Chile planea un bono para el tercer hijo.
Mientras el mundo se adentra en la etapa en que no va a poder reemplazar la población que muere, llegando al punto que países como Japón ya no podrán revertir la tendencia hacia la declinación demográfica, el tema de la baja natalidad comienza a aparecer en la agenda latinoamericana, preocupada hasta ahora solamente en el crecimiento económico.
El último censo de Chile, cuyos datos se entregaron a principios del 2013, mostró que Chile ronda los 17 millones de personas, pero un dato significativo es que la tasa de natalidad que en el lustro 1980-1985 era de 2,34 nacidos vivos por cada 100 habitantes, cayó en el censo anterior a 1,59 y ahora se sitúa en 1,45, una cifra francamente insuficiente para reponer la población que muere, que internaciolamnete se sitúa en 2,1.
El consenso es que tasas de natalidad que no permitan el reemplazo de la población son una bomba de tiempo en el largo plazo, porque la demografía tiene su inercia y se puede pasar un umbral del cual no hay retorno. Pero se han levantado algunas voces que hablan de la ventaja coyuntural, de un ‘bono demográfico’ haste el 2025, cuando los activos son más que los dependientes (niños y ancianos).
La propuesta del gobierno chileno es incentivar la natalidad con un bono por el tercer hijo. Su intención es buena, pero la cifra es muy baja y los resultados comparados de Europa muestran que estos bonos, siendo muy generosos allí, han tenido poca efectividad.
De cualquier forma, el inventario de la situación muestra que la región ha comenzado a preocuparse por un tema mundial importante.
OPINIONES DISCREPANTES
El sociólogo de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Raúl Zarzuri, comenta que la disminución de la población joven podría traer dificultades geopolíticas y de planificación en el país y que, en ningún caso, estas cifras le podrían asemejar a una sociedad desarrollada.
“Los datos del Censo nos muestran una población que comienza a envejecer pero de forma más activa y por lo tanto se hace necesario que hayan incentivos, habría que ver cuáles serían, para la tenencia de más hijos”, observó.
Pero la socióloga experta en demografía Viviana Salinas, de la Pontificia Universidad Católica, anotó que,
“Estamos en los años felices del ‘bono demográfico’”.
Y explicó que Chile se encuentra atravesando por un prometedor periodo, llamado “bono demográfico”, que se da cuando la “tasa de dependencia” alcanza mínimos históricos. Esto quiere decir que la población en edad productiva –jóvenes y adultos– supera ampliamente a la población dependiente –niños y ancianos, que dependen de los primeros–.
Esta situación se produce porque en el país ha disminuido la natalidad –que, cuando era más alta, hacía aumentar el número de dependientes al haber más niños–, pero, al mismo tiempo, la población aún no ha envejecido tanto, por lo que predominan los jóvenes y los adultos en edad de trabajar.
Este periodo es una oportunidad única para que los países hagan crecer sus economías y aumenten sus ahorros.
“Como hay más gente en edad productiva, el país produce más que en otras épocas”, explica la socióloga.
Afirma que ésta,“es la etapa que se debe aprovechar para que la gente en edad productiva trabaje mucho y haga crecer al país económicamente”.
De hecho, se postula que una de las razones por las cuales los países del sudeste asiático lograron crecer tanto económicamente es porque aprovecharon el «bono demográfico», en que tenían mucha población en edad de trabajar y todavía no había muchos adultos mayores.
“Efectivamente estamos en los años felices del bono y para el caso chileno este periodo mágico se acaba el 2025. Ese año la tasa de dependientes vuelve a superar a la que está en edad productiva, pero ahora no porque hay muchos niños, sino porque hay muchos viejos”, indica la experta.
EL GOBIERNO PROPONE UN BONO PARA EL TERCER HIJO
Pero el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, consideró que la tasa de nacimientos era comprometedora, y anunció un proyecto de ley para entregar un bono a las parejas que tengan tres o más hijos así como apoyo a las parejas con problemas de fertilidad, en respuesta a las bajas tasas de natalidad que afectan al país.
La medida, anunciada el 21 de mayo, beneficiará a todas las mujeres, independientemente de sus ingresos socioeconómicos, a partir del nacimiento de su tercer hijo, una vez aprobada y promulgada la ley. La iniciativa contempla un pago único de 100 mil pesos (unos 200 dólares) por el tercer hijo de cada madre. Aumentará a 150 mil con el cuarto y a 200 mil desde el quinto hijo.
El proyecto ha sido cuestionado por sectores afines al control de la natalidad pero también han surgido voces que lo respaldan.
Catalina Siles, investigadora del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), comentó que la medida pone en el tapete un tema que hasta el momento estaba un poco ausente en el debate público y en las prioridades gubernamentales.
«El bono no busca solucionar el problema de fondo y menos obliga a las familias a que tengan hijos, sino que es un paso, una medida positiva y por lo tanto considero que las críticas son un poco injustas», advirtió.
«Se trata de un intento por revertir el problema, y que obviamente debe estar dentro de un conjunto de políticas a favor de la familia. Es un tema que preocupa al Gobierno ya que Chile posee la tasa de natalidad en un continuo descenso desde los años ‘60s, llegando a 1,8 niños por mujer, una de la más baja de América de Latina. Nos encontramos en lo que los especialistas llaman, el ‘invierno generacional‘, un alza en el envejecimiento de la población», comentó Siles.
«Pienso que también existe una visión en contra de la familia, donde quizá se pierde de vista el papel que juega en la sociedad, como el elemento privilegiado de realización personal. Las encuestas en Chile hablan de cómo una de las principales razones de felicidad personal pasa la familia. Una sociedad que busca solamente el éxito profesional y el bienestar material, formará una generación más triste y menos realizada», afirmó.
Por su parte, el presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, destacó en distintos medios nacionales, que leyes como ésta verán sus frutos sólo en coordinación con las otras políticas públicas destinadas a hacer que en Chile nazcan más niños.
«Es una señal adecuada considerando que debe funcionar junto al post natal y al tema de las salas cunas. Nosotros no criticamos y siempre apoyamos medidas como ésta», aseguró.
Finalmente, el Ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, planteó que,
«es obvio que los costos de tener un hijo son mucho más que el bono, pero no es la única política entregada por el actual gobierno, porque está el post natal de seis meses, ingreso único familiar, salas cunas y jardines infantiles gratuitos, y el recién anunciado por el Presidente, la subvención para los niños de tres años».
El proyecto de ley debe ser tramitado y aprobado en el Congreso Nacional, para que posteriormente pueda comenzar a pagarse. Aunque aún no existe fecha definida, se espera que pueda ser cobrado a partir del 1 de enero de 2014.
Fuentes: Radio UChile, EMOL, ACI Prensa, Signos de estos Tiempos