Categories
Bien y Mal Movil NOTICIAS Noticias 2019 - enero - junio Oración Religion e ideologías Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos Globales de estos Tiempos

Cómo se Transfieren los Espíritus Malignos y cómo Defenderse

Estamos rodeados de espíritus (ángeles) malos y buenos que tratan de influenciarnos.

Unos para que caigamos y otros para que sigamos el plan de Dios para nosotros.

¿Pero cómo viajan esos espíritus? ¿En qué situaciones pueden afectarnos?

¿Se transfieren de una persona a otra? ¿Se nos transfieren los espíritus de una persona cuando oramos por ella?

¿Cómo debemos defender de las transferencias o ataques de espíritus malignos?

Estas preguntas las intentamos responder en este artículo con datos bíblicos y experiencias de místicos y santos.

Y también daremos al final una serie de recomendaciones.

Empecemos por el principio; cómo se generaron los espíritus malignos que atacan a las personas.

Cómo sabemos en la escatología católica un grupo de ángeles se rebeló contra Dios.

Y ellos fueron combatidos y sofocados por otro grupo de ángeles liderados por San Miguel Arcángel.

Los ángeles rebeldes fueron condenados al infierno.

Pero aun así sabemos que vagan por la Tierra tratando de hacer tropezar y caer a los seres humanos.

Ellos tientan, engañan, acusan, condenan, afligen destruyen.

Pero pueden entrar a actuar contra cada ser humano cuando se les da la oportunidad de una puerta abierta.

Cada persona es un objetivo de estos espíritus inmundos, pero sólo son efectivos en su propósito si la persona le da la oportunidad de entrar en su vida.

Los demonios no pueden entrar a afectar a la persona en cualquier momento que lo deseen.

Necesitan una puerta que esté abierta.

Pero primero hablemos como es que los demonios recorren la Tierra.

  

LOS DEMONIOS RECORREN LA TIERRA

Es desconcertante y misteriosa la libertad que tienen satanás y sus secuaces para vagar por la tierra causando daño.

¿No fueron enviados al infierno por toda la eternidad?

¿Entonces porque se le permite vagar fuera del infierno?

La escritura es clara cuando dice que satanás y los ángeles caídos fueron arrojados al infierno.

En 2 Pedro: 2-4 leemos que Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los envió al infierno para ser juzgados y encadenados.

Y en Judas 1: 6 se lee qué los ángeles están atados con cadenas eternas para el juicio en el gran día.

Sin embargo en el Apocalipsis 20: 1-3 dice que un ángel descendió del cielo con la llave del pozo sin fondo y una gran cadena, y ató durante 1000 años a satanás para que no engañara a las naciones.

De modo que luego de los mil años saldría de nuevo con todo su furor.

Sin embargo en Apocalipsis 12: 8-9 se dice que satanás fue arrojado a la Tierra y sus ángeles con él.

Y en Job 1:7 Yahvé le pregunta a satanás de “dónde has venido” y satanás le contesta “de vagabundear por la tierra yendo y viniendo sobre ella”.

De modo que aun estando condenados al infierno, algunos o todos, los demonios pueden vagar por la Tierra.

No se ven en su vagabundeo porque no tienen cuerpos.

Pero sí podemos ver su influencia en las tentaciones y las demás mortificaciones que producen en los hombres.

Quizás los que vagabundea por la Tierra aún tengan cadenas, por eso no ejercen un poder tan grande como el que podrían.

Tal vez luego de los mil años satanás sea desatado totalmente y ahí sí podrá desplegar toda su furia contra las naciones.

En el Apocalipsis 20: 7-10 dice que cuando se cumplan los mil años satanás será liberado del infierno y saldrá a engañar a las naciones.

Pero luego descenderá un fuego del cielo y los consumirá, siendo arrojados al lago de fuego y azufre, por los siglos de los siglos.

Ese breve período será el de la gran tribulación, luego de lo cual los ángeles caídos definitivamente serán enviados al lago de fuego y su accionar terminará para siempre.

De modo que podemos pensar que los demonios actúan en la Tierra con un poder limitado actualmente.

Pero que en la gran tribulación serán desatados para expresar toda su furia, y derrotados completamente, serán enviados al lago de fuego.

¿Pero porque Dios permite a algunos demonios o todos vagar por la Tierra?

Una razón es que Dios permite que el mal sea una condición necesaria para la libertad de las criaturas que ha creado.

O sea, que son una especie de prueba a la respuesta que demos con nuestro libre albedrío, para nuestra educación.

Dios permite que el mal esté presente, pero al mismo tiempo nos da la gracia para vencerlo.

Así las tentaciones y los dolores que sufrimos tienen mayor mérito que si estuviéramos en un paraíso sin pecado.

De modo que vivimos bajo la influencia de los demonios y el cuidado de los ángeles, quiénes son dos tercios del total de ángeles.

Por otro lado los demonios también sufren y tienen victorias y derrotas, cómo se puede leer en las transcripciones de los exorcismos.

Allí se ve como el pueblo de Dios reza y utiliza los sacramentos y los sacramentales para combatir a los demonios, y ellos sufren mucho por esto.

Hay que tener en cuenta lo que dice San Juan María Vianney:

“Satanás es como un perro encadenado, puede ladrar alto, amenazadoramente, pero sólo puede mordernos si nos acercamos demasiado. ¡Mantén tu distancia!”

   

TRANSFERENCIA DE ESPÍRITUS

Los demonios o sea los espíritus inmundos, no son omnipotentes.

Sólo entran a afectarnos cuando les abrimos una puerta.

Una puerta es una valla que separa dos ambientes; es a la vez una entrada y una salida.

Podemos abrir nuestras puertas espirituales hacia bendiciones cuando obedecemos la palabra de Dios.

O podemos abrir puertas espirituales que nos llevan a una maldición cuando por ejemplo caemos en el pecado.

Esta es la puerta que les abrimos a los espíritus inmundos.

El espíritu de una persona puede ser influenciado por fuerzas espirituales del bien o del mal, ángeles buenos o ángeles malos.

Y normalmente lo es por los dos.

El espíritu se puede transferir desde una persona o grupo o cosas hacia otra persona .

En Números 11: 16 -17 se muestra claramente cómo se transmiten los espíritus, en este caso los buenos.

Yahvé le dijo a Moisés que reuniera a 70 de los ancianos de Israel y que se los trajera a la puerta del Tabernáculo.

Él descendería y tomaría el espíritu que está en Moisés y lo pondría en ellos.

Y le explica que esto lo haría para que ellos también lleven la carga del pueblo y no sólo la lleve Moisés.

De modo que el espíritu que estaba Moisés fue transferido a estos ancianos.

Algo así como que hubo una unidad de espíritus.

¿Podemos hacer esto hoy nosotros?

Tal vez sí, a través de los grupos en los que actuamos, lo que le decimos a la gente, lo que predicamos y también la imposición de manos.

Cuando hacemos estas cosas transferimos nuestro espíritu, lo transportamos a una persona o grupo.

Pero sí también nosotros poseemos un espíritu influenciado por el maligno cuando le abrimos las puertas, entonces podemos transferir un espíritu malo.

Quién transfiere un espíritu malo no quiere decir que esté poseído, sino simplemente que es receptivo o tiene abierta una puerta para que actúen a través de él los espíritus malos.

Los espíritus pueden transferirse de persona a persona, de un lugar u objeto a una persona, de una persona un lugar u objeto.

También puede suceder que los espíritus transferidos sean heredados por el árbol genealógico y emerjan en algún momento de la vida, aunque hayan permanecido inactivos durante un largo período.

Nuestros pecados son una de las puertas que le abrimos para los espíritus del maligno.

Recuerda que pecamos con nuestros ojos, nuestros oídos, nuestras manos, nuestra lengua y nuestra mente.

Pero también otra persona nos puede transmitir un espíritu maligno por el contacto de imponerle las manos cuando tiene un espíritu maligno.

Esto lo podemos ver claramente en 1 Timoteo 5:22 donde dice textualmente:

“No te apresures a imponer las manos a nadie, no sea que te hagas cómplice de pecados ajenos. Consérvate puro.”

Esto es más para los laicos que para los sacerdotes, religiosos, diáconos, consagrados, porque ellos tienen una defensa mucho más importante y eficaz.

Y es especialmente importante para tener en cuenta cuando oramos por liberación de una persona, aunque no le impongamos las manos.

Por lo que si bien queremos transferir nuestro espíritu o el del espíritu del grupo oración a la persona, también podemos tener la transferencia de la persona por la que estamos orando y en sentido inverso.

En Proverbios 22: 24-25 aparece claramente que se puede transferir un espíritu simplemente sintonizando con una persona.

En este versículo se recomienda no hacer amistad con un hombre enojado o furioso porque si no “aprenderás sus caminos y tu alma tropezará”.

Esto es lo mismo que le decimos a un niño “no andes con amistades equivocadas”.

Porque si no, aprenderemos sus caminos y nos transferirán su espíritu malo.

  

TRANSFERENCIA CUANDO ORAMOS POR OTROS

Se sabe que grupos de rock satánico ponen sus manos sobre las grabaciones que realizaron, donde hay todo tipo de expresiones malignas transmitidas.

Con la intención de transferir los espíritus que hay allí.

También había un mago muy conocido en la televisión en Estados Unidos que recomendó “pon tus manos en la pantalla de TV y recibirás algo que hay detrás de todas las artes mágicas ¡lo oculto!”.

Y pentecostales dicen que registraron en un avivamiento en Brownsville, que algunos satanistas fueron a la reunión dejándose imponer las manos, tratando de alterar el avivamiento.

Cuando se ora por alguien sobre quien no se tiene autoridad, como por ejemplo un amigo, se puede experimentar la cruz de esa persona y recibir los “dardos de fuego del demonio”, como se dice en Efesios 6:16.

Santa Faustina Kowalska dice en su diario 311:

“En un momento mi alma se volvió como una piedra seca llena de tormento e inquietud.

La desconfianza y la desesperación invadieron mi corazón.

Esta es la condición de la gente pobre que yo misma he asumido.

Al principio estaba muy asustada.”

Durante la transferencia Dios permite que la persona que reza oraciones de liberación llevé la cruz de la persona afligida.

Para que la víctima reciba gracias sanadoras cuando la cruz sale de sus hombros.

Es el gran misterio que San Pablo dice en Gálatas 6:2:

“Llevad los unos las cargas de los otros y así cumplireís la ley de Cristo”.

En 2 Corintios 5:21 dice que aunque Cristo no tenía ningún pecado Dios lo hizo cargar con nuestros pecados.

Otro ejemplo es cuando Simón de Cirene ayudó a Jesús a llevar su cruz.

O cuando en Mateo 26:40 Jesús les reprocha a sus discípulos que no se quedaron velando, mientras Él estaba en el huerto de Getsemaní orando por nuestros pecados.

Santa Faustina en su diario 41 dice:

“Vi a un siervo de Dios en peligro inmediato de cometer un pecado mortal.

Empecé a suplicar a Dios que se dignaste a enviarme todos los tormentos y sentí una corona de espinas en la cabeza. Esto duró 3 horas.

El siervo de Dios fue liberado de este pecado y su alma fue fortalecida por una gracia especial de Dios.”

Cuando se impone las manos a una persona no se pide llevar la cruz por su pecado, blasfemia, resentimiento etc.

Porque esto está reservado a grandes Santos, almas víctimas y místicos.

Cuando uno se entrega a la intercesión por del otro hay un sufrimiento emocional como lo describe la Madre Nadine de los Intercesores del Cordero:

“Hay muchas formas en que podemos experimentar ser víctimas de nuestra propia intercesión: una forma se llama transferencia.

Una vez que la persona recibe la gracia la transferencia se levantará.

Estas transferencias suelen ser transferencias emocionales.”

Este tipo de transferencias pueden ocurrir sin que la solicitemos.

Incluso si la persona tiene la protección del Sacramento de las Sagradas Órdenes, como un sacerdote, Obispo, diácono.

El diácono Guadalupe Rodríguez nos da un testimonio al respecto:

“Todavía recuerdo haber orado por una persona afligida hace más de una década y haber recibido una transferencia.

Recé oraciones de liberación para un drogadicto, porque estaba luchando.

Y durante un día entero tuve un gran deseo de drogas.

Esto sucedió para que la persona pudiera experimentar la cruz saliendo de su espalda y pudiera recibir las gracias sanadoras para combatir la adicción.”

Santa Faustina en su diario 192 da un ejemplo de una transferencia emocional:

“Una vez tomé una terrible tentación que uno de nuestros estudiantes en la casa de Varsovia estaba pasando.

Fue la tentación del suicidio.

Durante 7 día sufrí y después de los 7 días Jesús le concedió la gracia que se le pedía y luego mi sufrimiento también cesó”.

Por lo visto estas transferencias no duran mucho como regla general.

Y la mejor manera de deshacerse de ellas es rezando oraciones de liberación por uno mismo, frente al Santísimo Sacramento.

Es por esta razón que los laicos no deberían imponer las manos sobre la cabeza de un doliente, porque eso puede causar transferencias.

Por otro lado, quienes están en el Ministerio de Liberación deberían ser personas de oración profunda y estar en gracia cuando oran oraciones de liberación para otras personas.

Y además estar dispuestos a tener algún dolor y sufrimiento debido al profundo amor a Dios.

Sin embargo el espíritu sopla por donde quiere y Santa Catalina de Siena, que no tenía una orden Sagrada, liberó a poseídos cuando los exorcistas no podían hacerlo.

Esto da pie a lo que se lee en Lucas 9: 49-50 dónde Juan le cuenta a Jesús que vieron a alguien echando demonios y trataron de impedírselo porque no estaba con ellos.

Entonces Jesús le dice que no se lo impidan porque el que no está en contra de Jesús está a favor de Jesús.

Por eso es importante prever las posibles transferencias cuando oramos por alguien y especialmente cuando le imponemos las manos en una oración de liberación.

Y por eso siempre es aconsejable decir una oración de protección antes de la sesión de liberación, para evitar la transferencia de espíritus de aflicción y de enfermedad.

La oración puede invocar el nombre y la sangre de Jesús cómo protección y para atar cualquier espíritu de represalia.

También en esta oración se puede invocar la protección de la Santísima Virgen y los Santos Ángeles.

Otra estrategia cuando uno ora es poner a Jesús en el medio para eliminar cualquier represalia.

Esto se hace enfocándose en Jesús, imaginando que Él se impone entre ti y la persona o grupo que tiene la maldición o la aflicción.

Declara estar convencido que Jesús el Buen Pastor es el único protector.

Y luego pídele su escudo e imagina un escudo alrededor tuyo.

  

CÓMO DEFENDERTE ANTE TRANSFERENCIAS Y ATAQUES MALIGNOS

Para que el maligno actúe duraderamente debemos haber abierto alguna puerta para que ingrese.

Él penetra cuando nosotros abrazamos y justificamos el pecado, como por ejemplo el aborto.

También cuando hemos tenido experiencias traumáticas y no las hemos superado, por ejemplo abuso, rechazo, accidentes, divorcios, problemas económicos.

Abrimos la puerta también cuando creemos algunas mentiras del enemigo que aparentemente son inocuas, “qué te va a hacer fumar marihuana de vez en cuando” o “qué te va a hacer tomar una copa más”.

Los espíritus malignos también entran cuando nos exponemos a cosas impías, como por ejemplo pornografía, películas de terror, música satánica, amistades impías qué cultivan el esoterismo y el ocultismo, creer en horóscopos y tiradas de cartas…

El no perdonar también genera rencor y por ese rencor entra el maligno.

Y también puede entrar cuando hemos sido maldecidos de alguna manera.

Las maldiciones pueden ser pronunciadas específicamente de palabra sobre nosotros o haber sido objetos de hechizos o trabajos.

O pueden ser maldiciones generacionales que son patrones dañinos que se transfieren a través del linaje familiar como alcoholismo, suicidio, abuso…

Muchos de los que son atacados sienten cuando el espíritu se está transfiriendo o está actuando.

En esos momentos deberías desconectarte de cualquier pensamiento desagradable y rechazarlo.

Si está oscuro enciende la luz y ve al sol, sal a caminar.

Ora a Dios con fe dándole gracias por el auxilio que le pides y pide que te mande a sus ángeles para ayudarte.

Apaga tu imaginación y concéntrate en el momento actual, no pienses en cosas del pasado ni de lo que puede suceder en el futuro.

Cambia lo que estás haciendo en este momento por ejemplo ve a comer algo o beber, comienza a leer las escrituras o algún libro devocional.

Y si persiste ayuna.

Pon un CD con cantos gregorianos o música católica.

Recuerda las cosas buenas que te han pasado en la vida y todas las bendiciones que Dios te ha dado.

Recuerda a las personas qué han sido benefactores tuyos o a las que estás estrechamente ligado.

Haz sociabilidad con otras personas que sean positivas y te ayuden a cambiar tu estado de ánimo.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
Curaciones De Sanación Movil NOTICIAS Noticias 2018 - julio - diciembre Oración Salud Sanaciones SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos de estos Tiempos Signos Globales de estos Tiempos

Cómo Debemos Orar por los Enfermos

La oración por los enfermos es necesaria para apoyar el plan de Dios para el propio enfermo.

No porque vayamos a cambiar la opinión de Dios o movilizarlo necesariamente.

Sino porque vamos apoyar al enfermo para que dé pasos tendientes a mejorar su condición.

Pero tan cierto como esto, es el pedido de la comunidad y de los cristianos en particular para que Dios reestablezca la salud de una persona.

Porque Dios quiere que le pidamos cosas.

Siempre vamos a querer que el enfermo se sane y a veces se nos escapa que en el plan de Dios a veces el objetivo no es la curación de la enfermedad, sino los frutos que da esa enfermedad para la misma persona y para otros.

Hay un mito que corre entre algunos círculos carismáticos que no debemos orar por los enfermos sino simplemente sanarlos.

Ellos dicen que no vemos muchas curaciones en los enfermos últimamente porque hablamos con Dios en lugar de expulsar la enfermedad.

Su argumento se basa en que cuando Jesús envía a los apóstoles les dijo que sanaran a los enfermos resucitaran a los muertos, limpiaran a los leprosos y expulsaran a los demonios (Mateo 10: 8).

No les dijo oraran por los enfermos, oraran por los muertos, oraran por los leprosos, oraran por los demonios.

Si bien es así que Jesús envió a los seguidores a sanar a los enfermos, también es cierto que en otras partes del Nuevo Testamento pide orar por los enfermos.

Por ejemplo la carta de Santiago 5:14-15 dice,

«¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor.

Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados»

Pero además hay suficientes recomendaciones de Jesús de que oremos al Padre.

En Mateo 6: 9 nos enseña a orar el Padrenuestro.

En Juan 16: 23 dice que todo lo que pidas al Padre en nombre de Jesús, Él te lo dará.

Y por sobre todas las cosas hay pasajes en la Biblia en que Jesús va a orar al Padre, lo cual es una acción qué deberíamos copiar.

Luego en la historia de la iglesia naciente, que es contada en Hechos de los Apóstoles, vemos que los apóstoles oraban por los enfermos, por ejemplo Pedro se arrodilló y oro ante el cuerpo de tabita en Hechos 9:40.

Pero también sanaban y expulsaban a la enfermedad y a los demonios

De modo que no se debe ver la oración a Dios cómo una traba para expulsar la enfermedad y a los demonios.

Sino que con la oración nosotros pedimos a Dios que se haga su voluntad, porque en última instancia quien sana es Dios no el carismático qué trata de sanar al enfermo. 

Si nosotros oramos solamente para que una persona se cure sin discernir cuáles son las causas de su enfermedad y qué es lo que Dios le va a permitir, entonces no estamos haciendo un acompañamiento, con oración, adecuado al enfermo.

Esto vale tanto para orantes en solitario, como para un Ministerio de Sanación, como veremos en este artículo.

   

¿QUÉ TENEMOS QUE PEDIR CUANDO REZAMOS POR UN ENFERMO?

Cuando conocemos a alguien enfermo, o quizás discapacitado, nuestra primera respuesta es rezar por su curación.

Es una respuesta compasiva que busca aliviar los padecimientos del sufriente pidiéndole a Dios que lo sane, que le quite la cruz.

Sabemos que Dios es compasivo y todo poderoso, de modo que podría sanar a cada enfermo en cada momento; sin embargo no lo hace así.

Porque la curación física no es siempre el plan de Dios para la persona.

A veces Dios usa la enfermedad o la discapacidad para sanar el alma de la persona o incluso para que sirva de modelo, consuelo y la persona sea distribuidora de gracias a las personas de alrededor.

Se han dado casos de varios místicos que sufrieron grandes enfermedades, que les llevaron a estar prácticamente toda su vida en la cama, pero a los que Dios entregó grandes dones, que ellos a su vez los usaron para los demás.

En este artículo por ejemplo relatamos el caso de 7 mujeres Santas que vivieron durante años alimentándose solamente con la Eucaristía por graves enfermedades que tuvieron.

De modo que la curación de cada persona es un proceso personalizado, porque la persona es única y el plan de Dios para esa persona es a medida.

   

CÓMO CURÓ JESÚS

En la Biblia hay muchos pasajes donde Jesús sanó a enfermos y endemoniados.

Pero lo hizo de formas muy diversas, lo que nos indica que en cada caso el trato era particular y que no hay un molde único para la sanación.

En un caso Él escupió en el suelo hizo barro y lo frotó en los ojos de ciegos; Él reprendió a la fiebre y ordenó a los espíritus sordos y mudos para que se fueran; y a veces preguntó al paciente y otras veces no.

Esto nos indica que cada persona por la que oramos es única y debemos tener una acción personalizada para cada una.

En el que se debe tener en cuenta qué es lo que Dios quiere hacer con esa persona en general y a través de nosotros en particular.

Además debemos tener en cuenta que las curaciones y las expulsiones de demonios de Jesús, fueron realizadas en el marco de la predicación del Reino de Dios, lo cual también es un ingrediente que debemos tomar para las oraciones de curación.

En ese sentido la Biblia nos presenta una serie de objetivos por los cuales rezar por el enfermo, que no son necesariamente la curación física.

Veamos algunos de estos objetivos.

   

PASAJES BÍBLICOS CON OBJETIVOS DISTINTOS DE ORACIÓN

Para que Dios los consuele (2 Corintios 1: 4).

Para que «crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo» (2 Pedro 3:18).

Para que confíen en el Señor y no se apoyen en su propio entendimiento (Proverbios 3: 5).

Para que crezcan en el fruto del Espíritu (Gálatas 5: 22-23).

Para que ellos sufran bien. Para que se «comprometan con su Creador fiel y continúen haciendo el bien» (1 Pedro 4:19).

Para que Dios les conceda resistencia y aliento (Romanos 15: 4-6).

Para que rechacen el pecado y tengan resistencia. Para que miren a Jesús, para que no se cansen y pierdan el corazón (Hebreos 12: 1-3).

Para que el Señor provea para todas sus necesidades «según las riquezas de su gloria en Cristo Jesús» (Filipenses 4:19).

Para que tengan sed de Dios y que depositen su esperanza en Él (Salmo 42: 1-5).

Para que Dios los guarde en perfecta paz (Isaías 26: 3).

Para que sean «alegres en la esperanza, pacientes en aflicción, fieles en la oración» (Romanos 12:12).

Para que Dios les permita contentarse en cualquier circunstancia en que Él los ponga (Filipenses 4: 11-13).

Para que sostengan inquebrantablemente la esperanza que han profesado (Hebreos 10:23).

Para que no se desanimen, sino para que perseveren y fijen sus ojos en lo que es eterno (2 Corintios 4: 16-18).

Y luego está la oración más obvia para pedir la curación

«Señor, por favor sana a <nombre> del problema de <enfermedad>».

Y se puede pedir la intercesión de la Santísima Virgen o algún santo también.

Y para elegir las palabras que vamos a usar siempre es conveniente pedir el auxilio del Espíritu Santo.

   

¿QUÉ LE TENEMOS QUE PEDIR AL ESPÍRITU SANTO?

Hay que buscar la iluminación del Espíritu Santo para saber sobre qué orar y cómo orar.

La cual es la tarea primaria de los Ministerios de Sanación.

Esto implica también conocer cuál es la enfermedad, porque a veces hay razones ocultas que llevan a esa enfermedad; muchas veces factores espirituales generan enfermedades físicas.

Y especialmente es importante conocer cuál es el plan de Dios para esa persona; debemos pedir al Espíritu Santo que nos revele que es lo que quiere hacer Dios con esa persona.

Porque de esa forma podemos enfocar mejor las palabras de la oración.

De cualquier forma pocas veces obtenemos respuestas claras y por lo tanto debemos admitir que los planes de Dios no están en nuestro entendimiento.

O debemos descubrirlos en medio del camino.

De modo que deberíamos orar para que se cumpla el plan de Dios para esta persona.

Y también debemos pedir iluminación para saber qué es lo que Dios quiere de nosotros en el proceso de cada caso.

Porque como dice la escritura, somos parte del cuerpo de Cristo y cada uno tiene diferentes funciones y dones, y cuando un miembro sufre los otros sufren con él.

   

¿QUÉ ES LO QUE DIOS HACE CUANDO ORAMOS?

Basado en su experiencia Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo, detalló que se pueden esperar en el Ministerio de Sanación.

La mayoría de las veces los orantes trabajan a ciegas porque no pueden discernir fácilmente cuál será la respuesta del Señor a la oración.

Dios tiene un plan para cada persona y el Ministerio de Sanación trata de pedir con fuerza y devoción que este plan se active.

En primer lugar, el gran valor pastoral del Ministerio es la experiencia que reciben los enfermos del amor de Cristo.

Esto implica paz y alegría, aunque el estado de salud siga en las mismas condiciones.

Hay casos en que los enfermos no se curan, pero sus dolores desaparecen por el alivio de la oración, es lo que él llama la anestesia divina.

A veces la respuesta a la oración es que el médico descubre las causas de la enfermedad y acierta con el tratamiento.

En este caso Dios ha guiado al médico.

Otras veces la respuesta a la oración es que el enfermo necesita sanación interior y no corporal, porque es sabido que el 80% de las enfermedades son psicosomáticas.

Esto se logra mediante un vislumbre del carisma de discernimiento.

Y a veces se descubre que la causa de la enfermedad es una adicción o un hábito nocivo, cómo puede ser fumar, consumir drogas, comer con demasiada sal, el alcohol, etc.

En estos casos la oración que le sigue debe ser para pedir liberación de esas adicciones.

En otros casos la enfermedad está relacionada con la vida desordenada, de poco sueño, mucho trabajo, comida a deshoras, etc., que hace necesario un cambio en la organización de la vida de la persona.

Y para esto hay que orar también, para que la persona tenga la disposición para hacer esos cambios.

En otras ocasiones la pérdida de salud se origina en la reacción psicológica ante problemas y preocupaciones que la persona tiene.

Y en este caso es recomendable la oración por la paz y la tranquilidad.

Hay que tomar en cuenta por otro lado, que las enfermedades no remiten rápidamente sino muchas veces lo hacen progresivamente.

Por lo que la oración debe tomar en cuenta las distintas metas intermedias de mejoría.

Y como es a largo plazo, la oración debe ser perseverante, lo cual exige al orante la comprensión y disposición de actuar en un proceso.

Aunque a veces la sorpresa es que la curación es inmediata y la remisión es total.

Pero en realidad esto nunca se sabe de antemano, el resultado final es un misterio en términos generales.

A veces también el objetivo de la oración no es la curación de una enfermedad sino el fortalecimiento mental y físico para la conservación de la salud.

Esto es especialmente así cuando se ora por un anciano o un bebé.

Y en otros casos la oración es para que el enfermo haga el pasaje de la mejor manera posible, porque su situación no tiene remedio.

   

LOS PRINCIPIOS DE ORACIÓN POR SANACIÓN

Por su parte Francis MacNutt habla de tres principios importantes de la oración curativa:

   

1 – La oración requiere discernimiento

La clave para una curación efectiva, dice, es saber por qué orar.

Este entendimiento sólo viene por el poder del Espíritu Santo.

   

2 – La curación requiere tiempo

MacNutt defiende la oración prolongada, en la cual los ministros de oración imponen las manos a una persona y oran por un período prolongado.

“La curación lleva tiempo, y eso es lo que falta en muchos ministerios de sanación”, dice.

   

3 – Las emociones necesitan sanación

MacNutt cree que el dolor, la vergüenza, los ataques de pánico, los trastornos mentales, los desvíos sexuales y las adicciones pueden ser sanados por Jesús.

La sanación requiere que la persona afectada renuncie a sus decisiones dañinas, perdone a los que les hacen daño e invite a Cristo a sanar un recuerdo doloroso.

   

Y distingue cuatro formas principales de curación, y por tanto cuatro métodos típicos de oración para ejercer este ministerio.

1 – Oración de arrepentimiento por los pecados personales

Está en la raíz de la mayoría de las curaciones.

Si hay arrepentimiento, hay perdón y liberación del pecado, y por tanto hay sanación y salvación.

La psicología y la medicina modernas reconocen que gran parte de las enfermedades físicas tienen un componente psíquico.

En muchos casos resulta más útil y más importante dedicar tiempo a la oración de arrepentimiento o a la de sanación interior antes que orar por la curación física.

La reconciliación sacramental (la confesión) tiene una dimensión de curación.

  

2 – Oración de curación interior

En la que se da la sanación de los recuerdos o de cualquier enfermedad de tipo mental o psíquico.

Generalmente es necesaria la curación interior cuando comprobamos alguno de los siguientes casos:

heridas del pasado, traumas no superados, resentimientos, problemas emocionales profundos, depresión, formas persistentes de ansiedad, miedo, impulsos sexuales compulsivos, excesiva timidez, con su respectiva carga de recuerdos y vivencias del pasado, que por más que queramos no podemos librarnos de ellos.

Para esta clase de sanación hay una forma peculiar de entrevista y oración.

Este ministerio lo puede realizar una persona sola que tenga conocimiento, discernimiento y dones para ello, o puede ser también un equipo, al que llamamos grupo de intercesión.

   

3 – Oración de curación física

Es la más difícil de admitir y la que más puede poner a prueba nuestra fe.

Sin embargo la oración por la curación física es la más sencilla de todas y la más breve.

De hecho, Dios responde a esta oración y sana de muchas maneras.

   

PARA ORAR POR LA CURACIÓN FÍSICA SE PUEDE SEGUIR LA SIGUIENTE PAUTA

Lo primero es siempre escuchar para discernir qué hemos de pedir y si hemos de orar o no

Fijar al mismo tiempo la atención en qué es lo que le aqueja a la persona y en el Señor, que a veces comparte con nosotros el don del discernimiento para llegar al verdadero diagnóstico.

A veces descubriremos que más que de curación física se trata de curación interior, o de arrepentimiento o de oración de liberación.

Algunos enfermos ni siquiera están preparados para ser curados, a pesar de que pidan que se ore por ellos.

El Espíritu nos indicará, si estamos atentos a su voz, por quién debemos orar.

Para aquellos que no están experimentados valga la siguiente regla:

-oren por aquellos que acuden y les piden oración,

-oren siempre que se sientan movidos por compasión y a visitar a alguien enfermo y orar por él

-no hay que centrarse sólo en el problema y sus síntomas.

   

Lo segundo es discernir si hay que imponer las manos y oración

Si la persona por la que se va a orar se molesta con la imposición de manos, o prefiere que nos mantengamos a cierta distancia, respetemos sus sentimientos.

El gesto de la imposición de manos es una forma de comunión de amor y está indicado por el mismo Señor.

Pero la oración ha de tener dos elementos:

reconocimiento de la presencia de Dios, siempre dirigida al Padre o a Jesús, reconociendo la presencia de Dios y alabándole

petición, de forma muy específica, visualizando la curación que estamos pidiendo

La oración debe ser imaginativa, positiva y enfatizar, no la situación de enfermedad, sino la esperanza de que el organismo se recupere.

   

Y lo tercero es tener e irradiar confianza y hacer una acción de gracias

Esta fe es central porque hacemos esto porque tenemos confianza en Él.

Es un don y es mejor decir “hágase según tu voluntad”.

Y con la acción de gracias alabamos a Dios porque creemos que Él nos ha oído.

   

4 – Oración de liberación para casos de opresión

Hay que distinguir muy bien entre posesión diabólica y opresión diabólica.

La posesión diabólica es bastante rara. La oración formal de la Iglesia para liberar a un poseído es el exorcismo.

Para ejercer esta clase de oración se requiere el permiso del Obispo que sólo se da a un sacerdote especialmente cualificado para este ministerio.

La opresión es relativamente frecuente: es como la invasión de una ciudad, en la que la persona en cuestión tuviera el control de la mayor parte, quedando ciertas áreas bajo el dominio enemigo.

Donde más frecuentemente se manifiesta es en los casos de drogadictos, alcoholismo, conducta autodestructiva, personas que han participado en sesiones de espiritismo, brujería, meditación trascendental, todas las prácticas del ocultismo, concentración profunda del yoga.

En este asunto se necesita más que nunca el don del discernimiento, consejo y sabiduría del Señor.

Un indicio de la necesidad de oración de liberación puede ser el hecho de que la curación interior no da resultado.

La oración de liberación debe administrarse con mucha cautela.

Esta clase de oración no la puede ministrar cualquiera y de ordinario ha de ser un grupo de personas entre las que haya al menos un sacerdote.

Pues, a diferencia de la oración de curación que siempre se dirige a Dios, la oración de liberación es una especie de exorcismo que va dirigida contra los espíritus opresores, es decir, una orden imperiosa en nombre de Jesucristo, con firmeza y autoridad.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
ARTÍCULOS DESTACADOS Catolicismo exorcismos NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Noticias bis Papa Religion e ideologías Sacramentos y sacramentales

La polémica sobre si Francisco hizo un exorcismo en Pentecostés y como son los exorcismos [2013-05-26]

Es bueno que se hable de esto para quitarle el “tabú”.
Luego de la misa de Pentecostés en Roma, el Papa Francisco fue a consolar a los enfermos en la Plaza San Pedro y conducido hacia un joven en silla de ruedas mientras se le entregraba un sobre. Un video muestra como el Papa Francisco impone las manos en la cabeza del muchacho y ora, en un gesto típico, por lo menos, de una oración de liberación.

 

imposicion de manos de francisco luego de misa de pentecostes

 

Este video desató una polémica sobre si Francisco había realizado un exorcismo o no, al punto que los dos exorcistas más famosos tienen opiniones divergentes. Mientras Amorth no tiene dudas que Francisco hizo un exorcismo, Fortea dice que sólo fue una oración de liberación y consuelo.

Luego Amorth dio mas datos del joven, los que probablemente fueron contados al papa mientras le entregaron el sobre, indicando que se trata de un mexicano de 43 años, casado y con hijos, que está poseído como consecuencia de la posición de los obispos de su país respecto al aborto.

La Oficina de Prensa del Vaticano desmintió que Francisco hubiera hecho un exorcismo, y en un lenguaje “políticamente correcto”, habló de que Francisco realizó una oración, pero ni siquiera mencionó la posibilidad de una oración de liberación ni que el joven estuviera poseído, como  afirma Amorth, que lo había tratado.

Todo esto puede verse en extensión aquí y aquí.

LA TÉCNICA Y LO “POLÍTICAMENTE CORRECTO”

Esta polémica tiene bases técnicas y políticas.

Técnicas en lo que refiere a si lo que hizo Francisco puede se considerado un exorcismo o no. Y bases políticas, respecto a si es “políticamente correcto” mencionar públicamente que un jerarca de la Iglesia hizo un exorcismo o una oración de liberación.

Revisando los medios más vinculados con el establishment vaticano se puede ver una rotunda negación a que Francisco haya hecho un exorcismo o una oración de liberación, a pesar que podría haber sido absolutamente lícito.

Incluso, las declaraciones del Director de SAT 2000, de la Conferencia Episcopal Italiana, que difundió el video en el programa “Vade Retro”, se disculpó, e incluso pidió dispulpas por el daño al Papa.

¿Daño?, ¿Qué curiosa expresión, no? Porque se supone que el exorcista no hace daño, sino, como lo hizo Jesús muchas veces según los evangelios, sana a poseídos para que los demonios no le sigan haciendo daño.

Seguramente el director de SAT 2000 se estaba refiriendo al daño en la imagen del pontífice o de la Iglesia, lo cual, si es así, implica que una parte de la doctrina y del magisterio debe ser mantenida oculta para no herir, y por lo tanto, hay que observar un lenguaje “políticamente correcto” en estas áreas sensibles.

Si se hablara más del demonio y de las prácticas para quitarlo, como lo está tratando de inculcar Frencisco desde el inicio de su magisterio, entonces el tabú se irá desvaneciendo y ya no será necesario observar un lenguaje “políticamente correcto”sobre el tema.

ENTREVISTA CON EL RECTOR DEL ATENEO PONTIFICIO REGINA APOSTOLORUM SOBRE LOS EXORCISMOS

Como complemento la agencia Zenit entrevistó al padre Pedro Barrajón, rector del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, con sede en Roma, en cuyas aulas se realizaron varios cursos sobre exorcismo, para conocer su opinión sobre lo que es un exorcismo.

¿Padre Barrajón, qué es un exorcismo?

–Rector Barrajón: Es un sacramental, un signo sagrado que obtiene efectos espirituales por medio la intercesión de la Iglesia, realizado por un obispo o sacerdote autorizado sobre una persona que está poseída por el demonio.

El rito está estructurado de modo que hay una introducción, una parte inicial, la lectura de la palabra de Dios y una serie de oraciones que incluye aquella en la que el exorcista pide al demonio salir de la persona en el nombre de Cristo.

¿Es necesario un rito particular?

— Rector Barrajón: Sí, es un rito celebrativo que inicia con la señal de la cruz, la proclamación de la Palabra de Dios, las letanías de los santos, la aspersión con agua bendita, la profesión de fe, la imposición de las manos, la renuncia a Satanás, la recitación de la oración del Señor, la bendición con la cruz, la insuflación y las oraciones propias de exorcismo y concluye con la bendición. Algunas de estas partes se podrían omitir. El rito está publicado por la Congregación del Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos en el año 2001.

¿Lo puede realizar cualquier persona?

— Rector Barrajón: El rito lo puede realizar un obispo o sacerdote que tenga la autorización de su obispo.

¿La estola y el agua bendita para qué sirven?

— Rector Barrajón: Dado que se trata de un sacramental, el sacerdote usa la estola para la celebración del rito. El rito prevé la aspersión con agua bendita de la persona que recibe el exorcismo, de los presentes y del lugar donde se celebra. El agua bendita recuerda el bautismo en el que el fiel recibióla dignidad de hijo de Dios, se incorporó a la Iglesia, recibió la gracia de Dios y los dones del Espíritu Santo, profesóla fe y renuncióa Satanás.

¿Y los casos de posesión?

— Rector Barrajón: La posesión es el dominio por parte del demonio del cuerpo de una persona. No hay necesariamente un influjo sobre el alma. Para entender esto es como si un solo apartamento estuviera habitado por el inquilino habitual y otro que se introduce ahí para causar malestar o daño. Cuando sólo hay como molestias pero no es posesión propiamente se habla de vejación. Es importante que el sacerdote, antes de celebrar un exorcismo, tenga la certeza moral de es necesaria su celebración, es decir, de que no se trata de una enfermedad de tipo psicológico del tipo que sea: paranoia, esquizofrenia, histeria, etc; en la oración y con el consejo de hombres prudentes y santos, debe estar convencido de que se trata de un caso de verdadera posesión.

¿Cómo diferenciar entre una patología de un caso de posesión?

— Rector Barrajón: El exorcista debe orar y pedir el consejo de personas santas, prudentes y bien formadas y, si fuera el caso de competentes peritos como psicólogos y psiquiatras con una antropología cristiana de base u otro tipo de expertos que descarten que se trata de una enfermedad que se puede tratar por medios naturales.

¿Qué diferencia hay entre un exorcismo y una oración de liberación?

— Rector Barrajón: La oración de liberación se hace para personas que sufren molestias o vejaciones pero no a nivel de posesión. En estos casos bastaría la oración de liberación en la que se pide al Señor libre a la persona del influjo del Maligno. Para estas oraciones no se requiere el explícito permiso del obispo.

¿El demonio es una representación del mal o es una persona o ser?

— Rector Barrajón: Es un ser real con una inteligencia superior; un espíritu puro pervertido por su pecado de soberbia con el que se rebelócontra Dios y que busca el mal del hombre. No se trata de un ser metafórico, una especie de símbolo del mal. Sin embargo es difícil llegar a una compresión de su naturaleza precisamente a causa de la deficiencia de bondad y de verdad que estructuran su ser.

¿El papa Francisco ha hablado varias veces sobre el diablo, cómo hay que entender esto?

— Rector Barrajón: Yo creo que una persona tan espiritual como es el papa Francisco, muy unido a Dios, amante de la oración, de la mística y la ascética cristianas en la vida cotidiana, perciba también la acción del demonio en las personas, en el mundo y en el interior mismo de la Iglesia. Me han comentado que él tenía en Argentina amigos exorcistas, pero no tengo confirmación directa de este dato.

¿Los exorcistas hoy cómo operan?

— Rector Barrajón: Los exorcistas son sacerdotes que tienen el encargo ministerial de su obispo para celebrar este sacramental en bien de los fieles. Normalmente operan en una determinada iglesia y suelen ser ayudados por otras personas espirituales que oran junto conél, sujetan, si fuera necesario a la persona, durante el exorcismo, pues podría haber alguna manifestación violenta y los acompañan en este servicio de caridad para quien sufre estos males. Pueden existir horarios específicos o se hace una cita conél para la atención de los diversos casos.

¿Cuando se realizan los exorcismos suceden cosas extrañas, como en las películas sobre el tema?

— Rector Barrajón: La persona durante el exorcismo puede cambiar la voz, la mirada, la actitud con los demás; puede además adquirir una fuerza física especial. Pero algunas películas exageran las manifestaciones de los exorcismos normales añadiendo detalles de mayor drama e intensidad.

¿Usted ha participado alguna vez a un exorcismo?

— Rector Barrajón: He participado en algunos exorcismos y en los cursos teológico-pastorales que tenemos para los sacerdotes en nuestro Ateneo sobre este tema, como conferencista de cuestiones teológicas. He podido escribir una sencilla obrita sobre los ángeles y demonios en el plan de salvación. Pero mi interés es más teológico que la práctica pastoral del exorcismo.

Fuentes: Zenit, Signos de estos Tiempos

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: