La iglesia pide a la fiscalía que llegue hasta las últimas consecuencias.
La Iglesia dominicana suspende a un cura polaco, Wojciech Gil, por abusos a menores. Le acusan de actos impropios con al menos catorce chicos. El Arzobispado de Santiago ha pedido al sacerdote, de vacaciones en Polonia, que regrese para para que enfrente una investigación judicial por supuesto abuso.
Si bien han bajado sustancialmente los casos de abuso sexual de sacerdotes que se denuncian en los últimos tiempos, mostrando que ha habido una considerable limpieza, aún siguen apareciendo caso. Pero en la medida que la estructura de la iglesia se comprometa con la tolerancia cero y colabore efectivamente con la justicia, poco a poco, irá recobrando credibilidad.
A Wojciech Gil su congregación lo suspendió y «le ha pedido que retorne cuanto antes al país para responder ante esta situación», informó el Arzobispado de Santiago (norte), en un comunicado, explicando que el sacerdote se encuentra de vacaciones en su país de origen.
«Una vez informada la congregación, le pidió a la Fiscalía que llevara a cabo las investigaciones correspondientes hasta las últimas consecuencias, de acuerdo a las leyes dominicanas, de tal manera que prevalezca la verdad y la justicia», agregó el Arzobispado.
«En el Arzobispado de Santiago hemos recibido la comunicación del Superior de la Delegación del Caribe de los Padres Miguelitas, en nombre de la Congregación San Miguel Arcángel, en la que se nos comunica que el presbítero Wojciech Gil Alberto queda suspendido de sus funciones sacerdotales”, dice una comunicación del Arzobispado que fue leída en rueda de prensa.
Asimismo, señala que el Arzobispado en este sentido cumplirá las normativas de la Iglesia.
Las presuntas agresiones sexuales cometidas por el sacerdote han desatado un escándalo en la comunidad de Juncalito. Los padres de los menores abusados presentaron la denuncia por ante el departamento de Unidad de Género de la Fiscalía de Santiago, contra el cura, de la iglesia San Antonio de Padua, de la referida comunidad.
La acusación contra Gil en Santiago, a 155 km al noroeste de Santo Domingo, se produjo luego de que varios padres de menores denunciaron en el diario El Caribe que el religioso les tocaba en sus partes íntimas y los sometía a vejaciones.
Ramón Bonelly, uno de los padres que denunciaron el caso en la Unidad de Género de la Fiscalía de Santiago, aseguró que su hijo le dijo que el cura «le pasaba la mano por su partecita».
El diario cita también a Nelly Abreu, madre de un adolescente de 15 años al que supuestamente Gil, de la parroquia rural de San Antonio, lo amenazó con una pistola para que se pusiera ropa interior femenina y modelara para él.
El sacerdote dirige un grupo de niños y adolescentes llamado Unión de Rescate, en el que instruía a más de 180 menores de edad en labores de socorro para desastres naturales.
ALLANAMIENTOS
El Ministerio Público habría realizado un allanamiento a la habitación del cura Alberto Gil, donde supuestamente encontraron elementos comprometedores, como tangas, películas pornográficas, sedantes, bebidas alcohólicas, un disco duro y 10 pasaportes. Se dijo que el religioso prometía viajes hacia países de Europa y que muchas de esas promesas las llegó a concretizar.
Fuentes: Periódicos de República Dominicana, Signos de estos Tiempos