Hubo fuerte presión internacional.
Meriam Yahya Ibrahim, la médica cristiana sudanesa condenada a muerte por apostasía, ha sido puesta en libertad después de que un tribunal de apelaciones anuló la sentencia de muerte, según la agencia estatal de noticias SUNA.
Ibrahim, de 27 años de edad, católica y madre de dos hijos, había sido sentenciada a la horca en abril por abandonar su fe musulmana, lo que provocó la indignación y la condena mundial, incluyendo una campaña con más de 1 millón de firmas.
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Sin embargo, entre medio la cosa no fue tan fácil, porque ayer martes, luego de la primera liberación, mientras la familia se aprestaba a tomar un vuelo para dejar Sudan, Meriam, su esposo y los dos hijos fueron apresados nuevamente, y luego de una horas liberados, lo que indica que hay una lucha de poderes al respecto. Todo indicaría que hasta que no salgan del país no van a estar a salvo.
El abogado de Ibrahim dijo a la prensa el lunes que Ibrahim, de 27 años, se había reunido con su esposo y su familia la noche del lunes 23 de junio después de haber sido puesta en libertad en la capital sudanesa, Jartum.
El abogado, Mohamed Mustafa El-Nour, dijo que se la liberó cuando un tribunal de apelaciones determinó que la decisión inicial de su condena fue por error.
Ella había sido condenada en la nación musulmana por apostasía y a morir en la horca. Y mientras estuvo en la cárcel dio a luz a su segundo hijo.
Mientras que la sorprendente noticia de su liberación fue bien recibida por los activistas, la preocupación por su bienestar se mantiene.
«Ahora oramos y trabajamos para que Meriam y sus dos niños estadounidenses le sean otorgados un estatus legal en los Estados Unidos», dijo Penny Nance de Concerned Women for America.
«Estamos muy agradecidos por la decisión de hoy. Si el veredicto de Meriam Ibrahim no hubiera sido anulado, se habría enfrentado a un castigo de 100 latigazos y la ejecución en la horca, simplemente porque fue acusada de haberse convertido al cristianismo», dijo Nance.
Muchos en la nación de mayoría musulmana, sostuvieron que Ibrahim, quien se casó con Daniel Bicensio Wani, un ciudadano estadounidense de origen de Sudán del Sur, nunca debió convertirse en cristiana, porque su padre era musulmán.
La pareja fue arrestada en septiembre por adulterio después que hombres que dijeron ser familiares de Ibrahim se quejaron a las autoridades que ella había roto la sharia, o ley islámica, al casarse con un hombre cristiano. Los cargos fueron retirados el año pasado, pero una apelación revocó la sentencia, y siguió el cargo más grave de apostasía.
La presión internacional contribuyó a su liberación. Las iglesias insistieron en que su condena contravenía la Constitución provisional de 2005, que permite la libertad de religión.
También en Sudán, donde los cristianos y las iglesias a menudo son perseguidos a través de detenciones e interrogatorios frecuentes de líderes de la iglesia, los clérigos salieron audazmente para exigir su liberación.
Ibrahim y su hermano, Hassan, de acuerdo con su pastor, probablemente nacieron fuera del matrimonio. Su padre, Yahya Ibrahim Ishag, abandonó a la madre Zahra Tesfai, una etíope de la Iglesia Ortodoxa, cuando Meriam Ibrahim tenía 5 años.
Ibrahim nunca vio a su padre, de acuerdo con el clérigo, creció bajo el cuidado de su madre cristiana ortodoxa y fue admitida en la Iglesia Católica antes de que pudiera casarse con su marido.
Fuentes: WND, NCR Online, Signos de estos Tiempos