Los signos para determinar la cercanía del Aviso.
A medida que se suceden las tribulaciones en la Tierra y vemos de qué tipo son, aumenta nuestra comprensión sobre los relatos que hacen las escrituras sobre el Final de los Tiempos, y los mensajes recibidos por los videntes.
Vemos más claramente cómo el tiempo de la misericordia divina que se nos ha concedido, es un paso previo y necesario al Aviso o iluminación de conciencia, que Dios dará a todos los seres humanos.
Porque el maligno ha cegado progresivamente a la humanidad.
Y vemos cómo el Aviso es la ampliación de esa misericordia, aún en medio de las tribulaciones que arrecian, por la apertura consecutiva de los sellos que describe el libro del Apocalipsis.
Pero luego del Aviso todo cambia.
A partir de allí hay una intervención decisiva del cielo para quitar el velo de los ojos de los seres humanos y purificar la Tierra.
La luz que derramará el Espíritu Santo cegará ahora al maligno y comenzará una nueva época.
Aquí hablaremos sobre cómo coinciden las escrituras con los mensajes dados a los videntes actuales, especificándolas, lo que nos indica el camino que probablemente recorreremos en corto tiempo.
Todo parecería indicar que Dios va a dar a sus hijos descarriados de esta generación, la última oportunidad de regresar a casa antes que purifique la tierra.
Y este es un relato bíblico, que transcurre mientras la apertura de los sellos del Apocalipsis, que ya comenzaron a abrirse.
Este proceso comienza con un tiempo de misericordia, que fue mostrado cuando la Santísima Virgen María se apareció a los tres pastorcitos en Fátima, en 1917.
En la visión del 3er Secreto de Fátima, los niños fueron testigos de un ángel que se cernía sobre el mundo a punto de golpear la tierra con una espada de fuego.
Pero la luz que emanaba de la Virgen María detuvo al ángel, y la justicia se demoró.
La Madre de la Misericordia imploró a Dios para que concediera al mundo un tiempo de misericordia.
Y unas décadas más tarde, el Señor se apareció a Santa Faustina Kowalska para anunciar ese tiempo de misericordia.
Faustina cuenta así la conclusión de la visión que se mostró a los pastorcitos de Fátima,
«Vi al Señor Jesús, como un rey en gran majestad, mirando hacia abajo sobre nuestra tierra con gran severidad, pero por intercesión de su Madre prolongó el tiempo de su misericordia»
Y Jesús le dijo,
«Estoy prolongando el tiempo de la misericordia por el bien de los pecadores.
Pero ¡ay de ellos si no reconocen este tiempo de Mi visitación.
Antes del Día de la Justicia, Yo envío el Día de la Misericordia»
La intervención de Jesucristo está motivada por las cosas que suceden en la Tierra expresadas en la apertura de los sellos del Apocalipsis.
Son los sucesos que describen los sellos del apocalipsis lo que muestran la situación en la Tierra.
Cuando el cordero rompe el primer sello sale el caballo blanco y su jinete sale coronado y con un arco.
Y como se trata de un tiempo de tribulación, el caballo blanco simboliza la confusión legitimada en el mundo, a los falsos mesías y a las falsas doctrinas, a las mentiras disfrazadas de verdad.
Luego el cordero abre el segundo sello y aparece el caballo rojo, que según la escritura dice que recibió el poder de desterrar la paz de la tierra, para que los hombres se liquiden entre sí.
Este sello simboliza la guerra.
Luego, con la apertura del tercer sello, sale un caballo negro y se oye «una ración de trigo cuesta la paga de un día».
Es la carestía, la hiperinflación debido al colapso económico, la escasez de alimentos, el hambre.
Después, cuando se abre el cuarto sello, sale a cabalgar un caballo amarillo, y dispara la guerra, el hambre, la peste y las fieras salvajes, todo junto.
Es la revolución global a todo el orden, el desafío total.
Y con la apertura del quinto sello, el apocalipsis nos señala la persecución al pueblo de Dios.
Se muestra a las almas sacrificadas clamando justicia.
Y entonces llegamos al momento que cambia la historia, la apertura del sexto sello.
Donde se describe que el sol se puso negro como ropa de luto, la luna quedó como ensangrentada y los astros del cielo cayeron sobre la tierra.
Es el juicio de Dios que se percibe en el alma de todos, ya sean reyes o generales, ricos o pobres, de toda raza y color.
Es el Aviso, que el Señor se lo describe a la vidente Jennifer en septiembre del 2003, que Juan Pablo II alentó que se difundiera por el mundo, pero obviamente el entorno vaticano pudo más.
Sobre esta vidente ya hicimos un video.
Jennifer cuenta,
«El cielo está oscuro y parece que es de noche pero mi corazón me dice que es en algún momento de la tarde.
Veo que el cielo se abre y puedo escuchar truenos largos y prolongados.
Cuando miro hacia arriba veo a Jesús sangrando en la cruz y la gente está cayendo de rodillas».
Y entonces Jesús le dice, «Verán su alma como yo la veo».
Jennifer dice que podía ver las heridas de Jesús muy claramente, y Jesús entonces le dice,
«Verán cada herida que han agregado a Mi Sacratísimo Corazón».
Jennifer ve a la izquierda a la Santísima Virgen llorando y Jesús le habla de nuevo y le dice,
«Prepárate, prepárate ahora porque el tiempo se acerca pronto. Hija Mía, ora por las muchas almas que sucumbirán a causa de sus caminos egoístas y pecaminosos».
Y cuando mira hacia arriba, ve las gotas de sangre que caen de Jesús y golpean la tierra.
Ve millones de personas de todas las naciones.
Muchos parecían confundidos mientras miraban hacia el cielo.
Y Jesús le dice,
«Están en busca de la luz porque no debe ser un tiempo de tinieblas, sin embargo, es la oscuridad del pecado que cubre esta tierra y la única luz será aquella de la cual vengo.
Porque la humanidad no se da cuenta del despertar que está a punto de serle otorgado.
Esta será la mayor purificación desde el comienzo de la creación.»
Y luego Jennifer ve a la gente llorando y con gritos cuando ven a Jesús sangrando en la cruz.
Pero Jesús le dice,
«No es la vista de Mis heridas lo que causa su sufrimiento, es la profundidad del alma sabiendo que las ha colocado allí.
No es la visión de Mis heridas sangrando lo que causa su sufrimiento, es saber que el rechazo del hombre hacia Mí ha causado que Mis heridas sangren».
Y luego Jesús le explica,
«Hija Mía, ves que la tierra ha estado temblando porque a medida que se acerca esta hora de purificación por la iluminación, la furia del león merodeará entre Mi pueblo.
La tentación se multiplicará porque busca a sus muchas víctimas.
Será la mayor batalla espiritual que el hombre haya soportado jamás».
Y le pide una misión,
«Hija Mía, dile a Mi pueblo que hoy les pido que presten atención a Mis palabras, porque la señal está a punto de levantarse.
Dile a Mi pueblo que esta es la hora, porque Yo soy Jesús y todo se hará de acuerdo a Mi voluntad.»
El Aviso es una pausa en el caos, un cese de los vientos destructores, y un torrente de luz en medio de una gran oscuridad.
Esto coincide con lo que Jesús le mostró a Santa Faustina, que se verá en el cielo la señal de la cruz.
Es la oportunidad para que las almas elijan a Dios y sigan Sus mandamientos, o lo rechacen, antes de la purificación.
Y en mensajes recibidos por el australiano Matthew Kelly, a quien le fue dicho que, aún después del aviso, «algunas personas se alejarán aún más de Mí, serán orgullosas y obstinadas.
Pero a los que se arrepientan se les dará una sed insaciable de esta luz»
Y también que, «todos los que Me aman se unirán para ayudar a formar el talón que aplastará a satanás».
Entonces viene la apertura del séptimo sello.
Se produce un silencio de media hora, la iluminación de conciencia trabajando en cada persona.
Y la esperanza es que se de cumplimiento a la promesa por la que tanto han rogado los justos y mártires delante del trono de Dios.
Hasta ese momento, el mal había campado a sus anchas, persiguiendo a la Iglesia, a sus hijos y pervirtiendo a la humanidad entera.
Y entonces comienza la acción decisiva del Cielo.
A los siete ángeles que están en pie delante de Dios, les fueron entregadas siete trompetas y luego vendrá el derramamiento de las 7 copas.
Y aparece otro caballo blanco, su jinete se llama `Fiel y Veraz´, porque juzga con justicia y combate.
Dios les dio a todos la mejor oportunidad posible para arrepentirse, para volver a casa como el hijo pródigo.
Luego de eso, comenzará la purificación de la Tierra.
Elizabeth Kindelman habla del diluvio de bendiciones que sacudirá al mundo.
El Aviso o «iluminación de la conciencia», será el quebrantamiento del poder de satanás en millones de almas.
La Luz Divina del Espíritu Santo, expulsará muchas tinieblas y la Llama de Amor cegará a satanás.
Y entonces se producirá el «enfrentamiento final» de esta era.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar, sobre la relación entre el aviso, la apertura de los sellos del libro del Apocalipsis y la purificación del mundo.
Y me gustaría preguntarte qué idea tienes de lo que sucederá en el Aviso, si crees que muchos volverán a la fe o piensas que al contrario serán pocos.
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