Señales mixtas del público y de los sacerdotes.
Tras las palabras de excomunión contra los integrantes de la Ndrangheta, la poderosa mafia calabresa, llevada a cabo el 21 de junio por el Papa, un grupo de mafiosos detenidos en una cárcel se negó este domingo a participar en la misa como gesto de protesta por ese gesto del Pontífice. Mientras que en otra cárcel el capellán decidió seguir dando la comunión a los mafiosos presos. Y una manifestación popular con una imagen de la Virgen, en otra ciudad del sur de Italia, se desvió para saludar la casa de un jefe mafioso preso en su domicilio.

 

virgen que paso por casa de mafioso

 

Durante una visita llevada a cabo el 21 de junio en Cassano allo Jonio, ver aquí, un pueblo de 17.000 habitantes en la provincia de Cosenza, el Papa Francisco había destacado ante miles de personas que,

los que han tomado el camino del mal en su vida, como los mafiosos, no están en comunión con Dios, están excomulgados”

«la mafia representa el desprecio del bien común. Debe ser combatida, alejada, y la Iglesia tiene que ayudar».

Paralelamente, la Iglesia está estudiando una moratoria de 10 años de prohibición de los padrinos en los bautismos en esa zona, para evitar el uso del sacramento para que los mafiosos sigan extendiendo sus redes de vinculación, ver aquí.

PROCESIÓN SALUDA AL MAFIOSO

En Oppido Mamertina, un pueblito cerca de Reggio Calabria, durante una celebración religiosa, un grupo de personas que llevaban a una estatua de la Virgen de las Gracias en una procesión se detuvieron unos segundos frente a la casa de un «capo» local, Giuseppe Mazzatatti (de 82 años), hombre de negocios en el sector del transporte del cemento, condenado a cadena perpetua por homicidio.

El episodio del «saludo» al jefe mafioso ocurrió el 2 de julio pasado generando gran revuelo.

«Las palabras del Papa han sido escuchadas por todos pero no se le ha hecho caso. Lo ocurrido en Oppido representa un desafío a esas palabras y lo de Francisco no fue una invitación sino una intimación a comportarse como cristianos», dijo a ANSA el fiscal anti-mafia de Reggio Calabria, Nicola Gratteri.

«Fue un deplorable ritual», advirtió por su parte el ministro del Interior, Angelino lfano, quien además felicitó al grupo de carabineros que acompañaban la procesión, quienes de inmediato se alejaron del lugar al ver el «saludo» de quienes llevaban al carro con la Virgen.

«La lucha a todas las mafias se lleva a cabo incluso a través de los comportamientos que rechazan antiguas obligaciones serviles», destacó Alfano, quien definió al Papa como a un luchador.

MAFIOSOS PRESOS NO PARTICIPAN EN MISA EN UNA CÁRCEL

Un grupo de mafiosos detenidos en una cárcel se negó este domingo a participar en la misa como gesto de protesta por el gesto del Pontífice.

Gran parte de los detenidos que hicieron el gesto de protestas son hombres de la Ndrangheta calabresa, la más poderosa de las organizaciones del crimen organizado de Italia.

En declaraciones a Radio Vaticana, el arzobispo de Campobasso, monseñor Giancarlo Bregantini, indicó que la protesta estuvo dirigida a la excomunión pronunciada días atrás por el Papa durante una visita a Calabria.

«Si estamos excomulgados, entonces es inútil ir a misa», habrían afirmado algunos detenidos, precisó monseñor Brigantini.

Al comentar la decisión del grupo de mafiosos detenidos, monseñor Bregantini definió el hecho como,

«algo sorpresivo, que confirma por otra parte de que manera las palabras del Papa inciden en las conciencias».

«Hablando con el capellán de la cárcel, los detenidos pidieron aclaraciones sobre el sentido de la intervención del Papa. Esto demuestra que las palabras de Francisco, así como las de la Iglesia y Jesús, tienen un valor ético que luego adquiere un significado económico y cultural, con gran impacto político», concluyó el monseñor.

CAPELLÁN DE PRISIÓN SIGUE DANDO LA COMUNIÓN A LOS MAFIOSOS

Mientras tanto, un capellán de la prisión en el sur de Italia, el Padre Marco Colonna, le ha dicho al diario La Repubblica que continuaba dando la comunión a jefes de la mafia encarcelados a pesar del reciente anuncio del pontífice de la excomunión.

«Traté de explicarles que la iglesia no patea a nadie, y después de unos días de reflexión, les dije que iban a seguir recibiendo el sacramento», dijo Colonna, que trabaja en una prisión en la ciudad sureña de Larino.

«Continué dando la comunión a los jefes».

En esta prisión de Larino el Papa celebró Misa cuando estuvo en Calabria, sin embargo, no lo hizo en la prisión de Isernia. Se encontró que en la parte delantera doscientas sillas vacías, en represalia de un número igual de prisioneros, molesto por la excomunión, según informa el vaticanista Sandro Magister.

Fuentes: La Nuova Bussola Quotidiana, Clarín, Sandro Magister, NCR Online, Signos de estos Tiempos

 

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