Hollande no pagaría costos políticos.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Francia a reconocer a los hijos de las parejas francesas nacidas en el extranjero con la técnica del vientre de alquiler, prohibido en el país. Hollande contento, ni piensa apelar, y lo utilizará como trampolín para imponerlo a los franceses en Francia.

 

gabinete de hollande

 

Además, la sentencia también abre el camino para legalizar el incesto.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Francia imponiéndole a reconocer a los hijos de las parejas francesas nacidas en el extranjero con la técnica de “madres de alquiler”, prohibida en el país, porque

«prohibir totalmente el reconocimiento de una relación padre-hijo entre un padre y sus hijos biológicos es contraria a la convención europea de los derechos humanos».

Según lo informado por RTL, Francia no tiene la intención de apelar. Por consiguiente, el gobierno autoriza, de hecho, no sólo al alquiler del útero, sino también al reconocimiento de la filiación incestuosa.

Como escribe en Le Figaro Muriel Fabre-Magnan, Profesora de Derecho en la Universidad de París 1,

“seguir prohibiendo la madre de alquiler en Francia, mientras que se ve obligada a reconocer a los niños nacidos de la misma práctica en el extranjero constituye un estímulo inadmisible para violar la ley”.

Y discrimina a los que no tienen los medios para pagar un viaje al extranjero a la India o Ucrania, donde la práctica es legal.

En consecuencia,

“va a ser más fuerte la presión para legalizar en Francia la fórmula ‘vientre en alquiler ético’ (que es una contradicción en los términos)”.

La jurista señaló, también, que otra de las consecuencias de la aceptación de la sentencia, es “aún peor”:

“La decisión de la Corte Europea obliga a eliminar la prohibición del incesto, es decir, la prohibición de establecer una filiación incestuosa”. 

Hoy en día, la ley establece que un niño nacido del incesto, por ejemplo, entre un padre y una hija, se reconoce como un hijo del padre o de la madre “para que no aparezca como hijo incestuoso.» 

Pero si la Corte obliga

a no “privar a un niño de sus lazos biológicos ante la ley, la consecuencia es clara: será obligatorio reconocer el vínculo de filiación de un niño [nacido del incesto que lo une] a su padre y su madre, porque ambos son los padres biológicos”.

La estratagema de Hollande, será, por tanto,

“reconocer el incesto como legítimo ante la ley. Aunque el anonimato de las personas que donan gametos en el caso de la fecundación heteróloga o alquiler de útero deberá ser suprimido y la relación establecida con el donante de esperma o los huevos”. 

Sólo hay una manera de evitar esta deriva:

“Queda una esperanza – dijo la abogada – Francia puede apelar ante la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos”. 

Pero François Hollande, y Manuel Valls han decidido no hacerlo.

Esta elección, desde su punto de vista, ofrece una clara ventaja política: por fin han encontrado una manera de legalizar la maternidad subrogada (y, en el futuro, el incesto), como piden las asociaciones LGBT desde hace años, sin asumir ante los franceses y los que critican esta decisión, la responsabilidad directa de un cambio radical, que establece la explotación legal y comercialización del cuerpo femenino.

Fuentes: Tempi, Signos de estos Tiempos

 

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