Orden de desterrar los símbolos religiosos en instalaciones públicas.
El Concytec, un organismo dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) de Perú obliga a sus trabajadores a retirar los objetos religiosos del lugar de trabajo. El arzobispo Eguren afirma que este episodio “marca el inicio de la discriminación de la fe en el Perú y su identidad católica”.
El Presidente del Instituto Solidaridad y Derechos Humanos (ISDEH), doctor Reynaldo Bustamante Alarcón, advirtió que la norma emitida por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), que prohíbe las imágenes religiosas en sus instalaciones, es “jurídicamente inválida y por eso debe ser rechazada”.
LA MEDIDA DEL CONCYTEC
La presidenta de Concytec (Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica), Gisella Orjeda, en un correo electrónico enviado recientemente a todos los trabajadores del organismo estatal, aseguró que ha visto:
“con preocupación la proliferación de imágenes religiosas en Concytec. Las que han aumentado al punto que visitantes extranjeros de diverso origen me han hecho sorprendidas reflexiones”.
Por ello, dio un plazo de una semana para retirar toda representación católica o cristiana de las instalaciones.
“Debemos impulsar el pensamiento crítico basado en la evidencia. Este es la piedra angular de la ciencia”, escribió Orjeda, justificando su decisión.
En una comunicación difundida ayer, explicando la medida, la directiva de Concytec señaló que con ella:
se “defiende el derecho de cualquier ciudadano y de ellos mismos a profesar una religión libremente”.
¿PROMOCIÓN DEL ATEÍSMO?
En declaraciones para ACI Prensa, Bustamante Alarcón, Doctor en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid, le recordó a Orjeda que:
“la situación que ella motiva fue resuelta hace años por el Tribunal Constitucional”.
En efecto, en 2011 el Tribunal Constitucional (TC) del Perú, ante la demanda de un ciudadano, decidió que la Biblia y el crucifijo no violan la laicidad del Estado, y defendió su presencia en los espacios públicos como expresión de la historia, tradición y cultura del país.
En esa ocasión, indicó el presidente del ISDEH,
“el Tribunal Constitucional desestimó la demanda y señaló que ‘la incompetencia del Estado ante la fe y la práctica religiosa no significa la promoción del ateísmo o agnosticismo con la eliminación de símbolos religiosos de la esfera pública o la imposición de una ideología antirreligiosa, ignorando las tradiciones que responden a la formación histórica, cultural y moral del Perú’”.
Esta sentencia del TC, señaló, “confirma que la decisión de la presidenta del Concytec, además de ser insólita por el desconocimiento que revela, es jurídicamente inválida y por eso debe ser rechazada”.
El doctor en Derecho explicó que la laicidad
“significa que el Estado actúa y toma sus decisiones con independencia y autonomía frente al fenómeno religioso, pero respetando siempre la posibilidad de que las manifestaciones religiosas se expresen libremente y que sus razones, desprendidas de su raíz religiosa, puedan incorporarse a los ámbitos públicos”.
En cambio, el laicismo, que es lo que propone la presidenta de Concytec,
“es la negación de todo contacto con lo religioso, el rechazo de cualquier argumento o manifestación de índole religiosa, que prohíbe la religiosidad o la reduce a los ámbitos exclusivamente privados”, según reporta Aciprensa.
“Por esa razón, mientras el Estado laico es propio de una sociedad plural, democrática y moderna, el Estado del laicismo es propio de un régimen beligerante, antidemocrático y excluyente”.
Reynaldo Bustamante Alarcón advirtió que
“además de incurrir en esta confusión conceptual, la decisión de la presidenta del Concytec vulnera la libertad religiosa de sus trabajadores”.
“Conforme a esta libertad, toda persona tiene derecho a elegir y practicar su fe religiosa en todas sus manifestaciones, sea de manera pública o privada. El límite común es que se respete la inviolabilidad o dignidad de las personas”, señaló.Bustamante Alarcón.
Y subrayó que
“nadie, incluyendo el Estado y los particulares, puede interferir” en el ejercicio de la libertad religiosa.
LA IGLESIA LO CALIFICA DE “GRAVÍSIMO”
El Arzobispo de Piura y Tumbes y Presidente de la Comisión de Familia, Infancia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Mons. José Antonio Eguren, calificó de “gravísima” esta norma emitida por el Concytec, que prohíbe las imágenes religiosas en sus instalaciones.
En declaraciones a ACI Prensa el 1 de mayo, Mons. Eguren denunció que:
“tratándose de una institución del estado, esta medida es gravísima, porque marca el inicio de la discriminación de la fe en el Perú y su identidad católica”.
“¿Qué sigue?, ¿la prohibición a la procesión del Corpus o del Señor de los Milagros?, ¿el retiro de las cruces de nuestros colegios y juzgados?, ¿la remoción de las imágenes religiosas de nuestros hospitales y parques?”, cuestionó.
Para monseñor Eguren,
“la falta de lógica de esta medida es sorprendente, sobre todo viniendo de alguien que pretende representarnos en el ámbito de la ciencia y la tecnología y que quiere decirnos a los católicos peruanos que recortarnos la libertad es una forma de dárnosla”.
“Esta disposición es un insulto a nuestra identidad cultural profundamente marcada por la fe y al derecho que tiene todo creyente a manifestar públicamente su fe y no reducirla al ámbito privado”, señaló el Arzobispo.
El Presidente de la Comisión de Familia, Infancia y Defensa de la Vida de la CEP advirtió que
“los católicos peruanos no dejaremos de responder a esta violación de nuestros derechos ciudadanos”.
Fuentes: Forum Libertas, Signos de estos Tiempos