Categories
00 Todas las Advocaciones 10 Octubre ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María Movil Noticias 2018 - julio - diciembre

Nuestra Señora del Rosario, dio el Milagroso Triunfo de Lepanto (7 oct)

El 7 de octubre, la Iglesia Católica Romana celebra la fiesta de Nuestra Señora del Rosario.

Conocida desde hace varios siglos por el título alternativo de «Nuestra Señora de las Victorias».

VIRGEN DEL ROSARIO medio cuerpo

Esta fiesta fue instituida por el Papa San Pío V.
.
En acción de gracias por la gran victoria naval sobre los turcos en la batalla de Lepanto.
.
En este día en el año 1571, fue otorgado el favor por el rezo del Rosario.
.
Esta victoria salvó a Europa de ser invadida por las fuerzas del Islam.

Lepanto, tal vez la victoria más completa jamás obtenida contra el Imperio Otomano, se conmemora con la invocación «Auxilio de los Cristianos» insertada en la Letanía de Loreto. 

Luego León XIII añade la invocación «Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros», a la Letanía de Loreto.

La celebración es en realidad una gran fiesta de acción de gracias por la señal.
.
Y un sinnúmero de beneficios otorgado a la cristiandad a través del Rosario de nuestra bendita Madre.

La fiesta se produce una semana después de una celebración bizantina similar a la protección de la Madre de Dios.

Que la mayoría de los cristianos ortodoxos orientales y católicos orientales celebran el 1º de octubre.

En memoria de una victoria militar del siglo décimo que protegió Constantinopla también contra la invasión musulmana después de una aparición mariana.

Lee la historia de estas advocaciones:

territorios ocupados por los turcos otomanos

 

LA SITUACIÓN CON LOS MUSULMANES TURCOS OTOMANOS

En 1566 ascendió a la Cátedra de San Pedro San Pío V.
.
La Cristiandad enfrentaba entonces un enorme peligro.
.
Hacía un siglo que Constantinopla, la puerta de Europa, había caído en poder de los musulmanes otomanos [nombre del imperio turco].
.
Y desde entonces la amenaza islámica se había vuelto más patente que nunca.

La flota otomana era casi la dueña del Mediterráneo, asolando constantemente las costas de los países cristianos.

Solimán II, llamado El Magnífico, había jurado que no descansaría hasta conquistar Roma y entrar a caballo en la basílica de San Pedro.

Apenas un año antes, la isla de Malta (ver mapa) se pudo defender heroicamente de los moros, gracias al generoso arrojo de los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, llamados por los infieles de «escorpiones del mediterráneo».

Actualmente dicha Orden es conocida como la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de Malta.

Ese mismo año de 1566, Alí Pachá, el mismo general que comandara la ofensiva otomana en Malta, capturó la isla de Chios (ver mapa).

Era la última posesión genovesa al este del Mediterráneo y por medio de una traición hizo asesinar a la familia Giustiniani que la gobernaba en ese tiempo.

Algunos meses después, Solimán lideró un enorme ejército, adentrándose en los Balcanes.

Afortunadamente, la tenaz resistencia del Conde Zriny detuvo al sultán, quien halló la muerte en las montañas húngaras, sin poder llegar a Viena, que era su meta inmediata.

Selim II, conocido como el borracho por su vicio a la bebida, ascendió al trono en Constantinopla, habiendo antes eliminado a todos los rivales de su familia y planeando el próximo ataque al continente cristiano.

Los musulmanes ya habían arrasado con la cristiandad en el norte de Africa, en el medio oriente y otras regiones.
.
España y Portugal se habían librado después 8 siglos de lucha.
.
Pero la amenaza se cernía una vez mas sobre toda Europa.
.
Los musulmanes turcos se preparaban para dominarla y acabar con el Cristianismo.

La situación para los cristianos era desesperada.

Italia se encontraba desolada por una hambruna, el arsenal de Venecia estaba devastado por un incendio y el cristianismo estaba pagando el duro precio de la Reforma.

san-Pio-V

 

 

LA INTERVENCIÓN DEL PAPA SAN PÍO V

En toda Europa sólo el Papa San Pío V percibía el grave peligro que se cernía sobre la Cristiandad.
.
Y fue él quien ideó la única salida posible para el continente amenazado.

San Pío V mandó redoblar las oraciones en todos los conventos y monasterios.
.
Y él mismo trató de llevar su porción de la carga duplicando sus acostumbrados ejercicios de piedad y mortificación, en particular el rezo del Santo Rosario.

A fines de 1569 llegó a Constantinopla la noticia de que el arsenal veneciano había sido destruido por un incendio y, debido a una mala cosecha, la península estaba amenazada por el hambre.

Selim II rompe entonces la paz y envía un ultimátum: o Venecia entregaba una de sus posesiones más queridas, Chipre , al este del Mediterráneo, o era la guerra.

Esto fue lo que al fin movió a España y Venecia (esta última era evidentemente la que más tenía que perder con el avance turco) a atender los llamados del Papa.

Aunque las desavenencias y rivalidades entre estas potencias hacían muy difícil cualquier negociación.

Bajo el amparo y mediación del Pontífice Romano, comenzaron las negociaciones.
.
Con un discurso inflamado, el Papa convocaba a todos para una nueva cruzada.

A pesar de su temperamento fogoso, S. Pío V intervenía con una paciencia y cordura heroicas.

Durante estos largos y angustiosos meses, la poderosa personalidad del Papa barrió con todos los obstáculos y forzó una decisión.

Aunque estaba enfermo y sufría constantemente de dolores insoportables, el indómito Pontífice finalmente llegó a un acuerdo con estos gobiernos.

Según el tratado, la elección del comandante general estaba reservada al Papa.
.
San Pío V entró un día a su capilla para celebrar el Santo Sacrifico de la Misa.
.
Cuando llegó al evangelio de San Juan, empezó a leer, “Fuit homo missus a Deos, cui nomen erat Joannes” (“Hubo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan”).
.
Volvió su rostro hacia la Virgen, hizo una pausa y se dio cuenta, por inspiración divina, de que el comandante de la Cruzada debía ser Don Juan de Austria.

Por fin se ratificó la alianza en mayo del 1571.

La responsabilidad de defender el cristianismo cayó principalmente en Felipe II, rey de España, los venecianos y genoveses.

Para evitar rencillas, se declaró al Papa como jefe de la liga, Marco Antonio Colonna como general de los galeones y Don Juan de Austria, generalísimo.

El ejército contaba con 20,000 buenos soldados, además de marineros.

La flota tenía 101 galeones y otros barcos más pequeños.

El Papa envió su bendición apostólica y predijo la victoria.

Ordenó además que sacara a cualquier soldado cuyo comportamiento pudiese ofender al Señor.

San Pío V, era miembro de la Orden de Santo Domingo, y consciente del poder de la devoción al Rosario.
.
Pidió a toda la Cristiandad que lo rezara y que hiciera ayuno, suplicándole a la Santísima Virgen su auxilio ante aquel peligro.

Lepanto Paolo_Veronese maria auxiliadora

 

LA PARTIDA Y LA BÚSQUEDA

El Papa envió a España el estandarte de la Liga: era un damasco de seda azul con la imagen del Crucificado.

Tenía a los pies las armas del Papa, de España, de Venecia y de Don Juan.

El Papa envió además, con el Nuncio, una astilla de la Santa y Verdadera Cruz para cada una de las naves capitanas.
.
Y concedió a todos los miembros de la expedición las mismas indulgencias propias de las cruzadas.

Don Juan de Austria prohibió la presencia de mujeres a bordo y decretó pena de muerte para los blasfemadores.
.
Algunos días antes de la partida, los 81 mil soldados y marineros ayunaron durante tres jornadas.
.
Luego se confesaron y recibieron la Sagrada Comunión, haciendo lo mismo los condenados que remaban en las galeras.

Un ambiente de Cruzada se vivía nuevamente en Europa y un renovado celo por la gloria de Dios brillaba en los que iban para el combate.

El 15 de setiembre, la mayor flota católica jamás reunida zarpó de Messina, en Sicilia, para ir en busca de la flota musulmana liderada por el cuñado del Sultán, Alí Pasha.

Diez días más tarde llegaron a Corfu, cerca de la costa noroeste de Grecia.

Los turcos habían arrasado el lugar el mes anterior y dejaron sus usuales cartas de presentación: iglesias reducidas a cenizas, crucifijos rotos, cuerpos destrozados de sacerdotes, mujeres y niños.

El 6 de Octubre llegaron las exasperantes noticias de que la Cristiandad había sufrido otra cruel humillación de los otomanos.

Chipre, la joya de las posesiones insulares remotas de Venecia, había sido atacada el año anterior.

La capital cercada, Nicosia, había caído rápidamente, y sus 20 mil sobrevivientes habían sido liquidados.

Los ánimos estaban bastante caldeados, cuando al fin llegó la noticia esperada: “¡Alí Pashá está en Lepanto!”.

Es un largo y transparente cuerpo de agua, conocido también como el golfo de Corinto, que separa Grecia central de la península del Peloponeso.

batalla del golfo de lepanto

 

LA BATALLA DE LEPANTO

Poco antes del amanecer del 7 de Octubre la Liga Cristiana encontró a la flota turca anclada en el puerto de Lepanto.

Al ver los turcos a los cristianos, fortalecieron sus tropas y salieron en orden de batalla.

Los turcos poseían la flota más poderosa del mundo, contaban con 300 galeras, además tenían miles de cristianos esclavos de remeros.
.
Los cristianos estaban en gran desventaja siendo su flota mucho mas pequeña.
.
Pero poseían un arma insuperable: el Santo Rosario.
.
En la bandera de la nave capitana de la escuadra cristiana ondeaban la Santa Cruz y el Santo Rosario.

La línea de combate era de 2 kilómetros y medio.

A la armada cristiana se le dificultaban los movimientos por las rocas y escollos, y un viento fuerte que le era contrario.

La más numerosa escuadra turca, tenía facilidad de movimiento en el ancho golfo y el viento la favorecía grandemente.

Mientras tanto, miles de cristianos en todo el mundo dirigían su plegaria a la Santísima Virgen con el rosario en mano, para que ayudara a los cristianos en aquella batalla decisiva.

Don Juan mantuvo el centro y tuvo por segundos a Colonna y al general Veneciano, Venieri.

Andrea Doria dirigía el ala derecha y Austin Barbarigo la izquierda.

Pedro Justiniani, quien comandaba los galeones de Malta, y Pablo Jourdain estaban en cada extremo de la línea.

El Marques de Santa Cruz estaba en reserva con 60 barcos listo para relevar a cualquier parte en peligro.

Juan de Córdova con 8 barcos avanzaba para espiar y proveer información y 6 barcos Venecianos formaban la avanzada de la flota.

La flota turca, con 330 barcos de todos tipos, tenía casi el mismo orden de batalla, pero según su costumbre, en forma de creciente.

No utilizaban un escuadrón de reserva por lo que su línea era mucho más ancha y así tenían gran ventaja al comenzar la batalla.

Alí estaba en el centro, frente a Don Juan de Austria; Petauch era su segundo; Louchali y Siroc capitaneaban las dos alas contra Doria y Barbarigo.

Don Juan dio la señal de batalla enarbolando la bandera enviada por el Papa con la imagen de Cristo crucificado y de la Virgen y se santiguó.
.
Los generales cristianos animaron a sus soldados y dieron la señal para rezar.
.
Los soldados cayeron de rodillas ante el crucifijo y continuaron en esa postura de oración ferviente hasta que las flotas se aproximaron.

.
Los turcos se lanzaron sobre los cristianos con gran rapidez, pues el viento les era muy favorable, especialmente siendo superiores en número y en el ancho de su línea.

Pero el viento que era muy fuerte, se calmó justo al comenzar la batalla.
.
Pronto el viento comenzó en la otra dirección, ahora favorable a los cristianos.
.
El humo y el fuego de la artillería se iban sobre el enemigo, casi cegándolos y al fin agotándolos.

La batalla fue terrible y sangrienta.

Después de tres horas de lucha, el ala izquierda cristiana, bajo Barbarigo, logró hundir el galeón de Siroch.

Su pérdida desanimó a su escuadrón y, presionado por los venecianos, se retiró hacia la costa.

Don Juan, viendo esta ventaja, redobló el fuego, matando a Alí, el general turco, abordó su galeón, bajó su bandera y gritó: ¡victoria!.

Los cristianos procedieron a devastar el centro.

Louchali, el turco, con gran ventaja numérica y un frente más ancho, mantenía a Doria y el ala derecha a distancia hasta que el Marqués de Santa Cruz vino en su ayuda.

El turco entonces escapó con 30 galeones, el resto habían sido hundidos o capturados.

La batalla duró desde alrededor de las 6 de la mañana hasta la noche, cuando la oscuridad y aguas picadas obligaron a los cristianos a buscar refugio.

Finalmente, Don Juan, con un gran sable en una mano y un hacha en la otra, lideró una embestida contra la Sultana que terminó con la muerte de Alí Pashá.

Los turcos estaban derrotados y el pánico se apoderó rápidamente entre sus huestes a partir del momento en que el estandarte de Cristo comenzó a flamear en la Sultana.

Mientras esto ocurría, un prodigio hacía patente a los musulmanes que el verdadero Dios estaba con los cristianos.
.
Finalizada la batalla, algunos islamistas, prisioneros de los católicos, confesaron que una brillante y majestuosa Señora había aparecido en el cielo, amenazándolos e inspirándoles un gran miedo.

La batalla, que por un momento había parecido favorable a los turcos, se revirtió.

Estos huían ahora desordenadamente, dejando tras de sí sus propios escombros y a los cristianos victoriosos.

Los infieles perdieron el 80 % de su flota (130 navíos capturados y más de 90 hundidos o incendiados), tuvieron 25.000 muertos, y casi 9.000 fueron hechos prisioneros.

Las pérdidas católicas fueron mucho menores: 8.000 hombres, y solamente 17 galeras perdidas.

pio v recibe la vision de la victoria de lepanto

 

 

EN LA RETAGUARDIA

El Papa Pío V, desde el Vaticano, no cesó de pedirle a Dios, con manos elevadas como Moisés.

Durante la batalla se hizo procesión del rosario en la iglesia de Minerva en la que se pedía por la victoria.

El Papa estaba conversando con algunos cardenales pero, de repente los dejó.
.
Se quedó algún tiempo con sus ojos fijos en el cielo y cerrando el marco de la ventana dijo:
.
«No es hora de hablar mas sino de dar gracias a Dios por la victoria que ha concedido a las armas cristianas».

.
Este hecho fue cuidadosamente atestado y auténticamente inscrito en aquel momento y después en el proceso de canonización de Pío V.

Las autoridades después compararon el preciso momento de las palabras del Papa Pío V con los registros de la batalla y encontraron que concordaban de forma precisa.

Pero la mayor razón de reconocer el milagro de la victoria naval es por los testimonios de los prisioneros capturados en la batalla.

Ellos testificaron con una convicción incuestionable de que habían visto a Jesucristo, San Pedro, San Pablo y a una gran multitud de ángeles, espadas en manos, luchando contra Selim y los turcos, cegándolos con humo.

Dios, que en su justicia había permitido que parte de las naciones cristianas cayeran bajo la opresión turca, impuso aquel día un límite y no permitió que el cristianismo desapareciera.

El Dios que pone límites a las aguas y conoce cada grano de arena, escuchó la oración y manifestó su poder salvador.

Fue la última batalla entre galeones de remos.

Our Lady of the Holy Rosary Bouasse Lebel 

EL REFORZAMIENTO DEL REZO DEL ROSARIO

 

Los cristianos lograron una milagrosa victoria que cambió el curso de la historia.

Con este triunfo se reforzó intensamente la devoción al Santo Rosario.

En gratitud perpetua a Dios por la victoria, el Papa Pío V instituyó la fiesta de la Virgen de las Victorias, después conocida como la fiesta del Rosario, para el primer domingo de Octubre.

A la letanía de Nuestra Señora añadió «Auxilio de los cristianos».

El Papa Pío V murió el primero de mayo de 1572, fue beatificado por Clemente X en 1672 y canonizado por Clemente XI en 1712.

Sus restos mortales están en la basílica de Santa María la Mayor en Roma.

Capillas con la invocación de Nuestra Señora de las Victorias comienzan a surgir en España e Italia.
.
El senado veneciano coloca debajo del cuadro que representa la batalla la siguiente frase:
.
“Non virtus, non arma, non duces, sed Maria Rosarii Victores nos fecit”;
.
“Ni las tropas, ni las armas, ni los comandantes, sino la Virgen María del Rosario es la que nos dio la victoria”
.
.
Génova y otras ciudades mandaron pintar en sus puertas la imagen de la Virgen del Rosario.

En 1573, el Papa Gregorio XIII le cambió el nombre a la fiesta, por el de Nuestra Señora del Rosario.

El Papa Clemente XI extendió la fiesta del Santo Rosario a toda la Iglesia de Occidente, en 1716 (el mismo Papa canonizó al Papa Pío V en 1712).

El Papa Benedicto XIII la introdujo en el Breviario Romano.

Y San Pío X la fijó en el 7 de Octubre y afirmó: «Dénme un ejército que rece el Rosario y vencerá al mundo».

Lo acontecido en Lepanto por intercesión de la Virgen y el rezo del rosario se repitió: en Viena, liberada por Juan Sobinski, de Polonia, donde.

En agradecimiento a Nuestra Señora por la victoria obtenida, se estableció la fiesta del Dulce Nombre de María.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
00 Todas las Advocaciones 01 Enero 10 Octubre ADVOCACIONES Y APARICIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Movil

Historia y Milagros de Nuestra Señora del Rosario: Virgen de “La Naval” de Filipinas (Enero y 2º dgo de octubre)

Poco después de la batalla de Lepanto en 1571, los frailes dominicos en Filipinas propagaron la devoción a Nuestra Señora del Santo Rosario, a quien se atribuye la victoria en esa batalla histórica.

la-naval-de-filipinas

La imagen de la Virgen y el niño Jesús que se encargó en 1593 fue tallada en marfil por un artesano chino que más tarde se convirtió a la fe; se dice que es el más antiguo de marfil tallado en Filipinas.

Profusamente vestida y enjoyada, la imagen tiene su lugar normal en el transepto izquierdo. La procesión del día grande de La Naval de Manila es el segundo domingo de octubre.

 

LA VIRGEN MARINERA

Cuando el Papa Gregorio XIII introduce la advocación de la Virgen del Rosario en 1573, sustituyendo la anteriormente denominada por su predecesor Pío V como Virgen de las Victorias, en honor al triunfo de La Liga Santa en la Batalla de Lepanto, poco podía imaginar de la inmensa repercusión que tendría tal advocación en todos los puntos del planeta.

Las extraordinarias noticias para la cristiandad, que partieron del Golfo de Lepanto con el suceso de la victoria cristiana sobre el Imperio Turco, recorrieron las costas desde el Mar Mediterráneo al Océano Pacífico, mediando el amplio Océano Atlántico y el continente americano que transportó a los descubridores del nuevo mundo.

La Virgen que había intercedido en la buena nueva, se convertiría en Patrona de la mar y como consecuencia de ello, en cada galeón que partía hacia el nuevo mundo, partía también la historia de la heroica hazaña en la que un grupo de canarios había tenido el honor de participar a las órdenes del capitán Francisco Díaz Pimienta.

Y fue precisamente el descendiente del mismo apellido y nombre, el almirante Francisco Díaz Pimienta, junto a galeotes y dominicos de la Orden de Predicadores quienes llevaran allende los mares la tradición de recordar mediante fiestas de exaltación con desfiles y libreas, los  parabienes de la victoria cristiana en la Batalla de Lepanto.

Él la trasladaría a América en cada uno de los viajes de la flota de galeones que hacía la llamada Carrera de Indias, de la que él era General, y que partiendo de Puerto de Santa María en Cádiz, comunicaba la metrópoli española con las Islas Canarias y sus colonias americanas, cuyo puerto de arribada era Vera Cruz en México, para partir nuevamente por Acapulco hacia Manila, la capital de Filipinas.

En este recorrido por los mares y continentes del globo, desde el golfo de Lepanto a Manila, la Virgen recibe diferentes advocaciones, mencionadas en el presente trabajo: Virgen de Las Victorias, Virgen del Rosario, Virgen Galeona en Cádiz, Virgen de la Batalla de Lepanto en Granada, y Virgen de la Naval en Manila.

procesion de la naval de filipinas

 

LLEGA A MANILA, FILIPINAS

La Flota de Galeones de Indias tenía su punto final en Filipinas; y hasta allí llegaron las historias narradas de lo que aconteció en Lepanto, y llegaron también las primeras imágenes de la Virgen del Rosario en las galeras de cada expedición de la Flota de Galeones.

La admiración, simpatía y devoción a la Virgen protectora de la gente de la mar, no hacía más que crecer con cada expedición, y la disponibilidad de un recinto para el culto a la imagen se hacía pronto necesaria en aquellas islas. Y fue así que la orden de los monjes dominicos construyó la primera iglesia dedicada al culto del Rosario en su convento.

La comunidad de frailes dominicos llegó a Manila procedente de México, en la flota de galeones de la Carrera de Indias.

La Orden Dominicana construyó su primer convento en Filipinas, en su capital Manila en 1588, y en 1593 el Gobernador General, Luis Pérez Dasmariñas legó a los Dominicos la imagen de la Señora del Santísimo Rosario, tallada a partir de marfil  por un escultor chino no creyente, bajo la supervisión del capitán Hernando de los Ríos Coronel.

Tuvo la particularidad –según la tradición, milagrosa–, de que el escultor chino en ningún momento pretendía convertirse en un gran artista, pues ni siquiera había desempeñado esa faceta, y la concluyó como si estuviese guiado por una inspiración divina, algo que él mismo no tuvo en cuenta. Este escultor más tarde se convirtió.

Esta primera imagen aún se conserva en una urna situada entre las dos torres de los campanarios en la fachada exterior de la iglesia actual.

Aunque su ropa está hecha al estilo español del siglo XVI, sin embargo sus rasgos orientales reflejan la singularidad de su posición como una verdadera Reina Indígena de Filipinas.

misa-de-la-naval

 

LA RAZÓN DE LA GRAN FIESTA DE LA NAVAL DE MANILA

Rinde homenaje a los soldados que en 1646, se enfrentaron en cinco ocasiones, en cinco sangrientas batallas navales a los holandeses, los ingleses y los corsarios que no sólo buscaban las riquezas del archipiélago, sino que también pretendían sustituir el catolicismo por el calvinismo protestante holandés, de las que la más célebre es aquella en la que a bordo de los galeones “Encarnación” y “El Rosario”, los españoles consiguieron hacer frente y derrotar a la flota de quince fragatas holandesas que mejor dotadas y armadas que las españolas, intentaban invadir Filipinas.

En las cinco batallas, sólo quince defensores de Manila murieron. Antes de cada una de las batallas se buscó fervientemente la intercesión de Nuestra Señora del Rosario, a la espera de una protección similar a la que dio a los cristianos en Lepanto.

Ante cada una de las batallas, la tripulación de las galeras, los soldados, los religiosos españoles y filipinos prometieron un homenaje especial a la Virgen del Rosario si se producía la victoria, y puesto que las victorias se produjeron, los homenajes se celebraron con el nombre ya mencionado de La Naval, y los defensores solicitaron el reconocimiento oficial de la iglesia y la declaración de las victorias navales de 1646 como fruto de la intercesión de la Madre de Jesús.

El consejo eclesiástico en Cavite, con la ayuda de los teólogos, expertos canónicos, y religiosos prominentes, debatida y examinada la documentación aportada, y escuchados los testimonios orales de todos los testigos oculares, el 9 de abril de 1662, declaró milagrosas las cinco victorias navales de 1646, concedidas por la intercesión ante el Soberano Señor, de la Santísima Virgen y su devoción al Rosario.

Desde entonces, las procesiones y las misas y el novenario anual se han celebrado con gran alegría, fervor y belleza en Manila.

La imagen está todavía alojada en la iglesia de los dominicos de Santo Domingo, se trasladó a Quezon City (que es parte de la megalópolis que es Manila) después de la Segunda Guerra Mundial en 1954.

En 1907 el Papa San Pío X autorizó que la imagen sea coronada canónicamente, y en 1973 fue declarada patrona de Quezon City, y de la nación filipina.

La celebración de La Naval de Manila recuerda las suntuosas fiestas de Sevilla de 1572 relatadas por Pedro de Oviedo; tiene lugar cada segundo domingo de octubre en la capital de Filipinas, siendo la más grande de todas las celebraciones festivas del archipiélago, a la que acude toda la sociedad de Manila luciendo sus mejores libreas.

La Naval es una procesión a modo de desfile, de diez imágenes dominicanas intercaladas con banderas y estandartes que hacen referencia a los quince misterios del Santo Rosario.

Encabeza la procesión la imagen de San Pedro de Verona,…Santa Rosa de Lima, y las de Santo Tomás de Aquino, Santo Domingo de Guzmán, San José…, y la cierra la principal de la Virgen del Rosario.

Esta última imagen de la Patrona de Manila es transportada en la llamada Carroza Triunfal (exactamente igual la llamaron en el desfile de las suntuosas fiestas de Sevilla… de 1572); una carroza en forma de barco de transporte, de la que se dice que la primera fue construida en un 85% de plata maciza, y que durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial se fundió en un incendio de la iglesia (como veremos más adelante). La Carroza Triunfal actual es más sencilla.

vitral de ns del rosario la naval de filipinas fondo

 

EL MILAGRO DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Parece ser que la Virgen del Rosario de Manila quiere renovar su labor protectora del pueblo filipino, y cada cierto tiempo se publican noticias de milagros atribuidos a la intercesión de la misma.

Aunque muchas de estas historias milagrosas son realmente emocionantes, sólo me voy a parar en el suceso del bombardeo de la iglesia del convento de Santo Domingo acaecido durante la II Guerra Mundial, ya que nuevamente vuelve a tener relación con un conflicto armado, como lo fue en su día la Batalla de Lepanto, o las batallas de 1646 contra holandeses, ingleses y corsarios.

El 27 de diciembre de 1941, los aviones de combate japoneses bombardearon la ciudad de Manila, siendo la iglesia y el convento de Santo Domingo, uno de sus primeros objetivos. Las torres fueron destruidas, y sólo permanecieron en pie las paredes, provocándose un incendio que estuvo ardiendo durante varios días.

Pero viéndolo venir, los frailes dominicos días antes del bombardeo habían trasladado la imagen del Rosario, junto a las joyas, coronas, documentos, ornamentos y el tesoro del convento, todos de varios siglos de antigüedad, a una bóveda de gruesos muros protegida por una puerta acorazada, con la promesa del Prior Aurelio Valvuena, de que si se salvaba el legado, lo transferiría a la Universidad de Santo Tomás.

Habida cuenta de que el incendio permaneció durante días, alcanzándose temperaturas elevadísimas favorecidas por el grosor de los muros, la sociedad de Manila se entregó al rezo del rosario, pidiendo por la conservación de tan alto legado cultural de Filipinas, si bien las esperanzas de que no se hubiese destruido eran casi nulas.

El 30 de diciembre de 1941, tres días antes de que el ejército japonés invadiese por tierra Manila, el Prior del convento de Santo Domingo se reunió a las 4 de la madrugada con compañeros dominicos, algunos devotos, dos sacerdotes agustinos y algunos policías en las ruinas de la iglesia para buscar el tesoro oculto.

La puerta acorazada del almacén no se podía abrir; pensaron volarla con una granada, pero observaron que no sería necesario si conseguían abrir un hueco con un soplete de acetileno. Cuatro horas más tarde el mecanismo de apertura de la puerta se resistía y mientras, los bombardeos continuaban en otra parte de la ciudad, con la electricidad cortada y apenas con la luz del soplete apuraban los últimos minutos de oscuridad.

Finalmente el mecanismo de apertura cedió, y aunque la ansiedad por pasar al interior y comprobar el estado del tesoro les resultaba incontrolable, un infernal calor surgió al abrir la puerta, obligándoles a retirarse bruscamente; no obstante tuvieron tiempo de comprobar que la imagen de la Virgen del Rosario había sobrevivido. Todos arrodillados de inmediato rezaron “La Salve” en voz alta.

El calor extremo del fuego había doblado, torcido, deformado, y casi derretido varios de los importantes objetos de oro y plata. Sin embargo, los 350 años del marfil con el que el escultor chino había esculpido la imagen de la Virgen, y la madera dura que la sostenía, permitió la supervivencia a la conflagración que había consumido su belleza, de color rosa.

La imagen de la Virgen fue envuelta en una manta, y junto a sus joyas y coronas, y el resto del tesoro conservado, la llevaron en una camioneta por calles oscuras de la trasera de la ciudad, a la Universidad de Santo Tomás, donde permaneció durante toda la guerra.

Días más tarde, un soldado japonés que había escuchado sobre la existencia del almacén con la Virgen y el tesoro, obligó a punta de fusil a un monje dominico para que lo llevara hasta la bóveda acorazada de la iglesia, pero al llegar y encontrar la puerta abierta y el almacén vacío en medio de materiales fundidos por el calor, el soldado japonés se asustó y salió corriendo.

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:
Categories
10 Octubre ADVOCACIONES Y APARICIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

Advocaciones de Nuestra Señora del Rosario que se festejan el 7 de octubre

La Virgen del Rosario es una devoción que se festeja el 7 de octubre mundialmente.
Estos son los links a las historias de algunas de las advocaciones de Nuestra Señora del Rosario que se festejan coincidentemente con la fiesta central el 7 de octubre.

 

maria entrega a santo domingo el rosario

 

Nuestra Señora del Rosario de Cadiz, España ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario de Hellín, España ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario de La Coruña, España ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario de Mendoza, Argentina ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario de Pomata, Perú ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, Italia ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario de Talpa, Mexico ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario del Milagro de Córdoba, Argentina ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario del Rayo, Mexico ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario Patrona de Rosario y Paraná, Argentina ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario, Guatemala ( 7 de octubre)

Nuestra Señora del Rosario, Perú ( 7 de octubre)

Reina del Santísimo Rosario de Agua Santa, Ecuador ( 7 de octubre y 13 de diciembre)

Virgen del Rosario de Yauca, Peru ( 7 de octubre)

Fuentes: Foros de la Virgen María

 

¿Le gusto este artículo? Entre su email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:
Categories
A Nuestra Señora del Rosario DEVOCIONES Y ORACIONES

Oración a la Virgen del Rosario

Madre enséñanos a decir si a todos los proyectos divinos; danos el proclamar contigo las maravillas del amor de Dios como lo hiciste en la casa de Isabel; comunícanos, tu espíritu de adoración a Jesús en la pobreza de nuestra vida cotidiana, como Tú lo hiciste en Belén; particípanos tu capacidad de interiorización de los misterios del Dios vivo, de la pasión de tu Hijo y que cada día resucitemos a una vida de más entrega y generosidad, impulsados por la gracia de un nuevo y constante Pentecostés; que seamos testigos vivos y elocuentes de la vida, muerte y resurrección de tu hijo Jesucristo.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
A Nuestra Señora del Rosario DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena a Nuestra Señora del Rosario

La Iglesia celebra a la Virgen bajo esta advocación el 7 de octubre. Su novena comienza el 28 de septiembre.

Su fiesta fue instituida por San Pío V en agradecimiento a la Virgen por su ayuda en la victoria sobre los turcos en Lepanto. En 1716 Clemente XI extendió esta fiesta a toda la Iglesia. León XIII acrecentó su importancia litúrgica con la publicación de nueve encíclicas dedicadas al Rosario.

ORACIÓN INICIAL

¡Oh Madre y clementísima Virgen del Rosario! Vos que plantasteis en la Iglesia, por medio de vuestro privilegiado hijo Domingo, el místico árbol del Santo Rosario, haced que abracemos todos tu santa devoción y gocemos su verdadero espíritu; de suerte que aquellas místicas rosas sean en nuestros labios y corazón, por los pecadores medicina y por los justos aumento de gracia. Amén.
Pedir aquí con confianza la gracia que se desea obtener con esta novena.

ORACIONES FINALES

Rezar tres Avemarías y Glorias en reverencia de las tres órdenes de misterios del Santo Rosario. Terminar con la siguiente oración:
¡Oh Santísima Virgen, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos! Por aquella confianza y autoridad de Madre con que podéis presentar nuestros ruegos al que es árbitro soberano de nuestro bien empeñad una y otra en favor nuestro. Conseguidnos el reformar con el Santo Rosario nuestras vidas, estudiando en tan dulce libro la fiel imitación de vuestro Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo por todos los siglos de los siglos. Amén.

DÍA PRIMERO

«Dios te salve». ¡Cuanto mi alma se alegra, amantísima Virgen, con los dulces recuerdos que en mi despierta esta salutación! Se llena de gozo mi corazón al decir el «Ave Maria», para acompañar el gozo que llenó Vuestro espíritu al escuchar de boca del Ángel, alegrándome de la elección que de Vos hizo el Omnipotente para darnos el Señor. Amén.

Concluir con las oraciones finales.

DÍA SEGUNDO

¡»María» nombre santo! Dignaos, amabilísima Madre, sellar con vuestro nombre el memorial de las súplicas nuestras, dándonos el consuelo de que lo atienda benignamente vuestro Hijo Jesús, para que alcancemos aburrimiento grande a todas las vanidades del mundo, firme afición a la virtud, y ansias continuas de nuestra eterna salvación. Amén.

Concluir con las oraciones finales.

DÍA TERCERO

«Llena eres de gracia». ¡Dulce Madre! Dios os salve, María, sagrario riquísimo en que descansó corporalmente la plenitud de la Divinidad: a vuestros pies se presenta desnuda mi pobre alma, pidiendo la gracia y amor de Dios, con el que fuisteis enriquecida, haciéndote llena de virtud, llena de santidad, y llena de gracia. Amén.

Concluir con las oraciones finales.

DÍA CUARTO

«El Señor es contigo». ¡Oh Santísima Virgen! Aquel inmenso Señor, que por su esencia se halla con todas las cosas, está en Vos y con Vos por modo muy superior. Madre mía venga por Vos a nosotros. Pero ¿como ha de venir a un corazón de tan poca limpieza, aquel Señor, que para hacernos habitación suya, quiso con tal prodigio, que no se perdiese, siendo Madre vuestra virginidad? ¡Oh! muera en nosotros toda impureza para que habite en nuestra alma el Señor. Amén.

Concluir con las oraciones finales.

DÍA QUINTO

«Bendita Tu eres entre todas las mujeres» Vos sois la gloria de Jerusalén: Vos la alegría de Israel: Vos el honor del pueblo santo de Dios. Obtenga por vuestra intercesión nuestro espíritu la más viva fe, para considerar y adorar con vuestro santo Rosario las misericordias que en Vos y por Vos hizo el Hijo de Dios. Amén.

Concluir con las oraciones finales.

DÍA SEXTO

«Bendito es el fruto de tu vientre Jesús». Lloro, oh Madre mía, que haya yo hecho tantos pecados, sabiendo que ellos hicieron morir en cruz a vuestro Hijo. Sea el fruto de mi oración, que no termine nunca de llorarlos, hasta poder bendecir eternamente aquel purísimo fruto de vuestro vientre. Amén.

Concluir con las oraciones finales.

DÍA SÉPTIMO

«Santa María, Madre de Dios». No permitáis se pierda mi alma comprada con el inestimable precio de la sangre de Jesús. Dadme un corazón digno de Vos, para que amando el recogimiento, sean mis delicias obsequiaros con el santo Rosario, adorando con él a vuestro Hijo, por lo mucho que hizo para nuestra redención, y por lo que os ensalzó, haciéndote Madre suya. Amén.

Concluir con las oraciones finales.

DÍA OCTAVO

«Ruega por nosotros pecadores». ¡Madre de piedad! A Vos solo dijo aquel Rey soberano de la gloria: Vos sois mi Madre. Alcanzadme humildad y plena confianza, dispuesto de este modo, con el auxilio de Dios, a recibir los favores de la Divina misericordia, por los méritos de vuestro Hijo y Redentor nuestro. Amén.

Concluir con las oraciones finales.

DÍA NOVENO

«Ahora, y en la hora de nuestra muerte», estamos siempre expuestos a perder la gracia de Dios. Haced que no se aparte de mi memoria al último momento de la vida, que habrá de ser decisivo de mi eterna suerte. ¡Oh Madre de piedad! concededme el consuelo de morir bajo la vuestra protección y en el amor de mi Jesús. Amén.

Concluir con las oraciones finales.

Fuente: Devocionario Catolico

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: