El sistema de vigilancia que deteriora la imagen
Las revelaciones sobre la vigilancia masiva de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU. de comunicaciones dentro de y fuera del país ponen a disposición de la gran opinión pública y del sistema político nacional e internacional acciones de espionaje de la administración que están en el límite de lo abusivo, aunque podría defenderse alguna legalidad.
Pero unido a otras maniobas de la administración Obama, están formando una imagen de un abuso de poder y una deriva autoritaria del gobierno, que resalta aún más en la medida que Obama criticó a su antecesor, George W. Bush, por el recorte en las libertades, y ahora se justifica a si mismo diciendo que «no podemos tener el 100% de seguridad y el 100% de privacidad y cero inconvenientes».
EN EL FILO DEL ABUSO
¿Cuál es el problema de Prism? El sistema de vigilancia electrónica de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) está dentro de los límites de la ley estadounidense, es aprobado por el Congreso, ha sido autorizado por dos presidentes (George W. Bush, y luego Barack Obama), se justifica por la lucha contra el terrorismo (que como lo demuestra el ataque en Boston, está lejos de terminar), escruta a las personas no estadounidenses que pueden suponer una amenaza para la seguridad nacional, se utiliza para recopilar y analizar metadatos para investigar la cantidad y la calidad de los mensajes, no para espiar a sus contenidos.
A pesar de todas estas premisas es un problema. Se trata de un conjunto de acciones forzdas que está minando la confianza de la opinión pública estadounidense en contra de las instituciones, incluso en el contexto de la seguridad, y su relacionamiento con aliados del exterior.
PRIMERO, HAY UN PROBLEMA DE FALTA DE TRANSPARENCIA
Toda la operación tuvo que permanecer en secreto, y fue revelada por un informante, Edward Snowden, un ex ingeniero de la CIA, que se arrepintió de su obra, actualmente refugiado en Hong Kong y en proceso de solicitud de asilo política para Islandia. Sus revelaciones han sido confiadas a la prensa británica (The Guardian), así como a The Washington Post en los EE.UU.
Por The Guardian, se supo de una política de las escuchas telefónicas, nacida de la cooperación secreta entre la empresa Verizon y la NSA. Se sabe que la interceptación se limita a la recolección de registros telefónicos (quien llama a quién y dónde) de los suscriptores de Verizon, y de los Estados Unidos.
Entonces se informó lo de Prism: también se recogieron datos a través de Internet. Inicialmente, las empresas de los proveedores eran consideradas extranjeras, por lo que se pensó que se trataba de una colección de datos «upstream», interceptados a medida que corrían en los cables de fibra óptica, o a través de otro tipo de infraestructura de red. Las revelaciones de Snowden, sin embargo, apoyadas por los documentos originales de la NSA (publicados en The Guardian) muestran que Prism toma los datos directamente de las grandes empresas: hay una puerta secreta, una puerta trasera, utilizada por los funcionarios para extraer información desde los servidores de Microsoft, AOL, Yahoo, Facebook, YouTube, PalTalk, Apple, Google.
Las empresas involucradas están pidiendo una explicación oficial del gobierno, pero nadie sabe aún cuanto hay de su consentimiento directo o al menos de información de lo que sucedía.
La agencia de EE.UU. reafirma que no hay espionaje del contenido y que la tecnología a su disposición no permite a los usuarios realizar un seguimiento de donde se originó la información.
Pero Edward Snowden dice que la NSA «importó de manera sistemática». Además, las revelaciones sobre el sistema de análisis de datos «Informante sin límites», que analiza miles de millones (100 mil millones en un solo mes) de metadatos recogidos sobre la base de su origen y su naturaleza, parecen indicar que existe la posibilidad técnica de obtener al menos, la dirección IP (el «número de teléfono» de la computadora) del usuario y clasificar genéricamente la masa de datos en función de su contenido.
¿A quién creer, entonces?
EL SEGUNDO ES UN PROBLEMA POLÍTICO
El gobierno de Obama había llegado a la Casa Blanca con las mejores intenciones de la transparencia en la gestión del poder. Pero, este sistema de vigilancia electrónica no ha sido objeto de debate.
La administración debió salir y hacer comentarios al respecto sólo después de la iniciativa de Snowden, que ahora es objeto de una acusación de traición.
Es desconocido si el sistema PRISM sólo se puede utilizar para la lucha contra el terrorismo y no para otros fines.
Esta misma administración ya está bajo la lupa, sospechosa de abuso de poder.
Es la miama que ha hecho de todo para encubrir la reconstrucción de los hechos de Bengasi, descargando en un extraño e improvisado cineasta egipcio copto toda la responsabilidad por el asesinato del embajador en Libia, Christopher Stevens.
Es la misma administración que ha pinchado los teléfonos de los periodistas de la Associated Press y Fox News, buscando información sobre la guerra contra el terrorismo.
Y en el marco de esta administración el IRS (organismo del gobierno de los EE.UU. responsable de la recaudación de impuestos y la aplicación de la ley tributaria) investigó la vida y las cuentas personales de los miembros del Tea Party, los rivales políticos de Obama, para negarles el alivio tributario que tenían derecho.
Incluso antes de que estallara el escándalo de la NSA, Obama comenzó a ser visto como un «Gran Hermano», Ahora se acaba de alcanzar una confirmación de lo que muchos suponían.
EL TERCERO Y MÁS GRAVE ES UN PROBLEMA CONSTITUCIONAL
La Cuarta Enmienda prohíbe a las autoridades llevar a cabo registros, detenciones e incautaciones «no razonables», es decir: sin una causa, y en personas que no están bajo investigación por presuntos crímenes.
El sistema de vigilancia de la NSA, por su naturaleza, efectúa «pesquisas» (electrónicas) sean americanos o no. Se puede dudar de la profundidad de la investigación llevada a cabo por la NSA en los datos que recoge. Pero potencialmente puede obtener todas las conversaciones.
El «Big Brother» Electronico, si no es descaradamente anticonstitucional, está definitivamente en contra del espíritu de los padres fundadores de América. Quienes no escribieron la Constitución y la votaron para que la acción del gobierno fuera más eficiente, sino que, por el contrario, para proteger al pueblo estadounidense de todas las formas posibles de abuso de poder.
Y DESPUÉS ESTÁN LAS REACCIONES INTERNACIONALES
Desde aliados como los países europeos hast rivales como Rusia y China se han sentido ofendidos y amenzadas por esta revelación de que la NSA estaba monitoreando las comunicaciones de internet de todo el mundo.
Y aunque los servicios de inteligencia de esos países supieran lo que estaba sucediendo, no era un hecho político al cual referirse y que permita acusar a la administración estadounidense, lo que sí se puede hacer ahora.
Fuentes: la Nuova Bussola Quotidiana, Signos de estos Tiempos