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Estamos frente a la revolución del hedonismo.

El hombre occidental ya no soporta el sufrimiento en ninguna escala.

Por eso no logra elaborar una estrategia de defensa para cuando llega un dolor.

mujer y niña sufriendo

No comprende que tarde o temprano la tragedia nos golpea.
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Porque realmente estamos viviendo en un valle de lágrimas, como preámbulo de una vida posterior eterna.
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Sin esta comprensión, la tragedia puede arrastrarnos al punto de quedarnos anclados a ella.
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Esto es lo que quiere el enemigo para destruirnos.

La única forma que tenemos es salir tan rápido como podamos del sufrimiento para seguir adelante.
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Porque cuando ponemos un giro negativo en algo, se vuelve aún más negativo, se le da energía.
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Y es entonces que viene la respuesta destructora de la sociedad moderna: las adicciones e incluso el suicidio para escapar.

 

UNA PROPUESTA CONTEMPORÁNEA PARA EXTIRPAR CUALQUIER SUFRIMIENTO

Muchas novelas de ciencia ficción consideran lo que sería la vida sin sufrimiento.

El filósofo David Pearce cree que podemos tener una vida así – y, de hecho, que tenemos un imperativo moral para conseguirlo.

Pearce se llama a sí mismo un utilitarista negativo.

Dice que nuestro cálculo moral debe ser informado por el deseo de limitar en lo posible el sufrimiento de todos los seres sintientes.

Pearce lleva esta ética hedonista a sus conclusiones extremas. 

En una entrevista con la revista futurista IO8, Pearce habla de nuestro “imperativo headonistico” para alterar genéticamente toda la vida sensible de tal manera que no haya sufrimiento en la tierra.

“Los humanos y los animales no humanos son iguales en un aspecto ético fundamental…

Ningún ser sensible quiere ser dañado – ser asfixiado, desmembrado o comido vivo“.

mujer llorando

Pearce sostiene que debemos “deshacernos de la depredación” a través de “reingeniería genética” de la biosfera.

Pearce cree que tecnologías como CRISPR nos permitirán editar selectivamente genes indeseables del código genético de todo tipo de vida inteligente.

“Incluso los científicos de mente sobria describen la revolución CRISPR como ‘alucinante’.

Los Impulsos génicos pueden propagar los cambios genéticos al resto de la población”.

Pearce cree que podríamos llegar a un punto donde no haya sufrimiento de absoluto en la tierra.

“No hay nada que impida a los agentes inteligentes la identificación de la firma molecular de la experiencia hedónica bajo cero y eliminarla por completo, incluso en los insectos…

Yo predigo tentativamente que la última experiencia desagradable del mundo en nuestro mundo será un evento precisamente fechable”.

Pearce cree que una vida así sería una utopía posible:

“Si hacemos las cosas bien, el futuro de la vida en el universo puede ser maravillosa más allá de los límites de la imaginación humana.

Una civilización de súper longevidad, súper inteligencia y súper felicidad”.

Este pensamiento no toma en cuenta el valor redentor y sanador del sufrimiento, lo que significa para nuestra comunicación con el creador del universo, Dios.

Tampoco toma en cuenta factores inmateriales del sufrimiento.
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Como el aburrimiento, la disconformidad con lo que uno mismo es.
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Y la soledad, que incluso actualmente están siendo motivos del suicidio asistido y la eutanasia en países como Bélgica, Holanda y Suiza.

No considera la degradación que supone responder desviando el sufrimiento con adicciones.
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Donde el individuo se embriaga con otra cosa que le hace olvidar el sufrimiento (alcohol, drogas, pornografía, etc.).
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Que causan destrucción física y moral.

juan pablo ii sufrimiento

 

CUANDO LLEGUE EL DOLOR: MIRAR LOS EVENTOS NEGATIVOS CON LOS OJOS DEL “CIELO”

Cuando llega un sufrimiento, de repente descubrimos que lo negativo no lo es tanto.
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Porque cuando ponemos un giro negativo en algo, se vuelve aún más negativo.

Cuanto más te obsesionas o te preocupas por algo, cuanto más te centras en un hecho negativo, cuanto más das paso a un estado de ánimo hacia abajo, llegas a ver las cosas más oscuras.

Todo depende de nosotros para animarnos.

Cuando nos “aligeramos”, vamos para arriba.

El alma irradia. El espíritu cura. La vida fluye más fácilmente a través de nosotros.

La vida nos pone frente a dos destinos: el amor o el miedo; ambos son opuestos.

El miedo es la fe en lo negativo.

Ahora, es verdad, vivimos en un momento, sobre todo en los últimos años, cuando lo “negativo” parece estar acumulándose rápidamente.

No vamos a negarlo, hay muchos aspectos de oscuridad.

Hay muchos acontecimientos que ocurren. Otros que parecen estar a las puertas. ¿Por qué negarlo?

Somos comisionados para reportar la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.

Tenemos que afrontar las cosas, y antes de poder manejar una situación tenemos que comprender, discernir.

Pero ver que estamos en un momento oscuro o que se avecina un período de dolores no es tener miedo o ser pesimista.

Como dijo la gran mística venezolana María Esperanza, los “desastres”, deben ser vistos como “buenas pruebas”.

Nosotros podemos tener un gran y hermoso árbol muriendo por el ataque de los insectos en el patio, pero podemos encontrar la felicidad en el hecho que tratamos de salvarlo, y luego en cortarlo cuando no hay más remedio.

Podemos llorar por las muertes en Irak, pero en lugar de quedarnos  en el pesimismo y la fatalidad, lo podemos ver como una inspiración para interceder.

Podemos perder una cartera y podemos observar cómo al instante obtenemos una nueva perspectiva, si estamos abiertos.

Podemos oír hablar de alguien que está gravemente enfermo, pero sabemos que la persona tiene la vida eterna ante ella.

sufrimiento joven sentado en el piso

Podemos tener una enfermedad nosotros mismos y ella acercarnos más a Dios.

Todo está en cómo lo vemos. Todo está en cómo lo usamos.

Preocuparse todo el tiempo no es miedo a la muerte, es miedo a la vida.

Cuando Dios permite el mal, a menudo es para “despertarnos”, para abrir nuestros ojos, para reiniciarnos, para hacernos ver una realidad mucho más grande.

Cosas que dan que pensar: terremotos, sequías, incendios forestales. Guerra. Preocupaciones económicas. Disturbios. Extraños asesinatos. Agitación. Suicidio.

Pero todo esto es motivo para que oremos y limpiarnos internamente.

Fuimos enviados por Dios a este mundo en un momento especial de la historia.

Y debemos responder en consecuencia; ver los problemas como oportunidades y las noticias “deprimentes” como fuentes de inspiración para orar (incluso por las personas que hacen el mal).

Tú sabes la expresión: el momento más oscuro es siempre justo antes del amanecer.

Y así es: hay siempre una luz al final del túnel.

Hay bondad más allá de cada vuelta.

Siempre hay una razón para la alegría (¡vivimos para siempre!).

Cada hecho negativo se puede convertir en algo positivo cuando vemos la imagen más grande y tratamos de ver las cosas con los ojos del Cielo, donde toda oscuridad es tragada por la Luz insondable.

Veamos ahora un ejemplo que nos traen las escrituras, para comprender el aspecto sobrenatural del sufrimiento.

job se queja

 

PRINCIPIOS QUE NOS MUESTRA EL LIBRO DE JOB [DE LA BIBLIA] SOBRE EL SUFRIMIENTO

Job era un hombre sin culpa y recto.
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Y satanás pidió permiso a Dios para probarle que con el sufrimiento diciendo que  podía hacer que renegara de Dios.
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Dios le dio la oportunidad de probar la fe de Job.

Debemos tener claro entonces, que en todos tus sufrimientos Dios no está contra ti, sino que deja pasar las causas del dolor para fortalecer tu fe.

Por lo tanto ante el dolor puedes optar que entre la crisis de tu fe o no.

Estos son 4 principios que podemos sacar del libro de Job:

 

1 – Nuestro enemigo es finito

Un principio importante acerca de satanás se encuentra en los dos primeros capítulos de Job.

Satanás que actuó contra Job es el mismo ángel caído que encabezó una rebelión en el cielo en contra de Dios.

A partir de allí pasó su tiempo caminando de un lado a otro de la tierra en busca de personas para atacar.

Él es finito. Él no puede estar en todas partes al mismo tiempo.

Él no es todo poderoso y él no lo sabe todo. Él sólo puede conocer los hechos que ha aprendido.

A pesar de lo que hace en tu contra, él no tiene el poder para conquistarte.

Jesucristo le ha vencido y mantiene su autoridad sobre él.

 

2 – Dios sabe quién eres

Él está íntimamente familiarizado con cada ser humano.

Lucifer está caminando hacia atrás y adelante en la tierra para atacar y atormentar a la raza humana.

Pero Dios, que es infinito, está en todas partes al mismo tiempo, todo lo sabe y es todo poderoso.

Y vela por los pueblos de la tierra, especialmente por los más justos que son sus hijos.

job y sus amigos

 

3 – Estás protegido

No sólo están los ojos de Dios fijos en el justo, sino que Él los ha rodeado de su protección divina.

Un hijo de Dios nunca está a merced de su enemigo.

Nuestro destino es estar sentados con Cristo en los lugares celestiales (Ef. 2: 6) bajo el cuidado y la protección de Dios Todopoderoso.

 

4 – El sufrimiento no significa que hayas pecado

Cuando los justos están sufriendo y pasando por una crisis no quiere decir que sean rebeldes o tienen un pecado secreto en su vida.

Cuando un hijo de Dios escoge desobedecer a Dios y entrar en el pecado, por supuesto va a experimentar las consecuencias de sus acciones.

Pero no se debe asumir automáticamente que es el caso cuando un hijo de Dios está en crisis.

No debe ser asumido que Dios te está castigando.

Lo más probable es que estés sufriendo por causa de la justicia.

El Señor Jesús dijo:

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.

Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros” (Mateo 5: 10-12).

El enemigo va a llenar tu mente y tus emociones con ideas de condena.

Debes renunciar con fuerza a esos pensamientos y emociones y reemplazarlas con la verdad de los que audazmente proclaman la justicia de Dios, y buscan la santidad.

hombre orando

 

5 TIPS PRÁCTICOS PARA PREPARARSE PARA SUPERAR EL SUFRIMIENTO

No debemos desconocer que los dolores mayores vienen de las tragedias personales.

Y es necesario ser prácticos para acomodarnos en estos momentos de sufrimiento.

Para prepararnos de antemano debemos tener claro, que cuando lleguen las tragedias, necesitamos liberar el dolor y no esconderlo.
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Necesitamos recibir el apoyo de los demás, debemos no convertirnos en amargos, saber distinguir que es lo que es importante y lo superfluo.
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Y mantener la mirada permanentemente en Jesús pase lo que pase. 

Veamos estas 5 recomendaciones.

 

1 – NECESITO LIBERAR MI DOLOR

Cuando pasas por una tragedia, que inevitablemente va a suceder, lo primero que hay que hacer es liberar el dolor.

¿Por qué? Debido a que la tragedia siempre crea emociones fuertes.

No siempre sabemos qué hacer con nuestros sentimientos.

Si uno no se ocupa de ellos, sino que los mete en lo profundo, su recuperación de una crisis siempre tomará mucho más tiempo de lo que debería.

Algunas personas, cuando tienen emociones dolorosas, no saben cómo manejarlas, las niegan, las ignoran, y las empujan hacia abajo.

De hecho, muchas personas utilizan a Dios como excusa para esto, creyendo que Dios quiere que todo el mundo tenga una cara feliz todo el tiempo.

Pero la vida real no siempre es feliz.

Dios no espera que puedas estar sonriendo todo el tiempo.

Jesús dijo en Mateo 5:4,  “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”.

En otras palabras, está bien llorar. Enfréntate a tus sentimientos.

No los reprimas empujándolos hacia abajo. Libera tus emociones en Dios.

 

2 – NECESITO RECIBIR DE LOS DEMÁS

La Biblia dice: Ayúdense mutuamente a llevar las cargas, y así cumplirán la Ley de Cristo” (Gálatas 6:2).

Es un gran error aislarse de los demás cuando estás pasando por una crisis.

Nuestra tendencia es querer resolverlo por nosotros mismos, pero necesitas otras personas en una tragedia.

Necesitas su perspectiva, es necesario su apoyo, necesitas su aliento, y también necesitas su presencia.

Para una crisis, necesitamos no sólo las promesas de Dios, también nosotros necesitamos al pueblo de Dios.

el aviso del cielo

 

3 – NECESITO NEGARME A SER AMARGO

Una de las cosas que se aprenden es que no hay correlación en la vida entre la calidad de las experiencias y la felicidad.

Se ven personas que han tenido las peores experiencias en la vida que te sorprenderían, y sin embargo, mantienen una actitud alegre y feliz, positiva, porque la felicidad es una elección. 

Uno es tan feliz como elige serlo.

Se ve gente con todo el derecho del mundo a quejarse y que optaron por no hacerlo.

La felicidad es una elección.

Niégate a ser amargo, porque la amargura siempre duele. Nunca cambia nada.

Culpar a los demás nunca cambia nada. Sólo lo hace a uno sentir peor.

Acepta lo que no se puede cambiar.

Concéntrate en lo que queda, no en lo que has perdido.

 

4 – DEBO RECORDAR LO QUE ES IMPORTANTE

Los desastres tienen una manera de clarificar nuestros valores y señalar lo que importa y lo que realmente no importa.

Jesús dijo: “la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas” (Lucas 12:15).

No confundas tu valor neto con tu autoestima. 

No confundas tus posesiones con tu propósito en la vida. 

No hay que confundir lo que estás viviendo, con la razón por la que vives. 

La vida del hombre no consiste en lo que posee. Lo que importa son las relaciones.

Nunca vas a ver un coche fúnebre con un camión de mudanza detrás de él, como dijo el Papa Francisco, por lo que hay que construir la vida sobre algo que nunca pueda ser quitado de ti.

¿Puedes perder una casa? Sí. ¿Puedes perder una carrera? Sí. ¿Puedes perder un matrimonio? Sí. ¿Puedes perder su salud? Sí. ¿Puedes perder tu belleza juvenil? Sí.

¿Puedes perder la relación con Dios? No.

 

5 – DEBO DEPOSITAR TODO EN MANOS DE DIOS

Los cristianos se acercan a la tragedia de manera diferente que el resto del mundo.

Nosotros llegamos a confiar plenamente en Cristo. Tenemos la oportunidad de tener esperanza. 

Pero, ¿cómo?

Apoyándonos intencionadamente en Cristo para nuestra estabilidad, escuchando a Cristo para dirección, y mirando a Cristo para la salvación.

Él es nuestra Roca, nuestro refugio, nuestro Gran Pastor, nuestro escondite.

El sufrimiento y la tragedia son inevitables en un mundo pecador, pero Jesucristo hace la diferencia.

Decide que vas a depender de Él incluso en las horas más negras de tu vida.

Y verás que el sufrimiento te sana y te catapulta a niveles superiores de comprensión de la vida eterna.

Lo del principio. El sufrimiento golpea inexorablemente en algún momento.
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Y la mejor manera de superarlo es tener los ojos fijos en Dios, para que nos indique cómo navegar en esta turbulencia.


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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2 Comments

  • Rosario Maiza Solar dice:

    me gustó lo inspirador del artículo; eso si es un poco largo, yo habría separado la primera mitad sobre los científicos que dicen que pueden suspender el dolor de los 5 tips. Creo que es bueno poder tener esta clase de ayudas ante el sufrimiento.

  • SANDRA dice:

    MUY BUENO EL ARTICULO, LA VERDAD ES QUE LOS QUE TENEMOS A DIOS EN NUESTRAS VIDAS SABEMOS QUE NUNCA ESTAMOS SOLOS, LOS PROBLEMAS SE SOBRELLEVAN DE OTRA MANERA, AUNQUE LA REALIDAD A VECES NO COINCIDA CON LO QUE TU CORAZON DICE RESPECTO A DEJAR TODO EN MANOS DE DIOS, CUANDO LA AYUDA QUE NECESITAS NO ES ESPIRITUAL SI NO ECONOMICA, AHI SI TE ENCONTRAS SOLO FRENTE AL PROBLEMA. EN ESOS CASOS SE SIENTE QUE LA «FE» ES UNA CUESTION DE ACTITUD POSITIVA QUE TE ACOMPAÑA ANTE LA ADVERSIDAD.