Cuando se habla de prosperidad material muchos católicos reaccionan tipo “vade retro satanás”.
Ni siquiera pensar en eso.
Porque parecen sostener que Dios puso a los católicos en la tierra para que fueran pobres materialmente.
Confunden la humildad espiritual con la pobreza material.
Dios no quiere que seamos pobres materialmente sino que tengamos confort, pero a veces, a algunos les entrega más dinero que a otros.
Esta es una comprobación que no debería hacernos suponer, como a algunos que siempre “detrás de una gran fortuna hay un gran delito”.
O sea que siempre pesa una carga moralmente negativa sobre la prosperidad material.
Para nuestros lectores, estamos hablando de una prosperidad material limitada, no de una fortuna de las que aparecen en Forbes.
El problema del dinero no es tener dinero en sí mismo, porque la prosperidad económica es un regalo de Dios.
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El tema es como se consiguió, si el dinero se ha transformado un Dios para la persona y que se hace con él.
Uno puede usar el dinero que Dios le entrega para vivir confortablemente y hacer obras.
O puede usarlo para darse gustos materiales egoístas.
Pero para los católicos el problema es con el dinero más allá de lo que se haga con él.
Estos católicos pueden tener temor que su prosperidad económica los corrompa, temen ser tentados por lo que puedan hacer con el dinero y a dónde los puede llevar.
No se puede negar que se justifica, porque por el dinero entran cantidad de tentaciones.
Y eso se ve en los cristianos que hacen de la prosperidad económica el centro de su prédica – como el caso de Pare de Sufrir y otros grupos evangélicos -, y sus emprendimientos se alejan mucho de la prédica de Jesús.
Pero los católicos en Latinoamérica tienen tal problema con el dinero, que creen que todo lo relacionado con la religión debe ser gratis, no así los europeos, africanos, asiáticos.
Y esto se ve en las paupérrimas cifras que se recogen en las colectas de las misas.
Siendo común que los fieles busquen en sus bolsillos la moneda más chica para poner en la canasta.
Sin darse cuenta que participaron de un servicio que es gratuito, que les da enormes gracias y que cuesta mucho dinero mantenerlo.
Lo mismo podemos decir de otros servicios católicos que se ofrecen a los fieles y que usufructúan gratis.
Por ejemplo si fuera por las donaciones ningún sitio católico para el mercado latino podría subsistir.
No así los que operan en lengua inglesa, donde hay otro criterio sobre el dinero y la gratuidad.
Pero es más, incluso los católicos de habla española se niegan a ver, a leer y que alguien exponga, sobre algunas evidencias como que:
-la felicidad trae más prosperidad económica,
-que dar dinero es premiado efectivamente con más dinero (algo que los pastores de Pare de Sufrir además explotan muy bien),
-o las condiciones en que las familias deben manejarse para conservar el dinero.
Y entonces recurren a los estereotipos, los que hablan de prosperidad son los evangélicos, eso no es católico, etc.
LO PRINCIPAL ES LA MISIÓN EN LA VIDA, EL DINERO PUEDE VENIR O NO POR AÑADIDURA
A menudo vemos gente rica que se preguntan por qué han sido tan enormemente “recompensados” por emprendimientos que, en algunos casos, son puramente egoístas.
En la superficie es casi un milagro.
Ellos tienen un poder que nosotros no tenemos.
Ellos pueden enviar a sus hijos a los más exclusivos colegios.
Pueden darse el lujo de viajar cada vez que sientan la necesidad.
Los coches son juguetes para ellos.
Parece que lo tienen todo.
No se preocupan como pagar la factura de electricidad.
Parece que tienen una vida de ensueño.
Sin embargo, cuando la riqueza se ha logrado erróneamente (a expensas de otros), es una carga, y también una maldición.
Cuando se utiliza con fines egoístas nos pone fuera de contacto con el Plan de Dios.
Y la vida de alguien que está fuera del plan de Dios es una vida de “maravillas” que son superficiales.
Todo lo que somos y tenemos pertenece a Dios, y de alguna manera se debe ser hecho para servirle.
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La forma en que manejamos nuestro dinero afecta sobre cuanto Dios nos bendecirá.
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“Si no has sido fiel en manejar las riquezas el mundo”, dice la Escritura, “¿quién te confiará las verdaderas?”
Pero olvídate de tratar de ser un cruce entre lo santo y lo mundano.
Cuando Dios repase tu vida y te pregunte lo que has hecho, él no va a estar muy impresionado si le dices:
“Bueno, tomé el dinero y me compré una mansión.
También me compré un Bentley.
Me compré el yate más grande y lo estacioné en frente de otra mansión que era mi casa de veraneo”
¿Te imaginas cómo Dios va a responder a eso, y cómo el millonario se sentirá cuando el Señor le explique que el dinero había sido destinado a los propósitos de Dios?
En el cielo, no hay “esposas” que se revuelquen en todo lo que reluce.
El glamour del mal es purificado en el Purgatorio.
La verdadera raíz de todo mal es la falta de amor, y cuando nos falta el amor a menudo nos conduce a la soberbia.
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El orgullo y la falta de amor explican muchos males que el dinero no puede solucionar e incluso se encuentran en la raíz del amor por el dinero.
De hecho, las manifestaciones de orgullo, son impresionantes.
Estas cosas pueden tomar la forma de ira, egoísmo, hipersensibilidad, feudalismo, miedo, y mal genio.
Sin los motivos correctos, lo que tenemos que nos llena de orgullo – no solo dinero sino también otros dones – se convierte en un peligro para el alma.
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Y si bien puedes tener efectivo en el banco o un Hummer en la puerta de tu casa, o un tapado de piel, estas gratificaciones con el tiempo se evaporarán.
Muchas personas sin hogar son más felices que los multimillonarios, ya que no tienen ese tipo de carga.
La Madre Teresa llamó una vez a los EE.UU. la nación “más pobre” en la tierra, específicamente a causa de su materialismo.
¿Hay gente rica buena? Por supuesto. Hay ricos con santidad. Los hay.
Aunque la santidad es muy difícil de mantener cuando hay mucho dinero, porque las posesiones nos ciegan.
Bloquean los milagros, porque ponen nuestro foco en lo físico y nos llevan a tratar de convertir la tierra en el cielo.
Ganancias inesperadas repentinas, tales como ganar la lotería o una herencia nos darán una sacudida de felicidad, pero por lo general fugaz.
Los estudios sobre los ganadores de millones de dólares de la lotería han demostrado que las cosas negativas han prevalecido por mucho, con mayores tasas de alcoholismo, divorcio, pérdida de amigos, y aislamiento.
Un sorprendente número de “ganadores” “quebraron” una década después de su golpe de suerte.
Un psicólogo de la Universidad de Illinois llamado Ed Dierner no encontró diferencias al comparar el bienestar general de los millonarios y multimillonarios de la lista de Forbes de los 400 estadounidenses más ricos, con los pastores masai de África oriental (que viven en chozas de barro y usan los neumáticos usados para hacerse zapatos).
En algunas partes de los pueblos del Caribe son tan pobres que recurren a la tierra mezclada con agua salada para alimentarse.
Y sin embargo muestran una gran gratitud a Dios por lo poco que tienen, un reconocimiento que les trae el milagro de la felicidad.
Por supuesto, eso es un extremo.
Tal vez la mejor guía está en las Escrituras:
“Hay dos cosas que yo te pido, no me las niegues antes que muera: aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des ni pobreza ni riqueza, dame la ración necesaria” ( Proverbios 30:7-8).
Considera este punto: no necesitas equipaje. Y ciertamente no necesitas el orgullo. La autoestima es una cosa, la soberbia es otra.
Cuando el mal se conecta con nosotros, lo está haciendo, a menudo, porque ha encontrado un camino dentro de nosotros.
Sin orgullo, todo un mundo nuevo se abre para nosotros, un mundo que está centrado en Dios.
Y libera su amor, que es la fuerza de todo lo que es maravilloso y la raíz de todo bien y de toda oración que es contestada.
Toda esta reflexión no invalida la prosperidad, porque una cosa es tener bienes materiales para vivir con confort, otra es tenerlos en exceso y otra es que ellos nos dominen y nos alejen de Dios.
INVESTIGACIÓN DEMUESTRA QUE LA FELICIDAD TRAE PROSPERIDAD ECONÓMICA
Los científicos pueden haber descubierto el secreto para evitar las crisis económicas: la Felicidad.
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Una investigación cuenta que ser feliz en realidad puede traer más dinero.
Las personas que expresan emociones más positivas en la adolescencia y una mayor satisfacción con la vida cuando adultos jóvenes, tienden a tener mayores ingresos en el momento en que tienen 29 años, según un estudio publicado por las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.
Midiendo la satisfacción en la vida en una escala de 5 puntos, un aumento de 1 punto en la felicidad percibida a los 22 años hizo una diferencia de U$S 2.000 en ingresos en el futuro.
Entre los menos felices y más felices, hubo una diferencia de U$S 8.000.
Basándose en los datos de la encuesta de teenagers de fondos federales Add Health, los investigadores examinaron los perfiles de más de 10.000 estadounidenses en edades de 16, 18 y 22, así como los ingresos anuales que ellos tenían a los 29 años.
Ya sea inteligente o ingenuo, alto o bajo, seguro de sí mismo o inseguro, las personas más felices ganaron cheques más grandes que los más tristes.
Los ingresos de los adolescentes profundamente infelices fueron un 30% inferiores a la media, mientras que los adolescentes muy felices ganaron un 10% más que la media.
El equipo de investigación llevó aún más lejos el análisis.
Comparó a 3.000 personas en parejas de hermanos que compartían los mismos padres y, presumiblemente, el mismo nivel socioeconómico.
Los hermanos más felices, encontraron, que todavía lo habían hecho mejor materialmente que sus contrapartes menos felices.
Los resultados sugieren que las intervenciones para fomentar el pensamiento más positivo en los niños y adolescentes podrían mejorar mucho su éxito futuro, dijo Michael Norton, un científico de la conducta en Harvard Business School, que no participó en el estudio.
Puede ser difícil, pero de ninguna manera imposible.
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Los investigadores han analizado todo tipo de cosas que hace más feliz a la gente.
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Y gastar dinero para el bien de los demás parece dar a la gente un impulso, y los hace activamente más amables con los demás.
“Es un poco como perder peso”, dijo Sonja Lyubomirsky, psicóloga social de UC Riverside y autora de “The How of Happiness”, que no participó en el estudio.
“Si usted está genéticamente predispuesto a no ser una persona feliz, Ud. tiene que poner mucho esfuerzo en ello”.
El documento fue un estudio longitudinal y no un experimento, así que no es del todo claro como la felicidad realmente hizo las ganancias más altas.
Pero el estudio mostró que los adolescentes más felices eran más propensos a obtener un título universitario, ser contratados y promovidos, y ser optimistas, extrovertidos y menos neuróticos.
“La felicidad temprana probablemente cambia muchas cosas sobre su vida, y aunque más tarde en la vida no se sea tan feliz como era, esas experiencias formativas siguen actuando“, dijo Norton, coautor del libro “Happy Money: The Science of Smarter Spending”.
IMPLICACIONES SOCIALES Y POLÍTICAS
Los resultados del estudio pueden incluso tener implicaciones políticas para los bancos centrales y los líderes políticos que buscan sacar a las economías de sus crisis, dijo el autor principal, Jan-Emmanuel De Neve, un profesor asistente de economía política y ciencias conductuales del Colegio Universitario de Londres.
Investigaciones previas realizadas por el coautor de De Neve, el profesor de economía Andrew Oswald, de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, ha sugerido que el bajo desempleo hace que la gente sea más feliz que una inflación baja.
Tal vez si los gobiernos se centraran en estimular el crecimiento del empleo, incluso si esas medidas impulsan la inflación, daría lugar a una mayor felicidad – y esto más prosperidad, reflexionó De Neve.
Un poco de felicidad individual, repartida en toda la población, podría tener un efecto combinado masivo, tal vez arrastrando a las economías deprimidas de sus depresiones.
Pero también esta la felicidad de las familias y las investigaciones son consistentes en que el matrimonio conecta con la prosperidad.
RAZONES POR LAS QUE EL MATRIMONIO CONDUCE A LA PROSPERIDAD ECONÓMICA
Cuando se comparan los hogares monoparentales con los hogares de familias tradicionales intactas, puede verse la diferencia.
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Y nada menos que el New York Times, el bastión del laicismo, admitió en un artículo reciente, que las familias tradicionales tienen más prosperidad económica.
La definición de matrimonio ha sido considerada como un argumento religioso o legal.
Sin embargo, un número creciente de economistas, periodistas e investigadores sociales están concluyendo que ser y permanecer casado es una clave para la prosperidad económica y la tranquilidad doméstica.
Esta realidad se convirtió en el tema de un artículo del New York Times.
Citando a un gran número de profesores seculares, liberales, el artículo llegó a la misma conclusión que los apologistas de toda la vida del matrimonio tradicional.
Que el matrimonio no sólo es bueno para el alma, sino también para la cuenta bancaria de uno.
Patrones de matrimonio y de parto colocan a las familias en “diferentes trayectorias”, según Mindy Scott, una demógrafa de centros de investigación Child Trends.
CASARSE Y PERMANECER CASADO
Andrew Cherlin, un sociólogo con sede en la Universidad Johns Hopkins, dijo:
“Es un privilegio los estadounidenses que se casan, y el casamiento les ayuda a mantenerse privilegiados”.
Una de las razones es que los hombres casados que tienen que proveer para su familia tienen un mayor incentivo para ser consciente de su vocación.
Los hombres casados “disfrutan de una prima de ingreso de alrededor de 19 por ciento mayor en los Estados Unidos en comparación con sus pares acreditados de manera similar“, dijo el doctor W. Bradford Wilcox, director del National Marriage Project y profesor de sociología en la Universidad de Virginia.
Ellos “trabajan unas 160 horas más en comparación con sus pares acreditados de manera similar después de la transición hacia el matrimonio en el primer año de vida matrimonial.
Los hombres que se casan y permanecen casados tienden a ser mejores trabajadores“, dijo en una conferencia pronunciada en la Universidad de Acton, organizada por el Instituto Acton en junio.
“Ellos trabajan duro, trabajan más horas, trabajan de manera más estratégica, y como consecuencia, tienden a ganar más dinero.”
El añadió que el matrimonio beneficia a ambos cónyuges económicamente.
“Las mujeres que consiguen estar y permanecer casadas por el final de su vida tiene muchos más activos – ya sea una casa o algún tipo de cuenta de jubilación.”
Los padres comparten otros incentivos económicos, incluyendo la diferenciación de la mano de obra, y “son capaces de poner en común sus ingresos y se benefician de economías de escala, en parte”, dijo Wilcox.
Algunos partidarios del matrimonio creen que el libre mercado se basa en la fundación de un hogar estable.
“La familia es absolutamente necesaria para que el mercado funcione”, dijo la Dra. Jennifer Roback Morse, de El Instituto Ruth, un think tank dedicado a entender y defender la familia tradicional en todos sus aspectos.
APARECE EL RESULTADO INVERSO CUANDO LA FAMILIA SE DESINTEGRA
El artículo observaba que esta base se está desmoronando.
El 41 por ciento de los nacimientos en Estados Unidos tienen lugar fuera del matrimonio.
Sin embargo, estos no se distribuyen equitativamente: el 60 por ciento de las mujeres con educación secundaria o menos tienen los mayores nacimientos ilegítimos.
Los nacimientos extramatrimoniales entre las mujeres blancas con alguna educación universitaria se ha triplicado desde 1990.
Un tercio de las mujeres con educación secundaria o menos tuvieron los niños con más de un hombre. Esta inestabilidad tiene un efecto perjudicial sobre todos en el hogar.
Scott dijo:
“Tener a los hombres en la casa por un corto tiempo con la función ambigua de padres puede ser muy perjudicial para los niños“.
Los que están en el tercio superior de ingresos son más propensos a tener familias intactas.
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De acuerdo con Western y su colega de Harvard Tracey Shollenberger, el 88 por ciento de los niños de esa franja crecen con ambos padres.
Wilcox señaló en un aparte del artículo del Times que sólo dos por ciento de los niños nacidos de color blanco, con mujeres de educación universitaria nacen fuera del matrimonio.
Charles Murray documenta el mismo patrón en su libro más reciente, Coming Apart: The State of White America, 1960-2010.
El impacto más importante de las tendencias divergentes de matrimonio no es económico, sino social y espiritual, y es visita no en los padres, sino en los hijos.
El Dr. Morse dijo que las diferencias entre los padres permiten preparar a sus hijos con una mezcla de habilidades y capacidades más allá de lo disponible para cualquiera de los padres individuales.
La socialización saludable también aumenta la posibilidad del niño para convertirse en un ciudadano productivo.
Por otro lado, los criados sin adjuntos de la familia son víctimas de patologías muy divergentes como el reclutamiento por las pandillas y el autismo institucional.
“Los sustitutos de la familia son caros e ineficaces, y los contribuyentes terminan pagando el precio”, dijo durante en una de sus conferencias en la Universidad de Acton.
Un estudio de 2008 encontró el quiebre de la familia ha costado a los contribuyentes U$S 112 mil millones al año, el equivalente del PIB de Nueva Zelanda.
Las estadísticas, sin embargo, no pueden medir el costo humano.
SOLTERA VS CASADA
La historia del Times maneja las estadísticas de dos trabajadoras de la guardería en Ann Arbor, Michigan, una casada, otro soltera.
La madre soltera, Jessica, quedó embarazada en su primer año en William Penn University, en Illinois.
El New York Times informa,
“Su novio, un estudiante africano-americano de Arkansas, dijo que había que formar una familia, pero estuvieron de acuerdo en esperar hasta que pudieran permitirse una gran recepción y un vestido largo.”
En cambio, hubo una alternancia viviendo con cada grupo de familia, trabajando hasta que la pareja se desintegró.
Ella tenía 25 años y tuvo tres hijos.
Jessica “tiene problemas para explicar, incluso a sí misma, por qué se quedó tanto tiempo con un hombre que ella dijo no ganaba mucho, la reprendía con frecuencia y no hizo la crianza de los hijos”.
Ahora trabaja en una guardería, ella ve a los niños de su amiga
“nadando y con el karate, el béisbol y los Boy Scouts, y parece que siempre es ella o su marido, que es capaz hacerlo”, dijo.
“Eso es algo que me gustaría hacer por mis hijos. Sin embargo, número uno, eso cuesta mucho dinero y, dos, yo no tengo tiempo”.
Ella fue privada de recuperarse después de un procedimiento quirúrgico mayor.
Después de tratar un cáncer de cuello de útero el año pasado, se le dijo que debería tener seis semanas de descanso, pero volvió al trabajo después de un descanso de una semana, porque no podía permitirse el lujo de renunciar a la paga.
Las madres solteras “no tienen respaldo”, dijo
Esto lleva a nervios deshilachados, recuerdos de culpas, y bolsillos más magros.
“Dos ingresos sin duda ayudarían a pagar las cuentas, pero es la crianza de los hijos también. Me gustaría poder decir: ‘Llama a tu padre.’”
Fuentes:
- http://www.pressreader.com/usa/sun-sentinel-broward-edition/20150419/281655368608991/TextView
- http://www.sun-sentinel.com/teenlink/fl-tl-how-social-media-is-making-teens-unhappy-20150128-story.html
- http://www.wsj.com/articles/SB10001424052702304418404579465244191453008
- http://www.dailymail.co.uk/news/article-2624827/For-long-lasting-marriage-tie-knot-twenties-Social-scientist-says-getting-married-earlier-growing-makes-stronger-partnership.html
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Dirìa que en este articulo hay asociaciones muy osadas…. Que poco tienen que ver con el Evangelio y la ètica catòlica. Quizà le pasa lo mismo que al Papa en su ùltima encìclica; agarrarse de datos cientìficos para sostener argumentos espirituales……»Inverstigaciòn cientìfica» no es garantìa de nada: hoy la ciencia dice una cosa y en poco tiempo, quizà mercenariamente, o al servicio de intereses poco claros, la contraria. Hay «investiagaciones cientìficas» para todos los gustos…..y menos que menos sirven si contradicen el Evangelio.
La asociaciòn entre felicidad y prosperidad econòmica està en choque frontal con el Evangelio: FELICES LOS POBRES! Ay de los Ricos! dice Lucas menos espiritual que Mateo en este sentido. Lucas no habla de «pobres en el Espìritu», sino de POBRES, EN CONTRAPOSICION CON RICOS, literalmente. Ninguno de los dos se equivoca, obviamente sino que ambos se complementan, el mas literal y material -en este aspecto- con el mas profundo y espiritual (Mateo).
No quiere decir que la riqueza equivalga a rechazo de Dios de una, ni que ser pròspero sea pecado per sè, PERO UN CRISTIANO NO PUEDE TENER LA PROSPERIDAD COMO META EN LA VIDA, SINO HACER LA VOLUNTAD DE DIOS….recordemos…QUE DIFICIL ES PARA UN RICO ENTRAR AL REINO DE LOS CIELOS! Es mas fàcil que entre un camello en el ojo de una aguja que un rico en el Reino de los Cielos…
CUIDADO!! con encontrar «descubrimientos» hermenèuticos de la Escritura en los «hermanos» de la Reforma, que terminan casi siempre en dislates…
FELICES LOS POBRES! dice el Señor. El despojamiento de lastre de los bienes de este mundo es un estado superior de semejanza con Cristo, y asì lo vivieron Santo Domingo (hoy celebramos su Memoria), San Francisco, San Bernardo, San Juan de la Cruz, An Benito y sus respectivas òrdenes religiosas, e infinidad de Santos mas.
Por supuesto que la indigencia y la miseria traen infelicidad.y no son queridas por Dios. Pero esa asociaciòn entre «felicidad» y «prosperidad» es realmente POCO FELIZ, valga la paradoja.
Vemos los paìses mas pròsperos vivir sin Dios, en un materialismo craso o falsa espiritualidad, con la cultura de la muerte, y todas las aberraciones de Babilonia del Apocalipsis 18, UNA IMAGEN DE LA QUINTAESENCIA DE LA PROSPERIDAD DE ESTE MUNDO.
Repito, la indigencia y la miseria no son deseadas por Dios ni son una virtud, pero recordemos las Palabras del Señor antes que cualquier consideraciòn humana, o «Investigaciòn Cientìfica»:
FELICES LOS POBRES!
Me ha sorprendido mucho
este artículo, tanto, que no sé por donde empezar a disentir. Para empezar diré que coincido totalmente con Juan Donnet en que se están mezclando dos cosas diferentes. Se comenzó hablando de que la felicidad «innata» hace que uno tenga mayores ganancias, basándose en estadísticas hechas en un país desarrollado y rico. Como no vivo allí, debo decir que en países donde los sueldos son bajos, donde los empleadores tratan por todos los medios de utilizar sus ganancias no para mejorar la vida de sus empleados, sino para aumentar en forma descarada sus activos, es muy difícil que las estadísticas coincidan. Pero por otra parte, eso no nos debe importar a los católicos. Somos seguidores de Cristo y a Él siempre lo siguieron los pobres. No era que Su palabra no fuera dirigida a todos, que lo era, sino que los ricos no lo escuchaban. Y siguen sin escucharlo. Entonces, si somos católicos y nos interesa evangelizar, no se puede tener dos discursos. Jesús nos ama a todos, pobres y ricos y no se fija en nuestras posibilidades económicas, pero creo que a Él lo conmueve más una persona que tiene que caminar mucho para ir a misa los domingos, que otra que simplemente se baja del auto. Ambas son creyentes, ambas pueden ser igualmente devotas, pero una hace más sacrificios que la otra. Y eso hace la diferencia para Jesús. Los pequeños pedazos de Cruz que debemos cargar cada día mientras intentamos llegar al Reino. Lo demás es cuento. No debemos temer la pobreza, tan amada por Cristo. Tal vez habría que leer la poesía de Emilio Carlos Tacconi «Manos Asperas» para comprenderlo. Bendiciones