Los cristianos son los primeros a quienes occidente trata de taparles la boca.
Los cristianos deben entender que el juego definitivo del movimiento por los derechos LGBT implica una batalla por el poder, y el final de las libertades religiosas y de expresión. Es la punta de lanza para la consolidación de una agenda de cambio cultural contra los valores judeocristianos de nuestra civilización occidental.
El texto de este artículo fue subsumido en este otro artículo para hacer un informe especial.