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La maravilla arquitectónica de la catedral de San Basilio en la Plaza Roja de Moscú

Rusia celebra el 450 aniversario de la Catedral de la Intercesión de la Virgen en el Montículo o del Manto, más conocida como San Basilio, cuyas cúpulas acebolladas son la tarjeta de visita del país. La catedral, situada en uno de los extremos la Plaza Roja en Moscú, es actualmente una filial del Museo Histórico de Moscú y sigue acogiendo servicios eclesiásticos ortodoxos.

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Una de las joyas más representativas y llamativas de la historia y arquitectura rusa, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la catedral fue consagrada solemnemente el 12 de julio de 1561 una vez terminada su construcción que duró cinco años.

La construcción de la catedral fue ordenada por el zar Iván el Terrible entre 1555 y 1561. En 1588 el zar Fiodor Ivanovich ordenó que se agregara una nueva capilla en el lado este de la construcción, sobre la tumba de San Basilio el Bendito, santo por el cual se empezó a llamar popularmente la catedral.

Vista de la Plaza Roja
Vista de la Plaza Roja

El templo consta de 9 iglesias. La torre más alta está en centro y mide 47,5 m.
El concepto inicial era construir un grupo de capillas, cada una dedicada a cada uno de lo santos en cuyo día el zar ganó una batalla, pero la construcción de una torre central unifica estos espacios en una sola catedral.

Detalle de sus Torres en invierno
Detalle de sus Torres en invierno

 

LAS LEYENDAS SOBRE SU CONSTRUCCIÓN

El proyecto, envuelto en numerosas leyendas, fue ordenado por el zar Iván el Terrible para glorificar su victoria sobre el Kanato de Kazán.
Una de las leyendas dice que la catedral es una copia de una mezquita en Kazán, que fue destruida por Iván el Terrible, enfadado por la resistencia que ofrecieron los habitantes de la hoy capital tártara a las tropas del zar.

Se cree que entonces las cúpulas de aquella mezquita derrumbada fueron trasladadas a Moscú y simbolizaron la victoria del zar sobre Kazán.

Otra leyenda dice que el zar dejó ciego al arquitecto de la catedral, Póstnik Yákovlev, nada más terminada la construcción de la obra, para que no construyese nada que superara en belleza a la catedral.

Por otro lado, los que refutan esa leyenda se basan en que posteriormente Yákovlev construyó otros complejos arquitectónicos, por ejemplo, el Kremlin de Kazán, cosa que, de ser ciego, no habría hecho nunca.

La Catedral en la Plaza Roja de Moscu nevada
La Catedral en la Plaza Roja de Moscu nevada

 

¿DE DÓNDE LE VINO EL NOMBRE DE “SAN BASILIO”?

Ya en la época en que se estaba edificando, vivía en la obra un hombre llamado Vasili (Basilio), que era un “blazhenny”, un “bienaventurado”, como se llama en Rusia a los “locos de Dios”. Tenía fama de santo y era muy respetado y venerado por el pueblo como tantos otros similares a él a lo largo de Rusia. Desde jovencito contaba con un especial don de clarividencia, se negaba a dormir bajo techo, iba todo el año desnudo y descalzo, y llevaba cadenas de penitente (que hasta hoy adornan su sepulcro en una de las capillas de “su” templo).

Decían que la única persona a la que temía el feroz Iván el Temible era al santo loco Vasili. Cuando murió el santo, fue enterrado en el cementerio de la iglesia de la Santa Trinidad en el Foso. El zar y sus boyardos portaron personalmente el ataúd y el patriarca metropolita de Moscú ofició la ceremonia.

Mientras se acababa de construir la nueva iglesia del Manto de la Virgen, corría la voz sobre los milagros que ocurrían en torno a la tumba del loco Vasili.

Finalmente, en 1588 se edificó una capilla anexa a la iglesia del Manto de la Virgen, donde trasladaron los restos de Vasili colocados en un cofre de plata, y el Patriarca Job beatificó al taumaturgo, asignando el día de su muerte, el 2 de agosto, para su veneración y memoria.

Interior
Interior

 

LA SIMBOLOGÍA DEL PRIMER EDIFICIO: LA NUEVA ROMA Y LA JERUSALÉN CELESTIAL

El edificio que hoy admiran los turistas adquirió su aspecto actual en el s. XVIII, cuando, tras un gran incendio, fue restaurado y acogió los altares de otras 15 pequeñas iglesias que se quemaron en la Plaza Roja. En el incendio perdió sus16 cúpulas menores. Fue durante esta restauración que el templo adquirió su característico policromado.

Pero durante el siglo XVI y XVII el edificio era más grande. En realidad, primero, Iván el Temible edificó varios templos de madera dedicados a los santos en cuyos días él había obtenido victorias considerables sobre los tártaros. Más tarde, el metropolita Macario propuso construir un único templo con ocho capillas coronadas por el chapitel del Manto de la Virgen, que es lo que se realizó.

Servicio religioso
Servicio religioso

En la composición de la catedral se recoge toda la trama profunda de la Salvación: desde la Entrada del Señor a Jerusalén, donde Él redimirá a la humanidad , la reunirá en una Iglesia Santa fundada por Él, bajo la protección de la Santísima Virgen que intercede ante el trono de la Santísima Trinidad, y a través de la Iglesia se abrirá el camino al Reino de la Santa Trinidad, la Jerusalén Celestial.

Se buscaba plasmar la idea nacional de Moscú como una Tercera Roma (después de la italiana y de Constantinopla), representada en la imagen arquitectónica de la nueva Jerusalén, el Reino de Dios descrito en el Apocalipsis de San Juan. No sólo era un lugar para culto, era un icono en sí hecho en piedra.

Sus ocho cúpulas rodeando al chapitel central formaban en el plano dos cuadrados superpuestos recordando una estrella de ocho puntas. El ocho es el número que simboliza “el octavo día”, el día de la Resurrección de Cristo, y el Reino de los Cielos ( “el reino del siglo octavo”, o “el reino octavo”) que llegará tras la segunda venida de Cristo, después de que termine la historia terrenal, unida al número apocalíptico 7.

El cuadrado representa la firmeza y constancia de la fe y simboliza el Cosmos, sus cuatro lados iguales representan cuatro partes del mundo, cuatro vientos del universo, cuatro puntas de la cruz, cuatro evangelios canónicos, cuatro evangelistas, cuatro muros equiláteros de la Jerusalén Celestial. Los cuadrados sobrepuestos significan la proclamación de los Evangelios a los cuatro vientos, o sea, a todo el mundo.

Variedad de Iconos
Variedad de Iconos

La estrella de ocho puntas nos recuerda también la Estrella de Belén que indicó a los Reyes magos el camino hacia el Niño Dios, Salvador del mundo, y simboliza a toda la Iglesia cristiana como una estrella guía en la vida humana hacia la Jerusalén Celestial.

La estrella de ocho puntos además es el símbolo de la madre de Dios, la reina de la Iglesia y de los Cielos. En la iconografía ortodoxa la Virgen está representada cubierta por un maforio (como se llama el manto que cubre la cabeza y los hombros) con tres estrellas de ocho puntas, en los hombros y en la frente, como recuerdo de su virginidad antes, durante y después de dar a luz a Cristo.

En el siglo XVI y XVII la catedral del Manto contaba con 25 cúpulas, 9 principales y 16 menores, levantadas alrededor del chapitel central, capillas y el campanario. No tenía muchos colores como hoy. Era rojiblanca, y las cúpulas acebolladas eran doradas. El conjunto simbolizaba el Trono Celestial rodeado de los 24 ancianos del Apocalipsis, con coronas de oro (las cúpulas) en las cabezas y revestidos de blanco.

Otra lectura presentaría las 25 cúpulas como símbolo de 13 himnos kontakions y 12 himnos ikos que alaban a la Virgen, akathistos canónicos que se leían en la liturgia cuaresmal en honor a la Madre de Dios.

La galería interior que rodeaba la catedral, pintada con ornamentos florales que recordaban el Edén, en su plano representa una cruz de 12 puntas, lo que corresponde a las 12 puertas en la muralla de la Jerusalén Celestial.

Decorado interior
Decorado interior

Por toda esta simbología que remitía a la Jerusalén Celestial, en las crónicas y correspondencia privada y diplomática de los extranjeros a la corte rusa y en los documentos de la época no encontramos menciones a ninguna “catedral de San Basilio”, ni “templo del Manto de la Virgen”. En la crónica del conocido viajero y científico alemán Adam Olearius “Descripción del viaje a Moscovia y a través de Moscovia a Persia y de vuelta” (primera edición 1647), leemos estas líneas:

“Fuera del Kremlin, en Kitay-gorod, a mano derecha de las grandes puertas del Kremlin, se erige la artísticamente construida iglesia de la Santa Trinidad, el constructor de la cual, al terminarla, fue cegado por el tirano, para que en el futuro no construyera nada parecido. Aplicadamente copiada imagen de la cual pongo arriba”

Y más abajo, hablando de la misma iglesia del grabado, dice. “la procesión que se dirigía del Kremlin hacia la iglesia de Jerusalén, iba en tal orden…“
En varios documentos de la época leemos este nombre que no llegó a nuestros días: en esa época se le llamaba “la iglesia de Jerusalén”.

Patios internos
Patios internos

 

NO PUDIERON CON ELLA NI NAPOLEON NI STALIN

El destino de la catedral es un paradigma de los dramáticos giros de la historia rusa, cuando las obras de arte eran destruidas por capricho de los nuevos gobernantes, quienes consideraban que esas ya no se correspondían con la nueva realidad.

De hecho, la catedral estuvo a punto de ser borrada del mapa en varias ocasiones a lo largo de los últimos 450 años.

Decoración de paredes
Decoración de paredes

Por ejemplo, durante la invasión de Napoleón, quien al darse cuenta de que nadie le iba a entregar las llaves del Kremlin ya que los rusos habían abandonado y supuestamente incendiado la ciudad, tuvo que dejar Moscú y, frustrado, dispuso destruir la catedral. Pero, al parecer, las tropas franceses llevaban prisa y no pudieron acabar con el complejo.

En otra ocasión, ya en el siglo XX, uno de los colaboradores más fieles a Josef Stalin, Lázar Kaganóvich, le propuso al dictador soviético que diera la orden de destruir la iglesia, al igual que a muchas otras que fueron derrumbadas por el régimen ateísta soviético.

Dicen que a la hora de tratar de persuadir a Stalin de que la catedral impedía pasar a las tropas durante los desfiles militares en la Plaza Roja, Kaganóvich mostró una maqueta de la plaza y arrebató las pequeñas torres del complejo.
Stalin, dice la leyenda, quedó perplejo al instante y luego le espetó: ‘¡Que vuelvas a colocarlas ahora mismo!’.

Pese a que la ideología bolchevique se manifestaba en contra de la religión como ‘un vestigio del pasado’ de la burguesía zarista, fue en el siglo XX cuando más trabajos de reparación y mantenimiento se hicieron en la catedral.

Iconoctasio
Iconoctasio

Ni las ambiciones de uno de los conquistadores más grandes de la historia ni tampoco los prejuicios de uno de los regímenes más sangrientos, la URSS, pudieron condenar al olvido esa parte del corazón de Moscú.

Google ha lanzado en todo el mundo el primer doodle de julio aprovechando la efeméride más importante del día. La Catedral de San Basilio cumple 450 años y el buscador más utilizado del planeta se lo recuerda a sus usuarios con un doodle en el que un dibujo de la Catedral sustituye a la letra L del logotipo de Google.

Fuente: Forum Libertas y otras

 

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Testimonios históricos del cristianismo en Jordania

Una zona hoy asediada por el terrorismo islámico.
Hoy Jordania está bajo amenaza de ser el próximo objetivo del nuevo Califato del Estado Islámico creado con partes de Siria e Irak. Ver aquí. Por eso, creímos conveniente hacer un pequeño viaje para mostrar lo que una vez fue un lugar judeo cristiano. Jordania acoge en su territorio un auténtico tesoro histórico y arqueológico para los cristianos. Muchos lugares santos bíblicos se encuentran en este país.

 

betania lugar bautismo

 

Cuando el peregrino cristiano viaja a Tierra Santa, normalmente se limita a recorrer los lugares santos de Israel y Palestina, olvidándose de que Jordania también es Tierra Santa y que aquí se encuentran algunos de los lugares más importantes citados en el Antiguo y el Nuevo Testamento.

 

MONTE NEBO 

Ante la orilla oriental del mar Muerto se elevan las imponentes montañas del Moab o “de Abarim”. Una de las cimas de este sistema montañoso es el monte Nebo. Para llegar a él hay que salvar un desnivel desde los 422 metros por debajo del nivel del mar a los 817 metros del monte Nebo.

Dice el libro Deuteronomio:

“Aquel mismo día, el Señor dijo a Moisés: ‘Sube a esa montaña de los Abarim, al monte Nebo que está en el país de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que yo doy en propiedad a los israelitas. Tú morirás en la montaña a la que vas a subir e irás a reunirte con los tuyos, como tu hermano Aarón murió en el monte Hor y fue a reunirse con los suyos’”.

El monte Nebo es, por lo tanto, el lugar donde murió Moisés y desde donde contempló la tierra de Canaán antes de morir.

Como pasa con muchos otros lugares bíblicos, no se sabe a ciencia cierta dónde se situaba el monte Nebo citado en este texto. Pero una tradición muy antigua lo ubica en este lugar de los montes Abarim, frente al mar Muerto.

Encontramos aquí un memorial que rememora la entrada del pueblo de Israel en la tierra prometida y la muerte de Moisés, junto con una iglesia católica custodiada por los franciscanos y construida sobre los restos de otra iglesia que data del siglo VI después de Cristo. Esta primera construcción se descubrió en el año 1933 y conserva en buen estado parte del ábside, muros laterales, algunas columnas y un rico mosaico en el suelo. A este lugar vinieron los Papas Juan Pablo II en el año 2000, y Benedicto XVI en 2009.

Desde el mirador habilitado junto al ábside de la iglesia se contempla una espectacular vista del mar Muerto, el valle del Jordán y el desierto de Judea. Ante los ojos del peregrino se extiende toda la Tierra Santa que Moisés contempló antes de morir. De noche incluso se pueden ver las luces de Jericó y Jerusalén.

 

LUGAR DEL BAUTISMO DE JESÚS 

El río Jordán es como una grieta verde que con la vegetación de sus riberas rompe la monotonía ocre del desierto de Judea, atravesándolo de norte a sur desde el mar de Galilea hasta el mar Muerto, y marcando la línea fronteriza entre Israel, los territorios palestinos y Jordania. Unos kilómetros antes de desembocar en el mar Muerto se encuentra el lugar del bautismo de Jesús.

Tanto Israel como Jordania se disputan el punto exacto: los israelíes defienden que se encuentra en la orilla occidental del río, mientras que los jordanos argumentan que está en la orilla oriental. Las evidencias arqueológicas y la tradición parecen dar la razón a los jordanos. No en vano Juan Pablo II visitó la orilla jordana al igual que hizo recientemente el Papa Francisco.

Para un peregrino cristiano, la orilla jordana del río Jordán es un punto de partida más que apropiado para iniciar una peregrinación por Tierra Santa. Hasta hace poco, visitar este lugar no era posible, pues era una zona militarizada: el río marca la frontera entre Jordania e Israel. Hoy, sin embargo, la zona está abierta al público y habilitada para el acceso de peregrinos, aunque sigue habiendo soldados jordanos a poco más de un tiro de piedra de los soldados israelíes, que vigilan con aspecto de estar un poco aburridos desde la orilla de enfrente.

A diferencia del lado israelí, en la orilla jordana podemos encontrar multitud de restos arqueológicos que demuestran que “su” lugar del bautismo, en Betania de Transjordania, fue un punto de peregrinación cristiana desde los comienzos del cristianismo.

Betania de Transjordania ya era un lugar santo antes de los tiempos de Jesús: en esta área se encuentra la llamada colina de Elías, donde la tradición sitúa el punto donde Elías subió al cielo en un carro de fuego. Por eso no es coincidencia que fuera aquí donde bautizaba Juan el Bautista.

En las excavaciones arqueológicas emprendidas desde mediados de los años noventa del siglo XX, se han encontrado restos de cinco iglesias bizantinas construidas a partir del siglo V, como la de san Juan el Bautista, construida en tiempos del emperador Anastasio (491-518 d.C.). De ella parte una escalera de piedra que desciende hasta una piscina que recibe agua del Jordán, donde los peregrinos se sumergían para recibir el bautismo. En las cercanías de estas cinco iglesias podemos encontrar otras piscinas bautismales y cuevas en las que vivían los ermitaños.

También san Juan Bautista vivía en una cueva excavada en la piedra, muy cerca de la colina de Elías. La cueva de san Juan Bautista, a la que con frecuencia acudía Jesús, se ha podido identificar gracias a los restos de una iglesia bizantina construida junto a ella en el siglo V y cuyo ábside está curiosamente excavado en la roca. La iglesia, la primera construida al Este del río Jordán, pertenecía a un conjunto monástico del que formaban parte otras iglesias, un de las cuales ha recibido recientemente el nombre del Papa Juan Pablo II.

En el área de Betania de Transjordania se están construyendo hoy nuevas iglesias católicas, ortodoxas y protestantes, lo que demuestra la preferencia del cristianismo por el probable lugar jordano del bautismo de Jesús frente al hipotético lugar israelí.

 

MADABA

Muy cerca del monte Nebo (a 86 kilómetros al sur de Ammán), se encuentra la ciudad de Madaba, citada en la Biblia en el libro de los Números. Se trata de una de las ciudades más antiguas del mundo, habitada de forma ininterrumpida al menos desde hace 4.500 años. Después de estar bajo poder moabita y nabateo, la ciudad se incorporó al poder romano tras la conquista por el emperador Trajano de la que después sería la provincia romana de Arabia en el año 106 después de Cristo.

En la ciudad experimentaron una rápida expansión las comunidades cristianas que empezaban a introducirse en Arabia, y muchos de los cristianos murieron mártires durante las persecuciones de Diocleciano. Durante el período bizantino, Madaba experimentó un importante desarrollo. En esa época, entre los siglos V y VII después de Cristo, se construyeron numerosas iglesias cuya principal característica eran los suelos cubiertos por complejos y ricos mosaicos.

A pesar de los vaivenes de la historia y de los numerosos enfrentamientos bélicos que se sucedieron en esta región, la comunidad cristiana de Madaba es la más importante del país y una de las más importantes de Oriente Medio.

Madaba es hoy un centro de peregrinación cristiano. Sobre todo por el mapa de Tierra Santa y Jerusalén que se encuentra en el mosaico de la iglesia ortodoxa griega de San Jorge. En él se encuentra la representación cartográfica más antigua que se conserva de Jerusalén (del año 560 después de Cristo) y Tierra Santa.

En el mapa podemos identificar elementos de la ciudad bizantina como el cardo romano, la basílica del Santo Sepulcro, las murallas o el monte Sión. Asimismo, se pueden reconocer algunos elementos de Tierra Santa como el río Jordán, la ciudad de Jericó, el mar Muerto o la ciudad de Belén. La iglesia se encuentra en pleno centro histórico de la ciudad y se construyó en el año 1897. Durante las obras quedó al descubierto este mosaico, perteneciente a una iglesia bizantina.

El mosaico se hallaba bastante dañado en el momento de su descubrimiento. Muchas de sus representaciones habían sido eliminadas tras la conquista persa en el siglo VIII y durante la dominación Omeya. Además, un terremoto en el año 746 dejó muy dañado el suelo sobre el que se extiende. Por si eso fuera poco, tras la construcción de la actual iglesia, el mosaico también sufrió algunos desperfectos debido a las actividades cotidianas del culto y por algunos incidentes. Pese a todo, ha llegado hasta nuestros días en un razonable buen estado de conservación. En la actualidad está restaurado y protegido.

 

LA CUEVA DE LOT

En el entorno del mar Muerto, en una pared rocosa cerca de la orilla, el peregrino que recorra Jordania siguiendo las huellas de la Biblia y del cristianismo primigenio podrá encontrarse con una grata sorpresa: la cueva de Lot.

Se trata de un lugar único por su historia, sus restos arqueológicos, su entorno natural y su situación, con unas vistas sobre el mar Muerto y el desierto de Judea como en pocos sitios se pueden contemplar. La cueva se encuentra junto a una planicie donde algunas fuentes sitúan a las bíblicas Sodoma y Gomorra, destruidas por Dios por la impiedad de sus habitantes.

Cuenta la Biblia cómo tras huir de forma precipitada de la ciudad de Sodoma, Lot, sobrino de Abraham que vivía en la ciudad, se refugió en un pequeño poblado llamado Soar que fue indultado por Dios. Al día siguiente, Lot contempló la destrucción de Sodoma y Gomorra; sintió miedo de quedarse en Soar, subió a la montaña con sus dos hijas y se instaló en una caverna.

La cueva que podemos visitar a orillas del mar Muerto es, presuntamente, la que dio refugio a Lot y sus hijas. Aunque pueda parecer poco verosímil la identificación de esta cueva (una de las muchas que hay a lo largo de ambas orillas del mar Muerto) con la caverna de Lot, existen algunas evidencias arqueológicas que indican que, con independencia de que sea o no la cueva de Lot, los cristianos han venerado este lugar como lugar santo desde los inicios del cristianismo. La prueba más evidente son las ruinas, en aceptable estado de conservación, de una iglesia bizantina construida junto a la cueva.

Cuando llego al área arqueológica me encuentro con que se encuentra cerrada al público. Sin embargo, no resulta difícil convencer al guarda de que me permita acceder después de prometerle una pequeña contribución económica. Incluso sirve de guía. Subimos por una rampa bajo el sol del verano hasta llegar a las ruinas de la iglesia bizantina.

Es una pequeña iglesia que había pertenecido a un complejo monástico. Se puede apreciar la planta del templo, el ábside excavado en la piedra, unas escaleras que suben al presbiterio, un pequeño graderío a lo largo del ábside, algunos muros, columnas y la cueva. El acceso a ésta se hace por medio de una puerta de piedra adintelada, en un lateral del ábside. En el dintel hay esculpidos símbolos cristianos. La cueva es una pequeña gruta sin aparente interés. Pero el guía explica que, aunque es difícil decir a ciencia cierta si Lot vivió o no ahí, sí se sabe que fue habitada por eremitas antes de la construcción de la iglesia.

Fuentes: Miguel Pérez Pichel, Oasis, Signos de estos Tiempos

 

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Según índice mundial, los estados más frágiles son los de África

La civilización musulmana tiene los estados más frágiles.
El Fondo para la Paz, acaba de publicar la décima edición de su «índice de Estados Fallidos» con el nuevo nombre a partir de este año de «Índice de Estados Frágiles.» Ver aquí.

 

 

El índice proporciona una buena idea de la situación del mundo, año tras año, y ayuda a trazar la evolución del desarrollo político, económico y social de los estados individuales y de zonas del planeta, a la vez que es útil para el desarrollo de estrategias de intervención. 

Y ayuda a visualizar que estilo de civilización humana muestra mejor adaptación y éxito y cual muestra más fragilidad institucional.

El Fondo para la Paz, con sede en Washington, es una organización no gubernamental comprometida con la prevención de conflictos y la promoción de la estabilidad y la paz. Para construir el índice sus investigadores consultan miles de artículos, ensayos e informes. El juicio de cada estado se basa en 12 indicadores, cuatro sociales, dos económicos y seis políticos.

Para 2014 se sitúan 5 países en la ‘muy alta alerta de fragilidad’ y todos son de África. Por su orden de mayor a menor fragilidad son: Sudán del Sur, Somalia, República Centro Africana, Congo y Sudán.

En la categoría que le sigue, ‘alta alerta de fragilidad’, el índice ubica 11 países, donde se mezclan países de África y de Oriente Medio, y también aparece un país occidental, de las Américas, Haití. Ver aquí los listados.

Salta a la vista el hecho de que todos los Estados africanos excepto cuatro están entre las cinco primeras clases, de peligrosamente frágiles. Sólo Sudáfrica, Botswana y  Seychelles escapan a esta evaluación, y el único país de África considerado ‘estable’ es el archipiélago Mauricio.

Los estados islámicos, en la totalidad o con mayoría de población musulmana, casi todos aparecen en los primeros niveles de peligrosidad.

Esto coincide con el índice de desarrollo humano, pero al revés, donde se mide la esperanza de vida al nacer, nivel de educación, la educación y los ingresos, y allí, los Estados africanos casi todos están agrupados en la parte inferior, en la categoría de desarrollo humano bajo y muy bajo; gran parte son islámicos.

Que la fragilidad y el bajo desarrollo humano coincidan no es de extrañar si un estado frágil ha fallado, o sea que no puede cumplir bien sus funciones básicas: garantizar la buena gobernabilidad, la unidad, la seguridad, el orden público, los servicios públicos, la administración adecuada de justicia, incentivar la producción, la democracia, las libertades personales, la promoción de los derechos humanos, la representación de su país en el contexto internacional.

En el otro extremo, un solo Estado está en la clase de los países ‘muy sólidos’ y es Finlandia. Y en la categoría que le sigue, los llamados ‘sólidos’, hay 12 países, en su mayoría europeos, a los que se le suma Canadá, Australia y Nueva Zelandia.

En general también se ve que los países europeos del este son considerados como estados más frágiles que los de europa occidental.

Y de américa latina el considerado más estable es Uruguay, que aparece en la misma categoría que EE.UU. Japón y Alemania.

Finalmente, hay una razón para el optimismo en el hecho de que por quinto año consecutivo, el número de países que han mantenido o mejorado su fragilidad es superior al número de los que están peor; en general, aunque no lo parezca, el mundo en los últimos años cinco años ha estado cada vez más estable y seguro, salvo algunas zonas que en el mapa se ven en rojo.

Fuentes: Fund For Peace, Signos de estos Tiempos

 

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La segunda ciudad de Irak ya está en manos de Al Qaeda

Más martirio para los cristianos de medio oriente.
Finalmente lo jidahistas tomaron Mosul, la segunda ciudad de Irak. Desde el martes pasado está en manos del Estado Islámico de Irak y el Levante, la formación islamista que desde el pasado verano ya ha transformado la provincia de Raqqa, en el norte de Siria, en una verdadera pesadilla para cualquier persona que viva allí. 

 

jihadistas chechenos

 

Esto presagia una nueva ola de martirio para los cristianos de la región, a tal punto alarmados, que el propio martes ya salieron 200 mil refugiados hacia el norte.

LA TOMA DE MOSUL

Estos extremistas suníes próximos a Al Qaeda se han hecho con el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak, y de seis comarcas en la provincia de Kirkuk. Se trata de un golpe sin precedentes contra el Gobierno de Nuri al Maliki.

Durante la noche, centenares de milicianos del Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL) y otros grupos asociados, han tomado la principal base militar de Mosul y liberado a los presos de tres cárceles, sin que al parecer los soldados opusieran resistencia. A continuación, se han hecho con el control de la oficina del gobernador, las comisarías de policía, las cadenas de televisión, el aeropuerto y otros edificios oficiales.

Esto ha obligado al primer ministro Nuri al Maliki a pedir al Parlamento el estado de emergencia.  La Cámara Baja celebrará una sesión extraordinaria este jueves para intentar frenar el progresivo avance de LOS grupos jihadistas en el norte del país.

El norte de Irak es desde hace unos meses el terreno de juego de los rebeldes. El Gobierno teme que estos grupos jihadistas prosigan su avance hacia el sur y ataquen Bagdad. Para intentar frenar el avance de los grupos islamistas, las autoridades han anunciado que armarán a los ciudadanos de las zonas más inestables.

La violencia sectaria se ha cobrado este mes de mayo la vida de 800 personas y en lo que va de año más de 4.600.

LAS CONSECUENCIAS

Estos jihadistas son los de las banderas negras de Al Qaeda en el techo de las iglesias, los de la aplicación de la jizya – el impuesto a los no musulmanes para su «protección» -, los activistas que hacen desaparecer de sus cárceles a cristianos, los que realizan la crucifixión de aquellos que se atreven a oponerse a su doctrina.

Fueron directamente a abrir las puertas de las cárceles del país, dentro de las cuales reclutaron rápidamente más de dos mil nuevos militantes.

Con el control de Raqqa y Mosul, en sus manos ya hay una vasta zona entre Siria e Irak; y ayer por la tarde hubo rumores de otro avance alarmante hacia Tikrit.

Mientras tanto, la ciudad más grande en el norte de Irak conoce la cara habitual de todas estas guerras: una nueva ola de refugiados. Doscientos mil ya el martes por la noche marcharon al norte, a la provincia de Dohuk, que forma parte de la región autónoma de Kurdistán. Entre ellos hay ciertamente muchos cristianos de Mosul, que han vivido el sufrimiento del martirio en esta terrible década.

Muchos caldeos ya habían huido hacia la llanura de Nínive, un enclave no muy lejos, donde alguien sueña concentrar a los cristianos en una especie de gueto.

Mosul es la ciudad del arzobispo caldeo Paulos Faraj Rahho, encontrado muerto después de haber sido secuestrado en 2008, y del padre Ragheed Ganni, un joven sacerdote colaborador suyo que había muerto el año anterior.

En Mosul se ha mantenido el joven arzobispo que ha tomado el lugar de Monseñor Rahho, Emil Shimoun Nona, de cuarenta y cinco años. Que hace unos días – en una entrevista con la agencia del PIME – había dicho palabras muy amargas:

«Estamos seguros de que la Iglesia en todo el mundo reza por Irak» – dijo(con un poco de optimismo) – «pero el occidente y sus gobiernos parecen haber «olvidado» el drama que vive nuestra población; ahora es normal que se sienta cada día las cifras de muertos, los ataques y la violencia».

Son palabras que se pierden como todo lo demás, porque diez años después Irak ya no es noticia.

El resultado es que el nuevo santuario de Al Qaeda ya no está en las montañas de Tora Bora, sino en la mitad de la media luna fértil y para ello ha contado con las armas frescas que llegaron a Siria en los últimos tres años.

Pero que hay un detalle singular: ahora incluso los saudíes, los Emiratos del Golfo y Turquía parecen que empezar a preocuparse. Porque tal vez llegaron a darse cuenta que gente como Omar al-Shishani – el comandante militar del Estado Islámico de Irak y el Levante – no es de los que obedecen dócilmente sus directivas. Y con un personaje como él circulando en el patio trasero, la estabilidad en sus hogares puede ponerse en riesgo.

Así que en los últimos días hay una gran cantidad de iniciativas: el emir de Qatar ha lanzado un llamamiento a un alto el fuego en Siria, los saudíes comenzaron la caza de los jihadistas, el presidente iraní Rouhani fue recibido con todos los honores en Turquía.

Toda esta matanza y martirización de los cristianos se hubiera ahorrado si occidente hubiera sido sensato y apostado a una negociación en Siria, en lugar de armar sistemáticamente a los insurgentes.

Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos

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Una visita a la Basílica de María Auxiliadora de Turín, Italia

La Basílica de María Auxiliadora fue construida en honor a la Virgen a la que San Juan Bosco tuvo gran devoción. La advocación de María Auxiliadora celebra su festividad el día 24 de mayo. Se encuentra en el barrio de Valdocco de la ciudad de Turín, Italia. Es conocida como la Iglesia Madre de la congregación salesiana.

Ver » María Auxiliadora, Universal ( 24 de mayo)

Se construyó con grandes problemas económicos entre 1864 y 1868, pero Don Bosco con ayuda de sus muchachos del Oratorio Salesiano se preocuparon de exprimir la caridad de la población al máximo. Don Bosco aseguró que el dinero conseguido para la construcción del santuario venía de la Providencia.

El 9 de junio de 1868 se consagraba el santuario de María Auxiliadora. A las 10:30 horas, subió al altar mayor, para celebrar la primera misa el arzobispo de Turín monseñor Riccardi. A continuación celebró misa Don Bosco. En la iglesia había 1.200 jóvenes.

En ella se encuentran los cuerpos de San Juan Bosco, Santo Domingo Savio y Santa María Mazzarello.

 

Exterior de Basilica Maria Auxiliadora

 

En 1938 se terminó la ampliación que consta del presbiterio con la segunda cúpula, de las dos grandes capillas laterales y del nuevo altar de San Juan Bosco con la urna que contiene su cuerpo.

Junto a la capilla de Santa María Mazzarello hay una escalera que lleva a la cripta o capilla de las reliquias donde se pueden encontrar una gran colección de reliquias. Destaca un trozo del madero de la santa cruz que se conserva en un relicario de alabastro. También destaca un pañuelo manchado de sangre y otros objetos de los mártires salesianos: San Luis Versiglia y San Calixto Caravario.

Una de las capillas de la cripta, llamada de la aparición, está dedicada al sueño-visión que tuvo Don Bosco en 1844 en el que la Virgen María le mostró los inicios y el desarrollo futuro de su obra, así como el lugar donde debía construirse la iglesia.

Se encuentran también en dos altares laterales, los restos de los beatos Miguel Rúa y Felipe Rinaldi, primer y tercer sucesor de Don Bosco respectivamente.

 

Fresco de María Auxiliadora

 

LA VIRGEN QUISO SU IGLESIA

Don Bosco no se cansaba de repetir que era la misma Virgen quien quería la iglesia y que Ella después de haberle indicado el lugar donde debía surgir la iglesia, le ayudaría también a encontrar los medios necesarios para la construcción.

Escuchemos del mismo Don Bosco el relato de un “sueño” que tuvo en 1884, cuando todavía buscaba una sede fija para su Oratorio.

La Señora que se le apareció le dice:

“Observa -y yo mirando vi una iglesia pequeña y baja, un poco de patio y numerosos jóvenes. Yo me di a mi trabajo, pero esta iglesia pronto fue estrecha, entonces de nuevo me dirijí a Ella que me hizo ver otra iglesia un poco más grande y con una casa vecina.

Después apartántome un poco más, en un terreno cultivado, casi de frente a la fachada de la segunda iglesia, me dijo:  “En este lugar donde los gloriosos mártires de Turín Avventore, Solutore y Ottavio ofrecieron su martirio. (Actualmente el monumento delante de la iglesia se ve y es justamente… para él!).

Las etapas habían sido ya previstas. Primero “la iglesia pequeña y baja” o sea la capilla Pinardi del 1846; después “la otra iglesia más grande…” o sea la iglesia de san Fancisco de Sales del 1852. Finalmente la iglesia de María Ausiliadora la escritura sobre una faja blanca: “Hic domus mea, inde gloria mea”“Esta es mi casa, de aquí saldrá mi gloria”.

El deseo de obedecer a la voz de la Virgen y de testimoniar veneración y reconocimiento a Ella quien había dado tantas pruebas de benevolencia a la naciente Congregación, junto a razones pastorales y prácticas, empujaban Don Bosco a acelerar el tiempo de la construcción. Para la compra del terreno y la madera para cercarlo se gastaron 4.000 liras; el P. Savio, ecónomo, aconsejaba esperar, pero Don Bosco le dice:

“Empieza a cavar, ¿cuándo comenzamos una obra teniendo ya el dinero a disposición? Tenemos que dejarle campo de acción a la divina Providencia”.

Los trabajos que se confiaron a la empresa del maestro mayor de obras Carlos Buzzetti, iniciaron durante el otoño del 1863. Terminadas las excavaciones, en Abril de 1864, Don Bosco dice a Buzzetti: “Quiero darte inmediatamente un anticipo para la grande construcción”.
Don Bosco sacó su portamonedas, lo abrió y lo vació en las manos de Buzzetti, todo lo que contenía eran ocho “soldi”, ni siquiera media lira: “Tranquilo, la Virgen Maria pensará a provee el dinero necesario para Su iglesia.”

 

Fachada de la Basilica

 

LA FACHADA DE LA BASÍLICA

La fachada hace pensar a la de la Iglesia de S. Giorgio Maggiore en Venezia.

Sobre el campanario de la derecha se ve el Arcángel Gabriel que ofrece una corona a María; en el campanario de la izquierda el Arcángel Miguel sostiene una bandera con la escrita: “Lepanto”.

En cima sobre la fachada se pueden ver las estatuas de los mártires: Salutore, Avventore y Octavio martirizados en esta tierra (Valdocco=Vallis occisorum).

Sobre los relojes se ven: a la derecha San Máximo, primer obispo de Turín; a la izquierda San Francisco de Sales, patrono de la Familia Salesiana.

Debajo de la Rosa, se ve la escena de Jesús con los niños, al centro; a los lados se ven las estatuas de San José y de S. Luis Gonzaga.

Los relieves entre las columnas una representa S. Pio V che anuncia la victoria de Lepanto (1571), la otra representa Pío VII che corona María Ssma. en el santuario de Savona después de su liberación como prisionero de Napoleón (1814).

El Santuario de María Ausiliadora nació del corazón y del coraje de Don Bosco y de su gran devoción a la Virgen. Fue una empresa marcada de hechos extraordinarios y de grandes dificultades.

 

Cuadro central de Maria Auxiliadora

 

CUADRO DE MARÍA AUXILIADORA

El cuadro es una idea de Don Bosco que hablando con el pintor Lorenzone lo hacía como de un espectáculo ya visto:

“En alto María Ssma. entre el coro de los ángeles, después el coro de los profetas, de las vírgenes, de los confesores.

En la tierra los embemas de las grandes victorias de María y de los pueblos del mundo en acto de alzar las manos hacia Ella como pidiendo ayuda”.

Lo pintó el artista Tomás Lorenzone.  En el centro está la Virgen María y en sus brazos el niño Jesús con los brazos abiertos.  Alrededor de la Madre de Dios están los doce apóstoles y los evangelistas.  Algunos apóstoles tienen en su mano el instrumento con que los martirizaron o algún símbolo que los identifique.

 

Altar con Cuadro de Maria Auxiliadora

 

El pintor le hizo notar que para pintar un tal cuadro se necesitaría una plaza y para contenerlo una iglesia grande como Piazza Castello. Don Bosco se resignó a ver su proyecto un poco reducido. El pintor Lorenzone alquiló el salón más alto de Palazzo Madama, y se puso manos a la obra. Después de tres años de trabajo el grande cuadro ocupó su lugar. Don Bosco lo describe de la siguiente manera:

“La Virgen se mueve en un mar de luces y de majestad. Rodeada de ángeles los cuales la saludan como su Reina. Con la mano derecha sostiene el cetro, que es el símbolo de su grande poder, con la izquierda sostiene el niño Jesús quien tiene los brazos abiertos ofreciendo de esta manera su gracia y su misericordia a quien recurre a su augusta Madre.

Al centro de pie está  San Pedro (apóstol) con  las llaves del paraíso y San  Pablo con  la espada, rodeándolos los cuatro evangelistas, San Juan (apóstol) con la copa de veneno y el águila, San Marcos sentado sobre un león, San Lucas sentado sobre un buey y San Mateo (apóstol) con el ángel; al lado  derecho  de la Virgen los  apóstoles Santo Tomás con la lanza, San Bartolomé con el puñal, San Matías (que reemplazó a Judas Iscariote) y San Simón; y al lado izquierdo los demás apóstoles, San Santiago el Mayor, San Felipe, San Andrés con la cruz en forma de X, San Judas Tadeo con el hacha y San Santiago el Menor. Sobre la cabeza de la Virgen, en un mar de luz está la paloma que simboliza al Espíritu Santo, y el Ojo que significa el Padre Celestial.

Un coro de ángeles rodean a Nuestra Señora y en el fondo inferior se alcanza a ver el retrato del templo de Turín y la montaña de Superga, a cuyo templo mariano iba tantas veces en peregrinación Don Bosco. Este cuadro tiene siete metros de alto y se ubica en el altar mayor de la Basílica de María Auxiliadora en Turín- Italia.  Llama la atención el gran manto que cubre a la Virgen, el cual fue pintado así por deseo expreso de Don Bosco: «Para que muchas almas puedan sujetarse de él y sean salvadas»

Según la descripción de Don Bosco, el cuadro es una icona eficaz del título “María Madre de la Iglesia”. Y además una gran página de catequesis mariana. María, en cuanto Madre del Hijo de Dios, es la Reina del cielo y de la tierra, la Iglesia representada en los apóstoles y en los santos, la aclama como Madre y Auxiliadora potente.

 

AMPLIACION DEL SANTUARIO

En 1934 (el mismo año de la canonización de Don Bosco) comenzaron las obras de ampliación y embellecimiento del Santuario.

Trabajos que habían hecho necesarios el aumento de la población de la zona de Turín-Valdocco (motivos pastoral y civil),

la insuficiencia de las salidas en las grandes celebraciones cuando había muchos fieles (motivo de seguridad)

y, por último, porque se quería dedicar un digno altar a Don Bosco, ya santo (motivo espiritual y salesiano).

 

Estatua de Don Bosco en el frente de la Basilica

 

La ampliación la proyectaron y realizaron los arquitectos Mario Ceradini y el salesiano coadjutor Julio Valotti.

Las novedades fueron:

1 El nuevo altar de San Juan Bosco.

2 La ampliación del presbiterio con el traslado hacia atrás y la renovación del altar mayor.

3 La segunda cúpula de 12 m. de diámetro con la inscripción:”HIC DOMUS MEA, INDE GLORIA MEA” ESTA ES MI CASA, DE AQUI SALDRA MI GLORIA”

4 Las dos capillas laterales con sus respectivas tribunas (la de la izquierda para el órgano, el mayor de todos los de las iglesias de Piamonte).

Las dos capillas están unidas por una galería que tiene varios altares dedicados a Cristo Crucificado y a algunos santos (San José Cottolengo, San José Cafasso, director espiritual de Don Bosco, San Pío V. …). La decoración de toda la iglesia se confió al pintor Cussetti.

 

ALTARES DEL SANTUARIO

SAN JOSÉ

El altar dedicado a San José, muy grande y bello, tiene la particularidad de que es el único altar del Santuario de María Auxiliadora de Turín-Valdocco que ha quedado como lo quiso Don Bosco, aún después de los trabajos de ampliación de la Basílica hechos desde 1934 hasta 1938.

El cuadro central lo pintó el pintor Lorenzone (el mismo autor del gran cuadro del altar mayor) que trabajó siguiendo las indicaciones precisas de Don Bosco.

Se presenta a San José con el Niño en sus brazos; junto a él, en actitud dulce y materna de aprobación, tenemos a María que tiene las manos juntas.

Un detalle importante: el Niño Jesús da a San José rosas y el Santo las deja caer sobre la Iglesia de María Auxiliadora y sobre el Oratorio de Turín-Valdocco, que aparece como estaba en 1869. El día de la inauguración, explicando el cuadro, Don Bosco dijo:

«Las rosas blancas y rojas son las gracias que Dos nos concede; también las rosas rojas, que van acompañadas por el dolor, los sufrimientos y los sacrificios, vienen de Dios y son las mejores».

 

Capilla de Don Bosco y su Cuerpo

 

SAN JUAN BOSCO

También se recuerda a Don Bosco en la iglesia que él erigió en honor de María Auxiliadora, con un altar, obra del arquitecto Mario Ceradini.

Es un verdadero monumento, por la grandiosidad artística de sus líneas y por la armonía de los mármoles.

La balaustrada y los escalones del altar son de mármol amarillo de Siena. A los lados, dos estatuas del escultor Nori sostienen respectivamente un cáliz con la sagrada Forma y un corazón en llamas, símbolos de la fe y de la caridad.

Cuatro columnas de jaspe rojo de Garessio enmarcan el cuadro, obra del pintor P. G. Crida, que presenta a Don Bosco en medio de un grupo de muchachos que les invita a mirar con confianza a María. Las cristaleras del fondo recuerdan episodios importantes de su vida en Valdocco. La de la izquierda recuerda la llegada de Don Bosco y Mamá Margarita a la casa Pinardi (3 de noviembre de 1846).

La URNA de bronce contiene el cuerpo de Don Bosco. Los ornamentos que cubren los restos fueron un regalo del Papa Benedicto XV.

Es uno de los puntos de mayor atracción de la Basílica de María Auxiliadora. Los peregrinos o simples fieles que se detienen meditando u orando delante de la urna de Don Bosco suelen ser muchos: padres que encomiendan a sus hijos al gran Santo de la juventud, antiguos alumnos y antiguas alumnas, jóvenes y menos jóvenes que le rezan, jóvenes que encomiendan a su Santo patrono su presente y su futuro.

 

Capilla de Santa María Mazzarello

 

SANTA MARIA D. MAZZARELLO

A la derecha, junto a la entrada principal, se encuentra la capilla de Santa María D. Mazzarello (1837-1881) cofundadora con Don Bosco de las Hijas de María Auxiliadora (HMA, llamadas también Salesianas).

María era una mujer extraordinaria, inteligente, dotada de gran sensatez y creatividad. Poseía una profunda piedad, vivía siempre en la presencia de Dios y ocupada en ayudar a sus compañeras.
En 1864 se encontró con Don Bosco. Éste, con mirada profética, vio en aquella joven a su primera Hija de María Auxiliadora para continuar con ella el trabajo educativo en favor de las muchachas.

María se hizo religiosa para servir, como Don Bosco y con Don Bosco, a Dios y a su Iglesia en la sociedad de su tiempo, atenta siempre a las necesidades de las jóvenes, especialmente de las pobres.

El Papa Juan Pablo II en su visita a Turín-Valdocco el 13 de diciembre de 1980, hablando a las religiosas en la Basílica de María Auxiliadora, afirmó de ella:

«Santa María Mazzarello… hablada de las virtudes de un modo tan claro y persuasivo que parecía inspirada por el Espíritu Santo. Vivió en la humildad, en la mortificación y en la serenidad su entrega a Dios, realizando su ‘maternidad de amor’ hacia miles de muchachas».

Murió en Nizza el 14 de mayo de 1881 y su cuerpo fue trasladado a Turín-Valdocco en 1938 y colocado en la urna de bronce bajo el altar preparado para su beatificación. La imagen de la Santa en el cuadro situado encima del altar y las otras pinturas son del pintor Crida.

 

Capilla de Santo Domingo Savio

 

SANTO DOMINGO SAVIO

Esta capilla estuvo dedicada antes a San Francisco de Sales; hoy, a Santo Domingo Savio, el santo alumno de quince años de Don Bosco. Domingo estuvo con él en Valdocco sólo tres años, y dio muestras de una inteligencia viva en los estudios, una gran bondad en sus relaciones.

Su lema era: «ANTES MORIR QUE PECAR».

«Domingo quiere decir ‘del Señor’; por tanto, yo debo y quiero ser totalmente del Señor, y quiero hacerme santo y no seré feliz mientras no sea santo» .

El secreto de su santidad (madurada en la escuela de Don Bosco) era muy sencillo: un gran amor a Jesús en la Eucaristía, una gran devoción a la Virgen, entrega práctica en la ayuda a sus compañeros para que se hiciesen mejores y… una alegría franca y contagiosa que le hacía simpático a todos.

«Santidad y alegría» son los rasgos del estilo de su santidad. Una vez dijo a un compañero:

«Debes saber que aquí hacemos consistir la santidad en estar muy alegres. Para ello basta esforzarse para evitar el pecado, como un gran enemigo que nos roba la gracia de Dos y la paz del corazón; y procuraremos cumplir de modo exacto nuestro deberes y acudir con frecuencia a los actos de piedad».

Murió a los 15 años en 1857. Fue proclamado santo («¡Ese pequeño gran santo!») el 12 de junio de 1954. Es el más joven de los santos no mártires venerados en la Iglesia.

El cuadro de Mario Caffaro Rore presenta a Domingo saliendo por la puerta del Oratorio para ir a encontrarse con sus amigos, pequeños y mayores. La urna que hay junto al altar contiene las reliquias del muchacho santo.

 

CAPILLA DEL SAGRADO CORAZON

En el fondo, a la izquierda al entrar en el Santuario, encontramos la Capilla del Sagrado Corazón.

Es pequeña, agradable y muy recogida, muy a propósito para rezar.

En efecto, con mucha frecuencia se ve en ella a peregrinos y devotos recogidos en oración y reflexión.

¿Por qué el Sagrado Corazón?

Por la gran devoción que le tenía San Juan Bosco. El mismo escribió que, después de las revelaciones a Santa Margarita Alacoque,

«Era también admirable la devoción de Don Bosco al Sagrado Corazón de Jesús.

La  recomendaba mucho a sus jóvenes…».

Y este amor y devoción los demostró construyendo, hacia el final de su vida y con grandes sacrificios y hasta con humillaciones, la Basílica del Sagrado Corazón, junto a la estación Termini, en Roma.

 

SUEÑO DE LAS DOS COLUMNAS

En el fondo de la Basílica se pueden admirar dos pinturas en las que aparecen el Sueño de la Balsa y el de las dos Columnas. El 30 de mayo Don Bosco contó que había visto en sueños una batalla terrible en el mar, desencadenada por una multitud de embarcaciones pequeñas y grandes contra una sola nave majestuosa, símbolo de la Iglesia.

La nave, tocada varias veces, pero siempre victoriosa, logra echar el ancla, guiada por el Papa, en dos columnas que se levantaban entre las olas.

La primera tiene en lo alto una sagrada Forma con el escrito «Salus credentium»; en la otra, más baja, está la estatua de la Inmaculada con las palabras «Auxilium Christianorum».

El de la balsa lo contó Don Bosco en 1866. Arrastrados por una terrible inundación, los jóvenes suben, con Don Bosco, sobre una balsa y ven en el cielo la misteriosa palabra MEDOUM, que el santo explica como letras iniciales, en latín, de la frase: «Madre y Señora de todo el Universo, María». Una vez que la balsa llega a un lugar seguro, la Virgen María les dice a los jóvenes:
SI SOIS HIJOS DEVOTOS MIOS, YO SERE PARA VOSOTROS MADRE AMOROSA».

 

Nave central de la Basílica

 

CAPILLA DE LAS RELIQUIAS – LA CRIPTA

Entrando por la puerta principal, se encuentra, a la derecha, una escalera que lleva a La Cripta o «Capilla de las Reliquias».

Se trata de una nave en forma de cruz latina y recuerda con sus motivos ornamentales y con los símbolos, las catacumbas cristianas.

Se han conservado en ella muchas reliquias y de mártires y santos.

La verdadera joya de esta Capilla es la reliquia de madera de la Santa Cruz, en una teca, sobre un fondo de alabastro.

Otro lugar importante es la capillita dedicada a la Virgen, a la que se llama comúnmente «Capilla de la Aparición» por el sueño de 1845 recordado por Don Bosco:

«Me pareció estar en una gran llanura llena con una muchedumbre incontable de jóvenes. Vi junto a mí a una Señora que me dice:

«¡En este lugar, en que los gloriosos mártires de Turín Adventor, Solutor y Octavio sufrieron martirio, sobre estas tierras empapadas y santificadas con su sangre, quiero que se honre a Dios de un modo muy especial».

Y mientras decía esto, adelantaba un pie poniéndolo sobre el lugar en el que sufrieron el martirio y me lo indicó con precisión».
Aquel lugar está marcado en el suelo con una cruz de metal dorado.

 

Iglesia San Francisco de Sales

 

LA SACRISTÍA

Como todos los grandes santuarios, la basílica di María Auxiliadora dispone de una amplia sacristía situada junto a la galería contigua al altar mayor. No es sólo grande y luminosa, sino también muy práctica, especialmente en las grandes celebraciones, cuando participan muchos concelebrantes. Cuenta con dos accesos al Santuario que facilitan los servicio religiosos.
Además del gran armario en el que se guardan los ornamentos litúrgicos hay varios reclinatorios junto a la pared que da al santuario. Son elegantes en su sencillez y utilidad: ofrecen a los sacerdotes la oportunidad de prepararse a la celebración de la misa. Alguna vez se usan también como confesionarios para los fieles que van a la sacristía a pedir orientación o consejo.

El suelo y el zócalo son de mármol. Hay también un sencillo y artístico lavabo con mármoles especiales. La sacristía está adornada con seis interesantes cuadros del pintor Crida, que reproducen algunos momentos de la vida de Don Bosco y dan la grata sensación de ver todavía al Santo pasear por su querido Santuario de María Auxiliadora de Turín-Valdocco.

En el primer cuadro: el pintor presenta a Juanito Bosco como un pequeño catequista, junto a la pobre casa en que nació.

Está sentado en una cesta y rodeado por un grupo de compañeros que, después de haber estado jugando animados por él, escuchan muy atentos lo que dice.

El segundo cuadro: representa la escena del encuentro de Don Bosco con el huérfano Bartolomé Garelli en la sacristía de la iglesia de San Francisco de Asís de Turín.Encuentro histórico que tuvo lugar el 8 de diciembre de 1841, y que marcó el comienzo de su misión apostólica de los jóvenes. Primero en Turín y después en el mundo por medio de toda la Familia Salesiana.

En el tercero cuadro: encontramos al misterioso perro ‘Gris’ que se ‘apareció’ varias veces en la vida de Don Bosco, cuando le amenazaron de muerte los enemigos de su obra. Y el misterioso ‘Gris’ le libraba de peligros. No se pone en duda la existencia del ‘Gris’ porque le vieron muchísimas personas, entre las que estaba Mamá Margarita, la madre de Don Bosco; pero se discute sobre ‘quién’ era o ‘qué cosa’ podía representar.

En el cuarto: vemos a Don Bosco que escucha las confesiones de sus muchachos. Daba mucha importancia al sacramento de la Reconciliación. Lo consideraba como una de las columnas de la formación cristiana que hay que dar a los jóvenes (junto con la Eucaristía y la devoción a María Auxiliadora). El muchacho al que confiesa es Pablo Albera, que llegaría a ser su segundo sucesor al frente de los Salesianos, después de don Miguel Rua.

El quinto cuadro: presenta la figura de Don Bosco en medio de sus jóvenes, que le miran llenos de afecto y le escuchan con veneración. En el fondo de la pintura aparece el primer edificio construido por él en Torino-Valdocco. El 31 de enero de 1988, primer centenario de su muerte, el papa Juan Pablo II proclamó a Don Bosco ‘Padre y Maestro de los Jóvenes’.

La última pintura: muestra a Don Bosco que vuelve a Turín-Valdocco llevando consigo a Mamá Margarita (el 3 de noviembre de 1846).

Margarita ayudó a Don Bosco durante diez años en su misión con los jóvenes, siendo su mejor compañía, aconsejándole, animándole y haciendo también de madre de los primeros muchachos acogidos en la pobre casa Pinardi. Muchos de ellos eran huérfanos.

 

OTRAS RELIQUIAS

En sendos altares se conservan los restos mortales del Beato Miguel Rua, primer sucesor de Don Bosco, y del Beato Felipe Rinaldi, tercer sucesor.

En la Cripta se conservan también objetos que pertenecieron a los primeros mártires salesianos  que fueron alumnos de la Casa Madre de Turín-Valdocco (Luis Versiglia conoció también a Don Bosco). Fueron declarados santos por Juan Pablo II el 1º de octubre de 2000.

Fuente: sitio Oficial de la basílica y otros


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El Cenáculo: centro de la Santa Sión cristiana

Sala del Cenáculo donde Jesús realizó el Lavatorio de pies, la Ultima Cena, y descendió el Espíritu Santo a los Apóstoles reunidos con María

El Cenáculo es el centro de Sión cristiano, donde se iniciaron los gestos del Amor de Jesús antes de subir a la Cruz y donde nació la Iglesia. Allí tuvo lugar el lavatorio de pies de Jesús a sus discípulos, la última cena y la venida del Espíritu santo cuando los Apóstoles están reunidos con María luego de la muerte de Jesucristo.

La sala de la última cena y descendimiento del Espíritu Santo ha pasado por varias manos, construcciones y reconstrucciones, y hoy el edificio es propiedad del gobierno israelí, que usa el piso superior como atractivo turístico para los cristianos, pero no deja celebrar la liturgia allí.

Puerta de David o de Sión

 

EL MONTE SIÓN

Sión fue el nombre cananeo de la colina rocosa en que se asentaba la Jerusalén jebusea del sureste, que David conquistó y convirtió en capital; se llamó, desde entonces, “ciudad de David” (2 Sam 5,7; 1Cr 11,4-5; 1 Re 8,1; 2 Cr 5,2). El significado se generalizó para referirse a Jerusalén (2 Re 19,21; Sa148,12; 133,3; Is 1,8; 10,24; 60,14). Los deportados al exilio y los que logran regresar, sueñan todos con reconstruir Sión o Jerusalén (Sal 51,20; 126,1; 137,1.3).

  

Vista aerea de Monte Sión

Transferida el Arca al monte del Templo (Moria), se aplicará a éste el nombre de Sión, como morada de Yahvé (Is 8,18; Jer 31,12; 1Mc 7,32-33; Sal 74,2). Y tras el destierro, al no realizarse la esperanza histórica de la restauración política, Sión asumió el valor simbólico de pueblo de Dios; en ocasiones, significa también la institución religiosa de los judíos (Sal 126,1; Is 33,14; Mi 1,13: Za 2,14; So 3,14). Y por su relación con el Mesías, Sión es igualmente sinónimo de la Jerusalén celestial (Rm 11,26; Hb 12,22; Sal 110,2). Baste comprobar una cita: “Os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad de Dios vivo, la Jerusalén celestial” (Hb 12,22).

Finalmente, por haberse iniciado el cristianismo en torno al Cenáculo, de tantos recuerdos para la primitiva comunidad cristiana, el nombre de Sión es aplicado por los bizantinos a la montaña del suroeste, donde se celebró la Última Cena y adonde descendió el Espíritu Santo. La convicción de que la Iglesia era la continuación del “pueblo de Dios”, fue motivo para denominarse Santa Sión la primitiva basílica bizantina. Con ello la colina del Cenáculo suplantaba en el nombre a la de la primera ciudad de David. Nacía una Sión cristiana.

 

EL CENÁCULO

Sala del Cenáculo

El monte Sión cristiano – entre los valles del Tyropeon y la Gehenna – se encuentra hoy fuera de las murallas de Jerusalén. Se accede a él normalmente por la llamada puerta de Sión o de David, abierta en 1540 por Solimán II el Magnífico, para comunicar esa parte alta (de unos 780m.) con la ciudad interior. En torno a la “sala alta” del Cenáculo, hay para el cristiano todo un cúmulo de recuerdos, de los que ofrecemos las citas del Evangelio:
   –Preparación de la Pascua: Mc 14, 12-17.
   –Lavatorio de los pies: Jn  13,4-17.
   –Oración sacerdotal: Jn 14; 15; 16; 17.
   –Mandamiento nuevo del amor: Jn 15.
   –Eucaristía: Mc 14,22-25; Mt 26, 26-29; Lc 22,19-20; 1Cor 11,23-26.
   –Aparición del Resucitado: Jn 20,19-23; Mc 10,14; Lc 24,36-45.
   –Pentecostés: Hch 2,1-12.

 

HISTORIA DE LA SIÓN CRISTIANA ANTIGUA

Las fuentes literarias coinciden en localizar el Cenáculo en la colina del suroeste de la Ciudad Santa. También la arqueología parece estar de acuerdo. En 1951, se descubrieron restos evidentes de lo que pudo ser la primitiva construcción de los siglos I-II d.C., donde la naciente iglesia judeocristiana convirtió en iglesia sinagogal -dedicada al Señor o a los Apóstoles – la casa o sala de la Cena pascual, enriquecida con tantos acontecimientos. Reliquia de esta casa-sinagoga puede ser el muro absidal que aún sigue en pie, detrás del cenotafio llamado “tumba de David”. Su destino sería guardar los rollos o libros sagrados. A ello se añaden grafitos – hoy desaparecidos o cubiertos – y piedras de cimientos y angulares de algunas partes del primitivo edificio.

Esa casa-iglesia de los primeros siglos mantuvo las dos plantas, de las que “la alta era propiamente el Cenáculo (Mc 14,15; Lc 22,12). No perderá nunca esa estructura a pesar de las transformaciones sucesivas.

El lugar o casa de oración comienza a tener importancia después de la Ascensión (Hch 2,1). Desde el año 58, será la primera sede episcopal de Jerusalén, regida por Santiago, el hermano del Señor, al frente de los judeocristianos. Afortunadamente, ni las legiones de Tito ni las de Adriano se percataron de aquel rincón venerado del extremo suroeste, que siguió como lugar de cita de la primitiva comunidad. Lo alcanzaron a ver testigos y peregrinos anteriores y posteriores a la gran basílica del siglo IV.

Son conocidos los problemas por los que atravesó esta iglesia madre” de Sión,  que nació con el signo del martirio. Santiago y Simeón y los 13 obispos siguientes – anteriores todos a la segunda rebelión judía del año 135 dC. – son el tributo martirial de los judeocristianos de Jerusalén. En los primeros años de la Aelia Capitolina de Adriano, se sentó en el “trono de Santiago” el obispo Marcos (133-135), del que afirma Eusebio (HE V, 12) que fue “el primer obispo tomado de entre los Gentiles para dirigirla”.

Luego vino la dispersión de los cristianos de Jerusalén por Jordania y Siria, a lo que hay que sumar los conflictos creados por la secta de los ebionitas. El concilio de Cesarea (l96 dC.) Fijó en domingo la celebración de la Pascua, lo que no gustó a la iglesia de Jerusalén, aferrada a la fecha del 14 de nisán por su condición de judeocristiana. La reacción del obispo Narciso le llevó a exiliarse voluntariamente por discrepancia de criterio. Le sucedió el apologeta y mártir Alejandro de Capadocia (202-211), que dejó constancia escrita de la iglesia del monte Sión. La problemática sigue aún, un siglo largo más tarde, cuando Macario (314-333) se ve en la obligación de recoger las tradiciones de la iglesia local para informar a los arquitectos de Constantino acerca de los “lugares santos”, sepultados por Adriano dos siglos antes.

Y aquí termina la época de independencia de la sede de Sión. Hasta el año 70 dC es decir, en vida de los obispos “parientes del Señor, el Cenáculo era una casa de dos plantas – cedida a los cristianos- que conserva el aspecto originario. Al pasar a “sede episcopal, el edificio – con las necesarias transformaciones – se identifica como una “pequeña iglesia de Dios, mencionada por los escritores y testigos anteriores al año 335.

 

DOS SEDES EPISCOPALES

A la muerte de Macario, sin que cese la afluencia de peregrinos, el Cenáculo sufre la competencia de la sede del Santo Sepulcro, por lo que se identifica como la iglesia “superioro de arriba. Los primeros obispos de abajo – de Jerusalén a secas – son Máximo (333-48) y San Cirilo de Jerusalén (348-386). Por las catequesis de Cirilo conocemos la dura realidad de la iglesia judeocristiana del monte Sión, que él llama “Iglesia superior de los Apóstoles”, con graves problemas de división. Los testimonios de otros testigos confirman la tensión o discrepancias,  sobre todo en los casos de escritores cualificados, que no se limitan -como los simples peregrinos- a describir lo que ven.

Algunos ejemplos de unos y otros. El peregrino de Burdeos (333 dC.) -que pasó por Sión – sólo vio una de las “siete sinagogas que allí existieron”, pero no entra en las causas de esta merma. Egeria (384 dC.) parece hablar de dos iglesias en Sión. Si estaba en pie la de Juan, no la describe; se limita a decir que asistió a la procesión que iba del Martyrium a Sión y a la liturgia y predicación que allí se celebraba “en otra iglesia, donde la multitud de creyentes, después de la pasión del Señor, solía recogerse juntamente con los Apóstoles”. Pero San Gregorio de Nisa, que visitó por entonces Jerusalén (385 dC.), no logró entenderse en su diálogo con los judeocristianos, a los que deja mal en una de sus cartas polémicas. Epifanio de Salamina (392 dC.) es explícito al afirmar que la destrucción de Adriano (117- 138) no afectó a “la pequeña Iglesia de Dios, donde los discípulos habían subido a la sala superior… construida en aquella parte de Sión que se libró de la destrucción”. Y añade que de las siete sinagogas, una quedó en pie hasta tiempos de Constantino, “como cabaña en una viña”. El historiador Eusebio, que escribe a principios del siglo IV, testifica también que “el trono de Santiago… se ha conservado hasta hoy”. Y san Jerónimo, que sostuvo grandes discusiones con el patriarca Juan, no parece interesarse por su basílica, pero asegura que vio la columna de la Flagelación en la nave de la Iglesia y el lugar donde descendió el Espíritu Santo.

En efecto, a fines del siglo IV, como desafío a la mermada comunidad judeocristiana del Cenáculo, el obispo Juan II de Jerusalén (386-417) edificó, con ayuda bizantina, la gran basílica de Santa Sión (Hagia Sión”), de grandes proporciones, en el flanco norte de la anterior. De su grandiosidad se hacen eco los elogios homiléticos de Esiquio de Jerusalén (c· 440 dC), el peregrino Teodosio (530 dC.) – que da su ubicación y la llama «madre de todas las iglesias» – y el Breviario de Jerusalén (también del año 530), que la designa como “basílica enormemente grande”.

La basílica de Juan debió de ser espléndida: 60m de larga, 40 de ancha y 80 columnas. Pero sólo duró incólume hasta los persas. Como indica el plano arqueológico de Bagatti – Alliata, abarcaba gran parte del entorno sacro actual: en la nave septentrional, se recordaba la dormición de la Virgen; desde la meridional se subía a la capilla superior que recordaba la Cena y los hechos de Pentecostés. De aquí se descendía a una capilla inferior, que conmemoraba el lavatorio de los pies y la aparición a los apóstoles.

 

ENTRE DESTRUCCIONES Y RECONSTRUCCIONES

Parece que, durante los siglos siguientes y hasta su destrucción (966 dC.), el Cenáculo deja de ser un santuario independiente e individuado; simplemente forma parte de la basílica. De hecho, los peregrinos o textos no la mencionan expresamente, mientras que no olvidan otros recuerdos menores. Entre éstos, en la Santa Sión eran veneradas las reliquias de San Esteban, la columna de la Flagelación, la conmemoración del santo rey David (25 de diciembre) y la de Santiago, primer obispo de Jerusalén.

La basílica fue incendiada por los persas de Corroes 614 dC.), pero el patriarca Modesto la reedificó tras la reconquista de Heraclio (629). A Modesto le sucede San Sofronio (634-638 dC.), que canta a Sión en sus Anacreónticas, pero que se vio en el trance – un año antes de su muerte – de entregar las llaves de Jerusalén al califa Omar (637).

Arculfo, en el año 670, vio la basílica, que le pareció grande y de estructura pétrea, pero en su dibujo sólo destacó los lugares y reliquias santas. Hay también una descripción armenia de la iglesia de Sión (s. VII dC.). Y en el Leccionario georgiano de la iglesia de Jerusalén (de los s. VII-VIII) se señalan los días de celebraciones propias de la basílica.

Si no de momento, sí a lo largo de la ocupación islámica fue destruida la Santa Sión (en 966 ó en 1009), excepto la sala de doble piso del Cenáculo, que es lo que los cruzados hallaron en ruinas, el 15 de julio de 1099. No tardaron en reconstruirla, reduciendo a tres las cinco naves y dedicándola a Santa María del Monte Sión. Individuaron, a uno y otro lado, los lugares sacros del Cenáculo y de la Dormición, respetando los dos planos del Cenáculo, de tal modo que los peregrinos posteriores vuelven a hablar del Cenáculo y a describirlo (Sewulfo, Daniel, J. de Wirzburg, Teodorico).

La obra de los cruzados -que necesariamente debió de ser de estilo románico-  fue destruida por Saladino (1187 dC.).

No es fácil aclarar cómo Wilibrando, en 1212, halló “un cenobio grande y hermoso a la vista”. Lo servían los sirianos. Más radical debió de ser la destrucción del sultán de Damasco, el Malek el-Mohaddam, en 1219. Y entonces sí que se imponía una restauración a fondo de la sala superior del Cenáculo. ¿Quién la realizó?

 

LA ETAPA DE LOS FRANCISCANOS

Aspecto exterior del edificio donde esta el Cenáculo

A juzgar por el nuevo tipo de arquitectura – ahora gótica – han transcurrido bastantes años. No es seguro que la sala fuera rehecha de manera profunda en la breve tregua de Federico II (1229-39); pero sí es muy probable que allí se celebraron cultos mientras el local lo permitió. En el año 1244, la calma de la tregua – que era sólo de diez años – se interrumpió por el asalto de los feroces karismini. Sin que se pueda precisar la gravedad de los deterioros, las noticias nos trasladan al año 1335, en que Santiago de Verona habla claramente de un edificio de “bóvedas dobles” junto a las ruinas de la iglesia, que es sin duda la cruzada.

Esas bóvedas pertenecen ya a otra construcción. En 1333, Roberto de Nápoles y Sancha de Mallorca adquieren, por inmensa suma de dinero, los terrenos -una gran parte- del monte Sión para donarlos a los franciscanos. No es lógico que alzaran un convento para los frailes, un hospicio para peregrinos, y se cruzaran de brazos ante el Cenáculo. Parte al menos de la obra -la vivienda- estaba terminada para 1335. En 1342, la bula Gratias agimus de Clemente VI confirma la donación a los menores.

No es posible resolver la datación exacta de la sala gótica del Cenáculo, que quiere semejar un gran comedor con dos gruesas columnas centrales que se abren en palmera para sostener la nervatura ojival. Si se admite que la obra es de la tregua de Federico II (antes de 1244), su arquitectura es muy avanzada con respecto al arte occidental. Parece más obvio relacionarlo con las formas constructivas de la Nicosía del siglo XIV, lo que equivale, a afirmar que su recio estilo gótico corresponde a la etapa de pacífica posesión de los franciscanos, quizá ya en la segunda mitad del “trecento”. Si se piensa en fechas más posteriores, las líneas rebajadas de las ojivas podrían resultar ya arcaizantes. Ello no impide que las reconstrucciones y ampliaciones prosiguieran durante largos años.

La escalera del fondo conduce a la sala alta, donde los cruzados celebraban ya la venida del Espíritu Santo, así como la otra sala inferior -al ras de suelo- les servía para conmemorar el lavatorio y el recuerdo de David. 

En todo caso, se han salvado – una vez más – las dos salas superpuestas, que en adelante tendrán historia independiente. En 1429, los religiosos fueron expulsados de la sala inferior, que volvieron a recuperar por dinero, para perderla definitivamente en 1452. Los judíos habían instigado a los musulmanes, haciéndoles conocer las infundadas noticias de Benjamín de Tudela, que tampoco ellos sabían hasta 1167. La pretendida “tumba de David”, era sólo el señuelo que desencadenó la ambición. Los despojos continuaron en 1524, pues un decreto de Solimán II arrebataba también la sala superior, tras dos siglos de posesión; y poco después, en 1551, los mismos otomanos expulsan de su convento de Sión a los franciscanos y convierten en mezquita -de Nebi Daud o Profeta David- la sala del Cenáculo, vedando además rigurosamente el acceso a todos los cristianos. 

Aún así, los menores se resistieron a salir del lugar; se alojaron como pudieron en un local vecino – llamado «el horno» hasta que, en 1559, compraron a los georgianos el convento de San Salvador, sede desde entonces de la Custodia de Tierra Santa. Se iban, pero no aceptaban los hechos consumados. Por eso, el Custodio continúa llevando el título de “Guardián del convento del Santo Sión”. Bernardino Amico, a fines del siglo XVI, se ingenió para hacer un interesante diseño del lugar que habían abandonado los franciscanos.

 

SIGLOS POSTERIORES

La prohibición de entrar en Sión siguió en pie en los siglos siguientes, si bien consta de visitas aisladas, siempre por dinero. En el siglo XIX, se suavizó la situación y se toleró la entrada, pero nunca la celebración de misas. Para justificar la postura, añadieron el mihrab (1929) y ricas alfombras, como símbolos de mezquita oficial, y se instaló una verja (hoy retirada) para señalar el límite de la tolerancia. En 1936, los franciscanos fundaron al lado un nuevo convento destinado a las celebraciones de los peregrinos. Está precisamente en la “casa del horno”, pared por medio del Cenáculo auténtico. En 1948, tras la división de la ciudad, el Cenáculo caía en la parte nueva o israelí. La sala del Cenotafio se convirtió en sinagoga y el resto de los bajos en monumento nacional para conmemorar el “holocausto” de judíos en Europa. 

Como consecuencia de la guerra de 1967, las familias musulmanas que residían en el Cenáculo abandonaron el local, que pasó a protección del ministerio de Cultos de Israel. Hoy, los israelíes permiten a los cristianos las visitas de la sala, pero no las funciones litúrgicas. Se basan para ello en una interpretación peculiar del “statu quo”.

La Custodia, que no ha renunciado a los derechos, reitera sus reclamaciones periódicas.

 

OTROS ATRACTIVOS PARA VISITAR EL MONTE SIÓN

Basílica de San Pedro Gallicantu

  

Hagia María o Iglesia de la Dormición en Monte Sión

  

Tumba de David en el Monte Sión

 

Fuente: Félix del Buey, ofm para Revista Tierra Santa

 
 

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Una Visita al santuario de Fátima en Cova da Iría, Portugal

El Santuario de Fátima, localizado en la Cova da Iria, freguesía de Fátima (Portugal) es uno de los más importantes santuarios marianos del mundo. El santuario está situado a 11 km de la ciudad de Ourém, a 25 km de Leiria, 120 km de Lisboa, 180 km de Oporto y está aproximadamente a 300 metros encima del nivel del mar, en pleno macizo calcáreo de Extremadura.

Con el paso del tiempo el Santuario se extendió, hasta hoy en día, en que existen ya dos basílicas, aumentado así la capacidad del acogimiento de los peregrinos en en recinto abierto.

El Santuario está compuesto principalmente por la Capilla de las Apariciones, Recinto de Oración, Basílica de Nuestra Señora del Rosario, Casa de Retiro de Nuestra Señora del Carmen y Rectorado, Casa de Retiro de Nuestra Señora de los Dolores y Albergue para enfermos, Plaza Pío XII, Centro Pastoral Pablo VI y la nueva Iglesia de la Santísima Trinidad.

La Azinheira Grande era la encina más grande de la Cova da Iria en 1917 y, por eso, también es parte de la historia de las apariciones. Junto a ella, esperaban los pastorcitos a que apareciera la Virgen María.

La Cruz Alta tiene 27 m de altura.

Un módulo de hormigón del muro de Berlín recuerda la intervención de Dios, prometida en Fátima, en la caída del comunismo.

El Presépio es una escena del nacimiento de Jesús, cuyo autor es el escultor José Aurélio y está situado junto al Rectorado.


BASÍLICA DEL ROSARIO

Fue iniciada en 1928 y consagrada el 7 de Octubre de 1953. Sus 15 altares representan los 15 misterios del Rosario.

El cuadro del Altar Mayor representa el mensaje de Nuestra Señora a los videntes, preparados por el Ángel de Portugal, a través del encuentro con Jesús en la Eucaristía. Vemos en él, al Obispo de la Diócesis, de rodillas, al lado izquierdo y las figuras de Pío XII (que consagró el mundo al Inmaculado Corazón de Maria en 1942 y cuyo Legado, coronó la Imagen de la Virgen en 1946) y la de los Papas Juan XXIII y Pablo VI.

Las vidrieras representan escenas de las apariciones y algunas invocaciones de la Letanía de la Virgen.

En los cuatro ángulos del interior de la Basílica se encuentran las estatuas de los grandes Apóstoles del Rosario y de la devoción al Inmaculado Corazón de Maria: S. Antonio M.ª Claret, Santo Domingo de Guzmán, S. Juan Eudes y S. Esteban, Rey de Hungria.

También encontramos en la Basílica los sepulcros de Francisco y Jacinta: en el Presbiterio, están colocados los restos mortales de D. José Alves Correia de Silva, primer Obispo de Leiria, trasladados después de su restauración el año de 1920.

El órgano monumental, montado en 1952, posee cerca de 12 mil tubos.


MONUMENTO AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

En la torre de la Basilica

Después de las nuevas revelaciones de la Hª Lucía acerca de la aparición del 13 de julio de 1917, en las que Nuestra Señora mostró a los videntes su Corazón Inmaculado, fueron esculpidas nuevas imágenes sobre esa invocación, la primera de las cuales, también de la autoría del escultor José Thedim, se encuentra en el Carmelo de Coimbra.

El día 13 de mayo de 1958, fue inaugurada una gran estatua del Inmaculado Corazón de María, esculpida por el Padre Thomas McGlynn, O.P., con indicación de la Hª Lucía, y colocada en el hueco de la fachada de la Basílica el día 13 de junio de 1959. Tiene una altura de 4,73 metros y pesa 14 toneladas.

Esta imagen, ofrenda de los católicos americanos, evoca el contenido del mensaje referente a la devoción al Inmaculado Corazón de María, a quien Nuestra Señora aludió en las tres primeras apariciones de Cova de Iria y en las apariciones de Pontevedra: la devoción de los cinco primeros sábados, la consagración de Rusia y el triunfo de su Inmaculado Corazón.

Las Columnatas es el conjunto arquitectónico que une la Basílica a los edificios construidos a cada lado del Recinto. Obra del arquitecto António Lino, está constituida por 200 columnas y 14 altares. En los retablos de los altares se pueden ver las 14 estaciones de la Vía Sacra, ejecutadas en cerâmica policromada, cuyo autor es Lino António.

Hay diecisiete estatuas de mármol encima de la Columnata. Representan a los santos portugueses, santos fundadores de congregaciones religiosas y otros apóstoles de la devoción a Nuestra Señora, siendo todas de escultores portugueses. Las estatuas mayores miden 3,20 m y representan los cuatro santos portugueses: San Juan de Dios (autor: Álvaro Brée), San Juan de Brito (António Duarte), San António de Lisboa (Leopoldo de Almeida) y el Beato Nuno de Santa María (Barata Feio).

Las más pequeñas representan a santa Teresa de Ávila (Maria Amélia Carvalheira da Silva), san Francisco de Sales (M. A. Carvalheira da Silva), san Marcelino Champagnat (Vasco Pereira da Conceição), san Juan Bautista de la Salle (Vítor Marques), san Alfonso Maria de Ligorio (M. A. Carvalheira da Silva), san Juan Bosco (J. M. Mouta Barradas) y santo Domingo Sávio (J. M. Mouta Barradas), san Luis María Grignion de Montfort (Domingos Soares Branco), san Vicente de Paúl (José Fernandes de Sousa Caldas), san Simón Stock (M. A. Carvalleira da Silva), san Ignacio de Loyola (M. A. Carvalheira da Silva), san Pablo de la Cruz (Jaime Ferreira dos Santos), san Juan de la Cruz (M. A. Carvalheira da Silva) y santa Beatriz da Silva (Maria Irene Vilar).

La estatuta del Sagrado Corazón de Jesús aparece en el centro del recinto de oración. Es de bronce dorado y fue ofrecida por un peregrino anónimo y bendecida por el Nuncio Apostólico, monseñor Beda Cardinale, el 13 de mayo de 1932. Su localización simboliza la centralidad de Jesús en el mensaje de Fátima. En la base del monumento se encuentra una fuente.


MONUMENTO DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS

Este Monumento se levanta en el centro de la plaza y sobre un pozo.

En frente de la Basílica, sobre la columnata, pueden verse las imágenes de cuatro santos portugueses:

S. Juan de Dios, S. Juan de Brito, S. Antonio y Beato Nuno de Santa Maria.

De un lado y del otro, de izquierda a derecha, están los siguientes santos: Santa Teresa de Ávila, S. Francisco de Sales, Beata Marcelino de Champagnat, S. Juan Bautista de la Salle, S. Alfonso M-ª de Ligorio, S. Juan Bosco con S. Domingo Sabio, S. Luís Maria Grignion de Montíort, S. Vicente de Paúl, S. Simón Stock, S. Ignacio de Loyola, S. Pablo de la Cruz, S. Juan de la Cruz y Santa Beatriz da Silva.


CAPELINHA DE LAS APARICIONES

Ella es el verdadero corazón del Santuario. Fue el primer edificio construido en Cova de Iria, y precisamente en el lugar de las apariciones de Nuestra Señora. El local está marcado par la columna de mármol sobre la cual está colocada la Imagen de la Virgen. Convergen por aquí los más de cuatro millones de peregrinos que visitan anualmente este Santuario.

El pedestal donde se encuentra la Imagen de la Virgen marca el sitio exacto donde estaba la pequeña encina sobre la cual la Virgen se mostró a los pastorcitos el 13 de mayo, junio, julio, septiembre y octubre de 1917.

La construcción de la capilla fue como respuesta a la petición de Nuestra Señora: “Quiero que hagan aquí una capilla en mi honor”. Fue construida en el local de las apariciones en 1919, del 28 de abril al 15 de junio. La primera Misa allí fue celebrada el día 13 de octubre de 1921.

Siendo dinamitada el 6 de marzo de 1922, fue reconstruida en ese mismo año.

En 1982 fue construido un vasto alpendre, inaugurándose con la visita del Papa Juan Pablo II el 12 de mayo de ese año. En 1988, Año Mariano, fue forrada con madera de pino, proveniente de Rusia, norte de Siberia. Fue escogida esta madera por su durabilidad y belleza. La Capilla original, ahora sujeta a varias reparaciones por el transcurrir de los años, mantiene las líneas de una ermita popular.



CAPILLA DE ADORACIÓN

La Capilla de Adoración fue trasladada en 2007 para la Capilla del Santísimo Sacramento, en la Iglesia de la Santísima Trinidad.

A partir del Domingo de Pascua 2009, todos los días del año, la Capilla del Santísimo Sacramento, en la zona subterránea de la Iglesia de la Santísima Trinidad, en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima/Portugal, pasa a estar abierta ininterrumpidamente, o sea, las 24 horas del día, para la adoración a la Santísima Eucaristía.


IGLESIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Al final de la explanada se encuentra la Iglesia de la Santísima Trinidad con 9.000 asientos, obra del arquitecto Alexandros Tombazis. Se inauguró el 13 de octubre de 2007.


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Los Monasterios de Meteora suspendidos en el cielo

En la gran llanura de la región de Tesalia, al norte de Grecia, surgen de la tierra numerosas columnas naturales de roca oscura, de considerable altura, sobre algunas de las cuales se ubican monasterios bizantinos que comenzaron a construirse en el Siglo XIV, a finales del imperio bizantino, y se finalizaron en el Siglo XVI. Las comunidades religiosas que los habitaban eran llamados «estilitas» de «stylos» (columna).

Los Monasterios de Meteora, (Monasterios suspendidos en el aire o Monasterios arriba del cielo), están localizados, en la llanura de Tesalia, en las proximidades de ciudad de Kalambaka, en el valle del río Pinios

Están clasificados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1988, son construcciones encaramadas en la cumbre de impresionantes masas rocosas grises, talladas por la erosión y llamadas Meteora. Se encuentran hasta una altura de 600 metros y están habitados desde el siglo XIV.

Estos Monasterios Cristianos Ortodoxos, son un importante lugar del monacato ortodoxo griego.

Las formaciones rocosas donde se construyeron los monasterios serían según los antiguos escritos cristianos «las rocas enviadas por el cielo a la tierra» para permitir a los ascetas retirarse y rezar.

Los primeros monjes que habitaron los Meteoros (en idioma griego significa cada cuerpo que cae del cielo), en el siglo XI, eran ermitaños que vivían en las cuevas y que querían estar más cerca del Creador.

Gran Meteoron y Varlaam

 

LOS  MONASTERIOS EXISTENTES

Los primeros monasterios se fundaron en el siglo XIV, fueron construidos con el fin de escapar de los turcos y de los albaneses de la época. Athanasio, expulsado del Monte Athos, fundó el Gran Meteoro o Monasterio de la Transfiguración con varios de sus fieles. Está situado a 613 metros sobre el nivel del mar y esconde una iglesia de estilo bizantino que atesora las reliquias del fundador y unos valiosos frescos multicolores que relatan las persecuciones y martirios que sufrieron los cristianos. Fue seguido por otras comunidades, hasta un total de 24 en el momento del máximo apogeo en el siglo XV que ocuparon los peñascos de la región.

Un gran número de los monasterios fueron destruidos o arruinados en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial por las tropas alemanas, porque la resistencia griegas se refugió en ellos.Sólo seis monasterios de los 23 están hoy en día en uso (cinco son masculinos y uno es habitado por monjas):

Monasterio de la Santísima Trinidad: para poder entrar a esta estructura, el turista debe de tomar un camino muy tedioso; desde de que cruzar el valle y caminar hasta llegar a la roca.

Monasterio Varlaam: está localizado en frente del Gran Meteoro y ha tomado el lugar del segundo monasterio mas grande de la zona, tomando el primer lugar el Gran Meteoro.

El Monasterio de San Nicolás: se trata de una iglesia con una peculiar forma cuadrada.

El Monasterio de San Esteban: este es el que está en mejores condiciones de todos los monasterios; su refectorio es usado como museo.

Monasterio Roussanou: este en sus inicios era un monasterio solo para hombres; pero hoy en día ha cambiado y es un monasterio al que pueden acceder también las mujeres.

El Monasterio de la Transfiguración, o el Gran Meteoro: es catalogado como el más grande de todos los monasterios. Está localizado en la piedra más alta de la zona. Su construcción se debe a los monjes Athanasio ton Meteorito.

Paisaje de Meteora

 

EL RECORRIDO

Allá por el siglo X d.C. se empezaron a dar los primeros brotes de eremitismo, pues el enclave facilita las condiciones idóneas para la vida ascética. Los eremitas vivían en las cuevas de las rocas y en chozas al pie de los peñascos, acudiendo a una iglesia central donde se reunían los días festivos y domingos, iglesia llamada ‘Santa María de la Fuente de la Vida’ (‘Panayiá Zoodojos Piyí’), que aún hoy en día se mantiene en pie desde el siglo XI, así como los frescos que decoran su interior. Esta forma de vida eremítica declinaría en el siglo XIV, cuando al lugar llega el prelado San Atanasio ‘Meteorito’, quien le da nombre al lugar y funda la primera orden monástica que se asentaría en Meteora.

En su época dorada, el territorio llegó a contar con veinticuatro centros donde se desarrollaba la actividad monástica, si bien hoy solo continúan habitados seis de ellos, el monasterio de la Metamorfosis o Gran Meteoro, el de San Nikolas Anapafsas, el de Roussanou, el de la Santa Trinidad, el de San Esteban y el de Varlaam. Pero no todo fueron tiempos de benevolencia. Tras la llegada de los turcos a Tesalia, en el ano 1390, se sucedieron una serie de hechos bélicos que sacudieron la vida normal de los monasterios. Durante los dos primeros siglos de ocupación otomana, los monasterios contribuyeron a la convivencia pacífica pagando los impuestos que estaban establecidos con los invasores.

Pero en el ano 1609 tuvo lugar una revuelta en la cercana ciudad de Lárisa encabezada por San Dioniso el Filósofo, a quien los turcos llamaban ‘perrósofo’. Al ser San Dioniso un hombre de la iglesia, los turcos atacaron monasterios y edificios eclesiásticos, muchos de los cuales eran de gran importancia. De entre estos monasterios, el denominado ‘Gran Meteoro’, centro neurálgico de Meteora, fue atacado en dos ocasiones, en 1609 y en 1616. En ambas pasaron a cuchillo a numerosos monjes y en la vez segunda quemaron la sacristía de la iglesia y destruyeron las celdas de los monjes.

Gran Meteoro

La rebelión más importante fue la acontecida a principios del siglo XIX, encabezada por el padre Efthimios Vlajavas, un rebelde local, quien tuvo como base de operaciones el monasterio de San Demetrio en Meteora, hoy en ruinas. El padre Vlajavas fue traicionado y secuestrado por Alí Pashá, sultán de Ioánina, y el monasterio de San Demetrio fue bombardeado hasta quedar reducido a cenizas, mientras que los monjes de los monasterios de San Demetrio y del Gran Meteoro fueron encarcelados en la ciudad de Ioánina. El padre Vlajava, héroe y mártir nacional, pagaría por su osadía de enfrentarse contra el poder del sultán y sería cortado en cuatro pedazos para evitar rebeliones futuras. Pero no cejarían en su empeño estos monjes guerreros, que seguirían apoyando la causa griega en otros enfrentamientos, contra los búlgaros en las Guerras Macedonias a principios del siglo XX, o durante la ocupación italiana que tuvo lugar en la Segunda Guerra Mundial.

Grabados, tapices y otras imágenes recogen estos episodios de la historia de Meteora en el museo del Gran Meteoro, centro administrativo de los monasterios habitados, a 613 metros de altura sobre el nivel del mar y a 415 metros de altura sobre el lecho del río Peneo. El monasterio también es llamado de la Metamorfosis, por estar consagrado, precisamente, a la Transfiguración de Jesús. No en vano, el Gran Meteoro está levantado en el punto más en comparación con el resto de edificios que se erigen en Meteora, en clara metáfora a la Transfiguración de Cristo, que tuvo lugar en lo alto de un monte. Una magnífica construcción constituye la iglesia central denominada Katholikón, considerado como un regio ejemplo del segundo o tercer periodo de la arquitectura bizantina. En su interior podemos admirar el fresco que representa el pasaje evangélico en el que Jesús sufre la Transfiguración, volviéndose sus vestidos blancos y resplandecientes ante los ojos de los apóstoles Santiago, Juan y Pedro, momento en el que también se manifiestan Moisés y Elías.

 

Interior del Gran Meteoro

Al margen de la iglesia, el monasterio cuenta con recintos de gran interés, como el antiguo refectorio, donde los monjes se reunían para comer, la antigua cocina, el osario, dos museos, y las celdas de los monjes. Unas vistas impresionantes se nos ofrecen al asomarnos desde las terrazas del monasterio. Unas alturas sacras cuyos cielos son surcados frecuentemente por numerosas aves, como la grajilla, o la corneja cenicienta, córvido propio del este de Europa.

Descendiendo desde el Gran Meteoro, nos topamos con el monasterio de Varlaam o de Todos los Santos. Se eleva a una altura de 373 metros sobre el suelo. Fue reedificado sobre las ruinas de un monasterio anterior por los hermanos Nektarios y Teofanis, en el año 1518.

Monasterio de Varlaam

A continuación, el monasterio de Roussanou o de Santa Bárbara, que desafía con osadía al abismo con una construcción imposible, coronando la cúspide esbelta de una roca en el centro del territorio. Como el de Varlaam, Roussanou fue reedificado sobre las ruinas de un monasterio primigenio , en este caso por los hermanos monjes venerables Josafat y Máximo en el 1288 d. C.

Monaterio de Rousanou

Prosiguiendo nuestro recorrido nos acercamos al monasterio de Agia Triada o de la Santa Trinidad. Existen diversas hipótesis acerca de la antigüedad de la construcción , sin embargo, la tradición sostiene que se necesitaron 70 años para acarrear los materiales de construcción hasta el tope del peñón e iniciar así las obras. Sea como fuere, lo formidable del enclave donde está levantado Agia Triada nos sobrecoge. Como si de un fenómeno celeste se tratara, parece querer arrancarse de la tierra para alcanzar, majestuoso, el cielo. Es el triunfo de la ilusión óptica que confunde lo real con lo irreal.

Monasterio de la Santísima Trinidad

Y por fin, el último de los monasterios habitados es el de Agios Stefanos, o San Esteban. Un puente estable de 8 metros de longitud conduce de forma cómoda y segura a la puerta del monasterio. Sobre el portón de entrada del edificio una leyenda certifica que la construcción de esta vieja fortaleza se remonta al año 1192. En el interior del monasterio, habitado por religiosas desde 1961, hallamos dos iglesias. La primigenia capilla de San Esteban, consagrada al protomártir de la cristiandad, con frescos que datan del ano 1501, si bien algunos de ellos presentan daños como consecuencia del agravio cometido por algunos hombres durante la guerra civil que enfrentó a la sociedad griega entre los anos 1944 y 1949.

Monasterio de San Esteban

A escasa distancia se encuentra la mas moderna iglesia de Agios Jarálambos, cuya construcción comenzó en el 1978. En su interior, la magnificencia y el colorido de las pinturas ofrecen una imagen viva de la estancia, con efigies de santos guerreros, temas simbólicos inspirados en la naturaleza, e incluso una miniatura de San Jorge y el dragón, así como otros motivos de gran valor. Al salir del monasterio, uno se queda embelesado contemplando la inmensidad de la llanura tesalia, surcada por una serpiente fluvial, el mítico río Peneo, que se enrosca y desenrosca tendido sobre los campos, bajo la mirada imponente de las montanas Koziakas. Era el Peneo un río al que los antiguos griegos adoraban como a un dios, un río inundado por el mito. Cuenta la leyenda que fue en sus orillas donde Cirene, quien se encontraba apacentando los ganados de su padre Hipeo, fue raptada por el dios Apolo. Es también el Peneo padre de la ninfa Dafne, quien se convirtió en laurel para escapar del abrazo, de nuevo, del caprichoso Apolo, motivo por el cual la divinidad llevaría siempre una corona de laurel en recuerdo de su amor perdido. Y así se suceden las citas mitológicas que tienen como protagonista las mágicas aguas del Peneo.

Monasterio de san Nicolas Anapausas

 

TURISMO

Para llegar a Kalambaka, hay que coger un tren desde Atenas, y después de unas 4 horas de trayecto llegas a la estación de esta ciudad. Kalambaka es una pequeña y tranquila ciudad sin mucho interés, sino fuera por la sorpresa que nos guarda la inmensa masa rocosa gris que aguarda a sus espaldas. En ella estan los Monasterios de Meteora, suspendidos en lo alto de las rocas, parecen hacer equilibrios sobre ellas.
Para acceder a ellos, sale un autobús del centro de Kalambaka, y por 2 € subes arriba del todo, al Gran Meteoro con las salvedades de utilizar ropa que cubra la desnudez del cuerpo, y tiene horarios de visita que generalmente se sitúan alrededor del mediodía.

Mapa de Meteora

Desde aquí se pueden visitar todos a pie e ir bajando de nuevo a Kalambaka, solo apto para gente que le guste el trekking y esté en buena forma. Si no, se pueden ver los cercanos al Gran meteoro, y bajar de nuevo en bus. Por dentro, practicamente son todos iguales, iglesias ortodoxas y vistas espectaculares. Visitables hay 6, y se pueden ver todos el mismo día menos 1, que siempre estará cerrado. Se van rotando, por lo cual siempre hay 5 abiertos. Aparte de los visitables, hay multitud de monasterios que no son visitables, y otros que se hallan en ruinas.

Las mejores épocas del año para visitar Meteora son primavera y otoño, cuando las temperaturas son más agradables y hay menos aglomeración de turistas.

La visita a Meteora se puede hacer fácilmente en un día. Es conveniente pasar al menos una noche en cualquiera de los dos pueblos cercanos al lugar, Kalambaka o Kastraki.

En el interior de todos los monasterios, hay tiendas de iconos de gran calidad elaborados por los monjes según técnicas clásicas.
Por carretera la distancia entre Kalambaka y Atenas es de 326 kilómetros.
Hay que tomar la carretera del norte, Atenas – Salónica (E 75) hasta Larissa y luego desviarse hacia Trikala y continuar 21 kilómetros más hasta llegar a Kalambaka.

Por ferrocarril hay línea hasta Kalambaka. Hay que pasar por Lianokladion y Trikala. El trayecto en tren dura 4 horas y 15 minutos.

 
 

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Un recorrido por el interior y el exterior de la basílica de Luján en Argentina

La Basílica de Luján es el santuario en que se venera a la Virgen de Luján, la patrona de Argentina, y también jurada como patrona de los países vecinos Uruguay y Argentina.

La Basílica de Lujan fue construida entre 1887 y 1935. Los arquitectos que formaron parte de la obra fueron Ingeniero Alfonso Flamand; Arquitecto Ulrich Courtois; Arquitecto Ernesto Moreau; Ingeniero Rómulo Ayerza; Arquitecto Fleury Tronqoy; Arquitecto Sombrum; Arquitecto Trouve; Arquitecto Laspe.

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La piedra fundamental fue colocada en la tarde del 15 de mayo de 1887. Se organizó una procesión que recorrió las calles de la plaza Constitución (hoy plaza Belgrano)

En 1910, precisamente el 4 de diciembre, se realizó el acto de bendición del interior del edificio.

El 21 de diciembre de 1924 se consagran las campanas.

El 9 de diciembre de 1927 se inaugura la torre Oeste con una gran ceremonia.

Después de la solemne Jura de Nuestra Señora de Luján como Patrona principal de las tres Repúblicas del Plata (Argentina, Uruguay y Paraguay), el hecho más culminante fue sin dudas, la consagración de la hermosa Basílica, que efectuó el 6 de octubre de 1930.

El 8 de Diciembre el Santuario recibe oficialmente el Título de Basílica, concedido el 15 de noviembre por la Santa Sede en ocasión de celebrarse el Tricentenario de la Virgen de Luján.

 

EL INTERIOR DE LA BASÍLICA

La Basílica afecta en su planta la forma de una gran cruz latina; recordando con esto, que Jesucristo fundó su iglesia muriendo en la Cruz. Esa forma se conserva en los tres cuerpos superpuestos del edificio, significando así las tres partes integrantes de que se compone la Iglesia moral, sociedad de los fieles cristianos: la primera, triunfante en el cielo; la segunda, paciente en el Purgatorio; y la tercera, militante en la tierra.

La triunfante en el cielo, está representada por el cleristory o cuerpo superior del edificio, desde el triforio para arriba, donde todo es luz y claridad, donde siempre sube el incienso símbolo de la oración, y donde campean los santos y santas, refulgentes de gloria es sus vitrales policromos, que todo lo inundan de un resplandor misterioso.

La militante en la tierra, se ve en plan terreno o pavimento del templo, vasto teatro de nuestras idas y venidas, de nuestras luchas diarias con sus respectivas derrotas o victorias. Entre la Iglesia triunfante y la militante, se encuentra el Triforio, larga y estrecha galería, que nos recuerda lo largo y estrecho que es el camino al cielo.

La paciente en el purgatorio, la tenemos por fin en la cripta subterránea, tan lúgubre y oscura de suyo. Lastima grande es que sea además completamente húmeda e inservible, a causa de la proximidad del río y las capas de agua del subsuelo; pero esto mismo añade un rasgo mas a su místico significado, dándonos a entender que el Purgatorio es un lugar poco agradable y del cual es preciso salir lo mas pronto posible.

La Basílica tiene también en su planta la imagen de Jesús crucificado. El Altar mayor que está en el centro y donde más se ofrece el Santo Sacrificio de la Misa, es su dolorida cabeza.

Un poco más atrás, en el retablo, está María su Madre, como queriendo sostener en brazos a su divino hijo. Los varios altares menores que en el ábside circundan el mayor, le forman como una corona de espinas que destilan la sangre redentora. Los dos altares del crucero son sus manos extendidas y horadadas que chorrean también sangre divinal. Entre ambas manos, a la altura del corazón, está el comulgatorio, donde Jesús se da a los fieles en el Sacramento de su amor.

Más abajo, la nave principal enteramente horadada por los arcos laterales, es el cuerpo de Jesucristo todo llagado que envía sangre purificadora a los diversos confesionarios que están a los costados. Finalmente las fuentes bautismales junto a la puerta de entrada, son las sagradas llagas de sus pies, que borran el pecado original y habilitan para andar camino del cielo.

 

NÁRTEX

Revestido en roble, presenta características de estilo neogótico con una puerta central de dos hojas con decoraciones de vitreaux, con las imágenes de cuatro evangelistas:

San Mateo: en la parte inferior, la cara de un hombre o ángel, que representa la inteligencia.
San Lucas: con la figura de un buey, que representa la fuerza y la mansedumbre.
San Juan: con la figura de un águila, que representa la velocidad y la altura.
San Marcos: en la parte inferior la figura de un león representando el valor.

A ambos lados de la puerta central se observan dos puertas laterales de dos hojas también realizadas en madera por las que actualmente se accede al templo. Antiguamente el nártex se utilizaba para que los no bautizados pudieran presenciar la misa, como también para que no ingresara ruido desde el exterior.

Frente a la puerta lateral derecha del nártex, se encuentra la Inmaculada Concepción, una talla de madera policromada de cuerpo entero.

 

NAVE LATERAL OCCIDENTAL

Primer Capilla: Bautisterio parroquial: Presenta una hermosa reja de hierro forjado de puro estilo gótico ojival, antecedida por dos ángeles lucernarios de metal policromado que descansan sobre un pie. La parte inferior de esta capilla está revestida de un hermoso artesonado de roble esloveno que le da un cálido aspecto. En el centro del Bautisterio se encuentra la pila bautismal, que presenta en su parte superior una tapa sobre la que reposa la imagen de Jesús crucificado.

En la parte superior del Bautisterio se encuentran dos vitrales separados por una pilastra y coronados con un arco ojival. En ellos se observa a San Juan bautizando a Jesús, y este dando al agua, por su divino contacto, la virtud de borrar el pecado original. En el trilóbulo superior, símbolo de la Santísima Trinidad, se ven representadas las tres divinas personas que intervienen en este bautismo (Padre, Hijo y Espíritu Santo).

Mirando ahora desde aquí lo que hay encima de la capilla oriental de enfrente, por no poder ver lo que hay encima de esta y viceversa, veremos allá en lo alto un gran ventanal cuadripartido que arroja en la iglesia raudales de luz; ese ventanal representa a los cuatro evangelistas que derraman la luz evangélica en el mundo: predican sobre todo los dos principales misterios de la Religión Cristiana: la Trinidad y la Redención, como se ve por los trilóbulos y el cuadrilóbulo en forma de cruz que llevan encima y que son los emblemas respectivos de esos dos misterios.

Por un delicado sentimiento de piedad filial, se ha puesto en la cruz alta de los catorce ventanales de la nave central, el escudo respectivo de las catorce Provincias Argentinas (formadas al momento de construirse el templo), como para que ellas reciban más directamente los efluvios de la redención, y sean como los preciosos florones de una gran corona que circunda el Santuario de María de Luján.

Finalmente un poco más abajo empiezan los rosetones que muestran sucesivamente a los Doctores y Escritores Sagrados, que más han cantado las glorias de María. Aquí tenemos: En la cruz alta de enfrente: el escudo de La Rioja. Rosetón: San Hilario Dictaviense.

 

Segunda Capilla: Aquí se encuentra un confesionario de estilo gótico realizado en roble. En la parte superior dos vitrales: a la derecha el Emperador Carlomagno, tenido por santo en la diócesis de Colonia es coronado por el Papa León III, y a la izquierda el Emperador Constantino, tenido por santo en la Iglesia Griega; se le aparece en los aires una cruz luminosa, que adoptada por él en su lábaro o bandera, le da la victoria sobre Maxencio.

En la cruz alta de enfrente: el escudo de Tucumán. Rosetón: San Juan Crisóstomo de Constantinopla ( luego Estambul

 

Tercer Capilla: Puerta de comunicación con el claustro de la casa parroquial, de doble hoja realizada en roble. Posee también una pequeña capilla. En la parte superior un pequeño rosetón con el monograma del Ave María, rodeado de 5 lóbulos que recuerdan los 5 misterios gozosos del Santo Rosario:

La anunciación de la llegada del Mesías a la Virgen.

Visita de María a Santa Isabel 9madre de San Juan).

El nacimiento de Jesús.

La presentación de Jesús y la purificación de la Virgen María.

Jesús encontrado por sus padres con los doctores del templo.

En la cruz alta de enfrente: el escudo de Buenos Aires. Rosetón: San Basilio de Cesarea

 

Cuarta Capilla: Posee un confesionario similar a los anteriores. En los vitrales superiores: a la derecha San Francisco Solano, misionero de Sud América, bautiza a un indio del Chaco y a la izquierda Santo Toribio, Arzobispo de Lima, preside uno de los más célebres concilios provinciales.

En la cruz alta de enfrente: el escudo de Santiago del Estero. Rosetón: San Gregorio Magno Papa.

 

Quinta Capilla: Posee un confesionario similar a los anteriores. En la parte superior los vitrales con San Matías Apóstol a la derecha, que rehúsa quemar incienso a los ídolos.

A la izquierda San Bernabé Apóstol, quien rechaza la adoración que le quieren tributar los paganos como a un dios.

A la izquierda de la capilla podemos observar un cuadro con la bandera de Argentina y la imagen del sagrado Corazón.

En la cruz alta de enfrente: el escudo de Corrientes. Rosetón: San Isidro Labrador, en vez de Isidoro de Sevilla, por equivocación.

 

Sexta Capilla: Posee un confesionario similar a los anteriores. Sus vitrales presentan a la derecha a San Pascual Bailón, patrono de los congresos Eucarísticos. Está en adoración delante del Santísimo Sacramento y la izquierda San Cirilo de Alejandría, proclama el dogma de la maternidad divina de María y se le aparece ésta con su divino hijo en los brazos en señal de aprobación. También podemos apreciar un cuadro con forma de arco de medio punto con la bandera nacional y 17 espadas.

En la cruz alta de enfrente: el escudo de Santa Fe. Rosetón: San Bernardo, Abad de Claraval.

 

Séptima Capilla: Posee un altar advocado a San Antonio de Padua. Lo acompañan a la derecha San Roque y San Pedro Claver; y a la izquierda San Francisco Solano y San Martín de Porrés. Este hermoso altar de mármol blanco, con delicadas incrustaciones de otros mármoles, es donación de doña Margarita M. de Morgan en memoria del presbítero Antonio Fahy, quien fue gran Patrocinador de los irlandeses en estas tierras, y en bien de San Antonio de Areco, donde dicha señora tiene su principal residencia.

Este altar posee características de estilo neogótico, tiene forma de capilla rematado tanto a la derecha como a la izquierda por agujas menores , presentando en su parte central una aguja mayor coronada por una cruz realizada en mármol.

Esta capilla no tiene ventana por tener detrás una de las cuatro torres que enclavan y refuerzan los altos muros del crucero. Podremos encontrar también una cruz de madera en conmemoración del quinto centenario de la evangelización del Nuevo Mundo y un cuadro con las iniciales de Ave María.

En la cruz alta de enfrente: el escudo de Catamarca. Rosetón: San Anselmo de Canterbury.

 

CRUCERO OCCIDENTAL

La antecede una reja de hierro forjado, en el centro presentan imágenes del cronograma de la medalla Milagrosa y la imagen de la misma. A los costados se observan ángeles. Al entrar podemos encontrar la Lámpara Votiva de los Uruguayos. Esta es el resultado de un voto que hizo de ella aquí mismo Monseñor Soler, primer Arzobispo de Montevideo, en una peregrinación general que hiciera en 1892 para implorar la paz y la prosperidad de su amada Patria, en momentos de lucha fratricida por que atravesaba.

El altar está consagrado a la Virgen de la Medalla Milagrosa, la cual ocupa el templete del centro, teniendo a la derecha a San Vicente de Paul y a la izquierda a la Beata Luisa de Marillac, ambos cofundadores de la comunidad a que pertenece la piadosa vidente.

Está realizado en mármol blanco con hermosos bajorrelieves y demás aplicaciones de bronce. Presenta forma de capilla, cuyas hornacinas culminan con agujas, característica del estilo gótico. Ha sido ejecutado en París según planos premiados en la Exposición Universal, y fue costeado por las Hijas de María Inmaculada de las tres Republicas del Plata. Se llega a la mesa del sacrificio por una escalinata de cinco peldaños, la cual se prolonga y sube graciosamente de cada lado en forma semicircular, abrazando un pequeño retablo, hasta llegar por detrás del mismo al nicho de la Exposición del Santísimo que domina el Tabernáculo. El retablo así abrazado tiene en sus dos extremidades un pilar de regular altura que soporta un ángel dorado tocando la trompeta, y en su frente, entre los candeleros, cuatro pequeños bajorrelieves alusivos a la Virgen, son: la Torre de David, la Rosa Mística, la Torre de marfil y el Arca de la Alianza. La mesa sobre la cual se inmola a Jesús, hostia en la misa, tiene en su parte inferior un gran bajorrelieve de bronce que la abarca casi por completo, representando la Resurrección de Jesucristo. Por el lugar que ocupa al pie del altar, y por los personajes que trae, nos recuerda que Jesucristo sepultado al pie del calvario, sale de allí resucitado triunfante y glorioso con gran espanto de las guardias que huyen y gran contento de los Ángeles que se aproximan.

Las cuatro sepulturas que hay al pie del altar, son las de cuatro grandes servidores de María de Luján: la primera a la izquierda, es la del R. P. Vicente María Dávani muerto en el año 1922 jubilar después de haber regido esta feligresía durante 21 años, en los que edificó una gran parte de este Santuario. La segunda es la del R. P. Emilio George, quien fue cura de esta feligresía durante quince años, en los que refaccionó el antiguo Santuario y puso la piedra fundamental del nuevo. La del medio es del R. P. Jorge María Salvaire, sucesor del segundo de quien fuera teniente. Fue el más entusiasta propagador del culto de María de Luján, el autor de su Monumental historia, el que logro su solemne coronación en nombre de León XIII, y el que ideo y comenzó el nuevo Santuario. Permaneció en Luján como teniente cura y capellán del Santuario durante 25 años. La de la derecha, es del hermano lego Antonio Wermter, humilde sacristán que puede considerarse como el esclavo de la Virgen, a quien sirvió abnegadamente durante 43 años de su vida, siendo en esto el digno émulo del famoso negrito Manuel en los albores de la devoción a Maria de Lujan.

A ambos lados de la capilla encontramos dos ventanas con vitrales. A la derecha se observa la aparición de la Virgen de la Medalla Milagrosa ante el judío Alonso de Ratisbona en Roma. A la izquierda, María coronando a sus hijas en el cielo.

Las altas ventanas costaneras presentan vitrales con distintas imágenes:

 

A la izquierda:

La 1era: San Vicente de Paúl y San Francisco de Sales. Enfrente Santa Rosa de Lima y Santa Lucía Mártir.

La 2da: San José y San Juan Bautista. Enfrente: Santa Filomena y San Fermín.

La 3era: San Joaquín y Santa Ana. Enfrente: Nuestra Señora de las Gracias.

Todas las ventanas, traen en el centro de su cruz alta, el monograma de Jesús Salvador de los hombres, y unas rosas coloradas en sus cuatro lóbulos extremos: el monograma del centro indica que Jesús murió crucificado para salvar a los hombres, y las rosas coloradas, significan que esto lo hizo por el grande amor que les tenía.

 

Ventanas del fondo:

En el centro: La aparición de la Medalla Milagrosa a Sor Catalina(Laboure), novicia de las Hijas de la Caridad en 1830.

A la derecha: Nuestra Señora del las Nieves, mostrando con ellas, la ubicación del nuevo Santuario a levantarse con este nombre en el monte Exquilino de Roma.

A la Izquierda: Nuestra Señora del Carmen, socorriendo a las benditas ánimas del purgatorio

Estas tres ventanas tienen respectivamente en su cruz alta el escudo de la Argentina, del Uruguay y del Paraguay, en representación de las Hijas de María de la Medalla Milagrosa pertenecientes a estas tres Republicas del Plata.

El recinto está decorado con distintos cuadros y placas. Entre ellos, un cuadro con la imagen de San Juan Bautista de Lasalle.

 

CAMARÍN DE LA VIRGEN

Al acceder al camarín por una escalinata de diez peldaños encontraremos uno de los ángeles custodios del mismo (el otro se encuentra a la salida). Cada ángel descansa sobre un pedestal de mármol, de base escalonada, adornados con relieves del típico arco ojival, propio del estilo gótico. Están en actitud de oración, realizados en mármol de carrara del centro de Italia, por el mismo escultor que esculpió las 14 estatuas del altar mayor.

El camarín, como lo indica su nombre, es la estancia o cámara intima de la Virgen de Luján: es el lugar predilecto de los fieles que visitan el Santuario, y donde oran con más fervor, viendo la Sagrada Imagen más cerca.

El Altar del camarín, es una acertada combinación con el Altar Mayor que está a sus espaldas, y cuya parte superior es común a los dos. Desde allí la Sagrada Imagen, se vuelve a uno u otro lado según lo requiere el culto. A los pies de María hay dos ángeles dorados con incensario en las manos, indicando con esto que éste es el lugar por excelencia de la oración.

El retablo es de mármol y está sostenido por 4 columnas. En el centro sobre el retablo tenemos el sagrario, de base cuadrada, formado por 4 arcos de medio punto con 2 pilastras y una columna en cada extremo. En cada arista encontramos rematando la figura de un ángel. La imagen está trabajada con la imagen de la Asunción de María.

A la derecha del retablo, hay un gran bajorrelieve dorado que representa a Jesús agonizando en el huerto de Getsemaní, como para excitarnos al dolor de nuestros pecados. A la izquierda hay otro bajorrelieve que representa la cena de Emmaús, en que Jesús se dá en alimento a sus discípulos, como para indicarnos el premio de nuestro sincero dolor. Finalmente en el frontal de la mesa del Altar, hay otro gran bajorrelieve que representa la muerte de San José en los brazos de Jesús y María, para indicarnos la gran dicha que nos espera al final de la vida si permanecemos fieles a Jesús y le recibimos por viático al morir.

Este hermoso y simbólico Altar es donación del señor Juan Esteban Anchorena, quien quiso patentizar con esto su inmenso amor a la Virgen María de Lujan.

En la parte superior encontramos una balaustrada que se apoya sobre motivos en mosaico bizantino. A este mismo nivel, 4 repisas que sostienen 4 candelabros y en la parte central, con fondo en mosaico español azul, las iniciales AR (Ave Regina) con una corona en dorado. En los 4 vértices se observa la imagen de los querubines.

La imagen de la Virgen se haya dentro de una estructura que simula una capilla compuesta por 4 arcos de estilo ojival. En la parte superior se haya rematada por una aguja que culmina con una cruz adornada por una corona de espinas y lirios. En la hornacina central encontramos la Virgen de Luján, que se encuentra sobre una base giratoria de mármol con motivos de lirios en la inferior.

Encontraremos en el camarín la lámpara votiva de los argentinos. El capellán venía recolectando chafalonía de plata, a efectos de llevar a cabo la ejecución de la lámpara votiva y le entrega a la casa Gottuzzo y Costa de Buenos Aires, la cantidad de 165 Kg. de plata en lingotes el día 9 de enero de 1897. También posee bronce y cobre pesando en total una tonelada y media.

Ventanas: Las altas ventanas gemelas que están a ambos costados del Altar, completan la piadosa enseñanza de los bajorrelieves, mostrándonos que podemos tener la más grande confianza en María de Luján, por haber ella elegido este lugar para ser el trono de sus bondades, como lo reza el Ofertorio de su misa propia.

1era. Ventana: a mano derecha, abajo, los bueyes que llevan el cajón de la Sagrada Imagen, se detienen junto a la estancia de Rosendo de Oramas, sin que nadie ni nada pueda hacerlos adelantar, 1630. Arriba, al abrir el cajón se descubre la Bendita imagen de la Virgencita, y se resuelve dejarla en estos parajes.

Enfrente, abajo: La imagen es llevada a la casa de Rosendo de Oramas. Arriba, primera ermita construida allí mismo, quedando a cargo del célebre Negrito Manuel, quien se constituye su camarero y sacristán perpetuo.

2da. Ventana: a mano derecha, abajo, Solemne traslación de la imagen al primer Santuario levantado a la orilla este del rió Luján, en terrenos donados por Doña Ana de Mattos, 1677. Arriba, el Negrito Manuel sana a varios enfermos con el aceite de la lámpara de la Virgen.

Enfrente, abajo: El General Belgrano ofrece a la Virgen dos banderas arrancadas al enemigo en la batalla de Salta, 1813.

Arriba, solemne coronación de la Imagen Bendita efectuada por el Arzobispo Monseñor Aneiros en nombre de su Santidad León XIII, 1887.

Estas cuatro ventanas llevan en su cruz alta o cuadrilóbulo superior el monograma de María en el centro y una corona imperial en sus cuatro extremidades; lo cual significa que María es soberana Emperatriz de la iglesia Triunfante en el cielo, de la iglesia paciente en el Purgatorio, de la iglesia militante en la Tierra, y en particular de la iglesia Argentina, que la coronó tan solemnemente como tal.

Quedando así plenamente acreditado nuestro recurso a la Santísima Virgen bajo su advocación especial de Luján, y siendo el Rosario la oración que más le agrada, falta recordar aquí sus diversos misterios.

Las ventanas lanceoladas del fondo del camarín tienen precisamente este objeto: pero se les añadirá un misterio más a cada cinco, tanto para lograr los seis medallones exigidos por cada dos ventanas, como para completar mas la historia de la Virgen.

1era. Ventana, a mano izquierda, abajo: Misterios Gozosos: La Presentación, la Anunciación, la Visitación.

Enfrente: El Nacimiento de Jesús, la Purificación, Jesús hallado en el templo.

2da. Ventana, a mano izquierda, abajo: Misterios Dolorosos: La oración del huerto, la Coronación de espinas, la Flagelación.

Enfrente: La cruz a cuestas, la Crucifixión, el Descendimiento.

3era. Ventana, a mano izquierda, abajo: Misterios Gloriosos: La Resurrección, la Ascensión del Señor, la Venida del Espíritu Santo.

Enfrente: La muerte de María, su Asunción, su Coronación en los cielos.

Ventana al centro: Solemnemente coronada María como soberana Emperatriz de cielo y tierra, y proclamada especial Reina y Patrona de la República Argentina por autoridad pontificia, ella se nos aparece aquí como tal, rodeada de nubes y querubes, en medio de esplendorosos rayos de luz y ceñida su frente con espléndida corona imperial. A sus plantas se desliza entre rocas y peñas el rió Luján, como símbolo del raudal de gracias y favores que ella derrama sobre nosotros, como prenda segura de eterna Salvación.

 

GALERÍA ALTA DEL CAMARÍN

El contorno interior del camarín está revestido de un rico y delicado artesonado de roble estilo gótico, presentando un falso telón con fondo celeste recamado con cruces y flores de lis dorados; terminando a los seis metros de altura con una hermosa galería saliente, de cuya elegante barandilla penden numerosos estandartes y banderas, que perpetúan allí la presencia de los piadosos donantes, y son un perenne testimonio de su fraternidad cristiana.

De esas banderas, algunas son particularmente notables por las especiales circunstancias de su entrega. Tal es la de España, traída por la Infanta Isabel de Borbón en las fiestas del Centenario patrio en 1910.

Vienen después la Chilena y la Argentina, las que en vísperas de entrar en guerra en 1895 se dieron aquí mismo en Luján el ósculo fraternal de paz, tremoladas por los dos respectivos Arzobispos Monseñores Casanova y Castellano. Vienen también las del Uruguay y Paraguay, traídas juntas a la Argentina, por sus respectivos Prelados, por ser María de Luján la Patrona de las tres Republicas del Plata. Finalmente viene la Irlandesa, traída en la primera peregrinación general que hicieran los hijos de la Vede Erín en 1901, dando con esto un alto ejemplo de patriotismo y religión, que fue seguido por los Italianos en 1909, por los Franceses, los Polacos, los Alemanes, los Austriacos en 1910, y por los Españoles en 1912, bien que ya tuvieran aquí su bandera.

También enviaron su bandera los Bolivianos en 1921, los Mejicanos en 1922, y finalmente los Portugueses que preparan la suya para 1923.

 

PARTE OCCIDENTAL DEL ÁBSIDE

Primer Capilla: El altar está advocado a San Vicente de Paúl acompañado a la derecha por San Juan Gabriel y a la izquierda, estatuas de Santa Luisa.

Enfrente: Una de las tres escaleras del camarín. Tiene como punto de arranque un hermoso pedestal de mármol blanco sobre el que está un devoto ángel adorador. Síguenle a modo de pasamano unos tableros góticos de bronce dorado, separados entre si por elegantes columnitas de ónix de San Luis, con capiteles y bases de bronce Bernini antiguo. Las gradas son de un mármol blanco de Córdoba durísimo, pero muy quebradizo.

Rosetón superior: Santa Luisa Marillac de Gras.

 

Segunda Capilla: Altar de Santa Rosa de Lima, con San Francisco de Asís y San Guillermo; San Eduardo y San Jeremías. Es una hermosa donación de Doña Margarita M. De Morgan, en honor de los Santos Patrones de sus cuatro hijos, y de la Patrona de la América del Sud, y de su patria Argentina.

Ventanas: Cuatro escenas recordando la autoridad de los Papas en circunstancias históricas para la Iglesia. Arriba: San Pío V, rezando el Santo Rosario, ve proféticamente en lontananza la Armada Cristiana derrotando a los mahometanos en el golfo de Lepanto. Al lado: San Urbano predica la Santa Cruzada para reconquistar la tierra santa. Abajo: San Gregorio VII recibe en Canossa la sumisión de Enrique IV de Alemania. Al lado: San León retiene al invasor y bárbaro Atila a las puertas de Roma.

Rosetón superior: San Benito

Vía Crucis. 1era. Estación: Jesús es llevado al tribunal de Pilatos, quien se desentiende de su muerte lavándose las manos.

 

Tercer Capilla: Altar de San José. Es sencillo pero cómodo y elegante. Fue donado por Monseñor Terrero, quien tenía al Santo Patriarca una devoción especial. El escudo de armas del Obispo figura en la parte anterior de la mesa, con su bella divisa «Omnia ómnibus» que supo muy bien practicar durante su largo episcopado.

Ventanas: En el centro: San José de Calasanz. Se le aparece la Virgen mientras enseña el catecismo a los niños. A siniestra: San Gabriel Arcángel. Anuncia a Maria su divina maternidad. A diestra: San Rafael Arcángel. Libra al joven Tobías de un enorme pez que le acomete en su viaje.

Rosetón superior: San Ezequiel

Vía Crucis. 2da. Estación: Jesús carga con la pesada cruz. 3era. Estación: Jesús cae por primera vez bajo el peso de la cruz.

 

Cuarta Capilla: Altar de San Luis Gonzaga. Su retablo imita los trípticos plegables de remotos tiempos, y tiene cuatro pinturas al óleo referentes a la vida del Santo: su primera comunión, su vida de oración y mortificación, su divina vocación a la Compañía de Jesús y su muerte en el Señor. La parte anterior de la mesa tiene un enchapado de un mármol muy raro y curioso de África. Es donación de Doña Enriqueta L. de Dorrego en memoria de su esposo Don Luis Dorrego.

Ventanas: En el centro: Santa Teresa de Jesús. Escribe sus obras con asistencia del Espíritu Santo. A al izquierda: Santa Rosa de Viterbo. Siendo todavía niña y enseñando el Catecismo, se eleva la piedra que la sostiene para dominar a su auditorio. A la derecha: Santa Magdalena de Pazzis. Se le aparece el Sagrado Corazón de Jesús.

Rosetón superior: San Isaías

Vía Crucis. 4ta. Estación: Jesús se encuentra con su Santa Madre. 5ta. Estación: Jesús es ayudado por Simón Cireneo a llevar la cruz.

 

Quinta Capilla: Altar de San Jeremías, con San Lorenzo O’Toole y San Quesado, dos santos irlandeses. Fue donado por Doña Margarita M. de Morgan, para interesar a dichos santos en bien de su hijo Jeremías.

Ventanas: En el centro: S. Bruno, fundador de los Cartujos. Muere en olor de santidad rodeado de sus monjes. A la izquierda: San Antonio Abad. Asiste a la muerte de San Pablo, primer ermitaño. A la derecha: San Camilo de Lelis. Solicita del Papa Sixto V, la aprobación de las Reglas de su Comunidad.

Rosetón superior: San David

Vía Crucis. 6ta. Estación: La Verónica enjuaga el rostro de Jesús lleno de sangre, polvo y saliva. 7ma. Estación: Jesús cae por segunda vez por la llaga mortal que se hace en el hombro.

Enfrente: Estatua de San Juan Evangelista, a cuyo cargo quedó la Virgen, a la muerte de su divino Hijo.

Capilla absidal del fondo y eje de la Iglesia: A mano derecha, entrada a la Sacristía, con ventanas que veremos más adelante. A mano izquierda, entrada principal al camarín.

 

PARTE ORIENTAL DEL ÁBSIDE

Primer Capilla (5ta.): Altar de San Ignacio, con San Enrique y Santa Emilia. Tiene buenos enchapados de ónix de San Luis y bronces imitando lo antiguo. Es donación de Doña Emilia N. De Ramos Otero, en memoria de su esposo Ignacio.

Ventanas:

Centro, San Juan de la Cruz. Recibe la cruz de manos de Nuestro Señor.

A la izquierda, San Juan de Dios. Es coronado de agudas espinas por la Virgen. A la derecha, San Pedro de Alcántara. Por espíritu de mortificación recibe el Santo Viático y también muere estando de rodillas.

Rosetón superior: Moisés

Vía crucis. 8va. Estación: Jesús se encuentra con las santas mujeres.

9na. Estación: Jesús cae por la tercera vez bajo la Cruz.

Enfrente: Deliciosa estatua de Santa Helena, obra artística del celebre maestro argentino Héctor Jiménez. Es donación de Doña Helena Torres de Muñiz.

 

Segunda Capilla (4ta.): Altar de San Carlos Borromeo. Se distingue por la incrustación de unos mosaicos que permiten el lavado sin que se pierda el dorado. Es donación de Doña Magdalena D. de Ortiz Basualdo y de su hija Inés.

Ventanas:

Centro, Santa Inés, noble romana de singular hermosura.

Izquierda, de abajo para arriba, Inés rehúsa la mano del hijo de Sinfronio. Perfecto de Roma. Sifronio la cita a su tribunal y la amenaza como cristiana si no consiente. Negándose ella, la manda encerrar y despojar para que pierda el pudor.

En el centro, abajo, viene un ángel que la viste y la guarda.

A derecha, de abajo para arriba, el hijo prefecto viene a tentarla y cae muerto; pero ella implora su vuelta a la vida. Atribuido todo a hechicería, la mandan quemar, pero las llamas la respetan. La degüellan y alcanza así la doble corona de Virgen y Mártir.

Rosetón Superior: San Jeremías

Vía crucis. 10ma. Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.

11ra. Estación: Jesús es clavado de pies y manos a la cruz.

 

Tercer Capilla (3era.): Altar del Santo Rosario. La Virgen y el Niño Jesús dan respectivamente el Santo Rosario a Santo Domingo de Guzmán y a Santa Catalina de Sena. Es donación de la Asociación de las Madres Cristianas del Colegio Lacordaire.

Ventanas:

Centro, Santo Domingo fundador de la Orden de Predicadores.

A la izquierda, Santa Cecilia Patrona de los músicos. Toca el órgano y canta con los Ángeles.

A la derecha, Santa Catalina Virgen y Mártir. Con su oración despedaza una rueda armada de garfios destinada a martirizarla.

Rosetón superior: San Daniel

Vía crucis. 12da. Estación: Jesús expira en la cruz

13era. Estación: Jesús es bajado de la cruz.

 

Cuarta Capilla (2da.): Altar de San Patricio, con San Malaquías y Santa Brígida; Santa Clara y Santa Escolástica. Tiene ricos fondos verdes y hojas de trébol y harpas doradas, distintivos especiales de Irlanda. Es donación de Doña Margarita M. de Morgan, en bien de la Colonia Irlandesa del país.

Ventana: San Patricio predicando a los Celtas, primitivos habitantes de Irlanda. Niño aún es arrebatado por los Ulsterianos quienes le dedican a guardar rebaños. Espera para morir, que Santa Brígida le entregue la mortaja que le estaba preparando en secreto.

Rosetón superior: San Basilio

Vía crucis. 14ta. Estación: Jesús es depositado en el sepulcro.

 

Quinta Capilla (1era.): Órgano de acompañamiento para los oficios menores. Es un buen instrumento, sistema tubular, con varios juegos, y fuelles movidos por electricidad.

A mano izquierda, otra escalera del camarín en todo igual a la de la parte occidental ya descripta.

Rosetón superior: San Juan Nepomuceno.

 

CRUCERO ORIENTAL

Lo antecede una reja de hierro forjado en cuyas puertas centrales encontramos la iniciares JHS que significa «Jesús Salvador de los Hombres».

La lámpara que se ve arriba al entrar, ha sido donada anónimamente por una persona de la Provincia de Buenos Aires; por lo que puede decirse que representa a esta Provincia. La de más adentro es donación de Doña Margarita M. Morgan (también el altar), en nombre de Irlanda de donde vino expresamente.

El Altar de este crucero, reproduce exactamente el de en frente ya descrito, sólo que está advocado al Sagrado Corazón de Jesús en la hornacina central, a la derecha Santa Clara y a la izquierda San Francisco de Asís, por ser este el lugar de reunión de la Venerable Orden Tercera de San Francisco.

Los cuatro pequeños bajorrelieves del retablo entre los candeleros, aluden a la Pasión de Nuestro Salvador y son: El Ecce Homo; Jesús llevando la cruz; Jesús crucificado, entre San Juan y María; y Jesús en los brazos de María después del descendimiento. El gran bajorrelieve que ocupa casi toda la parte anterior de la mesa del altar, representa a Jesús llevado al sepulcro nuevo y cavado en la roca viva; nos enseña que Jesús-hostia, sacrificado en el altar, debe ser recibido en un corazón nuevo o renovado por la penitencia y vivificado por la caridad.

Este magnífico y artístico Altar es donación de Doña Margarita M. de Morgan, por su gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Las sepulturas que están al pie del altar, pertenecen al inolvidable Monseñor Terrero en el centro, segundo Obispo de La Plata, quien tanto se desveló por este Santuario. A la derecha Eduardo Francisco Cardenal Pironio y a la izquierda Anunciado Serafín Obispo de la Iglesia de Dios.

Independientemente del altar se encuentran dos repisas , a la derecha la imagen de un ángel custodiando a Jesús y a la izquierda La Sagrada Familia.

En la parte superior los vitrales:

A la izquierda: 1er ventana: Santa Catalina de Siena y Santa Ángela. Enfrente: Santa Clara y San Francisco de Asís, ambos fundadores de una comunidad respectiva.

2da. Ventana: San Eladio y Santa Julia. Enfrente: San Alfonso María de Ligorio y Santo Domingo de Guzmán, fundadores respectivos de una comunidad.

3era. Ventana: El beato Gabriel Perboyre y el beato Francisco Regis Clet, ambos sacerdotes de la misión martirizados en China. Enfrente: San Carlos Borromeo Arzobispo de Milán y San Felipe Neri fundador.

Todas estas ventanas laterales tienen en su cruz alta el Sagrado Corazón de Jesús, por estarle dedicado este crucero.

Las tres ventanas altas del fondo tienen: la del centro, la aparición del Sagrado Corazón a Santa Margarita María. A la derecha, Santo Tomás de Aquino y San Agustín; y la izquierda San Pablo y San Miguel Arcángel.

Estas tres ventanas tienen en su cruz alta respectivamente: el Escudo de Pío IX, quien consagró la Iglesia Universal al Sagrado Corazón de Jesús; el de León XIII quien tanto facilitó esta devoción, y el de la Argentina que supo tan bien aprovecharse de ella.

Las dos ventanas bajas, al lado del Altar, a la derecha: Pío IX consagrando la Iglesia Universal al Sagrado Corazón de Jesús. A la izquierda: el mismo Sagrado Corazón amparando a los afligidos que acuden a él.

Sagrado Corazón de Jesús: Las insignias de la cruz, la coronación de espinas, la llamas con que el señor mostró su corazón, son símbolos que representan el amor y sacrificio que tuvo Cristo para con nosotros.

La corona de espinas que rodea el corazón significa los pecados que no llegan a ser sacrilegios pero que igual hieren al divino corazón, la herida de su costado fue ocasionada por un soldado romano por medio de una lanza cuando el se hallaba muerto en la cruz, la sangre que brota de este representa el inmenso amor que tiene por nosotros y que volvería a morir por nuestra salvación.

 

EN EL PRESBITERIO

Trasladarse desde el Crucero Oriental al centro del presbiterio, es lo que se le ocurre a cualquiera antes de abandonar este sitio y seguir adelante.

Desde el centro de la gran cruz latina formada por la Basílica, a cualquier lado que se dirija la mirada, el alma se siente hondamente impresionada: delante tiene la esplendidez del Altar Mayor; a diestra y siniestra, los grandes cruceros con sus artísticos Altares en el fondo; detrás, las elevadas naves con su magnífico rosetón que pone en una verdadera gloria a María de Lujan que está en el medio; un poco mas abajo, el órgano monumental, con sus 50 juegos distintos y cuya construcción fue atendida personalmente en París por su generoso donante Monseñor José León Gallardo.

Las naves iluminadas por la luz que atraviesa los pintados vitrales pueblan el espíritu de una dulce emoción. Es preciso ver esas rasgadas ventanas góticas y esos rosetones divididos y subdivididos en frágiles ramajes de piedra, a ciertas horas del día, cuando el sol arrojando sus dorados rayos en los vitrales polícromos, llena el templo de esa claridad misteriosa e indefinible que colora con tintes suaves los múltiples objetos.

 

ALTAR MAYOR

Lo antecede una reja negra de hierro forjado, que presenta columnas de ónix y decoraciones de mármol.

Las campanillas que junto con la sombrilla se encuentran en este altar le otorgan al templo la condición de Basílica.

A ambos lados encontramos la sillería, y dos cúpulas en forma de capilla que culmina en una aguja coronada por una cruz, todo realizado en roble.

A la izquierda del altar se encuentra un ambos sostenido por dos columnas de fuste liso y capitel simple.

Anterior a la mesa se encuentran dos lámparas de pie realizadas en bronce. La mesa se halla sostenida por 8 columnas y sobre esta se observa un sagrario en forma de capilla.

A la derecha se observa la lámpara que simboliza la presencia del Señor y a ambos lados del sagrario se observan 4 sagrarios menores.

El altar mayor se impone a nuestra atención desde el fondo de la nave central por su magnitud y esplendidez. Es un conjunto de mármol blanco y bronce.

Ocupa el centro de la gran cruz latina, cual si fuera la cabeza del divino crucificado hermosamente nimbada por los altares circulares del ábside, y contiene las dos joyas mas preciosas del Santuario: Jesús, en su dorado Tabernáculo, y María en su trono de gloria. Jesús está allí en primer plano, rodeado de su Santa Madre y de sus Apóstoles, como durante su vida mortal; en cuatro nichos elevados, dos de un lado y dos del otro, están los cuatro evangelistas: San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan; y en el medio de cada dos de ellos, hay un ángel dorado que toca la trompeta de la fama. Los otros Apóstoles están más abajo, en una serie de nichos formando retablo: de un lado, está San Pedro seguido de San Simón, Santo Tomás, San Felipe y San Andrés; del otro, está San Pablo seguido de Santiago el Mayor, Santiago el Menor, San Bartolomé y San Judas Tadeo.

María está más arriba, en segundo plano, ocupando entre los cuatro Evangelistas un gran templete dorado y descansando sobre una peana giratoria, que le permite darse vuelta hacia la nave central o el camarín según convenga. Se encuentra a su turno muy bien acompañada: a través de su gran templete, se ve en el fondo del ábside un rosetón polícromo con la imagen de la Santísima Trinidad. Esta divinal familia no podía estar muy lejos de aquella Excelsa Señora que es respectivamente Hija del Padre, Madre del Hijo y esposa del Espíritu Santo. Al lado, en otros tantos rosetones alrededor del ábside, están los Profetas que la vaticinaron y otros santos de especial relación, los cuales, si bien no se pueden ver sino de mas cerca, los nombraremos sin embargo aquí como formando la corte especial de María. A la derecha están sucesivamente: Moisés, Jeremías, Daniel, San Basilio y San Juan Nepomuceno, este último en obsequio a Monseñor Terrero, quien llevaba este nombre y tanto se preocupó de las cosas del Santuario; a la izquierda están: David, Isaías, Ezequiel, San Benito y la beata Luisa de Marillac, a cuya hija en religión se le apareció la Medalla Milagrosa.

Encima de este altar, la bóveda central adopta la forma Tudor, como para dar más espacio a las preciosidades que ella recubre y más libertad a los hermosos vitrales que cantan sus glorias.

Sobre los contrafuertes anteriores al altar mayor encontramos dos púlpitos de roble con características del estilo neogótico, se accede a estos a través de 14 peldaños del mismo material. El tornavoz tiene forma de capilla y la taza decorada por arcos ojivales y pequeñas columnas, que poseen decoraciones de estilo bizantino

Este espléndido altar es donación de la familia Armstrong, representada por el señor Dose y su hermana, la señora de Lariviere.

 

NAVE LATERAL ORIENTAL

Primer Capilla (7ma.): Altar advocado a Santa Ana, con San Expedito y San Juan Bautista a la derecha, y Santa Rita y San Rosetón a la izquierda.

Es gemelo del de San Antonio que está en la parte opuesta, y es también donación de Doña Margarita M. de Morgan. El altar está realizado en mármol y a la izquierda se observa un confesionario de roble con estilo gótico.

San Juan Bautista (ver 1er capilla occidental).

En la cruz alta de enfrente: El escudo de Entre Ríos.

Rosetón: San Jerónimo Doctor.

 

Segunda capilla (6ta.): Posee un confesionario de iguales características que los anteriores. En la parte superior los vitrales presentan a la derecha a San Cayetano, que recibe al niño Jesús de manos de la Virgen y a la izquierda a San Antonio de Padua, por debajo de esta imagen la divinidad de la Eucaristía haciendo que un juramento doble las rodillas ante ella.

San Antonio de Padua (ver 7ma capilla).

En la cruz alta de enfrente: El escudo de Córdoba.

Rosetón: San Pedro Damián.

 

Tercer Capilla (5ta.): Posee también un confesionario. En los vitrales San Esteban diácono de Jerusalén, fue apedreado por los judíos por ser cristiano y San Lorenzo diácono de Roma, que preguntado por los tesoros de la Iglesia, muestra la turba de necesitados que están a su cargo.

En la cruz alta de enfrente: El escudo de Salta.

Rosetón: San Bernardo, Abad de Claraval.(ver 6ta capilla occidental)

 

Cuarta Capilla (4ta.): Posee un confesionario. En los vitrales las imágenes del Santo Cura de Ars, enseñando el catecismo a sus feligreses; y San Martín de Tours, siendo todavía militar y catecúmeno divide su manto para abrigar a un mendigo.

En la cruz alta de enfrente: El escudo de Mendoza.

Rosetón: San León Papa.

 

Quinta Capilla (3era.): Con una puerta lateral para el público. Realizada en roble, de doble hoja simula una capilla, con arcos ojivales y rematada por una cruz.

Más arriba, un pequeño rosetón con el monograma de María rodeado de 5 lóbulos que recuerdan los 5 misterios gloriosos del Santo Rosario.

En la cruz alta de enfrente: El escudo de Jujuy.

Rosetón: San Cirilo de Alejandría.

 

Sexta Capilla (2da.): Posee un confesionario. En los vitrales se encuentran la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia (España), que ampara a una multitud de desgraciados y San Nicolás, obispo, devuelve la vida a tres niños despedazados por un malvado y puestos en una tina.

En la cruz alta de enfrente: El escudo de San Juan.

Rosetón: San Atanasio Obispo de Alejandría.

 

Séptima Capilla (1era.): El altar está advocado al Cristo Crucificado, lo acompañan a la derecha san Juan Evangelista y a la izquierda la imagen de La Dolorosa. La ventana representa a la Comunidad Redentorista arrodillada ante Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, tan amada y divulgada por esa benemérita comunidad, que costeara este hermoso vitral.

En su parte inferior esta capilla tiene el mismo artesonado de roble que la de enfrente, y la antecede también una reja de hierro forjado estilo gótico.

En la cruz alta de enfrente: El escudo de San Luis.

Rosetón: San Ambrosio, Arzobispo de Milán.


EXTERIOR DE LA BASÍLICA

La Basílica es de estilo neogótico ojival. Está circundada por una reja de hierro forjado que a intervalos presenta el monograma de la Virgen. Se accede al santuario a través de una escalinata de mármol blanco de 15 peldaños que simboliza el acceso del ancianismo a un lugar superior. La fachada se divide en tres plantas: inferior, central y superior. A continuación detallamos las divisiones principales de la fachada exterior de la Basílica:

 

1: PLANTA INFERIOR: PÓRTICOS PRINCIPALES DE ACCESO

La PLANTA INFERIOR está dominada por las tres principales puertas de acceso, cada una de ellas acompañada de cada lado por un manojo de pequeños pináculos, con su correspondiente piñón triangular agudo, horadado en su base, donde está la serie de columnistas y archivoltas concéntricas de estilo, que van disminuyendo de diámetro y que dan entrada a la Iglesia. Los pórticos son de madera, revestidos en bronce. El pórtico central esta dedicado a la República Argentina, el pórtico oeste a Uruguay y el este a Paraguay. En el pórtico central tiene en su frontón ojival un bajo relieve con la imagen de Nuestra Señora de Luján con la frase en latín: «Ave María, félix coeli porta». «Ave María», le decimos, porque así la saludó el Angel Gabriel en su casa de Nazareth, el día de la Anunciación. «Félix coeli porta», añadimos con la Iglesia, porque María nos ha dado a Jesús, que es la llave del Cielo. A cada lado de los portales se eleva una serie de pilastras sobre las cuales descansan un conjunto de arquivoltas, una sucesión de arcos tallados que representan la región cuyana. A los costados de los portales se encuentran las gárgolas que disimulan el sistema de desagüe.

 

2: PLANTA CENTRAL: APÓSTOLES HORNACINAS LADO ESTE

En la PLANTA CENTRAL encontramos ocho HORNACINAS o nichos que contienen las imágenes de los Apóstoles y los Evangelistas de seis metros de altura cada imagen; y a los costados de cada torre cuatro nichos más que no se pueden ver desde el frente. En las hornacinas del lado este encontramos a San Pedro, San Andrés, San Tomás y Santiago el Mayor; San Matías, San Bernabé, San Judas Tadeo y San Simón.

 

3: PLANTA CENTRAL: ROSETÓN

En el centro de la PLANTA CENTRAL encontramos un clásico rosetón fabricado en Francia por la empresa Val-D’Osne de 10 metros de diámetro, de piedra y vidrio en el cual su vitreaux radia sus doce pétalos y en el centro se encuentra la imagen de la Virgen.

 

4: PLANTA CENTRAL: APÓSTOLES Y EVANGELISTAS HORNACINAS LADO OESTE

En las hornacinas del lado oeste encontramos a San Pablo, Santiago el menor, San Felipe y San Bartolomé; y en el costado San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan. Coronando las hornacinas están los demonios, alegorías o quimeras que representan el demonio expulsado del templo.

Lateral este de la Basilica

 

5: PLANTA SUPERIOR: RELOJ Y CAMPANARIO LADO ESTE

En la base de la PLANTA SUPERIOR se encuentran las ventanas del CAMPANARIO coronadas con un reloj de estilo inglés de 6 metros de diámetro, traído de Rosario. El campanario de la torre este contienen las campanas eléctricas usadas para funerales.

 

6: PLANTA SUPERIOR: GALERÍA A GIORNO

Uniendo las dos torres del campanario se encuentra una GALERÍA a GIORNO que disimula la caída del techo.

 

7: PLANTA SUPERIOR: RELOJ Y CAMPANARIO LADO OESTE

Las dos campanas del CAMPANARIO del lado oeste son manuales y se utilizan para responsos. Todas las campanas fueron realizadas con hierro fundido de cañones de guerra europeos.

 

8: PLANTA SUPERIOR: TORRE ESTE

Coronando la PLANTA SUPERIOR se encuentran las dos torres que culminan con una aguja simétrica que anteriormente estaban rematadas por dos cruces de hierro de seis metros de altura. La cruz de la TORRE ESTE estaba coronada por una cruz con la imágen de la Virgen, la cual cayó el 13 de junio de 2000 sobre la salida lateral izquierda del templo a las 23.20.

 

9: PLANTA SUPERIOR: TORRE OESTE

La TORRE OESTE se encontraba originalmente coronada por una cruz con el monograma de la Virgen. Esta cruz fue removida el 20 de junio, una semana después de la caída de la cruz este.

 

MEDIDAS EXTERNAS DE LA BASILICA

ALTURA TOTAL: 106.05 mts.
Alto desde la vereda hasta destacarse las torres: 31,10 mts.
Alto de las torres destacadas: 21,35 mts.
Alto de flechas o agujas: 47,60 mts.
Altura de la cruz de remate: 6 mts.
ANCHURA TOTAL: 68,5 mts.

Frente principal incluyendo los contrafuertes: 42 mts.
Las tres naves con capillas y contrafuertes: 38,70 mts.

LARGO EXTERIOR: 104 mts.


LA CRIPTA

PLANO DE LA CRIPTA E ÍNDICE DE IMÁGENES

Plano de la Cripta e Indice de Imagenes

En mayo de 1890, el Padre Jorge María Salvaire, luego de elegir el estilo gótico y el plan general de la obra, emprendió la gigantesca construcción de la Basílica Nacional. La excavación para los cimientos de la Basílica no fue exclusivamente para sostén de la estructura, sino que desde el principio en la mente del Padre Salvaire, el espacio excavado estaba destinado a la cripta. El sacerdote soñaba con que en ese ámbito se celebraran los bautismos, misas y otras ceremonias para los fieles de Luján, mientras que en la iglesia superior oraran y cantaran los peregrinos. Después de la muerte del Padre Salvaire, en 1899, muy poco se hablaba de la cripta. Cabe destacar que el enemigo principal de la misma eran las inundaciones, debido a la cercanía del Río Luján.

Recién en 1950 se puso nuevamente en funcionamiento. Esta vez como Templo de América, ya que se la dispuso para recibir y albergar en sus capillas a las imágenes de la Virgen María en sus distintas advocaciones como patrona de los países del continente americano. En la década del 70 se colocó en un sector de la cripta una pila bautismal, con lo cual comenzaron a celebrarse bautismos. El 6 de diciembre de 1980, al cumplirse los 350 años del milagro de Luján, y en vistas del año Mariano Nacional, el entonces Rector de la Basílica, Padre Rafael Carli CM conjuntamente con el Obispo Diocesano, Monseñor Luis Tome, precedieron a la inauguración y bendición de la cripta. A partir de 1992 comenzaron a llegar a la cripta de la Basílica imágenes de las patronas de distintos países del mundo, principalmente de Europa. El 4 de febrero de 1999, con motivo del centenario de la muerte del Padre Salvaire, quedo inaugurada la Muestra Histórica de la Basílica. En ella se encuentran distintos elementos que hacen a la historia de María de Luján y su Santuario.

 

GUIA DE IMÁGENES DE LA CRIPTA

[ 01 ] VENEZUELA: Ntra. Sra. de COROMOTO.
ISLA MARGARITA: Ntra. Sra. del VALLE.
[ 02 ] CANADA: Ntra. Sra. del CABO.
[ 03 ] CHILE: Ntra. Sra. del CARMEN.
[ 04 ] PARAGUAY: Ntra. Sra. de CAACUPÉ.
[ 05 ] COLOMBIA: Ntra. Sra. de CHIQUINQUIRÁ.
[ 06 ] BRASIL: Ntra. Sra. de la CONCEPCIÓN APARECIDA.
[ 07 ] Ntra. Sra. de ARANTZAZU [Patrona de los Vascos].
[ 08 ] PORTUGAL: Ntra. Sra. de FATIMA.
[ 09 ] MÉXICO: Ntra. Sra. de GUADALUPE.
[ 10 ] ESPAÑA: Ntra. Sra. del PILAR.
ESPAÑA: Ntra. Sra. del ROCÍO.
[ 11 ] Ntra. Sra. de COVADONGA [Asturias].
[ 12 ] ESLOVAQUIA: Virgen de los SIETE DOLORES.
[ 13 ] ITALIA: Ntra. Sra. de LORETO.
[ 14 ] IRLANDA: Ntra. Sra. de KNOCK.
[ 15 ] COREA: Ntra. Sra. de COREA.
[ 16 ] CROACIA: Ntra. Sra. BISTRIKA. – REINA de los APÓSTOLES.
[ 17 ] REP. CHECA: Ntra. Sra. de SVATOHORSKA.
[ 18 ] REP CHECA: NIÑO JESÚS de PRAGA.
[ 19 ] UCRANIA: Ntra. Sra. de ORANTA.
[ 20 ] ANTIOQUÍA: Iglesia Ortodoxa.
CAPILLA de la ENCARNACIÓN del VERBO [Iconos].
[ 21 ] ECUADOR: Ntra. Sra. de QUINCHE.
[ 22 ] LITUANIA: Madre de la Misericordia de la Puerta de la AURORA de VILNIUS.
[ 23 ] ARMENIA: Ntra. Sra. de NAREK.
[ 24 ] POLONIA: Ntra. Sra. de CZESTOCHOWA.
[ 25 ] MALTA: Ntra. Sra. de PHILERMO.
[ 26 ] ALEMANIA: Ntra. Sra. de SCHÖENSTATT.
[ 27 ] AUSTRIA: Ntra. Sra. MARIAZELL.
[ 28 ] SUECIA: Ntra. Sra. la HERMOSA.
[ 29 ] FRANCIA: Ntra. Sra. de LOURDES.
Ntra. Sra. Virgen y Madre del BUEN REMEDIO.
Ntra. Sra. del Ssmo. SACRAMENTO.
[ 30 ] ESLOVENIA: Ntra. Sra. MARIA AUXILIADORA.
[ 31 ] LIBANO: Ntra. Sra. de MEIRUBA.
[ 32 ] URUGUAY: Ntra. Sra. de los TREINTA y TRES Orientales.
[ 33 ] CUBA: Ntra. Sra. de la CARIDAD del COBRE.
[ 34 ] ESTADOS UNIDOS: INMACULADA CONCEPCIÓN.
[ 35 ] PERU: Ntra. Sra. de la MERCED.
[ 36 ] BOLIVIA: Ntra. Sra. de COPACABANA.
[ 37 ] COSTA RICA: Ntra. Sra. de los ÁNGELES.
[ 38 ] NTRA. SRA. del HUERTO.
Argentina – Brasil – España – Estados Unidos – India –
Israel – Italia – Paraguay – Uruguay – Zaire.
[ 39 ] INGLATERRA: Ntra. Sra. de WALSINGHAM.
[ 40 ] HOLANDA: Ntra. Sra. de TODOS los PUEBLOS.
[ 41 ] PANAMÁ: Ntra. Sra. Sta. MARÍA la ANTIGUA.
[ 42 ] HONDURAS: Ntra. Sra. de la INMACULADA CONCEPCIÓN de SUYAPA.
[ 43 ] EL SALVADOR: Ntra. Sra. de la PAZ.
[ 44 ] HUNGRÍA: MAGNA DOMINA HUNGARORUM.
[ 45 ] NICARAGUA: INMACULADA CONCEPCIÓN.
[ 46 ] PUERTO RICO: Ntra. Sra. de la DIVINA PROVIDENCIA.
[ 47 ] VIRGEN del ROSARIO [ Rosario – Argentina ].
[ 48 ] STELLA MARIS [ Armada Argentina ].
[ 49 ] REP. DOMINICANA: Ntra. Sra. de ALTA GRACIA.
[ 50 ] HAITI: Ntra. Sra. del PERPETUO SOCORRO.
[ 51 ] CAPILLA ARGENTINA:
Ntra. Sra. de la CONSOLACIÓN [ Sumampa – Sgo. del Estero ]
Ntra. Sra. del MILAGRO [ Salta ]
Ntra. Sra. del BUEN VIAJE [ Morón ]
Ntra. Sra. AUXILIADORA
Ntra. Sra. REINA de los APÓSTOLES [ Córdoba ]
Ntra. Sra. del MILAGRO [ Santa Fé ]
Ntra. Sra. del VALLE [ Catamarca ]
Ntra. Sra. de ITATÍ [ Corrientes ]
Ntra. Sra. de la MISERICORDIA
[ 52 ] MUESTRA HISTÓRICA.

 

Fuente: Sitio Oficial de la Basílica de Lujan y otras


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Los Grandes Eventos de Semana Santa en Perú

En Perú podemos destacar dos fuentes populares de grandes eventos de Semana Santa. Por un lado la Semana Santa Andina, en que se destacan las procesiones y eventos de Ayacucho, Cuzco, Tarma y Huaraz.

Y por otro lado las procesiones de Lima, dominada por el despliegue de las hermandades o cofradías.

  

SEMANA SANTA ANDINA

En los Andes, se pueden apreciar multitudinarias procesiones por Semana Santa, llenas de colorido y fervor, donde se mezclan elementos del cristianismo con paganismo. Cada región se convierte en el centro de atención de peruanos y de extranjeros.

Las celebraciones que sobresalen en el Perú, sin desmerecer a otras, se realizan en el milenario Cusco, el pacífico pueblo de Ayacucho, la turística beldad de Huaraz y en Tarma, la Perla del Ande, en la zona central del Perú.

 

EN AYACUCHO

En la capital, Huamanga, las celebraciones se inician con el llamado «Viernes Doloroso», anterior al Domingo de Ramos, congregando miles de feligreses alrededor del Señor de la Agonía y de la Virgen Dolorosa, en un encuentro que personifica el sufrimiento de Cristo y el de su madre.

Minutos después del mediodía en el Domingo de Ramos se realiza la tradicional entrada de la «Chamiza» o retama -especie de planta seca- a la Plaza Principal, que consiste en el paso de una tropelía de acémilas y asnos -adornados con ramas de esta planta- jalada por los pobladores que, abriéndose paso entre la multitud, hacen estallar cohetes y bombardas. Al llegar a la Plaza Principal de la ciudad, la «chamiza» es depositada en un discreto emplazamiento al costado de la Catedral, donde permanecerá intacta hasta la madrugada del Domingo de Pascua antes de ser incinerada.

En el Viernes Santo acontece la Procesión más significativa de la Semana Santa. El Nazareno, ataviado con un traje de terciopelo morado bordado en oro y piedras que asemejan ser preciosas, se encuentra con la Virgen Dolorosa, con una túnica negra de encaje, llamando la atención los siete puñales que lleva en su pecho.

Ambos marchan juntos hacia el templo de Santa Clara, de donde salieron al principio de la jornada, acompañados por María Magadalena y San Juan, en andas.

Un mar de gente acompaña las andas del Cristo Resucitado en la Plaza principal de Ayacucho.

En el Sábado de Gloria, el ritual pagano se hace presente en el cerro Acuchimay, donde se organiza una feria popular en que se venden todo tipo de artesanías, bebidas típicas como chicha, quesos frescos, «pimientos detonantes» y sopas, servidas en mates.

La Semana Santa llega a su fin el Domingo de Pascua o de Resurrección, justo cuando el alba colorea con un rutilante celeste la ciudad. Este mismo día la población pasa de la pena y congoja por la muerte de Cristo al canto alegre de himnos de gloria por el Cristo resucitado.

Miles de fieles acompañan las andas de Cristo ante la bella arquitectura de la Catedral de Huamanga.

Bellos diseños hechos con flores y tierras de colores por artesanos ayacuchanos que esperan ansiosos el paso del Señor. El Señor hace su aparición en un anda monumental en forma de pirámide, mientras el humo de la quemante «chamiza» tiene como telón de fondo el doblar de las campanas, los cánticos y los fuegos artificiales, que señalan el epílogo de esta inolvidable semana ayacuchana que se repetirá con igual o más fervor el próximo año.

 

CUSCO: EL SEÑOR DE LOS TEMBLORES

Señor de los Temblores de Cuzco

La Capital Arqueológica de América y antigua cabeza principal del otrora poderoso Imperio del Tahuantinsuyo celebra la Semana Santa rindiendo culto a la imagen del Señor de los Temblores o Taitacha Temblores, en quechua.

Según algunas fuentes, la historia de este Cristo de rasgos descarnados y de sobrecogedora apariencia se remonta a cuando el emperador Carlos V envió la efigie a Cusco, hecha especialmente para los indios, copiando las bruscas facciones de éstos. Los españoles buscaban consolidar así la Conquista hecha por la espada e imponer su adoración.

Pero fue el 31 de mayo de 1650 cuando se encendió aún más la llamarada de fe del pueblo cusqueño por el Señor de los Temblores. Esa tarde, un terremoto azotó la ciudad echando abajo muchas casas y templos. Fue entonces en que ocurrió un milagro para muchos: indios, señores, esclavos y mestizos se mezclaron todos para adorar y pedir amparo al Cristo de los Temblores.

Su rostro labrado -cual fina roca oscura- muestra un gesto grave y triste, recogiendo en cada paso el clamor de los fieles hacia su «General de la Esperanza». Se cree que su cuerpo adquirió ese tono ennegrecido cuando salió por primera vez a las calles, al contacto del humo que se expandía de los cirios y velas de la gente.

Desde esa época, las andas de este Cristo mestizo salen en procesión cada Lunes Santo, seguidas por una multitud de feligreses que lo acompañan con humilde fervor. En las ventanas de las casas, por donde pasa la efigie, se colocan refinadas piezas de tapicerías aterciopeladas con franjas de oro, telas y alfombras brillantes, que las familias reservan especialmente para esta ocasión. Mientras tanto, los Camaretos o pequeños morteros, petardos y cohetes agitan el ambiente con su estruendo hacen casi inaudibles los cánticos y oraciones de la multitud.

En el Viernes Santo, al igual que en Ayacucho, acontece el encuentro de las andas del Cristo en el Santo Sepulcro y de la Virgen Dolorosa.
Ese día, a diferencia a lo que sucede en otros lugares, no es de abstinencia en el Cusco. La costumbre es degustar doce platos típicos distintos que incluyen desde variadas sopas y potajes ya sea a base de pescado seco, trigo y olluco, hasta los deliciosos postres como los dulces de manzana, maíz o choclo.

La Semana Santa llega a su fin el Domingo de Resurrección. Luego de la procesión y de la celebración de la misa, por las principales calles se percibe el aroma exquisito de los manjares que deleitan propios y extraños, como el sabroso caldo de gallina, las empanadas, el dulce de maíz blanco, los tamales y las tortas. Así, en forma pagana, se cierra en la milenaria ciudad imperial del Cusco la Semana Santa andina.

 

TARMA: LA BELLA PERLA DE LOS ANDES

La muerte de Cristo en el Viernes Santo venerado por fieles que recorren junto a él la ciudad de los 33 templos. La hermosa ciudad de Tarma, bautizada como la Bella Perla de los Andes, está ubicada en el nororiental departamento de Junín, y es escenario de una de las celebraciones más vistosas y pintorescas de la religiosidad andina, comparable sólo con la majestuosidad de la fiesta de Sevilla.

Esta festividad se inicia con la salida de la procesión de la Virgen de Dolores, que lleva pintado en su rostro una natural dulzura que muy pocos artistas han podido plasmar en escultura o pintura alguna.

Durante la celebración de la Semana Santa, se realizan desfiles y procesiones como en otros lugares de la serranía peruana, destacando especialmente la del Santo Sepulcro. Resalta la maravillosa ornamentación que adorna las calles del recorrido, donde se aprecian arcos y alfombras hechos de plantas y flores naturales del lugar, como el arrayán, el geranio, el alhelí y otras, recogidas para la ocasión.
No importa la edad, todos colaboran en la confección de las alfombras para el Señor.

A lo largo de la semana, se llevan a cabo concursos de elaboración de alfombras y arcos florales con la participación de las comunidades aledañas a Tarma. En las noches, los artesanos se solazan con el tradicional «calientito», licor de caña mezclado con té y limón «para mantener la inspiración y creatividad» hasta el Domingo de Resurrección.

 

HUARAZ: CUMBRES NEVADAS DE DEVOCION

Cristo de la Cruz de Huaraz

Al pie del Huascarán -uno de los más altos nevados del mundo- en la ciudad de Huaraz, la Semana Santa se impregna con la tradición y costumbres de su pueblo al conmemorar la muerte y resurrección de Jesucristo.

En Huaraz, conocida como la Suiza peruana, la gente se prepara con un año de antelación para representar el drama del Gólgota y la posterior resurrección de Cristo con gran realismo.

La festividad se inicia el Domingo de Ramos con el tradicional desfile de las palmas en que la efigie de Jesús sobre un burrito recorre triunfalmente por las principales calles de la ciudad, recibiendo el aplauso y homenaje de la población.

Cada día de la Semana Santa se celebra con absoluta entrega. En el Lunes Santo, el Señor de la Oración del Huerto -peculiar figura de Cristo de rodillas con singular belleza, que simboliza un diálogo con el Dios Padre- sale del convento de San Antonio.

El Martes Santo, el Cristo de las Columnas -imagen que evoca al Nazareno con Poncio Pilatos- recorre las calles, escoltado por guardias pretorianos como en la Roma Antigua.

El Miércoles Santo, la venerada imagen del Cristo Pobre sale cubierta con un manto color púrpura y una corona de espinas, y es alumbrada por cientos de cirios y velas en manos de los fieles.

En el Jueves Santo, estas celebraciones alcanzan su máximo esplendor con la consagración de la Santísima Eucaristía. Ese día, los pobladores, impulsados por su fe, visitan a los enfermos en hospitales, clínicas y domicilios, tal como indica su tradición.

También, se realiza el velatorio nocturno o «Huaraqui» -voz quechua que significa amanecer- del Nazareno en la iglesia de La Soledad, que se prolonga hasta la madrugada del Viernes Santo.

El Viernes Santo se lleva a cabo la procesión del Cristo de la Cruz, imagen que es precedida por las andas de la Virgen Dolorosa. Al igual que en otros lares de la Sierra peruana, van acompañados de las andas de San Juan y María Magdalena, empujados por los devotos que no se arredran a pesar de la lluvia.

Al caer la noche, en medio de la penumbra, algunos hombres con túnicas blancas realizan la ceremonia de la desclavación y colocan la imagen de Cristo en el Santo Sepulcro, urna de vidrio que luego llevan en procesión.

El Sábado de Gloria, los niños de todos los barrios fabrican muñecos que representan a Judas y, luego de recorrer mercados y casas, lo queman ante el alborozo de la gente.

Finalmente en el Domingo de Resurrección, el Cristo resucitado es llevado en procesión a la Plaza de Armas donde se encuentra con la Virgen Dolorosa.  

El Cristo se muestra ante la Virgen, mientras el vuelo de los pájaros y la quema de coloridos fuegos artificiales proclaman a los cuatro vientos que el Señor ha resucitado. 

 

SEMANA SANTA EN LIMA

 

VIERNES DE DOLORES

Viernes de Dolores en Lima

Es el convento de San Miguel de la orden de Redención de Cautivos de la Merced, quien organiza, junto con las cofradías y hermandades ahí radicadas, esta solemne y primera procesión con la que se abren los cultos públicos de la Semana Santa. Consta esta primera procesión de tres pasos: Jesús Nazareno, Santo Cristo del Auxilio y Nuestra Señora de la Piedad.

La primera imagen nos nuestra a Jesús con la cruz a cuestas camino al Calvario. Su anda es moderna de estilo neobarroco, tallada en madera con aplicaciones de relieves pasionarios y candelabros de madera dorada. El pesado arco de madera que desde hace pocos años alberga al Nazareno desmerece la esbeltez de la imagen.

El siguiente paso es el correspondiente al Santo Cristo del Auxilio, portentosa imagen de la gubia del divino Montañés, una de las imágenes crísticas más eminentes que conserva la ciudad de Lima, fechada hacia 1603, nos muestra un Cristo muerto de belleza apolínea, con un muy bien logrado trabajo de la anatomía. Fue imagen de mucha devoción en los tiempos virreinales, con capilla propia en la nave de la epístola de la iglesia mercedaria.

El tercer paso es el correspondiente a Nuestra Señora de la Piedad, una de las dolorosas más antiguas de Lima, con cofradía de titularidad Esclavitud de la Madre de Dios de la Piedad y Santo Entierro de Cristo, desde el año de 1559, y con capilla propia desde 1614 en la nave del Evangelio de la mencionada iglesia. Posee un anda de palio soportado por catorce varas de bronce, cuyo cielo o gloria es actualmente de malla con bordados sobrepuestos, delante de la imagen se dispone una sencilla candelería de varias filas de cirios.

 

DOMINGO DE RAMOS

Domingo de Ramos en Lima

Muy temprano por la mañana desde las 6:45 a.m. algunos conventos de monjas realizan una pequeña procesión del Señor del Triunfo, la cual recorre el interior de la clausura conventual para luego salir por la portería, recorrer el estrecho espacio del atrio de la iglesia e ingresar al templo para la misa matinal. Son procesiones muy breves, con una duración de 10 o 15 minutos (lo que toma en recorrer el atrio del templo), en las que la imagen que procesiona es la usual en las representaciones de la entrada en Jerusalén de acuerdo al relato evangélico, es decir, el Señor Jesús montado en un burro o pollino. Estas imágenes suelen ser de tamaño menor que el natural y el jumento es de talla. Podemos observar esta procesión en los monasterios de El Carmen, Santa Rosa de las Monjas y Nazarenas.

En el corazón de Barrios Altos, exactamente a la iglesia de Trinitarias, sale la procesión del Señor Cautivo de Trinitarias. De esta hermosa iglesia barroca salen cuatro andas: el Señor en la Oración del Huerto, el Señor Cautivo de Trinitarias, Cristo de la Caña y la Virgen del Mayor Dolor.
Esta procesión es organizada por la Hermandad del Señor Cautivo de Trinitarias y por la comunidad de monjas trinitarias, que desde principios del siglo XX ha desarrollado la devoción a esta imagen pasionaria.

Sale en primer lugar el anda del Señor en la Oración del Huerto, la imagen es una hermosa muestra de la estatuaria colonial y representa a Jesús en la escena de Su oración y agonía en el Huerto de los Olivos; se lo representa de rodillas, con la mirada hacia lo alto y las manos en actitud de súplica hacia el Padre. Usualmente se lo viste con túnica verde y el escapulario trinitario azulgrana en el pecho, lleva resplandor con potencias de plata y va sobre una peana antigua rojo lacre con perfiles dorados. Generalmente los jarrones esquineros van adornados con ramas de olivos en asociación a esta escena, aunque este paso ganaría mucho si se lo decora en la parte posterior con olivos en tronco, a manera de un “bosque de olivos”.

Sigue el anda del Señor Cautivo de Trinitarias, imagen de tamaño casi natural que representa al Señor Jesús presentado al pueblo, es decir que responde a la iconografía de los Ecce Homo, conocidos como “cautivos” por la piedad popular peruana. Se lo representa de pie y de manera frontal en una actitud muy hierática, maniatado y coronado de espinas, suele ir vestido con túnicas bordadas de tela roja o púrpura con el escapulario trinitario (cruz griega de vertical rojo y travesaño azul en campo blanco) sobre el pecho. Un resplandor con potencias ricamente labrado en plata y una gran peluca de cabellos naturales completan el aseo de la imagen. El anda propiamente dicha es del tipo usual para los Cristos de Lima, un arco con resplandores soportados por columnas salomónicas, jardinera en los flancos y cuatro ángeles tenantes en las esquinas, todo enchapado en plata labrada de estilo neobarroco. Esta anda tiene la peculiaridad de que el arco no es de medio punto sino de herradura de perfil carpanel.

La última anda es la de Nuestra Señora del Mayor Dolor, imagen de vestir de muy hermosa expresión. Dirige la mirada hacia arriba y a la izquierda, como mirando un crucifijo, por lo que es de suponer que originalmente perteneció a un calvario, la mano derecha sostiene un paño de lágrimas mientras que la izquierda se eleva en actitud de plegaria. La imagen va vestida con saya y manto, entre las la que destaca la saya color Burdeos con un bordado antiguo de cesto de flores; siendo el manto usualmente azul también bordado complemente. Complementan el vestuario de esta imagen un corazón con siete puñales labrado en plata y una corona imperial con resplandor en metal feble. La imagen es portada en un anda barroca de madera tallada y dorada, donde destaca la peana que podría ser talla antigua.

 

LUNES SANTO

Esta procesión de Lunes Santo suele pasar en su recorrido hacia la plaza de armas por el local de Congreso de la República donde llega hacia las 5:00 p.m. para recibir el homenaje de esta institución, prosigue su recorrido por el jirón Junín hasta la plaza de armas donde el Señor Jesús en los misterios de la oración del huerto y su cautividad, y la Virgen del Mayor Dolor reciben el homenaje de Palacio de Gobierno, Municipalidad de Lima y Arzobispado de Lima, terminados los cuales retorna hacia su templo.

 

JUEVES SANTO

Jueves Santo en Lima

Como es un día dedicado exclusivamente a la Eucaristía, hoy no salen procesiones, por eso es costumbre que después asistir a los oficios del Jueves Santo, los fieles visiten los monumentos de siete iglesias, en recuerdo de los siete lugares que Jesús pasó durante su pasión: el huerto de Getsemaní, la casa de Anás, la casa de Caifás, el Pretorio con Pilato, la ida donde Herodes, la vuelta a Pilato y el Gólgota. Asimismo esta peregrinación piadosa por los monumentos se hace en recuerdo a las palabras de Jesús durante su agonía y oración en el huerto de Getsemaní: “Triste está mi alma hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo”. (Mateo 26,38)

Entre los monumentos levantados hoy día en las iglesias del centro de Lima se pueden destacar los siguientes:

Iglesia de San Pedro: En la capilla de la Penitenciaría de dicho templo se construye este monumento para el cual los padres de la Compañía de Jesús utilizan lo mejor de sus ornamentos litúrgicos; jarrones de porcelana, candelabros de cristal, blandones de metal cincelado, etc. ornamentan este monumento.

Iglesia de San Agustín: En la nave lateral se levanta este monumento que es uno de los más suntuosos de Lima, donde destaca el cuidado de los floreros, los ricos candelabros antiguos y sus grandes ángeles luciferarios.

Iglesia de Santa Rosa de las Monjas: Su monumento armado con gusto y dedicación destaca por el uso como peana de la antigua anda barroca de Santa Rosa, así como por el tabernáculo que representa al Agnus Dei sobre el libro de los siete sellos o cordero apocalíptico de cuyo lomo brota un corazón con resplandores.

Iglesia de Santa Catalina: Un monumento sencillo colocado en un anda de palio blanco y dorado, que alberga un tabernáculo en forma de pelícano eucarístico de metal labrado, en cuyo pecho se guarda la Hostia. En la iconografía cristiana, el pelícano representa a Cristo-Eucaristía, que da de comer su propia carne y sangre a sus hijos.

Iglesia de Santo Domingo: El retablo de la Virgen de Rosario alberga a este sencillo monumento que destaca por exhibir un antiguo tabernáculo de plata labrada y algunas piezas de platería antigua, restos del pasado esplendor del templo dominico.

Catedral de Lima: La iglesia Mayor arma un sencillo monumento en la nave de la Epístola con forma de tienda donde se alberga un Sagrario sencillo custodiado por ángeles antiguos tallados en madera. La importancia y jerarquía de la Iglesia catedral merece la elevación de un monumento con mayor ornato.

Iglesia de La Merced: La comunidad mercedaria construye el monumento eucarístico en el mismo retablo mayor, en cuyo tabernáculo se alberga el sagrario que contiene a Jesús Sacramentado; en los últimos años destaca el cuidado de los grandes arreglos florales y los grandes ángeles adoradores y luciferarios.

 

VIERNES SANTO   

Viernes Santo en Lima

Hoy día la iglesia se reúne para conmemorar la Pasión y Muerte del Salvador con el Oficio del Viernes Santo, que en Perú incluye el popular Sermón de las Siete Palabras o de las Tres Horas, invento limeño del Venerable padre Francisco del Castillo S.J.

Los templos silencian sus campanas, los altares desmantelados y desprovistos de flores, antiguamente las imágenes de los santos eran cubiertas con telas negras o moradas en señal de duelo, los sagrarios lucen vacíos y abiertos. Todo esto contribuye a dar un ambiente de pérdida, de despojo y de orfandad; la iglesia congregada al pie de la cruz especta el drama que nos dio la Redención.

Hoy por la tarde Lima ve pasar por sus cales tres procesiones organizadas por tres de las instituciones religiosas de mayor importancia: la Archicofradía de la Veracruz, la Cofradía de la Soledad y la Hermandad del Señor de los Milagros de Nazarenas.

La Hermandad del Señor de los Milagros de Nazarenas saca hoy en procesión a su patrono rumbo a la Catedral, donde presidirá el Oficio de Viernes Santo, luego del cual retorna al monasterio de Nazarenas. Esta procesión no es tradicional dentro de la Semana Santa de Lima, es una innovación de tiempos muy recientes por deseo del actual cardenal.

La antiquísima Archicofradía de la Veracruz, decana de las cofradías y hermandades de Lima, fundada en 1540 por Don Francisco Pizarro y González con los primeros vecinos de la Lima hispánica, es la titular del Viernes Santo y hace su solemne recorrido procesional desde su propia sede, la Basílica de la Veracruz (vecina a la iglesia de Santo Domingo) y recorre la Plaza Mayor portando la preciosa reliquia de la Santa Cruz donde murió Cristo, conocida como Lignum Crucis, en un relicario bajo palio, acompañado por todos los archicofrades vestidos con túnicas de color negro con cruz quíntuple del Santo Sepulcro en el pecho.

Además forman parte de este tradicional cortejo tres pasos, la primera de las cuales, precedida por el estandarte de la Archicofradía y la cruz alta, es el de la Santa Cruz de Guía. Aquí se muestra una antigua cruz verde de tipo arbóreo -de la primera mitad del Siglo XVII- con un paño de tela blanca que representa el descendimiento del cuerpo de Cristo yaciente; el anda presenta algunos tallados de filiación barroca y cuatro hachones esquineros con cirios rojos que combinan con exornos florales de muy buen gusto..

La siguiente anda (paso) es la correspondiente al Señor del Santo Sepulcro. Se trata de una hermosa urna de madera tallada en el Siglo XIX en Cataluña y sobredorada con cuatro ángeles turíferos en las esquinas, base con relieves de las catorce estaciones del Vía Crucis, coronación de nubes con querubines y lados y tapa de cristal que dejan ver en su interior la inigualable imagen del Señor Cristo yaciente, obra que está inspirada en la estética de los grandes maestros de la escuela sevillana del siglo XVII. Una sobria decoración con claveles rojos completa el arreglo de esta anda.

La última anda es la de la Virgen de los Dolores de la Santa Veracruz, imagen traída de España a mediados del Siglo XVI, artísticamente decorada con candelería torneada y dorada compuesta por noventidos candelabros delante de la Madre de Dios y ocho jarrones con lilas, azucenas y jazmines; y, detrás ella una monumental cruz con paño y escaleras apoyadas en el travesaño en clara alusión al descendimiento de Cristo de la cruz.

La imagen sigue el tipo de las dolorosas de vestir que se encuentran dentro de arte colonial y va vestida con saya y manto negros ricamente bordados con hilos dorados y sobre la cabeza una diadema de oro labrado, coronada con cruz y enriquecida con veinticuatro esmeraldas.

Hay que hacer notar el detalle histórico de que esta Muy Antigua Archicofradía de la Veracruz fue durante varias décadas la única que procesionó durante la Semana Santa como titular de los días Jueves y Viernes Santo, manteniendo viva una tradición cuatricentenaria hasta que a fines de los años ochenta y bajo el gobierno arzobispal del recordado Cardenal Augusto Vargas Alzamora y los esfuerzos del obispo auxiliar de Lima, Mons. Alberto Brazzini Díaz Ufano, se revivió la costumbre de sacar procesiones pasionarias durante los días de la Semana Santa.

Otra curiosidad sobre esta Archicofradía de la Veracruz es que en tiempos coloniales su procesión trasladaba, además del Lignum Crucis, una imagen del crucificado llamado Cristo de la Veracruz que hoy se venera en el Altar Mayor de su Templo.

La siguiente corporación que procesiona este día es la Cofradía de la Soledad, muy antigua institución fundada en Lima a fines del siglo XVI en el convento de San Francisco, y que desde sus orígenes tuvo por titulares a Jesús en su Santo Sepulcro y a María Santísima de la Soledad, procesionando a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII los Viernes Santos por la tarde, llevando en andas al Señor del Santo Entierro y a la Virgen de la Soledad por las calles de la Lima virreinal. Al igual que otras hermandades y cofradías que actualmente procesionan durante la Semana Santa, la Cofradía de la Soledad volvió a sacar a su Virgen titular el año 1989 después unos 180 años de suspensión de esta procesión, gracias al apoyo de mons. Alberto Brazzini Díaz-Ufano quien incluso financió la compra de la nueva anda de la Virgen de la Soledad. Inicialmente se le asignó para su recorrido procesional el Sábado Santo en alusión a la soledad en que quedó María después de la muerte de Jesús, y hasta el año 2005 procesionó ese día acompañada de San Juan Apóstol, recuperando el día Viernes Santo a partir del año 2006. Los cofrades de La Soledad organizan un cortejo procesional bastante ordenado, muy diferente a lo común para las procesiones locales, e inspirado en la procesión virreinal que se aprecia en los cuadros coloniales de este tema dentro de la iglesia de La Soledad.

Estos cofrades visten un hábito compuesto de una túnica blanca y escapulario negro con el escudo de la Cofradía en el pecho y el cordón franciscano en la cintura por su identificación histórica con la orden franciscana, ya que esta cofradía de la Soledad de Lima es una de las cofradías de fundación franciscana en la ciudad. El color blanco de la túnica hace referencia a la pureza de la Virgen María y el negro de escapulario al color que se asocia tradicionalmente a la Virgen en el misterio de sus dolores.

Este cortejo procesional sale de la iglesia de La Soledad y se inicia con la cruz de guía flanqueada por portadores de cirios, luego el estandarte de la cofradía, sigue el anda de la Santa Cruz, continúa el anda de Señor del Santo Entierro y finalmente el anda de palio de la Virgen de la Soledad.

La primer anda corresponde al paso de la Santa Cruz, teniendo ésta la denominación propia de Santísima Cruz del Señor de Torrechayoc, devoción cuzqueña que tiene sede en la iglesia de la Soledad y que en estos días se asocia a la Cofradía para sacar en procesión a su santo madero. Va sobre anda tallada en madera natural y con un paño de tela blanca como único ornamento, flores rojas bordean esta anda que es flanqueada por filas de devotas y devotos del patrón de Urubamba.

La siguiente anda es la del Señor del Santo Entierro. Esta imagen representa a Cristo muerto y colocado en el sepulcro y es una de las imágenes pasionarias más importante de Lima, obra atribuida a Pedro de Noguera y fechada en 1609 presidió los cultos del Viernes Santo y procesionaba por las calles de Lima desde inicios del siglo XVII hasta la época de la Independencia en que se suspendió esta procesión. La talla muestra la pericia de Noguera en el tratamiento de la anatomía y el manejo del desnudo, siendo imagen articulada en los brazos y cabeza pues puede ser crucificado y luego descendido en una ceremonia que durante los siglos coloniales se realizaba en el atrio de la iglesia de San Francisco.

La siguiente y última anda es la de la Virgen de la Soledad, devota imagen que poseyó en tiempos virreinales muchísima popularidad y devoción; se representa a la Virgen María con la iconografía usual para la Virgen de la Soledad: las manos entrelazadas sobre el pecho y la cabeza inclinada hacia delante con la mirada perdida en la distancia, como desconsolada por la muerte de su hijo. Va vestida con túnica blanca y gran capa de terciopelo negro todo suntuosamente bordado con hilos dorados; un puñal y una corona imperial con resplandores, ambos ricamente labrados y dorados, completan el aderezo de esta imagen, que fuera dañada por el incendio del año 2005 y que a consecuencia de la restauración de la que fuera objeto perdió gran parte de su aspecto original.

Via Crucis Basilica de San Francisco. En horas de la tarde y después de los oficios del Viernes Santo, la comunidad de padres franciscanos organiza un Via Crucis alrededor de la plazuela de San Francisco, el cual es presidido por un antiguo crucifijo que es llevado en andas durante dicho ejercicio. La imagen que presidió este Via Crucis el año 2008 representa a Cristo ya muerto en la cruz, cuya cabeza cae hacia adelante mientras que el paño de pudor posee un dramático vuelo, lo que involucra esta talla dentro de la estética barroca de fines del siglo XVII. En años pasados se usaba al Crucificado de la portería del convento. La imagen va portada en una antigua anda neoclásica generalmente adornada con flores rojas, que ha sido lamentablemente repintada con esmaltes burdos.

Años atrás cuando la Cofradía de La Soledad procesionaba el Sábado Santo, la imagen de la Virgen de la Soledad acompañaba en su anda este Vía Crucis del convento franciscano, para luego regresar a su capilla para la velación de Señor del Santo Entierro.

 

DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Domingo de Resurrección

Hoy nuevamente Cofradía de la Soledad realiza un recorrido procesional rumbo a la Catedral de Lima portando una imagen de su Virgen titular, ya de gloria y vestida de blanco riguroso, con el objetivo de hacer un encuentro con el Cristo Resucitado que se alberga en la Iglesia Mayor y de presidir la misa de Domingo de Pascua.

Terminada esta ceremonia la Virgen de la Soledad de gloria retorna a su capilla anexa al convento de San Francisco, tras un breve recorrido procesional por la plaza de armas de Lima. En esta ocasión la imagen es portada en una pequeña y sencilla anda decorada con flores blancas y amarillas, vistiendo túnica y capa blanca con bordados dorados y un resplandor de plata labrada auroleando su cabeza.

Un dato histórico sobre esta procesión del Domingo de Resurrección nos recuerda que desde principios de los años noventa hasta hace pocos años, era la comunidad de monjas del convento del Carmen de Barrios Altos y la Hermandad de la Santísima Virgen del Carmen de Lima los encargados de realizar esta procesión, que salía muy de mañana desde el templo barrioaltino hasta la Catedral, portando dos andas: una con el Señor Resucitado del convento del Carmen y la segunda con la Virgen de la Alegría, que era una Virgen del Carmen que en este día cambiaba su tradicional hábito marrón por una túnica y capa de color rosado; ambas portadas en andas decoradas con láminas de plata labrada. Dejó de venir esta procesión desde Barrios Altos por motivos de fuerza mayor.

Fuentes:

http://www.semanasantadelima.org/

 

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Semana Santa, la Gran Fiesta de Sevilla

La Semana Santa es, junto con la Feria de Abril, la fiesta por excelencia de Sevilla. Para alguien que no sea de la ciudad es difícil entender esa mezcla de arte, espiritualidad y pasión que invade a la Semana Santa sevillana. Pero, sin duda, es una experiencia única para cualquier persona que tenga la suerte de vivirla. Todo aquel que asista por vez primera a la Semana Santa en Sevilla quedará desconcertado ante los contrastes que presenta: hay cofradías, como la Macarena, en las que la gente aclama a sus  vírgenes e incluso aplauden, mientras que otras, como el Silencio, son contempladas con total solemnidad y recogimiento. 

Su origen se remonta al Siglo XVI, cuando la Iglesia, en su afán de incrementar la fe, encargó a imagineros y escultores la creación de figuras lo más reales posibles, que representaran la pasión de Jesucristo e hicieran comprender al pueblo el dolor y la resignación que sintieron Jesús y  la Virgen en los momentos de la pasión.

En el Sínodo de 1604, el cardenal Fernando Niño de Guevara estableció algunas normas que forman el germen de la actual Semana Santa de Sevilla: las cofradías quedaban obligadas a realizar la estación de penitencia a la catedral y las de Triana debían realizarlo a la Iglesia de Santa Ana, debían vestirse túnicas sencillas de lienzo basto y se prohibía a la mujeres disciplinarse.

Durante el siglo XVIII la Semana Santa atravesó una profunda crisis, a causa del decaimiento económico y demográfico de la ciudad de Sevilla, de tal manera que en la primera mitad del siglo XIX, todo indicaba que las cofradías estaban a las puertas de su desaparición definitiva. Hacia 1850 solamente había cofradías en la calle el jueves santo y la madrugada y la tarde del viernes santo. Durante finales del siglo XIX, en el periodo de la restauración borbónica, las cofradías resurgen en número y esplendor y se empieza a considerar un atractivo turístico para la ciudad y su economía.

A este nuevo auge no es ajena la instalación en Sevilla de la «corte chica» de Luisa Fernanda, hermana de la reina Isabel II, y su esposo, Antonio de Montpensier, en el antiguo colegio de marineros de San Telmo. Ellos impulsaron de nuevo la Semana Santa (su huella es muy visible, p.ej., en una cofradía como Montserrat o La Lanzada), creándose en esos años la tradición del Santo Entierro Magno, que desde entonces se realiza cada cierto número de años, sin una periodicidad fija.

En el siglo XX, durante el gobierno de la Segunda República se experimentó una fase de enfrentamiento social y político que perjudicó la celebración de la Semana Santa. El año 1932 las Juntas de gobierno de las hermandades tomaron la decisión de no salir en procesión. El entonces alcalde José González Fernández de Labandera, sabedor de la trascendencia de esta medida, trató en sus declaraciones de estimular la normalidad de las procesiones y garantizar su celebración. La hermandad de la Estrella fue la única que, contraviniendo el acuerdo del conjunto de las hermandades, hizo procesión el jueves santo, produciéndose varios altercados de carácter violento durante su recorrido, el incidente más grave fue protagonizado por un militante anarquista que disparó contra el paso de la Virgen.

Debido al aumento de cofradías, que ya pasaban de las 57, se decidió en un momento determinado que las nuevas no realizarían carrera oficial, saliendo el Viernes de Dolores en recuerdo a los Dolores de la Virgen María y el Sábado de Pasión, sin embargo en 2007, se autorizó la salida de la Hermandad del Carmen Doloroso el Miércoles Santo, en 2008 se autorizó también el Lunes Santo la Hermandad de San Pablo y el sábado santo la Hermandad del Sol, del barrio del Plantinar, en la tarde del Sábado Santo del 2010.

 

LAS COFRADÍAS DE SEVILLA

Hay constancia de hermandades de laicos en Sevilla, organizadas con distintos fines religiosos, desde los primeros tiempos de la Reconquista. Sin embargo estas primeras instituciones no realizaban procesiones penitenciales, ni centraban sus meditaciones y cultos en la Cruz y otros momentos de la Pasión. Eran hermandades de luz, para distinguirlas de las que vendrán luego, las de sangre.

Se fundaron con distintos objetivos: enterramientos, casas de beneficencia y hospitales que sostenían. Sus primeras estaciones de penitencia las realizaban sin pasos ni imágenes, sólo una cruz parroquial con manguilla y el sacerdote llevando un crucifijo, visitando lugares fuera del casco urbano, razón por la cual, las hermandades se constituyeron en iglesias y conventos fuera de las murallas. Posteriormente y habiendo ya muchas hermandades y con el fin de distinguir a unas de otras, tomaron además del crucifijo, un estandarte en el que aparecería pintado un misterio de la Pasión.

Así continuaron por mucho tiempo hasta que el Arzobispo Fernando Niño de Guevara, a principios del siglo XVII, dictó con la idea de llevar un orden y compostura de todas las corporaciones, que hicieran estación en la Catedral y las hermandades del barrio de Triana en la parroquia Mayor de Santa Ana, debido a las dificultades que ofrecían a su paso por el puente de Barcas y cruzar el río Guadalquivir y a donde dicho Arzobispo enviaba entonces a un delegado suyo.

Parece ser que fue entonces cuando debido al deseo y la sana rivalidad entre las hermandades, comenzaron a encargar imágenes a artistas como Montañez o Pedro Roldán, los cuales pasarían a madera las imágenes que se representaban en los lienzos de los estandartes.

Comenzaron entonces a llevar el paso o parihuela con la imagen que sustituiría el crucifijo que portaba el sacerdote y como acompañamiento, los hermanos de sangre, que iban disciplinándose y los hermanos de luz, cuya misión era llevar hachas encendidas.

Por órdenes superiores, se suprimieron los disciplinantes y quedaron los hermanos de luz, origen de los actuales nazarenos.

Las hermandades se fueron fundando a través de los años hasta nuestros días. Dentro de ellas, se dividen en hermandades del centro de la ciudad y de barrios, fundadas a las afueras de la antigua muralla, y estas a su vez, en hermandades de negro o silencio y de capa, según tengan en sus reglas. Normalmente las cofradías de silencio están en el centro de la ciudad y las de capa en los barrios.

Las cofradías de capa llevan los pasos más engalanados y con acompañamiento de música. Las de silencio son mucho más austeras y llevan música de capilla o incluso ninguna.

Durante esta semana gran cantidad de cofradías de todos los barrios recorren las calles de la ciudad con miles de nazarenos acompañado a sus imágenes. Los protagonistas son los pasos. Se llama así a las imágenes, cuadros o tallas (esculturas) de La Virgen, de Jesucristo o de algún otro protagonista de La Pasión, colocados en una especie de altar móvil adornado con flores y velas.

Normalmente estos pasos son verdaderas obras de arte y datan de siglos anteriores. La cofradía más antigua es la de El Silencio (año 1340 aproximadamente). El Gran Poder data de 1431 y la Vera Cruz de 1448.

Cada cofradía suele tener dos pasos, normalmente el primero representa a Jesucristo en la Cruz o en otra escena de su Pasión. El segundo paso representa a la Virgen, como madre que sufre por su hijo.

A excepción de las procesiones de silencio, lo normal es que vayan acompañadas por una banda de música. Algunas hermandades llevan hasta tres pasos, como El Amor, la Cena, San Benito o la Trinidad. Otros sólo tienen un paso, como Santa Marta, la Quinta Angustia, la Soledad de San Buenaventura o la Soledad de San Lorenzo. Muchos de los hermanos de cada cofradía hacen la estación de penitencia, es decir, salen de nazarenos vestidos con túnica larga y antifaz en forma de capirote y llevando un cirio.

Otros salen de penitente portando una o varias cruces de madera. Algunos salen de costalero llevando, junto a otros hermanos, la carga del paso sobre los hombros. Un paso de Virgen pesa unos 1500 kg. y los de Cristo unos 2000 kg. A veces un solo costalero puede llegar a soportar un peso de hasta 100 kg. Antiguamente los costaleros no eran hermanos, sino que eran cargadores del muelle o albañiles contratados para llevar los pasos.

Sevilla tiene unas 57 cofradías, con más de 100 pasos, que salen entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección, incluyendo la madrugada entre el Jueves y Viernes Santo. Desde el primer día se pueden visitar cada mañana los templos de las hermandades que salen ese día en procesión. Es la mejor forma de captar el ambiente y la emoción que se vive durante las horas previas a la salida de una cofradía.

Todas las cofradías han de realizar lo que se denomina «carrera oficial», que es el trayecto que va desde la Plaza de la Campana hasta la Catedral, pasando por la calle Sierpes, Plaza de San Francisco y la Avenida de la Constitución. El paso de las procesiones por la carrera oficial sólo se puede contemplar desde las sillas, que se alquilan con abonos para toda la semana o por días individuales, o desde los palcos, que es el lugar donde se reúne una parte importante de la sociedad sevillana. 

 

VOCABULARIO BÁSICO DE LA SEMANA SANTA

LA «MADRUGÁ»

Sevilla alcanza su día de mayor esplendor con la llegada de la «madrugá» del Jueves al Viernes Santo, llegando a congregarse hasta un millón de personas por las calles del centro de Sevilla. El Silencio, Gran Poder, Macarena, Trianera, el Calvario y los Gitanos, hermandades con gran devoción y popularidad, realizan esta noche su estación de penitencia. A veces, al paso de una cofradía se tiene la suerte de poder asistir a algo tan bello y sobrecogedor como el canto improvisado de una saeta que, en el más profundo y sentido flamenco, llora la pasión y muerte de Cristo. Suele realizarse desde cualquier rincón por donde esté pasando la cofradía, aunque cuando más se cantan es a la hora de llegar a su iglesia, desde los balcones más próximos.

 

LA BULLA

Se conoce con este término a la aglomeración de gente que se acumula en todos los rincones de la ciudad cuando está próxima la llegada de la cofradía, es tal el apelotonamiento de personas que es casi imposible atravesar el «tapón» que se forma cuando todos están esperando a que transcurra la comitiva desfilando, a veces se asemeja al movimiento de las olas cuando se ponen en marcha todos al mismo tiempo, es imposible apearse de su estela y hay que dejarse llevar por el grupo. La bulla se forma y se deshace sola, por lo que no hay que agobiarse. El secreto está, simplemente, en no ir nunca en contra y dejarse arrastrar. También se conoce cuando en la delantera de los pasos de Cristos y Vírgenes, concretamente en la zona de los ciriales, se forma una presionada aglomeración de gente caminando hacia atrás para bien mirar a la imagen, rezarle o hacer fotografias.

 

EL COFRADE

Es el término con el que se califica al gran aficionado de la Semana Santa, amante del mundo de las cofradías y conocedor de cada uno de los detalles más minúsculos de todo lo que concierne a cada ceremonia, desde el tallador de la imagen del Cristo o la Virgen hasta cada liturgia, sin necesidad de hacer uso de programa semanasantero. También existe para denominarlo el término «capillita», que según que lo use tiene un cierto matiz despectivo.

 

LA CHICOTÁ

Es el trayecto que recorre un paso desde que se levanta (levantá), hasta que detiene la marcha (arriá).

 

LA MANTILLA

La mantilla es el traje que visten las mujeres el Jueves Santo, víspera de la muerte del Señor y así honrar su figura, para visitar las iglesias y acudir a los Santos Oficios. Es un traje de luto por la muerte de Cristo. La tarde del Viernes Santo también se pueden ver algunas damas con este atuendo.

Las ropas que forman la mantilla no solamente consiste en la mantilla en sí, que siempre es de encaje de blonda o chantillí, sino que lleva peineta de carey (concha) u otro material de imitación que se cubre con dicha mantilla. A esto se añaden los complementos que la sujetan, peinecillos, horquillas, broches etc. y la mantienen derecha. El vestido complementario es de color negro (siempre de un largo por debajo de la rodilla), al igual que las medias, los zapatos y los guantes.

Las joyas y complementos que se lucen junto con la mantilla suelen ser de plata vieja y están formados por pendientes, gargantilla y rosario. El acompañante masculino suele llevar traje oscuro, corbata y zapatos negros.

 

LOS NAZARENOS

Los nazarenos son los hermanos que acompañan a los pasos durante el transcurso de la «Estación de Penitencia». Cada Hermandad tiene establecido en sus reglas fundacionales las características de su vestuario, en cuanto a túnicas, zapatos, insignias y complementos; y cada hermano nazareno debe vestir de acuerdo a estas normas con la posible negación por parte del diputado de tramo a salir con la procesión si se lleva algo inadecuado. El nazareno puede llevar cirio, vara, insignia, farol o una cruz sobre el hombro.

 

LOS COSTALEROS

Costalero es el nombre que recibe, en la Semana Santa cada una de las personas encargadas de llevar sobre sí o cargar una de las imágenes o pasos que forman parte de los cortejos procesionales durante la Semana Santa.

Los costaleros cargan el peso sobre su cuello, sobre la séptima vertebra en concreto, protegen esta zona con una tela llamada costal, que puede ser desde arpillera hasta de cruz de punto, las zonas adaptadas para que los costaleros carguen el peso son las trabajaderas (varios palos que cruzan transversalmente el paso y que están colocados a diferente altura para que en cada una de ellas se coloquen los costaleros de misma altura, yendo de más altura, a menos altura, puede haber debajo del paso varias trabajaderas, en función del tamaño del paso).

 

LOS PASOS

El centro de toda la Semana Santa, formados por un conjunto o grupo de imágenes representando la Pasión, que portan los costaleros en cada cofradía. Lo normal es que las cofradías tengan dos pasos, uno de Cristo (un nazareno, un crucificado o un «misterio», representando en este caso un episodio de la Pasión protagonizado por Cristo) y un palio con una Virgen, aunque hay casos en los que la Virgen va acompañada por la imagen de San Juan Evangelista como La Amargura, el Gran Poder, El Silencio, pero hay un sólo caso en el que la Virgen va acompañada por San Juan y Santa María Magdalena, la hermandad del Sol. Hay algún caso de cofradía con tres pasos y también alguna con uno solo como Santa Marta, La Mortaja.

 

EL CAPATAZ

El capataz es la persona responsable de conducir un paso en Procesión, jefe de la cuadrilla de costaleros a los que manda y ordena con su voz, su vista, su tacto y arte. Se le puede ver siempre en la parte delantera del paso, al cuidado del llamador con el que hace ejecutar sus órdenes. Hay capataces famosos que han creado escuela, y un estilo a la hora de llevar los pasos. Familias como los Ariza o los Santiago, los Villanueva, Bejarano (famoso por darle los andares que llevan el Gran Poder o La Lanzada), Salvador Dorado «el penitente», «Rafael Franco»…

 

EL LLAMADOR

Elemento ubicado en la parte frontal del paso, es un aldabón de metal, de oro o plata, hecho de forma artística con motivos religiosos relacionados con la hermandad o bien puede ser de algún monumento relacionado con la hermandad. Es el instrumento que sirve para mandar el capataz ejecutar las órdenes que previamente ha dado a los costaleros en el momento de la «levantá» y la «arriá» del paso. El llamador también es conocido como «martillo», sobre todo en el mundo de los capataces y costaleros.

 

PEDIR LA VENIA

Pedir la venia es el protocolo que realiza cada una de las cofradías de penitencia para poder efectuar la entrada en la carrera oficial y poder continuar con la Estación de Penitencia iniciada desde su parroquia. Consiste en solicitar el permiso de paso al representante del Consejo de Cofradías, que controlará el cumplimiento de los horarios y registrará cualquier incidencia en Carrera. Esta venia se solicita en Campana, y lo realiza el Diputado Mayor, acompañado del Diputado de Cruz. Una vez concedido podrá continuar con la estación.

 

LA SAETA

La saeta es un canto religioso, generalmente improvisado y sin acompañamiento, realizado durante las procesiones de Semana Santa y que tiene su origen en el folclore andaluz. Se trata de una melodía de ejecución libre, llena de lirismo y de influencia árabe. Exigen conocer el estilo del cante jondo propio de la tradición musical del flamenco.

Suele realizarse desde cualquier rincón por donde esté pasando la cofradía, en el momento más imprevisto, pero cuando más se cantan es en el tramo final al llegar a las cercanías de su templo, desde los balcones, los ventanales cercanos a la misma o a pie de suelo.

 

EL SANTO ENTIERRO GRANDE

El cortejo del Santo Entierro Grande está formado por una representación de distintas hermandades que forman cronológicamente la Pasión de Cristo en la tarde del Sábado Santo, además de los pasos que forman la hermandad propia del «Santo Entierro», abriendo el cortejo por norma el paso alegórico del triunfo de la vida sobre la muerte o popularmente llamado «La Canina», después comienzan a discurrir por la carrera oficial en absoluto silencio los pasos uno detrás de otro por orden en Los Evangelios, hasta que el paso del Cristo yacente o «La urna» llega a La Campana seguido por el paso del Duelo a María. La hermandad de Los Servitas que va detrás de la del Santo Entierro hace su estación de penitencia como todos lo año sin ninguna alteración En los últimos tiempos se ha podido contemplar esta procesión en nueve ocasiones, la última de ellas salió en 2004 con un total de catorce pasos, generalmente celebrado por algún motivo especial. El primero del que se tiene constancia es del siglo XIX.

 

LOS ESTANDARTES

Son insignias formadas por una gran tela, generalmente de terciopelo y de un color representativo de la Hermandad, que se amarra de una forma ovalada y decorativa a una barra de plata repujada y rematado siempre por una cruz o crucifijo pequeño. La tela tiene bordado el escudo de la hermandad y está bordado alrededor.

 

TRADICIONES 

La Semana Santa sevillana tiene diversas tradiciones que suelen respetarse anualmente por sus seguidores.

Una de estas tradiciones consiste en estrenar durante el Domingo de Ramos una prenda de vestir.

En la mañana de Domingo de Ramos también es costumbre la visita de los templos, donde se exponen los pasos ya preparados para procesionar durante la semana.

En estas fechas también suelen cambiarse en algunos hogares sevillanos los hábitos alimenticios, comiendo espinacas con garbanzos, bacalao con tomate, torrijas, etc. que son propios de estas fechas.

También es tradicional y gracias a la naturaleza primaveral de la época, que los naranjos regalen sus flores acompañadas de su peculiar aroma, el azahar, envolviendo la ciudad con una fragancia exquisita.

 

LA FAMOSA ESCUELA DE IMAGINERÍA DE SEVILLA

Este informe sobre la Semana santa de Sevilla quedaría incompleto si no se hablara de la escuela sevillana de imaginería, proveedora de las imágenes.

La historia de la imaginería sevillana comienza a tomar forma tras la Conquista de Sevilla por Fernando III, allá por el año 1248. Por entonces, muchas imágenes creadas en el esplendor del gótico y otras aún con reminiscencias del románico, son traídas a Sevilla, aunque la mayoría de estas procedían de la gubia y el cincel de autores franceses. De esta época están datas por ejemplo la Virgen de los Reyes, La Virgen de las Batallas y la Virgen de la Sede, todas ellas en la Catedral Hispalense, además de otras de similares características que se fueron extendiendo por Sevilla y su provincia durante los siglos XIII y XIV.

Ya situados en el siglo XV, aún con vigencias del gótico, se comienza a extender el arte surgido desde Borgoña, imponiéndose poco a poco el manierismo y la influencia del quattrocento italiano. Obras de relevancia se acometen en la Catedral de la mano de Lorenzo Mercadante, en esta ocasión con el marmol y la terracota como elementos principales, continuando su trabajo Pedro Millán, discípulo del primero que dejo constancia de su buen hacer con los trabajos realizados ya en el siglo XVI, caso del grupo del llanto sobre Cristo Muerto, La Virgen del Pilar o el Varón de Dolores. Aún con el gótico como estandarte dentro de la escultura catedralicia, muchos autores participaron en la creación del Retablo Mayor. Entre 1551 y 1561, Roque de Balduque ejecuta las escenas de “Jesús entre los Doctores”, “La Conversión de Saulo”, “el juicio final”, “La Conversión de San Pablo” y “La Huida a Egipto”, esta última finalizada por Juan Bautista Vázquez el Viejo, al fallecer el maestro Balduque en 1561.

La influencia de Sevilla con el comercio con Las Indias, convierte a la ciudad en punto de mira para multitud de artistas, sobre todo italianos, destacando la labor realizada por Pietro Torrigiano, en el monasterio de San Jerónimo. De nuevo Juan Bautista Vázques tiene que terminar el Retablo Mayor de Santa María de las Cuevas, al fallecer su realizador, Isidro de Villoldo. De la escuela de “El Viejo” surgen nombre de gran importancia dentro de la imaginería, caso de Jerónimo Hernández, Juan Bautista “El Joven”, Juan de Oviedo o Andrés de Ocampo entre otros.

El Manierismo, ya en la etapa final del siglo XVI, da paso al barroco, donde Sevilla destaca en todos los aspectos y donde el nombre de Martínez Montañés, crean una escuela que aún hoy en día perdura en el estilo y de cuyo taller surgieron nombres como Juan de Mesa o Alonso Cano, sin olvidarnos de la gubia del flamenco José de Arce.

El apogeo del barroco llega en el siglo XVII con el taller de Pedro Roldán, donde su hija, María Luisa Roldán, conocida por “La Roldana”, destaca sobremanera, sin olvidarnos de Francisco Antonio Gijón a finales del siglo XVII, junto a nombres de la talla de Benito Hita del Castillo o José Montes de Oca. Ya en el XVIII, Pedro Duque y Cornejo, nieto de Pedro Roldán.

El siglo XIX y ya con la imaginería por bandera, surgen los nombres de Cristóbal Ramos, Juan y Gabriel Astorga o Blas Molner, y en la etapa final de esta centuria Antonio Susillo o Juan Luis Vassallo, entre otros que también tuvieron importancia en los comienzos del siglo XX.

El XIX y el XX fueron centurias muy destructivas para el arte de la imaginería, donde la Revolución Francesa, la Desamortización de Mendizábal o la quema de iglesias de los primeros años 30, hicieron que se perdieran gran cantidad de obras, siendo Castillo Lastrucci el nombre destacado a la hora de realizar las nuevas imágenes que habían desaparecido. Con gran influencia en los finales del siglo XX y con reconocido prestigio en el XXI, destacar la labor de Luis Álvarez Duarte, Antonio J. Dubé de Luque y la última generación, en la cual destacan José Antonio Navarro Arteaga, Manuel Ramos Corona y muchos otros que, procedentes de los talleres de los anteriormente mencionados, continúan hoy en día engrandeciendo el nombre arte de la imaginería. 

 

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Algarabía y Tradición de 500 años en la Semana Santa de Málaga

La Semana Santa de Málaga viene celebrándose sin interrupción desde hace más de quinientos años. Es, desde el punto de vista religioso y cultural, uno de los acontecimientos más importantes que se celebra cada año en Málaga. Fue declarada de Interés Turístico Internacional en enero de 1965. De ella hay que destacar su colorismo y la majestuosidad del gusto barroco de muchas de sus cofradías.

Trono de la Virgen de la Esperanza, el mas pesado, 5 toneladas

Algo que llama mucho la atención al visitante que asiste por primera vez a Málaga para ver su Semana santa es que la ciudad no se llena de silencio y recogimiento durante esta Semana de Pasión, sino que por el contrario, son muy frecuentes las explosiones de alegría e incluso los aplausos al paso de las cofradías o las saetas espontáneas.

Durante la Semana Santa, Málaga hace honor a su apodo de “Cantaora” y  convierte la música en un elemento fundamental, creando un ambiente que invita a la vez al recogimiento y a la alegría.

Es muy interesante ver cómo el Lunes Santo los gitanos de toda Málaga viven su devoción acompañando a su Cristo y a su Virgen mientras bailan y cantan rumbas y bulerías. Es una viva muestra de ese mundo de contrastes en el que se halla inmersa la Semana Santa malagueña.

Otro de los rasgos característicos de la Semana Santa de Málaga es la fusión que hay en las procesiones entre la tradición militar y la cristiana. Algunas de las cofradías más populares son aquellas en las que los legionarios desfilan junto a las imágenes, como en la cofradía del Cristo de la Buena Muerte.

Las andas sobre las que son portadas las sagradas imágenes son denominadas en Málaga tronos, a diferencia de en las demás semanas santas de la geografía andaluza e incluso española. Los tronos poseen notables diferencias con los pasos de las demás ciudades: mientras que los últimos son llevados por costaleros sobre la espalda, los primeros son cargados por hombres de trono, que meten su hombro debajo de los varales (piezas de metal de varios metros de longitud que sobresalen del cajillo (estructura) del trono); además, los tronos suelen ser, en su gran mayoría de un tamaño mayor a los pasos.

Como en las demás ciudades, en Málaga cada cortejo procesional suele estar formado por dos tronos (Cristo y Virgen) y cada uno de ellos es acompañado por penitentes (nazarenos, que pueden llevan velas o enseres, como libros de reglas, faroles…) y promesas (personas que han prometido hacer penitencia a cambio de algún favor y van acompañando al trono detrás de la banda). Algo característico de la ciudad costasoleña es el desfile de cuerpos militares en las procesiones, como la Legión o la Marina españolas.

Además de la estación de penitencia, las hermandades y cofradías llevan a cargo otras actividades, dentro de los tres pilares sobre los que se basan: Formación, Culto y Caridad. Son múltiples las obras asistenciales que las hermandades y cofradías realizan en Málaga, como financiar comedores sociales, donar alimentos o atender a personas mayores y/o enfermas. Se realizan cultos internos a lo largo del año (novenas, quinarios, triduos…) en las cuales se suelen presentar a las imágenes a los bebés o niños pequeños y se entregan medallas con el sello heráldico de la corporación.

Existe una Agrupación de Cofradías, fundada en 1921, pionera en España, cuyos miembros son elegidos cada cuatro años por los Hermanos Mayores de las distintas hermandades y cofradías. El primer presidente fue el Hermano Mayor de la Archicofradía de la Sangre, la más antigua de la ciudad. Esta institución -independiente de cualquier gobierno-, se encarga de la organización de la Semana Santa y de agilizar trámites y acuerdos con las instituciones oficiales y de todo lo relativo a al recorrido oficial.

La Semana Santa malagueña comparte con las demás celebraciones andaluzas un gran fervor popular y formas artísticas como la saeta.

 

SU HISTORIA

Con la entrada de los Reyes Católicos a Málaga y la liberación de esta, se incorpora Málaga a la Corona de Castilla en 1487. Los Reyes fundan bajo su patronazgo, iglesias y conventos que dotan de imágenes que muy pronto los malagueños se congregan en su entorno por muy distintos motivos, unos por enterramientos y otros gremiales.

La falta de seguros o cooperativas en aquella época fue la razón por la que se fundaron hermandades y cofradías alrededor de las imágenes, Jesús, María y otros santos. Las hermandades, eran llamadas de penitencia, solían salir en Semana Santa en 2 grupos de hermanos, los flagelantes o llamadas también de sangre y los de luz. Los flagelantes fueron prohibidos a finales del siglo XVII. Las de luz son las que han llegado hasta nuestros días y viene su nombre de los cirios y luces que portaban sus hermanos. En aquel tiempo las imágenes salían de los templos en unas reducidas andas portadas por 8 o 10 hombres.

La conversión de los habitantes de la ciudad al catolicismo así como la llegada de nuevos pobladores procedentes de Castilla hace que, tras siglos de influencia musulmana, los malagueños adopten una nueva expresión religiosa. Pero serán la Reforma Protestante, el Concilio de Trento (en el siglo XVI) y la posterior Contrarreforma católica los hechos que marcarán el destino de las cofradías, tanto en Málaga como en el resto de España. Para combatir la herejía que para ellos suponía la doctrina protestante, la Iglesia fomentó el culto a las Sagradas Imágenes. 

Estas hermandades tuvieron a lo largo de los siglos altos y bajos. Entre las fechas más relevantes están la guerra de la independencia y la desamortización de Mendizábal en las que se perdieron enseres y datos de la época. Las cofradías de aquella época eran bastante anarquistas e intermitentes en sus desfiles procesionales. En el año 1927 se reúnen 12 hermandades para agruparse, tener un carácter civil de peso en la sociedad malagueña y unas normas para todas las corporaciones dotando a las cofradías de beneficios económicos y un recorrido oficial. Dato importante es que La Agrupación de Cofradías de Málaga, es la primera que se crea con este fin en España.

En el año 1931 estalla la república dejando en suspenso por este tiempo las actividades cofrades. Fue la época de la quema de conventos y en ella se destruyeron gran cantidad de enseres religiosos y patrimonio artístico. En el año 1935, ya gobernando la república, algunas cofradías reúnen algo del patrimonio y salen a la calle, denominándolas como «las valientes» al atreverse a salir a la calle con lo poco que habían podido reunir. En el año 1936 estalla la guerra civil durante la cual se vuelven a perder imágenes y patrimonio religioso.

Tras la liberación de Málaga por las tropas franquistas en 1937 y el fin de la guerra en 1939 se implanta el Nacional Catolicismo y aprovechando las cofradías el apoyo del régimen, estas resurgen con fuerza, incorporando en sus desfiles a estamentos militares, nombrando protector a imágenes de algunas hermandades a distintos cuerpos militares, reanudando así una antigua tradición en la historia de la Semana Santa de Málaga.

Dos hechos muy importantes dan lugar a que aumenten el tamaño de los tronos malagueños. Por un lado para dar magnificencia a las imágenes, en un claro mensaje del triunfo del catolicismo frente al ateísmo republicano. Pero también es consecuencia de esto, las malas relaciones que existían entre las cofradías y el clero, debido a las molestias que ocasionaban las cofradías en los ritos religiosos durante la Semana Santa, lo cual hizo que se comenzaran a montar los tronos en tinglaos. Los tinglaos son unas estructuras montadas en la calle y cubiertas con lonas en donde se cobijaban y armaban los tronos. Debido a que ya no se dependía de unas dimensiones para salir por las puertas de las iglesias, se comenzaron a construir enormes tronos, dando una suntuosidad a los desfiles procesionales que han supuesto la gran diferencia entre la Semana Santa de Málaga y otras ciudades.

La buena salud que han venido gozando las corporaciones en el transcurso de los años, han hecho que desde entonces y hasta nuestros días se creen nuevas cofradías y un nuevo elemento que es la «casa hermandad». Se trata de edificaciones estables que sirven para albergar a los tronos sustituyendo a los tinglaos y dando además un espacio para guardar y mantener los enseres procesionales, así como para la celebración de reuniones de cofrades. Algunas de estas casas hermandades poseen incluso un museo que puede ser visitado en cualquier época del año.

 

LAS COFRADÍAS

De las 41 cofradías que hacen su estación de penitencia por las calles de Málaga, destacan por su antigüedad la Hermandad del Cristo de La Veracruz y la Archicofradía del Cristo de la Sangre, que se remontan a los siglos XV y XVI respectivamente. El Domingo de Ramos destacan las cofradías de la Pollinita, a cargo de niños, o la espectacular Cofradía del Cristo de la Esperanza en su Gran Amor.

Todas las cofradías siguen un tramo común, un «recorrido oficial» que empieza en la Alameda Principal y sigue por la Rotonda del Marqués de Larios y una parte de la calle Granada.

Son muchos los malagueños que acompañan a las imágenes vistiendo el hábito de nazareno, portando cirios, cruces o detrás de los tronos a modo de promesa. Otros realizan la estación de penitencia llevando sobre uno de sus hombros las andas procesionales como hombre de trono. El trono es lo que en la mayoría de las ciudades españolas se llama «paso». Suelen ser de gran tamaño y pueden llegar a pesar más de cinco toneladas. Los tronos son portados por los hombres de trono, que meten el hombro bajo los varales, siendo necesarios en algunos tronos más de 250 hombres bajo los varales.

Algunas cofradías llevan el acompañamiento musical de bandas de música, bandas de cornetas y tambores, agrupaciones musicales o capillas musicales, aunque también hay hermandades, que suelen ser las del Viernes Santo, que no llevan  acompañamiento musical.

El  Rey Carlos III concedió a la cofradía de Nuestro Padre Jesús El Rico el privilegio de liberar a un preso de la cárcel de Málaga. Este acto protocolario se celebra en la Plaza de la Aduana, donde Jesús el Nazareno imparte la bendición con el movimiento de su brazo mecánico. El preso liberado realiza la procesión con la cofradía como símbolo de gratitud. También el miércoles Santo es tradicional la suelta de palomas cuando pasa el majestuoso trono de la Virgen de la Paloma.

Maria Santisima de la Amargura

 

LEYENDAS MALAGUEÑAS DE SEMANA SANTA

 

EL MILAGRO DEL NAZARENO DE VIÑEROS

En el siglo XVII, esta datada «La Leyenda del Arcabucero».

En los comienzos de dicha centuria recibieron las tropas del Tercio de Málaga la orden de partir a la guerra.

Un arcabucero (soldado en los ejercitos de Flandes) temeroso de perecer en combate, con grandes problemas de conciencia, fue a confesar sus pecados a un fraile Mercedario. 

Entre ellos había uno de tal gravedad que no pudo obtener la absolución instándole el religioso a acudir a Roma para que el papa lo absolviera, único que podía hacerlo.

El soldado español, ante la imposibilidad de ir a Roma a ver a Su Santidad, se postró ante la imagen de Jesús Nazareno de Viñeros y llorando, arrepentido, le imploró el perdón por aquel pecado que le turbaba el alma. Al alzar los ojos vio como el Señor, separando el brazo derecho de la Cruz, le daba la bendición absolutoria, manteniendo el brazo en esa actitud de bendecir. 

Los sollozos y explicaciones atrajeron a los Padres Merecedarios que, atónitos admiraron el singular prodigio.

El brazo nunca volvió a su posición original, corriendo como pólvora la noticia por la ciudad, los feligreses acudieron en masa para ver tan magno acontecimiento. 

Fue a raíz de este milagro cuando los Tercios que habitualmente habían en la guarnición de Málaga, comenzaron a acompañar a la hermandad de Viñeros, primero en la fiesta del uno de enero y posteriormente, en la Sagrada procesión de penitencia del Jueves Santo.

Este acompañamiento continuó hasta la invasión napoleónica en que se suspendío dicha costumbre.

Hasta el año 1.951 no vuelve hacer aparición en el cortejo procesional la figura del arcabucero rememorando el hecho milagroso, aunque en 1.959 se suprime su presencia por orden eclesiastica.

En el año 2.003, a propuesta del Cabildo de Hermanos y con la autorización eclesiástica, se recupera la referida tradición hasta nuestros días.

 

LA LEYENDA DEL CRISTO DEL RAYO

Hacia 1870, sobre la ciudad de Málaga se cernía una gran tormenta, que hizo cundir el pánico entre sus moradores.

Al fin, entre relámpagos y truenos, pocas veces conocidos por los habitantes, descargó con tal violencia, que una chispa eléctrica cayó en la iglesia de Santiago. 

Entró en el camarín de la venerada imagen de Ntro. Padre Jesús de Llagas y Columna, que estaba en la capilla del baptisterio, la primera a mano derecha del templo, y después de dejar señales evidentes de su fuerza expansiva en las paredes, salió sin tocar al Santo Cristo. 

A partir de entonces se le atribuyeron una gran cantidad de milagros, y fue muy venerada por los malagueños.

Aunque tiempo después acabó siendo destruida en los lamentables sucesos de 1931.

En 2008 un grupo de malagueños quiso recuperar la devoción a la desaparecida imagen, y encargaron al escultor Juan Manuel García Palomo, que realizara una nueva imagen, a la que se le da culto desde entonces, y es sacada en procesión por el barrio de Miraflores de los Ángeles, el Jueves Santo.

 

LEYENDA DEL CRISTO DE LA SANGRE

Estando unos pescadores en la mar, efectuando su diaria tarea de pesca, saltó una borrasca que llevó a la jábega (embarcación típica malagueña) mar adentro desde donde no podía divisarse ni tan siquiera el contorno de las playas, ni monte alguno de los que circundan la ciudad.

El patrón, a pesar de ser hombre experto en estos trabajos, no podía dominar la embarcación a la cual cubrían las olas de forma tenebrosa, mientras en el cielo aparecían negros nubarrones que hacían temblar de miedo a los jabegotes (marineros de la jábega).

Los momentos eran dramáticos y viendo aquellos hombres que el naufragio se acercaba irremediablemente imploraron la misericordia de Dios y el perdón divino, resignándose a morir como buenos cristianos.

Muchas horas de pánico llevaban aquellos pescadores y ya las fuerzas les iban faltando cuando vieron abrirse entre las nubes un rayo de sol.

Esta claridad, bella y extraña a la vez, daba justo en un punto de las aguas revueltas y sobre éstas, la imagen de un Cristo crucificado flotaba entre las olas. 

El patrón, haciendo un gran esfuerzo, dirigió la embarcación hacia ese punto, y mientras la pequeña nave se iba acercando disminuía la borrasca por completo y el mar se quedaba completamente sereno.

La tripulación, dando gracias al cielo por el favor recibido, recogió la imagen, pero cual no sería la sorpresa de estos hombres cuando contemplaron cómo de la herida del costado de Jesús brotaba la sangre lentamente. 

Cuando la embarcación llegó al fin a la playa, se encontraban en ella los familiares de los pescadores que, asustados por la fuerte tormenta, se había acercado hasta allí con la angustía y el temor de que la embarcación hubiera zozobrado.

Al principio no comprendían lo que ocurría y pensaban que era un hombre herido lo que traían entre ellos (esa era la impresión que daba la imagen), pero al comprobar como brotaba la sangre del Divino costado, todos cayeron de rodillas ante el milagroso hecho que estaban presenciando.

En medio de un gran silencio, fue trasladada por todos a una ermita cercana que existía entre el cerro de San Cristóbal y el monte Gibralfaro, en donde estaba establecida por aquel entonces la Orden de la Merced.

 

LEYENDA DEL BANDOLERO ZAMARRILLA Y MARIA SATÍSIMA DE LA AMARGURA

Cristóbal Ruiz, era un bandolero nacido en Igualeja al que conocían con el apodo de Zamarilla.

Capitaneaba una cuadrilla de salteadores y se le atribuían delitos de sangre, robos y secuestros. Sus andanzas a mediados del siglo XIX se circunscribían a la Serranía de Ronda, aunque también se extendieron a otras provincias limítrofres, a la Costa malagueña y a la propia capital.

Precisamente, durante su huida de la justicia en Málaga y tras una escaramuza, Zamarilla encontró una capilla y en ella a una Dolorosa trinitaria, escondiéndose bajo su manto. 

Los guardias entraron en el oratorio, rebuscaron por todas partes y al rato salieron decepcionados sin comprender dónde se pudo meter el bandido.

Zamarrilla permaneció largo tiempo escondido hasta comprobar que sus perseguidores se había marchado sin descubrirlo.

Como hombre agradecido, a pesar de su tosquedad, quiso agradecer a la Virgen su ayuda y, como no llevaba nada de valor, cortó una rosa blanca y se la clavó con su puñal en el pecho de la imagen. 

La flor quedó prendida en María, pero es entonces cuando Zamarrilla contempló entre el asombro y el miedo, como la rosa se iba tiñendo lentamente de sangre. 

Sobrecogido por lo que vio, tocó a la Señora pensando que se había tornado humana, descubriendo que no era así, pero la flor, la rosa que instantes antes tenía el blancor de la nieve, continuaba sangrando hasta quedar convertida en una rosa roja y luminosa.

Zamarrilla arrepentido de su azarosa vida, ingresó para el resto de sus días en un convento muy cercano al lugar donde la Virgen de la Amargura recibía culto, y siempre en en el aniversario de su contrición, el antiguo bandolero, con el permiso del prior, bajaba por el antiguo camino de Antequera hasta el oratorio de la Señora para depositar a sus pies una rosa roja de las que él mismo cultivaba en su pequeño huerto.

Una tarde, ya casi anocheciendo, Zamarrilla iba caminando por la vereda del camino a cumplir su promesa cuando fue atacado por unos salteadores que, al no hallar en el fraile dinero ni objeto alguno de valor, le apuñalaron hasta darle muerte.

Alarmada al día siguiente la comunidad por la tardanza del fraile, salieron en su busca, hallando el cuerpo de Zamarrilla todo ensangrentado en medio del camino. Entre sus manos permanecía la rosa de su ofrenda que había cambiado su color rojo por un blanco resplandeciente.  

 

EL VOCABULARIO DE LA SEMANA SANTA DE MÁLAGA

La semana santa malagueña, al igual que otras, tiene sus elementos propios.

semana santa en malaga

 

AGRUPACIÓN DE COFRADÍAS

La Agrupación de Cofradías de Málaga, fundada en 1921, es el organismo aglutinador y coordinador de las cofradías de pasión o penitencia de la Semana Santa malacitana. Nació con la finalidad de fomentar la piedad y caridad cristiana, encauzar dentro del mayor fervor y suntuosidad las procesiones de la Semana Mayor malagueña y que las cofradías y hermandades pasionistas a ella acogidas se estimasen mutuamente y auxiliasen en las necesidades y manifestaciones de culto. Del mismo modo, se intentaba prestigiar la labor que desarrollaban las cofradías al tiempo que se trataba de conseguir de las instancias municipales y del comercio en general el apoyo y la ayuda económica necesaria para realzar la Semana Santa.

 

RECORRIDO OFICIAL

Durante los días de Semana Santa, las cofradías malagueñas salen de su templo, tinglao callejero o de su casa de hermandad, para dirigirse al recorrido oficial que comienza en la Alameda Principal y sigue por la Rotonda del Marqués de Larios, calle Marqués de Larios y calle Granada. Una vez abandonado este recorrido obligado, las hermandades siguen el suyo propio para retornar a sus puntos de partida.

Las hermandades no agrupadas en el seno de la Agrupación de Cofradías no transitan por el recorrido oficial, sino que escogen su propio recorrido fuera de él y generalmente no lo realizan entre el Domingo de Ramos y el Viernes Santo.

El recorrido medio de un cortejo procesional es de ocho horas, según itinerarios, habiendo algunas de muy corto recorrido, como es el caso de la Pollinica, y otras de un largo recorrido como la Nueva Esperanza.

 

NAZARENO

Los nazarenos son los hermanos que acompañan a los tronos durante el transcurso de la estación de penitencia (portando velas, cruces, estandartes, el libro de reglas u otro enser). Suelen ir ataviados con túnica, capirote, guantes y capa aunque cada hermandad tiene establecido en sus reglas fundacionales las características de su vestuario, en cuanto a color, insignias y complementos; y cada hermano que desee vestir de nazareno debe recoger la túnica o realizársela él mismo, pagando una cantidad establecida (alrededor de unos 20€).

 

TRONO

Mientras en la mayor parte de la geografía española son llamados pasos, en Málaga se denomina trono a las andas donde va colocada la Sagrada Imagen en Semana Santa. La mayoría de las cofradías poseen 2 tronos, uno de Cristo que suele ser representado por un Nazareno, un Crucificado o un Misterio (representa una escena de la pasión). Tras cada Cristo acompaña en un segundo trono una imagen de una Virgen, suele ir bajo palio y engalanada con corona, manto, candelería, flores… Existen varias hermandades que sólo poseen un trono como: Lagrimas y Favores, Salutación, Salesianos, Santa Cruz, Piedad y Servitas. Hay 2 casos en que la Virgen va acompañada también por San Juan Evangelista: la Virgen de la Merced (Humildad) y la Virgen del Mayor Dolor (Fusionadas).

Suelen ser de gran tamaño (3 metros de ancho y 5 metros de largo) si bien varían de una cofradía a otra. Los tronos de cristos suelen ser más pequeños en volumen -excepto los de grupo escultórico- mientras que los de las vírgenes malagueñas suelen ser bastante grandes y llegan a pesar varias toneladas.

 

HOMBRES DE TRONO

Los tronos son llevados por hombres de trono, que meten el hombro bajo los varales (cuatro, seis u ocho varales dependiendo del trono en cuestión), llegando algunos tronos a necesitar la cifra de más de 250 hombres bajo los varales.

 

 MAYORDOMOS DE TRONO 

Los hombres de trono levantan o bajan el trono según las órdenes acústicas que les indica la campana del trono. Esta campana es tocada por los mayordomos de trono. Dos toques seguidos (de atención) y uno más pausado indican la subida o bajada del trono. Dos toques seguidos y dos pausados señalan la subida a pulso.

 

CAPATAZ

Los capataces son quienes colocan a los hombres de trono según su medida (del suelo al hombro). También dar órdenes junto a los mayordomos en el avance del trono. Suele haber cuatro capataces por trono (uno en cada esquina) si bien esta cifra varía según la cofradía.

 

MANTILLA

La mantilla es el traje que visten algunas mujeres que acompañan a los tronos, normalmente delante. Es un traje de luto por la muerte de Cristo.

Las ropas que forman la mantilla no solamente consiste en la mantilla en sí, que siempre es de encaje de blonda o chantillí, sino que lleva peineta de carey (concha) u otro material de imitación que se cubre con dicha mantilla. A esto se añaden los complementos que la sujetan, peinecillos, horquillas, broches etc. y la mantienen derecha. El vestido complementario es de color negro (siempre de un largo por debajo de la rodilla), al igual que las medias, los zapatos y los guantes.

 

TRIBUNA DE LOS POBRES

Si bien es desconocido el origen de esta denominación popular, no es difícil imaginar el porqué de tan rotunda calificación. Mientras en la plaza de la Constitución se encuentra la tribuna oficial de la Agrupación de Cofradías, donde conseguir un abono es prácticamente imposible, al final de la calle Carretería de Málaga, en confluencia con el Pasillo de Santa Isabel, existe una escalinata (16 escalones que llevan al Puente de la Aurora) que en Semana Santa se convierte en tribuna natural para presenciar las procesiones de Málaga. El público es tan fiel o más a la tribuna como los son los de la oficial y algunas cofradías son esperadas allí con gran entusiasmo y fervor popular.

 

CATEDRAL

Es el mayor templo malagueño. Es conocido popularmente como «La Manquita», porque una de sus torres está sin terminar. Las cofradías entran en su interior para hacer una estación de penitencia.

Las cofradías que entran en la Catedal son el Dulce Nombre, la Salutación, la Salud, la Humildad, la Cucifixión, los Dolores del Puente, la Pasión, las Penas, los Salesianos, la Santa Cruz, los Viñeros, los Dolores de San Juan, el Descendimiento y el Monte Calvario. Las corporaciones restantes no hacen estación en la Catedral debido a que el tamaño de sus tronos sobrepasan el ancho de la verja de la puerta.

 

CASAS DE HERMANDAD

Sede propia de las cofradías y hermandades. Es el lugar desde el que salen los tronos en la inmensa mayoría de corporaciones ya que la dimensiones de estos no les permiten realizar las salidadas procesionales desde los diferentes templos. Además es donde guardan durante todo el año el patrimonio.

 

TRASLADOS

La Semana Santa malacitana comienza alrededor de un mes antes del Domingo de Ramos con los primeros traslados, que son pequeñas procesiones, en las cuales va, generalmente un sólo trono de reducidas dimensiones (a veces dos o más) en el que van los dos (o más) titulares de la hermandad, y casi siempre una banda de música o similar. Tienen como objetivo llevar las imágenes de su templo a la Casa Hermandad, desde donde realizarán la verdadera salida procesional.

Se llegan a imprimir itinerarios con todos los traslados que se realizarán y las salidas procesionales de las corporaciones no agrupadas.

 

SAETA

La saeta es un canto religioso, generalmente improvisado y sin acompañamiento, realizado en las procesiones de Semana Santa y que tiene su origen en el folclore andaluz. Se trata de una melodía de ejecución libre, llena de lirismo y de influencia árabe. Exigen conocer el estilo del cante jondo propio de la tradición musical del flamenco.

Suele realizarse desde cualquier rincón por donde esté pasando la cofradía, en el momento más imprevisto, pero cuando más se cantan es en el tramo final al llegar a las cercanías de su casa hermandad o templo, desde los balcones, los ventanales cercanos a la misma o a pie de suelo.

 

ACOMPAÑAMIENTO MUSICAL

En Málaga, como en el resto de Andalucía, muchos de los tronos suelen ir acompañados de bandas de música. Los tronos de Cristo normalmente son acompañados por bandas de Cornetas y Tambores o agrupaciones musicales y los de Virgenes acompañados por bandas de música. Muchas cofradías también llevan bandas abriendo el cortejo procesional justo detrás de la Cruz de Guía.

Un estilo que nació en Málaga es el de Cornetas y Tambores, ya que en 1911 se crea la primera banda de este estilo, la Banda de cornetas y tambores de Real Cuerpo de Bomberos. Posteriormente este estilo se difundió a toda la geografía española hasta llegar a ser lo que es hoy día.

 

LAS IMAGENES

Durante los siglos XVII, XVIII y en menor medida en el XIX, existe en Málaga, lo que podríamos denominar como una «escuela imaginera» (como la sevillana o la granadina), pero más reducida que éstas, posiblemente a partir de que Pedro de Mena se afincase en la ciudad, llegándose a poder considerar heredera de la escuela granadina.

Los rasgos característicos de las dolorosas de la escuela malagueña son: el rostro ovalado, ligeramente puntiagudo en la barbilla, ligeramente inclinado hacia la izquierda, ojos y boca entreabiertos y manos entrelazadas.También es característica la mirada al cielo, presente en algunas imágenes. 

Algunos escultores célebres pertenecientes a esta escuela son, Pedro de Zayas (s. XVII), Fernando Ortiz (s.XVIII), quizá Salvador Gutiérrez de León (s. XVIII y XIX) y Antonio Gutiérrez de León y Martínez (s. XIX) y algunos otros autores sin identidad conocida.

Cabe señalar que a muchas de las dolorosas malagueñas que han perdurado hasta nuestros días, se les ha sustituido las manos entrelazadas por unas abiertas, por estar más de moda y ser más «estético».

 

SUCESOS DE 1931 Y 1936 

En mayo de 1931, durante el primer mas de vida de la Segunda República Española y como reacción a las declaraciones del cardenal Segura y a la fundación en Madrid del Círculo Monárquico, tuvieron lugar actos vandálicos contra los templos y conventos de un gran número de ciudades, siendo especialmente virulentos en Málaga. Por dos noches, bandas de desalmados (al margen de sus ideas políticas) asaltaron la mayoría de edificios religiosos de la ciudad, incendiándolos junto a las obras de arte que albergaban, entre ellas las imágenes propiedad de las corporaciones nazarenas.

Algunas imágenes fueron salvadas, al ser escondidas o rescatadas durante los asaltos tanto por católicos republicanos como opuestos al nuevo régimen. De otras sólo se pudo rescatar parte, siendo reconstruidas posteriormente; otras muchas se perdieron para siempre. Dos de las iglesias que salieron peor paradas fueron: la iglesia de Santo Domingo y la iglesia de la Merced (ésta última no se reconstruyó y sirvió de cine hasta su definitivo derribo en la década de 1960).

Tras estos horrendos sucesos jugaron un gran papel en la reconstrucción del patrimonio perdido, los escultores Francisco Palma Burgos, Pedro Pérez Hidalgo, José Gabriel Martín Simón, José Navas Parejo y Antonio Castillo Lastrucci y el valenciano Pío Mollar Franch, que tallaron nuevas imágenes para las agrupaciones.

Cuando las corporaciones empezaron a recomponer su patrimonio, en 1936, recibieron otra réplica durante la Guerra Civil Española.

 

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