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El reclutamiento de niños por los narcotraficantes incrementa la violencia en Honduras

La fuente es un ‘ejército’ de niños en situación de calle.

 

Denuncian que bandas narcotraficantes en Honduras están utilizando niños para las acciones delictivas, quienes son entrenados con armas de asalto y motivados con canciones sobre tráfico de drogas para glorificar la vida criminal.

 

ninos en situacion de calle

 

El uso de niños por parte del crimen organizado tiene ventajas para los narcos, porque son una fuente de trabajo sacrificable y de bajo riesgo. Y esto sólo es posible por la existencia de una ‘ejército’ de niños en las calles que viven de lo que la gente les da y se inician tempranamente en las adicciones.

DENUNCIA DE MISIONEROS CATÓLICOS

La agencia Católica Fides denuncia que Honduras está viviendo una oleada de violencia que durante el año pasado ha registrado una media de 19 muertos al día. Estos datos han sido publicados por el Observatorio sobre la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma, aunque la Secretaria para la Seguridad ha declarado 17 a finales del 2013 y sostiene que en el 2014 la cifra ha bajado a 14. La plaga de la violencia se ve alimentada por las bandas criminales que actúan en el País.

En particular en el centro de Honduras opera una banda conocida como “Los Espinoza”, que está adiestrando niños con fusiles AK-47. La banda ha sido denunciada por los habitantes del sector de San Luis y de otras comunidades limítrofes, donde han sido asesinadas varias personas y cometidos otros delitos como secuestros, robos y expropiación de bienes como plantaciones de cafe y casas.

LA INFORMACIÓN POLICIAL

Ramón Sabillón, director de la policía nacional de Honduras, dijo que en unos videos confiscados al grupo criminal “Los Espinoza” se mostraba a unos niños recibiendo entrenamiento en el uso de fusiles AK-47 y escopetas, informó La Tribuna. Un niño de 12 años de edad aparece en una escena disparando, con habilidad, una escopeta semiautomática calibre 12. En uno de los videos, se ve a miembros del grupo bailando al son de “narcocorridos” –baladas que glorifican el tráfico de drogas– con sus armas en la mano.

Según la policía, el grupo opera en diversos municipios de la provincia (departamento) de Comayagua, y participan en el secuestro, el asesinato y el robo. Sabillón dijo que un menor de edad en el grupo jugó un papel importante en un reciente ataque contra la policía, en el que resultaron heridos cinco agentes.

El uso de menores de edad, dijo Sabillón, ofrece a grupos como Los Espinoza «oportunidad para actuar con impunidad», informó La Tribuna.

DENUNCIA DE TRABAJADORES SOCIALES

Según el director de Casa Alianza para Honduras, José Guadalupe Ruelas, algunos de los niños que se encuentran en situación de calle, principalmente en las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula se ven obligados a ponerse al servicio del narcomenudeo.

“Ante la pobreza y ante la falta de valores, algunos niños nos dijeron que sus madres o padres o algún familiar los mandaban a la calle y que ya en esa situación para poder conseguir dinero tenían que dedicarse al narcomenudeo, aunque no en un porcentaje grande, pero es algo considerable”, comentó.

Según Ruelas,

“estos niños son contactados por el crimen organizado o por el narcotráfico para actividades más violentas. Luego, cuando no los necesitan, los ejecutan. Solo en el mes de junio pasado, 121 personas menores de 21 años fueron ejecutadas en el país”.

Pero el narcotráfico no solo utiliza a niños en situación de calle, sino que también los amarra a este inframundo.

Casa Alianza señala que un informe elaborado en 2010 en la ciudad de San Pedro Sula sostenía que el 94 por ciento de los niños en situación de calle consumían algún tipo de droga.

Los niños y las niñas con cuadros agudos de adicción están comprendidos en las edades entre los 12 y los 18 años.

El director se Casa Alianza, asegura que la situación de los niños en la calle

“es macabra porque los niños ya no buscan el sustento en sus hogares, no van a las escuelas y no están aprendiendo en las escuelas, sino que están buscando el sustento en la basura de las calles o están viviendo de lo que la gente les regala”.

LA VENTAJA DE LOS NARCOTRAFICANTES PARA EL USO DE LOS NIÑOS

El reclutamiento de niños es una táctica que ha sido empleada por los grupos criminales en toda la región. Los niños son una inversión de bajo costo para estos grupos, y son altamente prescindibles. La situación jurídica de los menores de edad también hace que sea difícil detenerlos o juzgarlos, y son menos propensos a ser sospechosos de haber cometido un delito en primer lugar. También son testigos no fiables si se llaman a testificar.

Los niños son fácilmente seducidos por la glorificación de la vida criminal. Los muchachos, en particular, a menudo llenos de una sensación de vulnerabilidad, fácilmente son tentados con la idea de lucir un arma y llevar un uniforme.

Esto puede ayudar a explicar el uso de «narcocorridos» en el entrenamiento de los jóvenes por parte de Los Espinoza en Honduras. Esta música, que idealiza la violencia en torno al narcotráfico, es particularmente famosa en México, donde ha echado raíces una sólida cultura en torno al narcotráfico. Aunque son menos populares en Honduras, los narcocorridos aparentemente gozan de cierta popularidad en la parte occidental del país.

Fuentes: El Heraldo, Fides, Insight Crime, Signos de estos Tiempos

 

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Las cárceles latinoamericanas se convierten en centros desde donde se expanden las pandillas

De lugares de rehabilitación a centros de reproducción del mal.

 

Latinoamérica es la región de más violencia pública fuera de las zonas de guerra y por lo tanto parece claro que hay una ola de maldad que se ha apoderado de la zona. Obviamente que el foco está en el alma del hombre sin Dios. ¿Pero dónde está el foco físico desde donde se propaga? Los datos están indicando que el foco físico desde donde se reproduce esta violencia ahora están siendo las cárceles, a través de las pandillas.

 

mara salvatrucha

 

Para complicarlo aún más, a principios de este año publicamos un artículo donde afirmábamos que los estados latinoamericanos habían abandonado la idea de rehabilitación en las prisiones, ver aquí.

Veamos el caso de Brasil.

EL CASO DE BRASIL ES PARADIGMÁTICO

En 2006 el Primeiro Comando do Capital (PCC) paralizó São Paulo durante días con cientos de ataques en lugares estratégicos. Pero en realidad el PCC había estaba perfeccionado tácticas aprendidas del Comando Vermelho de Rio de Janeiro, una pandilla mucho más antigua.

Nacida de los calabozos de la dictadura militar brasileña en los años 70, el CV adaptó técnicas para apoderarse del sistema penitenciario y, eventualmente, expandirse en los años 80 hasta llegar a controlar las favelas de la ciudad – y su lucrativo negocio de tráfico de drogas.

Los teléfonos móviles han acelerado esta expansión, pero como demuestra el caso CV, los ingredientes básicos son un conocimiento compartido, una tecnología que pueda ser replicada y enseñada.

La pandilla cuida sus miembros en las cárceles, con un sistema crudo de justicia que castiga a los que desobedecen. Esto les da el poder sobre la gente en la calle que anticipa una posible encarcelación. “Lo que hagas ahí afuera”, dijo un ex traficante en Rio, “tendrás que responder por ello adentro”.

LAS PANDILLAS SE EXPANDEN DESDE LAS CÁRCELES

Por lo tanto resulta preocupante pero no sorprendente que las redes criminales basadas en las cárceles siguen expandiéndose. En 2013, más de 100 buses fueron incendiados y puestos policiales atacados en Santa Catarina, normalmente un estado pacífico en el próspero sur brasileño.

Los ataques fueron obras de Primeiro Comando Catarinense, hasta ese momento una organización basada en los centros penitenciarios poco conocida. Primeiro Comando Catarinense había sido fundada siete años antes por reclusos que habían pasado tiempo en centros penitenciarios en otros estados controlados por Primeiro Comando do Capital.

Una de las dos pandillas luchando por la hegemonía en las cárceles de Maranhão a principios de 2014 es otro vástago del PCC, conocido como Primeiro Comando do Maranhão. De hecho, un informe del 2011 encontró que el PCC es activo en por lo menos 16 estados brasileños, ya sea por medio de alianzas con grupos locales o por medio de sus propias franquicias.

DANDO VUELTA LA LÓGICA DEL ENCARCELAMIENTO

Investigaciones recientes sobre pandillas en las cárceles demuestran cómo las pandillas dan vuelta la lógica del encarcelamiento.

En primer lugar, las pandillas obtienen su poder imponiendo un cierto orden en los centros penitenciarios, con regímenes de protección y bienestar para los reclusos internados en un sistema brutal y caótico. Esto seguirá siendo así aún después de que termine la actual lucha por el control de las cárceles de Maranhão, cuando una pandilla se imponga sobre otra, y la violencia al interior de las cárceles disminuya (como sucedió en São Paulo) y el tema desaparezca de los titulares de prensa.

En segundo lugar, las pandillas saben cómo proyectar su poder hacia las calles, asegurando la lealtad de los reclusos liberados y los que no han sido arrestados aún pero anticipan que en el futuro podrían caer bajo las garras de los líderes presos.

Este poder es con frecuencia utilizado para organizar actividad criminal local, usualmente relacionada con el tráfico de drogas, aunque las maras centroamericanas han aprendido cómo organizar redes de chantajes desde las cárceles. También permite a las pandillas ordenar ataques tipo terroristas que presionan a las autoridades políticas o, por otra parte, imponer medidas de reducción de violencia, como es el caso de la tregua de las maras en El Salvador o el “código de conducta criminal” (lei do crime) en Brasil. Ambas medidas de las pandillas significaron importantes reducciones en las tasas de homicidio. Esto incrementó el poder de negociación de las bandas penitenciarias frente al estado.

NO FUNCIONA LA POLÍTICA DEL GRAN ENCARCELAMIENTO

Políticas que encierran gran números de pandilleros resultan en tasas de encarcelamiento más altas y peores condiciones de hacinamiento, y aumentan el poderío en la calle de las pandillas de las cárceles, en vez de disminuirlo.

¿Qué hacer? Un punto de partida es implementar políticas más inteligentes, incluyendo enfocarse en los verdaderos criminales en vez de arrestos masivos en contra de todos integrantes de las pandillas. Otras medidas efectivas son penas más cortas pero más certeras para infracciones menores, y centros penitenciarios más pequeños pero con más vigilancia. Esto puede disuadir en vez de alentar la obediencia a los líderes pandilleros que se encuentran tras las rejas.

No obstante, un progreso real puede requerir una reducción de las tasas de encarcelamiento que no tienen precedente histórico. La situación en Maranhão nos recuerda que en muchos sentidos, los problemas recién comienzan, y no terminan, cuando los transgresores son arrestados.

Fuentes: Sin Miedos, Signos de estos Tiempos

 

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No son cristianas las milicias Anti-Balaka que matan musulmanes en Centroafricana

Los animistas contestan con atrocidades las atrocidades de los musulmanes de Seleka.

 

Las bandas de extremistas musulmanes de Seleka todavía deambulan por las calles vacías y las viviendas de Bangui, la capital de la República Centroafricana, cazando y matando a los cristianos que no fueron capaces de huir. Mientras que los animistas de las milicias de defensa llamadas Anti-Balaka, en la que participan algunos cristianos, están enfurecidos por las atrocidades de Seleka y por el apoyo que algunos musulmanes le dieron, y proceden a matar musulmanes. 

 

 

Cuando los rebeldes musulmanes Seleka de la República Centroafricana barrieron el sur para apoderarse de la capital, Bangui, y derrocaron al presidente cristiano Francois Bozize en marzo de 2013, el evento recibió una atención escasa en los medios de comunicación occidentales. Lo que los medios aún no parecen dispuestos a ver es que la embestida de Seleka está sirviendo, sin saberlo, a una ofensiva más amplia por parte de extremistas musulmanes de ampliar el ámbito del Islam en el interior subsahariano del continente africano.

LOS ÚLTIMOS SUCESOS

La República Centro Africana es un país de mayoría cristiana en la que los musulmanes representan sólo alrededor del 15% de la población, es uno de los estados más pobres de África, está lleno de diamantes y otros metales preciosos que la convierten en un atractivo premio para muchos países, camarillas políticas y estados vecinos. Bozize fue, de hecho, derrocado por su principal rival, el musulmán Michel Djotodia.

Para garantizar su éxito, Djotodia hizo una alianza con una fuerza temible de extremistas musulmanes. Sin embargo, pronto perdió el control de sus aliados Seleka, quienes procedieron a perpetrar una masacre en masa de los cristianos, y piratería incluso de bebés.

No fue hasta que los cristianos étnicos Ubangi hubieron organizado su propia defensa que Francia envió a cientos de legionarios para llenar el vacío dejado por las fuerzas armadas en desintegración de la República Centroafricana.

Desde entonces, aunque los franceses y las fuerza de paz africanas han restaurado una paz desigual y frágil, el derramamiento de sangre sectario después de la toma del poder de Seleka ha sumado un mínimo de un cuarto de millón de refugiados, tanto cristianos como musulmanes, de sus hogares.

Mientras Djotodia se vio obligado a dimitir el 10 de enero de 2014 por los líderes regionales en una conferencia de paz organizada por Chad, no hay garantía de que los extremistas de Seleka terminarán su violación, saqueo, y asesinato de los cristianos una vez que las tropas de paz salgan. Las tropas de Francia, Chad, Camerún y la República Democrática del Congo permanecen allí en un esfuerzo para detener el derramamiento de sangre y restaurar una apariencia de estabilidad.

El único punto brillante en medio del baño de sangre es el esfuerzo conjunto por el arzobispo católico de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, y el Gran Mufti del Islam, Oumar Kobine Layama, para poner fin a la violencia sectaria.

APARECEN ES ESCENA LOS ANTI BALAKAS

Ante la violencia desatada por los musulmanes de Seleka entraron en acción los Anti Balaka mutilando, masacrando, castrando musulmanes, con machetes, «escenas de horror absoluto», como fueron definidas por Human Rights Watch.

La prensa internacional dice que los antibalakas son milicias cristianas, pero no es así dijo el padre Aurelio Gazzera, desde hace años misionero en el país africano en Bozoum y pacificador incansable.

«Tienen puestos muchos amuletos que jamás se pondría un cristiano. Son animistas y si matan musulmanes no es por razones religiosas«.

Cuando los extremistas de Seleka comenzaron los saqueos, muchos musulmanes, por protección o por apoyo religioso, ayudaron a los de Seleka señalando las propiedades de los cristianos para que no atacaran las suyas. Y así se creó resentimiento.

QUIÉNES SON LOS ANTI-BALAKA 

Anti-Balaka, es un término que suele traducirse como «anti-machetes», pero en realidad significa «antídoto», ciertamente no nacieron en 2013 para oponerse a la coalición islamista Seleka, a raíz de que el presidente golpista Djotodia saqueó el país, con el auxilio de los extremistas de Seleka (especialmente a los cristianos) desde el pasado mes de marzo.

Los Anti-Balaka en realidad nacieron a mediados de los años ochenta como grupos de autodefensa para luchar contra los bandidos «zaraguinas» que robaban a los viajeros y se aprovechaban de la ausencia de fuerzas de seguridad eficaces.

«Son animistas, aunque también pueden haber algunos cristianos unidos a ellosexplica Gazzera – pero los Anti-Balaka son ciudadanos comunes que tienen que pasar por un ritual animista que los hará invencibles a los ataques e impenetrables por las balas y las armas de fuego. Y es por eso que llevan muchos amuletos». 

Diseñados como grupos de autodefensa, estas milicias

«tienden a reemplazar al Estado, pero el gobierno debe intervenir y hacerle entender que este no es su papel.»

Hoy en día casi todo el oeste del país fue liberado del flagelo de Seleka, que siguen estando en parte en Bangui y en el Este, creando serios problemas.

Los Anti-Balaka,

«son indisciplinados y están armados, pero razonar con ellos es muy difícil», dice el misionero.

Durante los últimos dos meses estas milicias han atacado especialmente a los musulmanes:

«No lo hacen por la religión, en primer lugar, sino para vengar lo que han sufrido en los últimos meses y para robar. Muchos musulmanes han hecho mal al apoyar a Seleka y ahora se encuentran sin protección«.

El lunes, 3 de febrero, al menos 70 personas fueron asesinadas por los Anti-Balaka en una boda.

«La situación está todavía muy caliente», admite Gazzera. «Las cosas están mejor donde están los soldados de las fuerzas internacionales, pero donde están ausentes sigue siendo un desastre. Necesitamos un Estado fuerte que pueda detener a las milicias y reconstruir las ciudades destruidas por Seleka. Pero yo todavía no veo nada de esto».

Fuentes: Gatestone Institute, Tempi, Signos de estos Tiempos

 

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Crece la delincuencia juvenil en Latinoamérica

Perpetradores y víctimas de crímenes violentos.

 

Un signo de nuestro tiempo es el crecimiento alarmante de la violencia perpetrada por y entre los jóvenes latinoamericanos, dentro de una región que tiene los mayores índices de violencia del mundo, fuera de los escenarios de guerra.

 

ninos delincuentes

 

Es que su participación en el crimen organizado tiene ventajas para los propios jóvenes, que sufren un problema de marginación y concomitantemente de aspiraciones elevadas. Y también tiene ventajas para las organizaciones del crimen organizado porque es mano de obra barata y menos punible legalmente.

Jóvenes y menores son responsables del incremento en el porcentaje de crímenes violentos en México, Colombia y Brasil. Sin embargo, cada vez más ellos también son víctimas en lugares como Honduras y Argentina. Las tendencias son regionales y preocupantes en muchos niveles.

LAS CIFRAS SON ELOCUENTES

En Colombia, los niños y adolescentes menores de 18 años representaron el 11 por ciento de todas las detenciones realizadas el año pasado, con 29.943 arrestos reportados por la policía en 2013, lo que representa un aumento del 33 por ciento respecto a 2010, informó El Tiempo. Casi un tercio de los menores de edad, 8.222, fueron detenidos por robo. Sin embargo, los delitos juveniles también incluyeron el homicidio y la extorsión. Cali encabezó la lista de ciudades en cuanto a asesinatos cometidos por jóvenes, con 87 de los 409 jóvenes detenidos enfrentando cargos de homicidio, mientras que Medellín estuvo a la cabeza por extorsión y Bogotá por robo.

En México, la Secretaría de Gobernación (SEGOB) informó recientemente que los jóvenes son ahora la población con mayores probabilidades de ser tanto víctimas como perpetradores de la violencia, informó El Economista. En 2013, el 33,5 por ciento de los homicidios fueron cometidos por personas de 25 años o menos. Mientras tanto, la tasa de víctimas de homicidio, por debajo de la edad de 18 años, aumentó más de un 70 por ciento entre 2006 y 2010 – al pasar de 2,1 a 3,6 por cada 100.000 habitantes.

UN LADO DIFERENTE DEL PROBLEMA

En San Pedro Sula, Honduras, unas 3.000 niñas entre los 12 y 17 años trabajan como prostitutas; otros 5.000 niños, menores de 18 años, duermen en las calles, según un informe elaborado por el Instituto Hondureño de la Niñez y Familia al que tuvo acceso La Prensa.

Según el informe, 3 de cada 10 de estos niños se convierten en miembros de las violentas pandillas callejeras del país, conocidas popularmente como «maras».

Según Gema Santamaría, asesora principal en el reciente informe de desarrollo de Latinoamérica, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD – pdf), los homicidios de jóvenes son uno de los mejores indicadores disponibles sobre la participación de los jóvenes en la delincuencia, ya que los que están involucrados en las pandillas y otros grupos criminales tienen más probabilidades de ser víctimas de homicidio.

LOS HOMICIDIOS

Los hombres jóvenes llevan la carga. Entre 1996 y 2009, alrededor del 20 por ciento de las víctimas de homicidio en Latinoamérica eran de sexo masculino, de entre 20 y 24 años de edad, mientras que los hombres entre 15 y 29 representaban casi la mitad de todas las víctimas de homicidio, informó el PNUD. Las mujeres jóvenes y las niñas suelen ser víctimas de distintas formas de violencia, en particular la que se asocia con la trata de personas y la prostitución forzada, o el «feminicidio» -el asesinato selectivo de una mujer a causa de su género.

La guerra de México contra los grupos criminales ha llevado a un aumento en los homicidios desde 2007, tanto de mujeres como de hombres, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). Los hombres de 20 a 24 años de edad han sido algunos de los más afectados, con la tasa de homicidios pasando de alrededor de 20 por cada 100.000 habitantes a cerca de 60 por 100.000 en 2009. Los jóvenes entre los 15 y los 19 años también ha visto un fuerte aumento en los asesinatos, de alrededor de 10 por cada 100.000 habitantes a cerca de 30 por 100.000, en el mismo período de tiempo.

En Colombia, la tasa de homicidios de jóvenes se encuentra entre las cinco más altas del mundo, situándose en 73,4 por cada 100.000, según el PNUD. La tasa general de homicidios del país es menos de la mitad de eso, situándose en poco más de 30 por 100.000 en 2012.

Las tasas de homicidios juveniles también son particularmente altas en El Salvador -92,3 por 100.000 en 2011- donde las pandillas de Barrio 18 y la Mara Salvatrucha (MS13) tienen una presencia particularmente fuerte. El año pasado, un representante del organismo que vela por los derechos de los de los niños, UNICEF, dijo que la mayoría de los niños, niñas y adolescentes asesinados entre 2005 y 2011 eran miembros de pandillas y que habían abandonado la escuela. Al igual que los actores criminales en México y Colombia, las maras son conocidas por reclutar activamente a los niños y, en algunos casos, los obligan a unirse.

En otras partes de la región, otros países están empezando a mostrar tendencias similares, a medida que el crimen organizado gana un punto de apoyo más fuerte. En Argentina545 adolescentes fueron asesinados en 2011 -el número más alto desde 2003. Mientras tanto, en Brasil, la tasa de homicidios de personas de 19 años y menores aumentó un 346 por ciento entre 1980 y 2010. En ambos países, estos picos han coincidido con la evolución y la propagación del comercio local de drogas.

NO ES UN FENÓMENO NUEVO

La delincuencia juvenil está lejos de ser un fenómeno nuevo en Latinoamérica, donde las diferencias de ingresos, los cambios urbanos y la exclusión social han llevado por mucho tiempo a los jóvenes a cometer lo que el PNUD denomina «delito aspiracional». Estos incluyen el robo y otros delitos que tiene como objetivo obtener dinero y estatus.

Hay muchos factores que ayudan a contribuir a la participación de los jóvenes en la delincuencia y su susceptibilidad a la violencia en la región. Entre los factores de riesgo se encuentran los problemas sociales del tipo que afectan a los niños de la calle de San Pedro Sula: son de origen pobre, con bajo nivel de alfabetización y baja escolaridad; sintiéndose socialmente excluidos y privados de oportunidades.

Más del 30 por ciento de los presos entrevistados por el PNUD en Argentina, Perú, México, El Salvador y Chile abandonaron sus hogares antes de la edad de 15 años, y más del 80 por ciento no completó la escuela secundaria.

Sin embargo, estos factores, por sí solos, no son suficientes para explicar la participación de los jóvenes en la delincuencia y, particularmente, el crimen violento. Santamaría dijo que la participación de los jóvenes en el crimen violento en la región va en aumento, sobre todo en lugares donde las organizaciones criminales tienen una fuerte presencia.

«El uso de la violencia [en el crimen] es cada vez más frecuente, y los jóvenes son particularmente susceptibles a involucrarse en este tipo de actividades, sobre todo en el caso del crimen organizado», dijo Santamaría.

«La diferencia es la forma en que el crimen organizado se manifiesta en estos países… en lugares como México, el crimen organizado ha logrado escalar hasta el punto de que no sólo corrompe el sistema, sino que también utiliza la violencia para competir con organizaciones criminales, y eso es lo que hace que los jóvenes sean más vulnerables», dijo Santamaría.

La evaluación de Santamaría podría ayudar a explicar por qué la violencia juvenil tiende a concentrarse en determinados países y ciudades. Tomemos el caso de Cali, Colombia. Cuando los grupos criminales de los Urabeños y los Rastrojos lucharon por el poder sobre la ciudad, los dos grupos cooptaron a numerosos adolescentes. Según las autoridades, el número de pandillas en la ciudad creció más de 10 veces entre 1992 y 2012, con más de 2.000 jóvenes involucrados en las pandillas de Cali en 2013.

BENEFICIO PARA EL CRIMEN ORGANIZADO DE INCORPORAR JÓVENES

El fenómeno de la participación infantil en las organizaciones criminales ha existido desde hace mucho tiempo en Colombia. Las organizaciones criminales y las guerrillas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) los reclutan, ofreciéndoles alimentos, un sustento y un uniforme a los niños, con hasta nueve años de edad, que tienen pocas oportunidades. Ambos también involucran el reclutamiento forzoso.

En México, los menores también han sido utilizados, durante mucho tiempo, por los grupos criminales para traficar drogas, llevar a cabo operaciones de vigilancia, y trabajar como asesinos. Se les considera mano de obra barata, prescindible y abundante, con los llamados «ni-nis» (jóvenes que ni estudian ni trabajan) llegando a ser hasta ocho millones en México en 2012. Los convierten en soldados rasos de las pandillas y los carteles, y como tales son blancos frecuentes de violencia, como destacó la SEGOB. Aunque son un blanco fácil, los niños no siempre están dispuestos a ser reclutados, por lo que el crimen organizado a menudo recurre a la coerción para empujarlos a la criminalidad.

Otro de los beneficios para los grupos criminales es que los menores involucrados en el crimen violento a menudo enfrentan sentencias mucho más leves que los adultos. También es menos probable que sean vistos como sospechosos, por lo que pueden pasar desapercibidos en lugares donde otros no podrían.

LOS GOBIERNOS AÚN NO HAN SABIDO QUÉ HACER AL RESPECTO

En algunos países de la región existe un debate sobre si se deben endurecer las penas para los jóvenes que cometen delitos.

Sin embargo, esta estrategia se dirige a los síntomas cuando el problema fundamental es la falta de oportunidades sociales, educativas y económicas, junto con la presencia de actores del crimen organizado.

Lo que es más, la llamada «mano dura”  o las políticas de línea dura contra los miembros de las pandillas, en las que miles de jóvenes están acorralados por la apariencia física, han demostrado que tienen un efecto perverso sobre la violencia, convirtiendo las prisiones en espacios propicios para la criminalidad, el crimen organizado y las pandillas callejeras.

En México, las estrategias destinadas a proporcionar a los jóvenes habilidades y oportunidades de empleo, a través de esfuerzos conjuntos del sector público y privado, han demostrado tener algún efecto en la reducción de la atracción de las pandillas hacia la juventud.

Sin embargo, como Santamaría explicó, las estrategias dirigidas a reducir la delincuencia juvenil, en última instancia, deberán ser diferenciadas para abordar la situación única de cada país, teniendo en cuenta la composición del crimen organizado y los principales factores sociales que llevan a los niños a participar en la delincuencia, con el fin de que sean efectivos.

Fuentes: Insight Crime, Signos de estos Tiempos

 

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México legitima a grupos paramilitares para combatir al crimen organizado

Una estrategia que puede terminar en un desastre.

 

Se ha alcanzado un acuerdo entre los grupos de autodefensa en el estado de Michoacán en México y el ejército, en una especie de privatización del combate contra el crimen organizado, ya que el estado ha fallado en su labor. Sin embargo, la experiencia que han tenido Colombia, Guatemala y Perú con la legitimación de estos grupos paramilitares ha sido funesta, y los mexicanos harían bien en reflexionarlas. 

 

autodefensas en michoacan

 

Los grupos de autodefensa de Michoacán nacieron de forma espontánea – no existe un marco militar, no existe una formación -, para combatir al cartel de Los Caballeros Templarios que asola Michoacán, el que surgió a partir de una división de la Familia Michoacana, imponiendo a la población secuestros, violaciones, asesinatos, que tuvieron un saldo de tan sólo 990 muertes en 2013. 

Lea nuestro artículo anterior: La tentación de los grupos de autodefensa civiles para combatir el crimen

ACUERDOS CON TÉRMINOS VAGOS

La intención del acuerdo es que las autodefensas ofrezcan una lista de los miembros, armamento de poseen, y que las armas de guerra de calibre superior a las necesidades de defensa, sean sustituidas por otras de menor potencia de fuego, y que coordinen las acciones con las fuerzas del orden. A cambio recibirán legitimidad, equipo técnico, transporte y dinero público.

Estos son en esencia, los términos del acuerdo entre el gobierno mexicano y las milicias armadas – las Autodefensas Unidas de como se les llama – que se formaron en el estado de Michoacán (centro-oeste del país), uno de los más violentos de México. El acuerdo cubrirá ocho puntos en que las milicias operan en el territorio, que, según sus dirigentes, cuentan con 25.000 hombres armados.

Pero varios puntos de la ley son de cierta forma vagos. Ésta dice que pueden trabajar con la policía municipal, pero no los obliga a ser parte de la policía. Les exige registrar sus armas con el ejército, pero no dice si pueden quedarse con sus armas, ni qué tipo de armas deben registrar (la ley mexicana permite a los ciudadanos portar un arma hasta de calibre .38)

El gobierno también afirma que ayudará a las autodefensas con sus actividades, pero no delimita claramente lo que implican estas actividades. De hecho, sigue siendo la pregunta principal: ¿Qué harán exactamente los Cuerpos de Defensa Rurales, como se les llama ahora? ¿Cuál es su rol y jurisdicción?

Por supuesto, todo esto necesitará ser definido más claramente por medio de una legislación más formal, presuntamente a nivel nacional, pues las milicias ya están infringiendo varias leyes y poniendo al gobierno actual en un terrible dilema de relaciones públicas: ¿Cómo se apoya una estrategia paramilitar sin admitir que se ha fallado como gobierno?

LA POSICIÓN DE LA IGLESIA

Hay que decir que la Iglesia no ve con buenos ojos la alianza gobierno-autodefensas. No considera adecuado que las milicias voluntarias hagan justicia con mano propia. El arzobispo de Morelia, capital de Michoacán, Alberto Suárez Inda, no duda en calificar de inconstitucional las autodefensas. Pero reconoce que

«hay momentos en que las personas han recurrido a este medio para movilizarse, como último recurso.»

Para desarmar las autodefensas exige que

«primero las autoridades quiten las armas de las manos de aquellos que amenazan la paz del pueblo.»

La Iglesia no se salvó por la arrogancia de los Templarios. Varios sacerdotes de Michoacán fueron amenazados. Como lo demuestra la foto ahora famoso del sacerdote que celebra la misa con el chaleco antibalas, Gregorio López, pastor de una parroquia en Apatzingán, de 80 mil habitantes, una de las ciudades más violentas de la región, el centro de operaciones de los Caballeros Templarios de acuerdo a laa autodefensas.

«La Iglesia es la única institución que los templarios no fueron capaces de tomar» analiza otro sacerdote del lugar, Adrián Vázquez Alejandrez.

«Al principio no fue sólo culpa del gobierno» reconoce.

«Todos tenemos la culpa: solíamos quedarnos en silencio, sólo susurrando. Durante años y años, hemos dejado a (Los Templarios para resolver todo».

LOS CASOS FALLIDOS DE COLOMBIA, GUATEMALA Y PERÚ

Si el gobierno de México considera que la “legalización” de los grupos de autodefensas, en el asediado estado de Michoacán, resolverá sus problemas de seguridad ciudadana, debería observar con más detenimiento a los otros tres países de la región – Colombia, Guatemala y Perú – que probaron proyectos similares, bajo circunstancias similares, y obtuvieron terribles resultados.

El Congreso de México deberá considerar cuidadosamente los esfuerzos de tres de sus vecinos, los cuales crearon unidades paramilitares legales para ayudarlos con sus propios problemas de seguridad. Entre ellos, Guatemala fue el más grande en términos per cápita. Las llamadas Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) contaban con entre 500.000 y un millón de miembros en su apogeo, un número increíble, considerando que la población del país no superaba los diez millones en ese entonces.

Las PACs no estaban realmente definidas colectivamente por una ley, sino por muchas, y estaban dirigidas por déspotas militares, haciendo que su operación fuera de alguna manera arbitraria y, en últimas, brutal. De hecho, los comandantes del ejército que controlaron las PACs, las utilizaron para torturar, asesinar y delatar a sus vecinos sistemáticamente, a menudo a punta de pistola. Después de la guerra, el informe del Arzobispo afirmó que las PACs, junto con el ejército, estuvieron involucradas en 1.799 violaciones a los Derechos Humanos y en 342 masacres.

En Perú, el gobierno hizo un esfuerzo más concertado para colocar a las Rondas Campesinas bajo una estructura legal, las cuales estaban parcialmente basadas en los históricos grupos de “vigilancia comunitaria”, que habían operado durante años en las comunidades indígenas.

Las leyes incluían suministrar armas a los grupos – un decreto legislativo de 1991 incluso permitió la adquisición de escopetas calibre 12. Así como en Guatemala, el ejército utilizó a las Rondas en su guerra sucia contra los insurgentes, aunque no de una forma tan espectacular y masiva, poniéndolas a menudo en situaciones de riesgo. Las Rondas se convirtieron en un blanco fácil para Sendero Luminoso, el brutal grupo guerrillero de Perú, el cual masacró a cientos de campesinos cuando el ejército dejó sus pueblos.

Quizás el ejemplo más claro de cómo no administrar milicias apoyadas por el Estado viene de Colombia, donde las llamadas Convivir estuvieron cobijadas por una ley más amplia de seguridad privada, la cual proporcionaría el pilar de lo que se convertiría en la fuerza paramilitar más grande de la región.

Bajo el nombre de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), estos mismos grupos paramilitares se convirtieron en representantes del ejército estatal, cometieron masivos abusos contra los Derechos Humanos, y se convirtieron en la organización de narcotráfico más grande del hemisferio. Vea el Perfil de las AUC.

El tiempo ha ayudado a que las autoridades judiciales dicten fallos, tanto sobre los paramilitares que cometieron algunas de estas atrocidades, como sobre las políticas que ayudaron a constituir estas estructuras mortales en primer lugar.

En la reciente decisión de condenar al detenido líder paramilitar Ever Veloza García alias “HH”, una corte de Bogotá afirmó que la política de las Convivir había permitido que

«los grupos paramilitares consolidaran y expandieran sus redes criminales y sus nexos con sectores económicos, políticos y estatales».

Considerando ésta historia, es interesante que Colombia haya proporcionado a México entrenamiento y consultores de alto nivel, incluyendo al antiguo director de la elogiada policía de Colombia, Oscar Naranjo, quién regresó para ayudar al gobierno colombiano a negociar un acuerdo de paz con el grupo guerrillero del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Hay pocos indicios de que Colombia haya transmitido el “secreto” paramilitar a los mexicanos. De hecho, Naranjo sabe mejor que muchos el daño que pueden causar en el largo plazo.

Después de que las AUC se desmovilizaran y firmaran su propio acuerdo de paz con el gobierno, surgieron docenas de grupos paramilitares más pequeños. El gobierno los ha llamado Bandas Criminales o BACRIM, con el fin de disfrazar su origen.

Desde entonces, las BACRIM han arrastrado al país hacia otra brutal fase de la guerra, en la que el grupo que emergió como el más poderoso, los Urabeños, tiene sus raíces en el grupo paramilitar original, las AUC.

La experiencia de estos países latinoamericanos sirven como moraleja, y no deben ser tomados a la ligera por los legisladores mexicanos a medida que avanzan con la formalización de las autodefensas de Michoacán.

Fuentes: Terre d’America, Insight Crime, Signos de estos Tiempos 

 

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La tentación de los grupos de autodefensa civiles para combatir el crimen

¿Combatir lo malo con algo peor?

 

Un fuerte crimen organizado, un gobierno débil, políticos y policías corruptos son cosas bastante comunes en la región latinoamericana, que registra la absoluta mayoría de las ciudades más violentas del planeta. Y en este contexto es que surge la tentación de que la población tome la justicia por cuenta propia, como sucede en Michoacán con los grupos de autodefensa.

 

grupo aquila de autodefensa michoacan

 

Sin embargo esto puede ser una ilusión pasajera, como lo vemos en la historia. Los paramilitares de Colombia, el Khmer Rouge de Camboya y los señores de la guerra del Congo muestran como estas iniciativas pueden degenerar en los mismos o peores males.

Mientras los grupos de autodefensa actúan en Michoacán, la región debe discernir si esta es una opción válida y poner los frenos para que no degeneren.

El movimiento de vigilantes michoacanos anunció la semana pasada su primer gran devolución de tierras, de 25 huertos de aguacate a los agricultores, cuyas propiedades habían sido confiscadas por un cartel Caballeros Templarios, al tiempo que funcionarios del estado advierten que los vigilantes armados están tomando el control del territorio sin ley en Michoacán y podrían convertirse en fuerzas del crimen organizado similar contra la que están luchando.

VISIÓN DEL GOBIERNO, DE LOS GRUPOS DE AUTODEFENSA Y DE LA POBLACIÓN

Alfredo Castillo, nuevo enviado del gobierno federal para coordinar la seguridad y el desarrollo en el estado,  dijo que

«Se puede comenzar con una causa genuina, pero cuando se empiza a tomar el control, tomar decisiones y sentirse autoridad… se corre el riesgo de llegar a lo mismo».

Sin embargo Estanislao Beltrán, portavoz de los grupos de autodefensa, dijo que la misión es echar al cartel, no convertirse en uno.

Para hacer referencia a ello, unos 200 partidarios de los vigilantes se reunieron en la plaza de Tancitaro hace una semana para el regreso simbólico de 25 huertos de aguacate que habían sido incautados por el cartel.

Estos eventos están reforzando la fuerza y ??la popularidad de los vigilantes aun cuando el gobierno exige que se desarmen.

«Gracias a los grupos de autodefensa, podemos trabajar nuestras huertas», dijo Agustín Arteaga, quien se había mantenido fuera de su tierra por varios años ya que casi una docena de camiones lo detuvieron, y los hombres lo ataron y golpearon antes de tomar su huerto.

Pero el Departamento de Estado de EE.UU. dijo que el guerrear entre los vigilantes y el cartel

es «muy preocupante» y que «no está claro si alguno de esos actores tienen los mejores intereses de la comunidad en el corazón.»

Pero las personas que habían sido secuestradas, golpeadas y a quienes los Caballeros Templarios habían confiscado la tierra, alabaron a los vigilantes por proporcionar la seguridad para que ellos regresen.

Leovigildo Sánchez, quien asistió a la ceremonia de entrega de tierras, informó que el cártel asesinó a su padre y su hermano y tomó dos huertos. Comenzó a trabajar la tierra de nuevo después de que los vigilantes llegaron a Tancitaro en noviembre.

«Agradezco a Dios y a los grupos de autodefensa. Estamos aquí con ellos», dijo.

Las incursiones del cártel habían causado un éxodo de muchos de los residentes de la región de Tierra Caliente, incluyendo una avalancha de personas que buscaron asilo en San Diego, California.

LOS GRUPOS DE AUTODEFENSA PIDEN FINANCIACIÓN

Los grupos de autodefensa están animando a todos, desde los pobres recolectores a los empresarios ricos, a ayudar a mantener su movimiento a flote financieramente.

«Hay una gran cantidad de empresarios que financian este movimiento», dijo el sacerdote Gregorio López, sacerdote católico romano en la ciudad principal de la región agrícola, Apatzingan, que todavía está bajo el dominio del cártel, y quien debe usar chaleco antibalas para celebrar misa.

Hipólito Mora, uno de los fundadores del movimiento de autodefensa, dijo que ya ha llamado a una familia adinerada que huyó a Guadalajara para decirles que pueden regresar y reclamar su rancho en expansión.

«Los ricos han perdido el miedo, y están acercándose a nosotros, ellos se están uniendo al movimiento», dijo Mora.

DISMINUYEN ENFRENTAMIENTOS ARMADOS PERO CONTINÚA LA CRISIS DE LAS AUTODEFENSAS

Mientras tanto, las fuerzas de seguridad federales de México dicen que han tomado el control de la seguridad en 20 municipios de Michoacán, aunque hay poca evidencia para sugerir que las milicias de los grupos de autodefensa se están desarmando o están preparadas para retirarse.

En siete de los municipios a los que la policía federal y el ejército se han desplazado, la policía municipal ha sido desarmada y enviada a «entrenarse» en el distante estado de Tlaxcala, informó Animal Político.

Después de que varios intentos para desarmar a las milicias condujeran a violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, los residentes realizaron protestas en apoyo a las autodefensas en el municipio de Nueva Italia, informó Proceso. Según los líderes de las milicias, las fuerzas de seguridad posteriormente regresaron las armas que habían confiscado tras los enfrentamientos.

El 14 de enero, los líderes de las autodefensas se ??reunieron con el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, en un intento por reducir las tensiones. Al día siguiente, uno de los miembros del Consejo Ciudadano de Autodefensas, Estanislao Beltrán, llevó a cabo una conferencia de prensa en la que declaró que las milicias congelarían los intentos de «liberar» a nuevos municipios y buscarían maneras de cooperar con las fuerzas federales. Sin embargo, añadió, no serán desarmados.

En una entrevista con El Universal, Beltrán dijo que actuarían de una manera más «reservada» y no patrullarían las calles mostrando abiertamente sus armas.

Pero todavía hay preguntas acerca cómo los Caballeros Templarios responderán. Por el momento, la respuesta de los Caballeros ha sido relativamente moderada, y es probable que pronto escojan un momento para tomar represalias.

LOS GRUPOS DE AUTODEFENSA NO PUEDEN SER UNA RESPUESTA PERMANENTE

Más allá de ciertoa apoyos de la población, autoridades y ciudadanos pueden tener razón en temer el potencial de las milicias de Michoacán para degenerar en una amenaza contra la sociedad. Ese ha sido el destino de estos movimientos, desde los paramilitares de Colombia, hasta el Khmer Rouge de Camboya y los señores de la guerra del Congo.

Las autodefensas no son un sustituto para el estado de derecho. Jóvenes no entrenados con armas de alto poder, no pueden sustituir a una policía profesional ni a los fiscales.

Sin embargo, las advertencias piadosas de los burócratas como Castillo no son más que frases sin sentido.

Las milicias se formaron después de años de esfuerzos fallidos y poco entusiastas de los gobiernos por acabar con los Caballeros Templarios y otros grupos que han aterrorizado y azotado a Michoacán. Jefes de pandillas como Plancarte permanecen en la clandestinidad, y son protegidos por oficiales sobornados o temerosos, en todos los niveles.

El presidente Peña Nieto y sus asesores han prometido resolver la crisis de Michoacán desde que asumieron el cargo hace 14 meses. Lo siguen prometiendo hoy en día. ¿Quién puede culpar a la gente en Michoacán por no creer en ellos?

Una ocupación militar de Michoacán tampoco es la respuesta. En lugar de arrestar a los Templarios, los soldados y la policía militarizada simplemente patrullan el Estado e instalan puestos de control, y parecen más unos espantapájaros que los salvadores de la región.

La violencia actual de México, que en siete años ha cobrado la vida de unas 80.000 personas y ha dejado 25.000 más desaparecidas, se puede situar en gran medida en la base del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Peña Nieto, el cual gobernó México durante la mayor parte del siglo pasado.

¿Entonces que credibilidad puede tener el poder ejecutivo para contrarrestar al crimen organizado?

Por esto es entendible que hayan aparecido los grupos de autodefensa como opciones legítimas de la población para defenderse del crimen organizado. Pero mirando la historia, también es entendible que estos grupos terminen degenerando en nuevos grupos de crimen organizado.

Fuentes: SFGate, Insight Crime, Signos de estos Tiempos

 

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Los estados latinoamericanos han abandonado la idea de rehabilitación en las prisiones

Hacinamiento y escuelas del crimen.

 

En las últimas décadas Latinoamérica ha visto crecer la inseguridad ciudadana en forma explosiva, que puede apreciarse a simple vista mirando las noticias diarias sobre asesinatos y robos, y cuando paseamos por las calles y vemos las casas todas enrejadas.

 

carceles latinoamericanas

 

Las pandillas, el crimen organizado y la carrera delictiva de familias enteras que no han trabajado en más de una generación, e incluso son ayudadas económicamente por el estado, son los actores de la violencia.

Pero hay un eslabón fundamental que está fallando, la etapa de rehabilitación cuando los delincuentes caen presos.

Las prisiones en las Américas están entre las más superpobladas en el mundo, faltan recursos, pero sobre todo, no existe la voluntad política para convertir las cárceles en centros de rehabilitación, en lugar de las verdaderas escuelas del crimen como son ahora.

Sólo están quedando los esfuerzos que realiza la Iglesia con la Pastoral Penitenciaria, que además de cumplir su labor evangelizadora tras las rejas, maneja diversos programas de atención y promoción social integral para las familias, post-penados, deportados de las cárceles del exterior, personal de la guardia y funcionarios del servicio penitenciario.

EL ESTADO ABANDONA LA IDEA DE REHABILITACIÓN

Las cárceles en Latinoamérica han abandonado cualquier idea de rehabilitación de los reclusos, advirtió el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura, destacando cómo los sistemas penitenciarios alimentan la inseguridad y los grupos criminales en la región.

En respuesta a un video publicado la semana pasada, en el que se mostraba unas decapitaciones al interior de una cárcel de Brasil, Juan Ernesto Méndez de la ONU dijo al diario Folha de Sao Paulo que los presos abandonaban las cárceles peor que cuando entraron.

«En Latinoamérica (…) la situación es la siguiente: ponerlos en la cárcel y cerrar la puerta», dijo.

“Muchos países, como Brasil, han abandonado la idea de la rehabilitación. Todos debemos pensar que es un grave error abandonar la rehabilitación social y moral».

Los países no pueden culpar a la falta de recursos para justificar sus pobres cárceles, dijo Méndez, porque hay otros países del mundo

«que tienen un sistema penitenciario ejemplar y digno [a pesar del hecho de que] hay poco dinero».

El personal de la cárcel Pedrinhas en el estado nororiental brasileño de Maranhao entregó a Folha de Sao Paulo, la semana pasada, un video en que se mostraba a los prisioneros posando junto a los cuerpos decapitados. Un total de 62 reclusos fueron asesinados dentro de la cárcel Pedrinhas el año pasado, informó CNN.

LOS MAL LLAMADOS CENTROS DE REHABILITACIÓN

La aterradora violencia y el número de presos muertos están a la orden del día cada año en los sistemas penitenciarios a lo largo de la región, gravemente atiborrados de personas y con escasa financiación, los cuales con frecuencia se encuentran a cargo de los propios reclusos.

Estos llamados «centros de rehabilitación» han abandonado cualquier idea de ayudar a sus prisioneros a reinsertarse en la sociedad y hacen poco para mejorar la seguridad.

En Latinoamérica las prisiones a menudo se convierten en escuelas de formación y zonas de reagrupamiento para el crimen organizado.

Como Méndez señala, los recursos son sólo un tema que debe ser abordado. Si bien la seria falta de recursos de los centros penitenciarios de Latinoamérica es una de las principales razones de por qué han estado tan fuera de control, la falta de voluntad política para abordar realmente el problema y la falta de comprensión de lo que un sistema penitenciario eficaz realmente implica, son tal vez las principales causas del problema.

UN CASO QUE  MUESTRA QUIÉN TIENE EL PODER EN ALGUNAS CÁRCELES

En el corazón de San Pedro Sula, la ciudad más violenta del mundo, hay una cárcel que presume de vivir en paz. Un ladrón de 27 años que decapitó a su antecesor la gobierna con el respaldo de la mayoría de presos, que le consideran su benefactor. Su éxito allí donde el Estado no llega pone en evidencia el fracaso del sistema penitenciario hondureño, corrupto y desbordado.

La cárcel de San Pedro Sula es, vista desde fuera, un sucio muro de hormigón que finge albergar una cárcel. Pero dentro, sobre lo que edificó el Estado, los internos han levantado un pequeño pueblo con su propia ley de mercado, sus historias secretas, sus gentes trabajadoras, sus tradiciones y sus caciques que desbordan lo gubernamental.

No es una metáfora. A lo largo de los años, con madera o cemento, y con la tolerancia o rendición de las autoridades, los presos han construido nuevas celdas, ventanas, escaleras, segundos pisos y nuevos muros que acabaron con cualquier atisbo de estructura regular. Resulta difícil distinguir la edificación original de sus añadidos. La cárcel es hoy una espiral de callejuelas en las que en cada rincón golpetean talleres de hamacas o zapatos, mesas de apuestas, cafetines, carnicerías, fruterías, barberías, una joyería —en la que un preso funde plata, diseña joyas y compravende oro—, o una iglesia de techos altos y amplitud extraordinaria para este lugar abigarrado, en el que deberían habitar 800 presos y se soportan todos los días cerca de 2,500.

[…]

El lugar es el símbolo perfecto de la falta de institucionalidad del sistema penitenciario de Honduras, abandonado presupuestariamente a su suerte y encomendado las últimas décadas a una Policía Nacional corrupta, acostumbrada a compensar con violencia arbitraria su falta de autoridad, porque no gobierna, en realidad, ni las calles ni esta cárcel.

[…]

La masacre que coronó a José Cardozo, conocido como Chepe, sin embargo, comenzó a gestarse el día en que un líder brutal llamado Lázaro Francisco Brevé quedó libre y un hombre más brutal aun, Mario Henríquez, le sucedió al frente del penal. Hubo avisos, muertes previas, fumarolas por las que el penal liberó presión pero que auguraban más muertes. Una de esas fumarolas se levantó una tarde de febrero de 2012. Mario y su gente violaron a la visita de un preso de la celda 12 y durante toda esa noche la cárcel fue un campo de batalla. Fue la primera vez que Chepe intentó hacerse con el penal. Desde el exterior se escuchaban, cada pocos minutos, disparos, y en los callejones del sector paisa se desató una cacería esquina a esquina. Cuando amaneció y las autoridades lograron calmar los ánimos encontraron muerto a Luisito, el coordinador de la 12. Mario siguió en su puesto.

Un mes después, el 29 de marzo, sobrevino la erupción. Ese día hubo 14 muertos, asesinados a bala o a machete. A Mario, en venganza por sus propias formas, Chepe y los suyos le colgaron, le sacaron el corazón y se lo dieron a comer a su perro. Después mataron al perro. La cabeza del antiguo coordinador terminó sobre un tejado y el cuerpo de sus acólitos calcinados bajo una montaña de colchones en el patio del penal. La Policía, consciente de que asistía a una guerra por un territorio que no es suyo, solo se atrevió a entrar al recinto cuando los nuevos líderes paisas autorizaron la retirada de los cadáveres. Así se construyó la paz en el penal de San Pedro Sula.

Menos de dos años después de ajusticiar salvajemente al antiguo coordinador, Chepe se ha ganado el aplauso del resto de internos y de las autoridades porque ha puesto en marcha planes médicos y porque obliga a otros presos a ir a la escuela. Cada preso aporta dos lempiras semanales para sufragar las medicinas de los más pobres del penal o de sus familiares en el exterior. Desafiando lo absurdo, en un país en el que pocos tienen seguridad social, ir a la cárcel en San Pedro Sula te garantiza seguro médico. Además, cada preso paga los domingos una cuota, el “rolo”, para la limpieza de su celda y de las áreas comunes. En las celdas normales esa cuota es de cinco lempiras, pero los que tienen privilegios y celdas privadas pagan 10 o hasta 50 lempiras semanales. Con ese dinero, los presos que limpian los cuartos y letrinas reciben un pequeño salario.

Cuando a mediados de 2013 la gente de la Pastoral Penitenciaria le dijo que iba a cerrar su programa educativo en la cárcel porque solo tenían 36 alumnos y necesitaban un mínimo de 70, él reunió a toda la población y les amenazó con no firmarles cartas de buena conducta si no le mostraban antes un certificado de estudios. [Hoy en día, 140 reclusos se inscribieron en el programa].

[…]

Le he preguntado a Chepe por su ley, por las normas de disciplina con que mantiene el penal en orden, así que cuando dice “lo golpean” quiere decir “mi gente lo golpea”. El subdirector Escalón admite que son los líderes de los presos, la “autoridad civil”, los que determinan a qué hora se levanta y acuesta cada interno, sus horarios de ducha y comida, las cantidades del rancho, quién tiene derecho o no a participar en actividades formativas o talleres profesionales, quién es confinado en una celda de aislamiento y por cuánto tiempo, qué castigo se impone para cada falta. El director del penal, los hombres uniformados que representan esa ficción llamada Constitución, solo intervienen cuando no hay más remedio, cuando los disturbios se prolongan el tiempo suficiente como para que lleguen las cámaras de televisión. No hay cómo evitar una muerte aislada. Probablemente no interesa evitarla.

[…]

El de San Pedro Sula siempre fue un penal paisa. El 17 de mayo de 2004, en pleno fervor de la política policial antipandillas del presidente Ricardo Maduro, en plena Mano Dura, un cortocircuito provocó un incendio en el sector de la Mara Salvatrucha y los custodios mantuvieron los candados cerrados hasta que se quemaron vivos o asfixiaron 107 pandilleros. Tampoco llamó nadie a los bomberos, que tardaron hora y media en llegar. Ese día los paisas entendieron que incluso un Estado tan cruel con sus reos como el hondureño odia más a unos presos que a otros. A diferencia de lo sucedido en El Salvador o Guatemala, el Barrio 18 y la Mara Salvatrucha nunca han logrado que se les asigne penales propios y sus miembros cumplen pena en sectores minoritarios de cárceles controladas por presos comunes.

Eso, sin embargo, no ha evitado que los penales, vencidos por el hacinamiento y la corrupción, acumulen una tasa de homicidios muy superior a la del resto del país. Por eso Chepe es valioso. Porque con sus hombres y las armas de sua hombres logra administrar lo que al Estado le estalla en las manos. En los 21 meses que lleva al frente del penal ha conseguido, incluso, que el Barrio 18 y la Mara Salvatrucha se sometan a su régimen y no crucen las fronteras de sus sectores. El brazo de la justicia de Chepe no llega hasta los módulos de las pandillas y el de los retirados, pero los tres grupos saben que si causan problemas en territorio paisa sufrirán su ira.

[…]

Aun así, los tiempos de paz tienen en la cárcel la consistencia de una figura de origami, y por eso pasea por sus dominios rodeado siempre de 10 hombres fornidos, de vestir pulcro y, es un secreto a voces en la cárcel, armados con algo más que cuchillos. Si le pasara algo, probablemente volverían los tiempos de zozobra y de lucha por el poder. O si le trasladaran. O si saliera libre, porque en teoría este año Chepe debería ir por fin a juicio.

Los extractos fueron obtenidos de un artículo publicado originalmente en El Faro. Vea el original aquí.

Fuentes: Insight Crime, Signos de estos Tiempos

 

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¿Qué se puede esperar del crimen organizado en las Américas en el 2014?

Migración a países donde lo persiguen menos.

 

El crimen organizado es uno de los grandes problemas de Latinoamérica y generador de buena parte de la violencia que azota al continente. Y va a estar muy presnte este año en la región. Ya podemos identificar algunas de las tendencias que probablemente marcarán la evolución del crimen organizado en 2014.

 

crimen organizado

 

Uno es el tema de la migración criminal, en la medida que las mafias en México y Colombia, bajo la presión creciente de las fuerzas de seguridad, siguen la ruta de menor resistencia y se instalan en otros países. 

LAS ORGANIZACIONES COLOMBINAS Y MEXICANAS EMIGRAN

Como hemos visto con los daños colaterales de las naciones que actúan como puntos de transbordo de drogas, es probable que sigan las tendencias en el incremento de la violencia, el crecimiento en el número de grupos locales dedicados al crimen organizado, y el surgimiento en el consumo interno de drogas.

Todo esto a medida que la delincuencia transnacional, ya sea colombiana o mexicana, establece su presencia en estas naciones extranjeras.

Los mexicanos ya tienen puestos de avanzada en todos los países del Triángulo del Norte, El Salvador, Guatemala y Honduras, y continúan empujando hacia Centroamérica.

Las mafias colombianas han sido vistas en Venezuela, Ecuador, Bolivia y en lugares tan distantes como España.

CRECIMIENTO DE LOS MERCADOS DOMÉSTICOS DE DROGAS

Uno de los principales cambios en el tráfico de drogas ha sido el crecimiento de los mercados domésticos al interior de Latinoamérica, especialmente Brasil y Argentina, pero también en México, Colombia e incluso Chile han registrado un crecimiento en las ganancias criminales provenientes de la distribución local de drogas.

Mientras que la producción de cocaína colombiana representa el 80 por ciento del mercado de Estados Unidos, la producción en Perú y Bolivia alimenta los mercados internos de Brasil y Argentina, con un porcentaje de la cocaína que también va en dirección al lucrativo mercado europeo.

Los cambios en los mercados son el origen de nuevos tipos de crimen organizado. Aunque los colombianos siguen dominando el comercio de drogas en Sudamérica, hay evidencia de que sofisticadas organizaciones criminales están en desarrollo en otros países.

LAS NEGOCIACIONES EN CURSO CON EL CRIMEN ORGANIZADO

La tregua de las pandillas en El Salvador se tambalea, pero pocos creen que sobrevivirá, y mucho menos que pueda convertirse en un proceso de paz significativo.

Las negociaciones con las FARC en Colombia continúan, y será el tema principal en las elecciones presidenciales y parlamentarias. Es probable que al grupo guerrillero más pequeño del Ejército de Liberación Nacional (ELN) también le sea concedido un asiento en las conversaciones de paz. El ritmo y el éxito de estas conversaciones se reflejarán en la violencia del conflicto civil colombiano, ya que ambas partes buscan ganar victorias en el campo de batalla que puedan traducirse en mecanismos de presión en la mesa de negociaciones.

ELECCIONES Y OTROS EVENTOS

Honduras elegirá un nuevo presidente en medio de un creciente caos y del fortalecimiento del crimen organizado. Su vecino El Salvador tiene sus propias elecciones presidenciales que sin duda afectarán la tregua entre las pandillas y la violencia en esta pequeña nación centroamericana.

La superpotencia regional, Brasil, será el anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2014 y los ojos del mundo se volverán hacia esta gigantesca nación. Mientras que los programas de pacificación de las favelas de Río continúan, los grupos del crimen organizado basados en las prisiones, como el Primer Comando Capital (PCC), crecen en fuerza. La policía brasileña notoriamente violenta va a hacer todo lo posible para aislar los juegos de los criminales.

Venezuela se tambalea de crisis a crisis con el liderazgo inestable del presidente Nicolás Maduro. La corrupción en el régimen chavista sigue creciendo y numerosos elementos de las fuerzas armadas profundizan su participación en el tráfico de drogas, incluso mientras delitos como el secuestro exprés en Caracas y los homicidios se encuentran en niveles epidémicos.

Paraguay, a menudo pasado por alto, es el primer productor de marihuana de Suramérica. Es también el hogar del grupo guerrillero más nuevo de Suramérica.

Perú, ahora el principal productor de cocaína del mundo, también debe ser monitoreado de cerca. Su grupo guerrillero Sendero Luminoso, bajo la presión de las fuerzas de seguridad, ha profundizado su participación en el tráfico de drogas.

Bolivia otro productor de coca e importante país de transbordo de cocaína, tiene niveles de criminalidad envidiablemente bajos. Sin embargo, hay indicios claros de que agrupaciones criminales transnacionales se han establecido en la ciudad y en la provincia de Santa Cruz.

Hay pruebas abrumadoras de que con la atención centrada en Centroamérica, el Caribe está de nuevo convirtiéndose en una ruta importante para el tráfico de drogas.

El caos en Haití hace de esta nación un lugar de escala favorito para los cargamentos de cocaína, pero pocas de las islas tienen la capacidad para enfrentarse al sofisticado crimen organizado transnacional.

Como siempre, el crimen organizado sigue siendo la más adaptable de las bestias, en busca de cualquier oportunidad de obtener ganancias. Es probable que en 2014 busque nuevas oportunidades en una gama más diversa de lugares.

Puede leerse los Game Changers de 2013en pdf.

Fuentes: Insight Crime, Signos de estos Tiempos

 

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Los medios occidentales no entienden que en Siria quieren establecer una teocracia islámica

Mientras los cristianos siguen huyendo.
El arzobispo greco-melquita Issam John Darwish dice:

 

“nuestro gran temor es que los fundamentalistas tomen el poder e impongan su propia ideología. Un escenario temido por todos los sirios”

 

rebeldes terroristas islamicos en siria

 

«El público occidental es rehén de los medios de comunicación, pero los medios no entienden lo que realmente está sucediendo en Siria y Oriente Medio. No hay primavera árabe y se tiene la intención de establecer una teocracia». 

Duras palabras dadas a Ayuda a la Iglesia Necesitada, por el obispo Issam John Darwish, arzobispo melquita de Furzol, Zahle y Bekaa en el Líbano.

El obispo cree que el mundo árabe no está todavía maduro para una forma de gobierno que implica la separación de la religión y el estado.

«Es una división aún impensable para muchos musulmanes. Occidente no puede exportar a la región, por lo tanto, su concepto de la democracia, sino que debe dejar al Medio Oriente encontrarla su propia cuenta».

 Los disturbios en el mundo árabe han demostrado sus limitaciones, como ocurrió en Egipto con el gobierno de la Hermandad Musulmana,

«los jihadistas de todo el mundo – añadió – están creciendo en el Medio Oriente. Basta pensar en las muchas facciones radicales que operan en Siria, que han sustituido a la oposición moderada».

GINEBRA II 

A medida que nos acercamos a la fecha prevista para Ginebra II, el Arzobispo Darwish espera que la conferencia de paz internacional termine con el propósito de proveer armas y fondos a las partes en conflicto.

«En primer lugar el gobierno y la oposición deben ser alentados a reconciliarse y ponerse de acuerdo sobre las reformas compartidas por todos los sirios. Por ejemplo, asegurar la libertad a los cristianos convertidos a registrarse como tales». 

El arzobispo no puede imaginar cómo será el futuro de Assad, o quién podría sustituirle al frente del país.

«Nuestro único gran temor es que los fundamentalistas tomen el poder e impongan su ideología. Escenario temido por todos los sirios».

LOS CRISTIANOS HUYEN 

Mientras tanto, los cristianos siguen huyendo de Siria. Más de dos mil familias se han refugiado en el Líbano y la ciudad de Zahle – que, con sus doscientos mil fieles es el centro cristiano más grande del país – y ha recibido más de 800.

Es difícil estimar el número exacto de refugiados cristianos porque muchos de ellos no viven en campos de refugiados, sino que se quedan con familiares o amigos.

«Eso no significa que están bien, dice el prelado, la casi totalidad de los que vinieron se destruyen emocionalmente.»

Muchos de ellos provienen de la ciudad de Homs y algunos hablan de haber sido despertados por los jihadistas en el medio de la noche y que se habían visto obligados a abandonar sus hogares sin poder tomar nada con ellos.

Por miedo a las represalias, los cristianos a menudo evitan registrarse como refugiados con las Naciones Unidas. El registro de ACNUR, de hecho, implica la preparación de una tarjeta con fotografías y huellas digitales, y muchos temen que los datos personales pueden terminar en las manos equivocadas. La falta de registro les priva de muchos beneficios, incluyendo la atención médica.

«No creo que debemos preocuparnos y tratamos por todos los medios de convencerlos. Pero nuestros fieles confían sólo en la Iglesia».

Fuentes: ACS Italia, Signos de estos Tiempos

 

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El manual de los narcos ‘Caballeros Templarios’ usa lenguaje de la Teología de la Liberación

Un lenguaje religioso para el crimen organizado en México.

 

Un manual para nuevos adeptos de los Caballeros Templarios, banda michoacana dedicada al narcotráfico y a extorsionar empresas en sus áreas de influencia, utiliza una retórica religiosa, vinculada al catolicismo y más específicamente copia ideas de la ‘Teología de la Liberación’. Una de sus reglas dice:

 

Mexico Cartel Code

 

“Un caballero templario entiende que hay un Dios, una vida creada por Él, una verdad eterna y un propósito divino”.

Los Caballeros Templarios es un grupo que surgió en marzo de 2011 de la otrora poderosa Familia Michoacana. Al igual que sus predecesores en la Familia, los Caballeros Templarios se presentan como un grupo de “autodefensa” comprometido con la lucha frente a los grandes carteles criminales de México, en nombre de la población Michoacana, y con frecuencia emplean la imaginería religiosa en sus comunicados públicos.

El grupo toma su nombre de la orden religioso-militar medieval que se encargó de la defensa de los peregrinos en Tierra Santa, cuyos miembros eran conocidos tanto por su piedad como por su osadía en el campo de batalla. La elección del nombre es parte de la apuesta del grupo de ser visto como algo más que una banda de narcotraficantes — los miembros usan cascos de guerreros romanos durante las ceremonias de iniciación y distribuyen propaganda promoviéndose a sí mismos como campeones de la lucha contra el «materialismo, la injusticia y la tiranía». El grupo llegó a anunciar un alto al fuego temporal por motivo del viaje del Papa Benedicto XVI a México en marzo de 2012.

MANUAL DE ADOCTRINAMIENTO INTERNO

El documento es una presentación consistente en prohibiciones y mandamientos, con imágenes de los Caballeros Templarios originales vestidos con mallas metálicas y armados con artillería medieval, intercaladas entre el documento. La presentación parece estar dirigida a los posibles nuevos miembros de la organización, exponiendo lo que se esperaría de ellos al ser incorporados.

El manual aparece en un momento en el que las operaciones de los Caballeros no sólo han llevado a olas de violencia, sino también a ataques de tipo insurgente contra la infraestructura, así como al surgimiento de grupos vigilantes opuestos a la banda. Como resultado, algunos dicen que la agitación que surge de las actividades de los Caballeros ha dejado a su hogar natal de Michoacán sin un gobierno estatal que funcione adecuadamente.

Existen algunas señales en el documento que explicarían por qué el grupo entra tanto en conflicto con las autoridades mexicanas, así como múltiples ejemplos de la singularidad de los Caballeros.

LOS ROBIN HOODS

Con más de 53 mandatos y otros cuantos dichos, la presentación evoca la imagen de los Caballeros Templarios como una banda de Robin Hoods que luchan desinteresadamente por la seguridad y prosperidad de Michoacán.

El segundo mandamiento proclama que la misión más importante de los Caballeros es “la protección de las personas y del territorio sagrado de… Michoacán” La necesidad de defender a Michoacán reaparece a través del documento.

El texto también se sale de su rumbo para señalar las obligaciones morales propias de los Caballeros. Algunas de estas están ligadas con las expectativas básicas de una sociedad pacifica.

Las reglas prohíben a los miembros el uso de drogas o a secuestrar por dinero, hacen un llamado a la libertad de culto y pensamiento, y afirman que ninguna mujer o niño debe temer a los Caballeros.

Otros mandamientos hablan de que se exige devoción a Dios, en ocasiones en un tono evidentemente evangélico. Una de sus reglas dice

“Un caballero templario entiende que hay un Dios, una vida creada por Él, una verdad eterna y un propósito divino”.

Otra afirma que

“Un soldado del templo no puede estar esclavizado por creencias sectarias u opiniones estrechas. Dios es la verdad y sin Dios no hay verdad.”

EL DOBLE DISCURSO

A pesar de los elementos que podrían parecer atractivos fuera del contexto de la situación actual en México, para las personas que están familiarizadas con los Caballeros, gran parte de su manual es ridículamente hipócrita.

Mientras se muestran a sí mismos como los sensatos defensores de Michoacán, el grupo no dice nada sobre sus intereses económicos, propiamente la producción y el tráfico de drogas.

Si bien prohíbe el secuestro, el manual no tiene nada que decir acerca de la extorsión, una practica notoria en los Caballeros, que como el secuestro, suele tener como objetivo a civiles.

El manual tampoco intenta reconciliar las preocupaciones en cuanto a la seguridad de Michoacán con el impacto genuinamente negativo que los Caballeros han tenido sobre la seguridad publica en su estado, así como tampoco hace referencia a sus brutales actos de violencia a plena luz del día.

Como se señala anteriormente, el grupo recientemente dinamitó una serie de plantas de energía, dejando sin electricidad a algunas de las áreas más populosas del estado. El líder del grupo, Servando “La Tuta” Gómez, ha aparecido repetidamente en medios masivos socavando a las autoridades legitimas del estado. No es claro cómo muchos de estos actos, detonantes de una inmensa cantidad de consecuencias negativas para millones de ciudadanos, encajan con las nobles ideas que establecen en el documento.

UN LENGUAJE DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

No obstante, aunque esté lleno de un lenguaje condescendiente y poco honesto, el documento es útil en ilustrar el concepto que tienen los Caballeros de si mismos. Es decir, la forma en que genuinamente se ven a si mismos como un grupo único, con un propósito superior que el de los grupos narcotraficantes promedio. Aunque esto no los diferencie por completo de otros grupos como el Cartel de Sinaloa o los Zetas, sí influencia sus actividades hasta cierto punto.

El manual está sobre todo dedicado a aspiraciones abstractas, pero incluye prescripciones operacionales. Por ejemplo, llama a una especial y constante atención a la seguridad cuando grupos de Caballeros están en movimiento. También exige que los miembros respeten la cadena de mando y los obliga a realizarse pruebas de drogas.

Gran parte del manual parecería un manifiesto nacionalista de izquierda de la Guerra Fría, lo que tiene sentido dada la prevalencia de grupos guerrilleros en el sur de México. Por ejemplo, el documento ataca el materialismo y la injusticia, y urge a los Caballeros a comportarse de acuerdo con su “ideología” y “patriotismo”. Las palabras finales del documento declaran “Fieles a nuestro juramento y luchando por un mundo mejor”, un sentimiento compartido por incontables revolucionarios de tiempos pasados.

De hecho, de acuerdo con los elementos religiosos del manual, el adoctrinamiento de los Caballeros Templarios no es inmensamente distinto al de la Teología de la Liberación, el movimiento Católico que surgió en los años sesenta en Latinoamérica. Esto puede que convenga a los lideres de los Caballeros, aunque tenga poco que ver con la realidad en el campo.

Fuentes: Insight Crime, Signos de estos Tiempos

 

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Cristianos y musulmanes juntos tratando de terminar con la violencia en Centroáfrica

Musulmanes radicales atacan y los cristianos responden.

 

En la última semana se han producido luchas entre la coalición rebelde Seleka y grupos anti Balaka. Más de 1000 muertos en una semana. Los cristianos siguen buscando protección, a pesar del mayor control de las pequeñas tropas francesas.

 

sacerdote Dieudonne  de bangui

 

Y en medio de este clima los católicos y otros cristianos se unen a musulmanes moderados para llevar ayuda a los refugiados y para apelar a la no violencia.

EL CONFLICTO EN BANGUI, CAPITAL DE LA REPÚBLICA CENTROAFRICANA

Fuentes locales han informado de que cerca de 1.000 personas han muerto en la última semana después de estallar la lucha entre la coalición rebelde Seleka y grupos anti- Balaka en Bangui, la capital de la República Centroafricana.

El 9 de diciembre, la Cruz Roja había confirmado 400 muertes en Bangui. Sin embargo, los testigos locales informan de que hay muchos cuerpos a los bordes de las calles, en muchas partes de la ciudad, por lo que se eleva la cifra de víctimas.

Seleka, una coalición rebelde de mayoría musulmana, tomó el poder en un golpe de Estado en marzo de 2013, suspendió la Constitución, disolvió el gobierno e instaló a Michael Djotodia como presidente. En septiembre, Djotodia disolvió oficialmente Seleka, sin embargo muchos rebeldes se negaron a desarmarse y comenzaron los asesinatos sectarios, el saqueo y la quema de aldeas.

Las violaciones sostenidas y graves de los derechos humanos con el tiempo dieron lugar a la violencia retributiva a raíz de la aparición de grupos anti-Seleka comúnmente conocidos como “anti-Balaka” (anti- machetes), y en gran parte compuestos por ex-miembros del ejército nacional.

La pasada semana, Seleka había tomado las calles de algunas zonas de la capital, destruyendo las propiedades de los no musulmanes. También se denunciaron asesinatos de civiles que no demostrasen su fe musulmana. Entre las víctimas había un pastor de una iglesia cristiana.

Se denunció también el asesinato de Elisée Zama, traductor bíblico de la agencia Wycliffe.

Ante los ataques, muchos cristianos han buscado refugio huyendo de la capital o en el aeropuerto, donde se agolpan bajo el cuidado de las tropas francesas llegadas al país.

EL LLAMADO CATÓLICO A QUE NO SE USE LA VIOLENCIA

Aunque los grupos anti-Balaka se han descrito generalmente como milicias cristianas, sus acciones han sido condenadas por la Iglesia, que está llamando a la paz, el desarme de todos los grupos armados y la reconciliación nacional. Los líderes de la iglesia también han estado trabajando con imanes en los tensos meses después del golpe para lograr la reconciliación, pidiendo el retorno a la convivencia pacífica entre las dos comunidades religiosas.

“Muchos cristianos dicen que quieren venganza. Los cristianos deben ser habitados por el espíritu de Dios, no debe matar”, ha dicho frente a 1.500 fieles su Exc. Mons. Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui, en la homilía de la Misa que ha celebrado el domingo 15 de diciembre en la Parroquia de San Carlos Lwanga.

Mons. Nzapalainga ha exhortado a los fieles a seguir el ejemplo de Nelson Mandela para superar las divisiones y encontrar la paz.

A raíz de los enfrentamientos entre las milicias anti-Balaka y los ex rebeldes Seleka, existe un creciente temor de que el país caiga en una espiral de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes.

Mons. Nzapalainga se esfuerza por evitarlo, pasando de un extremo al otro de la ciudad, a menudo en compañía de un Imán, distribuyendo ayudas a los refugiados.

Uno de los lugares visitados por el Arzobispo es el convento de Notre Dame du Mont Carmel en Bangui, donde se alojan más de 2.000 personas.

“Para nuestro pueblo es como si hubiese venido el Papa en persona”, informa a la Agencia Fides el superior del convento, p. Frederick Trinchero.

“El obispo, que vino con un Imán, visitó el campamento y luego hizo un breve, pero intenso discurso instando a todos a la paz, a la reconciliación y al perdón. El Imám hizo también un discurso similar”.

“Queremos, podemos y debemos vivir en paz juntos. Nuestro pequeño Carmelo no quiere ser nada más que esto: una chispa de paz en un gran fuego de violencia”, concluye el padre Frederick.

CRISTIANOS QUE PROTEGEN A MUSULMANES EN BANGUI

Esta es una historia de un jover sacerdote de Bangui.

Dieudonné es un joven sacerdote de la diócesis de Alindao. En marzo de este año, cuando los rebeldes musulmanes de Seleka llegaron a su parroquia, atacaron el lugar y realizaron numerosos destrozos. Él mismo, amenazado de muerte, tuvo que escapar en piragua y cruzar el río Mbomou a la otra orilla, en la República Democrática del Congo, junto con una buena parte de sus feligreses, que forman parte de los más de 80.000 centroafricanos que se han visto obligados a huir a países vecinos. Otros 600.000 son desplazados internos. Un número enorme, si se tiene en cuenta que la población de la República Centroafricana apenas cuenta con 4 millones y medio de habitantes.

Después de algunos meses pudo volver a su parroquia. A principios de diciembre viajó a Bangui para pasar unos días de descanso con sus padres en el barrio de Lakuanga. El día 5 de diciembre empezaron los ataques que se cobraron más de 500 muertos en apenas cuatro días. La espiral de violencia y venganzas tomó pronto un cariz confesional, y hubo numerosos ataques y enfrentamientos entre cristianos y musulmanes.

El lunes 9 Dieudonné se encontraba por la noche en casa de sus padres. Oyó un rumor preocupante afuera y salió a la calle. Se encontró con un nutrido grupo de jóvenes exaltados del barrio que se estaban organizando para atacar los comercios de los musulmanes.

Sin perder un minuto, llamó al jefe del barrio. Entre los dos intentaron convencer a los jóvenes para que se calmaran y no atacaran a ningún musulmán. Varios jóvenes cristianos del barrio llegaron incluso a situarse delante de las casas y tiendas de los musulmanes para protegerlos.

Durante toda la semana, Dieudonné ha predicado en la misa matutina de las 6,15 de la mañana para calmar los ánimos y recordar a los cristianos que la violencia y el odio son lo más contrario al Evangelio.

Ahora, él y su compañero en la parroquia están organizando dos días de jornadas de reconciliación entre cristianos y musulmanes. En el tablón de anuncios de la parroquia, señala un poster en el que se ve a varias personas juntas, con el lema: «Cristianos y musulmanes, un mismo país, una misma sangre».

Fuentes: Periodista Digital, Fides, Signos de estos Tiempos

 

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El magro resultado de las treguas entre pandillas en Latinoamérica

La iglesia Católica las ha apoyado.

 

La iglesia Católica ha intervenido parcialmente en la tregua entre pandillas rivales, especialmente en El Salvador (ver aquí y aquí) y Honduras (ver aquí y aquí), acompañando a otros actores sociales, pero el resultado no ha sido todo los duradero y promisorio que aparentaba en la erradicación de la violencia y el delito.

 

fabio colindres y maras

 

Después de un largo paréntesis de dos décadas, las treguas de pandillas están de nuevo en boga en América. Comúnmente, las treguas suelen incluir negociaciones y pactos destinados a poner fin a la violencia. Por lo general son intermediadas por un ecléctico grupo de personajes – desde funcionarios públicos y trabajadores humanitarios hasta grupos religiosos, y miembros activos o antiguos de las pandillas. Y aunque las treguas están generando una considerable atención por parte de los medios de comunicación mundiales, la evidencia sobre lo que realmente logran es sorprendentemente escasa.

ESTUDIOS SOBRE LAS PANDILLAS

Durante los años ochenta y noventa, científicos sociales de Estados Unidos emitieron una opinión negativa sobre las treguas de pandillas. Muchos creían  que este tipo de acuerdos, en lugar de legitimar las pandillas, reforzaban la autoridad de los líderes, profundizaban la cohesión entre sus bases, y reproducían violencia, en lugar de reducirla.

En los años noventa, Kodluboy y Evenrud argumentaron que

aunque la mediación podría «ser a veces necesaria para prevenir la violencia inmediata o prevenir la pérdida de la vidas… [ésta] aumenta el riesgo de validar a la pandilla como una entidad social legítima, comprando de este modo la paz a corto plazo al precio de la permanencia de la pandilla en el largo plazo».

En los últimos años, expertos en pandillas de Norteamérica y Europa Occidental han comenzado a repensar formas de disminuir la violencia de las pandillas. Unos pocos profesionales ilustrados saben que la única manera para que funcionen las treguas de pandillas es trabajando sobre las condiciones subyacentes que dan lugar a la formación de las pandillas.

Después de todo, las pandillas no surgen en el vacío. Son grupos cohesivos que proporcionan identidadsentido y seguridad a sus miembros. Paradójicamente, los jóvenes que se unen a las pandillas tienden a sentirse más seguros, a pesar de estar en mayor riesgo de tener un final violento. Los investigadores argumentan que solamente con hacerle frente a la marginalización, creando empleo, y lidiando con las influencias de pares y otros factores de riesgo, las pandillas pueden ser derrotadas.

Vale la pena señalar que la violencia de pandillas no es inevitable. Hay maneras de alterar el comportamiento de los miembros, lo cual es precisamente lo que las treguas tienen la intención de hacer.

El especialista sobre pandillas John Hagedorn ha demostrado cómo

«las pandillas, las milicias, las facciones y los carteles tienen la capacidad no sólo de librar una guerra, sino también de frenarla».

Pero, ¿cuál es, en realidad, la experiencia de las treguas de pandillas en América? La mayor parte de la evidencia parece mostrar que, si bien las treguas pueden reducir temporalmente la violencia, la guerra de pandillas generalmente se reanuda ante la ausencia de medidas de acompañamiento para abordar los desafíos más fundamentales de bienestar político y social.

LA VERDAD SOBRE LAS TREGUAS DE PANDILLAS

La investigación más prolífica sobre treguas de pandillas proviene de Norteamérica. Esto tal vez no sea del todo sorprendente dado que se cree que en Estados Unidos hay más de 33.000 pandillas, con un máximo de 1,4 millones de miembros con presencia en casi todos los estados del país.

Los estudios sobre las pandillas más conocidas, especialmente los Bloods y los Crips en Los Ángeles registran una fuerte reducción en la violencia, aunque de corto plazo. A raíz de la tristemente célebre “Tregua Watts”, las bajas resultantes de tiroteos desde automóviles se redujeron significativamente a raíz de los acuerdos negociados, aunque también se reportaron  aumentos  varios meses después.

Por la misma época, las treguas negociadas en Chicago generaron disminuciones significativas, aunque temporales, en las lesiones por arma de fuego.

En otras palabras, las ganancias a corto plazo fueron anuladas por el aumento de la violencia a mediano plazo.

Más recientemente, una serie de controversiales treguas de pandillas han aparecido en todo el resto del continente americano, incluyendo  Belice,  Brasil, ColombiaEl Salvador,  Honduras,  México  y,  Trinidad y Tobago.

Nadie sabe cuántos miembros de pandillas hay en Latinoamérica, con  estimaciones que varían entre los 50.000 a 85.000 pandilleros de las pandillas MS-13 y Barrio 18 solamente en Centroamérica. Hay por lo menos  otros tantos en Sudamérica. Y debido a que la política de Estados Unidos de deportar convictos ha continuado, el problema parece estar empeorando. Frente a la espiral de violencia, se han llevado a cabo negociaciones de gran visibilidad en toda la región.

En particular, los países de Centroamérica son los que más están experimentando con las treguas de pandillas. Algunos acuerdos han sido respaldados por organizaciones regionales como la Organización de los Estados Americanos (OEA), alcaldes, sacerdotes y expandilleros. Al menos una tregua en particular ha generado impresionantes ganancias en la mejora de la seguridad. Después de que la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) y su rival Barrio 18 declararan una tregua en 2012, las tasas de homicidios nacionales de El Salvador se desplomaron, aunque se sospecha que están volviendo a subir.

Sobre la base del optimismo que rodea el proceso, se pusieron en marcha procesos similares entre las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18 en Honduras. Después de un comienzo prometedor, hay algunas preocupaciones de que la iniciativa hondureña este fallando.

DIFERENCIAS EN LAS EXPERIENCIAS

Si bien es tentador agrupar las experiencias centroamericanas, existen grandes diferencias entre ellas.

En el Salvador, el gobierno tiene comparativamente más legitimidad que la administración actual en Honduras, en donde su anterior presidente Manuel Zelaya, fue derrocado por un golpe militar en 2009, y en donde las elecciones más recientes están en disputa. Por otra parte, debido a que están mejor organizados y son más conscientes de su poder, los miembros de las pandillas salvadoreñas son políticamente astutos y mejores negociadores en contraste con sus homólogos hondureños. Por otro lado, con un poco de experiencia por haber servido como guerrilleros en décadas anteriores, los líderes de las pandillas de El Salvador ejercen un mayor control sobre la tropa.

Mientras tanto, una tregua en Belice terminó después de agotarse el dinero. Por otro lado, funcionarios guatemaltecos están considerando la posibilidad   de la mediación con las pandillas en la ciudad capital.

El resultado de las treguas de pandillas en el Caribe ha sido similarmente desigual. La negativa de algunos miembros de las pandillas a participar en las treguas de pandillas en Trinidad y Tobago ha socavado fatalmente su éxito. Según Edward Maguire, quienes eligieron desarmarse fueron atacados rápidamente por facciones rivales, ya que fueron considerados débiles y vulnerables. Como era de esperarse, las negociaciones tienden a fallar cuando las partes principales son desunidas y desorganizadas. Para que una tregua funcionase en Puerto España, las principales pandillas tendrían que haberse inscrito en el tratado. Para empeorar las cosas, los políticos que ayudaron a negociar el cese al fuego también han sido objeto de intensa crítica política, dificultando la capacidad para actuar con autoridad –un ingrediente fundamental del éxito de la mediación.

Las evaluaciones de las treguas en Centroamérica y el Caribe muestran que en ocasiones éstas aumentan el nivel de violencia. Las batallas campales comúnmente se desencadenan antes de los acuerdos, lo que mejora la posición de las pandillas ante la negociación. La violencia después de las treguas se da por el desborde a nuevos barrios y ciudades, que antes no eran afectados.

Fenómenos análogos se observan con regularidad durante y después de negociaciones de cese al fuego y acuerdos de paz en zonas de guerra convencionales en todo el mundo. Sin términos claros, incentivos apropiados y recursos adecuados, tales acuerdos rara vez se mantienen.

Las treguas de pandillas en países como Brasil han perdurado por más tiempo de lo esperado, aunque últimamente han mostrado signos de tensión. Por ejemplo, en 2012 inició una tregua de seis años entre la policía militar de São Pablo y el Primer Comando Capital o PCC, una pandilla con sede en la cárcel. La tregua se desplomó después de que el gobierno fuera acusado de violar un acuerdo informal que protegía a los líderes de las pandillas y limitaba las represiones policiales contra los bastiones de las pandillas. Como resultado, la ciudad fue testigo de una oleada masiva de asesinatos en represalia, por parte de la policía y los miembros de las pandillas. Treguas de pandillas comparables se negociaron en Recife y Río de Janeiro, con resultados igualmente mixtos.

Existe una preocupación real de que las treguas de pandillas pueden llegar a generar conflictos y consolidar alianzas entre los “empresarios de la violencia”.

Algunos observadores experimentados son pesimistas sobre la posibilidad de que las treguas de pandillas puedan reducir la violencia en el mediano y largo plazo. Citan el largo legado del uso instrumental de la violencia por parte de las pandillas, la importancia que conceden al mantenimiento del estatus, su débil estructura de mando y control, y los efectos no deseados de reforzar la cohesión de las pandillas, como factores clave que influyen en los resultados de la tregua.

LAS PANDILLAS LATINOAMERICANAS MEZCLADAS CON EL PODER POLÍTICO

El Centro Nacional de Investigación sobre Pandillas (NGCRC, por sus siglas en inglés) concluyó en 1995 que las treguas de pandillas «rara vez tienen éxito y de hecho son riesgosas». ¿Pero lo son?

Las treguas de pandillas que recientemente han aflorado en Centroamérica y Sudamérica son diferentes a las que tuvieron lugar en los años noventa en Estados Unidos. Estas están siendo negociadas entre pandillas de muchos tipos diferentes. La «guerra de pandillas» que se libra en países como El Salvador y Honduras está profundamente influenciada por las redes del crimen transnacional, así como por las élites políticas.

Las pandillas y las treguas de pandillas no son asuntos puramente internos formados por los intereses discretos de los vecinos y disputas localizadas sobre el territorio. Las pandillas están, ellas mismas, incorporadas en el Estado a través de redes que las conectan con actores civiles corruptos, burócratas y políticos. Servidores públicos –desde el nivel federal o desde la ciudad- participan en organizaciones criminales internacionales y, a menudo se han aprovechado de su posición para beneficiarse del tráfico internacional de drogas o de mafias más locales.

La ola de treguas en Centro y Sudamérica y el Caribe tienen más similitud con los acuerdos de paz negociados en zonas de guerra que con la mediación interna llevada a cabo con las pandillas latinas y afroamericanas de Norteamérica.

Y mientras que algunos analistas militares están explorando las formas en las que la lucha en contextos de guerra se pueda adaptar a la lucha contra las pandillas, sorprendentemente hay un silencio entre los círculos académicos acerca de cómo las lecciones de las negociaciones de paz podrían aplicarse a lugares sin conflictos.

Puede ser que algunas de las herramientas tradicionales de construcción y consolidación de la paz, el diálogo, la negociación y otras estrategias basadas en el contacto, podrían ganar fuerza en la contención de la violencia impuesta por los carteles de la droga, las mafias, las pandillas juveniles, y las milicias.

REFLEXIONES SOBRE LA REDUCCIÓN DE LA VIOLENCIA DE LAS PANDILLAS

Una limitación de las treguas de pandillas se puede relacionar con su incapacidad para hacerle frente a las motivaciones subyacentes y la dinámica social de la violencia de pandillas.

A pesar de su relación con el tráfico internacional de drogas o el tráfico ilícito de personas, la violencia perpetrada por las pandillas se genera por factores locales –percepción de falta de respeto, disputas territoriales, así como tensiones sobre el estatus y el prestigio.

Los asesinatos son a menudo simbólicos, relacionados con represalias y venganzas, y como resultado de luchas internas por el poder.

A menos que las pandillas tengan un alto grado de cohesión interna, las disposiciones desde arriba pueden tener poco eco abajo. Como resultado, las treguas de pandillas pueden proveer legitimidad a los líderes, en lugar de cambiar la dinámica entre los miembros de menor rango.

Expertos en el tema de pandillas afirman que las treguas pueden ser necesarias, pero son insuficientes como medio para prevenir la violencia a largo plazo. Existe un temor a que el enfoque limitado de las treguas sea incluso una parte del problema. Esto se debe a que las pandillas están en sí mismas vinculadas a mercados ilícitos transnacionales más amplios y a sistemas de clientelismo.

El enfoque en la mediación con los líderes también descuida las condiciones sociales y económicas específicas que permiten la existencia, y a su vez, sostienen las pandillas. Después de todo, la mayoría de los pandilleros provienen de comunidades marginadas y de bajos ingresos. A menos que se mejoren sus condiciones estructurales, como sostienen algunas agencias de ayuda, las guerras entre pandillas continuarán.

Según Irving Spergel puede ser imposible eliminar las pandillas, pero la reducción de la violencia relacionada con las pandillas es un objetivo posible.

Una forma de mejorar el resultado de las treguas de pandillas en Latinoamérica y el Caribe puede ser la de aprovechar el poder de las redes transnacionales –incluidas las relacionadas con las pandillas y los actores de la sociedad civil. Esto se debe a que los acuerdos de pandillas en lugares como Belice,Colombia, El Salvador, Honduras, México y Trinidad y Tobago presentan características transnacionales, aunque muchos de los impulsores de la violencia de las pandillas son locales.

Es cierto que los antiguos refugiados y deportados salvadoreños en Los Ángeles contribuyeron al aumento de las maras. Y es más, en 2012 sacerdotes y madres de pandilleros muertos en California, los cuales están radicados en Los Ángeles, se han unido a grupos asesores transnacionales junto con exmiembros de pandillas para fortalecer la tregua en El Salvador.

También hay alguna evidencia sobre el intercambio de experiencias y conocimientos entre las pandillas a través de las fronteras. Los ejemplos más obvios son los intercambios entre gobiernos, departamentos de policía, pandillas y grupos de la sociedad civil entre Estados Unidos y sus homólogos de Centroamérica y el Caribe. Sin embargo, también hay intercambios que están surgiendo entre y dentro de los países de toda la región, incluyendo México y los países vecinos de Centroamérica y Suramérica.

Por ejemplo, mediadores responsables de la negociación de la paz entre las pandillas en El Salvador recientemente comenzaron a trabajar también con los líderes de las maras de Honduras, con el apoyo de la OEA. También hay ejemplos de esfuerzos para iniciar el diálogo entre los líderes de las pandillas en El Salvador y en Guatemala.

¿LAS TREGUAS DE PANDILLAS TIENEN FUTURO?

Hay una gama sorprendentemente amplia de experiencias sobre treguas de pandillas a través de Norte, Centro y Sudamérica y el Caribe. Si bien todas son únicas en su forma y contenido, muchas de ellas comparten algunos rasgos. La mayoría tienen más de un parecido con acuerdos de paz tradicionales, ceses al fuego y amnistías acordadas por partes las beligerantes en los conflictos armados convencionales.

Por ejemplo, las treguas de pandillas con frecuencia incluyen cláusulas destinadas a promover la creación de confianza y verificación de los compromisos, desarmar y desmovilizar, definen hitos y puntos de referencia, y garantizan reuniones periódicas para examinar y supervisar los progresos. En algunos casos las treguas de pandillas se han negociado por terceros, incluyendo compañías profesionales de negociación de conflictos.

Una buena dosis de cautela está justificada cuando se hagan las evaluaciones sobre el “éxito” de una tregua de pandillas, sobre todo porque muchas de ellas han fracasado.

También vale la pena señalar que el resultado de las soluciones negociadas para las guerras es igualmente desigual: al menos el 20 por ciento de los conflictos reinciden dentro de unos pocos años después de su terminación.

Vale la pena recordar que el estudio de las treguas de pandillas en América se encuentra todavía en sus primeros pasos, y la evidencia es aún parcial. Una revisión superficial indica que comparativamente pocas treguas de pandillas han producido reducciones duraderas en la violencia. Por el contrario, muchas de éstas han consolidado la autoridad de pandillas, y en algunos casos, reforzado su autoridad. Esto plantea preguntas acerca de las limitaciones de las treguas de pandillas por sí mismas, y sobre la importancia de llevar a cabo la mediación en combinación con otras estrategias frente a las causas estructurales de la formación de pandillas y su permanencia.

En el mejor de los casos, las treguas de pandillas pueden ayudar a terminar con el conflicto violento y a crear el espacio necesario para abordar las causas estructurales subyacentes que conducen a la aparición de grupos armados. Pero sin un proceso continuo, el retorno hacia la reanudación de la violencia parece casi inevitable.

Lo mismo ocurre en las guerras civiles: los acuerdos de paz, que idealmente incluyen medidas concretas para resolver las cuestiones sobre las que se está librando en el conflicto, fallan con menor frecuencia que las meras treguas. Como saben la mayoría de los negociadores, esto es porque los acuerdos de paz son el comienzo y no el fin de un proceso.

Los retos son numerosos. La evidencia también sugiere que los acuerdos de paz negociados son menos propensos a evitar la recurrencia de conflictos que las victorias militares directas. Los mediadores a través de las Américas y el Caribe harían bien en tomar nota.

Fuentes: Insight Crime, Signos de estos Tiempos

 

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