Las consecuencias de la Infiltración Secreta de la Masonería en la Iglesia.
La oficina para la Doctrina de la Fe del Vaticano ha reafirmado recientemente que los afiliados a las logias masónicas están en pecado grave y no pueden recibir la comunión.
No hay nada extraordinario en esto, porque es la enseñanza de la Iglesia desde la fundación de la masonería en 1717.
Pero a pesar de la condena continua, la infiltración de la masonería ha sido fuerte en la Iglesia, al punto que hasta la propia Virgen María ha hablado de una Masonería Eclesiástica.
Y que la desacralización de todas las actividades de la Iglesia ha sido su fruto notorio.
Aquí hablaremos sobre cómo la masonería ha infiltrado a la Iglesia hasta formarse una Masonería Eclesiástica, cual es la evidencia de que esto es una operación de gran envergadura y no algo fortuito, cuáles son los frutos que esa infiltración está dejando, y por qué la declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe tendrá poco efecto.
El 13 de noviembre de 2023, el Prefecto para la Doctrina de Fe, Cardenal Tucho Fernández, reiteró la enseñanza de la Iglesia sobre la incompatibilidad entre ser católico y formar parte de cualquier logia masónica, debido a una dubia que se le hizo desde Filipinas.
Dijo que rigen las disposiciones de la Declaración de 1983 promulgadas por el entonces Cardenal Ratzinger.
Que establecía que “los fieles que se inscriben en asociaciones masónicas se encuentran en estado de pecado grave y no pueden recibir la Sagrada Comunión”.
Ratzinger emitió esa declaración porque las Logias Masónicas no estaban específicamente nombradas en el Código de Derecho Canónico de 1983, entre en las sociedades a las que los católicos tenían prohibido unirse, como en el código de 1917.
En el código de 1917 se describía explícitamente a la masonería como una organización que conspiraba contra la Iglesia y las autoridades civiles legítimas.
¿Y esta condena actual, qué efectos tendrá en la Iglesia?
Muy poca.
Porque hay 200 documentos papales condenando a la masonería desde los inicios de la masonería moderna en 1717.
Y en ellos se dice que las sociedades masónicas intentaban derrocar violentamente a los estados papales, pero que la verdadera amenaza provenía de la filosofía masónica del indiferentismo religioso y de la promoción de lo que hoy llamaríamos secularismo.
Pero a pesar de estas condenas, la masonería se ha extendido fuertemente en la Iglesia, en secreto, y gran parte de sus postulados han triunfado en la pastoral de la Iglesia hoy.
El objetivo central de la masonería es instalar un solo sistema económico mundial, una sola cultura mundial y un solo gobierno mundial.
Basado en una sola religión mundial que dará la justificación espiritual y de conciencia, para esta gran operación.
Su trabajo es disminuir todas las religiones, para promocionar una sola espiritualidad genérica, vaga, pero que no afecte la moral de la época.
Pretende llevar a los hombres a desobedecer los mandamientos de Dios.
Y coloca en su lugar otras metas, y especialmente al mismo hombre en el lugar de Dios.
Y todo esto con una impronta explícitamente anticatólica.
En los grados más altos del rito escocés se le presenta al candidato ornamentos sacerdotales católicos y un crucifijo, y éste deberá pisotearlos diciendo “abajo el impostor”.
Estas cosas se saben por ex masones arrepentidos y por infidencias, pero los masones lo niegan, ya que su avance se basa en el secretismo.
Los grados más bajos no tienen ni idea de lo que sucede en los grados más altos y se irán enterando en la medida que ascienden en la escala.
La masonería está muy infiltrada en la Iglesia Católica en lo que se ha dado en llamar la Masonería Eclesiástica.
Que tiene como misión construir un falso Cristo y una falsa Iglesia.
¿Y cómo sabemos esto?
En 1859 salió a luz la “Instrucción Permanente Alta Vendita”, de una Logia Masónica italiana que llamó a un esfuerzo para infiltrar a la Iglesia Católica desde adentro.
En 1961 se publicaron tres cartas del presidente de la Comisión Pontificia para el Patrimonio Cultural de la Iglesia, Monseñor Francesco Marchisano, al gran maestre del Gran Oriente de Italia, donde le proponía un plan para tomar los seminarios sacerdotales en las regiones de Piamonte y Lombardía.
Y en 1978 el abogado y periodista de investigación italiano Mino Pecorelli, publicó una lista de 120 cardenales, obispos y sacerdotes del Vaticano de alto rango, que identificó como miembros de una logia masónica, incluyendo sus nombres, fechas de ingreso a la masonería, números de código y nombre en clave.
Esta fue la infiltración de una sola logia, la Propaganda Due.
Juan Pablo I, recién nombrado, iba a tomar cartas en el asunto, pero tuvo una muerte misteriosa.
Y menos de un año después fue asesinado Mino Pecorelli.
En la década de 1950 el padre Pío llamó a su celda de San Giovanni Rotondo al padre Luigi Villa, y le propuso dedicar su vida a defender la Iglesia contra la penetración masónica en su estructura.
La misión fue aprobada por Pío XII, quién le dio un mandato papal.
Y le dio tres Cardenales para trabajar junto a él en el tema, el cardenal Ottaviani, el cardenal Parente y el cardenal Palazzini.
Pero luego de la muerte del Papa Pío XII comenzó el camino de la cruz del padre Villa.
Porque fue objeto de una política deliberada de ignorarlo y atacarlo, y recibió 7 atentados contra su vida.
Y en 1963 el padre Villa tuvo una segunda reunión con el padre Pío, quien le dijo,
“¡Ánimo, coraje! Porque la Iglesia ya está invadida por la Francmasonería. La masonería ya ha alcanzado las zapatillas del Papa”.
Mientras en 1989 la Virgen María reveló al padre Stefano Gobbi que la masonería es la bestia negra con garras de oso y fauces del león que aparece en el capítulo 13 del libro del Apocalipsis en la Biblia, operadora del maligno en la Tierra.
Y que la bestia con dos cuernos, semejante a un cordero, indica la Masonería infiltrada dentro de la Iglesia, la Masonería Eclesiástica.
Y le agregó,
“La Masonería Eclesiástica se ha difundido sobre todo entre los miembros de la Jerarquía.
Esta infiltración masónica dentro de la Iglesia, ya os ha sido predicha por Mí en Fátima, cuando os anuncié que satanás se introduciría hasta el vértice de la Iglesia».
Y concluyó que,
“el fin de la masonería eclesiástica, es destruir a Cristo y a su Iglesia, construyendo un falso Cristo y una falsa Iglesia”.
Y lo cierto es que la masonería eclesiástica ya ha logrado cambiar muchas cosas en la Iglesia.
Se fueron quitando las imágenes devocionales de Santos y Ángeles en las Iglesias, alegando que distraen de la adoración de Cristo.
Se movió el sagrario para el costado del altar.
Se atacó la liturgia latina de la Misa
Se disuadió a los fieles de recibir la comunión de rodillas, y es distribuida por mujeres y por laicos, y en la mano.
A las mujeres a no cubrirse la cabeza con el velo en la Iglesia.
Se eliminó la música sacra en las misas.
Se difundió la idea de que el demonio no existe y que las apariciones marianas no son verdaderas.
Entre muchas cosas más.
Todo esto que relatamos está sucediendo por obra de la masonería actuando en las sombras.
Mientras se dice que hay que combatir a la masonería y que tal cosa como la masonería eclesiástica no existe.
Bueno hasta aquí, lo que queríamos hablar sobre los efectos de la actividad de la Masonería Eclesiástica en la Iglesia y la declaración de 2023 del Vaticano al respecto.
Y me gustaría preguntarte si piensas que la confusión que se está produciendo en la iglesia actualmente es causada por la Masonería Eclesiástica o no.
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