El Maligno es una realidad en nuestro mundo.

No podemos desestimarlo como una especie de personaje para asustar a los niños.

Su existencia es real.

Podríamos preguntarnos si él mismo aprieta el gatillo de las armas, las bombas, tortura y mata.

Pero no es él.

En realidad él no tiene más poder que el que nosotros le otorgamos.

Como diría el padre Pío: “el demonio es un perro rabioso atado, no te pongas a su alcance y no te morderá”.

Los primeros Padres de la Iglesia lo señalan como primera y principal causa de las persecuciones a los cristianos.

 

¿CUÁNDO COMIENZA LA LOCA CARRERA DEL GRAN ENGAÑADOR?

El bellísimo ángel que había sido creado por el Altísimo con todas las virtudes y dones se ensoberbeció.

Y su soberbia lo llevó a rebelarse contra su Creador.

Por lo cual fue expulsado y perdió para siempre el Paraíso.

Los Padres de la iglesia vieron reflejada su caída en el Capítulo 14 del libro de Isaías, circunstancialmente dirigido al rey de Babilonia.

Pero en el versículo 12 de dicho capítulo, puede verse claramente la caída de Lucifer y su fracaso definitivo al final de los tiempos.

“¡Cómo caíste del cielo, lucero del amanecer!

Fuiste derribado por el suelo, tú que dominabas a las naciones.

Pensabas para tus adentros “Voy a subir hasta el cielo,                 voy a poner mi trono sobre las estrellas de Dios, voy a sentarme allá lejos en el norte, el monte donde los dioses se reúnen.                          

Subiré más alto que las nubes más altas, seré como el Altísimo.

Pero en realidad has bajado al reino de la muerte,
a lo más hondo del abismo.”

Ese ser tan originalmente favorecido se llenó de soberbia y en su descabellada locura creyó ser más que Dios.

Su terrible ofensa y su rebelión lo llevaron a ser expulsado del Paraíso y toda su anterior belleza se convirtió en terrible fealdad.

Por eso, se llenó de odio hacia Dios y por extensión a nosotros, Sus criaturas.

Lo dice muy bien el Apocalipsis:

El dragón se puso furioso contra la Mujer y fue a pelear contra el resto de los descendientes de ella, contra los que cumplen los mandamientos de Dios y los que siguen fieles al testimonio de Jesús” (Ap. 12:17).

Esos somos nosotros, los cristianos.

Él sabe que todos fuimos liberados de su poder maléfico por la Sangre de Cristo.

Y que tenemos por eso la opción de poder entrar al Paraíso y disfrutar de la presencia de Dios.

Él perdió esa posibilidad, por lo que ha tratado, furiosamente de vengarse de Dios, haciéndole perder a muchos de sus hijos, quienes desprevenidos y tentados por él, se precipitan al infierno.

Él no duerme ni descansa y su lucha contra nosotros sigue.

Y a medida que se acerca el fin de los tiempos, que no es otra cosa que el fin de su reinado como Príncipe de este mundo, se torna más maligno, más amenazador, más audaz y desvergonzado.

 

SU MANO SINISTRA SE VIO EN LA PASIÓN DE CRISTO

Podemos ver eso claramente en la Pasión de Cristo.

El demonio se apoderó de Judas, de los jefes de la Sinagoga y de los Sumo Sacerdotes.

Pero al mismo tiempo de las masas que frenéticamente gritaron “¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!”.

Muchas de esas personas habían estado presentes en los milagros de Jesús, habían comido el pan de la multiplicación.

Y hasta algunos tal vez habían sido curados de alguna enfermedad.

Habían experimentado su bondad.

Entonces, ¿cómo puede explicarse que esas personas tuvieran tanto odio en sus corazones, si no es por la poderosa influencia de satanás?

Es la lucha de la luz contra la oscuridad que tan poéticamente un anciano cherokee le contó a su nieto:

Todos tenemos dos lobos adentro.

Uno es blanco, bueno y amigable.

El otro es negro, malo, feroz.

Están permanentemente en lucha en nuestro interior, dijo el abuelo.

El nieto se quedó pensando un rato y finalmente preguntó: “¿Y cuál de los dos vencerá, abuelo?

La sabia respuesta del anciano nos puede servir a todos nosotros: “Aquel al que tú alimentes”.

 

HA SIDO ASÍ PERMANENTEMENTE EN TODA LA HISTORIA

Ha pasado mucha agua bajo el molino de la historia desde aquellos primeros siglos de persecuciones a los cristianos.

Pero nada parece haber cambiado.

El hombre siempre parece proclive a aceptar aquello que lo aparta de Dios, pero lo acerca a un éxito temporal.

Una prueba de ello es la proliferación de monstruos en las películas infantiles, de monstruos “simpáticos” y justicieros que supuestamente ayudan a la gente.

De forma que los niños se vayan acostumbrando a esas presencias deformadas en sus vidas, sin temerles.

Es un trabajo hábil y muy sutil.

Sus frentes de batalla son múltiples y variados.

La música ha sido uno de ellos.

La cultura popular ha dejado de lado los sonidos armoniosos para sustituirlos por ritmos fuertes y agresivos.

Y así logró que la juventud caiga fascinada en sus redes sin saber que lo hace.

Otras de las maneras es a través de reivindicar conductas aberrantes como derechos de minorías.

De forma que en vez de provocar rechazo, generen simpatía y solidaridad.

Eso lo ha ido logrando con sutiles cambios en el vocabulario.

Así el aborto ha pasado a ser “interrupción del embarazo” o “derechos de la mujer a decidir sobre su cuerpo”.

Lo mismo sucede con el concubinato, que ha pasado a llamarse “vivir en pareja”.

La homosexualidad ha pasado de ser un pecado de abominación, una perturbación psicológica o un desorden afectivo, a una variación de la conducta sexual, que bajo su influencia es pintada como inofensiva para los demás.

Su gran triunfo es el invento de la teoría de género, que está ocupando el lugar de una verdad absoluta por la influencia de los medios de comunicación.

Papa León XIII

 

INCLUSO HOY TIENE PERMISO ESPECÍFICO PARA ATACARNOS

El Papa León XIII compuso una oración a San Miguel Arcángel después de haber tenido una visión en la que Lucifer le decía a Jesús que en 100 años él podría destruir Su Iglesia.

La respuesta de Jesús fue “¿Tú crees que puedes hacerlo? Adelante”.

Esos cien años ya están llegando a su fin, y él lo sabe.

Por eso ha apresurado sus intervenciones a nivel social y político.

 

USÓ A MARTÍN LUTERO

En el siglo XVI su gran triunfo fue tentar a Martín Lutero.

Inicialmente fue un monje justamente descontento con la conducta del Papa y los Obispos en Roma.

Pero la influencia maligna lo fue volviendo más agresivo contra el Papado y el dogma.

Hasta que, en el colmo de la soberbia, finalmente se separó de la Iglesia Católica.

Con eso logró que más de ocho millones de católicos apostataran de la fe y se volvieran protestantes.

Fue un terrible golpe para la cristiandad, que hasta ese momento había sido toda católica.

Desde ese momento sus seguidores no dudan en manifestar su odio visceral a la iglesia Católica, a María Santísima, al Papado, etc.

Pero él quería más.

 

LA REVOLUCIÓN FRANCESA

Visto el éxito de sus estrategias, el demonio dio un paso más destinado a la obtención de su meta y redirigió su objetivo hacia los poderes seculares, o sea, la política internacional.

El primer intento fue la Revolución Francesa en el siglo XVIII, y dio mucho resultado.

Había ido abonando la tierra en los dos bandos.

Una inclemente indiferencia y desidia en la monarquía, que muchas veces realizaba actos de verdadera maldad e injusticia.

Y por el otro lado una rebelión contra el orden establecido que trajo mucho más desorden, y unas cuantas lindas palabras que sólo fueron eso, palabras: Libertad, Igualdad, Fraternidad.

Han pasado más de dos siglos y aún son utópicas.

Porque sin un verdadero cambio en el corazón del hombre, nada es duradero. 

Fuera del Evangelio todo es ilusión vana y temporal

 

LAS GUERRAS, SU PASATIEMPO FAVORITO

Visto este triunfo y la cantidad de sangre derramada se tiró a más.

Logró enfrentar naciones en varias guerras europeas, como la guerra de Crimea.

Y comprendió que las naciones estaban prontas para enfrentar sus armas y la guerra explotó con un motivo inesperado.

El atentado que causó la muerte en Sarajevo al heredero del Imperio Austrohúngaro.

Esa guerra dividió la historia de la humanidad en dos. Y prosiguió en guerra tras guerra.

 

LA VIRGEN BAJÓ A AVISAR

La Virgen le salió al cruce en plena primera guerra mundial.

Alertó en Fátima sobre el desorden y los errores que esparciría sobre el mundo la revolución bolchevique en Rusia.

Más sangre, más muertos, más odio y venganzas. El demonio se frotaba las manos de alegría.

“Si la Humanidad no se convierte, vendrá otra peor”.

La escalada continuó años después con la segunda guerra mundial, profetizada por la Santísima Virgen en Fátima.

 

LOS GRANDES POSESOS

Los padres Gabriele Amorth y Antonio Fortea estaban de acuerdo en que tanto Hitler como Stalin estaban poseídos por el demonio.

Pero también afirmaban que no era una posesión de las que un exorcismo podía librar fácilmente.

En la mayoría de las posesiones el maligno se apodera del cuerpo de la víctima, pero no puede tocar su alma.

Y en muchos casos la persona hasta puede confesarse y comulgar, puesto que su alma está libre de culpa en lo que respecta a su libre voluntad.

Sin embargo estos dos malignos líderes políticos, Hitler y Stalin no actuaban como víctimas de una posesión, sino que de muy buen grado hacían suyas las maldades del demonio.

Su libre albedrío no era vulnerado por satanás, porque ellos realizaban los actos homicidas usando su libre voluntad, y se complacían al hacerlo.

 

HITLER Y UN PACTO SATÁNICO

Su prédica belicista y sus actos vandálicos fueron prueba de cómo él alimentaba a su ángel malvado.

Causó la muerte de millones de personas, judíos en su mayoría, pero también católicos, negros, etc.

De las maneras más masivas y atroces como las cámaras de gas.

Prueba que el demonio estaba detrás de su accionar político.

Y hay evidencias de su actividad ocultista.

La mística Marta Robin tuvo la visión del pacto realizado por el líder con Satanás.

Dame al pueblo judío y te daré poder” parece haber sido la respuesta del demonio.

Y Hitler cumplió su parte, pero sólo consiguió hacer mártires a sus muertos.

El pacto duró más de diez años y se quebró cuando el Papa Pio XII consagró la humanidad al Inmaculado Corazón de María.

Eso acto de bendición trajo como consecuencia la derrota de Alemania por el Ejército Aliado dos meses después.

El Papa Pío XII estaba convencido que Hitler estaba poseído y él mismo realizó varios exorcismos a distancia.

Cuando aún era Nuncio en Berlín había visto, con gran alarma, la subida al poder de semejante personaje.

Y se extrañaba que aún la gente buena no reparase en su maldad y lo apoyase con tanto fervor.

Poco antes de terminar su mandato en Berlín, él dijo del dictador:

“Este hombre puede eliminar todo lo que le resulte un obstáculo”.

Por supuesto, los exorcismos a distancia no tuvieron éxito, porque el Padre Amorth precisó que la primera condición para realizar un exorcismo es la voluntad del poseso en ser liberado.

Existen testimonios de que Hitler conocía el rechazo de Pío XII y de las invocaciones y oraciones que realizaba el pontífice para derrocarlo.

Y se revolvía contra ellas furioso:

“¿De dónde saca tanta fuerza para resistirme y obstaculizar aquello que yo quiero? ¡Ese miserable, que no tiene otra cosa que piel y huesos!

No puedo destruir Roma, algo que me hubiera dado mucho placer.

¡A cuantos judíos ha salvado y no he sido capaz de apoderarme de él!”

 

STALIN

El sucesor de Lenin en la Unión Soviética fue otro monstruo de maldad.

Sus purgas en Rusia eran un estremecedor derramamiento de sangre de sus propios compatriotas.

Instauró un régimen de terror espantoso que alcanzó a su propia familia.

Si bien las grandes masas comunistas lo adoraban como a un dios, ninguno de los que lo rodeaban era ajeno al terror que inspiraba.

Su propia hija Svetlana decía de él:

“Mi padre estaba poseído por un terrible demonio. El consideraba a la bondad y la misericordia peores que un gran delito”.

Stalin fue el precursor de los grandes genocidios de los regímenes comunistas como Pol Pot en Camboya,  Mao en China y los demás.

 

TERRORISMO: EL AZOTE DEL FIN DE LOS TIEMPOS

Fanáticos del Corán, aprovechando la dualidad de valores expresados por Mahoma en el Corán, están trabajando en el sueño de dominar el mundo.

Los métodos del ISIS ha dejada consternada a la comunidad mundial.

Gracias a ellos, a Irán, a Bin Laden, Medio Oriente está posado sobre un polvorín.

Y la invasión demográfica a Europa está haciendo visible el accionar supremacista de esta ideología.

La mesa parece estar servida para una conflagración mundial, con su espantosa carga de muertos, de miseria, de hambre y contaminación.

 

LOS ATAQUES POLÍTICOS Y SOCIALES A LA IGLESIA DE HOY

Y la Iglesia no puede escapar de esta agresión del maligno.

Él utiliza eso de “si no puedes vencerlos, únete a ellos”.

Él inventó una falsa religión, la Nueva Era.

Que habla de lindas cosas, falsamente tendientes a mejorarla vida, pero no en el camino de Cristo, sino en la dirección de acentuar el amor hacia uno mismo.

Es una corriente muy simpática, que publica bellos escritos, con los cuales logra enredar a muchos.

Pero su raíz es esencialmente satánica.

Porque el exagerado amor a uno mismo no viene de Dios, ya que el mismo Cristo dijo durante su vida en la Tierra “No he venido a ser servido, sino a servir”.

Pero el problema principal está siendo el escándalo de los abusos a menores por parte de sacerdotes y obispos.

Lo que estuvo tanto tiempo callado, comenzó a salir a la luz.

Y entonces, son desenterrados los recuerdos de denuncias presentadas en su oportunidad por sacerdotes bien inspirados, denuncias que fueron olvidadas, archivadas, ocultadas.

El maligno opera dentro de la iglesia desde hace mucho tiempo.

Es así como nos enteramos que, a mediados del siglo XX, y ya avanzada la II guerra mundial, los seminarios comenzaron a recibir seminaristas que en realidad no eran tales, sino que eran infiltrados marxistas y homosexuales.

Esa fue la hábil manera que encontró el Maligno de atacar a la Iglesia Católica, desde adentro.

Tuvo razón, años más tarde el papa Paulo VI, cuando dijo que el humo de Satanás se había colado en la Iglesia.

 

LA CRISIS DE HOMOSEXUALIDAD Y ABUSOS EN LA IGLESIA

Los jóvenes homosexuales habían entrado al seminario no necesariamente por su vocación sino por el deseo de entrar a un lugar donde no fueran discriminados.

Con el paso del tiempo fueron ordenados sacerdotes a pesar de tener esa herida en el alma.

Muchos de ellos accedieron al sacerdocio sin tener la estatura espiritual necesaria para una vida de sacrificio y entrega.

Con los años, muchos pudieron perseverar con la ayuda de Dios y Su Gracia, pero otros cayeron en las redes de las tentaciones del maligno.

Hoy vemos las desastrosas consecuencias de sus acciones.

Porque el demonio no sólo tienta al posible pecador, sino como decía el Santo Cura de Ars, le quita la vergüenza en el momento de pecar.



María de los Ángeles Pizzorno de Uruguay, Escritora, Catequista, Ex Secretaria retirada

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis: