Milagros Desconocidos del Niño Jesús con la Sagrada Familia en Tierras Egipcias.
¡Hoy te quiero invitar a un viaje fascinante por los milagros que hizo el Niño Jesús en Egipto!
La Biblia nos relata los asombrosos milagros realizados por Jesús durante su vida pública, pero existen hechos extraordinarios de Su infancia que sólo se encuentran en los evangelios no canónicos.
Estos relatos de la infancia de Jesús, a menudo desconocidos, cobran vida en la tradición de los coptos, la comunidad cristiana de Egipto.
Y quedaron grabados para la posteridad porque allí se construyeron iglesias que celebran esos milagros.
¡Acompáñanos en este viaje revelador y maravíllate con los prodigios divinos del Niño Jesús en tierras egipcias!
Descubriremos juntos estos eventos, y profundizaremos en la conexión espiritual que une a la Sagrada Familia con la tierra de los faraones.
Cuando Jesús tenía pocos meses, después que recibió la visita de los Reyes Magos, se aparece en sueños a José un Ángel del Señor, diciéndole que huya a Egipto, porque Herodes va a buscar al niño para acabar con Él.
Y aproximadamente 4 años después según la tradición, el ángel le dijo que Herodes había muerto y podía regresar, y se fueron a vivir a Nazareth de Galilea.
Egipto era el lugar lógico para encontrar refugio cuando huyeron, porque estaba fuera de los dominios del rey Herodes.
Y Jesús, María y José emprendieron el viaje, acompañados por Salomé, la matrona que prometió no abandonar nunca a María luego del nacimiento.
Ese viaje no fue una excursión pintoresca.
Soportaron todas las penalidades del camino como cualquier viajero de la época.
De día el calor era intenso y de noche el frío era severo.
Pero siempre contaron con Dios a Su lado y la asistencia de ángeles.
¿Cómo se mantuvo la Sagrada Familia?
San José ejercía su oficio de carpintero y sería la colonia judía quien lo contrataría.
Y María se habría ganado la vida tejiendo a mano.
Se dice que fue durante la permanencia en Egipto cuando María tejió la túnica inconsútil para su Hijo, que iba creciendo con Él.
Pero no hay que olvidar que los reyes magos le habían obsequiado oro.
Tradiciones de los cristianos coptos de Egipto relatan que la Sagrada Familia descubrió muchos manantiales y pozos en la zona del delta y el valle del Nilo.
En muchos pueblos se encuentra mención de palmeras, que no sólo se preocupaban por ofrecer sombra a la Sagrada Familia, sino que también la alimentaban con sus frutos.
Y María de Agreda agrega que las personas que tomaban contacto con ellos se hacían Santos y Grandes.
Lo primero que llama la atención es la caída de los ídolos cuando pasaba Jesús.
Muchos de los ídolos se hallaban habitados de espíritus malignos.
En Tal-Basta, la tradición copta dice que Jesús hizo brotar de la tierra un manantial, y su presencia provocó que los ídolos se desmoronaran.
Y un hecho poco mencionado es el encuentro del niño Jesús con su primo, Juan Bautista, quien, según una tradición copta, fue rescatado de Belén antes de la masacre por el arcángel Uriel, y se unió a la Sagrada Familia en Egipto.
A medida que el cristianismo se extendió en Egipto, se construyeron iglesias principalmente en aquellos lugares que habían sido visitados y bendecidos por la estancia de la Sagrada Familia.
Aunque también aseguran que la Sagrada Familia dejó alguna maldición, como en el barrio Al Matariya, en El Cairo, donde incluso hoy en día dicen que el pan no fermenta, porque los vecinos se negaron a darle pan a la Virgen María.
El primer milagro de Jesús parece haber sucedido al tercer día de camino.
María se sintió fatigada por el calor del desierto y viendo una palmera le dijo a José que quisiera descansar a su sombra y comer sus frutos.
Entonces el niño Jesús dijo a la palmera “agáchate” y pudieron recoger los frutos hasta saciarse.
En El Cairo, en el barrio Al Matariya, está la llamada Fuente de María, donde la Virgen María bañó al Niño Jesús y lavó allí su ropa.
Cuando María derramó el agua del lavado en el suelo floreció una fragante planta de bálsamo.
Que además de propiedades curativas y calmantes, su esencia se utiliza en la preparación de las esencias y perfumes que componen el santo Crisma.
Hoy ambos se encuentran en el interior de la iglesia copta ortodoxa de San Sergio y San Baco.
Lo mismo que un sicómoro, bajo el cual María descansaba, o en algunas versiones la familia se escondió de sus perseguidores en su tronco hueco, mientras piadosas arañas cubrían la entrada con densas telas.
Los historiadores dicen que los soldados de Napoleón en Egipto en 1798, se detuvieron en su camino junto al árbol de María.
Quisieron cortar madera de este árbol para cocinar sus alimentos, pero al golpearlo con un hacha, empezó a sangrar.
Entonces se aterrorizaron y no se atrevieron a tocarlo.
Pero recibieron bendiciones de él como curación para sus ojos y sus diversas enfermedades y escribieron sus nombres en sus ramas.
El monje copto Abba Zakharias cuenta además que a 60 kms de ahí el niño Jesús se encontró con el hijo muerto de una viuda, entonces lo levantó del ataúd, y el niño dijo “este es el Dios verdadero, el Salvador del mundo, que vino encarnado de esta Virgen María”.
También se cuenta que dos ladrones asaltaron varias veces a la Sagrada Familia.
Y uno de los ladrones que vio que María lloraba sintió remordimiento y quiso devolverles la ropa.
Y Jesús le dijo a su madre, “Yo seré crucificado en Jerusalén y estos dos ladrones serán crucificados conmigo.
El ladrón que acaba de devolvernos la ropa se dará cuenta de quién soy y creerá en mí.
Él será el primero en estar en el paraíso, incluso antes que Adán y su descendencia”.
El historiador Sozomen, del siglo V, dice que había en Ashmounin, una ciudad en el Alto Egipto a 600 kms de El Cairo, un ficus que los paganos adoraban porque estaba habitado por un demonio.
Pero cuando el divino niño pasó ante él, el árbol se inclinó hasta el suelo como postrándose ante su Creador, y el demonio que habitaba en el árbol se molestó y huyó.
Después de eso, el árbol se volvió recto y tenía un gran poder, usándose sus hojas, frutos y cáscaras para curar enfermedades.
Jesús resucitó a muertos allí, expulsó demonios, hizo caminar a los cojos, oír a los ciegos, hablar a los mudos y purificar a los leprosos.
Y un caballo de cobre que estaba en la entrada de la ciudad para custodiarla, fue destruido cuando Jesús pasó frente a él.
Y cerca de ahí, en Gebel al Teir, cuando la Sagrada Familia cruzaba el río con un gran número de personas, una roca se desprendió de la montaña.
Y hubiera caído sobre la barca si no la hubiese detenido el niño Jesús con su mano.
Se cuenta además que durante la estancia de la Sagrada Familia en Dayrut, ciuidad a 100 kms al sur de El Cairo, había un carpintero llamado Dianos, que conocía a José de Jerusalén.
Dianos tenía un hijo con un espíritu inmundo que lo arrojó al suelo y dijo: “¿Qué tenemos contigo, Jesús de Nazaret? Viniste tras nosotros para atormentarnos aquí”.
Entonces, Jesucristo le ordenó que se callara y saliera de él.
Muchos de los presentes creyeron en Él y allí fueron quebrantados muchos ídolos.
Y cuando salían de Dayrout, las palmeras a ambos lados del camino se inclinaron para dar sombra a la Sagrada Familia y protegerla del intenso calor.
Bueno hasta aquí, lo que queríamos hablar sobre los milagros del Niño Jesús en Egipto, que son la antesala de los que luego haría durante su vida pública de 3 años.
Y me gustaría preguntarte de qué otros milagros has oído hablar de Jesús en su infancia.
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