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A la Divina Misericordia DEVOCIONES Y ORACIONES

Letanías y Alabanzas a la Divina Misericordia

“El Señor Mismo me impulsa a escribir oraciones e himnos sobre Su misericordia…” (Diario, 1593).

“Deseo que conozcas más profundamente el amor que arde en Mi Corazón por las almas y tú comprenderás esto cuando medites Mi Pasión. Apela a Mi misericordia para los pecadores, deseo su salvación. Cuando reces esta oración con corazón contrito y con fe por algún pecador, le concederé la gracia de la conversión. Esta oración es la siguiente: Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío” (Diario, 187).

“El silencio es una espada en la lucha espiritual; (…) El alma silenciosa es capaz de la más profunda unión con Dios; vive casi siempre bajo la inspiración del Espíritu Santo. En el alma silenciosa Dios obra sin obstáculos” (Diario, 477).

“Debemos rogar frecuentemente al Espíritu Santo por la gracia de la prudencia. La prudencia se compone de: la reflexión, la consideración razonable y el propósito firme. La decisión final siempre nos pertenece a nosotros” (Diario, 1106)

LETANIAS A LA MISERICORDIA DIVINA

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.

Jesucristo, óyenos. Jesucristo escúchanos.

Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que sois Un solo y verdadero Dios, ten piedad
De nosotros.

* EN TÎ CONFÎO
1.- Jesús, Rey de Misericordia, que has redimido el mundo.*
2.- Jesús, Rey de Misericordia, por quien todas las cosas fueron creadas.*
3.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has santificado.*
4.-Jesús, Rey de Misericordia, que nos revelasteis el misterio de La Santísima Trinidad.*
5.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos manifestasteis la Omnipotencia de Dios.*
6.- Jesús, Rey de Misericordia, que te manifiestas en la creación de los espíritus celestiales.*
7.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos formasteis de la nada.*
8.- Jesús, Rey de Misericordia, que abrazas todo el universo.*
9.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos das la vida eterna.*
10.-. Jesús, Rey de Misericordia, que nos proteges del castigo merecido.*
11.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos libras de la miseria del pecado.*
12.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes la justificación en el verbo encarnado.*
13.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes misericordia por Tus Santas llagas.*
14.- Jesús, Rey de Misericordia, que brota de Tu Santísimo Corazón.*
15.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos distes a la Santísima Virgen como Madre de Misericordia.*
16.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual has sufrido Tu encarnación, Pasión y Muerte.*
17.- Jesús, Rey de Misericordia, por medio de la cual ayudas a todos, en todas partes y siempre.*
18.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual nos has prevenido con Tus Gracias.*
19.- Jesús, Rey de Misericordia, la que nos has manifestado revelándonos los Misterios Divinos.*
20.- Jesús, Rey de Misericordia, la que manifestastes instituyendo Tu Santa Iglesia.*
21.- Jesús, Rey de Misericordia, que habiendo instituido los Santos Sacramentos, nos abristes los torrentes de Tus Gracias.*
22.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con los Santos Sacramentos del Bautismo y de la Penitencia.*
23.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con la Santísima Eucaristía y el Sacerdocio*
24.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has llamado a Nuestra Santa Fe.*
25.- Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas por la conversión de los pecadores.*
26. Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas iluminando a los fieles.*
27.- Jesús, Rey de Misericordia, que la revelas por la santificación de los justos.*
28.- Jesús, Rey de Misericordia, que llevas a los santos a la cumbre de la santidad.*
29.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tus Santas llagas.*
30.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tu Santísimo Corazón.*
31.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres consuelo de los enfermos y afligidos.*
32.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el único consuelo de los corazones afligidos.*
33.- Jesús, Rey de Misericordia, que das esperanzas a las almas que se hallan en desesperación.*
34.- Jesús, Rey de Misericordia, que acompañas a todos los hombres siempre y en todas partes.*
35.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos colmas con el torrente de Tus Gracias.*
36.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el refugio de los moribundos.*
37.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el consuelo de las almas del purgatorio.*
38.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la Corona de todos los Santos.*
39.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el gozo celestial de los que se salvan.*
40.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la fuente inagotable de los milagros.*
41.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la salvación del mundo entero.*

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.

Las Misericordias de Dios, son más grandes que todas sus obras.
Por eso cantaré las Misericordias de Dios para siempre.

ALABANZAS A LA DIVINA MISERICORDIA

El Amor de Dios es la flor; La Misericordia el fruto. Que el alma titubeante lea estas consideraciones sobre la Misericordia Divina y recobre la confianza.

Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre, en Ti confío.
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, misterio incomprensible, en Ti confío.
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, humano o angélico, en Ti confío.
Misericordia Divina, de donde brotan vida y felicidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, más sublime que los cielos, en Ti confío.
Misericordia Divina, manantial de milagros y maravillas, en Ti confío.
Misericordia Divina, abrazando todo el universo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que bajas a la tierra en la Persona del Verbo Encamado, en Ti confío.
Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el Corazón de Jesús, en Ti confío.
Misericordia Divina, enclaustrada en el Corazón por nosotros, y especialmente por los pecadores, en Ti confío.
Misericordia Divina, insondable en la institución de la Sagrada Hostia, en Ti confío.
Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia, en Ti confío.
Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la justificación de nosotros por Jesucristo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de la vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos abrazas, especialmente a la hora de la muerte, en Ti confío.
Misericordia Divina, por quien recibimos el don de la inmortalidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, siempre a nuestro lado en cada instante de nuestra vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, escudo protector de las llamas infernales, en Ti conf?
?o.
Misericordia Divina, por quien se convierte el pecador empedernido, en Ti confío.
Misericordia Divina, que dejas atónitos a los ángeles; inasequible también a los santos, en Ti confío.
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria, en Ti confío.
Misericordia Divina, manantial de felicidad y gozo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que de la nada nos trajiste a la existencia, en Ti confío.
Misericordia Divina, que rodeas con Tus brazos toda obra de Sus manos, en Ti confío.
Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos, en Ti confío.
Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados, en Ti confío.
Misericordia Divina, única esperanza de los desesperados, en Ti confío.
Misericordia Divina, remanso de corazones, paz en la turbulencia, en Ti confío.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas, en Ti confío.
Misericordia Divina, esperanza renovada, perdida ya toda esperanza, en Ti confío.

Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu bondadosa mirada y aumenta Tu misericordia en nosotros para que en los momentos difíciles, no nos desalentemos ni nos desesperemos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es Amor y Misericordia.

Oh incomprensible e infinita Misericordia Divina, ¿quién podrá adorarte como Te mereces. Eres la dulce esperanza del pecador. Uníos estrellas, mar y tierra en un sólo himno y cantad a coro, con vuestra mejor voz, la misericordia Divina, cuya comprensión no se nos alcanza. (11, 296-297).

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DEVOCIONES Y ORACIONES Por la Muerte

Oraciones a Jesucristo por una Buena Muerte

LETANÍAS DE LA BUENA MUERTE [1]

Jesús, Señor, Dios de bondad, Padre de misericordia, aquí me presento delante de Vos con el corazón humillado, contrito y confuso, a encomendaros mi última hora y la suerte que después de ella me espera.

Cuando mis pies, fríos ya, me adviertan que mi carrera en este valle de lágrimas está por acabarse; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis manos trémulas ya no puedan estrechar el Crucifijo, y a pesar mío le dejan caer sobre el lecho de mi dolor; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis ojos, apagados con el dolor de la cercana muerte, fijen en Vos por última vez sus miradas moribundas; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis labios fríos y balbucientes pronuncien por última vez vuestro santísimo Nombre; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mi cara pálida amoratada causa ya lástima y terror a los circunstantes, y los cabellos de mi cabeza, bañados con el sudor de la muerte, anuncien que está cercano mi fin; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis oídos, próximos a cerrarse para siempre a las conversaciones de los hombres, se abran para oír de vuestra boca la sentencia irrevocable que marque mi suerte para toda la eternidad; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mi imaginación, agitada por horrendos fantasmas, se vea sumergida en mortales congojas, y mi espíritu, perturbado por el temor de vuestra justicia, a la vista de mis iniquidades, luche con el ángel de las tinieblas, que quisiera precipitarme en el seno de la desesperación; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mi corazón, débil y oprimido por el dolor de la enfermedad, esté sobrecogido del horror de la muerte, fatigado y rendido por los esfuerzos que hubiere hecho contra los enemigos de mi salvación; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando derrame mis última lágrimas, síntomas de mi destrucción, recibidlas, Señor, en sacrificio de expiación, para que muera como víctima de penitencia, y en aquel momento terrible, Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mis parientes y amigos, juntos a mí, lloren al verme en el último trance, y cuando invoquen vuestra misericordia en mi, favor; Jesús misericordioso, tened compasión de mi.

Cuando perdido el uso de los sentidos, desaparezca todo el mundo de mi vista y gima entre las últimas agonías y afanes de la muerte; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando los últimos suspiros del corazón fuercen a mi alma a salir del cuerpo, aceptadlos como señales de una santa impaciencia de ir a reinar con Vos, entonces: Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Cuando mi alma salga de mi cuerpo, dejándolo pálido, frío y sin vida, aceptad la destrucción de él como un tributo que desde ahora quiero ofrecer a vuestra Majestad, y en aquella hora: Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

En fin, cuando mi alma comparezca delante de Vos, para ser juzgada, no la arrojéis de vuestra presencia, sino dignaos recibirla en el seno amoroso de vuestra misericordia, para que cante eternamente vuestras alabanzas; Jesús misericordioso, tened compasión de mí.

Oración. Oh Dios mío, que condenándonos a la muerte, nos habéis ocultado el momento y la hora, haced que viviendo santamente todos los días de nuestra vida, merezcamos una muerte dichosa, abrasados en vuestro divino amor. Por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Vos, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

[1] También conocidas bajo el nombre de «Súplicas a Jesús crucificado para obtener la gracia de una buena muerte», su autoría se atribuye a una joven protestante que se convirtió al catolicismo a la edad de quince años y que murió con fama de santidad a los diez y ocho. Tanto Pío VII como León XII concedieron indulgencias a esta oración.

ORACIONES A JESÚS PARA QUE NOS LIBRE DE MUERTE REPENTINA

¡Oh misericordioso Jesús! Por vuestra agonía y sudor de sangre, y por vuestra muerte, libradnos, os suplico, de la muerte súbita y repentina.

¡Oh benignísimo Señor Jesús! Por el acerbísimo e ignominioso tormento de los azotes y corona de espinas, por vuestra cruz y pasión amarguísima, por vuestra bondad, humildemente os ruego no permitáis que yo muera repentinamente, ni pase de esta vida a la otra sin recibir los Santos Sacramentos.

¡Oh amantísimo Jesús, Señor y Dios mío! Por todos vuestros trabajos y dolores, por vuestras sagradas llagas, por aquellas últimas palabras, ¡oh mi dulce Jesús!, que dijisteis en la Cruz: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?, y por aquel fuerte clamor: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, ardentísimamente os ruego que no me saquéis repentinamente de este mundo. Hechura soy, ¡oh Redentor mío!, de vuestras manos, y formado me habéis enteramente. ¡Oh! Por vida vuestra, Señor, no me precipitéis de improviso; dadme, os suplico, espacio para hacer penitencia; concededme un tránsito feliz y gracia para que os ame de todo corazón, os alabe y os bendiga por toda la eternidad. Amén.

Señor mío Jesucristo, por aquellas cinco llagas que por nuestro amor recibisteis en la Cruz, socorred a vuestros siervos redimidos con vuestra preciosísima sangre.

ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN

Señor mío Jesucristo, que por la redención del mundo quisiste nacer, ser circuncidado despreciado de los judíos, vendido por el traidor Judas con beso de falsa paz, atado y llevado para ser crucificado como inocente cordero, presentado ante los tribunales de Anás y Caifás, Herodes y Pilatos, acusado con falsos testimonios, lastimado con afrentas y azotes, y escupido y coronado con espinas; que quisiste ser herido con caña, cubierto el rostro, desnudo y clavado en la Cruz, levantado en ella y puesto entre ladrones; que quisiste que te diesen a beber hiel y vinagre, y ser herido con una lanza: por estas tus santísimas penas, que yo, aunque indigno, he traído a mi memoria, y por tu Santísima Cruz y muerte, líbrame de las penas del infierno y llévame adonde llevaste al buen ladrón crucificado contigo, que con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

SEÑOR ACUERDATE DE MÍ, EN MIS ÚLTIMOS MOMENTOS

“Acuérdate de mí, Señor, cuando estés en tu Reino”,
decía el buen ladrón en su última hora.
Acuérdate de mí, Señor, en mis últimos momentos.
Ayúame en aquella hora por la fuerza de tus armas
que son los sacramentos.
Que desciendan sobre mí las palabras de la
absolución.
Que el óleo sagrado, me unja y me selle.
Que tu propio Cuerpo me alimente y que tu Sangre
divina me lave.
Haz que María, mi Madre dulcísima, se incline sobre mí.
Que mi Angel de la Guarda musite a mis oídos palabras
de paz.
Que mis sntos patronos me sonrían. Con ellos por sus
oraciones, dame, Señor, el don de la perseverancia.
Que, en fin, pueda morir, como he deseado vivir,
en tu fe, en tu Iglesis, en tu servicio
y en tu amor. Amén.
(Cardenal Newman)

SEÑOR, SE ACERCA EL FIN: VUELVO A TI

Un instante nomás y mi alma abandonaría la tierra,
habrá terminado su destierro, habrá concluido su combate
Subo al cielo, toco ya mi patria, en mis manos tengo la victoria.
Voy a entrar en la morada de los elogios,
voy a contemplar bellezas jamás soñadas por ojo humano,
y disfrutar de goces que jamás gustó el corazón
del hombre.

( Teresita del niño Jesús)

SEÑOR, TE CONSAGRO EL INSTANTE DE MI MUERTE

Jesús mío, agonizante por mí en la Cruz, acuérdate
de tu agonía y de tu muerte santísima; te ofrezco, te
consagro el instante de mí agonía y de mi muerte y los uno
a tu agonía y a tu muerte. Que tu muerte sea mi vida. Amén.

(Pawloski)

 

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A San José DEVOCIONES Y ORACIONES

Letanías de San José

Santa Teresa dice de San José: «no recuerdo haber pedido alguna cosa a San José y que no me la haya concedido, como así también no he conocido persona devota de él que no haya obtenida alguna gracia por su gloriosa virtud, pues él ayuda muchísimo a las almas que a él se consagran».

 

ORACIÓN A SAN JOSÉ DE SANTA TERESA

Glorioso Patriarca San José,
cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles,
venid en mi auxilio en estos momentos de angustia y dificultad.
Tomad bajo vuestra protección
las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo,
a fin de que tengan una feliz solución.
Mi bienamado Padre,
toda mi confianza está puesta en Vos.
Que no se diga que Os he invocado en vano
y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María,
mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder.
Amén.

 

LETANÍAS DE SAN JOSÉ

Señor, ten piedad de nosotros, (se repite)
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos

Dios Padre celestial, (ten piedad de nosotros)
Dios Hijo redentor,
Dios espíritu Santo,

Santa María, (ruega por nosotros)
San José, descendiente de David,
Luz de los patriarcas,
Esposo de la Madre de Dios,
Casto Custodio de la Virgen,
Padre nutricio del Hijo de Dios,
Diligente defensor de Cristo,
Jefe de la sagrada familia,
José justísimo,
José castísimo,
José prudentísimo,
José fortísimo,
José fidelísimo,
Espejo de paciencia,
Amador de la pobreza,
Modelo de los obreros,
Gloria de la vida doméstica,
Custodio e las vírgenes,
Sostén de las familias,
Consuelo de los miserables,
Esperanza de los enfermos,
Patrono de los moribundos,
Terror de los demonios,
Protector de la santa Iglesia,

Cordero de Dios, que quietas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quietas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quietas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros

V. Lo hizo dueño de su casa
R. Y el gobernador de todos sus dominios

Oración

Oh Dios,
que con inefable providencia
elegiste al bienaventurado José esposo de tu madre,
te rogamos que nos concedas
tener por intercesor en el Cielo
a quien veneramos por protector en la tierra.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

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A la Sagrada Familia DEVOCIONES Y ORACIONES

Letanías a la Sagrada Familia

-Jesús, Salvador del mundo, Ten piedad de nosotros.
-Jesús, Hijo de María y hermano nuestro,
-Jesús, tesoro y delicia de la Sagrada Familia,

-Santa María, Reina de los cielos, Ruega por nosotros.
-Santa María, Madre de Jesús y nuestra dulce Madre,
-Santa María, ornamento y gozo de la Sagrada Familia,

-San José, Padre legal de Jesús,
 -San José, Casto esposo de María,
-San José, guía y amparo le la Sagrada Familia,

-Sagrada Familia, bajo cuya protección nos hemos consagrado a Dios, Está siempre con nosotros.
-Sagrada Familia, que hemos tomado por modelo,
-Sagrada Familia, predilecta del Padre celestial,
-Sagrada Familia, conducida por el Espíritu Santo,
-Sagrada Familia, santificada por la presencia del Hijo de Dios,
-Sagrada Familia, terror del infierno,
-Sagrada Familia, asilo de todas las virtudes,
-Sagrada Familia, Santuario de la Divina Trinidad,
-Sagrada Familia, precioso Tabernáculo de Dios vivo,
-Sagrada Familia, oscura e ignorada sobre la tierra,
-Sagrada Familia, pobre y laboriosa,
-Sagrada Familia, modelo de paciencia y resignación,
-Sagrada Familia, gozosa en las tribulaciones,
-Sagrada Familia, venerada de los pastores,
-Sagrada Familia, honrada por los Magos,
-Sagrada Familia, por Herodes perseguida,
-Sagrada Familia, de los judíos despreciada,
-Sagrada Familia, deseada de los Patriarcas,
-Sagrada Familia, de los Angeles respetada,
-Sagrada Familia, modelo de todos los Santos,
-Sagrada Familia, ornamento de la celestial Jerusalén,

-Senos propicia, Te lo rogamos, óyenos
-Socórrenos en todos los peligros de alma y cuerpo,
-Se nuestro refugio contra los males que nos aquejan,
-Se nuestra fuerza en los combates y pruebas,
-Se fuerte muro contra los ataques del enemigo de nuestra salud,
-Se nuestra esperanza en esta vida y nuestro consuelo en la hora de la muerte,
-Se eficaz protectora de aquellos que os invocan con verdadera confianza,
-Se medianera de los que mueren en el Señor y Abogada de los pecadores cerca del Soberano Jesús,
-Sed liberadora de las almas detenidas en el purgatorio y salud de los que esperan en Vos,
-Se siempre sostén de los débiles y ayuda de los imperfectos,
-Se siempre protectora de nuestra familia y de toda la sociedad,
-Se siempre espejo de los cristianos, imán de los justos,
-Se siempre consoladora de los afligidos y refugio de vuestros devotos,
-Se siempre apoyo y defensa de los que se han consagrado a vuestro servicio,

V. Sagrada Familia, se glorificada en todos los siglos.
R. Reina para siempre en todos los corazones.

Oración
Divino Salvador, bendice todas nuestras obras, recompensa de una manera digna de Vos a todos los que trabajan por tu gloria, concede la paz y la vida eterna a nuestros hermanos muertos. Concede también a tus operarios evangélicos las gracias que le son necesarias para la conversión de los pecadores, santificación de los justos y aumento de su cristiana familia, a fin de que seas conocido y glorificado de todas las criaturas con María y José, y reines en todos los corazones ahora y siempre, ¡oh Tu!, que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén.

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