Los animistas contestan con atrocidades las atrocidades de los musulmanes de Seleka.
Las bandas de extremistas musulmanes de Seleka todavía deambulan por las calles vacías y las viviendas de Bangui, la capital de la República Centroafricana, cazando y matando a los cristianos que no fueron capaces de huir. Mientras que los animistas de las milicias de defensa llamadas Anti-Balaka, en la que participan algunos cristianos, están enfurecidos por las atrocidades de Seleka y por el apoyo que algunos musulmanes le dieron, y proceden a matar musulmanes.
Cuando los rebeldes musulmanes Seleka de la República Centroafricana barrieron el sur para apoderarse de la capital, Bangui, y derrocaron al presidente cristiano Francois Bozize en marzo de 2013, el evento recibió una atención escasa en los medios de comunicación occidentales. Lo que los medios aún no parecen dispuestos a ver es que la embestida de Seleka está sirviendo, sin saberlo, a una ofensiva más amplia por parte de extremistas musulmanes de ampliar el ámbito del Islam en el interior subsahariano del continente africano.
LOS ÚLTIMOS SUCESOS
La República Centro Africana es un país de mayoría cristiana en la que los musulmanes representan sólo alrededor del 15% de la población, es uno de los estados más pobres de África, está lleno de diamantes y otros metales preciosos que la convierten en un atractivo premio para muchos países, camarillas políticas y estados vecinos. Bozize fue, de hecho, derrocado por su principal rival, el musulmán Michel Djotodia.
Para garantizar su éxito, Djotodia hizo una alianza con una fuerza temible de extremistas musulmanes. Sin embargo, pronto perdió el control de sus aliados Seleka, quienes procedieron a perpetrar una masacre en masa de los cristianos, y piratería incluso de bebés.
No fue hasta que los cristianos étnicos Ubangi hubieron organizado su propia defensa que Francia envió a cientos de legionarios para llenar el vacío dejado por las fuerzas armadas en desintegración de la República Centroafricana.
Desde entonces, aunque los franceses y las fuerza de paz africanas han restaurado una paz desigual y frágil, el derramamiento de sangre sectario después de la toma del poder de Seleka ha sumado un mínimo de un cuarto de millón de refugiados, tanto cristianos como musulmanes, de sus hogares.
Mientras Djotodia se vio obligado a dimitir el 10 de enero de 2014 por los líderes regionales en una conferencia de paz organizada por Chad, no hay garantía de que los extremistas de Seleka terminarán su violación, saqueo, y asesinato de los cristianos una vez que las tropas de paz salgan. Las tropas de Francia, Chad, Camerún y la República Democrática del Congo permanecen allí en un esfuerzo para detener el derramamiento de sangre y restaurar una apariencia de estabilidad.
El único punto brillante en medio del baño de sangre es el esfuerzo conjunto por el arzobispo católico de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, y el Gran Mufti del Islam, Oumar Kobine Layama, para poner fin a la violencia sectaria.
APARECEN ES ESCENA LOS ANTI BALAKAS
Ante la violencia desatada por los musulmanes de Seleka entraron en acción los Anti Balaka mutilando, masacrando, castrando musulmanes, con machetes, «escenas de horror absoluto», como fueron definidas por Human Rights Watch.
La prensa internacional dice que los antibalakas son milicias cristianas, pero no es así dijo el padre Aurelio Gazzera, desde hace años misionero en el país africano en Bozoum y pacificador incansable.
«Tienen puestos muchos amuletos que jamás se pondría un cristiano. Son animistas y si matan musulmanes no es por razones religiosas«.
Cuando los extremistas de Seleka comenzaron los saqueos, muchos musulmanes, por protección o por apoyo religioso, ayudaron a los de Seleka señalando las propiedades de los cristianos para que no atacaran las suyas. Y así se creó resentimiento.
QUIÉNES SON LOS ANTI-BALAKA
Anti-Balaka, es un término que suele traducirse como «anti-machetes», pero en realidad significa «antídoto», ciertamente no nacieron en 2013 para oponerse a la coalición islamista Seleka, a raíz de que el presidente golpista Djotodia saqueó el país, con el auxilio de los extremistas de Seleka (especialmente a los cristianos) desde el pasado mes de marzo.
Los Anti-Balaka en realidad nacieron a mediados de los años ochenta como grupos de autodefensa para luchar contra los bandidos «zaraguinas» que robaban a los viajeros y se aprovechaban de la ausencia de fuerzas de seguridad eficaces.
«Son animistas, aunque también pueden haber algunos cristianos unidos a ellos – explica Gazzera – pero los Anti-Balaka son ciudadanos comunes que tienen que pasar por un ritual animista que los hará invencibles a los ataques e impenetrables por las balas y las armas de fuego. Y es por eso que llevan muchos amuletos».
Diseñados como grupos de autodefensa, estas milicias
«tienden a reemplazar al Estado, pero el gobierno debe intervenir y hacerle entender que este no es su papel.»
Hoy en día casi todo el oeste del país fue liberado del flagelo de Seleka, que siguen estando en parte en Bangui y en el Este, creando serios problemas.
Los Anti-Balaka,
«son indisciplinados y están armados, pero razonar con ellos es muy difícil», dice el misionero.
Durante los últimos dos meses estas milicias han atacado especialmente a los musulmanes:
«No lo hacen por la religión, en primer lugar, sino para vengar lo que han sufrido en los últimos meses y para robar. Muchos musulmanes han hecho mal al apoyar a Seleka y ahora se encuentran sin protección«.
El lunes, 3 de febrero, al menos 70 personas fueron asesinadas por los Anti-Balaka en una boda.
«La situación está todavía muy caliente», admite Gazzera. «Las cosas están mejor donde están los soldados de las fuerzas internacionales, pero donde están ausentes sigue siendo un desastre. Necesitamos un Estado fuerte que pueda detener a las milicias y reconstruir las ciudades destruidas por Seleka. Pero yo todavía no veo nada de esto».
Fuentes: Gatestone Institute, Tempi, Signos de estos Tiempos