura de su partido, el ex guerrillero José Mujica, y la bancada del Frente Amplio volvió a presentar el proyecto y obtuvo la mayoría de nuevo. Pero esta vez el presidente no lo vetó, porque, según lo que dice, aunque no está de acuerdo, respeta a la mayoría de su partido.
Esto demuestra que la clase política latinoamericana, en su mayoría, está a favor de la reingeniería del aborto, pero no la gente, porque las encuestas muestran una mayoría contra el aborto. Y el freno viene sólo de figuras importantes, que ponen su prestigio para frenar el aborto.
Casualmente tanto Correa como Vazquez se declaran católicos, y el presidente Correa fue a visitar al papa Francisco al Vaticano llevando a su anciana madre.
Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos