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DEVOCIONES Y ORACIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Lo + leído Misterios del Santo Rosario

Los misterios Gloriosos, Luminosos, Dolorosos y Gozosos del santo Rosario

Vea como rezar y demás indicaciones de cada uno de los misterios en los enlaces de abajo

 

 

 

 

 

Los Misterios Gloriosos del Santo Rosario

Los Misterios Luminosos del Santo Rosario

Los Misterios Dolorosos del Santo Rosario

Los Misterios Gozosos del Santo Rosario

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DEVOCIONES Y ORACIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Sobre el Rosario

El Rosario una Oración de inspiración Dominicana

Todas las comunidades religiosas se glorían de tener y cultivar una forma propia de devoción a la Virgen María. La Orden de Frailes predicadores, desde sus origenes, ha visto en María no solo el modelo perfecto del cristiano sino también del apóstol. Por eso, a través de su historia, ha honrado y venerado su memoria con una devoción conocida y difundida universalmente: EL ROSARIO…
…VIDEOS…

La Iglesia ve en el rosario una síntesis de la oración cristiana unida a una catequesis fácilmente accesible a todas las mentalidades; una enseñanza completa de los principales misterios de nuestra salvación dentro de un clima de oración vocal y mental.

Si miramos solamente el aspecto exterior, el Rosario contiene ya las oraciones más bellas del cristianismo: el Padrenuestro y el Ave María, formulaciones de contenido bíblico, y la invocación Gloria al Padre… Y mientras se recitan, el espíritu es invitado a revivir todos los acontecimientos de la vida de Jesús y de María: acontecimientos gozosos, de luz,de dolor y de gloria. Podemos decir que cada vez que recitamos el Rosario repasamos y revivimos todo el evangelio.

 

EL ROSARIO NACIÓ DE LA PREDICACIÓN

La predicación anuncia los grandes misterios de nuestra salvación y nos invita a descubrir el designio de Dios y a manifestarlo en una vida conforme al Evangelio. Pero esta palabra escuchada hay que meditarla y hacerla oración.

Los misterios de gozo, luminosos, de dolor y de gloria que se nos anuncian en la predicación, se nos proponen en forma sencilla a nuestra contemplación en la oración del Rosario.

El Rosario es ante todo una meditación sencilla de los grandes acontecimientos de la vida de Jesús y de María, anunciados en la Predicación. Por eso el Rosario ha nacido de la Predicación.

 

EL ROSARIO ES UNA PREDICACIÓN

Cuando el creyente medita los acontecimientos de nuestra Salvación en el Rosario, escucha la Palabra de Dios y descubre que «Dios ha amado tanto a los hombres que envió a su propio Hijo, para que quien crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).

El rosario contiene y sintetiza el objeto fundamental de la predicación del Evangelio. Por eso el Rosario, por sí mismo es una predicación.

 

EL ROSARIO ES UNA PREDICACIÓN POPULAR

Alegría, dolor y triunfo. Son tres palabras que todos los hombres comprenden fácilmente ya que son producto de la experiencia diaria de cada uno. Nuestras alegrías y nuestras tristezas, nuestros triunfos y nuestros fracasos nos llevan a comprender los gozos, los sufrimientos y los triunfos de Jesús y de su santa Madre.

Estas experiencias nos abren el camino de la contemplación. Pronto descubrimos que más allá de toda alegría y de todo sufrimiento sobre la tierra, existe la gloria de la resurrección que todos esperamos.

Cada vez que el creyente recita y medida los misterios que nos dieron vida, revive el mensaje del Evangelio y experimenta la presencia constante de Jesús en su propia vida.

No solo emociona rezarle a la santísima Virgen María, enternece ir recorriendo los momentos más importantes de la vida de Jesús acompañado de su Madre, esa es la gran fuerza de esta devoción, la Virgen María es madre de Dios, desde que acepta la voluntad del Padre hasta que se corona como reina de todas las reina, del cielo y la tierra y madre de todos nosotros.

No podría imaginar cuantos miles y miles han rezado y confiado en la oración del Santo Rosario, es imposible imaginar cuantos testimonios de favores recibidos a través de el pueden existir, esa es la santidad de esta devoción, absolutamente milagrosa.

La palabra Rosario significa ‘Corona de Rosas’. La Virgen María ha revelado a muchas personas que cada vez que rezan un Ave María le entregan una rosa y por cada Rosario completo le entregan una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, así que el Rosario es la rosa de todas las devociones y por lo tanto es la más importante.

El Santo Rosario es considerado como la oración perfecta porque junto con el esta aunada la majestuosa historia de nuestra salvación.

Es una oración simple, humilde como María. Es una oración que podemos hacer con ella, la Madre de Dios. Con el Ave María la invitamos a que rece por nosotros. La Virgen siempre nos otorga lo que pedimos.

Ella une su oración a la nuestra. Por lo tanto, ésta es más poderosa, porque María recibe lo que ella pide, Jesús nunca dice no a lo que su madre le pide.

En cada una de sus apariciones, nos invita a rezar el Rosario como una arma poderosa en contra del maligno, para traernos la verdadera paz.

El Rosario esta compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal.

En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre.

La oración verbal consiste en recitar veinte decenas (Rosario completo) o cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario.

 

LA IMPORTANCIA DEL ROSARIO

Son numerosísimas las exhortaciones de Nuestra Santa Madre a rezar el Rosario. En diversas apariciones nos manda a decir por medio de sus videntes que seamos perseverantes en esta devoción y que muy grandes son las gracias que por éste se consiguen.

Estas son solo algunas de sus sugerencias:

NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

«Recen el Rosario todos días…Recen, recen mucho y ofrezcan sacrificios por los pecadores…Yo soy Nuestra Señora del Rosario . Solo yo seré capaz de ayudarlos….Finalmente mi Inmaculado Corazón triunfará».

REINA DE LA PAZ DE MEDJUGORJE

Junio 12 de 1986
“iQueridos hijos! Hoy los invito a comenzar a rezar el Rosario con una fe viva, así podré ayudarlos. Ustedes, queridos hijos, desean recibir gracias, pero no oran. Yo no puedo ayudarlos porque ustedes no se deciden a actuar. Queridos hijos, los invito a rezar el Rosario de tal manera, que se convierta para ustedes en un compromiso que estén dispuestos a cumplir con alegría. Así podrán comprender por qué estoy desde hace tanto tiempo con ustedes. Yo deseo enseñarles a orar. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Febrero 25 de 1988
“iQueridos hijos! También hoy deseo invitarlos a la oración y al abandono total a Dios. Ustedes saben que Yo los amo y es por amor que he venido aquí, para mostrarles el camino de la paz y la salvación de sus almas. Yo deseo que ustedes me obedezcan y que no permitan a Satanás que los seduzca.
Queridos hijos, Satanás es fuerte y por eso les pido sus oraciones y que me las ofrezcan por aquellos que están bajo su influencia, para que sean salvados. Den testimonio con sus vidas y ofrezcan sus vidas por la salvación del mundo. Yo estoy con ustedes y les doy las gracias.
En el Cielo, ustedes recibirán el Padre la recompensa que El les ha prometido. Por tanto, hijitos, no se preocupen. Si ustedes oran, Satanás no podrá hacer nada contra ustedes, porque ustedes son hijos de Dios y el cuida de ustedes. Oren! Que el Rosario esté siempre en sus manos como signo para Satanás de que ustedes me pertenecen. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Enero 25 de 1991
“iQueridos hijos! Hoy, como nunca antes, Yo los invito a la oración. Su oración debe ser una oración por la paz.Satanás es fuerte y desea no solamente destruir la vida humana, sino también la naturaleza y el planeta que ustedes habitan. Por eso, queridos hijos, oren, para que por medio de la oración ustedes sean protegidos con la bendición de la paz de Dios.
Dios me envió a ustedes para que Yo los ayude. Si lo desean, tomen el Rosario. El Rosario por sí solo puede hacer milagros en el mundo y en sus vidas. Yo los bendigo y me quedaré con ustedes tanto tiempo como sea la Voluntad de Dios.
Gracias porque ustedes no van a traicionar mi presencia aquí. Yo les doy gracias también porque su respuesta es la de servir a Dios y a la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Abril 25 de 2001
“Queridos hijos! También hoy, los invito a la oración. Hijitos, la oración hace milagros. Cuando ustedes estén cansados y enfermos y no saben cuál es el sentido de vuestra vida, tomad el rosario y orad, hasta que la oración llegue a ser para vosotros, un alegre encuentro con vuestro Salvador. Yo estoy con ustedes e intercedo y oro por vosotros, hijitos. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS

Noviembre 19 de 1988
«…el arma que constituye mayor influencia sobre el mal, es el rezo del Santo Rosario. Con este rezo, se ahonda en la vida espiritual, el espíritu crece en amor a Dios y lo aleja así, del pecado. Disipa las sombras del espíritu y hace que éste permanezca fiel a Dios. Agradad hijo míos, al Señor, orando, ya que de esta manera, se rechazan las tentaciones del maligno. Por siempre sea glorificado el Señor. Hazlo conocer a tus hermanos».

Enero 31 de 1986
» Pido a tus hermanos que oren mucho; a ellos la oración los limpia, los desintoxica y los estimula en el amor a Dios. Hija, todavía debe ser más alto el número de fieles que oren, que se abran al Señor, que encuentren en el Santo Rosario, el complemento básico para un diálogo con el Señor. Cada misterio del Santo Rosario da lugar para una reflexión, una meditación y también para una petición a Dios. Yo les digo a mis hijos: Haced realidad este pedido mío. Gloria al Altísimo».

Junio 13 de 1985
¡Qué valor tiene para el Señor la oración, no lo imagináis hijos míos, por eso os pido tanta oración!Rezad el Santo Rosario meditado, os aseguro que vuestras oraciones se elevarán, como un verdadero canto de amor al Señor. Gloria al Señor.


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El santo Rosario

El Rosario – (Visión de Catalina Rivas)

El rezo del Santo Rosario


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A Nuestra Señora de Jacarei DEVOCIONES Y ORACIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María

Rosario de las Mil Ave Marias

Este Rosario de las Mil Avemarías fue un pedido expreso de Nuestra Señora en las apariciones de Jacareí. Ver esta apariciones en Reina y Mensajera de la Paz de Jacareí, Brasil ( 7 de febrero)

“¡Id adelante, caminad! ¡Andad! ¡Hablad! ¡Llevad Mis Tesoros, Mis Gracias, Mis Mensajes de este Lugar a todo vuestro País y al mundo todo! Perseverad en la Cruzada del Rosario, en la Oración de las Mil Ave Marías, porque muchas Naciones serán salvas por estas Oraciones, inclusive vuestra Nación tan inicua y dominada por el pecado y por satanás.” María Santísima 08/08/2010 – Jacareí SP – Brasil

“¡Rezad el Rosario! ¡Haced Cercos de Jericó! ¡Haced las Mil Ave Marías! Haced los Cenáculos que la Madre de Dios os mandó de casa en casa, rezando la Hora de la Paz y el Rosario Meditado de Ella, porque estas oraciones pueden todavía salvar muchas almas que tienen posibilidad de salvación.” San Lorenzo 12/09/2010 – Jacareí SP – Brasil

“Mis hijos, rezad. Rezad. Rezad. Continuad rezando las Mil Ave Marías con frecuencia pues es por medio de ellas que muchas Naciones serán salvas, inclusive la vuestra. La Paz.” San José 20/05/2010 – Jacareí SP – Brasil

“Queridos hijos, os agradezco mucho estas Ave Marías que Me rezaste. Os agradezco las Ave Marías que dijisteis para Mí aquí durante todo este año. Esta oración de las Mil Ave Marías es agradabilísima a Dios y a Mí y no podéis imaginar cuánto bien ella hace al mundo, a vuestras almas, a toda la humanidad. Esta oración hace estremecer el infierno entero! Y hace toda la Corte Celestial del Paraíso unirse a vuestra oración, formando una única súplica ardiente de amor. Con esta oración de las Mil Ave Marías vosotros realizáis todo: meditación, oración mental, oración vocal, súplicas, acción de gracias, intercesión y alabanza. Las almas que rezan esta oración con sincero cariño por Mí Me dan lo que Yo deseo y más espero de ellas:
Oración, generosidad, amor, donación… Estas almas que Me sirven, que Me aman por medio de las Mil Ave Marías son como Serafines de puro amor, que Me consuelan en Mi gran tristeza…, ¡todo haría por ellas!
A todos que Me rezaren estas Mil Ave Marías doy una Bendición Extraordinaria… A todos Bendigo generosamente, ¡la Paz!” María Santísima 26/12/2009 – Jacareí SP – Brasil

 

ORACIONES DE LAS MIL AVE MARÍAS

Se reza un PADRE NUESTRO y 50 AVE MARÍAS para cada Misterio. Entre los Misterios se rezan las siguientes oraciones:

+ Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, así como era en el principio ahora y siempre y por los siglos de los siglos. ¡Amén!

+ Oh! María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos.

+ Oh! Jesús Mío perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno conduce a todas las almas al Cielo especialmente a las más necesitadas de Tu Misericordia, líbranos de las guerras, de las maldades, de la violencia y danos la Paz!

+ Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz de Jacareí, rogad por nosotros. Amantísimo Corazón de San José de Jacareí, rodad por nosotros. Sacratísimo Corazón de Jesús de Jacareí ten piedad de nosotros.

+ ¡Oh! Jesús es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores, en desagravio de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María y del Amantísimo Corazón de San José, por las Almas del Purgatorio, por la Paz del mundo, por las intenciones del Santuario de las Apariciones de Jacareí, por todos los Videntes y locales de las Apariciones del mundo entero, por todos los Planes y por el Triunfo de Vuestros Sacratísimos Corazones en Jacareí y en el mundo entero que nosotros os ofrecemos estas oraciones que rezamos. ¡Así sea!

Inicio

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

!Oh! María Santísima comienzo ahora la oración de estas Ave Marías, dadme la gracia de rezarlas del comienzo hasta el fin con fervor, devoción y piedad; concededme la gracia de concentrarme perfectamente en la meditación de los Misterios de Vuestra Vida y también en Vuestros Mensajes y por Vuestra gran Bondad haced que ellas sean saludables para mi alma y que de esta meditación y oración yo pueda sacar santas resoluciones de conversión para mi vida. ¡Amén!

Credo

Contemplación de los Misterios

En cada Misterio se medita un Mensaje.

1º Misterio
Por el Misterio de la Aparición del Santo Ángel Gabriel a Vuestros Santos padres, Santa Ana y San Joaquín anunciando Vuestro milagroso nacimiento, Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Recen, recen el Rosario todos los días, por amor a Mí y no por obligación. ¡Yo os amo!” Nuestra Señora en las Apariciones de Jacareí, Febrero de 1999.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta. 

2º Misterio
Por el Misterio de Vuestra Inmaculada Concepción, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Yo Soy la Virgen Inmaculada, Soy la Inmaculada Madre de Dios, concebida sin la mancha del pecado original. Vengo a pedir que recéis mucho el Santo Rosario, ¡rezadlo todos los días!” María Santísima, Alemania 1952.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

3º Misterio
Por Vuestro Santo Nacimiento, más bella que la luna, más brillante que el sol, más hermosa que todas las flores, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Yo Soy la Madre de Dios, vengo a pedir que recéis el Santísimo Rosario, que hagáis mucha penitencia, rezad muchos Rosarios por la Conversión y Salvación de la humanidad y decid a todos que hagan lo mismo” María Santísima, Italia 1951.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

4º Misterio
Por Vuestra Santa Infancia y por Vuestra Consagración en el Templo a los 3 años de edad, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Yo Soy la Madre de Dios Bendita, vengo a pedir Oración, Sacrificio y Penitencia. El mundo corre un gran peligro, satanás salió del abismo con todos sus demonios decidido a llevar toda la humanidad a la perdición eterna, rezad mucho el Santo Rosario es la única defensa eficaz contra él, y decid a todos que recen el Rosario para defenderse de satanás!” María Santísima, Italia 1951.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

5º Misterio
Por Vuestra salida del Templo para desposar por orden Divina el castísimo San José para así prepararse para la Encarnación del Verbo, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Yo Soy la Madre de Dios, no tengáis miedo, Yo vine del Cielo. Vine para decir que vendrán grandes castigos mandados por Dios para punir los crímenes de este mundo. ¡Decid al pueblo que recen muchos Rosarios y haga intensa penitencia!” María Santísima en Catania, Italia en el año 1954.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

6º Misterio
Por el Misterio de la Anunciación, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Yo Soy la Virgen María, la Madre de Dios, haced penitencia, volved al Señor que es el Dios de vuestra Salvación y de vuestra Paz!” María Santísima en Aluno Italia en el año 1951.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

7º Misterio
Por el Misterio de la Visitación, Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Cumplid los Mandamientos de Dios, Mis hijos, vivid el verdadero amor para con Nuestro Señor, ÉL merece y debe ser amado por todos vosotros, ¡quien no cumpla esto no se salvará! María Santísima, Italia 1954.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

8º Misterio
Por el Misterio del Nacimiento de Jesús, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Rezad y haced penitencia, vivid el verdadero amor y desprendeos de las cosas de la Tierra, pues os digo Mis hijos se no os desprendéis de las cosas de esta Tierra pereceréis por causa de ellas! María Santísima en Ibides, España en el año 1954.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

9º Misterio
Por el Misterio de la Presentación, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Rezad muchos Rosarios y haced penitencia, el Altísimo está entristecido y airado por los crímenes y pecados de este mundo, haced penitencia para aplacar el Señor, ¡rezad por la Conversión de los pecadores! María Santísima en Tierriembar, Francia 1960.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

10º Misterio
Por el Misterio del Encuentro con Vuestro Divino Hijo, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Vengo a pedir oraciones, oraciones de amor, oraciones sinceras rezad por la conversión de toda la humanidad, pues si no rezareis un gran castigo desencadenará sobre el mundo entero, el Padre Omnipotente está airado y decidido a dar un basta a tanto mal en la Faz de la Tierra. ¡Rezad por la Conversión de los que no creen!” María Santísima en Bande, Luxemburgo en el año 1954.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

11º Misterio
Por el Misterio de la Agonía en el Huerto, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Penitencia, penitencia, penitencia. Convertíos sin demora, en breve vendrá un gran castigo, penitencia y oración!” María Santísima en Esquímones, Lituania en el año 1962.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

12º Misterio
Por el Misterio de la Flagelación, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Penitencia y Conversión, arrepentíos. El Señor ya está saturado de ofensas, de indiferencias y de ingratitudes de los seres humanos, de sus hijos tan beneficiados por ÉL, regresad a Nuestro Señor y no hagáis que ÉL se entristezca más!” María Santísima en Estornarela, Italia en el año 1959.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

13º Misterio
Por el Misterio de la Coronación de Espinas, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Melanie lo que te voy a decir ahora no será un secreto para siempre, tú lo puedes publicarlo en 1958. Los Sacerdotes Ministros de Mi Hijo, los sacerdotes por causa de sus vidas malas, por sus irreverencias y por su impiedad al celebrar los Santos Misterios, por el amor al dinero, el amor a las honras y a los placeres, los sacerdotes se convertirán en cloacas de impureza. Si, los sacerdotes  provocan la venganza y la venganza pende sobre sus cabezas. Ay de los sacerdotes y personas Consagradas a Dios que, por sus infidelidades y malas vidas, crucifican Mi Hijo de nuevo, los pecados de las personas Consagradas a Dios claman al Cielo y atraen la venganza, y he aquí que la venganza está a sus puertas porque ya no se encuentra a nadie para implorar Misericordia y Perdón para el pueblo, ya no hay almas generosas, no hay nadie digno de ofrecer La Víctima sin mancha al Eterno por el mundo, Dios va a castigar de una manera sin precedentes, ay de los habitantes de la Tierra. ¡Dios va agotar Su cólera y nadie podrá huir a tantos males juntos!” María Santísima en La Sallete, Francia Setiembre de 1846.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

14º Misterio
Por el Misterio del Cargamento de la Cruz, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Penitencia, penitencia, penitencia por los pecadores, si Mi pueblo no se somete a hacer penitencia Me veo forzada a dejar caer gran castigo, los diez mandamientos no son más observados, el Nombre de Mi Divino Hijo es arrastrado por la lama de la más terrible blasfemia, el día del Señor es profanado sin respeto, cometen más pecados en un solo día Santo que en seis días de trabajo, cuántos hombres corren hacia la perdición del mundo, se precipitan en el gozo y en el abismo de los placeres, la multitud de los pecados cometidos es tal que Mi Corazón está ahogado en un torrente de amargura y de tristeza. Ay del mundo por causa del escándalo, de la blasfemia, de la envidia y de la calumnia y del desprecio del día del Señor es esta la causa de grandes castigos en las familias y en Polonia, y esos malditos salones de bailes que son la red del propio satanás, pobre jóvenes! Cuántas almas que caen en el infierno como lluvia de nieve que casi cierra la claridad del día, el pueblo está peor que en el tiempo del Diluvio, la ira de Dios está derramada sobre las Naciones y no tardará en llegar al Brasil si no hiciereis penitencia. Yo os prometo si todos los católicos rezaren el Rosario todos los días el Ángel de la Paz no tardará en descender sobre la Tierra pero, si no hiciereis penitencia los tiempos serán graves. Rezad, rezad hijos Míos, para que se aplaque la ira de Dios! María Santísima en Erechim, Rio Grande do Sul, Brasil Setiembre de 1951.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

15º Misterio
Por el Misterio de la Muerte de Nuestro Señor, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“El mundo está cada vez peor, no sé lo que hace falta para que se salven, están cometiendo crímenes, pecados, sacrilegios, el mundo está invadido por el pecado, repara que no hay nada más que perversidad, no hay amor, no hacen caso de Mis Avisos, estoy avisando constantemente, pero cierran sus oídos. El castigo está muy próximo no sé de qué forma se ha de purificar el mundo y Mi Iglesia. Estoy dando muchas oportunidades y voy a arrancar de raíz toda hierba mala y preparar un renacimiento milagroso para el Triunfo de Mi Misericordia, prestad atención que Dios Padre va a enviar dos castigos muy grandes, uno en forma de guerra, revoluciones y peligros y otro enviado por el Cielo. ¡Vendrá sobre la Tierra una oscuridad intensa que durará tres días y tres noches nada será visible, el aire se volverá pestilente y nocivo y, causará daño no exclusivamente a los enemigos de la religión, durante los tres días enteros de tinieblas la luz artificial será imposible, los fieles deberán permanecer en sus casas rezando el Santo Rosario y pidiendo a Dios Misericordia, todos Mis enemigos, visibles y desconocidos, perecerán en toda la Tierra durante esta oscuridad universal con excepción de algunos que se conviertan!” Nuestro Señor Jesucristo en El Escorial, España Diciembre de 1981.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

16º Misterio
Por el Misterio de la Resurrección, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Mi Hija en breve vendrán los días tremendos, la catástrofe caerá como un rayo sobre la Tierra en un mañana cuando entonces la claridad del día cederá lugar a la más oscura noche Mi Divino Hijo vendrá sobre relámpagos y truenos, quedarán como alucinados por verse en la más tenebrosa oscuridad, muchos morirán de miedo y desespero, aquellos que pelearon por Mis almas recibirán la Gracia de Mi Divino Hijo, mas a Su grito muchos quedarán como pasto seco, que quemará en campo abierto, los malvados serán arrojados  y despedazados en la tierra, para que los restantes puedan comenzar de nuevo cuando la luz del día vuelva a iluminar la Tierra, todos deben agradecer a la Santísima Trinidad la gran protección recibida, pero, Mi hija la destrucción será enorme, rezad y expiad sed celosos, vivid en mortificación, perder o ganar, Dios o el adversario, los hombres corren célebres por las veredas del infierno con todos los placeres mundanos. ¡Oh! Hombres sin Dios son tan pocos los que se previenen para la inaudita transformación que en breve tendrán que soportar. ¡Oración, oración es el deseo de Mi parte!” María Santísima en Erechim RS Brasil en 1957.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

17º Misterio
Por el Misterio de la Ascensión, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Penitencia, penitencia, penitencia el mundo tendrá que beber la taza de la cólera Divina hasta el fin, penitencia y oración!” María Santísima, Alemania en 1940.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

18º Misterio
Por el Misterio de la Venida del Espíritu Santo, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Hijo Yo doy prontamente Mi Amor al alma, desde que ella Me invoque y Me desee sinceramente, en contrapartida espero del alma un SI pronto y pleno, sin reservas y sin demoras, muchas almas demoran en darMe su SI por estar muy apegadas a sí mismas y a sus intereses, el amor verdadero no se demora porque simplemente no soporta eso y no puede hacerlo. ¡Hijo sé Mi eco, sé Mi reflejo, Paz!” Divino Espíritu Santo en las Apariciones de Jacareí, Enero de 2007.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

19º Misterio
Por el Misterio de Vuestra Asunción al Cielo, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“Un día por medio del Rosario y del Escapulario salvaré el mundo!” Nuestra Señor en Francia, Setiembre de 1942.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

20º Misterio
Por el Misterio de Vuestra Coronación en el Cielo como Reina de todo el Universo, ¡Virgen del Sacratísimo Rosario bendita seáis!
“La Virgen es la respiración de los verdaderos católicos, pues como el cuerpo no puede vivir sin respirar tampoco puede el alma sin recurrir y encomendarse a María que es el medio seguro de conservar la vida de la Gracia en nosotros. Ay de aquellos que desprecian la Luz de este Sol, esto es, la Devoción a María, cuando en un alma ya no resplandece esa Luz, quedará ella siendo antro de todos los pecados y de todos los demonios.” San Bernardo.
1 Padre Nuestro y 50 Ave Marías, al final: Gloria y las 4 oraciones siguientes a ésta.

Salve

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De Sanación DEVOCIONES Y ORACIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Lo + leído Tipos especiales de Rosario

Rosario de Sanación del Padre Jamut

Querido hermano que sufres a causa de tu enfermedad, o por la enfermedad de un ser querido, o que quizás estas afligido y preocupado por alguna herida en tu corazón. o que oras para unirte a Jesús y a María e interceder por el mundo entero.

Te invito a que nos unamos para pedir a Dios, por mediación de la virgen María, madre de Jesús y madre nuestra, para que recibas en tu vida la acción del Espíritu Santo, que con su amor por ti y su poder, quiere sanar todas tus dolencias.
Toda sanación se da en un proceso gradual que requiere confianza en Dios, conversión para hacer su voluntad, crecimiento en la vida espiritual, paciencia y perseverancia.

Si Jesús vino a través de María, todas las gracias y bendiciones que Dios nos da en su Hijo, pasan de algún modo a través de ella. María, al igual que su Hijo; quiere la sanación de toda la humanidad.
Padre Gustavo E. Jamut Oblato de la virgen María.

LOS MISTERIOS DEL ROSARIO DE SANACIÓN

Cada Misterio del Rosario de Sanación, corresponde a una orden poderosa y milagrosa, con la cual el Amado Maestro Jesús en su infinito amor, bajo la figura del Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, lleno de compasión y autoridad, perdonó los pecados (1º Misterio), retiró al demonio que insistentemente lo tentaba (2º Misterio), curó las enfermedades (3º Misterio), pidió al Padre Celestial lo librara de la mala hora y aceptó hacer su voluntad (4º Misterio), y consolándolos, le concedió la Paz a sus discípulos que le seguían y amaban (5º Misterio).

Aunque se denomina Rosario porque sus oraciones son reiterativas, no se debe confundir con el tradicional Rosario dirigido a la Santísima Virgen. El Rosario de Sanación se puede realizar ante Jesús expuesto en la Eucaristía para resaltar su amor misericordioso que ama y sufre. Al igual se puede hacer individualmente, en familia o en grupos de oración, acompañado si lo desea con los Salmos sugeridos o canciones religiosas suaves cuyas letras sean acordes con los misterios.

EL REZO DEL ROSARIO Y LA ACTITUD ANTE LA DEVOCIÓN

El Rosario de Sanación se inicia con la señal de la Santa Cruz seguida por un Padrenuestro y un Avemaría en honor a la Santísima Virgen. El Rosario se concluye además con una Salve.

Continua el Rosario de Sanación con la lectura de algunos Evangelios (uno para cada día, siete en total) que se refieren en especial a las enseñanzas dadas por el Maestro Jesús sobre el comportamiento que debemos observar con nuestro prójimo. Debemos aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes y esforzarnos por servir a los más necesitados, si queremos hallar prontamente la gracia, la salud, el perdón y la misericordia de nuestro Padre Celestial. Para Jesús, todos las acciones que tengamos con nuestros semejantes, principalmente con los más necesitados, se las estamos dirigiendo a Él mismo en persona. Por esta razón quién reza el Rosario de Sanación debe tener muy en cuenta su relación con Dios y las criaturas creadas por Él.

Entre cada Misterio, se repite 10 veces con cada cuenta del Rosario la jaculatoria de la Oración final del Rosario: ¡Cristo Jesús!, convierte nuestras almas para que los hombres de este siglo, y de todas las edades, podamos ser salvos . Al final de cada Misterio se reza también un Gloria al Padre..

En varias oportunidades Jesús recomienda en los evangelios vigilarnos permanentemente. Una de estas citas es: «Velad y orad, para que no caigáis en tentación» Marcos 14, 38. Cuántas veces oramos? Seguramente muchas veces…, pero nunca velamos, no nos vigilamos; hacerlo demanda un esfuerzo continuo.

Hay que orar con devoción y también observarnos íntimamente con atención y sin interrupción en cada momento de nuestra vida, para no ser sorprendidos por el maligno que nos tienta. Orad!, Vigilad!, Velad!, porque siempre debemos obrar con rectitud, aunque nos cueste trabajo. El que quiera realmente contribuir para conservar su estado de gracia, debe mantenerse en ese estado de velación. «¡Dichosos los siervos a quienes el amo encuentra vigilantes a su llegada!» Lucas 12, 37. Estén a cada momento en la presencia de Dios, vigilando cada quién su morada interior y no distraído. No lo olviden «Permaneced atentos». Quien reza el Rosario de Sanación ante todo debe ser honesto y sincero consigo mismo.

Un factor importantísimo en toda petición es la fe, Cristo censuró a los hombres que carecían de ella diciendo: «Hombres de poca fe» Lucas 12, 28, y muchas veces realizó sus prodigios expresando «Tu fe te ha salvado» Marcos 10, 52, o «Hágase en vosotros según vuestra fe» Mateo 9, 29. Sin fe no hay milagros.

El Rosario de Sanación se puede rezar cualquier día del año, pero considero que especialmente el Jueves Santo o en la festividad de Corpus Christi. La conversión del pan y el vino en cuerpo y sangre de Cristo, evento especial de la vida de Nuestro Señor en su última cena, da significado al fondo mismo de la jaculatoria del Rosario, cual es la conversión de nuestras almas. Cristo tiene el poder para sanarnos y salvarnos, a El se lo suplicamos humildemente en este rosario.

Transcurridos cinco años de la aprobación del Rosario de Sanación puedo decir que ha sido una gratísima experiencia para mi y mi familia, ya sea si se realiza individualmente, en familia o en grupos de oración, pero sin lugar a dudas he podido observar que una de las formas que inspira mayor recogimiento y devoción, a todos en general, es su realización en el Altar por parte de un sacerdote con la Exposición del Santísimo, acompañado con los Salmos o de cantos suaves con temas alusivos a la sanación, que ayuden al recogimiento espiritual. Como resultado se logra sentir una verdadera paz interior y la certeza de haber compartido esos momentos con Cristo, que no nos olvida, perdona todo y acompaña siempre en el peregrinar de la vida.

PLEGARIA

Digno eres de eterna adoración y gloria, alabanzas al Padre Celestial por este medio de oración que nos has dado para dirigirnos a Ti, de lo cual ahora doy testimonio, humildemente te suplicamos que nuestro propósito no solo sea el hacerlo únicamente para que nos alivies en las necesidades que padecemos, sino también, el de pedirte que nos concedas la gracia de hacer tu voluntad y observar una vida acorde con las enseñanzas de tu bien amado hijo Jesús, Nuestro Señor, que contigo vive y reina en unión del Espíritu Santo. Amén
Gracias Dios mio!

COMIENZO

Se hace la señal de la cruz. Señor abre mis labios, y mi boca proclamara tu alabanza.

Pidiendo perdón y perdonando
Hoy señor nuevamente te pido perdón, no solo por mis pecados, sino también por los de toda la humanidad. Yo también quiero renovar mi perdón. y te pido la gracia necesaria. Me perdono a mi mismo por todos los errores del pasado remoto y del pasado próximo. Perdono a todos aquellos que de algún modo me ofendieron o hirieron, perdono las circunstancias de la vida, en las cuales te culpé o responsabilicé.

Líbranos señor de todo rencor y danos tu perdón. Dame tu paz y tu gracia y ellas me alcanzan. que así sea.
g. Ven espíritu santo, llena los corazones de tus fieles.
r. Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
g. Envía tu espíritu creador.
r. Y
renueva la faz de la tierra.
g. ¡Oh! Dios que has iluminado los corazones de tus hijos, con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus aspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de su consuelo. por Cristo nuestro señor. Amen.

Peticiones
Ofrecemos este rosario por…….[ponga en manos de mamá María, sus intenciones]

Las oraciones de cada decena
Cada misterio, incluye un Padre Nuestro, diez Avemarías, un Gloria, y alguna oración que se hace al final de una decena, como se acostumbra y alguna de las siguientes oraciones para pedir protección y sanación :

1. Señor Jesús, cúbreme con tu preciosísima sangre, escóndeme en tus santas llagas, líbrame de todo peligro y de todo mal. envía a tus Santos Angeles y Arcángeles para que me acompañen a lo largo del camino. Amén.

o también:

por el poder de tus santas llagas, libérame y sáname, señor.

LUNES Y SÁBADOS MISTERIOS GOZOSOS

A través de los misterios gozosos, pediremos a María, la sanación emocional, para poder tener nueva paz y permitir a Dios que realice su obra en nosotros.

1. En el primer misterio, contemplamos el anuncio del arcángel Gabriel a la virgen María y la encarnación del Hijo de Dios. A través de este misterio, te pido mama del cielo, que liberes mi memoria del miedo que se produjo en mi mientras esperaba el diagnostico medico, libérame también de pensamientos fantasiosos y opresores.

«Tendras confianza porque hay esperanza» {jb 11, 18]

2. En el segundo misterio, contemplamos a María que, a pesar de su embarazo, se pone en camino para ayudar a su pariente Isabel. A través de este misterio, te entrego mis miedos a la soledad, a la incomprensión o a el abandono.

A pesar de nuestras dolencias, podemos ayudar a quienes sufren mas que nosotros, porque consolando seremos consolados.

3. En el tercer misterio contemplamos el nacimiento del hijo de Dios en la pobreza de una gruta. A través de este misterio, entrego a la sagrada familia, la imposibilidad de recurrir a algún tratamiento por lo costoso, la preocupación por tener que pagar tantos medicamentos, el desamparo que experimento ante la fría burocracia de muchas obras sociales.

«Depositen en el todas sus preocupaciones, pues el cuida de ustedes» [pe 5,7]

4. En el cuarto misterio, contemplamos al Niño Jesús, que es presentado en el templo por sus padres.

A través de este misterio, le pido perdón y liberación a Dios por haberme apartado de la iglesia, por descuidar mi vida espiritual y por enojarme con Él, a causa de la enfermedad o de cualquier sufrimiento.

«Todo lo que han aprendido, recibido y oído de Dios háganlo…..y el Dios de la Paz estará con ustedes»[ flp 4,9]

5. En el quinto y último misterio, de gozo contemplamos al Niño Jesús que es encontrado en el templo (después de tres días de búsqueda de José y María), escuchando a los maestros.

En este misterio pedimos a María sentirnos cobijados por ella y por la iglesia, como comunidad para ser sanados del sentimiento de desamparo y depresión, y liberados del temor a cualquier tratamiento y al dolor.

«Si oyen a Dios y le sirven, acabaran felices sus días y sus años con toda tranquilidad» [jb 36,11]

JUEVES MISTERIOS LUMINOSOS

A través de los misterios luminosos, pediremos a Dios por intercesión de María, la sanación en las relaciones con los demás, y con la liberación de toda atadura que no nos dejo ser libres.

1. En el primer misterio luminoso, contemplamos el bautismo de Jesús en el rió Jordán.

A través de este misterio vamos a renovar el sacramento del bautismo.
Por el poder de tu bautismo y el nuestro, danos Señor, una nueva efusión del Espíritu Santo, y libéranos de toda influencia que el maligno haya tenido o tenga sobre nuestras vidas. Libéranos de las tentaciones de desaliento, búsqueda de poder, celos o rivalidad.
Dales a todos los laicos que te sirven en la iglesia, el deseo de renovarse cada día, para que, guiados por ti, sean constructores de la civilización del amor.

Te aseguro que el que no nace del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, es carne, lo que nace del espíritu, es espíritu. [jn3,5-6]

2. En el segundo misterio, contemplamos a Jesús que en Caná de Galilea transforma, ante el pedido de María, el agua en vino.

Te pedimos Jesús, a través de este misterio, que así como transformaste el agua en vino, transformes también en nuestros hogares, comunidades, iglesia y país, aquellos vínculos afectivos que están rotos, enfermos o heridos. muéstranos las heridas de nuestros corazones que ya están maduras para ser sanadas; danos la fuerza para perdonar las ofensas recibidas, de manera que así traigas sanación y, aquello que en nosotros había perdido su sabor y fuerza, sea transformado como el agua en vino de excelente calidad.

«María dijo a los que estaban sirviendo :hagan todo lo que él les diga» [jn 2,5]

3. En el tercer misterio, contemplamos a Jesús, que anuncia la venida del Reino, invitando a la conversión.

Por el poder de este misterio, te pedimos señor, nos concedas a todos los cristianos, el don de discernimiento, para darnos cuenta de cuales son las tentaciones que con mayor frecuencia nos roban tu alegría, y nos privan de experimentar en nosotros tu divina presencia, quita de nuestro caminar diario, todo aquello que no nos deja proclamar con el poder de tu espíritu, la venida de tu Reino, haciendo así que nuestra tarea evangelizadora se vea diluida. en este misterio, también te entregamos la convivencia en nuestros hogares y la economía familiar, para que tu las ordenes, de modo que podamos llevar tu palabra y tu amor como constructores de unidad.

«Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: «vuelvan a Dios, porque el Reino de los Cielos esta cerca» [mt 4, 17]

4. En el cuarto misterio, contemplamos la transfiguración de Jesús.

Te pedimos Señor, que así como llamabas con frecuencia a tus discípulos, a ir a un lugar apartado para orar al padre, también suscites en cada uno de nosotros el anhelo de crear cada día momentos de desierto para contemplar tu rostro, quita de nuestras vidas toda atadura de indiferencia, pereza o tibieza espiritual, que provenga de nuestra herencia familiar, o que nosotros mismos hayamos provocado por pecar, al no valorar y olvidar las bendiciones y las gracias que nos has dado en el transcurso de nuestras vidas. Libera nuestros pies y nuestros corazones de las trabas que pone el maligno, con el propósito de que no participemos con frecuencia en la santa misa y en los grupos de oración. enséñanos con tu santo espíritu a orar con poder, por las necesidades de la iglesia y del mundo entero.

«De la nube salio una voz, que dijo: este es mi hijo amado, a quien he elegido, escúchenlo»[ mt 17,5]

5. En el quinto misterio, contemplamos la institución de la sagrada eucaristía.

Por el poder de tu cuerpo y de tu sangre, te pedimos Jesús, en este misterio, que sigas liberando, protegiendo y bendiciendo, a todas las comunidades cristianas en nuestro país y en el mundo entero. a ti, que eres alfa y omega, principio y fin, te rogamos que hagas fluir la gracia presente en cada misa celebrada desde la institución de la eucaristía en la ultima cena, hasta el día de hoy, así también como el poder de tu gracia en cada misa, que en este momento se este celebrando en cualquier rincón del mundo, despierta, sana y fortalece el corazón de aquellos jóvenes a quienes estas llamando al servicio de tu altar y de tu pueblo, fortalécelos en las luchas, que sostiene y que sostendrán. dales, por nuestra oración, la fuerza para que te digan: aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad.

«Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. luego ven y sígueme.[mt 19,21].

«Jesús les dijo; yo soy el pan que da vida. el que viene a mi, nunca tendrá hambre y el que cree en mi, nunca tendrá sed» [jn6, 35]

MIÉRCOLES Y DOMINGO MISTERIOS GLORIOSOS

Por la contemplación de los misterios gloriosos pediremos a María, la sanación de la memoria, herida por el pecado y la liberación de las herencias genéticas negativas.

1. En el primer misterio glorioso contemplamos con nuestra imaginación a Jesús que, después de haber estado tres días en el sepulcro, resucita, y se presenta a María y a los discípulos.

En este misterio pedimos a Jesús por la curación intergeneracional. le entregamos a María nuestros antepasados, familiares y miembros de congregaciones que murieron con ataduras de rencores generacionales, adicciones, ocultismo y todo mal con el que hayan muerto, y que nosotros hayamos recibido, como herencia negativa.

«Si el hijo los hace libres, ustedes serán verdaderamente libres» [jn 8,36]

2. En el segundo misterio, Jesús sube a los cielos en presencia de su madre y de sus discípulos.

Pedimos a María en este misterio, ser sanados de las heridas desde la concepción, pasando por los meses que estuvimos en el vientre materno, y los traumas que pudieron producirse en el momento de nacer y las primeras horas fuera de la seguridad del vientre materno.

«Tu señor, formaste mis entrañas, me tejiste en el seno de mi madre» [sal 139].

3. En el tercer misterio, contemplamos la venida del Espíritu Santo, que se derrama en María y los apóstoles.

En este misterio entregamos a María la sanación de la primera infancia y de la niñez. especialmente le entregamos la memoria auditiva herida por gritos, palabras de desprecio, comparaciones traumáticas, etcétera.

«El amado por Dios habitara confiado cerca de Él; lo cubrirá siempre, y entre sus hombros morara» [deut 33,12]

4. En el cuarto misterio, contemplamos a María que es llevada en cuerpo y alma a los cielos.

Te entrego Madre, mi adolescencia y juventud. te pido que sanes toda esta etapa de mi vida, de modo especial mi memoria visual y mi memoria afectiva. ordena mi sexualidad, y lléname del amor que me pudo haber faltado en esta etapa de mi existencia.

«Confiesen unos a otros sus ofensas y oren los unos por los otros, para que sean sanados. la oración del justo tiene mucho poder, con tal de que sea perseverante» [sant 5,16]

5. En el quinto y ultimo Misterio, contemplamos a María que es coronada por la Santísima Trinidad, como Reina de toda la creación.

Te pido madre que sanes las dolencias espirituales, psicológicas y físicas, que pude haber recibido a lo largo de mi vida adulta. Libérame de las ataduras del pecado, de la sensación de frustración o fracaso, a causa de los problemas afectivos, laborales y de cualquier otra índole, dame mi verdadera identidad y una personalidad en proceso de constante maduración, sana mi cuerpo para el servicio de Dios; y llévate de mi corazón el miedo al futuro.

«Yahvé irá delante de ti., Él estará contigo; no te dejara ni te abandonara., no temas pues, ni te desanimes» {deut 31,8]

MARTES Y VIERNES, MISTERIOS DOLOROSOS

A través de los Misterios Dolorosos, pediremos a Dios por María, la sanación física para poder servirlo a Él en los demás, y hacer en todo su santa voluntad.

1. En el primer misterio doloroso, contemplamos la agonía que Jesús experimentó en el huerto de los olivos.

Te pedimos Jesús, que así como con la oración venciste a Satanás, que quería hacerte caer en el desanimo, la angustia y la desesperanza, también me des a mí el poder de orar con perseverancia y ser así vencedor.

En este misterio te pedimos la salud para los enfermos de cáncer.

«La oración de fe, salvará al enfermo y el Señor lo levantará» [sant 5,15]

2. En el segundo misterio contemplamos a Jesús que, atado en la columna, es azotado con látigos.

Señor que sin poder moverte por estar atado, sentías tan agudos dolores, te pedimos consueles y sanes a quienes a causa de reuma, artritis, accidentes o parálisis, no tienen la libertad de movimiento que quisieran. bendice las manos, los brazos, las piernas, los pies, la columna, las vértebras, y todas las articulaciones, músculos y huesos.

Pídele, si es el caso, que corte todas las ataduras que pudo crear el maligno, por recurrir a la superstición, al curanderismo o a la magia, y rechaza en el nombre de Cristo todas esas cosas.

«Yo haré venir sanidad sobre ti, y sanaré tus heridas, dice el Señor» [jer 30,17]

3. En el tercer misterio, contemplamos a Jesús, coronado de espinas.

En este misterio le pedimos a María que toque nuestra cabeza, como hubiera querido poder tocar la de su hijo, y poder curarlo. que nos libere de todo pensamiento de autodestrucción, de pesimismo, y de todo complejo por las consecuencias que la enfermedad pueda causar a nuestra imagen, también le entregamos a quienes sufren de problemas psíquicos, o de alguna dolencia en su cabeza, cerebro, ojos, oídos, boca, garganta, vías respiratorias y pulmones.

«Fue tratado como culpable a causa de nuestras rebeldías y aplastado por nuestros pecados, Él soportó en castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido sanados» [is 53,5] .

4. En el cuarto misterio contemplamos, a Jesús que carga con la cruz, y que es acompañado por su madre.

Señor, que al caer una y otra vez, te ibas golpeando con las piedras del camino, pero a pesar de todo, seguías adelante, sana las dolencias de quienes sufren a causa de alguna enfermedad o accidente, el deterioro de sus órganos interiores : corazón, riñones, estomago, intestinos, páncreas o ganglios, toca con tus benditas manos, cualquier órgano que deba ser sanado.

«Y estas señales seguirán a los que crean : pondrán las manos sobre los enfermos y sanarán» [mc16,17]

5. En el quinto misterio, contemplamos el amor de Jesús que se derrama desde la cruz.

Te pedimos Jesús que, con el poder de tus Santas Llagas, nos libres de toda enfermedad en la sangre, sana a los enfermos de sida, renueva nuestras venas y arterias, toca a los hermanos que necesitan diálisis. cúbrenos con tu preciosísima sangre y seremos salvados, ayúdanos a estar de pie, como María lo estuvo al pie de la cruz, siendo tu consuelo.

«Dios mismo, subiendo a la cruz, cargo con nuestros pecados, empecemos una vida santa. y por sus llagas fueron ustedes sanados» [Ped 2, 24]

Hecho por el Padre Gustavo E. Jamut Oblato de la Virgen María.
Aprobación Eclesiástica otorgada por Monseñor Ugo Puccini Banfi Obispo de la Diócesis de Santa Marta, el 14 de Mayo del 2001.


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De Bendición DEVOCIONES Y ORACIONES

Bendiciones que hacen los curas sobre imágenes y devociones

LA BENDICION DE LOS OBJETOS DESTINADOS A EJERCITAR LA PIEDAD Y LA DEVOCION.

Para la bendición de objetos destinados a ejercitar la piedad y devoción existe un rito concreto, dentro del Bendicional. Los objetos a los que nos referimos son: las medallas, las cruces, las imágenes que no han de estar expuestas en lugares sagrados (por ejemplo, una imagen o cuadro que tengamos en casa), los rosarios, los escapularios, las coronas y, en definitiva, objetos similares que se usen para la práctica de ejercicios piadosos.
Estos objetos deben ser bendecidos por el sacerdote o el diácono, por lo que no pueden bendecir estos objetos un laico. Asimismo, este rito debe hacerse fuera de la misa.
¿Y las medallas que los hermanos reciben, una vez bendecidas, cuando juran las reglas de su hermandad? Pues es obvio que también debe ser fuera de la misa, por lo que en un próximo artículo comentaremos la costumbre, no litúrgica, de la ceremonia de recibimiento de nuevos hermanos (jura de nuevos hermanos, popularmente hablando) que muchas hermandades realizan dentro de la celebración eucarística. De entrada, adelantamos que todo no cabe dentro de la misa, solo algunos ritos. Hay bendiciones que sí se pueden hacer dentro de la misa, como por ejemplo la bendición de una familia o de los esposos, de los catequistas, de un cáliz, de una patena, etc.
Principalmente en los santuarios o lugares de peregrinación que se distinguen por la afluencia de fieles, esta bendición de objetos piadosos suele efectuarse en una celebración común y puede incluirse de modo conveniente en las celebraciones que tienen lugar para los peregrinos. Si la bendición se celebra para un solo objeto, el ministro puede emplear un rito breve.
La estructura del rito largo (de esta y de las demás bendiciones) consiste en unos ritos iniciales, una Liturgia de la Palabra, con salmo y oración de los fieles y la oración de bendición, finalizando con una conclusión. El rito breve es, prácticamente, la oración de bendición.

 

ORACION DE BENDICION

(El celebrante la pronuncia con las manos extendidas)
Bendito seas, Señor,
fuente y origen de toda bendición,
que te complaces en la piedad sincera de tus fieles;
te pedimos que atiendas a los deseos de tus servidores
y les concedas que,
llevando consigo estos signos de fe y de piedad, se esfuercen por irse transformando en la imagen de tu Hijo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

 

BENDICIÓN DE UNA IMAGEN

Bendición de una imagen

Mt. 5, 1-10 o Mt. 5, 13-16.

Salmo 1.

C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y l.a tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.

Se hace un momento de oración silenciosa.

Dios todopoderoso y eterno, tú permites esculpir o pintar las imágenes de tus santos, a fin de que, al contempladas con nuestros ojos, meditemos y tratemos de imitar sus obras y sus virtudes. Por eso, te pedimos que bendigas + y santifiques esta imagen, hecha en honor y recuerdo de tu Hijo Unico, nuestro Señor Jesucristo (o de la santísima Virgen María, Madre de nuestro Señor Jesucristo, o del Apóstol san …, o de san …, o santa …).

Te rogamos que a quienes procuren, delante de esta imagen, tributar culto y honrar a tu Hijo Unico (o a la santísima Virgen María, o a este Apóstol, o a este santo o santa), por sus méritos e intercesión, les concedas tu gracia en este mundo y la gloria eterna en la Vida futura.
Por (el mismo) Cristo nuestro Señor.

P. Amén.

El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.

I

C. Dios todopoderoso y eterno, Tu permites esculpir o pintar imágenes de tus Santos, a fin de que, al contemplarlas, meditemos y tratemos de imitar sus obras y sus virtudes. Por eso te pedimos que bendigas + y santifiques esta imagen, hecha en honor y recuerdo de… (Ntro.. Señor Jesucristo, La Sma. Virgen María, San...).

Te rogamos que a quienes procuren, delante de esta imagen, tributar culto y honrar a … , por sus méritos e intersección les concedas tu gracia en este mundo y la gloria eterna en la vida futura. Por Cristo nuestro Señor.
R. Amén.

II

De Jesucristo:

C. Oh Dios, tú habitas en una luz inaccesible y nos has amado tanto que, siendo invisible, te nos has hecho visible en Cristo; mira con bondad a estos hijos tuyos, que han dado forma a esta imagen de tu Hijo, y haz que al venerarla, se vayan transformando en la realidad que esta imagen representa. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén

III

De la Virgen:

C. Oh Dios, que en la Santísima Virgen has dado a tu Iglesia una imagen de la gloria futura a la que esperan llegar tus fieles, que han elaborado esta imagen de la Santa María, alcen confiadamente sus ojos hacia ella que resplandece como modelo de virtudes para todo el pueblo de tus elegidos. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

IV

De los Santos

C. Oh Dios, fuente de toda gracia y santidad, míranos con bondad a nosotros tus servidores, que hemos dispuesto esta imagen de San N. , y haz que experimentemos la intersección de este santo, el cual convertido en amigo y coheredero de Cristo, resplandece como testigo de vida evangélica y como egregio intercesor ante ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.


BENDICIÓN DE OBJETOS DE PIEDAD Y ROSARIOS.

C. El Señor, con su bendición +, se digne aumentar y fortalecer tus sentimientos de piedad y devoción, para que transcurras sin tropiezo tu vida presente y alcances felizmente la eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

Rosario:

C. En memoria de los misterios de la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor, para honra de la Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia, sea bendecida la persona que ore devotamente con este rosario: en el nombre del Padre + y del Hijo y del Espíritu Santo.
R. Amén.


BENDICIÓN E IMPOSICIÓN DEL ESCAPULARIO.

C. Oremos: Señor nuestro Jesucristo, Salvador del género humano, santifica + este hábito que tu siervo/a ha resuelto llevar por amor a Tí y a tu Santísima Madre, la Virgen María del Monte Carmelo. Que por la intercesión de esta misma Señora sea defendido de los ataques del enemigo y persevere en tu gracia hasta la muerte. Tú que vives y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.

Y asperge el hábito con agua bendita.

Padre nuestro.

Lo impone a cada persona diciendo:

-Recibe este hábito bendito, suplicándole a la Santísima Virgen que, por sus méritos, puedas llevarlo sin mancha, te defienda de toda adversidad y te conduzca a la vida eterna.
R. Amén.

Luego continúa en general:

-Yo con el poder que me ha sido concedido, te hago partícipe de todos los bienes espirituales que, con la cooperación de la misericordia de Jesucristo nuestro Señor, propagan los religiosos del monte Carmelo. En el nombre del Padre +, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.

– Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, te bendiga +, ya que se ha dignado agregarte a la confraternidad de la Santísima Virgen del Monte Carmelo. Y a ella le pedimos que, en la hora de tu muerte, aplaste la cabeza de la serpiente infernal, y que logres al fin conseguir la palma y corona de la herencia sempiterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
R. Amén.

 

Bendición e imposición del Escapulario de la Virgen del Carmen

El sacerdote con sobrepelliz y estola blanca, o por lo menos con estola, dice;

C. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
P. y danos tu salvación.

C. Señor, escucha mi oración.
P. y llegue a ti mi clamor.

C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.

C. Oremos.

Señor nuestro Jesucristo, Salvador del género

humano, + santifica este hábito que tu siervo(a) ha resuelto llevar por amor a ti y a tu santísima Madre, la Virgen María del Monte Carmelo. Que por la intercesión de esta misma Señora sea defendido(a) de los ataques del enemigo y persevere en tu gracia hasta la muerte.
Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos.

P. Amén.

Rocía con agua bendita los escapularios y al imponerlos dice a cada uno:

Recibe este hábito bendito, suplicándole a la santísima Virgen que por sus méritos puedas llevarlo sin mancha, te defienda de toda adyersidad y te conduzca a la Vida eterna.

P. Amén.

Terminada la imposición dice:

Yo, por el poder que me ha sido concedido, te hago partícipe de todos los bienes que, con la cooperación de la misericordia de Jesucristo nuestro Señor, propagan los religiosos del Monte Carmelo. En el nombre del Padre y del Hijo + y del Espíritu Santo.

P. Amén.


BENDICIÓN DE LAS VELAS
(en el día de S. Blas – 3 de febrero)

– El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.

– Dios que en todas partes manifiesta su poder y su bondad, encomienda a la Iglesia la bendición de determinados elementos, para que todos los que los usen piadosamente se sientan atraídos hacia los bienes invisibles y bendigan a Dios, que es también admirable en sus santos.

– Oremos: Dios todopoderoso, que creaste la diversidad de las cosas del mundo, y quisiste que tu mismo Hijo se encarnara para la Redención. Tú que eres grande e inmenso, digno de toda alabanza, haces cosas admirables. Para confesar su fe en ti el glorioso Obispo y mártir S. Blas, no temiendo los tormentos, consiguió felizmente la palma del martirio. Entre otras gracias tú le diste esta prerrogativa: que por tu poder curara el mal de la garganta.

Te rogamos humildemente que no mires nuestras culpas, y por los ruegos y méritos de S. Blas, bendice + y santifica por tu admirable piedad estas candelas infundiéndoles tu gracia, a fin de que todos aquellos a quienes les fueren aplicadas en la garganta, se vean libres de cualquier mal de la misma, y alegres y sanos te rindan en la Iglesia acciones de gracias y alaben tu glorioso nombre que es bendito por los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor.

R. Amén

Y rocía las velas con agua bendita.

Luego las aplica (sin encenderlas) a la garganta de cada uno de los fieles mientras dice:

Por la intercesión de S. Blas, obispo y mártir, te libre de todo mal de la garganta y de cualquier otro mal.
R. Amén.

Conclusión del rito:

– El Señor tenga en cuenta vuestra devoción y os conceda su ayuda en cada momento de la vida.
R. Amén.

– Que con su amor os guíe y proteja aquí en la tierra y os haga llegar felizmente a la gloria celestial.
R. Amén.

-Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y permanezca para siempre.
R. Amén.

 

Bendición de las velas
(en el día de san Blas, obispo y mártir)

C. Nuestra ayuda nos viene del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.

C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.

C. Oremos.

Omnipotente y amabilísimo Dios, que creaste la diversidad de todas las cosas del mundo solamente para tu Hijo, y que quisiste que tu mismo Hijo se encarnara para la Redención. Tú, que eres grande e inmenso, digno de toda reverencia y alabanza, que haces cosas admirables; para confesar cuya fe el glorioso mártir y pontífice san Blas, no temiendo la diversidad de los tormentos, consiguió felizmente la palma del martirio: y que al mismo Santo, entre otras gracias, le diste esta prerrogativa: que por tu poder curara cualquier mal de la garganta; rogamos humildemente a tu Majestad, que no mires nuestras culpas, sino aplacado por los ruegos y méritos de san BIas, te dignes bendecir + y santificar por tu admirable piedad estas candelas, infundiéndoles tu gracia; a fin de que todos aquellos a quienes les fueran aplicadas por su buena fe, en su garganta, se vean libres de cualquier mal de la misma por los méritos de su pasión y alegres y sanos te rindan en la Iglesia acciones de gracias y alaben tu glorioso Nombre, que es bendito por los siglos de los siglos.
Por Jesucristo nuestro Señor.

P. Amén.

y se rocían con agua bendita.

Luego las aplica (sin encenderlas) a las gargantas de cada uno de los fieles mientras dice:

Que por la intercesión de san Blas, obispo y mártir, te libre Dios de todo mal de la garganta y de qua1quier otro mal. En el nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo.

R. Amén.

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A la Medalla Milagrosa DEVOCIONES Y ORACIONES Tipos especiales de Rosario

Santo Rosario de Jaculatorias de la Medalla Milagrosa

El día 27 de noviembre de 1830 la bondadosa, solícita y buena madre del cielo, le mostró a santa Catalina Labouré, con una visión, grabada con letras de oro, la jaculatoria ¡OH MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGA POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS!.

Esta jaculatoria, junto con llevar colgada al cuello la Medalla Milagrosa que también se le mostró , es promesa de la Virgen de vivir bien, morir en paz con Dios y salvarte.

Las gracias y favores que la Santísima Virgen concede a los que practican esta devoción son incontables.

Por la señal de la Santa Cruz…

Felicitemos a la Santísima Virgen por el singular Privilegio de su Concepción Inmaculada:

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea.
Pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.
A ti celestial Princesa, Virgen sagrada María
Te ofrezco, en este día, alma, vida y corazón.
Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

Atendiendo el deseo de la Virgen Santísima Milagrosa recemos con confianza y fervor las siguientes Oraciones…

PRIMERA INVOCACIÓN

Madre mía amantísima, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, en todos los instantes de mi vida acordaos de mí, miserable pecador.

Padre nuestro que estás en el cielo…
10 jaculatorias. ¡OH MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA, RUEGA POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

SEGUNDA INVOCACIÓN

Acueducto de las divinas gracias, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, concededme abundancia de lágrimas para llorar mis pecados.

TERCERA INVOCACION

Reina de cielos y tierra, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, sed mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos.

CUARTA INVOCACIÓN

Inmaculada, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, alcanzadme de vuestro Santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación.

QUINTA INVOCACIÓN

Abogada y refugio de nosotros pobres pecadores, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, asistidme en el trance de la muerte y abridme las puertas del cielo.

PEDIDO DE GRACIA Y FINAL

Pídase la gracia que por intercesión de la Santísima Virgen se desee alcanzar…
Y denle gracias por las ya obtenidas.

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN

Señor nuestro Jesucristo, que quisisteis honrar con innumerables milagros a vuestra Madre la beatísima Virgen María, inmaculada desde el primer instante de su concepción, concédenos que, implorando siempre su patrocinio, consigamos los goces eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Así sea.

SÚPLICA DE SAN BERNARDO

Acudamos a la maternal protección y amparo de la Santísima Virgen con la siguiente súplica (de San Bernardo):

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, hayan sido abandonados de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Virgen Madre de las vírgenes!, y, aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh purísima Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien escuchadlas y atendedlas favorablemente.

LA SALVE REZADA O CANTADA

Dios Te salve Reina y Madre de Miseridcordia…

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A Santa María del Espíritu Santo DEVOCIONES Y ORACIONES Misterios del Santo Rosario Oraciones Meditadas Sobre el Rosario

El Santo Rosario meditado por Santa María del Espíritu Santo

La siguiente meditación fue transmitida por la Santísima Virgen los días Lunes 27-08, 04-09 y 11-09 del Año 2000 durante sus apariciones, utilizando la voz de Marcia y permitiendo la maravillosa experiencia de que todos los reunidos aquellos días pudieran escuchar la dulzura expresiva y el amor de la Madre enseñándonos a meditar…

Ver historia de la aparición en: SANTA MARÍA DEL ESPÍRITU SANTO, ARGENTINA ( 7 DE NOVIEMBRE)

 

 

MISTERIOS GOZOSOS

Primer Misterio Gozoso
La Anunciación

“Hijitos hoy vamos a meditar los Misterios de Gozo, donde yo recuerdo parte de mi vida.
En el Primer Misterio, meditaremos en el anuncio que Dios me hizo, a través de su Ángel.
El Ángel de Señor me anunció, siendo yo una niña, que Dios me había elegido para ser Madre de su Hijo.
El Ángel me dijo que Su nombre debía ser “Jesús”. Yo no entendía esto, porque… ¿Cómo podía ser, si yo no conocía a ningún varón?, entonces el Ángel me explicó que todo sería obra de Dios. Hijitos, ¡Mi gozo fue tan grande!, aunque no entendía las palabras.
¡Ay hijos! Fui elegida por Dios para ser su Madre, siendo yo también Hija suya.
¡Ay Hijitos!, debéis creer mucho en Dios. Hijos, aunque no entendáis muchas veces lo que El quiere deciros, ¡debéis creer en El!, debéis aceptar su Voluntad, ya que siempre va a ser justa.
Hijos, pedid a Dios, que por mi intercesión, creáis, ¡creáis mas allá de las dudas! Amén, Amén.”

Segundo Misterio Gozoso
La Visita de María a su prima Isabel

“Hijitos, en el Segundo Misterio Gozoso, vamos a meditar la visita que yo le hice a mi prima Isabel.
Pues yo, también, recibí el mensaje del Angel que me dijo que mi prima, la que era considerada estéril, estaba en el sexto mes. Yo, que llevaba en mi Seno al Hijo de Dios, no pensé en Mí, enseguida, salí en ayuda de mi prima porque era ya mayor.
¡Hijos, cuántos abuelitos tenéis abandonados, cuántos hijitos!
¡Dios también a ellos los ama!
Hijitos, orad para que Dios, por mi intercesión, os conceda la Gracia de ser caritativos. Hijitos, ayudad a los mas necesitados. Amén, Amén.”

Tercer Misterio Gozoso
El Nacimiento del Niño Jesús

“Hijos queridos, en el tercer Misterio Gozoso, vamos a meditar el Nacimiento de Jesús.
¡Ay hijos queridos! ¡Que alegría la mía, al ver a mi pequeño Niño!
Fue pobre el lugar, ¡pero mucho el Amor! No teníamos muchas ropas, por eso lo envolví en pañales.
Hijitos, Jesús, siendo el mismo Dios, se hizo pobre entre vosotros.
Hijitos, Jesús, siendo Dios, nació para morir por vosotros.
Hijos queridos, ¡los Ángeles de Dios, cantaban porque había fiesta en el Cielo!
Hijitos, sed pobres, sed humildes, porque ese es el verdadero tesoro y Dios agrada.
Orad para que Dios, por mi intercesión os conceda, ser humildes de corazón. Amén. Amén”

Cuarto Misterio Gozoso
La Presentación del Niño Jesús en el Templo

“Hijitos, en el Cuarto Misterio Gozoso, vamos a meditar cuando Yo, con mi esposo José, presentamos a nuestro Niñito en el Templo.
Según la Ley de Moisés, nosotros tuvimos que presentarlo a nuestro Niño.
Allí un anciano me dijo que una espada iba a atravesar mi Corazón.
Yo no sabía que quería decirme, pero después, ¡sufrí mucho!
Hijitos, ¡cumplid los Mandamientos!
Hijos, difícil es, yo lo sé, pero Conmigo, lo podéis todo.
Pedid a Dios que por mi Intercesión, podáis hacer vida mis mensajes. Amén, Amén.”

Quinto Misterio Gozoso
Jesús es Perdido y Hallado en el Templo

“Hijitos, en el Quinto Misterio Gozoso, vamos a meditar cuando mi Niño a sus doce años, se perdió y lo hallamos luego.
Hijitos, mucha fue mi angustia al no ver a mi Niñito volver conmigo.
¡Buscamos, buscamos con José por tres largos días!
Tres días quizás, para vosotros no es nada, pues en todo momento vivís la vida como si no fuera nada. Pensáis en vuestros trabajos, en vuestras cosas, pero no pensáis en Jesús como Yo.
Hijos, vivid mas despacio, pues no es tan larga la vida, larga es, si vivís para Dios, pues nunca termina.
Cuando hallé a Jesús, quizás si, me enojé un poquito y le dije: ¿por qué hacéis esto, no veis que te buscábamos?. Y El, serio, me respondió: ¿por qué me buscabais? ¿no sabéis acaso que debo ocuparme de las cosas de mi Padre? Hijitos, pedid a Dios, que por mi Intercesión, vosotros también, os ocupéis de las cosas de Dios. Amén, Amén”.

 

MISTERIOS DOLOROSOS

Primer Misterio Doloroso
Oración de Jesús en el Huerto

“Hijos, hoy vamos a meditar los Misterios de Dolor. En el primer Misterio, vamos a meditar la Oración de Jesús, su angustia al ver el Cáliz que tenía sobre su Alma.
Hijos, Yo, como madre angustiada os diré: ¡Que Jesús sufrió mucho!. Me dirán: ¿Cómo, si Jesús era Dios? ¿Cómo El, iba a angustiarse y a sentir miedo? Pero, hijitos, El también era hombre y tenía sentimientos humanos y al ver todo, todo lo que debía sufrir, El sintió un miedo de muerte, orando en aquel monte, cuando sus amigos se durmieron y lo dejaron orando solo.
Hijitos, orad mucho. Compartid las lágrimas de El y sus gotas de sudor y de sangre, por el terror que sentía.
Hijos, pedid a Dios, que por Mi intercesión, sepáis aceptar su voluntad, por mas dolorosa que sea, siempre va a ser justa. Hijitos, acompañad a vuestro Señor y aceptadlo. Amén. Amén”

Segundo Misterio Doloroso
La Flagelación de Nuestro Señor

“Hijos, en el Segundo Misterio Doloroso, vamos a meditar en la flagelación de Jesús. ¡Hijos, tanto sufrió!¡Tantos fueron los azotes!
Hijos, hijitos, Jesús nunca se quejó y vosotros, apenas os rasguñáis, gritáis. Hijitos, mis pequeños, Jesús siendo Dios, se hizo hombre y ¡Sufrió tanto! Y El sólo amaba a quienes lo estaban golpeando y los amaba mucho, porque por ellos también iba a morir.
Hijos, comenzad a ofrecer vuestros dolores ¡tiene mucho valor! Y mi Corazón se alegra mucho, ¡mucho mis pequeños!
Mis niños, ¡Os amo, Jesús también!, por eso, pedid a Dios que por mi intercesión maternal, vosotros tengáis ganas y fuerzas para ofrecer esos dolores, que tanto bien harán a vuestra alma. Amén. Amén”

Tercer Misterio Doloroso
La Coronación de Espinas

“Hijitos, en el Tercer Misterio Doloroso, vamos a meditar, en la dolorosa Coronación de espinas que le hicieron a Mi Amado Hijo.
Hijitos, ¡Cuánto dolor! Bañado en sangre estaba Mi Hijo, cuando solo para burlarse, triplicaron el dolor.
Esas filosas espinas atravesaron la Bendita Carne del Hijo de Dios.
Hijitos, hicieron sufrir mucho a Mi Hijo, pero ¡El les pagó todo, amándolos hijitos!, con Amor, porque El vino por vosotros.
La reverencia que le hicieron, los golpes que le dieron. ¡Cómo insultaron al Hijo del Hombre! El, bajando la vista, sabía que esto era por los amados hijos del Padre, por vosotros hijitos y a Mi, vuestra Madre, me atravesaban el Corazón.
Hijitos, Yo sufría junto a mi Hijo, como una madre ama a sus hijos, ¡Yo amaba al mío!
Hijitos, vosotros matasteis a mi Hijo, pero Yo os amo tanto mis pequeños, tanto mis hijos!
Hijitos, pedid a Dios que por mi intercesión amorosa, os conceda la gracia de ofrecer todas las humillaciones que recibáis en nombre de Jesús, porque eso nos gusta mucho a Nosotros y al Padre.
Hijitos las humillaciones son algo grande para Dios y para vuestra alma. Así como Jesús las recibió y las soportó ¡vosotros también debéis hacerlo!
Amén. Amén.

Cuarto Misterio Doloroso
Jesús con la Cruz a cuestas

“Pequeños míos, en el Cuarto Misterio, vamos a meditar cuando Jesús, cargando su Cruz, se dirige al lugar de su muerte.
¡Ay hijitos, cuánto sufrí Yo también, al ver a mi Hijo moribundo, cargando su Cruz, como un Cordero!
Entre esas calles, rodeado de gente que gritaba, insultaba, como si fuera el peor.
¡Hijitos, era Dios, Dios caminaba por sus calles! El estaba pisando esta tierra.
Hijitos y vosotros pronto lo arrancaríais de aquí.
Hijitos, cayó porque estaba exhausto.
Hijitos, esa Cruz le perforaba el hombro.
Hijitos, ya había El sido tan golpeado y encima, cargaba con su Cruz.
¡El no dijo nada, nunca se quejó!
Hijos, hijitos, Yo crucé mi mirada con la suya y ¡tanto nos dijimos! Porque Yo era su Madre y El era Mi Hijo y una madre entiende a su hijo, aunque no emita ni una palabra.
¡Hijos, tanto me dijo, era tanto su dolor!
Pronto, en unas pocas horas, El ya no estaría con vosotros aquí.
¡Hijitos, hijitos!, vosotros aún no lo entendéis, muchos no creéis en aquel que dio Su vida por vosotros. Hijitos, ¿por qué creéis que Yo lloro tanto? ¿por qué creéis que Yo tanto os llamo?
Hijitos, ¡volved al Padre, creed en Jesús!
Hijos, pedid a Dios que por mi intercesión os convirtáis de todo corazón y seáis humildes, humildes como Dios quiere que seáis.
Amén. Amén”

Quinto Misterio Doloroso
Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo

“En el Quinto Misterio Doloroso, vamos a meditar ¡Mi dolor mas grande! ¡La Crucifixión y la muerte del Señor!
Hijitos, cuando Jesús llegó a Su último lugar, fue crucificado de la manera ¡Mas terrible!
Hijitos, lo despojaron de todas sus ropas. En aquel tiempo era algo muy feo, era lo peor. ¡De la manera mas violenta, tomaron sus manos y las clavaron!
¡Tomaron sus pies y los clavaron juntos! ¡Estaba terriblemente dolorido!
Levantaron la Cruz y Él, dificultosamente podía sostenerse, no podía respirar, su cuerpo se iba hacia delante y al levantarse tratando de respirar un poco aunque sea, golpeaba su cabeza contra el madero, ¡clavando aún mas las espinas!
Ahí hijitos, con el poco aire que tenía, me dio la gracia de ser vuestra Madre. Yo, era lo último que le quedaba y también Él me dio al mundo, me dio al mundo como vuestra Madre, Santísima Virgen Maria.
¡Hijitos, Jesús también lloró!
¡Hijitos, Jesús sufrió todo lo que vosotros podéis sufrir! No hay dolor que vosotros tengáis, que Él no haya sufrido. Tuvo todos los dolores.
Tuvo todos los sentimientos angustiosos. Tuvo todo hijitos, por vosotros y vosotros ¡le pagáis pecando, blasfemando! ¡Hijitos, volved a Dios, os pido!
Hijitos, no os fijéis tanto en las cosas de la tierra, que en la tierra se van a quedar.
Vosotros tenéis vuestras moradas en el cielo, donde estoy Yo, donde está mi Hijo, donde está Dios, el Espíritu Santo. Hijitos ¿Qué mas podéis querer? ¡Lo tenéis todo y no lo veis!
Hijitos, cuado Jesús gritó y se dio al Padre, ahí vosotros, volvisteis al Padre. Hijitos, cuando el velo se rompió volvisteis al Padre, porque Jesús venció a la muerte hijitos, murió para dar vida por vosotros.
Por Él, llegáis al Padre, por Mi, llegáis a mi Hijo, hijitos.
Hijitos, mis pequeños, mis corazones, pedid a Dios, que por mi intercesión amorosa, os convirtáis hijitos y debéis morir a vosotros, para que Dios sea en vosotros.
¡Entended hijitos, entended! Pedid al Espíritu que os aclare vuestras mentes y vuestros corazones, para que Dios pueda entrar en vosotros y Yo os pueda abrazar.
Hijitos, siempre os abrazo y os lleno de besos, pero vosotros no sentís porque ¡sois tan duros, sois tan duros!
Hijitos, Mi abrazo materna,¡es tan dulce! Mi corazón estuvo tan dolorido y lo está aún hoy. Vosotros me seguís hiriendo, pero Yo os sigo amando y por siempre os amaré igual.
¡Os amo mucho mis pequeños, os amo mucho!
Amén, Amén”.

 

MISTERIOS GLORIOSOS

Primer Misterio Glorioso
La Resurrección de Jesús

“Hijos, hoy vamos a meditar los Misterios Gloriosos.
En el primer Misterio Glorioso, vamos a meditar en la Gloriosa resurrección de nuestro amado Señor.
Hijos, yo estuve en soledad es por eso el primer sábado.
Hijos, cuando supe que mi Hijo había resucitado, ahí para muchos se habían aclarado las dudas.
¡Tantas cosas Él había dicho y no se entendían!
Hijos, ¡Jesús resucitó, Jesús resucitó!
Hijos, Jesús venció a la muerte y ahora vosotros tenéis vida.
Hijos, hijitos míos, amad a vuestro Señor, amad a Dios sobre todas las cosas. Amad y seréis felices.
¡Oh Hijo Mío, bendito seáis!
Pedid a Dios, que por mi intercesión maternal, vosotros glorifiquéis a vuestro Señor, en su Gloriosa Resurrección.
Amén. Amén”

Segundo Misterio Glorioso
La Ascensión de Jesús

“Hijitos, en el segundo Misterio de Gloria, vamos a meditar, la Ascensión del Señor al Cielo.
Hijitos, Jesús sube al cielo, después de dar muchos signos aunque no todos comprendieron.
Hijitos, Él os ama. Ahora está junto a Dios, junto a su Padre y desde allí Él os ve. Os ama, os acompaña.
Hijos, desde allí Él vendrá a juzgaros.
Hijitos, por eso Yo os llamo y os pido que os convirtáis, pues queda poco tiempo.
Hijitos ¡Yo lloro tanto! Y Jesús ve, ve todo hijitos.
Hijitos, el brazo de mi Hijo se hace cada día mas pesado y llegará un día, llegará el momento en que Yo ya no podré soportarlo.
Hijitos, pedid a Dios que por mi Intercesión Maternal y Amorosa, hagáis vida mis mensajes para que Yo sonría.
Amén. Amén.”

Tercer Misterio Glorioso
La Venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles

“Hijos queridos, en el tercer misterio de Gloria, vamos a meditar en la venida del Bendito Espíritu Santo.
Hijos, fue tan hermoso lo sentido en aquel día.
Obró tantas maravillas en los queridos Apóstoles de Mi Hijo.
Hijitos, muchos son los Dones que Él puede traeros a vuestra vida. Debéis pedir los Dones al Espíritu Santo, vuestra vida cambiaría.
Hijos, los Apóstoles de mi Hijo, hablaron lenguas que ellos no conocían. El Espíritu Santo enviado por mi Hijo fue para que ellos se atrevieran a evangelizar, salieron de ellos mismos y dieran a conocer todo lo de mi Hijo. Vosotros, también necesitáis que el espíritu os impulse. Solos no podéis hacer nada.
Hijitos, mis pequeños, pedida Dios que por mi Intercesión, mi Hijo os envíe al Bendito Espíritu Santo, Paráclito del Señor.
Amén, Amén”.

Cuarto Misterio Glorioso
La Asunción de la Virgen María

“Hijos, en el cuarto Misterio de Gloria, vamos a meditar en mi Asunción a los Cielos, al lado de mi Hijo Jesucristo.
Hijitos, Yo, vuestra Madre santísima, fui la primera persona que ha entrado a la casa de Dios, en cuerpo y alma.
Hijos, vuestra amada Madre, la que está sentada al lado del Señor, mi Hijo, es la que hoy os llama a volver al Padre, limpios hijitos, con corazones puros.
Hijitos, debéis ser como niños, así entraréis a la casa de Dios.
Vosotros sois todos hermanos, hijos de un mismo Padre y de una misma Madre que soy Yo.
Hijitos, esta Niña, que ha concebido al Hijo de Dios, es la que hoy os llama con todo el Corazón.
Hijos, Yo estoy en el Cielo, pero también estoy con vosotros. Yo camino con vosotros todo el tiempo, adonde vayáis, también voy Yo, nunca os dejo solos.
Hijitos, pedid a Dios que por mi intercesión, vosotros seáis como niños. Que vosotros concibáis corazones puros como el de mi Hijo y como el mío.
Amén, Amén”.

Quinto Misterio Glorioso
La Coronación de María Santísima

“Pequeños míos, en el quinto Misterio de Gloria vamos a meditar en mi Corazón como Reina y Señora de toda la creación.
Hijitos, Mi Hijo y Dios, junto con el Espíritu Santo, me dan la Gracia de ser Coronada Reina de toda la creación que Ellos hicieron.
Hijitos, vosotros sois míos también y muchos de vuestros hermanos, aún no me reconocen como vuestra Madre.
Eso no significa que Yo no los ame a ellos también. Yo soy vuestra Madre. Yo también estoy al lado de ellos, solo que vosotros sí aceptáis mis besos y mis caricias, otros no.
Hijos, a mi Hijo vuestro Señor, eso lo hiere. Porque lo que a Mi me hace feliz, también a Él y lo que a Él lo hace feliz, a Mi también.
Hijos, acá todo es amor, si vosotros estáis Conmigo amaréis mucho, nunca dejaréis a otro sin vuestra mirada y consuelo.
Hijos, Yo soy la Reina del Cielo y de la tierra.
Hijitos, pedid a Dios que por mi intercesión todos un día se den la mano y me acepten como Madre y a Mi Hijo como Rey de todo el universo.
Hijitos, esta es la última vez que Yo os daré los mensajes de esta manera.
Hijitos, hijos os digo que os amo mucho, mucho.
Hijitos, vosotros se, vosotros me amáis a Mi también.
Amén, Amén”.

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DEVOCIONES Y ORACIONES Por las Almas del Purgatorio y Fieles Difuntos

Rosario de los Difuntos

 

Este es un Rosario especial que se reza por los Difuntos.
Se usa el mismo instrumento físico del Santo Rosario.
Y se repite 5 veces para completar 50 oraciones…

 

 

 

 

rosarioporlosdifuntos

 

 

Oración inicial:

Abrid, Señor, nuestros labios; alentad nuestros corazones y limpiadlos de vanos, impuros e impertinentes pensamientos; ilustrad nuestro entendimiento, inflamad nuestra voluntad, para que, con todo nuestro corazón, meditemos los pasos de vuestra Sagrada Pasión y muerte, con los acerbísimos dolores de vuestra Madre Santísima, y merezcamos sor oídos ante el acatamiento de vuestra Divina Majestad, que vivís y reináis en todos los siglos. Amén.

En lugar del Padrenuestro se dirá la siguiente oración:

Piadosísimo Jesús mío, mira con benignos ojos las almas de los fieles difuntos por las cuales has muerto y recibido tormento de cruz. Amén.

En lugar del Avemaría se dirán las siguientes oraciones:

1. Jesús mío, por aquel sudor copioso de sangre que sudaste en el huerto, ten misericordia de las almas del Purgatorio (o del alma de N.)

2. Jesús mío, por la bofetada que recibió tu rostro venerable, ten misericordia de las almas del Purgatorio…

3. Jesús mío, por los crueles azotes que sufriste, ten misericordia de las almas del Purgatorio…

4. Jesús mío, por la corona de agudas espinas que traspasaron tu santísima cabeza, ten misericordia de las almas del Purgatorio…

5. Jesús mío, por los pasos que diste en la calle de la Amargura con la cruz a cuestas, ten misericordia de las almas del Purgatorio…

6. Jesús mío, por tu santísimo rostro lleno de sangre, que dejaste impreso en el velo de la Verónica, ten misericordia de las almas del Purgatorio…

7. Jesús mío, por la vestidura sangrienta que con violencia te desnudaron los sayones, ten misericordia de las almas del Purgatorio…

8. Jesús mío, por tu santísimo Cuerpo clavado en la cruz, ten misericordia de las almas del Purgatorio…

9. Jesús mío, por tus santísimos pies y manos clavados con duros clavos, ten misericordia de las almas del Purgatorio…

10. Jesús mío, por tu costado abierto al borde de una lanzada, de donde manó sangre y agua, ten misericordia de las almas del Purgatorio (o del alma de N.)

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DEVOCIONES Y ORACIONES Oraciones de Liberación

Rosario de la Liberación

En extrema urgencia, el Rosario de la Liberación puedes rezarlo por siete días, tres veces al día, comenzando con esta oración. Luego, lo puedes seguir rezando las veces que tu corazón te lo pida.

El rezo de cada rosario de la liberación te llevará no más de 10 minutos. También toma nota de la importancia que tiene el hecho de que al terminar de rezar este Rosario de la Liberación, habrás invocado el nombre de Jesús 205 veces.

Se recomienda que siempre que vayas a rezar por cualesquier persona deberás rezar primero un rosario de la liberación por ti mismo (a).

El Rosario de la Liberación comienza con la Oración Inicial y el Credo y termina con la Salve y la Oración Final. En cada cuenta del Padrenuestro, nosotros vamos a proclamar la Palabra de Dios: «Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres» (Juan 8,36).

ORACIÓN INICIAL

«Señor Jesús, te agradecemos que, Tú, por Tu misericordia y piedad, hayas suscitado esta oración poderosísima que produce frutos maravillosos de cura, salvación y liberación en nuestra vida, en la familia y en la vida de las personas por las que oramos.

¡Gracias, Jesús, por Tu infinito amor por nosotros! Padre Celestial, nosotros te amamos.
Padre con toda la confianza de hijos, nos acercamos a Ti en este momento y clamamos un gran derramamiento de Tu Espíritu en nuestro corazón.

¡Padre!, queremos vaciarnos de nosotros mismos para que el Espíritu Santo, pueda venir sobre nosotros. Por eso, delante de la cruz de Jesucristo, renovamos nuestra entrega total e incondicional a Ti.

Pedimos perdón por todos nuestros pecados y los colocamos ahora sobre el cuerpo llagado de Jesús.

Nosotros nos vaciamos de todas las aflicciones, preocupaciones, angustias y de todo aquello que nos haya quitado la alegría de vivir. Te entregamos nuestro corazón, en nombre de Jesús.

Padre, colocamos sobre las llagas de Jesús crucificado todas nuestras enfermedades del cuerpo, del alma y del Espíritu; las preocupaciones de y por la familia y el trabajo; los problemas de orden financiero, matrimonial y todas nuestras angustias y aflicciones.

Señor; que el poder redentor de la Sangre de Jesús venga sobre nosotros ahora para limpiarnos y purificar nuestro corazón de toda mala influencia.

¡¡¡Jesús, Ten piedad de mí!!! ¡¡¡Jesús, Ten piedad de____!!! ¡¡¡Jesús, Ten piedad de nosotros!!!

Sí, Padre, Te entregamos nuestras voluntades, flaquezas, miserias y pecados; nuestro corazón, cuerpo, mente, alma y espíritu, en fin, todo lo que somos y tenemos; nuestra Fe, vida matrimonial, familia, trabajo, vocación.

¡¡¡Llénanos con Tu Espíritu, Señor!!! ¡¡¡Llénanos con Tu poder y con Tu vida!!!
¡¡¡Ven, Espíritu Santo de Dios!!! ¡¡¡Ven, en nombre de mi Señor Jesús!!!

Ven y toma forma viva de nosotros, la palabra de Dios proclamada a través de la oración del Rosario de la Liberación y que Él opere en cada corazón la gracia de la cura, salvación y liberación, en nombre de Jesucristo, nuestro Señor, ¡¡¡Amén!!!

CREDO NICENO

Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios Verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen; y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

SI ORAMOS POR NOSOTROS MISMOS

En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús me libera,
yo seré verdaderamente libre.

En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mí!
¡Jesús, sáname!
¡Jesús, sálvame!
¡Jesús, libérame!

SI ORAMOS POR LA FAMILIA

En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a mi familia,
mi familia será verdaderamente libre.

En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, sana a mi familia!
¡Jesús, salva a mi familia!
¡Jesús, libera a mi familia!

SI ORAMOS POR UNA PERSONA

Por ejemplo, José, lo harás así:
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación),
José será verdaderamente libre.

En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, sana a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, salva a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!

SALVE

¡Dios te salve, Reina y Madre! ¡Madre de misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra! ¡Dios te salve!
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clemente! ¡Oh, piadosa! ¡Oh, dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, Te pedimos perdón por todos nuestros pecados. Pedimos, además, en Tu Nombre a Dios Padre, que Él envíe el Espíritu Santo para que derrame en nuestro corazón el don de proclamar Tu Palabra, con mucha Fe y Confianza, a través del Rosario de la Liberación.
Te pedimos, Jesús, que Tu poder se manifieste en nuestra vida, que Tú realices milagros y prodigios a través de esta poderosísima oración de Fe que no es otra cosa sino la proclamación de tu Palabra.
Amén. ¡Aleluya!

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Rosario de la Resurrección

El Rosario de la Resurrección es del P. Gustavo E. Jamut, OMV.

En el misterio de su cruz y de su resurrección, Cristo ha destruido la muerte y el pecado, ha abolido la distancia infinita que existía entre cada hombre y la vida nueva en él.

“Yo soy la resurrección y la vida proclama; quien cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mi no morirá jamás» Juan Pablo II.

RENOVANDO LA CONFIANZA EN LA DIVINA MISERICORDIA

Señor Jesús, vengo a tu presencia, reconociendo que no siempre he valorado el don de la vidaTu me has regalado el existir para que con tu gracia, fuese creciendo en vida plena, vida abundante.

Sin embargo reconozco que muchas veces he dado lugar en mi mente a pensamientos que han ido en contra de la vida sobreabundante que tu quieres proveerme:

Perdóname por los pensamientos equivocados, por los pensamientos negativos y pesimistas, por los pensamientos de juicio y condenación en contra de mis hermanos que niegan la misericordia, perdóname por aceptar los pensamientos que me han llevado al terreno de los vicios capitales.

Perdóname, pues la aceptación de estos pensamientos me han llevado a tener sentimientos negativos, perdiendo así la paz y la alegría que viene de tu amor; hablando y actuando de manera equivocada.

Hoy renuevo mi confianza en tu. Divina Misericordia y en tu perdón, pidiéndote también la gracia que a través de los misterios de la resurrección me concedas la vida nueva y abundante que quieres para mí y para las personas por quienes quiero interceder. Que así sea.

RESPONSORIO PENITENCIAL

A cada oración respondemos: – Señor ten piedad.

Por no valorar conscientemente la vida que me das:
Señor ten piedad.

Por no valorar la vida de quienes están junto a mí:
Señor ten piedad.

Por no valorar la vida de los menos favorecidos a los ojos del mundo:
Señor ten piedad.

Por no valorar y defender la vida desde el vientre materno con mayor intensidad:
Señor ten piedad.

Por no valorar la vida de los ancianos y los enfermos:
Señor ten piedad.

Por las veces que no he cuidado y fortalecido la vida espiritual:
Señor ten piedad.

Por no valorar y descuidar mi vida emocional:
Señor ten piedad.

Por no alimentar el crecimiento de la vida intelectual:
Señor ten piedad.

Por haber puesto en peligro en algunos momentos mi vida física o la de otras personas:
Señor ten piedad.

Señor Jesús, aumenta en nosotros el deseo de tener vida plena, vida abundante, a fin de que podamos ayudar a otros a amar la vida y a defenderla. Amén.

1º MISTERIO

Jesús resucitado se presenta a su Madre, la Virgen Santísima
«Jesús ha venido para dar la respuesta definiti¬va al deseo de vida y de infinito que el Padre celeste, creándonos, ha inscrito en nuestro ser» JUAN PABLO II

Petición:

En este misterio pedimos a la Virgen Santísima la gracia de la fidelidad, a fin de que, en los momentos oscuros de nuestra vida, tengamos la confianza firme en que Jesús está vivo y en que él se nos mostrará resucitado en el momento oportuno.

Nos dice Juan Pablo II:

1. Después de que Jesús es colocado en el sepulcro, María «es la única que mantiene viva la llama de la fe, preparándose para acoger el anuncio gozoso y sorprendente de la resurrección» (Catequesis, del 3-IV-96).. La espera que vive la Madre del Señor el Sábado santo constituye uno de los momentos más altos de su fe: en la oscuridad que envuelve el universo, ella confía plenamente en el Dios de la vida y, recordando las palabras de su Hijo, espera la realización plena de las promesas divinas

2. «¿Cómo podría la Virgen, presente en la primera comunidad de los discípulos (d. Hch 1,14), haber sido excluida del número de los que se encontraron con su divino Hijo resucitado de entre los muertos? Es legítimo y veraz pensar que Jesús resucitado se apareció a su madre en primer lugar. La ausencia de María del grupo de las mujeres que al alba se dirigieron al sepulcro (d. Mc 16,1; Mt 28,1), ¿no podría constituir un indicio del hecho de que ella ya se había encontrado con Jesús? Esta deducción quedaría confirmada también por el dato de que las primeras testigos de la resurrección, por voluntad de Jesús, fueron las mujeres, las cuales permanecieron fieles al pie de la cruz y, por tanto, más firmes en la fe».

3. El carácter único y especial de la presencia de la Virgen en el Calvario y su perfecta unión con su Hijo en el sufrimiento de la cruz, parecen postular su participación particularísima en el misterio de la resurrección. Un autor del siglo V, sostiene que Cristo se manifestó en el esplendor de la vida resucitada ante todo a su madre. En efecto, ella, que en la Anunciación fue el camino de su ingreso en el mundo, estaba llamada a difundir la maravillosa noticia de la resurrección, para anunciar su gloriosa venida. Así inundada por la gloria del Resucitado, ella anticipa el «resplandor» de la Iglesia.

Contemplación y reflexión:

1. Contempla a María en oración. Ella está postrada en una casita que posiblemente le han prestado, en las afueras de Jerusalén, entregando a Dios todo lo que hay en su corazón. Cuántos recuerdos afloran a su mente, cuantos sentimientos dormidos despiertan en su corazón: la promesa del Arcángel Gabriel; la efusión del Espíritu Santo, por la cual Dios se encarnó en su vientre; el nacimiento en Belén; la huida a Egipto; el Niño Jesús creciendo; sus primeros pasos; las primeras palabras; las risas y el asombro junto a José ante cada nuevo gesto de Jesús…

En todos esos recuerdos hay dolor, pero también hay agradecimiento por todo lo vivido y, sobre todo, hay esperanza. Pues tiene la certeza de que su Hijo está por resucitar.

2. Han transcurrido tres días desde la Pasión y muerte de su Hijo en la cruz. El sufrimiento ha desgarrado su corazón. Ella sabe por fe que su Hijo ha de resucitar, pero eso no la exime de experimentar el dolor mas profundo, por lo que han hecho a su amado Hijo. En medio de la dispersión de los apóstoles, ella se mantiene fiel, esperando el regreso de Jesús. En medio de la oscuridad que experimentan los discípulos, ella es la luz que anuncia la espera de la resurrección.

3. Puedes imaginar cómo, de pronto, se abre la puerta de la casa, y con los primeros rayos del sol de la mañana entra Jesús con su cuerpo glorificado.

¿Cómo habrá sido ese encuentro entre la Madre y el Hijo? ¿Cómo habrá sido la mirada entre María y Jesús? Puedes pedirle al Espíritu Santo que te conceda la gracia de sentir internamente el amor de ese encuentro.

Jesús ayuda su Madre a ponerse de pie y la abraza estrechándola junto a su pecho. Del Divino Corazón surgen rayos de luz que colman el Corazón de María de una nueva Efusión del Espíritu Santo.

Pídele a María la gracia de participar, aunque sea en parte, de la resurrección en gozo que su corazón, traspasado por el dolor, experimentó en ese momento.

4. Cuando Jesús Resucitado, se presentó a María, seguramente el alma de la Virgen volvió a entonar un cántico de gozo y alabanza, como muchos años antes había alabado a Dios al visitar a su pariente Isabel.

En ese entonces no fueron necesarias muchas explicaciones. El Espíritu Santo estaba haciendo su trabajo y dando a comprender sin palabras como el misterio de la vida se abría camino.

Tampoco ahora son necesarias las palabras. En el abrazo en el que se funden Madre e Hijo, el Espíritu se vuelca nuevamente en el alma de la Virgen y ella experimenta lo que en fe ya sabia: que Dios Padre siempre cumple sus promesas.

Sumérgete tú también en ese abrazo y deja. que el amor de Jesús resucitado y de María, restaure tu corazón.

Siente como esos rayos de luz, que surgen del Corazón abierto, pero glorificado de Nuestro Salvador, penetran en tu corazón y restaura las grietas por las cuales antes perdías la vitalidad y la alegría.

Pídele a Jesús que con su amor restaure tu identidad y fortalezca tu decisión de seguirlo y de serle fiel, de ahora en adelante, en todos los momentos de la vida.

Padre Nuestro..
10 Ave Marías…
Gloria

Oración:

«Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz: «que ilumina a todo hombre que viene a este mundo». El es el camino, la, verdad y la vida. Como tú, Madre, queremos llenamos de tu Hijo para tener vida plena y abundante y siempre decir con profunda fe: «Señor mío y Dios mío».
«Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas, las almas y socorre especialmente a las mas necesitadas de tu Misericordia», «Por el poder de tu Resurrección, libérame y sáname, Señor»

2° MISTERIO

Jesús resucitado se aparece a María Magdalena junto al sepulcro

Jesús ha salido al encuentro de los hombres, ha curado a enfermos y a los que sufren, ha liberado a endemoniados y resucitado a muertos. Se ha entregado a sí mismo en la cruz y ha resucitado, manifestándose de esta forma como el Señor de la vida: autor y fuente de la vida inmortal. JUAN PABLO II

Petición:

En este misterio entregamos a la Virgen Santísima y a Dios Nuestro Señor, todas las pérdidas que hemos experimentado él lo largo de los años, a fin de que seamos liberados de. la amargura que nos produce el recuerdo angustiante de las pérdidas no sanadas.

Nos dice el Cantar de los Cantares:

En mi lecho, durante la noche, busqué al amado de mi alma. ¡Lo busqué y no lo encontré! Me levantaré y recorreré la ciudad; por las calles y las plazas, buscaré al amado de mi alma. ¡Lo busqué y no lo encontré! Me encontraron los centinelas que hacen la ronda por la ciudad: «¿Han visto al amado de mi alma?». Apenas los había pasado, encontré al amado de mi alma. Lo agarré, y no lo soltaré

Nos dice Juan Pablo II:

Jesucristo se aparece en primer lugar a las mujeres, sus fieles seguidoras, y no a los discípulos, y ni siquiera a los mismos Apóstoles, a pesar de que los había elegido como portadores de su evangelio al mundo. Es a las mujeres a quienes por pri¬mera vez confía el misterio de su resurrección, ha¬ciéndolas las primeras testigos de esta verdad. Quizá quiera premiar su delicadeza, su sensibili¬dad a su mensaje, su fortaleza, que las había im¬pulsado hasta el Calvario. Quizá quiere manifes¬tar un delicado rasgo de su humanidad, que consiste en la amabilidad y en la gentileza con que se acerca y beneficia a las personas que menos cuentan en el gran mundo de su tiempo.

Contemplación y reflexión:

1. Contempla a María Magdalena sentada sobre la roca exterior del sepulcro, mirando el interior vacío, la cabeza apoyada sobre la dura piedra, cansada de tanto dolor, de tanta pérdida, de tanta incomprensión.
Mientras está allí quebrantada, porque se han llevado el cuerpo de su Señor, va rememorando cómo el encuentro con Jesús cambió su vida.
Ella no conocía el verdadero amor, hasta que Dios, con su delicadeza y respeto, sanó su identidad de mujer y le devolvió la dignidad perdida por el pecado.
Él le enseñó que era posible volver a empezar, y en la mirada pura y dignificadora de Jesús comenzó a verse a sí misma de un modo nuevo, diferente.

2. Cuando Jesús Resucitado se presenta a María Magdalena junto al sepulcro, ella al principio no lo reconoce. Las lágrimas cubren sus ojos y le im¬piden reconocer vivo al que aun llora por muerto.
Lo mismo te puede suceder a ti, si dejas que las lágrimas nublen tu horizonte.
Puedes perder de vista el nuevo amanecer que Dios prepara para tu vida.

Es que el momento más oscuro de la noche es antes de que el sol aparezca. Sólo la esperanza confiada nos permite seguir aguardando la llega¬da de la luz que nos trae el nuevo día.

3. María Magdalena no reconoce a Jesús, aun te¬niéndolo a su lado. Las lágrimas nublan sus ojos y el dolor su entendimiento. Esto también puede sucedemos a nosotros cuando atamos nuestros corazones a las amarguras del pasado. Entonces quedamos inmersos en cierta ceguera, pues el pensar continuamente en todo lo perdido en el pasado no nos deja abrirnos a todo lo que Dios quiere darnos en el presente y en el futuro.
Sin embargo, Jesús es el Amor, y el amor acude a sus citas. Y él no se retrasa. Por eso el Señor, en las noches más oscuras de tu vida, te pide que sigas apostando a confiar en él, en el amor que él te tiene, en el amor que. no defrauda.

4. Jesús la llama por su nombre: «María». Y al igual que se abrieron los ojos de san Pablo, después de la ceguera, se abren los ojos de María Magdalena, quien sintiendo resucitar su corazón, grita de alegría: “Rabboni” (maestro), postrándose a sus pies.
También a ti en este día, se te acerca el Señor Resucitado y te llama por tu nombre (Siente en tu interior, con los oídos del amor, la voz de Jesús. pronunciado tu nombre…)

Muchos pueden pronunciar tu nombre, pero sólo Dios, por medio de su Espíritu Santo, puede hacerlo de tal forma que haga vibrar tu corazón.
Póstrate espiritualmente ante él, entrégale el dolor por las pérdidas del pasado y del presente; y pídele en cambio que te ayude a abrir el corazón, a fin de que puedas ver en Jesús Resucitado, al Maestro de vida que te guía hacia el clarear de un nuevo día.

Padre Nuestro…
10 Ave Marías
Gloria

Oración:

Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz «que ilumina a todo hombre que viene a este mundo», El es el camino, la verdad y la vida. Como tú, Madre, queremos llenamos de tu Hijo para tener vida plena y abundante y decir siempre con profunda fe: «Señor mío y Dios mío».

Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas. de tu misericordia.
Por el poder de tu resurrección libérame y sáname, Señor.

3° MISTERIO

Jesús resucitado se aparece a Tomás y a los demás discípulos que a causa del miedo están encerrados en el cenáculo

¿Quién, sino Aquel que, siendo el autor de la vida, puede saciar el deseo que él mismo ha puesto dentro de su corazón? Él se acerca a cada uno para proponerle el anuncio de una esperanza que no engaña; él, que es al mismo tiempo el camino y la vida: el camino para entrar en la vida  JUAN PABLO II

Petición

Padre Amado, en este misterio te entregamos las puertas de nuestro corazón que aun se hayan cerradas al efecto benéfico de tu gracia.
Te pedimos que tu amor entre en nosotros y nos inunde, junto a la presencia de Jesús resucitado y al poder del Santo Espíritu; a fin de que seamos liberados de esas áreas de incredulidad, que al igual que al apóstol Tomas, no nos dejan creer plenamente en que Jesús está vivo.

Nos dice Juan Pablo II:

1. Jesús se presenta a los discípulos con su cuerpo transformado, hecho espiritual y partícipe de la gloria del alma: pero sin ninguna característica triunfalista. Jesús se manifiesta con una gran sencillez. Habla de amigo a amigo, con los que se encuentra en las circunstancias ordinarias de la vida terrena.

2. Jesús Resucitado no ha querido enfrentarse a sus adversarios, asumiendo la actitud de vencedor, ni se ha preocupado por mostrarles su ‘superioridad’, y todavía menos ha querido fulminarlos. Ni siquiera consta que se haya presentado a alguno de ellos. Todo lo que nos dice el Evangelio nos lle¬va a excluir que se haya aparecido, por ejemplo, a Pilato, que lo había entregado a los sumos sacerdotes para que fuese crucificado, o a Caifás, que se había rasgado las vestiduras por la afirmación de su divinidad…

3. A los privilegiados de sus apariciones, Jesús se deja conocer en su identidad física: aquel rostro, aquellas manos, aquellos rasgos que conocían muy bien, aquel costado que habían traspasado; aquella voz que habían escuchado tantas veces.

Contemplación y reflexión:

1. Contempla el interior del Cenáculo y los discípulos alterados por la noticia de que hallaron el sepulcro vacío. Es que en ese momento, vacíos también estaban sus corazones: vacíos de fe, de esperanza y de alegría.
Las puertas y las ventanas cerradas hacen que el lugar esté oscuro o iluminado tenuemente de manera artificial; y que el aire se haya vuelto pesado y rancio por las lámparas de aceite, pero sobre todo por el vacío y a la vez, la pesadez que sienten los discípulos. En un ambiente así se hace hasta difícil respirar.

Cuando Jesús Resucitado se presenta debe invocar sobre ellos una nueva efusión de su Espíritu de paz, diciéndoles: «La paz esté con ustedes».

Este es el Shalom que tiene como objetivo no solo saludados, sino también exorcizar el miedo y la turbación que experimentan, pues piensan que están viendo un fantasma.

Pídele al Señor que sople sobre ti en este momento y siente en tu alma como te saluda con el Shalom, de modo que su paz arroje fuera de tu mente y de tu alma lo que no te deja tener la vida plena, lo que te impide dejar vivir a Jesús resucitado en tu corazón.

2. Cuando Jesús Resucitado se presentó a sus discípulos estando el Cenáculo cerrado, tuvo que, convencerlos de que era él y no un fantasma.

Cuánta paciencia, dulzura y comprensión en las palabras y en los gestos de Jesús. Si hasta imagino que se habrá divertido un poco con la expresión de sorpresa de sus «valientes» amigos.

Por eso les dice: » ¿ Por qué se turban, y por qué se suscitan dudas en sus corazones? Miren mis manos y mis pies; soy yo mismo. Tóquenme y vean que un espíritu no tiene carne y huesos como ven que yo tengo». Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies

Además de eso, fue necesario que Jesús les pidiese algo de comer y que, delante de ellos, tomara y comiera el pez asado que le ofrecieron para que así se convencieran de que no era un fantasma ni un espíritu.

Pero aun así ellos no acababan de convencerse. Quizás tenían temor de dar lugar a la alegría y luego quedar defraudados. Se preguntarían si no sería un sueño colectivo.

Posiblemente les parecería que era demasiado bueno para ser verdad. Es que así como habían cerrado totalmente el cenáculo, también habían decidido inconscientemente cerrar sus corazones y su mente a la esperanza y a la alegría.

Pídele a Jesús resucitado que te ayude a confiar en que él está vivo y que, por lo tanto, tiene el poder de dar vida a esas áreas de tu corazón que están enfermas, agonizantes o muertas.

Entrégale la alegría y el entusiasmo perdido para que él los resucite y abre tu mente a lo que te quiera señalar.

3. Seguramente el Cenáculo tenía un aspecto antes de la aparición de Jesús Resucitado y otro aspecto tuvo después de su llegada.
Antes que él se presentara resucitado se sentía como una casa vacía y ruinosa. Las paredes y hasta los muebles estaban impregnados de la desesperanza y de la carencia de vida interior de los discípulos. Pero cuando Jesús se aparece resucitado todo se ilumina y se transforma.

Quizás en algunos momentos de tu vida, también has sentido tu corazón como una casa vacía o como un cenáculo ruinoso; quizás las heridas te han llenado de miedo y te han llevado a cerrar las puertas de tu alma a la fe, a la esperanza y al amor; y, por lo tanto, a la misma felicidad.

O quizás han sido los pecados, la culpabilidad, el sentimiento de infidelidad a Dios y a las metas de la vida, lo que te ha inundado de pesadez y rutina, haciendo que tu alma se sienta oscurecida por la falta de entusiasmo y de gozo.

Pero no importa cuantas puertas hayas cerrado, Jesús, que se ha comprometido contigo por el amor que te tiene, entra igual y te bendice a ti y a tu familia, diciendo como dijo a los discípulos: «paz a ustedes».

Con su presencia y con su palabra se abren las ventanas de tu alma para que en ella entre el aire nuevo y puro del Espíritu Santo.

4. Contempla a Jesús que te invita a acercarte a él, como lo hizo con el apóstol Tomás; mira como él extiende sus manos en las que puedes ver la marca de los clavos y como te invita a sumergir tu dedo índice en la llaga gloriosa de su mano.
Es el dedo que quizás has utilizado para acusar, señalar y condenar a algún hermano, como también lo hicieron con Jesús. Por eso es desde allí que debe entrar la sanación a tu alma.
Luego, como Tomás, pones toda tu mano en la llaga del corazón abierto de Jesús, e inundado del amor divino; caes postrado en su presencia, exclamando conmovido: «Señor mío y Dios mío».

Más fuerte que los pecados, más fuerte que la infidelidad, más fuerte que la incredulidad misma es el amor que lleva al arrepentimiento y mueve a la conversión.

Esto es tan cierto que entre los apóstoles solo uno llegó a tocar el corazón de Jesús y es Tomás, convertido de su incredulidad.

También tú, si has vivido lejos de Dios, sin sentirte parte de su pueblo, de su Iglesia; pero has tomado la decisión de comenzar de nuevo o de cambiar el rumbo, puedes hoy tocar el corazón del Maestro. Anímate, pues él ya está tocando con su gracia tu corazón.

Padre Nuestro…
10 Ave María
Gloria

Oración:

Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz «!Que ilumina a todo hombre que viene a este mundo», El es el camino, la verdad y la vida. Como tú, Madre, queremos llenarnos de tu Hijo para tener vida plena y abundante y decir siempre con profunda fe: «Señor mío y Dios mío»,

“Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”. .
Por el poder de tu resurrección libérame y sáname, Señor.

4° MISTERIO

Jesús resucitado se aparece a los discípulos de Emaús

Nosotros solos no sabemos realizar aquello para lo que hemos sido creados. En nosotros hay una-promesa, pero nos descubrimos impotentes para realizarla Sin embargo el Hijo de Dios, que vino entre los hombres, dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida» JUAN PABLO II

Petición:

Te pedimos, Señor, la gracia de comprender y experimentar que no caminamos solos en el camino de la vida, sino que tú caminas junto a nosotros. Ayúdanos a confiar en tus promesas de bendición, habla a nuestros corazones y abre nuestros ojos y nuestro entendimiento para descubrir tu presencia en nosotros y en quienes has puesto a nuestro lado.

Nos dice Juan Pablo II:

1. Hay una dificultad inicial en reconocer a Cristo por parte de aquellos a los que él sale al encuentro, como se puede apreciar en el caso de la Magdalena y de los discípulos de Emaús… Pero Jesús los lleva gradualmente al reconocimiento y a la fe. Signo de la. pedagogía paciente de Cristo al revelarse al hombre, al atraerlo, al convertirlo, al llevarlo al conocimiento de las riquezas de su corazón y a la salvación….

2. Cuando, los discípulos de Emaús, se dan cuenta, con la ayuda de Jesús, de que no se trata de otro, sino de él mismo transformado, aparece repentinamente en ellos una nueva capacidad de descubrimiento, de inteligencia, de caridad y de fe.
Es como un despertar de fe: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?»

3. Es como si a los discípulos de Emaús una luz absolutamente nueva iluminara en sus ojos incluso el acontecimiento de la cruz; y da el verdadero y pleno sentido del misterio del dolor y de la muerte, que se concluye en la gloria de la nueva vida. Este será uno de los elementos principales del mensaje de salvación que los Apóstoles han llevado desde el principio al pueblo hebreo y, poco a poco, a todas las gentes.

Contemplación y reflexión:

1. Contempla en tu interior a estos dos hombres que, desanimados y tristes, caminan desde Jerusalén hacia Emaús.
Contémplalos como los habrá contemplado el mismo Jesús. Escucha su conversación desesperanzada y sus discusiones, como las habrá escuchado Nuestro Señor, y acércate a ellos como el Maestro se acercó. Quizás ellos te reflejen algún aspecto de tu vida o de lo que estás viviendo.
Él se acerca cada día para ayudarte a caminar cuando estás cansado; él se acerca como caminante silencioso para corregir la dirección de tus pasos, cuando estás caminando de manera equivocada; él se acerca cada vez que lo llamas por su nombre.
Dile ahora: “Jesús amado, divino caminante de Emaús, acércate a mí, habla a mi corazón y enséñame tus caminos”.

2. Cuando Jesús se acercó a los dos discípulos que caminaban abatidos y tristes hacia Emaús, les preguntó, aun sabiéndolo, de qué hablaban a lo largo del camino.

También hoy te pregunta a ti: ¿De qué hablas y cómo hablas cada día, en el camino de la vida?»
Cuando ellos expresan por medio de sus palabras su pesimismo y descreimiento, él, con dulzura, los corrige y les dice:
«¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas!
¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?».
Y comenzando por Moisés y continuando con todos los Profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él.

También hoy, hay católicos que viven tristes y se la pasan discutiendo entre ellos, como si Jesús no hubiera. resucitado.
Es necesario leer las Sagradas Escrituras, abriendo la mente y el corazón para poder escuchar a Dios, quien en más de dos mil años no ha cesado de hablar para decimos que es necesario aprender a vivir.

3. Contempla también como, al llegar a la casa donde se iban a alojar, Jesús hizo ademán de seguir de largo. Pero los dos discípulos le dijeron: “Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya termina». Entonces, Jesús resucitado entró para quedarse con ellos.
También tú en este día y cada día, invita a Jesús a entrar a tu casa y a tu vida. No lo dejes seguir de largo. Insístele a tiempo y a destiempo a fin, de que entre a tu vida y cambie todo aquello que necesita ser cambiado y de lo que aún no te has dado cuenta.

4. Contempla a Jesús que se sienta a la mesa con los discípulos. Lo mismo puedes hacer tú en la celebración de cada misa. «Cuando se sentaron a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, y lo partió, y se los dio. Entonces se les abrieron los ojos, y lo reconocieron; pero él se desapareció de la vista de ellos. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos explicaba las Escrituras?»‘.

En cada celebración eucarística, al partir el Pan vivo, pon espiritualmente en el altar aquellas áreas de ceguera que aún tienes, para entregarlas a Dios, a fin de que se abran tus ojos y tu mente y, de ese modo, lo puedas reconocer en la fracción del pan.

Nos dice también el relato evangélico que:

«Los discípulos, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: ‘¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón. Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo lo habían conocido en la fracción del pan».

Al alimentarte con fe de Jesús Eucaristía desaparece el cansancio y recuperas las fuerzas, para que así como los discípulos dejaron el merecido descanso para regresar a Jerusalén y dar testimonio de lo que habían visto y oído, también tu puedas recuperar las fuerzas y proclamar a todos que Jesús está vivo.

Después de cada comunión también tú pide la fortaleza, sabiduría y elocuencia para testimoniar en tu familia, en tu trabajo, en tu barrio y en todos los ámbitos de la sociedad, que Jesús está vivo y que por Él vale la pena vivir y morir. Amén.

Padre Nuestro…
10 Ave María
Gloria

Oración:

Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz «Que ilumina a todo hombre que viene a este mundo». Él es el camino, la verdad y la vida. Como tú, Madre, queremos llenamos de tu Hijo para tener vida plena y abundante y siempre decir con profunda fe: «Señor mío y Dios mío»

Oh Jesús mío, perdona nuestras culpas. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Por el poder de tu resurrección libérame y sáname, Señor.

5° MISTERIO

Jesús resucitado se aparece a algunos discípulos junto al mar de Galilea

Según una sugestiva expresión de san Agustín, Cristo «ha querido crear un lugar donde cada hombre pueda encontrar la vida verdadera». Este «lugar» es su Cuerpo y su Espíritu, en el que toda la realidad humana, redimida y perdonada, se renueva y diviniza.

Petición:

Te pedimos, Señor, que cuando sintamos tu ausencia, sepamos confiar en que, aunque nuestros ojos no te vean y en nuestro corazón parezca que solo habitan el silencio y la aridez, tú estás presente. Que tengamos la paciencia y el amor para esperar nuevamente la pesca milagrosa y para reconocerte como Juan en la orilla de nuestras vidas a fin, de exclamar con gozo: «Es el Señor».

Nos Dice Juan Pablo II:

1. Es interesante analizar el proceso psicológico que los diversos encuentros con Jesús resucitado dejan entrever: los discípulos experimentan una cierta dificultad en reconocer no sólo la verdad de la resurrección, sino también la identidad de Aquél que está ante ellos, y aparece como él mismo pero al mismo tiempo como otro: un Cristo, transformado.

2. No es nada fácil para ellos hacer la inmediata identificación. Intuyen, sí, que es Jesús, pero al mismo tiempo sienten que él ya no se encuentra en la condición anterior, y ante él están llenos de reverencia y temor.

3. En la aparición en el mar de Tiberíades, seguida de la pesca milagrosa, que simboliza y anuncia la fructuosidad de la misión, es evidente que Jesús quiere orientar sus espíritus hacia la obra que les espera. Lo confirma la definitiva asignación de la misión particular a Pedro: “ ¿Me amas?… Tú sabes que te quiero- Apacienta mis corderos… Apacienta mis ovejas”

Contemplación y Reflexión:

1. Contempla a los discípulos que están pescando sobre la barca, la cual se mueve suavemente por el arrullo de las olas. Aun no ha amanecido y en el frío de la madrugada se respira la perplejidad pues Jesús Resucitado ya no pasa tanto tiempo con ellos. Al menos en la forma visible en que antes lo percibían.
¡Cuantas veces comenzamos a valorar los momentos en que tuvimos fervor espiritual, recién cuando nos toca atravesar etapas de aridez y sequedad!.
Imagina que tu también estas en la barca con los apóstoles. No se habla mucho; hay poco que decir. Sabemos que quien ahora tiene que hablar es Jesús. El lo hará en el momento en que crea que es mejor hacerlo. Mientras tanto esperamos y confiamos.

2. Al que creían muerto está vivo. Que alegría… pero también cuantas preguntas se elevan ahora desde sus corazones a sus mentes:
¿ Qué querrá Jesús que hagamos ahora?, se preguntan algunos de los discípulos; ¿me habrá perdonado por haberlo negado?, se pregunta Pedro, y así en sus corazones hay mas preguntas que respuestas… En sus corazones experimentan ahora mas incertidumbres que certezas.

Quizás así es mejor… cuando quisieron construir sobre «la certeza» de creerse hombres importantes y poderosos todo se desmoronó, cuando hicieron el bien para buscar el reconocimiento y el respeto de la gente, perdieron todo lo que creían tener.

Hay que comenzar de nuevo les dice el Espíritu al corazón, lo están intuyendo fuertemente. Pero ¿Cómo?… Quisieran tener todo bajo control y ahora van comprendiendo que el único al que pueden entregar el control de todas las áreas de sus vidas es a Jesús.

Quizás también nosotros, en algún momento de la vida pusimos el corazón en certezas que después con los años demostraron que no eran tan firmes…

Quizás también nosotros en algún momento construimos una espiritualidad a nuestra medida o parecer, pues no habíamos aprendido a escuchar en nuestro interior al Espíritu de Dios…

Quizás también nosotros construimos sobre arena algunas etapas de nuestra vida, en lugar de construir sobre la Roca. Pero ahora es diferente, estamos aprendiendo, lentamente, pero aprendemos… Ansiamos la venida del Maestro y que nos confirme en el llamado a seguirle y a trabajar en la construcción de su Reino a su manera y no a la nuestra.

3. Allí estamos meciéndonos en la barca junto a los discípulos, enfrascados en tantos pensamientos, cuando con los primeros rayos de un sol primaveral se ve en la orilla la silueta de un hombre.

Él eleva su voz y nos pregunta si tenemos algo que comer. El corazón de Juan intuye quién es él que pide de comer… y también tu corazón intuye ahora que Jesús ha llegado a la orilla del lago de tu vida, o bien siempre ha estado allí, pero ahora se ha hecho visible y comienzas a percibirlo de un modo nuevo.

El que te pide de comer en realidad es quien quiere darte de comer. No solo a través del trabajo que te provee el alimento que llega a tu mesa cada día, sino también él quiere alimentarte con su Cuerpo y con su Sangre.

A la pregunta: «tienen algo de comer». Alguno le responde con un seco no, producto de la natural frustración. A lo que sigue una orden de Jesús: .»Echen las redes a la derecha de la barca y encontrarán». Ellos obedecieron, y al momento se llenó de tal manera que se hacia casi (solo casi) imposible arrastrarla.

4. Juan siente que se confirman sus sospechas y expresa con gozo y admiración: «¡Es el Señor!».

¡Vé también tú con Pedro, que se arroja de la barca para no perder tiempo en llegar al encuen¬tro de Jesús!

Mira al llegar a la orilla los detalles que surgen del amor de Jesús: el fuego preparado, para disipar el frío, varios peces en las brazas y pan, para disipar el hambre.

Él no solo quiere disipar el frío y el hambre de tu cuerpo a través de bendiciones de trabajo, prosperidad y abundancia, sino que quiere también calmar el frío y el hambre de vida y de felicidad que hay en tu corazón.

Él te invita a quedarte a su lado… Tú solo con él… descansando a su lado… mirándolo a los ojos… reclinando tu cabeza en su hombro y contándole todo aquello que te quita calidad de vida, lo que te roba la paz.

Descansa en él el tiempo que sea necesario y deja mientras tanto que con su amor y su delicadeza ponga en ti la vida nueva que quiere darte… que él libere tu corazón del frío del desamor y sacie tu alma del hambre de felicidad…
Él te llama por tu nombre; y te pregunta, como lo hizo con Pedro: ¿(coloque su nombre) … Me amas? ¿Qué le respondes?. Que no sea una respuesta mecánica y obligada. deja que surja de los espacios mas profundos de tu interioridad… Siente como él te llama por tu nombre varias veces y cada vez te pregunta lo mismo: ¿me amas?… Es que Dios está sediento de tu corazón…

Entonces el te confía una misión: «Apacienta a mis ovejas»
Si, también a ti te pide que apacientes sus ovejas… no mires a lo lejos. Las ovejas que te confía están cerca de ti: son tus hijos, tus padres, tu cónyuge, tus hermanos, tus vecinos, tus compañeros de trabajo… de estudio… de comunidad,
Apacentar quiere decir: cuidar, proteger, ayudar, tenerles paciencia, dedicarles tiempo, esfuerzo, acompañar, instruir, guiar…
Deja que Jesús te muestre los rostros de quienes te envía a apacentar y siente que en esa tarea no estarás solo. El te promete: «Yo estaré contigo todos los días de tu vida»

Padre Nuestro…
10 Ave María
Gloria

Oración:

Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz que ilumina a todo hombre
Oh Jesús. mío, perdona nuestros pecados, Libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente. a las más necesitadas de tu misericordia
Por el poder de tu resurrección libérame y sáname, Señor

ORACIONES FINALES

1) Regina Coeli
V. -Alégrate, Reina del Cielo; aleluya
R. -Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya
V. -Ha resucitado, según predijo; aleluya
R. -Ruega por nosotros a Dios; aleluya
V. -Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya
R. -Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.

Oración:

Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor.
R. -Amén

2) Letanías a Jesús

A cada letanía respondemos’ «Ten misericordia de nosotros”

-Jesús, Resucitado,
-Jesús, amable,
-Jesús, admirable,
-Jesús, Dios fuerte,
-Jesús, mensajero del pIan Divino
-Jesús, todopoderoso,
-Jesús, pacientísimo,
-Jesús, obedientísimo,
-Jesús, manso y humilde de corazón
-Jesús, amante de la castidad
-Jesús, amador nuestro,
-Jesús, Dios de paz,
-Jesús, autor de la vida
-Jesús, modelo de virtudes
-Jesús, celoso de la salvación de las almas,
-Jesús, nuestro Dios,
-Jesús, nuestro refugio,
-Jesús, padre de los pobres
-Jesús, tesoro de los fieles,
-Jesús, pastor bueno,
-Jesús, verdadera luz,
-Jesús, sabiduría eterna,
-Jesús, bondad infinita.
-Jesús, camino y vida nuestra,
-Jesús, alegría de los ángeles
-Jesús, rey de los patriarcas,
-Jesús, maestro de los apóstoles,
-Jesús, doctor de los evangelistas,
-Jesús, fortaleza de los mártires,
-Jesús, luz de los confesores,
-Jesús, pureza de las vírgenes,
-Jesús, corona de todos los santos

-De todo mal, Líbranos Señor
-De todo pecado,
-De tu ira,
-De las asechanzas del demonio,
-Del espíritu impuro,
-De la muerte eterna,
-Del menosprecio de tus inspiraciones,
-Por el misterio de tu santa encarnación,
-Por tu natividad,
-Por tu infancia,
-Por tu divinísima vida,
-Por tus trabajos,
-Por tu agonía y Pasión,
-Por tu cruz y desamparo,
-Por tus sufrimientos,
-Por tu muerte y sepultura,
-Por tu resurrección,
-Por tu ascensión,
-Por tu institución de la santísima eucaristía,
-Por tus gozos,
-Por tu gloria .

-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Perdónanos, Jesús.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos Jesús.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros Jesús.

-Jesús, óyenos.
-Jesús, escúchanos
(Se repite)

Oración:

Te pedimos Señor, que quienes veneremos el Santísimo Nombre de Jesús disfrutemos en esta vida de la dulzura de su gracia y de su gozo eterno en el Cielo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

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De Sanación DEVOCIONES Y ORACIONES Tipos especiales de Rosario

Rosario de Sanación

Para implorar Sanación, Salvación, Protección y Ayuda. Para rezar en familia o en comunidad y encomendar al Padre Todopoderoso la solución a todos nuestros problemas, pero en especial, la salvación personal. Es conveniente observar una vida ejemplar acompañada de prácticas piadosas y oración.
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Un factor importantísimo en toda petición es la fe, Cristo censuró a los hombres que carecían de ella diciendo: “hombres de poca fe” Lucas 12, 28, y muchas veces realizó sus prodigios expresando “tu fe te ha salvado” Marcos 10, 52, o “Hágase en vosotros según vuestra fe” Mateo 9, 29. Sin fe no hay milagros.

Cada Misterio del Rosario de Sanación, corresponde a una orden poderosa y milagrosa, con la cual el Amado Maestro Jesús en su infinito amor, lleno de autoridad, perdonó los pecados (1º Misterio), retiró al demonio que lo tentaba (2º Misterio), curó enfermedades (3º Misterio), pidió al Padre Celestial lo librara de la mala hora (4º Misterio) y concedió la Paz a sus discípulos que le amaban (5º Misterio).

Entre cada Misterio, se repite 10 veces con cada cuenta del Rosario la jaculatoria de la Oración final del Rosario: ¡Cristo Jesús!, convierte nuestra almas para que los hombres de este siglo, y de todas las edades, podamos ser salvos.

Con cada Misterio se reza también un Gloriapatri, dedicado a las tres Divinas Personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, para adorar y glorificar a nuestro Soberano Creador.

Se inicia el rezo del Rosario de Sanación con la lectura de algunos Evangelios (uno para cada día, siete en total) que se refieren en especial a las enseñanzas dadas por el Maestro Jesús sobre el comportamiento que debemos observar con nuestro prójimo. En mi manera de sentir, debemos aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes y esforzarnos por servir a los más necesitados, si queremos hallar prontamente la gracia, la salud, el perdón y la misericordia de nuestro Padre Celestial. Para Jesús, todos las acciones que tengamos con nuestros semejantes, principalmente con los más necesitados, se las estamos dirigiendo, a Él mismo en persona. Por esta razón quién reza el Rosario de Sanación debe tener muy en cuenta su relación con los Seres creados por Dios.

También hay que tener en cuenta el desenvolvimiento en nuestros quehaceres habituales, porque siempre debemos obrar con rectitud, aunque nos cueste la estabilidad en nuestros trabajos o tengamos que recibir el desprecio de los deshonestos, como también la crítica sobre nuestro proceder, el cual es incomprendido, cuando solo se busca el bien común y no el satisfacer los apetitos personales y de enriquecimiento ilícito de terceros. El consuelo que tenemos en la vida los que creemos en Cristo y participamos de sus enseñanzas es la fe de que se cumplirán las promesas que se encuentran escritas en los Evangelios y que nos hiciera Nuestro Señor Jesucristo. Hay que perseverar aunque nos resulte doloroso.

Por la señal de la Santa Cruz…, Padre Nuestro.., Avemaría…

“Porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mateo 18, 20

DÍA PRIMERO

Lectura del Evangelio Amor a los Enemigos, Lucas 6, 27-36:
“Yo os digo a vosotros que escucháis: Amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os calumnian. Al que te hiere en una mejilla, ofrécele también la otra; a quien te quita el manto, no le niegues la túnica. Da a quien te pida, y no reclames a quien te roba lo tuyo. Tratad a los hombres como queréis que ellos os traten a vosotros. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis? También los pecadores aman a quienes los aman.
Y si hacéis el bien a los que os lo hacen, ¿qué mérito tendréis? Los pecadores también lo hacen. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tendréis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos otro tanto. Pero vosotros amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar remuneración; así será grande vuestra recompensa, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno para los ingratos y perversos.
Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso”.
P: Palabra del Señor.
R: Gloria a ti, Señor Jesús.

MISTERIOS DE LA SANACIÓN

1. R: ¡Cristo Jesús!, tu que tienes el poder de perdonar los pecados, te suplico con toda mi alma y mi corazón, porque estoy arrepentido, perdones todas mis culpas y el mal que he provocado con mi proceder.
P: “Hombre, tus pecados te son perdonados” Lucas 5,20
Rezar 10 veces entre cada Misterio la siguiente Jaculatoria:
P: ¡Cristo Jesús!, convierte nuestras almas.
R: Para que los hombres de este siglo, y de todas las edades*, podamos ser salvos.
Gloriapatri. (Una vez entre cada Misterio).
*la humanidad entera incluyendo los ya fallecidos.

2. R: ¡Cristo Jesús!, quiero ser fiel a un Dios tan bueno y justo, te imploro me liberes del acoso continuo del demonio y sus huestes, para que no caiga en la tentación y en el pecado.
P: “Retírate Satanás porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a El solo servirás”.Mateo 4,10
Rezar 10 veces la Jaculatoria y Gloriapatri

3. R: ¡Cristo Jesús!, te pido con todo mi ser restablezcas la salud de mi cuerpo y alma, cures mis dolencias, para poder servirte y adorarte todos los días de mi vida.
P: “Hija, tu fe te ha sanado, vete en paz, y queda curada de tu enfermedad”. Marcos 5, 34
Rezar 10 veces la Jaculatoria y Gloriapatri

4. R: ¡Cristo Jesús!, pongo en tus manos el peso de los problemas y preocupaciones que me angustian, en tí confío, permíteme Divino Redentor verme pronto libre de ellos para cantarte alabanzas.
P: “¡Abba! ¡Padre!¡Todo te es posible!¡Aparta de mí este cáliz! Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres Tú”. Marcos 14,36
Rezar 10 veces la Jaculatoria y Gloriapatri

5. R: ¡Cristo Jesús!, sufriendo voy por el sendero de la vida, agobiado y cansado de tanto soportar, Amoroso Cristo colma mis días de alegría y bonanza, abre mi espíritu para lo Eterno, para glorificarte noche y día.
P: “La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, os la doy yo. No se turbe vuestro corazón ni tengáis miedo”.Juan 14,27.
Rezar 10 veces la Jaculatoria y Gloriapatri

ORACIÓN FINAL: REFLEXIÓN SOBRE EL REGRESO DE JESÚS

¡Mi Buen Jesús!
¡Hijo Amantísimo del Padre Celestial!, que ofreciste tu vida para salvar a todos los hombres, al estar frente a ti, mira mi corazón contrito, avergonzado por el peso de mis culpas. Te pido Señor en este momento, con toda mi alma, el perdón para todos mis pecados y me concedas tu protección, sanación y ayuda.
¡Oh Señor de infinita misericordia y bondad!, mantén hacia mí la faz de tu rostro y así como tus sagrados pies se posan firmes sin resbalar, acrecienta mis fuerzas para no flaquear y resistir la tentación.
¡Amado Maestro!, con tu mano izquierda, apacigua y aleja de mi lado la vi
olencia que nos agobia y amenaza con destruir a todas las naciones de la tierra, mientras que con tu mano derecha, bendícenos y muéstranos el camino de la Redención. Señor! hazte presente en nuestras vidas, acude a esta súplica y detén la maldad, la mentira, la fatalidad y a todo aquel que sea instrumento del mal.
¡Si, Divino Salvador!, ruega al Padre Eterno por nosotros, para que nos liberte de las ataduras del príncipe de este mundo, derrama sobre todos tus seguidores la gracia, la salud y el perdón; señálanos el camino, para encontrar muy pronto la solución a todos los problemas que nos angustian y amenazan con destruir nuestras vidas y la paz interior.
Asimismo, como en la boda de Caná de Galilea transformaste el agua en vino, y en la celebración de la última cena con tus apóstoles transubstancializaste el pan y el vino en tu cuerpo y sangre, ¡Cristo Jesús!, convierte nuestras almas para que los hombres de este siglo, y de todas las edades, podamos ser salvos. Así sea.
¡Padre Nuestro, que estás en los cielos!, concédenos las peticiones que te hacemos con fe todas las personas que rezamos este Rosario, devuélvenos tu amistad y colma de gracia nuestra existencia con la presencia viva en nuestras vidas del Espíritu Santo, te lo suplicamos humildemente por los méritos de tu Hijo Santo, Nuestro Señor Jesucristo. Así sea….….

Dios te salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia…..
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

DÍA SEGUNDO

Lectura del Evangelio Las Bienaventuranzas, según San Mateo 5, 1-12:
“Al ver a las multitudes, subió al monte, se sentó y se le acercaron sus discípulos, abriendo entonces su boca, se puso a enseñarles diciendo:
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los dulces, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los afligidos, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por ser justos, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, persigan y, mintiendo, digan todo mal contra vosotros por causa mía. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos. Pues también persiguieron a los profetas antes que a vosotros”.

DÍA TERCERO

Lectura del Evangelio Exhortación a la vigilancia, según San Lucas 12, 35-48:
“Tened ceñidos vuestros lomos y encendidas vuestras lámparas. Sed como los criados que esperan a su amo de retorno de las bodas, para abrirle apenas llegue y llame.
Dichosos los siervos a quienes el amo encuentra vigilantes a su llegada! En verdad os digo que se ceñirá y los hará sentar a la mesa, y se pondrá a servirles él mismo. Tanto si viniere en la segunda como en la tercera vigilia; si los encuentra así, ¿dichosos ellos! Tened en cuenta que, si el amo de casa supiera a qué hora ha de venir el ladrón, vigilaría y no dejaría horadar su casa. Estad preparados también vosotros, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del hombre”.
Entonces Pedro le dijo: “Señor, esta parábola, ¿la dices por nosotros o por todos? El Señor contestó, “¿Quién es entonces el administrador fiel y prudente, para que les distribuya oportunamente la ración de trigo? ¡Dichoso el siervo ese sí, al llegar su amo, lo encuentra cumpliendo su deber! En verdad les digo que le pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si ese siervo dijere en su corazón: Mi amo tarda, y comenzase a golpear a los siervos y a las siervas, y a comer, beber y embriagarse, llegará el amo del siervo ese el día que menos lo espere y a la hora menos pensada y lo azotará y lo colocará entre los infieles. El siervo que, conociendo la voluntad de su dueño, no está preparado ni cumple su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas al que no conociéndola, hace cosas que merecen azotes, recibirá pocos. A quien mucho se la da, mucho se le reclamará; y a quien se le entregó más, más se le pedirá”.

DÍA CUARTO

Lectura del Evangelio Confianza en la Providencia, según San Lucas 12, 22-34:
“Dijo después a sus discípulos: “Por esto os digo: No os inquietéis por vuestra vida, por lo que comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué vestiréis. Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido. Mirad los cuervos: No siembran, ni siegan, no tienen despensas ni graneros, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que los pájaros! ¿Quién de vosotros a fuerza de cavilar, puede añadir un codo a su estatura? Si no podéis ni las cosas más pequeñas, ¿a qué preocuparse de las demás? Mirad los lirios del campo cómo crecen; no trabajan, ni hilan, y os aseguro que ni Salomón con todo su esplendor, se vistió como ninguno de ellos. Pues si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana se la arroja al fuego, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?.
No andéis buscando que comeréis ni que beberéis, ni estéis ansiosos. Porque son los paganos quienes buscan estas cosas con afán. Como vuestro Padre ya sabe que las necesitáis, buscad su Reino y se os darán por añadidura.
No temáis, pequeño rebaño; porque vuestro Padre se ha complacido en daros el Reino.
Vended lo que tengáis y dad limosna con ello. Haceos con bolsas que no se gasten y tesoros inagotables en el cielo, donde no se acerca ningún ladrón, ni roe la polilla, porque donde esté vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón”

DÍA QUINTO

Lectura del Evangelio Jesús, La Vid Verdadera, según San Juan 15, 1-17:
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. El quita todo sarmiento que no da fruto en mí y limpia el que da fruto para que dé más. Vosotros estáis ya limpios por la palabra que os he dicho. Seguid unidos a mí y yo a vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no está unido a la vid, así tampoco vosotros, si no estáis unidos a mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, da mucho fruto; pero sin mí nada podéis hacer. Al que no está unido a mí, se le arrojará, como el sarmiento que se seca, que lo recogen, lo echan al fuego y arde. Si estáis en mí y mis enseñanzas permanecen en vosotros, pedid cuanto queráis, y se os concederá. Mi Padre es glorificado si dáis mucho fruto y sois mis discípulos. Como el Padre me amó, así os amé yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he observado los preceptos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he dicho estas cosas, para que mi alegría esté dentro de vosotros, y vuestra alegría sea completa.
Este es mi mandamiento: Amaos unos a otros como yo os amé. Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que os mando. Ya no os llamo siervos, pues el siervo no sabe qué hace su señor; yo os he llamado amigos, porque os manifesté todas las cosas que oí de mi Padre. No me elegisteis vosotros a mí, sino yo a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca, a fin de que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Esto os mando: Amaos unos a otros”.

DÍA SEXTO

Lectura del Evangelio El Juicio Final
, según San Mateo 25, 31-46:

“Cuando venga el Hijo del hombre en su gloria con todos sus ángeles, se sentará sobre el trono de su gloria. Todos los pueblos serán conducidos a su presencia y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde el principio del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui peregrino y me acogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; preso y vinisteis a mí. Entonces le responderán los justos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos peregrino y te acogimos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?. Y el Rey les dirá. En verdad os digo que cuando lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis. Luego dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui peregrino, y no me acogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis: Entonces responderán también ellos diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o peregrino o enfermo o en prisión, y no te asistimos?. Y El les contestará: En verdad os digo que cuando no lo hicisteis con uno de esos pequeñuelos, tampoco conmigo lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna”.

DÍA SÉPTIMO

Lectura del Evangelio Promesa de la Eucaristía, según San Juan 6, 51-59:
“Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si alguien come de este pan, vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo. Discutían los judíos entre ellos, diciendo: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?” Jesús les dijo: “En verdad, en verdad os digo que si no comiereis la carne del Hijo del hombre y no bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive en mí y yo en él. Como el Padre que me envió vive y yo vivo por el Padre, así el que me come, vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo, no como el que comieron los padres y murieron. El que come este pan, vivirá eternamente”.
Dijo esto enseñando en la sinagoga de Cafarnaum”.

Creado por Jairo Donado Pinto
Aprobación Eclesiástica otorgada por Monseñor Ugo Puccini Banfi, Obispo de Santa Marta el 14 de Mayo del 2001.

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Rosario de Sanacion – Primera Parte – Cristo Jesús convierte nuestras almas.

Entrevistas Rosario de Sanación- Cristo Jesús convierte nuestras almas.


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DEVOCIONES Y ORACIONES Ecuménicas Sobre el Rosario Tipos especiales de Rosario

Rosario Ecuménico de los Milagros

El Rosario Ecuménico fue creado por un matrimonio multiconfesional. Su creador dice:

Soy luterano y mi esposa es católica. Conocí el rosario en una asociación de matrimonios católicos a la que pertenecemos. Me impresionó mucho el poder de la devoción del rosario, porque permite meditar sobre los misterios al mismo tiempo que se dicen las oraciones. Los cristianos experimentados con el rosario también pueden hacer intercesiones directas al mismo tiempo que dicen las oraciones y meditan sobre los milagros. Es una forma muy poderosa de orar, porque evita la monotonía de la oración no estructurada y permite que los cristianos disfruten de un mayor tiempo junto con el Señor para comunicarle su amor, su adoración y también las intercesiones específicas ante Dios.

En el Rosario Ecuménico de los Milagros se emplean otras oraciones (con la excepción del Padre Nuestro) y otros misterios (a los que he denominado «milagros»), pero también se reza con las cuentas del rosario habitual. En este rosario se rezan el Padre Nuestro y otras oraciones que han tenido un valor extraordinario en mis propias devociones y en el desarrollo de mi fe personal. Digo que este rosario es «ecuménico» porque las oraciones y los «milagros» están tomados directamente de la Biblia o se derivan de la Biblia. En consecuencia, todas las confesiones cristianas podrán sentirse a gusto rezando las oraciones y meditando sobre los milagros. Digo también que es un rosario «de los milagros» porque todas las meditaciones se refieren a milagros realizados por Jesús antes y después de su resurrección.

Tengo la esperanza de que esta devoción permita que católicos y protestantes puedan compartir juntos las bendiciones de rezar el rosario.

Quisiera que los católicos consideren a este rosario como una nueva devoción que se puede practicar con las mismas cuentas del rosario tradicional, al igual que la Coronilla de la Divina Misericordia que nos legó Santa Faustina, monja polaca que falleció en 1938. También deseo que los católicos entiendan que el Rosario Ecuménico de los Milagros no tiene en modo alguno la intención de sustituir al Santísimo Rosario, y es por ese motivo que consta de nuevos misterios y oraciones.

Espero que los protestantes conciban a este rosario como una vía para profundizar su vida de oración, al meditar sobre lo que hizo Jesús por nosotros y sobre la verdad de su resurrección.

Mi propósito consiste en compartir el rosario con los cristianos no católicos, para lograr una mayor unidad entre todas las confesiones cristianas. También tengo la esperanza de que este rosario se utilice en el entorno de grupos ecuménicos, como en las vigilias de oración, las celebraciones ecuménicas de Navidad y Pascuas, etc.

 

COMO SE REZA EL ROSARIO ECUMÉNICO DE LOS MILAGROS

1.    El Rosario Ecuménico de los Milagros es un conjunto de oraciones que se rezan con las mismas cuentas del rosario tradicional. Pueden obtenerse rosarios gratuitos de Family Rosary and Family Theatre Productions, en el sitio web http://www.familyrosary.org/main/rosary-rosaries-contact.php

2.    Comenzando en el crucifijo, diga el Credo de Nicea.

3.    En la primera cuenta grande, rece el Padre Nuestro.

4.    En cada una de las próximas tres cuentas pequeñas diga El Mandamiento más Importante.

5.    Diga La Gran Misión en la próxima cuenta grande.

6.  Medite sobre el primer milagro del rosario y rece el Padre Nuestro en la medalla (por lo general lleva grabada una imagen de Jesús o de la Virgen María). Las curaciones milagrosas serán objeto de meditación todos los lunes y todos los jueves del año, así como en los domingos comprendidos desde el primer domingo de Adviento hasta el domingo anterior al Miércoles de Ceniza. Los hechos milagrosos serán objeto de meditación todos los martes y todos los viernes del año, así como en los domingos comprendidos entre el Miércoles de Ceniza y el Domingo de Ramos. Las apariciones milagrosas serán objeto de meditación todos los miércoles y todos los sábados del año, así como en los domingos comprendidos desde la Pascua de Resurrección hasta el primer domingo de Adviento.

7. En cada una de las siguientes diez cuentas pequeñas (también llamadas «década» o «decenio») diga El Mandamiento más Importante mientras medita sobre el milagro. Si está rezando por primera vez el Rosario Ecuménico de los Milagros, es recomendable que lea atentamente los versículos bíblicos sobre cada milagro.

8. En la próxima cuenta grande, diga La Gran Misión. Para iniciar la próxima década, medite sobre el siguiente milagro y diga el Padre Nuestro en la misma cuenta grande en que rezó por última vez La Gran Misión. A continuación diga diez veces El Mandamiento más Importante en las siguientes diez cuentas pequeñas, y para concluir la década diga La Gran Misión en la próxima cuenta grande. Las siguientes tres décadas siguen el mismo procedimiento.

9. Una vez terminadas las cinco décadas, concluye el rosario.

10. Para terminar, diga en la medalla la Oración de Jesús.

 

ORACIONES INCLUIDAS EN EL ROSARIO ECUMÉNICO DE LOS MILAGROS

1) Credo de Nicea

Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador  del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo,

y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre

y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado,

y resucitó al tercer día, según las Escrituras,

y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;

y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo-en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.

2) El Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Tuyo es el Reino, el Poder y la Gloria por siempre.
Amén.

3) El Mandamiento más Importante

Dulce Jesús, te amo con toda el alma y el corazón. Ayúdame a servir a mi familia y a todos los demás que vea en el día de hoy.

En esta oración se intenta reflejar lo que aparece en las Sagradas Escrituras con respecto al mandamiento más importante de Jesús. Puede verse en Mateo 22:34-40.

4) La Gran Misión

Oh, Señor, sé que siempre estás conmigo; ayúdame a obedecer tus mandamientos y condúceme a compartir mi fe con los demás para que ellos te conozcan y te amen.

En esta oración se intenta reflejar lo que aparece en las Sagradas Escrituras con respecto a la gran misión. Puede verse en Mateo 28:16-20.

5) La Oración de Jesús

Señor Jesucristo, Hijo de Dios: apiádate de mí, que soy pecador.

 

LOS MISTERIOS O MILAGROS

A continuación aparecen los milagros sobre los que se medita al rezar las oraciones del Rosario Ecuménico de los Milagros. Cada uno de ellos corresponde a distintos días o a distintos momentos del año.

A. Curaciones milagrosas (para los lunes, jueves y domingos desde el primer domingo de Adviento hasta el domingo anterior al Miércoles de Ceniza)

1. Jesús cura al criado del centurión (Lucas 7:1-10 y Mateo 8:5-13)

2. Una mujer toca el manto de Jesús (Lucas 8: 43-48, Marcos 5:25-34 y Mateo 9:20-22)

3. Jesús cura al ciego con barro (Marcos 8:22-26)

4. Jesús resucita a Lázaro de entre los muertos (Juan 11:17-44)

5. Jesús cura a diez leprosos (Lucas 17:11-21)

B. Hechos milagrosos (para los martes, viernes y domingos entre el Miércoles de Ceniza y el Domingo de Ramos)

1. Jesús convierte el agua en vino (Juan 2:1-11)

2. Jesús calma la tempestad (Mateo 8:18, 23-27, Marcos 4:35-41 y Lucas 8:22-25)

3. Jesús alimenta a los cinco mil (Mateo 14:15-21, Lucas 9:12-17, Juan 6:4-13 y Marcos 6:35-44)

4. Jesús camina sobre el agua (Marcos 6:47-52, Mateo 14:24-33 y Juan 6:16-21)

5. La higuera seca (Marcos 11:19-25, Mateo 21:19-22)

C. Apariciones milagrosas (para los miércoles, sábados y domingos desde la Pascua de Resurrección hasta el primer domingo de Adviento)

1. El Espíritu Santo encarna a Jesús en el seno de la Virgen María (Lucas 1:26-56)

2. La transfiguración (Mateo 17:1-8, Lucas 9:28-36 y Marcos 9:2-8)

3. Jesús aparece ante María Magdalena (Juan 20:11-18 y Marcos 16:9-11)

4. Jesús aparece ante el incrédulo Tomás (Juan 20:26-31)

5. Jesús aparece ante Pablo (Hechos 9:1-19)

Fuente: http://www.ecumenicalrosary.org/

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