Una solución perversa.
La marihuana que se producirá y comercializará en Uruguay, bajo la tutela y con participación del estado, no tendrá impuestos al consumo como los alimentos y los medicamentos, de forma que el precio final sea competitivo con el de los narcotraficantes. Pero de cualquier forma, en una guerra de precios no parece claro que los productores oficiales pueden bajar tanto como los narcos.
Pero esta lógica comercial no tiene en cuenta que está poniendo a la venta un producto que es nocivo para la salud, a un precio subvencionado por el estado, lo que probablemente genere una sobredemanda, que en buena parte igual se irá a los narcotraficantes, porque el estado ya se sabe que no podrá cubrir toda la demanda de un consumidor promedio. Y además los narcos tendrán precios más competitivos que antes, lo que será menos costoso para los drogadictos.
LA MARIHUANA MENOS GRAVADA QUE LOS ALIMENTOS O MEDICINAS
La plena liberalización de la marihuana en Uruguay ha producido un resultado paradójico. Para cortar las patas del mercado ilegal de drogas, reducir los traficantes de drogas, y garantizar la competitividad del estado en las drogas, el gobierno del presidente José Mujica ha decidido eximir a la marihuana legal del impuesto sobre la venta y producción.
«Nuestro principal objetivo no es recaudar impuestos sobre la renta. Todo debe ser hecho para socavar el mercado negro», dijo Félix Abadi, que está construyendo el marco legal de la ley sobre la libertad de la marihuana.
«Para ello necesitamos garantizar que el precio siga siendo bajo.»
Esta medida se suma a los decretos ya elaborados dando la opción sólo para los residentes de mayor edad en Uruguay comprar no más de 10 gramos de droga por semana a un precio de menos de un dólar por gramo. Este tope en el consumo es bastante menos al que consume un drogadicto.
Abadi también señaló a Reuters que a pesar de que el alcohol y los cigarrillos están fuertemente gravados, el comercio oficial de marihuana será virtualmente libre de impuestos.
Esta decisión, que podría parecer lógica si se sigue el razonamiento de la lucha contra el narcotráfico, produce resultados controvertidos. Los únicos artículos exentos de impuestos en Uruguay, de hecho, son la leche, el agua y los materiales educativos como libros y periódicos. La marihuana, por lo tanto, se convierte en tan importante como la educación en Uruguay.
Por ejemplo, los cigarrillos y el tabaco, se gravan en un 22 por ciento. La producción y venta de marihuana gozará de un régimen fiscal más favorable, incluso con respecto a los productos sin duda más necesarios para el bienestar de la población, como el pan y otros alimentos básicos y medicamentos, gravados con el 10 por ciento. En los hechos, y para el consumo final, fumar marihuana se considera más importante que comer.
LOS IMPUESTOS SERÁN POR LA RENTA DE LOS PRODUCTORES
Ya dijimos que la marihuana no será gravada con los impuestos a los bienes no esenciales, que elevan el precio del alcohol y los cigarrillos. También será considerado un producto agrícola crudo, por lo tanto, estará exento del impuesto agrícola (pdf).
Sin embargo, según los términos de la legislación publicados por la Presidencia el 12 de mayo, se espera que el máximo de seis cultivadores comerciales que estarán autorizados para producir marihuana, paguen impuesto sobre la renta. También tendrán que pagar tanto una cuota fija como una variable para obtener una licencia de plantación.
Al igual que gran parte de la legislación, los detalles exactos de la cuota variable todavía no han sido definidos, aunque el comunicado de prensa afirma que está destinada a proporcionar «el régimen fiscal más flexible posible», con el fin de garantizar su competitividad con el producto ilegal. En otras palabras, no clasificar estas tarifas como un «impuesto» es semántica, pero no se sabe cuanto será ese impuesto, pero el tope es la competitividad con los narcos.
Según El Observador, los cultivadores comerciales también tendrán que pagar la factura de seguridad obligatoria suministrada por el ejército del país, aunque fuentes cercanas a InSight Crime han sugerido que el uso de seguridad privada es un escenario final más probable.
De esta forma, mientras que el gobierno podría estar apuntándo a un régimen fiscal favorable que fomente el desarrollo de la economía de la marihuana legal, la idea de que todo el comercio se escapará de contribuir a las finanzas del Estado simplemente no es correcta. Pero probablemente tenga un régimen más benévolo para ser competitivo.
Esto indirectamente significa hacer mas accesible el precio de la marihuana en el mercado interno, hará bajar el precio que hoy tienen los narcotraficantes, y el mercado de drogas en Uruguay se transformará en mas barato que en el resto de la región, generando una demanda adicional.
Fuentes: Tempi, Insight Crime, Signos de estos Tiempos