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La Poderosa Novena a San José [el santo más importante de la Iglesia]

Comienza el 10 de marzo o en cualquier momento que tengas una necesidad.

San José, el padre adoptivo de Nuestro Señor y modelo para todos los padres tiene una especie de “cumpleaños” el 19 de marzo.

En el que celebramos la solemnidad de San José y también popularmente lo conocemos como el Día de San José. 

Es el santo más importante de la Iglesia luego de la Virgen María.

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Mientras que José no dice mucho en la Biblia, es llamado con razón el patrono de la Iglesia universal por su vida, el amor y la protección de María de Nuestro Señor. 

El Papa León XIII, observa cómo José actuó como esposo y padre, que lo convierte en un gran santo.

Para su solemnidad se acostumbra a rezar la Novena a San José comenzando el 10 de marzo.
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Pero es tan poderosa su oración que sirve hacerla en cualquier momento de necesidad o angustia.

Esta poderosa oración se califica a la altura de la novena a San Judas en contestar algunas oraciones aparentemente incontestables.

En mi propia vida, la he visto operando con mucha eficacia.

Si deseas iniciar la novena te animo a pensar en alguna gran necesidad que tengas para ti o para otros.

No puedo garantizar que vayas a obtener la respuesta exacta que deseas, pero San José está ahí para escuchar como un padre paciente y que intercede ante Dios, el mayor de los Padres.

Si no tienes una necesidad urgente, tengo una idea pídele a San José, que es el Patrono de la Iglesia Universal, que interceda por la crisis doctrinal y de abusos sexuales que suceden la Iglesia.

Y también por nuestros hermanos y hermanas perseguidos por Cristo en todo el mundo, quienes sufren de manera que no podemos imaginar.

Pero hablemos primero de la importancia de San José en la Iglesia.

  

LA HISTORIA MÁS RECIENTE DE LA DEVOCIÓN A SAN JOSÉ EN LA IGLESIA

El 7 de julio de 1871 el Papa Pío IX proclama su decisión de promover la devoción a San José en un breve llamado Inclytum Patriarcham.

Lo hace argumentando el crecimiento de la confianza la protección de San José en los últimos tiempos debido a las persecuciones sufridas por la iglesia.

Esta decisión de Pío Nono se produjo a raíz de las peticiones de los obispos reunidos en el Concilio Vaticano I.

Y no es más que el reconocimiento de un movimiento que había comenzado por reconocer el patronazgo de San José en iglesias particulares, comunidades locales y regiones del mundo.

En el Breve Inclytum Patriarcham el Papa dice,

«El ilustre Patriarca, el bienaventurado José, fue escogido por Dios prefiriéndolo a cualquier otro Santo para que fuera en la tierra el castísimo y verdadero esposo de la Inmaculada Virgen María, y el padre putativo de Su Hijo único.

Con el fin de permitir a José que cumpliera a la perfección un encargo tan sublime, Dios lo colmó de favores absolutamente singulares, y los multiplicó abundantemente.

Por eso, es justo que la Iglesia Católica, ahora que José está coronado de gloria y de honor en el cielo, lo rodee de magníficas manifestaciones de culto, y que lo venere con una íntima y afectuosa devoción».

Y llama al pueblo cristiano a acostumbrarse a implorar a San José con piedad y confianza.

Y es así que el 8 de diciembre de 1870, en la fiesta de la Inmaculada Concepción, Pío Nono declara a San José Patrono de la Iglesia Universal.

Grandes santos como Santa Teresa de Jesús luego cultivará una gran devoción a San José.

Ella dirá,

Pedí también a San José que fuera mi custodio.

Mi devoción hacia él, desde la infancia, era una misma cosa con mi amor a la Santísima Virgen.

Todos los días rezaba la oración: ‘¡Oh san José, Padre y Protector de las Vírgenes…’.

Parecíame ir muy protegida y a cubierto de todo peligro”.

Luego vendrá el Papa León XIII quien escribió la primera encíclica dedicada papal a San José llamada Quamquam Pluries.

Y pedirá que los hogares cristianos se consagren a la Sagrada Familia de Nazaret como ejemplo perfecto de sociedad doméstica, modelo de virtud y santidad.

El papa León XIII enseñará en el breve Neminem Fugit,

“La Sagrada Familia, que San José gobernó como investido de autoridad paterna, contenía en germen a la Iglesia…

Él tiene sobre ella la autoridad paterna, puesto que es el esposo de María y el padre de Jesús.

Es lógico que José cubra ahora a la Iglesia con su celestial patronazgo, como en otros tiempos atendía a las necesidades de la Sagrada Familia”.

Y recomienda que al terminar de rezar el Rosario se diga está invocación,

“Recurrimos a Vos en nuestra tribulación, bienaventurado José…”.

Y así llegamos a otro hito papal josefino, Juan XXIII, que tuvo la intención de tomar como nombre de Papa el de José, pero no pudo hacerlo porque no era la costumbre.

Pero tomó como fecha de su fiesta personal el 19 de marzo.

Sus declaraciones públicas a favor de la devoción a San José vienen de cuando era Nuncio Apostólico en París.

Donde reveló que había querido recibir la consagración episcopal en la fiesta de San José porque es el patrono de los diplomáticos.

Y ya siendo Papa dijo públicamente,

Amo mucho a San José, hasta tal punto que no sé empezar mi jornada, ni terminarla, sin que mi primera palabra y mi último pensamiento se dirijan a él”.

Y exhortó a los cristianos para realizar tareas humildes en misiones importantes sin tomar en cuenta la dignidad de lo que se hacen, a ejemplo de San José.

Juan XXIII pasará a la historia por convocar al Concilio Vaticano II, al que puso bajo la protección de San José.

E introdujo el nombre de San José en el canon de la misa detrás del nombre de la Virgen María.

Otro hito papal es el de Juan Pablo II, quién abogó por darle un sentido más espiritual y contemplativo a la devoción josefina.

Porque la devoción a San José había ido tomando un tono más de predica social.

Ya siendo Obispo Auxiliar de Cracovia dijo en 1960,

“Desde el siglo XIX predomina en la Iglesia, tanto en su Magisterio como en su liturgia, otro modo de interpretar a San José.

No se acentúa tanto el rasgo contemplativo, sino más bien su papel social

San José, que fue durante su vida en la tierra el tutor del Cristo histórico, tiene que ser ahora necesariamente el tutor del Cristo místico, esto es, de la santa Iglesia”.

Y en la exhortación apostólica Redemptoris Custos llamó a preparar a la Iglesia bajo la protección de San José para entrar en el Tercer Milenio.

Esta nueva forma de ver a San José fue luego seguida por los próximos dos Papas

Benedicto XVI con una prolífica obra doctrinal y teológica sobre San José.

Y Francisco con el decreto del 1º de mayo de 2013, a través de la Congregación para el Culto Divino, que puso el nombre de San José en las Plegarias Eucarísticas II, III y IV del Misal Romano.

san jose c jesus

  

NOVENA A SAN JOSÉ

San José, fiel padre proveedor del Divino Niño, esposo virginal de la madre de Dios, protector poderoso de la Santa Iglesia, venimos a ti para encomendarnos a tu protección especial.

Nada buscaste en este mundo sino la gloria de Dios y el bien del prójimo. Totalmente entregado al salvador, tu felicidad consistía en orar, en trabajar, en sacrificarte, en sufrir, en morir por El.

Fuiste un desconocido en este mundo pero íntimo de Jesús. Su mirada reposaba confiadamente en tu vida simple y oculta en El.

San José, has ayudado ya a tantos hombres, recurrimos a tí con entera confianza. Tú ves a la luz de Dios nuestras necesidades, tu conoces nuestras preocupaciones, nuestras dificultades, nuestras penas. Solicitamos a tu paternal amabilidad este asunto particular… (pedir por tu intención).

La ponemos entre tus manos que protegieron al Niño Jesús, pero antes que nada pide para nosotros las gracias de no separarnos nunca de Jesús por el pecado mortal, de conocerlo y de amarlo cada vez más, así como a su Santa Madre, de vivir siempre en presencia de Dios, de hacer todo en función de su gloria y el bien de las demás almas y de lograr algún día ver a Dios para alabarlo eternamente contigo.

Así sea.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria

san jose con jesus

  

ORACIÓN DE CONFIANZA EN MOMENTOS DE ANGUSTIA O DIFICULTAD

Bienaventurado José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, para que tengan una feliz solución de acuerdo a la voluntad de Dios.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza la deposito en Vos, y me abandono como un niño pequeño, dormido en brazos de su papá.

Que no se pueda decir que en vano te he invocado y ya que tú lo puedes todo, delante de Jesús y de María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder.

Amén

Padre Nuestro, Ave María, Gloria

  

ORACIÓN A SAN JOSÉ DE LEÓN XIII

A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar el auxilio de tu santísima esposa, solicitamos también confiadamente tu patrocinio.

Con aquella caridad que te tuvo unido con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos que vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.

Protege, oh providentísimo Custodio de la divina Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; aleja de nosotros, oh padre amantísimo, este flagelo de errores y vicios.

Asístenos propicio desde el cielo, en esta lucha contra el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo libraste de la muerte la vida amenazada del Niño Jesús, así ahora defiende a la santa Iglesia de

Dios de las hostiles insidias y de toda adversidad.
Y a cada uno de nosotros protégenos con tu constante patrocinio, para que, a ejemplo tuyo, y sostenidos por tu auxilio, podamos vivir y morir santamente y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza.

Amén

Fuentes:

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Historia del Divino Niño Jesús de Bogotá y su Devoción de 9 Domingos

Lo más conocido es una Novena para pedir al Niño Jesús que nos acompañe!

Y auxilie en nuestros problemas.

Es una parte de la devoción nació en Colombia en el siglo XX y tiene su templo en Bogotá.

Fruto de un mensaje del Niño Jesús al padre salesiano Juan del Rizzo.

Una de sus propagadoras fue la Madre Angélica de EWTN, quien le construyó un templo en Alabama.

Hay una tradición de realizar la novena durante nueve domingos seguidos para que finalice en Navidad.

El calendario indica que comienza el último domingo de octubre.
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Esta novena también la publicamos en videos para cada domingo y pueden verse abajo.

LA HISTORIA DE LA DEVOCIÓN

La práctica real de honrar este aspecto de la humanidad de Jesús se remonta cientos de años atrás a santos como San Francisco de Asís, San Antonio de Padua, Santa Teresita de Lisieux, San Cayetano y Santa Teresa de Ávila.

Hay muchas devociones populares.

Entre las más conocidas se encuentran: el Niño Jesús de Praga, en Checoslovaquia; el Santo Niño de Atocha, en España; el Divino Niño de Arenzano, en Italia y el milagroso Niño Jesús de Bogotá en Colombia, entre otros.

Ver también Cómo son las Devociones al Niño Jesús que han Practicado los Santos.

En su inicio, se cree que los Carmelitas, la orden religiosa iniciada por Santa Teresa de Ávila, presentaron una estatua del Niño Jesús a una princesa en Praga en el siglo XVI.

Cuando ella murió, la estatua fue otorgada a una comunidad de sacerdotes Carmelitas, donde la devoción creció hasta convertirse en el Infante de Praga.

En el año 1636 Nuestro Señor le hizo a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento esta promesa:

“Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y tu oración será escuchada”.

Cuando los misioneros llegaron a Sudamérica durante la colonización, llevaron esta devoción con ellos. 

Desde entonces, ha tomado varios nombres y prendas, pero la intención ha permanecido igual.

En Bogotá, Colombia, las raíces del santuario Divino Niño Jesús datan de 1914, cuando el padre salesiano  Juan del Rizzo  afirmó tener una visión. 

El Superior le pidió al padre Rizzo que pidiera donaciones del pueblo para la construcción de la nueva iglesia, algo que se mostró reacio a emprender debido a la inmensa pobreza de esta gente, tanto que cuando regresó a la rectoría no había recogido un ¡centavo!. 

Al día siguiente, el Superior le pidió que saliera de nuevo y reuniera las donaciones necesarias.

Esta vez, el Padre se arrodilló frente a la Santísima Madre para pedirle ayuda en esta difícil tarea. 

Al ver al Niño Jesús en los brazos de su Madre, el Padre Juan pensó que hasta ahora había pedido favores a través de las intercesiones de María, pero no había llevado sus peticiones de oración directamente al Niño Jesús.

El padre Juan decidió que confiaría todos sus esfuerzos al Niño Jesús. 

Al día siguiente, lleno de angustia, fue a rezar ante la estatua de María Auxiliadora de los cristianos.

Luego, con toda su alma, suplicó que el Niño Santo le diera el coraje de rogar por las obras de Dios.

Sus oraciones fueron respondidas.

Mientras oraba frente a la estatua de María sosteniendo al Niño Jesús, el Niño Jesús habló y dijo:
.
«Llévame contigo, quiero acompañarte en tu viaje».

En 1935, el padre Rizzo fue transferido a una sección pobre en el sur de Bogotá llamada Barrio 20 de julio.

Convencido de que a Dios le agradaba honrar a Nuestro Señor en su infancia, el Padre quiso iniciar la devoción en su nueva parroquia.

Desarrolló una imagen simple del Niño Jesús representado con los brazos abiertos, como si estuviera listo para abrazar a todo el mundo.

El Niño Jesús está vestido con una túnica rosa con una banda azul y un halo adornado detrás de la cabeza.

Se para en una nube que dice: «Yo reinaré» con los brazos abiertos y con los pies descalzos.

Él construyó una pequeña capilla en honor al Niño Divino.

Pronto, milagros y prodigios comenzaron a ser reportados.

Así fue el padre del Rizzo comenzó a construir un santuario en honor al Divino Niño Jesús en Bogotá, la capital de Colombia.

El 25 de diciembre de 1937, fue bendecida la piedra angular fue para la nueva iglesia en Bogotá.

En 1989, se emprendieron planes para construir una nueva iglesia, mucho más grande.

El padre Juan Rizzo murió en 1957.

La historia de cómo el padre Rizzo desarrolló la devoción se puede leer aquí y aquí.

El sitio web del santuario del Niño Jesús en Bogotá puede verse aquí.

En Hanceville, Alabama, EE.UU. hay un templo dedicado a esta devoción colombiana.

Después de regresar del santuario en Bogotá, la Madre Angélica, fundadora de EWTN, construyó el Templo del Niño Divino.

Mientras se enfrentaba a la imagen en Bogotá, dijo la Madre Angélica, que el Niño Jesús volvió a la vida y le dijo:

«Edifícame un templo y ayudaré a los que te ayudan».

Al regresar a casa, la Madre Angélica continuó rezando junto con las monjas de su comunidad, las Clarisas Pobres de la Adoración Perpetua.

Sus oraciones fueron respondidas con una contribución financiera muy generosa de cinco familias que ayudaron anónimamente a construir el monasterio y el santuario en honor al Divino Niño Jesús.

De modo que el Monasterio de los Ángeles, de la Congregación de la Madre Angélica fue posible por el pedido de fondos al Divino Niño. 

El santuario puede verse aquí.

Luego se hizo célebre su novena, que termina antes de Navidad.

RECOMENDACIONES PARA LA NOVENA

Parte clave de ésta devoción es la realización de los 9 Domingos al Niño Jesús.

En ésta Novena encomendamos al Divino Niño algún asunto o problema difícil de resolver.

El Padre Juan Rizzo recomendaba 4 obras para estar más seguros que el Niño Jesús concedería nuestra petición:

1 – Ofrecerle la Santa Misa 9 Nueve Domingos y confesarse y comulgar al menos en uno de ellos.

2 – Dar una libra de chocolate (o equivalente en dinero o en comida) a los pobres.

3 – Si la persona es pudiente dar un surtido de mercado para familias pobres (o su equivalente en dinero).

4 – Propagar la devoción al Divino Niño narrando a otros los milagros que Él hace a sus devotos.
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Repartir sus novenas estampas, almanaques, etc.
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E invitar a otras personas a que hagan la prueba de visitar al Niño Jesús y pedirle lo que necesitan.

Además el Padre Juan Rizzo recomendaba también:

A – No dejar ningún domingo sin asistir a Misa

El que no deja domingos sin asistir a Misa recibe favores que jamás había imaginado.

B – No vivir en pecado mortal.

Si se vive en unión libre, o en matrimonio civil o robando o emborrachándose, u odiando, y si se admiten en casa parejas no casadas por lo católico, se atraen maldiciones y castigos de Dios sobre el hogar.

El Padre Juan repetía mucho esa frase de San Pablo: «los que viven en impureza, los borrachos los ladrones, no entrarán en el Reino de los cielos».

C – Que la limosna que se da sea costosa.

Si solamente se da a los pobres y a Dios lo que sobra, lo que no vale nada, eso no le gusta a nuestro Señor.

La Sagrada Biblia dice que para Dios y para los pobres hay que dar la décima parte de lo que se gana (el Diezmo) y que Dios le devolverá a cada uno cien veces más de lo que haya dado, y le concederá después la vida eterna.

NOVENA DE LOS NUEVE DOMINGOS

Oración para todos los Domingos

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Señor Dios, Rey Omnipotente: en tus manos están puestas todas las cosas.

¿Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a Tu Majestad?

Señor: Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes.

Tú has dicho: «Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pida al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe».

Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas.

Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu Santo Nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. Amén.

Padre Nuestro, Avemaría, Gloria.

Reflexiones, Lecturas y Oraciones para cada Domingo

Haz clic en cada título para leer lo de cada día.

Primer Domingo

Segundo Domingo

Tercer Domingo

Cuarto Domingo

Quinto Domingo

Sexto Domingo

Séptimo Domingo

Octavo Domingo

Noveno Domingo

Gozos

Oh Divino Niño
Mi Dios y Señor
Tú serás el Dueño
De mí corazón.

Niño amable de mi vida
Consuelo de los cristianos.
La gracia que necesito
Pongo en tus benditas manos.

Oh Divino Niño
Mi Dios y Señor:
Tú serás el Dueño
de mí corazón.

Tú sabes mis pesares
Pues todos te los confío
Da la paz a los turbados
Y alivio al corazón mío.

Oh Divino Niño
Mi Dios y Señor
Tú serás el Dueño
de mí corazón.

Y aunque tu amor no merezco
No recurriré a Ti en vano
Pues eres Hijo de Dios
Y consuelo del cristiano.

Oh Divino Niño
Mi Dios y Señor
Tú serás el Dueño
de mí corazón.

Acuérdate oh Niño Santo
Que jamás se oyó decir
Que alguno te haya implorado
Sin tu auxilio recibir.

Oh Divino Niño
Mi Dios y Señor
Tú serás el Dueño
de mí corazón.

Por eso con fe y confianza
Humilde y arrepentido
Lleno de amor y confianza
Este favor yo te pido.

Oh Divino Niño
Mi Dios y Señor
Tú serás el Dueño
de mí corazón.

Oración final

Oh Jesús: «Tú has dicho: todo lo que quieras pedir pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado». Por eso vengo a pedirte con toda fe:

(Mencionar favor a pedir)

Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño: Te amo tanto, Tú lo sabes, pero quiero amarte más, amarte hasta morir.

Ven a mí, Niño Jesús, ven a mi corazón, deja que yo te adore, humildemente arrepentido de mis pecados.

Pastorcito de mi alma: contigo nada me falta, me conduces a fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, Tú me guiarás por el buen camino, por el honor de tu Nombre.

Aunque camine por sendas oscuras nada temo porque Tú vas conmigo, Tú Cetro poderoso me defiende, Tú Bondad y Tú Misericordia me acompañarán todos los días de mi vida.

Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma: Soy todo tuyo.

Tuyo es mí ser pues lo creaste; tuya es mi alma pues la redimiste en la cruz con el precio de tu Sangre.

Te proclamo como mi Salvador y mi Amigo: Como mi Rey, mi Creador y Redentor. Te adoro como a mi Dios y Soberano Señor.

Demuéstrame una vez más que me amas, oh Niño Jesús y dame tu amor eterno y tu santa bendición, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Jesús, José y María, bendecid nuestros hogares.

Jesús, José y María, libradnos de todo mal.

Jesús, José y María; salvad nuestras almas. Amén

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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DEVOCIONES Y ORACIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Movil Noticias 2018 - julio - diciembre Por las Almas del Purgatorio y Fieles Difuntos

Novena por los Fieles Difuntos

La novena por nuestros difuntos y las almas del Purgatorio comienza el 24 de octubre.

El 2 de noviembre es el día de los Fieles Difuntos.

Rezamos este novenario para que aprovechen nuestras oraciones y puedan salir rápidamente del purgatorio.

 

Pero debiéramos rezar diariamente por ellos, ofrecer misas, dolores y buenas obras para su provecho.

Porque después que salgan de la purificación ellos orarán por nosotros.

La oración por los difuntos está en el libro 2 de los Macabeos,

“Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados” (2Mac. 12: 46).

Santa Mónica, la madre de San Agustín, lo único que les pidió al morir fue,

“No se olviden de ofrecer oraciones por mi alma”.

A San Agustín le preguntaron una vez

“¿Cuánto rezarán por mí cuando yo me haya muerto?”.

Y respondió:

“Eso depende de cuánto rezas tú por los difuntos.

Porque el evangelio dice que la medida que cada uno emplea para dar a los demás, esa medida se empleará para darle a él”.

Y San Gregorio Magno dijo,

“Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso”.

Y fue este del primero que ofreció 30 misas consecutivas por el alma de un difunto.

Y el difunto se le apareció al otro día para agradecerle porque había sido liberado.

También sucedió un día que se quedó inmovilizado mientras elevó la hostia celebrando la Misa, y luego dijo,

 “Vi que mientras ofrecía la Santa Hostia a Dios, que descansaban las benditas almas del purgatorio”.

NOVENA FIELES DIFUNTOS 

 

LA NOVENA

Oración Final y Responso

Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.

Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio.

V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.


Padrenuestro.

V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.

Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.

DÍA PRIMERO

Por la señal,etc.

Pésame Dios mío … o Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están purificando en el purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas penas al cielo. Te lo pedimos por la intercesión de tu Madre purísima y de San José.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA SEGUNDO

Por la señal, etc..

Pésame Dios mío … o Señor mío Jesucristo, etc

Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA TERCERO

Por la señal, etc.

Pésame Dios mío … o Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los que pecan castigas con justicia en esta vida o en la otra: concédenos la gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de voluntad y por amor del regalo, satisfacer en esta vida y están padeciendo ahora sus penas en el purgatorio; y a ellos y a todos llévalos pronto a su descanso.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA CUARTO

Por la señal, etc.

Pésame Dios mío … o Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los pecados veniales en este mundo o en el otro: danos temor santo de los pecados veniales y en misericordia de los que, por haberlos cometido, están ahora purificándose en el purgatorio y líbralos a ellos y a todos los pecadores de sus penas, llevándoles a la gloria eterna.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA QUINTO

Por la señal, etc.

Pésame Dios mío … o Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no pagaron por su culpa o no tuvieron bastante caridad con el pobre, castigas en la otra con la penitencia que aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la mortificación y de la caridad y acepta misericordioso nuestra caridad y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA SEXTO

Por la señal, etc.

Pésame Dios mío … o Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que quisiste que honrásemos a nuestros padres y parientes y distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del purgatorio, pero especialmente por los padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está novena, para que logren el descanso eterno.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA SÉPTIMO

Por la señal, etc.

Pésame Dios mío … o Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien los últimos sacramentos y purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los purificas en el purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y por todos los demás, rogándote que les concedas a todos ellos la gloria y a nosotros recibir bien los últimos sacramentos.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA OCTAVO

Por la señal, etc.

Pésame Dios mío … o Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los bienes terrenales y olvidados de la gloria, los retienes apartados del premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que gocen pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera los bienes celestiales, que no deseemos desordenadamente los terrenos.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA NOVENO

Por la señal, etc.

Pésame Dios mío … o Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus manos su libertad y la gloria eterna.

Terminar con la oración final y el responso


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¿Dónde Reside el Extraordinario Poder de las Novenas?

Los católicos tenemos muchas herramientas para comunicarnos con Dios.

Una de ellas, y muy importante, son las novenas.

Que como veremos, no se trata solamente de oraciones.

A pesar de su importancia no podemos considerarla una devoción obligatoria, ni que se va a ser mejor católico si se reza una novena.

Pero ¿por qué no aprovechar su poder para acceder a Dios de la manera que Él pide en diversas parábolas?

Como definición podemos decir que una novena es una secuencia de actos devocionales durante 9 días, o 9 horas, o 9 semanas, etc.

Donde la experiencia central es la perseverancia durante ese período

En general las novenas son una secuencia de oración, pero pueden serlo de otros actos devocionales.

La primera novena se relata en el Nuevo Testamento.

Fueron los nueve días de oración que mantuvieron los apóstoles junto con María, desde que Jesús ascendió al cielo, hasta la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.

 

EL SENTIDO DE LAS NOVENAS

El sentido de la novena es aumentar nuestra fe y crecer en el amor a Dios, a los demás y en santidad.

Y también son una herramienta de sanación interior y de transformación, y a través de ello es que podemos obtener las gracias especiales.

Algunos están tentados a ver algo mágico en las novenas porque son habituales y hay muchos testimonios de milagros ocurridos al finalizar una novena.

Pero no podemos caer en la tentación de rezar una novena con la intención de controlar a Dios.

Los dos signos centrales de las novenas son la perseverancia y el desarrollo de una fe más fuerte.

Y en ese proceso, las novenas bien realizadas, nos traen paz, independientemente de la respuesta que hemos obtenido.

La perseverancia es señalada por Jesucristo en varias parábolas, por ejemplo en Lucas 18: 1-8 dice,

“Les decía una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer.

Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres.

Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: ‘¡Hazme justicia contra mi adversario!’

Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme’.

Dijo, pues, el Señor: ‘Oíd lo que dice el juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar?

Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?’”

Jesús nos dice que no nos demos por vencidos, que si seguimos pidiendo y buscando, y manteniendo fuerte nuestra fe, Él responderá.

Una clave para permanecer perseverantes es considerar que Dios es la solución y no un problema, por lo tanto no debemos renunciar a Él.

Debemos creer en sus promesas y proponernos obedecerle, huyendo del pecado y buscando la gracia divina.

 

TIPOS DE NOVENA

Hay varios tipos de devociones que se pueden realizar como novenario.

Lo habitual son novenas de oración.

Se puede rezar el Rosario pidiendo la intercesión de la Santísima Virgen durante 9 días consecutivos.

Se puede hacer lo mismo con las Letanías Lauretanas.

Y también se puede apelar a alguna novena diseñada específicamente para pedir la intercesión de un santo; abajo publicamos una serie de links de novenas dedicadas a Santos.

Pero también se puede rezar una novena recitando 9 veces consecutivas una oración, como era la devoción que hacía la Madre Teresa de Calcuta para los casos urgentes, orando 9 veces seguidas el Acordaos.

También se puede rezar una novena a lo largo de 9 horas.

Adicionalmente hay novenas que no son específicas de oración.

Una puede ser concurrir a misa y recibir la sagrada comunión durante 9 días seguidos, pidiendo en el acto de consumo del Sagrado Pan por nuestras intenciones.

Y otra por ejemplo es ayunar o hacer algún otro tipo de sacrificio durante 9 días seguidos, en honor un santo, que bien puede ser la Santísima Virgen, pidiendo su intercesión.

Estos tipos de novenas que mencionamos son sólo indicativos, porque cada uno puede crear su propia novena de acuerdo a los principios básicos que estamos narrando.

 

¿CÓMO SURGIERON LAS NOVENAS?

El vocablo novena viene del latín «novem» que significa novena.

Y como hemos visto incluye algo repetido nueve veces, qué pueden ser días, semanas, meses, horas o incluso la misma oración dicha 9 veces consecutivas.

Este formato no es una creación cristiana sino que tiene orígenes anteriores.

En la antigua Roma era costumbre orar por los muertos durante un período de nueve días, como una forma de llorar y comprometer el alma a la misericordia de Dios.

El período de nueve días de la oración cristiana tiene su origen en el Libro de Hechos de los Apóstoles.

Después de la Ascensión de Jesús al cielo, los apóstoles, la Virgen, y algunos de los otros seguidores de Cristo “se unieron en oración continua” (Hechos 1:14) durante nueve días, hasta que la dramática venida del Espíritu Santo en Pentecostés.

Cristo mismo mandó a sus apóstoles a permanecer en la ciudad de Jerusalén por nueve días hasta la fiesta de Pentecostés, y esperar la venida del Espíritu Santo.

Sabemos que fueron nueve días, porque la Ascensión pasó cuarenta días después de la resurrección (Hechos 1: 3), y Pentecostés siempre se celebra cincuenta días después de la Pascua.

La resurrección ocurrió el día siguiente a la Pascua, por lo que podemos hacer los cálculos: 50-40-1 = 9.

Este es el período en el que la Iglesia naciente “se unió en oración continua” a la espera de la venida del Espíritu Santo.

Con esto nuestro Salvador instituyó la práctica de la Novena Cristiana: nueve días de oración, sobre todo en la preparación de una fiesta solemne o en la petición por alguna gracia especial.

Jesucristo mandó esta primera novena tanto como un periodo de preparación (ya que la fiesta de Pentecostés se acercaba), y también como un acto de petición (de los Apóstoles, junto con María) para que viniera el Espíritu Santo como su abogado.

Fue la primera novena.

Pero ¿cuál es el significado de una novena? ¿Por qué nueve días, en lugar de diez o cuarenta o tres?

A través de los siglos, el período estricto de nueve días ha tomado varias formas, incluyendo la devoción de los nueve primeros viernes recomendada por el Señor a Santa Margarita María y vinculada a la devoción al Sagrado corazón.

 

EL NÚMERO NUEVE

Pero el número “nueve” tiene una gran riqueza simbólica.

Por un lado se deriva de la Santísima Trinidad. El número “nueve” es “tres veces tres”.

Por otra parte, “nueve” es un número de imperfección porque la falta uno para “diez”.

En las Escrituras, San Jerónimo nos dice, “el número nueve es indicativo de sufrimiento y dolor.”

Recordamos que el buen pastor deja las noventa y nueve ovejas para ir por la que perdió.

Además, Abram tenía noventa y nueve años cuando se circuncidó y, al entrar en la alianza con Dios, recibió su nuevo nombre de Abraham.

Vale la pena señalar que, a diferencia de los números “tres” y “diez”, los judíos no tenían un gran respeto por el número “nueve”.

De hecho, la práctica de una novena de nueve días de oraciones no es de origen judío, sino que se encuentra sólo en las prácticas paganas.

Parece que, aunque la primera “novena” se llevó a cabo por los Apóstoles junto con la Virgen María en un aposento alto en Jerusalén, durante los nueve días entre la Ascensión y Pentecostés, los fieles comenzaron a observar “novenas” no en preparación para Pentecostés, sino antes de Navidad.

En el siglo VI, especialmente en España y Francia, los fieles mantenían una novena de nueve días de preparación antes de la solemnidad de la Navidad.

Está claro que estos nueve días de oración eran simbólicos de los nueve meses que nuestro Salvador pasó en el vientre de María, su madre.

Por lo tanto, bien podemos decir que Nuestro Señor hizo una novena de nueve meses dentro de María antes de que saliera de su seno purísimo.

Y así también los Apóstoles hicieron una novena de nueve días antes de salir a predicar el Evangelio por todo el mundo.

Sin embargo, la práctica general de las novenas no obtuvo la aprobación oficial de la Iglesia (a través de la concesión de indulgencias) hasta el siglo XIX.

De hecho, es bastante sorprendente que la práctica de las novenas no haya ganado mayor popularidad y el apoyo oficial antes.

En la Edad Media, las novenas se rezaban en preparación para grandes eventos litúrgicos, como la Navidad y Pentecostés y eran utilizadas posteriormente como actos de reparación.

Poco a poco las parroquias se dieron a la tradición de las novenas, y se convirtió en costumbre que cada parroquia tuviera una novena de algún tipo en curso.

Muchas parroquias llevan en esa tradición hasta nuestros días.

 

REQUISITOS PARA LAS NOVENAS DE ORACIÓN

En definitiva, a pesar que puede haber novenarios de diversas cosas, es abrumadoramente mayoritaria la práctica que las novenas sean de oración y que transcurran durante 9 días consecutivos.

Además lo habitual es que las oraciones sean específicas y estén ya probadas de antemano por la práctica católica.

También es habitual una de dos cosas:

que la novena se realice en honor a un santo en una fecha determinada, por ejemplo podemos citar la novena de Navidad, la del Espíritu Santo, la del Sagrado Corazón, la de la Asunción de María, etc.

-y qué se realice para pedir la intercesión ante un problema.

Las claves son perseverar durante 9 días consecutivos, sin saltearse ningún día, y aprovecharlo interiormente para purificarnos.

¿Qué sucede si nos es imposible cumplir un día de la novena?

Hay varias opciones, la más extrema es comenzar la novena de nuevo; y la que se usa habitualmente es compensar el día perdido rezando dos novenas el día posterior.

Esto último también vale para los casos en que una persona se quiera enganchar a una novena que comenzó algún día antes, por ejemplo la novena rezada sobre una fiesta litúrgica.

En general las novenas comienzan 10 días antes de la fiesta litúrgica, de forma que el noveno día es el día anterior a la fiesta.

 

COMO REZAR UNA NOVENA

Las novenas se pueden realizar en forma individual y privada, en forma colectiva y privada, y en forma pública.

La primera es cuándo una persona hora una novena en solitario.

La segunda es cuando lo hace en familia o con un grupo de amigos.

Y la tercera es cuándo se reza la novena por ejemplo en un templo, o cuándo una persona se une a una novena que es rezada en una radio o estación de televisión, o está siendo rezada a través de internet, por ejemplo por Whatsapp.

Para rezar una novena hay que planificar el tiempo, disponiendo del mismo horario en cada día.

Por ejemplo deberías reservarte el mismo horario durante los 9 días.

Y en el caso de una novena de 9 horas, habría que reservarse 9 horas consecutivas para orar.

Tales reservas de horarios son beneficiosas porque nos concentra en la disciplina de orar.

Como dijimos, en general las novenas que se recitan se componen de oraciones formales, aunque nada impide hacer una novena de oraciones informales.

Las oraciones formales pueden ser las mismas repetidas cada día, pueden variar totalmente de día en día, o pueden ser una mezcla de una parte que varíe y otra parte que permanezca constante durante los 9 días.

 

LINKS A NOVENAS

Lo que siguen son links a novenas que hemos publicado.

Novena a San José

Novena a los Ángeles

Novena a la Virgen de Guadalupe del Tepeyac

Novena a San Pío de Pietrelcina

Virgen del Rosario de San Nicolás

Novena a Nuestra Señora de la Dulce Espera

Novena a Nuestra Señora de la Esperanza Macarena

Novena a Nuestra Señora de Loreto

Novena de la Inmaculada Concepción

Novena a la Virgen Niña

Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa

Novena a Cristo Rey

Novena por los Fieles Difuntos

Novena y Gozos a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

Dos Novenas a la Virgen de Fátima

Novena a la Asunción de la Virgen María

Novena a la Beata Alexandrina María Da Costa

Novena a la Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt

Novena a la Mater Admirabilis

Novena a la Preciosísima Sangre de Cristo

Novena a la Reina de la Paz en Medjugorje

Novena a la Rosa Mystica

Novena a la Virgen de Atocha

Novena a la Virgen de Covadonga

Novena a la Virgen de la Candelaria

Novena a la Virgen de la Caridad del Cobre

Novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa

Novena a la Virgen de los Angeles de Costa Rica

Novena a la Virgen de los Milagros de Tlaltenango

Novena a la Virgen del Rosario de San Nicolás

Novena a los Sagrados Corazones de Jesús y María

Novena a Maria

Novena a María Santísima del Olvido, Triunfo y Misericordias

Novena a María “La que Desata los Nudos”

Novena a Nuestra Señora de Itatí

Novena a Nuestra Señora de la Esperanza Macarena

Novena a Nuestra Señora de la Merced

Novena a Nuestra Señora de la Misericordia de Savona

Novena a Nuestra Señora de la Salud de los Enfermos

Novena a Nuestra Señora de la Sonrisa

Novena a Nuestra Señora de las Angustias

Novena a Nuestra Señora de las Lágrimas de Siracusa

Novena a Nuestra Señora de los Dolores

Novena a Nuestra Señora de Monserrate

Novena a Nuestra Señora de Oropa

Novena a Nuestra Señora del Carmen

Novena a Nuestra Señora del Pilar

Novena a Nuestra Señora del Rosario

Novena a Nuestra Señora la Inmaculada Concepción del Viejo

Novena a Nuestra Señora la Inmaculada Concepción del Viejo

Novena a San Francisco de Asís

Novena a San Gabriel Arcángel

Novena a San Juan Bosco

Novena a San Judas Tadeo por Trabajo

Novena a San Miguel Arcangel

Novena a San Pío de Pietrelcina

Novena a San Rafael Arcángel (por la unión de los matrimonios)

Novena a Santa María Margarita de Alacoque

Novena a sor Josefa Menéndez

Novena al Ángel de la Guarda

Novena al Señor de Esquipulas

Novena al Señor y la Virgen del Milagro de Salta

Novena Breve a Nuestra Señora de Lourdes

Novena de Aguinaldos

Novena de la Inmaculada Concepción

Novena de la Natividad de la Virgen María

Novena de las Tres Ave Marías

Novena de Navidad, Universal

Novena del Acordaos a Nuestra Señora del Sagrado Corazón

Novena del Trabajo a San Josemaría Escrivá de Balaguer

Novena Eficaz de las Tres Avemarías

Novena en Honor a la Sagrada Familia

Novena en honor a San José

Novena en honor de la Virgen María con Oraciones de Santos

Novena en honor de Nuestra Señora de Altagracia

Novena por la Paz en El Salvador

Novena por la Protección de los que aún no han nacido (Santos Inocentes)

Novena por Salud y Trabajo a San Pancracio

Novena y Coronilla de la Divina Misericordia

Novena y Oración a la Ascensión de Jesucristo

Novenas a la Virgen de Luján, Argentina

Novenas a María Auxiliadora

Novenas a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Novenas a Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, del Beato Bartolo Longo

Novenas al Espíritu Santo

Novenas al Inmaculado Corazón de María

Novenas al Niño Jesús de Praga

Novenas al Sagrado Corazón de Jesús

Novena Rápida de la Madre Teresa de Calcuta

Fuentes:



Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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La Madre Teresa de Calcuta hacia una Novena Rápida [cuando no podía esperar]

Mons. Leo Maasburg, amigo y consejero espiritual de la Madre Teresa lo explica.

En su libro Madre Teresa de Calcuta: Un retrato personal dice cual era “el arma rápida espiritual de la Madre Teresa”.

Era tanta la fe en la respuesta del cielo que la completaba con una acción de gracias por haber recibido el favor.

madre teresa de calcuta y princesa diana

Consistía en diez Memorares (o sea Acordaos).
.
No nueve como se podría esperar de la palabra
novena.

Las Novenas duran nueve días y son bastante comunes entre la congregación de las Misioneras de la Caridad.

Sin embargo, dada la gran cantidad de problemas que se ponían en conocimiento de la Madre Teresa, y el ritmo en el que viajaba, a menudo simplemente no era posible permitirse nueve días para una respuesta celeste.

Y por eso se inventó la Novena Rápida o Flying Novena.

Por alguna razón desconocida la llamó por el nombre ‘Flying Novena’ o sea literalmente ‘novena al vuelo’, que sus Misioneras de la Caridad siguen utilizando y oran.

Esta es:

“Acordaos,  ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando Vuestro Socorro, haya sido desamparado por Vos.
Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las Vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos.
Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas ante la necesidad, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.”

Esta oración es el popular del «Acordaos», erróneamente atribuída a San Bernardo de Claraval, como veremos abajo. 

madre teresa orando

La Madre Teresa utilizaba esta oración constantemente para sus peticiones: para la cura de un niño enfermo, antes de discusiones importantes o cuando los pasaportes desaparecían, para solicitar la ayuda celestial cuando los suministros se acababan, etc.

La Novena Rápida tenía una cosa en común con la de los nueve días e incluso con las novenas de nueve meses.

La confianza abogando por la ayuda divina, como hicieron los apóstoles durante nueve días ‘con María, la madre de Jesús, y las mujeres’ (Hechos 1:14) a la espera de la ayuda prometida por el Espíritu Santo.

Mons. Maasburg explica por qué la Madre Teresa siempre oraba 10 Memorares o Acordaos:

“Ella daba la colaboración de los cielos tanto por sentado, que siempre añadía un décimo Acordaos de inmediato, en acción de gracias por el favor recibido”.

Pero también se menciona una situación especial.

Cuando la Madre Teresa de Calcuta acababa de fundar la Congregación de las Misioneras de la Caridad, cuyo único fin era ayudar a los más pobres entre los pobres, tuvo necesidad de un edificio para la casa matriz de dicha fundación.

Para conseguirlo, la Madre Teresa ofreció a la Virgen María rezar 85 mil veces la oración del Acordaos, y lo consiguió.

madre teresa de calcuta con rosario

   

UN CASO TÍPICO DE FLYING NOVENA

Hace algunos años, durante una conversación con el padre Brian Kolodiejchuk de las Misioneras de la Caridad, el postulador de la causa de canonización de la entonces Beata Teresa, dio un ejemplo de lo que ocurría cuando la Madre Teresa hizo esta Flying Novena cuando surgía una necesidad o se presentaba una dificultad.

Citó a la Madre misma describiendo uno de los muchos ejemplos:

“En Roma durante el Año Santo (1984), el Santo Padre iba a celebrar la misa al aire libre, y reunir con una multitud de personas.

Estaba diluviando, así que le dije a las hermanas: ‘Digamos una Flying Novena de nueve Memorares a la Virgen en acción de gracias por el buen tiempo’.

Cuando dijimos dos Memorares, empezó a amainar la lluvia.
.
Dijimos el tercero… sexto, séptimo, y en el octavo, todas los paraguas se estaban cerrando.
.
Y cuando terminamos la novena, encontramos que todos los paraguas se habían cerrado”.

madre teresa con juan pablo ii en papa movil

   

LA NOVENA ABRE LAS CERRADURAS DEL VATICANO

Mons. Maasburg relata en su libro el momento en que fueron él, la Madre Teresa y una de sus hermanas al Vaticano, por la mañana, a una misa privada del Papa Juan Pablo II.

Al llegar muy temprano, Mons. Maasburg describe que juntos oraron todo el rosario y la novena a la espera en el coche.

Apenas habíamos terminado la novena rápida el guardia suizo golpeó en el parabrisas y dijo:

‘Madre Teresa, es el momento’.

La Madre Teresa y la hermana entonces salieron del auto”.

Mons. Maasburg dijo que las esperaría en el coche.

“Pero ella se dio vuelta y llamó: ‘¡Pronto, Padre, venga con nosotras!’”

¿Fue la novena rápida la que finalmente provocó este rápido llamado no previsto?

“La Madre Teresa ya estaba en su camino hacia el ascensor y ante la tímida protesta de la guardia suiza los hizo a un lado con un encantador  ‘¡El Padre está con nosotras!’ y un brillo agradecido de sus ojos.

Las reglas eran inequívocas: sólo los que estaban en la lista de invitados anunciados podían entrar.

Y sólo los nombres de la Madre Teresa y la otra hermana estaban en esa lista…

Incluso en la compañía de un santo yo no conseguiría ir más allá del asistente del ascensor, y mucho menos de la policía civil en frente de la entrada al apartamento del Papa.

La Madre aseguró al asistente del ascensor indeciso… ‘Podemos pasar ahora. El Padre está con nosotros’…

Yo ya había probado una y otra vez de explicar a la Madre Teresa en el ascensor que no sólo es inusual, sino absolutamente imposible ir a los cuartos del Papa sin previo aviso. Pero mi insistencia era inútil…

Dos altos policías vestidos de civil estaban al lado de los apartamentos papales.

El mayor de los dos policías saludó a la fundadora de la orden religiosa con cortesía:

‘¡Madre Teresa, buenos días! Por favor, venga por aquí’.

El Padre no está anunciado. Él no puede entrar’.

Se puso a un lado de la Madre Teresa, mientras que yo había dejado de caminar.

Ella me hizo un gesto, sin embargo, que debería seguir adelante, y explicó al policía, ‘el Padre está con nosotros’.

‘… Madre, el Padre no tiene el permiso; por lo tanto, él no puede ir con usted’

poster de la madre teresa de calcuta fondo

Se quedó parada con calma y preguntó al policía en un tono paciente de la voz, ‘¿Y quién puede dar permiso al sacerdote?’
.
El buen hombre no estaba obviamente preparado para esta pregunta.
.
Con un encogimiento de hombros impotente dijo, ‘Bueno, tal vez el propio Papa.
O monseñor Dziwisz…’.
.
‘Bueno, entonces esperen aquí’  fue la pronta respuesta.
.
Y la Madre Teresa ya estaba dirigiéndose a las cámaras papales.
‘¡Voy a ir y pedirle al Santo Padre!’
.
Una breve pausa y el sentido común Italiano-Vaticano se impuso y la Madre Teresa había ganado,

El policía dijo ‘entonces el Padre es mejor que vaya con usted’”.

Y no sólo hizo que Mons. Maasburg estuviera en la misa, sino que también la concelebrara.

La Madre Teresa dijo a Mons. Stanislaw Dziwisz, secretario privado del Papa – ahora cardenal arzobispo de Cracovia -, que el cura que estaba con ella concelebraría la misa con el Santo Padre.

Y Mons. Maasburg lo hizo.

(Lee todos los detalles aquí.)

madre teresa de calcuta fondo

   

OTRO CASO

El Padre Andrew Apostoli de los Frailes Franciscanos de la Renovación y presentador de EWTN recuerda muy bien cuando la Madre Teresa le habló de una hermana superior en Berlín Oriental en los días de la Cortina de Hierro.

Ella se enfermó y la madre tenía que enviarla de vuelta a la India.

El Padre Apostoli la recordó diciendo,

“‘No podíamos nombrar a nadie para ocupar su lugar.
.
Tenía que ser alguien calificada para manejar a los comunistas.

.
Rezamos la Flying Novena para obtener una visa de inmediato.
.
De lo contrario la espera era de seis meses’.

El Padre Apostoli continúa:

Llegaron al 8º Acordaos, y dijo el funcionario del gobierno, ‘Tienen que esperar seis meses para obtener el visado.’

La Madre Teresa oró, ‘María, acabamos de terminar dándote las gracias por la obtención de la visa para nosotros, pero no la conseguimos, por lo que vamos a pedirla de nuevo’.

Empezaron de nuevo los nueve Memorares.

La segunda vez, el teléfono volvió a sonar, y un segundo oficial comunista les dijo: ‘Van a obtener la visa de inmediato’ .

No tuvieron que esperar seis meses”.

monjas de las hermanas de la caridad de la madre teresa de calcuta

   

LA EFICACIA DE LA FLYING NOVENA

El Padre Kolodiejchuk señaló que la Madre Teresa enseñaba:

El hábito de recurrir a ella (María).

Ella intercedió en las bodas, no había vino… Estaba muy segura de que haría lo que ella le pide… Ella es mediadora de todas las gracias… Ella siempre está ahí con nosotros’.

Una de las hermanas Misioneras de la Caridad explicó que la Flying Novena era fuerte y rápida en algunos aspectos.

Por ejemplo, nueve Memorares podrían ser de ayuda para que Nuestra Santísima Madre consiguiera una casa.
.
O nueve Memorares en acción de gracias (en lugar de un décimo Memorare) porque la casa ya se ha alcanzado.

La situación espiritual y el tiempo entran en cuenta.

Dijo que las hermanas usan la Flying Novena desde las cosas más simples, tales como salir del tráfico cuando están atrapadas en él, tanto como para cosas graves de vida o muerte.

“El Acordaos es muy poderoso, dijo.

Debemos orar los Memorares con confianza y en acción de gracias sabiendo que la Virgen concederá esto.

El Acordaos es una oración que expresa de manera efectiva la confianza de la Madre Teresa en el poder de la intercesión de María como mediadora de todas las gracias”, explica el padre Kolodiejchuk.

Fluye desde el amor y la confianza que tenía en María y era una forma sencilla de presentarle sus peticiones a ella.

La rápida respuesta que recibía era su inspiración para recurrir a María cada vez con mayor confianza con las palabras del Acordaos”.

La Madre Teresa quería que todo el mundo aprendiera y utilizara esta oración.

“La madre dijo que hay que enseñar a los pobres a rezar el Acordaos.
.
Anótenlo para ellos y enséñenselo’
, dijo la hermana.

Orándola, la Virgen y Jesús serán glorificados.

Siempre hay razón para la Flying Novena.

San Bernardo de Claraval

   

EL VERDADERO ORIGEN DE LA ORACIÓN DEL ACORDAOS

Se piensa que esta oración es del siglo XII y ha sido conectada a numerosos milagros a lo largo de los siglos.

Es una de las oraciones católicas más conocidas a la Virgen María, casi tan popular como el Ave María, es el Acordaos.

La oración, tradicionalmente atribuida a San Bernardo de Claraval, se llama “Acordaos” según la primera palabra de la oración original en latín.

Sin embargo, la oración tal como la conocemos hoy en día se encuentra en realidad dentro de una oración mucho más grande a la Virgen María, titulado “ Ad sanctitatis tuae pedes, dulcissima Virgo Maria” (En sus sagrados pies, dulcísima Virgen María).

A veces se atribuye a San Bernardo de Claraval (1090-1153), Confesor, Abad y Doctor de la Iglesia.

Pero en realidad no la hizo él.

La oración primeramente fue popularizada por el Padre Claude Bernard (1588-1641).

Y los expertos consideran que es probable que la atribución de la oración a San Bernardo de Claraval sea un caso de identidad equivocada con el Padre Claude Bernard.

Claude Bernard, conocido como el  “le pauvre prêtre” (el pobre sacerdote), se dedicó con celo a la predicación y a la ayuda de prisioneros y criminales condenados a muerte.

Confiándolos al cuidado e intercesión de la Santísima Virgen María.

El Padre Bernard empleó el Memorare en su obra de evangelización con gran efecto.

Muchos criminales se reconciliaron con Dios a través de sus esfuerzos.

En una ocasión, tenía más de 200.000 folletos impresos con el Memorare en varios idiomas, para distribuirlos donde sintiera que harían algo bueno.

Parte de la razón por la que Claude Bernard le tenía tanta consideración a la oración es porque él mismo sentía que había sido milagrosamente curado por su uso.

En una carta a la Reina Ana de Austria, esposa de Luis XIII, escribió que una vez estaba enfermo de muerte.

Temeroso de su vida recitó el Memorare y de inmediato comenzó a recuperarse.

Sintiéndose indigno de tal milagro, atribuyó la cura a alguna causa natural desconocida.

Algún tiempo después, el hermano Fiacre, un agustino descalzo, fue a ver al Padre Bernard.

El buen hermano suplicó perdón al Padre Bernard por molestarlo, pero deseaba saber cómo estaba.

Porque le contó que la Virgen María se le había aparecido en una visión, le habló de la enfermedad de Bernard, le contó cómo le había curado y que debía asegurar al Padre Bernard de este hecho.

Fue entonces que el Padre Bernard escribe en su carta que estaba avergonzado de su ingratitud al atribuir la cura a causas naturales, y pidió el perdón de Dios por haberlo hecho.

Otra evidencia de asociación del Memorare con el P. Claude Bernard se puede encontrar en la Bibliotheque Nationale en París donde hay 18 retratos grabados de este sacerdote que tienen la oración grabada debajo de la imagen.

La oración allí es básicamente idéntica en sustancia con el Memorare que tenemos hoy y el encabezado simplemente dice: Oraison du RP Bernardo a Verge (Oración del Rev. Fr. Bernard a la Virgen).

Algún tiempo después de su muerte la Oración del Padre Claude Bernard se convirtió en la oración de San Bernardo, y la mayoría de la gente la adoptó como la oración de San Bernardo de Claraval.

Padre Claude Bernard

Pero el P. Claude Bernard tampoco fue su autor original sino quien la promovió.

Dos hechos lo demuestran.

Primero, el Padre Bernard dijo que aprendió la oración de su propio padre.

En segundo lugar, la oración era conocida y utilizada por San Francisco de Sales, quien era 21 años mayor que el Padre Bernard.

La oración aparece como parte de otra oración mucho más larga del siglo XV, Ad sanctitatis tuae pedes, dulcissima Virgo María.

Ad sanctitatis tuae pedes, dulcissima Virgo María es una oración bastante larga que aparece en una serie de libros impresos y manuscritos del último cuarto del siglo XV y en adelante.

El Memorare es una parte integral del texto en cada caso.

Exactamente cuándo se extrajo el Memorare de esta oración más larga todavía no se ha determinado, pero probablemente ocurrió al final del siglo XVI, alrededor del tiempo del Padre Bernard y su padre.

Varias variantes del Memorare han aparecido como las que se encuentran en el Palmetum Coeleste y también incrustada en la Ave Augustissima.

La redacción exacta de la oración se estabilizó durante el siglo XIX y fue indulgenciada por el Papa Pío IX en 1846.

Se concedió una indulgencia parcial a los fieles que recitan el Memorare.


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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A Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena a la Virgen del Rosario de San Nicolás

El 8 de diciembre de 1984 la Virgen nos dijo:

«Comenzad una novena el día 17 (hasta el 25), haced peticiones, y con el correr de los días serán concedidas. Gloria al Señor.»

La celebración es el 25 de septiembre.

 

ORACIÓN PREPARATORIA

(REZAR TODOS LOS DÍAS AL COMENZAR)

Madre, una gracia te pido: que me sanes en cuerpo y alma. Sé que debo despojarme de mi orgullo, y de todos mis pecados. Que lejos estaba de ti, que negro velo cubría mi alma. Hoy te descubro y quiero vivir, detiene tu mano, pósala en mi corazón y alegra mi alma. Amén.

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS

(Se reza todos los días al final)

Santa María, Madre Nuestra, que en cada misterio del Santo Rosario nos brindas al Salvador. Acudimos a ti necesitados. Nos alegramos que desde la cruz el Señor Jesús, tu hijo, te haya encomendado la misión de acercarnos a Él y a su iglesia por la conversión y la penitencia. Alentados por la confianza que nos inspiras ponemos en tus manos maternales nuestras preocupaciones y temores. Pero deseamos imitar tu fidelidad a dios aceptando con humildad y con amor todas las pruebas. ¡Madre Nuestra del Rosario! Que tu presencia renueve nuestra vida, alivie nuestro ser agobiado por el sufrimiento y la enfermedad, fortalezca nuestro amor a los demás, convirtiéndonos en testigos del amor del padre que no vaciló, por tu intermedio, en darnos a Jesús. Amén.

DÍA PRIMERO

María, nos invita hoy a que escuchemos a Cristo Jesús. El anuncia su promesa, vistamos nuestra alma, de galas no de harapos, cumplamos con Jesús, y María se gloriará en nosotros. Recemos con la devoción y el amor que nos pide el señor. María ayúdanos a estar cerca de tu hijo.

DÍA SEGUNDO

María nos convoca a que seamos agradables a dios, que no destruyamos lo que hemos logrado, el amor al señor, conservemos la fe y permanezcamos fieles al Señor. María que seamos persistentes y constantes en nuestra fe, ayúdanos a no bajar los brazos.

DÍA TERCERO

María intercede por nosotros ante tu hijo, eleva nuestras súplicas, peticiones e intenciones. María ayúdanos a pedir y dar con amor verdadero, sabemos que si obramos con el corazón, nada será desoído por tu hijo Jesús.

DÍA CUARTO

María del Rosario, hoy venimos a pedirte:

*por la conversión de nuestros hermanos que están alejados de Dios.

*por las almas que sufren.

*por los que tantas veces caen en pecado.

*por los que niegan a María.

*por los que pueden remediar sus faltas acercándose a un sacerdote.

DÍA QUINTO

María hoy queremos pedirte, por nuestros hijos, por nuestros jóvenes, para que no queden atrapados en las calamidades que se presentan en esta sociedad, que podamos formar hombres y mujeres con ansias de paz y entregados a tu hijo Jesucristo.

DÍA SEXTO

María, queremos pedirte fuerza espiritual, acompáñanos a orar como nos enseñaste: fortaléceme señor con inagotable amor, mira mi pobre alma y ten piedad de mí. Llena de fe mi corazón, mi espíritu y mi ser. Recíbeme y condúceme. Bendito seas por siempre Señor. Amén.

DÍA SÉPTIMO

María hoy venimos a pedirte por las vocaciones sacerdotales, por tus hijos, para que sean verdaderos apóstoles de Cristo, que avancen con la palabra de tu hijo en los labios y en sus corazones. Amén.

DÍA OCTAVO

María ayúdanos a ser buenos padres, que nuestros hijos se nutran con nuestros ejemplos, y que podamos conducirlos hasta tu hijo. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

DÍA NOVENO

María del Rosario, centro y eje de nuestra vida, te entrego lo que soy y lo que tengo. Dirige mis acciones para que sean siempre alabanza tuya. Danos un corazón grande, generoso, puro, limpio y transparente como el tuyo para combatir la indiferencia en el mundo. Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

CONSAGRACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN

«¡Oh Madre! Quiero consagrarme a ti.

Virgen María hoy Consagro mi vida a Ti.

Siento necesidad constante de tu presencia en mi vida,

Para que me protejas, me guíes y me consueles.

Se que en ti mi alma encontrara reposo y la angustia en mi no entrara,

mi derrota se convertirá en victoria, mi fatiga en Ti fortaleza es. Amen»

(del libro «Mensajes 1983-1990 Maria del Rosario de San Nicolás». 7 sept.’84/mnsj. 275)

Quiera Dios iluminar vuestros espíritus para que lleguen a comprender el valor de la Consagración.


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A Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena y Gozos a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

En venezuela, la Novena comienza el 9 de noviembre y la fiesta patronal es el 18 de noviembre. Y en Colombia su fiesta es el 9 de julio y la novena comienza el 30 de junio.


ACTO DE CONTRICION

Señor mío Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, que haces infinitas maravillas en el cielo y la tierra; Tu, Señor, que me hiciste a tu imagen y semejanza, y capaz de tu gloria y de la felicidad eterna, beneficio que nunca te podré pagar; por el amor que me tienes; oh Dios , cuya grandeza me abisma, escucha la sincera confesión de mi pecado. Aquí estoy postrado de hinojos antes tu augusta presencia, lleno de vergüenza, pero arrepentido y dispuesto a desagraviarte.
Confieso, Señor, que he pecado, que no he evitado las ocasiones de pecar, despreciando los sublimes mandamientos de tu Ley santa y labrando a sabiendas mi eterna condenación. Me pesa, Señor, me pesa una mil veces haber manchado mi alma con la sombras del pecado. Pero como el penitente David, aquí me tienes suplicando el perdón de mis culpas prometiendo la enmienda de mi vida y la salud de mi alma.
Protégeme, Señor, yo te lo suplico fervorosamente y te lo pido por el amor que le tienes a tu Santísima madre, en cuyo honor hago este novenario bajo la dulce advocación del Rosario de Chiquinquirá cuya sacratísima imagen se renovó milagrosamente en Maracaibo ante un pueblo celoso de amor a la Virgen Maria. Por ella, pues, dulce Jesús, aplaca tu justa ira y concedeme toda tu clemencia, de la que tanto necesito para salvarme de los peligros que me rodean. Amen

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente y Sempiterno Dios y Señor Nuestro, que eres la esperanza y el consuelo de todos los afligido que te invocan, y quisiste que todos los bienes que tenemos, y los que esperamos alcanzar, nos venga por mano de la Santísima Virgen dignísima madre tuya; concédenos que todos los que veneremos piadosamente tu nacimiento en carne mortal y te roguemos delante de esta milagrosa Imagen renovada por si misma, sintamos el perpetuo socorro de su patrocinio y seamos libres en el cuerpo y en el alma, de toda tripulación. Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amen

DIA PRIMERO

Oh Soberana Reina de los Cielos y tierra! Que fuiste elevada por gracia a un a estado mas sublime que el que tienen por naturaleza nuestros Ángeles custodios, yo te doy gracias por las buenas inspiraciones que me has prodigado toda la vida, y especialmente en este día; también os agradezco que renonueves milagrosamente tu Imagen del Rosario de Chiquinquirá, expresamente para proteger a tus fieles devotos ; y te pido que asimismo renueves con tu milagroso poder en el tosco lienzo de nuestros corazones la imagen de tu Hijo venditísimo. Alcánzanos también la gracia que en esta Novena os pedimos por la intercesión de tus Siervos San Andrés y San Antonio, si ha de ser para mayor honra y gloria de Dios y salvación de nuestras almas. Amen

DIA SEGUNDO

¡Oh Madre! Tu estas sublimada por tu celo en cumplir las ordenes de Dios sobre el coro de los Arcángeles; tu eres su Reina, y por tal ellos te reconocen; yo me congratulo de tu grandeza, y doy por ello rendidas gracias a la Beatísima Trinidad , y te pido que te dignes encender en mi tibio corazón la llama ardorosa de una celo activo, prudente y eficaz. Tu, que disteis a conocer el resplandor de tu gloria en la admirable renovación de esta Imagen tuya que veneramos, danos la gracia y concédenos lo que particularmente te pedimos en este novenario. Así lo esperamos conseguir a mayor gloria de Dios, por la intercesión de tus gloriosos siervos San Andrés y San Antonio; mas, si no conviene a nuestra salvación, dadnos la conformidad para aceptar gustosos las disposiciones divinas. Amen

DIA TERCERO

¡Oh Madre y Señora Mía! Tú fuiste la Virgen prudente elevada sobre el coro de los principados: durante el tiempo de tu peregrinación me diste ejemplos de esta virtud que impide el desorden entre los hombres. Siendo tu Sabiduría superior a la de todos los coros Angélicos, también fue superior a la de ellos tu prudencia; te suplico, pues, que me alcances de Tu Divino Hijo esta virtud de la prudencia y que sepa frenar los apetitos de la carne rebelde. Así lo espero conseguir por la intercesión de tus siervos San Andrés y San Antonio, y también la gracia especial que solicito en esta novena. Amen

DIA CUARTO

Oh fortísima Señora que jamás fuiste vencida y siempre venciste a las potestades infernales! Ve, Señora, a que atrevimiento han llegado, pues pretenden borrar el culto católico de la faz de la tierra. Aprisionado el Vicario de Tu Divino Hijo, perseguida la justicia y triunfante la iniquidad, sin tu auxilio es de temer que sucumbamos; ven, pues, en auxilio de cada uno de tus devotos, y que todos sintamos los saludables efectos de tu protección al invocar tu patrocinio: tu, que tienes poder sobre el coro de las Potestades, cuya Reina eres, puedes hacerlo así. Haz que tu sagrada Imagen de Chiquinquirá sea para los maracaiberos, para el Zulia todo y para fieles devotos, un escudo que nos defienda de los ataques infernales. Así lo esperamos alcanzar por la intercesión de tus siervos San Andrés y San Antonio, como también lo que particularmente te pido en este novenario. Amen

DIA QUINTO

Obedientísima Señora y Madre nuestra, que no rehusasteis ninguno de los cargos que el Señor te encomendó; yo me congratulo de verte elevada sobre el coro de las Virtudes, así como me confundo al verme tan desemejante a ti por mis desobediencias a la Ley Santísima de Chiquinquirá; ayudadme a tomarte por modelo de humildad y obediencia, para que así logre mi salvación y el favor que, por intercesión de tus gloriosos siervos San Andrés y San Antonio, te pido en esta novena, si así me conviene. Amen

DIA SEXTO

¡Oh piadosísima Señora, llamada con verdad Espejo de Justicia! Yo me congratulo al verte elevada sobre el coro de las Dominaciones. Tu eres como el manantial de las cristalinas aguas de las divinas misericordias, por esto, confiadamente te pido que me alcances la gracia de practicar en todo la virtud de la justicia apartándome de lo malo y obrando siempre bien, para que después merezca gozar del paraíso al lado tuyo . Si, Virgen amantísima de Chiquinquirá, concédeme eso y lo que te pido en esta novena poniendo por intercesores a tus gloriosos siervos San Andrés y San Antonio. Amen

DIA SÉPTIMO

¡Oh Virgen purísima, Silla de la Sabiduría ! Tu que eres la Reina del coro de los Tronos, eres también la Madre del Verbo Eterno. Yo te alabo y te bendigo, y al oír de tus divinos labios que tu eres la madre de la Santa Esperanza , te suplico que ruegues por mi a tu divino Hijo, a fin de que no desconfié jamás de tus misericordias, y apoyado en el valor infinito de los méritos de Jesucristo, alcance el trono de gloria preparado para los que le aman.

Tu, poderosa Señora, que nos has dado tu bendita Imagen de Chiquinquirá, concédenos por la intercesión de San Andrés y San Antonio, tus siervos fieles lo que te acabo de suplicar, y lo que particularmente te pido en esta novena, si me conviene. Amen

DIA OCTAVO

Oh esclarecida Reina de los Querubines, tu por tu firme, constante y fervorosa fe merecisteis ser colocada mas cerca del Divino Sol que a rodos ilumina. Yo te ruego me concedas una muerte justa, par ir a gozar de las inefables delicias que tus gozas en el Paraíso celestial en compañía de los abrasados Querubines y de toda la augustísima Corte del Cielo. Te ruego, Señora mía, te dignes desterrar de nosotros los aires malignos que nos apestan, y danos abundantemente los frutos d la tierra; si el verano secare nuestros campos, envíanos aguas tempranas; si estas ahogaren los granos, haz que se suspendan por el tiempo necesario para la germinación de nuevas plantas, y danos finalmente, amorosísima Madre de Chiquinquirá lo que solicitamos en esta novena pues te lo pedimos confiados del valimiento que para Ti, tienen tus fieles siervos de San Andrés y San Antonio. Amen

DIA NOVENO

¡Oh, Reina Soberana de los encendidos Serafines! ¡Cuánto me regocijo al verte elevada sobre todos ellos y ardiendo con mayor pureza e intensidad, y con mas vehemencia abrasándose en el divino fuego! Mira esta egoísta sociedad moderna que muere por falta de amor y que parece tiene su vida alimentada por el odio que la despedaza: mira la familia, casi destruida por el frío glacial que reina entre sus miembros: mírame sobre todo a mi , y ve Señora cuan duro es el hielo que cubre mi tibio corazón, derrítelo, Señora en el amor divino, despertadle del profundo letargo en que está desde hace tanto tiempo ,y así como por amor tus siervos fieles renovaste tu Imagen del Rosario de Chiquinquirá, renueva las fibras de mi endurecido corazón; y vuélvela como blanca cera. ¡Oh piélago de amor divino! Ruega por nosotros, infunde en nuestros pechos una centella del fuego en que nos abrasas. Eres protectora de la fe: convierte a tus siervos descarriados, y haz que la sociedad zuliana no pierde nunca la fe católica; mira que en este pueblo renovaste milagrosamente tu sagrada Imagen del Rosario de Chiquinquirá, y en el recibes fervoroso culto. Te lo pedimos, poniendo por intercesores a tus siervos San Andrés y San Antonio. Amen

GOZOS A HONRA A NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ

Coro

Pues eres de los pescadores
el consuelo y la alegría
¡oh madre, clemente y pía
escucha nuestros clamores!

Estrofas

Si en tu imagen hermosa
de Chiquinquirá encontramos
todo el bien que deseamos
en esta vida penosa,
si en todo tiempo, graciosa,
dispensas tus favores
con franca soberanía.

Oh Madre, clemente y pía.

Fénix de amor, renovada
para remediar al hombre
ostentas este renombre
en tu Imagen sagrada;
con tal m timbre coronada,
se aumentan mas los ardores
de tu amor cada día.

Oh Madre, clemente y pía.

Como aquella nubecilla
que Elías vio en el Carmelo
así por nuestros consuelos
obrastes la maravilla;
de una oscura Imagencilla
salieron magnos primores,
que son asombro del día.

Oh Madre, clemente y pía.

¡Que copiosa y que incesante
es la lluvia soberana
de milagros, con que ufana
nos beneficias amante.
No se da ningún instante
sin que derrames favores
con general bizarría!

Oh Madre, clemente y pía.

Todo el que implora confiado
con sincera devoción
tu amparo y protección
sale siempre consolado;
infinitos han mudados
en delicias los dolores.
Porque buscaron tu guía.

Oh Madre, clemente y pía.

No hay enfermedad penosa,
no hay trabajo ni desgracias
que Tu con tanta eficacia
no remedies generosa;
si es que con fe fervorosa
quien busca tus amores
de los vicios se desvía.

Oh Madre, clemente y pía.

Maracaibo siempre fino,
así lo confiesa ufano,
porque jamás clamo en vano
a tu auxilio divino,
con modo el mas peregrino,
en sus congojas mayores
le haz dado la alegría.

Oh Madre, clemente y pía.

Casa común del consuelo
es vuestro templo sagrado,
pues en el haz franqueado
tu maternal desvelo.
Por eso con tanto anhelo,
sin recelos ni temores,
te clamamos noche y día.

Oh Madre, clemente y pía.

Pueblo de Chiquinquirá,
tierra mil veces dichosa!
¡que riqueza tan preciosa
Dios en tu campo nos da!
¡Oh, que celestial maná
de tan distintos sabores
vierte en su imagen María.

Oh Madre, clemente y pía.

Pues eres de los pecadores
el consuelo y la alegría,
oh Madre clemente y pía,
escucha nuestros clamores.

Bendita sea tu pureza,
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan preciosa belleza;
a ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco desde este día
alma, vida y corazón;
mírame con compasión,
no me deje, madre mía. Amen
 
 

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A Nuestra Señora de Oropa DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena a Nuestra Señora de Oropa

ORACIONES PARA REZAR CADA DÍA DE LA NOVENA

Oh Inmaculada y Santísima Virgen, Madre de Dios y de los hombres, soberana absoluta del cielo y de la tierra, vencedora de Satanás y de todas las herejías; tesorera y dispensadora de las gracias celestes – María -. Tú, al disponer que tu preciosísima y encantadora imagen fuera colocada y venerada en el Monte de Oropa, has dado al pueblo de Biella segura constancia de tu singular protección.
Por lo tanto nosotros, tus hijos privilegiados, postrándonos ante tu divina imagen, te bendecimos y agradecemos por tantos dones que nos hiciste y por los numerosos beneficios espirituales y temporales que por medio de ella volcaste sobre nuestros padres, y con todo el afecto del que es capaz nuestro corazón, detestando sinceramente nuestras culpas y proponiéndonos vivir y morir en el amor de tu Hijo Divino y Redentor Nuestro Jesús, y en tu amor, te reconocemos como nuestra especial Patrona y Protectora y a ti enteramente nos consagramos.
Entonces, llenos de confianza de ser escuchados, te suplicamos continúes multiplicando en favor nuestro los prodigios y las gracias de Tu Corazón que Dios volvió poderosísimo. ¡Oh Gloriosísima y Santísima Madre Nuestra, Reina y Patrona!.
Acógenos bajo tu manto, socórrenos, guíanos, defiéndenos. Somos tus hijos, tus predilectos, a Ti nos presentamos y encomendamos por San Eusebio, nuestro Padre en la Fe, que nos ha tomado desde hace tantos siglos bajo su protección.
Y nosotros no cesaremos nunca de amarte, de invocarte y de bendecirte, oh Reina poderosa y piadosa del Sacro Monte de Oropa.

Bajo tu protección nos refugiamos, oh Santa Madre de Dios; escucha nuestras súplicas en nuestras necesidades y líbranos siempre de cada peligro, ¡Oh Virgen gloriosa y bendita!
¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

 

PRIMER DÍA

Oh Virgen de Oropa, Patrona nuestra, bendícenos, dirígenos, confórtanos y consuela nuestro Santo Padre, Vicario en la tierra de tu Divino Hijo Jesús, y con él, nuestro Obispo. Obtén para nosotros sacerdotes y para todas las personas llamadas al estado religioso la gracia de corresponder a su vocación y de obrar gran bien para gloria de Dios y salvación de las almas. Sé Tú, su consuelo, la defensa contra las insidias de Satanás y su consuelo en las fatigas y en las penas.
Y a mí concédeme esta gracia de la que tengo tanta necesidad…
Tres Ave Marías, ¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

 

SEGUNDO DÍA

Oh Virgen de Oropa, Patrona nuestra, pedimos tu bendición sobre todas las personas investidas con legítima autoridad, que tienen a su cuidado el bienestar civil y económico de nuestro pueblo, así como sobre nuestros campos, nuestras industrias, nuestros comercios y sobre las obras y actividades civiles y económicas para que todos puedan sentir la sensible eficacia de tu patrocinio.
Y así, por las gracias abundantes de orden que Tú distribuyes, se vea aumentada siempre cada vez más en nosotros la fe en Dios, el apego a la religión católica y la confianza en ti y el deseo de mostrarnos como dignos hijos tus tuyos.
Y a mí concédeme esta gracia de la que tengo tanta necesidad…
Tres Ave Marías, ¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

 

TERCER DÍA

Oh Virgen de Oropa, Patrona nuestra, vela amorosamente por nuestras familias para que en ellas reine siempre la virtud, la paz y el temor de Dios.
Virgen Santísima, te encomendamos las familias de tus devotos muchas veces afligidos por dificultades y amarguras, llenas de tantas contrariedades.
Ayuda a nuestros padres para que sepan responder dignamente a sus nobles obligaciones; guía a nuestros hijos para que crezcan en las virtudes cristianas. Danos a todos fuerza de voluntad, constancia, valor, honestidad y fidelidad de conciencia a los deberes cristianos y civiles.
Y a mí concédeme esta gracia de la que tengo tanta necesidad…
Tres Ave Marías, ¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

 

CUARTO DÍA

Oh Virgen de Oropa, Patrona nuestra, dirige tu mirada materna sobre nuestros niños y jóvenes.
Te rogamos que los niños sean amados y puedan crecer sanos en cuerpo y espíritu. Te rogamos por los jóvenes que se aferran a la vida, que sean constantes y se llenen de valor para superar su crisis de crecimiento. Te rogamos por todos los jóvenes para que sean sinceros, fieles y desinteresados en el amor y empeñen su juventud en volver más fraterna la sociedad.
Ilumina y bendice a quienes trabajan para educarlos cristianamente y crezcan firmes en la fe, puros en las costumbres, fuertes y santos en sus propósitos.
Y a mí concédeme esta gracia de la que tengo tanta necesidad…
Tres Ave Marías, ¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

 

QUINTO DÍA

Oh Virgen de Oropa, Patrona nuestra, dirige tu mirada materna hacia los adultos y ancianos.
Te rogamos por los adultos, casados y no casados, para que estén abiertos a sus hermanos y sientan viva su responsabilidad en el lugar que ocupan en la sociedad. Te rogamos por aquellos que tienen una edad más avanzada, para que se mantengan jóvenes en el espíritu y pongan su experiencia al servicio de los demás. Te pedimos para que todos, jóvenes, adultos y ancianos, nos dejemos renovar continuamente por la gracia de Dios y juntos busquemos ser serviciales y felices.
Y a mí concédeme esta gracia de la que tengo tanta necesidad…
Tres Ave Marías, ¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

 

SEXTO DÍA

Oh Virgen de Oropa, Patrona nuestra, te rogamos ahora por los enfermos, los que pasan por pruebas.
Ve cuántos infelices sufren en el alma y en el cuerpo y elevan sus manos suplicantes a Ti. ¡Por Dios!, muéstrate a todos como eres: consoladora de los afligidos y salud de los enfermos.
Sánalos de sus males; libéralos de sus tribulaciones o al menos dales fuerza, valor, fe y esperanza para que sus cruces se cambien en dicha eterna.
Y a mí concédeme esta gracia de la que tengo tanta necesidad…
Tres Ave Marías, ¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

 

SÉPTIMO DÍA

¡Oh Virgen de Oropa, Patrona nuestra! En este momento nuestra ardiente oración es para nuestros hermanos desviados y pecadores.
¡Por Dios! Por aquel amor con el que llevas a Jesús en tus brazos, ilumina sus mentes, vence la dureza de sus corazones, obtén para todos: arrepentimiento, perdón y conversión; especialmente para aquellos que estamos más obligados a amar y para los que tienen más necesidad de tu misericordia.
Y a mí concédeme esta gracia de la que tengo tanta necesidad…
Tres Ave Marías, ¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

 

OCTAVO DÍA

Virgen Santísima de Oropa, a tu bondad maternal encomendamos también a nuestros queridos difuntos, quienes, habiéndonos precedido en la vía de la eternidad, todavía esperan en el Purgatorio la hora de su ingreso a la dicha del Cielo.
Para aquellas almas queridas, ponemos en tus manos nuestra oración, para que, con más valor por tu intersección, sea por Ti presentada ante el trono de Dios y apresures para ellos la tan suspirada liberación y la posesión del Paraíso.
Y a mí concédeme esta gracia de la que tengo tanta necesidad…
Tres Ave Marías, ¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

 

NOVENO DÍA

Virgen de Oropa, Patrona nuestra, nosotros te encomendamos de corazón tu Santuario, monumento de tu bondad y fortaleza, centro de atracción de los corazones creyentes, trono de tus favores, lugar santo donde te alabaron y pidieron a nuestros padres y donde también nosotros buscamos con mayor confianza tus bendiciones y cantamos con más ánimo tus alabanzas.
Sea siempre digno de Ti, no sólo por el esplendor y magnificencia de los edificios, sino también, y más todavía, por el santo celo de sus sacerdotes y por el espíritu de devoción a los fieles.
Dirige benigna tu mirada materna sobre tus devotos que, cerca o lejos de tu Santuario, elevan a ti plegarias, confiados de corazón, e invocan tu protección. Mira sus necesidades espirituales y temporales, asístelos, socórrelos, confórtalos.
Y a mí concédeme esta gracia de la que tengo tanta necesidad…
Tres Ave Marías, ¡Reina del Monte de Oropa, ruega por nosotros!

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DEVOCIONES Y ORACIONES Oraciones de Santos y Otros

Novena en honor de la Virgen María con Oraciones de Santos

Se ora para la fiesta de María Reina, que es el 22 de Agosto, y su novena comienza el 13.

Esta novena tiene la peculiaridad de que las oraciones para cada día están compuestas por diferentes santos, algunos de ellos Doctores de la Iglesia. Se puede rezar en cualquiera de las festividades de la Santísima Virgen o en cualquiera de sus advocaciones. Además de esta novena en este mismo sitio hay una página dedicada a oraciones escritas a la Virgen por santos…

ORACIONES INICIALES PARA TODOS LOS DÍAS

Por la señal, etc.

Oración de San Bernardo para empezar todos los días

Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. Yo, pecador, animado con tal confianza, acudo a vos oh Madre, Virgen de las vírgenes: a vos vengo, delante de vos me presento gimiendo. No queráis, oh Madre del Verbo, despreciar mis palabras; antes bien, oídlas benignamente y cumplidlas. Amén.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh santísima Señora, excelentísima Madre de Dios y piadosísima Madre de los hombres! Después de Dios, tú eres la única esperanza de los pecadores y la mayor confianza de los justos. La Iglesia te llama vida, dulzura y esperanza nuestra, y todos los pueblos ponen en ti sus ojos, esperando de ti todas las gracias. Nosotros también, dulce abogada, acudimos a ti en estos días, instándote para que nos oigas y concedas las gracias que te pedimos. Danos, en primer lugar, un amor sincero a tu divino Hijo, observando su santa ley cristiana; alcánzanos también la salud del cuerpo y la serenidad del espíritu, la paz en la familia y la suficiencia de medios para la vida; concédenos, en fin, una santa muerte en la santa Iglesia católica.

¡Oh Virgen, que superas toda alabanza! Todo lo que tú quieres, lo puedes ante Dios, de quien eres Madre; y, aun cuando nosotros somos pecadores, tú eres dulce madre del Redentor y dulce madre nuestra, y puedes abogar por tus hijos pequeños y pecadores ante tu Hijo altísimo y redentor; a tu nombre se abren las puertas del cielo; en tus manos están todos los tesoros de la divina misericordia; óyenos, oh plácida Virgen y Madre, y, si nos conviene, concédenos las gracias que te pedimos en esta novena.

Petición. Santa María, socorre a los desgraciados, ayuda a los pusilánimes, reanima a los que lloran, ora por el pueblo, intervén por el clero, intercede por las mujeres consagradas, sientan tu auxilio todos los que celebran tu santa festividad.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración. Concédenos, por favor, Señor Dios, que nosotros, tus siervos, gocemos de continua salud de alma y cuerpo y, por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, seamos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutemos de las alegrías de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

DÍA PRIMERO

Comenzar con la oración de todos los días.

Oración de Santo Tomás de Aquino (1225-1274). Doctor de la Iglesia.

Concededme, oh Reina del cielo, que nunca se aparten de mi corazón el temor y el amor de tu Hijo santísimo; que por tantos beneficios recibidos, no por mis méritos, sino por la largueza de su piedad, no cese de alabarle con humildes acciones de gracias; que a las innumerables culpas cometidas suceda una leal y sincera confesión y un firmísimo y doloroso arrepentimiento, y, finalmente, que logre merecer su gracia y su misericordia. Suplico también, oh puerta del cielo y abogada de pecadores, no consientas que jamás se aparte ni desvíe este siervo tuyo de la fe, pero particularmente que en la hora postrera me mantenga con ella abrazado; si el enemigo esforzare sus astucias, no me abandone tu misericordia y tu gran piedad. Por la confianza que tengo en ti puesta, alcánzame de tu santísimo Hijo el perdón de todos mis pecados y que viva y muera gustando las delicias de tu santo amor.

Terminar con la oración final de todos los días.

DÍA SEGUNDO

Comenzar con la oración de todos los días.

Oración de San Atanasio de Alejandría (295-373). Doctor de la Iglesia.

Propio es de ti, Señora, que siendo tú, al mismo tiempo que esclava del Señor, Madre de Dios, Reina y Señora, pues Dios quiso también ser Hijo tuyo, no apartes de nosotros tu memoria, habiendo de presentarnos ante el soberano e inexorable Juez, que, si a nosotros nos infunde pavor, es para contigo sobremanera amable y te otorga cuantas gracias le pides, pues eres llamada llena de gracia y de alegría por haber sobrevenido en ti el Espíritu Santo. Por esto, aun los ricos de la nación, los más favorecidos en justicia y santidad, claman a ti e invocan tu protección. No nos cierres las puertas de tu pecho, y deja que fluya sobre nosotros el mar de gracias que encierra.

Terminar con la oración final de todos los días.

DÍA TERCERO

Comenzar con la oración de todos los días.

Oración de San Anselmo (1033-1109). Doctor de la Iglesia.

No son para contar, Reina clementísima, los que, habiendo invocado tu nombre, han conseguido la eterna salvación; ¿y quieres que, invocándote yo, sea defraudado en mis esperanzas? Tal vez no oyes mis clamores en razón de mi gran maldad; pero, aun así, no dejaré de llamarte y de decirte con toda el alma: pues eres tan noble y benigna de condición, da oídos a quien humildemente llama a tus puertas y no le desatiendas en sus esperanzas, ni le abandones en su tribulación, ni le dejes sin una palabra de perdón en medio de su pecado. Sana con tus celestiales medicinas las profundas heridas en mi alma abiertas, desátame de los carnales lazos que me aprisionan en la tierra y abrígame siquiera con un jirón del espléndido manto de tu gloria. Amén.

Terminar con la oración final de todos los días.

DÍA CUARTO

Comenzar con la oración de todos los días.

Oración antigua de autor anónimo.

Ven, oh gloriosa Reina María; ven y visítanos; ilumina nuestras almas dolientes y danos el vivir santamente. Ven, salud del mundo, a lavar tantas manchas que nos afean, a disipar tantas tinieblas que nos envuelven. Ven, Señora de los pueblos, y apaga estas llamas de concupiscencia que nos abrasan, arrójanos el manto de tu pureza y señala el seguro camino que nos ha de llevar al puerto. Ven a visitar a los enfermos, a fortalecer a los débiles, a dar firmeza a los que fluctúan entre mares de dudas. Ven, estrella, luz de los mares, e infúndenos paz, gozo y devoción. Ven, oh cetro de reyes, poderío de las naciones, y vuelve al seno de la fe, al amor y vida de su unidad, a las muchedumbres extraviadas que no conocen lo que conviene a su salud. Ven, trayéndonos en tus manos los dones de tu casto, eterno esposo, el Espíritu Santo, para que vivamos por su lumbre y calor, y sean nuestro sustento aquellos frutos eternos que nos han de merecer entrar en la unidad de la vida bienaventurada. Amén.

Terminar con la oración final de todos los días.

DÍA QUINTO

Comenzar con la oración de todos los días

Oración de San Sofronio (siglo VII). Patriarca de Jerusalén.

Amansa, oh piadosa Madre, las olas de tristeza y de congoja que combaten mí corazón; apaga las llamas enemigas que me cercan; embota los dardos que manos crueles vienen arrojando contra mi alma, amenazando atravesarla y envenenarla y meter en ella la muerte. Oh alegría bienaventurada, oh paz, oh serenidad de los que te invocan, oh escudo y fortaleza de tus fieles servidores, ven y tiende tu mano sobre las llagas recibidas y sobre las angustias que me atormentan; da suavidad y paz a mi entendimiento, para que mi lengua engrandezca siempre la alteza de la merced recibida. Devuélvenos en lluvias de gracias las alabanzas que te dirigimos; abre ese manantial de gracias que por nosotros quiso encerrarse en ti y no vivamos ya entre noches, incertidumbres y temores; a ti seremos deudores de mercedes que jamás labios humanos podrán agradecer ni ponderar. Amén.

Terminar con la oración final de todos los días.

DÍA SEXTO

Comenzar con la oración de todos los días.

Oración de San Ildefonso (siglo VII). Arzobispo de Toledo.

Oh clementísima Virgen, que con mano piadosa repartes vida a los muertos, salud a los enfermos, luz a los ciegos, solaz a los desesperados y consuelo a los que lloran. Saca de los tesoros de tu misericordia refrigerio para mi ánimo quebrantado, alegría para mi entendimiento y llamas de caridad para mi durísimo pecho. Sé vida y salud de mi alma, dulzura y paz de mi corazón y suavidad y regocijo de mi espíritu. Y, pues, tú eres estrella clarísima del mar, madre llena de compasión, endereza mis pasos, defiéndeme de riesgos de enemigos, hasta aquella postrera y suspirada hora en la cual, asistido de tu auxilio, enriquecido con tu gracia, vencidas las enemistades del infernal dragón, salga de este mundo para los eternos y seguros gozos de la vida bienaventurada. Amén.

Terminar con la oración final de todos los días.

DÍA SÉPTIMO

Comenzar con la oración de todos los días.

Oración de San Juan Damasceno (649-749). Doctor de la Iglesia.

Nadie está en el cielo más cerca de la Divinidad simplicísima que tú, que tienes asiento sobre la cumbre de los querubines y sobre todos los ejércitos de los serafines, y por esto no es posible que tu intercesión sufra repulsa, ni que sean desatendidos tus ruegos. No nos falte tu auxilio mientras vivamos en este mundo perecedero; alárganos tu mano, para que, obrando las obras de salud y huyendo de los caminos del mal, demos seguro el paso de la eternidad. Por ti esperamos que, al cerrar a este destierro los ojos de la carne, se abrirán los del alma para anegarse en aquel piélago de soberana hermosura, de suavísimos deleites, por el cual ansiosamente suspiran las almas regeneradas y que nos anunció y mereció Cristo Señor nuestro haciéndonos ricos y salvos. A El por ti, Señora, rendimos gloria y alabanza, con el Padre y el Espíritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Terminar con la oración final de todos los días.

DÍA OCTAVO

Comenzar con la oración de todos los días

Oración de San Efrén de Siria (306-373). Doctor de la Iglesia.

Oh Virgen purísima, Madre de Dios, Reina de todo lo criado, levantada sobre todos los cortesanos del cielo y más resplandeciente y pura que los rayos del sol: tú eres más gloriosa que los querubines, más santa que los serafines y sin comparación más sublime y aventajada que todos los ejércitos del cielo. Tú eres la esperanza de los patriarcas, la gloria de los profetas, la alabanza de los apóstoles, honra de los mártires, alegría de los santos, ornamento de las sagradas jerarquías, corona de las vírgenes, inaccesible por tu inmensa claridad, princesa y guía de todos y doncella sacratísima; por ti somos reconciliados con Cristo mi Señor. Guardame debajo de tus alas; y apiádate de mí, que estoy sucio con mis pasiones y manchado con los innumerables males que he cometido contra mi Juez y Criador. No tengo otra confianza sino en ti, que eres el áncora de mi esperanza, el puerto de mi salud y socorro oportuno en la tribulación.

Terminar con la oración final de todos los días.

DÍA NOVENO

Comenzar con la oración de todos los días.

Oración de San Germán (496-576). Obispo de París.

Ninguno se salva sino por ti, oh Virgen Santísima.’Ninguno se libra de males sino por ti, oh Virgen purísima. Ninguno recibe gracias de Dios sino por ti, oh Virgen castísima. Ninguno obtiene misericordia sino por ti, oh Virgen venerabilísima. ¿Quién, después de tu bendito Hijo, tiene tanto cuidado del linaje humano como tú? ¿Quién así nos defiende en nuestras tribulaciones? ¿Quién tan presto nos socorre y nos libra de las tentaciones que nos acosan y persiguen? ¿Quién, con sus piadosos ruegos, intercede por los pecadores y los libra de las penas que por sus pecados merecen? Por esto recurrimos a ti, oh purísima y dignísima de toda alabanza y de todo obsequio.

Haz que, por medio de tus oraciones, que tanto pueden con el Señor, las cosas eclesiásticas sean bien gobernadas y tú misma las conduzcas a puerto seguro. Viste ricamente a los sacerdotes de justicia y de la gloria de la fe probada, inmaculada y sincera. Dirige en estado próspero y tranquilo los cetros de los soberanos cristianos. Sé, en tiempo de guerra, la protección del ejército, que siempre milita bajo tu amparo, y confirma al pueblo para que, conforme Dios lo tiene mandado, persevere en el obsequio suave de la obediencia. Sé el muro inexpugnable de este pueblo que te tiene a ti como a torre de refugio y cimiento que la sostiene. Preserva la habitación de Dios y el decoro del templo de todo mal; libra a cuantos te alaban, da redención a los cautivos y sé refugio para el peregrino y consuelo para el desamparado. Extiende, por fin, a todo el orbe tu mano auxiliadora, para que, así como celebramos con alegría esta festividad, celebremos también todas las demás que te dedicamos, en Cristo Jesús, Rey de todas las cosas y verdadero Dios nuestro; a quien sea la gloria y la fortaleza, junto con el Padre Eterno, que es principio de la vida, y con el Espíritu coeterno, consubstancial, y que reina con los dos, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Terminar con la oración final de todos los días.

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DEVOCIONES Y ORACIONES Sobre el Aborto y los No Nacidos

Novena por la Protección de los que aún no han nacido (Santos Inocentes)

Esta Novena puede ser rezada en cualquier momento o como Novena para la celebración de los Santos Inocentes, que es el 28 de diciembre, por lo tanto la Novena comienza el 19 de diciembre.

El primer día, esta Novena puede ser recitada por un grupo y en los días siguientes rezada privadamente. La traducción del Magníficat y del Salmo 139 sigue las versiones litúrgicas usadas por el libro de la «Liturgia de las Horas» en lengua española.

 

Oraciones Iniciales a la Santísima Trinidad, a Santa María Virgen, y a todos los Ángeles y los Santos

O Padre Celestial, Creador y dador de toda vida, Autor de la Justicia, Fuente de amor y de misericordia: Aunque merezca Tu cólera y castigo, mira con bondad a nuestra nación que te ha ofendido, aprobando la matanza de millones de niños inocentes, Tus preciosos hijos e hijas que, como todos nosotros, fueron creados a tu imagen y semejanza, y de los cuales la única ofensa era su mismísima existencia. Amen.

O Jesucristo Nuestro Señor, Nuestro Redentor: el inestimable don de tu propio sacrificio ofrece los medios de Salvación para toda la humanidad a través del derramamiento de tu sangre inocente. Permite pues que todos puedan conocerte, servirte y amarte, y que puedan conocer el significado de la verdadera independencia y de la verdadera libertad que no destruye jamás, sino que siempre sirve y protege a la vida. Amen.

O Espíritu Santo, fuente de sabiduría, inteligencia, ciencia, consejo, fuerza, piedad y temor de Dios: inspíranos con tus dones. Llena los corazones de los responsables de esta nación, especialmente los que asumen el poder temporal y la grave responsabilidad de hacer, interpretar y ejecutar las leyes, para que, siguiendo el deseo de la Voluntad de Dios, restauren la justicia y establezcan leyes que gobiernen al pueblo de esta tierra en conformidad con la Ley Divina — leyes que preserven, protejan y defiendan la vida de todos los hijos e hijas de Dios, desde su concepción hasta su muerte. Amen.

O María, Madre de Jesús, a ti que se te confió ser la Madre del Hijo único de Dios, Nuestro Salvador, gracias a tu obediente consentimiento a la Voluntad de Dios, y que así te has convertido para todos los pueblos de todos los tiempos en el modelo de la fe y del amor maternal: toma en tus brazos de madre a todos los niños que perecen víctimas del aborto, a fin de que puedan recibir eternamente la consolación del amor de una madre. Que pueda tu ejemplo e intercesión abrir los corazones de todos los que rechazan a Dios y a Sus santas leyes, reconfortar a todos los que sufren remordimientos por culpa de un aborto, y restaurar la esperanza en Cristo para todas estas madres y estos padres que se han arrepentido y lloran la pérdida de sus hijos. Amen.

Todos los Ángeles y Santos: que vuestra obediencia y ejemplo muestren a la humanidad decaída el camino de la alegría perfecta, de la fe y de la paz que se encuentran solamente en la unidad con Dios, por la obediencia a Su Voluntad a través de la Salvación de Jesucristo; y que vuestras oraciones constantes se unan a las de todos los niños pequeños — los «santos inocentes» — como una «nube de testigos» intercediendo por los hombres pecadores. Amen.

Novena: Día 1

Salmo 139 (138)

(Cuando la Novena es rezada en grupo, el Salmo puede ser leído de modo responsorial, alternando los versículos.)

1. Señor, tú me sondeas y me conoces;

2. Me conoces cuando me siento y me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;

3. Distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares.

4. No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.

5. Me estrechas detrás y delante,
me cobres con tu palma.

6. Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco.

7. ¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?

8. Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;

9. Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,

10. allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha.

11. Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí»,

12. ni la tiniebla es oscura para ti,
la noche es clara como el día.

13. Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.

14. Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma,

15. no desconocías mis huesos.
Cuando, en lo oculto, me iba formando,
Y entretejiendo en lo profundo de la tierra.

16. Tus ojos veían mis acciones,
se escribían todas en tu libro;
calculados estaban mis días
antes que llegase el primero.

17. ¡Qué incomparables encuentro tus designios,
Dios mío, qué inmenso es su conjunto!

18. Si me pongo a contarlos, son más que arena;
si los doy por terminados, aún me quedas tú.

19. ¡Ojalá, oh Dios, mataras al malvado,
y ojalá se alejaran de mí los sanguinarios!

20. Ellos se rebelan en tu contra,
sin que nadie lo note, se levantan en vano.

21. Señor, ¿no debo odiar a los que te odian
y aborrecer a aquellos que te atacan?

22. De todo corazón los aborrezco
y para mí también son enemigos.

23. Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,

24. mira si mi camino se desvía,
guíame por el camino eterno.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amen.

Oraciones Iniciales

Rosario: Misterios Dolorosos Magníficat

San Lucas 2.28-44

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
Porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí;
Su nombre es santo,
Y su misericordia llega a sus fieles
De generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
Dispersa a los soberbios de corazón,
Derriba del trono a los poderosos
Y enaltece a los humildes,
A los hambrientos los colma de bienes
Y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
Acordándose de la misericordia
— como lo había prometido a nuestros padres —
En favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

 

Novena: Días 2-9

Padre Nuestro
Oraciones precedentes Gloria Patri
(Gloria al Padre)
Tres ‘Dios te salve’ Gloria Patri (Gloria al Padre)

Fuente: WFF

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A Nuestra Señora de la Sonrisa DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena a Nuestra Señora de la Sonrisa

Es la devoción de Santa Teresita del Niño Jesús. Ayuda a rezar a quienes se sienten afligidos y agobiados por tristeza, depresión o alguna enfermedad física, emocional o espiritual o para interceder por quienes las que padecen. Esta Novena comienza el 4 de mayo y su fiesta es el 13 de mayo.

Dice Santa Teresita:
”De repente, la Santísima Virgen me pareció hermosa , tan hermosa , que yo nunca había visto nada tan bello. Su rostro respiraba una bondad y una ternura inefables. Pero lo que me caló hasta el fondo del alma fue la encantadora sonrisa de la Santísima Virgen.

En aquel momento, todas mis penas se disiparon. Dos gruesas lágrimas brotaron de mis párpados y se deslizaron silenciosamente por mis mejillas, pero eran lágrimas de pura alegría… ¡La Santísima Virgen, pensé, me ha sonreído! ¡Qué feliz soy…!”
(Santa Teresita del Niño Jesús. Historia de un alma, III )

ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS

Virgen de la Sonrisa, Madre de la alegría.
Vengo a ponerme delante de tus ojos buenos.
Necesito esa luz de tus ojos serenos y esa esperanza
de tu rostro amable.
Te doy gracias María, porque estás a mi lado en todos
los momentos.
Cuando sufro, tengo tu alivio.
Cuando estoy feliz, compartes mi gozo.
Vengo a buscar tu ayuda de Madre para mí
y para todos mis seres queridos.

Madre mía, Virgencita, apiádate de mí que estoy
deprimido, afligido, triste y me siento solo.
Virgen de la sonrisa, devuélveme el ánimo,
las ganas de vivir y la esperanza.
Ayúdame en este momento depresión en el cual
no siento ganas de vivir y de luchar.
Así como ayudaste a Santa Teresita a liberarse
de la depresión y la tristeza, alcánzame el consuelo
de tu Hijo Jesús, y sáname de esta enfermedad.

(Pedir con humildad y confianza la gracia que se quiere obtener)

Te pido que hagas nacer en nosotros a Jesús.
Así podremos vivir con alegría,
y saldremos adelante
en medio de las dificultades de la vida.
Danos fortaleza, paciencia, valentía,
y mucha esperanza para seguir caminando.
Madre de la alegría, derrama tu consuelo
en todos los que están tristes y cansados,
deprimidos y desalentados.
Que la hermosura de tu rostro,
lleno de fuerza y de ternura,
nos llene a todos de confianza,
porque comprendes lo que nos pasa
y somos valiosos para tu corazón materno.
Amén.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

De la mano maternal de María nos dirigimos al Padre con la oración que Jesús nos enseñó.

(Se reza un Padre Nuestro)

Depositamos en las manos de María nuestras intenciones.

(Se reza un Ave María y Bajo tu amparo)

Bajo tu amparo
nos acogemos,
Santa Madre de Dios.
No desprecies las oraciones
que te dirigimos en nuestras necesidades.
Antes bien líbranos de todo peligro,
Oh Virgen gloriosa y bendita.
Amén.

PRIMER DÍA

Lectura bíblica para el primer día:
Jesús dijo: “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá: porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Quién de ustedes, cuando su hijo pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo dará cosas buenas a quienes se las pidan!” (Mateo 7, 7-11)

Reflexión:
Muchas veces hemos rezado “Bajo tu amparo…” y, sin embargo, nos cuesta reconocer la presencia protectora de Dios que se nos hace manifiesta en la imagen maternal de María. Él siempre cuida de nosotros y nos regala la vida para que la disfrutemos y compartamos. Pero para experimentar este amparo es necesario confiar en él como un niño pequeño y abandonarse en sus manos. La sonrisa de María nos habla del amor de Dios, que nos invita a vivir en ese amor como ella lo hizo toda su vida.

SEGUNDO DÍA

Lectura bíblica:
Dijo Jesús: “ Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.” (Mateo 11, 28-30)

Reflexión:
A veces estamos afligidos y agobiados por preocupaciones intrascendentes que nos quitan la paz y nos hacen perder el camino que nos lleva al Dios que habita en lo más íntimo de nuestro ser. A veces estamos divididos interiormente y vivimos disipados por mil cosas innecesarias que nos hacen descuidar lo principal… Si ponemos nuestros ojos en María, ella nos muestra a Cristo, que es nuestra luz. Es por eso que acudimos a ella con nuestras oraciones, para recibir esa luz que viene a nuestro encuentro para robustecer nuestra esperanza. Al mirar su rostro amable de Madre sonriente, confirmamos nuestra confianza en la infinita bondad de nuestro Padre Dios.

TERCER DÍA

Lectura bíblica:
Dijo Jesús: “Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego por su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna.” (Juan 12, 24-25)

Reflexión:
El hombre de hoy, a pesar de vivir rodeado de otros hombres, muchas veces se siente solo, se llena de miedos y se pone a la defensiva. Cerrado en su egoísmo no percibe que si quiere tiene refugio en el seno maternal de María.

Para gozar de la compañía protectora de Dios es necesario tener los mismos sentimientos y disposiciones de María que siempre fue fiel oyente del Señor. Por su perfecta obediencia y la total disponibilidad que le hizo decir sí a Dios, a pesar de no entender ni saber cabalmente la dimensión que iba a tener su pedido, primero engendró interiormente a Cristo y luego lo dio a luz.

Así, siguiendo el ejemplo de la Virgen de la Sonrisa, el creyente descubre que su entrega se convierte en frutos abundantes, que sus obras son las que el Señor espera de él, porque se abre generosamente a la vida y se deja llenar de Dios.

CUARTO DIA

Lectura bíblica:
“En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: ‘¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que fue anunciado de parte del Señor’. María dijo entonces: ‘Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora…’.” (Lucas 2, 39-47)

Reflexión:
Una de las cosas que debemos aprender de María es a compartir con los demás las alegrías, las tristezas, los gozos, los dolores.
María no es una mujer indiferente, cerrada en sus cosas, al contrario, ella está siempre disponible, acude siempre al encuentro del otro para tomar parte en su vida y para señalarle, con la sonrisa de sus labios, que la presencia de Dios lo acompaña en medio de todas las circunstancias.

QUINTO DÍA

Lectura bíblica:
Jesús dijo: “Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar”. (Juan 16, 20-22)

Reflexión:
El cristiano es un peregrino, un caminante esperanzado que avanza paso a paso hacia la Patria definitiva. Pero no por tener los ojos en el cielo deja de tener los pies sobre la tierra; vive en el mundo, pero no es del mundo.
Cuando los que piensan que la vida termina en la tumba se desesperan, él se anima porque cree que las angustias y dolores del parto presente se convertirán en el gozo y la alegría eternos. En este mundo, que a veces percibimos como un “valle de lágrimas”, una certeza nunca nos debe abandonar: María está siempre dispuesta a interceder por las necesidades de sus hijos. Ella peregrinó por este mundo y experimentó necesidades similares a las nuestras, ahora que goza del cielo intercede por nosotros para que sigamos caminando.

SEXTO DÍA

Lectura bíblica:
Jesús dijo: “No temas, pequeño rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino”. (Lucas 12, 32)

Reflexión:
Quien tiene a Jesús en su corazón tiene una alegría que nada ni nadie puede hacer desaparecer, porque se sabe parte del pequeño rebaño que él mismo pastorea. Quien tiene a Jesús en su corazón ve todo con los ojos de María y enfrenta las mayores dificultades sin perder la calma. La sonrisa bondadosa y serena de la imagen venerada de nuestra Madre nos anima, así enfrentamos todas las circunstancias que nos tocan vivir con la misma actitud de María, gozando, como ella, de la paz y de la confianza en Dios que todo lo puede: “El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar” (Salmo 23, 1) .

SÉPTIMO DÍA

Lectura bíblica:
Jesús dijo: “No se preocupen por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen acaso ustedes más que ellos?” (Mateo 6, 25-26)

Reflexión:
Cada vez que emprendemos un camino nos invade un cierto temor, sabemos que la realidad muchas veces nos sorprende con sus dificultades, así como también con alegrías inesperadas.
Enfrentamos las contrariedades con confianza, porque creemos firmemente que tenemos un Padre bueno en el cielo que cuida de nosotros. Aunque nos esforzamos como si todo dependiera de nosotros, rezamos como si todo dependiera de él. Juntos, él con su gracia y nosotros con nuestro esfuerzo, vamos tejiendo nuestra propia existencia un día a la vez.

OCTAVO DÍA

Lectura bíblica:
“Se celebraban unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: ‘No tienen vino’. Jesús le respondió: ‘Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía’. Pero su madre dijo a los sirvientes: ‘Hagan todo lo que él les diga’…” (Juan 2, 1-5)

Reflexión:
Ya sabemos cómo terminó la historia, esa fiesta que simboliza la historia de la humanidad y la de cada uno de nosotros no se aguó… La hora de Jesús ha llegado, si invitamos al Hijo y a su madre para que participen de nuestra vida haremos de ella una continua fiesta en donde el vino de la alegría y de la fraternidad nunca faltarán. Acudiendo a la Virgen de la Sonrisa encontramos el consuelo necesario para superar todas las circunstancias penosas que ponen en peligro la fiesta de la vida.

NOVENO DÍA

Lectura bíblica:
“El primer día de la semana, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido ( la condena y muerte de Jesús ). Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Él les dijo: ‘¿qué comentaban por el camino?’. Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: ‘¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!’. ‘¿Qué cosa?’, les preguntó. Ellos respondieron: ‘Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro y, al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron’.

Jesús les dijo: ‘¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?’. Y comenzando por Moisés y continuando con todos los Profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él.

Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: ‘Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba’. Él entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista. Y se decían: ‘¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?’. En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, y estos les dijeron: ‘Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!’. Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan .” (Lucas 24, 13-35)

Reflexión:
En el camino de la vida no estamos solos. Dios se hace caminante con nosotros y nos ofrece una nueva interpretación de las circunstancias que nos agobian o desconciertan. María con ternura inigualable, sonriéndonos nos llena de confianza en las horas más difíciles, porque de ella comprende nuestras debilidades y porque como madre nuestra nos siente carne de su carne y nos cobija en su regazo, cerca de su corazón que late de amor por nosotros y por el mundo entero.

FUENTE: LLUVIA DE ROSAS

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A la Virgen María en general DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena Eficaz de las Tres Avemarías

¿En qué consiste la devoción de las Tres Avemarías?

En rezar tres veces el Avemaría a la Santísima Virgen, Madre de Dios y Señora nuestra, bien para honrarla, bien para alcanzar algún favor por su mediación.

¿Cuál es el fin especial de esta devoción?

Honrar tres principales atributos de María Santísima, a saber: el poder que le otorgó Dios Padre, por ser su Hija predilecta; la sabiduría de que la adornó Dios Hijo, al elegirla por su Madre; y la misericordia de que la llenó Dios Espíritu Santo, al escogerla por su inmaculada Esposa.

¿Y cuál es el fundamento de esta devoción?

La afirmación católica de que la Santísima Virgen poseyó, en el más alto grado posible a una criatura, los atributos de poder, sabiduría y misericordia.

Esto enseña la Iglesia al invocar a María como Virgen Poderosa, Madre de Misericordia y Trono de Sabiduría.

¿En qué consiste la Novena de las Tres Avemarías?

En rezar tres veces el Avemaría durante nueve días. Como hemos indicado en su lugar, la Santísima Virgen prometió a Santa Matilde asistirla en la hora de la muerte si rezaba cada día en su honor tres Avemarías para celebrar los atributos de Poder, Sabiduría y Misericordia con que la enriqueció la Beatísirna Trinidad.

Mas los devotos de María, entendiendo con esto cuán de su agrado es este obsequio, juzgaron que repitiéndolo durante nueve días, quizás alcanzarían para sus necesidades el eficaz socorro de su poderosa intercesión. Este es el origen de la Novena eficaz de las Tres Avemarías.

Esas Tres Avemarías son como otras tantas aldabadas que damos a las puertas del misericordioso y compasivo corazón de Nuestra Señora; son como tres aclamaciones angustiosas con que el alma implora su Poder, Sabiduría y Misericordia para el remedio de las múltiples necesidades que la aquejan.

Cuán del agrado de Nuestra Señora sea este piadoso ejercicio, dicenlo muy elocuentemente los muchos y diversos favores, tanto espirituales como materiales, que cuentan haber alcanzado por semejante práctica las personas que se han servido de ella para implorar la protección de la Santísima Virgen.

Pero lo más consolador son los beneficios espirituales que dispensa la Santísima Virgen por medio de esta Novena. Diríamos que esa bendita devoción es el anzuelo con que María Santísima pesca innumerables almas para el cielo; muchas, ciertamente, serán deudoras de su eterna felicidad en la gloria a la eficacia de esa devota práctica.

Conversiones extraordinarias de pecadores moribundos que se logró recibieran los últimos Sacramentos, a lo que se resistían; jóvenes extraviados, devueltos al camino del bien y al hogar, de donde los había arrancado la perversión; matrimonios que han recuperado el tesoro de la paz y unión, que hacia tiempo habían perdido; almas atormentadas por los escrúpulos y otras penas interiores, que recobraron la paz de conciencia y el sosiego de su espíritu; en fin, devoto lector, que esta Novena parece la panacea de todos los males, así del cuerpo como del alma.

Si quieres convencerte de ello, pruébalo; haz una Novena o varias para el remedio de tus necesidades o las de tu familia; pero hazla con fe y confianza, y purifica tu alma con una buena confesión; acude en los trances apurados a este piadoso ejercicio, y no dudo de que experimentarás su eficacia y encontrarás hartos motivos para ser devoto de la Madre de Dios y admirarte de su benignidad, que a cambio de tan corto servicio tan regaladas mercedes dispensa al que se lo hace.

 

ORACIÓN PRIMERA

Oh María, Virgen poderosa, a quien nada es imposible! Os suplico, por el poder con que os distinguió Dios Padre Omnipotente, que me socorráis en la presente necesidad. ¡Oh Abogada de las causas más desesperadas, ayudadme! En ello están interesados la gloria de Dios, vuestra honra y el bien de mi alma.

Si la gracia que pido está conforme con la amabilísima y santísima voluntad de Dios, interceded, omnipotencia suplicante, interced por mí ante vuestro Hijo, que nada os puede negar. Os lo pido por ese poder ilimitado que os comunicó el Padre Celestial, ya que, para celebrarlo, os digo con Santa Matilde a quien revelasteis la práctica saludable de las Tres Avemarías: Dios te salve, María, etc.

 

ORACIÓN SEGUNDA

Purísima Virgen, justamente llamada Trono de la sabiduría, porque en Vos moró la Sabiduría increada, el Verbo de Dios, y os comunicó toda la plenitud de su divina ciencia en la medida que podía participarla a la más perfecta de las criaturas. Vos sabéis bien cuán grande es mi miseria y la necesidad que tengo de vuestro auxilio.

Me abandono del todo en vuestras manos, confiando en que vuestra divina Sabiduría lo ordenará todo con fuerza y suavidad a mayor gloria de Dios y provecho de mi alma, y que, por los medios más convenientes, acudiréis a socorrer mi necesidad.

¡Oh María, Madre de la divina sabiduría! Dignaos alcanzarme el favor que solicito. Os lo pido por esa inefable sabiduría con que el Verbo, Hijo vuestro, ilustró vuestra inteligencia, ya que, para celebrarla, os digo con San Antonio de Padua y San Leonardo de Puerto Mauricio, celosísimos propagadores de las Tres Avemarías: Dios te salve, María, etc.

 

ORACIÓN TERCERA

¡Oh tierna y verdadera Madre de Misericordia, que en estos últimos tiempos os habéis llamado Vos misma «Madre la más misericordiosa»! A Vos acudo para que uséis conmigo de compasión y bondad, con tanta mayor razón cuanto es mayor mi miseria.

No soy acreedor a la gracia que de Vos espero, ya que tantas veces os he contristado, ofendiendo a vuestro divino Hijo; pero estoy sinceramente arrepentido de haber traspasado con mis pecados el amante Corazón de Jesús y el vuestro. ¿No sois Vos, según lo revelasteis a vuestra sierva Santa Brígida, la «Madre de los pecadores arrepentidos»? Perdonadme, pues, mis pasadas ingratitudes; y teniendo sólo en cuenta vuestra misericordiosa bondad y la gloria que de ello resultará para Dios y para Vos misma, obtenedme la gracia que os pido.

¡Oh Vos, a quien nadie ha implorado en vano! ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Dignaos socorrerme. Os lo pido por esa misericordiosa bondad de que en favor nuestro os ha llenado el Espíritu Santo, ya que, para celebrarla, os digo con San Alfonso María de Ligorio, incomparable Apóstol de vuestra misericordia y doctor de las Tres Avemarías: Dios te salve, María, etc.

Dígase por tres veces: María, Madre mía, preservadme de pecado mortal.

La siguiente oración puede rezarse al terminar la Novena de las Tres Avemarías

 

ORACIÓN FINAL

Acordaos, ¡oh clementísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección invocando vuestro Poder, vuestra Sabiduría y vuestra Misericordia para el remedio de sus males, haya visto defraudadas sus esperanzas.

Animado con esta confianza a Vos también acudo, ¡oh Poderosísima Reina!, ¡oh Sapientísima Virgen!, ¡oh Misericordiosísima Madre!, os suplico vengáis a socorrerme con estos tres atributos de que os adornó la Beatísima Trinidad para consuelo de los desvalidos.

¡Oh piadosísima Señora! ¡Oh trono de la Sabiduría! ¡Oh clementísima Abogada!, no despreciéis las súplicas de este pobre pecador, que implora vuestro poder para que le defendáis y protejáis, vuestra sabiduría para que le guiéis y enseñéis y vuestra misericordia para que, benigna, le amparéis en todo peligro y le favorezcáis en sus necesidades.

¡Oh María, Hija del Padre, Madre del Verbo Encarnado y Esposa del Espíritu Santo!, no despreciéis mi humilde oración; antes bien, acogedla piadosa, interceded para que sea despachada favorablemente y brille más a los ojos de todos vuestro gran poder, vuestra admirable sabiduría y vuestra inagotable misericordia, y sea todo a gloria de la adorabilísima Trinidad, que os enriqueció con tan preciosos dones. Amén.

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