Categories
Acto de amor Bendición Breaking News Movil NOTICIAS Noticias 2019 - enero - junio Religion e ideologías Sobre Dios

Las Formas en que Dios Nos Bendice Permanentemente

Habitualmente escuchamos algunas personas decir «he sido bendecido».

A veces le agregan la palabra Dios y a veces no.

Y esto se refiere en general al éxito, a la salud, a la familia, a la riqueza.

Pero no es la única acepción ni la más importante para el Nuevo Testamento.

bendicion

En este entendimiento, ser bendecido por Dios significa que Él nos da cosas buenas.

Y en este sentido Dios bendice a todo el mundo, creyentes o no creyentes, porque “hace salir el sol para los buenos y los malos”.

No importa lo que pienses en la actualidad acerca de Dios.

Ni que tan amigo eres de Él.

Él realmente tiene un fuerte deseo de bendecirte.

Es por eso que cuando alguien te dice ´que Dios te bendiga´ está deseando lo mejor para ti.

  

QUE SIGNIFICA LA BENDICIÓN DE DIOS

La bendición invoca el apoyo activo de Dios para el bienestar de la persona.

Implica salud, provisión y felicidad. Poder y capacidad de perseverancia, en la persona que la recibe.

El Génesis narra que Dios, al completar cada día de la creación, la bendijo (Gen. 1-2).

Cuando Noé salió del Arca, recibió la bendición de Dios (Gen 9:1).

En el Génesis 12: 3 está la bendición que Dios le hizo a Abraham que le dijo que mediante Él, serán bendecidas todas las familias de la Tierra.

En el tiempo de los patriarcas, el cabeza de cada tribu y familia bendecía.

Dios ordenaba a los sacerdotes a bendecir al pueblo (Num 6: 23-26).

Y en el Antiguo Testamento podemos leer que Dios bendice a su pueblo Israel con muchas bendiciones físicas y terrenales.

Esto lo podemos pedir hoy a Dios que nos bendiga con riqueza, salud, sabiduría, vida pacífica y San Pablo pide que oremos por esto.

Pero cuando en Efesios 1 San Pablo habla de las bendiciones que Dios nos ha dado, se refiere específicamente a bendiciones espirituales.

Y dice que Dios nos escogió en Cristo, que nos predestinó a la filiación, que nos redimió a través de la sangre de Cristo, que nos designó como la herencia de Dios, que nos selló con el Espíritu Santo.

Y en Gálatas 3 14 deja claro que la bendición que Dios quiere que recibamos no es algo material sino espiritual.

Jesucristo y los Apóstoles bendecían, por lo que la práctica pasó a la Iglesia como el mayor de los sacramentales.

En cada bendición de Dios narrada en la Biblia,  siempre hay una unción especial, un impacto de poder sobrenatural.

Así las bendiciones de Dios hicieron posibles las cosas imposibles.

Dieron poder, directrices y habilidad “sobrenatural” para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.

Dieron autoridad espiritual a la humanidad.

Pero el gran caudal de bendiciones, los milagros increíbles a cada paso, llegan cuando te conviertes en lo que Dios quiso desde el inicio que fueras.

Podemos identificar 7 maneras en las que Dios nos bendice.

jesus bendicion

  

7 MANERAS EN QUE DIOS BENDICE A SUS HIJOS TODOS LOS DÍAS

  

1) Dios quiere que ayudarte a ver las cosas desde la perspectiva del cielo

Como seres humanos, tendemos a ver las cosas desde la perspectiva de la tierra en lugar de la perspectiva del cielo.

Después de todo, este es el lugar donde vivimos ahora. Es todo lo que sabemos.

Pero Dios no está limitado por nada, porque nada es imposible para Él.

Así que cuando sientes que la presión en tu vida te está aplastando y falla la esperanza, mira hacia arriba.

Recuerda que Él dejó el cielo para rescatarnos.

Y pídele al Señor respirar el aire fresco de la visión espiritual y una visión saludable para tu ser.

Esto puede hacer toda la diferencia en el mundo.

  

2) Dios quiere darte gozo en servir a los demás

Nadie quiere servir a los demás si su corazón está lleno de deseos egoístas.

Y por naturaleza, tendemos a esa dirección en nuestro corazón.

Pero Dios cambia ese enfoque cuando viene a nuestra vida.

Él no sólo hace que sea una delicia para nosotros adorarlo y servirlo a Él, sino que también se convierte en una alegría servir a los demás.

Es el opuesto a la forma en que muchas personas viven, pero es mucho más satisfactorio.

  

3) Dios quiere darte la paz en cualquier situación

Aunque Dios no promete a sus hijos una vida fácil en la tierra, Él promete ser nuestra fuente de paz en cualquier situación.

En otras palabras, Jesús nunca dijo que los cristianos deben llevar la cruz de la ansiedad, el miedo o la preocupación.

Esas cosas no son parte del plan de Dios para tu familia, incluso cuando Él permite que sus hijos pasen por el sufrimiento y la persecución.

hombre caminando sobre la biblia

  

4) Dios quiere darte ánimo en estos momentos

Dios nunca desalienta a sus hijos, nunca.

Y Dios nunca quiere que sus hijos sean agobiados bajo el peso del desánimo.

Dios quiere levantarte el ánimo en estos momentos.

Él puede llenarte de esperanza y Él puede alejar los sentimientos terribles de fatalidad y desaliento.

El hecho de saber lo mucho que Dios quiere eso para tí, puede ser un gran paso en la dirección de un verdadero estímulo.

  

5) Dios quiere llenarte del reconocimiento de su amor por tí

Si tu no sabes en lo profundo de tu corazón lo mucho que Dios te ama, la vida puede ser bastante deprimente.

Pero cuando abrazas la verdad de que Dios envió a su único Hijo para salvarte de tus pecados, las cosas adquieren una nueva perspectiva.

Entender que Dios está contigo y no contra tí es un gran logro.

Y a medida que tu corazón se llene de la apreciación de la bondad de Dios para tí, el resultado es un flujo constante de paz y alegría dentro de tu alma.

  

6) Dios quiere enseñarte cómo llevar todo pensamiento y obediencia a Cristo

Hasta que no aprendamos cómo manejar nuestros pensamientos, seremos arrastrados por cada pequeña cosa que nos distrae o nos tienta.

Sólo cuando aprendemos a controlar nuestros pensamientos es que comenzamos a experimentar la paz que Dios nos quiere dar a cada momento.

Y aunque todavía habrá contratiempos en el área del «manejo de los pensamientos», la vida es mucho más agradable cuando nuestros pensamientos están en línea con la bondad de Dios y la voluntad de Dios para nuestras vidas.

cascada entre verdes

  

7) Dios quiere llevarte a su casa del cielo un día

Dios te quiere en el cielo tanto, que envió a su único Hijo a morir en la cruz para que pudieras ser salvado.

Tu vida en la tierra tiene muchos retos, pero el cielo será perfecto.

Permite que esta gloriosa verdad llene tu alma: Dios quiere pasar la eternidad contigo.

Los que confían en Jesús para la salvación son los que conocen la bendición final de Dios.

Así que ¿te gustaría tener a Dios bendiciendo tu vida hoy y para siempre?

Si es así, puedes ir al Padre a través del Hijo ahora mismo y comenzar a recibir estas 7 bendiciones de inmediato.

Ve por ellas. Se alegrará cuando lo hagas.

  

PERO EL GRAN CAUDAL DE BENDICIONES LLEGA CUANDO TE CONVIERTES EN LO QUE DIOS QUISO PARA TI

Cuando vas a tu misión. Cuando vas a lo que realmente eres, cuando llegas a ser realmente lo mejor que puedes ser, muchos milagros después ocurren.

Disciplina. Entrega.

Cuando estás desprovisto de ego, cuando estás puro, como María era pura, cuando te encuentras con la humildad; entonces, la vida misma se convierte en un milagro: todas las buenas cosas.

Pero primero tenemos que disolver la pretensión, la excusa, el fingimiento.

¿Cómo podemos ser “lo que Dios nos creó para ser” si estamos viviendo (u ocultándonos) detrás de una fachada?

Echa un vistazo en el espejo espiritual y asegúrate de que estás delante (no detrás de él).

Cuando vuelvas a lo real tuyo, auténticamente te sentirás más cómodo, como con un zapato viejo.

Cuando te quitas la máscara, cuando estás actuando en la forma en que debes actuar, sin nada que ocultar y trabajar en lo que te fue asignado hacer; las bendiciones están allí para pedirlas.

¡En abundancia!

Muchas veces ni siquiera tenemos que pedir por ellas.

mujer camina con globos y maleta

Mira todo el Antiguo Testamento: cuando estaban en un mandado para Dios, se duplicaban sus gracias (véase David; véase Moisés; mira cómo la Santísima Madre estaba “llena de gracia”).

Ellos estaban tomando medidas en la dirección correcta.

Recibir la gracia es recibir lo que necesitamos para la gozosa realización de nuestro propósito. Dios honra la fe con bendiciones.

Lo que es bueno se vuelve mejor.

Las falsas bendiciones colapsan.
.
Cuando deseamos a otros la mejor – incluyendo a aquellos que nos causan problemas – queremos para nosotros mismos lo mejor también.

Muchos escriben o hablan de la religión sin practicar el espíritu de la misma.

Tu puedes reconocer esto por el sentido de lo secular, por la mundanidad, por la aridez concomitante.

Cuando estás haciendo lo que Dios quiere y actúas como Dios quiere que actúes – y amas – puedes sentir su caricia.

Es como una “llama de algodón”. Estamos protegidos en él.

Por lo general, cuando hay un obstáculo, es creado o está conectado de alguna manera a la intrusión del “yo”, que busca su propia gracia y atrae al enemigo.

Tu misión es siempre desinteresada, natural, la Voluntad de Dios.

Busca su voluntad (no la del mundo), se tan bueno como puedes, ejerce la sinceridad a cada paso, y se te guiará a tu verdadero propósito en la vida, sin siquiera darte cuenta.

Si hay un “bloqueo”, puede ser el enemigo, sí, pero también puede ser porque has decidido mal sobre cuál debe ser tu misión.

Sólo los humildes pueden entregarse totalmente.

Cuando estamos llenos de nosotros mismos somos nuestros peores enemigos.

Si Dios te “pone a dormir”, si hay aridez, es como un cirujano que anestesia a un paciente con el fin de trabajar libremente.

No te desanimes cuando Dios queda en silencio.

Somos bendecidos cuando estamos sirviendo a los demás.

Somos bendecidos cuando deseamos en los otros lo mejor, y de nuevo, entre los que nos causan problemas.

Somos bendecidos cuando resolvemos hacer lo contrario de lo que hemos hecho mal.

Caminar en la entrega y la fe como lo hizo María, completan tu tarea.

Se moldeable – flexible – en la Presencia de Dios, ya sea que lo sientas a él o no.

escuchar

  

¿CÓMO ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS QUE QUIERE BENDECIRTE?

Muchos cristianos se sienten frustrados por el tema de escuchar la voz de Dios, creen que no están aptos para sentir la voz de Dios para guiarlos hacia las bendiciones.

Después de caminar un tiempo con el Señor comprenderás, que Él es la voz suave y apacible que habla dentro de tu espíritu y quiere hablar contigo y guiarte hacia las bendiciones, incluso lo quiere más que tú.

Pero se necesita un poco de práctica.

Por ‘práctica’ quiero decir entrar en el hábito de preguntar y escuchar, ser consciente de su presencia en ti.

Estés donde estés presta oído al Espíritu Santo. Pregunta: “Señor, ¿qué voy a hacer en esta situación?”

Comienza a practicarlo con pequeñas cosas, como encontrar algo que has extraviado o preguntar qué camino tomar mientras estas buscando una dirección en la calle.

Y pronto vas a ser bueno en distinguir su voz y establecerás un canal firme para que te lleguen las bendiciones más fluidamente.

¿Cómo se puedes aprender a reconocer la voz de Dios cuando estás tomando decisiones?

Mira a tu interior, al Espíritu Santo de Dios dentro de ti.

El Espíritu Santo es ‘la guía en el interior’.

Nuestro objetivo al tomar decisiones debe ser reconocer y seguir la voz del Espíritu Santo.
.
Juan 10:27 dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen”.
.
¡Nunca olvides esto!
.
Él te conoce, y oye tu voz, y porque lo hace, puedes seguir su dirección.

Luego hay que escuchar.

Con esto quiero decir parar y pasar tiempo en la presencia de Dios leyendo su Palabra, frente al Santísimo sacramento,  y en oración.

De modo que seas libre de hablar a su corazón y dócil a su conducción.

Muchas veces estamos tan envueltos en nuestras ocupadas vidas que no damos a Dios un lugar para hablar con nosotros.

El Espíritu Santo es un caballero. Él no va a forzarte o incluso interrumpir tu vida cotidiana a menos que le des permiso.

¿Y cómo se saber que es Dios el que me habla?

No es un tema menor, porque yo he conocido a muchos cristianos que afirman que Dios les dijo hacer algo, pero el resultado final de su decisión resulta realmente malo.

¿Cómo entonces saber cuándo es la voz de Dios que nos está guiando?

La manera de estar seguro de que estás escuchando la voz del Espíritu Santo, la voz de Dios, es pasar tiempo aprendiendo a reconocerla.

Y comparar lo que te dice con con las Escritura y la Doctrina Católica.

¿Cómo llegaste a reconocer la voz de tu padre o madre, tu pareja o tus hijos?

Pasaste tiempo con ellos.

Si nunca hubieras estado con ellos, no reconocerías sus voces. Es lo mismo con el reconocimiento de la voz de Dios.

Debes familiarizarte con su voz pasando tiempo con él.

La voz de Dios no es audible, pero es el ‘testigo interior’ o tu ser interior, que te dará la inspiración del Espíritu de Dios en tu propio espíritu, (Ef. 3:16).

Si escuchas cuidadosamente en oración, tú comienzas a experimentar una paz que aleja la inquietud o el miedo.
.
Aun en situaciones que dan para tener miedo, como por ejemplo las que han sufrido los mártires.
.
Esa paz es como una sensación aterciopelada en tu espíritu y mientras que el malestar es como una sensación de áspera.

Debes dejarte llevar por el testimonio interior, en las cosas grandes y en las pequeñas, preguntando “¿Espíritu Santo, para donde debo ir? ¿Qué debo hacer aquí?”

Y luego escucharas la respuesta, quizás no inmediatamente, y no por una voz audible.

Sino mediante una ‘pequeña voz’ en tu interior, en tu espíritu (1 Rey. 19: 12-13), como su soplo, que te lleva al lugar o posición correcto.

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
Acto de amor Jesucristo Movil NOTICIAS Noticias 2018 - julio - diciembre Para Pedir Perdón Religion e ideologías SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos de estos Tiempos Signos Globales de estos Tiempos

¿Cuáles son las Verdaderas Razones para Bendecir a los que nos han Hecho Daño?

El perdón no es una emoción.

Sino que es una decisión.

Dejar pasar nuestras emociones de sentirnos heridos y tener resentimientos.

Para decidir una conducta más razonable para nuestro bien y el de los demás.

nina consolando una estatua

Y es sanador y liberador.
.
Porque nos desapega de las emociones negativas que tenemos como el odio, la intención de venganza y hacer el mal.

Por lo tanto el perdón es un proceso intencional y voluntario.

Por el cual la víctima experimenta un cambio en los sentimientos y la actitud con respecto a una falta.

Y deja ir emociones negativas como la venganza.

Uno de los versos más difíciles en toda la Escritura tiene que haber Mateo 6: 14-15, donde Jesús dijo,

“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial os perdonará también.

Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.

Este es uno de esos versículos que nunca se verá en una camiseta, en una taza de café, o como fondo de pantalla, porque es doloroso para muchos.

La razón de que este no es un verso popular es que profundiza en las áreas incómodas de nuestras vidas, y nos pide acciones difíciles de nuestra parte.

Pero nos enseña que si vamos a ser receptores de la gracia de Dios, entonces debemos dar gracia a los demás.

Jesús nos pone la prueba de que si no perdonamos a los otros nunca recibiremos realmente el perdón de Dios mismo.

Él nos está enseñando la forma más práctica para mostrar al mundo que entendemos el Evangelio, que es mostrar al mundo que sabemos cómo perdonar.

Entonces, ¿qué es el perdón?

Una buena definición sobre el perdón proviene de Wikipedia,

“El perdón es la acción por la que una persona perdona a otro una acción considerada como ofensa.

Renunciando eventualmente a vengarse, o a reclamar un justo castigo o restitución.

Optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro.

De modo que las relaciones entre ofensor-perdonado y ofendido-perdonante no queden afectadas o queden menos afectadas”.

El perdón trata de sanar mis frustraciones y dolores, y no es necesariamente una forma de liberar al otro.

banner perdona nuestra ofensas

No es un regalo para el otro sino un regalo para uno mismo, para descargar la mochila del odio.
.
Porque la verdad es que la amargura y la ira son una carga pesada y miserable para llevar.

Perdonar no cambia el pasado pero nos poner en una mejor posición para el futuro.

Pero también implica el deseo del bien para la persona que te hizo daño.

Y un indicador es ¿soy capaz de rezar verdaderamente a Dios pidiendo al Señor que bendiga a esa persona?

Es extremadamente difícil, ¿verdad?

Hay historias de nuestras vidas de verdaderas decepciones y victimizaciones.

Y en estos casos el perdón sólo puede venir de Dios, porque se necesita un perdón del tamaño de Dios.

Aquí presentamos cinco razones por las que debemos bendecir a los que nos han hecho daño y 7 errores que se cometen respecto al perdón

juan pablo II perdona a al _agca
Juan Pablo II perdona a Ali Agca que atentó contra su vida

 

5 RAZONES PARA BENDECIR A LOS QUE NOS HAN HECHO DAÑO

1 – AMAR A LOS ENEMIGOS COMO CAMINO REVOLUCIONARIO

Este es el camino de un revolucionario Jesús, emulando el ejemplo de nuestro Padre.

El Sermón de la Montaña es la contracultura, es el manifiesto del Reino en que Jesús nos llama a vivir con principios diferentes que el mundo en que vivimos.

Y en el sermón de la montaña, Él dio este mandato explícito:

«Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.» 

Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores» (Mateo 5:43-44).

Cuando hacemos esto, estamos emulando Dios mismo, que

«Hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos» (Mateo 5:45).

Esto es parte de nuestro llamado a «ser perfectos«, como nuestro Padre celestial es perfecto (Mateo 5:48).

2 – DONDE ABUNDÓ EL PECADO SOBREABUNDARÁ LA GRACIA

Dios muestra extraordinaria paciencia hacia aquellos que caminan en la ignorancia y la incredulidad.

Hace unos años, hubo una inspiración atea en Internet con miles de personas que registraban pequeños clips de vídeo de ellos mismos afirmando blasfemar contra el Espíritu.

Mientras miraban los clips, muchos cristianos tuvieron la sensación de que en no mucho tiempo a partir de ese momento, muchas de esas personas serían salvadas, y compartirían testimonios de internet y darían gracias a Dios por su misericordia.

Como Pablo explica en 1 Timoteo 1,

«Porque yo fui en un comienzo un opositor, un perseguidor y un violento.

Pero él me perdonó porque obraba de buena fe cuando me negaba a creer, y la gracia de nuestro Señor vino sobre mí muy abundante junto con la fe y el amor cristiano.

Esto es muy cierto, y todos lo pueden creer, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales soy yo el primero.

Por esa razón fui perdonado, para que en mí se manifestara en primer lugar toda la generosidad de Cristo Jesús, y fuera así un ejemplo para todos los que han de creer en él y llegar a la vida eterna». (1 Tim 1:13, 16).

3 – LA BENDICIÓN REBOTA A NOSOTROS

Cuando bendecimos, una bendición es devuelto a nosotros en muchas maneras, cosechamos lo que sembramos, y eso es una de las razones.

Pedro dio esta exhortación a sus lectores:

«No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien bendigan, pues para esto han sido llamados; y de este modo recibirán la bendición«(1 Pedro 3:9).

¿Qué quieres heredar, bendiciones o maldiciones? Eso es lo que debes hablar con los demás.

predicas-sobre-el-perdon

4 – LA PACIENCIA DA BUENOS FRUTOS

Palabras de gracia y paciencia producen más frutos buenos que palabras de enojo y frustración.

Ciertamente, hay momentos en que es correcto corregir e incluso reprender, pero siempre se debe hacer en amor (Efesios 4:15) y con paciencia (2 Timoteo 2:24-26), recordando que,

«Una respuesta amable calma la furia, una palabra hiriente hace que aumente la cólera» (Proverbios 15:01).

Realmente no sabemos lo que está pasando en la vida de una persona. 

Hace unos meses una mujer defendió consistentemente aborto en sitios web cristianos, y unos días después que la desafiaron sin agresión, publicó lo siguiente:

«Quiero pedir disculpas por escribir comentarios locos de matar a los bebés.

Yo estaba tratando de vivir sin Dios y sus principios en mi vida. Pensé en el momento más feliz de mi vida. 

Fue entonces cuando iba a la iglesia y vivía para Dios. Por favor oren por mí. Gracias».

Aquí había una mujer sufriendo, con ganas de volver a Dios, pero no teníamos la menor idea de que esto era lo que estaba alimentando su fuego a favor del aborto.

Por desgracia, con demasiada frecuencia, somos culpables de dar respuestas a las personas rápidamente y no pensativamente, con lo que se refuerza su posición en lugar de ayudar a ver su error.

5 – ROMPER EL CÍRCULO DE ODIO

Cuando bendecimos a los que nos maldicen, rompemos el ciclo de la ira y el odio.

Este fue el consejo de Pablo a los creyentes de Roma, a raíz de Proverbios 25:21-22:

«Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber: éstas serán otras tantas brasas sobre su cabeza. 

No te dejes vencer por el mal, más bien derrota al mal con el bien«. (Romanos 12:20-21).

Rompamos el malo ciclo destructivo de la carne y sigamos los pasos de nuestro Señor que perdonó a quienes lo crucificaron.

Es el camino de la vida y la bendición – no sólo para nosotros, sino también para aquellos que se nos oponen.

Para profundizar en lo dicho, deberíamos hacerlo considerando los errores típicos sobre el perdón que nos perjudican, confunden, y nos impiden experimentar la gracia del perdón de Dios.

sacerdotes confesando

 

7 ERRORES SOBRE EL PERDÓN

 

Error 1: El perdón significa que hay que olvidar

Desafortunadamente no tenemos la capacidad de borrar nuestra memoria a nuestro antojo.

Los recuerdos son muy reales, sobre todo si son recuerdos envueltos en dolor.

Ellos siempre pueden estar allí.

Sin embargo, hay una maravillosa oportunidad de decir:

“No he podido olvidar.

Lo recuerdo muy bien, y sin embargo, por la gracia de Dios quiero perdonar”.

Error 2: El perdón significa que toleras sus acciones

Muchas veces sentimos que la decisión de perdonar nos está diciendo que lo que nos hizo una persona a nosotros estaba bien.

Sin embargo, esto es un mito.

El perdón es confiar en Dios para sea el último y perfecto juez.

Él sabe cómo resolver nuestras disputas mucho mejor que nosotros.

Después de todo, Él es el experto en tratar con los pecadores y las acciones pecaminosas, no nosotros.

No olvidemos cómo Él ha tratado con nuestras acciones pecaminosas hacia los demás.

Error 3: El perdón significa que tienes que ser un felpudo

A menudo estamos aterrorizados por perdonar porque tenemos miedo de ser heridos una y otra vez.

Sin embargo, el perdón no significa que tengo que someterme a estar continuamente abusado y utilizado.

De hecho, podría ser culpable de permitir que la persona me trate como su felpudo, y esto no es una ayuda para ella.

El perdón significa que voy a protegerme y liberarme de no llevar conmigo la amargura causada por esa persona.

Error 4: El perdón significa que tenemos que ser amigos

El perdón no significa que tengas que estar en amistad con la otra persona.

A veces lo más sano para dos personas es la distancia.

Estamos mandados por la Escritura a perdonar a los demás, amar a los demás, y ser amables con los demás.

Sin embargo, en ninguna parte la Escritura nos manda ser amigos de todos.

mano con una piedra perdon

Error 5: El perdón viene de una disculpa

A veces pensamos que decir “lo siento” cura todas las heridas.

Sin embargo, el verdadero perdón no puede venir de una declaración concisa, sino más bien de un Dios todopoderoso.

Dios debe perdonar primero, es un diálogo con Dios donde le pedimos que nos de la fuerza y la perseverancia de perdonar a la otra persona.

En pocas palabras, el perdón viene de Dios, no nosotros.

Error 6: El perdón se basa en el pedido de la otra persona

A menudo la gente dice:

Voy a perdonar a esa persona cuando me lo pida y empiece a hacer cosas para merecer mi perdón”.

Sin embargo esto es un mito ya que Dios nos manda perdonar si alguien lo pide o no.

La victoria en esta área va a venir de la obediencia a Dios y no de las acciones de otras personas.

Error 7: El perdón es fácil

Por desgracia el perdón no es fácil; tampoco es difícil; el perdón es realmente imposible; y más perdonar 70 veces 7.

En nuestro estado natural queremos mantener la amargura y rabia porque en algún nivel nos hace sentir en control.

Queremos que a la persona le duela como nos ha herido.

Simplemente no podemos cambiar estos sentimientos por nuestra cuenta.

Sin embargo, la buena noticia es que tenemos un Dios que hace posible lo imposible.

Pero también están las situaciones en que Dios perdona y el hombre no lo acepta.

La historia que contamos en este artículo fue parte del proceso de canonización de San Francisco de Borja.

Muestra la enorme y perseverante misericordia de Dios para perdonar a los pecadores.

Y cómo no escatima incluso en hacer Milagros para llegar a su conversión.

San Francisco de Borja

 

JESUCRISTO APARECE PARA SALVAR A UN PECADOR Y EL PROPIO PECADOR SE CONDENA

Este caso muestra que algunos que ven y oyen sus milagros no asienten a los esfuerzos de Cristo.

Están tan empedernidos y aturdidos por el pecado que no son capaces de aceptar la gracia de Dios.

Esta es la blasfemia imperdonable al Espíritu Santo de la que habla Jesucristo en la Biblia.

Es la impenitencia final qué endurece el corazón definitivamente y se niega aceptar la bondad de Dios.

Cuando San Francisco de Borja andaba predicando por España, había un caballero de vida y costumbres pecadoras, cristiano en el nombre, y en los hechos infiel, y peor que muchos gentiles.

A éste le dio la enfermedad que lo conducía a la muerte y sus deudos hicieron diligencia para que se confesaste advirtiéndole su peligro.

Pero él obstinado en sus vicios estaba ciego con la pasión y el desordenado amor que se tenía.

Y como tal ni creía en su peligro, ni creía en su condenación, ni le parecía posible morir.

No daba oídos a razones o a amonestaciones para su bien, volviéndose como loco contra los que procuraban su salvación.

Viéndole pues, por una parte tan obstinado y por otra caminando directamente a la muerte, los dolientes tomaron el medio más eficaz a su parecer que pudieron hallar.

Que fue dar parte a San Francisco de Borja que predicaba en aquella ciudad con el nombre de apóstol y con una opinión generalizada sobre su santidad.

El santo sintió personalmente el mal de aquel caballero y tomó a pecho su remedio, haciendo la primera diligencia con Dios, quien tenía claro que es el origen de toda salud espiritual y corporal.

Se retiró en la oración delante de la imagen de un crucifijo y le suplico afectuosamente por el alma de aquel caballero, pidiéndole que le diese luz para conocer sus culpas, su dolor y generara verdadero arrepentimiento de ellas.

Milagrosamente el Cristo del crucifijo levantó la cabeza y habló al Santo y le dijo,

«Ve al enfermo que yo mismo en lo personal le asistiré como enfermero y médico, mientras le persuades que se confiese».

Quedó San Francisco notablemente maravillado y confortado con el favor de esta promesa y partió luego lleno de confianza de alcanzar la victoria a la casa de aquel enfermo.

Entró donde estaba y halló en el aposento a Nuestro Señor, que le había hablado en la cruz, en traje y túnica de médico, como verdaderamente lo era, pero no sólo de cuerpo sino también de alma.

Empezó el santo a persuadir al enfermo que se volviese a Dios y que se confesase, con vivas y eficaces razones, reafirmadas con la asistencia de aquel Señor que la mandaba decir que la mente le hablara al corazón.

Pero él estaba tan empedernido en su obstinación que se resistía a las aspiraciones de Dios y a las razones de San Francisco de Borja y mostraba enfado y deseo que le dejaran tranquilo.

Viendo esto el médico celestial se despidió con palabras de agradecimiento diciéndolo a San Francisco,

«Haga Padre su oficio que Yo haré el mío y siento mucho que no de oídos a cosas que tanto le importan».

Sintió a menos San Francisco ver partir al Señor de aquel aposento, porque no hay cosa más fea que ver apartarse a Dios de un alma y dejarla consumida en sus pecados.

Procuró el santo de detenerlo pero no pudo, y sintió atravesada su alma con el cuchillo del dolor al ver la perdición de aquel caballero

La insistencia de San Francisco por la presencia de Cristo no era sólo porque el Señor dejaba al enfermo del alma sino por mantener al médico de quien pendía su salud.

Entonces volvió al oratorio postrándose a Sus pies, doloroso con su cruz, y empezó con una oración muy fervorosa a suplicar al redentor que no desampara a aquella alma.

Gemía y sollozaba regando el suelo con lágrimas, destemplando todo su cuerpo por la fuerza del sentimiento.

Tal era el sello de calidad y el fuego de amor que tenía San Francisco Borja por la salvación de su prójimo.

Como Cristo le vio tan acongojado le consoló desde la cruz hablándole una segunda vez con tiernas y dulces palabras diciendo,

 «Francisco he oído tus oraciones y recibo tus lágrimas y tus deseos que han sido preciosos en mi acatamiento.

Y para que veas cuánto deseo la salvación de ese pecador y que Yo no le dejo, sino que él me deja, llévame a allá que yo estaré contigo«.

Cuando oyó estas palabras se levantó el apóstol de Dios, tomó el crucifijo con él se fue volando a casa del enfermo.

Despejó el aposento echando fuera a los que le asistían ayudándole más a mal morir que a bien morir.

Se quedó a solas con él, y más acompañado que si le asistiera todo el mundo pues le acompañaba Cristo, le puso ante él Su imagen refrescándole la memoria de lo mucho que había padecido por él diciendo,

«Ves aquí a tu padre, tu maestro, tu redentor y tu juez.

Ahora tiene los brazos abiertos para recibir, las manos clavadas para no castigar, las palmas y el costado rotos para dar su sangre y con ella el perdón de nuestros pecados.

En ellas se han lavado las manchas de cuantos pecadores ha habido en el mundo, mucho mayores que tu.

No tardes en pedirle perdón y luego Él te lo dará.

Él sólo espera que le quieras para darte la indulgencia plenaria de todas tus culpas, no desconfíes de su misericordia, porque excede infinitamente a la multitud y grandeza de tus pecados.

Si te prometiera la salud del cuerpo se la pedirías, pero es mucho más preciosa la del alma.

No tardes en pedírsela que no tardará su bondad en concedértela».

Pero como aún el caballero estaba obstinado con su mal propósito y las razones que supuestamente eran dulces y eficaces no hacía mella en aquel corazón de acero, se volvió el santo a Dios y le dijo,

«Señor que en tu mano están los corazones de todos los hombres y que te pusiste en esta cruz para salvarlos, mueve el corazón de este pecador, no permitas que su alma se condene«.

Con estas palabras empezaron a enternecerse las llagas del santo crucifijo y a regarse la sangre.

Y a correr tan viva como cuando entonces le clavaron en la cruz, mostrando el dolor que sentía por su perdición.

Pues le hacía derramar por segunda vez la sangre de sus venas, verificándose lo que dice San Pablo, que los pecadores obstinados crucifican por segunda vez a Cristo Nuestro Señor.

El padre San Francisco le decía,

«Mira señor cuánto le heriste a Cristo, mira que te ofrece Su sangre, ve cómo corre de sus venas, señal del amor que te tiene.

Sus llagas se abren para recibirte y perdonarte, aún tienes tiempo, recógete en ellas, que son el refugio y amparo de todos los pecadores.

Vuélvete a Él que con sólo un gesto te perdonará y te dará el cielo, como se lo dio al buen ladrón en el último trance de su vida».

¡Pero qué dureza del corazón humano! ¡A qué grado pudo llegar esta persona!,

Porque ni la sangre de Cristo derramada, ni las persuasiones y lágrimas del santo hicieron mella en aquel corazón, que era más que de acero.

Y como el Santo le instó una vez más, la santa imagen del Redentor abrió otra vez la boca y hablando con aquel obstinado pecador dijo,

«Esta sangre que derramé una vez por todo el mundo, por segunda vez la derramó por ti solo.

Mira lo que me costaste y lo que deseo tu bien.

Porque para rescatarte de los pecados la doy liberalmente.

Da crédito a las palabras de mi siervo que son mías, conviértete a Mí que Yo te perdonaré«.

¿Qué haría un hombre cristiano y noble, criado en la luz de la fe católica y en el corazón de la Iglesia, si oyera de la boca de Cristo tales palabras y le viera derramar sangre viva de sus venas ante tal impresionante portento?

¿Quién juzgaría que no se convirtiera de todo su corazón al Señor y que deshecho en Lágrimas de arrepentimiento no se echara a sus pies pidiéndole perdón?

Así debería de ser por buenas razones.

Pero el pecado le tenía tan fuera de razón que no dio oídos a sus palabras ni ojos a su vista, ni entrada a su corazón.

Viendo entonces el Señor su dureza dio lugar a su Santa ira, y metiendo la mano en su costado la sacó llena de sangre y se la arrojó en la cara diciendo,

«Pues no has querido aprovecharte de mi sangre, ahora ella escribe en tu rostro la sentencia de tu condenación».

Entonces el miserable, diciendo grandes blasfemias contra Dios que le condenaba, expiró.

Y entregó su desdichada alma en mano de los demonios ejecutándose la divina justicia.

Mientras el santo, atravesado de dolor, tomó con suma reverencia la santa imagen y se volvió a su retiro, con el sentimiento y las lágrimas de lógicas que emanaban de tal irremediable suceso.

San Francisco de Borja

 

¿QUÉ NOS DICE SAN FRANCISCO DE BORJA?

En esta historia San Francisco de Borja muestra cuánto es la misericordia de Dios y los infinitos medios por los que procura la salvación de los pecadores.

No sólo los perdona, sino que los busca para perdonarlos.

Y abre por segunda vez sus llagas para abrigarlos en ellas y lavarlos con su sangre de las manchas de sus pecados.

También muestra cuánto siente el Señor la obstinación de los malos y la desconfianza de su piedad, porque no quieren aprovecharse de ella por su dureza y obstinación, enviándose a sí mismos al eterno tormento.

Además muestra la dureza de los hombres en los pecados y la costumbre a ofender a Dios arraigada en el corazón.

Y advierte que el vicio empieza poco a poco como el árbol no bien plantado, que al principio es fácil de arrancarle, pero si le dejas echar raíces, será tan dificultoso como es a estos pecadores dejar sus pecados.

San Francisco de Borja nos muestra con cuánta facilidad habría podido salvarse aprovechando las ocasiones que Dios le dio.

Que son las mismas que le da a cada persona.

Pero además muestra que no sólo es muy grande Su bondad, porque no sólo perdona a quien le ofende, sino que le da nuevas gracias el día que se vuelve a Él.

De modo que ten esperanza y tendrás alegría, acógete a Dios y Él te amparará, válete de Él y te dará Su gracia, no lo dejes y no te dejará, persevera Su servicio y Él te coronará de gloria.

 

QUIÉN FUE SAN FRANCISCO DE BORJA

San Francisco de Borja y Aragón fue un noble español, que resultó en el tercer General de la Compañía de Jesús.

San Francisco de Borja era nieto del Papa Alejandro VI y primo del emperador Carlos V.

Su familia lo envió a la corte de Carlos I de España cuando era niño, pero él era muy piadoso y deseaba convertirse en monje.

Cuando su padre murió entró en contacto con Pedro Fabro y otros jesuitas con la intención de ayudar económicamente a la orden.

Además había quedado muy impresionado por San Ignacio de Loyola cuando lo vio que la Inquisición lo conducía a la prisión en Alcalá de Henares.

Su esposa murió en 1546 cuando él tenía 36 años y unos meses después entró en la Compañía de Jesús.

En 1565 fue nombrado General de la orden.

Murió en 1572 y fue canonizado un siglo después por Clemente X.

Su fiesta se realiza el 3 de octubre

San Francisco de Borja era muy dado a la oración, al punto que reformó los estatutos de la orden obligando a los jesuitas a orar una hora al día, lo que luego fue quitado.

También fue un místico según lo que podemos leer en la historia de arriba.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
Catolicismo Curación inexplicable NOTICIAS Noticias 2013 septiembre - diciembre Papa Salud Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos extraordinarios de la Iglesia

El Papa Benedicto XVI bendijo a un joven con cáncer, y se curó

La familia dice que fue un milagro de Benedicto XVI.

 

De julio a noviembre de 2011, Peter Srsich pasó 65 noches en el hospital por un cáncer que se consideraba terminal. El fue referido a la Make-A-Wish Foundation que concede un “deseo” a niños que esta en un proceso terminal. El pidió ver a Benedicto XVI.

 

benedicto xvi y Peter Srsich

 

El 30 de mayo de 2012 Benedicto XVI lo vio y bendijo en Roma, poniéndole precisamente la mano donde tenía el cáncer sin saberlo. Una año después el cáncer desapareció.   

El mundo vio al Papa Benedicto XVI como el líder de más de mil millones de católicos en todo el mundo. Él fue visto regularmente hablando a miles en la plaza de San Pedro en el Vaticano.

Pero Peter Srsich vio un lado diferente del Papa.

Cuando Peter tenía sólo 17 años de edad fue diagnosticado con una forma agresiva de cáncer.

«Una radiografía de tórax reveló un tumor del tamaño de una pelota de softbol en su pecho», dijo Laura Srsich, la madre de Peter.

«Se determinó que se trataba de la cuarta etapa del linfoma no Hodgkin.»

Si bien los médicos del Hospital Infantil de Colorado trabajaron para salvar la vida de Peter, la Fundación Make-a-Wish le concedió su deseo.

«Lo primero que Peter dijo: ‘Me encantaría encontrarme con el Papa en Roma'», dijo Laura.

En un día soleado de mayo Peter tuvo su oportunidad de reunirse con el Papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro.

«Cuando realmente hablé con él me llamó la atención lo humano que era», dijo Peter. «Fue una experiencia humillante para mí ver lo humilde que era.»

El Papa Benedicto XVI escuchó mientras Peter le habló de su lucha con el cáncer. Peter le dio al Papa una pulsera de color verde lima que tenía impreso en ella,

«Ora por Peter.» 

A cambio, el Papa ofreció una bendición para Peter.

«Entonces él me bendijo. Él puso su mano derecha sobre el pecho donde había estado el tumor. Él no sabía donde estaba el tumor, pero él puso su diestra ahí», Peter dijo.

Casi un año más tarde, Peter es ahora libre de cáncer y un estudiante de segundo año en la Universidad de Regis. Él tien la esperanza un día de convertirse en un sacerdote ordenado.

El Papa Benedicto XVI sorprendió a muchos cuando anunció su renuncia, el primer Papa en hacerlo desde el Papa Gregorio XII en 1415. Peter cree que, al hacerlo, el Papa Benedicto XVI puso humildemente a la Iglesia Católica por delante de sus propias necesidades. Algo que Peter dice del carácter con el hombre que se encontró.

«Voy a recordarlo como una de las personas más humildes en el mundo, sobre todo por este último acto que hizo», dijo Peter.

Fuentes: Denver Catholic Register, Signos de estos Tiempos

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
De Bendición DEVOCIONES Y ORACIONES

Bendiciones de curas a objetos y otras

BENDICIÓN DE TODAS LAS COSAS

Mt. 6, 19-21 o Mt. 13, 44-45.

Salmo 15 o 148.

C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.

C. El Señor esté con vosotros.

P. Y con tu espíritu.

C. Oremos.

Se hace un momento de oración silenciosa.

Señor, que con tu Palabra santificas todas las cosas, derrama tu bendición + sobre este objeto, y por la invocación de tu santísimo Nombre, concede la salud del cuerpo y la protección del alma a todos aquéllos que, dándote gracias, hagan uso de él, de acuerdo con tu Ley y conforme a tu voluntad.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

P. Amén.

El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.

 

BENDICIÓN DE UNA BANDERA
(para uso privado)

Cristo Jesús, en ti la Patria espera
(según las circunstancias)

C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.

C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.

C. Oremos.

Oh Señor Jesucristo, de quien la Iglesia es como un ejército ordenado, bendice + esta bandera, para que todos los que militan bajo su sombra, puedan verse libres de los enemigos visibles e invisibles, y luego de esta victoria merezcan triunfar en el cielo.
Señor Dios omnipotente: Te rogamos bendigas + esta bandera de nuestra Patria Argentina y que nos concedas la gracia de que al mirada, ella nos recuerde siempre que nuestro deber primordial como argentinos, es servir alegres y valientemente al bien común de nuestra familia argentina, en la unidad y en la paz que simboliza y representa.
Que vives y reinas por los siglos de los siglos.

P. Amén.

Rocía la bandera con agua bendita.

Recemos la Oración que nos enseñara Jesucristo nuestro Señor:

Padre nuestro …

 

BENDICIÓN DE UN VEHÍCULO

Jn. 14, 1-8.

Salmo 120.

C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.

C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.

C. Oremos.

Se hace un momento de oración silenciosa.

Señor, escucha con bondad nuestras súplicas, y bendice + este vehículo con tu santo poder. Confíalo a tus santos ángeles para que salven y defiendan de todos los peligros a cuantos van a viajar en él. Muéstrales el camino de la salvación, como otorgaste la fe y la gracia, por medio de tu servidor. Felipe, a aquel hombre que iba sentado en su vehículo y leía las palabras sagradas. Concédeles finalmente que, practicando siempre las buenas obras con la ayuda de tu gracia, después de todas las vicisitudes del camino de esta vida, merezcan conseguir los gozos eternos.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

P. Amén.

El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.

 

BENDICIÓN DE LAS COSECHAS

Lc. 8, 4-15 o Jn. 15, 1-8.

Salmo 64.

C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.

C. El Señor esté con vosotros.
P. Y con tu espíritu.

C. Oremos.

Se hace un momento de oración silenciosa.

Dios todopoderoso, imploramos tu piedad, para que derrames el rocío de tu bendición + sobre estas primicias de la tierra, que has hecho crecer por la acción del aire y de la lluvia, y lleves estos frutos a su plena madurez. Ayuda a tu Pueblo para que siempre pueda darte gracias por tus beneficios, y llena con la abundancia de tus bienes el alma de aquéllos que esperan alimentarse con los productos de la tierra, de manera que el pobre y el hambriento alaben tu glorioso Nombre.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

P. Amén.

El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.

 

BENDICIÓN DE UN BUSTO O UNA PLACA

1 Cor. 13, 1-3 (Himno de la Caridad) o Col. 3. 12-15 (Exhortación a la caridad).

C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.

C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.

C. Oremos.

Señor Dios todopoderoso: te rogamos bendigas esta placa (este busto), que recuerda a N.N. y concédenos la gracia de tener siempre presente que nuestro deber primordial como argentinos es servir gozosa y valerosamente al bien común de nuestra familia argentina, y así de este modo, sirviendo los altos intereses de la Patria de esta tierra, logremos llegar a la felicidad de la Patria eterna del cielo que tú prometiste a tus fieles servidores.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

P. Amén.

El celebrante hace la aspersión con agua bendita.

Como hijos de Dios, siguiendo las enseñanzas de Jesús, rezamos confiadamente:

Padre nuestro …

 

BENDICIÓN DE TODAS LAS COSAS

I

C. Oremos. Oh Dios, que con tu palabra todo lo santificas, bendice este objeto, y por la invocación de tu Santísimo Nombre concede la salud del cuerpo y la protección del alma, a cuantos usen de él, con ánimo agradecido, conforme a tus mandamientos y a tu Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor.
R. Amén.

C. La bendición de Dios Omnipotente, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y permanezca para siempre.

R. Amén.


BENDICIÓN DEL AGUA

I

C. Señor, Dios Todopoderoso, que eres la fuente y el principio de la vida del cuerpo y del espíritu, dígnate bendecir + esta agua que vamos a utilizar con fe para implorar el perdón de nuestros pecados y para alcanzar la protección de tu gracia contra todas las enfermedades y asechanzas del enemigo. Concédenos, Señor, por medio de tu misericordia, que el agua viva nos sirva siempre de salvación, para que podamos acercarnos a Ti con un corazón limpio y evitemos todo mal del alma y del cuerpo. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

II

Señor, Padre Santo, Dirige tu mirada sobre nosotros, que redimidos por tu Hijo, hemos nacido de nuevo del agua y del Espíritu Santo en la fuente bautismal; concédenos, te pedimos, que todos los que reciban la aspersión de esta agua queden renovados en el cuerpo y en el alma y te sirvan con limpieza de vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

 

BENDICIÓN DE LOS ANILLOS EN LA PROMESA MATRIMONIAL.

-Oremos: Señor, Creador y conservador del género humano, que das la gracia sobrenatural y la eterna salvación, haz descender tu bendición + sobre estos anillos para que quienes los lleven en sus manos como signo de mutua fidelidad, adelanten todos los días en el camino de su salvación, defendidos con tu celestial protección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

 

BENDICIÓN DE UN BUSTO O PLACA

– Oremos: Dios todopoderoso, te rogamos que bendigas + esta placa (este busto), que recuerda a N., y concédenos la gracia de tener siempre presente que nuestro deber primordial como argentinos es servir gozosa y valerosamente al bien común de nuestra familia argentina, y, así de este modo, sirviendo a los altos intereses de la patria en esta tierra, logremos llegar a la felicidad eterna del cielo que tú prometiste a tus fieles servidores. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

 

BENDICIÓN DE UNA BANDERA

I

Oremos: Oh Dios, que con la sangre preciosa de tu hijo, consagraste el estandarte santo de la cruz y quisiste que el árbol santo fuera para los fieles el signo de salvación: bendice + esta bandera que hoy te presentan tus hijos, y concede a cuantos confiesan a Jesucristo como su Dios y Señor, avanzar, guiados por esta bandera, por las sendas del Evangelio y para sus hermanos ejemplo de justicia, de fraternidad y de amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

II

Oremos: Oh Dios, que has hecho de todas las naciones un solo pueblo consagrado a ti; bendice + esta bandera que hoy te presentan tus hijos y haz que, bajo tu protección, obtengan con abundancia el bien de su patria y progresen también en el amor a todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén

 

BENDICIÓN DEL PAN

Salmo 22 (1-3): El Señor es mi Pastor.

Ev. de san Juan 6, 1-15 o de san Mateo 4, 1-4.

C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.

C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.

C. Oremos.

Señor Jesucristo, pan de los Angeles, pan vivo de vida eterna, dígnate bendecir + este pan, así como bendijiste cinco panes en el desierto; para que cuantos gustaren de él, perciban la salud del cuerpo y del alma.
Que vives y reinas por los siglos de los siglos.

P. Amén.

o bien:

Te rogamos, Señor, quieras bendecir + este pan, para que sea salud del alma y del cuerpo y defensa contra todas las enfermedades y asechanzas del enemigo para cuantos lo temen.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, pan vivo bajado del cielo, que da vida y salud al mundo y contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

P. Amén.

El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: