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El lugar de la Crucifixión de Jesús en Tierra Santa

Entrada a la Basílica del Santo Sepulcro

Se encuentra en la la Iglesia del santo Sepulcro de Jerusalen.
Los últimos capítulos de los Cuatro Evangelios tienen limitada información acerca del lugar de la crucifixión, entierro y Resurrección del Señor. Pero éstas son las primeras fuentes a las que debemos en primer lugar echarles un vistazo para obtener una idea clara acerca del lugar.
 

Haga una visita a la Basílica del Santo Sepulcro en 360o haciendo click aquí  

  

EL LUGAR DEL CALVARIO HOY EN DÍA

Pared del Monte Golgota con la roca que asemeja una calavera

1. Los Evangelios llaman a este lugar Gólgota (en Arameo «Golgotha»; en Griego «Kránion» (calavera), a partir de lo cual llegamos a Calvario, de la raiz latina «calva», la piel que recubre el cráneo sin cabello. Nuestro término común Monte no se usa. Monte empezó a ser usado solamente en el siglo IV, cuando sacaron la roca que lo rodeaba, dejando la roca de la crucifixión aislada, pequeña y redonda colina de unos 6 m de altura. Simplemente se lo menciona como un lugar llamado Gólgota para indicar el sitio en que se levantó la cruz y la vecina propiedad rural de José de Arimatea: 

«Llegaron a un lugar llamado Gólgota (que significa la Calavera)» (Mt 27,33) 

«Trajeron a Jesús a un lugar llamado Gólgota (que significa el lugar de la Calavera)» (Mc 15,22) 

«Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, allí lo crucificaron, junto con los criminales uno a su derecha y el otro a su izquierda» (Lc 23,33) 

«Llevando su propia cruz, fue hasta el lugar de la Calavera (que en arameo se llama Gólgota)» (Jn 19,17) 

2. Los Evangelios también afirman que en el sitio había un jardín

«En el lugar en que Jesús fue crucificado, había un jardín» (Jn 19,41) 

3. Este jardín del Gólgota se encontraba fuera de la ciudad pero suficientemente cerca como para permitir que los que por allí pasaban pudieran leer el cartel (titulus) preparado por Pilato y atado a la cruz: 

«Muchos judíos leyeron este cartel, ya que el lugar en que Jesús fue crucificado quedaba cerca de la ciudad y estaba en Arameo, Latín y Griego» (Jn 19,20). 

4. Los Evangelios afirman también que cerca de la «Calavera» en donde Jesús fue crucificado había una tumba nueva empotrada en la roca

«En el lugar donde Jesús fue crucificado había un jardín y en el jardín una tumba nueva, en la que nadie había sido depositado» (Jn 19,41) 

«José tomó el cuerpo, lo envolvió en una limpia tela de lino y lo puso en su propia tumba nueva que él había cavado en la roca» (Mt 27,59) 

«Entonces él lo bajó (de la cruz), lo envolvió en una tela de lino y lo puso en una tumba que había sido cavada en la roca, que aún nadie había sido depositado allí»(Lc 23,53) 

  

LA «TUMBA NUEVA» EN LA CUAL JESÚS FUE DEPOSITADO

Selpucro de Jesús en la Basílica del Santo Sepulcro

5. La entrada a la tumba fue sellada con una piedra grande 

«Arrastró una piedra grande hasta ponerla delante de la entrada a la tumba y se retiró» (Mt 27,60). 

«Cuando terminó el Sabbat, María Magdalena, María la madre de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro? Al mirar vieron que la piedra estaba corrida y eso que era muy grande» (Mc 16, 1.4). 

«El primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Encontraron corrida la piedra del sepulcro. Y entrando no encontraron el cuerpo del Señor Jesús» (Lc 24,2). 

6. Los Evangelios también dan una descripción del interior de la tumba. A partir de esa descripción algunos estudiosos deducen que la tumba podría haber sido del tipo arcosolio y no del tipo de tumbas kokhim (con forma de horno). Esto se deduce del relato dado por Arculfo. Esto es lo que el Evangelio dice con respecto a este espacio: 

«María se quedó de pie y llorando fuera de la tumba. Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro de la tumba y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar en el cual el cuerpo de Jesús había estado, uno en la cabecera y el otro a los pies» (Jn 20,11-12) 

«Entrando en el sepulcro, vieron un joven, sentado a su derecha, vestido con una vestidura blanca, y tuvieron miedo». (Mc 16,5). 

7. La última información que deducimos de los Evangelios es que la tumba en la que el Señor fue depositado pertenecía a José de Arimatea 

«José tomó el cuerpo, lo envolvió en una tela limpia de lino y lo puso en su propia tumba nueva» (Mt 57,59-60). 

Aquí concluye la información acerca del lugar de la crucifixión y del entierro del Señor tal y como la encontramos en los Evangelios. Mirando el monumento actual resulta difícil imaginar el aspecto de este lugar casi 2000 años antes. Cristianos piadosos de todas las épocas han edificado encima de este lugar varios monumentos y construcciones que han ayudado a transformar por completo el área vacía fuera de las murallas de la ciudad de Jerusalén en el siglo primero. 

Resulta incomprensible su transformación sin tener mentalmente en cuenta la transformación de la arquitectura de la totalidad de Jerusalén. También debemos tener presente que a partir del siglo IV, este sitio se ha convertido en el punto central de la historia de Palestina. Fue el lugar de muchas y largas guerras entre el poderío de Cristianos y Musulmanes. 

  

EL ALTAR DE LA CRUCIFIXIÓN EN EL CALVARIO

Altar de la Crucificción en el Calvario

Para lograr comprender a fondo la topografía de este lugar nos hace falta la ayuda de los detallados estudios arqueológicos llevados a cabo por el difunto P. Virgilio Corbo, ofm. Sus descubrimientos fueron publicados por la Editorial Franciscana de Jerusalén en una obra de tres volúmenes titulada «El Santo Sepulcro de Jerusalén» (Jerusalén, 1981-1982). Fue la persona a quien se le confió el trabajo arqueológico en varias áreas de este Monumento y que se llevó a cabo a través de múltiples etapas debido a la complejidad del edificio. 

Hoy en día no nos resulta posible contemplar la ubicación del Calvario y de la Tumba excavada en la roca; podemos, sin embargo, formarnos una visión casi exacta de la topografía del lugar. 

 

LO QUE HAY DEBAJO

Orígenes (siglo III) reporta, como de origen judía, la tradición relativa al sepulcro de Adán en el mismo lugar de la crucifixión de Jesús (Gólgota o Lugar del Cráneo): «de modo que, como todos mueren en Adán, todos puedan resucitar en Cristo». Un pequeño ábside al pie del Calvario (Capilla de adán) perpetúa este antiquísimo recuerdo de naturaleza simbólica. 

Eusebio de Cesárea, antes de los trabajos (327-335) emprendidos por orden del emperador Constantino, admite: «El lugar del Cráneo, donde Cristo fue crucificado, todavía hoy se muestra en Aelia, al norte del monte Sión», y esto no obstante que un culto idolátrico (de la diosa Venus/Afrodita) se había apropiado del lugar desde hacía mucho tiempo. Una cruz de mucho valor, que se perdiera en posteriores saqueos, no tardó en tomar lugar en la cima del montículo rocoso, considerado por los cristianos el ombligo o centro espiritual del mundo (Cirilo de Jerusalén, siglo IV).

El Emperador Adriano sofocó la revuelta en el 135 y decidió demoler toda la ciudad de Jerusalén con el objeto de borrar todos los lugares que podrían incitar a otra revuelta a los judios. El emperador prohibió la presencia judía en la nueva ciudad. Una comunidad gentil-cristiana siguió viviendo en Jerusalén y aseguraron la continuidad en la identificación de los lugares sagrados (el primer obispo de esta comunidad fue Marcos). 

De esta manera Adriano preparó una ciudad completamente nueva, estructurada de acuerdo a planes helenísticos y con el nuevo nombre de «Aelia Capitolina» («Aelia» en honor suyo y «Capitolina» porque contendría un Capitol para los dioses romanos). En este nuevo plan arquitectónico el Jardín del Gólgota resultó ser el centro de la nueva ciudad. Algunos autores insisten en decir que el área de este Jardín se convirtió en el Capitol de la nueva ciudad con altares para los tres más importantes dioses romanos – Júpiter en el centro flanqueado por Juno y Minerva. Otros, citando evidencias que aparecen en los escritos de Eusebio de Cesarea, insisten en que el templo fue dedicado a Afrodita. Ambas escuelas de pensamiento concuerdan en que un templo pagano se erigió en ese lugar. 

Fuentes literarias cristianas narran como el Jardín del Gólgota fue rellenado para estar a la altura del área para la construcción del nuevo templo romano. Esto es como Eusebio de Cesarea (265-340), nacido en Palestina, describe estos acontecimientos en su «Vida de Constantino» 

La desnuda roca del Calvario desenterrada bajo la Basílica

El mismo Eusebio de Cesárea refiere detalladamente las circunstancias que llevaron al descubrimiento de la tumba de Cristo, oculta bajo un poderoso terraplén del tiempo del emperador Adriano (135 d. C.): cuenta de hecho, cómo el emperador Constantino (un poco después del 325) había ordenado derribar el templo pagano y excavar en profundidad «y entonces, contra toda esperanza, apareció… el venerable y santísimo testimonio de la resurrección salvífica». Desde entonces, la tumba encontrada permaneció siempre venerada y, hasta la destrucción ordenada por el califa Hakem (1009) se la podía observar completamente excavada en la roca, siendo revestida de mármol sólo en el exterior (Arculfo, siglo VII).

De la basílica constantiniana tripartita (Martyrion, Tripórtico y Anástasis) permanece hoy solamente la rotonda de la Anástasis, aunque muchas veces restaurada, como un grandioso mausoleo sobre la tumba vacía de Cristo. El resto de la construcción (el ingreso por el sur, el Catholicon en centro, el deambulatorio y la capilla subterránea de Santa Helena) es obra cruzada (1141). El terremoto del 1927 lesionó gravemente el monumento; los trabajos de restauración, iniciados en 1960, dieron ocasión a ahondar más nuestro conocimiento sobre la historia y la topografía del lugar del período de Cristo.

Los franciscanos ofician en la basílica desde el siglo XIV junto con otros diversos ritos cristianos, con derechos dispuestos, según su placer, por los sultanes, primero el del Cairo y después (desde 1517) por el de Constantinopla, hasta el reconocimiento del «Statu quo» (1757 y 1852) orden férreo que todavía hoy regula la convivencia de las diversas comunidades. 

Fuente: Basílica del Santo Sepulcro 



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Un paseo por el Jardín de Getsemaní o Monte de los Olivos en Tierra Santa

Jardin de Getsemaní

Getsemaní está cargado de historia de salvación y sufrimiento. Sufrimiento físico y moral. Los dos sufrimientos que llevó Jesús. Aquí Jesús sufrió por toda la humanidad; por ti, por mí, por todos. ¡Nosotros también sufrimos! Qué nuestro sufrimiento no caiga en el vacío.

 

Tumba de la Virgen María

Casi paralela con la entrada a la capilla del Prendimiento se halla la llamada Tumba de Maria, el lugar que de acuerdo a una tradición milenaria fue sepultada María en el momento de su muerte y de allí asciende a los cielos. La tradición e Jerusalén ha colocado siempre el sepulcro de María en el torrente Cedrón según nos lo narran los apócrifos “Dormitio Virginis” y “Transitus Mariae” de los siglos II y III El testimonio más antiguo que poseemos de esta tumba data del siglo V en un documento copto.

La tumba de María, excavada en la roca, fue transformada en Santuario por el emperador Teodosio el Grande. Construida la iglesia superior por el emperador Mauricio en el siglo VI, todo el complejo inferior se convierte en una cripta. Los persas destruyen el templo. A la llegada de los cruzados se reconstruye de nuevo edificando al mismo tiempo un Monasterio-Fortaleza, Santa María en el Valle de Josafat. En 1187 los soldados de Saladino destruyen el templo y el monasterio, pero respetarán la cripta. Posteriormente van a utilizar las piedras del monasterio adyacente para construir las murallas de Jerusalén. El acceso a la cripta y la fachada es cuanto queda del tiempo de los cruzados.

Iglesia Rusa Santa Maria Magdalena

Subiendo un poco en el monte de los Olivos nos encontramos con la Iglesia Rusa de Santa María Magdalena, cuyas cúpulas en la forma típica de cebolla de los templos ortodoxos, destaca en todo el Monte. Fue construida por el Zar Alejandro III de Rusia en el año de 1888 en honor de su madre, pero su interior nunca fue terminado. No recuerda ningún hecho importante mencionado en la Sagrada Escritura. Su belleza, especialmente en los atardeceres, la hacen única en Jerusalén. Cercana a la iglesia de María Magdalena se halla el templo que nos recuerda el llanto de Jesús sobre Jerusalén, el Dominus flevit.

Tanto Marcos como, sobre todo Lucas, nos recuerdan el lamento de Jesús sobre Jerusalén: “Cuando se fue acercando, al ver la ciudad, lloró por ella, y dijo: ¡Si en este día comprendieras tú también los caminos de la paz! Pero tus ojos siguen cerrados. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán con trincheras, te cercarán y te atacarán por todas partes; te aplastarán a ti y a tus hijos dentro de tus murallas. No dejarán piedra sobre piedra en tu recinto por no haber reconocido el momento en que Dios ha venido a salvarte.” (Lucas 19, 41.44)

No existe un lugar concreto seguro relacionado con el llanto de Jesús sobre Jerusalén. Se sabe que en siglo XII ya había una capilla en la zona que conmemoraba el hecho. En el área se encuentra un cementerio judeocristiano, que data de los primeros momentos de la comunidad cristiana en Jerusalén. El templo actual fue construido en 1955 en el solar de la iglesia de un antiguo monasterio bizantino del que se conserva aún partes del mosaico original.

Torre de la Ascención del Señor

Siguiendo el camino del Monte de los Olivos nos encontramos con una torre que nos recuerda el lugar de la Ascensión de Jesús a los cielos, de acuerdo a lo narrado en el Nuevo Testamento. El único testimonio conservado en el evangelio que nos indica que la Ascensión tuvo lugar en el Monte de los Olivos nos lo presenta San Lucas, quien ubica el sitio junto al camino de Betania.

En la segunda mitad del siglo IV la noble romana Poemenia mandó construir en este lugar un edificio de planta circular a cielo descubierto y conocido con el nombre de IMBOMON, el cual fue posteriormente destruido por los persas en el siglo VII. Durante la época de los cruzados el conjunto sufrió una serie de alteraciones, levantándose un convento que fue encomendado a los Canónigos Regulares de San Agustín.

Todo fue destruido en el siglo XIII por los musulmanes a excepción de la parte central desde donde, según la Tradición, Jesús se eleva delante de sus discípulos y deja su huella marcada en la piedra. Los musulmanes convertirán la zona en una mezquita, la cual funciona hasta el día de hoy, permitiéndose la entrada a los cristianos para la veneración del lugar.

Monasterio de Pater Noster

Muy cercana a la torre de la Ascensión se encuentra la Iglesia del Padre Nuestro. El lugar que nos recuerda la enseñanza de Jesús a sus discípulos de la oración del Padre Nuestro se halla enclavado dentro de un monasterio de Carmelitas de Clausura fundado por la princesa de Tour d´Auvergne.

De acuerdo a una antigua tradición Jesús y sus discípulos estuvieron varias veces por la zona ya que se encuentra a mitad de camino entre Betfagé y Betania y Jerusalén. Allí les enseñó el Padre Nuestro. El recuerdo de tal enseñanza perduró largamente ya que cuando Elena, la madre de Constantino, llega a Tierra Santa todavía se hablaba de la enseñanza y manda construir una basílica a la cual le da el nombre de Eleona la cual fue destruida por los persas en el año 614. El culto continuó en la cripta, la cual con el tiempo se llegó a convertir en el cementerio de los obispos de Jerusalén.

En 1929 se comenzó a construir una iglesia en honor del Sagrado Corazón, la cual quedó inconclusa. A lo largo de las paredes del monasterio y de los patios interiores se han levantado unas lápidas en cerámica con la oración del Padre Nuestro en más de ciento treinta idiomas.

Y una vez recorrido el Monte de los Olivos entramos en la ciudad amurallada de Jerusalén, la que conserva la esencia y el recuerdo del rey David, los profetas, Jesús y sus discípulos, la gritería de los romanos, el llanto de sus habitantes al verla destruida.

A lo largo de sus más de tres mil años de historia la ciudad de David ha pasado por etapas de esplendor y de miseria, de gloria y de muerte, pero siempre se ha logrado levantar y sigue siendo la Ciudad de David, la Ciudad de la Paz, la Ciudad Eterna, paradigma de la Eternidad.

Para entrar en la ciudad vieja tenemos ocho puertas, siete de las cuales están abiertas y la octava se abrirá el día en que el Mesías venga, la Puerta Dorada, la de San Esteban o de los Leones, la Puerta de Herodes o de las Flores, La Puerta Nueva, la Puerta de Sión, la Puerta de Jaffa, la Puerta de las Basuras y la Puerta de Damasco.

La ciudad vieja está dividida en cuatro sectores, los cuales, a pesar de estar íntimamente ligados, conservan cada uno de ellos su propia personalidad.

Estos sectores lo son, en la zona Norte de la ciudad, el Barrio Árabe y el Barrio Cristiano, y en la zona Sur el Barrio Armenio y el Barrio Judío.

Según llegamos del Monte de los Olivos entramos en la ciudad a través de la Puerta de Los Leones o Puerta de San Esteban. Estos nombres le vienen por una serie de leones esculpidos en lo alto de la puerta. En tiempo de los cruzados se honró el martirio de San Esteban precisamente a la salida de esta puerta. Al poco de comenzar nuestro recorrido nos encontramos con la Iglesia de Santa Ana, la cual está edificada sobre la zona de la piscina probática del templo de Jerusalén. Entre los años 150 antes de nuestra era hasta el 70 de la era actual encontramos en la zona un lugar de curación. Se había edificado una cisterna y un serie de baños en unas grutas. Una multitud de enfermos buscaba allí la curación dado que no podían acercarse al templo a causa de sus enfermedades. Es allí, cerca de la puerta de las ovejas o Probática, donde Jesús va a llevar a cabo la curación de un paralítico de acuerdo a como lo vemos narrado en el evangelio de Juan:

Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén.

Estanque de Betesda

Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.

En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?

Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.

Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.

Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

Basílica de la Agonía o de las Naciones

Saliendo de la capilla del Dominus Flevit, se recorre una vereda empinada y estrecha y después de unos minutos de recorrido, se llega a Getsemaní. El recinto está amurallado. A la entrada, hay muchos vendedores palestinos.
Los franciscanos construyeron la actual basílica entre 1922 y 1924 sobre el emplazamiento de la primitiva bizantina que, en el año 614, destruyeron los persas y que reconstruyeron los cruzados en el siglo XII. Se llama basílica de la Agonía o basílica de las Naciones porque a su construcción contribuyeron, económicamente: España, Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Francia, Chile, Inglaterra y Méjico. Cada una de estas naciones tiene dedicada una cúpula de la basílica.

En el tímpano hay un enorme mosaico, visible a gran distancia, que representa a Jesús postrado de rodillas en tierra en actitud de súplica al Padre y de ofrecimiento de sus sufrimientos y de los de toda la humanidad, representada a sus lados por dos grupos de mujeres, hombres y niños. Debajo, sobre los capiteles de las columnas que dan acceso a pórtico, están las estatuas de los cuatro evangelistas.

La basílica tiene tres naves. Columnas de mármol sustentan doce cúpulas. La del centro es donación de la Adoración Nocturna de España. La iluminación es escasa. Se percibe una tenue luz violácea producida por la luz exterior que se filtra por amplios ventanales de alabastro translúcidos. La parte central es la única que está iluminada con luz artificial. En el ábside central, un mosaico reproduce a Jesús postrado en una roca entre olivos. En los ábsides laterales se representa el beso de Judas y la prisión de Jesús. Estas representaciones y el ambiente tenebroso de las naves ayudan a evocar la tristeza y angustia que allí sufrió Jesús e invitan al recogimiento y a la oración.

En el muro de la derecha hay un bloque de piedra en el lugar donde la tradición sitúa a los tres discípulos predilectos cuando escuchaban las palabras de Jesús: Mi alma siente angustias de muerte; quedaos aquí y orad conmigo para no entrar en tentación.

Interior del Huerto de los Olivos

Se puede visitar el huerto donde Jesús pasó las horas más amargas, angustiosas y tristes de su vida. Contemplamos los olivos milenarios de troncos anchos, rugosos, retorcidos, atormentados. Son los retoños de los que vieron la agonía de Jesús. Tito, cuando cercó Jerusalén, cortó todos los árboles, pero el olivo rebrota de su propia cepa. Un olivo, más joven, tiene un letrero que dice: plantado por el papa Pablo VI en su viaje a Tierra Santa.

Los estudios científicos realizados con carbono 14 certifican una antigüedad de 20 siglos a estos olivos. ¡Son los de la época de Cristo, los que presenciaron su agonía y su prendimiento! Son los olivos que contempló Jesús, testigos mudos de tan tremendos acontecimientos. ¡Si pudieran hablar, si pudiéramos escuchar las historias de que fueron testigos! Sería terrible, pero a la vez consolador.

Generalmente hay peregrinos de muchas naciones en todos los lugares de Getsemaní. Para celebrar la Eucaristía hay que esperar a que termine cada grupo. Hay un pasillo entre el huerto de olivos y la Basílica de la Agonía donde continuamente pasa grupos de peregrinos.

Cuando Jesús terminó de celebrar la última cena en el Cenáculo, descendió por el torrente Cedrón y vino aquí a Getsemaní. Se retiró de sus apóstoles a un tiro de piedra. A unos 100 metros de aquí está la gruta donde se quedaron los apóstoles. Velad y orad para no caer en tentación, les dijo. El se retiró a la roca que hoy está dentro de la basílica. Vive la escena con tal fuerza, siente una soledad tan terrible y tremenda que necesita la compañía de los suyos y va a buscarlos y los encuentra dormidos. Velad y orad para no caer en la tentación, les dice. La escena se repite así hasta la tercera vez que les dice: ya podéis dormir, haced lo que queráis, porque ya viene el que me va a entregar.

Gruta del Prendimiento

Junto al Huerto de los Olivos se encuentra la pequeña capilla dentro de una gruta natural que nos recuerda el prendimiento de Jesús. Ya desde el siglo IV era venerado este lugar como el del Prendimiento.

Entonces Judas viene con los esbirros y le da el beso, aquí, a 100 metros, en la Gruta del Prendimiento. Este es el lugar de sufrimiento de aquella noche trágica del jueves al viernes santo. Jesús vive ya la tragedia en su corazón. Es uno de los lugares que el papa Pablo VI vivió con gran fuerza cuando vino aquí como peregrino. Al llegar a la roca se arrodilló y de alguna manera se echó sobre ella. Creyeron que se había desmayado o que le había pasado algo. Pero cuando el secretario iba a ayudarle, dijo: No. Dejadme que quiero experimentar el dolor que Nuestro Señor vivió en este lugar.

Altar de la Roca de la Agonía

Generalmente se celebra la Eucaristía en el altar de la roca de la Agonía.

La roca está cercada por una corona de espinas de bronce con cálices, golondrinas y palomas de alas abatidas. Es la roca sobre la que Jesús, postrado rostro en tierra, oró y suplicó, con fuerte clamor y con lágrimas, al Padre, y la que se empapó con las gotas de sangre y las lágrimas que le caían de su frente.

Fuente: P. Tomas del Valle-Reyes y otras



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América Foros de la Virgen María Peregrinaciones y Santuarios

Alocuciones de Juan Pablo II peregrinando por los santuarios de América Latina

Desde su elección como Papa en 1978, Juan Pablo II visitó 26 países de América Latina, al que consideró el «continente de la esperanza» y de donde se llevó emocionantes recuerdos, según admitió en varias ocasiones.

Presentamos a continuación parte de homilías con contenido mariano, consagraciones y oraciones expresadas por él en esos viajes.

DE LA HOMILÍA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II EN LA CANONIZACIÓN DE JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN EN CIUDAD DE MÉXICO, 31 DE JULIO DE 2002

“Es conmovedor leer los relatos guadalupanos, escritos con delicadeza y empapados de ternura. En ellos la Virgen María, la esclava “que glorifica al Señor” (Lc 1, 46), se manifiesta a Juan Diego como la Madre del verdadero Dios. Ella le regala, como señal, unas rosas preciosas y él, al mostrarlas al Obispo, descubre grabada en su tilma la bendita imagen de Nuestra Señora”.
“El acontecimiento guadalupano -como ha señalado el Episcopado Mexicano- significó el comienzo de la evangelización con una vitalidad que rebasó toda expectativa. El mensaje de Cristo a través de su Madre tomó los elementos centrales de la cultura indígena, los purificó y les dio el definitivo sentido de salvación” (14.05.2002, n. 8). Así pues, Guadalupe y Juan Diego tienen un hondo sentido eclesial y misionero y son un modelo de evangelización perfectamente inculturada”.
“Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres” (Sal 32, 13), hemos recitado con el salmista, confesando una vez más nuestra fe en Dios, que no repara en distinciones de raza o de cultura. Juan Diego, al acoger el mensaje cristiano sin renunciar a su identidad indígena, descubrió la profunda verdad de la nueva humanidad, en la que todos están llamados a ser hijos de Dios en Cristo. Así facilitó el encuentro fecundo de dos mundos y se convirtió en protagonista de la nueva identidad mexicana, íntimamente unida a la Virgen de Guadalupe, cuyo rostro mestizo expresa su maternidad espiritual que abraza a todos los mexicanos. Por ello, el testimonio de su vida debe seguir impulsando la construcción de la nación mexicana, promover la fraternidad entre todos sus hijos y favorecer cada vez más la reconciliación de México con sus orígenes, sus valores y tradiciones”.

DE LA HOMILÍA DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II EN LA INAUGURACIÓN DEL NUEVO SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO 10 DE FEBRERO DE 1996

“Desde el 8 de septiembre de 1652, Santa María de Coromoto acompaña la fe de los indios y los blancos, de los mestizos y los negros de la tierra venezolana. A Ella, la Madre tan amada, le digo una vez más: «Tú que has entrado tan adentro en los corazones de los fieles a través de la señal de tu presencia, … vive como en tu casa en estos corazones, también en el futuro»”
“Si a lo largo de los siglos se han multiplicado en tantos lugares de la tierra los santuarios marianos, si son tan numerosos en América Latina y también aquí en Venezuela, entre los que destaca éste de Coromoto donde nos reunimos hoy, es precisamente porque para la Iglesia, para todos nosotros, es muy importante el testimonio materno de María sobre Cristo. Con su solicitud acompaña la difusión del Evangelio en todas las naciones. Este testimonio de María tiene una importancia particular para el continuo crecimiento y expansión de la Iglesia. María es Madre de la Iglesia porque es la Madre de Cristo.
¡Qué profundas son pues las razones para que vuestra Nación cristiana repita en este Santuario: «Tú eres el orgullo de nuestro pueblo»! (Jdt 15, 9)”.

A los pies de Nuestra Señora quiero depositar una vez más todas estas súplicas:
Virgen y Madre nuestra de Coromoto,
que siempre has preservado la fe del pueblo venezolano,
en tus manos pongo sus alegrías y esperanzas,
las tristezas y sufrimientos de todos tus hijos.
Implora sobre los Obispos y presbíteros los dones del Espíritu,
para que, fieles a sus promesas sacerdotales,
sean infatigables mensajeros de la Buena Nueva,
especialmente entre los más pobres y necesitados.
Infunde en los religiosos y religiosas
el ejemplo de tu entrega total a Dios,
para que en el servicio abnegado a los hermanos
los acompañen en sus trabajos y necesidades.
Madre de la Iglesia, alienta a los fieles laicos,
comprometidos en la Nueva Evangelización,
para que, con la promoción humana y
la evangelización de la cultura,
sean auténticos apóstoles en el Tercer Milenio.
Protege a todas las familias venezolanas
para que sean verdaderas iglesias domésticas,
donde se custodie el tesoro de la fe y de la vida,
se enseñe y se practique siempre la caridad fraterna.
Ayuda a los católicos a ser sal y luz para los demás,
como auténticos testigos de Cristo, presencia salvadora del Señor,
fuente de paz, de alegría y de esperanza.
Reina y Madre Santa de Coromoto,
ilumina a quienes rigen los destinos de Venezuela,
para que trabajen por el progreso de todos,
salvaguardando los valores morales y sociales cristianos.
Ayuda a todos y cada uno de tus hijos e hijas,
para que con Cristo, nuestro Señor y Hermano,
caminen juntos hacia el Padre
en la unidad del Espíritu Santo.
Amén.

SOLEMNE ACTO DE CONSAGRACIÓN DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II A LA VIRGEN DE LOS TREINTA TRES. FLORIDA (URUGUAY) 8 DE MAYO DE 1988

1. ¡Feliz porque has creído, Madre del Redentor!
Ante tu imagen sagrada, oh Virgen de los Treinta y Tres,
todo el pueblo del Uruguay,
que te reconoce como Madre y Patrona,
se confía unánime a mis labios para ensalzarte:
“¡Feliz porque has creído!”,
y con inefable gratitud te aclama Maestra de su fe.
Tu mirada bondadosa acompaña los caminos de evangelización
y sostiene con amor solícito
la peregrinación de fe y de esperanza
de todo el Pueblo de Dios en esta sierra,
que en ti pone su confianza, a ti encomienda sus aspiraciones,
su futuro de paz, de progreso, de fidelidad a Cristo.

2. ¡Bendita entre las mujeres! ¡Bendito el fruto de tu seno!
Madre del Verbo de la vida, Virgen de Nazaret,
te encomiendo encarecidamente en este día
todas las familias del Uruguay.
Que sean felices afianzando más y más
el vínculo indisoluble y sagrado del matrimonio;
que sean benditas porque respetan la vida que nace,
como don que viene de Dios,
desde el mismo seno materno.
Haz que cada familia sea de veras una iglesia doméstica,
–a imagen de tu hogar de Nazaret–,
donde Dios esté presente
para hacer llevadero el yugo suave de su ley que es siempre amor,
y donde los hijos puedan crecer en sabiduría y gracia,
sin que les falte el alimento, la educación, el trabajo.
Que el amor de todos los uruguayos hacia ti,
se traduzca en respeto y promoción de la mujer,
ya que eres espejo de su vocación y dignidad,
con la Iglesia y en la sociedad.

3. ¡Virgen del Magnificat, fiel a Dios y a la humanidad!
Te ofrezco y pongo bajo tu amparo la Iglesia entera del Uruguay,
los obispos y los sacerdotes,
particularmente los recién ordenados,
los religiosos y religiosas,
los seminaristas y novicios
y cuantos están dedicados
al servicio de la evangelización
y del progreso de este pueblo:
los catequistas, los laicos comprometidos, los jóvenes.
Tú que eres la imagen perfecta y viva de la libertad,
de la unión indisoluble entre el amor de Dios
y el servicio a los hermanos,
entre la evangelización y la promoción humana,
enséñanos a poner en práctica
el amor preferencial de Dios por los pobres y humildes.
Que toda la Iglesia del Uruguay,
bajo tu valiosa ayuda y ejemplo,
trabaje sin descanso por implantar
el Evangelio de las bienaventuranzas,
garantía de libertad, de progreso, de paz;
promueva la solidaridad con las demás naciones hermanas,
y todos los uruguayos vivan en armonía y concordia,
conscientes de ser hijos de Dios y hermanos en Cristo,
sellados por el mismo Espíritu,
miembros de la misma Iglesia
e hijos tuyos, Madre del Redentor.
Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II A LA VIRGEN SANTÍSIMA DE COPACABANA, LA PAZ (BOLIVIA) – 10 DE MAYO DE 1988

Madre santísima de Copacabana,
al concluir esta celebración litúrgica
en la que hemos orado unidos
por las familias bolivianas,
imploro sobre ellas tu protección maternal.
Tú, que desde tu santuario nacional
acompañas con mirada bondadosa el caminar de este pueblo,
alienta con tu intercesión poderosa
a las familias de Bolivia,
que hoy confío a tus cuidados.
Protege e inspira
a las madres de familia de esta noble tierra,
que con dedicación admirable atienden
y dan consistencia a sus hogares,
guían a sus hijos por el camino del bien
y buscan su dignidad en lo cristiano y en lo humano.
Ilumina también a los padres
para que sepan ser siempre, en su vida familiar y social,
ejemplos de rectitud,
educadores responsables de sus hijos,
modelo de respeto a los valores religiosos y morales
que hacen estable y sana la familia.
Cuídate en especial de los hijos para que, a imitación de Jesús,
crezcan en edad, en sabiduría y en gracia,
recibiendo y difundiendo en su propio hogar
el amor y el respeto entre todos.
Modela su corazón joven
a fin de que, con comprensión y generosidad,
robustezcan la unión familiar,
vivan en obediencia a los principios cristianos
y sean así el apoyo de sus padres
y la esperanza de la sociedad boliviana.
Vela, Madre, con particular ternura
sobre las familias campesinas, que sufren el azote de la pobreza,
sobre los hogares de los mineros,
sobre los relocalizados, los que no tienen pan ni trabajo,
los más pobres y abandonados,
para que experimenten tu consuelo
y la solidaridad de los demás.
Enseña, finalmente,
a todos tus hijos bolivianos,
sin distinción de origen étnico o extracción social,
la fidelidad a la fe cristiana,
la valentía en la adversidad,
la convivencia de la idéntica dignidad de hijos y hermanos,
el empeño para mejorar la patria común,
el compromiso por la honestidad y la justicia,
la esperanza en un mundo nuevo
en el que reinen de veras el amor y la paz. Amén

RADIOMENSAJE DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II AL PUEBLO BOLIVIANO DESDE EL SANTUARIO MARIANO NACIONAL DE COPACABANA (BOLIVIA) – 14 DE MAYO DE1988, DURANTE EL VIAJE APOSTÓLICO EN URUGUAY, BOLIVIA, LIMA Y PARAGUAY

Queridos hermanos y hermanas de Bolivia:
Llevo en mi corazón el gozo del encuentro con vosotros y el recuerdo consolador de vuestra fe y de vuestra vida cristiana. Al sobrevolar ahora el santuario mariano nacional de Copacabana, os dirijo gozoso y confiado este mensaje por radio, antes de dejar vuestro país.
Son las últimas palabras de mi viaje pastoral, mientras me siento todavía entre vosotros. Con ellas quisiera hacerme peregrino de amor al santuario de la Madre y Patrona de Bolivia, junto al pueblo católico boliviano.
A este lugar de gracia, Copacabana, donde la fe sembrada por religiosos dominicos, agustinos, franciscanos y sacerdotes diocesanos floreció en la presencia solícita y maternal de la Virgen de Candelaria, acudo yo también como peregrino entre los peregrinos. Quiero acompañar en su recorrido a los miles de devotos bolivianos, que como los antiguos romeros del Cusco, Juli, Potosí, Salta y tantos otros lugares, con todo medio de transporte o a pie, vienen a postrarse ante la Virgen Morena, la Virgen del Lago; de ese lago majestuoso que guarda tantas y tan antiguas tradiciones de vuestros pueblos.
En la meta del santuario, a los pies de la imagen bendita de María, Madre de Jesús y nuestra, no habiendo podido hacerlo físicamente, me postro espiritualmente, en este Año Mariano. Y quisiera que mi plegaria se uniese, hoy y siempre, a la de cada hermano y hermana de Bolivia:
Madre de Copacabana, Tú que en éste y en otros santuarios dedicados a ti recibes las súplicas y tantos testimonios de amor de tus hijos, los alientas en sus amarguras, inspiras sus deseos de conversión y les muestras a tu Hijo en brazos, haz que cada uno de nosotros encontremos el camino hacia Cristo; que recobremos el aliento para ayudar al hermano pobre, al que sufre, al que necesita paz y gracia. Tú, Madre de Candelaria, guíanos por el camino que conduce a Jesús, tu Hijo y Hermano nuestro, “luz para iluminar a todas las gentes”, Palabra del Padre y presencia del Espíritu.
Que el peregrinar a tu santuario no sea sólo para suplicarte dones de la tierra, sino también los dones del Espíritu que robustezcan la fe, acrecienten la esperanza, muevan a obras de caridad.
Enseña a tus hijos de Bolivia caminos de convivencia fraterna, de vida honesta, de moral renovada, de respeto a cada hermano, de compromiso con su patria.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Así sea.

SANTA MISA CELEBRADA POR EL SANTO PADRE JUAN PABLO II EN LA EXPLANADA DEL SANTUARIO MARIANO DE CAACUPÉ (PARAGUAY) – 18 DE MAYO DE 1988, DURANTE EL VIAJE APOSTÓLICO A URUGUAY, BOLIVIA, LIMA Y PARAGUAY

“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc 1, 28).

1. ¡Cuántas personas han saludado a María con estas venturosas palabras, pronunciadas par primera vez en Nazaret! ¡En cuántas lenguas y escritos de la gran familia humana!
“Llena de gracia”. Así se dirige el mensajero divino a la Virgen María.
Estas palabras son un eco de la eterna bendición con que Dios ha vinculado la humanidad redimida a su Eterno Hijo: “El nos eligió en la persona de Cristo antes de crear el mondo…, predestinándonos a ser sus hijos adoptivos” (Ef 1, 4-5).
Al aceptar la Virgen el mensaje traído por el ángel, la eterna bendición divina descendió con la virtud del Altísimo sobre Ella y la cubrió con su sombra: “Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.. María respondió: Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 31. 38).
Estamos viviendo en toda la Iglesia, amadísimos hermanos y hermanas, el Año Mariano. En este año dedicado a María, me es grato poder visitar el Pueblo de Dios que vive en esta tierra del Paraguay: un país, podríamos decir, eminentemente mariano, ya que en su geografía ha quedado claramente inscrito, en hermosa secuencia de nombres, el Evangelio de los misterios de María: Concepción, Encarnación, Asunción.
Che corazoité güivé, po ma maiteí; ha hianteté cheve Ñandeyara ta pende rovasá ha to hykuavó pende apytepe i mborayhú ha i ñe’e marangatú (De todo corazón os saludo y deseo que Dios os bendiga y derrame entre vosotros su amor y su palabra santa)

2. En este santuario nacional de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé quiero abrazar, en mi saludo de fe y amor a la Virgen, al Pastor de la diócesis, junto con todos los hermanos en el Episcopado que nos acompañan; asimismo saludo con afecto a los sacerdotes y seminaristas, a los religiosos y religiosas y a toda la Iglesia en el Paraguay que viene a este santuario como a su propio hogar, porque es la casa de la Madre común.
Contemplando la imagen bendita de Nuestra Señora de Caacupé, parece como si se rehiciera la misteriosa trama de una historia secular, en la que coincide felizmente para esta nación la llegada del mensaje cristiano de salvación y la presencia maternal de María en estas tierras.
Se ha cumplido también aquí lo que tantas veces hemos visto en otros lugares: con la llegada del Evangelio, anunciando a Cristo, se hace a la vez presente su Madre, que es también Madre de los discípulos de Jesús y que congrega a todos sus hijos en la Iglesia, que es la familia de Dios. De este modo se realiza sin cesar el misterio de la comunidad eclesial, reunida en torno a María, como en el Cenáculo.
Caacupé es el lugar que María misma quiso elegir –como atestiguan los sencillos signos y testimonios que nos ha transmitido la historia de este santuario– para quedarse en medio de vosotros, para fijar en medio de estas montañas su morada, con un gesto exquisito de amor maternal y de fidelidad a su misión universal.
Este santuario nacional, con su fuerza “atractiva y irradiadora”, es lugar bendito donde encontraréis siempre a la Madre que Cristo nos ha entregado en el testamento de amor de la cruz (cf Jn 19, 27) .
Peregrinar a Caacupé, como soléis hacer con tanto fervor en torno al 8 de diciembre, cuando desde los cuatro puntos cardinales del Paraguay venís para congregaros aquí, es ir a ese encuentro con la Madre de Dios para consolidar la fe y la gracia de Dios en vosotros, y poder abrir de par en par los espacios de vuestro corazón a Cristo, el Redentor (cf. Redemptoris Mater, 28)
Caacupé es el núcleo de esa geografía mariana, tan plásticamente expresada en los nombres de vuestras ciudades, que perpetúan la memoria de los principales misterios de María.
Por ello, os aliento a conservar con sano orgullo las mejores tradiciones y costumbres de vuestro pueblo, a cultivar el idioma, las expresiones artísticas y, sobre todo, a afianzar más y más el profundo sentimiento religioso. Defendiendo vuestra identidad, además de prestar un servicio, cumplís un deber: el deber de transmitir vuestra cultura y vuestros valores a las generaciones venideras. De este modo, la nación entera se sentirá enriquecida, al mismo tiempo que la común fe católica impulsará a todos a abrir el corazón a los hermanos, sin excluir a nadie, en un esfuerzo solidario por trabajar con tesón en favor de la patria y del bien común.
Es bien sabido, amados hermanos y hermanas, que tanto en la vida de los nativos como de los campesinos no faltan dificultades y problemas. No pocas veces han sido objeto de marginación y olvido. La Iglesia de hoy, como hizo la Iglesia del pasado con figuras como San Roque González, fray Luis Bolaños y tantos otros misioneros, quiere apoyar decididamente las demandas de respeto a sus legítimos derechos, sin por ello dejar de recordarles sus deberes.
Este caminar solidario con los hermanos, potenciando sus valores y animando desde dentro su cultura, ocupa una parte sustancial en la perspectiva y en la realidad cumplida por el misterio de la Encarnación. Misterio de una presencia de Dios entre nosotros, de una comunión de Dios con nosotros, de la unidad indisoluble entre el amor a Dios y el amor a los hermanos, porque con su Encarnación el Hijo de Dios “se ha unido en cierto modo con cada hombre” (Gaudium et spes, 22).
Los paraguayos han experimentado en lo íntimo la presencia continua de la Madre de Dios en este paraje, sereno y de singular belleza, casi oculto entre montes y cerros. Y han comprobado la eficacia de su mediación por los frutos de gracia y de santidad que desde aquí ha derramado sin cesar sobre su pueblo querido. En las horas difíciles de la historia de la nación, en los momentos de tribulación y de dolor, los paraguayos han dirigido su mirada hacia Caacupé, faro luminoso de su fe, en el cual han encontrado energías suficientes para motivar el heroísmo, la generosidad, la esperanza.
La mirada retrospectiva hacia el pasado de una maravillosa historia de fe, no nos exime del deber de una confrontación con los problemas presentes y con el futuro de la Iglesia y de la nación.
María, la mujer nueva, desde Caacupé, con su presencia eclesial, con su mediación materna, a la que con tanta hondura religiosa se encomiendan todos los paraguayos, os está diciendo que no se puede construir el futuro sin la luz del Evangelio.
Virgen de Caacupé, que irradias luz desde esta serranía, te pido de todo corazón que bendigas y que cuides en todo tiempo a esta nación paraguaya.

ACTO DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN CAACUPÉ, PRONUNCIADA POR EL SANTO PADRE JUAN PABLO II EN EL SANTUARIO MARIANO DE CAACUPÉ (PARAGUAY) 18 DE MAYO DE 1988

1. ¡Salve María, Estrella de la mañana!
Con todo el pueblo del Paraguay,
Santísima Virgen de Caacupé,
Purísima en tu Concepción Inmaculada,
Señora de los Milagros y Madre de la patria,
vengo a ratificar en tu presencia
la ofrenda de amor y de fidelidad
que te presentan agradecidos
los hijos de esta tierra
a quienes acompañas en su peregrinación en la fe.
Tu imagen nos habla de unión
entre Evangelio y cultura nativa,
del arraigo de la religiosidad popular,
del atractivo que ejercen desde siglos
tu nombre y tu santuario.

2. ¡Virgen Inmaculada, llena de gracia!
Ante tu imagen se inclinaron las generaciones pasadas,
y todos los paraguayos te reconocen como Patrona y guía.
En este día venturoso te ofrezco y te confío
la Iglesia entera del Paraguay,
los Pastores y los fieles,
los sacerdotes, los religiosos y religiosas,
los seglares, las familias, los jóvenes.
Encomiendo a tus solícitos cuidados la fidelidad del Paraguay
a su vocación y a sus raíces cristianas,
para que bajo tu continua protección
pueda alcanzar la plena realización
que Tú, María, nos indicas en tu Hijo
verdadero Dios y verdadero hombre.

3. ¡María de Nazaret, signo de consuelo y de esperanza!
A Ti que precedes y guías nuestro camino de fe,
nuestra peregrinación hacia el futuro,
encomendamos la nueva evangelización
que comienza en este santuario de Caacupé,
al igual que comenzó en Nazaret
con el misterio de la Encarnación,
y en el Cenáculo de Pentecostés
con la venida del Espíritu Santo.
Tú que eres primicia de la humanidad nueva,
salvaguarda los valores de la cultura autóctona,
la fe que arraiga en los corazones sencillos,
la profunda religiosidad del pueblo.

4. ¡Reina y Señora del Paraguay!
Reaviva en las mentes y en los corazones
el fervor de tus misterios,
grabados en lo más profundo
de nuestra fe y de nuestra cultura,
esos misterios que canta la geografía de la nación.
Tu Concepción: el amor del Padre que te llenó de gracia,
signo de la victoria sobre el pecado y sobre el mal.
La Encarnación: el misterio del Hijo de Dios hecho hombre,
la cercanía y el amor de nuestro Dios
que nos ha llegado por Ti.
Tu Asunción: el destino definitivo de la Iglesia
que resplandece en tu glorificación
a la derecha de Cristo, el Redentor Resucitado.
Hoy anhelamos y rogamos por tu intercesión
que toda la Iglesia del Paraguay,
reunida en torno a tu imagen,
como los Apóstoles en Pentecostés,
reciba una renovada efusión del Espíritu
para proclamar el Evangelio
con la entereza de una fe profunda
y la fecundidad del testimonio cristiano.
Sé Tú, oh María, el signo de la verdadera libertad
de todos los hijos de Dios en el Paraguay,
congregados en la unidad de la Iglesia
de la que Tú eres modelo perfecto
y Madre amorosa. Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN DE CHILE A LA VIRGEN DEL CARMEN PRONUNCIADO POR SU SANTIDAD JUAN PABLO II EN EL SANTUARIO NACIONAL DE MAIPÚ (SANTIAGO DE CHILE) 3 DE ABRIL DE 1987

1. Te bendecimos, ¡oh Dios nuestro!, Padre, Hijo y Espíritu
Santo, porque elegiste a María, desde antes de la creación del
mundo, para ser santa e inmaculada ante Ti por el amor.
En previsión de los méritos de Cristo,
la redimiste y constituiste Madre del mismo Redentor.
Por virtud del Espíritu Santo hiciste de Ella para siempre
templo de tu gloria, una nueva criatura,
primicia de la nueva humanidad.
¡Bendito seas por siempre, Señor!

2. ¡Bendita Tú entre las mujeres, Virgen María,
y bendito el fruto de tu seno, Jesús!
En Ti, la llena de gracia, se refleja la bondad de Dios
y el destino de la criatura humana,
para alabanza de la gloria de su gracia
con la que nos enriqueció en su Hijo muy amado,
que es nuestro Hermano e Hijo tuyo, Jesucristo.
Tú, la humilde sierva del Señor,
eres el modelo de los discípulos de Cristo
que consagran su vida a realizar la voluntad del Padre
para la venida de su reino.

3. ¡Santa María, Madre de Cristo,
Madre de Dios y Madre nuestra!
Bajo tu amparo nos acogemos,
a tu intercesión maternal nos confiamos.
Como Tú te consagraste totalmente a Dios,
nosotros, siguiendo tu ejemplo
y en comunión contigo,
nos consagramos a Cristo el Señor;
nos consagramos también a Ti, nuestro modelo,
porque queremos hacer en todo la voluntad del Padre,
y ser como Tú fieles a las inspiraciones del Espíritu.

4. ¡Virgen del Carmen de Maipú,
Reina y Patrona del pueblo chileno!
A tu corazón de Madre encomiendo la Iglesia
y todos los habitantes de Chile:
los Pastores y los fieles,
todos los hijos de esta nación.
Que bajo tu protección maternal,
Chile sea una familia unida en el hogar común,
una patria reconciliada en el perdón
y en el olvido de las injurias,
en la paz y en el amor de Cristo.
Tú que eres la Madre de la Vida verdadera,
enséñanos a ser testigos del Dios vivo,
del amor que es más fuerte que la muerte,
del perdón que disculpa las ofensas,
de la esperanza que mira hacia el futuro
para construir, con la fuerza del Evangelio,
la civilización del amor en una patria reconciliada y en paz.

5. ¡Santa María de la Esperanza,
Virgen del Carmen y Madre de Chile!
Extiende tu escapulario, como manto de protección,
sobre las ciudades y los pueblos, sobre la cordillera y el mar,
sobre hombres y mujeres, jóvenes y niños,
ancianos y enfermos, huérfanos y afligidos,
sobre los hijos fieles y sobre las ovejas descarriadas.
Tú, que en cada hogar chileno tienes un altar familiar,
que en cada corazón chileno tienes un altar vivo,
acoge la plegaria de tu pueblo, que ahora, con el Papa, de nuevo se consagra a Ti.
Estrella de los mares y Faro de luz,
consuelo seguro para el pueblo peregrino,
guía los pasos de Chile en su peregrinar terreno,
para que recorra siempre senderos de paz y de concordia,
caminos de Evangelio, de progreso, de justicia y libertad.
Reconcilia a los hermanos en un abrazo fraterno;
que desaparezcan los odios y los rencores,
que se superen las divisiones y las barreras,
que se unan las rupturas y sanen las heridas.
Haz que Cristo sea nuestra Paz,
que su perdón renueve los corazones,
que su Palabra sea esperanza y fermento en la sociedad.

6. ¡Madre de la Iglesia y de todos los hombres!
Inspira y conserva la fidelidad a Cristo
en la nación chilena y en el continente latinoamericano.
Mantén viva la unidad de la Iglesia bajo la cruz de tu Hijo.
Haz que los hombres de todos los pueblos,
reconozcan su mismo origen y su idéntico destino,
se respeten y amen como hijos del mismo Padre,
en Cristo Jesús, nuestro único Salvador,
en el Espíritu Santo que renueva la faz de la tierra,
para gloria y alabanza de la Santísima Trinidad.
Amén.

ACTO DE CONSAGRACIÓN DE ARGENTINA A LA VIRGEN DE LUJÁN PRONUNCIADO POR EL SANTO PADRE JUAN PABLO II EN BUENOS AIRES (ARGENTINA) 12 DE ABRIL DE 1987

1.¡Dios te salve, María, llena de gracia,
Madre del Redentor!
Ante tu imagen de la Pura y Limpia Concepción,
Virgen de Luján, Patrona de Argentina,
me postro en este día aquí, en Buenos Aires,
con todos los hijos de esta patria querida,
cuyas miradas y cuyos corazones convergen hacia Ti;
con todos los jóvenes de Latinoamérica
que agradecen tus desvelos maternales,
prodigados sin cesar en la evangelización del continente
en su pasado, presente y futuro;
con todos los jóvenes del mundo,
congregados espiritualmente aquí,
por un compromiso de fe y de amor;
para ser testigos de Cristo tu Hijo
en el tercer milenio de la historia cristiana,
iluminados por tu ejemplo, joven Virgen de Nazaret,
que abriste las puertas de la historia al Redentor del hombre,
con tu fe en la Palabra, con tu cooperación maternal.

2. ¡Dichosa tú porque has creído!
En el día del triunfo de Jesús,
que hace su entrada en Jerusalén manso y humilde,
aclamado como Rey por los sencillos,
te aclamamos también a Ti,
que sobresales entre los humildes y pobres del Señor;
son éstos los que confían contigo en sus promesas,
y esperan de E1 la salvación.
Te invocamos como Virgen fiel y Madre amorosa,
Virgen del Calvario y de la Pascua,
modelo de la fe y de la caridad de la Iglesia,
unida siempre, como Tú,
en la cruz y en la gloria, a su Señor.

3. ¡Madre de Cristo y Madre de la Iglesia!
Te acogemos en nuestro corazón,
como herencia preciosa que Jesús nos confió desde la cruz.
Y en cuanto discípulos de tu Hijo,
nos confiamos sin reservas a tu solicitud
porque eres la Madre del Redentor y Madre de los redimidos.
Te encomiendo y te consagro, Virgen de Luján,
la patria argentina, pacificada y reconciliada,
las esperanzas y anhelos de este pueblo,
la Iglesia con sus Pastores y sus fieles,
las familias para que crezcan en santidad,
los jóvenes para que encuentren la plenitud de su vocación,
humana y cristiana,
en una sociedad que cultive sin desfallecimiento
los valores del espíritu.
Te encomiendo a todos los que sufren,
a los pobres, a los enfermos, a los marginados;
a los que la violencia separó para siempre de nuestra compañía,
pero permanecen presentes ante el Señor de la historia
y son hijos tuyos, Virgen de Luján, Madre de la Vida.
Haz que Argentina entera sea fiel al Evangelio,
y abra de par en par su corazón
a Cristo, el Redentor del hombre,
la Esperanza de la humanidad.

4. ¡Dios te salve, Virgen de la Esperanza!
Te encomiendo a todos los jóvenes del mundo,
esperanza de la Iglesia y de sus Pastores;
evangelizadores del tercer milenio,
testigos de la fe y del amor de Cristo
en nuestra sociedad y entre la juventud.
Haz que, con la ayuda de la gracia,
sean capaces de responder, como Tú,
a las promesas de Cristo,
con una entrega generosa y una colaboración fiel.
Haz que, como Tú, sepan interpretar los anhelos de la humanidad;
para que sean presencia saladora en nuestro mundo
Aquel que, por tu amor de Madre, es para siempre
el Emmanuel, el Dios con nosotros,
y por la victoria de su cruz y de su resurrección
está ya para siempre con nosotros,
hasta el final de los tiempos.
Amén.

DE LA HOMILÍA DEL SANTO PADRE, JUAN PABLO II, DURANTE LA CONCELEBRACIÓN EUCARÍSTICA EN EL CAMPO “JUAN PABLO II” DE CHIQUINQUIRÁ (COLOMBIA) JULIO DE 1986

1. ¡Dichosa Tú que has creído! (cf. Lc 1, 45)
Como peregrino a tu santuario de Chiquinquirá, me postro ante Ti, oh Madre de Jesús, pronunciando las palabras con las que te saludó Isabel, la esposa de Zacarías, en el umbral de su casa.
2. ¡Dichosa Tú, que has creído!
Son muchos los lugares en la tierra desde los cuales los hijos del Pueblo de Dios, nacidos de la Nueva Alianza, te repiten a porfía las palabras de esta bienaventuranza: “Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre; ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mi?” (Lc 1, 42-43)
Y uno de esos lugares, que Tú has querido visitar, como la casa de Isabel, es éste: el santuario mariano del Pueblo de Dios en tierra colombiana.
Aquí en Chiquinquirá quisiste, oh Madre, disponer para siempre tu morada. Durante cuatro siglos, tu presencia vigilante y valerosa ha acompañado ininterrumpidamente a los mensajeros del Evangelio en estas tierras para hacer brotar en ellas, con la luz y la gracia de tu Hijo, la inmensa riqueza de la vida cristiana. Bien podemos repetir hoy, recordando las palabras de mi venerado predecesor el Papa Pío XII, que “Colombia es jardín mariano, entre cuyos santuarios domina, como sol entre las estrellas, Nuestra Señora de Chiquinquirá”.
Amadísimos hermanos y hermanas: Al cumplirse el cuarto centenario de la Renovación de esta venerada imagen, me sumo gozosamente a vosotros en esta peregrinación de fe y de amor. He venido a este lugar a postrarme a los pies de la Virgen, deseoso de confortaros en la fe, esto es, en la verdad de Jesucristo, de la cual forma parte la verdad de María y la verdadera devoción hacia Ella. Quiero también orar con vosotros por la paz y la prosperidad de esta amada nación, ante Aquella que proclamáis Reina de la Paz y que con afecto filial invocáis como Reina de Colombia.
3. En mi peregrinación a este santuario, quiero abrazar en mi saludo de fe y de amor a la Virgen, a todos cuantos están viviendo con vuestra presencia o en espíritu estos momentos de gracia: en primer lugar a mis hermanos en el Episcopado, en particular, a los Pastores de la provincia eclesiástica de Tunja: los obispos de Chiquinquirá, Duitama, Garagoa y Casanare. Asimismo a las autoridades, encabezadas por el Señor Presidente de la República; a los Pueblo de Dios que en este santuario de María se encuentra como en su propia casa, por ser casa de la Madre común. Mis manos se alargan, en aras de fervor mariano, para estrechar de modo singular en el mismo abrazo a todos vosotros, los campesinos, quienes a base de esfuerzo y de sudor cultiváis esta tierra, participando en el misterio de Dios, creador y providente: Dios que da la lluvia para que la tierra dé sus frutos (cf. Sal 85 [84], 13). …
La devoción a la Virgen María, tan firmemente arraigada en vuestra genuina religiosidad, tan popular, no puede y no debe ser instrumentalizada, por nadie; ni como freno a las exigencias de justicia y prosperidad que son propias de la dignidad de los hijos de Dios; ni como recurso para un proyecto puramente humano de liberación que muy pronto se revelaría ilusorio. La fe que los pobres ponen en Cristo y la esperanza de su reino tienen como modelo y protectora a la Virgen María.
María, aceptando la voluntad del Padre, abre el camino de la salvación y hace posible que con la presencia del reino de Dios se haga su voluntad en esta tierra así como ya se hace en el cielo. María, proclamando la fidelidad de Dios por todas las generaciones, asegura la victoria de los pobres y de los humildes; esa victoria que ya se refleja en su vida y por la cual todas las generaciones la llamarán bienaventurada (cf. Lc 1, 46-53).

ORACIÓN DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II A LA VIRGEN DEL ROSARIO, PRONUNCIADA EN LA BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ (COLOMBIA) EL 3 DE JULIO DE 1986

1. ¡Dios te salve María!
Te saludamos con el Ángel: Llena de gracia.
El Señor está contigo.
Te saludamos con Isabel: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¡Feliz porque has creído a las promesas divinas!
Te saludamos con las palabras del Evangelio: Feliz porque has escuchado la Palabra de Dios y la has cumplido.

2. Tú eres la ¡llena de gracia!
Te alabamos, Hija predilecta del Padre.
Te bendecimos, Madre del Verbo divino.
Te veneramos, Sagrario del Espíritu Santo.
Te invocamos, Madre y Modelo de toda la Iglesia.
Te contemplamos, imagen realizada de las esperanzas de toda la humanidad.

3. ¡EI Señor está contigo!
Tú eres la Virgen de la Anunciación, el Sí de la humanidad entera al misterio de la salvación.
Tú eres la Hija de Sión y el Arca de la nueva Alianza en el misterio de la visitación.
Tú eres la Madre de Jesús, nacido en Belén, la que lo mostraste a los sencillos pastores y a los sabios de Oriente.
Tú eres la Madre que ofrece a su Hijo en el templo, lo acompaña hasta Egipto, lo conduce a Nazaret.
Virgen de los caminos de Jesús, de la vida oculta y del milagro de Caná.
Madre Dolorosa del Calvario y Virgen gozosa de la Resurrección.
ú eres la Madre de los discípulos de Jesús en la espera y en el gozo de Pentecostés.

4. Bendita porque creíste en la Palabra del Señor,
porque esperaste en sus promesas,
porque fuiste perfecta en el amor.
Bendita por tu caridad premurosa con Isabel,
por tu bondad materna en Belén,
por tu fortaleza en la persecución,
por tu perseverancia en la búsqueda de Jesús en el templo,
por tu vida sencilla en Nazaret,
por tu intercesión en Caná,
por tu presencia maternal junto a la cruz,
por tu fidelidad en la espera de la resurrección,
por tu oración asidua en Pentecostés.
Bendita eres por la gloria de tu Asunción a los cielos
por tu materna protección sobre la Iglesia
por tu constante intercesión por toda la humanidad.

5. ¡Santa María, Madre de Dios!
Queremos consagrarnos a Ti.
Porque eres Madre de Dios y Madre nuestra.
Porque tu Hijo Jesús nos confió a todos a Ti.
Porque has querido ser Madre de esta Iglesia de Colombia y has puesto aquí en Chiquinquirá tu santuario.
Nos consagramos a Ti todos los que hemos venido a visitarte en esta celebración solemne de los cuatrocientos años de la renovación de tu imagen.
Te consagro toda la Iglesia de Colombia, con sus Pastores y sus fieles:
Los obispos, que a imitación del Buen Pastor velan por el pueblo que les ha sido encomendado.
Los sacerdotes, que han sido ungidos por el Espíritu.
Los religiosos y religiosas, que ofrendan su vida por el reino de Cristo.
Los seminaristas, que han acogido la llamada del Señor.
Los esposos cristianos en la unidad e indisolubilidad de su amor con sus familias.
Los seglares comprometidos en el apostolado.
Los jóvenes que anhelan una sociedad nueva.
Los niños que merecen un mundo más pacífico y humano.
Los enfermos, los pobres, los encarcelados, los perseguidos, los huérfanos, los desesperados, los moribundos.
Te consagro toda esta nación de Colombia de la que eres, Virgen de Chiquinquirá, Patrona y Reina.
Que resplandezcan en sus instituciones los valores del Evangelio.

6. ¡Ruega por nosotros pecadores!
Madre de la Iglesia, bajo tu patrocinio nos acogemos y a tu inspiración nos encomendamos.
Te pedimos por la Iglesia de Colombia, para que sea fiel en la pureza de la fe, en la firmeza de la esperanza, en el fuego de la caridad, en la disponibilidad apostólica y misionera, en el compromiso por promover la justicia y la paz entre los hijos de esta tierra bendita.
Te suplicamos que toda la Iglesia de Latinoamérica se mantenga siempre en perfecta comunión de fe y de amor, unida a la Sede de Pedro con estrechos vínculos de obediencia y de caridad.
Te encomendamos la fecundidad de la nueva evangelización, la fidelidad en el amor de preferencia por los pobres y la formación cristiana de los jóvenes, el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, la generosidad de los que se consagran a la misión, la unidad y la santidad de todas las familias.

7. “Ahora y en la hora de nuestra muerte”.
¡Virgen del Rosario, Reina de Colombia, Madre nuestra! Ruega por nosotros ahora.
Concédenos el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos.
Que cese la violencia y la guerrilla.
Que progrese y se consolide el diálogo y se inaugure una convivencia pacífica.
Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad.
Te lo pedimos a Ti a quien invocamos como Reina de la Paz.
¡Ahora y en la hora de nuestra muerte!
Te encomendamos a todas las víctimas de la injusticia y de la violencia, a todos los que han muerto en las catástrofes naturales, a todos los que en la hora de la muerte acuden a Ti como Madre y Patrona.
Sé para todos nosotros, Puerta del Cielo, vida, dulzura y esperanza, para que juntos podamos contigo glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
¡Amén!

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO A LA VIRGEN DE COROMOTO, PRONUNCIADA POR SANTO PADRE JUAN PABLO II, EN CARACAS, 27 DE ENERO DE 1985

Y ahora con gran confianza en su maternal ayuda queremos hacer esta mañana el acto de ofrecimiento de todos los hijos de Venezuela a Nuestra Señora de Coromoto.
A Ti, Madre Santísima, que has sido la protectora de la fe del pueblo venezolano, te confío hoy la fe de este pueblo. Defiéndela contra los peligros del laicismo, de los ataques que la amenazan, del consumismo, de la visión horizontalista de la vida que atenta contra su vigor.
En tus manos, oh María, Madre de Cristo y nuestra, pongo las alegrías y las tristezas, las esperanzas y sufrimientos, los desvelos y necesidades de todas las familias venezolanas. Cuida en ellas la vida, aun la no nacida, protege a sus niños y jóvenes, conforta a sus enfermos y ancianos, aumenta el amor de los esposos, para que caminen siempre en la luz de tu Hijo y busquen la estabilidad de su unión en el sacramento. Asiste asimismo a las familias emigrantes, especialmente a las venidas de Cuba, de la República Dominicana, de Colombia, del Ecuador y de Europa, que son las más numerosas.
Te encomiendo, oh María, Madre de la Iglesia, a los ministros de tu Hijo, a las almas consagradas, a los que sintieron la llamada a su servicio y al de sus hermanos. Alienta sus anhelos apostólicos, afianza su fidelidad, inspírales deseos de santidad, acompaña su generosa entrega eclesial. Te confío también el problema de la escasez de vocaciones.
Inspira a esta Iglesia para que redoble su vitalidad, suscitando en su seno abundantes y selectas vocaciones. Bendice a cuantos con su trabajo honrado procuran el bienestar de los hermanos: al campesino y al obrero, al empresario y al artesano, a los profesionales y a quienes tienen responsabilidades de dirección en la sociedad. Ayúdales a ejercer su misión con gran sentido de honradez, diligencia y moralidad, escuchando el fuerte clamor de justicia que brota de tantos corazones.
Virgen Santa de Coromoto, en unión colegial con mis hermanos obispos de Venezuela, te pido: ilumina los destinos de Venezuela; guía esta noble nación, por los caminos de la paz y del progreso cristiano; ayuda a todos sus hijos, para que de la mano con Cristo, nuestro Señor y Hermano, caminen hacia el Padre común en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

DE LA HOMILÍA DURANTE LA SANTA MISA CELEBRADA POR EL SANTO PADRE JUAN PABLO II EN EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE SUYAPA EN TEGUCIGALPA (HONDURAS), 8 DE MARZO DE 1983

Un mismo nombre, María, modulado con diversas advocaciones, invocado con las mismas oraciones, pronunciado con idéntico amor. En Panamá se la invoca con el nombre de la Asunción; en Costa Rica, Nuestra Señora de los Ángeles; en Nicaragua, la Purísima; en El Salvador se la invoca como Reina de la Paz; en Guatemala se venera su Asunción gloriosa; Belice ha sido consagrada a la Madre de Guadalupe y Haití venera a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Aquí, el nombre de la Virgen de Suyapa tiene sabor de misericordia por parte de María y de reconocimiento de sus favores por parte del pueblo hondureño…
5. Queridos hermanos e hijos de este pueblo de Honduras, de donde han salido preciosas iniciativas de catequesis y de proclamación de la Palabra, para llevar el Evangelio a los más pobres y sencillos a quienes Jesús reconoce esa sabiduría que viene del Padre (cf. Lc 10, 21): Quisiera resumiros en dos palabras la sublime lección del Evangelio de María: La Virgen es Madre; la Virgen es Modelo.
No podemos acoger plenamente a la Virgen como Madre sin ser dóciles a su palabra, que nos señala a Jesús como Maestro de la verdad que hay que escuchar y seguir: “Haced lo que El os diga”. Esta palabra repite continuamente María, cuando lleva a su Hijo en brazos o lo indica con su mirada. …
“He aquí a tu Madre”. El Papa peregrino os repite la palabra de Jesús. Acogedla en vuestra casa; aceptada como Madre y Modelo. Ella os enseñará los senderos del Evangelio. Os hará conocer a Cristo y amar a la Iglesia; os mostrará el camino de la vida; os alentará en vuestras dificultades. En Ella encuentra siempre la Iglesia y d cristiano un motivo de consuelo y de esperanza, porque “Ella precede con su luz al Pueblo de Dios peregrino en esta tierra, como signo de esperanza cierta y de consuelo hasta que llegue el día del Señor” (cf. Lumen Gentium, 68).
Con esta esperanza, como signo de compromiso filial por parte de todos y como manifestación de la confianza que hemos depositado en María, Madre y Modelo, quiero dirigir a la Virgen nuestra Señora esta plegaria de ofrecimiento de todos los pueblos de América Central que he visitado en mi viaje apostólico:
Ave, llena de gracia, bendita entre las mujeres, Madre de Dios y Madre nuestra, Santa Virgen María.
Peregrino por los países de América Central, llego a este santuario de Suyapa para poner bajo tu amparo a todos los hijos de estas naciones hermanas, renovando la confesión de nuestra fe, la esperanza ilimitada que hemos puesto en tu protección, el amor filial hacia ti, que Cristo mismo nos ha mandado.
Creemos que eres la Madre de Cristo, Dios hecho hombre, y la Madre de los discípulos de Jesús. Esperamos poseer contigo la bienaventuranza eterna de la que eres prenda y anticipación en tu Asunción gloriosa. Te amamos porque eres Madre misericordiosa, siempre compasiva y clemente, llena de piedad.
Te encomiendo todos los países de esta área geográfica. Haz que conserven, como el tesoro más precioso, la fe en Jesucristo, el amor a ti, la fidelidad a la Iglesia.
Ayúdales a conseguir, por caminos pacíficos, el cese de tantas injusticias, el compromiso en favor del que más sufre, el respeto y promoción de la dignidad humana y espiritual de todos sus hijos.
Tú que eres la Madre de la paz, haz que cesen las luchas, que acaben para siempre los odios, que no se reiteren las muertes violentas. Tú que eres Madre, enjuga las lágrimas de los que lloran, de los que han perdido a sus seres queridos, de los exiliados y lejanos de su hogar; haz que quienes pueden, procuren el pan de cada día, la cultura, el trabajo digno.
Bendice a los Pastores de la Iglesia, a los sacerdotes, a los diáconos, a los religiosos y religiosas, a los seminaristas, catequistas, laicos apóstoles y delegados de la Palabra. Que con su testimonio de fe y de amor sean constructores de esa Iglesia de la que tú eres Madre.
Bendice a las familias, para que sean hogares cristianos donde se respete la vida que nace, la fidelidad del matrimonio, la educación integral de los hijos, abierta a la consagración a Dios. Te encomiendo los valores de los jóvenes de estos pueblos; haz que encuentren en Cristo el modelo de entrega generosa a los demás; fomenta en sus corazones el deseo de una consagración total al servicio del Evangelio.
En este Año Santo de la Redención que vamos a celebrar, concede a todos los que se han alejado, el don de la conversión; y a todos los hijos de la Iglesia, la gracia de la reconciliación; con frutos de justicia, de hermandad, de solidaridad.
Al renovar nuestra entrega de amor a ti, Madre y Modelo, queremos comprometernos, como tú te comprometiste con Dios, a ser fieles a la Palabra que da la vida.
Queremos pasar del pecado a la gracia, de la esclavitud a la verdadera libertad en Cristo, de la injusticia que margina a la justicia que dignifica, de la insensibilidad a la solidaridad con quien más sufre, del odio al amor, de la guerra que tanta destrucción ha sembrado, a una paz que renueve y haga florecer vuestras tierras.
Señora de América, Virgen pobre y sencilla, Madre amable y bondadosa, tú que eres motivo de esperanza y de consuelo, ven con nosotros a caminar, para que juntos alcancemos la libertad verdadera en el Espíritu que te cubrió con su sombra;. en Cristo que nació de tus entrañas maternas; en el Padre que te amó y te eligió como primicia de la nueva humanidad. Amén.

ACTO DE OFRECIMIENTO A LA VIRGEN DE LUJÁN DURANTE LA SANTA MISA CELEBRADA POR EL SANTO PADRE JUAN PABLO II EN EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN EN BUENOS AIRES (ARGENTINA) 11 DE JUNIO DE 1982

A la Madre de Cristo y Madre de cada uno de nosotros queremos pedir que presente a su Hijo el ansia actual de nuestros corazones doloridos y sedientos de paz.
A Ella que, desde los años de 1630, acompaña aquí maternalmente a cuantos se la acercan para implorar su protección, queremos suplicar hoy aliento, esperanza, fraternidad.
Ante esta bendita imagen de María, a la que mostraron su devoción mis predecesores Urbano VIII, Clemente XI, León XIII, Pío XI y Pío XII, viene también a postrarse, en comunión de amor filial con vosotros, el Sucesor de Pedro en la cátedra de Roma.
La tradición del santuario de Luján ha colocado estas palabras en el centro mismo de la liturgia, a cuya participación invita a todos los peregrinos. Es como si quisiera decir: aprended a mirar al misterio que constituye la gran perspectiva para los destinos del hombre sobre la tierra, y aun después de la muerte. Sabed ser también hijos e hijas de esta Madre, que Dios en su amor ha dado al propio hijo como Madre.
Aprended a mirar de esta manera, particularmente en los momentos difíciles y en las circunstancias de mayor responsabilidad; hacedlo así en este instante en que el Obispo de Roma quiere estar entre vosotros como peregrino, rezando a los pies de la Madre de Dios en Luján, santuario de la nación argentina.
Al santuario de Luján hemos venido hoy en el espíritu de esa entrega. Y yo – Obispo de Roma – vengo también para pronunciar este acto de ofrecimiento a Ti de todos y cada uno.
De manera especial te confío todos aquellos que, a causa de los recientes acontecimientos, han perdido la vida: encomiendo sus almas al eterno reposo en el Señor. Te confío asimismo los que han perdido la salud y se hallan en los hospitales, para que en la prueba y el dolor sus ánimos se sientan confortados.
Te encomiendo todas las familias y la nación. Que todos sean partícipes de esta elevación del hombre en Cristo proclamada por la liturgia de hoy. Que vivan la plenitud de la fe, la esperanza y la caridad como hijos e hijas adoptivos del Padre Eterno en el Hijo de Dios.
Que por tu intercesión, oh Reina de la paz, se encuentren las vías para la solución del actual conflicto, en la paz, en la justicia y en el respeto de la dignidad propia de cada nación.
Escucha a tus hijos, muéstrales a Jesús, el Salvador, como camino, verdad, vida y esperanza. Así sea.

DE LA HOMILÍA DE LA SANTA MISA CELEBRADA POR EL SANTO PADRE JUAN PABLO II EN LA BASÍLICA DE GUADALUPE (MÉXICO) 27 DE ENERO DE 1979

1. ¡Salve, María!
CUÁN PROFONDO es mi gozo, queridos Hermanos en el Episcopado y amadísimos hijos, porque los primeros pesos de mi peregrinaje, como Sucesor de Pablo VI y de Juan Pablo I, me traen precisamente aquí. Me traen a Ti, María, en este Santuario del pueblo de México y de toda América Latina, en el que desde hace tantos siglos se ha manifestado tu maternidad.
Congregados aquí el Sucesor de Pedro y los sucesores de los Apóstoles, nos damos cuenta de cómo esas palabras se han cumplido, de manera admirable, en esta tierra.
En efecto, desde que en 1492 comienza la gesta evangelizadora en el Nuevo Mundo, apenas una veintena de años después llega la fe a México. Poco más tarde se crea la primera sede arzobispal regida por Juan de Zumárraga, a quien secundarán otras grandes figuras de evangelizadores, que extenderán el cristianismo en muy amplias zonas. …
De hecho los primeros misioneros llegados a América, provenientes de tierras de eminente tradición mariana, junto con los rudimentos de la fe cristiana van enseñando el amor a Ti, Madre de Jesús y de todos los hombres. Y desde que el indio Juan Diego hablara de la dulce Señora del Tepeyac, Tú, Madre de Guadalupe, entras de modo determinante en la vida cristiana del pueblo de México. No menor ha sido Tu presencia en otras partes, donde Tus hijos te invocan con tiernos nombres, como Nuestra Señora de la Altagracia, de la Aparecida, de Luján y tantos otros no menos entrañables, para no hacer una lista interminable, con los que en cada Nación y aun en cada zona los pueblos latinoamericanos Te expresan su devoción más profunda y Tú les proteges en su peregrinar de fe.
El Papa – que proviene de un País en el que tus imágenes, especialmente una: la de Jasna Gora, son también signo de Tu presencia en la vida de la nación, en su azarosa historia – es particularmente sensible a este signo de Tu presencia aquí, en la vida del Pueblo de Dios en México, en su historia, también ella no fácil y a veces hasta dramática. Pero estás igualmente presente en la vida de tantos otros pueblos y naciones de América Latina, presidiendo y guiando no sólo su pasado remoto o reciente, sino también el momento actual, con sus incertidumbres y sombras. Este Papa percibe en lo hondo de su corazón los vínculos particulares que Te unen a Ti con este Pueblo y a este Pueblo contigo. Este Pueblo, que afectuosamente Te llama “ la Morenita ”. Este Pueblo – e indirectamente todo este inmenso Continente – vive su unidad espiritual gracias al hecho de que Tú eres la Madre.Una Madre que, con su amor, crea, conserva, acrecienta espacios de cercanía entre sus hijos….
4. Permite pues que yo, Juan Pablo II, Obispo de Roma y Papa, junto con mis Hermanos en el Episcopado que representan a la Iglesia de México y de toda la América Latina, en este solemne momento, confiemos y ofrezcamos a Ti, sierva del Señor, todo el patrimonio del Evangelio, de la Cruz, de la Resurrección, de los que todos nosotros somos testigos, apóstoles, maestros y obispos.

¡Oh Madre! Ayúdanos a ser fieles dispensadores de los grandes misterios de Dios. Ayúdanos a enseñar la verdad que Tu Hilo ha anunciado y a extender el amor, que es el principal mandamiento y el primer fruto del Espíritu Santo. Ayúdanos a confirmar a nuestros hermanos en la fe, ayúdanos a despertar la esperanza en la vida eterna. Ayúdanos a guardar los grandes tesoros encerrados en les almas del Pueblo de Dios que nos ha sido encomendado.
Te ofrecemos todo este Pueblo de Dios. Te ofrecemos la Iglesia de México y de todo el Continente. Te la ofrecemos como propiedad Tuya. Tú que has entrado tan adentro en los corazones de los fieles a traves de la señal de Tu presencia, que es Tu imagen en el Santuario de Guadalupe, vive como en Tu casa en estos corazones, también en el futuro. Sé uno de casa en nuestras familias, en nuestras parroquias, misiones, diócesis y en todos los pueblos.
Y hazlo por medio de la Iglesia Santa, la cual, imitándote a Ti, Madre, desea ser a su vez una buena madre, cuidar a les almas en todas sus necesidades, enunciando el Evangelio, administrando los Sacramentos, salvaguardando la vida de les familias mediante el sacramento del Matrimonio, reuniendo a todos en la comunidad eucarística por medio del Santo Sacramento del altar, acompañándolos amorosamente desde la cuna hasta la entrada en la eternidad.
¡Oh Madre! Despierta en les jóvenes generaciones la disponibilidad al exclusivo servicio a Dios. Implora para nosotros abundantes vocaciones locales al sacerdocio y a la vida consagrada.
¡Oh Madre! Corrobora la fe de todos nuestros hermanos y hermanas laicos, para que en cada campo de la vida social, profesional, cultura! y política, actúen de acuerdo con la verdad y la ley que Tu Hijo ha traído a la humanidad, para conducir a todos a la salvación eterna y, al mismo tiempo, para hacer la vida sobre la sierra más humana, más digna del hombre.
La Iglesia que desarrolla su labor entre les naciones americanas, la Iglesia en México, quiere servir con todas sus fuerzas esta causa sublime con un renovado espíritu misionero. ¡Oh Madre! haz que sepamos servirla en la verdad y en la justicia. Haz que nosotros mismos sigamos este camino y conduzcamos a los demás, sin desviarnos jamás por senderos tortuosos, arrastrando a los otros.
Te ofrecemos y confiamos todos aquellos y todo aquello que es objeto de nuestra responsabilidad pastora!, confiando que Tú estarás con nosotros, y nos ayudarás a realizar lo que Tu Hijo nos ha mandado. Te traemos esta confianza ilimitada y con ella, yo, Juan Pablo II, con todos mis Hermanos en el Episcopado de México y de América Latina, queremos vincularte de modo todavía más fuerte a nuestro ministerio, a la Iglesia y a la vida de nuestras naciones. Deseamos poner en Tus manos nuestro entero porvenir, el porvenir de la evangelización de América Latina.
¡Reina de los Apóstoles! Acepta nuestra prontitud a servir sin reserva la causa de Tu Hijo, la causa del Evangelio y la causa de la paz, basada sobre la justicia y el amor entre los hombres y entre los pueblos.
¡Reina de la Paz! Salva a les Naciones y a los Pueblos de todo el Continente, que tanto confían en Ti, de les guerras, del odio y de la subversión.
Haz que todos, gobernantes y súbditos, aprendan a vivir en paz, se eduquen para la paz, hagan cuanto exige la justicia y el respeto de los derechos de todo hombre, para que se consolide la paz.
Acepta esta nuestra confiada entrega, oh sierva del Señor. Que tu materna! presencia en el misterio de Cristo y de la Iglesia se convierta en fuente de alegría y de libertad para cada uno y para todos; fuente de aquella libertad por medio de la cual “ Cristo nos ha liberado ”, y finalmente fuente de aquella paz que el mundo no puede dar, sino que sólo la da El, Cristo.
Finalmente, oh Madre, recordando y confirmando el gesto de mis Predecesores Benedicto XIV y Pío X, quienes Te proclamaron Patrona de México y de toda la América Latina, Te presento una diadema en nombre de todos tus hijos mexicanos y latinoamericanos, para que los conserves bajo tu protección, guardes su concordia en la fe y su fidelidad a Cristo, Tu Hijo. Amén.



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La Basílica de la Anunciación de Nazareth

Basilica de la Anunciacion fachada

A pesar de la importancia de Nazaret en la vida de Jesús y sus padres, no se convirtió de inmediato en un lugar de peregrinaje cristiano. El primer santuario fue probablemente erigido a mediados del siglo IV.

Egeria, una peregrina cristiana que visitó Nazaret en el año 383, vio «una gran y muy espléndida gruta en la que vivió María y en la que se ubicó un altar». Se trata probablemente de la más grande de las cavernas consagradas en la gruta de la actual Basílica de la Anunciación. Según la tradición católica romana, ése es el lugar en el que el ángel Gabriel apareció a María.

Hacia el año 570 se construyó una iglesia en ese lugar. Se encontró un mosaico escrito en griego del siglo IV o V, con la dedicatoria: «Para Conon, diácono de Jerusalem».

Los peregrinos que llegaban a Nazaret en el período bizantino veían también una cueva con un manantial del cual María extraía agua (posiblemente el manantial ubicado debajo de la actual Iglesia Ortodoxa Griega del Arcángel Gabriel), y la «sinagoga» en la que Jesús leyera el libro del profeta Isaías. Varios relatos mencionan la construcción de iglesias en estos tres lugares. Estas iglesias antiguas sobrevivieron aparentemente la conquista árabe, porque el peregrino Arculfo, un obispo de Gaul que visitó el lugar en el año 670, vio dos «iglesias muy grandes» en la ciudad. Pero en 1099, en tiempos de la conquista cruzada, todos los santos lugares cristianos en Nazaret estaban en ruinas.

El caballero normando Tancredo, príncipe de Galilea, ordenó de inmediato la construcción de una nueva catedral sobre la cueva ubicada en el centro de la ciudad. Esa fue la iglesia más grande erigida por los cruzados y el peregrino anglosajón Saewulf, que la visitara en 1102, la describió como «un monasterio muy noble» (e informó también que la ciudad había sido totalmente arrasada por los sarracenos). Esta catedral cruzada fue aparentemente dañada por el teremoto de 1170. Las reparaciones empezaron, pero no habían concluido todavía cuando los cruzados fueron derrotados en la batalla de Hittín y expulsados de la ciudad.

Una serie de tratados posteriores permitió que continuara el peregrinaje cristiano a la Gruta de la Anunciación durante el siglo siguiente, aún después de 1263, cuando la ciudad fue saqueada y las iglesias destruidas por orden del sultán mameluco Baybars. La posibilidad de continuar el peregrinaje llegó a su fin en 1291, con la caída de Acre y la expulsión final de los cruzados de los asentamientos y fortalezas francas restantes a lo largo de la costa.

La presencia eclesiástica católica romana en Nazaret no se restableció hasta 1620, cuando el emir druso Fakhr-a-Din autorizó a los padres franciscanos a adquirir las ruinas de la catedral y la gruta cruzada. En 1730 los franciscanos obtuvieron un firmán (decreto) del sultán otomano que les permitía construir una nueva iglesia en ese lugar. La estructura fue agrandada en 1877 y completamente demolida en 1955, para permitir la construcción de una nueva basílica. Antes de empezar la actual edificación, el Studium Biblicum Franciscanum (Jerusalem) realizó una exhaustiva investigación arqueológica del lugar.

Planeada por el arquitecto Giovanni Muzio, la actual Basílica de la Anunciación está construida en dos niveles. El nivel superior sigue el contorno de la catedral cruzada del siglo XII (una nave flanqueada por dos pasillos) y reconstruye parcialmente los ábsides de la parte oriental. El nivel inferior conserva la gruta bizantina.

Nazareth Basilica de la Anunciacion

La nueva basílica, el santuario cristiano más grande en el Medio Oriente, fue consagrada en 1964 por el Papa Paulo VI durante su histórica visita a la Tierra Santa y santificada el 23 de marzo de 1969. Un segundo servicio ecuménico llevado a cabo dos días después incluyó la participación de prelados y clérigos de las iglesias ortodoxa griega, armenia, copta, etíope, siria y luterana.

 

LA GRUTA Y LAS EDIFICACIONES ANEXAS

Los indicios más interesantes en torno a la Casa santa de María se refieren a la edificación prebizantina en el espacio de delante de la Gruta. Las remodelaciones intentaban facilitar la devoción de los fieles y peregrinos.

Gruta de la Basílica de la Anunciacion

Queda el muro bajo y un ángulo, con revoques en los sillares, de lo que debió de ser una «domus-ecclesia» porticada, quizá una sinagoga judeocristiana de planta rectangular.

La fecha tope sería de comienzo del período bizantino, anterior a la influencia de Bizancio, es decir, cuando el conde José de Tiberíades pide permiso al Emperador para construir una iglesia en Nazaret (330 ?), aunque no consta que llegará a erigirla.

El pequeño rincón martirial parece erigido a finales del siglo III por los devotos o parientes de San Conón, «pariente del Señor», martirizado hacia el año 250. La gruta está pensada como un martyrium, con pinturas y grafitos sobre de revoque mural. Si esta capilla es del siglo III, Ia veneración del lugar ha de remontarse a tiempos anteriores.

También parece prebizantino el baptisterio, pues la basílica tiene un nivel más elevado y otra orientación. El pavimento basilical seria datable a principios del siglo V, antes del año 427 (año del decreto de Teodosio II prohibiendo las cruces en el suelo). Las fuentes no permiten tanta precisión, pues el primero que habla de una iglesia en este «lugar de Maria» es el anónimo de Piacenza (s. VI).

Peregrinos de lengua griega, llegados a la «sinagoga» judeocristiana durante los primeros siglos, fueron dejando constancia de la veneración del lugar con inscripciones y grafitos, como el XE MARIA (Ave María), que prueban la existencia de una comunidad judeocristiana en Nazaret, enlazable con la iglesia posterior a los apóstoles y continuada por los cristianos de la gentilidad bizantina. A estos últimos (s. IV-V) pertenecería el mosaico del diácono Conón de Jerusalén, con inscripción griega también.

Nazareth Basilica de la Anunciacion, altar frente a la Gruta

Las conclusiones arqueológicas a que llega eI P. Bagatti son las siguientes:

1) Nazaret era un poblado milenario de unas 45 grutas, de tipo agrícola; dos de ellas -la de María y la de José- pasaron a ser lugares de culto y, más tarde, iglesias. Queda parte de ambas grutas.

2) La proximidad de la gruta de María da sentido a la sinagoga-iglesia de los judeocristianos en época prebizantina. Restos de ella pueden ser el baptisterio y el martyrium (con piedras revocadas, grafitos simbólicos, inscripciones y pinturas).

3) Como en el caso de Cafarnaún, los judeo-cristianos constituyen una comunidad fuerte, por lo que los restos de la iglesia bizantina y el monasterio habría que datarlos a principios del s. V, reutilizando algunos elementos de la etapa anterior.

4) La estructura bizantina eleva el nivel, entierra materiales de construcción más antigua incluso grafitos tan importantes como el de XE MARIA y el del «Lugar de María» y cambia la orientación de la iglesia, sin reparar en el valor documental de lo derribado. No se olvide, por ejemplo, que el grafito del «XE MARIA», en griego, es de incomparable valor por ser muy anterior al año 431, en que el concilio de Efeso proclamó a María, Madre de Dios. En Nazaret nace el culto mariano en fecha muy temprana.

LA GRUTA

Descripción en su estado actual 

Desde la barandilla podemos observar los niveles inferiores del conjunto, escalonado en diversas alturas, que corresponden a las plantas de los edificios surgidos a lo largo de los tiempos en el lugar de la Encarnación. Un reclinatorio circular invita a centrarnos en el misterio, razón del santuario: «Aquí el Verbo se hizo carne». Es el momento de ceder la palabra al ángel: «¡Alégrate, la llena de gracia, el Señor está contigo!» (Lc 1,28).

Al mirar al piano de la Gruta, vemos la parte que queda de la humilde vivienda de María, que avanzaba unos tres metros más, quizá hasta las columnas alineadas en la reciente construcción. El cambio ha sido reiterado: los bizantinos rebajaron la piedra del suelo; los cruzados reforzaron la boca e interior para evitar hundimientos. El altarcillo interior procede de la primera capilla de los franciscanos (año 1730); la escalerilla del fondo permitió a los hijos de la Custodia, en el siglo XVII, tornar el primer contacto con el sagrado lugar, que yacía bajo escombros.

Nazareth Basilica de la Anunciacion Gruta

Un corte de la roca, perceptible por fuera (a derecha e izquierda) son restos de la habitación primitiva; se usó como «silo» natural, antes de las transformaciones cultuales, para guardar cereales. La parte inferior del silo se conserva intacta bajo el pavimento; su boca – 80 cm. más alta que el suelo actual de la «Capilla del Ángel” – señala el nivel del piso rocoso original de la estancia.

En torno (al suroeste en especial), vemos restos de distintas épocas. Lo más visible es el muro norte y dos pilastras cruzadas que flanquean la Gruta. En el absidiolo de la izquierda, queda la Capilla de los Mártires (San Conón), con pinturas y grafitos murales y mosaico en la grada, precedida por el mosaico del diácono Conón y la escalerilla de acceso. Todo de época muy primitiva.

Delante de la Gruta, en el espacio cultual moderno, estaba la sinagoga paleocristiana, rectangular, en el nivel más bajo de la parte central; las cuatro columnas exentas quieren recordar el pórtico abierto de esa iglesia judeocristiana.

En derredor, a nivel más alto, se aprecian los restos bizantinos: el ábside (corito actual), el estilóbato o muro del sur (que perteneció a la obra sinagogal) y la plataforma elevada (con la cruz y el mosaico de la Corona).

Por el hueco de esta plataforma bizantina, se baja por siete gradas a la pila bautismal (pre-bizantina), a unos dos metros de profundidad. En sus paredes había fragmentos de revoque policromo, con grafitos y cruces (hoy en el museo local). Esto es, quizá, de lo más antiguo. La cronología de este conjunto de restos nos sitúa con seguridad en los tres primeros siglos de la era cristiana, antes de la llegada de Bizancio.

Por fin, el baldaquino que corona la Gruta es regalo reciente de los reyes de Bélgica. Y la gran mesa del altar de las concelebraciones se apoya en cuatro capiteles de la iglesia bizantina.

 

LA NUEVA BASÍLICA DE LA ANUNCIACIÓN

La actual basílica de la Anunciación la más grande de todo el Oriente cristiano fue inaugurada por el cardenal Garrone en 1969. Alzada sobre la planta de la catedral cruzada, su longitud es algunos metros menos (45 m.) y su anchura la misma (27 m.); los muros son menos gruesos. La estructura de hierro y hormigón va revestida por fuera de piedra blanca y rosácea de la región, con cestería sobre los muros y gran cúpula (de 40 m. de altura y 18 en la base del tambor). El ojo de luz cenital y los ventanales de la cúpula iluminan la planta inferior donde está la Gruta. El resto de vidrieras laterales contribuyen a repartir por igual la luz en los inmensos espacios interiores.

El proyecto arquitectónico es del italiano Giovanni Muzio, pero en el embellecimiento exterior e interior han colaborado artistas de fama reconocida.

 

EL EXTERIOR: FACHADAS Y PÓRTICOS

La cancela de acceso al patio exterior da a la calle Casa Nova. En torno al patio, con pórtico cubierto en dos lados, las paredes van decoradas con motivos marianos del mundo cristiano.

Basilica de la Anunciación de Nazareth

La fachada principal está consagrada al terna de la Encarnación: son obra de A. Biancini el Redentor (en bronce) y los altorrelieves de Ia Anunciación y de los Apóstoles; debajo, los evangelistas con sus símbolos habituales. Los textos, tomados del Génesis (izquierda) y de Isaías (derecha), se aplican a María, madre del Salvador. La vidriera central debe observarse desde el interior. La decoración de piedra rosa es simbólica (Ángelus y elementos del cosmos); son motivos ornamentales de A. Maiocchi.

En el pórtico de ingreso, los relieves de la triple puerta de bronce, diseñados por Friederichsen, se inspiran en la Biblia: el pecado (izquierda), vida de Cristo (centro), Daniel y Jonás (derecha).

La fachada sur glosa las funciones de María. La Virgen joven del centro, de bronce, es obra de F. Verroca y responde a la costumbre judía del desposorio en edad adolescente (unos 12 años). En los laterales está grabada la oración de la Salve. Las tres puertas son también de bronce. Encima de la puerta, hay un balcón para las bendiciones.

 

LA BASÍLICA INFERIOR

El nivel del pavimento de la basílica inferior (catedral cruzada) coincide con el del patio exterior. Las dimensiones de las dos iglesias actuales (superpuestas) coinciden; pero son menores que la medieval, que avanzaba siete metros más hacia el oeste.

Por estar pensada para dar cabida a la Gruta, centro del misterio, la basílica inferior carece de decoración. Las vidrieras, de L. Raffolt, dan una tenue tonalidad al ambiente y permiten que la claridad proceda de la cúpula central.

Girando en torno a la barandilla, podemos llegar al fondo de la única nave cuyos tres ábsides corresponden a los de Ia catedral cruzada.

Misa en la Basilica de Nazareth

Sobre el altar del ábside central pende un Crucifijo moderno, de Ben Shalom; en el lateral derecho, una pintura del s. XVIII; y el ábside de la izquierda está dedicado a San Joaquín y Santa Ana. Por el exterior de los ábsides, desde el jardín, se aprecia el tallado característico de los canteros cruzados. Queda al descubierto parte del relieve original de la colina.

 

LA BASÍLICA SUPERIOR

Desde el pórtico de entrada, una amplia escalera de caracol – iluminada por vidrieras del franciscano Farina y decorada con textos murales – conduce al plano de la basílica superior.

Un primer golpe de vista hace notar el contraste. Si la iglesia inferior respiraba sencillez por el estilo austero y la luz velada, ésta invita a aclamar a Maria a través del colorido y del arte fastuoso. El hormigón, levemente matizado por los puntos estrellados del enfoscado, cobra vida en la decoración de vidrieras, pinturas y mosaicos. La obra refleja la plenitud del arquitecto Muzio y sus colaboradores.

El rico pavimento, cuyo dibujo es de A. Alessandrini, nos sitúa bajo la cúpula, de 18 m de diámetro en la base del tambor. Hay que imaginar la visión del conjunto desde arriba, a 40 m de altura. La cúpula se abre hacia abajo, como una flor luminosa que cubre con sus rayos a la doncella de Nazaret. Es la versión artística del anuncio evangélico: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti» (Lc 1,35). Las vidrieras del tambor, que van en ocho parejas, son del suizo A. Yoki. No hay más decoración arquitectónica que el juego de la letra M (María), que se repite por todas partes.

Al fondo del ábside, sorprende el gran mosaico del retablo mayor, de 120 m cuadrados. El dibujo es de Fiume de Comiso; la ejecución del taller Agnolo de Milán. Cristo, Pedro y María centran el enorme conjunto de figuras. El tema general va escrito en la parte superior: «UNAM, SANCTAM, CATHOLICAM et APOSTOLICAM». Son los rasgos de la Iglesia. Cristo entrega a Pedro el poder de la llaves, bajo la protección de la Madre de la Iglesia. La Virgen Madre, sedente y coronada, es la garantía del futuro eclesial.

El Mosaico en el presbiterio

Lo demás es el cortejo universal de la Iglesia, que es a la vez carismática (izquierda) y jerárquica (derecha). Entre las figuras de la derecha, algunos de los recientes Pontífices presentan rostro identificable. Todos iglesia peregrina se dirigen a Cristo, camino y meta. A los lados, está representada la iglesia de Palestina a través de los santuarios evangélicos.

El altar mayor es de mármol rojo, tiene forma de barca. Es regalo de la corona de Bélgica. La capilla lateral del fondo (derecha) está consagrada al Santísimo Sacramento; fue regalo de España. El fresco del abrazo de las dos iglesias (Pablo VI y Atenágoras) es del pintor Rafael Úbeda. La capilla de la izquierda está dedicada a la Orden franciscana y a su labor misionera, especialmente en la Custodia de Tierra Santa. Los relicarios fueron obsequio del arquitecto Muzio, que además trabajó gratuitamente.

Interior de la Basílica de la Anunciación en Nazareth

Las paredes de la basílica están decoradas con grandes figuras de advocaciones de la Virgen, en forma de estandarte; son donación de las naciones católicas del mundo. Las vidrieras laterales, obra de Max Ingrand, son regalo de Francia.

Hacia el norte, hay dos puertas dedicadas a la iglesia de la Gentilidad y de la Circuncisión. Saliendo por ésta última, aislado en la terraza, se halla el moderno Baptisterio. Es un templete octogonal, de piedra blanca, obra de los esposos Hartmann de Wieddenbrük. La decoración de sus vidrieras y pavimento musivo es una imitación del río Jordán y sus orillas.

Fuente: Franciscanos

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Videos de Via Crucis en la Via Dolorosa de Jerusalén

Venerdì Santo 2010. Via Crucis a Gerusalemme

Gerusalemme Via Crucis

Via Dolorosa 1

Via Dolorosa 2

Vía -Crucis en la Vía Dolorosa, en Jerusalén.

PUT SUZA, VIA DOLOROSA, WAY OF SUFFERING, Jerusalem ,Holy Land

Via Dolorosa – Jesus’ path through Jerusalem

Via Dolorosa

JERUSALÉM – A VIA DOLOROSA PARTE 2



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El Vía Crucis del Coliseo en Roma

Via Crucis del Coliseo Romano Semana Santa 2010

Quizás el viacrucis más universal sea el del Coliseo romano. Allí, la Arciconfraternità del Gonfalone había empezado a hacer representaciones sacras de la Pasión de Cristo, y había construido sobre las gradas una capilla dedicada a Nuestra Señora de la Piedad, con una cripta adyacente en la que habitaba un ermitaño, custodio del lugar. Éstas fueron muy contestadas porque eran tachadas de provocar desórdenes públicos. Por voluntad de Clemente XI Albani (1700-1721), se erigió un viacrucis en la cavea del Coliseo en 1719. Había también una iglesia dentro de la arena: Santa Maria della Pietà, restaurada por Benedicto XIV en 1743.

En este estado de cosas, surge la figura de San Leonardo de Porto Mauricio (Imperia 1676-Roma 1751, baetificado en 1796 y canonizado en 1867), franciscano genovés de la Provincia Reformada Romana desde 1697, Misionero Apostólico, émulo del dominico San Vicente Ferrer, protector de sus misiones, que comenzó en 1708, que terminaban con la solemne erección del vía crucis, “gran batería contra el infierno”, de los que erigió quinientos setenta y seis. Del viacrucis decía: “que introduciré sin perdonar fatiga y aun lo impondré frecuentemente por penitencia”, uno de sus sesenta y seis propósitos, cuy última ratificación y copia es de 1745, en su intento de reavivar la piedad católica enfriada por el jansenismo y el racionalismo.

De España le venía su fervor por este apostolado, como él declara: “Habiendo sabido, por religiosos españoles que me informaron, que en España se erigían los Vía crucis con gran provecho para las almas, se me  encendió el espíritu de un ardiente deseo de procurar un tan gran bien para Italia”.

A su iniciativa, el Papa Benedicto XIV nombrado, tras declarar este anfiteatro lugar sagrado por la sangre de los mártires, hizo levantar en torno a la arena catorce edícolas con las estaciones del viacrucis rematadas por cruces de leño basto para sustituir a las que había ruinosas, bendecidas el veintisiete de diciembre de 1750, Año Santo, que fueron eliminadas por excavaciones arqueológicas el veintidós de enero de 1874.

La Venerabile Archiconfraternita degli Amanti di Gesù e Maria, llamada de la Via Crucis, fundada poco después de la erección del viacrucis de San Leonardo, tenía como misión practicar aquí el devoto ejercicio del viacrucis procesionalmente todos los domingos y viernes, los días de carnaval, Miércoles y Jueves Santo y otras festividades del año, así como mantener las hornacinas y sufragar su iluminación de aceite y cera. Poseía una capilla propia desde donde se encaminaba el cortejo penitencial por la Vía Sacra al Coliseo, levantada próxima a la Iglesia de los Santos Cosme y Damián en el pontificado del citado Benedicto XIV, a la derecha del Templo de Roma y adosada al mismo, y un oratorio en la fachada del Coliseo de la Via di San Gregorio. Al ser destruido este viacrucis, la cofradía se traslado a San Lorenzo in Miranda, y en 1937 al Oratorio de San Gregorio dei Muratori de la Via Leccosa, acabando por ser derribada la capilla abandonada en 1877.

Sí permanece el erigido en la Via di San Bonaventura, que empieza pasando la entrada a la Iglesia de San Sebastiano al Palatino. En el muro de la antigua Villa Mattei se abren unas hornacinas que albergan grupos de terracota con las estaciones modelados por G. Franchi y policromados por el P. Corrado da Rimini, protegidos por una reja, que vinieron a sustituir unas pinturas deterioradas de Bicchierai. El itinerario acaba en la fachada de la Iglesia de San Buenaventura al Palatino, de los franciscanos alcantarinos, sus promotores, convento fundado en 1625. Fue promovido por el propio San Leonardo de Porto Mauricio, que habitó y predicó en esta casa.

En 1964 el Papa Pablo VI Montini restableció la tradición del viacrucis en el Coliseo en la tarde del Viernes Santo. De 1970 a 1978 este Pontífice lo guió meditando con textos bíblicos (1970), de San León Magno (1971); de S. Agustín (1972), de San Francisco de Sales (1973), de San Ambrosio (1974), de San Pablo de la Cruz (1975), de varios Padres de la Iglesia (1976), de Santa Teresa (1977) y de san Bernardo (1978).

En el primer viacrucis presidido por Juan Pablo II en 1979 se utilizaron para la meditación fragmentos de discursos de Pablo VI; en el 1980, de la Regla de San Benito; en el 1981, de Santa Catalina de Siena; en el 1982, de San Buenaventura, y en el 1983, de la Beata Angela de Foligno. En el 1984, clausura del Año Santo de la Redención, fue el mismo Papa, Juan Pablo II, el que escribió los comentarios de las catorce estaciones.

Desde 1985, por deseo del Papa, los textos de las meditaciones son encomendados a escritores o personalidades cristianos: Italo Alighiero Chiusano, escritor italiano (1985); André Frossard, periodista y escritor francés (1986); Miguel Obando Bravo, Cardenal Arzobispo de Managua en Nicaragua (1987); Hans Urs von Balthasar, teologo suizo (1988); Marek Skwarnicki , escritor polaco (1989); Michel Sabbah, Patriarca Latino de Jerusalén (1990); Ignacio M. Calabuig Adán y Silvano M. Maggiano, servitas (1991); Miloslav Vlk, Arzobispo de Praga (1992); Anna Maria Canopi, Abadesa benedictina de Mater Ecclesiae, en la Isola San Giulio de Novara (1993); Bartolomeo I, Arzobispo de Constantinopla y Patriarca Ecuménico (1994); Minke de Vries, monja de la comunidad protestante suiza de Grandchamp (1995); Vinko Pulji, Cardenal Arzobispo de Vrhbosna en Sarajevo (1996); Karekin I, Católico Patriarca Supremo di todos los Armenos (1997); Olivier Clement, teólogo ortodoxo francés laico (1998); Mario Luzi, poeta italiano (1999).

En el año 2000, el propio Juan Pablo II redactó personalmente las meditaciones con ocasión del Gran Jubileo. En el 2001, fueron del Siervo de Dios el Cardenal John Henry Newman. En el 2002, los textos fueron preparados por catorce periodistas acreditados ante la Santa Sede: John M. Thavis (Estados Unidos), Alexej Bukalov (Federación Rusa), Henri Tincq (Francia), Greg Burke (Estados Unidos), Ángel Gómez Fuentes (España), Erich Kusch (Alemania), Hiroshi Miyahira (Japón), Jacek Moskwa (Polonia), Marina Ricci (Italia), Aura Miguel (Portugal), Luigi Accattoli (Italia), Sophie de Ravinel (Francia), Valentina Alazraki (Méjico) y Marie Czernin (Alemania).

En el 2003, con occasión del XXV aniversario de su pontificado romano, el Papa escogió para las meditaciones textos compuestos por él con ocasión de los Ejercicios Espirituales predicados en la Curia Romana en 1976, cuando era Arzobispo de Kraków. En el 2004 corrieron a cargo de André Louf, cistericiense de la estrecha observancia.

 

VIA CRUCIS PRESIDIDO POR LOS ULTIMOS DOS PAPAS

Vía Crucis en el Coliseo presidido por Benedicto XVI (2-IV-2010). Meditaciones y oraciones del Cardenal Camillo Ruini, Vicario general emérito de Su Santidad para la diócesis de Roma. (Forma tradicional)

Vía Crucis en el Coliseo presidido por Benedicto XVI (10-IV-2009). Meditaciones y oraciones de Monseñor Thomas Menamparampil, SDB, Arzobispo de Guwahati (India). (Forma bíblica)

Vía Crucis en el Coliseo presidido por Benedicto XVI (21-III-2008). Meditaciones y oraciones del Card. Joseph Zen Ze-Kiun, SDB, Obispo de Hong Kong. (Forma bíblica)

Vía Crucis en el Coliseo presidido por Benedicto XVI (6-IV-2007). Meditaciones y oraciones de Mons. Gianfranco Ravasi, Prefecto de la Biblioteca-Pinacoteca Ambrosiana de Milán. (Forma bíblica)

Vía Crucis en el Coliseo presidido por Benedicto XVI (14-IV-2006). Meditaciones y oraciones de Mons. Angelo Comastri, Vicario General del Papa para la Ciudad del Vaticano. (Forma tradicional)

Vía Crucis en el Coliseo seguido por Juan Pablo II desde su capilla privada (25-III-2005). Meditaciones y oraciones del Cardenal Joseph Ratzinger. (Forma tradicional)

Vía Crucis en el Coliseo presidido por Juan Pablo II (9-IV-2004). Meditaciones y oraciones de Dom André Louf, monje cisterciense de la estricta observancia. (Forma bíblica)

Vía Crucis en el Coliseo presidido por Juan Pablo II (18-IV-2003). Meditaciones y oraciones compuestas por el Card. Karol Wojtytla, arzobispo de Cracovia. (Forma tradicional)

Vía Crucis en el Coliseo presidido por Juan Pablo II (29-III-2002). Meditaciones y oraciones compuestas por catorce Periodistas acreditados ante la Santa Sede. (Forma bíblica)

Vía Crucis en el Coliseo presidido por Juan Pablo II (21-IV-2000). Meditaciones y oraciones compuestas por el Santo Padre Juan Pablo II. (Forma tradicional)

Fuente: www.maria-garcia.com, Vaticano y otras



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Videos de Vía Crucis en Roma con Benedicto XVI

Pope Benedict XVI Via Crucis at the Colosseum in Rome

Viacrucis en el Coliseo

Via Crucis al Colosseo 02 aprile 2010

Via Crucis desde Roma – 10/04/2009

 

 




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Un recorrido por la Ciudad de Nazareth

Ciudad de Nazareth

Nazaret es la ciudad árabe más grande de Israel, con una población de unos 60.000 habitantes, de ellos un 30-35% son cristianos.
Nazaret es mencionada por vez primera en los relatos de los Evangelios. Las evidencias arqueológicas indican que era una aldea agrícola con unas pocas docenas de familias. Esto puede ser la explicación de por qué no existen referencias más tempranas y por qué no fue incluida en las 45 ciudades de la Galilea enumeradas por Flavio Josefo, ni en las 63 ciudades de la Galilea mencionadas en el Talmud. Esto podría explicar también el aparente asombro de Natanael de Caná, que preguntara al apóstol Felipe si algo bueno podría salir de un villorrio tan insignificante (Juan 1:46).

Cierto número de lugares sagrados para el cristianismo en Nazaret están asociados con la Anunciación, la infancia y el temprano ministerio de Jesús. Además de la imponente Basílica de la Anunciación, estos lugares incluyen la lglesia Ortodoxa Griega del Arcángel Gabriel (construida sobre el manantial de agua pura conocido como «la fuente de María»), la «Iglesia Sinagogal» Católica Griega (el supuesto lugar de la sinagoga en la que enseñara el joven Jesús y en la que posteriormente leyera a Isaías) y la Iglesia Franciscana de San José (construida sobre una gruta, que fuera identificada desde el siglo XVII como la «carpintería» de José).

Nazaret incluye también varios lugares históricos de importancia para la comunidad musulmana. Al igual que las iglesias cristianas en Nazaret, la mayor parte de estos edificios son de construcción relativamente reciente. La Mezquita de el-Abyad, al norte de la Basílica de la Anunciación, fue construida en 1812 y es la más antigua de la ciudad.

La tumba de Makam Shihab el-Din, líder musulmán y sobrino de Salah al-Din (Saladino), que se encuentra 100 mts. al sur de la Basílica de la Anunciación, ha sido el foco de una reciente controversia entre las comunidades musulmana y cristiana en Nazaret. El terreno entre la iglesia y la tumba es tierra fiscal a la que se quiso convertir en una plaza pública. Activistas musulmanes exigieron que al menos una parte de ese terreno fuera utilizado para la construcción de una mezquita. El compromiso propuesto por el gobierno no satisfizo por completo a ninguna de las partes involucradas en la disputa.

 

CUNA DE LA CRISTIANDAD

Nazaret, o Natsrat, como se pronuncia su nombre en hebreo, es la cuna de la Cristiandad, la ciudad donde, según la tradición, el ángel Gabriel anunció a María que iba a concebir por obra del Espíritu Santo y el lugar donde Jesús pasó su infancia y su juventud. Nazaret, en la Baja Galilea, está inmersa en el corazón de un valle rodeado de montañas que acoge varios de los lugares cristianos más importantes del mundo.

Es una ciudad llena de religión y fe, de espiritualidad y santidad, pero también posee una rica historia, fascinantes restos arqueológicos, cultura moderna y todo el encanto de Oriente Próximo.

Nazaret, que comenzó siendo un pequeño pueblo judío hace unos 2.000 años, al cabo de pocos siglos pasó a convertirse en baluarte de la Cristiandad en el periodo bizantino. Durante esa época se hizo célebre en todo el mundo el nombre de Nazaret, y el ansia por ver el lugar donde vivieron la Virgen María y Jesucristo la convirtieron en lugar de peregrinación. Estas visitas dieron paso a la construcción de la primera iglesia de la ciudad, la Iglesia de la Anunciación, en el lugar donde según la tradición se encontraba la casa de José y María. Muchas otras iglesias se irguieron posteriormente en la ciudad, para después ser destruidas y vueltas a levantar bajo las dominaciones musulmana y cristiana a lo largo de los siglos. En el siglo XIX, Nazaret cobró renovado interés, los cristianos volvieron a vivir en ella y reconstruyeron iglesias y monasterios. En la actualidad es la mayor ciudad árabe de Israel y cuenta con cerca de 30 iglesias y monasterios, además de mezquitas y sinagogas antiguas.

Hacer un recorrido por Nazaret es como revivir sus diversos periodos. Cada época ha dejado un poderoso símbolo que se ha convertido en atractivo y lugar turístico popular en la era moderna. La mayoría de estos lugares se concentran en la Ciudad Vieja, construidos a mediados del siglo XIX con un encantador estilo arquitectónico típico de Oriente Próximo. Pasear por sus calles estrechas de casas pintorescas constituye una experiencia sorprendente, y merece la pena caminar despacio para disfrutar de su belleza.

Nazareth Basilica de la Anunciacion
Basílica de la Anunciación

Existen numerosas iglesias antiguas en la Ciudad Vieja, entre las que destaca la iglesia de la Anunciación. Ha sido reconstruida y conserva partes de los periodos cruzado y bizantino. Asimismo, alberga una impresionante colección de pintura.

Iglesia Franciscana de San José
Iglesia Franciscana de San José

Justo a su lado se encuentra la Iglesia de San José, levantada sobre ruinas de edificios agrícolas donde, según la tradición, tenía José su taller de carpintería. Aunque la iglesia de la Anunciación se construyó en el lugar donde estaba la casa de María, la iglesia ortodoxa griega de la Anunciación se alzó sobre el Pozo de María, de donde se dice que bebió la madre de Jesús. Se trata de una estructura de tiempos de los Cruzados y cuenta con frescos interesantes. Justo al lado del Pozo de María se halla la iglesia ortodoxa griega de la Anunciación, en el interior de una sala de los Cruzados. Según reza la tradición, éste es el lugar de la sinagoga en el que oró Jesús.

Entre las muchas otras iglesias de Nazaret están la Iglesia de Mensa Christi, la Maronita, la Iglesia de San Gabriel y la Salesiana. La Ciudad Vieja ofrece igualmente importantes edificios del periodo otomano, como el Saraya o Casa del Gobierno, construido por Daher el Omar, gobernador de Galilea en el siglo XVIII, y la Mezquita Blanca, que actualmente se utiliza como casa de oración y de enseñanza y centro cultural. La Mezquita Blanca posee también un museo con exposiciones que documentan la historia de Nazaret.

lglesia Ortodoxa Griega del Arcángel Gabriel
Ciudad Vieja de Nazareth

Ninguna visita a la Ciudad Vieja de Nazaret sería completa sin conocer el mercado local, que se ha convertido en una atracción popular muy conocida por el colorido de sus puestos y la variedad de sus mercaderías. Allí disfrutará de una fiesta visual de tejidos maravillosos, podrá probar especias y alimentos locales o comprar arte y recuerdos. Allí todos los sonidos, las imágenes, los aromas y los sabores prometen vivir una experiencia verdaderamente genuina de Oriente Próximo.

Nazaret está llena de fascinantes y encantadores rincones que le harán abrir el corazón a su belleza. Otro lugar que merece la pena visitar a pie es el paseo de Nabi Sain para disfrutar de unas maravillosas vistas de Galilea. Podrá también conocer la antigua casa de baños turcos descubierta durante la reforma de uno de los comercios de la ciudad, echar una ojeada a una casa solariega en la que se exhiben las riquezas y los trajes de la clase alta otomana del siglo XIX, con algunos frescos sorprendentes. Otro lugar que merece la pena visitar es la casa del obispo ortodoxo griego, donde podrá recorrer una serie de pasadizos subterráneos descubiertos en el patio. Igualmente, es interesante conocer el complejo construido por los rusos como hospedería para peregrinos.

Nazaret, que lleva siglos acogiendo a peregrinos, dispone de hospederías cristianas para comodidad de los turistas que acuden a este importante lugar, especialmente cuando se acerca la Navidad. Numerosos restaurantes sirven deliciosos platos con maravillosos aromas que atraen a los visitantes todo el año. Nazaret es extraordinaria en Navidad, cuando la ciudad está decorada para conmemorar esa festividad, y sus colores y su animación se unen a la atmósfera de santidad y al sonido de las oraciones que salen de sus iglesias.

Fuente: Secretaría de Turismo de Israel

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La ciudad de Nazareth, donde todo comenzó

Ciudad de Nazareth de noche

Fue San Jerónimo quien dijo que Nazaret es «la flor de la Galilea». Sobre una colina de 350 m. en relación al Mediterráneo, la ciudad está rodeada de otras cimas más altas. El Yebel Sa’in alcanza los 495 m. de altitud. Hacia el sur, se extiende a sus pies la llanura de Esdrelón, flanco meridional de la Baja Galilea.

Nazaret está situada en la zona más al sur de la cadena de montes del Líbano, poco antes de la abrupta pendiente hacia la planicie de Esdralón. El pueblo está situado en el hueco de una meseta, sobre 1200 pies sobre el nivel del Mediterraneo, entre montes elevación puede llegar a una altitud de 1610 pies. La antigua Nazareth ocupaba el triangular montículo que se extiende desde la montaña del norte, teniendo su punta vuelta hacia el sur. Su línea noroeste está formada por numerosas tumbas judías descubiertas ahora en la pendiente del Jebel es Likh.

Mapa de Nazareth

 

LA ALDEA-CIUDAD AYER Y HOY

La Nazaret evangélica era un pequeño poblado de no más de 30.000 m. cuadrados (200 por 150 m. de largo y ancho), con medio centenar de grutas-vivienda. Su fama llena hoy el mundo porque el ángel Gabriel Ilevó el mensaje de Dios a una doncella de Nazaret (Lc 1,27), de nombre María, prometida a un varón nazaretano, llamado José (Mt 1,18); y sobre todo, porque el hijo de María es Jesús de Nazaret (Mc 10,47; Jn 8,5; Hch 10,38).

Los evangelistas son parcos en detalles topográficos. Sorprende la poca estima que Natanael de Caná sentía por Nazaret (Jn 1,46). Muy otro es el tono de Lucas cuando habla de la «ciudad» de la Anunciación (1,26 ss) y el de Mateo al puntualizar que José tomó a María por esposa y se la llevó a «su casa» (Mt 1,24). Al regreso de Egipto, la Sagrada Familia se establece en Nazaret (Lc 2,39-51); al cumplir Jesús doce años y después de subir a Jerusalén, bajan de nuevo a Nazaret, donde el adolescente Jesús «iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres» (Lc 2,52). Ya adulto, Ia sinagoga de Nazaret escuchó – y rechazó – su voz de profeta (Mt 13,53-58; Mc 6,16; Lc 4,16-30). Y desde aquí salió para establecerse en Cafarnaún (Mt 4,13); pero siguió conservando hasta la cruz el nombre de “nazareno” (Jn 19,19), que transmite a los primeros discípulos judeocristianos.

Es la comunidad árabe más importante de Israel fuera de Jerusalén. Musulmanes y cristianos ocupan las laderas y el valle, mientras los judíos viven en el barrio alto (Nazaret Illit) de nueva construcción.

Nazaret es hoy el centro administrativo de toda la Galilea. En tiempos antiguos, este papel lo ejercieron Hazor, Séforis y Tiberiades. El aspecto de la Nazaret actual es de una ciudad animada por viajeros y mercaderes; no obstante, sus muchos santuarios ofrecen ambiente de silencio y oración.

 

NAZARET A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

Nazaret no es citada nunca en el Antiguo Testamento, ni la menciona Josefo, a quien no se le pasa el nombre de la vecina Yafia. Sin embargo, el tema de los «parientes del Señor» y su relación con Nazaret – estos parientes eran obviamente nazaretanos – es frecuente en las fuentes primitivas. Además de los nombres de Judas, Socer y Santiago, aparece el mártir San Conón (+ 249-251), que murió en Capadocia proclamando que era «pariente del Señor» y fue pronto venerado en Nazaret (Gruta de Conón).

Entre los siglos II-VII dC, abundan los testimonios de peregrinos (Egesipo, Julio Africano, Eusebio, Epifanio de Salamina, Egeria – en la copia de Pedro el Diácono- , el anónimo de Piacenza y Arculfo). Egeria (381-384) dice que «la gruta en que habitó Santa María es grande y clarísima; allí había un altar». El de Piacenza (h. 570) precisa: “la casa de María y ahora una basílica”. Y Arculfo (h. 670) vio “la iglesia construida sobre la casa en la que el ángel Gabriel entró y saludó a la B. María». Por su parte, San Jerónimo (fines del s. IV) habla con poca simpatía de lo que vio en Nazaret; pero ya conocemos su opinión acerca de los judeocristianos.

A partir del siglo VII, Nazaret corre la suerte común del resto de Palestina. Hebreos y samaritanos se habían aliado con los persas (614 dC), lo que provocó la desconfianza hacia todos los judíos, que son expulsados de Nazaret por Heraclio (629-630).

La primera invasión musulmana fue tolerante y respetuosa con los santuarios, pero las cosas empeoraron en los siglos VIII-XI, como acreditan los peregrinos Wilibaldo y otros. Los cruzados (Tancredo, 1109) restauran Nazaret y sus santuarios. El de la Anunciación se convierte en catedral (52 por 30 m.) al trasladar el obispado de Escitópolis (Bet Sheán) a Nazaret, que duró hasta 1187. Se recuperó más tarde por pocos años; pero, en 1263, Bibars Ia arrasó y asesinó a los cristianos.

Siguió un abandono de cuatro siglos (s. XIII-XVII), hasta que el emir Druso de Saida, Fakhr ed-Din, devolvió a los franciscanos (1620) los solares que ocultaban la Gruta y los terrenos adyacentes.

En 1730, levantan la primera iglesia sobre la Gruta, ampliada en 1871. Por fin, en 1955, este templo fue demolido. Con este motivo, se realizaron sistemáticas excavaciones arqueológicas dirigidas por el P. Bagatti (entre los años 1955-59).

Basilica de la Anunciación de Nazareth

La nueva basílica de la Anunciación se alzó en los años 1960-1969 y se inauguró en 1969. Durante el transcurso de las obras, recibió la visita del papa Pablo VI (1964).

Fuente: Franciscan Ciberspot



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Videos sobre Jerusalen moderno e histórico

Jerusalen nocturna desde el Monte de los Olivos

Lugares de Tierra Santa. Jerusalén

Tour of Jerusalen

Jerusalem old city – Free tour 1/6

La mezquita de la Cúpula de la Roca

Jerusalén – Iglesia Santo Sepulcro

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LA JERUSALEN DE JESUS PARTE 1

El secreto de Jerusalén 1/14

Jerusalén – El Templo

El Segundo Templo de Salomón

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Iglesias de formas o en lugares raros, serie I

Presentamos una primera serie de estas Iglesias, en algunos casos extravagantes, que tal vez por eso mismo hacen que sean visita obligada para los turistas. De formas imposibles, al borde de un acantilado o en lo alto de una montaña. La que abre este post es la de Saint Michelle de Aiguilhe.

Halgrimur en Reykjavík
Halgrimur en Reykjavík

Iglesia de Halgrimur en Reykjavík en Islandia. Esta iglesia luterana no sólo llama la atención por su original diseño, si no también porque con sus casi 75 metros de altura, se configura como el edificio más alto del país. Con estas dimensiones, no es de extrañar que tardaran en construirla 38 años.

 

Iglesia de Stykkishólmur
Iglesia de Stykkishólmur

La iglesia de Stykkishólmur, situada a 60 kilometros del Círculo Polar Ártico, es otra de las maravillas del país. Con luces que cuelgan del techo en su interior y con una arquitectura casi alienígena, esta iglesia construida por el arquitecto Jon Haraldsson no sólo es atractiva en sí misma, sino también por el entorno que la alberga: Un pequeño pueblo pesquero al norte de Islandia.

 

Iglesia de Paraportiani
Iglesia de Paraportiani

La iglesia de Paraportiani, en Mykonos Grecia es otro ejemplo de estructura religiosa extraña. La silueta de la Iglesia de Paraportiani completamente blanca, mezclandose en el profundo azul del mar y el cielo, en realidad no es una iglesia sino un conjunto de 5 capillas levantadas a lo largo de la historia de esta isla mediterránea.

 

Iglesia de Borgund
Iglesia de Borgund

La iglesia de Borgund en Noruega es el monumento religioso más extraño del país. Construída en madera, la revista Nathional Geographic recomienda Noruega como uno de los mejores países para visitar y a esta como una de las maravillas del país. ¿Lo mejor? Los detalles de su interior y su ubicación entre montañas, que convierte en una aventura su visita.

 

Iglesia San Basilio
Iglesia San Basilio

Construída por Iván el Terrible, la iglesia de San Basilio, imponente y colorida, es uno de las iglesias más curiosas del mundo y cuenta además con un asentamiento privilegiado: Una de las plazas más grandes del mundo, la Plaza Roja de Moscú.

 

Capilla Bruder Alemania
Capilla Bruder Alemania

La Capilla Bruder Klaus situada en mitad del campo de Meternich al sur de Alemania, es un muro de hormigón que fue construído por los agricultores de la zona y casi de acceso imposible, la iglesia de Saint Michelle de Aiguilhe, se encuentra situada en la cima de una escarpada montaña.

 

Iglesia Verde de Buenos Aires
Iglesia Verde de Buenos Aires

En países como Brasil, Estados Unidos, Argentina o Colombia, vamos a encontrar algunas maravillas de la arquitectura religiosa. Este es el caso de la Iglesia Verde de Buenos Aires, cubierta de vegetación como si de un árbol se tratase, es conocida popularmente como el «Huerto de los olivos». de formas imposibles, la Catedral de Brasilia, contrasta con la Río de Janeiro, que bien podría ser una pirámide de la ciudad mexica de Teotihuacán.

 

Capilla en el Rock Arizona, EE.UU.
Capilla en el Rock Arizona, EE.UU.

Pero quizás los estadounidenses, excesivos en todo, se lleven la palma. Por este motivo, la Capilla en el Rock, en Arizona, es literalmente eso, una capilla inscrustada en una roca, la Iglesia de San Francisco de Asís en Nuevo México, es una estructura de adobe, como si de un dolmen se tratase, situada en mitad del desierto, o la Trandsetters Iglesia en Phoenix, Arizona, nos parece un platillo volante, venido directamente del espacio exterior.

 

Catedral de Sal de Colombia
Catedral de Sal de Colombia

Lo cierto, es que nada comparable con una catedral subterránea construída en el interior de unas antiguas minas de sal de una montaña…Todo esto es posible a 25 kilómetros de Bogotá.

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Recorrido general por Jerusalén

Vista de Jerusalen

Con una población de 360.000 hab. a 70 Km. al este de Tel Aviv y espiritualmente significativa tanto para judíos como para cristianos y musulmanes. Jerusalén está ubicada simbólicamente en las alturas de una colina, en las montañas de Judea, con vista a los valles de Kidron y de Hinnom.

Puede ser fácilmente dividida en dos partes: la ciudad vieja, con sus murallas y sus cuatro barrios, Armenio, Judío, Cristiano y Musulmán al este, y circundada por el oeste, norte y sur por la moderna ciudad en constante expansión.           

La mayor parte de la comunidad árabe reside en la parte oriental (casi un tercio de los habitantes) y su mayoría habita en la ciudad vieja.

Pocas ciudades levantan pasiones con tanta fuerza como la Ciudad Vieja de Jerusalén (Yerushalayim en hebreo, Al-Quds en árabe). Sagrada para tres de las mayores religiones del mundo, no es de extrañar que la historia de la ciudad esté marcada por los conflictos políticos y religiosos.

Para los cristianos, la Iglesia del Santo Sepulcro es el lugar donde se cree que Jesús fue enterrado tras la crucifixión y tras llevar la cruz a cuestas a lo largo de la Vía Dolorosa.

Santo Sepulcro
Santo Sepulcro

La Cúpula de la Roca, en el Monte del Templo, es el tercer sitio más importante del Islam (tras la Meca y Medina) y ocupa el lugar desde el que se cree que Mahoma ascendió a los cielos.

Mezquita de Omar.Cúpula de la Roca
Mezquita de Omar. Cúpula de la Roca

El Muro de las Lamentaciones, al pie del Monte del Templo, es todo lo que queda del segundo templo de Jerusalén y constituye el lugar de oración más importante para los judíos.

Muro de los Lamentos.
Muro de los Lamentos

Con su agradable y templado clima, Jerusalén es un destino único para experimentar de primera mano los contrastes entre lo antiguo y lo moderno, oriente y occidente, lo divino y lo terrenal.

Cualquiera que visite la ciudad por primera vez se da cuenta enseguida de que se encuentra dividida y de que ha vivido muchos periodos de conflictos que todavía siguen vivos en la actualidad.

Israel proclamó Jerusalén como su capital en 1950, pero este hecho no está reconocido internacionalmente. La ciudad moderna está dividida en dos partes: Jerusalén Oeste, que ha formado parte del Estado de Israel desde la fundación del país en 1948, y Jerusalén Este, que perteneció a Jordania entre 1948 y 1967, año en que se anexionó a Israel.

Jerusalén Oeste constituye la extensa parte judía de la ciudad, que incluye el moderno centro y encarna el crecimiento económico y la prosperidad que el país ha disfrutado desde su creación. Esta zona se caracteriza por sus barrios arbolados, elegantes cafeterías y extrovertida vida nocturna.

Jerusalén Este, por el contrario, tiene un ambiente muy diferente. La zona tiene predominio de población árabe y ofrece un ritmo de vida más relajado, con mercados callejeros en lugar de centros comerciales.

Sin embargo, los agujeros de bala que marcan las fachadas de muchas de las casas de estos barrios son un triste recordatorio del conflicto político que aún persiste en Oriente Medio y un claro ejemplo del relativo abandono económico que sufre esta parte de la ciudad. Jerusalén Este tiene una gran presencia policial, en especial debido a la situación política actual.

La Ciudad Vieja se encuentra en medio de estas dos realidades y, con excepción de los museos situados en la parte occidental de la ciudad, es aquí donde se encuentran los principales lugares de interés turístico.

Ciudad Vieja de Jerusalen
Ciudad Vieja de Jerusalen

Esta pequeña extensión de terreno de menos de un kilómetro cuadrado (200 acres) está repleta de callejuelas laberínticas cercadas por murallas de piedra caliza que datan del siglo XVI, de la época de Solimán el Magnífico.

Aquí, el lugar de origen de todas las divisiones históricas y políticas, es donde los visitantes pasan la mayor parte del tiempo. La Ciudad Vieja se divide en cuatro barrios que reciben su nombre de las cuatro comunidades que los habitaron en la Edad Media: árabes, judíos, cristianos y armenios.

Su red de estrechas callejuelas ofrece al visitante la posibilidad de retroceder en el tiempo y saborear el bullicioso modo de vida de Oriente Medio. En pocos metros, se puede pasar del ajetreo de un zoco árabe a la calma de un jardín armenio para terminar inmerso en el esplendor de la ciudadela medieval. Hay pocas ciudades en el mundo que exijan y ofrezcan tanto al que la visita por primera vez.

Desde el comienzo de la segunda Intifada (alzamiento palestino) en 2000, se han producido frecuentes ataques terroristas suicidas, gran parte de ellos en Jerusalén.

Estos ataques han tenido lugar en varios puntos alrededor de la ciudad y en zonas frecuentadas por turistas, por lo que se debe mantener siempre un alto nivel de vigilancia cuando se viaje a cualquier parte de la ciudad y seguir en todo momento los consejos de la población local.

Como todas las ciudades de la antigüedad, Jerusalén tenía su propia fuente de agua: el manantial de Guijón. Hay vestigios de que ya en la edad de piedra hubo asentamientos humanos en los alrededores y posteriormente los Canaanitas construyeron allí una ciudad. Sin embargo, Jerusalén ha estado constantemente ligada a la evolución del pueblo judío.

Abraham llego al lugar en sus peregrinajes y el Rey David, luego de conquistar la ciudad de manos de los Jebuseos, construyo en su lugar una ciudad amurallada. La llamada Ciudad de David, al sur de la actual ciudad vieja, se transformo en un centro político y religioso de la nación.

Aquí construyo Salomón su famoso templo, en el siglo VIII ADC y después de su muerte, cuando la nación fue dividida en dos, Jerusalén se convirtió en la capital del reino del Sur.

El fastuoso Templo fue destruido por Nabucodonosor en el 587 ADC y reemplazado por uno nuevo en el 520 ADC. Jerusalén fue gobernada por griegos, y romanos. Durante el reinado de Herodes, una nueva muralla se construyó así como palacios, teatros, la ciudadela y un hipódromo.

La Gran Revuelta de los Judíos contra Roma culmino con la completa destrucción de Jerusalén en manos de Tito en el 70 DC. Una vez más, el Templo, con excepción del Muro Occidental, fue destruido.

En el siglo IV, cuando Constantino unificó el Imperio Romano bajo la religión Cristiana, decenas de iglesias fueron construidas en Jerusalén. Durante el periodo musulmán, se construyeron la Mezquita de El Aksa, el domo de la Roca. Los Cruzados erigieron hospicios e iglesias en la ciudad. Los judíos, que desde el siglo VII DC no tuvieron acceso a la ciudad, Comenzaron a retornar a ella en el siglo XIII DC. En realidad, habían sido expulsados ya en el siglo II DC después del fracaso de la revuelta de Bar Kojba y el verdadero exilio había comenzado en el año 70, con la destrucción de Templo.

Al incrementarse las persecuciones en Europa en el siglo XVI, muchos judíos llegaron a Jerusalén y varias sinagogas fueron construidas. En 1947 las Naciones Unidas planearon transformar a Jerusalén en una ciudad internacional. Al declararse la Independencia del Estado de Israel en 1948, los judíos y árabes lucharon por ella y finalmente fue dividida en 1949. En 1950 Jerusalén occidental fue declarada capital de Israel. La parte oriental fue anexada en 1967 y 1980 ambas partes, unificadas, son la capital del Estado.

 

LA CIUDAD VIEJA

Cueva de Zidkiahu: Cerca de la puerta de Damasco. Supuestamente usada por el rey Zidkiahu para escapar de los Babilónicos. De su interior se extrajeron las piedras con las que fue construido el Templo de Salomón.

Iglesia del Santo Sepulcro: Uno de los sitios más sagrados para la Cristiandad, señala el lugar de la crucifixión, entierro y resurrección de Jesús. Situada en la colina conocida como Gólgota (Calvaria en Latín), la actual iglesia presenta varias modificaciones y adiciones a la estructura Cruzada original.

Torre de David y Ciudadela: Se halla a la derecha de la puerta de Iafo, en el sitio donde Herodes construyó torres sobre restos más antiguos. Destruida por Adriano y reconstruida por Beibars en el siglo XIV, el que agregó el minarete conocido hoy como Torre de David. Dentro de la ciudadela se halla el Museo municipal, Que cuenta con programas audiovisuales transmitidos en pantallas múltiples, en Hebreo, Inglés, Francés y Alemán.

Puerta de Jaffa y Torre de David
Puerta de Jaffa y Torre de David

Mezquita de Omar: (Domo de la Roca) El tercer sitio sagrado en importancia para el Islam. Construido en el 91 DC por el Califa Abdul Malik Ibn Marwan, de la dinastía Omaya. Erigido sobre el monte Moriá, recibe su nombre por la gran roca sagrada que hay en su interior, desde la cual, según la tradición, ascendió Mahoma al paraíso y sobre la cual, según el judaísmo, debió haber sacrificado Abraham a su hijo Isaac. Es considerada también una de las piedras pertenecientes a las bases del Templo.

Mezquita de El Aksa: La mayor de las mezquitas de la ciudad. Construida por el califa Abdul Malik, de los Omayas y reconstruida por el califa Ad-Dahir, de los Fatímidas, señala el punto extremo del peregrinaje de Mahoma desde la Meca.

Iglesia de Santa Ana: Cerca de la Puerta de los Leones, uno de los mejores preservados edificios del periodo cruzado. Adyacente al estanque de Beit jisda, es considerada ser la casa de los padres de María, Santa Ana y San Joaquín y el lugar en el cual Jesús curó al paralítico (San Juan 5:2-16)

Vía Dolorosa: Comienza cerca de la Torre de Antonia y cerca de la Puerta de los Leones y a través de 14 estaciones que marcan episodios del camino de Jesús hacia el calvario, finaliza en la iglesia del Santo Sepulcro, donde están las ultimas 5 estaciones. En el camino se halla el Arco Ecce homo, construido por Adriano y asociado con esta Vía (San Juan 19:5). Peregrinos pueden sumarse a la procesión de los Padres Franciscanos todos los viernes a las 15 hs. Comenzando desde la Torre de Antonia.

Franciscanos en la Vía Dolorosa. Jerusalén
Franciscanos en la Vía Dolorosa

Muro Occidental (de los lamentos): El lugar más sagrado para el judaísmo y meta fundamental de peregrinaje durante el exilio. Considerado como el único remanente del segundo Templo, es en realidad la pared occidental de contención de la plataforma sobre la que el templo estaba construido. Prédicas a Dios y peticiones individuales son colocadas a diario entre las piedras del muro – para los «ojos de Dios solamente». El lugar es especialmente visitado los Sábados y feriados y el 9 de Av, aniversario de la destrucción del primer y segundo Templo.

Iojanán Ben Zakkay: Una de las cuatro sinagogas Sefaradíes construidas en un mismo complejo – las otras son la de Estambul, la de Eliahu Ha Navi y la Intermedia, todas ellas restauradas después de 1967. (En el Barrio judío).

El Cardo: Era la calle principal en toda ciudad Romana. Fue utilizada para desfiles y procesiones religiosas. Esta calle pertenecía a «Aelia Capitolina», la ciudad Romana construida después de la destrucción del Segundo Templo (Siglo I DC). Las estructuras corresponden al a época Bizantina, siglo V DC. Poseía 22 metros de ancho, con galerías laterales y veredas techadas, dejando en el centro lugar para el paso de carruajes y caballos. Actualmente, esta calle se halla restaurada e incluye exposiciones arqueológicas y un centro comercial.

El Barrio judío: Luego de la reunificación de la ciudad en 1967, numerosas sinagogas, ieshivot y otros centros que florecieron durante siglos anteriores a 1948, están siendo nuevamente rehabilitadas. Esto incluye la zona del «Muro de los Lamentos» y el «Barrio Judío» que se halla en proceso de reconstrucción y repoblación.

Barrio Judío
Barrio Judío

 

ALREDEDORES DE LA CIUDAD VIEJA

Villa de Betania (El Azaria): situada al este del Monte de los Olivos, lugar al que se retiro Jesús con sus discípulos cuando fue traicionado. El nombre deriva del vocablo hebreo «gat shmanim», que significa prensa para aceite, ya que allí había muchas de ellas. Las iglesias de María Magdalena, Dominus Flevit y de Todas las Naciones(Basílica de la Agonía) están ubicadas en sus aledaños y también la Tumba de la Virgen.

El Jardín de la Tumba: a poca distancia de la ruta Nablus. Según las creencias de algunos protestantes, la tumba excavada en la roca marca el sitio donde fue enterrado Jesús.

Monte de los Olivos: al este de la Ciudad Vieja, considerado durante siglos uno de los lugares más sagrados, prueba de ello es el deseo de todo judío de ser enterrado allí. La tradición señala que el Mesías comenzara con la resurrección de los muertos desde este punto. Muchas lapidas, destruidas por los jordanos, han comenzado a ser restauradas. Para los cristianos, este es el sitio de la ascensión de Jesús.

Túnel de Jizkiahú: Al sur-este de la Ciudad Vieja, se dice haber sido excavado por el Rey Jizkiahú en el año 700 ADC, para unir el manantial de Guijon, situado en el exterior de las murallas, con el estanque de Shiloaj, en su interior. El agua del estanque su usa en la actualidad para regar los campos de Silwan, la villa árabe próxima.

Las Tumbas del Valle de Kidrón: incluyendo el famoso monumento a Absalón, que fuera construido supuestamente por el Rey David para su rebelde hijo, aunque en realidad esta esculpido en estilo helenístico del primer siglo ADC. Las Tumbas de Bnei Jazir, pertenecientes a la familia sacerdotal de Jazir, de la época del Primer Templo. La tumba de Zacarías, el profeta, cuyo monumento tallado en la roca data probablemente del primer siglo ADC.

OESTE

Villa de Ein Karem considerada como lugar de nacimiento de San Juan Bautista y como sitio del encuentro entre María, Elizabet y Zacarías antes del nacimiento de Jesús. Las iglesias de la zona contienen numerosas pinturas y restos arqueológicos, y han inspirado la creación de una colonia de artistas en la villa.

Iglesia Rusa en Ein Karem

Centro médico Hadasa, perteneciente a la Universidad Hebrea: es un moderno hospital y un centro de enseñanza ubicado en las cercanías de Ein Karem y con vista a la villa. Construido por la Organización Mundial de Mujeres Sionistas Hadasa. La sinagoga del hospital aloja las Ventanas de Chagall y sus famosos vitrales. Hay programas especiales para visitantes sobre la historia de Hadasa.

Har (monte) Herzl y Cementerio Militar: en Bait Vagan. Sitio de la tumba de Teodoro Herzl, quien previó el levantamiento del Estado de Israel, y de un museo que contiene documentos sobre su vida. El cementerio adyacente aloja las tumbas de aquellos que cayeron por la defensa de Israel y esta abierto diariamente hasta la puesta del sol.

Universidad Hebrea en guivat Ram, en el área se hallan también los edificios de la Biblioteca universitaria Nacional, el Auditorio Wise, la Sinagoga, el Planetario Williams.

Kneset: Edificio del Parlamento Israelí, en la calle Rupin, abierto al publico durante el periodo de sesiones. Paseos guiados por el edificio, libres de cargo. Muy cerca de allí – el Parque Wohl de Rosas de Jerusalén, con sus quince acres plantados con una gran variedad de rosas de todo el mundo.

Maqueta de la antigua Jerusalén en los días del Segundo Templo. Situada en los terrenos del Hotel Holyland, en el barrio de Bait Vagan.

Iad Vashem: Monumento nacional en recordación de los 6.000.000 de judíos exterminados en la Europa ocupada por los nazis. Exposición fija, archivos y una Llama Votiva en la Sala de Recordación (existe la posibilidad de ordenar una ceremonia religiosa, previo acuerdo). La Avenida de los Justos Gentiles, un tributo a aquellos que salvaron vidas de judíos durante el holocausto, conduce al complejo.

 

LAS OCHO PUERTAS DE LA CIUDAD VIEJA 

 
Puerta Dorada de Jerusalem

 

La Puerta de Iafo, es el punto de acceso más conveniente para los que de la ciudad nueva. Caminado hacia la derecha, se llega a la Puerta de Zión, sobre el monte Zión y en las cercanías de la tumba de David. La Puerta de los Desperdicios, a través de la cual se arrojaban los mismos fuera de la ciudad, es la más cercana al Muro Occidental. La Puerta de Oro (o Puerta de la Misericordia) fue bloqueada siglos atrás y según la tradición judía será abierta en el «Fin de los Días». Según la religión cristiana, esta es la puerta a través de la que camino Jesús el Domingo de Ramos. La Puerta de los Leones (o Puerta de San Esteban) fue construida por el Sultán Suleimán, que recibió en sueños la orden de construir una amuralla a alrededor de la ciudad y la advertencia de que si no lo hacía, seria devorado por los leones, de aquí que haya ordenado esculpir los leones que decoran la entrada.

La Puerta de Herodes, recibe tal nombre en honor al rey que mas edificios construyo en la ciudad. La Puerta de Damasco (Shjem) indica el comienzo de la ruta que lleva a Shjem (Nablus), conduce al Mercado Oriental. La Puerta Nueva fue abierta en 1889 para facilitar el acceso al Barrio Cristiano de la Ciudad Vieja. Paseo sobre las murallas de la Ciudad Vieja: El trecho comprendido entre las puertas de Iafo y de Damasco permite visitar los restos de la antigua Puerta Romana que yacen bajo la actual Puerta de Damasco. El trecho comprendido entre las puertas de Zión y de los Desperdicios (entrada a través de la Puerta de Zión solamente) incluye la posibilidad de una visita guiada a las excavaciones de los Jardines de Ofel, en las cercanías de la Puerta de los Desperdicios.

 

LA CIUDAD NUEVA – CENTRO

 
Jerusalen Moderno

 

Casa de los Artistas y Escuela de Arte Bezalel en la calle Shmuel Hanaguid 10-12. La escuela, fundada por Boris Shatz hace 60 años, ha entrenado muchos de los artistas israelíes. Ofrece al visitante exposiciones regulares y dispone de restaurante.

Aijal Shlomó, en la calle Hamelej George 58, es la cede central del rabinato. En sus instalaciones funciona el Museo de Arte Judío y de accesorios para el ceremonial religioso. Adyacente, se halla la nueva y magnifica Gran Sinagoga de Jerusalén, utilizada principalmente en sábados, festividades y ocasiones especiales.

Agencia judía, en la calle Hamelej George, alberga las Oficinas Centrales de la Organización Zionista mundial, los Archivos Zionistas, la fundación Nacional judía (KKL) y el Keren Haiesod (UJA). Los Libros de Oro de los Donantes están en exposición.

Majané Iehuda: mercado oriental de productos alimenticios y otras mercancías, no lejos de la calle Iafo, sumamente congestionado, particularmente los miércoles y jueves.

Cementerio y estanque de Mamila: no lejos de la calle Agrón. En su área se encontró una tumba mameluca. Se considera que el estanque es el mencionado en la Biblia como «la pileta superior».

Mea Shearim: este barrio, construido en la década de 1870 y poblado únicamente por judíos ortodoxos, es un centro comercial para la adquisición de productos religiosos, libros y obras de escribas religiosos. Se ruega a los visitantes vestir modestamente y no fotografiar conspicuamente.

Migrash ha-rusim, no lejos de la calle Iafo, construido en el siglo XIX para peregrinos de Rusia. En adición al a Catedral Ortodoxa Rusa, el sitio aloja también a las Cortes de Justicia de Israel y a la estación de Policía de Jerusalén. También se halla en el área la sala del Heroísmo, en su origen la Prisión Central de Jerusalén, y actualmente el museo de la resistencia judía en la época del Mandato Británico.

 

SUR

Beit Agnon, en la calle Klauzner 16, barrio de Talpiot. La casa de S.I. Agnon, escritor que mereció el Premio Nobel de Literatura. En exposición: su estudio, su extensa biblioteca, pinturas, sus libros y una reproducción del certificado del Premio Nobel.

La Casa de Calidad de Jerusalén: en la calle Jevron 12. Es un centro de producción, exhibición y comercialización de productos artísticos locales, portadores del Sello de Calidad.

Centro Jan: En su origen fue una especie de refugio para los viajeros que habían quedado fuera de la ciudad luego de haberse cerrado los portones a la caída del sol. Actualmente es un teatro y sitio de entretenimientos.

Centro Internacional de Cultura para la Juventud, en la calle Emek refaim 12. Ofrece programas varios para jóvenes israelíes y extranjeros.

Jutzot Haiotzer: frente a la Torre de David, sirve de centro de comercialización de obras de arte y de productos artesanales.

Jardín de la Campana de la Libertad, en la calle David Hamelej, frente al Molino de montefiore. El jardín está dedicado al bicentenario de la independencia de Estados Unidos y tiene una replica de la Campana de la Libertad de Filadelfia, un pequeño anfiteatro, terrenos para deporte y recreación. En el verano hay actividades culturales al aire libre.

Mmishkenot haroim (las tiendas de los pastores): reconstrucción de un campamento beduino, en el barrio de Talpiot mizraj (oriental), con una visita excepcional. En el sitio café, restaurante, kiosco de recuerdos y programas con ambiente beduino.

Ramat Rajel: kibutz en el límite sudeste de Jerusalén. Por su estratégica ubicación fue un punto clave en la Guerra de la Independencia. Desde la colina en la que está ubicado hay una vista excepcional de Jerusalén y de Beit Lejem (Belén).

Iemin Moshé: El Primer barrio residencial construido fuera de las murallas de la Ciudad Vieja, en la década de 1880. El molino que construyo Sir Moisés Montefiore para el uso de los primeros habitantes, es un museo en su honor. A sus pies, Brejat hasultan (estanque del sultán), sitio especialmente adaptado para actuaciones al aire libre y eventos especiales.

YMCA (Young Man Christian Association), ubicada en la calle David Hamelej, dispone de instalaciones para actividades culturales y deportivas y de alojamiento.

 

MONTE ZION (HAR ZION)

Cámara de los Mártires: es un museo en memoria de las víctimas del nazismo que se halla ubicado próximo a la Tumba del Rey David, lugar de peregrinaje, especialmente en Shavuot (fiesta de las cosechas), fecha indicada por la tradición de la muerte del Rey David. En el sitio de halla también el Cenáculo (cuarto donde tuvo lugar la Ultima Cena) y la Abadía de Dormición, con la cripta donde María yace «sumida en el eterno sueño». San Pedro de Galicantu: sobre la cima oriental del monte, es el lugar donde supuestamente moró Caifas y en el Pedro renegó de Jesús a la hora del canto del gallo (en latín gallicantu significa el canto del gallo).

 

NORTE

Monumento e Allenby, Kikar (plaza) Illit, Romema, conmemora la entrada del ejército británico a Jerusalén, comandado por Allenby, en 1917.

Jardín Zoológico Bíblico: No lejos de la calle Irmiahu, posee una colección de animales, pájaros y reptiles mencionados en la Biblia.

Guivat Hatajmoshet (Colina de las Municiones), parque y museo en memoria de los caídos durante el asalto a la comandancia jordana ubicada en la colina durante la Guerra de los Seis Días.

Monte Scopus: en hebreo Har Hatzofim – monte de los vigías, lugar de una antigua atalaya. Allí está situado el Hospital Hadasa y el campus de la U.

Universidad Hebrea, fundada en 1925. La zona quedo bajo jurisdicción israelí durante los años 1948 y 1967. A partir de 1967 ambas instituciones han sido renovadas.

Sanhedria: tumbas de los miembros de la Suprema Corte de Rabínica de Israel durante los días del Segundo Templo.

Tumbas de los Reyes: en la calle Shjem (Ruta de Nablus), excavada en la roca y decorada con símbolos de abundancia. Lugar de sepultura de la Reina Helena de Adiabena y su familia y, según la tradición judía, también del suegro de Ravi Akiba, Calba Savúa.

Tumba de Simón el Justo, ubicada en Sheij Jarrah y visitada especialmente en la festividad de Lag Bahomer, es supuestamente la tumba de un Sumo Sacerdote de la época del Segundo Templo.

 

MUSEOS

Museo de Agricultura: en la calle Helleni Hamalká 13, una exposición al aire libre de herramientas agrícolas antiguas. Abierto en verano de domingo a viernes, de 8 a 13 hs. Y en invierno de domingo a jueves de 8 a 14 hs., y viernes de 8 a 13 hs.

Museo Municipal: ver Ciudad Vieja, Torre de David y Ciudadela.

Guivat Hatajmoshet: ver Ciudad Nueva – Norte

Museo del Islam: en el Har Hamoriá (Monte del Templo). Entrada paga.

Museo Israel: en la calle Rupin. Incluye el museo Bíblico y Arqueológico Bronfman, el Museo Nacional de Arte Betzalel, el Jardín de Arte Billy Rose y el Santuario del Libro, que contiene los Rollos del Mar Muerto. Además, Cuenta con numerosas exposiciones rotativas.

Museo de Arte judío: calle Sorotzkin, abierto de domingo a jueves, de 13 a 17 hs.

Instituto Mayer de Arte Islámico: en la calle Hapalmaj 2. Abierto de domingo a jueves, de 10 a 15:30 y de 15:30 a 18 hs. Entrada paga.

Museo de Historia Natural: en la calle Mohalíver. Los modelos en la exposición brindan una idea de la vida animal y vegetal en la zona. Cerrado durante el mes de agosto. Entrada paga excepto los días sábado.

Patio del Viejo Ishuv (población): en la calle Or Hajaim, en el barrio Judío de la Ciudad Vieja. Es una antigua casa restaurada de la Ciudad Vieja, Con un patio o plaza perteneciente a las comunidades Ashkenazi y Sefardí, en uso desde la mitad del sigo XIX y hasta 1948. Abierto de domingo a jueves, de 9 a 16 hs.. Entrada paga.

Museo Rockefeller: en la calle Suleimán. Exposiciones sobre varias de las mas significativas excavaciones arqueológicas. Abierto diariamente de 10 a 17 hs., viernes y sábado, de 10 a 14 hs.. Entrada paga.

Museo de Impositiva: expone documentos relacionados con la impositiva en Israel y en la Diáspora. Entrada paga.

Fuente: Gobierno Jerusalén http://www.jerusalem.muni.il

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