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Cómo están Construyendo una Religión Mundial Única

Hacia la fusión de todas las religiones cambiando la fe de los católicos.

El reinicio del mundo, en que están empeñados los poderosos, tiene que ser global, no solo económico y político, porque están tratando de hacer un cambio de la matriz total.

De modo que también debe cambiar la espiritualidad.

Y terminar con la peligrosa obediencia a un código moral supuestamente dado por Dios.

La obediencia tiene que converger toda en el mismo punto.

Y entonces el hueso duro de roer es el catolicismo, porque los mandamientos de su Dios, no están en consonancia con los que los poderosos quieren imponer.

Hay muchos millones de católicos, es la religión con más cantidad de fieles en el mundo.

No pueden amedrentar a todos.

La mejor forma entonces es transformar lo que piensan los católicos, para quitarle de la cabeza esas ideas que no son compatibles con el nuevo orden mundial.

Esta operación comenzó hace unas décadas.

Aquí hablaremos sobre cuál es el peligro que supone la religión católica para el nuevo orden mundial y cómo están tratando de modificar lo que piensan los católicos para hacerlos dóciles al cambio.

La meta central del maligno es liquidar lo que dejó Jesucristo en la Tierra, o sea la fe en Dios y sus mandamientos, y la destrucción de la institución que fundó Dios para evangelizar al mundo.

Y por eso una de las metas del Nuevo Orden Mundial, que están promoviendo los luciferinos, es la creación de una religión mundial única que termine con la herencia de Jesucristo.

Que se base en los valores humanistas, o sea el ser humano por encima de todas las cosas, que predican los masones.

O sea un Dios genérico, que ha creado a todos los seres humanos y quiere que vivan juntos en paz y armonía como hermanos y hermanas, y nada más.

De modo que en su planteo existirá la idea de un Dios creador, porque en última instancia no pueden contra la idea innata del ser humano de que existe un Dios. 

Pero lo alejarán tanto de la moral cotidiana de los hombres, lo harán tan tolerante, tan dependiente de los antojos circunstanciales de los hombres, que simplemente será una vaga capa de espiritualidad.  

¿Y cómo van a hacer esto?

Una idea en marcha es fusionar de a poco y en los hechos, las creencias y las prácticas de las principales religiones haciendo una síntesis, que profese sólo lo que estén de acuerdo estas religiones principales.

Y el resultado será esa vaga espiritualidad.

Una especie de elefante con alas, que no existe en la realidad de ninguna cultura, pero que pondrá en segundo plano el legado dejado por el Dios verdadero.

Por ejemplo en principio, ni musulmanes ni judíos creen que Jesucristo es Dios y que Dios es una Santísima Trinidad, por eso esto debe dejar de existir. 

Uno de los motores que han usado para lograr esta falsa unidad es la infiltración de la Iglesia Católica, para desmontar su idea de particularidad y de que debe cumplir los mandatos de Dios.

Para lo cual deben tratar de convertir algunos dichos de Jesús en la Biblia, en meros enunciados folklóricos, y hacer que sus seguidores los tomen como meramente simbólicos.

Como por ejemplo las afirmaciones de Jesús » Yo soy el camino, la verdad y la vida» 

O la afirmación de que «nadie va al Padre sino por mí»   

Y desmontar también el llamado a la evangelización 

«Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado».

Nada de esto tiene cabida en una religión mundial única.

¿Y cómo están haciendo?

En 1989 Nuestra Señora le habló al Padre Gobbi sobre la masonería eclesiástica y le dijo que su trabajo es desmontar la palabra divina de Jesucristo en la Biblia, por medio de interpretaciones racionales, vaciando el contenido sobrenatural de los milagros y de la predicación del Señor, con el pretexto de volverla más comprensiva a la gente.

Lo que conduce según Ella, 

«a negar la realidad histórica de los milagros y de Su resurrección, y poner en duda la divinidad misma de Jesús y su Misión Salvífica»

Y dirá que «la masonería eclesiástica trata de destruir esta realidad con el falso ecumenismo».

Entonces la tarea que emprendió la masonería eclesiástica fue reinterpretar las palabras de Jesús, sus llamados y los dogmas de la Iglesia. 

Por ejemplo, mientras que los católicos alguna vez entendieron la unidad del cristianismo como una invitación a los protestantes a «volver a casa», ahora consiste en acordar acciones comunes, por ejemplo el bautismo común que se está haciendo con los luteranos en algunas partes del mundo. 

Y desalentar la evangelización de los fieles de otras religiones, o sea no tener una política activa para atraer fieles de otras religiones hacia la católica, lo que desde hace un tiempo están llamando proselitismo y lo condenan.

Un ejemplo claro de esto son las declaraciones de un sacerdote misionero que había pasado 40 años misionando entre indígenas y dijo que gracias a Dios no había tenido que bautizar a ninguno, porque si no sería sacarlo de su cultura.

O sea que actuó como funcionario de una ONG caritativa de la ONU y no como un pastor enviado por Jesucristo.

O lo que trascendió recientemente, que se hicieron esfuerzos al más alto nivel del Vaticano, para disuadir al Obispo anglicano Nazir-Ali, de convertirse al catolicismo, lo que efectivamente luego hizo por verdadera gracias de Dios.

¿Y cual es el veneno que han inyectado dentro del pueblo católico?

Sembrar la idea de que todas las religiones tienen el mismo valor, que son parecidas, que no hay mayores diferencias entre ellas.

Dicen por ejemplo que todas las religiones están escalando la montaña tratando de llegar a Dios por caminos distintos, pero todos los caminos convergen.

Incluso llegan a afirmar que la diversidad de religiones es querida por Dios.

El mensaje es que a pesar de su diversidad, todas las religiones son más o menos iguales; todos enseñan paz, igualdad y libertad. 

Y que el catolicismo no tiene por qué llamarse la única religión verdadera, porque es jactancioso, y Dios está en todos lados.

Esto es como un torpedo para cualquier religión y tiene el fin de unificar todas las religiones en una sola espiritualidad.

No se puede negar que Dios está de alguna manera en todas las religiones, en mucho grado o en poco grado.

Santo Tomás de Aquino ha dicho que todas las religiones tienen algo de la verdad de Dios, pero también muchos fragmentos defectuosos, totalmente humanos y hasta contrarios al deseo de Dios.

Pero que la única que tiene la revelación completa es la Iglesia Católica, de ahí su particularidad.

Tampoco se puede negar que los integrantes de todas las religiones buscan a Dios.

De modo que lo más misericordioso es hacer que se encuentren íntegramente con Él en el único lugar donde está su doctrina completa, que es el catolicismo.

Y por eso el llamado a la evangelización.

Y actualmente hay un proyecto en Abu Dhabi de la Casa de la Familia Abrahámica que se abrirá en el 2022, y que puede derivar en un ecumenismo en el mal sentido. 

Constará de tres edificios principales: una mezquita, una iglesia y una sinagoga.

Este proyecto puede derivar en algo peligroso.

Porque una cosa es ser tolerantes y respetuosos con la fe de los demás, y otra muy diferente es mezclar estas creencias en los mismos espacios.

E incluso este proyecto no se distingue desde el pique por la tolerancia, porque la Iglesia Católica no puede tener una cruz afuera porque está prohibido en ese país.

Por eso es importante estar alerta y no dejarse confundir.

Las fuerzas que van por un reinicio del mundo necesitan que exista una espiritualidad única, que sea obediente a sus mandatos.

Y no espiritualidades que depositen su obediencia en alguien diferente a ellos.

El Dios que necesitan debe ser lo suficientemente vago y amorfo, y con las pulsiones típicamente humanas, para poder controlarlo.

Eso es a lo que nos enfrentamos hoy.

Sin embargo debemos tener claro que no todas las religiones son iguales, y no lo son solamente por sus tradiciones, sino por lo que tienen detrás.

Dios se hizo hombre hace 2000 años y al hacerlo se hizo real, no una fabricación de los seres humanos.

Nos dejó sus mandamientos, su doctrina, instrucciones sobre cómo debemos vivir.

Fundó una Iglesia para evangelizar el mundo y así crear el Reino de Dios.

Nos llamó a que vayamos por todo el mundo a convertirlo a esa religión, porque es la suya.

Y nos prometió la vida eterna junto al Padre, con un mensaje muy exclusivo, nadie va al Padre sino por medio de Él, y Él es Jesucristo. 

Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre cómo están construyendo una religión única, que sea dócil al nuevo orden mundial que está emergiendo.

Lo que supone que los católicos abandonen su credo

Y en ello están trabajando desde hace décadas desde adentro de la Iglesia.     

Y me gustaría preguntarte en qué otras cosas se ven estas tendencias a considerar que todas las religiones son iguales.

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Los Pasos que está dando el Papa Francisco para lograr el DIÁLOGO CON EL ISLAM…

NOTICIA DE ÚLTIMO MOMENTO

El Papa Francisco está apostando fuertemente al diálogo con los musulmanes y está dando pasos para acercarse a los sunitas y a los chitas.

mufti le lee a francisco el coran en turquia

Al respecto hay que considerar que el Islam no tiene una cabeza legitimada por todos, sino que cada grupo tiene la suya, y los dos principales grupos son los sunnitas y los chiitas.

Con respecto a los sunnitas, en el viaje de regreso de México, el Papa dijo que quería conocer el gran imán de la mezquita de al-Azhar Ahmed el-Tayeb.

Y ha instruído al cardenal Jean-Louis Tauran, Preidente del consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso para que haga los acercamientos con la Universidad de al-Azhar, qué es la principal institución religiosa académica del Islam sunita, fundada en el siglo X y que está en Egipto.

El otro encargado del diálogo con los sunitas es el recientemente nombrado Obispo Miguel Ayuso, Secretario del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, que visitó al-Azhar el 16 de febrero y se reunió con el imán adjunto de la mezquita Abbas Shuman.

Ahmed el-Tayeb
Ahmed el-Tayeb

La relación entre el Vaticano y al-Azhar fue rota por los musulmanes en el 2011 a raíz de que el 1º de enero murieron en un bombardeo en Alejandría 23 cristianos coptos y Benedicto XVI calificó los ataque como “terrorismo” y habló de la “estrategia de violencia” contra los cristianos, pidiendo protección a las minorías religiosas.

Ahmed el-Tayeb reaccionó mal acusándolo de interferencia en los asuntos internos egipcios y rompió relaciones con el Vaticano.

El 20 de febrero el cardenal Tauran el obispo Ayuso tuvieron una audiencia privada con el Papa Francisco para hablr sobre el viaje del cardenal Doha, capital de Qatar, dónde dará una conferencia patrocinada por el Centro Internacional de Doha para el Diálogo Interreligioso.

El objetivo de Francisco respecto a los sunnitas es poder conocer al Gran imán de al-Azhar.

Respecto al diálogo con los chitas el presidente de Irán Hassan Rouhani visitó el Vaticano el 26 de enero y el cardenal Peter Turkson, presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz de una conferencia en Qom el 6 de febrero de este año.

Hassan Rouhani
Hassan Rouhani

Qom es una ciudad Santa y donde se está procesando el diálogo entre musulmanes chiitas y los cristianos, y allí está el santuario de Fátima, la hija del profeta Mahoma.

Qom tiene más de 100 centros de estudios 60 mil estudiantes del Corán y del Islam y se estima que unos 2 mil también estudian el cristianismo, el judaísmo, el budismo y el hinduismo.

Leer la nota íntegra:

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¿Cuándo Festejan la Navidad otras Denominaciones Cristianas?

Los hombres han fijado diferentes fechas para el nacimiento del Mesías Jesucristo. En la actualidad el nacimiento de Jesus se festeja en cuatro fechas distintas: el 25 de Diciembre, el 6, 7 y 19 de enero.

Los primeros en festejar (el 25 de diciembre) son la iglesia Católica Apostólica Romana, la colectividad Ortodoxa Griega y las iglesias evangélicas también se suman a este festejo.

velas y cruz

La iglesia Ortodoxa Armenia celebra 6 de enero porque mantiene una tradición que viene de los siglos I y II donde la Navidad y Reyes eran una sola. La iglesia Ortodoxa Rusa lo festeja el 7 de enero, y los fieles del Patriarcado Armenio de Jerusalén, festejan la Navidad el 19 de enero.

 En Belén se celebran tres Navidades, en tres fechas distintas, y corresponden a tres Ritos: el Latino, el Ortodoxo y el Armenio.

Esto se debe a que cada Rito sigue un calendario diferente. Los Ortodoxos se guían por el calendario juliano; los latinos siguen el calendario gregoriano y los armenios siguen su propio calendario.

 

CALENDARIOS JULIANO, GREGORIANO Y ARMENIO

El Juliano fue impuesto por Julio César en el año 708 de la fundación de Roma (45 a. de J.C.). Dividía el año en doce meses, como ahora, teniendo febrero un día adicional cada cuatro años. Esto daba al año once minutos de más e hizo necesaria la reforma gregoriana. Pero, es el calendario por el que se rigen todavía los católicos búlgaros y rutenos y los patriarcados ortodoxos de Antioquia, Alejandría, Jerusalén y Servia, así como las iglesias nestoriana, gregoriana, armenia, jacobita y otras. (Rumania, Grecia y Constantinopla han adoptado el Calendario Gregoriano para las fiestas fijas). En consecuencia, andan atrasados trece días y por ésta causa discrepan la celebración de la Navidad, la Pascua y otras fiestas.

El Calendario Gregoriano es el Calendario juliano corregido por orden del Papa Gregorio XII. En 1582 fueron suprimidos diez días ya partir de 1700 tiene que excluirse el bisiesto al comienzo de cada siglo, excepto cada cuatrocientos años. Los protestantes se opusie¬ron a esta innovación romana, y no se adoptó en Inglaterra sino hasta 1752. Su uso fue impuesto desde luego a toda la iglesia occidente y ahora lo usa también la mayor parte de los católicos orientales; las demás igle¬sias orientales no unidas a Roma lo están adoptando gradualmente.

El calendario eclesiástico del Rito Armenio está construido en forma enteramente diferente de la de cualquiera otra iglesia. No tiene sino ocho fiestas, en fechas fijas: la Natividad, la Epifanía, la Circuncisión, la Purificación, la Anunciación, la Natividad de la Virgen, la Inmaculada Concepción, todas las cuales celebran los católicos en las mismas fechas que en occidente.

Todas las demás fiestas caen en un día de la semana que sigue a un domingo que depende de la fecha de Pascua. Durante la Cuaresma y en otros días de ayuno, la fiesta de un santo sólo puede celebrarse en sábado, y desde Pascua hasta Pentecostés en ningún día; celebrándose sólo algunas fiestas en domingo.

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Consecuencia, hay solamente 125 días de santos en el año y muchos se conmemoran en grupos, vgr. Los Ermitaños Egipcios, los Padres de Nicea, los Mártires de Persia.

Los disidentes son los únicos en todo el mundo que guardan la Navidad y la Epifanía como una sola fiesta, el 6 de enero.

 

LAS DISTINTAS CELEBRACIONES DE LA NAVIDAD EN BELÉN

Así, vemos que los Latinos celebran la Navididad la noche del 24 al 25 de diciembre.

La Iglesia Ortodoxa celebra su Navidad el 6 de enero. Ese día al llegar a Belén desde Jerusalén, un poco antes del mediodía, el Patriarca y su séquito, quien es recibido por su clero, dirigiéndose luego de las palabras de bienvenida a la Gruta donde inciensa el Altar de la Estrella y el Pesebre, seguido por los obispos y representantes consulares que suelen asistir a esta ceremonia.

Sale de la gruta por la puerta norte rumbo al Katolikón (la iglesia principal), pasando por la iglesia de los armenios. Se leen los cuatro Evangelios. Después de la primera lectura, el patriarca baja nuevamente a la gruta para incensar los Altares de la Estrella y del Pesebre, subiendo otra vez al Katolikón por el mismo camino, y después de la lectura de cada Evangelio, un obispo hace lo mismo. Hay varias celebraciones durante este día hasta que el Patriarca regresa a Jerusalén. Estas ceremonias son muy vistosas por el rico vestuario y la cantidad de incienso que se usa.

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En la tarde del 18 de enero los armenios empiezan sus preparativos para celebrar su Navidad. Colocan varias alfombras en el piso de su iglesia y una silla en el centro como trono patriarcal.

Cerca de las diez de la mañana del día 19, el clero armenio y el coro bajan de su convento para recibir a su Patriarca, quien es conducido desde la plaza al convento. A la una de la tarde baja a la basílica para celebrar.

 

LA REFORMA PROTESTANTE

Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas iglesias protestantes, llamándola «Trampas de los papistas» y hasta «Garras de la bestia», debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las Celebraciones Navideñas, utilizando argumentos puritanos.

En la América colonial, los Puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681.

noche de paz

Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desagrado de los Estados Unidos después de la Revolución Americana, cuando se estimó que era una costumbre inglesa.

En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.

La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el Presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación.

 

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

En la actualidad, «Los Testigos de Jehová» no celebran la Navidad por considerarla una festividad pagana, además rechazan que sea el 25 de diciembre la verdadera fecha del nacimiento de Cristo Jesús porque en ‘el calendario judío, el mes que cae entre noviembre y diciembre es el mes llamado kislev’, que «es frío y lluvioso.

Luego viene tebet, entre diciembre y enero, que es el mes con las temperaturas más bajas del año e incluso algunas nevadas en las zonas altas». Haciendo referencia al Evangelio de Lucas 2:8-12 dicen que cuando nació Jesús, había pastores en los campos pasando la noche al aire libre con sus rebaños, algo que no sería posible si fuese invierno.
navidad ortodoxa

 

FIESTAS NO CRISTIANAS DEL 25 DE DICIEMBRE

La verdadera fecha de nacimiento de Jesús no se encuentra registrada en la Biblia. Por ésta razón, no todas las denominaciones cristianas coinciden en la misma fecha.

Los orígenes de ésta celebración, el 25 de diciembre, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Grecia y Roma), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, sólo para volver a otro ciclo.

Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del «Natalis Solis Invicti» o «Nacimiento del Sol invicto», asociada al nacimiento de Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, los primeros cristianos tomaron la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta.

Celebración del Capac Raymi, era liderada por el Emperador Inca. Alusión hecha por Guamán Poma.Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa.

Los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. «Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas.»

Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completa el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una connotación de nacimiento, pues se realizaba una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy.

Los aztecas también celebraban el nacimiento de uno de sus dioses en invierno: Huitzilopochtli.

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Catequesis sobre María Dialogo Interreligioso Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA REFLEXIONES Y DOCTRINA

La Virgen María y la Tradición Ortodoxa

Las Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa, está compuesta por iglesias que actúan independientemente pero se encuentran en comunión entre sí; son las herederas del primer cristianismo de oriente (del Imperio Bizantino) y hoy reside allí el grueso de sus fieles.

 

A Greek Orthodox priest carries an icon

 

Practican una veneración y honra especial a María, como la Madre de Dios, al punto que sus íconos que representan las advocaciones marianas llevan el prefijo de Madre de Dios, así por ejemplo la madre de Dios de Kazan, la Madre de Dios de Kursk, la Madre de Dios de Iver, etc..

Hay una larga tradición de íconos marianos ortodoxos que producen el prodigio de exhalar crisma (aceite bendito y curativo), lágrimas, sangre.

Se registran dos diferencias principales respecto a la teología mariana con la iglesia Católica Romana: no aceptan la Inmaculada Concepción porque piensan que María fue concebida en pecado original como todos los hombres, y no aceptan concebir a María como corredentora.

Leas más aquí:

La Iglesia Ortodoxa Rusa aprobó aparición de 1903 de María en el Monte Athos

Monte Athos, el Jardín de la Virgen María

Miles de rusos van a venerar el cinturón de la Virgen María que llegó desde Vatopedy

 

COMO ES LA IGLESIA ORTODOXA

La Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa es una comunidad cristiana, cuya antigüedad, según su tradición católica, se remonta a Jesús y a los doce apóstoles, a través de una ininterrumpida sucesión apostólica. Es la tercera de las tres grandes iglesias o comunidades cristianas, después de la Iglesia católica romana y el conjunto de iglesias protestantes, y cuenta con más de 225 millones de fieles en todo el mundo.

La Iglesia ortodoxa se considera la heredera de todas las comunidades cristianas de la mitad oriental del Mediterráneo (esto lleva a ciertas tensiones con iglesias orientales unidas a Roma).

Su doctrina teológica se estableció en una serie de concilios, de los cuales los más importantes son los primeros Siete Concilios, llamados «ecuménicos», que tuvieron lugar entre los siglos IV y VIII.

Tras varios desencuentros y conflictos, la Iglesia católica ortodoxa y la Iglesia católica romana se separaron en el llamado «Cisma de Oriente y Occidente», el 16 de julio de 1054. El cristianismo ortodoxo se difundió por Europa oriental gracias al prestigio del Imperio Bizantino y a la labor de numerosos grupos misioneros.

Existen catorce (o quince, según el estatuto que se reconozca a la Iglesia ortodoxa en América) iglesias ortodoxas autocéfalas, es decir, que poseen la capacidad de nombrar sus propios obispos (incluyendo el patriarca, arzobispo o metropolitano que encabeza la iglesia) y de resolver sus problemas internos sin acudir a ninguna autoridad superior. Aunque actúan de forma independiente, las iglesias autocéfalas se encuentran en comunión entre sí.

 

DIFERENCIAS DOCTRINALES

Tienen varias diferencias doctrinales, litúrgicas y de tradición con la Iglesia Católica Romana.

La Iglesia ortodoxa sostiene que la Virgen María fue concebida en pecado original como las demás criaturas. La Iglesia romana, por definición del Papa Pío IX, en el año 1854, proclamó dogma de fe la Inmaculada Concepción.

La Iglesia ortodoxa no acepta la figura de la Virgen María como corredentora, a pesar de su veneración particular.

La Iglesia ortodoxa rechaza la adición del “Filioque” en el Símbolo Niceno-Constantinopolitano, aprobada por Roma, por lo que no admite la procedencia del Espíritu Santo del Padre y el Hijo, sino únicamente del Padre.

La Iglesia ortodoxa considera que la consagración del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesús en la misa se efectúa por el Prefacio, las Palabras del Señor y la Epíclesis y no tan solo por las Palabras del Señor (las palabras dichas por Cristo en la Última Cena) como enseña la Iglesia romana.

La Iglesia ortodoxa niega la existencia del purgatorio.

 

Otras Diferencias

La Iglesia ortodoxa enseña que las decisiones de un Concilio Ecuménico son superiores a las decisiones de cualquier jerarca eclesiástico. Así mismo, no admite la infalibilidad del Obispo de Roma en ningún caso. La infalibilidad es una prerrogativa de toda la Iglesia, y no de una persona.

La Iglesia ortodoxa sólo admite 7 concilios ecuménicos. La Iglesia romana 21.

La Iglesia ortodoxa no admite la supremacía universal de derecho del Obispo de Roma sobre toda la iglesia cristiana. Todos los obispos son iguales. Sólo reconoce una «primacía de honor» (primus inter pares).

En la Iglesia ortodoxa el ministro ordinario del Santo Crisma es el sacerdote; en la Iglesia romana lo es el obispo, y el sacerdote sólo extraordinario.

En la Iglesia ortodoxa se pueden ordenar hombres casados con una mujer de buena reputación, de tal forma que hay diáconos y presbíteros casados, mientras que otros clérigos, tradicionalmente aquellos con votos monacales, deben ser hombres célibes. Una vez ordenados no se pueden casar, o volver a casar, si es el caso. Los obispos, a partir de la Edad Media, son elegidos de entre los monjes. En la Iglesia católica romana funciona de la misma manera para los ritos orientales en cuanto al celibato, pero no en el rito latino, donde todos los clérigos, sin excepción, deben ser célibes.

La Iglesia ortodoxa no tiene (y no admite) ordenes, ni congregaciones. La forma de que un feligrés desee hacer votos de vida consagrada es por medio de los monasterios o los sketes.

La Iglesia ortodoxa oficialmente tiene lenguas vernáculas como lenguas litúrgicas desde mucho más temprano (siglo IX) que la Iglesia católica romana (siglo XX). En 867 el Papa Adriano II le otorgó una bula por la que se reconocía el uso del antiguo eslavo en la liturgia, elevándole también al iniciador de ello, san Metodio, al rango obispal.

En la Iglesia ortodoxa no se admiten las representaciones tridimensionales, como las estatuas de santos, sino únicamente imágenes planas, o bidimensionales, tales como pinturas o mosaicos, tradicionalmente llamados iconos. Además los íconos son pintados en un rito de oración que requiere del canto gregoriano.

La liturgia ortodoxa no utiliza instrumentos musicales, sólo la voz humana.

La Iglesia ortodoxa nunca organizó cruzadas. La Iglesia católica romana apoyó en ocasiones la invasión y conquista de tierras cristianas ortodoxas por los denominados cruzados (véase El saqueo de Constantinopla, Cruzadas Bálticas).

 

monja ortodoxa con imagen de maria

 

La Iglesia ortodoxa nunca practicó la venta de las indulgencias.

 

COMO CONCIBEN LOS ORTODOXOS A LA VIRGEN MARÍA

Para un cristiano ortodoxo, la Santísima Virgen María es la Madre de Dios y por lo tanto, se le debe veneración y honra. María, tiene un lugar privilegiado en la Iglesia Ortodoxa, pues que ha llevado una vida de castidad y pureza, de tal manera que Dios la consideró digna de ser la mujer, en la cual se encarnó el Verbo de Dios. Y esta elección divina no se basó sobre la predestinación, sino sobre la plenitud de las virtudes que ella manifestaba.

Dios miró su corazón invadido por la fe y la humildad; esto está claro en sus palabras: “…porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava.” (Lucas 1:47). María se humilló y Cristo descendió; ambas cosas, humildad y descenso, se unieron en la realización de la Encarnación Divina.

El largo proceso de purificación e iluminación de la raza judía, tan vivamente descrito en el Antiguo Testamento, alcanzó su culminación en la santísima Madre de Dios. En ella hallaron cumplimiento la fe y el heroísmo de muchas generaciones del pueblo elegido. Aceptó con humildad el reto de la Anunciación; durante la vida de su Hijo, permaneció en último término; y estuvo con los Apóstoles el día de Pentecostés, cuando el nuevo período de la historia de la humanidad comenzó con el advenimiento del Espíritu Santo.

Un teólogo ortodoxo escribe: “el alma de la piedad ortodoxa, es una calurosa veneración de la Virgen María, la Madre de Dios”. Su nombre es constantemente invocado en las oraciones litúrgicas comunitarias y personales, porque se la ama no solamente como la madre de Cristo, sino también como la madre de toda la humanidad, pues abraza en su caridad a toda la familia humana, de la que su Hijo es el único Redentor.

La función de María en la Encarnación es doble. Por un lado, ella asegura la continuidad de la raza humana. Su Hijo es Hijo de David, Hijo de Abraham y de todos los padres progenitores. Por otro lado, Él exhibió una nueva fuente de generación. El fue el nuevo Adán.

La Encarnación está estrechamente ligada con dos conceptos ortodoxos acerca de la Virgen María: a) Su perpetua virginidad; b) Su denominación de Theotokos.

En el texto de San Lucas (1:26-37), se ve al arcángel Gabriel manifestándose a María. Ésta, maravillada por las palabras del ángel, comenzó a dialogar con él, hasta que finalmente ella misma acepta la propuesta divina diciendo: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.”  Libremente ella aceptó la voluntad de Dios, por lo tanto, en el divino misterio de la encarnación del Salvador, no fue un simple instrumento sin opinión. La voluntad divina fue transmitida por el ángel y la voluntad humana se pone de manifiesto en la respuesta de la Virgen.

No podemos negar la lucha de María por alcanzar y perfeccionar las virtudes. Tampoco podemos rechazar la idea de su libertad. Ella opinó y eligió a Dios. Allí encontramos el acuerdo divino-humano: Dios ofrece a la Virgen ser la Madre y ella acepta voluntariamente y con alegría.

El ángel aseguró a María que sería la madre del Hijo del Altísimo. Como creemos en la Santísima Trinidad, creemos que Jesucristo es Dios y el Unigénito Hijo de Dios el Padre. Por lo tanto, los cristianos Ortodoxos creen y proclaman que la Virgen María es la Madre de Dios. Hay grupos de cristianos que consideran que esto es un error, pero ¿por qué no podemos llamar a la Virgen, Madre de Dios?… San Mateo, haciendo referencia a una profecía de Isaías, dice: “ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa: Dios con nosotros.” (Mateo 1:23) Entonces Emmanuel es Dios. Por otro lado el ángel le dice a José: “Dará (la virgen) a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”(Mateo 1:21) La palabra Jesús es en hebreo Yehosu’a, que significa Yahveh salva (o el Señor salva) Entonces Jesús es el Hijo del Padre, el Hijo del Altísimo, Emmanuel, Yahveh el Señor. Y en consecuencia, la Virgen María es la madre del Hijo de Dios, la madre del Hijo del Altísimo, la madre de Emmanuel, la Madre de Yahveh, en definitiva la Madre de Dios.

Pero algunos dicen que María dio a luz la naturaleza humana de Jesús y no la divina. Eso es cierto. Entonces, ¿por qué la llamamos Madre de Dios? …La llamamos Madre de Dios, porque Jesús es una sola persona, a pesar de tener dos naturalezas. Ambas naturalezas están unidas sin confusión ni mezcla en la persona de Jesucristo. Si hablamos de nosotros, no decimos que nuestro padre y nuestra madre son los que engendraron mi cuerpo, sino todo mi ser. Así tampoco podemos dividir al Señor.

Cuando Jesús se dirige al Padre, no le dice: “Oh Padre de mi esencia” o “Oh Padre de mi naturaleza divina,” sino lo llama “Padre mío”. Todas las evidencias son claras, es por eso que para el cristiano ortodoxo, María es la verdadera Madre de Dios y a ella honramos y engrandecemos en cada Divina Liturgia, en cada oración y en todo momento nos encomendamos a sus intercesiones ante su Hijo, el Salvador y Redentor de nuestras almas.

Ella es el Paraíso místico, la Puerta infranqueable del Señor, el Puerto seguro, la Muralla y protección de los que buscan a Dios, la que intercede ante Cristo Dios por la salvación de nuestras almas, la Defensora infalible de los cristianos, la siempre bienaventurada, santísima, Purísima Madre de Dios.

 

LA VIRGEN MARÍA EN LA LITURGIA ORTODOXA

En la Liturgia Ortodoxa se venera a la Madre de Dios, se la recuerda, se menciona su nombre y se pide su intercesión.

Por las oraciones de la Madre de Dios, Salvador, sálvanos.

 

monje ortodoxo pintando icono de maria

 

Conmemorando a la santísima, purísima, bendita y gloriosa Señora nuestra, la Madre de Dios y Siempre Virgen María…

Verdaderamente es justo el celebrarte, Madre de Dios, siempre bienaventurada y exenta de pecado, Madre de nuestro Dios. Eres más venerable que los querubines y más gloriosa que los serafines. Te magnificamos, pues diste a luz al Verbo Dios, sin dejar de ser virgen. Tu eres la verdadera Madre de Dios.

 

CELEBRACIONES LITÚRGICAS MARIANAS EN LA IGLESIA ORTODOXA

1) Anunciación (25 de marzo)

2) Dormición (15 de agosto)

3) Nacimiento de la Madre de Dios (8 de setiembre)

La fiesta del nacimiento de la Madre de Dios, probablemente tiene su origen en Jerusalén, a mediados del siglo V. Porque allí fue donde se mantuvo viva una tradición según la cual la casa natal de María se encontraba junto a la puerta de la Piscina Probática. San Juan Damasceno (675-749), en uno de su himnos dice: «Entonad vuestra alabanza, regocijaos y no tengáis miedo, porque en la santa Piscina Probática nos ha sido engendrada la Madre de Dios, por quien el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo le plugo ser engendrado» (Homilía sobre la Natividad de María, 6, PG 96, 661-670)

El porqué se escogió el mes de setiembre, puede ser porque si tomamos las palabras de san Juan Damasceno que dice: «Hoy es el comienzo de la salvación del mundo», y consideramos que el nacimiento de María es el comienzo histórico de la obra de redención, probablemente se ha querido situarlo a principios de dicho mes pues con él se daba inicio en el imperio bizantino al año civil y también al año eclesiástico.

San Andrés de Creta (+740) dirá: «La celebración de hoy es para nosotros el comienzo de todas las fiestas»(PG 97, 805)

¿Por qué el octavo día?… Porque el octavo día sucede a los seis días de la creación y al sábado. Es el día del Señor y anuncia el futuro de la vida eterna.

La fiesta del nacimiento de María se basa sobre un relato que aparece en un escrito apócrifo llamado Protoevangelio de Santiago que se remonta al siglo II. A él hacen referencia muchos de los Padres que escribieron acerca de la vida de la Madre de Dios, tales como Gregorio el taumaturgo, Atanasio de Alejandría, Gregorio de Nisa, Dionisio el Aeropagita, Máximo el confesor, entre otros.

¿Por qué María fue engendrada por una estéril?… San Juan Damasceno responde:

«Era necesario que a ella, la maravilla de las maravillas, se le preparase una entrada al mundo con otras maravillas, y para que, poco a poco, de las situaciones más pobres y miserables, brotasen las más grandiosas realidades» Y agrega: «era necesario que naciese primogénita la que había de engendrar al Primogénito de toda la creación, en quien todo el universo tiene su fundamento»

4) Presentación de María en el Templo (21 de noviembre)

 

LA VIRGEN MARÍA EN LA ICONOGRAFÍA ORTODOXA

1) La Virgen del Signo

Es la virgen orante que con el niño recibe el nombre de virgen del signo. Cristo está representado en un círculo, fuera y delante del vientre de Su madre.

Suspendido misteriosamente parece escapar a las reglas de la gravedad de la Tierra. Puesto que es Dios, a quien todo el Universo no puede contener, sin embargo se ha confinado al vientre de la Virgen.

La alusión a las palabras del profeta Isaías no se puede omitir aquí: «Por lo tanto el Señor Dios os dará un signo, la virgen está encinta y dará a luz un hijo que llamará Emmanuel que quiere decir Dios con nosotros» (Is. 7:14)

El rostro del niño es el de un adulto, con una frente ancha que representa su plenitud de sabiduría. Tiene un rollo que contiene las escrituras y bendice con Su mano derecha.

El gesto de las manos con su palma hacia arriba expresa la espera del don que va a recibir, y al mismo tiempo una preparación total para quedar llena del altísimo. Estas manos levantadas son la renuncia a cualquier intervención autónoma en la historia. Crean un receptáculo invisible que sólo Dios puede llenar y del que fluye como de una vasija de una fuente la verdadera agua de vida.

2) La Virgen Hodigitria

El nombre significa «la que señala el camino.» La Virgen mira majestuosamente al espectador y señala con su mano derecha al niño que tiene en su brazo izquierdo. El niño está vestido con vestiduras brillantes para recordarnos Su Divinidad. Se presenta siempre como un adulto, bendiciendo con una mano y sosteniendo un rollo con la otra.  Se lo ve como Emmanuel, consciente de Su rol de Salvador. La Madre, vestida con un manto púrpura oscuro, no ejerce un rol protector hacia su Hijo, sino más bien lo presenta a la humanidad, rogándole al mismo tiempo. Su mano derecha, en un gesto de gran riqueza, parece recibir y ofrecer al mismo tiempo. La expresión de su rostro es seria, plena de real serenidad.

 3) Virgen de la Ternura

Representa el tierno afecto recíproco entre la Madre y el Hijo. La Mirada de la Virgen está dirigida hacia el vacío. Tiene en el rostro una expresión de profunda tristeza. Sus manos apenas tocan al niño. Parecen inmovilizadas por el pensamiento que la absorbe y contribuye aún más a dar esa expresión de intensa contemplación y melancolía.

El niño está representado con un impulso expresivo de ternura. Él, que conocía la tristeza oculta de Su madre, acerca su mejilla contra la de ella para consolarla. Su rostro, más brillante que el de María, manifiesta ese deseo de darle esperanza. Ella se inclina hacia Él implorando Su misericordia para aquellos que han solicitado su protección mediante su súplica delante de su Hijo.

Fuentes: charla del Padre Víctor Villafañe en el Encuentro Arquidiocesano de Catequistas 2003, OrthodoxWiki y otras

 

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Los Reformadores Protestantes y la Virgen María

Este artículo muestra como la posición de Lutero y Calvino respecto de María es más reconocedora de la Virgen María que las que se están divulgando en estos tiempos por la mayoría de los evangélicos.

 

lutero_virgen

 

Lo cual parecería confluir en el mismo sentido, pues se notan signos de un minimismo mariano dentro del catolicismo,  que resalta de María su fidelidad y oración, y esconde su carácter de Reina.

El autor de este artículo, Arraiz, dice: muy curiosa siempre me ha parecido el rechazo que por la Virgen María tienen algunas denominaciones protestantes.

Las raíces de dicho rechazo parecen más bien originarse en rechazar lo que ellos consideran un “exceso” en la devoción que el católico tiene por la madre del Señor. Pero este rechazo que los lleva a alejarse de todo lo que suene a “católico”, les impide rechazar todo razonamiento, por más bíblico que sea, que redunde en la veneración de la Virgen.

En la mayoría de los casos, sobre todo las sectas (1), deforman la doctrina católica para hacerla parecer herética (2), afirmando así que la Iglesia enseña a “adorar” a María e incluso en algunos casos llegan a afirmar que los católicos creemos que María es una “diosa”.

Lo cierto es que esto siempre no fue así, muchos protestantes tienen por grandes eruditos bíblicos y modelos a imitar a los reformadores protestantes, y desconocen profundamente que muchas de sus posturas hoy, difieren un universo de las posturas de los reformadores. En el caso de las doctrinas relacionadas a la Virgen María precisamente pasa lo mismo.

 

LUTERO Y LA VIRGEN MARÍA

Hoy día el protestantismo entero desconoce que María es madre de Dios, en su afán de disminuirla le ha negado el título que la Iglesia le ha concedido desde siempre, comenzando por Isabel quien inspirada por el Espíritu Santo le llamó “madre del Señor” (Lucas 1,43) (3) hasta la Iglesia primitiva que no dudaba en llamarla la Theotókos (Madre de Dios) (4). Sin embargo, Lutero nunca dudó en darle este título que le concedió hasta el final de sus días.

Martín Lutero, 24 Dezember 1539: LW 47,860
“Así juzgó Dios a su Madre: La ley de Dios la condenaba como adúltera. 2) Así quedaba maltrecho su honor. 3) Su vida quedó en peligro y su honor matrimonial dañado. María fue concebida en pecado como los demás hombres; y, aunque ella fuera purificada del pecado original, no le habría bastado para un tal nacimiento. Por eso, es el Espíritu Santo el protagonista, el que la purifica y toma las puras cotas de sangre de su corazón; pues todo tiene que ser purificado”

Martín Lutero, Auslegung des Magnificat, 1522: LW 7,572
Las grandes cosas que Dios ha realizado en María se reducen a ser la Madre de Dios. Con esto le han sido concedidos muchísimos otros bienes, que nadie podrá nunca comprender. De ahí se deriva todo su honor, toda su bienaventuranza y que ella sea en medio de toda la raza humana una persona del todo singular e incomparable. Ella ha tenido con el Padre celeste un niño, y un niño tal…Se comprende todo su honor, cuando se la llama Madre de Dios. Nadie puede decir otra cosa mayor de ella, aunque uno tuviera tantas lenguas como follaje tiene la hierba, como estrellas el cielo o arena las playas. Hay que meditar en el corazón lo que significa ser Madre de Dios”.

Igual sucede con el dogma de la virginidad perpetua de María, negado hoy por todos los protestantes, sin embargo Lutero también creía firmemente en su virginidad antes y después del parto.

Martín Lutero, 28 Dezember 1544: LW 49,646
“Y ningún hombre, ni siquiera el demonio, tiene que saber cómo puede suceder que una mujer virgen quede encinta sin varón. Pues porque ahí estarán las tres divinas Personas. La obra ha de ser realizada por las tres, aunque esa actuación acabe únicamente en la persona del Hijo”

Martín Lutero, 1537/1538: LW 46,723
En textos como Juan 2,12; 7,2; Mateo 12,46; Hechos 1,14 uno se preocupa y pregunta cómo el Señor Jesús pudo tener hermanos, dado que él era el hijo único de María, y la virgen María no fue madre de ningún otro hijo. Entonces algunos responden que eran hijos de un matrimonio precedente de José, antes de estar con María; éstos fueron llamados después “hermanos de Cristo”; otros dicen que José tuvo junto con María otra mujer, tal como estaba permitido entre los judíos…Yo creo que “hermanos” aquí significa “primos”, dado que los judíos y la Sagrada Escritura llamaban a todos los primos “hermanos”

Martín Lutero, Tischrede n.4435 Ergänzungen, 1539: LW 48,579
“María permaneció virgen, pues tras sentirse madre del Hijo de Dios, no deseó ser madre de otro hombre, sino permanecer en esta gracia”

Martín Lutero, Predigt 24 Dezember 1540: LW 49,174
A José le cabe un gran honor ante Dios. A él le fueron confiados el Hijo de Dios y su Madre. Así José es un carpintero, que actúa como cualquier hombre de pueblo y que trabaja en lo oculto. [b]Pero quedó escrito para nosotros para que sepamos que Cristo vino y que su madre fue virgen, aunque bajo el velo de esposa se ocultaba la virgen antes y después del nacimiento”

Martín Lutero, 1535 bis 1545: LW 43,22
“La carta a los Hebreos dice que Sara pidió por la fe la fuerza de la concepción, para que comprendas que ella quedó encinta de Abraham siguiendo el curso normal de la naturaleza, no a través de un milagro. Este sí aconteció en la virgen María que concibió en su seno, pero de su propia semilla, no de la semilla de un hombre. Para ello el Espíritu Santo la cubrió con su sombra”

 

CALVINO Y LA VIRGEN MARÍA

Calvino se pronunció frecuentemente en defensa de la virginidad de María, refuta al igual que San Jerónimo más de un milenio atrás, el argumento de que Mateo 1,25 implica que José tuvo relaciones con María, y también refuta el trillado argumento protestante que trata de insinuar, que porque Jesús es llamado primogénito, María tuvo otros hijos (5).

 

calvino

 

Juan Calvino. JCO 45,70; cf. JCO 46,271-272
“A partir de Mateo 1,25, Elvidio creó mucha confusión en la Iglesia, porque de él dedujo que María había permanecido virgen únicamente hasta el primer nacimiento y después tuvo otros hijos con su marido. La perpetua virginidad de María fue defendida vigorosamente por Jerónimo. Es suficiente decir que es insensato y falso deducir de estas palabras qué sucedió después del nacimiento de Cristo. Es llamado el primogénito no por otra razón sino para que sepamos que él nació de la Virgen. En este texto se niega que José hubiera tenido concurso marital con María antes de nacer el niño; todo está limitado a este tiempo. Pero nada se dice de lo que sucedió después”.

Juan Calvino, Johannis Calvini Opera quae supersunt omnia (=JCO)(Verlag C. A. Schewedtke und Sohn, Braunscheweig 1863 ff.), Bände 45; Commentarius in Harmoniam evangelicam (“Harmonia evangelica” 1555), Band 46; Sermons sur I’Harmonie évangélique 1558, 1560, 1562. JCO 36,156
“Es indudable que el profeta habla de una auténtica virgen, que ha de concebir no según las normas de la naturaleza, sino a través de la actuación de gracia del Espíritu Santo. Este es el misterio, que Pablo magníficamente ensalza: “Dios ha aparecido en la carne”.

Juan Calvino, JCO 45,30
“Cuando María supo que de ella nacería el Hijo de Dios, recibió un mensaje inaudito, y ésta fue la razón por la que excluyó la relación sexual con un hombre. Por eso exclamó desconcertada: “¿Cómo sucederá esto?”…No era ésta una pregunta contra la fe. La hizo movida por la admiración; no por la desconfianza”

Juan Calvino. JCO 45,426
“¿No es este el hijo del carpintero?. (Mateo 13,55) Por designio admirable de Dios vivió Cristo hasta los treinta años en lo oculto de la casa de sus padres. Esto fue extraña e injustamente motivo de tropiezo para que la gente de Nazaret, en lugar de conocerlo con temor como enviado del cielo. ¡Si hubieran descubierto que era Dios el que actuaba en Cristo! Pero intencionalmente ellos pensaban en José, en María y en todos los parientes y sus relaciones entre ellos, para ocultar la luz que se manifestaba. Como “hermanos” eran designados –según la costumbre judía- sobre todo los parientes de sangre. Pero de ello dedujo ignorantemente Elvidio que María había tenido más hijos, porque alguna vez habla de “hermanos de Cristo”

 

H. ZWINGLI Y LA VIRGEN MARÍA

Zwingli explica que el matrimonio con José fue unicamente para que José apareciera como esposo y la protegiera de la ley, y así poder dar al niño y a ella protección y cuidado.

 

H. ZWINGLI

 

H. Zwingli, Eine Predigt von der reinen Gottesgebärerin María: ZSW 1,391-392
“Cuando se cumplió el tiempo designado por Dios, envió a su mensajero Gabriel a la joven María (Magd María), que estaba desposada con el piadoso José. La sabiduría divina se muestra en que el desposorio con José no pretendía establecer una relación matrimonial entre ellos en orden a engendrar hijos, sino para que la hija María, después de encontrarse encinta, no fuera apedreada según la ley judía, que estaba establecida para quienes concebían sin marido. El que José apareciera como esposo, la protegía de la ley. También se desposó con él para que ella y el niño encontraran en él un protector y cuidador

Explícitamente declara que es virgen, antes, en y después del parto:

H. Zwingli, Eine Predigt von der reinen Gottesgebärerin María: ZSW 1,392-393
“Hay que considerar aquí el honor que el evangelista Lucas y también Mateo le tributan por su elevada pureza; ella es joven pura e intacta antes del parto, en el parto y después del parto, es decir, siempre. Entre los hombres es imposible que una madre sea al mismo tiempo virgen; para Dios todo es posible, porque todas las criaturas obedecen a su voz”

 

CONCLUSIÓN

Hoy día muchos protestantes piensan que el católico que cree que María es Virgen, es porque nunca se ha encontrado con los pasajes que hablan de los “hermanos” de Jesús, la mayoría no sabe, que todos esos argumentos fueron refutados hace más de un milenio, y más recientemente incluso, por los reformadores protestantes. Lo mismo, para los reformadores, siempre venerar a María fué una característica que no podía faltar en un cristiano.

Fuente: José Miguel Arráiz

Notas

(1) Diferenciando por su puesto el abismo que hay entre las comunidades eclesiales protestantes y las sectas protestantes.
(2) Falacia del muñeco de paja: Consiste esta falacia en deformar las tesis del contrincante para debilitar su posición y poder atacarla con ventaja. Se diferencia de la falacia ad hominem en que ésta elude las razones para concentrarse en el ataque a la persona. La falacia del muñeco de paja, ataca una tesis, pero antes la altera. Para ello, disfraza las posiciones del contrincante con el ropaje que mejor convenga, que suele ser el que recoge los aspectos más débiles o menos populares.
(3) La expresión “Madre del Señor” es equivalente a “Madre de Dios”, ya que en el Nuevo Testamento el título Señor (del griego Kyrios) se da a Cristo, quien es Señor y Dios. De la misma manera la Septuaginta (versión griega de los Setenta del siglo 2 a.C) traduce Yahveh por “Señor” (del hebreo Adonai). Ver por ejemplo como en el mismo capítulo el ángel le dice: “el Señor está contigo” para referirse a Dios.
(4) Según sabemos ya Alejandro de Alejandría habría llamado a María “La Theotókos” (Cf. “Nuestro Señor Jesucristo ha recibido real y no aparentemente un cuerpo de la Theotókos”: Alejandro de Alejandría. Ep. Ad Alex. Const. N.12 en TEODORETO. Historia eclesiástica, I,3: OG 82,908), aparece también en un papiro egipcio que registra una de las oraciones marianas más antiguas “Sub tuum praesidium” (Cf. G. GIAMBERNARDINI, II Sub tuum Praesidium nella tradizione egiziana, en Mar 96 (1969), 324-362. Testimonios numerosos también de Gregorio Nacianceno, en su carta 101: PG 36,181, Cirilo de Alejandría, Orígenes (Según el historiador Sozomeno (Hist. Eccl. 7,32: EG 866)), San Ambrosio, etc. etc.
(5) Los protestantes alegan que como Jesús es llamado (Juan 3,16.18) y primogénito de María (Lucas 2,7) implican que Jesús es el primero de entre varios hijos. El argumento falla desde su base, ya que primogénito no implica la existencia de otros hijos, sino “primer nacido”, o “hijo preeminente”. Así mismo Cristo es llamado “primogénito” del Padre en Hebreos 1,6 y no por eso deja de ser unigénito.

 

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La Virgen María en el Islam

María (o Mariam como ellos le llaman) es un punto de encuentro en el diálogo con los musulmanes, ya que ellos honran a María como la madre de Jesús (el un gran profeta Isa).

 

mujer musulmana rezando a maria

 

El contenido de este artículo ha sido subsumido en este otro artículo.

 

 

Fuentes: Enciclopedia Mariana Theotocos, www.conocereisdeverdad.org, Arzobispo Fulton J. Sheen, www.corazones.org, Hna. María de Roncesvalles, teóloga musulmana Sherazade Hushmand

 

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Los Ángeles según la Enciclopedia Católica

Aquí se trata sobre los espíritus-mensajeros:
* el significado del término en la Biblia,
* los deberes de los ángeles,
* los nombres asignados a los ángeles,
* la distinción entre buenos espíritus y malos,
* las divisiones de los coros angélicos,
* las apariciones de los ángeles, y
* el desarrollo de los escritos sobre los ángeles.

Etimológicamente viene del Latín ángelus; del griego aggelos; de la palabra hebrea «uno que va» o «enviado», mensajero; y es usada en hebreo para designar tanto a un mensajero divino como a uno humano. La Septuaginta lo traduce por aggelos, palabra que también tiene ambos significados. La versión latina, sin embargo, distingue al mensajero espiritual o divino del humano, traduciendo el primero como angelus y el segundo como legatus o también nuntius. En algunos pasajes la versión latina usa la palabra angelus en vez de nuntius, cuando esta última expresaba mejor el sentido, por ejemplo en Isaías 18,2; 33,3, 6.

Los ángeles, a lo largo de toda la Biblia, aparecen representados como un cuerpo de seres espirituales que son intermediarios entre Dios y los hombres: «Lo creaste (al hombre) poco inferior a los ángeles» (Salmo 8,6). Ellos, al igual que los hombres, son seres creados; «Alabadle, ángeles suyos todos, todas sus huestes, alabadle! Alaben el nombre de Yahveh. pues él lo ordenó y fueron creados» (Salmo 148, 2, 5: Colosenses 1, 16-17). El hecho de que los ángeles fueron creados, fue confirmado en el Cuarto Concilio de Letrán (1215). El decreto llamado «Firmiter», contra los albigenses, habla del hecho de que ellos fueron creados, y que los hombres fueron creados después de ellos. Este decreto fue repetido por el Concilio Vaticano Primero, en su decreto «Dei Filius». Hacemos mención aquí de él, porque las palabras: «El que vive eternamente lo creó todo por igual» (Eclesiástico 18,1) se usan para demostrar la creación simultánea de todas las cosas; pero generalmente se considera que «juntos» (simul) puede aquí significar «igualmente», en el sentido de que todas las cosas fueron «igualmente» creadas. Son espíritus; el autor de la Epístola a los Hebreos dice: «¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?» (Heb 1, 14).

 

PRESENTES EN EL TRONO DE DIOS

Es con la misión de ser mensajeros que la Biblia los menciona más a menudo, pero, como San Agustín y luego San Gregorio lo expresan: angelus est nomen officii («ángel es el nombre de su oficio») y no expresa ni su naturaleza ni su función esencial, es decir: el de estar presentes en el trono de Dios en aquella corte de cielo de la que Daniel nos ha dejado un cuadro bastante vivido:
«Mientras yo contemplaba: Se aderezaron unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura, blanca como la nieve; los cabellos de su cabeza, puros como la lana. Su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente. Un río de fuego corría y manaba delante de él. Miles de millares le servían, miríadas de miríadas estaban en pie delante de él. El tribunal se sentó, y se abrieron los libros. (Daniel 7,9-10; cf. Salmo 96, 7; Salmo 102, 20; Isaías 6, etc.).Esta función de las huestes angélicas es expresada por la palabra «presentarse» (Job 1, 6; 2, 1), es decir, estar presentes ante Dios, y el Señor declara que esa es su función perpetua (Mt 18, 10). En más de una ocasión se dice que hay siete ángeles cuya principal función es la de «estar siempre presentes ante la gloria de Dios» (Tob, 12, 15; Ap 8, 2-5). Esta misma idea puede querer significar «el ángel de Su presencia» (Is 63,9) una expresión también dada en el pseudo-epigráfico «Testamento de los Doce Patriarcas».

 

MENSAJEROS DE DIOS PARA LA HUMANIDAD

Pero estos vistazos de la vida que está más allá de lo conocido, son sólo ocasionales. Los ángeles que aparecen en la Biblia, generalmente tienen la misión de ser mensajeros de Dios para la humanidad. Ellos son los instrumentos que utiliza para comunicar Su plan a los hombres, y en la visión de Jacob, ellos son descritos ascendiendo y descendiendo una escalera que va desde la tierra al cielo, mientras que el Padre Eterno contempla al vagabundo de abajo. Fue un ángel quien encontró a Agar en el desierto (Gén, 16); unos ángeles sacaron a Lot de Sodoma; fue un ángel quien le anunció a Gedeón que debía salvar a su pueblo; un ángel anuncia el nacimiento de Sansón (Jueces, 13), y el ángel Gabriel instruyó a Daniel (Dan 8,16), aunque aquí no se le llama ángel, sino «el hombre Gabriel» (9,21). Este mismo espíritu celestial anunció el nacimiento de San Juan Bautista y la Encarnación del Redentor, la tradición le atribuye también el mensaje a los pastores (Lucas, 2, 9), y la misión más gloriosa de todas, la de fortalecer al Rey de los Ángeles en Su Agonía (Lucas 22,43). La naturaleza espiritual de los ángeles es manifestada de manera muy clara en el relato que Zacarías hace de las revelaciones que recibió por medio de un ángel. El profeta dice que el ángel estaba hablando «en él». Esto parece implicar que él era consciente de una voz interior que no era la de Dios sino la de Su mensajero. El texto Masorético, la Septuaginta, y la Vulgata describen de esta misma manera el mensaje que el ángel dio al profeta. Es una pena que la «Versión Revisada» haya, en clara oposición a los textos antedichos, oscurecido este rasgo traduciéndolo: «el ángel que hablaba conmigo»: en vez de «dentro de mí» (cf. Zac 1, 9, 13-14; 2, 3; 4, 5; 5, 10).

Estas apariciones de ángeles generalmente duran sólo el tiempo que dura el mensaje, pero frecuentemente su misión se prolonga, y son también representados como los guardianes de las naciones en momentos en que se da algún problema específico, por ejemplo durante el Éxodo (Éxodo 14, 19; Baruc, 6, 6). Los Padres interpretan por igual que cuando se dice «el príncipe del Reino de Persia» (Dan 10, 13; 10, 21) debemos entender el ángel a quien se le confió el cuidado espiritual de ese reino, y quizá podemos ver en el «hombre de Macedonia» que se le apareció a San Pablo en Tróada, al ángel guardián de ese país (Hechos 16, 9). La Septuaginta (Dt 32, 8) ha conservado un fragmento con esta idea, aunque es difícil calibrar su significado exacto: «Cuando el Altísimo dividió las naciones, cuando esparció a los hijos de Adán, estableció los límites de las naciones según el número de los ángeles de Dios». Cuán grande era el papel que el ministerio de los ángeles representaba no sólo en la teología hebrea, sino también en las ideas religiosas de otras naciones, lo podemos ver en la expresión «como un ángel de Dios». Es usada en tres ocasiones para David (2Sam 14, 17, 20; 14, 27) y una vez por Akis de Gat (1Sam 29,9). Incluso Ester lo usa para designar a Asuero (Ester 15, 16), y se dice que la cara de San Esteban parecía «como la de un ángel» cuando estaba de pie ante el Sanedrín (Hechos 6, 15).

 

GUARDIANES PERSONALES

En toda la Biblia encontramos repetidamente que cada alma tiene su ángel guardián. Abraham, al enviar a su siervo ha buscarle una esposa a Isaac, le dice: «Él enviará su Ángel delante de ti» (Génesis 24, 7). Las palabras del Salmo noventa que el diablo le citó al Señor Jesús (Mt.4, 6) es bien conocido, y Judit relata su hecho heroico diciendo: «Vive el Señor, cuyo ángel ha sido mi guardián» (13, 20). Estos pasajes y muchos parecidos (Gén, 16, 6-32; Oseas, 12, 4; 1Re 19, 5; Actos 12, 7; Sal 33, 8), si bien por sí mismos no son una prueba acerca de que cada persona tiene su ángel guardián designado, se complementan con las palabras del Señor Jesús: «Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos» (Mt 18, 10), palabras que ilustran el comentario de San Agustín: «Lo que está escondido en el Antiguo Testamento, es hecho manifiesto en el Nuevo». De hecho parece que el libro de Tobías, más que cualquier otro, está dirigido a enseñarnos esta verdad, y San Jerónimo en su comentario sobre las palabras anteriormente mencionadas del Señor Jesús dice: «La dignidad de una alma es tan grande, que cada uno tiene un ángel guardián desde su nacimiento». La doctrina acerca de que los ángeles son designados nuestros guardianes es considerada una verdad de fe, pero que cada miembro de la humanidad tiene su propio ángel guardián no es de fe (de fide); sin embargo esta idea tiene tal apoyo por parte de los Doctores de la Iglesia que sería temerario negarlo (cf. San Jerónimo, supra). Pedro Lombardo (Sentencias, lib. II, dist. XI) se inclinó por la idea de que cada ángel estaba encargado de varios seres humanos. Las hermosas homilías de San Bernardo (11-14) sobre el Salmo noventa, respiran el espíritu de la Iglesia pero sin resolver la cuestión. La Biblia no sólo representa a los ángeles como nuestros guardianes, sino también como nuestros intercesores. El ángel Rafael (Tob 12, 12) dice: «Ofrecí oraciones al Señor por ti» (cf. Job, 5, 1 (Septuaginta), y 33,23 (Vulgata); Apocalipsis 8,4). El culto católico a los ángeles tiene, por ello, fundamento escriturístico. Quizás la declaración explícita más temprana sobre esto lo tenemos en las palabras de San Ambrosio: «Debemos rezarle a los ángeles que nos son dados como guardianes» (De Viduis, IX); (cf. San Agustín, Contra Faustum, XX, 21). El culto indebido a los ángeles es reprobado por San Pablo (Col, 2, 18), y que esta tendencia se siguió dando por mucho tiempo en este mismo lugar lo atestigua el Canon 35 del Sínodo de Laodicea.

 

COMO AGENTES DIVINOS QUE GOBIERNAN EL MUNDO

Los pasajes anteriores, especialmente aquellos relacionados con ángeles que tenían encargos diversos, nos permite entender la idea casi unánime de los Padres de que son los ángeles quienes pusieron por obra la ley de Dios con respecto al mundo físico. La creencia semítica en el genii y en espíritus que causan el bien o el mal es bastante conocido, y rastros de ello serán hallados en la Biblia. Por ello, la peste que devastó a Israel por culpa del pecado de David por censar al pueblo de Israel, le es atribuida a un ángel el cual se dice que David vio (2Sam 24, 15-17, y de manera más explícita en 1Cro 21, 14-18). Incluso el viento que susurra en la copa de los árboles era considerado como un ángel (2Sam 5, 23-24; 1Cro 14, 14-15). Esto es declarado de forma más explícita en el pasaje de la piscina Probática (Juan 5, 1-4), aunque existen algunas dudas sobre este texto; en este pasaje se dice que el movimiento de las aguas era realizado por las visitas periódicas de un ángel. Los semitas estaban convencidos de que toda la armonía del universo, así como las interrupciones de esta armonía, era debido a Dios como creador, pero llevadas a cabo por Sus ministros. Esta idea está fuertemente marcada en el «Libro de los Júbilos» en él las hordas celestiales de ángeles buenos y malos están siempre actuando en el universo material. Maimónides (Directorium Perplexorum, IV y VI) citado por Santo Tomás de Aquino (Summa Theol., I:1:3) dice que la Biblia frecuentemente delinea los poderes de los ángeles de la naturaleza, ya que ellos manifiestan la omnipotencia de Dios (cf. San Jerónimo, En Mich., VI, 1, 2; P. L., IV, col. 1206).

 

ORGANIZACIÓN JERÁRQUICA

Si bien los ángeles que aparecen mencionados en los libros más tempranos del Antiguo Testamento son impersonales y quedan ensombrecidos por la importancia del mensaje que llevan o por la obra que realizan, no nos dan ninguna información acerca de la existencia de una cierta jerarquía en el ejército celestial.

Después de la expulsión de Adán del Paraíso, este es defendido de nuestros Primeros Padres por querubines que son ministros de Dios, aunque nada se menciona acerca de su naturaleza. Sólo una vez más aparece la figura de un querubín en la Biblia, en la maravillosa visión que tuvo Ezequiel en la que los describe con muchos detalles (Ezeq 1), y que en Ezequiel 10 los llama querubines. El Arca era defendida por dos querubines, pero sólo tenemos conjeturas acerca de cómo eran. Se ha sugerido, con gran probabilidad, que estos pueden ser comparados con los toros y leones alados que cuidan los palacios asirios, y también con los extraños hombres alados con cabeza de halcones pintados en las paredes de algunas de sus construcciones. Los serafines sólo aparecen en la visión de Isaías, 6, 6.

Ya hemos mencionado a los siete místicos que están de pie ante Dios, y parece que en ellos tenemos una indicación de un cordón interno que rodea el trono. El término arcángel sólo aparece en San Judas y 1Tes., 4, 15; pero San Pablo nos da otras dos listas de nombres de las cohortes celestiales. Nos dice (Ef 1, 21) que Cristo está «por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación»; y, escribiendo a los Colosenses (1, 16), dice: «porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades». Hay que señalar que San Pablo usa dos de estos nombres para señalar los poderes de la oscuridad cuando (2, 15) dice que una que Cristo haya «despojado los Principados y las Potestades. incorporándolos a su cortejo triunfal». Y no es de menos importancia que sólo dos versículos después advierta a sus lectores a no dejarse seducir por «el culto de los ángeles». Aparentemente pone su sello en una cierta angelología permitida, y al mismo tiempo advierte en contra de las supersticiones sobre este asunto. Tenemos una insinuación de algunos excesos en el Libro de Enoc, en el que, como ya dijimos, los ángeles tienen un papel bastante desproporcionado. Al igual, Josefo nos dice (Be. Jud., II, VIII, 7) que los esenios realizaban un voto para preservar los nombres de los ángeles.

Ya hemos visto como (Daniel 10, 12-21) varios ángeles están designados a varios lugares, y que se les llama sus príncipes, y este mismo rasgo reaparece de manera más notable en el Apocalipsis «los ángeles de las siete Iglesias», aunque es imposible decir el significado preciso de este término. Generalmente estos siete Ángeles de las Iglesias son considerados los Obispos que ocupan éstas sedes. San Gregorio Nacianceno en su carta a los Obispos en Constantinopla en dos ocasiones les dice «Ángeles», según el idioma del Apocalipsis.

El tratado «De Coelesti Hierarchia» atribuido a San Dionisio Areopagita, y que ejerció una gran influencia entre los escolásticos, trata con muchos detalles las jerarquías y órdenes de los ángeles. Generalmente se considera que este trabajo no pertenece a San Dionisio, y que fue escrito algunos siglos después. Si bien su doctrina acerca de los coros de ángeles ha sido aceptada en la Iglesia con gran unanimidad, ninguna proposición referente a las jerarquías angélicas es dogma de fe. El siguiente pasaje de San Gregorio Magno (Hom. 34, en Evang.) nos dan una idea clara del punto de vista de los doctores de la Iglesia acerca de este punto:

Sabemos por la autoridad de la Escritura que existen nueve órdenes de ángeles: Ángeles, Arcángeles, Virtudes, Potestades, Principados, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines. Que existen Ángeles y Arcángeles casi todas las páginas de la Biblia nos lo dice, y los libros de los Profetas hablan de Querubines y Serafines. San Pablo, también, escribiendo a los Efesios enumera cuatro órdenes cuando dice: ‘sobre todo Principado, Potestad, Virtud, y Dominación’; y en otra ocasión, escribiendo a los Colosenses dice: ‘ni Tronos, Dominaciones, Principados, o Potestades’. Si unimos estas dos listas, tenemos cinco Órdenes, y agregando los Ángeles y Arcángeles, Querubines y Serafines, tenemos nueve Órdenes de Ángeles.

Santo Tomás (Summa Theologica I:108), siguiendo a San Dionisio (De Coelesti Hierarchia, VI, VII), divide a los ángeles en tres jerarquías cada una de las cuales contienen tres órdenes. Su proximidad al Ser Supremo sirve como base para esta división. En la primera jerarquía pone a los Serafines, Querubines, y Tronos; en la segunda, a las Dominaciones, Virtudes, y Potestades; en la tercera, a los Principados, Arcángeles, y Ángeles. Los únicos nombres que nos dan la Escritura de ángeles en particular son los de Rafael, Miguel, y Gabriel, nombres que significan sus atributos. Los libros judíos apócrifos, como el Libro de Enoc, nos dan el de Uriel y Jeremiel, mientras que otras fuentes apócrifas nos dan muchos más, como por ejemplo Milton en su «Paraíso Perdido». (Para conocer sobre el uso supersticioso de estos nombres, véase más arriba).

 

EL NÚMERO DE ÁNGELES

Frecuentemente se dice que el número de los ángeles es prodigioso (Daniel 7,10; Apocalipsis 5,11; Salmo 67,18; Mateo 26,53). Del uso de la palabra huestes (sabaoth) como sinónimo del ejército celestial es difícil no darse la idea de que el término «Señor de las Huestes» se refiere al mando Supremo de Dios sobre la multitud angélica (cf. Deuteronomio 33,2; 32,43; Septuaginta). Los Padres ven una referencia al número referente de hombres y ángeles en la parábola de las cien ovejas (Lucas 15,1-3), aunque esto puede parecer algo imaginativo. Los escolásticos, nuevamente siguiendo el tratado «De Coelesti Hierarchia» de San Dionisio, consideran la preponderancia del número como una perfección necesaria de las huestes angélicas (cf. Santo Tomás, Summa Theol., I:1:3).

 

LOS ÁNGELES MALOS

La distinción entre ángeles buenos y ángeles malos aparece constantemente en la Biblia, pero es importante señalar que no existe señal alguna de dualismo o conflicto entre dos principios iguales, uno bueno y otro malo. El conflicto descrito es más bien realizado en la tierra entre el Reino de Dios y el Reino del Maligno, pero siempre con la inferioridad del último. La existencia, pues, de este espíritu inferior, y por consiguiente creado, debe de ser explicado.

El desarrollo gradual de la conciencia hebrea sobre este tema está claramente presente en la Sagrada Escritura. El relato de la caída de nuestros Primeros Padres (Gén, 3) es expresado en tales términos que es imposible ver en ellos otra cosa diferente que la existencia de un agente del mal quien está envidioso de la raza humana. La declaración (Gén, 6, 1) de que los «hijos de Dios» se casaban con las hijas de los hombres es explicado por la caída de los ángeles, en Enoc, 6-11, y en los códices, D, E, F, y A de la Septuaginta dice frecuentemente, por «hijos de Dios», oi aggeloi tou theou. Desgraciadamente, los códices B y C son diferentes que el Génesis 6, pero probablemente es porque ellos, también, leyeron oi aggeloi en este pasaje, pues constantemente ponen la expresión «los hijos de Dios»; cf. Job, 1, 6; 2, 1; 38, 7; pero por otro lado, véase Sal 2, 1; 88, & (Septuaginta). Filón, haciendo un comentario sobre este pasaje en su tratado «Quod Deus sit immutabilis», I, sigue a la Septuaginta. Para conocer la doctrina de Filón sobre los Ángeles, cf. «De Vita Mosis», III, 2, «De Somniis», VI: «De Incorrupta Manna», I; «De Sacrifciis», II; «De Lege Allegorica», I, 12; III, 73; y para el punto de vista del Génesis 6, 1, cf. San Justino, Apol., II, 5. Debe además señalarse que la palabra hebrea nephilim que es traducida por gigantes, en 6,4, pueden significar «los caídos». Los Padres generalmente se lo refieren a los hijos de Set, el linaje escogido. En I K., XIX, 9, se lee que un espíritu malo posee a Saúl, aunque es probablemente una expresión metafórica; más explícito es el III B., XXII, 19-23, en donde se describe a un espíritu en medio del ejército celestial y que por invitación del Señor, aparece como un espíritu mentiroso en la boca de los falsos profetas de Ajab. Podemos, siguiendo a los escolásticos, explicar esto como un malum poenae el cual es realizado por Dios a causa de las faltas de los hombres. Una más exacta exégesis insistiría en el tono totalmente imaginativo de todo este episodio; no es tanto la manera en el que el mensaje es dado sino su sentido real lo que queremos desarrollar aquí.

El cuadro que nos da Job 1 y 2, es igualmente imaginativo; pero Satanás, quizás la individualización más temprana del Ángel caído, se presenta como un intruso que envidia a Job. Él es, evidentemente, un ser inferior a la Deidad y puede sólo tocar a Job con permiso de Dios. La manera en la que el pensamiento teológico avanzó a medida en que la cantidad de la revelación aumentó, lo podemos ver en una comparación entre 2Sam, 24, 1, y 1Cro 21, 1. Mientras que en el primer pasaje se dice que el pecado de David fue debido a «la ira del Señor» que «incitó a David», en el último leemos que «Satanás incitó a David para hacer el censo del pueblo de Israel». En Job 4, 18, nos parece encontrar una declaración clara sobre la caída: «Y aún a sus ángeles achaca desvarío». La Septuaginta de Job contiene algunos interesantes pasajes con respecto a ángeles vengadores en quienes quizá podemos ver a los espíritus caídos, así en 33, 23: «Si hay mil ángeles mediadores de la muerte en su contra, ninguno de ellos le hará daño»; y en 36, 14: «Incluso si sus almas mueren en plena juventud, serán heridos por los ángeles»; y en 21, 15: «Las riquezas injustamente aumentadas serán vomitadas, un ángel lo sacará de su casa»; cf. Prov 17, 11; Sal 34, 5, 6; 77, 49, y especialmente, Eclesiástico 39, 33, un texto que, hasta donde puede ser deducido por el estado actual del manuscrito, estaba en el original hebreo. En algunos de estos pasajes, es verdad, los ángeles pueden ser considerados como los vengadores de la justicia de Dios, sin ser, por consiguiente, los espíritus malos. En Zac 3, 1-3, Satanás se le llama al adversario que suplica ante el Señor contra el Sumo Sacerdote Josué. Isaías 14, y Ezequiel 28, son para los Padres el loci classici con respecto a la caída de Satanás (cf. Tertul., adv. Marc., II, X); y el mismo Señor Jesús ha dado color a esta idea usando las imágenes de este último pasaje al decir a Sus Apóstoles: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo» (Lucas 10, 18). En tiempos del Nuevo Testamento la idea de los dos reinos espirituales se ve con claridad. El diablo es un ángel caído que con su caída arrastró consigo multitudes de la hueste celestial. El Señor Jesús se refiere a él como «el Príncipe de este mundo» (Juan 14, 30); el tentador de la raza humana que intenta involucrarlos en su caída (Mateo 25, 41; 2Pedro, 2, 4: Ef 6, 12: 2Cor 11, 14; 12, 7). La representación cristiana del diablo bajo la forma de un dragón deriva especialmente del Apocalipsis (9, 11-15; 12, 7-9), en donde se le menciona como el «ángel del hoyo sin fondo», «el dragón», «la serpiente antigua», etc., y se le representa como si realmente hubiese estado combatiendo con el Arcángel Miguel. La similitud entre estas escenas y los antiguos relatos babilónicos sobre la lucha entre Merodak y el dragón Tiamat son muy parecidos. Si vinculamos su origen a las vagas reminiscencias de los increíbles saurios que antiguamente poblaron la tierra es una cuestión discutible, pero el lector curioso puede consultar a Bousett, «The Anti-Christ Legend» (tr. al inglés por Keane, Londres, 1896). El traductor ha prefijado un interesante discurso sobre el origen del mito babilónico del Dragón.

 

EL TÉRMINO «ÁNGEL» EN LA SEPTUAGINTA

Hemos tenido ocasión de mencionar la versión Septuaginta en más de una ocasión, y no puede ser tomado a mal mostrar unos pasajes en el que es nuestra única fuente de información con respecto a los ángeles. El pasaje más conocido es Is 9, 6, en que la Septuaginta da al Mesías el nombre de «Ángel del gran Consejo». Nosotros ya hemos hablado de Job 20, 15, donde la Septuaginta dice «Ángel» en lugar de «Dios», y en 36, 14, donde parece trata de ángeles malos. En 9, 7, la Septuaginta (B) dice: «Él es el hebreo» (5, 19) dice de «Behemot»: «Él es el inicio de los caminos de Dios, el que lo creó hará su espada para acercarse»:, la Septuaginta dice: «Él es el principio de la creación de Dios, creado para que Sus Ángeles se mofen», y el mismo comentario es hecho sobre «Leviatán», 41, 24. Ya hemos visto que la Septuaginta generalmente da el término «los hijos de Dios» por «ángeles», pero en Dt 32, 43, la Septuaginta menciona ambas condiciones: «Exultad en Él todos los cielos, y adórenle todos los ángeles de Dios; exultad las naciones con su pueblo, y glorifíquenle todos los Hijos de Dios». Ni siquiera la Septuaginta nos da aquí una referencia adicional a los ángeles; la cual en ocasiones nos permite corregir pasajes difíciles sobre ellos en la Vulgata y en los textos Masoréticos. Por ejemplo, el difícil Elim del texto Masorético en Job 41, 17, la Vulgata traduce como «ángeles», y la Septuaginta «bestias salvajes». Las ideas en la antigüedad sobre la personalidad de las diferentes apariencias angélicas son, como hemos visto, notablemente vagas. Al principio los ángeles eran considerados en una forma bastante impersonal (Gén 16, 7). Son mensajeros de Dios y a menudo se les identifica con el Autor de su mensaje (Gén 48, 15-16). Pero mientras que en el pasaje del encuentro entre Jacob leemos los «Ángeles de Dios» (Gén 32, 1), en otros leemos de uno que es llamado «el Ángel de Dios» par excellence, por ejemplo Gén 31, 11. Es verdad que, debido al modismo hebreo, esto puede significar sólo «un ángel de Dios», y la Septuaginta lo traduce con o sin el artículo, a voluntad; parece que los tres visitantes en Mambré eran de diferente rango, aunque San Pablo (Heb., 13, 2) los consideró a todos igualmente ángeles; en el relato de Gén 13, el que habla es siempre «el Señor». En el relato del Ángel del Señor que visitó a Gedeón (Jueces, 6), al visitante se le llama tanto «el Ángel del Señor» como «el Señor». De igual manera, en Jueces 13, el Ángel del Señor se aparece, y tanto Manóaj como su esposa exclaman: «Seguro que vamos a morir, porque hemos visto a Dios». Esta búsqueda de claridad se puede ver especialmente clara en los varios relatos que el Éxodo da de Ángeles. En Jueces 6, mencionado recientemente, la Septuaginta tiene mucho cuidado en usar el hebreo «Señor» en vez de «el Ángel del Señor»; pero en la historia del Éxodo es el Señor que va delante de ellos como una columna de nube (Ex 13, 21), y la Septuaginta no realiza ninguna modificación (cf. también Num 14, 14, y Ne 9, 7-20). Pero, en Ex 14, 19, el que los guía es llamado «el Ángel de Dios». Cuando leemos Ex 33, en donde Dios está enfadado con Su gente por adorar al becerro de oro, es difícil no ver al mismo Dios como guía del pueblo, pero que ahora se niega a acompañarlos. Dios les ofrece a un ángel a cambio, pero por pedido de Moisés, dice (14) «Mi rostro irá contigo», la Septuaginta lo traduce por autos pero el versículo siguiente muestras que esa traducción no es posible, pues Moisés responde: «Si no vienes tú mismo, no nos hagas partir de aquí». Pero, ¿qué quiere decir Dios con «mi rostro?» ¿Es posible que algún ángel de rango especialmente alto, haga las veces de, como en Is 63, 9? (cf. Tobías 13, 15). ¿Esto no será lo que significa «el ángel de Dios?» (cf. Núm 20, 16).

Que un proceso de evolución en el pensamiento teológico acompañó la gradual revelación de Dios casi no es necesario decirlo, y este se ve de una manera especial en los diferentes puntos de vista con respecto al Dador de la Ley. El texto Masorético así como la Vulgata en el pasaje del Éxodo en los capítulos 3 y 19-20 nos dicen con claridad que es el Ser Supremo quien se le aparece a Moisés en la zarza y en la Monte del Sinaí; pero la versión de la Septuaginta, si bien está de acuerdo que era el mismo Dios quien le entregó la Ley, dice que fue el «ángel del Señor» quien se apareció en la zarza. Durante la época del Nuevo Testamento el punto de vista de la Septuaginta prevalecía, y en esta se considera que no sólo el ángel del Señor fue quien se apareció en la zarza, y no Dios mismo, sino que el ángel también es el Dador de la Ley (cf. Gál 3, 19; Heb 2, 2; Hch 7, 30). La persona del «ángel del Señor» encuentra su complemento en la personificación de la Sabiduría en los libros Sapienciales y en por lo menos un pasaje (Zac 3, 1) parece ser «el Hijo de Hombre» que Daniel (7, 13) vio era llevado ante «el Anciano». Zacarías dice: «Me hizo ver después al sumo sacerdote Josué, que estaba ante el ángel de Yahveh; a su derecha estaba el Satán para acusarle». Tertuliano considera muchos de estos pasajes como preludios de la Encarnación; como la Palabra de Dios prefigurando el carácter sublime con el que Él un día se revelará a los hombres (cf. adv, Prax., XVI, adv. Marc., II, 27; III, 9: I, 10, 21, 22). Es posible que, en estos diferentes puntos de vista podamos encontrar, un poco a tientas, ciertas verdades dogmáticas sobre la Trinidad, reminiscencias quizás de la revelación de la cual el Protevangelio del Gén 3 es sólo una pista. Los primeros Padres de la Iglesia, ciñéndose a la letra del texto, decían que era el mismo Dios quien se aparecía. Quien se aparecía era llamado Dios y actuaba como Dios. Por ello, no era raro que Tertuliano, como ya hemos visto, considere tales manifestaciones como un preludio de la Encarnación, y la mayoría de los Padres Orientales siguió esa misma línea de pensamiento. Ha sido sostenido incluso en 1851 por Vandenbroeck, «Dissertatio Theologica de Theophaniis sub Veteri Testamento» (Lovaina).

Pero los grandes Padres Latinos, San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio Magno, sostuvieron la idea contraria, y los escolásticos como una unidad los siguió. San Agustín (Sermo VII, de Scripturis, P. G. V) al tratar sobre la zarza ardiente (Ex 3) dice que: «Considerar que la misma persona que le habló a Moisés sea el mismo Señor y un ángel del Señor, es muy difícil de entender. Es una pregunta que no da lugar a rápidas aseveraciones, sino que demanda una cuidadosa investigación. Algunos declaran que es llamado tanto el Señor y el ángel del Señor porque era Cristo, de hecho el profeta (Is 9, 6, Ver. Septuaginta) con claridad prefigura a Cristo como el Ángel del gran Consejo». El santo luego muestra que semejantes interpretaciones son sostenibles, pero que debemos tener cuidado de no caer en el arrianismo. Señala, sin embargo, que si decimos que era un ángel el que se apareció, debemos explicar el por qué se le llamó «el Señor», y luego procede a demostrar cómo esto pudo ser: «En otro lugar de la Biblia, cuando un profeta habla, se dice que es el Señor el que habla, no porque el profeta sea el Señor, sino porque el Señor está en el profeta; y de esa misma manera, cuando el Señor se digna hablar a través de la boca de un profeta o de un ángel, es igual que cuando Él habla por medio de un profeta o apóstol, y el termino ángel está correctamente usado si lo consideramos en sí mismo, pero es igualmente correcto si le ‘llama el Señor’ porque Dios mora en él». Concluye diciendo que: «Es el nombre del que mora en el templo, y no el del templo». Y un poco más adelante dice: «Me parece que deberíamos decir que nuestros antepasados reconocieron al Señor en el ángel», y aduce a la autoridad de los escritores del Nuevo Testamento que lo entendieron así y que incluso ellos, a veces, cometían la misma confusión de términos (cf. Heb 2, 2, y Hechos 7, 31-33). El santo habla con más detalle sobre esta misma cuestión en su obra «In Heptateuchum», lib. VII, 54, P. G. III, 558. Como un ejemplo de lo convencido que estaban algunos de los Padres defendiendo la interpretación contraria, podemos citar las palabras de Teodoreto (In Exod.): «El pasaje entero (Ex 3) muestra que era Dios quien se le aparecía a Moisés. ¿Pero (Moisés) lo llamó un ángel para darnos a entender que no era Dios Padre a quien vio -¿pues qué ángel pudo el Padre ser?- sino al Hijo Unigénito, el Ángel del gran Consejo» (cf. Eusebio, Hist. Eccles., I, II, 7; San Ireneo, Haer., III, 6). La interpretación dada por los Padres latinos fue la que perduró en la Iglesia, y el escolasticismo lo convirtió en un sistema (cf. Santo Tomás, Quaest., Disp., De Potentia, VI, 8, ad. 3am); y para una exposición más amplia sobre ambas interpretaciones, cf. «Revue biblique» 1894, 232-247.

 

LOS ÁNGELES EN LA LITERATURA BABILÓNICA

La Biblia nos ha mostrado que la creencia en los ángeles, o en espíritus mediadores entre Dios y los hombres, es una característica de los semitas. Es por consiguiente interesante rastrear esta creencia hasta los semitas de Babilonia. Según Sayce (The Religions of Ancient Egypt and Babylonia, Gifford Lectures, 1901), la mezcla de creencias semíticas en la primitiva religión Sumeria de Babilonia está marcada por la idea de los ángeles o sukallin en su teosofía. Por ello, encontramos un interesante paralelo en «los ángeles del Señor» en Nebo, «el ministro de Merodach» (ibid., 355). Él también es llamado el «ángel» o intérprete de la voluntad de Merodach (ibid., 456), y Sayce acepta la teoría de Hommel de que se puede demostrar por las inscripciones Minoicas que la religión semítica primitiva consistió en el culto a la luna y a las estrellas, el dios-luna Attar y un dios «ángel» que está de pie a la cabeza del panteón (ibid., 315). El conflicto bíblico entre los reinos buenos y malos tienen su paralelo en «los espíritus de cielo» o Igigi -quienes constituían la «hueste» de la que Ninip era el campeón (y de quien recibió el título de «jefe de los ángeles») y los «los espíritus de la tierra», o Annuna-Ki que vivían en el Averno (ibid. 355). Los sukalli babilónicos corresponden a los espíritus-mensajeros de la Biblia; ellos mostraban la voluntad de su Señor y ejecutaban sus ordenes (ibid., 361). Algunos de ellos parece ser que eran más que mensajeros; eran los intérpretes y representantes de la deidad suprema, por ello, Nebo es «el profeta de Borsippa». Estos ángeles son llamados «hijos» de la deidad cuyo representante son; por ello Ninip, en una ocasión mensajero de En-lil, se transforma en su hijo así como también Merodach se convierte en hijo de Ea (ibid., 496). Los relatos babilónicos de la Creación y del Diluvio no contrastan de una manera muy favorable con los relatos bíblicos, y esto mismo debe decirse de las caóticas jerarquías de los dioses y ángeles que la investigación moderna ha descubierto. Quizás queda justificado el hecho de ver todas las formas religiosas de vestigios de un primitivo culto natural que ha hecho que en ocasiones se rebaje la más pura revelación, y que, si esa revelación primitiva no ha recibido incrementos sucesivos, como entre los hebreos, trae como resultado una abundante cosecha de hierba mala.

La Biblia menciona la idea de algunos ángeles que tienen a su cargo pueblos específicos (cf. Dan 10, y este mismo trabajo). Esta creencia persiste pero con menos fuerza en la noción árabe de los Genii, o Jinni, quienes aparecen en algunos lugares particulares. Una referencia sobre lo podemos quizá encontrar en Gén 32, 1-2: «Jacob se fue por su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. Al verlos, dijo Jacob: ‘Este es el campamento de Dios’; y llamó a aquel lugar Majanáyim, es decir, ‘Campamento'». Exploraciones recientes en territorio árabe cerca de Petra, han revelado algunas áreas señaladas con piedras, como un lugar al que los ángeles constantemente iban, y las tribus nómades frecuentan este lugar para rezar y hacer sacrificios. Estos lugares llevan un nombre que corresponde exactamente con el de «Majanáyim» mencionado en el pasaje anterior del Génesis (cf. Lagrange, Religions Semitques, 184, y Robertson Smith, Religion of the Semites, 445). La visión de Jacob en Betel (Gén 28, 12) puede quizá ser considerada de la misma categoría. Basta con decir que no todo lo que está en la Biblia es revelación, y que el objeto de los escritos inspiradas no es sólo darnos nuevas verdades, sino también hacer más claras ciertas verdades enseñadas por la naturaleza. La idea moderna que tiende a considerar todo lo babilónico como completamente primitivo y que parece pensar que porque los críticos fijan una fecha tardía a las escrituras Bíblicas, la religión contenida en ella debe ser retrasada, puede verse en Haag, «Theologie Biblique» (339). Este escritor ve en los ángeles Bíblicos sólo deidades primitivas rebajadas a semi-dioses por el victorioso progreso del monoteísmo.

 

LOS ÁNGELES EN EL ZEND-AVESTA

También se han hecho esfuerzos por rastrear una conexión entre los ángeles de la Biblia y los «grandes arcángeles» o «Amesha-Spentas» del Zend-Avesta. Que la dominación persa y la cautividad babilónica ejercieron una gran influencia en la concepción hebrea de los ángeles se puede ver en el Talmud de Jerusalén, Rosch Haschanna, 56, donde se dice que se introdujeron los nombres de los ángeles de Babilonia. Pero, no es para nada evidente, que los seres angélicos que aparecen tantas veces en las páginas del Avesta, tengan conexión con el antiguo neo-zoroastrismo persa de los sasánidas. Si éste fuera el caso, como lo sostiene Darmesteter, debemos darle la vuelta a la postura y atribuirle a los ángeles del zoroastrismo la influencia de la Biblia y de Filón. Se ha hecho hincapié entre la similitud entre los «siete que están de pie ante Dios» Bíblicos, y los siete Amesha-Spentas del Zend-Avesta. Pero debe señalarse que estos último realmente son seis, el número siete sólo se obtiene contando al «padre, Ahura-Mazda», entre ellos como su jefe. Es más, estos arcángeles del zoroastrismo son más abstractos que concretos; ellos no son individuos que reciben importantes misiones como en la Biblia.

 

LOS ÁNGELES EN EL NUEVO TESTAMENTO

Hasta aquí hemos hablado casi exclusivamente sobre los ángeles del Antiguo Testamento cuyas visitas y mensajes no eran algo extraño; pero en el Nuevo Testamento sus nombres aparecen en cada una de sus páginas y el número de referencias sobre ellos iguala aquellas dadas en la Antigua Dispensación. Fue su privilegio el anunciar a Zacarías y a María el albor de la Redención, y a los pastores su cumplimiento. El Señor Jesús en Sus discursos habla de ellos con la autoridad de alguien que los ha visto, y que mientras «habla con los hombres», está siendo adorado inadvertida y silenciosamente por la hueste celestial. Él describe sus vidas en el cielo (Mt 22, 30; Lucas 20, 36); nos dice como se forman a su alrededor para protegerlo y que con sólo una palabra suya atacarían a Sus enemigos (Mt 26, 53); uno de ellos tuvo el privilegio de atenderlo en el momento de Su Agonía y que sudó sangre. Más de una vez, habla de ellos como de auxiliares y testigos del Juicio Final (Mt 16, 27), el cual ellos prepararán (ibid., 13, 39-49); y por último, ellos dan un alegre testimonio de Su triunfante Resurrección (ibid., 28, 2). Es fácil para las mentes escépticas ver en esta hueste angélica la obra de la imaginación hebrea y de la superstición, pero, ¿los relatos sobre ángeles que figuran en la Biblia no nos proporcionan una progresión bastante natural y armoniosa? En la página de apertura de la historia sagrada de la nación judía, esta es escogida como depositaria de las promesas de Dios; como el pueblo en el que nacería el Redentor. Los ángeles aparecen en el curso de la historia de este pueblo escogido, como mensajeros de Dios, como guías; como quienes anuncian la ley de Dios, en otra ocasión prefiguran al Redentor cuya misión divina ayudan a madurar. Conversan con los profetas, con David y Elías, con Daniel y Zacarías; acaban con las huestes acampadas para atacar a Israel, sirven como guías a los siervos de Dios, y el último profeta, Malaquias, lleva un nombre de importancia especial; «el Ángel de Jehová». Parece resumir en su mismo nombre el anterior «ministerio realizado por las manos de los ángeles», como si Dios con ello recordara las antiguas glorias del Éxodo y del Sinaí. La Septuaginta, de hecho, parece no dar su nombre como para un profeta individual, y el versículo de apertura de su profecía es peculiarmente solemne: «La carga de la Palabra del Señor de Israel por la mano de Su ángel; colóquenla en sus corazones». Todo este ministerio amoroso realizado por los ángeles ex sólo por la causa del Salvador, Cuyo rostro ellos desean contemplar. Por ello, cuando la plenitud de los tiempos llegó, fueron ellos quienes lo proclamaron alegremente cantando «Gloria in excelsis Deo». Ellos guiaron al recién nacido Rey de los Ángeles en Su huida a Egipto, y lo atendieron en el desierto. Su segunda venida y los temibles eventos que le precederán, han sido revelados a su siervo predilecto en la isla de Patmos. Nuevamente se trata de una revelación, y por ello, sus antiguos ministros y mensajeros aparecen nuevamente en la historia sagrada, y el relato final del amor de Dios acaba casi como lo había empezado: «Yo, Jesús, he enviado a mi Ángel para daros testimonio de lo referente a las Iglesias» (Ap 22, 16). Es fácil para los estudiosos ver la influencia de las naciones circundantes y de otras religiones en los relatos Bíblicos sobre los ángeles. De hecho es necesario e instructivo hacerlo, pero estaría mal que cerremos los ojos a la línea más elevada del desarrollo que hemos mostrado y que muestra de una manera notable la gran unidad y armonía de toda la historia divina de la Biblia.

HUGH POPE Transcrita por Jim Holden Traducido por Bartolomé Santos

 

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Cuaresma Ortodoxa

La cuaresma Católica se asemeja en fechas y duración con la Gran Cuaresma de los cristianos Ortodoxos, que a su vez no tienen una sola, sino que varias en el año (por ejemplo la cuaresma de navidad).

La Gran Cuaresma – la reina de las cuaresmas – es el período de preparación de 40 días para la Semana Santa. En este período la forma por antonomasia para prepararse es por medio del ayuno.

Culturalmente en el cristianismo occidental cuando se piensa en “Ayuno” automáticamente se piensa en no comer carne (o “in extremis” no comer).

En el mundo ortodoxo la cosa no funciona así.

 

EL AYUNO

La Ortodoxía no entiende el ayuno como un imperativo categórico formal (mera formalidad), esto es, como una privación de comida o de cualquier cosa de forma que hay que cumplir.

Al contrario, el ayuno es un instrumento, una herramienta, un medio y no un fin, es un regalo que se hace a uno mismo con el fin de facilitar la búsqueda de Dios ¿aló?¿Un regalo? Así es, por medio del ayuno uno se despoja de todo aquello que te entorpece en este camino,

La clave es la siguiente:
Ayuno = Oración + Arrepentimiento + Desapego + Vida comunitaria

La iglesia recomienda un ideal de ayuno: abstinencia de carnes y todo producto animal (incluye huevo, leche, quesos, etc), abstinencia total en ciertas ocasiones, es obligatorio para todo el que pueda realizarlo, a una persona que con suerte puede comer, no se le puede exigir que no coma tal o cual cosa, así como no se le puede exigir a un enfermo a un anciano ayunar de la misma forma que una persona buena y sana. Pero si se le puede pedir a aquellas personas que sean mas caritativo, mas piadosos o que renuncie a ciertos vicios.

Es por esto que cada cristiano debe – sin ser acomodaticio ni pusilánime – encontrar su “sistema de ayunar”, hallar su mejor forma en la cual pueda hacer su “esfuerzo total” – para llegar a Dios, y este esfuerzo total tiene que ser de cuerpo y espíritu porque ambos están íntimamente conectados entre sí. “El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba” (Mateo 19:12).

El ayuno es un proceso interno, es decir, no se ayuna por pose o figuración (Mateo 6:16). Si alguien ayuna para dárselas de místico o un asceta espiritual de segunda mano, no esta ayunando ¿por? porque no hay desapego, y en este caso el apego lo da el afán de figuración, el EGO.

Si bien es un proceso interno, no significa que sea un proceso solitario, cuando se comparte con hermanos en la fe que también están haciendo su propio “esfuerzo total” por llevar una vida mas quieta disciplinada y contemplativa, sea orando, meditando, cantando, haciendo obras de caridad, compartiendo una cena este difícil período de “limpieza espiritual” se hace muchísimo mas llevadero – lo cual nos lleva al concepto genuino de Iglesia como “Comunidad”-. Cristo dijo “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33)

Si no observas el ayuno, no te ganaste un pasaje en primera clase al infierno, sino que te perdiste una magnífica oportunidad de mejorar como persona y principalmente como Cristiano.

 

LOS OFICIOS DE LA GRAN CUARESMA

Los oficios de la Gran Cuaresma en los días de semana se caracterizan por melodías especiales que expresan su carácter penitencial. Las vestimentas y ornamentos utilizados en la iglesia son de colores apagados. Los troparios diarios también son de carácter de intercesión, rogando a Dios mediante Sus santos que tenga misericordia de nosotros pecadores.

En el oficio de Matutinos, no se canta el Salmo “Dios el Señor …” como de costumbre, sino que en su lugar se canta el Aleluya largo. Hay una mayor cantidad de lectura de salmos, como en las horas canónicas, y los himnos hacen referencia al esfuerzo de purificación y crecimiento espiritual que hacemos durante la Cuaresma.

Tres libros del Antiguo Testamento tienen especial importancia durante la Gran Cuaresma. Estos son el libro de Génesis, el de Proverbios, y el del Profeta Isaías. De hecho, se leen cada uno de estos libros en forma casi completa durante este tiempo. Lecturas tomadas de Génesis y Proverbios son agregadas al oficio de Vísperas, y del Profeta Isaías a la Sexta Hora. Ya que no se celebra la Divina Liturgia, no hay lecturas de la Epístola ni del Evangelio.

Una oración especialmente conocida en la tradición ortodoxa es rezada en todos los oficios de la Gran Cuaresma. Esta es la Oración de San Efrén el Sirio. Es una súplica a Dios, acompañada de prosternaciones, rogándole que nos dé aquellas virtudes necesarias para la vida cristiana.

El Domingo de la Abstinencia de Queso en la tarde, se acostumbre a celebrar un oficio especial de Vísperas llamado las Vísperas del Perdón. Es el primer oficio de la Gran Cuaresma. Este domingo es dedicado especialmente al perdón. Estamos prontos a entrar en el tiempo litúrgico en que nos esforzamos en forma especial para reconciliarnos con Dios y con el prójimo. Es costumbre, entonces, en la Iglesia Ortodoxa, durante las Vísperas del Perdón, que cada uno de los fieles que participen en este oficio se acerque a todos los presentes individualmente, para pedirles su perdón y también ofrecerles perdón por cualquiera falta que pueda haber cometido.

Durante la primera semana de la Gran Cuaresma, se reza el Gran Canon de San Andrés de Creta. Consiste en una larga serie de versículos de carácter penitencial, basados en temas bíblicos, a cada uno de los cuales los fieles responden: Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí. Se repite este Canon también el día jueves de la quinta semana de la Gran Cuaresma.

Los días viernes de la Cuaresma se reza un oficio denominado el Acathiston a la Virgen María, Theotokos. Es una oración de alabanza a la Madre de Dios, cuya autoría se atribuye a San Romano el Melodista. Durante los primeros cuatro viernes, se canta una cuarta parte del oficio, hasta completarlo. Luego, el quinto viernes, se reza el oficio entero.

El primer sábado de la Gran Cuaresma es dedicado a la memoria de San Teodoro de Tiro. Los sábados siguientes (segundo, tercero y cuarto) son dedicados a la memoria de los fieles difuntos. Los himnos litúrgicos que se cantan en estos días ruegan por todos los fieles difuntos. Además, se reza el Responso por los Difuntos, nombrándolos individualmente. Se agregan otras oraciones y letanías a la Divina Liturgia las cuales, tal como las lecturas de las Sagradas Escrituras, hacen referencia a los difuntos y su salvación en Cristo.

En general el día sábado, incluso fuera de la Gran Cuaresma, es el día en que la Iglesia recuerda a los difuntos. Esto es porque el sábado es el día que Dios bendijo para la vida en este mundo. Debido al pecado, sin embargo, este día ahora simboliza a toda la vida terrenal que conduce a la muerte. Incluso Cristo el Señor yacía muerto el día sábado, “descansando de todas sus obras,” y “pisoteando la muerte con la muerte.” Es así entonces, que en la Iglesia de Cristo del Nuevo Testamento, el sábado se hace un día especial para recordar a los difuntos y ofrecer súplicas a Dios por su salvación.

 

ORACIÓN DE SAN EFRÉN EL SIRIO

Señor y Dueño de mi vida, el espíritu de ocio, de indiscreción, de ambici
ón y de locuacidad, no me lo des. postración

Mas el espíritu de castidad, de humildad, de paciencia, y de amor, concédemelo a mí, tu siervo. postración

Si, Señor y Rey, concédeme percibir mis propias ofensas, y no juzgar a mi hermano, porque bendito eres por los siglos de los siglos. Amén. postración

Luego doce reverencias, diciendo cada vez:

Dios, purifícame a mí, pecador.

Y otra vez la oración entera con una postración al final.

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El mes de Ramadán (en el Islam)

Este artículo sobre el mes de Ramadán, es realizado por la Hna. María de Roncesvalles en el marco del dialogo interreligioso.

Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán, conocido internacionalmente por ser el mes en el que los musulmanes realizan un ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol, generalmente cae en el mes de septiembre.

El calendario islámico es lunar. Los meses comienzan cuando es visible el primer cuarto creciente después de la luna nueva, es decir, un par de días después de ésta. El año en el calendario lunar es 11 días más corto que en el calendario solar, por lo que las fechas del calendario musulmán no coinciden todos los años con las fechas del calendario gregoriano, de uso universal

Ramadán es el mes sagrado para el Islam. En este mes los musulmanes ayunan desde la salida del sol hasta su ocaso (este ayuno constituye uno de los cinco pilares de la doctrina musulmana).

Lo definen como “el mes de la sumisión y acercamiento a Dios, de la lucha contra los deseos y pasiones, llamada por el mismo Mahoma “la gran guerra”, del cumplimiento de las plegarias rituales y paciencia frente a las adversidades de la vida«.

Sin juzgar la intención de cada uno al hacer el ayuno obligatorio del Ramadán, hay ciertos aspectos que dejan entrever que no todo es como lo definen y que en la práctica las cosas son diferentes.

 

SIGNIFICADO DE RAMADÁN Y ESTABLECIMIENTO DEL MES

Ramadán deriva de la raíz de la palabra árabe ramida o ramada que significa:
– quemar o chamuscar.
– consumirse por dolor y sufrimientos.

Para algunos musulmanes la palabra Ramadán significa la sensación de fuego producido en el estomago por el ayuno. Otros lo atribuyen a la purificación que hacen de sus pecados, ya que son “quemados” como quema el sol la tierra; por último están quienes lo relacionan con la forma que tienen de aceptar las piedras y la arena el calor del sol, así están los corazones y las almas para aceptar gustosamente las amonestaciones de Dios.

Como un metal, dicen, por el calor puede perder la forma, el Ramadán ayuda para cambiar a los creyentes verdaderos y renovarlos.

Este mes es considerado como el mes del Corán, al finalizar este se da comienzo a la fiesta del ftir.

Este mes preside siempre al aid al- adha o fiesta de sacrificio, que se realiza dos meses después.

Los musulmanes creen que durante este mes, Alá reveló los primeros versos del Corán, alrededor del año 610 d.C.
Según las enseñanzas islámicas Mahoma se habría retirado al desierto, cerca de la Meca, mientras pensaba acerca de su fe. Una noche una voz lo llamó desde el noveno cielo: era el ángel Gabriel, quién le dijo que él había sido elegido para recibir la palabra de Dios.

En los días siguientes, Mahoma se descubrió a sí mismo hablando sobre los versos que debían ser transcriptos en el Corán.

“Es el mes de ramadán, en que fue revelado el Corán como dirección para los hombres y como pruebas claras de la dirección y del criterio. Y quién de vosotros esté presente ese mes, que ayune en él, y quien esté enfermo o de viaje, un número igual de días. Alá quiere hacéroslo fácil y no difícil. ¡Completad el número señalado de días y ensalzad a Alá por haberos dirigido! Quizás así seáis agradecidos.” (sura 2.185)

Primero el ayuno fue prescrito solo por diez días en preparación a la “noche del poder” o “lailat al- qadr” (ésta fue la noche en la que Mahoma afirma que recibió el Corán), luego se extendió a todo el mes.

Ésta noche es especialmente sagrada para el musulmán. Solo fue descubierto el verdadero día a Mahoma y sus compañeros, pero la tradición coloca este día entre el 27 o el 29 del mes de Ramadán.

“Lo hemos revelado en la noche del destino. Y ¿Cómo sabrás qué es la noche del destino? La noche del Destino vale más de mil meses. Los ángeles y el espíritu y descienden en ella, con permiso de su Señor, para fijarlo todo. ¡Es una noche de paz, hasta el rayar del día!” (Sura 97.1-5)

El gobierno de Pakistán fue quien formó un comité especial para determinar el día en el que comienza y termina este mes.
El problema que se presentaba siempre era que debía comenzar el 29 del mes de Sha’ban, pero solo si el cielo estaba claro y podía ser vista la luna. Tenía que haber alguna forma que uniese a todos los que realizaban el ayuno en los distintos países

Todo este mes lo consideran sagrado, pero en especial los siguientes días: el día 6, nacimiento de Husain, el día 10 la muerte de Khadija, el día 17 la batalla de Badr, el día 19 la ocupación de la Meca, el 21 la muerte de Ali y el 27 la noche del poder.

 

TIPOS DE AYUNO

Hay diversos tipos de ayuno. En realidad la palabra ayuno significa abstenerse de ciertos alimentos o bebidas. Si se privan en el día de esto, pero cuando es licito se cometen excesos en el comer, no hay verdadera abstención.

a-) Obligatorios (Ramadán) o voluntarios (Ashura)

b-) Penitenciales (Ramadán), expiatorios ( por ejemplo por la caza de algún animal durante la gran peregrinación que se realiza en la Kaaba“…no matéis la caza si estáis sacralizados… ofrecerá una res de su rebaño, equivalente a la caza que mató…o bien expiará dando de comer a los pobres o ayunando algo equivalente, para que guste la gravedad de su conducta”(sura 5. 95) o para sustituirlo por alguna otra obligación (por ejemplo si no tiene una animal para ofrecer durante la gran peregrinación puede ayunar)

c-) Legítimos (Ramadán)

d-) Válidos (solo para aquellos que están física y mentalmente sanos).

e-) Inválidos (personas que no están bien física y mentalmente sanos, por intoxicación, por menstruación o hemorragias después del parto).

Están obligados a ayunar por lo tanto todos los hombres y mujeres (inclusive los niños a partir de los 12 años) de acuerdo a lo recién enumerado.

Para aquellos que se encuentran impedidos para realizar el ayuno de Ramadán, por un cierto tiempo, como puede ser el caso de una persona que está enferma y debe tomar medicinas, deberá hacer el ayuno apenas le sea posible, la misma cantidad de días que no lo hizo.

En algunos casos, prefieren no tomar las medicinas, para no tener que hacer el ayuno solos, ya que de esta forma se hace más difícil poder cumplirlo. Pero esto puede hacerse siempre y cuando no perjudique más la salud.

Existen cuatro escuelas distintas sobre el modo en cómo debe guardarse el ayuno, pero en general coinciden en los siguientes puntos:

* Debe hacerse primero el propósito o intención para realizar el ayuno y después cumplirlo.
* La intención será siempre para purificar el cuerpo y el alma, por eso deben abstenerse de las relaciones sexuales, de insultar, calumniar, murmurar, defraudar y lucrar ilícitamente.
* Deberán abstenerse de aquellas cosas que cortan el ayuno, llamadas » muftirat» (alimentos y bebidas, fumar cigarrillos, el oler perfumes, el provocarse el vomito sin autorización del medico, entre otras).
*Deberán abstenerse de estas » muftirat» desde la primera luz del alba hasta un poco después del ocaso.

 

REGLAS QUE REGULAN EL AYUNO DE RAMADÁN

a-Con respecto al tiempo.

– Quien se durmió antes del alba sin intención de realizar el ayuno, si se levanta antes del mediodía y pone la intención de ayunar, su ayuno es correcto. Pero si se levanta después del mediodía no puede hacer la intención de ayuno obligatorio.

– Si una persona hace la intención de ayunar antes de la llamada de la oración del alba, luego se duerme y se levanta después del ocaso, su ayuno es correcto.

– Si en el mes de Ramadán un no-musulmán acepta el Islam debe hacer el ayuno a partir del día siguiente, pero si la conversión tiene lugar antes o después del mediodía no debe ayunar este día ni tampoco compensarlo.

-Si un enfermo se curara antes del mediodía de un día del mes de Ramadán y desde el alba no hizo nada que anulara el ayuno, debe hacer la intención (de ayunar) y cumplir el resto del día. Pero si se curara después del mediodía el ayuno de ese día no es obligatorio para él.

-Si una persona tiene duda sobre si cierto día es el último del mes de Sha’ban o el primero del mes de Ramadán no es obligatorio que ayune. Pero si quiere hacerlo no puede hacer la intención de ayuno de Ramadán (es decir: no debe ayunar con intención de ayuno obligatorio pues no sabe si realmente está en el primer día de Ramadán); pero si ayunó con intención de ayuno de compensación y después se entera de que efectivamente era el primer día de Ramadán, ese día le cuenta como ayuno de Ramadán (no debe compensarlo aunque no lo ayunó con intención de Ramadán).

b-con respecto a las comidas o bebidas.

-Si el ayunante durante la comida se diera cuenta de que llegó el alba, deberá sacar la comida de la boca y su ayuno quedará anulado si intencionalmente tragase esa comida.

-Según la precaución obligatoria el ayunante no deberá aplicarse inyecciones alimenticias (Ej.: de vitaminas, suero, etc.), pero no habrá inconvenientes en el uso de anestesia o de inyecciones medicinales.

-El ayuno no quedará anulado si traga saliva, aunque ésta se acumule por pensar en algo apetitoso.

-Si el ayunante tuviera tanta sed que tuviera temor de morirse, podrá tomar la cantidad necesaria de agua para salvar su vida, pero su ayuno quedará anulado. Además si estuviese en el mes de Ramadán por el resto del día deberá abstenerse de realizar otras cosas de las que anulan el ayuno.

-Masticar y probar el gusto de la comida para los niños si no llega (el alimento) a la garganta no anulará el ayuno, aunque esto último ocurra por accidente. Pero quedará anulado (el ayuno) si el ayunante sabía que esta comida podía llegar a la garganta y ser tragada (y no obstante lo hace), debiendo en este caso hacer la compensación (qadá) y además deberá cumplir con la reparación expiatoria (kaffarah).

 

FINAL DEL MES DE RAMADÁN

Se celebra el final del mes del ayuno el primer día del Décimo Mes, posterior al del Ramadán. Tradicionalmente, el 29 del Ramadán después de la puesta del sol la gente sale fuera para ver el nuevo cuarto creciente lunar en el horizonte occidental donde se pone el sol. Si se avista el cuarto creciente, se declaran el final del Ramadán y el Final del Ayuno. Si no se avista el cuarto creciente, se amplía el Ramadán en un día.

Este día la gente se levanta muy temprano y después de haberse duchado, perfumado y vistiendo preferiblemente ropas nuevas, se dirigen a la mezquita o hacia el lugar donde se congregan todos, diciendo “Dios es Grande, no hay más Dios que Dios, y sólo Dios merece toda alabanza”. Los musulmanes pronuncian estas frases en las casas, en las calles y en el sitio de congregación mientras se espera al imán. Era costumbre de Mahoma reunir a la congregación para la oración del Final del Ayuno a cielo descubierto.

El imán dirige las oraciones y pronuncia un sermón, al final de este, la oración que continúa se denomina «munajat», la oración de los fieles en la cual se suplica por la remisión de los pecados, por la salud, por una buena cosecha, por la prosperidad de todos los musulmanes, etc. Luego diciendo «aid Mubarak» se saludan, se abrazan y se felicitan los unos a los otros por haber hecho felizmente el Ramadán, y se pide a Dios que acepte los esfuerzos realizados en obediencia a Él.

Durante el día, la gente se visita y los niños reciben regalos. Esencialmente, el Final del Ayuno es un día para dar gracias a Dios y también para reunirse los familiares y los amigos, este clima de fiesta dura tres días.

Justamente por ser considerado para los musulmanes una gran fiesta debería haber alegría principalmente interior que se trasmita a lo exterior, no basta con reunirse familiares y amigos a saludarse si uno no está verdaderamente alegre, convencido de que lo hecho en el mes de Ramadán es tenido en cuenta por Dios.

Por ser algo principalmente interior, esa alegría, no debería perderse aun cuando por ejemplo la situación económica no sea favorable. Sin embargo en varias oportunidades, al preguntar nosotras a musulmanes como habían pasado las fiestas, la respuesta era casi siempre la misma: ¿puede haber fiesta cuando no hay trabajo, cuando la situación política esta mal, cuando uno tiene muchos problemas?

Como ya citado en la introducción….El mes de Ramadán (ayuda a tener) paciencia frente a las adversidades y pruebas que puede deparar la vida”. Esto muestra una vez más una contradicción, porque si ayuda a tener paciencia ante los problemas, ¿cómo no se puede entonces estar alegres en medio de las dificultades?

 

LA LIMOSNA DEL FINAL DE RAMADÁN

Zaqat habitualmente se traduce como limosna: esta tiene que ser al menos practicada dos veces en el año; al final del Ramadán, es obligatoria hacerlo.
Según una tradición, la cantidad que hay que dar de alimentos era medido por «un saa» (la medida de cuatro manos llenas).

Así cualquier musulmán entregará por él y su familia, cuatro saa de alimentos (equivalentes a 2 kilos y medio) por personas que haya en la casa. Deberá hacerlo, siempre y cuando el que ofrece tenga para dejar en su casa. Se recomienda entregar alimentos que puedan almacenarse o dar directamente la suma del dinero que en algunos países esta fijado previamente.

Ellos consideran este acto como un derecho que tienen los pobres y que los ayuda a purificar cualquier falta cometida durante el ayuno.
Quien realice esto antes del aid se lo acepta como el zakat, pero quien lo da después es considerado como cualquier otra limosna, por eso es muy importante que sea entregado y distribuido antes de aid al fitr.

Por esta limosna se unen todos dejando de lado las diferencias de clases sociales ya que tanto pobres como ricos podrán festejar.

Para los cristianos la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna, es también una práctica de justicia que agrada a Dios (Cat. I. Cat. 2447) pero esta ha de ser realizada teniendo en cuenta que no se debe dar para ser visto, u honrarse por haberlo hecho. “Cuidad de no practicar vuestra justicia, delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial…tú en cambio cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedara en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto te dará su recompensa” (Mt6.1,3-4).

 

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DEL MES DE RAMADÁN

Durante este mes en los momentos que están permitidos los alimentos y las bebidas, se prefiere para romper el ayuno aquellos alimentos que dan rápidamente energías, como por ejemplo los dátiles y las bebidas dulces. Siguiendo una cantidad indescriptible de variedad de platos.

Es llamado mes del Corán porque durante las oraciones de todo el mes se recita el Corán entero, generalmente por aquel que dirige la oración, y si este no se encuentra lo hace quien este capacitado.

Hay quienes también se retiran todo el mes a la mezquita para recitar y estudiar el Corán, repitiendo frases de alabanzas y gloria a Dios. Como no se permite salir de la mezquita la comida se la llevan sus familiares.

La mayoría de los restaurantes permanecen cerrados durante el día, y los que tienen abierto deben tapar la vidriera para que no se vea hacia adentro. Está terminantemente prohibido comer en la calle o en algún lugar público a la vista de aquellos que están realizando el ayuno. En los países islámicos esta regla corre para todos, aun para los que no son musulmanes.

Durante el día se puede ver a la gente comprando alimentos en mucha cantidad. Un rato antes de que suene la sirena que avisa que les es permitido comer, ya no queda nadie en las calles.

En algunos países de régimen más fundamentalistas se cambian los horarios de trabajo y de las escuelas para que el ayuno se realice más fácilmente.

Es durante todo este mes que se registran más cantidad de enfermedades del sistema digestivo por el gran desorden que hacen cuando cortan el ayuno.
Es de destacar también que durante este tiempo se encuentran más nerviosos y más propensos a las peleas, especialmente de la mitad del mes en adelante.

Ellos consideran este tiempo como el más favorable para alcanzar el perdón y la misericordia de Dios, por tanto aquel que se arrepienta de verdad, quedará libre de todo pecado. El mejor momento para pedir perdón es durante las primeras horas de la mañana antes de que salga el sol.

Pero algunos afirman que este ayuno no es para que el alma se aflija de sus pecados. ¿Cómo quedar libre entonces de todo pecado, renunciar a las malas obras y tener verdadero arrepentimiento si el ayuno no es medio para esto?

A diferencia del Ramadán, la cuaresma (o el adviento) es verdaderamente un tiempo de conversión a Dios, de ruptura con el pecado, de aversión al mal, con repugnancia hacia las malas acciones cometidas y al mismo tiempo, comprende el deseo y la resolución de cambiar de vida con la esperanza de la misericordia divina y la confianza en la ayuda de la gracia. El ayuno, la oración o la limosna, son medios para acercarnos a Dios. Se pide a Dios que nos cambie, ya que nosotros somos débiles y pecadores.

Por último, no se puede poner en el mismo nivel, el final del ayuno de Ramadán y el final del ayuno de la cuaresma, porque luego de ésta se celebra el gran triunfo de la vida sobre la muerte, la Resurrección de Nuestro señor Jesucristo, por ello “la Pascua no es simplemente una fiesta entre otras: es la “Fiesta entre las fiestas”, “Solemnidad de las Solemnidades” (Cat. I. Cat. 1169) y ¿puede haber motivo de más alegría que saberse poseedores de la vida eterna por los méritos de Jesucristo?

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