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Impresionantes Visiones de la vida de San Juan el Bautista

Juan el Bautista fue el profeta más importante.

Fue el encargado de señalar a Jesús como el mesías.

La Biblia nos habla poco de Juan.

Lo hace especialmente referido a la visitación de María a Su madre, a su bautismo de Jesús y a su decapitación.

Pero algunos místicos y videntes manifiestan que han recibido visiones, del propio Jesús, que les ha mostrado a Juan y sus bautismos.

La Iglesia celebra sólo tres cumpleaños durante el año litúrgico el de Jesucristo, el de la Virgen María y el de San Juan Bautista.

Por lo tanto debemos considerar a San Juan Bautista como un actor de primera línea en el plan de Dios.

Se celebra su fiesta 6 meses antes del nacimiento de Jesús; recordemos que la Virgen María era prima de Isabel pero era mayor edad, posiblemente fuera una tía o tía abuela.

La función de Juan Bautista fue muy importante en la historia de la salvación, porque fue el puente entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.

Podemos considerarlo el último profeta el Antiguo Testamento y el profeta del Nuevo Testamento.

Él hablo sobre la venida del mesías como los profetas del Antiguo Testamento.

Pero a diferencia de ellos, lo pudo conocer y tuvo la misión de señalarlo al pueblo judío.

Y no sólo tuvo el privilegio de ver cumplidas las profecías antiguas de los judíos, sino que además tuvo el privilegio de bautizar al Mesías en el río Jordán.

Y de esta forma dar comienzo a la era mesiánica, siendo el punto de arranque del Ministerio Público de Jesús

San Juan Bautista identifica a Jesús como el cordero de Dios que quitará los pecados del mundo.

Que luego será corroborada por el Espíritu Santo y la voz del Padre que llama a la obediencia hacia su hijo

Juan fue apartado y preparado desde niño para esta misión.

Recordemos que su nacimiento fue anunciado por el Ángel Gabriel.

Y su nombre fue dado a su padre Zacarías también por el ángel.

Esto es similar a lo que sucedió con su primo Jesús.

Su padre Zacarías era un alto sacerdote del templo y por lo tanto lo instruyó debidamente en las tradiciones religiosas del pueblo judío; sabía perfectamente que en algún momento surgiría el mesías.

San Lucas precisa el momento en que comenzó el ministerio de Juan, que fue el décimo quinto año de Tiberio César; y en general se entiende que es una referencia al año 29 después de Cristo.

Y se sitúa entonces el bautismo de Jesús en el año 29 o principios del año 30.

Juan además no fue un profeta oculto sino que creó movimiento, que incluso tuvo seguidores fuera del pueblo judío mencionado por historiadores desde fuera del Nuevo Testamento.

Como por ejemplo el historiador judío Josefo, quién menciona que la destrucción de uno de los ejércitos de Herodes fue castigo por a haber decapitado a Juan Bautista.

El Nuevo Testamento dice que la decapitación de Juan Bautista se produjo porque Juan criticaba a Herodes Antipas por haber robado su esposa a su hermano Herodes Felipe; todo esto está contado en Marcos 6.

Pero también hay un relato político de Josefo, que dice que Herodes Antipas estaba cauteloso respecto a la gran influencia que tenía Juan sobre la gente y que esto podía aumentar la rebelión del pueblo.

Uno de sus seguidores de Juan fue Apolo, que luego se convirtió al cristianismo.

Sus seguidores fueron encontrados por San Pablo en Éfeso, a quienes convirtió al cristianismo.

Acá traemos un resumen de Ana Catalina Emmerich y María Valtorta sobre la vida publica de Juan.

   

LAS VISIONES DE ANA CATALINA EMMERICH

   

ESCONDEN A JUAN EN EL DESIERTO

Zacarías e Isabel conocían el peligro que amenazaba a los niños.

He visto a Isabel llevándose al niño Juan a un sitio muy retirado del desierto, a unas dos leguas de Hebrón.

Zacarías los acompañó hasta un lugar donde atravesaron un arroyuelo. Allí se separó de ellos.

He visto que Juan, en el desierto, no llevaba sobre el cuerpo más que una piel de cordero, y a los dieciocho meses ya podía corres y saltar.

Tenía en la mano un bastoncito blanco, con el que jugaba como juegan los niños.

Isabel llevó al niño Juan hasta una gruta.

No sé cuánto tiempo estuvo allí oculta Isabel con el niño; probablemente quedó todo el tiempo hasta que no podía ya temerse la persecución de Herodes.

Regresó con su hijo a Juta, pero volvió a huir cuando Herodes convocó a las madres que tenían hijos menores de dos años, lo cual tuvo lugar un año más tarde.

   

JUAN DA DE BEBER A JESÚS

Vi a la Sagrada Familia huyendo.

Más allá de Hebrón entraron en el desierto donde se encontraba entonces el pequeño Juan, pasando a un tiro de flecha de la gruta donde estaba refugiado.

El recipiente de agua y el cantarillo de bálsamo estaban vacíos.

María estaba sedienta y triste, y el Niño también tenía sed.

Pude ver al niño Juan lleno de inquietud y como si esperara algo.

De la misma manera que se había estremecido en el seno de su madre, como queriendo ir al encuentro de su Señor, esta vez se halla excitado por la vecindad de su redentor, que está sediento.

Tenía en la mano un bastoncito, en cuya alta punta flotaba una banderola de corteza.

Corrió impulsado por el Espíritu hasta el costado de una roca, y golpeó el suelo con su vara, brotando de inmediato agua abundante.

Juan corrió hacia el sitio donde caía, y allí se detuvo y vio a lo lejos a la Sagrada Familia.

María alzó al Niño en los brazos y, señalando hacia el lugar, dijo: ‘Mira a Juan en el desierto’.

Vi a Juan estremecerse de alegría junto al agua que caía; hizo una señal con su banderola y luego huyó a la soledad…

José cavó una pequeña hondura, que pronto se llenó del agua, y cuando estuvo limpia todos bebieron.

   

EL PEQUEÑO JUAN SE QUEDA SOLO

Santa Isabel, avisada por un ángel antes de la matanza de los inocentes, se había refugiado con el pequeño Juan nuevamente en el desierto.

Permaneció allí con el niño durante unos 40 días.

Más tarde volvió a su hogar, y un esenio del monte Horeb fue al desierto para llevar alimentos al niño y ayudarle en sus necesidades.

Este hombre, cuyo nombre he olvidado, era pariente de la profetisa Ana.

Al principio iba cada semana y después cada quince días, mientras Juan necesitó ayuda.

No tardó en llegar el momento en que al niño Juan le gustaba más estar en el desierto que entre los hombres.

Estaba destinado por Dios para crecer allí en toda inocencia, sin contacto con los hombres y sus maldades.

Juan, como Jesús, no fue a la escuela, y era instruido por el Espíritu Santo.

   

JUAN Y LOS ANIMALES

Tenía extraordinaria familiaridad con los animales, especialmente con los pájaros, que venían volando para posarse sobre sus hombros.

Y mientras él les hablaba parecía que le comprendieran.

Los animales lo querían tanto que le servían en muchas cosas.

Lo llevaban a sus refugios o a sus nidos, y cuando los hombres se acercaban él podía huir a los escondites sin peligro.

Se alimentaba de frutas silvestres y de raíces.

No le costaba mucho encontrarlas pues los animales mismos lo conducían donde estaban y se las mostraban.

   

ZACARÍAS ES ASESINADO POR HERODES

Una vez que Zacarías fue al templo a llevar víctimas para el sacrificio, Isabel aprovechó su ausencia y fue a visitar a su hijo al desierto.

Juan tendría unos seis años entonces.

Zacarías no había ido a ver al niño nunca, de modo que si Herodes le preguntaba por el niño podía, sin mentir, responder que lo ignoraba.

Se había hablado mucho del niño desde los primeros días de su vida.

Era conocido su nacimiento maravilloso y mucha gente afirmaba haberlo visto rodeado de resplandor.

Por esta causa Herodes quería apoderarse de él para matarlo.

Repetidas veces Herodes había preguntado a Zacarías dónde se escondía el niño.

Pero ahora, yendo Zacarías al templo, fue asaltado y maltratado por los soldados encargados de vigilarlo.

Lo llevaron a una prisión en el flanco de la montaña Sión.

El anciano fue torturado para que descubriese dónde se ocultaba su hijo, y como no pudieron obtener lo que deseaban terminaron por matarlo por orden de Herodes.

   

LA MUERTE DE ISABEL

Santa Isabel volvió del desierto a la ciudad de Juta para esperar la llegada de su marido.

Al entrar en su casa conoció la triste noticia de la muerte de su esposo.

Su dolor fue muy grande y parecía inconsolable.

Retornó al desierto, quedándose allí con el niño, hasta su muerte, que aconteció poco tiempo antes que la Sagrada Familia volviera de Egipto.

Después de esto, Juan se internó más en el desierto y se estableció junto a un pequeño lago.

Allí vivió mucho tiempo porque lo vi fabricarse una cabaña o glorieta en medio de los arbustos, para pasar la noche.

Era pequeña y baja, de modo que apenas podía acostarse para dormir.

Vi también que tenía una varilla atravesada en su bastoncito, de modo que formaba una cruz.

   

SE INICIA EL MINISTERIO DE JESÚS Y JUAN

Cuando Jesús se acercaba a los treinta años, José se iba debilitando cada vez más.

Después de la muerte de José se trasladaron Jesús y María a un pueblito de pocas casas entre Cafarnaum y Betsaida.

Luego Jesús partió de Cafarnaum, a través de Nazaret, hacia Hebrón, y comenzó a predicar.

Juan recibió una revelación sobre el bautismo y, debido a ella, al salir del desierto cavó un pozo en las cercanías de la Tierra Prometida.

En relación con el pozo que estaba haciendo Juan, tuve una visión sobre Elías.

Lo vi en el desierto, desanimado y soñoliento.

En ese momento fue cuando el ángel lo despertó y le dio de beber.

Esto sucedió en el mismo lugar donde Juan iba a hacer la fuente y el pozo.

Juan en medio de la fuente plantó un árbol especial, con brotes y espinas.

El árbol, que parecía reseco y marchito, reverdeció.

He visto después que Juan entró en el agua hasta medio cuerpo.

Abrazaba con una mano al árbol y con la otra sostenía su bastoncito con el cual pegaba en el agua haciéndola saltar sobre su cabeza.

Cuando hacía esto vi que descendía una luz sobre él y se derramaba sobre él el Espíritu Santo, mientras dos ángeles aparecían en el borde de su fuente y le hablaban.

Después de esta obra salió Juan del desierto y fue hacia donde le esperaba la gente.

Su presencia era imponente: alto de estatura, aunque delgado por los ayunos; de fuerte musculatura; de porte noble, atrayente, puro, sencillo y compasivo.

El color del rostro bronceado, la cara demacrada y el continente serio y enérgico.

Los cabellos castaño oscuros y crespos y la barba corta.

   

SU PREDICACIÓN

Juan no se dejaba impresionar por nada de lo que lo rodeaba y sólo hablaba de un asunto: hacer penitencia, pues se acercaba el Mesías.

Todos le admiraban permaneciendo absortos en su presencia.

Su voz era penetrante como una espada, potente y severa, pero con todo bondadosa.

Se asociaba con toda clase de gentes y con los niños.

En todas partes iba directamente a su objetivo: no le importaba nada más, no pedía ni necesitaba cosa de nadie.

   

¡PREPARAD LOS CAMINOS DEL SEÑOR!

En ninguna parte se paraba mucho.

Anduvo por los caminos de Galilea, alrededor del lago, sobre Tarichea y el Jordán, por Salem, en el desierto hacia Betel.

Y cerca de Jerusalén, que no quiso tocar en toda su vida ya que sus quejas y lamentos estaban dirigidos muchas veces contra la ciudad depravada.

Aparecía siempre clamando: ‘¡Penitencia! ¡Preparad los caminos del Señor! ¡El Salvador viene!’.

Tres meses antes de empezar a bautizar recorrió Juan el país, por dos veces, anunciando al que habría de venir después de él.

Su andar era acelerado, con pasos ligeros, sin descanso, pero sin agitación.

No se asemejaba al caminar tranquilo del Salvador.

Las palabras ‘preparad los caminos del Señor’ no eran sólo figuras retóricas.

He visto que Juan recorría todos los caminos que Jesús y los apóstoles hicieron después, removiendo los obstáculos y allanando las dificultades.

Limpiaba de matorrales y piedras los caminos y hacía sendas nuevas.

Colocaba piedras en ciertos lugares de vado, limpiaba los canales, cavaba pozos, arreglaba fuentes obstruidas.

Hacía asientos y comodidades, que después el Señor usó en sus viajes.

Levantó techados donde Jesús más tarde reunió a sus oyentes o donde descansó de sus fatigas.

   

PREDICACIÓN DE JUAN EL BAUTISTA Y EL BAUTISMO DE JESÚS: VISIÓN DE MARÍA VALTORTA

   

EL ENTORNO DONDE BAUTIZA EL BAUTISTA

Veo una llanura despoblada de vegetación y de casas.

No hay campos cultivados, y muy pocas y raras plantas reunidas aquí o allá en matas — vegetales familias — en los sitios en que el suelo está por debajo menos quemado.

Imagine que este terreno quemado y baldío está a mi derecha — teniendo yo el norte a mis espaldas — y se prolonga hacia el Sur respecto a mí.

A la izquierda veo un río de orillas muy bajas, que corre lentamente también de Norte a Sur.

Por el movimiento lentísimo del agua comprendo que no debe haber desniveles en su lecho y que fluye por una llanura tan achatada que constituye una depresión.

El movimiento es apenas suficiente para que el agua no se estanque formando un pantano.

El agua es poco profunda, tanto que se ve el fondo; a mi juicio, no más de un metro, como mucho uno y medio.

Tiene la anchura del Arno hacia S. Miniato-Empoli: yo diría que unos veinte metros. Pero no tengo buen ojo para calcular con exactitud.

Es de un azul ligeramente verde hacia las orillas, donde, por la humedad del suelo, hay una faja tupida de hierba que alegra la vista, cansada de la desolación pedregosa y arenosa de cuanto se le extiende delante.

Esa voz íntima que le he explicado que oigo y me indica lo que debo notar y saber me advierte que estoy viendo el valle del Jordán.

Lo llamo valle porque se emplea esta palabra para indicar el lugar por donde corre un río, pero en este caso es impropio llamarlo así porque un valle presupone montes y yo aquí no veo montes cercanos.

Pero, en fin, estoy en el Jordán, y el espacio desolado que observo a mi derecha es el desierto de Judá.

Si es correcto llamarlo desierto en el sentido de un lugar donde no hay casas ni trabajo humano, no lo es según el concepto que nosotros tenemos de desierto.

Aquí no se ven esas arenas onduladas que nosotros nos pensamos, sino sólo tierra desnuda, con piedras y detritus esparcidos.

Es como los terrenos aluviales después de una crecida. En la lejanía, colinas.

Además, junto al Jordán hay una gran paz, un algo especial, superior a lo común, como lo que se nota en las orillas del Trasimeno.

Es un lugar que parece guardar memoria de vuelos de ángeles y voces celestes.

No sé bien decir lo que experimento, pero me siento en un lugar que habla al espíritu.

Mientras observo estas cosas, veo que la escena se puebla de gente a lo largo de la orilla derecha — respecto a mí — del Jordán.

Hay muchos hombres, vestidos de diversas formas.

Algunos parecen gente del pueblo, otros ricos.

No faltan algunos que parecen fariseos por el vestido ornado de ribetes y galones.

Lugar del bautismo de Jesús actualmente

   

EL RECONOCIMIENTO A JUAN EL BAUTISTA

Entre todos ellos, en pie sobre una roca, un hombre a quien, aunque sea la primera vez que lo veo, lo reconozco enseguida como el Bautista.

Habla a la multitud, y le aseguro que no son palabras dulces.

Jesús llamó a Santiago y a Juan “los hijos del trueno”… ¿Cómo llamar entonces a este vehemente orador?

Juan Bautista merece el nombre de rayo, avalancha, terremoto…

¡Gran ímpetu y severidad, manifiesta, efectivamente, en su modo de hablar y en sus gestos!

Habla anunciando al Mesías y exhortando a preparar los corazones para su venida, extirpando de ellos los obstáculos y enderezando los pensamientos.

Es un hablar vertiginoso y rudo.

El Precursor no tiene la mano suave de Jesús sobre las llagas de los corazones.

Es un médico que desnuda y hurga y corta sin miramientos.

   

LLEGA JESÚS AL LUGAR DEL BAUTISMO

Mientras lo escucho veo que mi Jesús se acerca a lo largo de un senderillo que va por el borde de la línea herbosa y umbría que sigue el curso del Jordán.

Este rústico camino (más sendero que camino) parece dibujado por las caravanas y las personas que durante años y siglos lo han recorrido para llegar a un punto donde, por ser menos profundo el fondo del río es fácil vadearlo.

El sendero continúa por el otro lado del río y se pierde entre la hierba de la orilla opuesta.

Jesús está solo. Camina lentamente, acercándose, a espaldas de Juan.

Se aproxima sin que se note y va escuchando la voz de trueno del Penitente del desierto.

Como si fuera uno de tantos que iban a Juan para que los bautizara, y a prepararse a quedar limpios para la venida del Mesías.

Nada le distingue a Jesús de los demás.

Parece un hombre común por su vestir.

Un señor en el porte y la hermosura, más ningún signo divino lo distingue de la multitud.

Pero diríase que Juan ha sentido una emanación de espiritualidad especial.

Se vuelve y detecta inmediatamente su fuente.

Baja impetuosamente de la roca que le servía de púlpito y va deprisa hacia Jesús, que se ha detenido a algunos metros del grupo apoyándose en el tronco de un árbol.

Jesús y Juan se miran fijamente un momento.

Jesús con esa mirada suya azul tan dulce; Juan con su ojo severo, negrísimo, lleno de relámpagos.

Los dos, vistos juntos, son antitéticos.

Altos los dos — es el único parecido —, son muy distintos en todo lo demás.

Jesús, rubio y de largos cabellos ordenados, rostro de un blanco marmóreo, ojos azules, atavío sencillo pero majestuoso.

Juan, hirsuto, negro: negros cabellos que caen lisos sobre los hombros (lisos y desiguales en largura).

Negra barba rala que le cubre casi todo el rostro, sin impedir con su velo que se noten los carrillos ahondados por el ayuno.

Negros ojos febriles. Oscuro de piel, bronceada por el sol y la intemperie. Oscuro por el tupido vello que lo cubre.

Juan está semidesnudo, con su vestidura de piel de camello (sujeta a la cintura por una correa de cuero), que le cubre el torso cayendo apenas bajo los costados delgados.

Y dejando descubiertas las costillas en la parte derecha, esas costillas cubiertas por el único estrato de tejidos que es la piel curtida por el aire.

Parecen un salvaje y un ángel vistos juntos.

     

EL BAUTISMO DE JESÚS POR JUAN BAUTISTA

Juan, después de escudriñarlo con su ojo penetrante, exclama:

– He aquí el Cordero de Dios. ¿Cómo es que viene a mí mi Señor?

Jesús responde lleno de paz:

– Para cumplir el rito de penitencia.

Jamás, mi Señor. Soy yo quien debe ir a ti para ser santificado, ¿y Tú vienes a mí?

Y Jesús, poniéndole una mano sobre la cabeza, porque Juan se había inclinado ante Él, responde:

– Deja que se haga como deseo, para que se cumpla toda justicia y tu rito sea inicio para un más alto misterio y se anuncie a los hombres que la Víctima está en el mundo.

Juan lo mira con los ojos dulcificados por una lágrima y le precede hacia la orilla.

Allí Jesús se quita el manto, la túnica y la prenda interior quedándose con una especie de pantalón corto.

Luego baja al agua, donde ya está Juan, que lo bautiza vertiendo sobre su cabeza agua del río.

La cual tomada con una especie de taza que lleva colgada del cinturón y que a mí me parece como una concha o una media calabaza secada y vaciada.

Jesús es exactamente el Cordero.

Cordero en el candor de la carne, en la modestia del porte, en la mansedumbre de la mirada.

Mientras Jesús remonta la orilla y, después de vestirse, se recoge en oración.

Juan lo señala ante las turbas y testifica que lo ha reconocido por el signo que el Espíritu de Dios le había indicado como señal infalible del Redentor.

Pero yo estoy polarizada en mirar a Jesús orando, y sólo tengo presente esta figura de luz que resalta sobre el fondo de hierba de la ribera.

   

JESÚS EXPLICA A LA VIDENTE EL SENTIDO DEL BAUTISMO

Dice Jesús:

– Juan no tenía necesidad del signo para sí mismo.

Su espíritu, pre-santificado desde el vientre de su madre, poseía esa vista de inteligencia sobrenatural que habrían poseído todos los hombres sin la culpa de Adán.

Si el hombre hubiera permanecido en gracia, en inocencia, en fidelidad para con su Creador, habría visto a Dios a través de las apariencias externas.

En el Génesis se lee que el Señor Dios hablaba familiarmente con el hombre inocente y que éste no desfallecía ante aquella voz y no se equivocaba al discernirla.

Era destino del hombre ver y entender a Dios, justamente como un hijo con su padre.

Después vino la culpa, y el hombre ya no se ha atrevido a mirar a Dios, ya no ha sabido ni ver ni comprender a Dios.

Y cada vez lo sabe menos.

Pero Juan, mi primo Juan, quedó limpio de la culpa cuando la Llena de Gracia se inclinó amorosa a abrazar a Isabel, un tiempo estéril, entonces fecunda.

El pequeñuelo saltó de júbilo en su seno, sintiendo caérsele de su alma la escama de la culpa, como costra que cae de una llaga que sana.

El Espíritu Santo, que había hecho de María la Madre del Salvador, comenzó su obra de salvación, a través de María, vivo Sagrario de la Salvación encarnada, sobre este niño que había de nacer destinado a unirse a mí.

No tanto por la sangre, cuanto por la misión que hizo de nosotros como los labios que forman la palabra.

Juan los labios, Yo la Palabra.

Él el Precursor en el Evangelio y en la suerte del martirio; Yo, quien perfeccionaba, con mi divina perfección, el Evangelio comenzado por Juan y el martirio por la defensa de la Ley de Dios.

Juan no tenía necesidad de ningún signo.

Pero la cerrazón de los demás lo requería.

¿En qué habría fundado Juan su aserción, sino sobre una prueba innegable que los ojos y oídos de los tardos hubieran percibido?

Tampoco Yo tenía necesidad de bautismo.

Pero la sabiduría del Señor había juzgado que ése era el momento y el modo del encuentro.

E induciendo a Juan a salir de su cueva del desierto y a mí a salir de mi casa, nos unió en esa hora para abrir sobre mí los Cielos.

De donde habría de descender Él mismo, Paloma Divina, sobre aquel que bautizaría a los hombres con tal Paloma, y el anuncio, más potente que el angélico, porque provenía del Padre mío: “Éste es mi Hijo muy amado con quien me he complacido”.

Para que los hombres no tuvieran disculpas o dudas en seguirme o en no seguirme.

Fuentes:

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Breaking News Lo + leído MENSAJES Y VISIONES Movil NOTICIAS Noticias 2019 - enero - junio notorio Recopilación de varios videntes

Profecías sobre la Intervención Divina que precederá al Triunfo de la Iglesia

Casi desde el inicio de la Edad Media, Nuestro Señor lo ha venido advirtiendo.

Extinción de la fe, abominaciones por parte de sus ministros y la entrada de la iniquidad en el Santuario de Dios.

Nos lo está diciendo por medio de almas de su especial predilección.

Estas son Profecías de santos y personas que murieron en olor de santidad en relación al fin de los tiempos.
.
Las profecías refieren a un gran castigo que precederá a un extraordinario triunfo de la Iglesia son innumerables.

Todas convergen hacia el Mensaje de Fátima, que es su confirmación.

Es posible observar algunas características de lo que estas almas están profetizando:

  • El Castigo vendrá de una manera inesperada, cuando todo parezca perdido.
  • Será terriblemente exterminador.
  • Además de guerras, epidemias, convulsiones naturales, etc., habrá una intervención directa y visible de los demonios y de las legiones angélicas.
  • El triunfo de Dios se producirá con un gran golpe de la Providencia y la Revolución caerá “desplomada” instantáneamente.


   

Santa Hildegarda (1098-1180)

El Señor pondrá en manos de nuestros enemigos la vara de hierro destinada a vengarlo:

“Cuando se haya perdido enteramente el temor de Dios, guerras atroces y crueles se sucederán a porfía; una multitud de personas serán por ellas inmoladas y muchas ciudades se convertirán en montones de ruinas.

Así como el hombre gana por su fuerza sobre la debilidad de la mujer y el león supera a todos los animales, del mismo modo algunos hombres, de una ferocidad sin igual, suscitados por la justicia divina, se burlarán del reposo de sus semejantes.

Así ha sucedido desde el principio del mundo; el Señor volverá a poner en manos de nuestros enemigos la vara de hierro destinada a vengarlo cruelmente de nuestras iniquidades” (S. M. Mirakles, págs. 39-40).

   

Santa Brígida de Suecia (1303-1373)

Que vaya con mi arado al mundo, y no perdone a cristianos ni a gentiles, amenaza del Señor contra los malos:

“Esposa mía, ¿qué te parece el mundo?

Paréceme Señor, respondió la Santa, un saco derramado al cual acuden todos y sin cuidarse de lo que puede venir, como quien va de carrera.

Justo es, respondió el Señor, que vaya con mi arado al mundo, y no perdone a cristianos ni a gentiles, a mozos ni a viejos, a pobres ni a ricos, sino que cada cual será juzgado según sus obras y morirá en su pecado.

Pero quedarán algunas casas porque todavía no es el fin” (Revelaciones Celestiales, pág. 220).

El hombre  es más pronto para pecar que el demonio para tentarlo. Dios se «arrepiente» de haber creado al hombre:

“Si en Mí cupiera turbación y pesar, dijo Jesucristo, con razón podría decir ahora: Me arrepiento de haber hecho al hombre.

Porque éste se ha vuelto un animal que por su gusto se pone en la red, y por más voces que se le den, sigue el apetito de su voluntad y ya no es menester que el demonio tiente con violencia, sino que el mismo hombre se adelanta a la malicia del demonio.

Son ya los hombres como perros de caza, que al principio los llevan de traílla, y acostumbrados después a coger y despedazar los animales, se anticipan a los cazadores en acudir a la presa.

Así el hombre que tiene su placer en estar pecando, es más pronto para pecar que el demonio para tentarlo.

Y no es mucho que los hombres hagan esto, pues aquellos mismos que por su primacía o dignidad eran los que solían y debían aplacar a Dios, han caído mucho de su santidad y buen ejemplo …” (Revelaciones Celestiales, págs. 210-211).

Nuestro Señor amenaza a los pecadores de todo el mundo:

“Quéjome de que os habéis apartado de Mí y creído al demonio, enemigo Mío:

Nuestro Señor Jesucristo, varón de incomprensible hermosura y Señor de inmenso poder, sentado en su trono, teniendo cerca de Él a Nuestra Señora radiante de gloria, amenaza a los pecadores de todo el mundo con estas palabras:

‘Oíd vosotros todos, los enemigos Míos que vivís en el mundo, pues no hablo a Mis amigos que hacen Mi Voluntad; oíd, clérigos todos, arzobispos y obispos y cuantos hay de inferior en la Iglesia.

Oíd religiosos de cualquier orden que seáis. Oíd Reyes y Príncipes, y todos los jueces de la tierra y todos los vasallos.

Oíd, Reinas y Princesas, señoras y esclavas, y todos de cualquier condición y categoría que seáis, grandes y pequeños que habitáis la tierra, oíd las palabras que ahora Os digo Yo mismo que Os crié.

‘Quéjome de que os habéis apartado de Mí y creído al demonio, enemigo Mío; habéis quebrantado mis Mandamientos y seguido la voluntad del demonio, y obedecéis a sus inspiraciones, sin tener en cuenta que Yo, Dios inmutable y eterno y Criador vuestro, bajé de los cielos a las entrañas de la Virgen, tomé carne de ella y habité con vosotros.

Por Mí Os abrí el camino y manifesté la doctrina por medio de la cual iríais al cielo. Me desnudaron y azotaron, fui coronado de espinas y tan cruelmente extendido, que casi se deshicieron los tendones y coyunturas de Mi cuerpo; oí todo linaje de oprobios y por vuestra salvación padecí una muerte ignominiosa y amarguísimo dolor de corazón.

Nada de esto consideráis, enemigos Míos, porque estáis alucinados, y así lleváis con engañosa suavidad el yugo y carga del demonio, y vivís en la ignorancia, ni sentís ese yugo hasta que viene el dolor con una carga interminable.

Ni os basta nada de esto, sino que es tanta vuestra soberbia que si pudierais subir hasta Mí, lo haríais de buena gana; y es tanta la sensualidad de vuestra carne, que mejor quisierais carecer de Mí, que dejar vuestro desordenado deleite.

Vuestra codicia también es insaciable como un saco horadado, porque nada hay que pueda satisfacerle”.

Haced, pues lo que queráis y prosperad ahora:

“Por consiguiente, juro por mi Divinidad, que si morís en el estado que ahora estáis, nunca veréis Mi Rostro, sino que por vuestra soberbia os sumergiréis tan profundamente en el infierno, que todos los demonios estarán sobre vosotros, afligiéndoos incansablemente.

Por vuestra lujuria seréis llenos del horrible veneno del demonio, y por vuestra codicia os llenaréis de dolores y de angustias, y seréis participantes de todos los males que hay en el infierno.

Oh, enemigos Míos, abominables, degenerados y desgraciados; sois a mis ojos como el gusano muerto en el invierno; haced, pues lo que queráis y prosperad ahora.

Pero Yo me levantaré en el estío, y entonces callaréis y no os libraréis de Mi mano!” (Revelaciones  Celestiales, pags. 458-459).

    

San Vicente Ferrer (1350-1419)

Veréis una señal y no la conoceréis: mujeres vestirán como hombres y los hombres vestirán  como mujeres. La siguiente profecía fue dicha en un sermón en Barcelona el 13 de septiembre de 1403, sobre el tema: “Timete Deum”:

“Vendrá un tiempo que ninguno lo habrá visto: llorará la Iglesia: las viudas se levantarán hiriendo sus pechos y no encontrarán consuelo; ahora está lejos, pero llegará sin falta y muy cerca de aquel tiempo en que dos empezarán a hacerse reyes; sus días no se alargarán mucho.

Llorad viejos y ancianos: suplicad, llorad si alguno sois testigos de estruendo tan grande, de modo que ni fue, ni será, ni se espera ver otro mayor sino el que se experimentará en el juicio.

Pero la tristeza se convertirá en gozo; el Rey de los reyes, el Señor de los señores todo purificará y renovará; la Francia, con su orgullo, será del todo abatida; su Príncipe, ay ay; que si las bandas lo vieran se aterrarían.

Oh Migueletes. Oh catalanes. La Casa Santa, las vuestras y las de toda España prevendréis y dispondréis la justicia: los días no distarán.

Están ya a las puertas: veréis una señal y no la conoceréis: pero advertid que en aquel tiempo las mujeres vestirán como hombres y se portarán según su gusto y licenciosamente; los hombres vestirán vilmente como mujeres…” (J. Lascoé, págs. 76-77; B. Sánchez, págs. 45-46).

    

Fray Jerónimo Bottin (+1420)

Predice con muchos detalles la Revolución Francesa, el asesinato de los reyes, etc.

Aquel que no haya doblado su rodilla delante de Baal, que huya de en medio de Babilonia:

“Pero antes que él haya establecido su imperio, aquel que no haya doblado su rodilla delante de Baal, que huya de en medio de Babilonia, dice el espíritu.

Que cada cual piense en salvar su vida, porque he aquí el tiempo en que el Señor debe, por la grandeza de sus venganzas, manifestar la grandeza de los crímenes de que ella está manchada.

Dios va a hacer caer sobre ella los males con que ha oprimido a los otros.

El Señor ha presentado por la mano de esta ciudad impía, desoladora de los pueblos, asesina de sus sacerdotes, de sus reyes y de sus propios hijos, el cáliz de sus venganzas a todos los pueblos de la tierra.

Todas las naciones han bebido del vino de su furor y han padecido todas las agitaciones de su cautiverio y de su barbarie.

Mas en un momento Babilonia ha caído , y se ha hecho pedazos en su caída, ha dicho el Espíritu.

Todo esto sucederá para apurar a los buenos, y perder a los malos, hacer honor a la Iglesia de Dios, hacer temer y servir al Señor.

Tales son las palabras que el Espíritu ha manifestado a su siervo Jerónimo, y que él ha escrito por orden suya, y cuya verdad en el tiempo será reconocida.

Así Sea” (J. Lascoé, págs. 66, 71-72; P. Julio María, pág. 226; M. Servant, pág. 542).

    

Sor María des Vallées (1590-1656)

El juicio del mundo será por el fuego. Sobre el Castigo:

“María des Vallées en el siglo XVII nos anuncia, ella también, el juicio del mundo por el fuego.

Será un diluvio de fuego, precursor del diluvio de gracias del Reino de Espíritu Santo que Nuestro Señor le anunciaba por estas palabras: ‘Spiritus Domini replevit orbem terrarum’.

Lo que se entiende del tiempo el cual el Espíritu Santo pondrá el fuego del amor divino sobre toda la tierra y en que hará su diluvio.

Porque hay tres diluvios, los tres son tristes, y que son enviados para destruir el pecado.

El primer diluvio es el del Padre Eterno, que ha sido un diluvio de agua; el segundo es el diluvio del Hijo, que ha sido un diluvio de sangre; el tercero es el de Espíritu Santo, que será un diluvio de fuego.

Más será triste como los otros porque encontrará mucha resistencia y cantidad de madera verde que será difícil de quemar.

Dos ya han pasado, pero el tercero permanece; y como los dos primeros han sido predichos largo tiempo antes de que llegaran, así el último, solo Dios conoce el tiempo” (M. Servant, pág. 353. Extraído de Emile Dermenghen, La Vie Admirable et les Révélations de Marie des Vallées, Paris, 1926, pág. 212).

    

Venerable Bartolomé Holzhauzer (1613-1658)

El Venerable Bartolomé Holzhauser, después de predecir la Revolución Francesa, Napoleón y su caída, dice:

“De todos lados conspirarán los pueblos en favor de la república:

En medio de esto, la paz no se habrá aún restablecido definitivamente, pues de todos lados conspirarán los pueblos en favor de la república.

Y así se verán todavía terribles calamidades por todas partes: la Iglesia y sus ministros serán hechos tributarios; los príncipes serán derribados; los monarcas, muertos y sus vasallos entregados a la anarquía.

El Omnipotente, entonces, intervendrá con un golpe admirable que nadie en el mundo puede imaginarse.

Y aquel poderoso monarca que debe venir de la parte de Dios reducirá a nada la república, subyugará a todos sus enemigos, destruirá el imperio de los franceses, y reinará de Oriente a Occidente.

Lleno de celo por la verdadera Iglesia de Cristo, unirá sus esfuerzos a los del futuro Pontífice por la conversión de los infieles y herejes.

Bajo semejante Pontífice será menester que el reino de Francia y las otras Monarquías se pongan de acuerdo después de las sangrientas guerras que las habrán desolado, y que, bajo la dirección de aquel gran Papa, emprendan la conversión de los infieles.

Y así todas las naciones vendrán a adorar al Señor su Dios” (S. M. Mirakles, págs. 45-46).

En la interpretación del Apocalipsis, cap. II, versículos 7 al 13, dice:

“(…) muertos los monarcas y conspirando todos los hombres por erigir repúblicas.

Porque si bien en la quinta edad no vemos por todas partes sino las más deplorables calamidades; devastado todo por la guerra; oprimidos los católicos por los herejes y malos cristianos.

La Iglesia y sus ministros hechos tributarios; trastornados los reinos, muertos los monarcas, atormentados los vasallos y conspirando todos los hombres por erigir repúblicas; se hace un cambio admirable, por la mano de Dios Todopoderoso, tal que nadie pueda humanamente imaginárselo.

Pues este monarca poderoso que vendrá como enviado de Dios, destruirá las repúblicas hasta los cimientos, someterá todo a su poder y empleará su celo en favor de la verdadera Iglesia de Cristo. Todas las herejías serán relegadas al infierno.

El imperio de los turcos será destruido y aquel monarca reinará de Oriente a Occidente…” (S. M. Mirakles, pág. 48; M. Servant, pág. 277).

Todavía sobre el Castigo:

“Durante tres días, la tierra será sumergida en la oscuridad más completa; como antaño en Egipto, el Angel Exterminador abatirá todos aquellos que se han levantado con odio satánico contra la Iglesia y los sacerdotes» (M. Servant, pág. 376). [Los tres días de tinieblas son anunciados en varias profecías, con muchísima semejanza, prácticamente se repiten].

    

Padre Nectou S.J. (+1777)

Sobre el gran Castigo dice, tendrán la intención de destruir enteramente la Iglesia; el tiempo no les será dado:

“Se formarán en Francia dos partidos que se harán una guerra a muerte.

Uno será mucho más numeroso que el otro, pero será el más débil el que triunfará.

Habrá entonces un momento tan espantoso que se creerá que es el fin del mundo.

La sangre correrá en muchas grandes ciudades: los elementos serán levantados, será como un pequeño juicio.

Perecerá en esta catástrofe una gran multitud, mas los malos no prevalecerán.

Ellos tendrán la intención de destruir enteramente la Iglesia; el tiempo no les será dado.

Se estará cerca de esta catástrofe cuando Inglaterra comenzare a estremecerse. Se sabrá con este signo, como se sabe la proximidad del verano cuando la higuera comienza a brotar.

Inglaterra, a su vez, sufrirá una revolución más terrible que la Revolución Francesa, y ella durará bastante tiempo para que Francia tenga el tiempo de serenarse.

Será Francia que ayudará a Inglaterra al restablecimiento de la paz.
Durante este trastorno espantoso que, parece será general y no para Francia únicamente, París será enteramente destruida, no sin que aparezcan signos que darán a los buenos tiempo de huir; y su destrucción será tan completa, que veinte años después, los padres paseando con sus hijos sobre las ruinas y respondiéndoles a ellos dirán: había allí una gran ciudad más a causa de sus crímenes Dios la ha destruido (M. Servant, págs. 309, 341 y 389). [Las profecías que mencionan o se refieren a la destrucción de Paris son muchísimas].

 

Bernardo Rembort (1689-1783)

Se burlarán de Dios porque se creerán todopoderosos. Sobre el Castigo:

“Se puede escapar a muchas pruebas rezando al padre de la Misericordia y a Jesucristo, a quien es Honor y toda Gloria.

Las gentes se ríen de mi diciendo que soy un pobre ‘spielmann’.

Pero vendrá el tiempo en que mis palabras se cumplirán.

Los hombres serán ingeniosos para hacer cosas maravillosas y llegarán a olvidar a Dios; se burlarán de Él porque se creerán todopoderosos a causa de sus carruajes que recorrerán el mundo sin ser arrastrados por caballos, de suerte que se calcularán las distancias a vuelo de pájaro.

Su orgullo los llevará a reírse de los signos del cielo y no los tomarán en consideración.

Un hombre surgirá y despertará al mundo dormido, golpeando con voz fuerte a los orgullosos y destruyendo los sabios.

Y porque el orgullo y la voluptuosidad y las modas lujosas son tan grandes, Dios castigará al mundo.

Lloverá veneno sobre las cosechas, lo que traerá gran hambre en los países, al punto que miles y miles de personas atravesarán el océano en busca de patrias más dulces.

Los hombres imitarán a los pájaros; querrán volar como ellos, pero Dios confundirá su suficiencia como a Babilonia.

Yo veo también la muerte de los profanadores sacrílegos y la ruina de los reyes.

Tendrán un castigo tan severo por haberse atrevido en su insolencia a atacar a Dios y haber creído en su pobre inteligencia que podrían romper los designios de Dios Todopoderoso.

Porque llevando el nombre de Dios sobre los labios, escondían al diablo en su corazón” (S. M. Mirakles, págs. 87-89).

 

Venerable Isabel Canori Mora (1774-1825)

Los siete pecados capitales serán llevados en triunfo. El 15 de octubre de 1818 tuvo una visión:

“De repente yo vi el mundo en completa revolución, el orden y la justicia no reinaban más. Los siete pecados capitales eran llevados en triunfo.

Por todos lados se extendía la injusticia, la mentira, el libertinaje y toda suerte de iniquidades” (B. Sánchez, pág. 51).

El día de la fiesta de San Pedro del año de 1820, tuvo otra visión:

“… todos los fieles que hubieran guardado en su corazón la fe de Jesucristo, así como los religiosos y religiosas que conservaren fielmente el espíritu de su instituto, se verán amparados bajo estos árboles y librados del horrible castigo.

¡Pero, ­ay da los religiosos que no observen sus reglas! ¡­Ay, ay, de todos los sacerdotes indignos del Todopoderoso!

­¡Ay de los sacerdotes que se dan al libertinaje. Ay de los que se dejen elevar al máximo por la moderna filosofía, condenada por la Iglesia!

Estos miserables, por su detestable conducta, negados a la fe de Jesucristo perecerán bajo el brazo exterminador de la justicia de Dios, de la cual nadie escapará…

Repentinamente se levantó un viento violento e impetuoso, cuyo silbido se parecía al rugido de un león.

El terror y el espanto se esparcieron entre los hombres y hasta entre los animales.

Todos los hombres se rebelarán, se matarán y se despedazarán sin piedad.

Durante este sangriento combate, la mano vengadora de Dios caerá sobre aquellos desgraciados, y por su omnipotencia castigará el orgullo y la temeridad de los mismos.

Se servirá del poder de las tinieblas para exterminar a estos hombres sectarios, impíos que quisieron echar por tierra la Iglesia y destruirla hasta sus cimientos.

Pretenden hacer bajar a Dios de su Trono Supremo. Pero Él se reirá de ellos.

Estos hombres mismos en su audaz malicia, pretenden hacer bajar a Dios de su Trono Supremo.

Pero Él se reirá de ellos y a una señal de su mano poderosa, castigará a estos pérfidos y a estos blasfemos, permitiendo a las potestades tenebrosas que salgan del infierno.

Legiones de demonios atacarán y dañarán a las familias, a las propiedades…

Inmensas legiones de demonios recorrerán el mundo entero.

Y por las grandes ruinas que causarán, ejecutarán las órdenes de la Divina Justicia.

Todos atacarán y dañarán a las familias, a las propiedades, a las ciudades, a los pueblos, a las casas y nada será perdonado de lo que hay en la tierra, permitiendo Dios que estos sicofantes [mentiroso, difamador] sean castigados por creer tanto en estos demonios, dándoles una muerte rápida y bárbara, porque voluntariamente se sometieron al poder del infierno haciéndose con él aliado contra la Justicia Divina.

A fin de que mi pobre espíritu se penetrase bien de este sentimiento de la Justicia Divina, se me mostró la prisión.

Vi entonces abrir una sombría y espantosa caverna de fuego de donde salía una multitud de demonios, que habiendo tomado la forma de hombres bestias, venían a infestar el mundo, dejando por todas partes solo carnicería y ruina.

Felices los buenos y verdaderos católicos.

Ellos tendrán en su favor la poderosa protección de los Apóstoles Pedro y Pablo, que velarán sobre sus personas a fin de que no se les cause ningún daño, ni a sus bienes, ni a ellos mismos.

Los malos espíritus devastarán los lugares donde Dios haya sido ultrajado, blasfemado y tratado de una manera sacrílega. Estos lugares serán arruinados, aniquilados, de ellos no quedarán ruinas ni vestigios” (S. M. Mirakles, págs. 72-75; M. Servant, pág. 375).

 

Religiosa trapista de Notre Dame des Gardes (+1828)

Nadie puede contener mi brazo vengador. El 1 de noviembre de 1816, la religiosa tiene la siguiente visión:

“…El me dijo: ‘Veis los crímenes que se cometen?

Nadie puede contener mi brazo vengador.

Voy a castigar a Francia para bien de unos y desgracia de otros’.

En aquel momento vi una nube tan negra que me dejó espantada; cubrió toda Francia y en aquella nube oí voces confusas que gritaban: ‘Viva la República’ y ‘Viva Napoleón’ y ‘Viva el Gran Monarca que Dios nos guarda’.

Al mismo tiempo se dio un gran combate, pero tan violento, como jamás se ha visto semejante; la sangre corría como cuando la lluvia cae muy fuerte, sobre todo desde el Sur al Norte, porque el Oeste me pareció más tranquilo…

Los malos querían exterminar a todos los ministros de la religión de Jesucristo y a todos los amigos de la legitimidad.

Ya habían hecho perecer a un gran número y anunciaban victoria, cuando de repente los buenos fueron reanimados por un socorro de lo alto y los malos fueron derrotados y confundidos.

El tiempo de todos estos trastornos no será superior a tres meses y el de la gran crisis en que los buenos triunfarán no será sino en un momento…

Cuando hayan repartido una enorme cantidad de libros perversos, los acontecimientos estarán próximos

Cuando los malos hayan repartido una enorme cantidad de libros perversos, estos acontecimientos estarán próximos.

En el instante en que ellos ocurran, todo entrará en orden y todas las injusticias, de cualquier clase que sea, serán reparadas, lo que irá a ser muy fácil por cuanto la mayor parte de los malvados habrán perecido en el gran combate, y los sobrevivientes estarán tan asustados del castigo de sus compañeros que nada podrá impedirles reconocer el dedo de Dios y admirar su omnipotencia.

Muchos se convertirán. La religión florecerá en seguida de la manera más admirable.

Yo he visto cosas tan bellas a este respecto que no encuentro expresiones para describirlas”.

Oscuridad del cielo acompañada de un trueno. Visión del 6 de enero de 1820:

“…Eran las cuatro de la mañana cuando perdí todas mis facultades y no sé en que terminó mi oración.

Me encontré transportada a un sitio tan vasto que me pareció abarcar todo el Universo.

Vi entonces por segunda vez aquellos árboles de que ya he hablado otra vez; pero me parecieron más grandes que la primera.

Tenían ramas de una extensión inmensa; pero estas ramas estaban inclinadas hacia la tierra y parecían casi muertas.

Sin embargo, a pesar de su poco vigor, aquellos árboles se agitaban de una manera tan rápida y tan regular que parecían temblar y querer invadirlo todo.

Oí, entonces, numerosas voces que gritaban con uno tono horrible y en un momento me creí medio muerta.

Pero mi miedo fue aún mayor, cuando oí las mismas voces que decían: ‘Somos vencedores, tenemos la victoria’.

En aquel instante en que las voces dejaban oír aquellas palabras, vi de repente que el cielo se convertía en profunda noche; jamás he visto nada tan oscuro.

Aquella oscuridad fue acompañada de un trueno que me pareció venir de las cuatro partes de la tierra.

Me es imposible pintaros cual fue mi espanto: el cielo se convirtió enteramente en fuego y de todos los lados salían inflamadas flechas. Se sentía un ruido tan horrendo que parecía anunciar la ruina completa del mundo.

Divisé entonces, una nube roja color de sangre de buey, que rodaba hacia todos lados, produciéndome mucha inquietud el no saber que significaba.

Luego pude ver una multitud de hombres y mujeres que tenían rostros asustantes y se entregaban a toda clase de crímenes; vomitaban horribles blasfemias contra lo que hay de más sagrado en el cielo y en la tierra.

Sentí una pena tan grande como la que experimenté otra vez al escribir esto.

Me sorprendió ver quienes estaban a la cabeza de esos desgraciados.

Lo que me sorprendió fue ver a la cabeza de esos desgraciados induciéndolos al mal a aquellos que precisamente por su estado, habrían debido inducirlos al bien.

Entre éstos había uno a quien no nombraré, el cual sufrirá la misma pena que los otros, a causa de su reprobable filosofía; el tiempo os lo dirá, cuando estos crímenes sean conocidos y castigados.

El trueno retumbaba aún en los aires de una manera penosa; cuando oí una voz que me dijo: Mí cólera caerá sobre aquellos que la han hecho estallar ‘ellos desaparecerán en un momento’.

Todo el universo quedará admirado al saber la destrucción de la más soberbia ciudad. Digo soberbia por sus crímenes. La abomino.

Yo le haré beber el vino de mi cólera.

Los dos árboles que tú ves, ella los ha engendrado; sus ramos representan a todas las naciones que ha envenenado con su malvada filosofía, que la impiedad reparte por todo el mundo.

Esta maldita Babilonia se ha embriagado con la sangre de mis santos, quiere seguir derramándola y también la de un príncipe…

Ella colmará estos terribles sucesos y yo le haré beber el vino de mi cólera; todos los males caerán a la vez sobre ella y en un solo instante.

Yo no oí más la voz, pero sí, un ruido espantoso; la gruesa nube se dividió en cuatro partes que cayeron a la vez sobre la gran ciudad y en un instante quedó ardiendo.

Las llamas que la devoraban se elevaron en los aires y en seguida no vi más que una vasta tierra negra como el carbón” (Temporum, págs. 91-97).

 

San Gaspar del Búfalo (1786-1836)

Roma: masacres de sacerdotes, cuatro días de carnicería. Previó:

“toda suerte de desgracias a la ciudad de Roma, especialmente masacres de sacerdotes, las cuales no deberían terminar sino después de una carnicería de cuatro días, particularmente del lado de la puerta de San Juan” (M. Servant, págs. 280-281).

El proceso de beatificación nos hace saber que el pronostica la exterminación de los perseguidores impenitentes de la Iglesia al cabo de tres jornadas:

“Aquel que sobreviva a los tres días de tinieblas y de espanto creerá haber quedado solo sobre la tierra, porque ella estará cubierta de cadáveres” (B. Sánchez, págs. 60-61).

 

Beata Ana María Taigi (1769-1837)

Los castigos de la tierra serán mitigados, los del cielo serán universales y espantosos. Sobre el Castigo:

“Cinco años antes de la muerte de Pio VII — refiere Mons. Natali — me describió la gran prueba en preparación: las revoluciones se abatirán sobre Roma, los desastres disminuirán por las satisfacciones de los santos.

La cizaña será arrancada y luego la mano de Dios volverá a imponer orden allí donde será impotente el esfuerzo humano.

Los castigos de la tierra serán mitigados, pero los del cielo serán universales y espantosos.

Millones de hombres morirán por el hierro, sea en la guerra, sea en las luchas civiles; otros millones perecerán de muerte imprevista.

Después, naciones enteras volverán a la unidad de la Iglesia, muchos turcos, paganos, judíos serán convertidos y su fervor llenará de confusión a los antiguos cristianos.

En una palabra, me decía que el Señor quería limpiar el mundo y su Iglesia, para lo cual preparaba un renacimiento milagroso, triunfo de su misericordia.

La tierra rodeada de llamas, la cubren las tinieblas…”

La misma visión se presentará muchas veces a la beata.

“Ve a la tierra rodeada de llamas, la cubren las tinieblas, se hunden numerosos edificios, la tierra y el cielo parecen agonizar.

La prueba es seguida de un renacimiento universal.

Y todo esto ocurrirá cuando parezca que la Iglesia ha perdido todos los medios humanos de hacer frente a las persecuciones” (Mons. C. Sallotti, pág. 159).

“No obstante, ve un día que el sol se abre y da paso a torrentes de sangre, mientras la Virgen intercede para detener los castigos preparados.

Símbolo de las grandes crisis mediante las cuales Dios iba a purificar a la Iglesia.

Parece desencadenarse un espantoso ciclón, el cielo arde, tiembla la tierra, se vislumbran pestes, revoluciones, revueltas, matanzas, batallas, negros aeróstatos recorren el cielo, cubriendo la tierra de fuego y de tinieblas…” (Mons. C. Sallotti, pág. 172).

Roma: los cadáveres de los muertos serán numerosos:

“Los cadáveres de los muertos en los alrededores de Roma serán tan numerosos como los peces dejados en esta ciudad por un reciente desbordamiento del Tiber.

Tinieblas pestilentes, pobladas de visiones horrorosas, envolverán la tierra durante tres días.

El flagelo de la tierra habrá sido mitigado por las oraciones, pero no el del cielo que será espantoso y universal”.

Los demonios aparecerán bajo toda suerte de formas horribles

“Todos los enemigos de la Iglesia, ocultos o aparentes, perecerán en las tinieblas, con excepción de algunos que Dios convertirá después.

El aire será apestado por los demonios que aparecerán bajo toda suerte de formas horribles.

Los cirios benditos preservarán de la muerte así como las oraciones a la Santa Virgen y a los ángeles. Después de las tinieblas San Pedro y San Pablo descenderán de los cielos, predicarán en todo el universo y designarán el Papa.

Una gran luz saldrá de su persona e irá a posar sobre el Cardenal futuro Papa». [Según esta visión — confirmada por otras de varios videntes — la Sede Apostólica estará vacante durante el gran Castigo, o por lo menos, durante una parte de él].

“San Miguel Arcángel apareciendo, entonces, sobre la tierra bajo forma humana, tendrá al demonio encadenado hasta la época de la predicación del Anticristo.

En ese tiempo la religión extenderá su imperio ‘Unus Pastor’.

Los rusos serán convertidos, así como los ingleses y la China, y el pueblo estará en júbilo contemplando el triunfo brillante de la Iglesia” (M. Servant, pág. 234; B. Sánchez, pág. 49).

“Habrá una terrible persecución y una desgraciada época donde se verá desenmascarar una multitud de gente que se creía estimable. Italia atravesará muchas y dolorosas pruebas” (M. Servant, pág. 253).

Un doble castigo: uno de parte de la tierra, el otro del cielo:

“Dios enviará un doble castigo: uno de parte de la tierra, a saber guerra, revoluciones y otros males; el otro del cielo, a saber una oscuridad espesa que impedirá ver a quien quiera que sea.

Esta oscuridad será acompañada de una infección del aire, que hará morir, sino exclusivamente, al menos principalmente a los enemigos de la religión.

Mientras dure el eclipse será imposible hacer luz.

Solo los cirios benditos se dejarán encender y podrán esclarecer.

Quien quiera que abra la ventana por curiosidad y mire afuera, o bien salga de la casa, caerá muerto en el acto.

En estos días todos deben quedar en su casa, recitando el Rosario e implorando la misericordia Divina…” (M. Servant, pág. 374).

 

Fray Ludovico Rocco (1748-1840)

La Europa entera será presa de una horrorosa guerra: la sangre correrá a torrentes. Sobre el Castigo:

“La Europa entera será presa de una horrorosa guerra donde se degollarán unos a otros, la sangre correrá a torrentes…

El Señor exterminará la mitad de los hombres. Los pobres se tornarán ricos y los ricos pobres” (M. Servant, pág. 300).

 

Petite Marie des Terreaux (1773-1843)

La profecía sobre el Castigo dice así:

“Tal como se vio comenzar la Revolución, tal se la verá acabar.

Se verán las mismas cosas y los mismos males que al principio: la República, la mentira, la licencia, etc., etc.

Pero todo irá más rápidamente y se terminará por un brillante prodigio.

Pasmará al universo el gran acontecimiento en que serán castigados los malos de una manera espantosa.

En los años que precederán al gran suceso habrá una gran mortandad y miseria.

Los malos serán desconcertados y muchas veces verán sus proyectos desbaratados, a causa de la oración de las buenas almas.

No desistirán por eso en su determinación de hacer perecer a todos los buenos, de los que, con anticipación, harán listas y señalarán las casas y puertas para que no escape ninguno.

Pero cuando se hallen a punto de ejecutar esta nueva justicia, comenzará Dios a ejecutar la suya; se verán como ciegos y heridos de vértigo, la división reinará entre ellos y se degollarán los unos a los otros.”

Cuando esté próximo el gran suceso aparecerán en el cielo fenómenos extraordinarios:

“El año que precederá al gran acontecimiento será muy malo; al contrario, el año que tenga lugar, ofrecerá una magnífica cosecha, mas no quedará bastante tiempo para que se consuma en abundancia.

Cuando esté próximo el gran suceso aparecerán en el cielo fenómenos extraordinarios: un gran personaje se convertirá en París y se hablará de formar un campo en la llanura de Saint Fond, cerca de Lyon, cuyas fortificaciones no se habrán terminado. Se verá rodeado de grandes aparatos de guerra.

Hacia ese tiempo adoptarán los malos, para reconocerse, un casquete de fondo llano y rojo que caerá de un lado.

Habrá un momento de anarquía terrible durante la cual se verán renovar todos los desórdenes de los tiempos peores.

El crimen, sin represión, llegará a su colmo.

Mas este tiempo de desolación será de corta duración; la Santa Iglesia será atacada con una furia inaudita, pero en esto sufrirá muy poco, mientras que sus enemigos se verán aniquilados casi en su totalidad.”

París será reducida como Sodoma y Gomorra:

“París será reducida como Sodoma y Gomorra y de lo que quede de sus habitantes gran parte se refugiará en Lyon.

Cuando se efectúe su fuga, estará próximo el gran acontecimiento.

Los ‘broteaux’ de Lyon, sus focos de abominación y de revolución serán sumergidas en las aguas, mas Lyon se salvará por la intercesión de la Santísima Virgen.

Francia se verá un momento amenazada por todas partes por las potencias extranjeras, sin que se sepa en el interior; la sorpresa y el espanto que causará esta noticia, infundirá el terror en el pueblo y ocasionará la anarquía y la guerra civil.

Los extranjeros penetrarán en Francia y avanzarán hasta las cercanías de Lyon.

Aquel ejército parecía mucho más numeroso a [a los ojos de] nuestros soldados que lo que era en efecto.”

Nuestro Señor como Hombre fue quien dio el primer golpe que fue terrible: un trueno:

“Lo que más fijaba mi atención era la primera línea, pareciéndome tan brillante, que podría tenerse por un ejército celestial.

Nuestro Señor como Hombre fue quien dio el primer golpe, porque conoce los buenos y los malos.

Vi lanzar el golpe fatal que fue terrible.

En el momento en que comenzó Dios a ejercer su justicia, oí un trueno espantoso que conmovió la tierra.

Esto será la señal por la que los buenos reconocerán que ha llegado la hora para el gran combate…

Oí una voz terrible que gritaba: ‘Todo está perdido’.

En aquel instante, el luminoso niño que me conducía, me hizo observar que a la altura de las casas y por encima de ellas había una batalla.

En efecto, eran como una especie de pájaros horribles y totalmente negros; daban unos gritos lúgubres y espantosos, batían las alas con fuerza e iban a golpear las casas.

Al mismo tiempo se libraba un gran combate en medio de una horrible carnicería en que la sangre formaba arroyos, sobre todo en la calle Guillotiera.

En la calle Barra, el combate fue tremendo y solo vino a ceder a la entrada de la plaza Bellecour. Casi todos los malos perecieron.

Poco después oí una voz dulce y agradable que dice: ‘Todo está salvado’.

He visto hombres que volvían del combate diciendo: ‘¿Como he podido escapar de esta carnicería?’

Unos se tocaban el pecho, otros el costado, encontrando con admiración, cruces, medallas, reliquias y exclamaban: ‘­Ah, mi mujer ha sido!

Mi hija ha sido, ha sido mi hermana la que ha puesto en mis vestidos, y esto es lo que nos ha preservado’. Y se convirtieron.”

En el momento en que sea castigada Francia de esta manera terrible, todo el universo lo será también:

“En el momento en que sea castigada Francia de esta manera terrible, todo el universo lo será también. No se me ha dicho como.

Se me ha anunciado que habrá un acontecimiento espantoso, que los que no estuviesen preparados creerán tocar su última hora y pensarán hallarse en el fin del mundo.

Pero repentinamente acabará la Revolución por un milagro que causará el asombro del universo: los pocos malos que queden se convertirán.

Las cosas que deben suceder serán una imagen del fin del mundo; serán tan terribles que bastarán para secarse de horror.

Se me ha dicho: ‘Todos los que están a Mi favor no perecerán, no perecerán’.

Mas yo he replicado: ‘Es imposible que dejen de perecer algunos buenos’.

Se me respondió: ‘Sí, podrá haber entre ellos algunas víctimas, mas no serán perdidos para Mí’. Después del gran combate será reconocida la legitimidad.”

Un brazo de hierro surgirá milagrosamente:

“En el curso de la Revolución se harán dos milagros; el primero la vuelta de los Borbones; el segundo su venida después de los Cien días.

Tendrá lugar un tercer milagro que pasmará a todo el universo y pondrá fin a la Revolución.

Un brazo de hierro surgirá milagrosamente al mando de un gran poder para vengar los ultrajes hechos a Dios y a la realeza, cuyos miembros sobrevivientes deben aparecer después del gran acontecimiento.

No habrá entonces allí, ni odio ni rencor'» (S. M. Mirakles, págs. 154-158; Temporum, págs. 159-161).

 

Sor Rosa Colomba Asdente (1781-1847)

No habrá más calma hasta que el descendiente de San Luis vuelva a subir al trono de Francia. Sobre el Castigo:
“La Revolución debe extenderse a toda Europa donde no habrá más calma hasta que el descendiente de San Luis vuelva a subir al trono de Francia.

Los ejércitos rusos y prusianos invadirán el suelo de Italia y llevarán el sacrilegio hasta alojar sus caballos en la nueva Iglesia de nuestro convento de Taggia; pero la Prusia será finalmente vencida y humillada”.

Ella predijo también un eclipse total de tres días (cfr. M. Servant, págs. 300, 327 y 377; Temporum, págs. 101 y 104).

 

Sor María Lataste (1822-1847)

Dios los dispersará y sus juicios serán irrevocables. Sobre el Castigo:

“Nuestro Señor le dice: Hija Mía ocúpate seriamente de la salvación de tu alma, porque el día del Señor se aproxima.

Se trata ahora de prepararse para el gran día del Señor. Él está decidido a levantarse contra sus enemigos.

El los abatirá con su mano poderosa, Él los dispersará y sus juicios serán irrevocables.

Todavía hoy escucho los que me dirigen esta súplica: ‘Señor no me castiguéis en vuestra cólera y no nos tratéis según nuestras iniquidades’.

Mas cuando mi día vendrá, Yo me erguiré contra todos aquellos que no sean de mi pueblo…

Yo no conozco el pueblo de los orgullosos, de los vengativos, de los codiciosos, de los perezosos, de los ambiciosos, de los hipócritas; Yo no conozco sus dioses ni sus reyes.

Yo me levantaré contra su pueblo, contra sus divinidades y sus reyes, y Yo los exterminaré por Mi eterna maldición.

Ese pueblo no escucha Mi voz y no me conoce.

Yo tampoco los conoceré y quedaré para siempre sordo a su apelo.

Si se me pregunta: ¿cuál es entonces vuestro pueblo?

Yo responderé: Mi pueblo comprende todos aquellos que me reconocen por Su Rey y Dios, que se someten a Mis Mandamientos y a Mis Preceptos, que Me dan su espíritu y su corazón.

He ahí a mi pueblo, el pueblo que Yo reconoceré públicamente en el día que he fijado, este día nadie lo sabe, porque es el Mío, que Yo haré venir bien pronto.

Mas a una hora en la cual nadie piensa, pese a los signos precursores en el cielo y sobre la tierra” (M. Servant, pág. 271).

Sobre Francia: El Primer Rey de Francia soy Yo, Yo soy el Señor de todos los pueblos, de todas las naciones:

“Hoy quiero hablaros de Vuestra patria. Ya varias veces Os he hablado de Francia pero nada Os he dicho acerca de lo que es ni cómo obra. Escuchad:

El Primer Rey de Francia soy Yo, Yo soy el Señor de todos los pueblos, de todas las naciones, de todos los reinos, de todos los imperios, de todas las dominaciones: Soy particularmente el dueño de Francia.

Yo le doy prosperidad, grandeza y poderío sobre todas las otras naciones cuando ella es fiel en escuchar Mi voz.

Yo levanto sus Príncipes por encima de los otros Príncipes del mundo cuando ellos son fieles al escuchar mi voz.

Yo bendigo sus poblaciones más que todas las otras poblaciones de la tierra, cuando ellas son fieles al escuchar mi voz.

Yo he escogido Francia para darla a Mi Iglesia como su hija de predilección” (M. Servant, pág. 760-761).

Sor María Lataste dirige a uno de sus directores estos avisos dados por Nuestro Señor:

“Hija mía reza por la Francia; Yo ya lo he dicho, me place repetirlo, si los golpes de la justicia de Mi Padre no han caído sobre ella, es María, la Reina del Cielo, que los ha detenido.

Satán ruge de rabia en el fondo de los infiernos contra un reino que, verdaderamente, le ha dado rudos golpes; él se estremece de furor viendo el bien que se hace en este lugar.

Él hace todos sus esfuerzos para aumentar el mal e irritar más la cólera Divina”.

Mi Madre tiene un derecho especial sobre Francia:

“Más una cadena que no puede romper lo cautiva; porque Mi Madre tiene un derecho especial sobre Francia, que le está consagrada, y por este derecho, Ella detiene el brazo encolerizado de Dios y dispensa sobre este país que le es devoto, las bendiciones del cielo para hacerlo crecer en el bien.

Es porque Yo no he cesado de advertir para prevenir inmensas calamidades”.

En una visión del 20 de noviembre de 1843, escuchó de Nuestro Señor estas palabras:

“Francia, cuanto tú eres ingeniosa para irritar y calmar la Justicia de Dios. Si tus crímenes hacen caer sobre ti los castigos del Cielo, tu virtud de caridad exclamará al Cielo: Misericordia y piedad, Señor.

Te será dado ver los juicios de Mi Justicia irritada, en un tiempo que te será manifestado y que tú conocerás sin temor de error.

Mas tú conocerás también los juicios de Mi compasión y de mi misericordia, y tú dirás: alabanza y agradecimiento, amor y reconocimiento a Dios, para siempre en los siglos y en la eternidad” (M. Servant, págs. 775-776).

Sobre París:

“Me pareció hallarme en una gran plaza de París.

En medio de aquella plaza vi a un joven sobre una pequeña columna; estaba vestido con un ropaje rojo y llevaba una diadema sobre la cabeza: tenía su sable en la vaina y un arco en la mano.

Sus miradas eran fulminantes y su boca pronta a lanzar amenazas.

Vi inscrito encima de su cabeza, en caracteres de fuego: El ángel exterminador.

A esta vista me sobrecogí de no sé que sentimiento de temor, de dolor y de compasión y exclamé muchas veces:¡Señor conservad París. Salvad al Rey… ­Oh, París ciudad execrable!

Hace mucho tiempo que mereces mi indignación y si no he dejado caer sobre ti la ola de mi cólera, es porque, por un efecto de misericordia, he detenido mi brazo vengador pronto a pesar sobre ti.

He dejado libre a la multitud innumerable de pecadores por no castigar los justos.

Tus habitantes te maldecirán un día porque los habrás saturado con tu aire emponzoñado.

Aquellos a quienes hubieres dado asilo te darán su maldición porque habrán encontrado la muerte en tu seno” (S. M. Mirakles, págs. 129-130; M. Servant, pág. 338).

“¿Qué espíritu de loca libertad ha reemplazado en su corazón el espíritu de la sola libertad verdadera descendida del cielo, que es la sumisión a la voluntad de Dios?

¿Qué espíritu de egoismo seco y lleno de frialdad ha reemplazado en su corazón al espíritu ardiente de la caridad descendida del cielo que es el amor de Dios y del prójimo?” (S. M. Mirakles , pág. 113).

 

Sor María de Saint Pierre (1816-1848)

El mayor peligro para la cristiandad y para la Iglesia serían los comunistas. Sobre el Castigo:

Esta carmelita decía que en el porvenir el mayor peligro para la cristiandad y para la Iglesia serían los comunistas, que en 1848 eran bien poco conocidos.

“Nuestro Señor me ha dicho que estos sectarios no habían hecho sino una incursión, más que trabajaban en secreto en sus designios. ­

¡Ah, si vos conocieseis sus maquinaciones diabólicas, sus principios anticristianos!

Ellos esperan un día favorable para invadir Francia”.

También anunció la victoria:

“Esta faz ultrajada aparecerá un día gloriosa y sus enemigos aniquilados para siempre. Los demonios lanzados a las tinieblas y la Santa Faz reinará sobre la tierra” (M. Servant, págs. 256 y 576-577).

 

Fray Bernardo María Clausi (+1849)

Las cosas llegarán al colmo, será cuando Dios pondrá allí la mano suya. Sobre el Castigo:

“Las cosas llegarán al colmo, y cuando todo parezca perdido y la mano del hombre no pueda más nada, será cuando Dios pondrá allí la suya y arreglará todas las cosas en un abrir y cerrar de ojos, como de la mañana a la tarde…

Vendrá un flagelo terrible y dirigido únicamente contra los impíos.

Será un flagelo enteramente nuevo y como no se ha visto otro en el mundo.

El cielo y la tierra se unirán y grandes pecadores se convertirán porque entonces conocerán a Dios.

Este flagelo se hará sentir en el mundo entero y será tan terrible que los sobrevivientes se imaginarán ser los únicos que se han librado. Este azote será instantáneo, pero terrible.”

Tan grande será la persecución contra los justos que éstos tendrán que sufrir un verdadero martirio:

“Yo no veré estos castigos, los cuales serán seguidos de una reorganización general y de un gran triunfo para la Iglesia.

Felices aquellos que vivan en esos días afortunados porque reinará una verdadera y fraternal caridad.

Mas, antes que estas cosas lleguen, el mal habrá hecho progresos en el mundo que parecerá que los demonios han salido del infierno.

Tan grande será la persecución contra los justos que éstos tendrán que sufrir un verdadero martirio” (Temporum, págs. 144-145; M. Servant, pág. 372; S. M. Mirakles, págs. 153-154).

 

Josefina Lamarine (1787-1850)

Sangre. Sangre. La república roja. Sobre el Castigo:

“El terror será de los réprobos porque la puerta del infierno está abierta y el demonio espera.

No hagáis más desastres; la república los hace bastantes. No hay necesidad de hacer otros más. La república se ha matado.

Veo un carruaje en que había grandes tablones, que se descargaban. La voz me dijo: ‘esto es para formar cadalsos’.

Sangre. Sangre. La república roja. Ved, ya ha llegado la terrible revolución de sangre. La eternidad se aproxima.

Con la bandera roja están los lobos en el jardín. Ya no hay más propietarios. Pobre París. Mírate ya estás destruida.”

La Santísima Virgen ha enviado el ángel exterminador:

“La guerra es terrible. Ellos caen de todos lados. Ved aquí el hombre. Y sin sacerdotes.

Mirando a todos lados, la vidente divisó un soldado que era llevado por algunos. ­

¡Ah, exclamó, es un sacerdote!

Y la voz dice: Dos veces he sido rechazado; dos veces he vuelto a entrar. Pobre ciudad. Tú no existes ya.

Todos lloraban. La Santísima Virgen ha enviado el ángel exterminador. Todo el mundo llora en París.

Ha llegado la hora de las tinieblas. Las tinieblas han llegado.

La religión nacerá de sus cenizas y se mostrará con toda su sublimidad por algún tiempo” (S. M. Mirakles, págs. 136-137; M. Servant, pág. 235).

 

Sor María Rafols (1781-1853)

Cuando sean probados, levanten su espíritu y pongan en mi y en mi Santísima Madre, toda su confianza. Nuestro Señor le dice:

“Escribe, hija mía, Yo vendré en socorro de todos aquellos que me veneran y que, en sus necesidades, vendrán a mí con confianza».

El 19 de abril de 1815:

“Yo salvaré a España recurriendo a prodigiosos milagros que muchas personas verán claramente con sus propios ojos.

Y mi Santísima Madre les comunicará lo que tendrán que hacer para apaciguar a mi Padre Eterno y hacerles pedir perdón” (M. Servant, págs. 721-722).

El 1 de Julio de 1838:

“Mira, hija mía, tú no puedes comprender todo lo que voy a decirte, pero tampoco hace falta que lo sepas, pues, no lo digo para ti, sino para otros hijos míos que serán muy perseguidos y estarán muy dudosos y apurados con las luchas que les armará el enemigo que quiere destruir la religión y hasta mi dulce nombre de todos los ámbitos de la tierra.

Cuando llegue esta época, que empezará abiertamente en el año 1931 [*], quiero que todos mis hijos, los hombres, cuando sean probados, levanten su espíritu y pongan en mi y en mi Santísima Madre, toda su confianza” (S. M. Mirakles, págs. 84-85; M. Servant, pág. 722).

 [*] El año 1931 cayó la monarquía en España y se proclamó la República.

 

San Juan Bautista Maria Vianney (1786-1859)

Paris será destruida y quemada definitivamente, entretanto no lo será enteramente. Después de predecir las guerras de 1870 y 1914 dice lo siguiente:

“Antes del gran golpe, habrá unos negocios pequeños… El negocio importante no pasó aún.

Paris será destruida y quemada definitivamente , entretanto no lo será enteramente.

Mas habrá cosas más terribles que aquellas que ya visteis.

Habrá un límite que la destrucción no pasará, no sé dónde será pero nosotros estaremos más allá.

Dejarán quemar París y quedarán contentos (los alemanes). Más serán combatidos y derrotados para siempre.

Se retirarán para su país, sin embargo el ejército francés los perseguirá y pocos serán los que entrarán en él.

Entonces se les tomará lo que habían llevado y mucho más”.

Los comunistas de París se esparcirán por toda Francia y se multiplicarán mucho. Los comunistas:

“Los comunistas de París, después de derrotados se esparcirán por toda Francia y se multiplicarán mucho, se han de apoderar de armas, oprimirán a las personas de bien; en fin estallará la guerra civil en todas partes.

Los malos se apoderarán del norte, del oeste y del oriente, y perpetrarán muchos asesinatos, querrán hacer desaparecer todos los sacerdotes y todos los religiosos.

Perecerá mucha gente, más que la primera vez, porque no se habrán convertido.
Se destruirán muchas casas, destruirán… destruirán…

Mucha gente buena perecerá. Estas personas, sin embargo, como serán felices…

No demora esto por mucho tiempo. Pensarán que todo está perdido, más el Buen Dios salvará todo…

Será una señal del juicio final.

Paris será mudada, como también lo serán dos o tres ciudades.

El castigo que no habrá convertido la primera vez, será tan claro ahora, que lo han de reconocer y el pueblo se convertirá” (P. Julio María, págs. 22-24).

 

Sor Palma María Addolorata Matarelli D’Oria (1825-1872)

Roma será particularmente probada y algunos dignatarios de la Iglesia serán inmolados por los malos. Sobre el Castigo:

“Roma será particularmente probada y algunos dignatarios de la Iglesia serán inmolados por los malos.

Los sectarios, después de la caída del rey-ladrón, vendrán para apoderarse de la ciudad santa; mas ellos serán detenidos a las puertas y huirán espantados.

En su fuga ellos serán triturados bajo los golpes del ángel exterminador que en el tiempo de los judíos destruyó los 185.000 hombres del ejército de Senaquerib.

La verdadera Paz vendrá después.

A las perturbaciones de la revolución se unirán otros castigos como la peste y el hambre.

Signos extraordinarios aparecerán en el cielo.

Habrá tres días de tinieblas; ni un solo demonio quedará en el infierno; todos saldrán y el aire será corrompido; será la última plaga.

Después una gran cruz aparecerá en el cielo, y el triunfo de la Iglesia será tal que hará olvidarse bien rápido todas las desgracias.

Francia será la primera castigada y la primera a ser reerguida” (M. Servant, págs. 309-358).

 

Santa Catalina Labouré (1806-1876)

En su primera aparición, el 18 de julio de 1830, Nuestra Señora le anunciaba grandes infortunios que iban a precipitarse sobre la sociedad en el mundo entero. Después de comunicarle la caída del trono (Carlos X) le dice:

“El mundo entero será ‘renversé’ por desgracias de toda suerte” (A. Marty, pág. 49).

 

Papa Pío IX (1846-1878)

“No hay que hacerse ninguna ilusión: la revolución llegará aquí… se quiere enarbolar la bandera revolucionaria en el Capitolio.

Vos sabéis como yo, que la roca Tarpeya no está lejos” (M. Servant, pág. 306; citado de Curicque, Voix Prophetiques, Tomo II, págs. 418-419).

 

Sor María de Jesús Crucificado (1846-1878)

Es necesario que esta cisterna sea llenada de sangre para calmar la justicia de Dios. Sobre el Castigo:

“Ella tenía un ardiente amor por Francia y hablaba de ella en sus éxtasis en términos inflamados.

En sus visiones Francia era ‘la rosa’ y la Santa Iglesia ‘el Olivo’. En todas sus profecías el tema general era: ‘la prueba, sobre todo por una guerra sangrienta, la victoria y las consecuencias del triunfo’.

Muchas veces desde 1873, ella anunciaba una guerra que haría correr ‘ríos de sangre’.

Ella preguntaba en un éxtasis: ¿cuando terminará esta guerra?

Después de un tiempo de silencio, ella transmitió la terrible respuesta: ‘Ah, será larga porque es necesario que todo el mundo pase por ella, pequeños y grandes: nosotros estamos corrompidos’.

Y este éxtasis particularmente doloroso parecía ponerle bajo los ojos los esfuerzos de dos ejércitos inmensos encarnizados uno contra el otro.

Ella veía a veces dos cisternas, una ya llena de sangre, la otra todavía vacía, mas tan grande que la sangre de tres cuartos de los hombres no parecía poder colmarla, y la voz le decía:

‘Ved, es necesario que esta cisterna sea llenada para calmar la justicia de Dios…’

El 13 de mayo de 1874, una voz le dice: Yo os advierto, como ya os advertí dos meses antes de las guerras que arribarían a Francia (la guerra de 1870).

Mas esta que Yo os anuncio será diez veces más terrible que la que ha llegado entonces a Francia.

El 14 de agosto de 1874, [una voz le dice]: Será una masacre terrible, se marchará con la sangre hasta las rodillas.

Yo pienso que, en esta guerra que va a venir, se tomará a todos los sacerdotes para combatir…

Yo no sé si es de esta manera que los sacerdotes perecerán porque deben quedar muy pocos después de la prueba; me parece que se les colocará adelante en el mayor peligro” (A. Marty, págs. 64-65).

 

San Juan Bosco (1815-1888)

La gran prostituta de Babilonia. Sueño sobre el Castigo:

“La vigilia de la Epifanía del presente año de 1870 desparecieron todos los objetos materiales de mi cuarto y me encontré en la contemplación de cosas sobrenaturales.

Fue cosa de breves instantes pero vi mucho.

Si bien de forma y de apariencia sensible, sin embargo no se puede sino con gran dificultad comunicar a los otros con signos externos y sensibles. He aquí una idea de lo que vi.

Ahí está la palabra de Dios acomodada a la palabra del hombre.
Del sur viene la guerra. Del norte viene la paz”.

Sobre Francia:

“Las leyes de Francia ya no reconocen al Creador, y el Creador se dará a conocer y la visitará tres veces con el azote de su furor.

En la primera humillará su soberbia con las derrotas, con el saqueo, con la destrucción de sus cosechas, de sus animales, y de sus hombres.

En la segunda, la gran prostituta de Babilonia, aquella que, suspirando, los buenos llaman ‘el prostíbulo de Europa’, será privada de su jefe y hecha presa del desorden”.

Sobre París:

“París… París… En vez de armarte con el nombre del Señor, te rodeas de casas de inmoralidad.

Estas serán destrozadas por ti misma, tu ídolo será reducido a cenizas para que se cumpla: ‘Mentita est iniquitas sibi’ (la iniquidad se engañó a si misma).

Tus enemigos te pondrán en aprietos, te traerán el hambre, el terror y la abominación de las naciones.

Mas, ¡­ay de ti si no reconocieras la mano que te golpea! Quiero castigar la inmoralidad, el abandono, el desprecio de mi ley, dice el Señor.

En la tercera caerás en manos extranjeras: tus enemigos verán desde lejos tus palacios envueltos en llamas, tus habitaciones convertidas en montón de ruinas bañadas con la sangre de tus valientes que ya no existen.

Mas he aquí un gran guerrero del norte, lleva un estandarte y en la diestra que lo empuña está escrito: ‘Irresistible la mano del Señor’.

En aquel instante el venerable anciano del Lacio le salió al encuentro ondeando una lámpara ardentísima.

Entonces el estandarte se ensanchó y de negro que era se tornó blanco como el campo de la nieve.

En medio del estandarte, con caracteres de oro, estaba escrito el nombre de aquel que todo lo puede.
El guerrero con los suyos hizo una profunda reverencia al Anciano y se estrecharon la mano”.

El enemigo sembrará discordia entre tus asesores, suscitará enemigos entre mis hijos. Al Papa:

“Ahora la voz del cielo se dirige al Pastor de los pastores.

Tú estás en la gran conferencia con tus asesores; pero el enemigo del bien no se da un momento de reposo; estudia y pone en práctica contra ti todas las artes.

Sembrará discordia entre tus asesores; suscitará enemigos entre mis hijos.

Las potencias del siglo vomitarán fuego y querrían que las palabras fuesen sofocadas en la garganta de los defensores de mi Ley.

Esto no se verá; se harán el mal a sí mismos. Tú apresúrate; si las dificultades no se resuelven trúncalas.

Si te hayas en apuros, no te detengas; continua hasta que se haya cortado la cabeza a la hidra del error.

Este golpe hará temblar la tierra y el infierno, pero el mundo estará a salvo y todos los buenos se alegrarán.

Reúne, por tanto, contigo, aunque no sean más que dos, los asesores; pero dondequiera que fueres, continúa y termina la obra que te ha sido encomendada.

Los días corren veloces; tus años se acercan al número determinado, pero la Gran Reina será siempre tu ayuda y como en tiempos pasados, así en el porvenir será ‘magnum et singulare in Ecclesia praesidium…”.

Tus hijos piden el pan de la fe y no encuentran quien se lo parta. Sobre Italia:

“Más tú Italia, tierra de bendiciones, ¿quién te ha puesto en desolación?…

No digas que los enemigos, sino tus amigos. ¿No oyes que tus hijos piden el pan de la fe y no encuentran quien se lo parta? ¿Qué haré?

Golpearé a los pastores, dispersaré el rebaño, para los que se sientan en la cátedra de Moisés busquen buenos pastos y la grey escuche dócilmente y se apaciente.

Pero sobre el rebaño y sobre los pastores pesará Mi mano; la carestía, la peste, la guerra, harán que las madres lloren la sangre de sus hijos y de sus maridos muertos en tierra enemiga”.

Roma ingrata, Roma afeminada, Roma soberbia. Sobre Roma:

“Y de ti, oh Roma, ¿qué será? Roma ingrata, Roma afeminada, Roma soberbia.

Has llegado al punto que no buscas ni admiras en tu soberano más que el lujo, olvidando que tu gloria y la suya está sobre el Gólgota.

Ahora él está viejo, achacoso, inerme, despojado de todo; sin embargo, con su esclava palabra, todavía hace temblar el mundo.

Roma… Yo vendré cuatro veces sobre ti.

En la primera castigaré la tierra y tus habitantes.

En la segunda llegará la ruina y el exterminio hasta tus murallas. ¿Todavía no abres los ojos?

Vendré la tercera vez y destruiré las defensas y los defensores y al dominio del Padre sucederá el reino del Terror, del espanto y de la desolación.

Pero mis sabios huyen, Mi ley es todavía pisoteada; por eso te haré la cuarta visita. ¡Ay de ti, si Mi Ley es todavía para ti un nombre vano!

Se darán prevaricaciones entre los doctos y los ignorantes. Tu sangre y la sangre de tus hijos lavará las manchas que tú infieres a la ley de tu Dios.

La guerra, la peste, el hambre, serán los flagelos con que será castigada la soberbia y la malicia de los hombres.

¿Dónde están, oh ricos, vuestra magnificencia, vuestras villas, vuestros palacios? Convertido se han en la basura de las plazas y de las calles.

Pero vosotros sacerdotes, ¿por qué no corréis a llorar entre el vestíbulo y el altar, pidiendo que cesen los castigos?

¿Por qué no tomáis el escudo de la fe y no vais por los tejados, por las casas, por las calles, por las plazas y por todo lugar, incluso el inaccesible a llevar la semilla de mi palabra?

¿Ignoráis que es la terrible espada de dos filos que abate a mis enemigos y rompe la ira de Dios y de los hombres?

Estas cosas deberán venir inexorablemente una después de la otra.

Pero la Augusta Reina de los cielos está presente.

El poder de Dios está en sus manos; disipa como niebla a sus enemigos.

El venerado anciano está revestido de todas sus antiguas vestiduras.

Sobrevendrá todavía un violento huracán (Biografía y Escritos de San Juan Bosco, págs. 393-395).

El sueño del caballo rojo: […] obra devastadora comenzada por autoridades más o menos conscientemente cómplices. Sobre el comunismo:

El sueño del caballo rojo el santo lo tuvo el 6 de julio de 1862. Vio aparecer un caballo rojo enorme, del tamaño de una montaña.

Infundía terror, dicha bestia de orejas tiesas, cara horrorosa, «tenía mucha gente encima, que le salían alas… que invadía la tierra… y exclamé: ­¡Pero esto es un demonio!»

Don Bosco después de este sueño pensó mucho sobre el significado del mismo y mandó estudiar en el Apocalipsis si el equus rufus era mencionado.

El santo llegó a la conclusión de que ese caballo rojo significaba la “democracia sectaria que rabiando contra la Iglesia y contra el orden, avanzaba conjurando contra el orden social y subvertiéndolo todo, sin detenerse a su paso, que se impone a los gobiernos, a las escuelas, a los tribunales, a los municipios, a todo, y que corre desolada llegando a sus consecuencias extremas, pero desgraciadamente lógicas.

Obra devastadora comenzada por autoridades más o menos conscientemente cómplices suyos, en detrimento de la sociedad religiosa, de toda institución buena, del derecho común, de la propiedad…” (Biografía y Escritos de San Juan Bosco, págs. 600-601).

 

Sor María de los Dolores y Patrocinio (1811-1891)

La lucha del león señalado con la cruz con otro león que después se convirtió en serpiente. Visión de un gran combate:

“El día de San Agustín de 1835 por la noche, el tiempo que la comunidad se iba a recoger dejando a mi venerada Madre en su cama en el suelo, tuvo un éxtasis admirable.

Una visión muy misteriosa, en concepto de la Rvda. Madre Pilar que la presenció, por algunas palabras sueltas que le oyeron y por lo que la misma Madre, obligándola a hablar, pudo sacarle.

Parecía que veía una gran batalla; a la Reina de los Ángeles sentada con Su Divino Hijo en figura de niño dormido; a los cuatro doctores de la Iglesia y a muchos otros personajes, detrás de un león que aparecía sentado y con una cruz en la frente.

La lucha era con otro león que después se convirtió en serpiente. El león señalado con la cruz, estaba como quien no puede moverse, y, al principio solo meneaba la cola y alguna pata, mas siempre permanecía inmóvil a pesar de los esfuerzos en contrario.

Cuando alentaba el león de la cruz hacia el Niño Dios que la Virgen Santísima tenía en sus brazos, despertaba éste, y entonces cobraba el león nuevos bríos y peleaba con más fuerza.

Por fin tomó la Señora a su Dulce Niño dormido y lo puso sobre el león de la cruz; y entonces fue hecha la victoria; y los dos personajes que estaban detrás del león, el uno también con una cruz, se unieron, y todo fue gozo y alabanza a Dios.

Este éxtasis o visión duró desde las diez de la noche hasta la una de la madrugada… Estuvo todo este tiempo hermosísima y como quien presenciaba una batalla.

Unas veces se le encendía el rostro y se regocijaba mucho; otras, como quien escucha con atención grandísima, y luego decía alguna palabra.

Cuando alentaba el león y despertaba el Niño decía: ‘­¡Ay! significa las oraciones de los fieles el alentar el león’” (Sor María Isabel de Jesús, págs. 86-87).

 

Hermano Antonio (1820-?)

Grandes guerras tendrán lugar y la Santa Iglesia será sumergida en la aflicción. Sobre el Castigo:

“Nosotros tocamos ahora a la época de los grandes acontecimientos en Europa.

Grandes guerras tendrán lugar y la Santa Iglesia será sumergida en la aflicción…

Es necesario que todas estas pruebas lleguen, a fin de que Prusia sea de tal manera reducida que ella quede para siempre incapaz de afligir a la Santa Iglesia” (M. Servant, pág. 327; P. Julio María, págs. 26-31).

 

Sor De Bourg (Siglo XIX)

Los ángeles exterminadores con el gladio en la mano esperaban la señal para herir la tierra. Mensaje de Nuestro Señor al Rey Luis Felipe:

“Vos me habéis despreciado, vos habéis hecho apostatar mi pueblo haciéndolo trabajar el Domingo…

«Para los años 1848, 1849 y 1850: Intercesión de la Santísima Virgen para detener el brazo de su Hijo.

Nuestro Señor acepta con agrado las oraciones, mas acrecienta que los crímenes de los hombres iban tan lejos que si Él no los castigaba, los flagelos más tarde serían más terribles…

Los ángeles exterminadores con el gladio en la mano, no esperaban sino la señal para herir la tierra”.

Frenesí en la búsqueda del placer:

“El Señor se ha quejado de una manera terrible; El se queja de ese frenesí en la búsqueda del placer.

Él se queja de los bailes escandalosos, de la indecencia y del lujo de los adornos femeninos, y si El prohíbe en el Santo Evangelio, aún un solo mal deseo, no hay que asombrarse que castigue terriblemente la corrupción de las costumbres que es la consecuencia necesaria de todos estos abusos, la causa de todos estos crímenes y que arrastran, con la ruina de las buenas costumbres, la salvación y ocasionan la pérdida de las almas.

Los pueblos, como siempre, han imitado los malos ejemplos de los grandes: no hay más dique al torrente de las pasiones furiosas; la autoridad divina es enteramente desconocida; los hombres desprecian las leyes de Dios y los hijos las de las familias; así el orden es ficticio, se mantiene únicamente por la fuerza y la violencia.

Solo parece que valiera la pena conseguir el confort y el placer sensual.

Y como el dinero es el único que los da, el dinero no solo es procurado, sino reverenciado.

Para numerosos espíritus, hoy en día, la vida no tiene otro significado que el de atesorar lo más posible a fin de gozar lo más intensamente que el hombre pueda hacerlo” (M. Servant, págs. 91-92).

En 1857 escribía:

“He aquí donde estamos: los castigos del Señor van a caer sobre nosotros de diversas maneras. Flagelos, sangre derramada. Habrá en nuestra Francia un trastorno espantoso” (M. Servant, pág. 268).

“Los días serán abreviados en favor de los justos” (M. Servant, pág. 362).

“Habrá una crisis terrible, pues me ha sido dicho que después de este tiempo de prueba el Señor traerá de nuevo el príncipe ‘Dieudonné’ [dado por Dios]” (M. Servant, pág. 541).

 

Mariana Galtier (Siglo XIX)

Esta profecía, relatada por el P. Charbonnel en 1869, que la había obtenido de testigos personales, ha sido pronunciada en 1880, cuando se ofició el Te Deum por la toma de Argelia. La gran prostituta será destruida por el fuego:

“Cuando viereis la guerra entre Francia y Alemania, podréis decir que es el comienzo de la tercera y última plaga. 1Ay (tres veces). ¡­Ay de Francia! (tres veces). ­¡Hay de Alemania! (tres veces). ¡­Ay de Italia! (tres veces).

Francia será desunida entre sí, le faltará todo socorro.

El ángel no meterá la espada en la vaina sino después de haber castigado a todas las naciones.

Durante la cosecha de las uvas, habrá un gran combate entre París y Lyon.
La gran prostituta será destruida por el fuego.

El ángel del Señor advertirá a los justos de París.

Nadie sabrá de donde ha venido el fuego. Todos los malos perecerán.”

Un príncipe, llegará como por milagro. Será de la sangre de la antigua raza:

“Las desgracias de Francia serán tan grandes que muchos morirán de espanto.
En esta guerra, quien se crea vencedor será vencido.

Francia se verá tan apurada de hombres y de dinero que le faltarán las cosas más necesarias. Mas esto no será largo.

Un príncipe conocido solo de Dios y que hace penitencia en el desierto, llegará como por milagro. Será de la sangre de la antigua raza…” (S. M. Mirakles, págs. 135-136; M. Servant, págs. 322, 341, 389 y 541).

 

Venerable Fray Jacinto Coma (Siglo XIX)

La Providencia hará de un solo golpe lo que habría demorado mucho tiempo. Sobre el Castigo:

“La Providencia tiene en reserva un medio imprevisto, que hará de un solo golpe lo que habría demorado mucho tiempo siguiendo el curso normal de las cosas” (M. Servant, pág. 377).

 

Juan Stehlmayer (Siglo XIX)

La muerte herirá por epidemias y por una guerra de exterminio de pueblo a pueblo. Nuestra Señora le dice:

“Venid a mí, no temáis… Escuchad bien, escuchad bien lo que yo voy a enseñaros, a fin de poder anunciar a los otros.

He aquí lo que les diréis: Yo no puedo nada más con mis oraciones ante Dios, porque los hombres han llevado la iniquidad hasta el extremo y ellos no tienen más caridad los unos con los otros, Dios los va a golpear con un castigo terrible.

No queda más remedio que una pronta penitencia para escapar a su cólera.

Si no la muerte herirá con golpes redoblados, por epidemias y por una guerra de exterminio de pueblo a pueblo: estos flagelos precipitarán los malos en el infierno, en castigo de sus crímenes, mientras que abrirán el cielo a los justos que sucumban.

¿Me habéis comprendido bien, mi querido hijo?

Yo soy la Madre de Dios. No dejéis de hacer conocer a los otros lo que acabo de deciros” (M. Servant, págs. 250-251. — Citado por el P. Curicque, Voix Prophetiques, Tomo II, pág. 524).

 

María Martel (Siglos XIX y XX)

Un cisma está en vías de realizarse. Sobre el Castigo:

En enero de 1897 Nuestra Señora le dijo:

“Hijos míos, rezad, porque grandes males os van a golpear. La guerra contra la Iglesia bien pronto va a declararse de todos lados. Un cisma está en vías de realizarse”.

“La Santa Virgen suplica: ¡Oh París, París, no ha respetado las leyes de mi Divino Hijo!… será castigada y destruida por el fuego… Poca gente restará… aquellos que quedarán no se reconocerán…

París será destruida por el fuego si rehúsa convertirse… he ahí la punición que le está reservada.

Inglaterra será castigada, yo he visto navíos hundirse sobre los cuales estaba escrito ‘Inglaterra’”.

El primer golpe será sobre París.

En septiembre de 1907: “El primer golpe será sobre París: los teatros van a saltar, las víctimas van a arder, la sangre va a correr”.

El 7 de julio de 1901, después de la visión de una caída de bolas multicolores, el Sagrado Corazón le dice que se trataba de fuego del cielo para París y otros diferentes lugares (M. Servant, pág. 342).

El 6 de junio de 1902: “Yo he escuchado la voz de Nuestra Buena Madre que me dijo: ‘Es necesario rezar bien a causa de las desgracias y los castigos que van a llegar.

En Francia dos volcanes van a estallar, dos montañas van a desplomarse.

Los infortunios de la Martinica no son nada al lado de lo que va a venir…’

El buen Jesús me ha dicho: ‘En Francia, dos volcanes van a estallar las montañas van a derrumbarse…

Fuera de Francia muchos temblores de tierras, también volcanes van a explotar, las montañas se desmoronan” (M. Servant, pág. 404).

El 1 de mayo de 1903: “La Santa Virgen anuncia: ‘El tiempo vendrá, hijos míos, rezad, rezad mucho…

Es necesario rezar por el futuro Rey… y por el Soberano Pontífice…

La República va a caer; es el reino de Satanás… Otro mundo y otro Reino van a venir…”

El 2 de mayo de 1903: “En estos días, hijos míos, vosotros vivís bajo el reino de Satanás, y este reino es un reino de crímenes y de desgracias.

Francia renacerá por el Sagrado Corazón de mi Divino Hijo” (M. Servant, págs. 822-823).

 

Teresa Higginson (1844-1905)

Tinieblas de la inteligencia, en las cuales el hombre se ha precipitado. Sobre el Castigo:

“Si no fuese por obediencia, yo nunca intentaría describir las cosas espantosas que me han sido mostradas.

Yo no sé cómo, ni adonde he sido transportada, más me parecía un lugar elevado desde donde mirando para abajo percibía la tierra.

Primero, vi una nube de tinieblas envolverla: eran tinieblas reales, espesas, materiales, que comprendí ser un signo de las tinieblas de la inteligencia, en las cuales el hombre se ha precipitado.

Después escuché el ruido violento del trueno, vi brillar el rayo y me parece que bolas de fuego caían sobre la tierra y se hundían hasta su centro, haciendo volar las rocas en astillas.

Enseguida escuché la ola impetuosa de las aguas, y un terrible gemido de duelo sube de la tierra.

Entonces, postrándome humildemente, imploraba misericordia por la Sangre de la amarga Pasión de Jesucristo…

No puedo decir cuánto duró, porque estaba tan horrorizada cuanto humillada; enseguida escuché una voz que reconocí perfectamente bien ser la de nuestro querido Señor y Salvador Jesucristo, diciendo: ‘Decid que ni uno de aquellos que me han sido dados será perdido’.

Entonces, las tinieblas de la tierra se detuvieron, los rayos cesaron y yo percibí sombras, figuras humanas, muriendo de hambre, con aire extraviado.

Ellos se levantaron temblando; vi el signo de sus frentes y me uní a ellos y a toda la corte celestial. Alabé y bendije a este Dios de sabiduría infinita que en su misericordia, nos ha rescatado por su sangre” (M. Servant, págs. 258-259).

 

Josefina Reverdy (1854-1908)

Unos perecen en medio del flagelo, otros bajo los escombros de las casas o en las llamas o en las trincheras sangrientas. Sobre el Castigo:

“Los castigos han comenzado y continuarán a llover sobre la naturaleza entera. ¡Oh, que desolación!.

Desgracia, desgracia a aquellos que se encontrarán en la desgracia de Dios.

Habrá tales sacudidas en la tierra que los hombres morirán de espanto.

En medio de la tormenta, hombres de aspecto horroroso harán escuchar aullidos aterradores pareciendo a aquellos del infierno; sus corazones estarán inflamados de las pasiones más feroces.

Un populacho alterado de sangre sumergirá las almas más sólidas en un terror mortal.

Las casas se hundirán. Unos perecen en medio del flagelo, otros bajo los escombros de las casas o en las llamas o en las trincheras sangrientas.

La sangre de las víctimas se extiende hasta el mar. Una parte de la tierra está toda desierta; nadie, sin el poder de Dios podrá sustentarse.

Las almas más fervientes caerán en una angustia mortal. Habrá tan terribles tempestades que las montañas serán conmovidas, que las casas, los edificios se hundirán.

La tercera parte de los hombres perecerá.

En ese momento el sol se oscureció. Tinieblas espesas llenas de espíritus satánicos cubren la tierra.

La luna se tornará roja como la sangre. Estad provistos de cirios benditos.

Es necesaria a todo precio una regeneración del género humano. Vosotros no seréis sacudidos más allá de vuestras fuerzas.

Rezad, rezad. Después de la persecución, la Iglesia triunfará y reflorecerá” (M. Servant, pág. 236).

 

Sor Catalina Filljung (1848-1915)

París: estrechaba por fuera, víctima de los furores de la revolución, y de un hambre tan terrible que las madres devoraban a sus hijos. Sobre el Castigo:

Su biógrafo relata: “Catalina temía para París la suerte de Jerusalén.

Muy común, en otros tiempos, se le había escuchado gritar en éxtasis: ¡­oh París, segunda Jerusalén por tus crímenes, segunda Jerusalén por tu castigo!’.

Después de esto, ella veía ‘como fuego del cielo que caía’.

Era la venganza divina.

La gran ciudad asediada, mientras que el enemigo la estrechaba por fuera, era víctima de los furores de la revolución, y de un hambre tan terrible que las madres devoraban a sus hijos.

Los amotinados saqueaban, incendiaban París, principalmente los barrios más bonitos. ‘Los alemanes estarán contentos de verla destruir, mas no serán ellos que la destruyan, ellos no podrán entrar’.

Después de la guerra, París perdía su primacía, otra ciudad, una ciudad del centro se tornaba capital…” (M. Servant, págs. 348-349).

Sor Catalina anunció que habrá una persecución sangrienta, muchas iglesias, especialmente la del ‘Sacré Coeur’, serán profanadas y destruidas”.

Ella también vio: “En un palacio al borde del Sena, un cuarto subterráneo donde hombres tenían una sesión alrededor de una larga mesa cubierta de papeles; estos papeles eran las leyes que hacían contra la Iglesia.

Las leyes antirreligiosas le eran presentadas como la obra de la franc-masonería; ella las veía elaboradas en la cámara por hombres que trabajaban bajo tierra, portando pequeños mandiles” (M. Servant, pág. 761).

 

Madame Royer (1841-1924)

Los franceses irán hasta los bordes de la desesperación. Ellos no tendrán coraje sino contra ellos mismos. Sobre el Castigo:

“Yo he visto, en mi oración, el cielo de nuestro país lleno de combates, el suelo del norte de Francia labrado por profundos surcos.

Ellos estaban llenos de sangre. Nuestras campiñas me han sido mostradas devastadas, nuestras iglesias destruidas, ni siquiera nuestras catedrales serán respetadas.

La paz que seguirá a esta guerra, [*] será una falsa paz, plena de dificultades diplomáticas, económicas, sociales y financieras.”

[*] Esta visión fue el 24 de mayo de 1914.

“El mundo se hundirá en la impiedad, la impureza y el completo olvido de Dios y correrá así a su castigo.

Los franceses irán hasta los bordes de la desesperación. Ellos no tendrán coraje sino contra ellos mismos.

Una a una todas las soluciones para poner fin a sus males se desvanecerán.

Cuando todo recurso humano haya desaparecido, y que todo parezca perdido, el Sagrado Corazón intervendrá.

Entonces surgirá el elegido de Dios, y Francia no podrá negar que ella deberá su salvación solamente al Sagrado Corazón”.

El Soberano Pontífice será desgraciado. En otra visión:

“El Soberano Pontífice será desgraciado. Toda la Iglesia será desolada a causa de él.

Por él, para su liberación, será necesario recurrir al Sagrado Corazón”.

En otra revelación, Madame Royer vio desaparecer al Papa en medio de la desolación de la Iglesia.
Ella también vio a Nuestro Señor llorar sobre París como antaño sobre Jerusalén, y con las mismas quejas.

“Un príncipe viene del extranjero para liberar a Francia” (A. Marty, págs. 82-91).

 

María Julia Jahenny (1850-1941)

Habrá prodigios diabólicos en los aires. Sobre el Castigo:

“Habrá prodigios diabólicos en los aires; los amigos del Señor no deben ir a ver esos prodigios de Satán que son el anuncio de la cólera de Dios y de los castigos” (M. Servant, pág. 83).

San Miguel dice a la vidente:

“El infierno va a triunfar y los justos serán víctimas de un pueblo impío; el infierno ruge de espanto y de terror y Satán, en su conquista nos dice: ‘A mí la victoria. Yo he conquistado la Francia casi entera’.

La desolación será tan grande y los castigos tan terribles que muchos se consumirán de espanto y se creerán en el fin del mundo.

Habrá tinieblas físicas durante tres días, y de día, habrá una noche continua.

Únicamente los cirios de cera benditos podrán dar luz durante esta terrible oscuridad.

Un solo cirio bastará para los tres días, pero en las casas de los impíos ellos no darán ninguna luz; durante estos tres días de tinieblas los demonios aparecerán bajo las formas más horrorosas y las más espantosas.

Escucharéis en el aire las blasfemias más horribles. Los rayos penetrarán en vuestras casas, mas ellos no extinguirán la luz de los cirios benditos.

Ni el viento, ni la tempestad, ni los temblores de tierra podrán apagarlos.

Nubes rojas como la sangre recorrerán el cielo, el ruido del trueno estremecerá la tierra, rayos siniestros surcarán las nubes en una estación donde ellos no se producen nunca.”

Los castigos serán comunes a todo el mundo y se sucederán sin interrupción:

“La tierra será removida hasta sus fundamentos. El mar levantará olas ruidosas («mugissantes») que se esparcirán sobre todo el continente.

La sangre correrá con tanta abundancia que los hombres la tendrán hasta la cintura.

La tierra se tornará como un vasto cementerio. Los cadáveres de los impíos y de los justos cubrirán el suelo.

El hambre será grande; en fin todo será trastornado. Las tres cuartas partes de los hombres perecerán.

La crisis explotará casi súbitamente. Los castigos serán comunes a todo el mundo y se sucederán sin interrupción.

Algunos tal vez reirán de nuestra credulidad. Es que ellos no han visto ni la guerra ni la Comuna en 1870-71 con sus horrores, y ellos creen que la guerra actual (1914), desde tan largo tiempo prevista y anunciada, no es sino una conflagración resultante de conflictos entre naciones y no una advertencia del cielo. Pidamos y recemos por ellos.

Los hombres han querido resolver sus asuntos entre ellos mismos, hoy el cielo está cerrado.

Reabrámoslo por la oración y la penitencia y estemos prontos” (M. Servant, págs. 238-239; B. Sánchez, págs. 57-58).

Ellos llegarán a traer sobre Francia castigos de fuego:

“Ellos llegarán a traer sobre Francia castigos de fuego… El cielo se abrirá por tres aberturas espantosas… será un derrumbe de fuego de diferentes colores.

Y estos tres derrumbes espantosos serán percibidos de todo el pueblo… Habrá gritos horrorosos, llantos, gemidos, torturas de cuerpos… El ojo percibirá figuras deformes, rasgos, más rasgos que no se parecerán a los hijos del cielo…

En los tres hundimientos de fuego, habrá un sonido lúgubre… y es en este momento, donde el aire se tornará una peste insoportable al olfato de los elegidos…

Será en este momento el gran diluvio y el juicio de la Sodoma culpable, el juicio de los crímenes realizados…

El suelo no será sino una tumba hundida y yaciendo sobre sus piedras ardientes, cadáveres inanimados…

No quedará nada de esta casa donde se forjan las malas leyes, de donde se va a acabar en la muerte de la fe en las almas, de donde se va a lanzar la última inmundicia en el alma de los niños, los cuales en su mayor parte ya están condenados a nunca jamás verme y nunca jamás amarme”.

En una revelación de 1903 dice:

“El fuego del cielo caerá sobre Sodoma y principalmente sobre esta sala del infierno donde se fabrican las malas leyes.

Ella será deglutida y su lugar será como una inmensa cantera de la cual hasta el fin del mundo no será posible aproximarse sin estremecerse de horror” (M. Servant, págs. 347-348).

El 17 de enero de 1922 Maria Julie ve una cruz brillante más bella que todo lo que hay de más bello en la tierra.

De esta cruz encantadora brotó una nube que se extiende a una distancia inmensa.

Dios le dice: “Yo me levantaré bien pronto en todo el esplendor de mi justicia… Yo trastornaré la tierra, Yo fulminaré al alma culpable…

Será un gran diluvio de espanto.

Poco después de los doscientos años el triunfo de mi Sagrado Corazón tendrá lugar.

En fin, cuando se lanzaren todas las cruces cabeza para abajo, cuando se impongan las leyes más satánicas, las más infames, al clero y a los fieles, allí Yo me levantaré.

La tierra habrá sido destruida, todo lo que se encuentra en flores y en granos será destruído y quemado; todo lo que sea blanco y fresco será tiznado del humo de mi cólera” (M. Servant, pág. 574).

El 17 de octubre de 1877, día de la fiesta de Santa Margarita María, El Divino Maestro, mostrándole la llaga de su Corazón le dice:

“Hijos míos, es mi Sagrado Corazón que tiene el privilegio de las gracias; en Él está el triunfo.

Mas antes de daros el triunfo, Yo os quiero probar. Yo os enviaré muchos males, vos veréis mi Justicia caer sobre la tierra.

Vos veréis también signos precursores aparecer en el firmamento.

Yo había prometido a la bienaventurada víctima de mi Sagrado Corazón (Sta. Margarita María) dar el triunfo a Francia y a la Iglesia por mi Sagrado Corazón, a condición de que todos los hijos de Francia sean sumisos.

Si ellos fueren ingratos, los castigos debían ser más terribles, Yo había prometido a la víctima de mi Sagrado Corazón que quizás Yo habría atendido doscientos años [antes] o más, si mi pueblo hubiera sido dócil.

Yo habría dado más temprano el triunfo. Él no ha sido dócil. Mas poco después de los doscientos años el triunfo tendrá lugar. Mi víctima, guarda esto en la memoria.

Yo he anunciado a muchas almas que antes del triunfo de Francia habría una gran lucha entre todos mis hijos, los buenos y los malos.”

Que mis hijos fieles no se dejen reducir por las armas de los malos; Yo deseo que ellos les resistan:

“Que mis hijos fieles no se dejen reducir por las armas de los malos; Yo deseo que ellos les resistan; por su fe y coraje ellos lo lograrán.

Será el último esfuerzo de los malos, y es entonces que Yo los detendré.

Ellos, entonces, intentarán lanzar la perturbación por medio de los enemigos de mi Iglesia, profanar todo lo que es respetable sobre la tierra; será en vano.

Recuérdate de mi promesa: Yo salvaré la Francia por mi Sagrado Corazón, Yo la resucitaré por el amor de mi Sagrado Corazón.

Hijos míos, una vez más, Yo os prevengo. Satán va a satisfacer su rabia que es tanto más grande (él lo sabe) cuanto los suyos serán vencidos.

Yo quiero humillar mi pueblo, porque él no ha escuchado mis palabras.

Mas inmediatamente Yo daré una victoria completa, es decir, la resurrección de la hija mayor de la Iglesia.

He ahí el momento, hijos míos, donde la flor de lis blanca y la bandera blanca van a ser pisadas, mas no será sino por un tiempo, su triunfo vendrá enseguida” (M. Servant, págs. 766-768).

 

Berta Petit (1870-1943)

Se constatará bien pronto la poca estabilidad de una paz establecida fuera de Mi y sin la intervención de aquel que habla en mi Nombre. Sobre el Castigo:

El 12 de diciembre de 1912, Nuestro Señor le dice: “Un doble homicidio abatirá al sucesor del viejo soberano de Austria, fiel a su fe.

Este será el primero de los acontecimientos dolorosos, pero útiles a mis designios, que precederán al castigo”.

El 29 de junio de 1914: “A partir de este momento comienza la marcha ascendente de los acontecimientos precursores que os conducirán a la gran manifestación de mi justicia”.

El 17 de octubre de 1918: “Las pruebas renacerán, hasta el día en que, habiendo reconocido humildemente sus errores, esta nación (Francia) me devolverá mis derechos y dará plena libertad a mi Iglesia”.

El 28 de Octubre de 1918 y en Julio de 1919: “Se constatará bien pronto la poca estabilidad de una paz establecida fuera de Mi y sin la intervención de aquel que habla en mi Nombre.

La nación a la que se le dice ‘vencida’, mas cuyas fuerzas no están sino pasajeramente disminuidas, queda como una amenaza para Bélgica así como para Francia. Las perturbaciones y las amenazas se van a propagar en todos los países.

Porque esta voz no es la mía, es que las guerras recomenzarán por todas partes, guerras intestinas y guerras de razas.

Lo que hubiese sido tan grande, tan verdadero, tan bello, tan durable por su cumplimento, está retardado.

La humanidad va hacia una tormenta horrorosa, que dividirá cada vez más los pueblos; ella reducirá a la nada las combinaciones humanas; ella quebrará el orgullo de los dominadores del momento; ella mostrará que nada subsiste sin Mi y que Yo continúo siendo el Señor del destino de los pueblos”.

En 1928: “Si los hombres viesen los horrorosos medios de destrucción y pensasen en todo lo que se prepara para una próxima guerra de venganza, no hay uno que no desease morir”.

Último socorro que Yo doy antes del fin de los tiempos: la devoción a Mí Sagrado corazón y el Doloroso e Inmaculado Corazón de María

El 10 de mayo de 1940: “Son los corazones los que deben ser cambiados.

Esto será por la devoción conocida, desarrollada, predicada y aconsejada por todas partes (Sagrado Corazón de Jesús y el Doloroso e Inmaculado Corazón de María).

Es el último socorro que Yo doy antes del fin de los tiempos” (R. Christoflour, págs. 209-216; A. Marty, págs. 113-118).

Nuestra Señora le anuncia: “Los acontecimientos se aproximan como una nube que crece y se extiende desmesuradamente.

Las naciones perecerán en el fuego y en la sangre, como si ellas fuesen alcanzadas por rayos que vienen del cielo. Terrible perspectiva.

Mi Corazón de Madre se debe imponer para la salvación de las almas y la purificación de las naciones sin que se lo perciba…” (B. Sánchez, pág. 62).

 

Heede – Mensajes de Nuestro Señor y Nuestra Señora (1937-1946)

Los hombres no creyeron en las palabras de mi Madre cuando apareció en Fátima

Heede es una aldea situada al norte de Alemania cerca de la frontera con Holanda.

Nuestra Señora se apareció entre 1937 y 1940 más de cien veces a cuatro niñas de doce a catorce años: Anni Schulte, Grete y María Gasebforth, y Suli Bruns.

La Gestapo intervino, llegando a aprisionar a las niñas, a quienes prohibió acercarse al lugar de las apariciones.

La Santísima Virgen habló pocas veces, pidió oraciones a las niñas y les dio varios mensajes secretos, uno de ellos para ser contado solamente al Papa.

También Nuestro Señor Jesucristo apareció varias veces a partir de octubre de 1943.

El día 21 de octubre de 1945 Nuestro Señor se apareció a Grete, pues en la aldea se iba a realizar un baile de gala.

El ordenó que no se hiciese y que los padres que enviasen a sus hijas deberían dar severas cuentas a Dios y finalizó con estas palabras:

“Los hombres no creyeron en las palabras de mi Madre cuando apareció en Fátima. ­

¡Ay de ellos si, ahora, no creyeren en mis palabras! Los tiempos presentes son graves y serios. Haced penitencia. Rezad, rezad…”

El 7 de febrero de 1946 Grete oyó estas palabras de Jesús: “Mi novia, los tiempos se tornaron cada vez más graves.

Si los hombres no se convierten y continúan a ofenderme a Mi y al Inmaculado Corazón de mi Madre, sobre ellos caerá un castigo aún más terrible.

Mi querido Salvador, ¿en qué os ofenden más?

Mi querida novia, ellos Me ofenden diariamente por medio de pecados de impureza, de soberbia y de codicia.

Los hombres deben hacer penitencia y convertirse para que Yo pueda retirar mi mano castigadora. Mas, si no hicieren eso y no se reconcilian Conmigo, el castigo vendrá” (R. Ernst, págs. 87-94).

 

Marienfried – Mensaje de Nuestra Señora (1940 y 1946)

Grabo Mi señal en la frente de mis hijos

Apariciones de Nuestra Señora en Pfaffenhofen, cerca de Ulm, Alemania, en 1946, en repetidas oportunidades, a la Srta. Barbel Ruess, a partir del día 25 de abril.

La primera visión se dio cuando el vicario de la parroquia, su hermana y ella buscaban en la floresta el lugar en que debían construir una capilla que habían prometido a Nuestra Señora.

Barbel siente que alguien le llama, se introduce en la floresta y exclama: «”Vengan, vengan a ver que Señora es ésta”.

El párroco y su hermana fueron pero no vieron nada. Cuando le preguntaron que le había dicho la Señora, ella dijo: “Son cosas incomprensibles. Allá donde hubiere mayor confianza y donde se enseñare a los hombres que yo puedo todo, propagaré la paz.

Entonces, si todos los hombres creyeren en Mi poder, habrá paz. Soy la señal de Dios vivo. Grabo Mi señal en la frente de mis hijos. La estrella perseguirá la Señal; Mi Señal, sin embargo, vencerá a la estrella”.

Barbel no sabía quien era la Señora, mas dijo que fue la misma que el 13 de mayo de 1940 se le apareció en la floresta y le enseñó a rezar el rosario de la Inmaculada, en el que se reza en cada cuenta:

“Por vuestra Inmaculada Concepción, salva nuestra patria, por vuestra Inmaculada Concepción, guía nuestra patria”. En lugar de patria se puede poner otra intención.

El 25 de mayo de 1946 un ángel invitó a Barbel a ir a Marienfeld — así se llama el lugar donde la capilla iba a ser construida.

Nuevamente la Señora apareció, Barbel la reconoció como a María, Madre de Nuestro Señor. Ella exclamó: “María”, y Nuestra Señora le dijo:

Tened ilimitada confianza en mi Inmaculado Corazón

“Sí, soy la gran Medianera de las Gracias. Así como el mundo puede encontrar misericordia junto al Padre sólo por medio del sacrificio del Hijo, así también, solo por Mi intercesión podéis ser oídos por el Hijo.

De ahí que Cristo es tan desconocido, porque Yo no soy conocida.

El Padre Eterno derrama su copa de odio sobre los pueblos, porque ellos rechazaron a Su Hijo.

El mundo fue consagrado a Mi Inmaculado Corazón, mas la consagración se transformó en una terrible responsabilidad.

Yo exijo que el mundo viva la consagración. Tened ilimitada confianza en mi Inmaculado Corazón. Creed que todo lo puedo delante del Hijo.

Colocad Mi Inmaculado Corazón en lugar de vuestros corazones pecaminosos.

Cumplid mi pedido para que en breve Cristo reine como Rey de la Paz. El mundo debe beber hasta el fin el cáliz de odio por causa de los innumerables pecados con los cuales mi Corazón es injuriado.

La estrella del abismo [*] se indignará con más furor que antes y causará terribles devastaciones, porque ella sabe que su tiempo es corto y porque ve que ya muchos pasaron en cantidad para mi Señal.

Sobre esta Señal, ella no tiene poder, aunque mate los cuerpos. Pero de esos sacrificios ofrecidos a Mi, crece mi poder de conducir las multitudes a la victoria por Cristo.

Unos ya mandaron grabar Mi señal y otros todavía lo harán.

A vos, hijos míos, quiero decir: en los días sangrientos no os olvidéis de que justamente esta cruz es una gracia, y agradeced siempre al Padre esta gracia.

Rezad y haced sacrificios por los pecadores. Ofreceos, a vosotros mismos, y a vuestras acciones, al Padre por mi intermedio.

Rezad el Rosario no apenas para alcanzar los bienes exteriores. Hoy se trata de más.

No esperéis señales o milagros. Operaré secretamente como Medianera de todas las Gracias.

Quiero transmitir la paz a vuestros corazones si cumpliereis Mi pedido.

Solamente sobre esta paz podrá ser edificada la paz entre las naciones.

Entonces Cristo reinará sobre todos los pueblos como Rey de la Paz. Procurad divulgar mi voluntad. Te daré la fuerza necesaria.

[*] Símbolo del comunismo.

Si colocaren Mi Corazón en lugar de sus corazones pecaminosos, el demonio no tendrá poder

“Aparentemente el demonio tendrá tal poder que muchos que no estuvieren fuertemente ligados a Mi se dejarán engañar.

Vendrá un tiempo en que tú te encontrarás completamente sola y serás terriblemente calumniada, pues el demonio sabe cegar los hombres de modo que hasta los mejores se engañan. Tú, sin embargo, debes tener confianza.

En todas partes donde los hombres no confiaren en mi Corazón, el demonio tendrá poder. Donde, sin embargo, colocaren Mi Corazón en lugar de sus corazones pecaminosos, el demonio no tendrá poder.

El, mientras tanto, perseguirá a mis hijos que serán despreciados. Mas el demonio no conseguirá vencerlos”.

Cuando Nuestra Señora hablaba, mantenía su faz simple.

Después de la conversación, el ángel comenzó a rezar, Barbel solo consiguió entender:

“Obrad como Madre admirabilísima, tres veces gracias admirables… Vos, Madre digna de confianza… Vos, Gran Medianera de las Gracias…”

A esa oración la aparición se volvió más hermosa, enteramente luminosa y diáfana, como se fuera hecha de luces y rayos.

Los ojos tenían un brillo extraordinario. Al finalizar la oración del ángel Nuestra Señora dio la bendición diciendo: “Yo os transmito la Paz de Cristo en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.

Y cuando dio la bendición se hizo transparente como el cristal.

Vuestras oraciones y sacrificios han de destruir la imagen de la bestia

En la tercera aparición, el 25 de junio de 1946, Nuestra Señora dice: “Soy la Gran Medianera de las Gracias.

El Padre quiere que el mundo reconozca esta posición de su Sierva.

Los hombres deben creer que yo, como eterna Esposa del Divino Espíritu Santo, soy la fiel Mediadora de todas las gracias.

Solamente mis hijos conocen mi señal que se manifiesta ocultamente, y por eso dan al Eterno la honra que le conviene.

Mi poder aún no puedo revelarlo al gran mundo. Debo recogerme con mis hijos.

Ocultamente quiero obrar maravillas en las almas hasta que esté completo el número de oblaciones.

En vosotros está la posibilitad de abreviar los días de oscuridad.

Vuestras oraciones y sacrificios han de destruir la imagen de la bestia; entonces podré revelarme al mundo entero en honra al Altísimo.

Escogí mi señal para que en breve la Santísima Trinidad sea adorada y reverenciada por Mi intermedio. Orad siempre. Rezad el rosario.

Suplicad todo al Padre por medio de mi Inmaculado Corazón. Si fuera para su Gloria Él os lo dará. Rezad el rosario de la Inmaculada, el Rosario lleno de gracias que os enseñé.

Pedid con él, no cosas efímeras, mas sí gracias para las almas, para vuestra comunidad, para los pueblos, para que todos amen y honren el Divino Corazón.

Observad el sábado consagrado a Mí, como yo lo deseo. Los apóstoles y los sacerdotes deben consagrarse especialmente a Mí, para que los grandes sacrificios que el Inescrutable exige de ellos, crezcan en santidad y valor, si fueren colocados en mis manos.

Si en eso os empeñareis con ahínco, Yo cuidaré del resto. Sobre mis hijos colocaré cruces pesadas y profundas como el mar porque los amo en mi Hijo Inmolado, os pido que estéis preparados para cargar la cruz, para que en breve haya paz.

Exijo que los hombres cumplan luego mi voluntad, porque esta es la Voluntad del Padre Celestial y porque es también necesaria, hoy y siempre, para su mayor honra y gloria.

Dolor terrible está prometido por el Padre a aquellos que no quisieren someterse a mi voluntad.

En muchas naciones ese grupo ha de tener representantes que cuidarán que el mensaje sea propagado

“Dijo también que éste era su mensaje al mundo y respecto del cual los hombres deben ser instruidos. Entonces Barbel preguntó como se debía hacer esto.

La Virgen respondió que se debía decir a los hombres que Ella poseía un nuevo mensaje para el mundo.

No debía, no obstante, revelar pormenores y circunstancias exteriores.

Es preciso que los hombres reconozcan que la voluntad de ellos debe ser la voluntad del Padre. Los espíritus se separarán ante este mensaje.

Un gran grupo quedará escandalizado con él; mas habrá un grupo menor que los comprenderá bien y le dará valor.

Este pequeño grupo reconoce su lugar en los tiempos actuales y le dará alegría.

En muchas naciones ese grupo ha de tener representantes que cuidarán que el mensaje sea propagado.

Muchos de este grupo ya podrán ver sus maravillas ocultas.

Reconocerán que ella es su Madre Admirable y han de honrarla bajo este título.

Siguió un largo diálogo entre Nuestra Señora y Barbel, ésta pidió una señal exterior como prueba de la autenticidad de aquella visión.

La Virgen respondió: ‘ Ya di tantas señales y ya hablé tantas veces al mundo, mas los hombres no las tomaron en serio. Por causa de las señales exteriores vinieron grandes multitudes, a las cuales no les importaba lo esencial’”.

Nuestra Señora deseó que en ese lugar se erigiese la capilla tal como lo habían prometido y que la imagen que debería colocarse fuese la de Mater ter admirabilis… (cfr. R. Ernst, págs. 107-118).

 

Sor Helena Aiello (+1961)

Los gobiernos y los pueblos se han levantado como demonios en carne humana

El viernes Santo 16 de abril de 1954 recibió la siguiente revelación:

“Hija mía, ved el estado en el cual me han dejado los pecados del mundo.

El mundo está lleno de suciedad por una obra de corrupción.

Los gobiernos y los pueblos se han levantado como demonios en carne humana; mientras que ellos hablan de paz, preparan la guerra construyendo armas devastadoras, destinadas a aniquilar pueblos y naciones.

Ellos se han tornado ingratos a mi Corazón Sacratísimo abusando de mi gracia, han transformado el mundo en un teatro de crímenes; innumerables escándalos conducen las almas a su pérdida… sobre todo la de los jóvenes.

El mundo se ha entregado sin freno a los placeres y se ha dejado llevar a horribles perversiones.

El mal ejemplo de los padres lleva las familias a los crímenes y a las infidelidades, en lugar de animarlos a la virtud y a la oración… la familia, fuente de fe y de santidad, es mancillada y destruida.

Abusando de su libre arbitrio, los hombres no cambian y se establecen obstinadamente en sus pecados. Son severos los castigos y los flagelos que Dios envía para hacerlos entrar en razón, pero los hombres se tornan furiosos como bestias feroces que se acaban de herir y endurecen su corazón contra la gracia de Dios”.

El mundo no merece más el perdón sino el fuego, la destrucción y la muerte

“El mundo no merece más el perdón sino el fuego, la destrucción y la muerte. Los fieles deberán hacer penitencia y rezar mucho para frenar este castigo que ellos han merecido, mas que es retardado por la intervención de mi querida Madre, Madre también de todos los hombres…

El flagelo está pronto para librar la tierra del mal.

La Justicia Divina reclama satisfacción por tantas ofensas y maldades universalmente extendidas y que se han hecho intolerables.

Los hombres obstinados en sus faltas se apartan de Dios, no se someten más a la Iglesia, desprecian los sacerdotes de los cuales muchos son malos y causa de escándalo…” (B. Sánchez, págs. 43-44).

 

Teresa Musco (1943-1976)

20 de mayo de 1951:

“Teresa, hija de mi corazón, estoy aquí para confiarte unas cosas que deberás guardar solo para ti, hasta que yo lo desee.

Verás muchos cambios en la iglesia. Los cristianos que recen serán pocos.

Muchas almas caminan hacia el infierno. Las mujeres perderán el pudor y la vergüenza. Satanás tomará su forma para hacer caer a muchos.

En el mundo habrá crisis comunes. El gobierno caerá. El papa pasará horas de agonía; al final yo está ahí para conducirlos al paraíso.

Tendrá lugar una gran guerra. Muertos y heridos incalculables. Satanás cantará su victoria pero será el momento en que todos verán a mi hijo aparecer sobre las nubes y el juzgará a cuantos han despreciado su sangre inocente y divina. Entonces mi corazón inmaculado triunfará».

13 de agosto de 1951:

“Hija mía, estoy aquí para decirte que el padre enviará un gran castigo al género humano en la segunda mitad del siglo XX.

Sábete hija mía que Satanás reina en los mas altos puestos.

Cuando Satanás llegue a la cima de la iglesia, entiende que este instante habrá conseguido seducir a los espíritus de los grandes científicos y será el momento en que ellos intervendrán con armas potentísimas con las cuales es posible destruir gran parte de la humanidad”.

7 de octubre de 1951:

“Hija mía, están preparadas las tribulaciones que el padre tiene dirigidas a Italia y sólo las almas que se ofrezcan como víctimas pueden tocar de lleno el corazón de mi hijo y del padre.

A partir de 1972 se iniciará el tiempo de Satanás, los cardenales se opondrán a los cardenales y los obispos contra los obispos.

Te encuentras en medio de una generación muy difícil, en la cual se pretende explicarlo todo científicamente y nadie piensa en dar un poco de calor, un poco de amor, inclusive para los más pobres”.

3 de enero de 1952:

“Quiero decirte que el mundo está pervertido. Me he aparecido en Portugal y he dado mensajes pero ninguno me ha escuchado.

He hablado en Lourdes, en la Salette, pero pocos corazones duros se han ablandado.

Quiero también decirte muchas cosas que afligen a mi corazón.

Te quiero hablar incluso del tercer secreto que diera a lucía en Fátima, te debo decir que hace tiempo que ha sido leído (por las autoridades eclesiásticas) pero ninguno se pronunciará en público si no es elegido Paulo VI (aquí se adelanta proféticamente la subida del papa Juan XXIII).

Con el paso del tiempo, el papa se encontrará con Lucía (Paulo VI elegido papa se trasladó en viaje a Fátima y se encontró con lucía en el año de 1967), pero este papa pedirá oración y penitencia en todo el mundo y no se atreverá a hablar del secreto porque es espantoso.

El fuego y el humo descompondrán al mundo. Las aguas de los océanos se convertirán en fuego y vapor.

Las espumas se elevarán anegando a Europa y todo se hundirá bajo la lava de fuego. Los pocos elegidos que vivan envidiarán a los muertos…”

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La Enseñanza de la Iluminación de Conciencia de Gloria Polo y otros

Dios ha producido la Iluminación de la Conciencia de muchas personas a través de la historia.

A algunas en situaciones límites en la forma de Experiencia Cercana a la Muerte, quizás el más famoso sea el de San Pablo.

Pero se siguen produciendo entre contemporáneos.

Y quizás sean el correlato individual de la iluminación de conciencia colectiva que se producirá cuando Dios dé el Aviso a la humanidad.

El que ha sido profetizado por numerosos santos, místicos y videntes.

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Cuando estas personas “iluminadas” vuelven a la vida, muchas de ellas, quizás la mayoría, regresan con otra perspectiva.
.
Su vida adquiere otro sentido. Les importan menos las cosas materiales que antes dominaban su existencia.

Se vuelven más comprensivas y amorosas con las personas y descubren al Dios del amor.

Gloria Polo adquirió un fuerte sentido del pecado de su vida y volvió con la misión de contarlo.

Eben Alexander, un científico de renombre, descubrió que hay un Dios y que Él es todo amor, y su misión es hablarle a los científicos, universitarios y refractarios.

El Dr. Rajiv Parti fue rescatado por los arcángeles Miguel y Rafael, pidió a Dios una segunda oportunidad y volvió para cambiar su vida.

Anita Moorjani, encontró su verdadero propósito en la vida sólo después que los médicos le dijeron a su familia que final estaba cerca.

Hay decenas de estas experiencias y con el mismo resultado, regresan con la sensación de haber estado en un lugar de paz.

Vuelven sumamente cambiados, al punto de producir un giro en su vida.

Sienten que se les ha dado una segunda oportunidad para hacer las cosas de manera diferente a como las habían hecho antes.

No sólo cambian de carácter sino de estilo de vida y de enfoque de sus profesiones.

Veamos estas 4 experiencias.

También hay otro caso famoso, el de Marino Restrepo, que puedes leerlo aquí. 

Gloria Polo foto

  

LA ILUMINACIÓN DE CONCIENCIA DE GLORIA POLO

La Dra. Gloria Polo, Odontóloga, fue alcanzada por un rayo en 1995 junto a su sobrino, que murió de inmediato.

Gloria reacciona a la resucitación médica, pero queda en un estado tal que los médicos la dan por perdida. Sus órganos carbonizados, piernas, hígado, riñones.

Ella estuvo en coma profundo durante tres días, viviendo sólo por los aparatos que le conectaron y la sostenían artificialmente.

Gloria vive allí una profunda experiencia mística.

Mientras esto ocurría, enfrentada al camino que atraviesa la vida terrenal hacia la vida eterna, ella se encuentra con la realidad desesperante de tomar conciencia de haberse condenado.

No había dolor más grande para ella, que podía ver allí la tristeza de sus padres ya fallecidos, viéndola en esa situación.

Sin embargo, Jesús en Su infinita Misericordia da a Gloria la posibilidad de leer en el Libro de la Vida sobre su vida, su camino por este mundo.

Uno a uno fueron revelados los pecados que llevaron a Gloria a esa situación, y así ella comprendió su inmensa traición al Amor de Dios.

Sin embargo, la Misericordia de Dios da a Gloria una nueva oportunidad, para que ella de testimonio de lo vivido a la gente, a mucha gente. Y esto es lo que ella hace, anda por el mundo dando testimonio.

El relato de Gloria, deslizándose al pozo de la eterna condenación y siendo sostenida de sus piernas por San Miguel Arcángel, conmueve al alma.

Es un testimonio que nos invita a honrar el Amor de Dios mientras estamos aquí. Gloria volvió de su experiencia enamorada de Dios, enamorada de la Iglesia, de la Eucaristía.

Llena de la sabiduría del Espíritu Santo, a través de sus palabras podemos vivir la paz y el amor de Dios por todos nosotros.

El Señor dio a la Dra. Polo una misión que cumplir y ella obedeciendo a esa misión, ha estado visitando diversos países, ciudades, lugares donde es invitada para dar su testimonio del amor y misericordia tan grande del Señor nuestro Dios.

El primer video es mas largo y completo, pero tiene peor calidad de definición y el segundo es de menos minutos pero esta filmado con mayor calidad.

  

UN NEUROCIRUJANO ESCÉPTICO DICE QUE “EL CIELO ES REAL”

¿Es el cielo real? Esta vieja pregunta ha sido debatida durante siglos. 

En los últimos tiempos, el tema de los círculos teológicos y últimamente ha sido ampliamente cubierto por los medios de comunicación de la corriente principal. 

Muchos de los que han tenido experiencias cercanas a la muerte regularmente describen imágenes que vieron después de supuestamente cruzar a la otra vida.

¿Quién puede olvidar la historia de Colton Burpo?, el joven que afirma haber ascendido al cielo durante una experiencia cercana a la muerte en 2003. Su historia, inevitablemente, se abrió camino en un popular libro llamado, “El cielo es real”.

Pero Burpo no es el único.

Ha habido experiencias similares dicho en los medios de comunicación populares.

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Una viene del Dr. Eben Alexander, un neurocirujano que, irónicamente, nunca creyó realmente en las experiencias cercanas a la muerte antes de caer en coma.

En la revista Newsweek, sin embargo, Alexander detalla su pretendido ascenso al cielo y su posterior cambio de corazón.

Con una firme comprensión del cerebro humano, Alexander había desestimado previamente supuestos viajes fuera de la esfera terrenal como un subproducto de lo que ocurre con los seres humanos en medio de un trauma.

Sin embargo, eso cambió una vez que se encontró con el cielo. El neurocirujano explica:

¨En el otoño de 2008… después de siete días en estado de coma en el que quedó inactiva la parte humana de mi cerebro, el neocórtex, experimenté algo tan profundo que me dio una razón científica para creer en la conciencia después de la muerte. […]¨

¨Muy temprano por la mañana, hace cuatro años, me desperté con un dolor de cabeza muy intenso.

En cuestión de horas, mi cortex -toda la parte del cerebro que controla el pensamiento y la emoción, y que en esencia nos hace humanos- se había cerrado.

Los médicos del Hospital General de Lynchburg en Virginia, un hospital donde trabajé como neurocirujano, determinó que había contraído alguna manera de meningitis bacteriana muy poco frecuente que ataca sobre todo a los recién nacidos.

La bacteria E.coli había penetrado en mi líquido cefalorraquídeo y estaban comiendo mi cerebro.

Cuando entré en la sala de emergencia esa mañana, mis posibilidades de supervivencia de algo más que un estado vegetativo ya eran bajas.

Durante siete días, yo estuve en un coma profundo, mi cuerpo no respondía, mis órdenes al cerebro superior funcionaban totalmente fuera de línea.

Luego, en la mañana de mi séptimo día en el hospital, cuando mis médicos evaluaban si suspender el tratamiento, mis ojos se abrieron de golpe.

Si bien ese es el resumen de lo que estaba pasando con el cuerpo de Alexander exteriormente, lo que ocurría en el interior, según él, era sobrenatural.

En lugar de poner fin a la conciencia una vez terrenal, el neurocirujano dijo que descubrió que “la conciencia existe más allá del cuerpo”. En el artículo de Newsweek, describe su viaje en detalle.

En primer lugar, vio nubes blanco-rosadas sobre un fondo azul-negro (supuestamente el cielo).

Por encima de las nubes, dice haber observado “bandadas de seres transparentes y brillantes arquedas en el cielo”.

Mientras él no es capaz de definir exactamente lo que observó, los llamó avanzados, formas superiores de ser.

Las criaturas estaban muy contentas y llenas de alegría, Alexander recuerda, que creaban un “canto glorioso” cuando se movían.

También hizo hincapié en la interconexión de todo lo observado, escribiendo,

“Todo era distinto, pero todo era también una parte de todo lo demás, al igual que los diseños ricos y entremezclados en una alfombra persa… o las alas de una mariposa”.

En este viaje, Alexander dijo que una mujer estaba con él y que ella le entregó mensajes muy puntuales.

Aunque ella no hablaba en el sentido tradicional, Alexander era capaz de entender cada palabra.

Los mensajes generales fueron: “Ustedes son amados y apreciados, queridos, para siempre” “No tienes nada que temer” y “No hay nada que puedas hacer mal”.

La mujer también le dijo que ella (y  otros) le enseñaría muchas cosas en este mundo nuevo, pero que inevitablemente volvería a la tierra.

Estos son sólo algunos de los elementos que el describió. Tan sorprendente como lo que observó es el cambio de corazón que Alexander ha tenido como resultado de la experiencia:

¨Yo sé muy bien lo extraordinario y francamente increíble que todo esto suena. Hubo alguien -incluso un médico-, que me dijo una historia como ésta en los viejos tiempos, yo había estado bastante seguro de que estuvo bajo el hechizo de algún engaño.¨

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¨Pero lo que me pasó fue, lejos de ser delirante, muy real o más real que cualquier otro acontecimiento en mi vida. Eso incluye el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos. […]

Antes de mi experiencia, estas ideas eran abstracciones. Hoy en día son realidades.

No sólo el universo es definido por la unidad, sino que  también -ahora sé – es definido por el amor.

El universo como lo experimenté en mi estado de coma es –lo he venido a ver con sorpresa y alegría- el mismo que tanto Einstein como Jesús estaban hablando de en sus (muy) diferentes maneras.

He pasado décadas como neurocirujano en algunas de las instituciones médicas más prestigiosas de nuestro país.

Sé que muchos de mis compañeros sostienen -al igual que yo- la teoría de que el cerebro, y en particular el cortex, genera la conciencia y de que vivimos en un universo desprovisto de cualquier tipo de emoción, y mucho menos de amor incondicional, que ahora conozco que Dios y el universo tienen para nosotros.

Pero esa creencia, esa teoría, ahora está rota a nuestros pies.

Lo que me pasó la destruyó, y tengo la intención de pasar el resto de mi vida investigando la verdadera naturaleza de la conciencia y hacer conocer de que somos más, mucho más, que nuestro cerebro físico, lo más claro que pueda, tanto a mis colegas científicos como al pueblo en general.

A diferencia de otros científicos y escépticos, él no cree que las “verdades vivientes espirituales de la religión” hayan perdido su poder.¨

La Iglesia, para Alexander, ahora tiene un significado totalmente diferente, al igual que la idea de que hay un Dios que tiene un amor intenso y abrumador para la humanidad.

A pesar de que todavía se considera a sí mismo como un hombre de ciencia y un médico, él está en contacto con el mundo espiritual y cree que su punto de vista nunca será el mismo. El concluye que “el cielo es real.”

Puede leer el artículo de Alejander de Newsweek aquí.

  

UNA MUJER ENCONTRÓ SUS PROPÓSITO EN LA VIDA

Anita Moorjani y su esposo

Este es el caso de Anita Moorjani, que encontró su verdadero propósito en la vida sólo después que los médicos le dijeron a su familia que final estaba cerca.

La muerte es el destino inevitable que nos espera a todos.

Es un tema que muchos temen y evitan discutir o pensar, hasta que se está llamando a su puerta o la de un ser querido.

Para Anita Moorjani, la muerte no es tan terrible. En todo caso, es liberadora.

Ella estaba al borde de la muerte, pero regresó y volvió a nacer, en más de una forma.

«La gente viene y me pregunta, ¿cómo era? ¿Qué fue? Y yo les digo, fue maravilloso«, dice la señora Moorjani, de 50 años.

«No hubo ningún efecto túnel blanco en mi caso», dice la señora Moorjani, una ciudadana británica de origen indio que se crió y vive en Hong Kong.

«Me dijeron que el efecto túnel pasa cuando uno muere de repente, como en un accidente de coche, donde su alma se ve absorbida.

Morí poco a poco, así que mi experiencia fue diferente».

La Sra. Moorjani es ahora una celebridad: su libro “Dying to Be Me” se convirtió en un bestseller del New York Times, a pocas semanas de su publicación en marzo.

Su historia fue descubierta por el Dr. Wayne Dyer, él mismo autor de best sellers de autoayuda y orador motivacional, que pidió a la editorial Hay House ayudara para escribir la historia.

Antes de su libro, la señora Moorjani era una sensación en Internet después de compartir su historia en el sitio web de la Near Death Experience Research Foundation.

Que es una organización en los Estados Unidos que tiene miles de archivos de ECM de todo el mundo.

Y está dirigida por el Dr. Jeffrey Long, oncólogo que tuvo una experiencia de «muerte» y una notable recuperación posterior.

Ha sido invitada a programas de entrevistas y a instituciones de sanación de todo el mundo.

Su última parada fue en el Instituto Holístico en Dubai, donde pasó una semana de reuniones con los fans de su libro y las personas que luchan con problemas dolorosos de su vida, como la muerte de un ser querido.

Usando un collar con un colgante de ojo azul, comprado en Dubai, dijo para alejar el mal de ojo, la señora Moorjani estuvo llena de sonrisas cuando se encontró con los expatriados y emiratíes.

La gente de todas las clases sociales y de todas las religiones, le preguntaba acerca del cielo, el infierno, lo doloroso que fue, si la muerte es de temer o debe ser abrazada.

Muchos de los que buscaban su consejo eran mujeres casadas infelices con sus vidas y buscaban maneras de encontrar significado y propósito.

«Mi mensaje es dejar el miedo.

Y recordar que la magnificencia y que el poder está dentro de ti«, dice la señora Moorjani.

«Sé que es cierto, yo soy ejemplo viviente de dejar ir el miedo y de lo que la energía negativa puede hacer.»

  

LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE

La historia de la Sra. Moorjani comienza cuando los médicos le diagnosticaron linfoma de Hodgkin, un cáncer de los ganglios linfáticos en el sistema inmune, en el 2002.

Hasta entonces, la vida de la señora Moorjani había transcurrido en un estresante marketing corporativo.

Ella siempre estaba preocupada por el futuro y el miedo de enfermar, comía sólo alimentos orgánicos y cuidaba de su salud.

«Fue este temor y la ansiedad que siento lo que dio lugar al nacimiento del cáncer«, dice ella.

Por los próximos cuatro años la señora Moorjani soportó todo tipo de tratamiento para tratar de vencer a la enfermedad.

A la larga, sin embargo, parecía que la batalla estaba perdida, tenía tumores con tamaño de un huevo todo alrededor de su cuello y su respiración dependía de una máscara de oxígeno.

En la mañana del 2 de febrero de 2006, la Sra. Moorjani no se despertó. Ella entró en coma.

«Yo podía oír todo lo que se estaba diciendo a mi alrededor.

Escuché al doctor decirle a mi familia que lo más probable que mis órganos ya no funcionarían«, dice.

«Podía sentir las manos de mi marido agarrándome»

Luego, poco a poco, la señora Moorjani pudo ver su cuerpo tendido en la cama del hospital. 

Ella podía ver fuera de la habitación, podía ver a su hermano a bordo de un avión en otro país, cuando se dirigía hacia ella.

«Es difícil de describir.

Pero fue cuando salí de mi cuerpo que mi conciencia se expandió, y yo estaba en todas partes, en un estado semejante a Dios, donde pude ver a mis seres queridos y sentir la presencia de otras almas».

Oyó las conversaciones entre su marido y los médicos que tenían lugar fuera de su habitación, a unos 12 metros por un pasillo.

Más tarde verificó lo que se había discutido con su sorprendido esposo.

«Cuando entré en esta otra dimensión, sentí una abrumadora sensación de amor y paz.

No sentí ningún dolor.

Descubrí mi propósito en la vida y lo que debo hacer.

Me di cuenta de que la solución a mi cáncer estaba siempre dentro de mí«, dice.

  

VOLVIÓ MUY CAMBIADA

Al principio la señora Moorjani no quería volver a la vida en un cuerpo devastado por el cáncer.

Con el tiempo cambió de idea, y se despertó con gran dificultad, con el único objetivo de recuperar su vida.

En cuatro días, el 70 por ciento de su cáncer se había despejado.

Dentro de cinco semanas, ella estaba libre de la enfermedad.

Especialistas en el hospital declararon su caso un milagro. 

A continuación, el Dr. Peter Ko, un oncólogo de los EE.UU., se interesó en su caso, y voló a Hong Kong para reunirse con ella.

Hizo una copia de toda la información relevante en su historia clínica y la estudió con gran detalle.

«Entonces me dijo:

‘¡De cualquier manera yo lo que veo, es que usted debe estar muerta’», le dijo a Moorjani.

«Por supuesto, hay muchos escépticos, y muchos me preguntan por qué soy tan afortunada de volver y sanar.

Y yo les digo, no soy nada especial.

Todos tenemos esta fuerza interior, y yo estoy aquí sólo para recordarles de ello.

Depende de usted tomar lo que necesita de mi experiencia.

Los milagros son posibles«.

En cuanto a su marido, Danny, a lo largo de toda la prueba nunca perdió la fe.

«Yo sabía dentro de mí que no iba a morir», dice, bromeando que él es ahora el asistente personal de su esposa.

«Ella es una persona muy diferente desde que volvió a la vida.

Ella es más infantil, donde si hay algo que ella quiere hacer, ella sólo lo hace sin estresarse ni preocuparse.

Creo que ese es el secreto de una vida feliz. Ser feliz con uno mismo«.

  

UN MÉDICO HINDÚ ASEGURA QUE DIOS LE DIO UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Un anestesista hindú exitoso, dice que murió, vio el infierno, fue rescatado por los arcángeles Miguel y Rafael, encontró a sus parientes, pidió a Dios una segunda oportunidad y volvió para cambiar su vida.

A lo largo de su carrera de 25 años como un anestesiólogo, el Dr. Rajiv Parti ha escuchado muchas historias de pacientes que afirmaron haber sufrido experiencias cercanas a la muerte (ECM) y visto la famosa “luz al final del túnel”.

Para él, tales delirios eran causados por la anestesia o sueños.

Como trucos que el cerebro hacían mientras los médicos luchaban para sacar a estos pacientes del estado de muerte clínica.

En un artículo de The Daily Mail, dijo:

“Siempre he creído que estas historias eran terribles”.

Como médico, su trabajo se limitó a mantener a sus pacientes inconscientes durante las operaciones, por lo que nunca se tomó en serio estas historias.

Pero todo cambió en 2010 cuando fue ingresado de urgencia a un hospital para recibir tratamiento para el cáncer de próstata.

El narra,

“En el 2008, a la edad de 51 años, descubrí que tenía cáncer de próstata. Estaba furioso con Dios: ¿que había hecho para merecer esto?

Así que reservé una operación con uno de los mejores cirujanos de próstata en el país y por supuesto que todo estaría bien.

‘Casi puedo garantizar que no habrá ninguna complicación’, el cirujano me dijo.

Pero algo salió mal drásticamente, y me quedé con el tejido de la cicatriz muy doloroso y otros efectos secundarios debilitantes.

Tuve cinco operaciones más en los próximos dos años para intentar reparar el daño, pero ninguna de ellas realmente funcionó.

Entonces, una tarde, sólo dos semanas después de mi quinta operación, de repente me sentía débil. Mi temperatura subió a 41 grados.

Inmediatamente supe lo que estaba pasando: a pesar de dos cursos de antibióticos fuertes, una infección se propaga rápidamente en el abdomen.

Y si no encontraba ayuda rápida, pronto estaría muerto por un shock séptico.

Mi esposa, las lágrimas que corrían por su rostro, me llevó en su BMW al hospital.

Recuerdo ver a un cirujano que asomaba por encima de mí.

Tenía las manos como una mantis religiosa, una señal de que estaban fregados para la cirugía y lista para ser enguantada.”

El Dr. Parti dijo que se sintió como un ‘zoom hacia arriba’ tan pronto como él fue puesto a dormir antes de su operación.

Lo que ocurrió durante la operación cambió su vida para siempre.

Dr. Rajiv Parti

  

CAMINO AL INFIERNO

De repente, dice que el estado de su conciencia fue cambiado.

“Me sentía como que iba hacia arriba, como en un ascensor.

Era la misma sensación que se tiene en la boca del estómago cuando uno se eleva hasta el piso 20 de un rascacielos”, dijo Parti.

Recuerda ver todo en detalle: los médicos en la sala de operaciones contando chistes, su abdomen abierto, e incluso su madre y su hermana a miles de kilómetros del hospital, en la casa donde pasó su infancia.

“La escena era vívida y detallada. Mi hermana llevaba pantalones vaqueros y un suéter rojo y mi madre un sari verde y un suéter verde.”

El anestesista jura que tuvo “una visión del infierno”

Dice que empezó a escuchar “gritos de dolor y sufrimiento” y se sintió arrastrado hasta el borde de un “cañón de fuego” del que salía una gran cantidad de humo y un “olor nauseabundo de la carne quemada”.

En su testimonio, publicado en el diario, confiesa:

“Yo sabía que estaba en el borde del infierno”.

Entonces oyó claramente una voz en su cabeza, diciéndole que tenía “una vida materialista y egoísta”

Parti es hindú aunque no se consideraba una persona muy religiosa.

Sin embargo, explica que comenzó a replantearse todas las posesiones que había acumulado durante su vida y sintió un vacío.

  

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Y comenzó a llorar, pidiendo a Dios una segunda oportunidad.

Casi en ese instante, yo tuve mi segunda oportunidad – en la forma de la última persona a la que esperaba ver.

Fue mi padre. Lo reconocí de inmediato, a pesar de que parecía tener al menos 30 años menos que cuando él murió.

Tomó mi mano y me llevó lejos del borde del infierno, como si todavía fuera un niño pequeño.

Entonces, poniendo su brazo alrededor de mí, mi padre trató de consolarme, y fue la primera vez que lo recordaba tocarme con afecto.

Para ser honesto, casi me encogí. Incluso a la edad de 53 años, todavía tenía miedo de que mi padre fuera a golpearme, como lo había hecho tantas veces en mi infancia.

Pero, en ese momento, tuve un flashback del día que se dio cuenta de que había faltado a la escuela y me dio una salvaje golpiza con un bate de cricket.

De repente, yo estaba viendo todo desde su punto de vista.

Sus propios sueños de mejorar habían quedado en nada, no podía soportar verme perder mi vida.

Lo que había descubierto en la mente de mi padre no era odio, sino miedo. Había estado asustado que no iba a tomar ventaja de mis posibilidades e ir a la universidad.

Su tiranía, finalmente entendí, había nacido del amor.

Y ahora esto. Mi padre, mi padre cruel y despótico, me estaba rescatando del infierno.

Lo miré a los ojos y mi duro corazón se derritió de amor.

No salían palabras de su boca, pero por primera vez entendí que su propio padre había abusado de él, del mismo modo que él me había abusado.

‘La ira de un padre’ se me dijo, ‘no es por lo general un evento. Se transmite de padres a hijos. Si sabes de eso, puedes detenerlo. Puedes elegir no estar enojado. El amor simple es lo más importante en el universo’.

Me preguntaba, ¿he de volver a la tierra de los vivos? Si lo hiciera, tendría que centrarme en el amor.

Tendría que romper el ciclo de ira en mi familia.

El paisaje fue cambiando: ahora me di cuenta de que habíamos entrado directamente en un túnel.

Increíblemente, pronto se llenó de gente que conocía, eran mis antepasados, que me daban la bienvenida.

Reconocí mi abuelo, que me dio una mirada de pura alegría.

‘El amor es lo más importante que existe’, me dijo.

A continuación, tanto él como mi padre simplemente se desvanecieron.

Ahora estaba a mitad de camino a través del túnel.

Y es entonces cuando tuve una revisión de mi vida.

En la que he re-experimentado en detalle todas las cosas buenas y malas que habían ocurrido en mi infancia.

Una vez más, un mensaje telepático salió de la nada:

‘Los momentos simples son los más importantes. Todos los momentos son memoria y lecciones. Todos ellos construyen la persona que eres’”.

Estaba llegando al final del túnel ahora, donde una luz brillaba más que mil soles.

  

APARECEN SAN MIGUEL Y SAN RAFAEL

Antes de que pudiera llegar a la luz, sin embargo, surgieron dos formas angelicales en el túnel.

Hay que aclarar que el Dr. Rajiv Parti es hinduista.

En su artículo , escribió que luego fue rodeado por dos ángeles, que se identifican como Miguel y Rafael, que lo llevaron a un lugar de una luz cegadora.

Exudaban energía poderosa, ya que revoloteaban por encima de él

“Se presentaron como mis guardianes, los arcángeles Miguel y Rafael.

Soy un hindú. Así que fue más tarde cuando supe que San Rafael es el ángel de los curadores, y San Miguel es el protector de la gente y el ángel que abre las puertas.

Ambos arcángeles tenían una forma humana, pero que brillaba con la luz y tenía una translucidez y espesor.

Miguel tenía un tono azul y el pelo largo; Rafael era verdosa y llevaba una gorra.

En un momento, fui elevado por ellos y me guiaron hacia la luz resplandeciente.

Cuando nos acercamos, me encontré muy por encima de un prado verde, salpicado de rosales.

Sólo el olor dulce de la hierba y de las rosas casi me estremece de placer.

Almas ardientes estaban gritando a mí alrededor

Viajamos a un plano más alto y luego a uno más alto todavía, hasta que estaba rodeado de un paisaje de luz clara.

Rafael me explicó que el más alto nivel, que está rodeado de una energía poderosa, consiste en el amor y la pura inteligencia; el tejido subyacente de todo en el universo.

‘La iluminación viene’, añadió Miguel, ‘cuando una persona se da cuenta que el amor está en todas partes y es lo único que importa.

Sin embargo, la mayoría de las personas no se dan cuenta de esto hasta que salen de la tierra’.

Luego de eso, me tomaron de los brazos y se movieron rápidamente hacia arriba, hacia un ser de luz, una forma azul plateada que no mostraba signos de ser hombre o mujer.

Cuando me envolvió con su luz azul, me sentí como si estuviera siendo envuelto en un manto de amor puro.

Soy uno con el universo, pensé.

El ser comenzó a comunicarse telepáticamente.

‘Tienes que mirar tu vida una vez más’ dijo. ‘Es importante reflexionar sobre los cambios que necesitas hacer’.

Llegó a decirme que yo estaba destinado a convertirme en un sanador de almas.

A ayudar a las personas con problemas como la adicción, la depresión y el dolor crónico.

Yo ya no era un anestesista; en cambio me había convertido en un profesional de la medicina espiritual, de la curación basada en la conciencia.

Entonces supe que podría regresar a la Tierra, pero debería reflexionar sobre los cambios que tenían que hacer.

No sé cuánto tiempo me quedé con el ser.

Pero mi salida, cuando sucedió, fue repentina y rápida cayendo en una niebla blanca.

Por primera vez, mis ojos empezaron a doler, así que les cerraron.

Y cuando los abrí. . . Yo estaba en la sala de recuperación. Mi corazón latía con fuerza y mis pulmones bombear el doble de tiempo”.

Curiosamente, cuando llegó a la sala de operaciones, se dio cuenta que la operación había terminado.

Cuando trató de decir lo que sucedió, los médicos no creyeron su cuento.

Tuvieron con él la misma actitud que él tuvo con sus pacientes que tenían historias similares que contar.

Totalmente recuperado, Parti vendió todos los coches caros de su propiedad y vendió su mansión, para vivir en una casa de la mitad de tamaño.

Dejó su trabajo como jefe de anestesistas del Hospital Bakersfield del Corazón en California.

Dedicó su tiempo a su familia. Dijo que su mayor deseo es ayudar a la gente a reconsiderar la forma en que están viviendo.

También lanzó el libro ‘Dying to wake up’ [‘Muriendo para despertar’], que relata los detalles de su experiencia cercana a la muerte.

Algunas de las cosas que dice el Dr. Parti son típicamente de la New Age, pero en el fondo subyace la impronta cristiana del cielo y la vida eterna, que luego tomó la ‘New Age’ y le cambió detalles.

Quienes no tienen una formación cristiana dan a las cosas que ven una interpretación según sus conocimientos, pero vemos que algunas cosas no tienen otra interpretación, como la presencia de san Miguel y San Rafael.

Fuentes:

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La Devoción al Santo Rostro de Jesús

El Santo Rostro de Jesús ha aparecido en muchos lugares y épocas distintas, pintado, estampado, fotografiado.

Una de las más famosas es la imagen obtenida a partir de la Sábana Santa de Turín.

En la tradición católica, el Santo Rostro de Jesús se usa en actos de reparación por los ultrajes del mundo a Jesucristo.

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Cuando el Venerable Papa Pío XII concedió que la fiesta de la Santa Faz de Jesús para observarse el martes de Carnaval, el día antes del Miércoles de Ceniza, cumplió el deseo de Nuestro Señor de que Su Santo Rostro se contemplara en reparación por nuestros pecados.

La historia y la tradición de venerar a su Santo Rostro comenzaron en el día de su crucifixión.

Y continúa a través de los siglos con la ayuda de los hombres y mujeres santos escogidos por Nuestro Señor y Nuestra Madre Santísima para propagar esta devoción.

  

LAS PRIMERAS MANIFESTACIONES DE LA VENERACIÓN AL ROSTRO DE JESÚS

El Santo Rostro de Dios tiene un lugar prominente en el Antiguo Testamento comenzando en el Éxodo 33, cuando Moisés pide ver la gloria de Dios y éste le responde “no puedes ver Mi rostro porque el hombre no puede ver Mi rostro y vivir”.

Por esta razón estaba prohibido hacer imágenes del rostro de Dios entre los judíos.

Sin embargo en los salmos se ven muchos pasajes en el que se anhela ver el rostro de Dios: “muéstrame tu rostro Señor”.

Parecería entonces que ese anhelo fue cumplido con la revelación del rostro de Cristo.

En colosenses 1: 15 dice “Cristo es la imagen del Dios invisible”.

Luego Mateo 17 enfatiza el brillo el rostro de Dios en la Transfiguración.

Y Apocalipsis 22 dice que el cordero estará en el trono de Dios y “sus siervos verán Su rostro”.

Las primeras devociones sobre el rostro de Cristo se remontan al Santo Rostro de Edesa.

Se trata de un lienzo hoy desaparecido, en el que Jesús estampó su rostro y se lo llevó San Judas al rey Abgar IV

Se puede leer aquí la historia.

Hoy se discute si ese lienzo no era finalmente el Velo de la Verónica o la Sábana Santa doblada en 4.

En muchos Milagros Eucarísticos apareció el rostro de Cristo

En 1330 en Walldurn, Alemania, un sacerdote derramó accidentalmente la preciosa sangre de Cristo y aparecieron 12 imágenes con Cristo crucificado en el centro, pero las otras imágenes eran los mismos rostros de Jesús.

Pero las dos verdaderas iniciadoras de esta devoción son la hermana María de San Pedro del Carmelo de Tours y María Pierina de Micheli.

A quién Jesús le pidió que se celebrara una fiesta en honor a su Santo Rostro el día anterior al miércoles de ceniza.

La que fue nombrada como Fiesta de la Santa Faz, pero que ha caído en el olvido.

Los cuatro últimos Papas se han referido al rostro de Jesús repetidamente.

Juan Pablo II desarrolló del tema del rostro eucarístico de Jesús.

Benedicto XVI reflexiono que la Virgen María contempla a Dios en el rostro humano de Jesús.

Y el Papa Francisco ha dicho que Jesús es el rostro de la Misericordia del Padre.

La imagen de la Santa Faz que se utiliza hoy para la devoción a Cristo está basada especialmente en la Sábana Santa de Turín.

Los fieles asumen es la mortaja de Jesús, la cual es diferente de la imagen de Jesús en el velo de la Verónica que fue la primera utilizada en las devociones.

La imagen del Síndone es post- crucifixión, y la del Velo de la Verónica es antes de la crucifixión.
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Ya que ha sido impresa cuando Santa Verónica encontró a Jesús en Jerusalén a lo largo de la Vía Dolorosa en el camino hacia el Calvario.

Pero a pesar de que la Sábana Santa de Turín ha sido exhibida públicamente por los católicos al menos desde el siglo XVI (y tal vez antes) la imagen de la Santa Faz es tan débil que no se puede ver claramente a simple vista y sólo se observó con el advenimiento de la fotografía.

Fue en 1898 que el fotógrafo italiano Secondo Pia fue sorprendido por el negativo de la imagen en su cuarto oscuro cuando tomó la primera fotografía de la Sábana Santa.

Secondo Pia había recibido la aprobación del rey para intentar la primera fotografía de la Sábana Santa para una exposición.
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Y dijo que en la tarde del 28 de mayo de 1898, casi se desmaya y rompe la placa fotográfica de la conmoción de ver la imagen del rostro de la Sábana Santa (por primera vez) en el negativo. 
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Ver El Santo Sudario de Turin.

  

DOS MONJAS COMIENZAN LA DEVOCIÓN + SANTA TERESITA DE LISIEUX

La devoción a la Santa Faz de Jesús implica a dos monjas europeas que vivieron con casi cien años de diferencia.
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Ambas monjas tuvieron visiones y mensajes de Jesús y María.

Pero Santa Teresita de Lisieux también tuvo una intensa devoción a la Santa Faz, que se ha destacado durante su canonización.

Su monasterio tenía una copia de la reliquia del Velo de Verónica en el Vaticano (más tarde), y ella exclamaba:

“¡Oh, cuánto bien me ha hecho la Santa Faz en mi vida!”

La mayoría de la gente olvida que su nombre religioso completo era Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz.

Su hermana Céline tenía algo esencial que decir acerca de la devoción de Teresa.

Ella escribió:

“La devoción a la Santa Faz era, para Teresa, la corona y el complemento de su amor por la Sagrada Humanidad de Nuestro Señor.  

El Rostro Bendito era el espejo donde ella contemplaba el Corazón y el Alma de su Bien Amado.

La imagen de un ser querido sirve para llevar a toda la persona ante nosotros, así que en la Santa Cara de Cristo Teresa contempló toda la Humanidad de Jesús.

Y podemos decir inequívocamente que esta devoción fue la inspiración ardiente de la vida de la Santa…

Su devoción a la Santa Faz trascendía, o más exactamente, abrazaba, todas las demás atracciones de su vida espiritual”.

Por cierto, el nombre religioso de Céline era Hermana Geneviève de la Santa Faz.

“Hasta mi llegada al Carmelo”, explicó Teresa, “nunca había penetrado en la profundidad de los tesoros ocultos en la Santa Faz”.

Una de las monjas que testificó durante su proceso de canonización dijo que

“por muy tierna que fuera su devoción al Niño Jesús, no puede compararse con lo que la Hermana Teresa sentía por la Santa Faz”.

Teresa incluso compuso una oración a la Santa Faz y un Cántico e hizo una casulla para misa con una imagen de la Santa Faz.

rostro de jesus

  

LA PRIMERA MONJA FUE MARÍA DE SAN PEDRO DE TOURS

La primera monja se llamó la hermana María de San Pedro de Tours en Francia y vivió en la década de 1840.

La segunda monja se llamó la hermana Maria Pierina De Micheli y vivió en la década de 1930 en Milán, Italia y en Buenos Aires, Argentina.

En 1843, la primera monja, sor María de San Pedro, que era carmelita en Tours Francia, reportó una visión en la que Jesús habló con ella.

Más tarde informó de más visiones y conversaciones con Jesús y la Virgen María, en la que le instó a difundir la devoción a la Santa Faz de Jesús, en reparación por los muchos insultos que sufrió Jesús en su Pasión.

Sor María de San Pedro fue una monja carmelita en Tours, Francia que vivió de 1816 a 1848. El 24 de noviembre de 1843, Nuestro Señor le dio las siguientes palabras:

“La Tierra está repleta de crímenes. La violación de los primeros tres mandamientos de Dios ha molestado a mi Padre.
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El Santo Nombre de Dios ha sido blasfemado, y el Santo Día del Señor profanado, saturado de cantidad de iniquidades.
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Estos pecados se han acumulado hasta el Trono de Dios y han provocado su ira, la cual estallará pronto si su justicia no es apaciguada.
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Jamás han llegado estos crímenes a tal punto”.

Anteriormente, Sor María de San Pedro había recibido un mensaje especial de Nuestro Señor el 24 de agosto de 1843:

“Él me abrió su corazón, y juntando allí las fuerzas de mi alma, se dirigió a mí con estas palabras: ‘Mi nombre es blasfemado en todas partes.

Hasta los niños me blasfeman’. Él me hizo entender que este espantoso pecado lastima penosamente su Divino Corazón más que cualquier otro.

Por medio de la blasfemia el pecador maldice el Rostro [de Dios], lo ataca abiertamente, anula la redención y pronuncia su propia condenación y juicio.

La blasfemia es una flecha envenenada que siempre lastima su Divino Corazón.

Él me dijo que desea darme una Flecha de Oro con la cual herir con delicias su Corazón y sanar esas heridas infligidas por la malicia de los pecadores«.

maria de san pedro

Este es el origen de la oración que conocemos, La Flecha de Oro:

“Que el más santo, más sagrado, más adorable, más incomprensible e inefable Nombre de Dios sea por siempre alabado, bendecido, amado, adorado y glorificado, en el Cielo, en la tierra y bajo la tierra, por todas las criaturas de Dios y por el Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar. Amén”.

Nuestro Señor dijo que esta oración desencadena un “torrente de gracia para los pecadores”.

En estos mensajes del Cielo, se le pidió a Sor María de San Pedro hacer una comunión de reparación por la profanación dominical (pecado contra el tercer mandamiento).

Sor María de San Pedro escribe:

“… Nuestro Señor me ordenó comulgar los domingos por estas tres intenciones particulares:

“1) En espíritu de expiación por todas las tareas prohibidas que se hacen los domingos, que como día de observancia debe ser santificado;

“2) Para apaciguar la Justicia Divina que estaba a punto de descargarse a causa de la profanación de los días de guardar;

“3) Para implorar la conversión de aquellos pecadores que profanan los domingos, y para lograr la terminación del trabajo dominical prohibido”.

Sor María de San Pedro, en 1844 tuvo una visión en la que Jesús le dijo:

”Oh, si tú supieras el gran mérito que adquieres diciendo aunque sea una sola vez, ‘admirable es el Nombre de Dios’, en espíritu de reparación por las blasfemias.”

Entre sus visiones está la faz y la oración a la devoción a la Santa Faz de Jesús que comenzó a extenderse entre los católicos de Francia a partir de 1844. 

El gran impulsor fue el Venerable Leo Dupont que era un hombre religioso de una familia noble que se había trasladado a Tours.
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En 1849 había comenzado el movimiento nocturno de  adoración eucarística en Tours que se extendió en Francia.

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Al enterarse de las visiones de la hermana María de San Pedro puso una lámpara de vigilia permanente ante una imagen de la Santa Faz de Jesús, primero usando la imagen del Velo de la Verónica y luego el de Santa María de San Pedro.

Marie de St-Pierre

  

LA SANTA FAZ

El 11 de octubre de 1845, Nuestro Señor le dio una revelación en relación a la importancia de hacer reparación a su Santa Faz. En ese día Nuestro Señor le dijo a Sor María de San Pedro:

“Busco Verónicas para enjugar y venerar mi Divina Faz, la cual tiene pocos adoradores”.

Le dictó entonces una oración de reparación a la Santa Faz:

“Padre Eterno, te ofrezco la adorable Faz de tu amado Hijo por el honor y la gloria de tu Nombre, para la conversión de los pecadores, para la salvación de los moribundos”.

Nuestro Señor hizo las siguientes promesas a aquellos que honran a Su Santa Faz a sor María de San Pedro:

1 – Todos aquellos que honran mi cara en un espíritu de voluntad de reparación, al hacerlo, realizan el encargo de la piadosa Verónica.
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De acuerdo con el cuidado que tengan en la reparación a mi cara, desfigurada por los blasfemos, voy a cuidar de sus almas que han sido desfiguradas por el pecado.
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Mi cara es el sello de la Divinidad, que tiene la virtud de reproducir en las almas la imagen de Dios.
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2 – A los que por medio de palabras, oraciones o escritura defiendan mi causa en esta Obra de Reparación los defenderé delante de mi Padre, y les dará Mi Reino.
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3 – Al ofrecer mi cara a Mi Padre Eterno, nada se negará, y se obtendrá la conversión de muchos pecadores.
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4 – Por Mi Santo Rostro, van a hacer maravillas, aplacar la ira de Dios, y concitar la piedad de los pecadores.
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5 – Al igual que en un reino pueden adquirir todo lo que se desea con una moneda estampada con la efigie del rey, en el reino de los cielos van a obtener todo lo que desean con la preciosa moneda de Mi Santo Rostro.
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6 – Los que en la tierra contemplen las heridas de mi cara la verán en el Cielo radiante de gloria.
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7 – Ellos recibirán en sus almas una irradiación luminosa y constante de mi Divinidad, que por su semejanza con mi cara brillarán con especial esplendor en el cielo.
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8 – Voy a defenderlos, voy a preservarlos y yo les aseguro de la perseverancia final.

  

«LA FLECHA DE ORO»

Es un acto de alabanza y reparación dictado por Nuestro Señor a sor María de San Pedro:

Que el más santo, más sagrado, más adorable, más incomprensible e inefable Nombre de Dios sea por siempre alabado, bendecido, amado, adorado y glorificado, en el Cielo, en la tierra y bajo la tierra, por todas las criaturas de Dios y por el Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar. Amén.

ORACIÓN

OH SEÑOR Jesucristo, al presentarnos ante Tu adorable Rostro para pedirte a Ti las gracias que más necesitamos, Te rogamos, por sobre todo, nos concedas la disposición interior para nunca dejar de hacer en ningún momento lo que Tu requieres de nosotros con Tus santos mandamientos y divinas inspiraciones. Amén.

BONDADOSO Jesús, que has dicho «Pide y recibirás, busca y encontrarás, golpea y se abrirá para ti,» concédenos, Oh Señor, esa fe que lo obtiene todo o provéenos de lo que carecemos; concédenos, a través del puro efecto de Tu caridad y por Tu gloria eterna, las gracias que necesitamos y las que buscamos en Tu infinita misericordia. Amén.

SÉ MISERICORDIOSO con nosotros, Oh mi Dios y no rechaces nuestras oraciones, cuando en medio de nuestras aflicciones, rogamos a Tu Santo Nombre y buscamos con amor y confianza To adorable Rostro.  Amén.

OH TODOPODEROSO y Eterno Dios, mira el Rostro de Tu Hijo Jesús.  Te lo presentamos a Ti con confianza, para implorar Tu perdón.  El Defensor Misericordioso abree la boca para pedir por miestra causa; excucha su llanto, observa sus lágrimas, Oh Dios, y a través de sus infinitos méritos escúchalo a Él cuando intercede por nosotros pobres pecadores miserables.  Amén.

ADORABLE Rostro de mi Jesús, mi único amor, mi luz y mi vida, permiteme conocerte, amarte y servirte sólo a Ti, que yo pueda vivir Contigo, de Ti, a través de Ti y para Ti.  Amén.

ETERNO Padre, a Ti te ofrezco el adorable Rostro de Tu Amado Hijo por el honor y la gloria de Tu Nombre, por la conversión de los pecadores y por la salvación de los moribundos.

OH DIVINO Jesús, a través de Tu Rostro y Nombre, sálvanos.  ¡Nuestra esperanza está en la virtud de Tu Santo Nombre!

santo rostro de jesus

  

LA OTRA MONJA: SOR MARIA PIERINA DE MICHELI

Más de 90 años después de las primeras visiones de Jesús por la hermana María de San Pedro en Tours de Francia, otras visiones Santa Faz se registraron en Italia.

El primer viernes de Cuaresma 1936, la Hermana Maria Pierina De Micheli, quien nació cerca de Milán, Italia, informó una visión en la que Jesús le dijo:

“Deseo que mi Rostro, el cual refleja la íntimas penas de mi alma, el dolor y el amor de mi Corazón, sea más honrado.
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Quien me contempla me consuela”

Informó además de visiones de Jesús y María, que instó a Sor María Pierina a hacer un escapulario con el Santo Rostro de Jesús.

Décadas antes, la hermana María San Pedro se había referido a una moneda de la Santa Faz, que Jesús le dijo:

“Como en un reino que se puede conseguir todo lo que se desea con una moneda sellada con la efigie del Rey, así en el Reino de los Cielos van a obtener todo lo que desean con la preciosa moneda de Mi Santo Rostro”.

En otra visión, la Hermana María Pierina informó que Jesús le dijo:

Cada vez que mi rostro es contemplado derramaré mi amor en el corazón de esas personas, y por medio de mi Santo Rostro van a obtener la salvación muchas almas”.

Informó además que Jesús quería una fiesta especial el día antes del Miércoles de Ceniza en honor de Su Santa Faz, precedida por una novena de oración.

Después de un esfuerzo Hermana Maria Pierina logró obtener el permiso para lanzar la medalla y su uso empezó a crecer en Italia.

Como la Segunda Guerra Mundial comenzó, muchos soldados y marineros recibieron la Medalla de la Santa Faz como un medio de protección. Sor María Pierina murió en 1945 en el final de la guerra.

La primera medalla de la Santa Faz fue ofrecida a Pío XII quien aprobó la devoción y la medalla.
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En 1958, se declaró formalmente la Fiesta de la Santa Faz de Jesús como el martes de carnaval (el martes antes del Miércoles de Ceniza) para todos los católicos romanos.

Maria Pierina de Micheli

  

LA VIDA DE LA HERMANA PIERINA

La Madre María Pierina, llamada por sus padres Josefina Francisca María, nace en Milán el 11 de septiembre de 1890.

Con 23 años ingresa a la Congregación de las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires, que era una pequeña comunidad recientemente fundada por la Madre Eufrasia Iaconis.

Desde el día de su ingreso a la comunidad, guarda una amistad profunda y verdadero sentimiento filial hacia la Madre Estanislada, que será su maestra, superiora y siempre confidente.

Entre 1919 y 1921 la Madre Pierina visita Argentina, en un breve paréntesis antes de asumir cargos de gran responsabilidad que afronta con total dedicación a pesar de su precaria salud.

Definitivamente en Italia, es elegida Superiora de la Casa de Milán en 1928, Superiora de la Casa de Roma en 1939 y, diez años después, Superiora Regional.

En el desempeño de sus tareas demuestra que es una mujer sumamente capaz, de una personalidad avasallante, con una actividad febril, que sabe conjugar siempre con una intensa vida interior.

Finalmente, después de innumerables fatigas nunca evitadas, llega el “no puedo más”.

Cuando la Segunda Guerra Mundial apenas había terminado y Roma estaba ocupada por las tropas de los aliados, el 26 de julio de 1945 en Centonara D’Artó, a los 55 años, bendiciendo a sus Hermanas y con los ojos fijos en el Divino Rostro, muere esta Hija de la Inmaculada.

Quien según tantos testimonios fue una persona serena, dulce, afable, dueña de sí misma en todo su comportamiento, siempre sensible para percibir los problemas ajenos, y también confiada para buscar su solución.

medalla-del-santo-rostro-de-pierina

  

LA DEVOCIÓN AL DIVINO ROSTRO DE JESÚS

En una extensa carta que la Madre Pierina escribió al Papa Pío XII brota una piedad apasionada:

Humildemente confieso que siento una gran devoción por el Divino Rostro de Jesús, devoción que me parece que me la infundió el mismo Jesús. 

Tenía doce años cuando un viernes santo esperaba en mi Parroquia mi turno para besar el crucifijo, cuando una voz clara me dijo:
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¿Nadie me da un beso de amor en el rostro para reparar el beso de Judas? 

En mi inocencia de niña, creí que todos habían escuchado la voz, y sentía pena viendo que la gente continuaba besando las llagas y ninguno pensaba besarlo en el Rostro.

Te doy yo Jesús el beso de amor, ten paciencia, y llegado el momento le estampé un fuerte beso en la cara con el ardor de mi corazón. Era feliz pensando que Jesús, ya contento, no tendría más pena.

Desde aquel día el primer beso al crucifijo era a Su Divino Rostro y muchas veces los labios rehusaban separarse porque me sentía fuertemente retenida.

La experiencia se repite cuando tiene 25 años, pero con otros prodigios:

En la noche del jueves al viernes santo de 1915, mientras rezaba ante el crucifijo en la Capilla de mi Noviciado, sentí que me decían: “bésame”.
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Lo hice y mis labios en vez de apoyarse sobre un rostro de yeso, sintieron el contacto con Jesús.
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¿Qué pasó? Me es imposible decirlo.

Cuando la Superiora me llamó era ya de mañana, sentía el corazón lleno de las penas y deseos de Jesús; deseaba reparar las ofensas que recibió su Santísimo Rostro en la pasión y las que recibe en el Santísimo Sacramento.

En este mismo Colegio de Argentina sucede otra aparición cinco anos después:

En 1920, el 12 de abril me encontraba en Buenos Aires en la Casa Madre. Tenía una gran amargura en el corazón. Fui a la Iglesia y prorrumpí en llanto lamentándome con Jesús. 

Se me presentó con el Rostro ensangrentado y con una expresión de dolor tal que conmovería a cualquiera. Con una ternura que jamás olvidaré me dijo:

“Y Yo, ¿qué he hecho?”

Comprendí… y a partir de ese día el Divino Rostro se convirtió en mi libro de meditación, la puerta de entrada a Su Corazón

De tanto en tanto, en los años siguientes –continúa la carta– se me aparecía ya triste, ya ensangrentado, comunicándome Sus penas y pidiéndome reparación y sufrimientos, llamándome a inmolarme ocultamente por la salvación de las almas.

Entre 1920 y 1940, fecha en que data esta carta, el pedido de Nuestro Señor se sucede en reiteradas apariciones:

“Quiero que Mi Rostro, que refleja las penas más íntimas, el dolor y el amor de Mi Corazón, sea más honrado. Quien me contempla, me consuela”

La Madre Pierina, que es siempre la fiel confidente, se hace portavoz de este ruego.
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Y poco a poco, la devoción al Divino Rostro se va consolidando de un modo concreto gracias a la intervención milagrosa de la Santísima Virgen.

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Quien ordena y dispone: un escapulario, una medalla, los medios para costearla, y una fiesta después del martes de quincuagésima para honrar la Santa Faz.

Mientras tanto continúa la entrega o la inmolación oculta de la Madre Pierina. Como lo describe en su diario el día 5 de septiembre de 1942:

Anoche en la Capilla le dije a Jesús: Jesús quiero ser tu gloria y tu alegría. Y Jesús me respondió.

“Ven. Te necesito. Hoy he buscado el gozo en tantos corazones y me fue negado”.

Dime Jesús: ¿Qué debo hacer para suplir los rechazos que tuviste? Jesús, envuelto en ternura, me respondió.

“¿Quieres gozar las dulzuras de la unión conmigo o sentir la pena de mi corazón por los pecados de los hombres?”

Lo que Tú quieras, Jesús. Y mi alma instantáneamente participó del dolor de Su corazón, dolor imposible de traducir en palabras.

Jamás, como en ese instante, comprendí qué cosa era el pecado… ¡Oh, Jesús! Que no te ofenda yo jamás… repara por mí, por los otros, como quieras… ¡Tómamelo todo!

Cuando volví en mí, se había cumplido el tiempo y me dispuse a retirarme. Entonces Jesús me dijo:

“¡Quédate un poco más conmigo! ¡Ya me dejas solo…!”

Al responderle yo que había pasado el tiempo que me indicara mi director espiritual, Su Rostro se iluminó.

“¡He aquí mi gloria! ¡La obediencia!, me dijo.

“Deseo que mi Rostro, el cual refleja la íntimas penas de mi alma, el dolor y el amor de mi Corazón, sea más honrado. Quien me contempla me consuela” (primer viernes de Cuaresma de 1936).

En 1937, mientras oraba y “después de haberme instruido en la devoción de su Divino Rostro”, le dijo:

“Podría ser que algunas almas teman que la devoción a mi Divino Rostro, disminuya aquella de mi Corazón. Diles que al contrario, será completada y aumentada.

Contemplando mi Rostro las almas participarán de mis penas y sentirán el deseo de amar y reparar.

¿No es ésta, tal vez, la verdadera devoción a mi corazón?”

Dos copias medievales tardías de la Imagen de Edesa. La imagen de la izquierda es el Santo Rostro de Génova desde finales del siglo 14, el derecho es el Santo Rostro de San Silvestro

Estas manifestaciones de parte de Jesús se hacían siempre más insistentes.

En mayo de 1938, mientras reza, se presenta sobre la tarima del altar, en un haz de luz, una bella Señora:
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tenía en sus manos un escapulario, formado por dos franelas blancas unidas por un cordón.
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Una franela llevaba la imagen del Divino Rostro de Jesús y escrito alrededor: Ilumina Domine Vultum Tuum super nos (Ilumina, Señor, Tu rostro sobre nosotros);
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La otra, una Hostia circundada por unos rayos y con la inscripción: Mane nobiscum Domine (Quédate con nosotros Señor).

Lentamente se acerca y le dice:

“Escucha bien y refiere al Padre Confesor. Este escapulario es un arma de defensa, un escudo de fortaleza, una prueba de misericordia que Jesús quiere dar al mundo en estos tiempos de sensualidad y de odio contra Dios y la Iglesia.

Los verdaderos apóstoles son pocos. Es necesario un remedio divino y este remedio es el Divino Rostro de Jesús.
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Todos aquellos que lleven un escapulario como éste y hagan, si es posible, una visita cada martes al Santísimo Sacramento, para reparar los ultrajes que recibió el Divino Rostro de Jesús durante su Pasión.
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Y que recibe cada día en la Eucaristía, serán fortificados en la fe, prontos a defenderla y a superar todas las dificultades internas y externas.
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Además, tendrán una muerte serena bajo la mirada amable de mi Divino Hijo”

En el mismo año, Jesús vuelve a presentase todavía chorreando sangre y con tristeza:

“¿Ves cómo sufro? Y sin embargo, de poquísimos soy comprendido. ¡Cuántas ingratitudes de parte de aquellos que dicen amarme!

He dado mi corazón como objeto sensibilísimo de mi gran amor por los hombres y doy mi Rostro como objeto sensible de mi dolor por los pecados de los hombres:

quiero que sea honrado con una fiesta particular el martes de Quincuagésima, fiesta precedida de una novena en que todos los fieles reparen conmigo, uniéndose a la participación de mi dolor.”

En 1939, Jesús de nuevo le dice:

“Quiero que mi Rostro sea honrado de un modo particular el martes.”

La Madre Maria Pierina de Micheli sentía el deseo de Nuestra Señora más y más fervientemente de cumplir con el pedido.

Ella obtuvo el permiso de su director espiritual y aunque no tenía ningún medio financiero, se puso a la tarea a petición de Jesús y María.

Obtuvo el permiso del fotógrafo Bruner para hacer copias de la Sábana Santa, reproducida por él, y recibió el permiso para hacerlo por la Arquidiócesis de Milán el 9 de Agosto de 1940.

Pero sigue esperando más medios financieros, pero la fe de la reverenda Madre lo pudo.
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Una mañana vio sobre una pequeña mesa un sobre: lo abrió y encontró 11.200 liras italianas.
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El diablo, enfurecido por esto, cayó sobre su alma para asustarla y prevenir la distribución de las medallas: la tiró al suelo en el pasillo y escaleras abajo, rasgó las imágenes y fotos de la Santa Faz, pero ella dio a luz a todo.

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Toleró y se sacrificó en todo para que la Santa Faz pudiera ser honrada.

Maria Pierina logra hacer acuñar una medalla en lugar del escapulario. El 7 de abril de 1943, La Virgen se le presenta y le dice:

Hija mía, tranquilízate porque el escapulario queda suplido por la medalla con las mismas promesas y favores: falta solo difundirla más.

Ahora anhelo la fiesta del Santo Rostro de mi Divino Hijo: díselo al Papa pues tanto me apremia. La bendijo y se fue.”

La medalla se difunde con entusiasmo. ¡Cuántas gracias se han obtenido! Peligros evitados, curaciones, conversiones, liberación de condenas…

Invitamos a todos a llevar la medalla y rezar, diariamente, 5 Glorias al Santo Rostro de Nuestro Señor.

santa faz reliquia

  

ORACIÓN (con aprobación eclesiástica)

Dios Uno y Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que hiciste brillar los dones de tu gracia en el alma de la humilde Sor Maria Pierina De Micheli, y quisiste que en el silencio y en la obediencia fuera la consoladora del Divino Crucificado y la misionera de la Santa Faz de Jesús, haz que también nosotras sigamos con gozo el camino de la caridad, para gloria tuya y bien del prójimo.

Por los méritos de tu sierva, concédenos la gracia que te pedimos, a fin de que por su eficaz intercesión, se manifiesten para nuestro ejemplo y consuelo, las heroicas virtudes que ella practicó generosamente en esta vida y podamos venerarla un día sobre los altares. Así sea.

+Gilla Vicente Gremigni- Arzobispo – Obispo de Novara

  

NOVENA AL SANTO ROSTRO DE JESÚS

Mi alma tiene sed del Dios vivo ¿cuándo veré Su Rostro?

…Quisiera que mis hijas -y los devotos- se distinguieran en ardor práctico, amoroso, generoso en honrar el SANTO ROSTRO de nuestro JESÚS, dolorido por los pecados de los hombres… de todos… de los nuestros…

pero especialmente de aquellos que tendrían que ser sus imitadores…

¿Qué haremos? Si miramos profundamente aquel divino Rostro, nos hablará al corazón, nos hará partícipes de las amargas penas.., y nos dirá: consuélame al menos tú, que dices que me amas, que eres toda mía…
– pausa –
…entremos con Jesús en el huerto de los olivos y contemplemos con amor y contrición los dolores de su Corazón, en Su Santo Rostro.

…unámonos a la divina Víctima, ofreciéndonos por todas las personas del mundo para ser con EL auténticas almas reparadoras, en unión con la Virgen Inmaculada, primera Reparadora.

Canto

Oh Santo Rostro ultrajado por nosotros,
no te acuerdes más de los fallos de la tierra,
no te acuerdes más,
de tu último grito un día en el Calvario
acuérdate, acuérdate Jesús,
acuérdate, acuérdate, oh Rostro de Jesús.

Oración

¡Oh! amabilísimo Jesús, que quisiste sufrir tanto en Tu Santo Rostro, por nuestro amor, vuélvenos a mirar benignamente e imprime en nuestros corazones Tu divina semblanza, para que nuestra alegría sea sufrir por Ti.
Gloria al Padre…
¡Oh! dulcísimo Jesús, que en Tu Rostro divino has sido golpeado,
maltratado, humillado por nuestro amor, haz que el desprecio y la humillación sean nuestra porción predilecta.
Gloria al Padre…
¡Oh! manso Jesús, que en Tu Divino Rostro sudaste sangre por nuestro amor, concédenos la gracia de sufrir por tu amor y así volver a ser mirados por Ti.
Gloria al Padre…
¡Oh! Santo Rostro de Jesús, mientras esperamos el feliz día de poderte contemplar en la gloria del Paraíso, queremos procurarte tanta gloria y deleitar Tu mirada divina.
Tu mirada velada sea nuestro paraíso aquí en la tierra, las lágrimas que lo velan las recogeremos para salvar tantas almas e inflamar los corazones con Tu amor. Amén.

Santo Rostro de Jesús míranos con Tu Misericordia.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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¿Qué le han Dicho las Almas del Purgatorio a María Simma?

María Simma es un referente en cuanto a las almas del purgatorio.

Acudían a ella numerosas almas.

Para pedir intercesión a través de oración, sacrificios y misas.

foto de maria simma

El objetivo de estas almas era apresurar su salida hacia el cielo.

Y también le hicieron varias revelaciones importantes.

María Simma es uno de los tantos místicos católicos, incluido Santos y Papas, que han recibido visitas de las almas del purgatorio.

La diferencia con el espiritismo es que ellos no invocan a los muertos, sino que sus muertos la visitan por una gracia que Dios les da.

  

LA VIDA DE MARÍA SIMMA

María Simma nació el 2 de febrero de 1915 en Sonntag, Austria.

Ella fue el segundo de ocho hijos. Sus padres eran campesinos pobres.

Eran gente humilde de un país católico, que poseía una fe sencilla pero muy devota de Dios.

En torno a los 7 años, María comenzó a sentir un fuerte llamado a ayudar a los demás, ya sea a través de la oración y el sacrificio de la vida religiosa como monja, o como misionera laica.

Con esto en mente en todo este tiempo le dijo a su madre que ella nunca se casaría. 

Su madre respondió: «Bueno, vamos a ver cuando tengas 20 años».

Y a esto María respondió: «Es firme, voy a entrar en el convento o voy a trabajar en otro lugar del mundo donde pueda ser de ayuda a los demás.»

mujer en cementerio dio de los difuntos

Sin embargo, a los 8 años se cayó muy enferma con neumonía y pleuresía, y dañando y debilitando su salud durante muchos años después.

Sin embargo, la llamada y el deseo de servir a Dios ayudando a otros continuaron creciendo a lo largo de sus años formativos de la adolescencia.

A partir de los 17 años hizo intento de entrar en convento como monja.

Entró en tres, pero invariablemente fue despedida por su débil salud.

Cuando la última negativa se dio cuenta de que Dios no quería que ella fuera una monja, sino que su apostolado iba a ser el de una persona común «en el mundo», entre sus compatriotas. 

Pasó gran parte de sus días haciendo las tareas del hogar y costura, ayuda en la granja familiar y granjas circundantes, y ayudando a los vecinos.

La mayor parte de todo lo que vivió fue con un espíritu de amor, oración y devoción a Dios y a sus vecinos.

A temprana edad su madre le había enseñado a orar con frecuencia por las pobres almas en el purgatorio, por lo que esto también era algo que era una parte de su vida desde la infancia. 

pobre alma del purgatorio

  

EL COMIENZO DE LAS VISITAS DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO

En 1940 llegó la primera visita de un Alma Santa (un alma del Purgatorio).

María tenía 25 años de edad y el alma santa – un hombre- se le apareció en una visión una noche. 

Él se paseaba de ida y vuelta en su habitación, a los pies de la cama.

Confundida, ella lo llamó y le dijo: «¿Quién eres tú?». Pero no recibió respuesta.

Luego se bajó de un salto de la cama y le dijo «¿Cómo llegaste aquí? Desaparece», no dio ninguna respuesta y al llegar la mano para tocarlo, desapareció.

Sin embargo, tan pronto como volvió a la cama, volvió a aparecer. 

Se preguntó cómo es que ella podía ver fácilmente a este hombre, pero no hablar o tocarlo.

Pensó para sí misma: «Bueno, siempre y cuando él no se acerque a mí» y se quedó mirándolo.

Y después de un tiempo desapareció y se quedó despierta pensando en el significado de lo sucedido.

Al día siguiente se fue inmediatamente a ver a su párroco, P. Alfons Matt, para decirle todo lo que había sucedido.

Después de explicarle todo, le dijo que podría ser una pobre alma del Purgatorio. 

Y si tal cosa llegase a ocurrir de nuevo, que no dijera «¿Quién es usted?», sino «¿Qué es lo que necesitas de mí?»     

A la noche siguiente el hombre de repente apareció de nuevo, una vez más, iba y venía.

Esta vez María le preguntó inmediatamente a «¿Qué es lo que necesitas de mí?»

El hombre se detuvo de repente, se volvió hacia ella y respondió «Por favor, haz tres santas misas por mis intenciones y luego desapareceré».

Y luego desapareció inmediatamente y María dijo «fue entonces cuando supe que era una pobre alma.»

Al día siguiente, una vez más, le dijo a su párroco, P. Alfons Matt lo que había sucedido y le dijo sobre las tres misas solicitados.

El buen cura también le dijo que buscara siempre hacer lo que pudiera para ayudar a las almas que pudieran venir a ella.

Maria, San Miguel y las almas del purgatorio

  

COMIENZAN A LLEGAR MÁS ALMAS

Pronto más almas del purgatorio vienen pidiendo sus oraciones y sacrificios, y así comenzó un apostolado de por vida para las almas santas. 

En los próximos años, sólo 2 o 3 pobres almas vinieron a ella cada año, pero a medida que pasaba el tiempo, más y más se acercaban a ella en busca de su ayuda pidiendo oraciones y sacrificios.

Desde el inicio sin embargo, debe tenerse en cuenta que María nunca buscó la visita de las almas del purgatorio.

Ella nunca las llamó ni las canalizó de ninguna manera. Siempre venían a ella por su parte.

De hecho, las almas santas le han dicho que es Dios en su gran misericordia que les daba permiso para ir a ella para obtener sacrificios y oraciones, para que su tiempo en el purgatorio pudiera ser disminuido.

Adecuadamente asistida por su confesor y director espiritual, y bajo el cercano seguimiento del Obispo del lugar, María vivió una vida donde la presencia sobrenatural se volvió cotidiana.

Las almas se presentaban buscando ayuda, y también dando testimonio de sus sufrimientos, su vida en la tierra y su deseo profundo de llegar cuanto antes a estar en la Presencia de Dios en forma definitiva.

maria simma con pañuelo en la cabeza

  

EXTRACTOS DE «HACEDNOS SALIR DE AQUÍ» DE MARÍA SIMMA

Y así es como estas experiencias empezaron en 1940, entendí entonces que era esto lo que Dios quería que hiciera.

La primera alma vino a mi cuando tenía 25 años. Hasta aquel momento el Señor me había hecho esperar.

Usted me está diciendo que el alma de un difunto vino a ella. ¿Significa tal vez que el alma vino a hacerle visitas a su habitación?

Sí, y así siguió sucediendo desde aquella fecha en adelante.

Es decir desde 1940, cuando comenzaron estos fenómenos, hasta 1953 sólo venían dos o tres almas al año y generalmente en el mes de noviembre.

En aquel año trabajaba en casa o con niños, a veces también como criada en una granja de Alemania, y después en un pueblo cercano.

Luego, durante el año Mariano de 1954, cada noche se me presentaba un alma distinta.

El purgatorio es un lugar y una condición que cada alma vive cuando tiene todavía necesidad de purificar y reparar los pecados que ha cometido durante su vida, antes de que pueda alcanzar a Jesús en el Paraíso.

En el purgatorio hay tres niveles principales, pero yo encuentro que las almas necesitan relativamente poco para ser liberadas para ir al paraíso.

purgatorio arte en dos pisos fondo

Esto es así por dos razones.

En el más bajo, Satanás puede todavía golpear a las almas, cosa que no puede hacer más en los niveles más altos.

Es verdad que nosotros somos probados aquí en la tierra y que nuestra prueba termina con la muerte.

Sin embargo, las almas de la tercera parte del purgatorio, aquella parte más profunda, tienen que sufrir por los pecados que han cometido antes de obtener el beneficio de nuestras oraciones, de nuestras Misas y de nuestras buenas acciones.

Y el continuo ataque de Satanás forma parte de esos sufrimientos.

Los niveles del purgatorio son tantos como enfermedades hay sobre la tierra, pueden ir desde una simple inflamación de una uña hasta algunas que pueden consumir el cuerpo entero como el fuego.

Este fuego sólo existe en los niveles más bajos del purgatorio y no en los más altos.

Los sufrimientos de ellas son más graves, a veces mucho más graves que los nuestros, sobre todo en el tercer nivel que es el más bajo.

No es cierto lo que muchos teólogos enseñan hoy, al afirmar que el Paraíso, Purgatorio e Infierno son sólo condiciones.
.
Todos y los tres también son lugares.

Algunas almas están solo media hora, y otras por lo que queda del tiempo, hasta el último día.

Las almas dicen que allí una duración de media hora alcanza cuarenta años.

Después de esta vida el tiempo no existe más. Pero se nos ha dicho que un alma tiene que sufrir por un cierto periodo de tiempo en el Purgatorio.

Es sólo porque nosotros no estamos en condiciones de comprender la entidad de una pena si ésta no es expresada en términos de tiempo.

Dicen que no se dan cuenta de que no tienen cuerpo.

Tienen un cuerpo transfigurado que se puede presentar sanado y vestido.

navicella del purgatorio

  

EXTRACTOS DE «EL SECRETO DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO» DE MARÍA SIMMA

María relata que la mayoría pide que se celebren Misas por ellas y que esté presente en ellas; también piden que se rece el Rosario y el Vía Crucis.

Ningún alma querría volver del Purgatorio a la tierra: aún cuando allá el sufrimiento es terrible.
.
Sin embargo, existe la certeza de vivir para siempre con Dios.
.
No quieren volver a la tierra, donde nunca estamos seguros de nada.

Los pecados que llevan al Purgatorio son los pecados contra la caridad, la dureza de corazón, la hostilidad, la maledicencia, la calumnia, rehusarse a la reconciliación…

La persona que desaprovecha sus sufrimientos, al morir ve lo mucho que pudo haber ganado – para el bien de ella y de otros, por la comunión de los santos.

Muchas veces María Simma ha sido invitada a sufrir por las ánimas benditas del Purgatorio.

Ella lo relata así:

La primera vez un alma me preguntó si no me importaría sufrir por ella tres horas en mi cuerpo para que ella pudiera salir del Purgatorio.

Le dije que sí y tuve la impresión de que eso había durado tres días porque fue muy doloroso.

Esa alma me dijo que por haber aceptado con amor ese sufrimiento de tres horas, ¡le había ahorrado 20 años de Purgatorio!.
.
Porque el sufrimiento en la tierra tiene un valor distinto.

Todo esto es alentador porque confiere un significado extraordinario a nuestros sufrimientos, aún los sacrificios más pequeños pueden tener un poder inusitado para ayudar a las almas.

Lo mejor que podemos hacer, dice María Simma, es unir nuestros sufrimientos a los de Jesús, poniéndolos en manos de María Santísima.

Contemplar los sufrimientos del Señor en el Via Crucis ayuda a odiar el pecado y desear la salvación de todas las personas, y esto da alivio a las almas del Purgatorio.

gutave dore purgatorio fondo

Las indulgencias tienen también un valor inestimable para ellas.

Las almas del Purgatorio no pueden ya hacer nada en favor de sí mismas porque al momento de la muerte, el tiempo de ganar méritos se termina.

Si los vivos no rezan por ellas, quedan abandonadas. Cada uno de nosotros tiene el inmenso poder de aliviarlas.

Mientras estamos vivos podemos reparar el mal que hagamos hecho.

Pero a menudo el sufrimiento nos lleva a rebelarnos.

Los sufrimientos son la prueba más grande del amor de Dios.

Debemos acogerlos como un don y entregarlo a Nuestra Señora.

Ella es quien sabe mejor quien necesita tal o cual ofrenda para salvarse.

Los sufrimientos soportados con paciencia salvan más almas que la oración, dice María.
.
Pero la oración nos ayuda a soportar nuestros sufrimientos.

En el Purgatorio hay diferentes grados de dolor. Cada alma tiene un sufrimiento único. Los Ángeles custodios les proporcionan consuelo.

Si una persona sufre demasiado y desea morir, ¿qué puede hacer?, le preguntaron a María Simma.

Contestó:

Sí, esto es muy frecuente.
.
Yo diría: “Dios mío, puedo ofrecer este sufrimiento para salvar almas”.

Esto nos da una fe renovada y valor.

Al hacerlo así, el alma gana gran bienaventuranza, una gran felicidad para el Cielo.

En el Cielo hay miles de tipos y grados de felicidad; para cada alma es una felicidad plena.

Cada uno sabe que no merecía más.

La soberbia conduce al infierno.

El infierno es obstinarse en decirle “no” a Dios.

Nuestra oración puede suscitar un acto de humildad en los moribundos, un solo instante de humildad puede evitarles el infierno.

El sufrimiento soportado con paciencia, tiene para el alma un valor infinito.

Se tiene el deber de aliviar los grandes sufrimientos, pero no el derecho de acortar la vida con medios químicos.

Le preguntaron a María: ¿Qué piensa de las prácticas de espiritismo, invocar a los espíritus de los difuntos, las tablas de ouija, etc.?

Eso es siempre malo.

Es el demonio quien hace que la tabla se mueva.

No está permitido invocar a los difuntos.

En el espiritismo, si hay respuesta, es siempre y sin excepción, satanás y sus ángeles caídos.

Las personas que practican el espiritismo (adivinadores, brujas, etc.) están haciendo algo muy peligroso contra ellas mismas y contra quienes van a consultarlos. Están sumidas hasta el cuello en mentiras.

Está estrictamente prohibido por Dios invocar a los muertos. Satanás puede imitar todo lo que viene de Dios.

Él puede imitar la voz y la apariencia de los muertos; una manifestación de este tipo siempre proviene del Maligno.

Satanás incluso puede sanar, pero esas curaciones nunca duran.

  

LAS ALMAS LE ANUNCIARON LOS EVENTOS DEL FUTURO

María Simma ha recibido informaciones de las almas del purgatorio de que algo importante va a suceder en la Tierra.

Ella dice que durante años le dijeron que se estaba acercando un evento importante, pero a partir de mayo de 1993 comenzaron a decir que es evento estaba “en la puerta”.

Y que sería un evento relacionado con la conversión de la humanidad.

La credibilidad  es esto está lo dan algunas otras predicciones que le hicieron y que fueron exactas.

Por ejemplo en 1954 le advirtieron sobre inundaciones, que luego vinieron y causaron mucho daño en la región.

También le advirtieron una vez que aún había personas bajo la nieve después de una avalancha.

Y efectivamente los equipos de rescate las lograron encontrar y salvar.

Las almas del purgatorio no le dieron detalles de ese evento que está en la puerta.

Pero ella ha podido sacar la conclusión que es un evento que vendrá de Dios y permitirá a la humanidad saber que Él existe claramente.

Sin embargo no toda la gente se va a convertir.

Según las informaciones de las almas del purgatorio, ella a podido concluir  que la actividad redoblada del maligno en nuestros tiempos está relacionado con el conocimiento que él tiene de gran evento que vendrá, porque supone que le arrebatara muchas almas.

También las almas del purgatorio le dijeron que la Iglesia está pasando por el peor momento de su historia.

Pero le dijeron también que la situación va a mejorar y que vendrán tiempos de paz luego de la gran tormenta.

Y que los sucesos que compondrán esta gran tormenta han sido ya narrados en las apariciones de La Salette, Fátima, Garabandal y en lo que se sabe de los secretos de Medjugorje.

Por otro lado también le han informado que hay muchos sacerdotes, obispos y cardenales en el purgatorio y que algunos también se han perdido para siempre en el infierno.

Y esto básicamente está relacionado con el pecado de la apostasía.

Las almas también le han dicho que no debemos tener miedo, porque el miedo viene del maligno.

Que las personas que oran y vivan con Dios estarán seguras y protegidas.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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Visiones Místicas sobre los dos Milagros que se producen en la Misa

La misa católica tiene dos misterios impresionantes.

Uno es la apertura del cielo y la aparición de seres celestiales en el templo durante la liturgia.

Y el otro es la transubstanciación que tienen las hostias y el vino, en el cuerpo y la sangre de Cristo.

Hablaremos de ambos recurriendo a visiones místicas de dos videntes y a la doctrina, poniendo más énfasis en la transubstanciación.

   

LA LITURGIA DEL CIELO Y LA TIERRA JUNTAS

La Misa recrea los sucesos del Jueves Santo, Viernes Santo y el Domingo de Pascua y es una participación en el culto a Dios en el templo celestial.

Es una participación y una imitación de la liturgia del templo en el cielo.

El altar en la tierra está unido y fusionado con el altar en el cielo.

Por lo tanto, la misa es el cielo en la tierra.

Y la liturgia de la tierra es un reflejo visible y el símbolo eficaz de la liturgia celestial de ángeles.

Esta unidad de los dos cultos se expresa por la liturgia misma en el prefacio, donde se invita a la comunidad de la Iglesia (en la tierra) a unirse con los Tronos y Dominaciones, los Querubines y Serafines, para cantar el himno angélico de alabanza, al tres veces Santo.

Hay visiones místicas de lo que sucede, como la de Catalina Rivas.

   

EL OFERTORIO VISTO POR CATALINA RIVAS

En una visión mística de la misa, la vidente Catalina Rivas recibió estas impresiones durante el ofertorio de la misa.

De pronto empezaron a ponerse de pie unas figuras que no había visto antes.

Era como si al lado de cada persona que estaba en la Catedral, saliera otra persona y aquello se llenó de unos personajes jóvenes, hermosos.

Iban vestidos con túnicas muy blancas y fueron saliendo hasta el pasillo central dirigiéndose hacia el Altar.

Y la Virgen María le explicó a Catalina:

“Observa, son los Ángeles de la Guarda de cada una de las personas que está aquí.
.
Es el momento en que su Ángel de la Guarda lleva sus ofrendas y peticiones ante el Altar del Señor.”

Y Catalina sigue con su visión:

En aquel momento, estaba completamente asombrada, porque esos seres tenían rostros tan hermosos, tan radiantes como no puede uno imaginarse.

Lucían unos rostros muy bellos, casi femeninos, sin embargo la complexión de su cuerpo, sus manos, su estatura era de hombre.

Los pies desnudos no pisaban el suelo, sino que iban como deslizándose, como resbalando.

Aquella procesión era muy hermosa.

Algunos de ellos tenían como una fuente de oro con algo que brillaba mucho con una luz blanca-dorada.

Entonces intervino nuevamente la Virgen María:

“Son los Ángeles de la Guarda de las personas que están ofreciendo esta Santa Misa por muchas intenciones, aquellas personas que están conscientes de lo que significa esta celebración, aquellas que tienen algo que ofrecer al Señor.

Ofrezcan en este momento, ofrezcan sus penas, sus dolores, sus ilusiones, sus tristezas, sus alegrías, sus peticiones.

Recuerden que la Misa tiene un valor infinito por lo tanto, sean generosos en ofrecer y en pedir.”

Pero Catalina experimentó algo extraño también, detrás de los primeros Ángeles venían otros que no tenían nada en las manos, las llevaban vacías.

Y le dijo la Virgen:

“Son los Ángeles de las personas que estando aquí, no ofrecen nunca nada, que no tienen interés en vivir cada momento litúrgico de la Misa y no tienen ofrecimientos que llevar ante el Altar del Señor.”

Y finalmente Catalina recuerda:

En último lugar iban otros Ángeles que estaban medio tristones, con las manos juntas en oración pero con la mirada baja.

Y la Virgen María le cuenta:

“Son los Ángeles de la Guarda de las personas que estando aquí, no están, es decir de las personas que han venido forzadas, que han venido por compromiso, pero sin ningún deseo de participar de la Santa Misa.

Y los Ángeles van tristes porque no tienen qué llevar ante el Altar, salvo sus propias oraciones”.

El momento más misterioso de la misa es cuando el sacerdote consagra el pan y el vino y se transforman súbitamente; se transubstancian.

   

LA VISIÓN DE LA TRANSUBSTANCIACIÓN SEGÚN SANTA HILDEGARDA

A Santa Hildegarda de Bingen parece habérsele dado el entendimiento de lo que sucede con el pan y el vino.

La siguiente es una descripción de una visión de su primer libro, Scivias (abreviatura de Scito Vias Domini , “Conocer los caminos de Dios”).

“Cuando el Evangelio de la paz había sido recitado y la ofrenda a ser consagrada había sido colocada sobre el altar, y el sacerdote cantaba la alabanza de Dios Todopoderoso, “Santo, Santo, Santo, Señor Dios del universo”, comienza el misterio de los ritos sagrados.

El cielo se abrió de repente y un brillo intenso de incalculable resplandor descendió sobre esa ofrenda y la irradió por completo de luz, así como el sol ilumina todo lo que alumbra.
.
Y, de este modo, iluminándola, la brillantez la llevó a lo alto hacia dentro de los lugares secretos del cielo y luego la devolvió sobre el altar” (Libro 2, Visión 6).

El significado de esta visión, Hildegarda explicaría, es que en el momento de la consagración el pan, el vino y el agua son conducidos al cielo por una luz especial para su conversión y luego colocados de nuevo sobre el altar.

En la siguiente cita Hildegarda explica por qué el cuerpo y la sangre de Cristo permanecen invisibles.

Ella habla aquí en primera persona, asumiendo la voz de Dios:

“Pero tú, oh hombre, no puedes tomar este don espiritual de forma visible, como si comieras carne visible y bebieras sangre visible; porque tú eres suciedad de suciedad.

Pero, como el espíritu vivo en ti es invisible, así también el Sacramento vivo en esa oblación es invisible y debe ser recibido de manera invisible por ti.

El alma humana, que es invisible, invisible recibe el sacramento, que existe de forma invisible en esa oblación.

Mientras que el cuerpo humano, que es visible, recibe de forma visible, la oblación que encarna visiblemente el sacramento.

Pero los dos son uno, así como Cristo es Dios y Hombre, y el alma racional y la carne mortal constituyen un ser humano” (Libro 2, Visión 6, capítulo 14).

Hay una conexión especial entre la consagración y el nacimiento de Cristo.

En esta cita, de nuevo en la voz de Dios, se nos dice de una manera amorosa y paternal que Dios recuerda el nacimiento de Su Hijo en cada momento de la consagración:

“Por lo tanto, cuando Yo veo el cuerpo y la sangre de Mi Hijo cada día consagrados en el altar en Mi nombre, y tú, hombre, siendo santificado por ese sacramento, comiendo Su carne y bebiendo Su sangre, Yo siempre contemplo el nacimiento.

Para cuando el sacerdote hace su oficio como le ha sido asignado, invocándome en palabras sagradas, allí estoy Yo con poder, al igual que Yo que estuve allí cuando mi Unigénito, sin mancha, se encarnó” (Libro 2, Visión 6, capítulo 34).

   

CONSAGRACIÓN Y TRANSUBSTANCIACIÓN SEGÚN CATALINA RIVAS

Catalina, cuenta otra parte de lo que sucede.

Cuando llegó el momento final del Prefacio de la Misa y cuando la asamblea decía: “Santo, Santo, Santo” de pronto, todo lo que estaba detrás de los celebrantes desapareció.

Del lado izquierdo del señor Arzobispo hacia atrás en forma diagonal aparecieron miles de Ángeles, pequeños, Ángeles grandes, Ángeles con alas inmensas, Ángeles con alas pequeñas, Ángeles sin alas, como los anteriores.

Todos vestidos con unas túnicas como las albas blancas de los sacerdotes o los monaguillos.

Todos se arrodillaban con las manos unidas en oración y en reverencia inclinaban la cabeza.

Se escuchaba una música preciosa, como si fueran muchísimos coros con distintas voces y todos decían al unísono junto con el pueblo: Santo, Santo, Santo…

Había llegado el momento de la Consagración, el momento del más maravilloso de los Milagros.

Del lado derecho del Arzobispo hacia atrás en forma también diagonal, una multitud de personas, iban vestidas con la misma túnica pero en colores pastel: rosa, verde, celeste, lila, amarillo; en fin, de distintos colores muy suaves.

Sus rostros también eran brillantes, llenos de gozo, parecían tener todos la misma edad.

Se podía apreciar (y no puedo decirlo por qué) que había gente de distintas edades, pero todos parecían igual en las caras, sin arrugas, felices.

Todos se arrodillaban también ante el canto de “Santo, Santo, Santo, es el Señor…”

Y nuestra Señora le explicó:

Son todos los Santos y Bienaventurados del cielo y entre ellos, también están las almas de los familiares de ustedes que gozan ya de la Presencia de Dios.”

Entonces la vi dice Catalina.

Allá justamente a la derecha del señor Arzobispo, un paso detrás del celebrante, estaba un poco suspendida del suelo, arrodillada sobre unas telas muy finas, transparentes pero a la vez luminosas, como agua cristalina, la Santísima Virgen, con las manos unidas, mirando atenta y respetuosamente al celebrante.

Me hablaba desde allá, pero silenciosamente, directamente al corazón, sin mirarme.

Esto le dijo la Virgen:

“¿Te llama la atención verme un poco más atrás de Monseñor, verdad? Así debe ser.

Con todo lo que me ama Mi Hijo, no Me ha dado la dignidad que da a un sacerdote de poder traerlo entre Mis manos diariamente, como lo hacen las manos sacerdotales.

Por ello siento tan profundo respeto por un sacerdote y por todo el milagro que Dios realiza a través suyo, que me obliga a arrodillarme aquí.”

Delante del altar, empezaron a salir unas sombras de personas en color gris que levantaban las manos hacia arriba.

Y le dijo la Virgen Santísima:

Son las almas benditas del Purgatorio que están a la espera de las oraciones de ustedes para refrescarse.

No dejen de rezar por ellas.

Piden por ustedes, pero no pueden pedir por ellas mismas, son ustedes quienes tienen que pedir por ellas para ayudarlas a salir para encontrarse con Dios y gozar de Él eternamente”.

Y continuó:

“Ya lo ves, aquí estoy todo el tiempo.

Al pie del Altar donde se celebra la Eucaristía, siempre me van a encontrar.

Al pie del Sagrario permanezco Yo con los Ángeles, porque estoy siempre con Él.”

A continuación el celebrante dijo las palabras de la “Consagración”.

Era una persona de estatura normal, pero de pronto empezó a crecer, a volverse lleno de luz.

Una luz sobrenatural entre blanca y dorada lo envolvía y se hacía muy fuerte en la parte del rostro, de modo que no podía ver sus rasgos.

Cuando levantaba la forma vi sus manos y tenían unas marcas en el dorso de las cuales salía mucha luz.
.
¡Era Jesús! Era Él que con su Cuerpo envolvía el del celebrante como si rodeara amorosamente las manos del señor Arzobispo.

En ese momento la Hostia comenzó a crecer y crecer enorme y en ella, el rostro maravilloso de Jesús mirando hacia Su pueblo.

Por instinto quise bajar la cabeza y dijo nuestra Señora:

“No agaches la mirada, levanta la vista, contémplalo, cruza tu mirada con la Suya y repite la oración de Fátima:

Señor, yo creo, adoro, espero y Te amo, Te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman. Perdón y Misericordia.

Ahora dile cuánto lo amas, rinde tu homenaje al Rey de Reyes.”

Inmediatamente Monseñor dijo las palabras consagratorias del vino y junto a sus palabras, empezaron unos relámpagos en el cielo y en el fondo.

No había techo de la Iglesia ni paredes, estaba todo oscuro solamente aquella luz brillante en el Altar.

De pronto suspendido en el aire, vi a Jesús, crucificado, de la cabeza a la parte baja del pecho.

El tronco transversal de la cruz estaba sostenido por unas manos grandes, fuertes.

De en medio de aquel resplandor se desprendió una lucecita como de una paloma muy pequeña muy brillante, dio una vuelta velozmente toda la Iglesia.

Y se fue a posar en el hombro izquierdo del señor Arzobispo que seguía siendo Jesús, porque podía distinguir Su melena y Sus llagas luminosas, Su cuerpo grande, pero no veía Su Rostro.

Arriba, Jesús crucificado, estaba con el rostro caído sobre el lado derecho del hombro.

Podía contemplar el rostro y los brazos golpeados y descarnados.

En el costado derecho tenía una herida en el pecho y salía a borbotones, hacia la izquierda sangre y hacia la derecha, pienso que agua pero muy brillante.

Más bien eran chorros de luz que iban dirigiéndose hacia los fieles moviéndose a derecha e izquierda.

¡Me asombraba la cantidad de sangre que fluía hacia el Cáliz. Pensé que iba a rebalsar y manchar todo el Altar, pero no cayó una sola gota!

Dijo la Virgen en ese momento:

“Este es el milagro de los milagros, te lo he repetido, para el Señor no existe ni tiempo ni distancia y en el momento de la Consagración, toda la asamblea es trasladada al pie del Calvario en el instante de la crucifixión de Jesús.

¿Puede alguien imaginarse eso? Nuestros ojos no lo pueden ver, pero todos estamos allá, en el momento en que a Él lo están crucificando y está pidiendo perdón al Padre, no solamente por quienes lo matan, sino por cada uno de nuestros pecados:

‘¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!’”

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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¿Cómo debemos Entender las Profecías para Saber si son Auténticas?

La profecía es un llamado de atención de que va a suceder algo en el mundo, en el país, a ti, a alguna persona.

Su objetivo no es avisar sino que la gente reaccione y cambie.

Por lo tanto son condicionales y no un decreto que va a suceder sí o sí.

Hay un mensaje positivo en ellas, un premio si se siguen las indicaciones divinas.

Sin embargo nos encontramos con que las diferencias entre los videntes son un escándalo para algunos.

¿Por qué las diferencias de las visiones de los videntes?

¿Si son verdad, entonces por qué distintos videntes describen los mismos eventos con detalles diferentes?

maria valtorta

La respuesta que veremos es que las revelaciones privadas no han sido diseñadas para darnos información fáctica precisa.
.
Sino para hacernos comprender y vivir nuestra fe.
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Es como si los elementos fácticos que introducen son el marco de referencia global para introducir el mensaje piadoso.

Pero por otro lado está toda la problemática de la credibilidad de los videntes relacionada con su vida.

¿Hasta dónde es lícito aceptar las visiones de un vidente pecador?

Comencemos por comprender como comprender una profecía para luego entrar a analizar las diferencias entre los videntes.

angeles tocando trompetas

QUE ES UNA PROFECÍA EN LA TRADICIÓN JUDEO CRISTIANA DE LA BIBLIA

En el lenguaje común, la profecía es a menudo considerada como «predecir el futuro» de eventos que se darán con seguridad.

Para algunos, evoca imágenes de psíquicos o una bola de cristal.

Sin embargo los “profetas” de la Escritura (por ejemplo, Malaquías, Habacuc, Jonás) parecen estar haciendo algo diferente.
.
Hacer predicciones explícitas sobre el futuro parece ser una pequeña parte de su función de un «profeta».

Entonces ¿qué es exactamente la profecía?

profecias biblicas

Por ejemplo uno de los más famosos profetas menores ilustra que la profecía no se trata tanto de predecir el futuro con exactitud.

Jonás, emite un solo anuncio sobre el futuro: “Dentro de cuarenta días Nínive será destruida” (Jonás: 3: 2)

Esto no sucedió.

Nínive no fue destruida, porque sus habitantes rasgaron sus vestiduras, se sentaron sobre cenizas y cambiaron sus corazones.

Si no se hubieran arrepentido Dios entonces la habría destruido.

Dios entregó el mensaje condicional a un profeta o vidente para que lo entregara a los destinatarios.

Un profeta es aquel que da un mensaje de parte de Dios.
.
Dios escoge al profeta para dar un mensaje.
.
Y si un profeta habla palabras que no son de Dios, se considera un falso profeta o a veces llamado un profeta de otro dios (por ejemplo, «profetas de Baal» en el AT).

Tan no tiene que ver la profecía con predecir el futuro que se considera un acto profético cuando Jesús expulsa a los mercaderes del templo.

Un estudio cuidadoso de los cientos de textos pertinentes muestra que los profetas bíblicos rara vez hablan sobre eventos futuros como si fueran inevitables.

Sino que mucho más a menudo emiten diversos tipos de mensajes en nombre de Dios.

Transmitiendo la interpretación de Dios sobre el pasado, presente y futuro de aspectos de la vida de las personas y pueblos.

El profeta habla sobre «posibilidades de futuro», sobre lo que podría ocurrir, dependiendo de cómo la gente elija actuar.
.
Si escuchan el mensaje profético y viven sus vidas de acuerdo a lo que Dios quiere sucederá una cosa.
.
Y si ignoran las palabras de los profetas sufrirán otras consecuencias.

De modo que cuando los profetas hablan sobre el futuro no están prediciendo un futuro inevitable, inalterable.

Más bien están advirtiendo a la gente acerca de un posible futuro que podría venir sobre ellos si continúan en sus malos caminos y no vuelven a Dios.

Sin embargo no todos los textos bíblicos muestran la naturaleza condicional del futuro de manera explícita, sino que las dos alternativas pueden permanecer latentes.

Algunos textos pueden incluso presuponer que la gente no se arrepentirá, y por lo tanto serán castigados por su maldad.

Pero si lo hacen incluso en contra de todas las expectativas, las catástrofes predichas por los profetas no llegarán después de todo o mitigadas.

Todo esto nos indica que esta es la forma en que debemos tomar las profecías.
.
Son advertencias de Dios.
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Y cuando se trata del futuro, son condicionales a la respuesta de la población.
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Y aunque no se explicite la condicionalidad, debes saber que siempre existe.

aparicion de fatima

EL EJEMPLO DE FÁTIMA

Echemos un vistazo a una de las revelaciones privadas más conocida aprobadas, la aparición de la Virgen a 3 niños pastores en Fátima, Portugal en 1917.

Dejando de lado la tercera parte del secreto y la correcta interpretación de la visión, echemos un vistazo a las otras partes.

La primera parte fue una visión del infierno, seguido de la segunda parte, que era una explicación de lo que los niños acababan de ver.

Ustedes han visto el infierno donde van las almas de los pobres pecadores.

Para salvarlos, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón.

Si lo que digo a ustedes se hace, muchas almas se salvarán y habrá paz.

La guerra va a terminar, pero si no dejan de ofender a Dios, una peor estallará durante el pontificado del Papa Pío XI.

Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da, de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, el hambre y persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.

Para impedir esto, Yo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados.

Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia.

Los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas.

Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará.

El Santo Padre consagrará Rusia a mí, y se convertirá, y un período de paz será otorgado al mundo.

Aquí vemos la Corrección. La guerra va a terminar, pero si las personas no dejan de ofender a Dios, más guerra estará llegando.

Nuestra Señora, por amor, nos ofrece corrección.
.
Nuestra Señora señala claramente las consecuencias de nuestras acciones, y expresa el deseo de que cambiemos.
.
Dejen de ofender a Dios o algo horrible va a suceder, la guerra, el hambre, las persecuciones, los errores de Rusia extendiéndose por todo el mundo.

Ten en cuenta que estas cosas enviadas son las consecuencias naturales de nuestros actos impíos.

Y Nuestra Madre Bendita nos dice cómo arreglar las cosas a través de la consagración y la comunión de reparación.

Nuestra Madre Santísima nos dice claramente las consecuencias de nuestras acciones y cómo modificarlas.

Esta es la parte de corrección.

Pero por la naturaleza humana, siendo lo que es, Nuestra Señora también nos proporciona esperanza.

La esperanza es la clave.

Nos fijamos en los años posteriores y está claro que no hemos dejado de ofender a Dios y todas las cosas predichas por la Virgen han llegado a pasar: la guerra, el hambre, las persecuciones, y los errores de Rusia extendiéndose por todo el mundo.

Pero la Virgen no se detuvo allí, nos dio mucho más.

Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará.

El Santo Padre consagrará Rusia a mí, y se convertirá, y un período de paz será otorgado al mundo.

Viviendo en estos tiempos, es fácil perder la esperanza.

Sabemos que nuestra cultura réproba no ha hecho todo lo que la Virgen nos pide, por lo que sería fácil resignarse a la guerra y el sufrimiento continuo.

Pero Nuestra Señora nos asegura que esto llegará a su fin y que vamos a tener algún día un período de paz.
.
Por esto debemos estar eternamente agradecidos, en estos tiempos oscuros y aferrarnos a esta esperanza.
.
Necesitamos esta esperanza.

Sor Mariana de Jesus Torres en cuadro de epoca

EL EJEMPLO DE LAS PROFECÍAS DADAS A MARIANA DE JESÚS TORRES

Esta es otra profecía dada por la Virgen a la Madre Mariana de Jesús Torres en Quito, Ecuador en la década de 1600.

¿Cómo podría una aparición de 400 años en América del Sur ser importante para nosotros?

Bueno, por alguna razón maravillosamente misteriosa Nuestra Santísima Madre habló a la Madre Mariana específicamente sobre nuestra época.

Ella es alarmante en su especificidad sobre los errores de nuestra época.

Por ejemplo:

En aquellos tiempos, el sacramento de la extremaunción será ignorado en gran medida.

Muchos morirán sin recibirlo, siendo por lo tanto privados de innumerables gracias, consuelo y fortaleza en el gran salto del tiempo a la eternidad.

El sacramento del matrimonio, que simboliza la unión de Cristo con la Iglesia, será atacado y profanado a fondo.

La masonería, entonces reinante, implementará leyes inicuas destinadas a extinguir este sacramento.

Ellos harán que sea fácil que todos puedan vivir en pecado, multiplicando así el nacimiento de los hijos ilegítimos sin la bendición de la Iglesia.

La educación secular contribuirá a una escasez de vocaciones sacerdotales y religiosas.

El santo sacramento del Orden Sacerdotal será ridiculizado, oprimido, y despreciado, la Iglesia y Dios mismo serán oprimidos y vilipendiados, ya que Él es representado por sus sacerdotes.

Una vez más, la Virgen nos dice claramente las razones de los problemas. Esta es la corrección.

Pero incluso hace 400 años, la Virgen nos dijo acerca de la paz que vendrá, nos dio esperanza.

Tiempos infelices vendrán en los que se deben defender valientemente los derechos de la Iglesia, ciegos a pesar de la luz, darán la mano a los enemigos de la Iglesia y cumplirán sus órdenes.

Pero cuando [el mal] parezca triunfante y cuando la autoridad abuse de su poder, cometiendo toda clase de injusticias y oprima a los débiles, su ruina estará próxima.

Ellos caerán y se estrellarán contra el suelo.

Entonces vendrá la Iglesia, alegre y triunfante como una joven muchacha, despertada y será acunada cómodamente en los brazos de mi querido y elegido hijo de aquellos tiempos.

Si él presta oídos a las inspiraciones de la gracia – una de las cuales será la lectura de estas grandes misericordias que mi hijo y yo hemos tenido hacia ustedes – vamos a llenarlo de gracias y dones muy especiales y lo haré grande en la tierra y mucho mayor en el Cielo.

Hemos reservado un asiento precioso para él, ya que, sin hacer caso a los hombres, el habrá luchado por la verdad y sin cesar defendió los derechos de la Iglesia, mereciendo ser llamado ‘mártir’.

¿Por qué la profecía? Corrección y esperanza.
.
¿Es necesaria para nuestra salvación? No, pero debemos estar muy agradecidos que las tenemos.

tsunami

PROFECÍA QUE IRLANDA SUFRIRÁ UNA CATÁSTROFE Y SERÁ CUBIERTA POR EL MAR

Es así como debemos interpretar las profecías sobre catástrofes en Irlanda, profetizadas para siete años antes del final.

Irlanda, el país de San Patricio, su santo patrono y de San Malaquías, célebre por la profecía sobre los papas, ha sido un lugar de numerosas apariciones y profecías.

Se contabilizan 10 apariciones de Jesús o María, la más célebre es la Knock, en el condado de Mayo, en agosto de 1879, ver aquí la historia.

Pero lo más llamativo es una serie de profecías coincidentes sobre lo que sucederá a esa tierra siete años antes del final.

Y también es llamativo lo que sucede ahora en Irlanda.

LAS PROFECÍAS SOBRE LA NATURALEZA

Una serie de profecías extrañamente coincidentes, dadas a través de varias centurias, hablan de una catástrofe en la que el mar cubrirá a Irlanda, siete años antes del final, o el día del juicio.

Siete años antes del último día
el mar sumergirá a Irlanda en una inundación.
San Columbille o Columba

Varias profecías de santos y otros místicos identifican que el final de la Época será precedido por un evento trágico en Irlanda.

Sin embargo, un sano escepticismo es siempre de orden, cuando leemos profecías que dicen tiempos específicos.

Después de todo, con respecto a su regreso, Jesucristo advirtió:

Nadie sabe el día ni la hora, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.” (Marcos 13:32)

Un terremoto inusual sorprendió a Irlanda hace un par de años, mira aquí.

Aunque el terremoto de Irlanda fue de sólo 4.0 en la escala de Richter, el evento sorprendió a sismólogos que saben que esta zona es una de las más estables del planeta.

Sin embargo, Irlanda no es el único que experimenta temblores sorprendentes.

Un informe identifica una serie de amenazas volcánicas y sísmicas en desarrollo, en todo el mundo.

El “Anillo de Fuego”, que forma un perímetro alrededor del Océano Pacífico, por ejemplo, parece estar rugiendo de nuevo y volviendo a la vida.

Recientemente, el más grande terremoto jamás registrado golpeó la costa de Indonesia.

Además, los terremotos son cada vez más frecuentes y más potentes, se suceden mayores niveles de terremotos, por año, aumentando en un 50% desde la primera década del siglo anterior.

El mar vendrá sobre Irlanda
siete años antes del Día del Juicio.
San Nennius

¿Es inconcebible que un terremoto con un tsunami posterior pueda engullir una isla como Irlanda? ¿Quién lo sabe, sino Dios?

Sin embargo, el 26 de diciembre de 2004, un terremoto submarino liberó energía equivalente a 23.000 bombas atómicas del tipo de las lanzadas en Hiroshima, bajo la superficie de la tierra.

Esta fuerza causó una serie de olas asesinas en todo el Océano Índico, que viajaron tan rápido como un avión a reacción.

El terremoto de magnitud 9,0 fue el de mayor magnitud en 40 años y el tsunami que generó viajó 3.000 millas hasta África.

Cerca de 230.000 personas fueron encontradas muertas.

Tal vez podría haber sido un evento del tamaño del profetizado para Irlanda.

El mar se abrumará a Irlanda
siete años antes de la sentencia.
Leabhar Breac

Las predicciones son sorprendentemente consistentes.

Por alguna razón, un tsunami en Irlanda, al parecer, sigue emergiendo de la profecía.

¿Podría ser que una falsa profecía se haya repetido a ciegas a través de siglos por personas santas? Tal vez.

¿O estas predicciones se produjeron en forma independiente? Es difícil saberlo.

estatua de san patricio

NI SIQUIERA EL LEGENDARIO SAN PATRICIO SE ESCAPÓ DE ELLA

El mar inunda a Irlanda
siete años antes del final
para que el diablo no pueda pronunciarse sobre ese pueblo.
San Patricio

Esta profecía identifica una razón espiritual para la tragedia anunciada.

¿Podría el (posible) cataclismo ser causado por el rechazo generalizado de Irlanda a su fe tradicional?

Después de todo, los irlandeses están en una carrera de máxima aceleración alejándose de la fe de sus padres, como sucede en todos los rincones de Europa.

Una vez más vemos la corrección que el Cielo quiere crear con las amenazas de cataclismos.

TAMBIÉN PROFECÍA DE TSUNAMI EN INGLATERRA

Tampoco la vecina Inglaterra se escapa de terribles predicciones sobre un posible tsunami.

En 1630, fue hecha otra profecía:

Vi a una tierra tragada por el mar y cubierta de agua,
pero después vi que poco a poco,
el mar se retiró y dejó la tierra visible,
y las partes superiores de las torres y torretas de las ciudades emergieron
y parecían más hermosas que antes de ser tragadas por el mar,
y se me dijo que era Inglaterra.
Padre Balthassar Mas

Y aquí vemos funcionar la esperanza.
.
Este es el premio luego de eliminado el mal, que se puede eliminar antes, por acción de los propios hombres, o porque el Cielo deja pasar un evento catastrófico que producirá la “limpieza”.

Sobre Irlanda, al igual que sobre el mundo hay profecías catastróficas que supuestamente vienen de Dios.

Pero son los propios hombres que tienen en sus manos que éstas sucedan o no.

Veamos ahora el fenómeno de las divergencias entre los videntes, que no permiten a algunos estar seguros sobre la autenticidad de los avisos.

Asuncion de la Virgen en basilica macarena

DIVERGENCIAS EN VISIONES SOBRE LA ASUNCIÓN DE MARÍA

Aquellos quienes estudian las vidas de videntes y místicos se encuentran siempre, en algún momento, con la siguiente pregunta:

¿Cómo es posible que a veces los videntes parecen revelar diferencias en los detalles que conciernen al mismo hecho?

Por ejemplo, ¿qué hay acerca de la Asunción de María a los Cielos?

La Beata Ana Emmerick marca este momento como ocurrido 13 años después de la muerte de Cristo.

Santa Brígida lo ve sucediendo en el año 14 después de la muerte del Señor.

La Venerable María de Agreda ubica la Asunción de María en el año 21 posterior a la muerte de Jesús.

¿Por qué estas diferencias?

jesus crucificado

DIVERGENCIAS EN VISIONES DE LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS

Entre las distintas visiones de la Crucifixión de Nuestro Señor, leemos místicos que contemplan los mismos sucesos pero con distintos detalles visuales.

La Venerable María de Agreda y la Beata Ana Emmerick, vieron que los agujeros de la cruz, que habían sido perforados previamente, estaban demasiado separados de las manos del Señor Jesús como para ser llevadas fácilmente hasta allí a fin de traspasarlas y clavarlas a la madera.

La visión de María de Agreda se resuelve en que los soldados romanos usaron una cadena.

Atándola a uno de los brazos de Jesús, lo que les hizo posible estirárselo hasta sacarlo de su coyuntura, a fin que la mano alcanzase finalmente el orificio.

La Beata Ana Emmerick, en cambio, vio que los soldados usaban una soga, no una cadena.

Otra diferencia de versiones:

Santa Brígida nos relata que cuando Jesús fue clavado en la cruz, ésta ya se encontraba levantada y vertical en su lugar.

A diferencia de ella, la Venerable María de Agreda y la beata Ana Emmerick, vieron a Jesús siendo clavado a la cruz estando la misma todavía apoyada en el suelo.

De nuevo leemos diferencias:

Cuando Santa Brígida nos cuenta que se usaron cuatro clavos en total para perforar las manos y los pies de Nuestro Señor Jesús, al tiempo que la beata Ana Emmerick nos habla de nada más tres clavos.

Más diferencias:

Mientras la mayoría de los videntes han visto a Jesús clavado a la cruz, atravesadas por clavos sus manos, algunos pocos lo ven crucificado por las muñecas.

Y, en el caso de la mística María Valtorta, Jesús es visto clavado en la mano izquierda y la muñeca derecha.

Más aún, contrariamente a la mayoría de los místicos que vio a Jesús clavado por las manos, la muestra del sudario ofrece visiblemente la imagen de Jesús clavado en una de sus muñecas.

¿Por qué estas aparentes diferencias?

hombre pensativo con rosario

¿DEBERÍA UNO TURBARSE POR ESTAS APARENTES DIFERENCIAS?

La respuesta en un NO rotundo.

Y esto es por la misma razón por la que ninguno se inquietaría por las pocas diferencias en algunas historias de los cuatro Evangelios.

La razón es que el propósito primario de las Escrituras es impartir la Revelación Divina, esto es, la Revelación que Dios a toda la humanidad.

Y aunque también éste es el propósito de la revelación privada, debemos notar que hay una diferencia muy importante y significativa entre la revelación privada y la revelación Pública.

La Revelación Pública y la Tradición forman los fundamentos de la Iglesia, y son vinculantes para todos los católicos.

Todo católico está obligado a creer en la Revelación Pública.

Las Revelaciones Privadas, sin embargo, no son vinculantes.
.
Los católicos no están obligados a creer en ellas.
.
No hay, incluso, obligación de creer en revelaciones como las de Fátima o la de Lourdes, aunque hayan sido aprobadas por la Iglesia.

hombre caminando sobre la biblia

LA REVELACIÓN PRIVADA ES PARA ILUMINAR LA FE

El propósito primero de la revelación privada es iluminar y profundizar el entendimiento de la Revelación Divina dada por la lglesia a través del depósito de la Fe.

Tal como fue revelada a través de la Sagrada Escritura y enseñada por la Tradición.

Al igual que las Escrituras, la revelación privada no tiene la intencionalidad de impartir conocimientos de ciencia o geografía, ni de historia.
.
No intenta pormenorizar detalles temporales o materiales de los hechos bíblicos, tales como precisiones específicas de la muerte y pasión de Cristo.

Su objetivo es brindar una comprensión espiritual más profunda de lo que hay detrás de los sucesos históricos.

Y aunque las Escrituras pueden eventualmente contener algún material geográfico, científico o histórico, no es su propósito develar o clarificar tal material.

De modo que, la finalidad de la visión que tenga un místico o un visionario de la crucifixión de Jesús, solo es proporcionar un más acentuado y vívido entendimiento del valor espiritual de ese momento.

Los detalles visuales que se dan son con frecuencia adaptados para producir la mayor impresión posible sobre la persona que los recibe.

Así, en este contexto, vemos que no hay significancia sobrenatural en hechos tales como si los místicos vieron tres o vieron cuatro clavos sobre el cuerpo crucificado del Señor, o si vieron los clavos traspasando sus manos o atravesando sus muñecas.

Estos elementos son sin consecuencia real y no tienen relevancia.

Guadalupe5

EL EJEMPLO DE LA FORMA EN QUE SE APARECE MARÍA

Podemos pensar por ejemplo en las tantas y variadas apariciones de la Santísima Virgen María alrededor de todo el mundo a lo largo de los siglos.

En el monte de Tepeyac, México, Nuestra Señora de Guadalupe se presentó a Juan Diego con apariencia de mujer azteca.

En Lourdes, se mostró a Bernardette como una mujer caucásica, incluso hablando su particular dialecto local del idioma francés – el Patois.

En Kibeho, Rwanda, ella se dejó ver por un grupo de videntes como una mujer de piel oscura, similar a la gente africana del mismo lugar.

Entendemos entonces que María eligió mostrarse a todas estas personas del modo más natural y apropiado para ellos.
.
Simple y solamente para impartir una lección espiritual y un mensaje.
.
No para afirmar de sí misma que pertenece a una determinada raza.

Bien pronto apreciamos que las diversas fisonomías de estas apariciones no contienen real peso ni otro sentido más que aquel de enseñar que Ella es la Madre Espiritual de la humanidad entera.

Esto mismo ocurre con la mayoría de los detalles temporales entre los diferentes místicos y videntes, son accesorios al servicio de la significación espiritual y del mensaje que trata de ser impartido en la visión misma.

Santa Gema de Galgani

LOS DETALLES SON SOPORTE DEL MENSAJE

Los detalles visuales y pormenores físicos observados en las revelaciones privadas simplemente dan soporte a las realidades espirituales que cargan con el énfasis mayor y son el primer propósito de las mismas.

Si leemos las visiones de Santa Gemma Galgani comprenderemos fácilmente que algunas informaciones son un mensaje espiritual y no fáctico de cómo ocurrieron los hechos.

“Mi hija” dijo Jesús, Mira mis heridas. Han sido abiertas por tus pecados.

Pero ahora, consuélate, porque han sido cerradas gracias a tu arrepentimiento.

No me ofendas otra vez, nunca más. Ámame como siempre yo te he amado a ti. Ámame.”

“Me repitió esto varias veces. Después la visión se desvaneció y yo volví a mis sentidos.

De aquella vez en adelante, comencé a sentir un horror muy grande al pecado, lo cual fue la gracia más grande que Jesús me ha dado.

Las heridas de Jesús se mantuvieron impresas muy nítidamente en mi mente. Nunca se han borrado y nunca habrán de borrarse”.

Cuando Jesús le dice que las heridas de la crucifixión han sido abiertas por sus pecados no quiere decir fácticamente que los pecados de Gemma le abrieron las llagas.
.
Ni siquiera que los pecados de la humanidad lo hicieron.
.
Sino que los soldados que le perforaron las manos son la representación y el efecto de los pecados de la humanidad, que siguen presentes hoy.

Esto lleva a que algunos creen que las revelaciones privadas no tienen por qué existir, que sólo alcanza con la Revelación Pública de la Biblia y la Tradición de la Iglesia.

Y es por esto que incluso llegan a decir que la época de las visiones de Dios se ha cerrado, y ahora hay solo falsedad.

Esta es una polémica en curso sobre el tema de los videntes, en que las autoridades de la Iglesia se están inclinando hacia minimizar las apariciones marianas.

santuario rosa misticas sao jose das pinhais

¿LA ÉPOCA DE LAS VISIONES DE DIOS SE HA CERRADO O NO?

Esto además se entronca con que la forma de comprender el cristianismo como una religión que apela a lo sobrenatural se ha ido erosionando en los últimos siglos.

Al punto que muchas iglesias protestantes y fieles y sacerdotes católicos son de la opinión de que Dios ya no da visiones. “La época de las profecías ha terminado”, dicen.

La Iglesia Católica enseña que la revelación pública está cerrada hasta la Segunda Venida.

El Catecismo de la Iglesia Católica establece:

La economía cristiana, por lo tanto, desde que es la nueva y definitiva alianza, nunca pasará, y ninguna nueva revelación pública es de esperar antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo [CIC 66].

La revelación privada, sin embargo, está en curso.

A lo largo de los siglos, ha habido las llamadas revelaciones “privadas”, algunas de las cuales han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia.

Como dijimos, ellas no llegan, sin embargo, hasta el depósito de la fe.

Su papel no es mejorar o completar la revelación definitiva de Cristo, sino ayudar a vivir más plenamente en una cierta época de la historia.

Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sensus fidelium [es decir, el sentido colectivo de los fieles] sabe cómo discernir y dar la bienvenida en estas revelaciones a lo que constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.

Es así como la fe cristiana no puede aceptar “revelaciones” que pretenden superar o corregir la Revelación de la cual Cristo es el cumplimiento, como es el caso de ciertas religiones no cristianas y también de ciertas sectas recientes que se fundan en tales “revelaciones” .

SIGUEN EXISTIENDO LAS REVELACIONES PRIVADAS

Pero así como algunos en círculos no católicos han afirmado que la era de los milagros ha terminado, algunos han afirmado que la época de la revelación, incluso revelación privada ha terminado.

Sin embargo, esto es algo que la Escritura nunca dice.
.
Ninguno de los autores del Nuevo Testamento dice que Dios va a dejar de usar visiones y fenómenos relacionados antes de la Segunda Venida.

San Pablo expresa la actitud cristiana apropiada hacia estos fenómenos de esta manera:

No apaguéis el Espíritu. No desprecies declaraciones proféticas. Probad todo y quedaos con lo bueno (1 Tesalonicenses 5:19-21.).

Los Padres de la Iglesia eran de la misma opinión.

Cuando la Era Apostólica se cerró y comenzó la era de los Padres, no pensaron que Dios había dejado de repente de dar visiones.

Reconocieron que las nuevas visiones no estaban en el mismo plano que la revelación que se encuentra en la Biblia (revelación pública), pero reconocieron la continua presencia de las revelaciones privadas en la Iglesia.

No fue hasta la época de la Reforma Protestante que la gente comenzó a negar el concepto.

Esta distinción entre las revelaciones nos lleva a considerar que características debemos pedir a un vidente para darle credibilidad

Mística Mamma Natuzza y Obispos
Mística Mamma Natuzza y Obispos

¿ES NECESARIO QUE UN MÍSTICO AUTÉNTICO TENGA UN CARÁCTER MORAL IMPECABLE?

Al discernir las vidas de los visionarios, ¿qué debilidades y defectos son permisibles?

A todos nos gusta pensar en nuestros santos y místicos favoritos como rebosantes de virtud, tan «blancos como la nieve recién caída».

Sin embargo, todos reconocemos que nadie es perfecto, reconociendo el principio bíblico de que «todos han pecado, y están destituidos de la gloria de Dios» (Romanos 3:23).

Sin embargo, esto plantea una pregunta con la que tienen que lidiar todos los que tratan de discernir a los presuntos videntes y místicos.

¿Puede un auténtico místico / vidente / profeta tener faltas graves? ¿Qué debilidades o pecados son aceptables al discernir a un vidente?

O, de otra manera, ¿qué pecados podrían impedir que una persona reciba comunicaciones y revelaciones privadas del cielo?

San Agustin
San Agustin

DAVID Y SAN AGUSTÍN

En el Antiguo Testamento, en la historia del rey David encontramos a un vidente y siervo de Dios que en cierto momento cometió dos pecados «mortales» muy graves: el adulterio y luego el asesinato.

Pero debido a su increíblemente y profundo arrepentimiento después, Dios continuó trabajando con él y a través de él, durante el resto de su vida notable.

O, una vez más, estudiando la vida del gran San Agustín, el universalmente aclamado Doctor de la Iglesia, encontramos que en sus primeros años antes de su extraordinaria conversión había llevado una vida bastante inmoral.

Teniendo un hijo fuera de matrimonio, junto diversas actividades mundanas cuestionables.

Y quién podría olvidar su declaración digna de mención: «¡Señor, concédeme la castidad y la continencia, pero todavía no!».

Sin embargo, en su defensa encontramos que en los años posteriores a su conversión llevó una vida de piedad sólida y virtud heroica, como la propia Iglesia ha declarado oficialmente.

Santa María de Egipto
Santa María de Egipto

EL CASO DE SANTA MARÍA DE EGIPTO

Podemos encontrar otro ejemplo en la historia de Santa María de Egipto.

Donde nos encontramos a una mujer que, a la edad de 12 años, huye de casa y poco después se convierte en prostituta en la ciudad de Alejandría.

Ella continuó viviendo una vida extremadamente disoluta hasta que a los 17 años viajó a Jerusalén para la gran Fiesta anual de la Exaltación de la Santa Cruz.

Ella emprendió el viaje como una especie de «anti-peregrinación», afirmando que esperaba encontrar en las multitudes de peregrinos en Jerusalén clientes más abundantes para su vida de prostitución.

Sus biógrafos revelan cómo ella se ayudó a pagar su pasaje a Jerusalén ofreciendo favores sexuales a otros peregrinos, y ella continuó su estilo de vida habitual por un corto tiempo en Jerusalén.

Dios sin embargo tenía otros planes para ella.

Mientras trataba de entrar en la Iglesia del Santo Sepulcro para la celebración, la entrada le fue prohibida por una fuerza invisible.

Al darse cuenta de que esto se debía a su impureza, se sorprendió con el remordimiento, y al ver un icono de Theotokos (la Virgen María) fuera de la iglesia, oró pidiendo perdón y prometiendo renunciar a su vida de pecado.

Después de venerar la reliquia de la verdadera cruz, regresó al icono de la Santísima Virgen María para dar gracias y de repente oyó que la Virgen María le hablaba, diciéndole:

«Si cruzas el Jordán, encontrarás descanso para tu alma.»

Luego fue al Jordán y terminó en el Monasterio de San Juan Bautista, a orillas del río Jordán, donde se confesó y después recibió la Santa Comunión.

A la mañana siguiente, cruzó el Jordán y se retiró al desierto para vivir el resto de su vida como una ermitaña en penitencia y reparación por sus pecados.

Y así, el simple hecho es que la historia de la Iglesia está repleta de pecadores convertidos en santos.

Una parte de los cuales fueron, o se convirtieron, en místicos y videntes.

Estatua de san Francisco de Asís
Estatua de san Francisco de Asís

¿VIDENTES Y MÍSTICOS PURITANOS?

Sin embargo, la pregunta que se plantea aquí es si debe un vidente / místico / profeta tener una naturaleza moral impecable.

¿Hasta qué grado se permite el pecado en sus vidas?

Encontramos gran parte de las respuestas en el documento vaticano titulado «Normas relativas a la manera de proceder en el discernimiento de presuntas apariciones o revelaciones».

Donde bajo el título de «Criterios negativos» encontramos una directiva:

Actos gravemente inmorales cometidos por el sujeto o sus seguidores cuando el hecho [ej. Aparición] ocurrió, o en relación con él.

Así, según la posición oficial de la Iglesia, los «actos gravemente inmorales» constituirían criterios negativos, es decir, serían evidencia confiable de que el místico / vidente / profeta es falso.

Dada la posición de la Iglesia en esta materia, estrictamente hablando, un vidente / místico / profeta no puede (o ya no seguirá siendo) un místico auténtico durante el tiempo en que cometa un pecado grave y serio.

Porque los efectos del pecado mortal intencional inhiben e impiden la revelación directa de Dios en tal persona.

Por ejemplo, después de los pecados de adulterio y asesinato de David, vemos en las Escrituras que Dios ya no le habló directamente, sino que le habló a través del profeta Natán.

san pablo escribiendo
San Pablo

¿Y QUÉ PASA CON LOS PECADOS MENOS GRAVES?

Por ejemplo que un vidente parece jactarse a veces o que aparentemente carece de un espíritu de humildad a veces, o que carece de caridad en sus declaraciones y acciones hacia los demás

O que siempre es rápido para defenderse en lugar de sufrir en su mayor parte las acusaciones con humildad y silencio

O quizás una que parece saborear la comida y beber excesivamente, o carece de un espíritu de mortificación.

Reconocemos que los pecados menores o «veniales» son simplemente parte de nuestra condición.

Y que ni siquiera los santos son perfectos, sino que «buscan sinceramente ser perfectos, como el Padre celestial es perfecto».

Sin embargo, uno debe esperar que un vidente sea una persona que busque vigorosamente vivir el Evangelio en todas las áreas de su vida.

Que trata de agradar a Dios en todas sus acciones, siendo obediente a las enseñanzas de la Iglesia.

Y vive una vida penitencial y de sacrificio con un espíritu de oración, alegría y acción de gracias.

En resumen, una persona que sigue fervorosamente las huellas de Jesús.

De modo que, aunque nosotros no debamos necesariamente dejar de lado a un supuesto místico que, por ejemplo, tiene un apego serio al café, podemos y debemos rechazar a cualquier supuesto místico que cometa cualquier forma de pecado grave y serio.

Pero cuando se trata de discernir místicos y videntes, desde el principio todos ellos deben recibir una presunción inicial de sinceridad y buena voluntad.

Y se debe discernir cuidadosamente y con neutralidad sus mensajes y su misión, dándoles una audiencia justa y sincera.

Porque es verdaderamente lamentable ver que han existido y existen más aún hoy místicos rechazados sumariamente por ciertos miembros dentro de la Iglesia, sin siquiera una audiencia preliminar o una consideración razonable.

¿Quién hubiera pensado jamás que Saulo de Tarso, ferviente perseguidor de los primeros cristianos, se convertiría – por intercesión de Jesús – en el gran San Pablo, el infatigable apóstol de la Iglesia?

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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Impresionantes Encuentros con Almas del Purgatorio

Una gran diferencia que tienen los católicos con los protestantes es respecto a las apariciones.

Los protestantes juzgan que cualquier aparición en la Tierra es de fantasmas demoníacos.

Mientras que los católicos piensan que pueden ser santos, almas del purgatorio.

O almas que aún no han partido, como han encontrado el Padre Fortea y otros en exorcismos.

Por lo tanto, ¿los católicos creen en los fantasmas buenos? ¡Absolutamente, si son de estas tres categorías que mencionamos!

De modo que no sólo los santos se aparecen a la gente ocasionalmente. La historia también registra las visitas de los que están en el purgatorio.

Los fantasmas, definidos como espíritus desincorporados, espíritus humanos (en oposición a los ángeles), son una de las formas que conocemos acerca del purgatorio.

La leyenda de oro de Jacobo de la Voragine, que salió en el gran siglo XIII, trataba sobre este tema y se convirtió en uno de los libros más populares de la Edad Media.

Estos encuentros con las almas en el purgatorio generalmente implican petición de oraciones, tanto en el medioevo como ahora.

En la Leyenda Dorada vemos una larga lista de tales encuentros con los fantasmas buenos o espíritus del purgatorio.

Estas historias deben recordarnos que todavía estamos conectados con nuestros amigos y familiares que han muerto; cosa que descreen los protestantes.

Y que realmente podemos ayudarles y debemos recordarlos todos los días en oración y hacer misas para ellos.

Veamos algunas historias.

   

LAS ALMAS DE LOS MUERTOS SON ARREBATADAS DE LOS DEMONIOS

San Pedro Damián dijo que en Sicilia, en la isla de Vulcano, Santa Odille escuchó voces y aullidos de los demonios, que se quejaban fuertemente porque las almas de los muertos eran arrebatadas de sus manos por limosnas y oraciones.

Ordenó que debían hacerse y celebrarse la fiesta y el recuerdo de los que habían salido de este mundo en todos los monasterios al día siguiente de la fiesta de Todas los Santos.

Cosa que fue aprobada después por la Santa Iglesia….

  

UN ALUMNO SE APARECE A UN MAESTRO

Había un maestro que era canciller en París, llamado Silo, que tenía un alumno enfermo, y le rogó que después de su muerte volviera a él y le dijera de su estado.

Y le prometió que lo haría, luego de morir.

Un tiempo después se le apareció vestido con una capa escrita llena de argumentos falaces y sofismas, era de pergamino y llena de llamas de fuego.

Y el canciller le exigió que le contara que sucedía.

Él le dijo: Esta capa me pesa más que una piedra de molino o una torre.

Y me es dada a llevar, por la gloria que tuve en mis sofismas y argumentos sofísticos; es decir, engañosos y falaces.

Las pieles son ligeras, pero la llama de fuego dentro de los tormentos me quema.

Cuando el maestro juzgó que el dolor era luz, el alumno muerto le dijo, que extendiera su mano y sintiera su dolor.

Extendió su mano, y aquel otro dejó caer una gota de su sudor en ella, y la gota atravesó su mano antes de lo que una flecha pudiera atravesarla, por lo que sintió un tormento indecible.

El muerto dijo: Yo estoy con tal dolor.

Y entonces el canciller teniendo miedo del cruel dolor que había sentido, concluyó la decisión de abandonar el mundo, y entró en la religión con gran devoción.

  

EL PURGATORIO VIVIDO EN EL LUGAR DONDE SE COMETIERON LOS PECADOS

A veces las almas son castigadas en los lugares donde han pecado, como aparece en un ejemplo que San Gregorio recita en el cuarto libro de sus Diálogos.

Dice que había un sacerdote que usaba con demasiado gusto un baño.

Y cuando entraba encontró a un hombre al que conocía que estaba siempre dispuesto a servirle.

Sucedió que un día, el sacerdote le dio el  pan sagrado por su diligente servicio y como recompensa.

Y llorando dijo: Padre, ¿por qué me das esto?

No lo comeré, porque es santo.

Yo era un señor de este lugar, pero después de mi muerte, fui enviado a servir aquí por mis pecados.

Pero te ruego que ofrezcas este pan a Dios Todopoderoso por mis pecados y que sepas con certeza que tu oración será oída.

Cuando entonces vengas a lavarte ya no me encontrarás.

Y entonces este sacerdote ofreció una semana de sacrificio entero a Dios por él, y cuando volvió no lo encontró.

  

EN EL PURGATORIO SE PURGA HASTA EL DOLOR

En cuanto al aprovechamiento de las oraciones de amigos aparece el ejemplo de Paschasius, de quien Gregorio cuenta en el cuarto libro de sus Diálogos.

Y dice que había un hombre de gran santidad y virtud.

En un momento, dos fueron escogidos para que sean papas, pero sin embargo al final la Iglesia se lo concedió a uno de ellos

Este Paschasius se molestó por el dolor sufrido y se quedó con este dolor hasta la muerte, porque no fue elegido.

Estando muerto, el féretro estaba cubierto con un paño llamado dalmático, y uno que estaba enojado con un diablo fue traído allí, tocó la tela, y de inmediato se puso oscura.

Mucho tiempo después, cuando San Germain, obispo de Capua, fue a lavarse en un baño para su salud, encontró al diácono Paschasius allí en una aparición.

Viéndolo temió, y se preguntó qué cosa tan grande había puesto a un hombre tan santo allí.

Él le dijo que él estaba en el purgatorio por ninguna otra causa más que por su dolor.

Y dijo: Te pido que ores a nuestro Señor por mí. Sé que serás oído, porque cuando vuelvas, no me encontrarás aquí.

Entonces el obispo oró por él, y cuando volvió no lo encontró.

  

LOS MUERTOS SE LEVANTAN CONTRA LOS QUE NO ORAN POR ELLOS

Pedro, Abad de Cluny, dice que había un sacerdote que cantaba todos los días una Misa de Réquiem para todas las almas cristianas.

Y por eso fue acusado al obispo, y suspendido por lo tanto de su oficio.

Cuando el obispo pasó un día de gran solemnidad por el camposanto, todos los muertos se levantaron contra él.

Y decían: Este obispo no nos hace misa, y sin embargo nos ha quitado a nuestro sacerdote, ahora él estará seguro de que al menos que lo modifique, morirá.

Entonces el obispo absolvió al sacerdote, y se cantó alegremente por los que se fueron de este mundo.

Y así parece que las oraciones de los vivos son provechosas para los que se han marchado.

  

LOS MUERTOS TAMBIÉN VIENEN A AVISARNOS

También dice que cuando un caballero estaba acostado en su cama con su esposa comenzó a hablar mal de un caballero que estaba muerto, y había estado familiarizado con él.

Y luego este caballero, del cual hablaron, entró en la habitación y le dijo:

Amigo, no tengas malas sospechas de ningún hombre, pero perdóname si te he ofendido.

Y cuando le preguntó su estado, respondió:

Estoy atormentado por diversos tormentos y dolores.

Y sobre todo porque he profanado el cementerio y mandado un hombre a él, y lo he despojado de su manto que llevaba, el cual llevo.

Y es más pesado que una montaña.

Y entonces pidió al caballero para que orase por él.

El caballero viviente prometió que oraría por él, y entonces el muerto dijo:

Y te digo que este día en dos años morirás y desaparecerás.

Este caballero cambió su vida para mejor y en el día predicho se durmió en nuestro Señor.

  

UNA MONJA MUERTA VISITÓ LA TIERRA Y DEJÓ SU HUELLA

Quedó una huella de la mano de la Hermana Teresa M. Gesta, en su visita desde el purgatorio en el Convento de las Terciarias Franciscanas, Foligno, Italia

El día 4 de noviembre de 1859 había muerto de apoplejía fulminante, en el convento de Terciarias Franciscanas de Foligno, una buena hermana llamada Teresa Margarita Gesta.

Fue por muchos años maestra de las novicias, y a la vez encargada de la pobre ropería del monasterio.

Había nacido en Córcega, en Bastia, en 1797 y había entrado en el monasterio en febrero de 1826.

Doce días después de la muerte de sor Teresa, el 17 de noviembre, la hermana Ana Felicia, que la había ayudado y que la reemplazó después de su muerte, iba a entrando en la ropería, cuando oye gemidos que parecían salir del interior del aposento.

Algo azorada, se apresuró a abrir la puerta: no había nadie.

Dejándose oír nuevos gemidos, a pesar de su ordinario valor, sintió miedo.

“¡Jesús, María!; –exclamó – ¿qué es esto?”.

Aún no había concluido, cuando oyó una voz lastimera, acompañada de este doloroso suspiro:

“¡Oh, Dios mío! ¡Cuánto sufro! Oh Dios! ¡Peno tanto!”. 

La hermana, estupefacta, reconoció pronto la voz de la pobre sor Teresa. Se repone como puede, y le pregunta:

“¿Y por qué?” 

“A causa de la pobreza”, responde sor Teresa.

“¡Cómo!… – replica la hermana – ¡vos que erais tan pobre!”

“No es por mí misma, sino por las hermanas, a quienes he dejado demasiada libertad en este punto. Y tú ten cuidado de ti misma”. 

Y al mismo instante la sala se llenó de un espeso humo, y la sombra de sor Teresa apareció dirigiéndose hacia la puerta, deslizándose a lo largo de la pared.

Llegando cerca de la puerta, exclamó con fuerza:

“He aquí un testimonio de la misericordia de Dios”.

Y diciendo esto tocó el tablero superior de la puerta, dejando perfectamente estampada en la madera calcinada su mano derecha, y desapareciendo en seguida.

La pobre sor Ana Felicia se había quedado casi muerta de miedo. Se puso a gritar y pedir auxilio.

Llega una de sus compañeras, luego otra y después toda la Comunidad; la rodean y se admiran todas de percibir un olor a madera quemada.

Buscan, miran y observan en la puerta la terrible marca, reconociendo pronto la forma de la mano de sor Teresa, que era notablemente pequeña.

Espantadas, huyen, corren al coro, se ponen en oración, y olvidando las necesidades de su cuerpo, se pasan toda la noche orando, sollozando y haciendo penitencia por la pobre difunta, y comulgando todas por ella al día siguiente.

Espárcese por fuera la noticia; los Religiosos Menores, los buenos sacerdotes amigos del monasterio y todas las comunidades de la población unen sus oraciones y súplicas a las de las Franciscanas.

Este rasgo de caridad tenía algo de sobrenatural y de todo punto insólito.

Sin embargo, la hermana Ana Felicia, aun no repuesta de tantas emociones, recibió la orden formal de ir a descansar.

Obedece, decidida a hacer desaparecer a toda costa en la mañana siguiente la marca carbonizada que había causado el espanto de todo Foligno.

Mas, he aquí que sor Teresa Margarita se le aparece de nuevo.

“Sé lo que quieres hacer; – le dice con severidad –; quieres borrar la señal que he dejado impresa.

Sabe que no está en tu mano hacerlo, siendo ordenado por Dios este prodigio para enseñanza y enmienda de todos.

Por su justo y tremendo juicio he sido condenada a sufrir durante cuarenta años las espantosas llamas del purgatorio, a causa de las debilidades que he tenido a menudo con algunas de nuestras hermanas.

Te agradezco a ti y a tus compañeras tantas oraciones, que en su bondad el Señor se ha dignado aplicar exclusivamente a mi pobre alma; y en particular los siete salmos penitenciales, que me han sido de un gran alivio”.

Después, con apacible rostro, añadió:

“¡Oh, dichosa pobreza, que proporciona tan gran alegría a todos los que verdaderamente la observan!”.

Y desapareció.

Por fin, al siguiente día, el 19, sor Ana Felicia, habiéndose acostado y dormido, a la hora acostumbrada, oye que la llaman de nuevo por su nombre, despiértase sobresaltada, y queda clavada en su postura sin poder articular una palabra.

Esta vez reconoció también la voz de sor Teresa, y al mismo instante se le apareció un globo de luz muy resplandeciente al pie de su cama, iluminando la celda como en pleno día, y oyó que sor Teresa con voz alegre y de triunfo, decía estas palabras:

“Fallecí un viernes, día de la Pasión y otro viernes me voy a la Gloria… ¡Llevad con, fortaleza la cruz!… ¡Sufrid con valor!”.

Se transfigura en una nube ligera, blanca, deslumbrante, y volando al cielo desaparece.

Y añadió con dulzura: “¡Adiós! ¡adiós! ¡adiós!…”.

Abrióse en seguida una información canónica por el obispo de Foligno y los magistrados de la población.

El 23 de noviembre, en presencia de un gran número de testigos, se abrió la tumba de sor Teresa Margarita, y la marca calcinada de la pared se halló exactamente conforme a la mano de la difunta.

El resultado de la información fue un juicio oficial que consignaba la certeza y la autenticidad de lo que acabamos de referir.

En el convento se conserva con veneración la puerta con la señal calcinada.

La Madre abadesa, testigo del hecho, se ha dignado enseñármela (dice Mons. de Ségur), y mis compañeros de peregrinación y yo hemos visto y tocado la madera que atestigua de modo tan temible que las almas que, ya sea temporal, ya sea eternamente, sufren en la otra vida la pena del fuego, están compenetradas y quemadas por el fuego.

Cuando, por motivos que sólo Dios conoce, les es dado aparecer en este mundo, lo que ellas tocan lleva la señal del fuego que les atormenta.

Parece que el fuego y ellas no forman más que uno; es como el carbón cuando está encendido.

  

SEREMOS JUZGADOS EN EL AMOR

Estas sobrecogedoras historias, escritas en un lenguaje antiguo y en ocasiones poco claro para nuestras mentes modernas, nos deben abrir los ojos en cuanto a nuestro futuro después de la muerte.

En primer lugar, podemos analizar nuestra vida.

Llevamos una vida tranquila, repleta de obligaciones casi siempre destinadas a cubrir nuestras necesidades físicas y materiales.

No entra en nuestro pensamiento que algún día vamos a morir.

Aunque muchas veces citamos algunos dichos que tienen relación con la muerte: “Nadie queda para semilla”, “Todos vamos a morir”, “No somos nada”, etc. etc.

Pero la auténtica verdad es que preferimos pensar que somos inmortales.

Malas noticias: no lo somos.

Y no debemos olvidar que esta vida es una prueba y que dependerá de lo que hagamos en ella, nuestra suerte cuando finalice.

Una cosa puede tranquilizarnos: seremos juzgados en el Amor.

Si hemos sido amables, misericordiosos y auténticamente caritativos con los que están a nuestro alrededor o se nos acercan circunstancialmente, el Señor actuará con nosotros de la misma manera.

Esto no quiere decir que debemos abrir la mano y dejar caer en la del que nos suplica alguna cosa que nos sobra.

Amar es ver a Cristo en el que tenemos enfrente.

Ser caritativos y misericordiosos es tratar de entregar algo de lo que se nos pide, aunque nos cueste.

Es muy común entre nosotros, aún de los católicos, tener preparados paquetes de ropa que no usamos y que muchas veces está para tirar, para dárselos al primer pobre que golpee nuestra puerta.

Pero, ¿será eso lo que necesita esa persona?

Tal vez está precisando algo de comer, o dinero para comprar un medicamento. O para trasladarse lejos por un problema familiar.

¿Somos capaces de abrir nuestra cartera y entregar un billete a quien no conocemos?

Y si no lo hacemos, ¿será porque pensamos que la persona se lo va a gastar en bebida o droga?

Pensemos a la luz del Evangelio: ¿en qué lugar se nos enseña que debemos juzgar los motivos del que nos pide ayuda?

Cuando alguien se acercaba a Jesús para pedirle que lo curara, ¿Jesús le decía “No, porque tú te has portado mal”?

¿Por qué entonces de repente pontificamos sobre la conducta de aquellos a quienes ayudamos o dejamos de ayudar?

Es muy común escuchar decir, aún entre personas que se consideran caritativas:: “yo dinero no doy, doy ropa para que la lleven a vender”.

No hagamos de nuestro dinero un ídolo, no es digno de un discípulo de Cristo.

Pensemos por un momento que somos nosotros los que estamos golpeando a la puerta de otro para pedir ayuda.

Y nos entregan una gran bolsa de ropa que no nos va a servir para nada en lo inmediato, porque nadie puede pagar un boleto de ómnibus o un medicamento en la farmacia con una bolsa de ropa.

Pensemos un poco más allá. Pensemos en nuestro Purgatorio.

¿¡Hemos tomado conciencia de que el Purgatorio es una purificación en un fuego de amor?

¿Y que no saldremos de él hasta que no hayamos llegado al nivel de Amor que Jesús nos pidió?

Entonces, si sabemos que no nos vamos a llevar nada de lo material que tenemos, ¿por qué no dejamos de hacer pegotes de falsa caridad y empezamos a vivir nuestro Purgatorio acá y repartimos auténtico y verdadero amor?

Y en segundo lugar, pensemos en los que ya están en él.

Dios eligió ponernos como fiadores por ellos.

O sea, que está en nuestras manos el que esas almas puedan acelerar el tiempo de su subida al Cielo.

Y aquí se nos vuelve a interpelar en el amor. El Señor nos prueba también en esto.

Ha habido personas muy fieles, muy devotas y caritativas, incluyendo sacerdotes, que nunca se preocuparon por las almas del Purgatorio.

Esas personas, al morir, no importa lo bondadosas que hayan sido, debieron pasar un tiempo en el Purgatorio por la omisión cometida.

Las almas del Purgatorio son muy amadas por Dios, son hijos que se arrepintieron de sus pecados y los confesaron, pero no pagaron totalmente la deuda con el Señor.

A Jesús no le gusta que las almas sufran, sin embargo, ha dicho que “Su Justicia lo exige”.

Entonces, seamos doblemente generosos, con los vivos a los que podemos ayudar de corazón y con los que partieron y necesitan de nosotros para dejar de sufrir.

Si lo hacemos, la paz del Señor descenderá de forma especial sobre nosotros, y comenzaremos a vivir desde la tierra nuestro Cielo.

Y tengamos presente que las oraciones y las bendiciones de aquellos a los que hemos ayudado, acá o en el Purgatorio, nos ayudarán a llegar pronto al Paraíso.

Fuentes:



María de los Ángeles Pizzorno de Uruguay, Escritora, Catequista, Ex Secretaria retirada

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Cómo fue la Visita de los REYES MAGOS al Pesebre de Belén según los VIDENTES

Varias místicas tuvieron visiones sobre el viaje de los Reyes Magos, la Estrella de Belén y la adoración de estos a Jesús niño.

Rafael Brown en «La Vida de María según lo visto por los místicos» reseña las visiones de Catalina Emmerich, María Valtorta, María de Jesús de Agreda, Santa Brígida de Suecia.

En este artículo resumiremos la reseña de Rafael Brown y comenzaremos a narrar las visiones de Catalina Emmerich, que lo haremos en tres artículos debido a su longitud.

   

EL ANUNCIO PARA QUE LOS REYES MAGOS SE PONGAN EN CAMINO

La Madre de Dios sabía por iluminación sobrenatural que en la noche de Navidad un ángel había sido enviado para anunciar el nacimiento del Salvador de la humanidad a los tres Reyes Magos de Oriente.

Y también sabía que pronto llegarían a adorar al Niño Jesús en el establo.

Sin embargo, cuando San José sugirió que se movieran a una vivienda más cómoda en Belén, María respondió simplemente, sin revelar el misterio:

“Mi esposo y señor, dondequiera que usted desee ir, voy a seguirte con gran placer”

En ese momento los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel se aparecieron a los dos y dijeron:

“La Divina Providencia ha ordenado que los tres reyes de este mundo vengan del Oriente en busca del Rey del cielo, y adorarán al Verbo encarnado en este mismo lugar. Ya llevan diez días de camino y llegarán en breve”. 

Por lo tanto, José y María se dedicaron a la preparación de la gruta para la visita de los Reyes.

Y durante los siguientes días la Virgen vio en visiones a los magos viajar juntos a través de los desiertos al este de Tierra Santa.

Los tres Reyes, cuyos nombres (según la tradición) eran Gaspar, Baltasar y Melchor, gobernaron sobre lo que hoy es Irak e Irán.

Gaspar de la Mesopotamia, el más joven, era de color marrón claro, Baltasar de Partia era de color marrón oscuro, mientras que Melchor de los Medos, el mayor, era más bien corpulento y tenía una tez trigueña.

Los tres eran hombres inusualmente justos y honorables y también eran grandes eruditos y estudiosos de la religión.

A través de su conocimiento de las profecías del Antiguo Testamento y de ciertas tradiciones de sus propios pueblos, creían en la venida del Salvador de la humanidad. 

Y debido a que eran hombres amables, generosos y buenos, en la noche de Navidad se ganaron el privilegio de que los ángeles en un sueño les contaran que el rey largamente esperado de los Judíos acababa de nacer.

Que era el Redentor prometido y que fueron elegidos por el Señor para buscarlo y para honrarlo.

Aunque cada uno recibió esta revelación por separado, cada uno tuvo conocimiento de que también le había sido dada a los otros dos. 

Los tres Reyes se despertaron a la misma hora de la noche, llenos de alegría extraordinaria, y postrándose en el suelo humildemente agradecidos adoraron a Dios Todopoderoso.

Entonces decidieron irse inmediatamente para la Tierra de Israel con el fin de adorar al Niño Divino.

   

LA APARICIÓN DE LAS ESTRELLA Y LA PUESTA EN CAMINO

Sin pérdida de tiempo prepararon los regalos y adquirieron los camellos y demás recursos y criados para su viaje.

Cada rey de repente percibió una hermosa estrella mística, que fue formada por los Ángeles

Y en esta estrella veían una visión simbólica de una Virgen y un niño con una cruz, que era el rey de una ciudad celestial y a quien todos los reyes de la tierra adoraban.

La estrella guió a los tres reyes magos de tal manera que a los pocos días que se juntasen.

Melchor había viajado más rápidamente que los otros porque su reino era más distante.

Los tres, que ya eran amigos íntimos, después de consultar acerca de sus revelaciones, quedaron aún más inflamados con devoción por el Rey recién nacido.

Y siguieron juntos su viaje, siempre bajo la guía de la estrella, que se podía ver tan claramente durante el día como por la noche.

Cada rey estuvo acompañado por cuatro o cinco amigos y familiares y un gran número de servidores, todos montados en camellos, dromedarios y caballos.

Por lo tanto la caravana consistía en cerca de doscientas personas.

El viaje a través de los desiertos, montañas y ríos de Caldea y Siria tomó casi un mes, a pesar del hecho de que los camellos y caballos eran inusualmente veloces.

Toda la caravana viajó en perfecto orden, y todo el mundo parecía estar lleno de alegría y sencilla devoción. 

A veces, mientras contemplaban la estrella mística, los reyes espontáneamente componían y cantaban cantos preciosos.

Por fin, después de cruzar el río Jordán, llegaron ante los muros de Jerusalén, la cual, debido a que era la capital de Israel, pensaban que era el lugar lógico de nacimiento del nuevo Rey de los Judíos.

Cuando se acercaban a la gran ciudad la estrella casi desapareció de su vista. 

   

EN JERUSALÉN Y CON EL REY HERODES

En la puerta de la ciudad preguntaron a algunos de los guardias, diciendo:

“¿Dónde está el Rey recién nacido de los Judíos, porque hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle”. 

Pero para su sorpresa, los guardias y otros judíos indicaron que no sabían nada sobre el nacimiento de un nuevo rey de Israel.

A continuación, a petición de los magos, enviaron mensajeros para concertar una entrevista con el rey Herodes en su palacio.

Y mientras esperaban, los tres reyes magos llegaron a estar muy desanimados y sólo recuperaron algo de su confianza después de un período de oración en silencio. 

Herodes había acordado ver a los Reyes a la mañana siguiente, la caravana acampó durante la noche en un gran patio. Pero los magos no pudieron dormir.

En vez, vagaron por la ciudad con guías, y estudiaron el cielo como si ellos estuvieran buscando a la estrella.

Pensaron que quizás Herodes quería ocultar al Niño Rey de ellos.

En realidad Herodes también estaba tan profundamente preocupado que no podía dormir, y durante la noche convocó a los sumos sacerdotes y doctores de la Ley para reunirse con él.

Y les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

Desenrollando sus escrituras y apuntando a un pasaje en el libro de Miqueas, le dijeron:

“En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta”.

Herodes quedó aún más perturbado y temeroso por su trono, y acto seguido resolvió en secreto dar muerte al Rey Niño. 

Llevando algunos de los sacerdotes con él, salió a un porche y trató en vano de ver la estrella de los magos.

Mientras tanto, los eruditos le instaron a no prestar atención a las historias fantásticas de los gobernantes de Oriente.

Porque ellos insistieron en que, si el Mesías hubiera nacido, ya se hubiera conocido tanto en el templo como en el palacio.

Al darse cuenta de lo impopular que era entre la gente, Herodes decidió mantener todo el asunto tranquilo.

Por lo tanto, recibió a los magos en secreto, al amanecer del día siguiente en una gran sala en la que se habían preparado refrescos y ramos de flores para sus huéspedes.

Después de haberles hecho esperar un rato, entró, acompañado de varios doctores de la Ley, y procedió a interrogar a los magos en relación con el momento en que la estrella había aparecido a ellos y en relación a todo lo que sabían sobre el Niño Rey.

Entonces Gaspar describió la visión que habían tenido de una Virgen y un niño real, que los reyes de la tierra adoraban, porque su reino era más grande que todos los reinos del mundo.

Después de decirles acerca de la profecía referente a Belén, Herodes hipócritamente pretendió que él también deseaba adorar al Rey Niño, y dijo a los Magos:

“Vayan y hagan una investigación minuciosa con respecto al niño, y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo”. 

Dejando al rey, muy incómodos y sin tomar ninguno de sus refrescos, los magos partieron con su caravana a Belén. 

   

HALLAN AL NIÑO RECIÉN NACIDO Y LE ADORAN

Poco después de que hubieron pasado la puerta de la ciudad, una vez más percibieron la estrella y estallaron en gritos de alegría y cantaron canciones.

Luego acamparon durante un rato y dijeron que algunas oraciones.

Y de repente una fuente de agua clara, fresca, brotó de la tierra delante de sus ojos. 

Tomando esto como un buen augurio, construyeron una pequeña piscina y dejaron que sus animales bebieran hasta saciarse. 

Los tres Reyes ahora comieron su primera comida desde que salieron de Jerusalén.

Más adelante en el día continuaron su camino sobre las colinas de Judea a Belén.

Cuando llegaron a la ciudad de David hacia la tarde, la estrella desapareció de nuevo, y se sintieron un poco ansiosos.

Ellos se dirigieron al Valle de los Pastores considerándolo un lugar adecuado para el campamento de la caravana durante la noche.

Después que sus servidores hubieron puesto una gran tienda de campaña, los tres reyes de pronto percibieron la estrella, con un brillo extraordinario sobre una colina cercana. 

A continuación, un haz de luz de fuego descendió desde la estrella a la gruta, y en este rayo los magos vieron una visión del Santo Niño.

Reverentemente se acercaron a la colina y encontraron la entrada del establo. 

Gaspar abrió la puerta y vio a la humilde Madre de Dios sentado con el Niño Jesús en el otro extremo de la cueva, que estaba llena de una luz celestial.

Tanto la madre como el niño eran iguales a lo que los Reyes habían visto en la visión de un mes antes.

San José y un viejo pastor salieron de la cueva, y los magos le dijeron muy simple y modestamente que habían venido a adorar al recién nacido Rey de los Judíos y ofrecerle sus dones.

Con lo que José les dio la bienvenida con amabilidad y cordialidad.

Luego, acompañados por el pastor, regresaron a su tienda de campaña con el fin de prepararse para la ceremonia solemne que planearon en honor al Salvador.

Después de haber reunido sus regalos se pusieron sus grandes capas blancas de seda, y se encaminaron a la gruta en una procesión ordenada, con sus familiares y sirvientes.

Cuando María supo que los magos se acercaban, ella le pidió a San José a permanecer a su lado.

Y ella con calma les esperó, de pie con su hijo en brazos, la cabeza y los hombros cubiertos con un velo, en perfecta modestia y belleza, con una luz celeste que brilla en su rostro, derramando sobre ella una majestad que era más que humana, incluso en medio de la extrema pobreza del establo.

Los tres reyes entraron en la gruta.

En su primera vista a la madre y al niño, estaban abrumados con reverencia y admiración, y sus corazones puros se desbordaban con una alegre devoción.

Por un permiso especial de Dios también percibieron la multitud de ángeles resplandecientes que asistían al Rey de reyes.

Luego, los tres reyes magos se postraron al mismo tiempo muy humildemente en el suelo y adoraron fervientemente al Divino Infante, y le reconocieron como su Señor y Maestro, y como el Salvador de toda la humanidad.

reyes magos

   

LA VISIÓN DE LA BEATA ANA CATALINA EMMERICH

Este es el relato de la beata Ana Catalina Emmerich del viaje de los Reyes Magos hasta llegar para la adoración al Niño de Belén, a quienes fue acompañando en su camino.

La visión comienza con el presentimiento que tiene la Virgen María de la llegada de los Reyes Magos mientras ellos van avanzando en su camino, y culmina con su llegada y el relato de los ritos de adoración que realizaron.

Lo entregamos en tres partes:

  

María había tenido una visión de la próxima llegada de los Reyes, cuando éstos se detuvieron con el rey de Causur, y vio también que este rey quería levantar un altar para honrar al Niño…

Comunicólo a José y a Isabel, diciéndoles que sería preciso vaciar cuanto se pudiera la gruta del Pesebre y preparar la recepción de los Reyes. María se retiró ayer de la gruta por causa de unos visitantes curiosos, que acudieron muchos más en estos últimos días.

Hoy Isabel se volvió a Gruta en compañía de un criado. En estos dos últimos días hubo más tranquilidad en la gruta del Pesebre y la Sagrada Familia permaneció sola la mayor parte del tiempo.

Una criada de María, mujer de unos treinta años, grave y humilde, era la única persona que los acompañaba.

Esta mujer, viuda, sin hijos, era parienta de Ana, quien le había dado asilo en su casa.

Había sufrido mucho con su esposo, hombre duro, porque siendo ella piadosa y buena, iba a menudo a ver a los esenios con la esperanza del Salvador de Israel.

El hombre se irritaba por esto, como hacen los hombres perversos de nuestros días, a quienes les parece que sus mujeres van demasiado a la iglesia. Después de haber abandonado a su mujer, murió al poco tiempo.

Aquellos vagabundos que, mendigando, habían proferido injurias y maldiciones cerca de la gruta de Belén, e iban a Jerusalén para la fiesta de la Dedicación del Templo, instituida por los Macabeos, no volvieron por estos contornos.

José celebró el sábado bajo la lámpara del Pesebre con María y la criada.

Esta noche empezó la fiesta de la Dedicación del Templo y reina gran tranquilidad.

Los visitantes, bastante numerosos, son gentes que van a la fiesta. Ana envía a menudo mensajeros para traer presentes e inquirir noticias.

Como las madres judías no amamantan mucho tiempo a sus criaturas, sino que les dan otros alimentos, así el Niño Jesús tomaba también, después de los primeros días, una papilla hecha con la médula de una especie de caña.Es un alimento dulce, liviano y nutritivo.

José enciende su lámpara por la noche y por la mañana para celebrar la fiesta de la Dedicación.

Desde que ha empezado la fiesta en Jerusalén, aquí están muy tranquilos.

Llegó hoy un criado mandado por Santa Ana trayendo, además de varios objetos, todo lo necesario para trabajar en un ceñidor y un cesto lleno de hermosas frutas cubiertas de rosas.

Las flores puestas sobre las frutas conservaban toda su frescura.

El cesto era alto y fino, y las rosas no eran del mismo color que las nuestras, sino de un tinte pálido y color de carne, entre otras amarillas y blancas y algunos capullos. Me pareció que le agradó a María este cesto y lo colocó a su lado.

Mientras tanto yo veía varias veces a los Reyes en su viaje. Iban por un camino montañoso, franqueando aquellas montañas donde había piedras parecidas a fragmentos de cerámica. Me agradaría tener algunas de ellas, pues son bonitas y pulidas.

Hay algunas montañas con piedras transparentes, semejantes a huevos de pájaros, y mucha arena blancuzca.

Más tarde vi a los Reyes en la comarca donde se establecieron posteriormente y donde Jesús los visitó en el tercer año de su predicación.

Me pareció que José, deseando permanecer en Belén, pensaba habitar allí después de la Purificación de María y que había tomado ya informes al respecto.

Hace tres días vinieron algunas personas pudientes de Belén a la gruta.

Ahora aceptarían de muy buena gana a la Sagrada Familia en sus casas; pero María se ocultó en la gruta lateral y José rehusó modestamente sus ofrecimientos.

Santa Ana está por visitar a María.

La he visto muy preocupada en estos últimos días revisando sus rebaños y haciendo la separación de la parte de los pobres y la del Templo.

De la misma manera la Sagrada Familia reparte todo lo que recibe en regalos.

La festividad de la Dedicación seguía aún por la mañana y por la noche, y deben de haber agregado otra fiesta el día 13, pues pude ver que en Jerusalén hacían cambios en las ceremonias.

Vi también a un sacerdote junto a José, con un rollo, orando al lado de una mesa pequeña cubierta con una carpeta roja y blanca.

Me pareció que el sacerdote venía a ver si José celebraba la fiesta o para anunciar otra festividad.

En estos últimos días la gruta estuvo muy tranquila porque no tenía visitantes.

La fiesta de la Dedicación terminó con el sábado, y José dejó de encender las lámparas.

El domingo 16 y el lunes 17 muchos de los alrededores acudieron a la gruta del Pesebre, y aquellos mendigos descarados se mostraron en la entrada.

Todos volvían de las fiestas de la Dedicación.

El 17 llegaron dos mensajeros de parte de Ana, con alimentos y diversos objetos, y María, que es más generosa que yo, pronto distribuyó todo lo que tenía.

Vi a José haciendo diversos arreglos en la gruta del pesebre, en las grutas laterales y en la tumba de Maraha. Según la visión que había tenido María, esperaban próximamente a Ana y a los Reyes Magos.


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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Tres Revelaciones Místicas sobre el Santo Nombre de María

El mes de setiembre es prolífico en celebraciones de Nuestra Madre María Santísima

El 8 festejamos su Nacimiento, el 12 su Santo Nombre y el 14, en la Exaltación de la Cruz sus dolores.

El 15 los dolores de María y el 24 una gran advocación como Nuestra Señora de la Merced.

En este artículo presentamos tres revelaciones sobre el Santo Nombre.

 

REVELACIONES PROFÉTICAS DE SANTA BRÍGIDA DE SUECIA

Capítulo 9: Palabras de la Reina de los Cielos a su querida hija sobre el hermoso amor que el Hijo profesaba a su Madre Virgen.

Sobre cómo la Madre de Cristo fue concebida en un matrimonio casto y santificada en el vientre de su madre.

Sobre cómo ascendió en cuerpo y alma al Cielo.

Sobre el poder de su nombre.

Y sobre los ángeles asignados a los hombres para el bien o para el mal.

Yo soy la Reina del Cielo.

Ama a mi Hijo, porque él es el honestísimo y cuando lo tienes a Él tienes todo lo que es honesto.

Él es lo más deseable y cuando lo tienes a Él tienes todo lo que es deseable.

Ámalo, también, porque Él es virtuosísimo y cuando lo tienes a él tienes todas las virtudes.

Te voy a contar lo hermoso que fue su amor hacia mi cuerpo y mi alma y cuánto honor le dio a mi nombre. Él, mi hijo, me amó antes de que yo lo amara a Él, pues es mi Creador.

Él unió a mi padre y a mi madre en un matrimonio tan casto que no se puede encontrar a ninguna pareja más casta.

Nunca desearon unirse excepto de acuerdo a la Ley, sólo para tener descendencia.

Cuando el ángel les anunció que tendrían una Virgen por la cual llegaría la salvación del mundo, antes hubieran muerto que unirse en un amor carnal pues la lujuria estaba extinguida en ellos.

Te aseguro que, por la caridad divina y debido al mensaje del ángel, ellos se unieron en la carne, no por concupiscencia sino contra su voluntad y por su amor hacia Dios.

De esta forma, mi carne fue engendrada de su semilla a través del amor divino.

Cuando mi cuerpo se formó, Dios envió al alma creada dentro de Él desde su divinidad.

El alma fue inmediatamente santificada junto con el cuerpo y los ángeles la vigilaban y custodiaban día y noche.

Es imposible expresarte qué grandísimo gozo sintió mi madre cuando mi alma fue santificada y se unió a su cuerpo.

Después, cuando el curso de mi vida estuvo cumplido, mi Hijo primero elevó mi alma, por haber sido la dueña del cuerpo, a un lugar más eminente que los demás.

Cerca de la gloria de su divinidad.

Y después mi cuerpo, de forma que ningún otro cuerpo de criatura está tan cerca de Dios como el mío.

¡Mira cuánto amó mi Hijo a mi alma y cuerpo!

Hay personas, sin embargo, que maliciosamente niegan que yo haya sido ascendida en cuerpo y alma, y hay otras que simplemente no tienen mayor conocimiento.

Pero la verdad de ello es cierta: Fui elevada hasta la Gloria de Dios en cuerpo y alma.

¡Escucha ahora lo mucho que mi Hijo honró mi nombre!

Mi nombre es María, como dice el Evangelio.

Cuando los ángeles oyen este nombre, se regocijan en su conciencia y dan gracias a Dios por la grandísima gracia que obró en mí y conmigo, porque ellos ven la humanidad de mi Hijo glorificada en su divinidad.

Las almas del purgatorio se regocijan de especial manera, como cuando un hombre enfermo que está en la cama escucha alentadoras palabras de otros y esto agrada a su corazón haciéndole sentir contento.

Al oír mi nombre, los ángeles buenos se acercan inmediatamente a las almas de los justos, a quienes han sido dados como guardianes, y se regocijan en sus progresos.

Los ángeles buenos han sido adjudicados a todos como protección y los ángeles malos como prueba.

No es que los ángeles estén nunca separados de Dios sino que, más bien, asisten al alma sin dejar a Dios y permanecen constantemente en su presencia, mientras siguen inflamando e incitando al alma a que haga el bien.

 Los demonios todos se espantan y temen mi nombre.

Al sonido del nombre de María, sueltan inmediatamente a la presa que tengan en sus zarpas.

Lo mismo que un ave rapaz, cebada en su presa con sus garras, la deja en cuanto oye un ruido y vuelve después cuando ve que no pasa nada.

Igualmente los demonios dejan al alma, asustados, al oír mi nombre, pero vuelven de nuevo rápidos como una flecha a menos que vean que después se ha producido una enmienda.

Nadie está tan enfriado en el amor de Dios – a menos que esté condenado – que no se aleje del él el demonio si invoca mi nombre con la intención de no volver más a sus malos hábitos.

Y el demonio se mantiene lejos de él a menos que vuelva a consentir en pecar mortalmente.

Sin embargo, a veces se le permite al demonio que lo inquiete por el bien de una mayor recompensa, pero nunca para que llegue a poseerlo.

 

VISIÓN DE LA BEATA CATALINA EMMERICH

Hoy vi una gran fiesta en casa de Ana.

Los muebles habían sido cambiados de lugar y puestos a un lado en las habitaciones del frente.

Los tabiques de juncos, que formaban habitaciones separadas, habían sido quitados para poder disponer una gran mesa.

En torno de la sala vi una mesa amplia, baja, llena de platos y fuentes para la comida.

En el centro se había levantado un altar cubierto con un paño rojo y blanco, sobre el cual había una cunita también de rojo y blanco y una colcha celeste.

Al lado del altar había un atril cubierto, con rollos de pergamino conteniendo oraciones.

Delante del altar había cinco sacerdotes de Nazaret con vestimentas de ceremonias.

Joaquín estaba con ellos.

En el fondo, en torno del altar, había mujeres y hombres, parientes de Joaquín, todos con trajes de fiesta.

Recuerdo a la hermana de Ana, Maraha de Séforis y a su hija mayor.

Santa Ana había dejado el lecho; pero no asistió a la ceremonia, quedándose en la habitación, detrás del hogar.

Enue, la hermana de Isabel, trajo a la pequeña María, poniéndola en brazos de Joaquín.

Los sacerdotes se colocaron delante del altar, cerca de los rollos y recitaron en alta voz las oraciones.

Joaquín entregó a la niña al principal de ellos, el cual alzándola en el aire, mientras rezaba, como para ofrecerla a Dios, la dejó luego en su cuna, sobre el altar.

Tomó después unas tijeras de forma particular, con las cuales cortó tres pequeñas guedejas de cabello a ambos lados de la cabeza y la frente de la criatura, quemándolas en el brasero.

Tomó luego una caja que contenía aceite y ungió los cinco sentidos de la niña, tocándole con el pulgar las orejas, los ojos, la nariz, la boca y el hueco del estómago.

Sobre el pecho de la criatura colocó un pergamino donde estaba escrito el nombre de María.

Luego se cantaron salmos y se sirvió la comida, la cual no pude ver.

Varias semanas después del nacimiento de María, vi a Joaquín y a Ana que iban con la Niña al templo para ofrecer un sacrificio.

La presentaron al templo con vivos sentimientos de piedad y agradeciendo a Dios de un modo parecido a lo que más tarde hizo la Virgen Santísima cuando presentó al Niño Jesús y lo rescató del templo, según las prescripciones de la ley.

Al día siguiente entregaron su ofrenda, prometiendo consagrar la niña a Dios en el templo dentro de algunos años. Después volvieron a Jerusalén.

 

LAS GLORIAS DE MARÍA POR SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO

Capítulo X: El Nombre de María

Oh dulce, Virgen María

El nombre de María es dulce en la vida y en la muerte

 

María, nombre santo

El augusto nombre de María, dado a la Madre de Dios, no fue cosa terrenal, ni inventado por la mente humana o elegido por decisión humana, como sucede con todos los demás nombres que se imponen.

Este nombre fue elegido por el cielo y se le impuso por divina disposición, como lo atestiguan san Jerónimo, san Epifanio, san Antonino y otros.

“Del Tesoro de la divinidad –dice Ricardo de San Lorenzo– salió el nombre de María”.

De él salió tu excelso nombre; porque las tres divinas personas, prosigue diciendo, te dieron ese nombre, superior a cualquier nombre, fuera del nombre de tu Hijo.

Y lo enriquecieron con tan grande poder y majestad, que al ser pronunciado tu nombre, quieren que, por reverenciarlo, todos doblen la rodilla, en el cielo, en la tierra y en el infierno.

Pero entre otras prerrogativas que el Señor concedió al nombre de María, veamos cuán dulce lo ha hecho para los siervos de esta santísima Señora, tanto durante la vida como en la hora de la muerte.

 

María, nombre lleno de dulzura

En cuanto a lo primero, durante la vida, “el santo nombre de María –dice el monje Honorio– está lleno de divina dulzura”.

De modo que el glorioso san Antonio de Padua, reconocía en el nombre de María la misma dulzura que san Bernardo en el nombre de Jesús.

“El nombre de Jesús”, decía éste; “el nombre de María”, decía aquél, “es alegría para el corazón, miel en los labios y melodía para el oído de sus devotos”.

Se cuenta del V. Juvenal Ancina, obispo de Saluzzo, que al pronunciar el nombre de María experimentaba una dulzura sensible tan grande, que se relamía los labios.

También se refiere que una señora en la ciudad de colonia le dijo al obispo Marsilio que cuando pronunciaba el nombre de María, sentía un sabor más dulce que el de la miel.

Y, tomando el obispo la misma costumbre, también experimentó la misma dulzura.

Se lee en el Cantar de los Cantares que, en la Asunción de María, los ángeles preguntaron por tres veces:

¿Quién es ésta que sube del desierto como columnita de humo? ¿Quién es ésta que va subiendo cual aurora naciente? ¿Quién es ésta que sube del desierto rebosando en delicias?” (Ct 3, 6; 6, 9; 8, 5).

Pregunta Ricardo de San Lorenzo: “¿Por qué los ángeles preguntan tantas veces el nombre de esta Reina?”

Y él mismo responde: “Era tan dulce para los ángeles oír pronunciar el nombre de María, que por eso hacen tantas preguntas”.

Pero no quiero hablar de esta dulzura sensible, porque no se concede a todos de manera ordinaria; quiero hablar de la dulzura saludable, consuelo, amor, alegría, confianza y fortaleza que da este nombre de María a los que lo pronuncian con fervor.

 

María, nombre que alegra e inspira amor

Dice el abad Francón que, después del sagrado nombre de Jesús, el nombre de María es tan rico de bienes, que ni en la tierra ni en el cielo resuena ningún nombre del que las almas devotas reciban tanta gracia de esperanza y de dulzura.

El nombre de María – prosigue diciendo – contiene en sí un no sé qué de admirable, de dulce y de divino, que cuando es conveniente para los corazones que lo aman, produce en ellos un aroma de santa suavidad.

Y la maravilla de este nombre – concluye el mismo autor – consiste en que aunque lo oigan mil veces los que aman a María, siempre les suena como nuevo, experimentando siempre la misma dulzura al oírlo pronunciar.

Hablando también de esta dulzura el B. Enrique Susón, decía que nombrando a María, sentía elevarse su confianza e inflamarse en amor con tanta dicha, que entre el gozo y las lágrimas, mientras pronunciaba el nombre amado, sentía como si se le fuera a salir del pecho el corazón.

Y decía que este nombre se le derretía en el alma como panal de miel.

Por eso exclamaba: “¡Oh nombre suavísimo! Oh María ¿cómo serás tú misma si tu solo nombre es amable y gracioso!”

Contemplando a su buena Madre el enamorado san Bernardo le dice con ternura:

“¡Oh excelsa, oh piadosa, oh digna de toda alabanza Santísima Virgen María.

Tu nombre es tan dulce y amable, que no se puede nombrar sin que el que lo nombra no se inflame de amor a ti y a Dios.

Y sólo con pensar en él, los que te aman se sienten más consolados y más inflamados en ansias de amarte”.

Dice Ricardo de San Lorenzo: “Si las riquezas consuelan a los pobres porque les sacan de la miseria, cuánto más tu nombre, oh María, mucho mejor que las riquezas de la tierra, nos alivia de las tristezas de la vida presente”.

Tu nombre, oh Madre de Dios – como dice san Metodio – está lleno de gracias y de bendiciones divinas.

De modo que – como dice san Buenaventura – no se puede pronunciar tu nombre sin que aporte alguna gracia al que devotamente lo invoca.

Búsquese un corazón empedernido lo más que se pueda imaginar y del todo desesperado.

Si éste te nombra, oh benignísima Virgen, es tal el poder de tu nombre – dice el Idiota – que él ablandará su dureza, porque eres la que conforta a los pecadores con la esperanza del perdón y de la gracia.

Tu dulcísimo nombre – le dice san Ambrosio – es ungüento perfumado con aroma de gracia divina.

Y el santo le ruega a la Madre de Dios diciéndole: “Descienda a lo íntimo de nuestras almas este ungüento de salvación”.

Que es como decir: Haz Señora, que nos acordemos de nombrarte con frecuencia, llenos de amor y confianza.

Ya que nombrarte así es señal o de que ya se posee la gracia de Dios, o de que pronto se ha de recobrar.

Sí, porque recordar tu nombre, María, consuela al afligido, pone en camino de salvación al que de él se había apartado, y conforta a los pecadores para que no se entreguen a la desesperación; así piensa Landolfo de Sajonia.

Y dice el P. Pelbarto que como Jesucristo con sus cinco llagas ha aportado al mundo el remedio de sus males, así, de modo parecido, María, con su nombre santísimo compuesto de cinco letras, confiere todos los días el perdón a los pecadores.

 

María, nombre que da fortaleza

Por eso, en los Sagrados cantares, el santo nombre de María es comparado al óleo: “Como aceite derramado es tu nombre” (Ct 1, 2).

Comenta así este pasaje el B. Alano: “Su nombre glorioso es comparado al aceite derramado porque, así como el aceite sana a los enfermos, esparce fragancia, y alimenta la lámpara, así también el nombre de María, sana a los pecadores, recrea el corazón y lo inflama en el divino amor”.

Por lo cual Ricardo de San Lorenzo anima a los pecadores a recurrir a este sublime nombre.

Porque eso sólo bastará para curarlos de todos sus males, pues no hay enfermedad tan maligna que no ceda al instante ante el poder del nombre de María”.

Por el contrario los demonios, afirma Tomás de Kempis, temen de tal manera a la Reina del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de fuego que los abrasara.

La misma Virgen reveló a santa Brígida, que no hay pecador tan frío en el divino amor, que invocando su santo nombre con propósito de convertirse, no consiga que el demonio se aleje de él al instante.

Y otra vez le declaró que todos los demonios sienten tal respeto y pavor a su nombre que en cuanto lo oyen pronunciar al punto sueltan al alma que tenían aprisionada entre sus garras.

Y así como se alejan de los pecadores los ángeles rebeldes al oír invocar el nombre de María, lo mismo -dijo la Señora a santa Brígida – acuden numerosos los ángeles buenos a las almas justas que devotamente la invocan.

Atestigua san Germán que como el respirar es señal de vida, así invocar con frecuencia el nombre de María es señal o de que se vive en gracia de Dios o de que pronto se conseguirá.

Porque este nombre poderoso tiene fuerza para conseguir la vida de la gracia a quien devotamente lo invoca.

En suma, este admirable nombre, añade Ricardo de San Lorenzo es, como torre fortísima en que se verán libres de la muerte eterna, los pecadores que en él se refugien; por muy perdidos que hubieran sido, con ese nombre se verán defendidos y salvados.

Torre defensiva que no sólo libra a los pecadores del castigo, sino que defiende también a los justos de los asaltos del infierno.

Así lo asegura el mismo Ricardo, que después del nombre de Jesús, no hay nombre que tanto ayude y que tanto sirva para la salvación de los hombres, como este incomparable nombre de María.

Es cosa sabida y lo experimentan a diario los devotos de María, que este nombre formidable da fuerza para vencer todas las tentaciones contra la castidad.

Reflexiona el mismo autor considerando las palabras del Evangelio: “Y el nombre de la Virgen era María” (Lc 1, 27), y dice que estos dos nombres de María y de Virgen los pone el Evangelista juntos, para que entendamos que el nombre de esta Virgen purísima no está nunca disociado de la castidad.

Y añade san Pedro Crisólogo, que el nombre de María es indicio de castidad; queriendo decir que quien duda si habrá pecado en las tentaciones impuras, si recuerda haber invocado el nombre de María, tiene una señal cierta de no haber quebrantado la castidad.

 

María, nombre de bendición

Así que, aprovechemos siempre el hermoso consejo de san Bernardo: “En los peligros, en las angustias, en las dudas, invoca a María. Que no se te caiga de los labios, que no se te quite del corazón”.

En todos los peligros de perder la gracia divina, pensemos en María, invoquemos a María junto con el nombre de Jesús, que siempre han de ir estos nombres inseparablemente unidos.

No se aparten jamás de nuestro corazón y de nuestros labios estos nombres tan dulces y poderosos, porque estos nombres nos darán la fuerza para no ceder nunca jamás ante las tentaciones y para vencerlas todas.

Son maravillosas las gracias prometidas por Jesucristo a los devotos del nombre de María, como lo dio a entender a santa Brígida hablando con su Madre santísima.

Revelándole que quien invoque el nombre de María con confianza y propósito de la enmienda, recibirá estas gracias especiales:

Un perfecto dolor de sus pecados, expiarlos cual conviene, la fortaleza para alcanzar la perfección y al fin la gloria del paraíso.

Porque, añadió el divino Salvador, son para mí tan dulces y queridas tus palabras, oh María, que no puedo negarte lo que me pides.

En suma, llega a decir san Efrén, que el nombre de María es la llave que abre la puerta del cielo a quien lo invoca con devoción.

Por eso tiene razón san Buenaventura al llamar a María “salvación de todos los que la invocan”, como si fuera lo mismo invocar el nombre de María que obtener la salvación eterna.

También dice Ricardo de San Lorenzo que invocar este santo y dulce nombre lleva a conseguir gracias sobreabundantes en esta vida y una gloria sublime en la otra.

Por tanto, concluye Tomás de Kempis: “Si buscáis, hermanos míos, ser consolados en todos vuestros trabajos, recurrid a María, invocad a María, obsequiad a María, encomendaos a María.

Disfrutad con María, llorad con María, caminad con María, y con María buscad a Jesús.

Finalmente desead vivir y morir con Jesús y María.

Haciéndolo así siempre iréis adelante en los caminos del Señor, ya que María, gustosa rezará por vosotros, y el Hijo ciertamente atenderá a la Madre”.

 

María, nombre consolador

Muy dulce es para sus devotos, durante la vida, el santísimo nombre de María, por las gracias supremas que les obtiene, como hemos vitos.

Pero más consolador les resultará en la hora de la muerte, por la suave y santa muerte que les otorgará.

El P. Sergio Caputo, jesuita, exhortaba a todos los que asistieran a un moribundo, que pronunciasen con frecuencia el nombre de María.

Dando como razón que este nombre de vida y esperanza, sólo con pronunciarlo en la hora de la muerte, basta para dispersar a los enemigos y para confortar al enfermo en todas sus angustias.

De modo parecido, san Camilo de Lelis, recomendaba muy encarecidamente a sus religiosos que ayudasen a los moribundos con frecuencia a invocar los nombres de Jesús y de María como él mismo siempre lo había practicado.

Y mucho mejor lo practicó consigo mismo en la hora de la muerte, como se refiere en su biografía; repetía con tanta dulzura los nombres, tan amados por él, de Jesús y de María, que inflamaba en amor a todos los que le escuchaban.

Y finalmente, con los ojos fijos en aquellas adoradas imágenes, con los brazos en cruz, pronunciando por última vez los dulcísimos nombres de Jesús y de María, expiró el santo con una paz celestial.

Y es que esta breve oración, la de invocar los nombres de Jesús y de María, dice Tomás de Kempis, cuanto es fácil retenerla en la memoria, es agradable para meditar y fuerte para proteger al que la utiliza, contra todos los enemigos de su salvación.

 

 

María, nombre de buenaventura

¡Dichoso – decía san Buenaventura – el que ama tu dulce nombre, oh Madre de Dios!

Es tan glorioso y admirable tu nombre, que todos los que se acuerdan de invocarlo en la hora de la muerte, no temen los asaltos de todo el infierno.

Quién tuviera la dicha de morir como murió fray Fulgencio de Ascoli, capuchino, que expiró cantando: “Oh María, oh María, la criatura más hermosa; quiero ir al cielo en tu compañía”.

O como murió el B. Enrique, cisterciense, del que cuentan los anales de su Orden que murió pronunciando el dulcísimo nombre de María.

Roguemos pues, mi devoto lector, roguemos a Dios nos conceda esta gracia, que en la hora de la muerte, la última palabra que pronunciemos sea el nombre de María, como lo deseaba y pedía san Germán.

¡Oh muerte dulce, muerte segura, si está protegida y acompañada con este nombre salvador que Dios concede que lo pronuncien los que se salvan!

¡Oh mi dulce Madre y Señora, te amo con todo mi corazón!

Y porque te amo, amo también tu santo nombre.

Propongo y espero con tu ayuda invocarlo siempre durante la vida y en la hora de la muerte.

Concluyamos con esta tierna plegaria de san Buenaventura:

“Para gloria de tu nombre, cuando mi alma esté para salir de este mundo, ven tú misma a mi encuentro, Señora benditísima, y recíbela”.

No desdeñes, oh María – sigamos rezando con el santo – de venir a consolarme con tu dulce presencia.

Sé mi escala y camino del paraíso.

Concédele la gracia del perdón y del descanso eterno.

Y termina el santo diciendo: “Oh María, abogada nuestra, a ti te corresponde defender a tus devotos y tomar a tu cuidado su causa ante el tribunal de Jesucristo”.

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¡No reces por mí, estoy condenada!: Impresionante Carta ‘DEL MÁS ALLÁ’

Este relato proviene de un original alemán llamado “Brief aus dem Jenseits” (Carta del Más Allá) y tiene Imprimatur el 9-11-1953 en Treves. 

Es un escrito privado que goza de licencia eclesiástica, para que pueda imprimirse y leerse.

Se trata de un testimonio impresionante de un alma condenada, hablando acerca de lo que la llevó al Infierno.

dibujo del infierno doré

La “carta del más allá” que se transcribe se refiere a la condenación eterna de una joven.
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A primera vista parece una historia novelada.
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Pero considerando las circunstancias se llega a la conclusión de que no deja de tener su fondo histórico, a partir de su sentido moral y su alcance trascendental.

 

MANUSCRITO HALLADO EN UN CONVENTO

El original de esta carta fue encontrado entre los papeles de una religiosa fallecida, amiga de la joven condenada.
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Allí cuenta la monja los acontecimientos de la vida de su compañera como si fueran hechos conocidos y verificados, así como su condenación eterna comunicada en un sueño.
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La Curia diocesana de Treves (Alemania) autorizó su publicación como lectura sumamente instructiva.

La “Carta del más Allá” apareció por primera vez en un libro de revelaciones y profecías, junto con otras narraciones.

Fue el Rvdo. Padre Bernhardin Krempel C.P., doctor en teología, quien la publicó por separado y le confirió mayor autoridad al encargarse de probar, en las notas, la absoluta concordancia de la misma con la doctrina católica.

Entre los manuscritos dejados en su convento por una religiosa, que en el mundo se llamó Clara, se encontró el siguiente testimonio.

puertas del infierno

 

EL RELATO DE CLARA: LA MUERTE DE ANI

Tuve una amiga, Anita.
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Es decir, éramos muy próximas por ser vecinas y compañeras de trabajo en la misma oficina.
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Más tarde, Ani se casó y no volví a verla.

Desde que nos conocimos, había entre nosotras, en el fondo, más amabilidad que propiamente amistad.

Por eso, sentí muy poco su ausencia cuando, después de su casamiento, ella fue a vivir al barrio elegante de las villas, lejos del mío.

Durante mis vacaciones en el Lago de Garda (Italia), en septiembre de 1937, recibí una carta de mi madre en la que me decía:
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“Anita N murió en un accidente automovilístico. La sepultaron ayer en Wald Friendhof”
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Me impresioné mucho con la noticia.

Sabía que mi amiga no había sido propiamente religiosa.

¿Estaría preparada para presentarse ante Dios? ¿En qué estado la habría encontrado su muerte súbita?

Al día siguiente escuché misa, comulgué por la intención de Anita, en la casa del pensionado de las hermanas, donde estaba viviendo. Rezaba fervorosamente por su eterno descanso, y por esta misma intención ofrecí la Santa Comunión.

Durante todo el día percibí un cierto malestar, que fue aumentando por la tarde. Dormí inquieta.

Me desperté de improviso, escuchando algo así como una sacudida en la puerta del cuarto.

Encendí la luz.

El reloj indicaba las doce y diez minutos. Abrí la puerta y nada. Tampoco ruidos.

Tan solo las olas del Lago de Garda golpeando monótonas contra el muro del jardín del pensionado. No había viento.

Yo conservaba la impresión de que al despertar encontraría, además de los golpes de la puerta, un ruido de brisa o viento, parecido al que producía mi jefe de la oficina, cuando de mal humor tiraba sobre mi escritorio una carta que lo molestaba. Reflexioné un instante si debía levantarme.

¡No! Todo no es más que sugestión, me dije. Mi fantasía está sobresaltada por la noticia de la muerte.

Me di vuelta en la cama, recé algunos Padrenuestros por las ánimas y me dormí de nuevo.

columnas del infierno

 

LE LLEGA UNA CARTA DE ANI

Soñé entonces que me levantaba de mañana, a las 6, yendo a la capilla.
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Al abrir la puerta del cuarto, me encontré con una cantidad de hojas de carta.
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Al levantarlas, reconocer la letra de Anita y dar un grito, fue cosa de un segundo.

Temblando, las sostuve en mis manos.

Confieso que quedé tan aterrorizada que no pude rezar. Apenas respiraba.

Nada mejor que huir de allí, salir al aire libre.

Me arreglé rápidamente, puse la carta dentro de mi cartera y salí en seguida.

Subí por el tortuoso camino, entre olivos, laureles y quintas de la villa, más allá del conocido camino gardesano.

La mañana aparecía radiante.

En los días anteriores, yo me detenía cada cien pasos, maravillada por la vista que ofrecían el lago y la Isla de Garda.

El suavísimo azul del agua me refrescaba; como una niña que mira admirada a su abuelo, así contemplaba, extasiada, al ceniciento monte Baldo, que se levanta en la orilla opuesta del lago, hasta los 2.200 metros de altura.

Ese día no tenía ojos para todo eso.

Después de caminar un cuarto de hora, me dejé caer maquinalmente sobre un banco ubicado entre dos cipreses, donde la víspera había leído con placer “La doncella Teresa”.

Por primera vez veía en los cipreses el símbolo de la muerte, algo en lo que antes no había pensado.

Tomé la carta. No tenía firma. Sin la menor duda, estaba escrita por Ani.
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No faltaba la gran “s”, ni la “t” francesa, a la que se había acostumbrado en la oficina, para irritar al Sr. G.
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Era su estilo. Por lo menos, era así como hablaba de costumbre.

Lo habitual en ella era la conversación amable, la risa, subrayada por los ojos azules y su graciosa nariz

Sólo cuando discutíamos asuntos religiosos se volvía mordaz y caía en el tono rudo de la carta.

Yo misma me siento envuelta por su excitada cadencia.

Hela aquí, la Carta del Más Allá de Anita N., palabra por palabra, tal como la leí en el sueño.

tortura el el infierno budista

 

UNA CARTA DE ADVERTENCIA

CLARA, NO RECES POR MÍ, ESTOY CONDENADA.
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Si te doy este aviso – es más, voy a hablarte largamente sobre esto – no creas que lo hago por amistad.

Quienes estamos aquí ya no amamos a nadie.
.
Lo hago como obligada.
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Es parte de la obra “de esa potencia que siempre quiere el mal y realiza el bien”.
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En realidad, me gustaría verte aquí, adonde llegué para siempre.
.
No te extrañes de mis intenciones. Aquí, todos pensamos así.

Nuestra voluntad está petrificada en el mal, es decir, en aquello que ustedes consideran “mal”.

Aún cuando pueda hacer algo “bien” (como yo lo hago ahora, abriéndote los ojos ante el infierno), no lo hago con recta intención.

¿Recuerdas? Hace cuatro años que nos conocimos, en M. Tenías 23 años y ya trabajabas en el escritorio desde seis meses antes, cuando yo ingresé.

Varias veces me sacaste de apuros.

Con frecuencia me dabas buenos avisos que a mí, principiante, me venían muy bien.

Pero, ¿qué es “bueno”?

Yo ponderaba, en aquel entonces, tu “caridad”. Ridículo…

Tus ayudas eran pura ostentación, algo que desde entonces sospechaba.

Aquí, no reconocemos bien alguno en absolutamente nadie.
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Pero ya que conociste mi juventud, es el momento de llenar algunas lagunas.
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De acuerdo con los planes de mis padres, yo nunca tendría que haber existido.
.
Por un descuido se produjo la desgracia de mi concepción.
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Mis hermanas tenían 14 y 16 años cuando vine al mundo.
.
¡Ojalá no hubiera nacido!
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Ojalá pudiera ahora aniquilarme, huir de estos tormentos!

No hay placer comparable al de acabar mi existencia, así como se reduce a cenizas un vestido, sin dejar vestigios.

Pero es necesario que exista.

Es preciso que yo sea tal como me he hecho: con el fracaso total de la finalidad de mi existencia.

Cuando mis padres, entonces solteros, se mudaron del campo a la ciudad, perdieron el contacto con la Iglesia.

Era mejor así.

Mantenían relaciones con personas desvinculadas de la religión.

Se conocieron en un baile, y se vieron “obligados” a casarse seis meses después.

En la ceremonia nupcial, recibieron solo unas gotas de agua bendita, las suficientes para atraer a mamá a la misa dominical unas pocas veces al año.

Ella nunca me enseñó verdaderamente a rezar.

Todo su esfuerzo se agotaba en los trabajos cotidianos de la casa, aunque nuestra situación no era mala.

Palabras como rezar, misa, agua bendita, iglesia, sólo puedo escribirlas con íntima repugnancia, con incomparable repulsión.
.
Detesto profundamente a quienes van a la Iglesia y, en general, a todos los hombres y a todas las cosas.
.
Todo es tormento.
.
Cada conocimiento recibido, cada recuerdo de la vida y de lo que sabemos, se convierte en una llama incandescente.

infierno

 

ENCADENADOS ESPIRITUALMENTE

Y todos estos recuerdos nos muestran las oportunidades en que despreciamos una gracia.

¡Cómo me atormenta esto!

No comemos, no dormimos, no andamos sobre nuestros pies.

Espiritualmente encadenados, los réprobos contemplamos desesperados nuestra vida fracasada, aullando y rechinando los dientes, atormentados y llenos de odio.

¿Entiendes?

Aquí bebemos el odio como si fuera agua.
.
Nos odiamos unos a otros.
.
Más que a nada, odiamos a Dios.
.
Quiero que lo comprendas.

Los bienaventurados en el cielo deben amar a Dios, porque lo ven sin velos, en su deslumbrante belleza.

Esto los hace indescriptiblemente felices.

Nosotros lo sabemos, y este conocimiento nos enfurece.

Los hombres, en la tierra, que conocen a Dios por la Creación y por la Revelación, pueden amarlo.

Pero no están obligados a hacerlo.

El creyente – te lo digo furiosa – que contempla, meditando, a Cristo con los brazos abiertos sobre la cruz, terminará por amarlo.

Pero el alma a la que Dios se acerca fulminante, como vengador y justiciero porque un día fue repudiado, como ocurrió con nosotros, ésta no podrá sino odiarlo, como nosotros lo odiamos.

Lo odia con todo el ímpetu de su mala voluntad.
.
Lo odia eternamente, a causa de la deliberada resolución de apartarse de Dios con la que terminó su vida terrenal.
.
Nosotros no podemos revocar esta perversa voluntad, ni jamás querríamos hacerlo.

¿Comprendes ahora por qué el infierno dura eternamente?

Porque nuestra obstinación nunca se derrite, nunca termina.

Y contra mi voluntad agrego que Dios es misericordioso, aún con nosotros.

Digo “contra mi voluntad” porque, aunque diga estas cosas voluntariamente, no se me permite mentir, que es lo que querría.

Dejo muchas informaciones en el papel contra mis deseos.

Debo también estrangular la avalancha de palabrotas que querría vomitar.

Dios fue misericordioso con nosotros porque no permitió que derramáramos sobre la tierra el mal que hubiéramos querido hacer.

Si nos lo hubiera permitido, habríamos aumentado mucho nuestra culpa y castigo.
.
Nos hizo morir antes de tiempo, como hizo conmigo, o hizo que intervinieran causas atenuantes.

Dios es misericordioso, porque no nos obliga a aproximarnos a El más de lo que estamos, en este remoto lugar infernal.

Eso disminuye el tormento.

Cada paso más cerca de Dios me causaría una aflicción mayor que la que te produciría un paso más rumbo a una hoguera.

Te desagradé un día al contarte, durante un paseo, lo que dijo mi padre pocos días antes de mi comunión: “Alégrate, Anita, por el vestido nuevo; el resto no es más que una burla”.

Casi me avergüenzo de tu desagrado. Ahora me río.

Lo único razonable de toda aquella comedia era que se permitiera comulgar a los niños a los doce años.

Yo ya estaba, en aquel entonces, bastante poseída por el placer del mundo. Sin escrúpulos, dejaba a un lado las cosas religiosas.

No tomé en serio la comunión.

La nueva costumbre de permitir a los niños que reciban su primera comunión a los 7 años nos produce furor.

Empleamos todos los medios para burlarnos de esto, haciendo creer que para comulgar debe haber comprensión.

Es necesario que los niños hayan cometido algunos pecados mortales.

La blanca Hostia será menos perjudicial entonces, que si la recibe cuando la fe, la esperanza y el amor, frutos del bautismo – escupo sobre todo esto – todavía están vivos en el corazón del niño.

hombres que caen en el infierno

 

LA MUERTE DEL PADRE DE ANI

¿Te acuerdas que yo pensaba así cuando estaba en la tierra?

Vuelvo a mi padre. Peleaba mucho con mamá.

Pocas veces te lo dije, porque me avergonzaba.

Qué cosa ridícula la vergüenza. Aquí, todo es lo mismo.

Mis padres ya no dormían en el mismo cuarto.

Yo dormía con mamá, papá lo hacía en el cuarto contiguo, donde podía volver a cualquier hora de la noche.

Bebía mucho y se gastó nuestra fortuna.

Mis hermanas estaban empleadas, decían que necesitaban su propio dinero. Mamá comenzó a trabajar.

Durante el último año de su vida, papá la golpeó muchas veces, cuando ella no quería darle dinero.

Conmigo, él siempre fue amable.

Un día te conté un capricho del que quedaste escandalizada.

¿Y de qué no te escandalizaste de mí?

Cuando devolví dos veces un par de zapatos nuevos, porque la forma de los tacos no era bastante moderna.

En la noche en que papá murió, víctima de una apoplejía, ocurrió algo que nunca te conté, por temor a una interpretación desagradable.
.
Hoy, sin embargo, debes saberlo.
.
Es un hecho memorable: por primera vez, el espíritu que me atormenta se acercó a mí.
.
Yo dormía en el cuarto de mamá.
.
Su respiración regular revelaba un sueño profundo.
.
Entonces, escuché pronunciar mi nombre.
.
Una voz desconocida murmuró: “¿Qué ocurrirá si muere tu padre?”

Ya no lo quería a papá, desde que había empezado a maltratar a mi madre.

En realidad, no amaba absolutamente a nadie: sólo tenía gratitud hacia algunas personas que eran bondadosas conmigo.

El amor sin esperanza de retribución en esta tierra solamente se encuentra en las almas que viven en estado de gracia.

No era ése mi caso. “Ciertamente, él no morirá”, le respondí al misterioso interlocutor.

Tras una breve pausa, escuché la misma pregunta. “¡El no va a morir!”, repliqué con brusquedad.

Por tercera vez, me preguntaron: “¿Qué ocurrirá si muere tu padre?”.
.
Me representé en ese momento en la imaginación el modo como mi padre volvía muchas veces: medio ebrio, gritando, maltratando a mamá, avergonzándonos frente a los vecinos.
.
Entonces, respondí con rabia: “Bien, es lo que se merece. ¡Que muera!”.
.
Después, todo quedó en silencio.

A la mañana siguiente, cuando mamá fue a ordenar el cuarto de papá, encontró la puerta cerrada.

Al mediodía, la abrieron por la fuerza. Papá, semidesnudo, estaba muerto sobre la cama.

Al ir a buscar cerveza al sótano, debió sufrir una crisis mortal.

Desde hacía tiempo que estaba enfermo.

(¿Habrá hecho depender Dios de la voluntad de su hija, con la que el hombre fue bondadoso, la obtención de más tiempo y ocasión de convertirse?).

cielo o infierno

 

REZAR PARA NUESTRA SALVACIÓN

Marta K. y tú me hicieron ingresar en la asociación de jóvenes.

Nunca te oculté que consideraba demasiado “parroquiales” las instrucciones de las dos directoras, las señoritas X.

Los juegos eran bastante divertidos.

Como sabes, llegué en poco tiempo a tener allí un papel preponderante.

Eso era lo que me gustaba. También me gustaban las excursiones.

Llegué a dejarme llegar algunas veces a confesar y comulgar.

Para decir la verdad, no tenía nada para confesar.

Los pensamientos y las palabras no significaban nada para mí.

Y para acciones más groseras todavía no estaba madura.

Un día me llamaste la atención: “Ana, si no rezas más, te perderás”.
.
Realmente, yo rezaba muy poco, y ese poco siempre a disgusto, de mala voluntad.
.
Sin duda tenías razón.
.
Los que arden en el infierno o no rezaron, o rezaron poco.

La oración es el primer paso para llegar a Dios. Es el paso decisivo.

Especialmente la oración a Aquella que es la madre de Cristo, cuyo nombre no nos es lícito pronunciar.

La devoción a Ella arranca innumerables almas al demonio, almas a las que sus pecados las habrían lanzado infaliblemente en sus manos.

Furiosa continúo, porque estoy obligada a hacerlo, aunque no aguanto más de tanta rabia.

Rezar es lo más fácil que se puede hacer en la tierra.

Y justamente de esto, que es facilísimo, Dios hace depender nuestra salvación.

Al que reza con perseverancia, paulatinamente Dios le da tanta luz, y lo fortalece de tal modo, que hasta el más empedernido pecador puede recuperarse, aunque se encuentre hundido en un pantano hasta el cuello.
.
Durante los últimos años de mi vida ya no rezaba más, privándome así de las gracias, sin las que nadie se puede salvar.

Aquí, no recibimos ningún tipo de gracia.

Aunque la recibiéramos, la rechazaríamos con escarnio.

Todas las vacilaciones de la existencia terrenal terminaron en esta otra vida.

En la tierra, el hombre puede pasar del estado de pecado al estado de gracia.

De la gracia, se puede caer al pecado.

Muchas veces caí por debilidad; pocas, por maldad.

Con la muerte, cada uno entra en un estado final, fijo e inalterable.

A medida que se avanza en edad, los cambios se hacen más difíciles.

Es cierto que uno tiene tiempo hasta la muerte para unirse a Dios o para darle las espaldas.
.
Sin embargo, como si estuviera arrastrado por una correntada, antes del tránsito final, con los últimos restos de su voluntad debilitada, el hombre se comporta según las costumbres de toda su vida.

El hábito, bueno o malo, se convierte en una segunda naturaleza.

Es ésta la que lo arrastra en el momento supremo. Así ocurrió conmigo.

Viví años enteros apartada de Dios.

En consecuencia, en el último llamado de la gracia, me decidí contra Dios. 

La fatalidad no fue haber pecado con frecuencia, sino que no quise levantarme más.

Muchas veces me invitaste para que asistiera a las predicaciones o que leyera libros de piedad.

Mis excusas habituales eran la falta de tiempo.

¿Acaso podría querer aumentar mis dudas interiores?

Finalmente, tengo que dejar constancia de lo siguiente: al llegar a este punto crítico, poco antes de salir de la “Asociación de Jóvenes”, me habría sido muy difícil cambiar de rumbo.

Me sentía insegura y desdichada.

Pero frente a la conversión se levantaba una muralla.

No sospechaste que fuera tan grave.

Creías que la solución era tan simple, que un día me dijiste: “Tienes que hacer una buena confesión, Ani, todo volverá a ser normal”.

Me daba cuenta que sería así.

Pero el mundo, el demonio y la carne, me retenían demasiado firme entre sus garras.

Nunca creí en la influencia del demonio.

Ahora, doy testimonio de que el demonio actúa poderosamente sobre las personas que están en las condiciones en que yo me encontraba entonces.

Sólo muchas oraciones, propias y ajenas, junto con sacrificios y sufrimientos, podrían haberme rescatado.
.
Y aún esto, poco a poco.

puerta del infierno fondo

 

EL DEMONIO QUE ROBA ALMAS

Si bien hay pocos posesos corporales, son innumerables los que están poseídos internamente por el demonio.

El demonio no puede arrebatar el libre albedrío de los que se abandonan a su influencia.

Pero, como castigo por su casi total apostasía, Dios permite que el “maligno” se anide en ellos.
.
Yo también odio al demonio.
.
Sin embargo, me gusta, porque trata de arruinarlos a todos ustedes: él y sus secuaces, los ángeles que cayeron con él desde el principio de los tiempos.

Son millones, vagando por la tierra. Innumerables como enjambres de moscas; ustedes no los perciben.

A los réprobos no nos incumbe tentar: eso les corresponde a los espíritus caídos.

Cada vez que arrastran una nueva alma al fondo del infierno, aumentan aún más sus tormentos.

Pero, ¡de qué no es capaz el odio!

Aunque andaba por caminos tortuosos, Dios me buscaba.

Yo preparaba el camino para la gracia, con actos de caridad natural, que hacía muchas veces por una inclinación de mi temperamento.

A veces, Dios me atraía a una Iglesia.

Allí, sentía una cierta nostalgia.

Cuando cuidaba a mi madre enferma, a pesar de mi trabajo en la oficina durante el día, haciendo un sacrificio de verdad, los atractivos de Dios actuaban poderosamente.

Una vez fue en la capilla del hospital, adonde me llevaste durante el descanso del mediodía.

Quedé tan impresionada, que estuve sólo a un paso de mi conversión. Lloraba.

Pero, en seguida, llegaba el placer del mundo, derramándose como un torrente sobre la gracia.
.
Las espinas ahogaron el trigo.
.
Con la explicación de que la religión es sentimentalismo, como siempre se decía en la oficina, rechacé también esta gracia, como todas las otras.

En otra ocasión, me llamaste la atención porque, en lugar de una genuflexión hasta el piso, hice solamente una ligera inclinación con la cabeza.

Pensaste que eso lo hacía por pereza, sin sospechar que, ya entonces, había dejado de creer en la presencia de Cristo en el Sacramento.

Ahora creo, aunque sólo materialmente, tal como se cree en la tempestad, cuyas señales y efectos se perciben.
.
En este interín, me había fabricado mi propia religión.
.
Me gustó la opinión generalizada en la oficina, de que después de la muerte el alma volvería a este mundo en otro ser, reencarnándose sucesivamente, sin llegar nunca al fin.

Con esto, estaba resuelto el angustiante problema del más allá.

Imaginé haberlo hecho inofensivo.

¿Por qué no me recordaste la parábola del rico Epulón y del pobre Lázaro, en la que el narrador, Cristo, envió después de la muerte a uno al infierno y al otro al Cielo?

Pero, ¿qué habrías conseguido?

No mucho más de lo que conseguiste con todos tus otros discursos beatos.

Poco a poco me fui fabricando un dios: con atributos suficientes para ser llamado así.
.
Bastante lejos de mí, como para que no me obligara a tener relaciones con él.
.
Suficientemente confuso, como para poder transformarlo a mi antojo.
.
De este modo, sin cambiar de religión, yo podía imaginarlo como el dios panteísta del mundo o pensarlo, poéticamente, como un dios solitario.

Este “dios” no tenía Cielo para premiarme, ni infierno para asustarme.

Yo lo dejaba en paz.

En esto consistía mi culto de adoración.

Es fácil creer en lo que agrada.
.
Con el transcurso de los años, estaba bastante persuadida de mi religión.
.
Se vivía bien así, sin molestias.
.
Sólo una cosa podría haber roto mi suficiencia: un dolor profundo y prolongado.
.
Pero este sufrimiento no llegó.
.
¿Comprendes ahora el significado de “Dios castiga a aquellos que ama“?

puerta del infierno fondo

 

LA CONQUISTA Y LA VIDA CON MAX

Durante un domingo de julio, la Asociación de Jóvenes organizaba un paseo de A.

Me gustaban las excursiones, pero no los discursos insípidos y demás beaterías.

Otra imagen, muy diferente de la de Nuestra Señora de las Gracias de A., estaba desde hacía poco en el altar de mi corazón.

Era el distinguido Max, del almacén de al lado.

Ya habíamos conversado entretenidos, varias veces.

Justamente ese domingo me invitó a pasear.

La otra, con la que acostumbraba a salir, estaba enferma en el hospital.

El había comprendido que lo miraba mucho.

Pero yo no pensaba en casarme todavía.

Su posición económica era muy buena, pero también demasiado amable con todas las otras jovencitas.

En aquel entonces yo quería un hombre que me perteneciera exclusivamente, como única mujer.

Siempre conservé una cierta educación natural.

(Eso es verdad. A pesar de su indiferencia religiosa, Ani tenía algo noble en su persona. Me desconcierta que también las personas “honestas” puedan caer en el infierno, si son deshonestas al huir del encuentro con Dios).

En ese paseo, Max me colmó de amabilidades.

Nuestras conversaciones, es claro, no eran sobre la vida de los santos, como las de ustedes.

Al día siguiente, en la oficina, me reprendiste por no haber ido al paseo de la Asociación.

Cuando te conté mi diversión del domingo, tu primera pregunta fue: “¿Escuchaste Misa?”.

¡Tonta! ¿Cómo podríamos ir a Misa si salimos a las 6 de la mañana?

Me acuerdo que, muy exaltada, te dije: “El buen Dios no es tan mezquino como lo son los curas”.
.
Ahora debo confesar que Dios, a pesar de su infinita bondad, considera todo con más seriedad que todos los sacerdotes juntos.

Después de este primer paseo con Max, fui solamente una vez más a la Asociación, en las fiestas de Navidad.

Algunas cosas me atraían.

Pero en mi interior, ya me había separado de todas ustedes.

Los bailes, el cine, los paseos, continuaban.

A veces peleábamos con Max, pero yo sabía cómo retenerlo.

Odié mucho a mi rival que, al salir del hospital, se puso furiosa.

En realidad, eso me favoreció.

La calma distinguida que yo mostraba produjo una gran impresión en Max, que se inclinó definitivamente por mí.

Conseguí encontrar la forma de denigrarla.

Me expresaba con calma: por fuera, realidades objetivas, por dentro, vomitando hiel.
.
Estos sentimientos y actitudes conducen rápidamente al infierno.
.
Son diabólicos, en el sentido estricto del término.

¿Por qué te cuento todo esto?

Para explicarte que así me aparté definitivamente de Dios.

En realidad, Max y yo no llegamos muchas veces al extremo de la familiaridad.

Me daba cuenta que me rebajaría a sus ojos si le concedía toda la libertad antes de tiempo.

Por eso, supe controlarme.

Realmente, yo estaba siempre dispuesta para todo lo que consideraba útil.

Tenía que conquistar a Max. Para eso, ningún precio era demasiado alto.

Nos fuimos amando poco a poco, porque ambos teníamos valiosas cualidades que podíamos apreciar mutuamente.

Yo era habilidosa, eficiente, de trato agradable.

Retuve a Max con firmeza y conseguí, al menos durante los últimos meses antes del casamiento, ser la única que lo poseía.

En eso consistió mi apostasía, en hacer mi dios con una criatura.
.
En ninguna otra cosa puede realizarse más plenamente la apostasía como en el amor a una persona del otro sexo, cuando ese amor se ahoga en la materia.
.
Esto es su encanto, su aguijón y su veneno.

La “adoración” que tenía por Max se convirtió en mi religión. En ese tiempo, en la oficina, yo arremetía virulentamente contra los curas, los fieles, las indulgencias, los rosarios y demás estupideces.

Trataste de defender con una cierta inteligencia todo lo que yo atacada, aunque quizás sin sospechar que en realidad el problema no estaba en esas cosas.

Lo que yo buscaba era un punto de apoyo.

Todavía lo necesitaba para justificar racionalmente mi apostasía.

Estaba sublevada contra Dios.

No te dabas cuenta.

Creías que todavía era católica. 

Por otra parte, yo quería ser llamada así; inclusive pagaba la contribución para el culto.

Porque un cierto “reaseguro” nunca viene mal.

Es posible que tus respuestas a veces dieran en el blanco.

Pero no me alcanzaban, porque no te concedía razón.

A raíz de estas relaciones sobre bases falsas, fue pequeño el dolor de nuestra separación, con motivo de mi casamiento.

Antes de casarme, me confesé y comulgué una vez más.

Era una formalidad. Mi marido pensaba igual.

Si era una formalidad, ¿por qué no cumplirla?

Ustedes dicen que una comunión así es “indigna”.

Bien, después de esa comunión “indigna”, logré un cierto sosiego en mi conciencia.

Esa comunión fue la última.

Nuestra vida conyugal transcurría, en general, en armonía.

En casi todos los puntos teníamos la misma opinión.

También en esto: no queríamos cargar con hijos.

En realidad, mi marido quería tener uno, uno solo, naturalmente.

Finalmente conseguí que él renunciara a ese deseo.

Lo que más me gustaba eran los vestidos, los muebles lujosos, las reuniones mundanas, los paseos en automóvil y otras distracciones.

Fue un año de placer el que medió entre mi casamiento y mi muerte repentina.

Todos los domingos íbamos a pasear en auto o visitábamos a los parientes de mi marido.

Me avergonzaba de mi madre.

Esos parientes se destacaban en la vida social, igual que nosotros.

Pero en mi interior, sin embargo, nunca fui feliz.

Había algo indeterminado que me corroía.

Mi deseo era que, al llegar la muerte – la que sin duda demoraría mucho todavía – todo acabara.

Ocurría tal como yo lo había escuchado de niña, durante una plática: Dios recompensa en este mundo toda obra buena que se haga.
.
Si no puede premiarla en la otra vida, lo hace en la tierra. Inesperadamente, recibí una herencia de la tía Lote.
.
Mi marido tuvo la suerte de ver sus ingresos notablemente aumentados.
.
Así pude instalar, confortablemente, una casa nueva.

Mi religión estaba muriendo, como un resplandor crepuscular en un firmamento lejano.

Los bares de la ciudad, los hoteles y los restaurantes por los que pasábamos en nuestros viajes, no nos acercaban a Dios.

Todos los que los frecuentaban vivían como nosotros: de fuera hacia adentro, no de dentro hacia afuera.

Si durante los viajes de vacaciones visitábamos una célebre catedral, tratábamos de divertirnos con el valor artístico de sus obras primas.

Los sentimientos religiosos que irradiaban – especialmente las iglesias medievales – yo los neutralizaba criticando circunstancias accesorias de un hermano lego que nos guiaba, criticaba su negligencia en el aseo, criticaba el comercio de los piadosos monjes que fabricaban y vendían licor, criticaba el eterno repique de campanas llamando a los sagrados oficios, diciendo que el único fin era ganar dinero…

Así era como conseguía apartar a la gracia, cada vez que me llamaba.

Especialmente descargaba mi mal humor frente a algunas pinturas de la Edad Media representando al Infierno en libros, cementerios y otros lugares.

Allí el demonio asaba a las almas sobre fuego rojo o amarillo, mientras sus compañeros, con largas colas, le traen más víctimas.

Clara, ¡el infierno puede ser dibujado, pero nunca exagerado!
.
Siempre me burlaba del fuego del infierno.
.
Acuérdate de una conversación durante la cual te puse un fósforo encendido bajo la nariz, preguntándote: “¿Así huele?”
.
Apagaste en seguida la llama.
.
Aquí nadie consigue hacerlo.

Un lugar en el INFIERNO

 

EL FUEGO DEL INFIERNO

Te digo más: el fuego del que habla la Biblia no es el tormento de la consciencia.
.
¡Fuego es fuego! .
ebe ser interpretado al pie de la letra cuando Aquel dijo: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno”.
.
¡Al pie de la letra!

¿Y cómo puede ser tocado un espíritu por el fuego material? Preguntarás.

¿Y cómo puede sufrir tu alma, en la tierra, si pones el dedo sobre una llama?

Tampoco tu alma se quema, mientras tanto el dolor lo sufre todo el individuo.

Del mismo modo, nosotros estamos aquí espiritualmente presos al fuego de nuestro ser y de nuestras facultades.

Nuestra alma carece de la agilidad que le sería natural; no podemos pensar ni querer lo que querríamos.

No te sorprendas de mis palabras.

Es un misterio contrario a las leyes de la naturaleza material: el fuego del infierno quema sin consumir.

Nuestro mayor tormento consiste en saber que nunca veremos a Dios.

¿Cómo puede atormentarnos tanto esto, si en la tierra nos era indiferente?

Mientras el cuchillo está sobre la mesa, no te impresiona.

Le ves el filo, pero no lo sientes. P

ero si el cuchillo entra en tus carnes, gritarás de dolor.

Ahora, sentimos la pérdida de Dios.

Antes, sólo pensábamos en ella.

No todas las almas sufren igual.
.
Cuanto mayor fue la maldad, cuanto más frívolo y decidido, tanto más le pesa al condenado la pérdida de Dios, tanto más lo sofoca la criatura de que abusó.

Los católicos que se condenan sufren más que los de otras religiones, porque recibieron y desaprovecharon, por lo general, más luces y mayores gracias.

Los que tuvieron mayores conocimientos sufren más duramente que los que tuvieron menos.

El que pecó por maldad sufre más que el que cayó por debilidad.

Pero ninguno sufre más de lo que mereció. ¡Oh, si esto no fuera verdad, tendría un motivo para odiar!

Un día me dijiste: nadie va al infierno sin saberlo.

Eso le habría sido revelado a una santa.

Yo me reía, mientras me atrincheraba en esta reflexión: “siendo así, siempre tendré tiempo suficiente para volver atrás”.

Esta revelación es exacta.

Antes de mi muerte repentina, es verdad, no conocía al infierno tal como es. Ningún ser humano lo conoce.

Pero estaba perfectamente enterada de algo: “Si mueres, me decía, entrarás en la eternidad como una flecha, directamente contra Dios; habrá que aguantar las consecuencias”.

Como te dije, no volví atrás.

Perseveré en la misma dirección, arrastrada por la costumbre, con la que los hombres actúan cuanto más envejecen.

infierno fondo

 

LA MUERTE DE ANI

Mi muerte ocurrió así: Hace una semana – digo según las cuentas que llevan ustedes, porque si calculara por mis dolores, podría estar ardiendo en el infierno desde hace diez años – mi marido y yo salimos en otra excursión dominguera, que fue la última para mí.

El día estaba radiante de sol. Me sentía muy bien, como pocas veces.

Sin embargo, me traspasaba un presentimiento siniestro. Inesperadamente, en el viaje de regreso, mi marido y yo fuimos enceguecidos por los faros de un automóvil que venía en sentido contrario, a gran velocidad. Max perdió el control del vehículo.

¡Jesús! Se escapó de mis labios, no como oración sino como grito.

Sentí un dolor aplastante: comparado con el tormento actual, una bagatela. Después perdí el sentido.

¡Qué extraño!
.
Aquella misma mañana, sin explicación, había surgido en mi mente este pensamiento.
.
“Por una vez, podrías ir a Misa
”.
.
Era como una súplica.
.
Un “¡no!” claro y decidido cortó el curso de la idea.
.
“Con esas cosas tengo que terminar definitivamente”
.
.
Es decir, asumí todas las consecuencias.
.
Ahora las soporto.

Lo que ocurrió después de mi muerte lo sabes.

La suerte de mi marido, de mi madre, lo que ocurrió con mi cadáver, mi entierro, lo sé por una intuición natural que tenemos todos los que estamos aquí.

Del resto de lo que ocurre en el mundo poseemos un conocimiento confuso.

Sabemos lo que se refiere a nosotros.

De este modo veo el lugar donde vives.

Desperté de improviso en el momento de mi muerte.
.
Me encontré inundada por una luz ofuscante.
.
Era el mismo sitio donde había caído mi cadáver.
.
Sucedió como en el teatro, cuando se apagan las luces de la sala, sube el telón y aparece una escena trágicamente iluminada.
.
La escena de mi vida.
.
Como en un espejo, mi alma se mostró a sí misma.
.
Vi las gracias despreciadas y pisoteadas, desde mi juventud hasta el último “no” frente a Dios.

Me sentí como un asesino, al que llevan ante el tribunal para ver a la víctima exánime.

¿Arrepentirme? ¡Nunca! ¿Avergonzarme? ¡Jamás!

Mientras tanto, no conseguía permanecer bajo la mirada de Dios, a quien rechazaba. Sólo tenía una salida: la fuga.

Así como Caín huyó del cadáver de Abel, así mi alma se proyectó lejos de esta visión de horror.

Este era el Juicio particular.

Habló el invisible juez: “APÁRTATE DE MI”.

De inmediato mi alma, como una sombra amarilla de azufre, se despeñó al lugar del eterno tormento.

soledad del infierno

 

EPÍLOGO DE CLARA

Así terminó la carta de Anita sobre el Infierno.

Las últimas palabras eran casi ilegibles, tan torcidas estaban las letras.

Cuando terminé de leer la última línea, la carta se convirtió en cenizas.

¿Qué es lo que escucho?

En medio de los duros términos de las palabras que imaginaba haber leído, resonó el dulce tañido de una campana.

Me desperté de inmediato. Estaba acostada en mi cuarto.

La luz matinal entraba por la ventana.

Las campanadas de las Avemarías llegaban de la iglesia parroquial.

¿Todo había sido un sueño?

Nunca había sentido antes en el Angelus tanto consuelo como después de ese sueño.
.
Lentamente, fui rezando las oraciones.
.
Entonces comprendí: la bendita Madre del Señor quiere defenderte.
.
Venera a María filialmente, si no quieres tener el destino que te contó – aunque fuera en sueños – un alma que jamás verá a Dios.

Temblando todavía por la visión nocturna, me levanté, me vestí con prisa y huí a la capilla de la casa.

Mi corazón palpitaba con violencia.

Los huéspedes que estaban más cerca me miraban con preocupación.

Quizás pensaban que estaba agitada por correr escaleras abajo.

Una bondadosa señora de Budapest, un alma sacrificada, pequeña como una niña, miope, aún fervorosa en el servicio de Dios, de gran penetración espiritual, me dijo por la tarde en el jardín: “Señorita, Nuestro Señor no quiere ser servido con excitación”.

Pero ella advertía que otra cosa me había excitado y aún me preocupaba.

Agregó, bondadosamente: “Nada te turbe – conoces el aviso de Santa Teresa – nada te espante. Todo pasa. Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta”.

Mientras susurraba esto, sin adoptar un aire magisterial, parecía estar leyendo mi alma.

Sólo Dios basta.

Sí, Él ha de bastarme, en éste o en el otro mundo.

Quiero poseerlo allí un día, por más sacrificios que tenga que hacer aquí para vencer.

No quiero caer en el infierno.

pasaje al infierno

 

ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES

Quizás no como objeción, pero no puede eludirse una pregunta:

¿Cómo puede haber recordado Clara con tal precisión todas las palabras de la carta de la condenada?

Respondemos: quien hace lo más, puede hacer lo menos.

Quien comienza una obra, puede también concluirla.

Si la manifestación de ultratumba es un hecho preternatural, Clara debe haber tenido también una asistencia preternatural para escribir con exactitud todas las palabras leídas durante la visión.

La eternidad de las penas del infierno es un dogma.
.
Seguramente, el más terrible de todos.
.
Tiene su fundamento en las Sagradas Escrituras.
.
Ver San Mateo 15: 41 y 46; 2ª a los Tesalonicenses, 1, 9; Judith 12; Apocalipsis 14: 11 y 29:10.
.
Todos estos textos son irrefutables, en los que la expresión “eterno” no puede interpretarse como “largo o prolongado”.

De la conveniencia de ilustrar este dogma con un caso particular, nos da ejemplo Nuestro Señor Jesucristo en la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro.

Allí se encuentra una descripción del infierno y del peligro de caer en él.

No es otra la intención de este trabajo.

Expresa también nuestra finalidad el siguiente consejo: “Vayamos al infierno mientras estemos vivos, para no caer allí después de la muerte”.

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Jesús se Aparece para Instaurar la Devoción a la Victoriosa Reina del Mundo

Jesús se le apareció a Sor Natalia Magdolna.

En medio de la lucha final contra el demonio.

Para pedirle la instauración de una devoción especial para esta época.

Se trata de la devoción a su madre triunfante en la lucha contra el demonio.

A la Victoriosa Reina del mundo.

Para acelerar su triunfo.

Virgen Maria y el rosario

Se trata de una devoción actual, porque Sor Natalia falleció en 1992.
.
Y fue el propio Jesús que le dictó lo que deberíamos hacer para venerar a su madre como la Victoriosa Reina del Mundo.

Primero veremos quien esta mística y vidente y luego la devoción.

 

QUIEN FUE SOR NATALIA MAGDOLNA

Sor Natalia Magdolna, de las Hermanas del Buen Pastor de Santa María Magdalena, nació en 1901 cerca de Pozsony, en la actual Eslovaquia.

Sor_natalia magdolna

Sus padres eran artesanos de origen alemán.

De joven aprendió el húngaro y el alemán, y más tarde el francés.

Recibió los mensajes de Nuestro Señor en húngaro.

Su vida está llena de acontecimientos históricos y políticos ya que vivió casi todo el turbulento siglo XX.

Murió el 24 de abril de 1992, en olor de santidad.

Desde temprana edad percibió claramente su vocación religiosa y a los diecisiete años entró al convento de Pozsony.

A los treinta y tres años sus superioras la enviaron a Bélgica de donde volvió al poco tiempo porque se enfermó.

Y la regresaron a Hungría, su patria, donde vivió en los conventos de Budapest y Keeskemet.

En Hungría empezó a tener locuciones interiores y visiones sobre el destino de Hungría y del mundo.

Aunque ya de niña había tenido fuertes experiencias místicas.

Estos mensajes son un llamado a la reparación de los pecados y a la enmienda.
.
Y a la devoción al Corazón Inmaculado de María como la Victoriosa Reina del Mundo.

.
La mayoría de estos mensajes los recibió entre los años 1939 y 1943.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Sor Natalia aconsejó al Papa Pío XII que no fuera a Castelgandolfo, su residencia de verano, porque sería bombardeada, como de hecho lo fue.

También le fue pedida la práctica de Ofrecimiento de Vida, con una serie de promesas, que pueden leerse aquí.

Galería de los Uffizi

 

SE LE APARECEN EL REY Y LA REINA

Veamos como lo narra Sor Natalia.

Fue en la festividad de Cristo rey de 1939 cuando tuve la visión del Salvador como mi real esposo.

Su figura era majestuosa y su rostro muy hermoso.

Todo irradiaba amor.

El manto real colgaba de sus hombros y una corona de tres piezas brillaba en su cabeza.

Cuando estoy frente a un hombre ilustre, mi corazón late con fuerza, pero en ese momento no.

Sentí que Él me atraía a su divino Corazón con su ardiente amor.

Esto sucedió con tal fuerza que corrí hacia Él y me postré a sus pies.

Él se inclinó y me levantó, cubriéndome con una punta de su real manto.

–Mi Salvador y mi Rey –grité-. ¡Por favor, reina siempre en mí!

– Mi real trono está ya en tu corazón – me contestó. En ti mi reino está completo. Pero donde reina mi amor, será levantada mi cruz.

Entendí que Jesús quería algún sacrificio de mí.

Me volví hacia Él con alegría, dispuesta a obedecer, y le dije:

– Mi buen Jesús, quiero que reines en mí según tu voluntad; ¡estoy dispuesta a llevar la cruz por ti!

Él me miró complaciente y mientras yo descansaba en su pecho, pude ver cómo Él lanzó una mirada a todo el mundo.

Comprendí que anhelaba algo.

¿Cuál puede ser el deseo de tu Corazón? –pregunté.

Él se inclinó hacia mí con indescriptible amor y me dijo:

– Si el mundo reconoce al Hijo como Rey, es justo, correcto y propio que la Madre del Hijo reciba el honor de Reina.
.
Es por esto que Yo quiero que mi Madre Inmaculada sea reconocida por todo el mundo como la Victoriosa Reina del Mundo.

natalia magdolna

¡Este reconocimiento debe ser proclamado abierta y solemnemente!

Cuando el Salvador dijo “solemnemente” vi que de una brillante nube salió una maravillosa procesión.

No puedo describirla en detalle, porque era una procesión celestial y el lenguaje humano no es apto para describir las cosas celestiales.

Jesús, sin embargo, la miró con gozo.

Vi entonces que los ángeles llevaban un trono celestial y sentada en el trono como una reina, a la Santísima Virgen.

Llevaba un real manto y una triple corona.

La corona tenía una referencia especial a la Santísima Trinidad, ya que la Virgen es al mismo tiempo hija, esposa y madre de Dios.

La Virgen María tenía el cetro de Reina en la mano derecha y una esfera en la izquierda.

En la esfera estaba sentado el Niño Jesús, también en pompa real, pues sobre la cabeza de Jesús vi también una corona.

En la mano izquierda del Niño había una pequeña cruz, que Él apretaba a su Corazón y en su mano derecha el cetro real.

La procesión iba acompañada por una música maravillosa.

De repente, la visión de la procesión desapareció y vi otra vez a Jesús como Rey.

A su derecha estaba su Madre como Reina del Mundo.
.
Entendí que la procesión celestial era la precursora de esas otras muchas procesiones que vendrían a celebrar a María como Reina en todo el mundo.
.
En pueblos y en aldeas, por los campos y las montañas, en los hogares y en los corazones, como la Victoriosa Reina del Mundo.

Durante esta visión, el Salvador me hizo saber que esta solemne fiesta sería celebrada durante el reinado del Papa Pío XII (esto ocurrió en 1954 durante el Año Mariano).

Además Jesús me hizo saber que Él bendeciría está fiesta de una manera especial.

Los sacerdotes escogidos para promover esta devoción sufrirían mucho y serían humillados.

Pero Jesús prometió su ayuda a esos sacerdotes.

“Estaré con ellos en sus sufrimientos” –me dijo, y mientras decía esto, puso su mano derecha en su Corazón y la levantó para bendecir: la gracia fluía como un río sobre las almas escogidas de esos sacerdotes.

Entonces vi cómo su mirada se posaba sobre mi padre confesor y entendí lo que le dijo:

“Las bendiciones de mi Corazón, la llama de mi Amor y la fuerza de mi Voluntad estarán con mis sacerdotes fervientes.
.
Ellos serán la escalera por la que mi Madre Inmaculada subirá hasta el trono de su gloria como la Victoriosa Reina del Mundo”.

victoriosa reina del mundo

 

LA DEVOCIÓN A LA VICTORIOSA REINA DEL MUNDO CONDUCE A LA PAZ

Entendí también que Jesús deseaba establecer una nueva congregación religiosa con el nombre de la “Sociedad de María”.

Entendí que esto debía comunicarse lo más pronto posible a los sacerdotes: ésta era la voluntad de Dios para salvar almas.

Vi que la devoción universal a la Santísima Virgen como la Victoriosa Reina del Mundo comenzaría en Hungría.

Me di cuenta que el Salvador ardientemente deseaba que se estableciera esta devoción.

Con esto, el Padre celestial quiere probarle al mundo que la Santísima Virgen, como Reina del Mundo, será victoriosa sobre el mundo, el pecado y el infierno.

Después de esto el Salvador me dijo que Él concedería la paz prometida al mundo sólo si se extiende por todo el orbe la devoción a su Madre Inmaculada como Reina del Mundo y se establece la Orden de María.

También vi que hablando de paz el Salvador no se refería a la paz que seguiría a la Segunda Guerra Mundial, sino a la que vendría después de la purificación del mundo.

La palabra “paz” tiene un significado muy profundo y secreto y por esto, cada vez que la escuchaba de los labios de Jesús, un mar de luz irradiaba de su boca y mi alma se llenaba de indecible felicidad.

No me sentí digna de preguntarle sobre este secreto.

Coronacion de la virgenBernardo Lorente Germán

 

¿CÓMO APRESURAR LA VICTORIA DE LA REINA DEL MUNDO?

Jesús dijo:

– Mi Madre Inmaculada será la Corredentora de esta era que viene.

– Jesús mío, ¿qué debemos hacer para acelerar la victoria de Nuestra Madre Inmaculada y nuestra Reina?

– Díganle con frecuencia: “¡Madre Nuestra Inmaculada, muéstranos tu poder!”

Triunfo Inmaculado Corazón de María

Cuando repetí esta oración, le pregunté a nuestra Madre:

– ¿Qué quieres que hagamos hasta que llegue tu gloriosa era?

El vestido de la Virgen cambió de color.

Estaba cubierto con un velo negro transparente, aunque en su cabeza todavía vi su triple corona.

Su feliz semblante de improviso cambió a una expresión de profunda tristeza.

Dobló sus manos y rogó por el mundo, llamando a todos:

“¡Vengan, mis queridos hijos, y junto conmigo consuelen al Padre celestial que está profundamente ofendido!”

Coronacion de Maria, el Greco

 

EL PEDIDO DE REPARACIÓN

Fue claro para mí que todo el mundo, en especial modo Hungría, tenía que hacer mucha penitencia, reparación y sacrificios.

Jesús me explicó en numerosas ocasiones qué es lo que Él consideraba como reparación y lo que deseaba que hiciéramos.

1 – La primera forma de entender la reparación es que cada uno se esfuerce por cambiar su vida.
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2 – “Yo redimí al mundo con ayuno y oración durante la noche.
Yo pido ayuno, oración, rezar la Hora Santa, orar en la noche y aguardar con paciencia los sufrimientos por mi amor”.
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3 – Jesús nos pide el rezo del rosario.
Vi que cuando se reza cada cuenta, una gota de la sangre de Jesús cae sobre la persona por quien se dice, o sobre aquellas almas que Jesús quisiera salvar.
Esto fue pedido especialmente por las almas del purgatorio.
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4 – Jesús pide en particular la devoción al Corazón Inmaculado de su Madre.

Coronacion de la virgen maría

 

ORACIÓN A LA VICTORIOSA REINA DEL MUNDO (1986)

“¡Virgen Madre nuestra,
Victoriosa Reina del Mundo,
muéstranos tu poder!”

El Señor Jesús nos pide que recemos con gran fe y con frecuencia esta oración, y especialmente ahora que estamos viviendo en el tiempo de María.

Cuando la “plenitud de los tiempos” venga pronto y Ella podrá darnos de nuevo a su Hijo.

Como Dios, el Salvador, redimió al mundo con la asistencia de la Virgen, así será también ahora.
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A través de María Él salvará al mundo, ahora sumergido en el pantano del pecado, de la merecida aniquilación.

– Repito de nuevo – dice Jesús –, ¡regocíjate, recen y tengan fe!

El mundo se inclinará ante la orden de mi Madre Inmaculada, el crimen y el pecado cesarán, las puertas del infierno se cerrarán y el correr de la sangre se detendrá.

La felicidad de la legada nueva era llenará el cielo y la tierra, la humanidad me adorará y me bendecirá y vivirá en mi amor.

– ¿Cuándo vendrá todo esto, Jesús mío?

– La gracia prometida está muy cerca.

– ¿Cómo vendrá, ya que no se ve que la gente esté mejorando?

– La gracia que ustedes pierden por los pecados del país y de la Iglesia será recuperada abundantemente por los ricos méritos de mi Madre Inmaculada.

A pesar de toda esta destrucción, la fuerza de mi Madre Inmaculada, su Reina, vencerá a todos los enemigos.

El Padre Eterno le dio este poder como regalo.

La victoria será suya aunque el infierno y el mundo la ataquen uniendo todo su poder.

La victoria de mi Madre Inmaculada se llevará a cabo como fue decidido en el momento de la Creación por la Santísima Trinidad.

Yo doté a mi Madre de mi poder divino y las tres personas de la Santísima Trinidad la bendijeron.

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