Hay un momento profundamente perturbador en misa.
Para algunos, que son introvertidos, es un momento intimidante.
Es el saludo de la paz, cuando el celebrante pide que los presentes se saluden.
Se supone que es un gesto, no meramente de urbanidad, o de amistad, o de saludo.
Sino un signo en que todos nos sentimos participando del mismo credo y hermanados.
Y le trasladamos al hermano la paz de Cristo.
Pero basta mirar el comportamiento de algunos cuando el saludo de la paz.
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Incluso entre aquellos de misa diaria.
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Y comprenderemos que no es un momento fácil.
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Para algunos, quizás se convierta el momento de mayor tensión en la misa.
Por eso quisimos hacer una especie de manual para la ocasión, comenzando por explicar el sentido de este ritual.
EL ORIGEN DEL SALUDO DE LA PAZ
Los orígenes bíblicos del saludo de la paz están en la expresión de Nuestro Señor cuando saludó a los discípulos diciéndoles “la paz esté con ustedes” (Juan 20: 19)
Pero los orígenes del rito del saludo están en las palabras de Nuestro Señor en Mateo 5: 23, cuando declara que si estás llevando tu ofrenda hacia el altar y recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja la ofrenda de lado y primero vete a reconciliar con tu hermano, y luego recién brinda la ofrenda.
Esto es una alusión directa al entorno del ofertorio de la misa.
San Pablo en sus cartas exhorta a los cristianos que se saluden con un “beso santo”.
En la Didaché, que data del primer siglo, dice a los fieles que cuando se reúnan en el Día del Señor partan el pan y den gracias después de confesar sus transgresiones y que se reconcilien entre los hermanos para que el sacrificio no sea impuro.
Hasta el siglo IV el saludo de la paz se hacía antes del ofertorio, para cumplir estrictamente las palabras de Nuestro Señor.
Y se saludaban los hombres con los hombres y las mujeres con las mujeres para evitar excesos.
Pero cuando surgió la costumbre de recibir la comunión menos frecuentemente, ya no era necesario el saludo de la paz antes de comulgar.
Y entonces el saludo de la paz se comenzó a limitar a los sacerdotes y ministros.
Desde el principio el saludo de la paz no estaba relacionado con ofrecer nuestra paz al otro, sino de reconocer la paz que Cristo había ganado para nosotros.
Que además se lo trasladamos a los demás reconciliándonos con ellos.
En el misal de 1970 que practicó las directivas del Concilio Vaticano II se volvió la práctica de la iglesia primitiva y los fieles re comenzaron a hacerse el saludo de la paz entre sí como un signo.
Y el signo es la paz de Cristo, no nuestra voluntad y deseos hacia los demás.
Es el reconocimiento de que formamos el cuerpo de Cristo que es nuestra Paz.
En realidad esto es un intercambio ritual y no un saludo social.
De modo que tenemos que tener claro cuál es el objetivo del saludo de la paz dentro de la misa para poder considerar su formato.
Se trata de un instrumento ritual dentro de la misa en preparación para la comunión.
Que recuerda las palabras de Jesús “la paz esté con ustedes”.
Y por lo tanto nos intercambiamos la paz de Cristo no nuestra paz individual y social humana.
Por otro lado el saludo de la Paz es una opción que define el celebrante a su discreción.
El celebrante está legitimado en pedir el saludo de la paz durante la misa o no hacerlo.
Y aquí hay dos modalidades que se han difundido, una es pedir el saludo de la paz todas las misas.
Y otra es pedirlo solamente en las misas dominicales o las grandes celebraciones.
«DÉMONOS EL SALUDO DE LA PAZ»
A pesar que podemos ir a misa permanentemente, para muchos de nosotros la parte del saludo de la paz es perturbador.
Especialmente para la gente tímida, introvertida, socialmente torpe.
Imagínate incluso lo que puede sentir alguien que va a misa por primera vez o vuelve después de un tiempo fuera.
Todo en una misa católica les puede parecer una locura.
El arrodillarse, el pararse y luego arrodillarse de nuevo, el incienso, las partes en que todo el mundo dice las mismas oraciones al mismo tiempo, en fin todo puede ser desconcertante.
Pero nada de eso asusta y es más perturbador e intimidante que cuando el sacerdote de repente dice: «Démonos entre nosotros un signo de la paz.»
Los novatos, sin otra advertencia que la simple frase, descubren que personas a las que ni siquiera conocen le están mirando.
Están dirigiéndose a ti, pidiendo que le des la mano, y hasta en algunas culturas que le des un beso, hombres a hombres, mujeres a mujeres, hombres a mujeres.
Los muy tímidos rehúyen el contacto visual, les tiembla la mano.
Ni siquiera pueden tener la interacción verbal, cuando no, miran para otro lado para no saludar al que tienen atrás o adelante.
Para aquellos de nosotros que somos extremadamente introvertidos y socialmente torpes, este tipo de interacción con otros seres humanos no es el tipo de cosa que a la que uno se precipita con placer.
Incluso aún entre quienes van a misa a diaria uno puede encontrarse a gente que rehúye el saludo de la paz haciéndose el distraído.
Sin duda es algo que requiere práctica, preparación psicológica y análisis en una escala no del todo diferente a la de un alunizaje.
Para las personas que comparten el perfil psicológico de DHSED (Debería Haber Sido un Ermitaño del Desierto), esta es una guía práctica para el ritual extraño, diseñado para extrovertidos, conocido como el signo de la paz.
UBIQUÉMONOS EN LA MISA
Estamos entados en bancos con gente al lado que no conocemos, mirando la nuca de otros que tampoco conocemos y nuestra nuca es mirada también por desconocidos.
El signo de la paz se produce poco después del Padre Nuestro.
Si quieres concentrarte en la oración del Señor, planea entonces hacer algunos ejercicios de calentamiento, estiramiento, o visualización técnica para prepararte para la interacción forzada del saludo de la paz, después de la Liturgia de la Palabra, cuando pasan las canastas para las ofrendas.
Cuando llegue el momento, debes involucrarte en el signo de la paz dando la mano a las personas que te rodean diciendo: «La Paz contigo».
Cada apretón de manos incluye preferiblemente una sonrisa y al menos un segundo completo del contacto visual.
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Y en algunas culturas se estila darse un beso, aún entre hombres, y entre personas de sexo diferente.
El ideal es decir «la paz del Señor esté siempre contigo» y la otra persona contesta «y con tu espíritu».
Pero es aceptable decir sólo «mucha paz» y pasar a la siguiente persona; «la paz de Cristo» y «paz» son alternativas aceptables también.
Si así lo deseas, puedes sentirte libre de incluir salutaciones espontáneas como «hola» o «buenos días», pero la Iglesia no exige que lo hagas.
Algunos sitios web afirman que es preferible hacer la forma latina del saludo, «Pax Domini sit semper vobiscum» («La paz del Señor esté siempre con vosotros»), pero no sería recomendable salvo en una misa tradicional o tridentina.
Una persona que no es socialmente torpe podría ser capaz de llevarlo a cabo, pero la gente que lo recibe no sabría qué hacer y quedaría más nerviosa.
A QUIEN HACERLE EL SALUDO
Hay que ofrecer el signo de la paz a todas las personas dentro de un radio de un metro de donde estás sentado.
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Esto incluye a las personas por delante y por detrás de ti.
Si estás sentado junto a un grupo de personas, se acostumbra ofrecer el signo de la paz a todos dentro del grupo, hasta un máximo de 5 o 6 personas digamos.
Es aceptable, aunque no es preferible, fingir que no eres capaz de inclinarte lo suficiente como para dar la mano a la totalidad, y ofrecer como alternativa una pequeña reverencia y murmurar con los labios el saludo de la paz.
Algunos feligreses pueden elegir hacer un saludo agitando la mano como quien se despide de alguien, en lugar de una reverencia con la cabeza.
La norma es ofrecer estrechar la mano a cualquier persona mayor de dos años.
No es necesario dar la mano a los niños muy pequeños y bebés, aunque probablemente estés obligado a reconocerlos y hacer comentarios sobre su ternura.
EXCEPCIONES Y SITUACIONES INUSUALES
En el caso de que no haya nadie sentado dentro de un radio de un metro tuyo, deberías ofrecer el signo de la paz a las siguientes personas:
-A cualquier persona sentada en tu mismo banco, aunque fuera del radio de un metro, siempre que haya menos de cinco personas en total en el banco.
-A alguien sentado en cualquier lugar en los bancos de adelante o de atrás tuyo, incluso si están fuera del radio de un metro, siempre que haya menos de cinco personas en total en cualquiera de dichos bancos.
-Si no hay nadie en el banco, en el banco de adelante o en el banco de detrás, no estás obligado a ofrecer el signo de la paz a la gente a más de un banco de distancia.
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Aunque el método de reverencia y sincronización de labios (ver arriba) se recomienda para todas las personas dentro de un radio de tres bancas de tu asiento.
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Esto incluye también con los que uno tiene un contacto visual cercano, aunque esté separado por un pasillo.
-Puedes ignorar a cualquiera sentado más de dos bancos por delante o por detrás tuyo, siempre que no hagas contacto visual con ellos.
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En caso de que haya contacto con los ojos, estás obligado a reconocer a la persona, ya sea con una reverencia o un saludo agitando la mano.
-Si estás sentado en un pasillo, no estás obligado a ofrecer el signo de la paz a los que estaban sentados en el banco al otro lado del, a pesar de que está bien hacerlo.
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El método de la reverencia, la sincronización de labios y el saludar agitando la mano son los preferidos en esta circunstancia.
COMPORTAMIENTOS QUE DEBES EVITAR
No es aceptable pretender olvidarte de las personas sentadas directamente en el banco atrás tuyo mirando para otro lado.
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Esto se conoce como la «esquivar el bulto» y no es bien visto.
No es aceptable tampoco evitar el signo de la paz pretendiendo ahogarte, tomando cinco minutos para atarte el zapato, o dejar caer un elemento importante que estas buscando.
Esta es otra forma de esquivar el bulto totalmente desaconsejada.
Debes resistir la tentación de limpiarte inmediatamente las manos con loción antibacteriana o toallitas.
Y tampoco que te pases la mano por la cara para limpiarte inmediatamente después que alguna persona te da un beso.
En el otro extremo, tampoco es aconsejable que si te levantas un día con un espíritu extrovertido recorrer los bancos del pasillo de enfrente apretando las manos.
Esto queda reservado para algunos curas, que no tomando las recomendaciones litúrgicas del Vaticano, recorren el pasillo central de la iglesia apretando la mano de todos.
RECOMENDACIONES
Si eres una de esas personas introvertida te recomiendo:
Revisar esta guía antes de ir a misa
Reconocer el terreno de la gente con la que deberías darte el saludo de la paz al comenzar la misa
Prepararte psicológicamente para el saludo inmediatamente después de terminado el padrenuestro
Y luego, cuando venga el pedido del sacerdote o el diácono para darnos el saludo de la paz, actuar con aplomo, como si esta parte de la misa es la que disfrutas más.
Fuentes:
- http://forosdelavirgen.org/80612/la-iglesia-pide-que-el-saludo-de-la-paz-en-la-misa-sea-dado-con-sobriedad-14-08-04/
- http://es.catholic.net/op/articulos/53549/el-don-de-la-paz-en-la-misa.html
- http://es.wikipedia.org/wiki/Saludo_de_paz
- http://www.mercaba.org/FICHAS/SACRAMENTOS/EUCARISTIA/624_misa_09.htm
- http://www.ncregister.com/blog/jennifer-fulwiler/the-socially-awkward-persons-guide-to-the-sign-of-peace/
- https://hughosb.com/2010/12/21/the-sign-of-peace-theory-and-practice/
Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María
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Que para participar en esa sandez de dar la paz tengas que hacer estiramientos, calentamiento y no se que preparación sicológica es el colmo del despropósito. ¿Pero en que estamos…? ¿Es esta la participación en el Milagro mas grande de nuestra Fe o un curso de autoayuda nueva-era?
La preparación para la Eucarística es el arrepentimiento de tus pecados, la confesión si fuera necesario y el alejamiento un rato antes de las cosas del mundo para estar atento al misterio que sucede en la Eucaristía.
Si eres tímido puedes ir a la Misa Tridentina y dejarte de mamarrachadas que lo único que hacen es distraer a las personas justo en el momento en que deberían estar mas concentradas.
La implantación de ese rito ha sido un despropósito de dificil solución. Debería ser eliminado directamente o traspasado a otro momento menos solemne de la Eucaristía, pero eso no se va a hacer… Así es que toca aguantar el despropósito.
Todo por esa manía tan «moderna» del «toquiteo», de lo «corporal», «participativo», lo «emocional», lo «afectuoso» y otras sandeces y mediocridades.
Y si no queda mas remedio ofreces ese mal rato como reparación por las profanaciones eucarísticas que tenemos que sufrir cada día tras la penosa reforma litúrgica. ¡Hasta cuando Señor!
Personalmente estoy de acuerdo con Thikon en que el saludo de la paz debería ser traslado a otro momento de la misa menos solemne, pues se encuentra justo antes del Cordero de Dios y hace que mucha gente esté distraída dando vueltas por el templo y saludando a conocidos, amigos y familiares, cuando ya hace rato empezó el canto del Agnus Dei. Los fieles no se dan cuenta de la belleza y majestuosidad del Agnus, de su constancia bíblica, de su importancia litúrgica (al Agnus se refiere san Juan en el Apocalipsis cuando dice: «vi gente que alababa al Cordero»). Ese momento es de suma devoción, concentración y adoración antes de ir a comulgar. (Y por cierto el momento de arrodillarse -los que pueden- es desde que empieza el canto, no al final). Pero que se entienda: todo en su lugar. El saludo de la paz debe mantenerse, por supuesto, porque simboliza el encuentro con los hermanos: en la misa somos una comunidad, no una masiva reunión de extraños desentendidos unos de los otros, y está muy bien que esa idea tenga expresión litúrgica, pero debe trasladarse a otro momento, y a mí me parecería el más adecuado justo despues del Gloria, ya que después de haber cantado las alabanzas de Dios, continúa por lógica la alegría de reunirse con el prójimo. Ese es el momento de regocijo, justo antes de proclamarse la Palabra de Dios.
Quisiera compartir con uds una experiencia,mi madre padece de pánico social,especialmente a la hora de dar el saludo de la paz ella se pone ansiosa y le sudan mucho las manos,hemos visto personas q le han pasado la mano y se han secado rapidamente con su ropa o con algun pañuelo y ahora evitan sentarse al lado de ella,eso no es una forma de discriminación?y para colmo esas personas son servidores de la iglesia.Que opinan?
MI DIOS LOS BENDIGA,…A JESUS POR MARIA,….HAY QUE DAR LA PAZ, SENTIRLA, DESEARLA, ORA A TODA HORA POR ELLA, SOBRE TODO EN UN PAIS DE 60 AÑOS DE GUERRA,….LA PAZ, LA PAZ, LA PAZ, ESA PALABRA TAN PEQUEÑA, QUE NO PODEMOS ENCONTAR ,LOS COLOMBIANOS, NI EN LA HABANA, SOLO EN EL CORAZON DE CADA CUAL,…..